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PARA SER PERSONA

Xosé Manuel Domínguez Prieto

La gran obra de nuestra vida es nuestra propia persona, no lo es todo aquello que podemos crear,
aquellas experiencias que podemos vivir, aquellos encuentros que podemos realizar, y mucho
menos aquello que lo queremos disfrutar o tener.

Pero, si bien, mi propia persona es la gran obra de mi vida, no es ella su fin porque la persona es
continuidad, llamado, ella no es su argumento, sino que su vida es llamada y su responsabilidad es
la respuesta.

En efecto, la persona no es el fin de sí misma, no está clausurada en su exclusiva felicidad su final


está más allá de ella, tanto es así, que la persona se construye como tal en la medida en que se
centre en que su vida sea desvivirse por otros en la realización de un horizonte de sentido. La vida
de la persona es realización de un sentido que va descubriendo y que está más allá de sí.

Pero esto no es una hipótesis, ni una teoría, es una experiencia de toda persona, toda persona se
percibe asimismo como siendo alguien y no una cosa un mero individuo más, y somos alguien en
la medida en que actuamos como alguien en la realización de la obra que somos, de la llamada
que somos, en este sentido somos actividad, fuerza, creatividad, somos energía, actividad.

Pero somos energía en la medida en que vamos haciendo emerger toda la riqueza que hay en
nosotros, o vamos haciendo fructificar toda la riqueza que vamos adquiriendo a lo largo de la vida,
somos un conjunto de capacidades somos dinamis: potencialidad.

Nuestra propia identidad, lo que somos cada uno, Se manifiesta en una constelación de
capacidades, físicas y psíquicas. Así, nuestras capacidades son lingüísticas y comunicativas,
destrezas manuales, intelectuales y abstractiva, capacidades de relación, capacidades afectivas
entre paréntesis capacidad de apertura, de llegar al otro, amabilidad, de ternura, generosidad,
perdón, tolerancia, conocer los propios defectos, saber expresarnos, saber controlarlos, saber
conocer los defectos ajenos, saber resolver conflictos.

Capacidades de acción (capacidad de organizar, gestionar, estructural, gobernar), capacidades


artísticas (plásticas, musicales, corporales, visuales), capacidades físicas y psicomotoras,
capacidades fisiológicas. Capacidades morales o de gestionar la propia vida pero también somos
cuerpo, un temperamento, lo que nos ha dado la educación, El entorno personal, Unas personas
significativas.
Por tanto, en primer lugar, somos don. Recibimos un material en bruto. Pero luego cada uno tiene
que cumplir su propia estatua: cada uno tiene que presentar sus conocimientos, adquirir dominio
de sí, prudencia, fortaleza, templanza, humor, amabilidad, generosidad, magnanimidad. Por eso el
resultado final depende de lo que uno hace con lo que has recibido y no tanto de lo que has
recibido. No somos lo que señala en estos dones, posibilidades y capacidades recibido sino lo que
permiten estos dones. Posibilidades y capacidades: somos lo que queremos ser en función de lo
que de lo que estamos llamados hacer y podemos ser.

Pero no sólo somos creatividad, actividad, potencia, capacidad. También somos finitud, limitación.
Nuestras fuerzas y capacidades son limitadas. Nuestro tiempo es limitado entre paréntesis lo cual
no debe ser motivo de angustia sino de tomar conciencia de la responsabilidad ante cada opción,
ante cada momento de nuestra vida). Somos homo sapiens, homo Faber pero también homo
Patience: hombre sufrientes. Cargamos con la culpabilidad, con el sufrimiento, con la muerte y
siendo esta una extralimitación, también supone un reto: el reto de realizarnos en el sufrimiento,
transformando el sufrimiento en tarea personal,

El sufrimiento es ocasión de crecimiento y conversión, la muerte en toma de conciencia de la


fugacidad del propio tiempo, de que cada día es único, de que cada ocasión es irrepetible. El gran
reto de la persona no es, por tanto, en ilustrado atrévete saber, en el hedonista “atrévete a
disfrutar”. Ni el economista “atrévete a tener”. El gran reto que se me presenta como persona es
“atrévete a esculpir tu propia estatua”

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