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Resumen
La resistencia de los trabajadores de Bavaria se manifestó de diversas formas: la
principal modalidad fue la huelga que sólo logró constituirse en una herramienta de
presión a partir de 1925. La solidaridad fue la base de la participación en paros,
mítines, marchas y desfiles de celebración del Primero de Mayo. En actividades
relacionadas con la consecución de fondos, lo mismo que en contactos con
organizaciones como la Unión Obrera de Colombia, se fue madurando la idea de
constituir el sindicato hasta lograrlo legalmente en 1936. Las distintas influencias
ideológicas del momento –socialista, comunista, liberal y conservadora– tuvieron
aún cabida en el sindicato, generándose la posibilidad de cierto pluralismo y
democracia al interior del mismo.
Abstract
The resistance of the workers of Bavaria took on several forms. The strike, which
was their main means of resistance, did not become a successful instrument of
pressure until 1925. Solidarity was the basis of participations in strikes, meetings,
marches, and the First of May parades. During fund raising activities and through
contacts with organizations such as Unión Obrera de Colombia (The Workers´
Union of Colombia), they gradually shaped the idea of establishing a trade union
and finally achieved it in 1936. There was still room for the various ideological
influences of that period—socialist, communist, liberal, and conservative—, which
made possible certain pluralism and democracy within the trade union.
Key Words: Brewery Bavaria, Strike, Union, Labor Legislation, First of May.
1
El artículo hace parte de la tesis titulada “Los trabajadores de Bavaria. Bogotá 1889–1930.
Reacciones al impacto de una nueva lógica empresarial”, presentada en el 2005 para optar al título
de Magíster en Historia de la Universidad Nacional de Colombia. Fue recomendada como
Meritoria.
* Recepción: 13 de mayo de 2005. Aprobación: 20 de junio de 2005.
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Introducción
En el presente artículo la idea es dar cuenta, en el periodo 1889-1930, de las
diversas estrategias desplegadas por los trabajadores de Bavaria para alcanzar
conquistas laborales o al menos resistir la explotación. Se analizarán, entre otras
cosas, las distintas modalidades en las cuales enmarcaron sus acciones tendientes
a buscar mejoras en sus propias condiciones de trabajo y la de sus colegas y la
evolución que presentaron; las organizaciones obreras en las cuales pudieron
participar y la manera como incidieron en la creación de su propio sindicato; la
importancia que le dieron a su participación en la celebración del Primero de Mayo;
la legislación laboral que el Estado fue colocando a su alcance; y, finalmente, las
influencias ideológicas y políticas que recibieron.
Antes que todo, conviene precisar que la cervecería Bavaria fue establecida
el 4 de abril de 1889, por la familia Kopp, de origen alemán, y que el señor Leo S.
Kopp asumió la gerencia hasta su fallecimiento en 1927, cuando fue reemplazado
por su hijo Guillermo Kopp Castello, quien logró consolidar el Consorcio de
Cervecerías Bavaria S.A. La fábrica, durante sus primeros cuarenta años, logró
ensancharse apropiadamente gracias a que contó con el respaldo de dos firmas
europeas, inicialmente, una de Hamburgo y, más tarde, la Handel de origen
holandés.
La fábrica inició con 80 trabajadores, y durante el período en estudio su
número llegó a superar los 1.500, la mayoría procedentes de pueblos de
Cundinamarca y Boyacá. La presencia del gerente Leo S. Kopp y el trato
personalizado que le dio a sus trabajadores hicieron que el mundo laboral de la
fábrica se caracterizara por unas relaciones paternalistas, donde se hacían eviden-
tes tanto el afecto como el odio hacia el patrón. Las condiciones de trabajo en la
fábrica presentaron un mejor panorama que el de muchas fábricas que funcionaron
en el país durante el mismo tiempo. Los puntos débiles para el trabajador de la
cervecería, sin duda, fueron los bajos salarios de las mujeres y la inestabilidad
laboral. Obviamente, las irregularidades no dejaron de existir, aunque se gozara de
un relativo bienestar.
2
El Correo Nacional, 8 jul. 1904.
