Francia Quierer Suprimir Los Privilegios Fiscales Del Principado

¿UN CORDO
ADUANERO
TORNO
W^ lY\\aJ^i^f\\aá%m^ m
fRAHÜA QUIERE SUPRIMIR LOS

PRmLEGIOS FISCALES DEL PRINCIPADO
N Monaco no pasa nunca nada grave. Ha sido

La meéiéa airmnorm E en todos los tiempos un país tranquilo que ha
prosperado a la sombra de la tutela francesa.
Sobre una extensión de 150 hectáreas viven los 3.000
raonegascos confundidos en una colonia de 13.000
la economía cíeí franceses, 1.500 ingleses y dos peruanos, acogidos al
estatuto de residentes privilegiados. En ese,pequeño
territorio tienen también su sede 542 grandes socie
dades y 2.500 empresas comerciales. Se da aquí, pues,
la más fuerte densidad industrial del mundo; 20 em-
pequeño Estado presas por hectárea.
País sin fronteras ni aduanas, con una Adminis-
tración apenas visible y un ejército de doce soldados,
ofrece al forastero las más tentadoras atracciones,
y dejaría sin A su puerto llegan a diario todos los Onassis y los
Rockfeller que en el mundo son dispuestos a jugar-
se las pestañas en las mesas del casino. Los turistas
buscan el sol y la gracia de sus costas. Y las viejas
empleo a ocho mtí damas de la aristocracia inglesa apuran las últimas
asignaciones de sus rentas entre una prudente ju-
gada diaria al bacará y la gasolina que queman sus
potentes RoUs-Royces subiendo y bajando esa teo-
ría de empinadas avenidas y calles, con las que la
trabajadores capital, Monaco, se engarza, sin solución de conti-
nuidad, a las otras dos ciudades del Principado: La
Condamine y Monte-Cario.
No es de extrañar que las más leves nubes sobre
este cielo transparente y generoso sean para los
Por F, ADRADOS tranquilos habitantes del diminuto país, presagio de
Blanco y Negro (Madrid) - 28/04/1962, Página 32

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productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.
Viáiüi de Méttacb-láiíeí donde es-
tá el Palacio dé Grimtódi, el Mu-
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MONACO
temporales que, por fortuna, pasan casi siempre de
largo.
No han conocido los monegascos crisis de verda-
dera importancia en los últimos lustros de su histo-
ria. Como ésta es una tierra de cuentos de hadas,
los problemas se resuelven como en las felices na-
rraciones. Así ocurrió con el problemático casamiento
de su Príncipe bienamado, el Monarca que, en medio
de un pueblo dichoso, no podía ser del todo feliz
porque en su hogar faltaba el amor y la sonrisa de
una mujer. El episodio se cerró con el capítulo de
rigor: ©1 Príncipe sencillo encontró al final la más
bella y dulce muchacha, y hubo desde entonces ale-
gría y contento en la gran familia del Principado.
INQUIETUD EN EL HOGAR DE LOS GRIMALDI

Ahora las cosas han cambiado. Los malos vientos
han comenzado a alterar esta vida apacible, y Mo-
naco atraviesa por una de las más difíciles etapas
de su historia. Al cabo de varios meses de negocia-
ciones infructuosas, Francia ha denunciado el pasado
día 11 la convención de buena vecindad y de asisten-
cia mutua de 23 de diciembre de 1951, que rige las
relaciones entre ambos países y constituye la base
principal de la prosperidad del Principado. Esta paz
y esta prosperidad pueden venirse abajo si no se
llega a un acuerdo en el plazo de seis meses conce-
dido por el Gobierno francés al Príncipe Rainiero
para reflexionar sobre las medidas que París Quiere
«La Condamine», el puerto del

Principado, entre Mónaco-Ville
y Montecarlo. Los hoteleros mo-
negascos fruncen el ceño ante una
temporada en la que creen que
va a disminuir considerable-
mente la afluencia de turistas.
Los malos vientos han comenzado

a alterar la vida apacible de Mona-
co y el pequeño país atraviesa por
una de las más difíciles etapas de
su historia. En el hogar de los Gri-
maldl se advierte cierta inquietud.

