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PODER JUDICIAL
EN NOMBRE DE LA REPÚBLICA
En la ciudad de Santo Domingo, Distrito Nacional, República Dominicana, a los dos (02) días
del mes de febrero del año dos mil veintitrés (2023); años cientos setenta y nueve (179) de la
Independencia y ciento sesenta (160) de la Restauración.
Con motivo del recurso de apelación interpuesto por HC Autos, S.R.L., sociedad de
responsabilidad limitada organizada y constituida de conformidad con la leyes de la República
Dominicana, con Registro Nacional de Contribuyentes (RNC) número 1-01-89549-7, y
Registro Mercantil número 13545SD, con su domicilio social en la avenida 27 de febrero
esquina Abreu, sector San Carlos, de esta ciudad; debidamente representada por su Gerente
Administrador, el señor Humberto A. Castillo Terrero, dominicano, mayor de edad, portador
de la cédula de identidad y electoral núm. 001-0045471-9, domiciliado avenida 27 de febrero
esquina Abreu, sector San Carlos, de esta ciudad; quien tiene como abogados constituidos y
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apoderados especiales a los licenciados Juan Francisco Mejía Martínez y Rosalva Bodre
Fortuna, dominicanos, mayores de edad, portadores de las cédulas de identidad y electoral
números 001-0701812-9 y 086-0004979-8, respectivamente, con estudio profesional abierto
en común la avenida Rómulo Betancourt, número 316, apartamento 506, Plaza Nicole, Bella
Vista, de esta ciudad, en lo adelante parte recurrente.
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Respecto de esta apelación se han conocido varias audiencias que se describen más adelante
y en la última audiencia de fecha 17 del mes de marzo del año dos mil veintidós (2022), las
partes han concluido como figura en otro apartado.
“F a l l a:
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demandada, señor Manuel Alfredo Decena Betances, de la suma papada por la parte
demandante a favor, ascendente Ochocientos Ochenta y Tres Mil Trescientos Noventa y Dos
(883,392.00). C. Condena a la parte demandada, la sociedad comercial HC Autos, S.R.L. al
pago de suma de Quinientos mil con 00/100 pesos dominicanos (RD$500,000.00), p concepto
de los daños y perjuicios experimentados a raíz del incumplimiento contrato bajo firma
privada, por los razonamientos anteriormente expuestos.”.
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A interés de las partes recurrentes y por auto número 01756-2021, de fecha 02 del mes de
septiembre del año 2021, la Presidencia de la Cámara de lo Civil y Comercial de la Corte de
apelación del Distrito Nacional, designa dicho recurso de apelación a esta Sala, la que fija la
audiencia para fecha 11 del mes de noviembre del año dos mil veintiuno (2021).
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al pago de las costas del procedimiento, con distracción y provecho a favor del abogado
concluyente. Plazo de 15 días para depósito de escrito justificativo de conclusiones” (Sic).
La parte recurrente, HC Autos, S.R.L., pretende que sea acogido el recurso de apelación, que
se revoque la sentencia recurrida, y, en consecuencia, que se rechace la demanda formulada
en primer grado; alegando al efecto, en síntesis, lo siguiente: Que según se describe en el acto
de alguacil No.1410-2018, del 12 de diciembre del 2018, contentivo de la presente Demanda,
en la página 2 de 7, penúltima y última parte del primer atendido, se admite que el vehículo
fue comprado por un monto de "seiscientos ochenta y cinco mil pesos dominicanos, Parte
(RD$685,000.00)"; En el Penúltimo atendido de la página 4 de 7, el demandante admite,
"pagado un abono del precio de doscientos cinco mil pesos dominicanos (RD$205,000.00)",
y la parte final de la página 6 de 18 de dicha demanda, dice haber pagado la suma "ciento
ochenta y cuatro mil cuatrocientos pesos dominicanos (RD$184,400.00), por concepto de
pagos de mensualidades; montos estos que además recoge el tribunal en la página 3 de 10, y
en la página 6 de 10 de la sentencia impugnada, donde únicamente se establece el abono del
precio de doscientos cinco mil pesos dominicanos (RD$205,000.00)", el comprador
únicamente ha pagado a la empresa HC Autos, S. R. L., la suma de trescientos ochenta y
nueve cuatrocientos pesos dominicanos con 00/100 (RD$389,400.00), tal y como se advierte
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errónea interpretación de la ley y mal aplicación del derecho, lo constituye el hecho, de que,
