Está en la página 1de 82

Tr a t ai o

Elemental
de los Finales
POR

P. A. Romanowsky

Es un método moderno de
enseñanza que c o n t ie n e
Lodos los tipos de finales
tratados en fo rm a ele­
mental.
Las reglas- fundamentales
conocidas para no malo­
grar finales de partidas
técnicamente ganadas, es­
tán explicadas en forma
clara y sintética.

APENDICE:

El Mate de Alfil
y Caballo
La regla del triángulo y
su derivado de R o s s e ll,
perfeccionado por E. Cog-
net.
TRATADO ELEMENTAL
DE L O S F I N A L E S

Serie K
N* 4
Suplemento de la
REVISTA ARGENTINA DE AJEDREZ CAj^A
Tratado Elemental
de los Finales
Redactado por V. Y. Varchénko,
C. I. Seménova, Tyan, Sánskaia y
N. N. Volkoviyski, componentes de
la Sub-Comisión de Ajedrez de la
Editorial de Cultora Física y Tu­
rismo de Rusia, “ O. G. Y. Z.”

BAJO LA DIRECCION DEL MAESTRO

P. A. ROM ANO WSK1

A P E N D I C E

EL MATE DEL ALFIL Y CABALLO

La Regla del Triángulo de Délétang y su Derivado de Rossell


perfeccionada por E. Cognet

3ra. Edición

REVISION TECNICA DE ESTA EDICION


POR EL MAESTRO

J. M. SUAREZ (h.)

EDITORIAL GRABO
ALBERTI 913 - T. E. 97-6966
BUENOS AIRES - ARGENTINA
1954
QUEDA HECHO EL DEPOSITO QUE
PREVIENE LA LEY NUMERO 11.723
IM P R E S O EN LA A R G E N T IN A

Las dos ediciones anteriores se publi­


caron bajo el título de
“FINALES ELEMENTALES”
CONCEPTO GENERAL DEL FINAL

Si uno de los adversarios tividad del Rey, que se hizo


cometiera muy pronto algún posible porque los ataques di­
grueso error, la partida puede rectos contra él durante el Fi­
muy bien terminarse aún en la nal son, generalmente infruc­
apertura. En general, tales ca­ tuosos, o a causa de la reduci­
sos se producen muy raramen­ da cantidad de piezas.
te en la práctica entre fuertes
ajedrecistas. En el Final, la lucha se re­
duce a la conquista de una
Con más frecuencia sucede, PREPONDERANCIA de Peo­
que ningún ataque tenga éxito nes y luego hacia la obtención
en la Apertura, ni tampoco en
de una supremacía material por
el medio juego, faz medular y
la “ coronación,, de peones en
principal. Entonces después de
algunos cambios de piezas, el piezas de gran calibre, una vez
juego suele pasar al FINAL, llegados aquellos a la octava
último aspecto de la partida. fila. No poca cooperación pres­
tan en ello ambos Reyes, pues
Los síntomas característicos éstos se convierten como es sa­
de la transición de la faz me­ bido, en piezas activas.
dia de la partida, hacia el final
son, en primer término, los Al estudiar los finales sim­
cambios generales de piezas, ples presentados más adelante,
especialmente las Damas. Hay es necesario puntualizar que
también Finales con Damas, en toda jugada debe venir subor­
el caso en que todas las demás dinada a un plan general Ni
piezas, o la gran mayoría, ya
una sola jugada sin objetivo.
fueron cambiadas.
Esta regla en realidad es apli­
La característica principal cable a todos los aspectos de
fiel FINAL es la creciente ac­ la partida. Pero aún es poco
8 P. A. R O M A N O W S K I

un cuadro, en este caso, la ca­


silla 7CR, (2CR de las negras).
Por esto, la oposición diago­
nal tiene menos aplicación que
las otras en la práctica. En la
oposición vertical u horizontal,
el mate puede ser dado desde
no menos de seis diferentes ca­
sillas; en el diagrama N9 1, la
Dama puede ubicarse también 1
sobre 8CD, 8AD, 8CR, 8TR, y
7R; en el diagrama 29, la Dama
blanca podría colocarse sobre
variadas de Finales, sobre cu­
yos temas, explicaremos minu­ 1TR, 5TR, 7TR, 8TR, y 3CR.
ciosamente más adelante en En cambio en la oposición dia­
sus correspondientes capítulos. gonal el mate será posible úni­
Para completar, es necesario camente desde una sola casilla,
mencionar aún otra forma de como está justamente indicado
oposición o sea la situación de en el diagrama 3; donde el Rey
los reyes con una casilla inter­ negro debe estar además en la
media, sobre diagonal que se esquina del tablero.
llama OPOSICION DIAGO­
NAL. (Ver diagrama N9 3). Los métodos de estrechar al
Rey, se demuestran en el si­
guiente ejemplo, (diagrama nú­
mero 4).

Aquí el rey blanco le quita


a su contrario negro, tan solo
TRATADO ELEMENTAL DE LOS FINALES 9

1. R7C. 4. . . . , R5C; 5. D3R, R5T;


Dirigiéndose al encuentro del G. R5A.
Rey contrario, a fin de restrin­
gir la movilidad de aquél. ¿Habría sido erróneo 6. D3A
R? (¡ahogado!). En tales gé­
1. . . . , R5D. neros de Finales, hay que cal­
cular siempre la probabilidad
Las negras tratan de mante­ del ahogo.
nerse en el centro.
6. . . . , R4T; 7. D3TR (o
2. R6A, R5R; 3. D8D.
D5CR), jaque mate.
Queda interrumpido para el
negro, el acceso a las colum­ Las negras pueden jugar de
nas del ala de dama. otro modo en ese ejemplo, pe­
ro el método para arrinconar
3. . . ., R5AR; 4. D3D. al Rey sobre una línea extre­
ma (en este caso, sobre la co­
El Rey negro retrocede gra­ lumna TR), subsiste sin ma­
dualmente hasta la columna yores modificaciones. D e s d e
de TR, lo que equivale a re­ cualquier posición, el mate se
ducirlo a una posición conve­ logra hasta en nueve jugadas
niente para darle mate. como máximo.
MATE CON LA TORRE

Este mate se consigue tan


solo sobre una de las líneas
(verticales u horizontales) ex­
tremas. He aquí uii mate típi­
co (véase diagrama 5).

1. T8R.

Ya se corta la mitad del ta­


blero (desde la columna R.
hasta la de TR).
1. R4D; 2. R2C, R5D;
3. R3A, R4D; 4. R3R, R5AD;
5. T5R.
La Torre puede estar tam­ i

bién sobre los cuadros 8TD, Y ahora quedan separadas


8CD, 8AD u 8D. también las filas 5$ a 8*.

Los métodos de reducción 5. . . R6A; 6. T5ADj.


del Rey rival, son los mismos
que cuando se da mate con la Maniobra característica, que
DAMA; veamos el ejemplo del es posible, cuando los reyes
diagrama 6: se encuentran en oposición,
12 P. A. R O M A N O W S K I

6. R5C; 7. R4D, R6C; llama jugada de espera, cuya


8. T4A, R7C;; 9. T3A. función consiste en traspasar
el derecho (o mejor, el deber)
La reducción quedó termi­ de jugar. Ahora, las negras sé
nada Hay que traer al Rey encuentran en LA OBLIGA­
blanco para crear la posición CION de JUGAR, lo cual las
de mate. llevará inevitablemente a la
derrota.
9. . . . , R8C; 10. R3D, R7C;
11. R2D, R8C; 12. T3CDj, R8T; 14. . . . , R8T; 15. T3TD, ja­
13. R2AD, R7T. que-mate.
La posición previa al mate
Desde cualquier posición, hay
está formada; sin embargo, no
que saber dar mate, con la
se puede anunciar el Mate en
Torre, en menos de 18 jugadas
seguida (T3TD?) pues el cua­
a lo sumo.
dro 6TD, está atacado por el
negro. Las blancas deben obli­
G. FARNI
gar al rival a que se vaya a
8TD; es necesario hacer alguna
jugada intermedia, en respues­
ta a la cual, las negras queda­
rán forzadas de irse a 8T.
Esta jugada no será 14. R3A,
por la interrupción de la posi­
ción preparatoria del m a t e
(oposición), y luego de 14. . . . ,
R8T, no hay mate inmediato.
Tampoco sirve jugar la Torre,
sobre la columna CD, porque Mate en tres jugadas
el Rey negro se escapa a tra­
Diagrama 7
vés de 3TD. Se consigue el ob­
jetivo al mover la Torre sobre
Para lograr el mate en este
uno de los cuadros de la terce­
problema, las blancas pueden
ra fila.
efectuar once variadas prime­
14. T3TR. ras jugadas. Se invita a los es­
tudiosos a buscar todas esas
Esta jugada, que no amena­ soluciones, que conducen a la
za por el momento nada, se deseada finalidad.
EL MATE CON LAS DOS TORRES

Dos torres dan mate sin ayu­ 1. T5TD.


da del propio REY; veamos el
ejemplo del diagrama 8: Para cortar las horizontales
5» a 8a

1. R5AD; T4TR jaque,


R6CD; 3. T5CR.

Esta Torre conservando el


dominio de la quinta horizon­
tal, se traslada hacia una co­
lumna más alejada.

3. . . . , R6A; 4. T3C jaque,


R7D; 5. T2T jaque, R8R; 6.
TIC jaque-mate.

A
*

I
EL MATE CON DOS ALFILES

4. . . . , R3A; 5. R4C, R3C;


6. A4TD, R3TD.
El triángulo se achicó. Su
base lo constituye ahora la
diagonal más corta 5TD-1R.
7. A5AD, R2C; 8. R5C, R2A;
9. R6T, R1D; 10. R6C, RIAD;
11. A7R, R1C; 12. A7D, R1T.
Ahora se hace una jugada
Diagrama 9 de espera.
13. A6AR, R1C; 14. A5R ja­
El mate con ambos Alfiles
que, R1T; 15. A6AD jaque­
se consigue en los rincones del
mate, (diagrama 10).
tablero. Los métodos de obte­
ner el mate examinaremos en
el ejemplo del diagrama 9:
1. A3CD.
Los Alfines ocupan diagona­
les adyacentes y el Rey negro
queda encerrado en el triángu­
lo, cuya base es la diagonal
blanca 7TD - 1CR. y el vérti­
ce termina en 1TD.

1. R4CD; 2. R2D, R3A;


Desde cualquier posición ha
3. R3A, R4C; 4. A8AR.
de obtenerse dicho mate, en no
Jugada de espera. más de 18 jugadas.
F

l
EL MATE CON ALFIL Y CABALLO

Este mate se consigue solo El problema c o n s i s t e en


on aquellos rincones que pue­ transformar la posición del dia­
den ser atacados por el Alfil. grama 11 en la del 12.
A continuación se incluyen 6
posiciones distintas (diagramas La solución se comienza a
Nos. 11 al 16) y se muestra un vislumbrar con la jugada del
método para arrinconar al Rey texto que quita el cuadro ID,
adverso. En las posiciones exa­ al Rey negro y lo hace retro­
minadas, el Rey no puede salir gradar.
de los límites trazados por la
diagonal del Alfil blanco' como 1. . . . , R6R; 2. RIA, R7R; 3.
base y la cúspide de 1TR blan­ A6C, R6R; 4. R1D, R7A; 5.
co (8TR negro) o sea el color R2D, R6A; 6. R3D, R5C; 7.
del Alfil. R3R, R5T; 8. R4A, R6T; 9.
Veamos el ejemplo del dia­ A5T, R7C.
grama 11:
El Alfil ocupó la diagonal
ID - 5TR; queda por trasla­
dar el Caballo hasta 4R, para
obtener una posición análoga
a la ilustrada en el diagrama
N<? 12.

10. CSC, R7A; 11. C4R jaque,


R8A.

Ahora el Rey blanco desa­


Diagrama 11
loja a su rival, de la diagonal
1. A2A. IR-4TR, para circunscribirlo a
18 P. A. R O M A N OW S KI

los límites del triángulo IAR-


ITR-3TR-IAR.

12. R3R, R8R; 13. A4C, R8A.

14. R2D, R7C; 15. R2R, R8C;


lfi^AST, R7T; 17. A1A, R8C;
18. C2D (C5CR o C6AR).

El plan de ceñir al Rey y


El caballo intenta llegar a
estrecharlo en un triángulo li­
3AR (1AR o 4CR), desde don­ mitado por la DIAGONAL del
de ataca los cuadros adyacen­ Alfil, se ilustra con el ejemplo
tes a la casilla 1TR. El ceñi­ del diagrama 15:
miento del Rey está completa­
do, y las blancas construyen la
posición previa al mate.