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instaurar. Cumplida esa tregua, la convención que- que serán destinados—dice la gran crónica—a las
daría automáticamente revocada y en Monaco se es- obras y necesidades más urgentes del Principado.
tablecería el mismo sistema de impuestos directos
que tiene vigencia en todo el territorio francés.
Sin el apoyo del privilegio fiscal con que Francia LAS INDUSTRIAS FRANCESAS ABREN EL FUEGO
ha venido favoreciendo el desarrollo económico del ¿Por qué ha dado Francia, repentinamente, el
pequeño país, todo se derrumbaría de la noche a la carpetazo al expediente de sus relaciones libertes
mañana, En el primer hogar de los monegascos hay, y de su protección secular con el Principado? Parece
por primera vez, desasosiego e intranquilidad. Las ser que son las industrias francesas las que primero
cuestiones económicas no van bien y la Princesa han puesto el grito en el cielo: las sociedades mo-
Guace de Monaco, que había renunciado definitiva- negascas no pagan impuestos y hacen la competen-
mente a su carrera de primera estrella de la pantalla, cia desleal a las empresas nacionales. Mientras que,
ha tenido que aceptar el contrato que le ha ofrecido por ejemplo, una empresa establecida en Cannes
Hitchcock para rodar una película en América. En paga los costosos derechos de patente y sus admi-
ese rodaje ganará 500 millones de francos antiguos, nistradores y empleados se ven gravados con im-

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MONACO
puestos sobre la renta, los salarios y los beneficios,
una sociedad dedicada a las mismas actividades en
Monaco sólo está obligada a satisfacer un leve por-
centaje sobre la cifra de sus negocios y un derecho
de compensación del uno por ciento.
Al abrigo de esa protección fiscal—afirman los
franceses—han florecido negocios de toda catadura:
los que se mueven en el marco de la ley y los que
defraudan, año tras año, al fisco en sumas muy con-
siderables. Lo curioso es que los grandes defrauda-
dores son, precisamente, ciertos empresarios fran-
ceses que venden sus derechos a sociedades mone-
gascas, constituyéndose en sus concesionarios. Con
esa operación consiguen reducir los impuestos fis-
cales que gravarían sus ventas a un veinte por cien-
to de lo que, de otro modo, hubieran tenido que
abonar. Las empresas de crédito hacen su negocio
redondo también en este río revuelto: los capitales
.salen de Monaco, dan una vuelta por Francia y tor-
nan a Monaco. No pocos financieros han creado en
estos últimos años empresas que el más mínimo
control haría saltar en pedazos.
Pique espuelas ai flempo... LOS NUEVOS PROTECTORES

La irritación de la industria francesa por esta com-
Y gane a sus ocupaciones comerciales petencia no es, ni mucho menos, pese a todo lo que
más horas para su vida privada. Vuele se diga, la única razón de la crisis, ni siquiera la
raudo y seguro a Sudamerica. Vuele más importante. Es cierto que el ministro de Estado
satisfecho. Vuele con Lufthansa. Enlace de Rainiero III, el omnipotente Monsieur Pelletier,
rápido entre Europa, Brasil, Uruguay, nombrado por el Gobierno de París, ha trabajado
Argentina y Chile. El vuelo que Vd. en firme desde su llegada al Principado, en 1959, por
buscaba: Lufthansa. El Boeing Jet 720B establecer un régim.en fiscal análogo al que rige en
le llevará en su alfombra mágica por Francia. Haciendo el juego a las industrias de su
los cielos del trópico. Manos de país, Pelletier ha preparado las cosas a su, modo,
angeles cuidarán de Vd. a bordo. lo que le ha hecho, desde un principio, poco grato a
Vuele por encima de la cumbre: Vuele
los ojos de los monegascos.
por Lufthansa. Al llegar, no quedará
Pero, al margen de esos intereses, está también el
solo en la maravillosa Sudamerica.
evidente malestar que en París han provocado las
crecientes relaciones del Príncipe con los medios
El turista de Económica y el sibarita financieros de otros países, esencialmente con los
de SE NATO R aún podrán contar con norteamericanos. Cuestión de prestigio o de celos
su mejor amiga: Lufthansa. Pero . .. para Francia, que no tolera más protección e inter-
llegue, venga pronto con Lufthansa vención en los asuntos del Principado que las suyas.
y se lo demostraremos. Se ha dicho que Rainiero quería hacer del Princi-
Consulte con su amigo y servidor, pado una rampa europea de lanzamiento para los
el Agente de Viajes I ATA
capitales del mundo entero. En 1960, Rainiero en-
o con nosotros. Todos le esperamos.
cargó a un dinámico y joven diplomático norteame-
ricano, Mr. Martin Dale, de alentar a los grandes
negocios internacionales para instalarse en el Prin-
cipado, de donde partirían a ia conquista del Mercado
Común. Así surgió la «Monaco Economic Develpment
Recuerde. Corporation», dirigida por Mr. Dale, quien se con-
virtió también en el consejero privado del soberano.
Más rápido: Soefíig Je! El Príncipe, que muestra una excelente disposición
para limar las actuales asperezas, se ha apresurado
Incomparalile: Lufthansa ahora a anunciar la desaparición de esta sociedad,
cuya misión—dice él—^no está ya justificada. Al mis-
mo tiempo, ha hecho pública la posible cancelación
del compromiso que le ata a Mr. Dale.
Dos veces por semana estaremos Con esta misma actitud de recelos, París había
esperándole rumbo a Frankfurt, Hurich, visto con desagrado el establecimiento de una po-
Dakar, Rio de Janeiro, Sao Paulo, tente empresa, la sociedad «Imágenes y Sonido»,
fvlontevideo (1x), Buenos Aires y creación del financiero norteamericano Michelson.
Santiago de Chile. Esa entidad controlaría las estaciones comerciales
Independientes de televisión, empezando por Tele-
Montecarlo y terminando por las de la «Sociedad
Sarrfesa de Televisión», de la que. dependen Europa
No lo dude más, vuele con Lufthansa. número 1 y Tele-Sarre. Aunque el Estado francés
posee el 35 por 100 de las acciones de «Imágenes y
LUFTHANSA
Y si tiene carga aerea, ya sabe, también Lufthansa.
Sonido», Rainiero había llegado—parece ser que ins-
tigado por Michelson—a prohibir la negociación en
la Bolsa de París de cierto número de valores, con