76
Los trabajadores de Bavaria:
el caso de la agresión del obrero Ismael López al propio gerente, Leo S. Kopp,
momentos después de haber sido objeto de un fuerte llamado de atención. 3
Desde la década del diez del siglo pasado, los trabajadores de Bavaria se
manifestaron de una manera más organizada y colectiva. Encontraron en algunas
corporaciones de origen artesanal la manera de iniciar, de forma pacífica y
diplomática, la solicitud de mejoras en algunos campos que consideraban impor-
tantes como el educativo. De hecho, desde antes de 1915 estaban vinculados a la
Unión Obrera de Colombia y colaboraron en la gestión realizada por ésta para
construir escuelas nocturnas para obreros. 4 Además, su voluntad para adaptarse al
mundo laboral, puede verse expresada en parte en su decisión de utilizar indumen-
taria típicamente obrera, tal como se reseñaba en La Crónica en 1914: “Los obreros
de la ciudad han firmado un compromiso, por el cual se comprometen a abolir, del
20 de julio en adelante, el uso de la ruana y el sombrero de paja. En cambio llevaran
blusa y cachucha al estilo de los trabajadores europeos”. 5
En febrero de 1918, el momento de la “diplomacia” parece que estaba llegando
a su fin. Los obreros amenazaban con ir a la huelga y acusaban a la empresa Bavaria
de haber destituido a algunos empleados, por no haber votado a favor del candidato
Marco Fidel Suárez. La empresa se defendía argumentando que lo había hecho a
causa de la subida de impuestos y que respetaba la filiación política de sus
trabajadores. 6 La verdad, no fue la primera ni la última vez que la empresa asumió
actitudes retaliativas con los obreros que se distanciaban de sus preferencias
políticas, pues en 1913 había recibido insinuaciones para que botara a algunos de sus
trabajadores por pertenecer a la Unión Obrera de Colombia,7 que en ese momento
respaldaba al gobierno de Carlos E. Restrepo, y se distanciaba ideológicamente de
la Asociación Nacional de Industriales y Obreros, que apoyaba las propuestas de
Rafael Uribe Uribe. Hacia 1949 la empresa reaccionaría en forma idéntica al despedir
a 200 trabajadores de la seccional Bogotá, acusandolos de comunistas,8 y en 1951,
por presión del Presidente Laureano Gómez, la dirección de la empresa desvincularía
a líderes sindicales de filiación distinta a la conservadora.9
La primera participación abierta de los trabajadores de Bavaria en una huelga se
dio en noviembre de 1919, por solidaridad con los ferroviarios. Varios trabajadores
de los ferrocarriles realizaron propaganda en Bavaria y pidieron el apoyo a su
movimiento. Muchos trabajadores de la fábrica de cerveza y de otras empresas de
3
El Correo Nacional 8 jul. 1904.
4
El Tiempo 21 nov. 1915.
5
La Crónica 16 jul. 1914.
6
El Tiempo 14 feb. 1918.
7
La Unión Obrera 27 feb. 1913.
8
Carlos Martínez, “Sinaltrabavaria en la historia”, Revista punto de encuentro 1. 1 (Bogotá, 1991): 37.
9
Miguel Urrutia, Historia del sindicalismo en Colombia (Bogotá: Universidad de los Andes, 1969)
234. Para nadie era un secreto la simpatía del presidente de la empresa Julio Jiménez con la política
de Laureano Gómez.
77
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10
Urrutia, Historia del sindicalismo… 126. El autor las llama espontáneas, porque no eran
organizadas por un sindicato, y la situación era explicable porque las empresas podían despedir los
trabajadores involucrados en actividades sindicales.
11
El Tiempo 23 nov. 1919.
12
El Tiempo 26 nov. 1919, y La Crónica nov. 24 y 27 de 1919.
13
El Tiempo 23 nov. 1919.
14
El Tiempo 28 nov. 1919.
15
El Tiempo 28 nov. 1919.
16
La Crónica 29 nov. 1919.
17
Víctor Manuel Moncayo y Fernando Rojas, Luchas obreras y política laboral en Colombia
(Medellín: Lealon, 1978) 39. Allí se conciben estas huelgas como “el surgimiento de una conciencia
revolucionaria, que mostraban a la clase obrera cómo la organización, la dirección y el sentido de
la lucha no se daban con la ayuda o colaboración del Estado, sino precisamente contra él”.
78
Los trabajadores de Bavaria:
18
El Tiempo 18 dic. 1919.
19
La Crónica 7 jul. 1921.
20
El Tiempo 7 nov. 1924.
21
El Mundo al Día 7 nov. 1924.
79
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acogidas por la empresa, pues se negaba a conceder dos puntos importantes: hora
y media para el almuerzo, y una prima anual. Desde el 17 de octubre el sindicato
había dado a conocer a la empresa “un ultimátum, con 48 horas de plazo para
resolver o en su lugar decretar el paro”.22 La situación, se solucionó según la
información de prensa, el 20 de octubre, llegando “a un arreglo amistoso, que
parece satisface las aspiraciones de los obreros y consulta intereses de patrones y
obreros”.23 De acuerdo con esto, es posible que haya habido por lo menos un día
de huelga, y que la actitud conciliadora de los empresarios haya cambiado,
obligando a endurecer la posición de los trabajadores que ahora no esperaban los
gestos de caridad del patrón y, por el contrario, trataban de actuar dentro del marco
legal para defender sus derechos.