en el literal c, de la sentencia recurrida, el tribunal condena a la parte demandada al pago
de la suma de quinientos mil pesos dominicanos (RD$500,000.00), por concepto de los daños
y perjuicios experimentados a raíz del incumplimiento de contrato; pasando por alto el
tribunal a-quo, lo establecido en la cláusula tercera del referido contrato de venta
condicional, se establece con claridad meridiana lo siguiente, "El mueble vendido ha sido
entregado al comprador antes de firmarse este contrato, y lo acepta a su entera satisfacción,
después de haberlo examinado encontrarlo perfectamente en buen estado de funcionamiento
en todas sus partes, por lo cual, declara que reconoce que no puede en ningún tiempo exigir
indemnización o reparación por vicios ocultos, ni por ningún desperfecto que pueda
anteriormente resultar, de conformidad con el artículo 1643 del Código Civil, queda
expresamente estipulado que el mueble vendido no estará sujeto a ninguna garantía con
rescisión, reparación o disminución del precio que pueda existir defectos ocultos,
renunciando el comprador a cualquier acción favor si posteriormente surgiere cualquier
vicio oculto, u desperfectos en el vehículo o cualquiera de sus partes, accesorio equipo", por
haber renunciado a los mismos y por ser esta una condición bajos las cuales la empresa HC
Autos, S. R. L., decide otorgar el Financiamiento; pues el tribunal tiene que comprender que
el comprador ha recibido un producto perecedero, que es su obligación cuidarlo como un
buen padre de familia, a lo cual el financiador no tiene control una vez entrega la cosa
vendida, de manera que si el comprador no dio el uso adecuado, lógico es suponer que
dieciséis (16) meses después pudiera presentar cualquier desperfecto, sino le dio el uso
adecuado, ni le hizo sus chequeos correspondientes; Por lo que, mal podría el Tribunal
disponer el pago de indemnizaciones originadas en virtud del presente contrato de venta
condicional de muebles, cuando el deudor de manera expresa declara renunciar a las mismas.
Lo que demuestra, honorables magistrado, que el tribunal a-quo, al fallar como hizo, incurre
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Por su parte, la recurrida, señor Manuel Alfredo Decena Betances, pretende que se rechace el
recurso de apelación, por improcedente, mal fundado y carente de base legal y sea confirmada
en todas sus partes la sentencia recurrida, sin embargo, no depositó su escrito justificativo de
conclusiones no obstante el plazo otorgado por el tribunal al efecto.
Pruebas aportadas
Vistos los documentos depositados por las partes, todos los cuales serán descritos y analizados
más adelante, en cuanto interesen y sean útiles al caso que nos ocupa
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2. Este recurso ha sido interpuesto conforme a las formalidades y plazos, por lo que se acoge
como bueno y válido en cuanto a la forma, lo que vale decisión en este aspecto sin necesidad
de hacerlo constar en el dispositivo de la presente sentencia.
4. El tribunal a-quo acogió en parte la demanda original, teniendo como fundamentos los
siguientes: “... 22. Que en ese sentido, habiendo comprobado que la parte demandante se
encontró en la disposición de conceder la suma pactada por motivo de venta de los mismos,
en cumplimiento de lo establecido en el contrato de marras, sin embargo, el demandado,
sociedad comercial HC Autos, S.R.L., hasta la fecha no ha observado su obligación de
garantizar la integridad del vehículo vendido, asunto que no ha sido refutado por este y, en
su efecto, su abstención a efectuar las reparaciones correspondientes para su uso habitual,
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En cuanto al fallo extra petita del juez a quo alegado por la parte recurrente:
6. Es preciso hacer constar que como medio de apelación la parte recurrente invoca que el
tribunal de primer grado fallo extra petita al ordenar la devolución de la suma de
RD$883,392.00 pesos dominicanos, siendo esta una suma mayor a la solicitada, pues la suma
peticionada es la de RD$205,000.00 que fueron dados como inicial del vehículo y la suma de
RD$184,400.00 por concepto de los pagos mensuales efectuados, haciendo un total de
RD$389,400.00 pesos dominicanos, anudado a esto el recurrente establece que “el comprador
únicamente ha pagado a la empresa HC Autos, S. R. L., la suma de trescientos ochenta y
nueve cuatrocientos pesos dominicanos con 00/100 (RD$389,400.00)”.