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como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo d
el fin de asegurar la mayor independencia económica
de la sociedad frente al capital francés. Este fué,
indudablemente, un mal paso. También aquí, ©I Prín-
cipe se ha apresurado a dar marcha atrás anulando
aquella ordenanza.
FRANCIA SALDRÍA PERJUDICADA DE LA CRISIS

La denuncia de la convención de buena vecindad
y asistencia mutua, comxmicada por M. Couve de
Murville en ©1 Consejo de Ministros del 11 de abril,
ha paralizado las negociaciones que, desde hace me-
ses, llevaban a cabo París y Monaco para resolver
el contencioso surgido de todos esos problemas. Es
de esperar que la sangre no llegará al río, porque,
en suma, no sería el pequeño Principado el único
que pagaría los vidrios rotos.
Es indudable que la implantación de los impues-
tos directos arruinaría la economía de Monaco; que
casi ocho mil obreros y empleados se encontrarían
en paro forzoso; y que con el establecimiento de
un cordón aduanero—la más grave de las amenazas
de París—se impondría el control sobre la circula-
ción de bienes y personas. Francia podría llegar
hasta dejar sin teléfono y sin luz eléctrica a las tres
ciudades monegascas y a convertir el Principado en
un país absolutamente extranjero.
Pero Francia sufriría también las consecuencias de
este desastre. Los 52.000 millones de francos antiguos
depositados en los Bancos monegascos «trabajan» en
Francia. El año pasado, 2.000 millones de divisas en-
traron en Monaco y fueron deducidos por la Oficina
francesa de,Cambios, que dispone de un grupo de
funcionarios franceses trabajando en el pequeño en-
clave para el Tesoro francés. Monaco presta, por otra
parte, su hospital y su servicio de bomberos a las
ciudades francesas vecinas. Mil doscientos subditos
franceses acuden allí a trabajar diariamente desde
las comarcas limítrofes y la mayor parte de la po-
blación escolar del Principado es francesa.
Si los monegascos se ven obligados a pagar im-
puestos, muchos capitales extranjeros huirán hacia
Suiza, Tánger o Lichtensteln, y escapará de las ma-
nos de Francia el control y los beneficios que ob-
tiene de esos negocios. Una importante industria ha
transferido, hace pocos días, sus 6.000 millones de
francos antiguos a una Banca suiza. Es la primera
de una serie de «fugas» que se repetirán si Jas cosas
no mejoran.
La Princesa Grace de Monaco ha aceptado un con-
trato para rodar una película en América. Cobrará
500 millones de francos antiguos, destinados, según
UNA SOBERANÍA YA LIMITADA se afirma, a las obras asistenciales del Principado.
París tendrá que meditar mucho antes de asestar
un golpe 'tan duro a la soberanía del Principado. Esa dos de las colonias independizadas de ultramar, han
soberanía está ya, por cierto, bastante limitada. No encontrado aquí im provechoso campo de inver-
sólo por el hecho de la presencia al lado del soberano siones.
de un primer ministro de nacionalidad francesa, nom-
brado por París, sino en razón de los controles de EL «CASO PELLETIER»
toda clase aplicados a Monaco desde el final de la
segunda guerra mundial. Consideradas como un «dic- Para los monegascos, gran parte de la culpa de
tado» en Monaco, tales medidas han llegado hasta todo cuanto está pasando recae sobre la falta de
el establecimiento de un derecho de investigación fis- tacto de monsieur Pelletier, que—dicen ellos—^ha ser-
cal sobre las sociedades y los ciudadanos franceses vido muy mal los intereses de Monaco y de Francia.
asentados en el Principado y a la creación de un M. Pelletier debía repartir su tiempo, como mi-
dispositivo de represión de los fraudes. nistro de Estado, entre París y Monaco. Pues bien:
Esa intervención, justo es reconocerlo, no ha obs- durante más de un año no ha tenido ningún contacto
taculizado, sin embargo, la expansión económica del con París. Incluso no transmitía al Quai d'Orsay las
Principado. Centenares de sociedades francesas y ex- peticiones y proposiciones del Gobierno de Rainiero.
tranjeras—^principalmente norteamericanas—^han ido Así, el Príncipe pudo enterarse recientemente de que
a instalarse sobre esas ciento cincuenta hectáreas, y M. Pelletier había omitido la entrega a París, hace
muchos capitales errantes, sobre todo los repatria- cuatro meses, de las respuestas de Monaco al pro-