Sin duda, de 1925 en adelante los trabajadores de Bavaria empezaron a notar
los cambios en las actitudes de sus patronos, pues ahora sus exigencias deberían
estar acompañadas no sólo de la amenaza de huelga sino de la disposición a llevarla
a cabo; ya no eran los tiempos en que la empresa los hacía sentir tan a gusto al
concederles con anticipación sus reclamos. La deferencia impuesta por la empresa
a los trabajadores y el pacto implícito de “yo te ayudo tu me ayudas” empezaban
a resquebrajarse, debido a las imágenes que se iban formando el uno del otro y más
en el caso de los obreros que iniciaban todo un despertar en su discurso reivindicativo.
Ahora bien, algo bien novedoso ocurrió en 1928. Los trabajadores de Bavaria
se asesoraron del reconocido abogado Jorge Eliécer Gaitán24 y presentaron, el 17 de
julio, un completo pliego de peticiones donde, entre otras cosas, reclamaban: no ser
sustituidos sin justa causa por obreros extranjeros; jornada laboral de ocho horas;
descanso dominical remunerado; pago doble al trabajo nocturno; aumento de salarios
en un 100%, para el personal femenino, y para el resto del personal, de acuerdo a una
escala de salarios, 50 % para los de $1,00, 40% para los de $1,00 a $2,00, 35% para
los de $2,00 a $3,00, 30% para los de $3,00 a $4,00 y 25% para los de $4,00 a $ 5,00;
overoles impermeables para los obreros de socavones; mejorar el servicio médico;
cumplimiento del convenio celebrado en 1925; ser tratados con respeto por los
superiores, en especial los extranjeros. El pliego hacía énfasis en el aumento de jornal
y en la mejoría de las condiciones de trabajo de las mujeres.25 La respuesta fue la firma
de un convenio el 23 de julio de 1928, entre la empresa, representada ahora por
22
El Tiempo 21 oct. 1925.
23
El Tiempo 21 oct. 1925.
24
La presentación del pliego estuvo precedida de la publicación de una serie de artículos en el
periódico Claridad, donde se denunciaban varias irregularidades en la fábrica Bavaria, cierto
maltrato a las capacheras, suministro de drogas alteradas por parte de la empresa, marzo 10 de 1928.
Posterior a la presentación del pliego se elogiaba la labor de Jorge Eliécer Gaitán, enmarcada en un
titular bastante diciente: “Los obreros de Bavaria se enfrentan contra la tiranía de los amos”, julio
19 de 1928. Para octubre del mismo año continuaba arreciando la crítica con titulares como “Los
industriales nacionales entran en acción contra el trust de la fábrica Bavaria”, octubre 9 de 1928.
25
Las mujeres desde años anteriores ya venían haciendo presencia en las protestas. De acuerdo con
María Tila Uribe, Los años escondidos (Bogotá: CESTRA-CEREC, 1994) 49 -55, para el Primero
80
Los trabajadores de Bavaria:
Guillermo Kopp, y los obreros de Bavaria, en cuyo nombre actuaron los señores
Alejandro Barreto, Roberto Valencia y Pompilio Arcila.