18. . . R7T; 19. R2A, R8T;


20. A2Cj., R7T; 21. C3A (o
CIA) jaque-mate.

En los diagramas 13 y 14 el
rey negro se encuentra en po­
sición de mate.
TRATADO ELEMENTAL DE LOS FINALES 10

1. R4A, R5D; 2. A6R, R4A; ma blanco consiste en traer al


:t. R4R, R3D; 4. A3C, R2R; 5. Rey rival, a la casilla 8TD.
R5AR, R3D; 6. C3D, R2R; 7.
R6C. 2. A6CR.

Las blancas logran lo posi­ Jugada de espera.


ción antes estudiada. En caso
de que el Rey negro se dirija 8. 2 . . . , RIA; 3. A7T.
hacia el rincón, cuyo color es
diferente al del Alfil, para po­ Cortándole el camino al Rey
der darle mate, se le desaloja rival, hacia el rincón negro, se­
con mesura, acompañándolo el guro para él, y al abrigo de
otro Rey, mientras su rival cualquier mate.
marcha sobre la fila o colum­ 3. . . . , R1R; 4. C5R.
na extrema; el método a se­
guir será el siguiente, a partir El Caballo ataca el cuadro
de la situación representada 7D.
por el diagrama 16: 4. . . . , R1D.
Si 4. , RIA, entonces lue­
go de 5. C7D jaque, R1R; 6.
R 6R, R1D; 7. R6D, R1R; 8.
A 6C, jaque, R1D; 9. A7A, se
forma una posición de la va­
riante principal ) véase la 29»
jugada del texto), pero con dos
jugadas menos.
i
5. R6R, R2A.

El Rey rival, desea natural­


mente, alejarse cuanto antes
1. R1C. de la casilla 1TD ( 8TD de las
blancas).
El Rey negro tiende hacie
1TR (observe el estudioso que 6. C7D, R3A; 7. A3D, R2A.
el color de dicho cuadro angu­
lar, es contrario a la diagonal Los cuadros 4CD, 5C5D y
del color del Alfil. El proble­ 3TD, están aislados de la in­
20 P. A. R O M A N O W S K I

fluencia del monarca negro, El proceso ulterior del des­


quien debe por lo mismo vol­ alojo no es complejo:
ver sobre sus pasos.
8. A4R, R1D; 9. R6D, R1R; 12. . . . , R1D; 13. C7C jaque,
10. A6CR jaque, R1D; 11. A7A. RIA; 14. R6AD, R1C; 155. R6C,
RIA; 16. A6RJ, R1C; 17. A7D,
Jugada de espera. R1T; 18. C5A, R1C; 19. C6TJ,
11. . . . , RIAD; 12. C5AD. R1T; 20. A6A jaque-mate.
EL MATE CON DOS CABALLOS

No es posible dar mate con posición que ocurren, cuando


dos caballos, en caso de juego la parte débil posee además del
correcto por parte del contra­ Rey un peón. Examinemos el
rio. Veamos el diagrama 17 diagrama 18. El Rey negro ya
donde el negro tiene que jugar está recluido en el rincón, te­
o la equivocada 1. HIT? niendo a su disposición dos ca­
sillas, la de 1TD y la de 1CD.

pura recibir en s e g u id a 2.
C7AR mate, o la justa 1. . . . ,
U1A! en cuyo caso el mate es El plan para realizar el ma­
Imposible. Es interesante cono­ te comprende dos partes. — el
cer que si la parte débil tiene caballo de 3TR pasa a 6TD y
udemás del Rey todavía algu­ coloca al Rey en “ ahogado” ,
nos peones, dicha circunstancia luego 2— . El otro caballo de
huce posible a veces dar mate. CD, se dirige (en dos golpes)
MI siguiente ejemplo explica la a 7AD, donde se tiene una po­
esencia de los cambios en la sición típica de mate.
22 P. A. R O M A N OW SK I

. 1. C4AR, P6T; 2. C5D, P7T; bieron. Semejante género de


3. C7AD jaque, R1C; 4. C6T finales, han sido investigados
jaque, R1T; 5. C5C (u 8R), por eminentes compositores de
P8TR (pide cualquier pieza); estudios entre otros Carlos Sal-
6. C7AD jaque-mate! violi (italiano), Henry Rinck
(francés), Johann Berger (ale­
mán) y Alejandro A. Tróitzky
De no tener las negras el (ruso). Los interesados pueden
peón habríase obtenido dos ju ­ familiarizarse con las obras de
gadas antes una posición de ellos; en sus célebres tratados
ahogado, pero, en virtud de la y colecciones de estudios y fi­
movida del peón ellas sucum­ nales artísticos.
La Regla del Cuadrado
REY Y PEON CONTRA REY

El final del Rey y Peón con­


tra Rey, puede muy bien ter­
minar con la victoria como
también en tablas, ya sea si se
consigue o no transformar al
minúsculo obrero en DAMA o
TORRE. Para poder determi­
nar, sin cálculos complicados,
si el Rey adversario alcanza al
Peón que trata de coronarse,
existe la siguiente regla del Diagrama 19
cuadrado: si el Rey se halla
dentro del cuadrado, cuyo lado
es la distancia desde la casilla 1. P5AD, R4AR; 2. P6A, R3R;
3. P7A, R2D.
que ocupa por el momento el
Peón hasta su última conquis­ El Peón blanco perece.
ta, la octava casilla de la línea La regla del cuadrado es
a recorrer, entonces el Rey con­ aplicable por entero, únicamen­
sigue detenerlo. te cuando sobre el tablero se
Los lados del cuadrado están halla un solo Peón. Habiendo
marcados s o b r e el diagrama varios peones por ambas par­
N? 19. Puesto que el Rey negro tes, no siempre es así. Si, en
se halla en el cuadrado delimi­ la posición recién exáminada,
tado, la partido es empatada, agregaríamos por ejemplo un
de lo que no es difícil persua- Peón negro en 3R, la regla del
diise. En efecto: cuadrado pierde su significado,

i
24 P. A. ROMANOWSKI

y las blancas con la jugada, ga­ cia el lugar de la coronación,


nan invariablemente (ver dia­ la partido es siempre tablas.
grama 20). Ejemplo del diagrama 21:

1. R5T, R1T; 2. R6C, R1C;


3. P7T jaque, R1T.

No se puede expulsar al Rey


negro de las dos casillas.

4. R6T ¡ahogado!

Si el Rey blanco no dejara


al negro que impida la marcha
Diagrama 20
del Peón libre, pero tuviera en
cambio que cederle las casillas
1. P5A, R4AR; 2. P6A. 7A y 8A (1A y 2A de las ne­
gras), la partida también sería
23 Rey negro no puede en­ empatada. Ejemplo diagrama
trar en el cuadrado, siendo es­ 22 :
ta posición un caso de propia
obstrucción; la casilla 3R es
imprescindible para el acceso
dei Rey negro.
Si el Peón es de Torre, o sea
que se halla sobre una de las
bandas, y el Rey rival tuvo
tiempo de cortarle el paso ha­

1. . . ., RIA; 2. R7T.

Obligada; de otro modo ocu­


parán las negras los cuadros
1CR y 1TR.
TRATADO ELEMENTAL DE LOS FINALES 25

2. . . R2A; 3. R¿T, RIA; Otra circunstancia caracte­


I. P5T, R2A; 5. P6T, RIA; 6. rística digna de mención: el
P7T, R2A. Peón entra en 79* fila sin ja ­
quear en cuyo caso se asegura
La diferencia con el ejemplo la coronación.
mi tenor, consisten en que aquí
H bando más fuerte queda 2. . . ., R2A; 3. RÍR.
nimbado.
Si en la posición del diagra- Yxt en la siguiente jugada el
ma 22 la salida le correspon­ Peón se convierte en dama.
diera a las blancas, ellas ga­ En cambio, si en esta situa­
nan, jugando 1. R7C, jugada ción (diagrama 23), las blan­
única, que impide el acceso del cas juegan primero, la partida
líey negro a 1CR y 1TR, y que termina indefectiblemente en
libra al propio Rey de quedar tablas.
encerrado en el rincón 8TR.
Si el Peón no es de Torre la 1. P7D jaque.
defensa se complica. En el dia­
grama 23, donde ambos reyes La tentativa de hacer pasar
están en oposición, y el Peón seguida el Peón no da nada.
en 69- línea, en caso que las
negras jueguen primero, ellas 1. . . Rí ^; 2. R6D.
obligadas a ceder la oposición,
pierden por lo mismo la par­ Otra jugada haría perder al
tida. Peón blanco, y la del texto co­
loca al negro en situación de
ahogado.
Tampoco se logra coronar
haciendo algnú rodeo.

1. R5D, R2D.

También se puede hacer sin


perder: R1D.

2. R5AD, R1D!
Diagrama 23
Jugada única; es errónea la
1. . . R1D; 2. P7D. otra, 2. . . . , RIAD por 3. R 6A,
26 P. A. R O M A N O W S K I

ganando la oposición. Tam­


bién se pierde con 2. . . . , R1R?
3. R 6A, R1D, 4. P7D!

3. R6A, RIA!

Y las negras se oponen otra


vez, empatando.
En la marcha del Peón el
Rey propio debe tratar de sos­
tenerlo, tratando de ir ante él,
y no apoyarlo de atrás. El
Rey rival tratará de oponerse
a los designios del enemigo Cuando el Rey del bando
para cerrarles el paso sobre la fuerte está delante del Peón a
misma c o lu m n a colocándose distancia superior de una casi­
frente al Peón. lla, se gana siempre. Jugando
las negras en la posición del
Este tipo de finales puede
diagrama 24. 1.......... R3R ó
presentarse en dos formas:
1. . . . , R3AD, ellas ceden en
seguida la oposición, dejando
I. — El rey del bando fuerte avanzar al Rey contrario otra
se encuentra delante de su horizontal más con 2. R5AD ó
Peón. 2. R5R respectivamente. Al co­
menzar las blancas, la lucha se
desarrollará como sigue:

1. P3D.

Con dicha jugada se obliga


al negro a ceder terreno, y el
Rey podrá adelantarse de esta
suerte antes que su Peón.

1. . . R3R; 2. R5A, R2D;


3. R5D!
II. — El rey del bando fuer­
te se halla al lado del Peón o Unica juagada ganadora, ha­
detrás de éste. bría sido un error, 3. P4D? por
TRATADO ELEMENTAL DE LOS FINALES 27

II2A (con la oposición) 4. R5D, 1. R4R, R3R; 2. R4D, R3D;


1(21); 5. R5R, R2R; 6. P5D, 3. R4A, R3A; 4. R4D, R3D; 5.
II21) y tenemos la oposición R4R, R3R; 6. P4D, R3D; 7. P5D.
ilH Rey a su Peón cuyo estudio
nr hura más adelante. El Rey blanco, está al lado
de su Peón.
3. . . ., R2R; 4. R6AD.
; El Rey blanco queda atrás.
‘1. P4D, sería nuevamente
nlm error decisivo. 7. . . R2D.

I. . . . , R1D; 5. P4D, RIA;


Por ahora, es todavía posible
II. 1*5D, R1D; 7. R6D. 7. . . . , R2A, o 7. . . . , R2R.
Sólo tablas se obtiene con 8. R5R, K2R; 9. P6D jaque,
7. P6D, R IA ; 8. P7D jaque, R2R; 10. R5D, R1D!
ItID; 9. R6D, ahogado!
Y tablas; erróneo sería 10.
7. . . . , R1R; 8. R7A. RIA, a lo que las blancas con­
tinúan 11. R6A, o sino 11. R6R,
Y el Peón pasará inevitable­ seguido de 12. P7D, ganando
mente. en ambos casos.
Si en la posición del diagra-
mu 26 las blancas juegan, no Cuando el Rey está junto al
les es difícil a las negras em­ Peón o d e t r ás del mismo,
patar, porque a juego correcto, mientras que el rival le impide
ellas han dedesempeñarse así: pasar a la horizontal sucesiva
el juego termina empatado; la
única excepción se refiere a
la situación del Peón en sexta
(dos pasos antes de coronarse),
cuando a su lado está el Rey,
que lo defiende, y ocupa la
oposición con respecto a su
contendiente. En los demás, la
parte más débil logra defen­
derse con éxito.
El diagrama ilustrativo N?
25 corresponde a un problema

i
r
28 P. A. ROMANOWSKI

cuya solución la daremos en la y debe resolverse respondien­


última parte de este libro; in­ do si EL TRIUNFO O EL
vitamos al estudioso, que an­ EMPATE DEPENDE de si jue­
tes la busque por propia cuen­ gan primero las blancas o las
ta. La situación de este pro­ negras.
blema nos plantea el caso II,
REY Y DOS PEONES CONTRA REY

Kn la mayoría de los casos otro Peón, quien en seguida,


«r obtiene el triunfo con suma sin ningún obstáculo, avanzará
fucllidad. Las posiciones que hasta 8D. Mientras las negras
Ilustran los diagramas 27 y 28, no tienen otra cosa que hacer
demuestran los ejemplos de las jugadas indiferentes, el Rey
disposiciones de Peones más blanco se acerca tranquilamen­
ventajosas. Peones ligados llá- te y gana sin ningún tropiezo.
mimse aquellos que ubicados
en columnas adyacentes, tienen
In posibilidad de defenderse el
uno al otro.

