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El Profesional

de La Contaduría Pública
Arabellis Calderón, CPA
Socia de Canahuate Calderón & Asociados :4V$VNQMJNJFOUP²UJDP

La Ley 633 del 16 de junio del 1944, otorga fe pú- Uno de los más sonados y que ha tenido más im-
blica a los Contadores Públicos Autorizados de la pacto en nuestra profesión es el caso Enron, pues
República Dominicana, lo que coloca al profesional por este, una de las firmas más grandes de audi-
de la Contaduría frente a un privilegio, pero tam- tores y consultores del mundo ¨Arthur Andersen¨,
bién frente a un gran reto al emitir sus dictámenes. desapareció, causando a su vez el desprestigio pro-
En tal sentido, los (las) contadores (as) tenemos el fesional de gran parte de sus colaboradores y hasta
compromiso de que nuestro ejercicio profesional la muerte de algunos de sus socios, que también,
sea llevado a cabo con los más altos niveles éticos dejó sin empleo a más de 21,000 personas, y con
y cumplimiento de los estándares que rigen la pro- ello la falta de credibilidad de la profesión. Esto
fesión. Al parecer no nos hemos dado cuenta de trajo como consecuencia que el Congreso de los
que somos uno de los sectores que más podemos Estados Unidos tomara carta en el asunto, impul-
contribuir con la transparencia y por ende con el sando la Ley Sarbanes Oxley, la cual establece una
desarrollo de las naciones. serie de controles y regulaciones para las empre-
sas norteamericanas que cotizan sus acciones en
En los años recientes, se han suscitado grandes es- bolsas de valores, así como para sus subsidiarias y
cándalos por fraudes, tanto a nivel internacional filiales alrededor del mundo.
como en nuestro país, lo cual nos obliga a reflexio-
nar profundamente sobre el particular. A raíz de los escándalos por fraude, se creó en Es-
tados Unidos el PCAOB, que es una corporación

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sin fines de lucro establecida por el Congreso para Lamentablemente, en la comisión de fraudes finan-
supervisar las auditorías de las empresas públicas, cieros siempre está ligado un colega, lo que va en
con el fin de proteger a los inversores y el interés detrimento de todos los profesionales de la conta-
público mediante la promoción de los informes de duría pública.
auditoría informativos, precisos e independientes.
En República Dominicana, el Instituto de Contado- Thomas Carlyle, historiador, pensador y ensayis-
res Públicos Autorizados, es el órgano rector de la ta inglés del Siglo XIX, decía que con números se
profesión; no obstante, vemos como las diferentes puede demostrar cualquier cosa, pero las virtudes,
Superintendencias regulan parcialmente el ejercicio contrario a los axiomas, sí que son una verdad que
de la profesión a través de Resoluciones con riguro-necesitan demostración. Actuemos pues, confor-
me a los más altos estándares éticos y morales en
sos requisitos individuales para el registro sectorial
de firmas y profesionales liberales. el desempeño de nuestras funciones, para que con-
tribuyamos al fortalecimiento de nuestra profesión.
Es obvio que hubo fallas en todo el conjunto de Así colaboraremos en la construcción de un mejor
las personas que participaron en la comisión de los nivel de vida para nuestros pueblos.
fraudes, los cuales a nuestro entender, tienen su
origen principalmente en la falta de ética de mu-
chos de los involucrados.

La Federación Internacional de Contabilidad (IFAC


por sus siglas en inglés) ha emitido un Código de
Ética Profesional, el cual fue adoptado por nuestro
Instituto de Contadores Públicos Autorizados de la
República Dominicana (ICPARD), pero entendemos
que este no ha tenido la difusión suficiente entre la
clase profesional.

La Ética es un Valor, que inicia en el seno familiar,


y se va fortaleciendo a través de nuestro desarrollo
como individuo y como profesionales.

Los (las) contadores (as) debemos ser, ante todo,


profesionales fieles a la verdad, aliados del orden
contable, de la confiabilidad, la disciplina y el rigor
de la transparencia; promotores de la seguridad
financiera de los entes que representan la dinámica
económica de nuestros países, ávidos de un per-
manente orden y crecimiento económico, del que
dependen sus ciudadanos y aquellos que desde
otras tierras eligen las nuestras para colocar sus in-
versiones.

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