El convenio en su mayoría tocaba cada una de las peticiones hechas por los
trabajadores, así en el texto se acordaba que: no podrían ser destituidos los obreros
colombianos sin justa causa para ser reemplazados por elementos extranjeros; los
obreros debían ser tratados con respeto por sus superiores en especial por los
extranjeros, para lo cual estos se ceñirían al reglamento que debía ser fijado en lugares
visibles de todas las dependencias de la fábrica y contar con la aprobación de la
Oficina General del Trabajo; la jornada se reduciría a ocho horas; la empresa
reconocería una remuneración para el descanso dominical, equivalente a la mitad de
un salario de un día normal, y ofrecería un aumento del 140% en el salario para
aquellos que quisieran trabajar ese día; la remuneración del trabajo nocturno recibiría
un aumento del 30%; el salario de las mujeres se aumentaría sólo en un 35%; el resto
del personal obtendría un aumento del 25% para los salarios de hasta $1,00, el 20%
para los de $1,00 a $2,50 y el 10% para los salarios superiores a $2,50; se haría entrega
de overoles impermeables; se comprometía a mejorar el servicio médico contratado
y a establecer un botiquín dentro de la empresa; se enfatizaba en que no habría
represalias para los obreros por razón de sus actuaciones en el conflicto; finalmente,
se insistía en el respeto al sindicato, la empresa aclaraba que no influiría sobre la
decisión de sus trabajadores de no pertenecer o dejar de pertenecer a él.26
Como se puede apreciar, la empresa concedió varios puntos en forma clara,
pero siempre mostrando sus reservas, especialmente en los que tenían que ver con
aumento de salarios, pues las aspiraciones de los obreros en cuanto al porcentaje
en que se debería realizar el incremento en la mayoría de los casos quedó burlada
y, sobre todo, de forma muy notoria en el caso de las mujeres que reclamaban un
100% y apenas recibieron un 35%.27 Pese a lo anterior, en general, en este conflicto
habían ganado los trabajadores, pues la empresa se vio obligada a conceder
beneficios que de otra manera nunca habría aceptado. La gestión de Gaitán fue
importante, pues en la redacción del pliego se notaba su sello personal y su forma
de negociar, presentando cada punto de una manera muy precisa y colocando topes
altos previendo el regateo de la empresa. La prensa se encargaría de hacer eco a su
actuación dándole el calificativo de “admirable triunfo”.28
Para 1929, los trabajadores de Bavaria se vieron obligados a fijar en las
paredes de la ciudad “cartelones” denunciando las irregularidades cometidas por
la empresa. Se señalaba que ésta había despedido a un considerable número de
operarios, muchos de los cuales habrían sufrido accidentes, con lo cual se violaba
de Mayo de 1920 se organizó una huelga de “Capacheras” en la Cervecería Germania. El Tiempo
18 jul. 1928. Eliécer Pérez y Pedro A. Cortés, antiguos trabajadores de Bavaria entrevistados en
1996, coinciden en recordar que no se pagaba dominical y se les daba un overol para cada año.
26
Copia del “Convenio de trabajo celebrado entre...”, Bogotá, julio 23 de 1928.
27
Copia del “Convenio de trabajo celebrado entre...”, Bogotá, julio 23 de 1928.
28
El Tiempo 22 jul. 1928.
81
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29
El Tiempo 6 feb. 1929.
30
El Tiempo 16 ene. 1931.
31
El Tiempo 8 y 9 may. 1931.
82
Los trabajadores de Bavaria:
32
Mauricio Archila, Cultura e identidad obrera (Bogotá: CINEP, 1991) 212.
33
La Unión Obrera 27 jul. 1913.
34
Sindibavaria [Bogotá] jul. 1961, número extra: 7. Órgano de Información General al servicio de
los Trabajadores de Bavaria.
83
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Fachada de la fábrica Bavaria. Gráfica tomada del texto Bavaria, una historia de muchos años. Bogotá, Departamento de
propaganda, 1966.
...que esta junta organizada y que funciona en conformidad con la ley, es muy
distinta a la institución que lleva el nombre de Unión Obrera de Colombia, que
posee un local en la esquina noreste de la plaza del mismo barrio: las actuaciones,
las doctrinas y los fines que persigue la primera, son completamente antagónicas a
las de la segunda; el respeto a las autoridades y las labores en bien de los vecinos
del barrio y de la sociedad en general, de la junta cívica, son bien conocidos de
todos; los elementos que integran la junta cívica son todos los honrados trabajado-
res propietarios y vecinos del barrio; los que componen hoy la llamada Unión
Obrera, son elementos extraños al mismo barrio. No deben confundirse las dos
entidades por el hecho de que ambas funcionen en el mismo sector de la ciudad.36
35
“Personería Jurídica”, Bogotá, 1929. AGN, T. XVII, ff 548r-553v. En este documento se da cuenta
del reconocimiento de la personería jurídica de la Junta Cívica del barrio Perseverancia.
36
El Tiempo 24 jul. 1930.