Llámase Peón aislado cuan­


do en las columnas vecinas al
mismo no se encuentran Peo­
Contra Peones ligados, el rey nes para su apoyo. En el ejem­
rival está indefenso. En el dia­ plo del diagrama 28 hay dos
grama 27 el Peón de 3R no peones aislados separados por
podrá ser capturado por el Rey una columna. Si en esta posi­
negro, porque al tomarlo él se ción jugaran las negras se ga­
coloca fuera del cuadrando del naría como sigue:
30 P. A. R O M A N O W S K I

1. . . R5T; 2. P4AR!, R4T. el Rey rival, más fuerte que


tres peones juntos, se apodere
Tan pronto un Peón es ata­ de ambos.
cado, el otro toma de inmedia­
to la delantera. No se pudo ha­ 4. . . . , R4A; 5. P5T!, R3A;
ber tomado al Peón de 3T, a 6. R3A, R2C; 7. R4D.
causa de que el Rey habría sa­
lido del CUADRADO del otro Más correcto es 7. P5A!, pe­
Peón de 4A. ro como el blanco ya está
próximo con su Rey no teme
3. R2C. perder el Peón más alejado, el
de TR.
El Rey blanco se acerca a
sus Peones; error sería 3. P5A, 7. . . . , R3T; 8. R5R, R¿PT;
R4C y las negras tomándose 9. R6R.
antes al PAR, después habrían
capturado también al otro. El PA, pasa sin dificultad.
Existe una serie de posicio­
3. . . . , R3C; 4. P4T! nes en las cuales, no obstnte
que una parte posee ventaja
J u g a d a imprescindible, los amplia, puede resultar sin em­
Peones deben quedar en una bargo un empate.
misma fila, para impedir que
REY Y PEON CONTRA REY Y DAMA

Si el peón no ha llegado aún, aprovechan para acercar a su


hasta la penúltima horizontal, Rey. Examinemos el diagra­
la victoria no ofrece por lo re­ ma 29:
cular ninguna dificultad. Mas
cuando el Peón ya arribó a la 1. D4R jaque, R7D; 2. D4AR
penúltima fila, y se encuentra jaque, R8R; 3. D3R jaque,
además defendido por el Rey, R8AR.
con la amenaza de convertirse
en Dama, en algunos casos la Si no se pierde el Peón, las
lucha termina empatada. El blancas d e b e r á n aprovechar
plan habitual de las blancas esta situación para mover e]
consistirá en dar una serie de Rey.
jaques con la Dama impidien­ *
do coronarse al peón y para 4. R7C, R7C; 5. D2R, R8C;
nerse delante de su p r o p i o 6. D4C jaque, R7T; 7. D3A,
obligar al Rey adversario a po-
R8C; 8. D3CR jaque, R8T!
Peón, después de lo cual, las
blancas ganan un tiempo que
En la situación de Peón de
Caballo, o algún Peón central,
el Rey del bando débil estaría
obligado, para no perder su
único Peón, a colocarse delan­
te del mismo, y, en consecuen­
cia el Rey del bando fuerte
hubiese podido acercarse, apro­
vechando el tiempo de ventaja.
Aquí por el contrario, el Peón
no puede tomarse, por el aho-
32 P. A. ROMANOWSKI

go que ello provocaría al Rey bre la penúltima horizontal, se


negro. La partida es ablas, pues gana solamente si el Rey blan­
las blancas no pueden acercar co se halla I9 bastante cerca,
al propio Rey sin pérdida de pudiendo tomar parte activa
tiempo. en la batalla final; veamos el
diagrama 31:

Las blancas ganan con la ju ­


gada:

1. R4T!, P8T D + ; 2. R3C.

Con la amenaza de mate, o


la ganancia inmediata de la
Dama negra.
En la posición del diagrama
32, las blancas ganan, aprove­
chando la delicada situación
del Rey negro.
En el diagrama 30, las blan­
cas tampoco ganan; ellas de­
ben jugar continuamente su
Dama, ya sea para impedir que
se corone el peón o para evi­
tar el ahogo del Rey negro.
Contra el Peón de Alfil, o de
Torre que se encuentran ya so­

1. D3CD!, R7D; 2. D2C, R8D;


3. R3AR!, R7D.

No se puede 3. . . . , P8A (pi­


de Dama), por 4, D2R mate.

Diagrama 31 4. R4R, R8D; 5. R3D y gana.


TRATADO ELEMENTAL DE LOS FINALES 33

Mu el raro caso del diagra- blanco hubiera podido jugar


inii 33, un Peón en la sexta fi- 4. . . . , D1TD, con la conquista
lii, hace tablas a causa de la definitiva el cuadro donde co­
muy desventajosa situación del ronará el Peón.
hvy y Dama blancas. En esta Tampoco sirve la tentativa
l>u:,ición, a las blancas les está de forzar el triunfo con acer­
vedado aproximarse con su car inmediatamente el Rey.
Hi\y; a 1. DlTTtj. sigue 1. . .
II7C, porque el blanco con su 1. R6A, P7A; 2. R5R, R8D;
|(ry sobre la diagonal 8TR - 3. D5Dj., R8R!
ITI) impide la jugada 2. D8TR
pura clavar el Peón negro. Si Unica para entablar 3. . . . ,
r I Rey blanco no se hallara so­ 1^8AD? pierde como también
bre la diagonal citada, 2. D8TR 3. . . . , R7R?, por la acortada
habría sido la única para ha­ respuesta 4. D2T!, R 8D! y aun­
cer jugar al negro o 2. . . . , que el peón negro llega a co­
H7A, o 2. R6C, en cualquiera ronarse, su Rey recibe mate
de los dos casos el Rey blanco después de 6. R3D.
r.e acercará al Peón, puesto que
:.i (‘1 negro después de 2. . . . , 4. D5TDj., R8D!
RISC, sigue con 3. . . . , P7A, el
Otra vez única.

55. D4T, R7D; 6. D2T, R6A!


Esta clave d e m u e s t r a la
exactitud de las maniobras an­
teriores.
Tampoco sirve el procedi­
miento de 3. D3CD para clavar
el peón ya que luego de 3. . . . ,
R7D; 4. D2TD sigue, como fué
indicado, 4. . . . , R 6A! en cuyo
caso no es posible ganar.
1
REY, ALFIL Y PEON, CONTRA REY

Un peón de Torre con Alfil R6C, . . . , R 1R; 4. A 8C segui­


ih> gana si la última casilla de do de 5. P7T. Pero si las ne­
I j i columna no corresponde al gras juegan antes, hacen ta­
nilor de la diagonal del Alfil; blas con 1. . . . , R1C y nada
r .lo en el supuesto caso de que podrá desalojar al negro de la
i•I Rey negro llegue a impedir casilla 1TR.
ii tiempo la p r o m o c i ó n del Alfil que corriese por diagona-
IVón rival:veamos los diagra­ Si las blancas tuvieran un
mas ilustrativos 34 y 35. les negras en vez de blancas,
o sea como se ve en el ejem­
plo del diagrama 35, las blan­
cas ganan aun sin la salida
dondequiera se halle ubicado
el Alfil.

En el diagrama 34, si juegan


las blancas ganan; si las ne­
gras mueven primero es tablas.
Ton la jugada blanca: 1. A7TR,
so consigue ganar; el negro
prosigue 1. . . . , R1R. 2. R6AR 1. . . ., R1C; 2. R6A, R2T;
(no 2. 28C, RIA; 3. A7A por 3. A1A, R1C; 4. R6C, R1T; 5.
¡ahogado!); 2. . . . , R1AR; 3. A2Cj., R1C; 6. P7Tj.
36 P. A. R O M A N O W S K I

Y el Peón llega a su destino. imposible por el ahogado. La


Es necesario descontar siem­ siguiente tentativa de sacrifi­
pre la posibilidad de obtener cio es la única justificable:
posiciones de empate, que se
producen con cierta frecuen­ 2. A 8C, RxA; 3. R6A, RIA.
cia en la partida práctica, y no
distraerse por la superioridad Y el Peón avanza a la penúl­
de fuerzas que antes se consi­ tima fila con jaque, resultando
guió. Transportando la partida la partida entablada.
final, parecería que hay que Una interesante combina­
abstenerse de los cambios, ahí, ción de motivos posicionales, a
donde a pesar de la ventaja raíz de las dos situaciones exa­
material suficiente, llegamos a minadas, nos da la siguiente
“ casos teóricos de tablas” . Ade­ culminación de la partida del
más del ejemplo arriba men­ torneo de N ü r e m b e r g (año
cionado, el Peón junto con el 1883); en esta posición les to­
Alfil, salvo raras excepciones, ca mover a las blancas (dia­
han de imponerse. Tal excep­ grama 37):
ción, la constituye la siguiente
posición de nulidad del diagra­
Torneo Nüremberg
ma 36:
(año 1883)
Negras: Métger
Blancas: Louis Paulsen

De los cuadros 2C y IT ne­


gros, el Rey no podrá ser des­ Las blancas consideraron que
alojado. La jugada 2. R6A, es a 1. R5A seguirá 1. . . . , P3C
TRATADO ELEMENTAL DE LOS FINALES ¡7

1ii(juc, y luego a 2. AxP jaque, bilidad de penetrar hasta 1TD;


n a 2. PxPj., R2C con un em­ tampoco consiguen la conquis­
pato teórico. Por esto, las blan- ta de 4CD ni 3CD.
nis jugaron sin sospechar na­
da, 1. R4A (?), a lo que siguió VARIANTE II
1. . . . , P4C jaque, 1, y luego
2. . . . , R2C con tablas segu- 1. . . R2D; 2. R5A.
i as.
Las blancas conseguirán el Exactamente lo mismo res­
triunfo únicamente con: ponderían las blancas a l . ...,
R1D ó 1. . . . , RIA; para este
1. R4D! último caso no sirve 2. .. .,
P3C jaque, por 3. RxP.
Examinemos algunas proba­
bles continuaciones: 2. . . R2A.

VARIANTE I Si 2. . . P3C jaque; 3. PxP,


RIA; 4. R6A!; y si 2. . . ., RIA;
1. . .., P4CD; 2. P6T! 3. R6C, ganando el Peón ne­
gro.
Quedan cortadas las comu­
nicaciones de los cuadros 1CD, 3. R5C, R1D.
2CD, 3CD para el Rey negro;
si 1. . . . , P3CD, sigue la mis­ Para ocupar la casilla 1AD,
ma jugada. en respuesta a la jugada de las
blancas 4. R 6C.
2. . . . , R3A; 3. R3A.
4. A8C!, RIA; 5. A2T, R1D;
Pues se amenazaba 3. . . . , 6. R6C, RIA; 7. A3C.
P5C, 4. R4A, P6C!; 5. PxP
(obligada), R4C; recuperando Y las blancas ganan.
el Peón y EMPATANDO la
difícil partida. VARIANTE III

3. . . ., R3D; 4. R4C, R3AD; 1. . . . , R3A.