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7. Que la parte demandante en primer grado, señor Manuel Alfredo Decena, peticionó en el
acto introductivo de la demanda primigenia, en cuanto a la devolución de lo pagado, lo
siguiente: “... a) La suma de doscientos cinco mil pesos dominicanos (RD$205,000.00) que
fueron dados como inicial por un vehículo vendido en buenas condiciones, resultando que el
mismo ya había sido objeto de reparación de su motor lo cual no se le hizo saber al momento
de la operación de compraventa, b) La suma de cientos ochenta y cuatro mil cuatrocientos
pesos dominicanos (RD$184,400.00) por concepto de pagos mensuales ...”
9. Es criterio jurisprudencial que: “Los tribunales incurren en el vicio de un fallo extra petita
cuando con ceden derechos distintos a los solicitados por las partes en sus conclusiones,
puesto que son las conclusiones las que limitan el poder de decisión del juez y, por tanto, el
alcance de la sentencia”1.
10. En esas atenciones, esta Sala de la Corte es de criterio que el juez a quo falló extra petita
cuando ordena la devolución de lo pagado, pues el mismo ha otorgado una suma mayor a la
solicitada, tal como alega la parte hoy recurrente, cuando no fue solicitada por la parte
demandante en primer grado, por lo que revocamos esta parte de la sentencia.
1
SCJ, 1ra Sala, 24 de mayo de2013, núm.202, B. J. 1230.
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11. Que, según la parte recurrente, la parte recurrida al aceptar el vehículo con las condiciones
contenidas en el contrato actuó en el uso de su autonomía de la voluntad y que después de 16
meses de uso del vehículo el comprador no puede alegar vicios ocultos pues los daños pueden
haber sido por el deterioro y por falta de mantenimiento del vehículo.
12. Que el informe emitido por Servicio Automotriz & Diesel Perdomo, de fecha 29 del mes
de agosto del año 2018, se hace constar lo siguiente: “... las condiciones en las que estaba el
motor del vehículo privado, Marca Kia modelos Sorento, año de fábrica 2011, color: Gris,
registro y placa No.: G394171. El motor estaba golpeado y procedimos a desmontarlo,
cuando lo destapamos estaba fundido, notamos que ya lo hubiesen trabajado anteriormente,
no estaba sellado, tenía marcas en la Biela y mucho Silicón, el motor es irreparable”.
13. Esta Sala de la Corte tiene a bien establecer que, en virtud de lo establecido en el informe
precedentemente mencionado, ha quedado demostrado que las condiciones del motor del
vehículo eran preexistentes a la venta, pues Servicio Automotriz & Diesel Perdomo estableció
que notaron que “... ya lo hubiesen trabajado anteriormente, no estaba sellado, tenía marcas
en la Biela y mucho Silicón ...”.
En cuanto al fondo:
14. La parte recurrente, HC Autos, S.R.L., pretende que se revoque la sentencia emitida por
el tribunal de primer grado, que se rechace la demanda en devolución de lo pagado y
reparación de daños y perjuicio por improcedente, mal fundada y carente de base legal, a lo
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que la parte recurrida, el señor Manuel Alfredo Decena, peticiona que sean rechazado dichos
pedimentos por improcedentes, mal fundados y carentes de base legal.