84
Los trabajadores de Bavaria:
... la formación de una más firme y sólida organización (...) por todo esto no nos
cansaremos de pedir que los obreros se organicen; que constituyan sindicatos con
dirección propia, integrada por quienes conozcan sus intereses, y puedan así
dirigirse por sendas de provecho, de legalidad y de discreción, sin ser víctimas de
agitadores, de teorizantes, de políticos — rojos , azules o socialistas, que todos son
políticos— y que suelen llevar a la complejidad de estas reivindicaciones obreras
el calor de elocuencias perturbadoras, cuando no la inquietud del desorden pasional,
o la ligera imitación de exóticas costumbres. 39
85
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Ahora bien, en este mismo año, como cosa curiosa, el Congreso Obrero
Nacional expidió una resolución por la cual aplaudía a la empresa Bavaria, en vista
de que mantenía en buenas condiciones laborales a sus trabajadores, según pudo
corroborar una comisión enviada por el propio Congreso Obrero.42 Vale la pena
mencionar los delegados que asistieron, en 1924 por los trabajadores de Bavaria,
a dicho Congreso: principal, Carlos Jaramillo; suplentes, Isidro Girón y Francisco
Cabanzo.43
Para 1926, el Congreso Nacional Obrero fue presidido por Ignacio Torres
Giraldo y se aprovechó para proclamar a María Cano como Flor Revolucionaria del
Trabajo, restándole un poco de importancia a la anterior institución de la Flor del
Trabajo, que de todos modos se acordó conservar como mecanismo para introducir
a la mujer en las luchas obreras. Una medida de tipo organizativo que se tomó fue
la consolidación de la Confederación Obrera Nacional (CON) que sustituiría a la
Federación Obrera Colombiana en su función de aglutinar los diferentes sindica-
tos.44 Sin duda, de este Congreso Obrero Nacional, los trabajadores de Bavaria
salieron fortalecidos y convencidos de la necesidad de establecer un sindicato más
firme, que les permitiera organizar mejor los pliegos y las huelgas, para conseguir
la reducción de la jornada a ocho horas y los aumentos salariales, como se había
propuesto en dicho Congreso.
Fue así como a partir de 1927 constituyeron su sindicato, aunque de forma
clandestina. A la vuelta de un año ya se encontraban, con el apoyo de Jorge Eliécer
Gaitán, sosteniendo un conflicto con la empresa. Estos primeros años del sindicato
“clandestino” de Bavaria, dejaron ver todavía la falta de coherencia, pues se
hicieron cambios constantes en las directivas y en las líneas de conducta a seguir.
La junta directiva del sindicato, que con relativo éxito estuvo al frente en el
conflicto de 1928, presidida por Alejandro Barreto, fue perdiendo fuerza al año
siguiente cuando no pudo encontrar una estrategia para detener los despidos de
personal que le planteaba la empresa, hasta llegar a ser sustituida en 1930. En este
año en la prensa se presentaba toda una exposición de los objetivos y filiaciones que
asumía la nueva directiva. Así se expresaba su nuevo presidente Manuel Molano:
... anoche tuvo lugar, en el local de la Unión Obrera de Colombia, una reunión
general de todos los obreros de la fábrica de Bavaria con el propósito de constituir
nuevamente el sindicato en torno del postulado de la lucha de clases. Se censuró
severamente a la directiva pasada del sindicato y de manera especial a su
presidente ... no pueden participar aquellos que hubieren traicionado desde las
antiguas directivas los intereses de los trabajadores ... se aprobaron las siguientes
proposiciones. El sindicato de Bavaria ... envía un saludo fraternal a todas las
42
El Tiempo 16 may. 1924.
43
Mundo al Día 22 abr. 1924.
44
El Tiempo 7 dic. 1926.
86
Los trabajadores de Bavaria:
Sin embargo, esta nueva junta en ocasiones disputaría la vocería ante los
medios con miembros de la anterior junta directiva. Así, a pesar de ya no hacer parte
de las directivas, Alejandro Barreto, José A. Alarcón y Pompilio Arcila se tomaron
la vocería y enviaron una carta a El Tiempo, en la cual exponían la grave situación
en la que se encontraban. Era evidente la gran resistencia mostrada por ciertos
sectores de los mismos trabajadores de Bavaria a la junta que se había caracterizado
por sus planteamientos radicales y que hasta ahora estaba iniciando su gestión. Ya
sin apoyo, esta junta fue finalmente reemplazada por una de posturas más
moderadas.
Así, para octubre de 1931, figuraba como nuevo presidente del sindicato el
señor M. Calle, el cual se quejaba de las presiones que le hacían los comunistas a
la organización y denunciaba que, por haber comentado esto en la reunión sindical,
la policía lo mal interpretó, por la repetición constante de la palabra comunista, y
le ordenó levantar la sesión. El señor Calle en su relato a la prensa dejaba ver la gran
moderación que iba a caracterizar su estilo de dirigir:
... un policía nos hizo levantar la sesión por el solo hecho de estar yo atacando la forma
poco práctica con que los dirigentes del partido comunista han querido introducir entre
nosotros su doctrina. Decía yo que el partido liberal y el partido conservador están
compuestos en sí en una proporción de no menos del noventa por ciento por obreros,
y que atacar al partido liberal o al partido conservador era atacar las viejas y arraigadas
ideologías que por tanto tiempo han predominado entre nuestro pueblo que siempre está
dispuesto a salir en defensa de ellas, que primero se nos enseñara metódicamente lo que
son las doctrinas comunistas y que el pueblo se diera cuenta de que se trata y no tratar
de hacérnoslas poner en práctica sin siquiera conocer sus principios.46
45
El Tiempo 11 sept. 1930.
