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ENTREVISTA DE MIGUEL ÁNGEL GRANADOS CHAPA A TEÓFILO

HUERTA SOBRE EL CASO SARAMAGO


EN PLAZA PÚBLICA DE RADIO UNAM
12 de mayo de 2006

Miguel Ángel Granados Chapa: José Saramago, el Premio Nobel –portugués-


de Literatura podría resultar un plagiario, podría haber fundado uno de sus
libros recientes en el argumento y en el desarrollo del propio Teófilo Huerta
Moreno, nuestro invitado de hoy... Esta es la Plaza Pública de Radio
Universidad Nacional Autónoma de México, .....Las Intermitencias de la muerte
se llama el libro de José Saramago que el licenciado Teófilo Huerta leyó con
sorpresa, por lo que a continuación él mismo nos explicará, gracias por venir a
la Plaza pública.

Teófilo Huerta Moreno: No a usted maestro, mucha gracias por recibirme, por
darme un pequeño espacio aquí en Plaza pública. Agradezco muchísimo tener
las ondas radiofónicas para expresar un caso en el que yo no me creía
inmerso como modesto escritor, periodista y sorpresivamente uno nunca
imagina que algo que ha creado, que ha sido obra de su intelecto, resulte
llamativo para un Premio Nobel, no sé si pretendidamente o quizá le acercaron
el texto anónimamente, pero finalmente de todos modos ello no lo exime de
responsabilidad. Un Premio Nobel que es José Saramago, y que resulta que de
allí funda, como usted señalaba, esta reciente novela que él sacó en
noviembre de 2005. Yo había escrito un pequeño cuento que le puse Últimas
noticias y que lo había generado para un concurso que hubo por la sección del
CONACYT allá en Puebla en 1983 que fue la convocatoria para el primer
premio que terminó celebrándose en 1984; no fui objeto allí ni siquiera de una
mención honorífica, no trascendió, pero de alguna manera ese fue el origen,
por el cual a mí se me ocurrió. Tampoco quiere decir que yo soy el único que
puede generar esa idea [de la ausencia de muerte] pero tal como se planteó en
el cuento siento que está aplicada en esta novela de José Saramago.

MAG: ¿Cuándo se publicó su cuento?

THM: El cuento tuvo una publicación –lo asumo como publicación según me da
a entender INDAUTOR porque aunque sean cinco ejemplares, si uno los
imprime, salen a la luz pública- en 1987, en que yo reuní toda mi serie de
cuentos.

MAG: Con el título La segunda muerte y otros cuentos de fúnebre y amorosa


hechura.

THM: Yo un año antes había previsto –con respecto a toda mi obra así lo he
realizado al saber que hay esa ventaja-, me había acercado a la entonces
Dirección General del Derecho de Autor que ahora se llama Instituto Nacional
del Derecho de Autor y había registrado mi obra. Entonces eso es lo que de
alguna manera me da garantía, fuerza, valentía para decir esto, porque si yo
nada más lo hubiera realizado y tuviera sólo la edición que ya también era una
ventaja, estaría desprotegido, pero lo tengo registrado ante Derechos de Autor
y entonces eso me da las herramientas para decir allí está, pueden testificar,
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cualquiera que vaya a los archivos de Derechos de Autor allí está mi pequeño
cuento.

MAG: ¿En qué consiste la coincidencia, inspiración de José Saramago en su


cuento, el plagio por decirlo con la palabra que se estila? ¿Cómo lo percibió
usted?

THM: La palabra que se estila y yo lo asumo en cuanto a coloquial, yo no


tendría empacho en decir que hay un plagio, aunque realmente nuestra Ley
Federal del Derecho de Autor no consigna la palabra como tal. Pero tampoco
hablaría yo de coincidencias, realmente hay una serie de paralelismos,
concordancias a lo largo de la novela, sobre todo en la primera parte –aunque
luego descubrí que también hacia el final- en donde está planteada la excusa
del momento de que de repente nadie muere, él lo ubica nada más en una
población, yo decía que en toda la tierra, pero la forma en que lo desarrolla –yo
aquí no quiero abusar en cuestión radiofónica porque es muy difícil captarlo-
pero sí él subraya que no murió nadie, yo así lo dije: “no murió nadie ayer”, él
de allí parte “Al día siguiente no murió nadie”... Entonces es muy parecido,
habla muy subrayadamente del fenómeno que acontece, más adelante cuando
da la explicación de a qué se pudo haber debido, dice que es por una
alteración cósmica y yo había dado la situación de que era porque la Tierra se
había salido de órbita, que también es un...

MAG: Fenómeno cósmico, sí

THM: Está muy clara la crisis a la que se enfrentan las funerarias, las
compañías de seguros, los psiquiatras. También se podría pensar que alguien
que tenga este elemento pudiera desencadenar factores similares, pero la
concordancia de que aquí va una por una, es totalmente similar, sobre todo la
situación de la crisis nerviosa, el júbilo que existe, la alegría colectiva que él le
llama y yo hablo de un ambiente de fiesta, cómo los periodistas siguen la nota y
hacen una indagatoria en lugares específicos para saber que nadie ha muerto
otra vez y él subraya que también se hace una indagatoria en la Cruz Roja, en
La Morgue y que nadie ha muerto; en la cuestión de los choques, yo hablo de
la carretera de Cuernavaca, que el camión chocó y todos están ilesos y José
Saramago dice que es increíble que las colisiones no...

MAG: No produzcan muertos.

