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Masacre de Tlatelolco: Uno de

los mayores crímenes en México


Las manifestaciones eran masivas y recibieron el apoyo multitudinario de la población en un
hito histórico no observado en México, y que desembocó en la apertura de la democracia en el
país, que estaba bajo un régimen autoritario.    
El 2 de octubre de 1968 el grupo paramilitar "Batallón Olimpia", en conjunto con el Ejército, la
Policía Secreta y la Dirección Federal de Seguridad (DFS) arremetieron y dispersaron a
centenares de estudiantes que estaban concentrados protestando en la emblemática Plaza de
las Tres Culturas, en la Ciudad de México, capital.
Durante el hecho también fueron acribillados líderes, docentes, intelectuales, personal obrero,
profesionales y trabajadores de distintos sectores, así como personas de la sociedad
mexicana, quienes también se sumaron a las manifestaciones.
Los grupos del denominado Batallón de Olimpia se infiltraron en las protestas, identificándose
con un pañuelo blanco (símbolo de los estudiantes) y comenzaron a disparar sin
justificación a los civiles desarmados a las 18H00 hora local.
Por su parte, los militares (quienes debían custodiar las marchas) también comenzaron a
disparar contra los manifestantes para "restablecer el orden público", sin embargo, los oficiales
persiguieron a las personas hasta los edificios, residencias o cualquier instalación en las que
estos se resguardaron.

 
¿Qué reclamaban los movimientos populares?
En la época de los sesenta el país atravesaba una de las crisis económicas más difíciles,
enmarcada en un sistema de Gobierno autoritario y desapegado de los derechos
constitucionales. Desde sus inicios reprimió los movimientos y revueltas sociales que
estaban surgiendo.
Los estudiantes salieron a las calles para reclamar no solo la liberación de presos políticos y el
respeto a la autonomía universitaria.

Las consecuencias de un país en represión 
Entre 1958 y 1957 en México se habían llevado a cabo numerosas protestas protagonizadas
por líderes campesinos y el gremio de trabajadores, quienes demandaban mejoras en las
condiciones laborales y un aumento en los salarios.

Asimismo, estas fueron reprimidas por las autoridades en distintas ocasiones, lo que


multiplicó la realización de estas actividades, pese a los actos de represión gubernamentales,
que terminaron por estallar en 1968.

Un crimen de Estado 
Los principales responsables de los hechos fueron el Ejército mexicano, la policía secreta
y los paramilitares del Batallón Olimpia, quienes realizaron los crímenes en coordinación y
bajo la autorización del mandatario Díaz Ordaz. 
Hasta la fecha, no sé conoce con exactitud la cantidad de personas asesinadas. Si
bien según las cifras publicadas por el Gobierno murieron unas 20 personas, se estima que
fueron más de 300 estudiantes y líderes civiles.
Solo en una de las cuatro esquinas de la Plaza de las Tres Culturas se hallaron más de 65
cadáveres, otros fueron encontrados en camiones de basura y demás calles de la ciudad
capital.
Los muertos eran recogidos por grúas y vehículos de carga pesada, los cuales trasladaban
a los cuerpos hasta un sitio clandestino para la incineración masiva. 

Tlatelolco: Más de 50 años de impunidad 


La Masacre de Tlatelolco no es la única matanza estudiantil registrada en México, sin
embargo, es la más grande en la historia del país. Actualmente es referente de formación para
recordar y conmemorar la lucha democrática de las corrientes populares de América Latina.

En tanto, han transcurrido más de 50 años de los acontecimientos, no obstante, es en 2005
que se reconoce el hecho como un genocidio y crimen de lesa humanidad.

Además, ese mismo año la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del
Pasado (FEMOSPP) inició las investigaciones para apresar a los responsables, pero la justicia
determinó "inconsistencia en las pruebas presentadas" por lo que hasta ahora no existe nadie
procesado por esa matanza.

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