46
El Tiempo 5 oct. 1931. En realidad durante el primer semestre de 1931 la presencia del Partido
Comunista en el Sindicato de Bavaria era importante. Medófilo Medina, Historia del Partido
Comunista de Colombia (Bogotá: CEIS-Colombia Nueva, 1980) 171, explica que, producto de la
influencia del Partido Comunista en Bavaria, surgieron líderes y dirigentes proletarios como Victor
J. Merchán, quien luego de su paso por la fábrica se destacará como luchador agrario en Viotá,
Cundinamarca.
87
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47
Sindibavaria…: 1.
48
Véase para las personerías jurídicas de Germania y Fenicia, respectivamente. “Personería
Jurídica”, Bogotá, 1933. AGN, T. XXV, ff 361r-368v. 1934, T. XXVII, ff 196r-221r.
49
Moncayo y Rojas, Luchas obreras y... 54, señalan que se decretó en un momento de desmovilización
obrera, por tanto no puede considerarse como una respuesta al clamor o auge de la lucha de clases...
sino como el mecanismo a través del cual el Estado busca garantizar que las luchas reivindicativas
sigan los patrones señalados por el Estado y se sometan al control y supervigilancia de la acción estatal.
88
Los trabajadores de Bavaria:
50
Gil Blas 28 abr. 1914. Los orígenes de la celebración del Primero de Mayo en Colombia han sido
rastreados por un número reducido de historiadores. Sobresalen los trabajos de Archila, Cultura e
identidad... 410, quien señala el año de 1916 como fecha de inicio de la celebración, y Renán Vega,
Gente muy rebelde, Vol. 4. (Bogotá: Pensamiento Crítico) 31, quien la establece en 1914. Por
nuestra parte, se estuvo buscando años anteriores a 1914 pero no se hallaron evidencias.
51
La Unidad 2 may. 1914.
52
El Tiempo 21 nov. 1915, y 27 mar. 1917.
53
El Tiempo 20 y 25 abr. 1918.
54
El Tiempo 7 abr. y 1 may. 1918. De acuerdo con Renán Vega (Gente muy rebelde... 173), el
señor Jacinto Albarracín no sólo fue un gran escritor y amante del teatro sino un destacado líder
socialista.
89
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55
El Tiempo 23 abr. 1922.
56
El Tiempo 23 abr. 1922. Mauricio Archila (Cultura e identidad... 242) destaca que Erasmo
Valencia no sólo fue conocido por ayudar en la organización de la celebración del Primero de Mayo
sino por ser un reconocido líder socialista agrario. En el periódico El Tiempo del 18 de enero de 1922
se le menciona como director de la Casa del Pueblo.
57
El Tiempo 30 abr. 1924.
58
El Tiempo 3 may. 1926.
59
Vega, Gente muy rebelde... 33.
90
Los trabajadores de Bavaria:
obreros a través de sus incipientes organizaciones, en las que nunca faltó el apoyo
del trabajador de Bavaria, como bien se ha dejado claro.
60
La Crónica 8 nov. 1912
61
El Domingo 26 ene. 1913.
62
El Tiempo 25 nov. 1919
91
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res; tanto así, que al finalizar noviembre se actuaba como si todavía no existiera tal
disposición. Claro ejemplo de ello fue el arreglo entre las directivas de Bavaria y
sus trabajadores que, espontáneamente y sin previo aviso, se habían solidarizado
con la huelga de los ferroviarios.63
Otras medidas, que contribuyeron a darle parámetros al trabajo fabril, fueron:
la aprobación entre 1921 y 1922 de la Ley sobre seguro colectivo obligatorio; la
creación de la Oficina General del Trabajo por la Ley 83 de 1923; la ley sobre
descanso dominical en 1927, que contemplaba muchas excepciones para no
perjudicar a las fábricas que con cualquier interrupción del trabajo podrían sufrir
graves perdidas por el daño de sus productos, como era el caso de las cervecerías;64
y la Ley 83 de 1931 sobre sindicatos, que vino a dar marco legal a una serie de
organizaciones obreras que ya tenían su propia dinámica.