5. R5T.
Se amenaza 2. . . . , P3CD; 3.
Las negras pierden no sólo P 6T, R4C. No se puede 2. . . . ,
el Peón, sino también la posi­ R4AD; por P4C jaque.
38 P. A. ROMANOWSKI

A 1. R3D debe seguir 3. R4A, R3A; 4. R4C, R3D;


también la del texto: 5. R5C, R2D; 6. R5A, RIA; 7.
A7T!, R2A; 8. R5C!
2. A6CD!
Y se consigue, como en la
Unica jugada exacta. variación II, a la tercera juga­
2. . . ., R3D. da. Para ejercicio de autoedu­
cación se recomienda buscar la
Si 2. .. ., R4C, entonces 3. victoria en las respuestas ne­
R5D, R3T; 4. R 6D, R4C; 5. gras: 1. . . . , R1D, y 1. . . . ,
R7A, R3T; 6. R8A, y se gana. RIA.
REY, CABALLO Y PEON, CONTRA REY SOLO

Habitualmente se consigue cas si tienen la salida, median­


ganar sin mayores complica­ te la inmediata marcha del
ciones. Sin embargo, aun en Rey para acercarse a su Peón;
tules relaciones de diferencia el Caballo no debe por ahora
de fuerzas pueden crearse si­ moverse, porque a la jugada
tuaciones de nulidad o tablas. siguiente él no podrá defender
De suerte que es necesario ser al Peón. La continuación si­
muy circunspecto, en especial guiente es satisfactoria:
al avanzar el Peón de Torre
hasta la sexta y séptima fila.
Si en la situación del diagra­
ma 38 las blancas jugaran ato­
londradamente 1. P7T?, deja­
rían escapar el triunfo, pues
luego de 1. . . . , R2C; 2. R4C,
las negras, como es obvio, no
cometerán la descabellada lo­
cura de eliminar al Caballo,
sino que volverán con su pro­
pio Rey al rincón, y seguirán
con las mismas jugadas, for­
zando el empate. Irse con el 1. R4C!, R1C; 2. C6R, R2T;
Caballo no es posible, en vista 3. R5C (el blanco llega a tiem­
de la pérdida del PT; y defen­ po), R1T ( o . .. a 1C); 4. R6D,
der éste con el Rey es imposi­ R1C; 5. C5CR!, y ahora las ne­
ble, para no ahogar al adver­ gras no pueden defenderse con­
sario. tra C7A jaque y P7T jaque,
El ejemplo expuesto es fá­ seguido de P8T pida Dama, y
cilmente ganable por las blan­ mate en dos o tres jugadas.
40 P. A. ROMANOWSKI

LA PARTIDA ES TABLAS ó 2AD), no llegue a desalojar


CUANDO, habiendo un peón al Rey negro del otro cuadra­
de Torre SOBRE LA 7* LI­ do. Las blancas deberán jugar
NEA, el Rey del bando fuerte de continuo con el Caballo en
ESTA ENCERRADO EN LA “ perpetum m óbil” , pues no
ULTIMA CASILLA DE CO­ dispondrán de otras jugadas, y
RONACION, y mientras EL por lo mismo éste dejará libre
CABALLO SEA INCAPAZ DE una de las dos casillas donde
QUITARLE LAS DOS CASI­ el Rey negro jugará alterna­
LLAS LIMITROFES AL REY damente, con cuya maniobra el
RIVAL. Véase el diagrama 39, negro obtendrá la posibilidad
DONDE EL NEGRO JUEGA. de mantener definitivamente
aprisionado al Rey blanco. Pa­
ra lograrlo, las negras han de
colocar siempre a su Rey en
alguna casilla del mismo color
que en ese momento ocupe el
caballo rival. En este caso, la
jugada 1. .. ., RIAD habría si­
do perdedora.

2. C3AD, RIA; 3. C4D.

Las blancas tratan, sin em­


bargo, de expulsar al Rey de
1. . . ., R2AD!
su posición estratégica.
La única chance de tablas
consiste en privar al Rey blan­ 3. . . . , R2A; 4. C5CD jaque,
co de salir de la casilla 8TD, RIA.
destinada al Peón. De no tener
el blanco el Caballo, ello se Ahora es fácil convencerse
conseguía también con 1. . . . , de que si las negras hubiesen
RIAD!; pero ahora las negras jugado 1. . . . , RIA, estarían en
han de calcular con mucho cui­ esta casilla a la 3^ jugada; y
dado al seleccionar los cuadros no pudiendo jugar 4. . . . , R2A,
cercanos para encerrar al Rey por hallarse este cuadro bajo
contrario, para que el Caballo el fuego del Caballo, el negro
blanco, al acercarse y atacar a quedaría forzado a abandonar
uno de los dos cuadros (1AD el asedio.
TRATADO ELEMENTAL DE LOS FINALES 41

Si las blancas dispusieran de que el Rey de la parte débil


un elemento más, por ejemplo ataca al Peón defendido por el
ntro Peón en 5TD, ellas harían Caballo, quien se halla ubica­
l.i jugada de espera P 6TD, y do en una horizontal más ade­
i:;inarían. Pero como tal juga­ lantada que el Peón.
da de espera no existe en la Examínese el diagrama 40.
posición del diagrama 39, las
blancas han de reconocer la 1. C7AR, R3CD; 2. C6D, R4A.
partida tablas.
Como muestra el ejemplo Y las negras amenazan im­
rxpuesto, este resultado no de­ punemente al Caballo y tam­
pende de ninguna manera del bién al Peón.
itinerario trazado por el Caba­ Pero si el Caballo blanco se
llo, porque esta pieza es inca­ hallara en 6TR, en vez de 8TR,
paz de ganar o perder tiempos. como lo indica el diagrama, las
Otro curioso caso de tablas blancas ganarían:
no obtiene en aquellos casos en
1. C5AR, R3CD; 2. C4D!,
R4A; 3. R2C.

ganando; pues si ahora el Rey


negro capturara el Caballo,
aquél se saldrá del cuadrado y
el Peón blanco se escapará, co­
ronando fácilmente.
De este claro ejemplo se ve
que para defender el Peón es
mejor situar el Caballo en una
Diagrama 40 horizontal detrás de aquél.
f
REY Y DAMA, CONTRA REY Y TORRE

Como regla general, el ban­ Claro que no 4. R5D, por


do que posee la Dama se im­ T2D, etc.
pone, y ha de ganar. Las ex­
cepciones son posiciones aisla­ 4. . . . , T2C jaque; 5. R6T,
das de tablas, como la siguien­ T2T jaque.
te (diagrama 41):
Y las blancas quedan obli­
gadas a ahogar al negro o a
aceptar el jaque perpetuo.
Veamos ahora el ejemplo del
diagrama 42:
El plan para ganar debe con­
sistir en alejar a la Torre del
Rey, y en consecuencia con­
quistarla mediante una doble
Diagrama 41 agresión al Rey negro y a su
Torre, que está lejos. Puesto
1. . • T2TD jaque; 2. R5C. que el Rey y su Torre tratan
de mantenerse juntos, por ello
Y no 2. R6C, T3T jaque, for­ es necesario llevarlos previa­
zando el ahogado. mente hasta la banda del ta­
blero, donde, gracias a la li­
2. . . . , T2CD jaque; 3. R5A. mitación en sus movimientos,
será posible lograr su separa­
Otra vez no se puede 3. R 6A, ción. De esta manera el juego
por T3CD jaque. se divide en tres etapas:
A) Se trae al Rey y a la To­
3. . . . , T2TD jaque; 4. R6C. rre hasta la banda del tablero;
44 P. A. ROMANÓWSKI

B) Se fuerza a la Torre a ya está realizada; ahora co­


retirarse de su Rey; mienza la segunda parte, en
C) Con un jaque al monar­ que la Torre se alejará muy
ca contrincante y simultánea pronto de su Rey.
agresión a la Torre se gana a
la última: 6. D8C jaque, R2R; 7. D8AD!

(Ver diagrama 43).

Ahora las negras tienen dos


jugadas, entre las más razona­
bles, pues otras les hacen per­
der aún más rápidamente.

Diagrama 42

1. D5AR jaque, R2R; 2. R5R,


T2D.

No se puede 2. . . ., T7D, ni
tampoco 2. . . ., T3TR, por 3.
D5CR jaque; si 2. . . T8D; ^
D5C jaque, R IA ; 4. D4A ja ­
que, R2R; 5. D4TR jaque, R IA ; I
6. D4CD jaque, y a la jugada
siguiente se gana la Torre, pues 7. .. ., T7D; 8. D5AD jaque,
la Dama podrá instalarse so­ R2D; 9. D5CD jaque, R IA ; 10.
bre las diagonales 4TD 3CD ó R6A.
4CR.
Una jugada que no ataca di­
3. D6A jaque, R1R; 4. D8T rectamente al contrario, pero
jaque, R2AR; 5. D7T jaque, que es de contenido oculto. En
R1R. el caso presente, las blancas
tratan de obligar a las negras
La primera partero sea la de a ocupar con su Torre una po­
confinamiento hacia la banda, sición más ventajosa aún.
TRATADO ELEMENTAL DE LOS FINALES 45

10. . . . , T7AD; 11. R6D, ganando la Torre a la siguien­


T7TR. te jugada.
II
Si 11. . . T2AD; 12. D5TD,
T2D jaque; 13. R 6A, y las blan­ (Ver diagrama 43).
cas ganan.
7. . . . , T8D; 8. D5A jaque,
12. D8R jaque, R2C; 13. D4R R2D; 9. D5CD jaque„R2A; 10.
jaque, R3C. D4A jaque, R1D; 11. R6A.

Si 13. . . . , R3T (ó 2T); 14. En el análisis anterior se han


R7A. Si 13. ..., R1C; 14. D4AR, dado las mejores defensas para
y a cualquier retirada de la las negras; sin embargo, ellas
Torre ella sucumbe rápida­ podían en determinados mo­
mente. mentos escoger también otras
I continuaciones. Para ejercicio
14. D4AR, T4TR. metódico se ofrece al estudioso
hallar la victoria si las negras
Otras retiradas son peores. hubieran contestado en la va­
riante I: 10. . . . , T8D; y en la
15. jaque, R4T; 16. R6A, variante II: 8. . . . , R 1D. Las
R5C; 17. D4R jaque, R4T; 18. respuestas van al final de este
D1R jaque. libro.
Y

\
REY, TORRE Y PEON CONTRA REY Y TORRE

Si el Rey del adversario de­


tiene al Peón sobre su misma
columna, el resultado normal
será un empate. (Ver diagra­
ma N? 44).

El ejemplo clásico expuesto


ha sido investigado por el cé­
lebre ajedrecista francés A n­
drés Danicán Filidor (nacido
en 1726, muerto en 1795), el Diagrama 44
fundador del conocimiento bá­
sico contemporáneo sobre los
“ Peones” y que ha descifrado
después de 2. . . . , TxT; 3. RxT,
su inmensa función dentro de
la partida de AJEDREZ. R2R; 4. R5A, R2A; se tiene una
posición típica de tablas. Ofre­
En la situación del diagra­ cer el cambio sobre otro cua­
ma anterior, el Rey negro está dro (supongamos 6R) tampo­
reducido a la última horizon­ co pueden las blancas, porque
tal, pero en cambio las blancas luego de 1. T7AD, T3T o TD;
están privadas de la posibili­ 2. T5AD — para pasar la To­
dad de acercar al propio Rey,
rre a 6R por vía de 5R— , y en
porque la Torre negra no lo
tanto el Rey de las negras se
deja pasar.
libra y se ubica en la segunda
La tentativa de cambiar la fila. No les queda más reme­
Torre con 1. T7CR, T3TD; 2. dio a las blancas que resolver­
T6C, no trae ventaja, porque se a mover su Peón.
48 P. A. ROMANOWSKI

1. P5R, T3TD. Comencemos con el diagra­


ma 45:
El camino más seguro para
empatar. Hasta tanto el Peón
no llegó hasta la sexta fila, la
Torre del otro bando continúa
ocupando dicha horizontal.

2. T7CD, T3AD; 3. P6R,


T8A!

Seguir quedándose con la


Torre sobre la tercera fila se­
ría fatal, ya que a 4. R 6A se Diagrama 45
crea una amenaza de mate. El
traslado inmediato de la Torre 1. R7AR, R2D.
fuerza las tablas.
Inútil sería también 1.........
4. R6A, T8AR jaque. T8AR jaque, por 2. R7R, se­
guido de P 6R.
Tablas, ya que la Torre si­
gue jaqueando al Rey blanco; 2. P6R jaque, R2AD; 3. R7R!
y si acaso éste se retirara del
Peón a una distancia mayor de Sería desastroso aquí 3. P7R,
dos casillas, el ataque de la porque entonces seguirá 3.
Torre sobre el Peón por reta­ T8AR jaque, y la Torre sigue
guardia le hace ganar el mis­ jaqueando, pues tan pronto el
mo. Rey blanco se retira a un in­
tervalo mayor de dos pasos del
Mucho más difícil se presen­
Peón, la jugada . . . , R2D pro­
ta la defensa cuando el Rey de
la parte débil está separado de duce el empate.
la columna donde ha de ocu­ 3. . . ., T7R; 4. T8AR, T8R;
rrir la coronación del Peón, 5. T2A, T6R; 6. T2AD jaque,
pues la derrota es con suma R2CD; 7. R7D, T6D jaque; 8.
tuación puede producirse tam­ R8R, T8D; 9. P7A, T6D; 10.
bién derivada de la otra si el T4A!
frecuencia inevitable. Esta si-
bando inferior jugara incorrec­ El principio de una mani­
tamente, eligiendo un plan in­ o b r a decisiva, característica
exacto para la defensa. para semejantes finales.
TRATADO ELEMENTAL DE LOS FINALES 49

10. . . . , T8D; 11. R7A, T8AR


jaque; 12. R 6R, T8R jaque; 13.
R6D, T7R; 14. T4AR!

Y se amenaza T8A y P8R.

14. T7D jaque; 15. R5R,


T7R jaque; 14. T4R!