15. El artículo 1315 del Código Civil consagra lo siguiente, a saber: “El que reclama la
ejecución de una obligación, debe probarla. Recíprocamente, el que pretende estar libre, debe
justificar el pago o el hecho que ha producido la extinción de su obligación”. La alzada del
análisis de las pruebas aportadas ha podido determinar la ocurrencia de los hechos siguientes:
b. Contrato de Venta Condicional de Mueble, de fecha 01 del mes de agosto del año 2017,
suscrito entre la compañía HC Auto, S.R.L., en calidad de vendedor, y el señor Manuel
Alfredo Decena B., en calidad de comprador del vehículo descrito a continuación: “…Jeep,
Marca Kia, Año 2011, Reg. G394171, Chasis No.5XYKT4A2XBG139248”, por la suma de
RD$883,392.00 pesos dominicanos;
c. Conduce de Salida de Vehículo núm. OP-0852, de fecha 01 del mes de agosto del año
2017, a nombre del señor Manuel Alfredo Decena Betances;
d. Factura núm. 0463, de fecha 16 del mes de noviembre del año 2017, emitida por Auto
Aire Ramírez, a nombre del señor Manuel Alfredo Decena Betances, de un monto de
RD$19,000.00 pesos dominicanos;
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e. Factura núm. 541, de fecha 05 del mes de mayo del año 2018, emitida por El Montrón
Electro Parts, a nombre del señor Manuel Alfredo Decena Betances, de un monto de
RD$4,000.00 pesos dominicano;
f. Informe emitido por Servicio Automotriz & Diesel Perdomo, de fecha 29 del mes de
agosto del año 2018, en la que se hace constar lo siguiente: “Las siguientes líneas son para
estarles informando las condiciones en las que estaba el motor del vehículo privado,
Marca Kia modelos Sorento, año de fábrica 2011, color: Gris, registro y placa No.:
G394171. El motor estaba golpeado y procedimos a desmontarlo, cuando lo destapamos
estaba fundido, notamos que ya lo hubiesen trabajado anteriormente, no estaba sellado,
tenía marcas en la Biela y mucho Silicón, el motor es irreparable”.
g. Que en fecha 27 del mes de marzo del año 2017, el Juzgado de Paz Ordinario del
Municipio de Santo Domingo dictó el auto núm. 2019-ADM-00316, en el cual decidió lo
siguiente: “Primero: Ordena, que por Ministerio de Alguacil competente actuante y a
requerimiento de HC Autos, S.R.L., se proceda a la incautación, en manos de Manuel
Alfredo Decena Betances, o de cualquier persona que se encuentre él siguiente bien: 1-
Jeep, Marca Kia Sorento LX 4X4, Año 2011, Color Gris Registro y Placa No. G 394171,
Chasis No. 5XYKT4A2XBG139248, Matricula No. 8072929, Matricula No. 8552140,”, el
cual le fue vendido condicionalmente, ya que se ha comprobado que no se ha dado
cumplimiento a su obligación de pago. Segundo: Ordena, que, una vez ocupado el indicado
mueble, el Alguacil actuante haga entrega del mismo a HC Autos, S.R.L., mediante recibo”.
16. En la especie, no es un hecho controvertido entre las partes, que el señor Manuel Alfredo
Decena Betances, suscribió con HC Autos, S.R.L., un contrato de venta condicional de mueble
descrito en el literal a de la consideración número 6, literal b; sin embargo, sostiene el
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demandado en primer grado y recurrente en apelación, HC Autos, S.R.L., que el señor Manuel
Alfredo Decena Betances, al momento de formalizar la venta se llevó un automóvil en buen
estado, por lo que no puede exigir indemnización o reparación de vicios ocultos, en virtud de
la cláusula tercera del contrato suscrito.
17. Es importante recordar, que el artículo 1134 del Código Civil, dispone que: “Las
convenciones legalmente formadas tienen fuerza de ley para aquellos que las han hecho. No
pueden ser revocadas, sino por su mutuo consentimiento, o por las causas que estén
autorizadas por la ley. Deben llevarse a ejecución de buena fe”, y el artículo 1101 del Código
Civil Dominicano establece que: “El contrato es un convenio en cuya virtud una o varias
personas se obligan respecto de una o de varias otras, a dar, hacer o no hacer alguna cosa”.
18. Que el párrafo de artículo 63 de la Ley 358-05, Ley General de Protección de los Derechos
al Consumidor o Usuario, establece lo siguiente: “En caso de que se compruebe que un bien
o servicio fue vendido defectuoso, viciado o insuficiente, sin haber informado al usuario, el
proveedor estará obligado, a opción del consumidor o usuario, a recibir los bienes y servicios,
a restituir el valor pagado, a otorgar una rebaja en el precio o valor pagado, o a restituir los
bienes o servicios con las cualidades, calidad y precio originalmente ofertados. Los
prestatarios de servicios tendrán treinta (30) días, contados a partir de la fecha de
reclamación del usuario, para demostrar que cualquier insuficiencia en el suministro de sus
servicios no le es imputable”. (Subrayado nuestro).