A medida que se iba estructurando la legislación laboral, se iba abriendo el
debate entre simpatizantes y opositores a tales disposiciones. Así, en 1924, el señor
Eduardo Espinosa Guzmán —arquitecto muy vinculado con los intereses de
Bavaria y ahora presentado como exconsul de Colombia en Yokohama— sentaba
su posición frente a lo que estaba sucediendo entre “el capital y los obreros”;
refiriéndose al capital expresaba:
63
La Crónica 29 nov. 1919.
64
El Tiempo 20 ene. 1927. Incluso de acuerdo con el relato de la entrevista del trabajador Salustiano
Pulido en 1996, era común que durante los momentos de paro se realizaran convenios entre la
empresa y los trabajadores para permitir que continuara el trabajo allí en las secciones donde la
detención de los procesos de fabricación representaba el daño del producto, básicamente refrige-
ración.
65
El Mundo al Día 17 dic. 1924.
66
El Mundo al Día 17, 24, 29 y 31 oct. 1935.
92
Los trabajadores de Bavaria:
Se forma una oficina del trabajo como la que existe en todos los países del mundo,
y esa oficina a pesar de la buena voluntad de los que la dirigen no va a ninguna parte,
ni tiene un programa definido, ni marca una tendencia justiciera, ni puede hacer
cumplir dos o tres leyes que sobre trabajo existen. Los obreros de esa manera no
tienen garantías y las pocas que se han conseguido son debidas a la buena voluntad
de algunos patrones, y no a la obligación legal de darlas. La oficina es un rodaje
inútil en las actuales circunstancias.67
93
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del gerente, Leo S. Kopp, estuvo del lado de los gobiernos conservadores de turno.
Su simpatía por el General Rafael Reyes fue evidente y estratégica; mas, si se tiene
en cuenta la política económica proteccionista favorable que desarrolló dicho
gobierno.69 Por la relación estrecha entre patrón y obreros, que se vivía en el
momento, es posible que el trabajador de Bavaria se sintiera obligado a votar por
el candidato de las preferencias del director de la empresa.
Sin embargo, las cosas cambiaron a partir de 1913, cuando la mayoría de
trabajadores respaldaron posturas políticas distintas a las apoyadas por la empresa.
Así mientras que los empresarios simpatizaban con las propuestas y candidatos
respaldados por Rafael Uribe Uribe, los trabajadores cerraban filas a favor de los
republicanos.70 Igualmente, sucedió para 1918 cuando los trabajadores no estaban
de acuerdo con la candidatura de Suárez y los empresarios en cambio la respalda-
ban.71 Ya empezaban a tomar distancia de las preferencias ideológicas y políticas
del patrón y estaban perdiendo el temor a ser despedidos por razones de su filiación
política.
Como se explicó, la estrecha alian-
za entre trabajadores de Bavaria y la
organización Unión Obrera de Colom-
bia los colocó en una posición abierta a
respaldar partidos políticos e ideologías
favorables al trabajador. De esta mane-
ra, se dejaron influir por ideas surgidas
en el seno del Partido Socialista funda-
do en 1919. De la misma forma, cuando
a partir de 1926 empezaron a escucharse
voces más radicales producto de la for-
mación del Partido Socialista Revolu-
cionario (PSR), las directivas las respal-
daron sin mucha reticencia y hasta muy
disciplinadamente procedieron a cum-
plir con las tareas propuestas, como la
de presionar con la huelga para hacer
instaurar la jornada de ocho horas en la
fábrica.
Tampoco fueron ajenos a las ideas de
Jorge Eliécer Gaitán, quien se ganó el apo-
Propaganda de la cervecería Bavaria. La Crónica, 1910. yo de los trabajadores, gracias a su asesoría
69
El Correo Nacional 27 jul. 1907
70
La Unión Obrera 27 jul. 1913.
71
El Tiempo 14 feb. 1918.
94
Los trabajadores de Bavaria:
72
El Tiempo 22 jul. 1928.
73
El Tiempo 8 ene. 1931. Con la llegada al poder del partido liberal en 1930, se inició la formación
de una base electoral más firme a través del establecimiento de subcomités en distintos barrios de
Bogotá, como la Perseverancia, Las Aguas, Santa Bárbara y otros que en su oportunidad reseñó la
prensa.
74
El Tiempo 11 sept. 1930.