THM: También viene lo de la religión, yo metí al Papa, él aborda mucho más,


explota toda la cuestión religiosa pero también dentro de la iglesia católica.
Curiosamente aquí hay un paradoja, él es un declarado ateo, yo soy un
declarado creyente, lo cual es una cosa curiosa dentro del drama que a mí me
envuelve. Tengo como 18 concordancias así subrayadas. Al final cuando iba
yo releyendo la novela –que tenía unas ganas de no leerla- me dije “quiero
encontrar algo” y sí lo encontré, aquí sí leo...”De pronto, después de quién sabe
cuántos días o meses, en una ciudad en la que se construía un edificio, un
trabajador, tras caer desde un piso doce, no se levantó de la acera...todos
clavaron su mirada en el hombre inmóvil”. Así regresa la muerte.
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MAG: Eso es lo que usted escribió.

THM: Eso es lo que yo escribí y José Saramago aunque juega con el regreso y
no regreso de la muerte, porque la muerte se enamora de un violoncellista, le
da personaje a la muerte, hay una parte que dice: “En esa obra tendrá que
entrar [la muerte por supuesto] de aquí a dos semanas para empujar de un
andamio a un albañil distraído que no se fijará dónde va a poner el pie...“, más
adelante vuelve a subrayar “nuestro turno de caer del andamio todavía no ha
llegado...” Entones digo ¡ya más cosas!, se le podía haber ocurrido que
regresara la muerte con otro accidentado...

MAG: Un atropellado...

THM: Y al final yo también hablaba que “Sin manifestaciones de júbilo, pero


tampoco de desesperación y llanto, los seres de todos los confines acogieron la
vuelta a la normalidad y, más que eso, a la naturalidad...”, y estas dos
palabras están claramente expresados al final de la novela de José Saramago,
dice él “para festejar el ya no esperado regreso a la normalidad, lo que
pareciendo ser el cúmulo de la indiferencia y el desprecio por la vida ajena, no
era, en resumen, otra cosa que el natural alivio....” Entonces en esa parte final
también está expresada esta situación.

MAG: Particularmente en esas dos palabras.

THM: Sí, sí, sí.

MAG: ¿Cómo tradujo usted su reacción inicial, nos dijo usted hace un
momento de coraje, para enfrentar la situación?, ¿qué ha hecho usted en
cuanto descubrió estos paralelismos, estas concordancias, estas coincidencias,
o este plagio?

THM: Acercarme a gente, ex jefes, personas allegadas, amigos, para que me


orientaran un poco, para que me calmaran. Algunos dicen debe ser un orgullo
que un Premio Nobel te haga eso; de repente se encuentra uno en una
situación así, pero orgullo finalmente no es, porque un refinado ratero con
smoking entre a su casa y..

MAG: Y se lleve las cosas..

THM: Y se lleve las joyas no va estar orgulloso porque entró alguien de


smoking a su casa a robar, finalmente el señor José Saramago es un mortal
como yo. Después de eso yo dije no voy a dejar esto, es parte de mi creación,
de lo que le enseñan a uno, de dejar una huella, ser creativo, yo hice esto,
estoy enamorado de lo que hago, estoy al juicio de la crítica, pero al pensar
que le han hecho a uno una especie de lobotomía intelectual, digo no voy a
dejar esto. Esto es parte sí de sacar evidencia no con el afán de un escándalo
por sí mismo, eso sería secundario, sino por los medios que me permitan
hacerlo, que no es fácil, expresar ésta mi verdad, por un lado y, por el otro, sí
avanzar en una especia de demanda no sé hasta que grado, yo el primer paso
que he dado es hasta INDAUTOR en donde se va a convocar para el 26 de
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mayo, ya se ha convocado, a las partes, es decir a mí y a José Saramago, no


sé si él acuda o acudan representantes de la editorial, para que haya una junta
de avenencia en donde se ventile el caso, a ver qué postura hay, y qué
posibilidades hay de llegar a algún tipo de acuerdo, si no hay avance en ese
sentido, yo seguiré tratando de ver que más se puede hacer con INDAUTOR y
si no, el paso sería supuestamente una demanda civil pero que orientado por
algunos abogados sí es titánica, es cara, no creo poder tener los recursos para
enfrentarla... Y si me llevo más tiempo, así sean 10 años, 15 años, yo no lo
dejo, yo del momento en que vi esto hasta que Dios me llame esto resultara ser
algo que lo tendré siempre en la ventana, en exponerlo, en exhibirlo.

MAG: Por lo pronto le voy a pedir que después del 26 de mayo* nos cuente
usted aquí en la PB el resultados de esa reunión de avenencia... Para ver el
primer resultado de esta intención suya de que su irritación, su ira tenga una
traducción institucional, legal. Le agradezco el que hayamos podido conversar
esta mañana... Le agradezco mucho al licenciado Teófilo Huerta autor de la
Segunda muerte, donde se incluyó en 1987 un argumento, una idea, que
después aparece desarrollada en Las intermitencias de la muerte de José
Saramago.
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* El 26 de mayo de 2006 comparecí ante la Dirección Jurídica del Instituto Nacional del
Derecho de Autor (INDAUTOR) en relación a la junta de avenencia promovida para dirimir la
derivación de la novela. Por la contraparte no asistió persona alguna que representara
legalmente al señor José Saramago, toda vez que no ocurrió la notificación porque el domicilio
particular de éste no coincidió con el de Editorial Santillana (Alfaguara) al que se dirigió el
citatorio. Se levantó un Acta de la comparecencia y se archivó el procedimiento administrativo
hasta una nueva gestión pendiente de ejecutarse entre 2008 y 2009. Al no existir de lo anterior
sustancia para una nueva entrevista el maestro Miguel Ángel Granados Chapa sugirió
posponerla para cuando surja alguna novedad del caso.

Ver http://saramagoplagiario.blogspot.com y
http://nocuadernosaramago.wordpress.com

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