19. Que el artículo 65 de la referida ley, establece lo siguiente: “Cuando la oferta de bienes
se refiera a bienes usados, reconstruidos, imperfectos, deficientes o en mal estado, deberá
indicarse esta circunstancia en forma precisa y notoria”.
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20. Que el contrato de venta condicional de mueble suscrito entre las partes, descrito en el
considerando 6, literal b, establece en su cláusula tercera, lo siguiente: “El mueble vendido ha
sido entregado al comprador antes de firmarse este contrato y él lo acepta a su entera
satisfacción, después de haberlo examinado y encontrarlo perfectamente en buen estado de
funcionamiento en todas sus partes por la cual declara que reconoce que no pueda en ningún
tiempo exigir indemnización o reparación por vicios ocultos, ni por ningún desperfecto que
pueda anteriormente resultar – de conformidad con el artículo 1643 de Código Civil - , queda
expresamente estipulado en el mueble vendido no estará sujeto a ninguna garantía con vicios
o defectos ocultos renunciando el comprador de cualquier acción en recisión, reparación o
disminución del precio que pudiera existir a su favor, si posteriormente sugiere cualquier
vicio oculto, u otros desperfectos en el vehículo o cualquiera de sus partes, accesorios o
equipos”.
21. En ese sentido, es preciso hacer constar que a pesar de que el contrato suscrito entre las
partes envueltas, que es ley entre la mismas, establece que la parte demandante en primer
grado, hoy recurrida, no puede “exigir indemnización o reparación por vicios ocultos, ni por
ningún desperfecto que pueda anteriormente resultar… queda expresamente estipulado en el
mueble vendido no estará sujeto a ninguna garantía con vicios o defectos ocultos renunciando
el comprador de cualquier acción en recisión, reparación o disminución del precio que
pudiera existir a su favor”, lo cual tomando en cuenta lo estipulado en el artículo 63 de la Ley
358-05, Ley General de Protección de los Derechos al Consumidor o Usuario, lo convenido
entre las partes es contrario a la ley.
22. Que esta alzada ha comprobado por medio de la glosa procesal, dígase el contrato de
venta condicional de mueble, que no consta que se haya informado a la parte hoy recurrida,
señor Manuel Alfredo Decena Betances, sobre el estado de lo vendido, y el informe emitido
Sentencia civil núm. 026-03-2023-SSEN-00025 Expediente núm. 026-03-2021-ECIV-00566
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en fecha 29 de agosto del 2018 por Servicio Automotriz & Diesel Perdomo, descrito en el
considerando 6 literal f, y en virtud del artículo 65 de la Ley 358-05, Ley General de
Protección de los Derechos al Consumidor o Usuario, se verifica que la parte recurrente,
demandada en primer grado, no garantizó la integridad del vehículo vendido, asunto que
además no ha sido refutado por la parte hoy recurrente, HC Autos, S.R.L.
23. Que, en ese sentido, esta Sala de la Corte, en virtud de lo antes señalado, ha podido
constatar lo determinado por el tribunal de primer grado, pues la parte demandante en primer
grado, el señor Manuel Alfredo Decena Betances, tuvo la disposición de conceder la suma
pactada en el contrato convenido con HC Autos, S.R.L., sin embargo, este último no garantizó
la integridad del vehículo vendido, asunto que no fue refutado, en ese sentido, en artículo
1184 del Código Civil Dominicano establece que “la condición resolutoria se sobreentiende
siempre en los contratos sinalagmáticos, para el caso de que una de los partes no cumpla su
obligación”, por lo que procedemos a ordenar la resolución judicial del contrato de venta de
vehículo de motor, de fecha diez (10) del mes de noviembre del año dos mil dieciséis (2016),
tal y como el tribunal a quo ordenó.
24. Considerando lo antes establecido, somos de criterio de que los motivos expuestos en la
parte deliberativa de la sentencia apelada son juiciosos y correctos, que se bastan a sí mismos
y justifican satisfactoriamente la solución dada por el tribunal de primer grado a la demanda
que le fue sometida para su ponderación, razones por las que procede a confirmar la decisión
apelada en cuanto a la resolución contractual.