Aclarándose el motivo de la
jugada 10. T4AD. Ya no es po­
sible impedir la marcha del
Peón a 8R.
Los dos ejemplos siguientes Amenaza jaquear a lo largo
demuestran que cuando el ban­ de la vertical TR, pues se de­
do débil dispone de suficientes sea alejar al Rey blanco de la
recursos defensivos para no defensa de su Peón.
perder, asegúrase el empate.
Los diagramas 46 y 47 son tí­ 2. T8R, T2T jaque; 3. T7R.
picos, pues ello sucede a me­
nudo en partidas vivas; sólo es Tampoco sirve en esta posi­
necesario comprender sus cla­ ción 3. R8D, por 3. . . . , R3A.
ves posicionales.
El ejemplo del diagrama 46 3. . . . , T1T!
debe ser tablas:
Unica jugada. No se puede,
por ejemplo, 3........ , T3T; 4.
R8D jaque (descubierto), R3A;
5. P7D, T1T jaque (a 5. . . . ,
R3D, sigue 6. R 8AD!, RxT; 7.
P8D, pide Dama, con jaque, y
las blancas ganan); 6. T8R,
T2T; 7. T 6R jaque, R2C; 8.
T1T, T1T jaque; 9. R7R, T2T
jaque; 10. R 6D, T3T jaque; 11.
T6R, T1T; 12. T8R!, y se tiene
otro tiempo ganado; 12.
T3T jaque; 13. R5R!, T4T ja­
1. . . . , T8TR! que; 14. R4A! ( también 14.
50 P. A. ROMANOWSKI

R6A ), y el Rey blanco puede se traduce en un significado


acercarse a la Torre enemiga enorme. Las negras, no pu-
cuando ésta prosigue jaqueán­ diendo aprovechar la columna
dolo. El blanco gana inevita­ TR (a causa de la obstrucción
blemente. del Rey negro), pueden, sin
embargo, intentar utilizar pa­
4. T7AR, R3C; 5. R7R. ra sus operaciones la otra co­
lumna extrema, la de TD.
Tampoco da la victoria el es­
fuerzo siguiente: 1. . . ., T8TD; 2. T8AD, T2T
jaque; 3. T7A, T1T; 4. T7C,
5. TIA, T2T jaque; 6. R8R, R3A; 5. TIC, T2T jaque; 6.
R3A; 7. T1D (o P7D), T1T ja­ R8AD, R3R; 7. T1D, T1T ja­
que; y la Torre sigue persi­ que; 8. R7C.
guiendo al Rey rival, entablan­
do el juego. A consecuencia del hecho de
que la columna TD está sepa­
5. .. ., R3A; 6. T7CR. rada solamente por dos colum­
nas de la de Dama, sobre la
Si 6. P7D, sigue R2A; 7. cual se halla el Peón, las blan­
T7CR, T1D!; 8. R 6R, T1TR!; 9. cas pueden ganar este impor­
R7R, y tablas por repetición de tante y decisivo tiempo; este
jugadas. La amenaza de los ja ­ factor es tanto más valioso por
que laterales constituye el cuanto pesa inexorablemente
principal motivo defensivo en sobre lo que en realidad debe
este tipo de finales. ser el ajedrez, o sea “ la par­
tida de ajedrez” .
6. . . . , R2C; 7. R6R jaque 'En el ejemplo del diagrama
(descubierto), RIA. N9 46 la maniobra análoga a
la presente (ver la observación
Las blancas no lograron na­ a la jugada blanca 5. R7D)
da. Ellas no pueden ganar. llevaba a tablas. Los jaques
Véase, por el contrario, el desde los flancos (sobre líneas
diagrama 47, que debe ser ga­ horizontales) pueden conducir
nador para el bando del Peón. la partida a posiciones de em­
Esta posición de diferencia pate sólo cuando entre el Peón
de la anterior (diag. 46) es (aunque éste se halle en» sexta
únicamente por la situación del fila) y la Torre, que quiere
Rey negro; aquí la diferencia mantenerse con jaques conti-
TRATADO ELEMENTAL DE LOS FINALES 51

nuos contra el Rey adversario, hubieran jugado 1. .. ., R2D?,


haya un espacio de tres colum­ las blancas replicarían 2. P7T!,
nas o más. y ganan en virtud de la fuerte
amenaza 3. T8TD! (3. ..., TxP;
8. T1D; 9. R7A, T2D ja­ 4. T7T ¡jaque!); pero si el Rey
que; 10. R6A, T2TD; 11. T1R se va de la segunda horizon­
Jaque, R2A; 12. P7D, T1T; 13. tal (2. . . . , R3A ó 3D), las
K7C! blancas, a su vez, responden
con un jaque de Torre, segui­
Esta jugada, en conexión a do, como es natural, de 4. P8TR
H. R7C!, asegura el triunfo. En pide Dama, y gana. El plan
H caso anterior ello no era po­ blanco es claro: pasar con el
nióle, según los análisis vistos. Rey hasta delante del Peón
(por excepción), ir con su To­
13. . . . , T1D; 14. R7A. rre a ubicarse en 6CR, desti­
nada a la posterior salida del
Y el Peón gana después de Rey, y luego el Peón se corona.
mu promoción. Las negras están privadas de
En la posición del diagrama la posibilidad de oponerse a
W 48 el Rey negro goza, al este plan. Si, por ejemplo, 1.
parecer, de plena libertad. . . . , T8AR; 2. P7TR, T8TR; 3.
T8TD!, etc.

2. R5A, R2A; 3. R6C.

Sería erróneo 3. P7T, por 3.


R2C; 4. R6C, T8CR jaque; y el
Rey blanco puede escapar a los
jaques sólo a costa de alejarse
del Peón, en cuyo caso la par­
tida es tablas.

Diagrama 48 3. . . ., T8CR jaque; 4. R7T,


R2D; 5. T8CR, T8D; 6. R7CR!
1. R4R, R2C.
Jugada necesaria, que hace
Ahora se pueden apreciar en ganar a las blancas un tiempo
lodft su magnitud las sutilezas importante. Sólo tablas se ob­
i|r la posición; si las negras tendrá con 6. R8TR, R2R; 7.
52 P. A. ROMANOWSKI

P7T, R2AR; y el Rey negro no la columna sobre la cual el


puede ser expulsado al mismo Peón avanza; la obtención del
tiempo de 2AR y de 1AR. Mas triunfo está ligada a grandes
con la jugada del texto no hay dificultades de orden técnico.
lugar a semejante maniobra: Esto se explica por la particu­
6. . . R2R; 7. P7T, T8CR ja ­ laridad del Peón de Torre, que
que; 8. R 6TR, T8TR jaque; 9. es más débil que cualquiera de
R 6C, T8C jaque; 10. R5A!, y los cuatro peones centrales. Un
el Rey se libra de jaques cuan­ Peón de Caballo ofrecería me­
do se acerque a la horizontal nos dificultades, y uno de los
ocupada por la Torre rival (sin peones más centralizados pa­
pasar nunca por la columna saría sin dificultades especia­
TR), y entonces el Peón se co­ les.
rona.
12. T6CR jaque, R4A; 13.
6. . . ., T8CR jaque. T6AR jaque.

Pierde también 6. . . ., T2R No se puede tomar la Torre,


jaque; 7. R 6C, T3R jaque; 8. porque el Peón corona, con ja ­
que. Sería un error: 13. T6TR,
R5T, T4R jaque; 9. T5CR, T8R
a causa de 13. T1TD jaque; 14.
(ó 9. . . . , T2R; 10. TIC, cla­
vando a la Torre); 10. P7TR, R7D, T2T jaque (mucho más
simple que de golpe 14. . . . ,
y se gana.
T1D R); 15. R8A, T1T jaque;
16. R7C, T1TR; y luego R4AR,
7. R8T, T8AR; 8. P7T, R3A. 4C, 3C, y el Peón blanco cae.

En caso de 8. . . ., R2AD; 9. 13. . .., R4C.


R7C, T8CR jaque; 10. R 6T, etc.
O sino 13. . . . , R4R; 14.
9. R7C, T8CR jaque; 10. R8A, T6TR, T1TD jaque; 15. R7AR,
T8AR jaque; 11. R8R, T8TD! T2T jaque (15. .. ., T1TR; 16.
R7C); 16. R3C, T3T jaque; 17.
Con amenaza de mate. No se R5T, y gana.
puede 12. R8D, por 12. . . . ,
T1D jaque; 13. R7A, T2T ja ­ 14. T8A, T1T jaque; 15. R7A,
que; y las negras ganan el T2T jaque; 16. R8C.
Peón, a pesar de que el Rey
negro está bastante alejado de Y las blancas ganan.
RESUMEN

Estudiando los temas expli­ dad; esto se debe a la mayor


cados, que demuestran lo va­ movilidad del bando débil y a
riado que es el Final (último la inferior ubicación del otro
Krrado en la evolución de la Rey, que, puesto bajo jaques
partida), es necesario acordar­ ininterrumpidos de la Torre ri­
se de los principios y concep­ val, hacía imposible el aprove­
tos generales, no con el esfuer­ chamiento del Peón de ventaja
zo mecánico de la memoria, si­ por falta de tiempo.
no impregnarse en lo posible Tal apreciación del material
de las causas y razones que de estudio expuesto nos da la
forman las bases de aquellos posibilidad de racionalizar el
principios, que darán la clave método de la lucha en el final
posicional en cada caso deter­ en general y facilitar más
minado. orientación en finales más
En que precisamente consis­ complejos, cuyos temas no ha­
tían las situaciones desventa­ yan sido tratados por este ma­
josas del Rey, que es lo que nual.
llevó a un bando a tales posi­ Es sumamente oportuno con­
ciones. Cuestiones de esta ín­ siderar que los estados por que
dole es menester desmenuzar­ atraviesa desde el principio la
las mediante profundas refle­ Partida de Ajedrez constituyen
xiones. en su conjunto una obra ente­
Así, por ejemplo, en los fi­ ra, y que el final, ventajoso o
nales de Torres, que hemos no para algún bando, puede
Ilustrado, apreciamos las suti­ crearse ya de resultas de unas
les causas de la resistencia del u otras construcciones iniciales
hando débil en posiciones don- de Apertura.
do, a pesar de poseer un peón La posibilidad de la transi­
do menos, se lograba la nuli­ ción de la Partida hasta el Fi­
54 P. A. ROMANOWSKI

nal deberá siempre descontar­ por todo el proceso del com­


se en la práctica, y los sutiles bate, desde la primera jugada
hilos de la ligazón lógica debe­ hasta su última y completa ex­
rán extenderse inflexiblemen­ presión.
te a través de toda la partida,

SOLUCIONES

Diagrama 7. — La Torre se Respuestas a las Preguntas


mueve a cualquiera de las on­ formuladas a raíz del diagra­
ce casillas posibles: Si 1. . . . , ma 43:
RIAD, 2. la Torre pasa a la co­
lumna CD, y mate en la 3^ ju ­ Variante 1*:
gada con T8CD jaque mate;
si 1. . . . , R1R, 2. la Torre pasa 10. . . ., T8D; 11. D4AD ja ­
a la columna AR, y mate. que, R1D; 12. D3CD, T8R ja ­
Diagrama 25. — Con la sa­ que; 13. R 6D, que amenaza
lida, las blancas ganan: 1. R2D mate sobre 8CD, ganando.
(también 1. R2AR), R2R; 2.
R3R (todavía es posible 2. Variante 2^:
R3D ó 2. R3AR, respectiva­
mente), R3R; 3. R4R!, lo único 8. . . ., R1D; 9. D5TD jaque,
para ganar. Si las negras tie­ RIAD; 10. D3AD jaque, R2D
nen la salida, entablan así: 1. (si 10. . . ., R1D; 11. R6R, T2D;
. . . , R2R!; 2. R2D, R3D!; 3. 12. D5TD jaque, y gana); 11.
R3D, R4D! y tablas; o sino 2. D4CD, R2AD; 12. D4AD ja­
R2AR, R3AR!; 3. R3AR, R4AR; que, R 1D; 13. R6R, T8R jaque;
4. R3R, R4RÜ! y se obtiene la 14. R6D, T8D jaque; 15. R6AR,
igualdad. y gana.
APENDICE

EL MATE DE ALFIL Y CABALLO


LA REGLA DEL TRIANGULO DE DÉLÉTANG Y SU
DERIVADO DE ROSSELL, PERFECCIONADA POR
E. COGNET

PREFACIO

Para facilitar la conducción En estas páginas expondre­


de este tipo de finales existen mos el método de los triángu­
varios métodos, los cuales di­ los de Délétang publicado en
fieren entre sí más de forma la Stratagie (febrero 1932). El
que de fondo, pues se trata de Ajedrez Argentino (año 1925)
adoptar un sistema que, ade­ y en la Revista del Club A r­
más de ser suficiente para ob­ gentino de Ajedrez (año 1925-
tener el fin propuesto, debe ser 26) y perfeccionado por G. A.
de fácil retención en la me­ Cognet en L ’Echiquier (enero
moria. 1931), el cual, lo consideramos
como el más práctico y simple
Entre los varios métodos
de recordar. *
que han sido creados citaremos
los dos sistemas que son más El aficionado debe tratar de
conocidos: el método de los comprender la idea fundamen­
“ triángulos,, ideado por el de­ tal del método, y no pretender
saparecido aficionado argenti­ recordar largas variantes de
no Sr. Daniel Délétang y el procedimientos, lo cual no es
método llamado de “ cedilla” posible, ya que este tipo de fi­
formulado por el Sr. Raimun­ nal se le presentará en escasas
do Rossel que en realidad es oportunidades, y llegado el mo­
un derivado del anterior. mento, con sólo ajustarse a las
56 P. A. ROMANOWSKI

sencillas reglas que demostra­ II


remos y que se basan en la
simple lógica, le será fácil re­
solver el aparente problema
que se le plantea sobre el ta­
blero.

