El Espectador aborda el tema de los habitantes de calle con una noticia titulada “En el 35 % de los

municipios del país viven personas habitantes de calle” expresa como la cifra de habitantes de
calle en el país es considerable pues representan a 34.091 personas, siendo el 87,6 % hombres y
12,4 % mujeres.

Continuando con cifras el 33,5% señala que comenzó a vivir a la calle por el consumo de
sustancias psicoactivas que los ha llevado a estar 5 o más años viviendo en la calle (61,7%),
además, los grados de escolaridad son bajos pues a pesar de que en su totalidad saben leer y
escribir solo el 23% logro cursar de manera incompleta la básica secundaria. En relación con los
años que habitan en la calle se puede inferir que es debido al poco o nulo contacto con familiares
(40,25) que le motiven y apoyen a salir de su condición vinculándose con las problemáticas y
barreras culturales que enfrentan este tipo de personas en función de la rehabilitación, es decir,
pese a su disposición en común escuchar que en algunos centros de rehabilitación las condiciones
no son las más adecuadas lo que provoca que su estadía no sea agradable, cómoda y segura,
generando a su vez grandes niveles de deserción.

Contrario a lo que se cree, estas personas viven condiciones de inseguridad altas en especial por
temas de abuso policial con un 69,3% seguido de la persecución de otros habitantes o vendedores
de estupefacientes (32%). En el primer caso, es posible justificarse por dos aspectos claves: el
primero debido a que los habitantes de calle al encontrarse bajo los efectos de sustancias
psicoactivas no son plenamente conscientes de sus acciones afectando la seguridad de las
personas que transitan por las calles e incluso por perturbación del orden público, produciendo
también inseguridad para las personas, pues en la mayoría de los casos los habitantes de la calle
realizan robos para poder subsistir y continuar con la compra de estupefacientes, poniendo en
peligro la integridad física y mental de las personas, de hecho la integridad de los habitantes de
calle también son víctimas al sufrir agresiones verbales y físicas por las acciones que comenten
bajo estos efectos y el segundo por la estigmatización de los habitantes de la calle, que generaliza
los comportamientos agresivos hacia las personas, de modo que en todos los casos la policía entre
a mediar en las situaciones de una manera poco agradable.

No obstante, los habitantes de calle tienen el mismo valor como persona y los mismos derechos
por lo cual deben ser tratados con las condiciones de seguridad mínima por parte de la fuerza
pública en los contextos donde no presenten ningún tipo de reacción agresiva, es decir, donde sea
posible mediar a través del dialogo. Por otra parte, se encuentran los habitantes que viven en la
calle por cuestiones de extrema pobreza, lo que los obliga a mendigar y convivir con los riesgos y
peligros de la ciudad en temas de salud y seguridad, donde en algunos casos es presente la
indigencia de menores de edad lo que afecta el desarrollo social y económico del país y que
intensifica la insatisfacción de las necesidades básicas de los ciudadanos.

En respuesta a esto, el Gobierno Nacional junto con el Ministerio de salud y protección social
expuso la política pública social para los habitantes de calle a través del Decreto 1285 de 2022
donde se busca restituir sus derechos y generar rutas de atención para esta población, abarcando
personas en riesgo de habitar la calle, habitantes de calle, niños y adolescentes con alta
permanencia en la calle o en condición de habitante de calle; atendiendo las problemáticas de
carencia de vivienda digna, exclusión social, desconocimiento de los derechos humanos,
estigmatización, discriminación, trastornos mentales, consumo de sustancias psicoactivas y
criminalidad (INFOBAE, 2022). Esto demuestra el reciente interés y compromiso del Estado por
atender toda la población nacional y todos las problemáticas que conciernen sin priorizar contextos
de manera subjetiva, sino más bien generando acercamiento desde cada entidad correspondiente
diferenciando las problemáticas y la población que busca ser atendida, de modo que sea posible
adquirir mayor comprensión y análisis del contexto y las variables que influyen en la incidencia de
la problemática, para darle solución oportuna y pertinente de acuerdo a las variables que se
involucran en los procesos de intervención.
Referencias

El Espectador. (9 de diciembre de 2021). En el 35 % de los municipios del país viven personas

habitantes de calle. Redacción economía. Recuperado de:
https://www.elespectador.com/economia/en-el-35-de-los-municipios-del-pais-viven-
personas-habitantes-de-calle/

INFOBAE. (30 de julio de 2022). Los habitantes de calle ya cuentan con Política Pública Social en
Colombia. Recuperado de: https://www.infobae.com/america/colombia/2022/07/30/los-
habitantes-de-calle-ya-cuentan-con-politica-publica-social-en-colombia/