25. Si bien es cierto que los jueces de la apelación, en cumplimiento a lo provisto en el artículo
141 del Código de Procedimiento Civil, están en deber de motivar sus decisiones, no dejan de
hacerlo y cumplen con el voto de la ley, cuando al confirmar la sentencia de primer grado
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expresan que el juez de primer grado hizo una correcta apreciación de los hechos y el derecho,
conforme a los documentos que le fueron aportados oportunamente por las partes, pues ello
equivale e una adopción de los motivos de la sentencia impugnada en apelación2.
26. Que la parte demandante en primer grado, hoy recurrida, peticionó la devolución del
pago, lo cual corresponde, según sus alegatos, a la suma de RD$205,000.00 pesos
dominicanos, correspondientes al pago inicial del mueble, y la suma de RD$184,400.00 pesos
dominicanos, correspondientes a las cuotas mensuales.
27. Anudado a esto está el hecho de que la parte recurrente, la entidad HC Autos, S.R.L.,
establece en el acto de su recurso de apelación que “el comprador únicamente ha pagado a la
empresa HC Autos, S. R. L., la suma de trescientos ochenta y nueve cuatrocientos pesos
dominicanos con 00/100 (RD$389,400.00)”.
28. Que el reconocimiento es “... donde una persona reconoce algún hecho a otra. Se dice
sobre todo del documento escrito que acredita ese reconocimiento”.3
2
B. J. 1074, Págs. 102-106.
3
Vocabulario Jurídico. Henry Capitant.
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esta Sala de la Corte entiende procedente ordenar la devolución de dicha suma, tal como se
hará constar en el dispositivo de la presente decisión.
31. Que también la parte demandante en primer grado ha solicitado condenar a HC Autos,
S.R.L. al pago de la suma de RD$1,000,000.00 de pesos dominicanos por concepto de daños
y perjuicios materiales y morales.
4
S. C. J. septiembre de 1954, B.J. 530, Pág. 1843.
Sentencia civil núm. 026-03-2023-SSEN-00025 Expediente núm. 026-03-2021-ECIV-00566
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suscrito por las partes; b) Que se haya cumplido la condición pactada, a fines de caracterizar
la exigibilidad de la obligación; c) Un incumplimiento de parte del asegurador en el pago
correspondiente, una vez exigible la obligación; d) Que dicho incumplimiento haya causado
daños a la parte demandante. En ese sentido, este tribunal ha constatado que se encuentran
reunidos los requisitos de la responsabilidad civil contractual, a saber: a) un contrato válido
suscrito entre el autor del daño y la víctima, una falta contractual, lo cual se comprueba
mediante el contrato condicional de venta de mueble de fecha 01 de agosto del año 2017,
descrito en el considerando 6, literal b; b) una falta, lo cual se comprueba al no cumplir con
su obligación de informar sobre la circunstancia en la que se encuentra el bien, esto en virtud
del artículo 65 de la Ley 358-05, Ley General de Protección de los Derechos al Consumidor
o Usuario; c) un daño resultante del incumplimiento del contrato, lo cual se comprueba por
medio del informe emitido por Servicio Automotriz & Diesel Perdomo, el cual establece que
el motor del vehículo estaba fundido y que anteriormente ya había sido trabajado, además de
las facturas donde constan los gastos que la parte demandante en primer grado tuvo que
costear; y d) un vínculo de causalidad entre la falta y el daño, lo cual se comprueba, ya que al
no establecerse la circunstancia del bien mueble la parte demandante en primer grado tuvo
que costear los daños.
33. La parte demandante en primer grado, señor Manuel Alfredo Decena Betances, peticionó
que sea condenado a HC Autos, S.R.L., hoy recurrente, al pago de la suma de un millón de
pesos dominicanos (RD1,000,000.00) en concepto de daños materiales y morales por
“haberle vendido un vehículo que no estaba en las condiciones ofrecidas por el vendedor”.