MONACO
j'íKítí) áe ebntrol bancario propuesto por Francia.
Hubo de ser el propio delegado de Eainíero, M, No-
/AGUA CALIENTE tari, quien, en el curso de las negociaciones entabla-
dfiss, se vid obligado a mostrar la copia del «dossíer»
INSTANTE/ a las autoridades francesas para dejar a salvo la
humm te ácñ Principe.
«Si alguien debe darse seriarnísnte por ofendido,
soy yo», hfi repstido astos días Bainiero. Y él mismo
ha referido, en las declaraciones facilitadas s los co-
rrfíspon,sales de la Prensa y en las conversaciones
con sus amigos, el altercado que puso fin a la pre-
sencia de monsieur Pelletier en Monaco:
- -El 19 de enero tuve en mi despacho una entre-
vista amistosa con M. Pelletier, Pero el 24 volvió a
vermií en plena noche, M. Pelletier estaba encoleri-
KHdo, Me amenassó de informar de mis «propósitos»
al genera! De Gauüe. ¿Qué propósitos son esos?, le
pregunté. «Vuestros propósitos antifranceses—gritó
M, Pelletier—. Por ejemplo, que lamentáis haber ser-
vido en el Ejército francés,»
La actitud del ministro de Estado alteró, natural-
iTienta, al Príncipe. «Yo no he renegado jamás del
tiempo pa.sado en el Ejército francés—dice Bainíe-
ro' , Fué una de la.« más hermosas épocas de mi
vida. Es también una tradición familiar, una tradi
ción de fidelidad. Y entre todos los despropósitos
ds M, Pelletier, ésto es el que más me apenó. La dis-
{!u.sitín fué rápidamente isanjada. Yo no podía teneír
más cüntc)mplaclon©.s con un hombre que acababa
de in,sultarme y le rogué que saliera Inmedlaíament?
de Palacio.»
(Sainíero no ha puesto nunca en entredicho ,su
líittltad a Francia, Las únicas condecoraciones que
muestra habitualmente son la de la Gran Orden da
Monaco, ñe. la que m Maestra, y la de la Legión d?
Honor.!
GRACTS «DKSPIDK» A SUS DAMAS DE HONOR,
Todo no ha ido, desde luego, a pedir de boca en
0l Pj'incipñdo. El disgusto mayúsculo que ha pro-
ducido la actitud francesa se ha mezclado con otros
.sucesos y suceslllos que han enrarecido un poco la
atmd.sfera en los últimos tienípos, El peor de todos
esos conflictos fué, sin duda, el golpe Inesperado
que Rainiero dio en 1969 a las instituciones derao«
oráticas del país concediendo «vacaciones ilimitadas)*
-" empleamos la calificación del mismo Prlncipe—al
Con.sejo Nacional. A partir de ese momento y hasta
hace pocas semana,?, en que el monarca ha deshecho
el entuerto, Bainlsro ha gobernado de espaldas a la
oplni(5n pública.
Por otra parte, la amistad ds Kaínlero y Oraoci
con Onassis y sus frecuentes cruceros con el anna-
dor griego y la Callas han provocado muchos rumo-
res y 0l descontento visible de la población. Hubo
hasta una «censura» por parte de las autoridades
eclesiásticas del Principado por estas relaciones, con-
sideradas «poco convenientes» para el prestigio de
CALENTADORES G F la .soberana pareja. Ralniero quería evidentemente
ivprovechar la amistad de Onassis y su buena dis-
posición para crear una flota petrolera, que hubiera
sido beneficiosa a la economía del Principado. Pero
el proyecto chocó, como era de prever, contra 9l
veto de! Gobierno francés.
a gas y butano Tampoco la nobleza anda en buenas relaciones con
Palacio. No hace «nicho, Grace de Monaco despidió
a sus dos damas de honor monegascas y las susti-
tuyó por una americana, Mrae. Martín Dale, esposa
ri(>l consejero financiero del Príncipe. La campanada
hiíío rruicho ruido. La designación de una extraniera.
Con válvula de segurláad Instalada por vesí primera m la Corte de losGri-
mrildi, ñ¡é nonsiderartft Insultante por la noblessa mo-