75
Edgar Caicedo, Historia de las luchas sindicales en Colombia, 2a. ed. (Bogotá: Suramérica, 1974)
37, analiza el problema de la conciencia, y recalca: “El Partido Comunista no sólo representa la
forma de organización más elevada del sector más avanzado de la clase obrera, sino que es el
intelectual colectivo que le señala el camino revolucionario, despejando toda ilusión de las
ideologías extrañas, le forma así su autentica conciencia de clase y garantiza de este modo su
independencia como tal”.
76
Al estudiar los libros de actas del sindicato, de años posteriores al final de la década del treinta,
no es difícil percibir esta actitud un tanto pragmática en el actuar de los trabajadores. Así, se cuidaron
en ocasiones de enviar cartas de saludo a los presidentes López y Rojas Pinilla (al cual le quitaron
el apoyo cuando se empezó a catalogar como dictador) y de estudiar muy bien las propuestas
enviadas desde distintos sectores, especialmente si estas implicaban alguna relación con el Partido
Comunista, no fuera que se metieran en serios problemas por “dar respuesta a la ligera”. Esto con
motivo de una circular que enviaron los trabajadores petroleros al Sindicato de Bavaria en mayo de
1954. Las directivas proponían, antes de dar el apoyo moral, investigar primero si no se trataba de
la promoción de un movimiento comunista.
95
ACHSC / 32 / Martínez
Conclusiones
En general, de acuerdo a lo visto, la resistencia de los trabajadores de Bavaria
se fue construyendo y expresando de distintas maneras. Así, hicieron uso de la
huelga, en varias ocasiones por motivos de solidaridad; las marchas en apoyo a
manifestaciones que involucraban a un conjunto más amplio de la sociedad; los
desfiles en apoyo al Primero de Mayo; las actividades relacionadas con la
consecución de fondos; y los diferentes intentos por establecer un sindicato que les
permitiera actuar en forma más organizada. Sin embargo, fue una resistencia
salpicada de deferencia, muchas veces sustentada en sus propias convicciones,
pero también en ciertas ocasiones presionada por las condiciones de debilidad en
que se encontraron los trabajadores en algunos momentos. Igualmente, fue muy
notoria dentro de los trabajadores de Bavaria la apertura a las ideologías e
influencias políticas de distintas tonalidades, la que a veces hablaba del pragmatismo
que caracterizó su actuar.
En todo caso, es muy destacado el cambio presentado entre los trabajadores
de los inicios de la fábrica y los de finales de la década del veinte, pues estos
últimos ya cuentan con unas mejores condiciones de trabajo y encuentran en la
legislación laboral el marco con el cual afrontar la defensa de sus derechos. Los
trabajadores habían presionado por el reconocimiento a nivel legal de sus
organizaciones y modalidades de protesta, la resistencia ya “tenía dientes”. El
respeto para sus instituciones dependía de ellos mismos, pero también de la
disposición de los gobiernos a respaldar su causa, como se dio en la década del
treinta y el cuarenta, cuando muchos trabajadores depositaron toda su confianza
en el presidente López.
Bibliografía
I. Fuentes primarias
Archivos
Archivo General de la Nación.
Sección: República.
Fondo Ministerio de Gobierno (Personería Jurídica).
96
Los trabajadores de Bavaria:
Periódicos
El Correo Nacional, 1891, 1904-1909, 1913-1914.
La Crónica, 1911- 1923.
El Domingo, 1912 y 1913.
Gil Blas, 1911- 1915.
El Mundo al día,1924-1926.
Sindibavaria. Órgano de Información del Sindicato de Trabajadores de Bavaria S.A. N°
Extra. Bogotá, julio de 1961.
El Tiempo, 1911-1935.
La Unidad, 1914.
La Unión Obrera, 1913.
II. Fuentes secundarias
Archila Neira, Mauricio. Cultura e identidad obrera. Bogotá: CINEP, 1991.
Caicedo, Edgar. Historia de las luchas sindicales en Colombia. Bogotá: Suramérica,1971,
2a. edición, 1974.
Martínez, Carlos. “Sinaltrabavaria en la historia”. Revista Punto de Encuentro 1.1
(Bogotá, 1991).
Medina, Medófilo. Historia del Partido Comunista de Colombia. Bogotá: CEIS Colombia
Nueva, 1980.
Moncayo, Víctor Manuel y Fernando Rojas. Luchas obreras y política laboral en
Colombia. Medellín: La Carreta, 1978.
Uribe, María Tila. Los años escondidos. Bogotá: Cestra-Cerec, 1994.
Urrutia Montoya, Miguel. Historia del sindicalismo en Colombia. Bogotá: Universidad de
los Andes, 1969.
Vega, Renán. Gente muy rebelde. Bogotá: Pensamiento Crítico, 3 y 4, (2002).
97