34. El tribunal examina que, conforme al criterio jurisprudencial, se entiende por daños
materiales, el daño que tiene una naturaleza puramente patrimonial o material, es decir, es del
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daño que afecta a los bienes o derechos materiales de las personas; como sería el caso de la
afectación de bienes muebles o inmuebles de una persona.5
35. Que, al respecto, señor Manuel Alfredo Decena Betances, aportó como elementos
probatorios, que demuestran la ocurrencia de los daños materiales que alega le fueron
causados y por los cuales solicita indemnización, los siguientes: 1) factura no. 0463, de fecha
16 de noviembre del año 2017; 2) factura no. 541, de fecha 05 de mayo del año 2018, ambas
descritas en el considerando número 6, literales d, e, respectivamente. Así las cosas, al probar
el daño, se condena a la parte demandada en primer grado, hoy recurrente al pago de la suma
de RD$23,000.00 pesos dominicanos, en virtud de las facturas precedentemente descritas, tal
como se hará constar en la parte dispositiva de la presente sentencia.
36. Que el daño moral “es intangible y extrapatrimonial, sólo afecta la reputación o
consideración de la persona y no atañe en modo alguno al interés económico, pues solo causa
un dolor moral a la víctima, que se puede traducir en las molestias y cargas recibidas por la
misma y que se establece por la verificación de la situación incómoda en que ha sido colocado
el demandante ...”.6
37. Que el artículo 53 de nuestra carta magna establece que: “… Las personas que resulten
lesionadas o perjudicadas por bienes y servicios de mala calidad, tienen derecho a ser
compensadas o indemnizadas conforme a la ley”.
5
Sentencia de la Suprema Corte de Justicia, de fecha veintiséis (26) del mes de marzo del año dos mil ocho (2008).
Principales Sentencias de la Suprema Corte de Justicia, año 2008, Tomo I, página 225.
6
Sentencia nº 30 dictada por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia, en fecha catorce (14) del mes de
mayo del año dos mil ocho (2008).
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38. En ese sentido, el tribunal entiende que conforme revelan las pruebas aportadas, la parte
demandante en primer grado, por el hecho de no disponer el bien, ha experimentado la
impotencia y la afectación de no haber podido manipular el vehículo para los fines que este lo
adquirió, además de angustia e incertidumbre debido al incumplimiento contractual, y
anudado a esto, tomamos en consideración lo establecido en el artículo 53 de la Constitución
Dominicana antes citado. Entendiendo esta Sala de la Corte –en acopio de esos elementos de
convicción- que la suma de quinientos mil pesos dominicanos con 00/100 (RD$500,000.00),
es la indemnización justa que deberá pagar la parte demandada en primer grado, sociedad HC
Autos, S.R.L., a favor del demandante en primer grado, señor Manuel Alfredo Decena
Betances, por los daños morales generados, tal como se hará constar en el dispositivo de la
presente.
39. Por todo lo anterior, esta alzada procede acoger parcialmente el recurso de apelación que
nos ocupa, revoca, en parte, la sentencia apelada, en consecuencia, modifica el ordinal
segundo, literal b y c, del dispositivo de la sentencia recurrida, tal y como se verá en la parte
dispositiva de la sentencia.
40. Que la parte recurrente sucumbió por lo que en virtud de lo dispuesto por el artículo 130
del Código de Procedimiento Civil, se impone condenarle en costas, y su distracción por
haberla solicitado los abogados que representan a la parte recurrente incidental, quienes
afirman haberlas avanzado, de acuerdo al artículo 133 del mismo código, tal y como se hará
constar en el dispositivo de esta sentencia.
41. El nombre y la firma del magistrado Matías Modesto del Rosario, no figura en la presente
decisión, puesto que no se encontraba al momento de la deliberación del asunto.
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43. Esta decisión, firmada por los jueces de la Corte, fue adoptada por la mayoría requerida.
Fallo:
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SEGUNDO: Condena a la parte recurrida, señor Manuel Alfredo Decena Betances, al pago
de las costas del procedimiento, a favor y provecho de los abogados de la parte recurrente,
doctor Juan Francisco Mejía Martínez y a licenciada Rosalva Bodre Fortuna, quienes afirma
haberlas avanzado en su totalidad.
Esta sentencia ha sido emitida y firmada de manera electrónica por Ynés De Peña Ventura,
juez presidente en funciones, Jorge Reyes Lara y Pricila Martínez Tineo, jueces miembros, en
la fecha indicada al inicio y, leída en audiencia pública por mí, secretaria
interina, Lilibet Rodríguez Vargas.
SLG