La amistad de Rainiero y Grace eon Onassisi y sus frecuentes cruceros con el armador
griego y la Callas han provocado muchos rumores. He íujui al matrimonio con sus hi-
jos durante una «íxcursión por tierras de Grecia, Invitados por el multin>illonario.
hegasca, que ha gozado tradiclanalment© de esa din- nueva Constitución. Estas son sus explicaciones. Pero
tinción. la lentitud de las discusiones y la falta de puntua-
lidad en la entrega del proyecto de nueva Constltu-
RETORNO A LA NORMALIDAD CONSTITUCIONAL ción--el último de los varios plausos concedidos por
Rainiero venció el 15 de este mes—le han decepcio-
--Mucho de lo que ha pasado es culpa también nado. «He querido suprimir la fosa—más imagina-
de nuestro soberano—afirma el hombre de la cali». rla que real -que se abría entre el Príncipe y sus
El Príncipe se deja arrastrar por malos consejeros, subditos.»
Si Rainiero no hubiera jugado a hacer de monarca «Es un poco tarde», afirman los más encarniza-
absoluto, otros gallos cantarían. dos líderes de la oposición, «Desde luego--cor6an con
Y Rainiero, que no ignora los «dimes y diretes» sorna los adiotos"-no es demasiado pronto.»
de sus subditos, ha querido cortar por lo sano ,y
terminar con todo malentendido. Su medida más TAMBIÉN RAINIERO TIENE SUS RAZONES
práctica ha sido la vuelta a la normalidad constitu-
cional, A partir del 28 de marzo de este año, el Prín- No se puede negar que Rainiero está dando prue-
cipe ha restablecido en sus funciones a los 16 miem- bas de ima gran habilidad y de una amplia com-
bros del Consejo Nacional y a los 18 miembros del prensión para resolver el litigio con Francia, Sstá
Consejo Comunal, cuya supresión decretó el 29 de dispuesto a establecer un sistema fiscal capaz de sa-
enero de 19S9. La ordenanza ahora promulgada por tisfacer a un tiempo las exigencias francesas y los
el Tribunal de Monaco vuelve a poner en vigor la intereses del Principado. E incluso ya ha encargado
Constitución y precisa la expiración de los poderes la preparación de una ordenanza que regulará oí
de la llamada Asamblea Nacional y de los de la De- «limpio funcionamiento» de las sociedades monegas-
legación Especial Comunal, cuyos miembros fueron cas. Paro de ahí a ceder en todo el campo hay \in
personalmente designados por el Príncipe para sus- abismo,
tituir a los elegidos por la comunidad. «No aceptaremos jamás—ha repetido una y otra
El hecho de haber restaurado las prerrogativas vm con energía—-el régimen fiscal francés. Este pri-
del Consejo Nacional—se ha apresurado a aclarar el vilegio está ligado a nuestra independencia y su
Príncipe—no guarda ninguna relación con las dife- supresión significaría la desaparición de! Principado,»
rencias que existen hoy entre Francia y Monaco. «Cuando sucedí a mi abuelo me prometí dos cosas:
Rainiero había dado «vacaciones» al Parlamento para destruir la leyenda que afirma que este país vivr,
permitir al Consejo de la Corona el estudio de una de la mala suerte de los jugadores de bacará y HÍJ