I Tipo II. — El Alfil da el ma­


te colocándose en la casilla
El mate de Alfil y Caballo contigua al Rey adversario. En
sólo puede ser forzado en una la posición del diagrama el Ca­
esquina del tablero donde la ballo puede también estar ubi­
casilla angular sea del mismo cado en 7D, pero no en 6TD
color que las que domina el pues ésta es la casilla de donde
Alfil. viene el Alfil.

Se pueden presentar tres


III
formas de mate:

Tipo III. — El mate es efec­


tuado por el Caballo el cual lo
mismo puede estar colocado en
6AD o en 7D.
Tipo I. — El Alfil da el mate Para la realización de estas
desde una casilla alejada del tres formas de mate le Rey
Rey adversario. En la posi­ blanco debe estar colocado a
ción del diagrama el Alfil pue­ salto de caballo de la casilla
de ocupar una casilla más ale­ angular; por consiguiente pue­
jada aún, pero para dar el ja ­ den obtenerse posiciones idén­
que-mate debe jugarse desde ticas haciendo ocupar al Rey
una diagonal paralela a la gran blanco la casilla 7AD y a las
diagonal. piezas restantes las casillas co-
TRATADO ELEMENTAL DE LOS FINALES 57

rrespondientes de acuerdo a los bordes del tablero; tres


cada tipo de mate. Finalmente, triángulos rectángulos que se
es evidente que todas estas po­ superponen en un ángulo rec­
siciones pueden reproducirse to común, situado en la casilla
en otro ángulo del tablero. 8TD. Sus hipotenusas están
representadas: para el “ trián­
II gulo mayor” por la diagonal
2TD - 8CR; para el “ triángulo
mediano” por la diagonal 4TD
8R; y para el “ triángulo me­
nor” por la diagonal 6TD 8AD.
E x a m i n a n d o el triángulo
mayor, comprobamos que el
Rey negro no puede franquear
la hipotenusa. En efecto, el A l­
fil impide el acceso a las casi­
llas blancas, el Rey blanco pro­
teje las casillas negras 6AR y
8AR, y el caballo las casillas
Diagrama 1 negras 5R, 5AD y 4CD. Se
puede afirmar que el triángulo
E x a m i n e m o s el diagrama mayor está cerrado.
N9 1 y notaremos que el Alfil
está ubicado en la segunda ca­ El mismo resultado se ob­
silla de una diagonal, que es tendría haciendo ocupar a las
a la vez la segunda casilla de piezas blancas una posición
una línea (en estecaso hori­ análoga, por ejemplo: El Alfil
zontal) cuya cuarta casilla, a en 7AR, el Caballo en 5AR y
contar del borde, está ocupada el Rey en 2CD, estando el Rey
por el Caballo. n e g r o en 5CD, (4CD del
Ahora (colocándonos desde blanco).
el punto de vista de las diago­ Resulta fácil, como veremos
nales), en la mitad del tablero luego, estando el Rey negro
donde se halla el Rey negro, o encerrado en el triángulo ma­
sea la parte situada a la iz­ yor, obligarlo a penetrar en el
quierda de la gran diagonal triángulo mediano, y obtenido
negra, nos podemos figurar ésto, procede igualmente para
que (en esta mitad) las tres hacerlo pasar al triángulo me­
diagonales blancas forman con nor.
58 P. A. R O M A N O W S K I

IU “B”

Previamente veremos que la


aplicación del “ método de los
triángulos menor, y por lo tan­
to, lo que llamaremos una posi­
ción final, de la cual resultará
luego una de las tres formas
de mate que hemos mencio­ Posición tipo B: 1. . . . , R1T;
nado. 2. C4C, R1C; 3. C6Aj., R1T; 4.
Examinemos estas posicio­ A7C mate. (Mate tipo II).
nes finales en las cuales las Si el Rey negro está en 1TD
blancas acaban de cerrar el se da el mate en la siguiente
triángulo” consiguiente tocán­ forma: 1. . . . , R1C; 2. C4C R1
dole jugar a las negras: T 3. A7Aj., R1C; 4. C6A mate.
(Mate tipo III).
“A”
“ C”

Posición tipo A: 1. . . . , R1T;


2 C4C (o C7Aj.), R1C; 3. C6 Posición tipo C: 1. . . . , R2T;
Tj., R 1T; 4. A 6A, mate. (Ma­ 2. C4C, R1C; (si 2. . . . , R1T;
te tipo I). 3. R6C, R1C; 4. C6Aj. R1T; 5.
Si el Rey negro está en IT, A7C (mate tipo II). 3. R 6C,
en lugar de 1C, el mate se da R1T; 4. A7Cj., R1C; 5. C6A
de la siguiente manera: 1. . . . , mate. (Mate tipo III).
R1C; 2. C4C, 3. A 6R (perdien­ Existen otros tipos de esta
do un tiempo para permitir ju ­ posición con el Rey negro en
gar C6T dando jaque, pues es 1TD o en 2TD, en las cuales el
evidente que si se juega inme­ mate se efectúa de la misma
diatamente 3. C6T el Rey negro forma que en la posición exa­
está ahogado), 3. . . . , R1C; 4. minada, y con las mismas ma­
C6Tj., R1T; 5. A5D mate. (Ma­ niobras, pero invirtiendo el
te tipo I). orden de las jugadas, según
TRATADO ELEMENTAL DE LOS FINALES 59

c o n v e n g a . También el Rey el Rey adversario alcance la


blanco puede estar en 5TD en casilla 4TD mencionada.
vez de 5CD. Así, pues, en la posición del
Por analogía estas posicio­ diagrama, el procedimiento es
nes finales pueden presentarse el que sigue: es evidente que
con otra disposición, por ejem ­ el Rey blanco no puede jugar­
plo: la posición “ A ” , con el se porque tiene a su cargo las
Rey blanco en 7AD y el Rey dos casillas negras 6AR y 8A
negro en 2TD estando el Alfil R, entonces, lógicamente, ha­
en 5CD y el Caballo en 5D, brá que jugar el Alfil por la
y así las demás, pudiendo re­ diagonal - hipotenusa eligiendo
p r o d u c i r s e igualmente todas aquella ubicación que reste
estas posiciones finales en otro más casillas al Rey adversario;
ángulo del tablero. teniendo en cuenta esta cir­
cunstancias la primera jugada
será:
IV
1. A7A, R3D.
Veamos el procedimiento a
aplicarse en el método de los Dirigiéndose hacia la casilla
triángulos. 5TD (4TD del blanco).
El retroceso del Rey negro,
para h a c e r l o pasar de un 2. R8A.
triángulo a otro, se obtiene
únicamente por medio de las O c u p a n d o directamente el
m a n i o b r a s del Rey y Alfil Si 2. R 6A?, R2A; 3. A3C,
blancos. Por lo que concierne R1R; 4. R7C, R2R y se vuelva
al paso del triángulo mayor al a la misma posición del dia­
menor, se observará en la po­ grama.
sición del diagrama N9 1, que
el Alfil debe cuidar la diago­ 2. . . . , R2 D; 3. A3C, R3D.
nal (hipotenusa) 2TD - 8CR,
debiendo proteger, al mismo Si 3. . . . , R3A; 4. R7R, Si
tiempo, la casilla 4TD para 3. .. ., R1D; 4. A4T cerrando el
impedir al Rey negro una es­ triángulo mediano. El Rey ne­
capatoria por ese punto, pero gro debe tratar de retardar
el Alfil puede jugarse por la esto.
diagonal custodiada pues po­
drá volver a 3CD antes de que 4. R8R, R2A.
60 P. A. R O M A N O W S K I

Si 4. R3A; 5. R7R, R2 ubicando oportunamente el Ca­


A; 6. A4T. ballo en 55D.

. .5. R7R, R3A. 9. . . . , R2C.

A cualquier otra seguiría 6. Si 9. . . . , R4T; 10. A7D, R3T


A4T. continuando igual que después
de la 129’ jugada que sigue.
6. R6R, R4C.
10. R6D, R3C; 11. A7D, R4T;
También aquí a cualquier 12. R5A, R3T; 13. C4Cj.
otra seguiría 7A4T.
O también 13. C4AR. El ca­
7. R6D, R4T; 8. R5A, R3T; ballo se dirige a ocupar su
9. A4T. nuevo puesto en 5D, o sea en
la 49 casilla de la línea (ahora
Ahora el Alfil ocupa la hi­ vertical), donde ya lo hicimos
potenusa del triángulo media­ notar al examinar por prime­
no, el cual se comienza a ce­ ra vez el diagrama número 1.
rrar con esta maniobra. Es de
hacer notar que si durante la 13. . . . , R2C; 14. C5D.
maniobra de retroceso, el Rey
negro abandona las diagona­ Y el triángulo mediano está
les 3TD - 8AR y 4TD - 8R, el cerrado.
Alfil se instala inmediatamen­
te en esta última diagonal, co­ 14. . . . , R3T.
mo lo acaba de efectuar con la
jugada del texto. Si el Rey se Si 14. . . . , R1T o R1C; 15. R6
mantiene sobre estas dos dia­ C y el triángulo menor está
gonales, se irá arrinconando cerrado llegando a una posi­
contra el borde del tablero, co­ ción final tipo A.
mo se habrá observado, hasta
que se verá forzado a abando­ Si 14. . . . , R2T; 15. A 8A,
nar una posición que le era fa­ R1C (si 15. .. R1T; 16. R 6C
vorable. También es de notar y A 6T llegando a la posición
que el Caballo no se ha movido final de tipo B ). 16. A 6T, R2T
de su puesto durante la manio­ (si 16. . . R1T; 17. R6C y se
bra. Ahora hay que terminar llega a una posición tipo B ),
de cerrar el triángulo mediano, 17. R5C y el triángulo menor
TRATADO ELEMENTAL DE LOS FINALES 61

se ha cerrado arribando a una y sus hipotenusas serán res­


posición final del tipo C. pectivamente tres diagonales
del color de la casilla angular;
15. R4C, R2C; 16. R5C, R2T. una diagonal de 7 casillas de
longitud, otra de 5, y la terce-
Si 16. . . . R1C; 17. R 6C y ra de 3 casillas,
llegamos a una posición tipo A. 3? El cierre de los dos pri­
meros triángulos ( m a y o r y
17. A 8A, R1T. mediano) se efectúa:

Si 17. .. ., R1C; 18. A 6T y a) Colocando el Alfil y el


estamos en una posición tipo C. Caballo en la misma lí­
nea, columna o fila.
18. R6C, R1C; 19. A 6T. b) Ubicando el Alfil en la
segunda casilla de la dia­
Y se cierra el triángulo me­ gonal-hipotenusa de cada
nor en una posición final del uno de los triángulos.
tipo B. c) Ubicando el Caballo en
la cuarta casilla de la fila
V o columna en que se ha­
lla el Alfil, estando así,
Resumiendo lo que hemos ambas piezas, en cuadros
expuesto hasta ahora, se dedu­ del mismo color y sepa­
cen las siguientes reglas para radas por una casilla.
el mate de Rey, Alfil y Ca­ d) La otra extremidad de
ballo: la hipotenusa estará cus­
19 El mate sólo puede ser todiada por el Rey.
forzado en una esquina del ta­ 49 El cierre del tercer trián­
blero donde la casilla angular gulo se efectúa fácilmente, sin
sea del color de las que reco­ necesidad de mover el Caballo,
rre el Alfil. y en algunos casos, sin que el
29 Se formarán, figurada­ Alfil tenga que ocupar la dia­
mente; tres triángulos rectán­ gonal que constituye la hipo­
gulos superpuestos, cuyo án­ tenusa menor.
gulo recto común estará situa­ 59 El Alfil opera en las ca­
do en la esquina del tablero sillas del color que recorre, y
donde se forzará el mate. Es­ el Caballo se utilizará para vi­
tos triángulos serán: uno ma­ gilar las casillas del c o l o r
yor, uno mediano y uno menor, opuesto.
62 P. A. R O M A N O W S K I

69 Una vez encerrado el Rey “A”


adversario en el triángulo ma­
yor, y para obligarlo a pasar
de un triángulo a otro, se ma­
niobrará únicamente con el
Rey y el Alfil, pues el Caballo
sólo necesitará efectuar cuatro
movimientos: dos para pasar
del triángulo mayor al media­
no, y otros dos para colaborar
en el mate.