MONACO
o cer que el turismo, que sufre las fluctuaciones po-
o innBBiraaiaBBiH w^ líticas y económicas de Francia, no sea nuestro úni-
I PSanchai* bien; e»
I difícil con una
i co recurso. Para crear una pequeña economía yo he
alentado la instalación de industrias propias: apa-
• gsSancha cualquiera; ~ ratos de precisión, laboratorios farmacéuticos y de
investigaciones...»
pepo... I qué fácil ' «Se ha dicho que nosotros recibíamos aquí a todo
con la reuewa el mundo. Esto es falso. El año pasado recibimos
•)7 demandas de autorización de nuevas empresas
7 sólo hemos aceptado 41, la mayor parte por un
tiempo limitado. Además, la instalación en Monaco
de una sociedad extranjera está sometida siempre
a la aceptación de la Oficina de Cambios francesa.
En fin; la vida es más cara en el Principado que en
Francia; los salarios más elevados y los precios de
los productos fabricados aquí son idénticos a los
fabricados en Francia. ¿Dónde está la competencia
desleal?»
«Ignoro todavía las razones verdaderas de las sú-
bitas exigencias francesas. Se ha explicado al jefe
de la Delegación monegasca en París que el adve-
nimiento del Mercado Común obligaba a un alinea-
miento fiscal sobre toda Francia. Después se ha dicho
que este alineamiento en la política de los impuestos
estaba justificado por la inquietud de París al ver
a Monaco escapar del área de la influencia francesa.
Ninguna de estas razones es seria.»
PRIMERAS MEDIDAS FRANCESAS
Al día siguiente del fracaso de las negociaciones
franco-monegascas y de la denuncia de la convención
que ligaba a ambos países, dos medidas han venido
a confirmar la voluntad del Gobierno francés de no
pararse en barras. Se trata, de una parte, de reforzar
el control francés sobre Radio Montecarlo, cuyo nom-
bre incluso podrá ser sustituido por el de Radio
Mediterráneo Sur. (Francia tiene el 80 por 100 de las
acciones de esta emisora.) Por otra parte, se ha de-
cretado la suspensión de inscripciones de subditos
franceses en el Consulado de Francia en Monaco.
Esta inscripción es una de las condiciones—con la
de residencia durante cinco años—para la atribución
por la Administración monegasca de la carta de re-
Ligera, graduable sidente privilegiado, que exime del pago de los im-
para adaptar au oalor puestos directos.
a las dlatlntas olaaea París se esfuerza en limitar el alcance de la crisis.
de tejido», termostato, El estatuto privilegiado, se dice en sustancia, conce-
y lo tiue es muy impar- dido por Francia a Monaco no debe beneficiar más
tantejPi/RADERAl que a los ciudadanos y establecimientos puramente
monegascos y les está concedido por razones histó-
La calidad de sus maieriales, ricas y geográficas. Es, pues, traicionar el espíritu
la hacen resistente como de este estatuto extender los beneficios a individuos
ninguna a la más dura labor. y a empresas que no tienen nada de monegascos,
por un lado, y que lesionan los intereses franceses,
por el otro.
Y solamente oueeia
4-BS piaiBa Los hoteleros monegascos frucen el ceño ante una
temporada e.n la que creen que va a disminuir con-
siderablemente la afluencia de turistas. Y en ciertos
sectores políticos y económicos del Principado se
quiere llevar esta tirantez hasta sus últimas conse-
Vea antes cuencias. Se ha hablado de recurrir al Tribunal de
la Haya y hasta de plantear la querella ante las Na-
una ciones Unidas, Pero, pese a esos augurios, impera
más bien en todo este asunto im sentido de ponde-
ración y de buenas componendas.
Los nervios de estos ciudadanos no se alteran así
iyya no hay como así, y, en general, la minúscula monarquía está
muy lejos de perder su clima de optimismo. Los
tSudasS monegascos confían en su buena estrella.
F. A.


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N Monaco no pasa nunca nada grave. Ha sido

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Blanco y Negro (Madrid) - 28/04/1962, Página 36

FRANCIA SALDRÍA PERJUDICADA DE LA CRISIS

Blanco y Negro (Madrid) - 28/04/1962, Página 37

Blanco y Negro (Madrid) - 28/04/1962, Página 38

Blanco y Negro (Madrid) - 28/04/1962, Página 39

Blanco y Negro (Madrid) - 28/04/1962, Página 40

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