VI
1. R2C, R2C; 2. R3A, R3A;
Antes de ser encerrado en 3. R4A, R3C; 4. R5D.
los triángulos, el Rey adversa­
rio tratará de refugiarse en la Para poder conducir al Alfil
diagonal de color opuesto al y el Caballo a sus respectivos
camino del Alfil, dirigiéndose puestos es una buena táctica
a uno de los ángulos donde el ubicar el Rey blanco en una de
mate no es posible. En tal ca­ las casillas centrales del table­
so será fácil obligarlo a entrar ro, con preferencia en una ca­
en uno de los dos grandes silla de la gran diagonal que
triángulos que bordean la men­ sirve de refugio al Rey negro,
cionada diagonal, como se ve­ y colocar el Alfil a su lado.
rá en el diagrama N9 2.
En las variantes que se exa­ 4. . . . , R4C; 5. A4D, R5C;
minan a continuación se obser­ 6. C3C, R6C; 7. C5T (o 2R),
vará que el Rey negro, trata­ R7A; 8. C4D, R6C.
rá de zafarse ya sea dirigién­
dose hacia su derecha R2C-3A- Si 8. . . . , R7D; 9. A2A, R6A;
3C-4C-5C, etc., en la variante 10. A lR j. comenzando a cerrar
A ), o por su izquierda (R2C- el triángulo mediano.
3A-3D-4A, etc. en la variante
C), o lo que es preferible, tra­ 9. R5A, R5T; 10. R6C, R5C;
tará de mantenerse en su refu­ 11. A2A.
gio en 1TD (variante B y D)
prolongando así el inevitable Y el triángulo mayor está
mate. cerrado.
TRATADO ELEMENTAL DE LOS FINALES 63

“B” R1R; 11. C3A seguido de 12.


CID, 13. C3R y 14. A3C ce­
1. R2C, R2C; 2. R3A, R3A; rrando así el triángulo mayor.
3. R4A, R3D; 4. R4D, R3A.
9. R6A, R2T; 10. C3A.
Si 4. . . . , R3R, ver la varian­
te C. Con la jugada del texto El Caballo se acerca al pun-
el Rey negro trata de mante­ 6CD, ubicándose antes en 5D
nerse cerca de su refugiado en desde donde podrá dirigirse,
1TD, retardando así en lo po­ eventualmente, a su puesto en
sible, la maniobra para obli­ 4AR.
garlo a entrar a un triángulo
mayor. 10. . . ., R1T; 11. C5D, R2T;
12. C6C, R3T; 13. A8C.
5. C2A.

Esta pieza es la encargada


de expulsar al Rey negro de
su refugio, ubicándose para
ello en 6CD o en 7AD.
Posición clásica: el Rey ne­
5. . . . , R4C; 6. R’D, R3C; gro ha sido expulsado defini­
tivamente de la gran diagonal
Se amenazaba 7. A4D segui­ que le servía de refugio.
do de C5T y C4A cerrando el
triángulo mayor. 1 3 . . ., R4T; 14. C5D.

7. A5R, R2C.
Ahora, cumplida su misión,
el caballo se dirige hacia su
Si 7 . . . R4C; 8. A4D segui­
puesto en 4AR.
do de C3T, o R 6A, etc.
1 4 . . ., R5T.
8. C4R, R1T.

Si 8 . . . , R IA ; 9. R 6A, R1D; Si 14 . . . R3T; C4AR, R4T;


10. A 6D (obstaculizando el ca­ 16. A7T seguido de A2A ce-
mino del Rey negro, para dar rando el triángulo mayor.
tiempo al Caballo a ubicarse
en su puesto en 3R), 1 0 . . . , 15. A7T, R6C.
64 P. A. R O M A N O W S K I

Si 1 5 .. . R4T; 16. A 6CJ., exacta, ya que el Caballo no


R5T; 17. R5A, R 6C; 18. A 5T, se coloca abajo, sino en la ca­
comenzando el cierre del trián­ silla inmediata pero en diago­
gulo mediano. nal con el Alfil. Mejor sería,
quizá, decir que el Caballo se
16. R5C, R7A; 17. C4A, R7D; coloca a modo de coma (,) del
18. A2A. Alfil.

Compárese esta ubicación


Y el triángulo mayor está
del Caballo con la otra en 3R
cerrado.
y se notará la diferencia en la
acción de esta pieza. En el mé­
todo Délétang el Caballo vi­
“C”
gila las casillas 5D, 5AR, y
4CR, a las que el Rey negro
En la variante “ B ” , después podría tener acceso; en el sis­
de la cuarta jugada del blanco: tema Rossel el Caballo cuida
las casillas 3TR, 4CR, y 5R,
4. R4D, R3R; 5. A5R, R4A; dejando libre la casilla 5D, lo
6. C2A, R3R. cual recarga algo la labor del
Rey blanco, en cambio al do­
Si 6 . . . R4C; 7. A3C, R4A; minar la casilla 3TR, permite
8. R5D, R3A (si 8 . .. R4C, 9. una mayor libertad de acción
R 6R ); 9. C4CJ. R4A; (si 9 . . . al Alfil, que no está obligado a
R2R; 10. R 6A ); 10. C3RJ. ce­ proteger la casilla 4TR. Ade­
rrando el triángulo mayor. más, en el primer método, el
Caballo, al dominar la casilla
7. A3C 5AR, resta una casilla más al
Rey negro.
Haremos notar que aquí te­ El procedimiento Rossell es
nemos una posición en “ cedi- similar al sistema Délétang,
11a’ del método de Raymundo pero algo más engorros pues
Rossel. Su nombre es debido
exige más maniobras con el
a la similitud de la posición
Caballo y además, como en
del Alfil y el Caballo con la
letra de la escritura española este caso, la casilla libre en
consistente en una C con una 5D no permite al Rey blanco
virgulilla abajo. En este caso la maniobrar eventualmente por
figura no es completamente vía 8AD ocupando directamen-
TRATADO ELEMENTAL DE LOS FINALES 65

te el extremo de la diagonal- “D”


hipotenusa.
1. R2C, R2C; 2. R3A, R3A;
3. R4A, R2C; 4. R5A, R1T; 5.
R6A, R1C; 6. C3C, R1T; 7.
C4R, R1C; 8. C3A, R1T; 9.
C5D, R1T.

Si 9 . . . R2T; 10. A5R, R1


T; 11. C6CJ., R2T; 12. A6D,
R3T; 13. A8C, arribando a la
posición clásica del diagrama
de la pág.

10. A4D, R1T; 11. C7AJ,


R1C; 12. A5A, RIA; 13. A7T.
7 . . . , R2D; 8. R5D, RIA;
9. R6A, R1D; 10. C1C. Y se llegai a la posición clá­
sica del diagrama de la pág.
Seguido de 11. C3R y el 67 con ubicación invertida de
triángulo mayor está cerrado. las piezas.
1
INDICE

PAG.
Concepto General del Final ...................................................... 5
La Oposición. - El Mate contra el Rey Aislado. - El Mate
con Dama ............................................................................... 7
Mate con la T o r r e ............................................................................ 11
El Mate con las dos T o r r e s ........................................................ 13
El Mate con dos Alfiles ................................................................ 15
El Mate con Alfil y Caballo ...................................................... 17
El Mate con dos C a b a llos.............................................................. 21
La Regla del Cuadrado. - Rey y Peón contra R e y .................. 23
Rey y dos Peones, contra R e y .................................................... 29
Rey y Peón, contra Rey y D a m a .............................................. 31
Rey, Alfil y Peón, contra R e y .................................................... 35
Rey, Caballo y Peón, contra Rey s o l o ........................................ 39
Rey y Dama, contra Rey y T o r r e .............................................. 43
Rey, Torre y Peón, contra Rey y T o r r e .................................... 47
Resumen ............................................................................................ 53
Soluciones .......................................................................................... 54
EL MATE DE ALFIL Y CABALLO (Regla del triángulo) .. 55
LIBROS D E AJED R EZ
EDICIONES DE LA “EDITORIAL GRABO”

CARTILLA DEL A J E D R E Z
Por "E. G r a b o "
Pequeña obra especial para personas que deseen aprender el aje­
drez sin necesidad de maestro.
Precio: $ 6.—
CARO-KANN
Por D. M. R eca

Amplio estudio sobre conceptos de tiempo, espacio y configuración


de peones, que es necesario tener en cuenta en las aperturas.
Precio: $ 6.—

LO QUE DEBE SABERSE DE LAS APERTURAS


Por P. A. R o m a n o v s k y
Sistemas de Aperturas y sus Conceptos Fundamentales. La Cadena
de Peones y la lucha por el Centro.
Precio: $ 12.—

ARGENTINA vs. RUS I A


Buenos Aires, 1954
Todas las partidas del match, comentadas por
L. CAMARA y C. KUPERMAN
Precio: $ 10.—

FUNDAMENTOS DEL JUEGO DE POSICION


P o r el D r. M ax E uwe

(Campeón del Mundo 1935 - 37)


Un libro de considerable valor e indispensable a los aficionados pa­
ra mejorar la calidad de juego y aclara también muchos problemas es­
tratégicos en forma sencilla.
CONTIENE: I. Introducción General. — II. El Esqueleto de Peo­
nes. — III. Peones Débiles. — IV. Exposición de las Debilidades de
Peones. — V. La Lucha por las Columnas Abiertas para las Torres. —
VI. La Estimación de una Columna Abierta. — VII. Ataque Directo sobre
el Rey. — VIII. Algo sobre Combinaciones. — IX. La Ruptura. — X.
La mayoría de Peones en el Flanco Dama. — XI. El Alfil Dama en la
Apertura del Peón Dama.
Precio: $ 15.—
LOS GRANDES MAESTROS DEL TABLERO
Por R ic a r d o R etí

1* Parte: MAESTROS DE AYER


El Gambito de la Dama. — La Defensa de Steinitz en la Partida
Española. — Andersen - Morphy - Steinitz - Tarrasch - Dr. Lasker -
Schlechter - Pillsbury. — Sobre la Teoría de la Partida Española. —
Ejemplo de Ruptura Interesante. — 34 Partidas de ejemplo.

2* Parte: MAESTROS DE HOY


Maroczy - Marshall - Spielman - Vidmar - Tartakower - Boboju-
bow - Rubinstein - Nimzowitsch - Capablanca - Alekhine. — Va­
riante del Gambito en la Apertura Víenesa. — Apertura Holandesa. —
La Variante Hanham. — Defensa India. — Apertura de los 4 Caballos. —
Defensa Rubinstein. — Teoría de la Defensa Caro-Kann. — La Defensa
Cambridge Springs y Westphalia en el Gambito de la Dama. — Mi
Sistema de Apertura. — El Gambito Blumenfeld y Sistemas Relaciona­
dos. — Variante de la Defensa Cambridge Springs rehusada. — La
técnica de las Combinaciones. — La Defensa Alekhine. — 36 Partidas.
El más enjudioso tratado de las Aperturas y que a la vez estudia las
otras fases del juego al dar la partida completa.
Precio (de cada parte): $ 15.—

MI S I S T E M A
Un libro de enseñanza del ajedrez sobre bases totalmente nuevas

Por A. N im z o w it s c h

OBRA EN 5 TOMOS

Contenido del 1er. volumen: Desarrollo. — Los Elementos. — Las


Columnas Abiertas. — La 7^ y 8* línea.
Contenido del 2do. volumen: El Peón Libre. — El cambio. — Los
elementos de Estrategia en los Finales.
Contenido del 3er. volumen: La Pieza Clavada. — Jaque a la descu­
bierta. — La Cadena de Peones.
Contenido del 4to. volumen: El Juego de Posición. — El Peón Do­
blado y el Frenado.
Contenido del 5to. volumen: El Peón Aislado y sus descendientes. —
Sobre defensa de las casillas fuertes y desembarazo de las débiles. Ma­
niobra contra una defensa enemiga. — El ataque contra ambas alas. —
Apéndice: Contribución a la historia de la revolución ajedrecística.
Precio de los tomos l*f 2* y 3’ . c/u. $ 7.—. Los tomos 4’ y 5’ c/u. $ 12 —
TECNICA DEL AJEDREZ - FINALES DE PEONES
(Con piezas)
por ROQUE A. DE LUCA
Obra en cinco tomos: Con una nota de recomendación del
maestro Paulino Frydman
Primer tomo: Curso de Instrucción - 1 Peón contra - Peón (a) Misma Co­
lumna - Trabados, (b) Misma Columna - Separados, (c) Columna Ad­
yacente. (d) Distantes.
Precio: $ 25.—
TODO EL SABER HUMANO SOBRE AJEDREZ
CONTENIDO EN L O S V O L U M E N E S DE:

C A I S S A
REVISTA ARGENTINA DE AJEDREZ
Aparece bimestralmente en los meses de febrero, abril, junio,
agosto, octubre y diciembre
Fundada el 1? de Enero de 1937. — La más completa en su género
Director hasta 1951. ARNOLDO ELLERMAN
Desde el año 1952:
Directores: E. J. MARCHISOTTI y J. M. SUAREZ (h.)
Secretario de Redacción: MAXIMO V. PODESTA
Administrador: ENRIQUE L. BOERO
Artículos teóricos al día, partidas comentadas, problemas, finales,
informaciones.
Suscripción anual ................ $ 30.— Número suelto ................ $ 5.—
Tomas Encuadernados en Rústica
Tomo l^, Año 1937, y Tomo 29, Año 1938, Nros. 1 al 15. (Agotados).
Tomo 39, Año 1939, Nros. 16 al20 ................................................... $ 15.—
Tomo 49, Año 1940, Nros. 21 al32 ................................................... „ 25.—
Tomo 59, Año 1941, Nros. 33 al42 ................................................... „ 15.—
Tomo 69, Año 1942, Nros. 43 al53 ................................................... „ 20.—
Tomo 79, Año 1943, Nros. 54 al62 ................................................... „ 30.—
Tomo 89, Año 1944, Nros. 63 al72 ................................................... „ 30.—
Tomo 99, Año 1945, Nros. 73 al 81 .................................................... . 20.—
Tomo 109, Año 1946, Nros. 82 al91 ................................................... „ 20.—
Tomo 119, Año 1947, Nros. 91 al101 ................................................... * 15.—
Tomo 129, Año 1948, Nros. 102 al 111 ............................................. J 20.—
Tomo 139, Año 1949, Nros. 112 al 121 ............................................. „ 30.—
Tomo 149, Año 1950, Nros. 122al131 .................................................. 40.—
Tomo 159, Año 1951, Nros. 132al141 .................................................. 60.—
Tomo 169, Año 1952, Nros. 142al151 .................................................. 50.—
Tomo 179, Año 1953, Nros. 152al157 .................................................. 50.—
Ejemplares sueltos, fuera de colección, en liquidación: Nros.3 -7 -
8 - 9 - 1 2 - 1 3 - 2 1 -3 1 -4 2 - 43 - 44 - 45 - 49 - 52 - 57 al 60, 64 al
71, 75 al 80, 83 al 87, 94 al 101 -103 -107 -108 -109 y 111 c/uno „ 0.50
Nros. 16 al 20 - 33 al 41 - 102 - 104 - 105 -106 y 110, cada uno .. „ 3.—
1001 PROBLEMAS DEL AJEDREZ
Por A rnoldo E llerm an

Un momento de la literatura del problema.


Precio: $ 30.—

CLAVE DE LAS APERTURAS


Por E uwe y F in e

Contiene en su casi totalidad las aperturas más comunes, con sus


mejores variantes para ambos bandos.
Precio: $ 4.—

LA PRACTICA DE MI SISTEMA
Por A. N iM z o w i t s c h

Lo más profundo y avanzado que se ha escrito sobre la ESTRATE­


GIA HIPERMODERNA.
(En preparación una nueva edición)

REGLAMENTO Y CODIGO DE JUEGO DE DAMAS


Contiene: Código del juego. — Reglamentos de Torneos. — Fórmu­
las para hacer fixtures. — Sistemas de anotaciones.
Precio: $ 2.—

TRATADO ELEMENTAL DE LAS APERTURAS


Por P. A. R o m anovsky

Por la Subcomisión de Ajedrez de la Editorial de Cultura Física y


Turismo de Rusia, bajo la dirección del maestro A. P. Romanovsky.
Precio: 3 8.—

LA APERTURA MODERNA 1.P4D!


Investigaciones teóricas y mejores proposiciones
Por E. D. Bo g o lju b o w

La más formidable obra que se ha escrito sobre esta línea de juego.


Su autor hace un estudio razonado de todas las variantes y defensas con­
tra esta moderna apertura, iniciando su libro con un breve estudio de
la Apertura del Peón Rey, para mostrar la diferencia que existe entre
1—P4R y 1—P4D.
Precio: $ 25.
REGLAMENTO Y CODIGO DEL JUEGO DE AJEDREZ
(DE LA FEDERACION INTERNACIONAL DE AJEDREZ)
Reglamento de torneos, ventajas para los Handicaps. Fórmulas y
Clave para hacer “íixtures” , etc., etc. Lo más práctico para los Clubs
de Ajedrez.
Precio: $ 3.50

FINALES EN AJEDREZ
(ESTUDIOS COMPLETOS)
Por R i c a r d o R e t í
Obra póstuma del maestro Reti.
Precio: $ 10.—

MAR DEL PLATA 1947


X? TORNEO INTERNACIONAL DE MAESTROS
Por A rnoldo E llerm an

Contiene 153 partidas comentadas ampliamente por su autor. Este


libro equivale a un tratado completo de ajedrez.
Tomaron parte: Najdorf, Stahlberg, Eliskases, Dr. Euwe, Piinik, Ju­
lio Bolbochán, Rosetto, Guimard, Jacobo Bolbochán, Madema, Michel,
Marini, Dr. Plzzi, Sanguinetti, W. Cruz, Luckis, Fleurquin, J. Iliesco.
Precio: $ 15.—

JOYAS DEL AJEDREZ POSTAL


Por E duardo J. M a r c h is o t t i

“JOYAS DEL AJEDREZ” es una cuidadosa selección de 24 magní­


ficas partidas disputadas por correspondencia en el período comprendido
entre 1930 y 1947 con lo cual se llena un vacío en la literatura ajedre­
cística mundial. Puede considerarse un verdadero tratado de aperturas,
se incluyen mejoras sobre el Modern Chess Openings y el Practical Chess
Openings, como asimismo un estudio personal del autor sobre la de­
fensa Tarrasch del Gambito Dama y nuevas sugestiones sobre diversas
aperturas.
Edición de Editorial GRABO Precio: $ 18.—

CAMPEONATO DEL MUNDO


BOTWINNIK vs. BRONSTEIN
Moscú — 1951
Por A rn oldo E llerm an y Jo s é M a r ía Suárez ( h .)

Las 24 partidas de este emocionante y reñido match por


Precio: %15.—
CAPABLANCA Y LASKER EN EL CAMPEONATO
DEL MUNDO
Por A rnoldo E llerm an

Contiene las 14 partidas disputadas en el famoso match celebrado en


La Habana (Cuba), por el título máximo del ajedrez mundial.
(En prensa 3? edición)

ESTRATAGEMAS Y CELADAS EN LAS APERTURAS


DE AJEDREZ
Por E duardo J. M a r c h is o t t i

Selección de las más valiosas CELADAS, compiladas y comentadas


por un entendido y estudioso de las APERTURAS.
Precio: $ 20.—

EL MATCH RADIAL INTERNACIONAL DE AJEDREZ


U. S. A. versos U. R. S. S.
Por A rn oldo E llerm an

Contiene partida y revancha de los encuentros entre: Denker, Bot-


vinnik; Reshevsky, Smislov; Fine, Boleslavsky; Horowitz, Flohr; Kas-
dhan, Kotov; Steiner, Bondarevsky; Pinkus, Lilienthal; Seidman, Ra-
gozin; Kupchick, Makogonov; Santasiere, Bronstein.
Las 20 partidas de este sensacional encuentro fueron comentadas
ampliamente por su autor.
Precio: $ 8.—

CAMINO FACIL DEL AJEDREZ


(TRATADO COMPLETO)
Por B. H . W ood

(Director de la famosa revista inglesa de ajedrez “ Chess” ) . Trata to­


das las fases del juego y también los problemas y forma de manejar el
reloj en las partidas. Es lo más completo que se haya publicado hasta la
fecha en idioma castellano. Está escrito en forma amena y comprensible,
con numerosos ejemplos, unidos a los consejos para la hábil conducción
de las partidas, apreciación de factores técnicos y psicológicos, elemen­
tos de combinación, etc., etc. Por lo que, ahora los aficionados pueden
estudiar todas las ramas del ajedrez en este solo volumen, que consti­
tuye el TRATADO ELEMENTAL MAS COMPLETO y, por lo tanto, el
lector puede “aprender con facilidad, no estudiando sino en la misma
forma indolente con que leería una n o v e la ...”
Precio: $ 16.—
NUEVA YORK 1924
Por el D r. A lejan d ro A l e k h in e

TORNEO INTERNACIONAL DE GRANDES MAESTROS DEL AJEDREZ


Tomaron parte: Dr. Emmanuel Lasker, José Raúl Capablanca,
Alekhine, Marshall, Ricardo Reti, Maroczy, Bojoljubow, Dr. Tarta-
kower, Yates, Ed. Lasker, Janowsky.
Precio: $ 30.—

LA VIDA DE ARTURITO POMAR


Por F uentes y D r. G an zo

Una biografía del niño prodigio y recopilación de sus mejores par­


tidas, entre las que se incluyen las que le valieron la obtención del
título de Campeón de España, comentadas por él mismo y por los
autores.
Precio: $ 12.—

CURSO SUPERIOR DE AJEDREZ


Por R ic a r d o R etí
Obra insuperable del extraordinario maestro y didacta Reti, con las
conferencias que dió en Buenos Aires, cuando visitó la Argentina.
CONTIENE: Estado actual del juego de posición. — Cómo deben
desarrollarse las piezas. — Algunas típicas combinaciones contra el en­
roque corto. — Forma de explotar las debilidades que produce el avan­
ce del PAR después del enroque. — Las cadenas de peones. — El gam­
bito de la dama. — El peón aislado. — Defensa moderna contra PD.
Precio: $ 15.—

SECRETOS DE ESTRATEGIA MAGISTRAL


EN AJEDREZ
Por M. B o t w in n ik

Contiene las doce partidas del match Flohr y Botwinnik.


(En preparación una nueva edición)

UBRETAS PARA ANOTAR PARTIDAS DE AJEDREZ


Excelente archivo con capacidad para 70 partidas y una página
final para el índice.
Precio: % 10.—
T T

TORNEO SEXTANGULAR BUENOS AIRES - LA PLATA


1947
P or A rnoldo E llerm an

Stahlberg - Najdorf - Eliskases - Euwe - Piinik - Rosetto


Precio: $ 5.—

COMO CONDUCIR LOS FINALES


(Traducción del inglés por M. V. PODESTA)
P o r E u g e n io Z n o s k o B o r o v s k y

Ta están en venta los dos tomos de esta obra maestra, que en el


mundo se aprecia como do las mejores.
Si bien es cierto que existen varios libros de Finales en nuestro
idioma, ninguno puede compararse con este de Znosko-Borovsky, puesto
que sus excepcionales condiciones de gran didacta —está considerado
el mejor escritor europeo de ajedrez— hacen que sus amenas explica­
ciones tengan la suficiente claridad para que sus análisis puedan ser
comprendidos por todos los aficionados, aún los más modestos.
Con esta edición, la EDITORIAL GRABO viene a llenar una laguna
de la literatura ajedrecista de habla castellana, haciendo honor a la
vez a la bibliografía argentina del noble deporte.
Precio de cada tomo: $ 20.—

En preparación para publicarse durante el año 1954755:

MANUAL DE LAS APERTURAS - APERTURAS


ABIERTAS
P o r el G r a n m a e s t r o P a ú l K e r e s

La más extraordinaria obra escrita sobre estas líneas de juego por el


genial gran maestro soviético Kerez.
Obra en dos tomos traducida de la versión rusa por los ingenieros J.
Gorkin y D. A. Laachaga y revisión técnica de E. J. Marchisotti.

C A P A B L A N C A
Por el Dr. M AX EUWE y J. PRINS

Contiene una selección de 175 partidas del genio de todos los tiempos
Raúl J. Capablanca, comentadas con la autoridad técnica de los autores.
Es el mejor tratado que se ha escrito sobre Capablanca, habiendo sido
editado en Holanda en el año 1952. La traducción está a cargo de un exper­
to jugador español.
El Medio Juego en Ajedrez

EL MEDIO EN AJEDREZ
Por EUGENIO ZNOSKO-BOROVSKY

(Traducción del inglés por M. V. Podestá)

Esta obra está conceptuada como lo mejor que se haya escrito sobre
esta fase del juego de ajedrez.
Una vez más, con este libro, su autor deleita a los aficionados, ha­
ciendo gala de su reconocida maestría en el arte de enseñar, y por lo
tanto hace que el mismo pueda ser interpretado por los aficionados de
todas las categorías.
1

i
Este SUPLEMENTO de la Revista Argentina de Ajedrez “CAISSA” , se
terminó de imprimir el día 24 de mayo de 1954, en los talleres de Im­
presiones EL SOL, S. R. L., Jujuy 729, Buenos Aires, Rep. Argentina
mu
Revista Argentina
de Ajedrez

Fundada el 1? de Enero
de 1937

Director:
Eduardo G. Marchisotti

Secretario de Redacción:
Máximo V. Podestá

Administrador:
Enrique L. Boero

Publica artículos técnicos


de grandes maestros, par­
tidas comentadas, proble­
mas, finales, informacio­
nes de las a c t i v i d a d e s
ajedrecísticas del país y
extranjero.

Suscripción anual. $ 30.—


Número su e lto ........ <
r>.—

Publicación bimewtral
Edición de la
Editorial GRABO
Buenos Aires - Airmtina

También podría gustarte