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El conocimiento de la existencia de petróleo en las cuencas sedimentarias costeras del

Perú se remonta a los tiempos de las primeras culturas que habitaron estas regiones. En
algunas zonas del Perú, especialmente en la costa norte, así como en otras partes del
territorio peruano como Chumpi en Ayacucho y diversas localidades en las regiones
subandinas, las emanaciones superficiales de petróleo (resumideros), fueron conocidas
desde tiempos incaicos y probablemente pre-incaicos. Los indígenas lo utilizaban con
fines medicinales o como impermeabilizante.
El inicio de la industria petrolera mundial tuvo lugar con el éxito del pozo perforado por
Coronel Drake en la localidad de Oil Creek, Titusville, Pennsylvania, en el año de 1859.
Este pozo fue perforado próximo a una emanación superficial, pues a ese tiempo era la
señal más evidente para considerar la existencia de petróleo en el subsuelo.
El primer pozo Petrolero perforado en América del Sur fue Un pozo tubular en el cuál se descubrió
petróleo a los 24 metros de profundidad en Noviembre de 1863 en la costa norte del Perú, en el
yacimiento de Zorritos, en la cuenca Tumbes. Este pozo empezó a producir 60 barriles de petróleo por
día de 35º API, fue el primer pozo perforado en América del Sur.

Los restos de antiguas vasijas de barro junto a los resumideros de petróleo en la zona
conocida como La Brea en el departamento de Piura, cercanos a los actuales yacimientos
de petróleo de Talara, atestiguan la evidente utilización que le dieron a la brea de
petróleo, conocida como “copé” por los antiguos. En el Perú la industria del petróleo tuvo
su origen en la costa norte, y sucesivamente se fueron integrando a las actividades de
exploración y explotación del petróleo el resto de cuencas sedimentarias del Perú tanto
las ubicadas en el continente como sus extensiones costa fuera.
La historia de exploración por hidrocarburos en la cuenca Sechura, se inició en 1891, cuando la compañía
Union Petroleum Syndicate perforó al oeste del Muelle de Bayovar el primer pozo de la cuenca. Recién
en 1952 se reactivó el interés por explorar la cuenca Sechura, cuando el gobierno peruano expidió una
ley de promoción de la exploración, que fue el incentivo para la tercera campaña exploratoria que se
inició en agosto de 1953 y se extendió hasta noviembre de 1961. Sin embargo, lo más resaltante en la
exploración de la cuenca Sechura como proyección a futuro, fue el descubrimiento por SAVIA en el 2005
de petróleo en reservorios fracturados de la formación Amotape . Este fue el primer descubrimiento de
petróleo en reservorios fracturados en la zona costafuera de la cuenca Sechura, y abre un futuro
promisorio para la exploración de este reservorio en el resto de las áreas costafuera de las cuencas
talara y sechura
En el Perú se producen alrededor de 36 millones de barriles anuales de petróleo crudo. La selva es la región más
productiva, con un promedio de 24,8 millones de barriles al año (equivalente a 68000 barriles* por día), produciendo
el 70% del petróleo crudo del país.

La producción de petróleo y gas natural de Perú alcanzó en octubre su mayor nivel en el


año, pero el promedio de 2021 se mantiene por debajo de lo registrado en 2019 y 2020.

El mes pasado, la producción petrolífera promedió 44.284b/d, 7% más que en septiembre,


impulsada por incrementos en los bloques 95 de PetroTal y 67 de Perenco, según
información de la autoridad de licenciamiento de hidrocarburos Perupetro.
El Perú no es un país productor de petróleo. La máxima producción se alcanzó en los años 80 y apenas se superaron
los 200 mil barriles diarios. Hoy se comprueba que la dependencia externa de crudo asociada a la brecha entre
producción y demanda nacional se incrementa, lo que puede resultar angustiante y condicionar seriamente las
actividades económicas del Perú.

La situación no es novedosa. La producción del crudo convencional en el Perú se reduce


gradualmente desde el año 1980. 32 años de reducción continua de la producción de petróleo en
el Perú no convence a la clase dirigente nacional para iniciar un proceso serio y planificado de
transición hacia un modelo energético desacoplado del petróleo.

En la figura 2, se observa que del año 2002 al 2012, la producción nacional se ha reducido en 27
mil barriles diarios. En el 2006 y 2007 se incrementó la producción en 2 mil barriles diarios,
pero los siguientes años se reinició una importante reducción de la producción nacional.

Por otro lado, entre el 2002 y 2012, la producción de crudo convencional se ha reducido en 10
millones de barriles anuales, figura 3. No es difícil deducir que el Perú experimenta una
inexorable reducción del principal recurso energético del país, deslizándose peligrosamente
hacia una dependencia energética nunca antes imaginada e incrementando la vulnerabilidad
energética del país.

Se observa que la producción en la selva presenta una incesante reducción. Es muy probable,
incluso, que los tan publicitados nuevos descubrimientos en la selva no permitan recuperar la
producción de años anteriores.

Mientras la producción de crudo nacional se reduce inexorablemente, la demanda de derivados


de petróleo se incrementa a un ritmo preocupante. Según datos del Osinergmin, entre enero y
junio del año 2012, la demanda promedio de productos derivados de petróleo superó los 200 mil
barriles diarios.
En la figura 4, se observa que la demanda conjunta de diesel y GLP supera el 65% del consumo
total de derivados de petróleo. El crecimiento económico del país y el creciente número de
nuevos automóviles ha disparado la demanda de petróleo. El incremento del consumo y la
reducción de la producción, aumenta el volumen de importaciones de petróleo y derivados,
acentuando la dependencia energética del Perú de recursos fósiles externos.
En el 2010, el Perú ocupaba el puesto 14 en el mundo por porcentaje de dependencia del
petróleo, figura 5. Es muy probable que actualmente el Perú se encuentre en el Top 10 de países
adictos al petróleo. Tres países europeos del Top 10 - España, Grecia y Portugal - sufren terribles
recesiones económicas a causa de la excesiva dependencia del petróleo extranjero. La excesiva
dependencia del petróleo adquiere una dimensión escandalosa y es el problema más grave del
Perú.
Sin embargo El ministro de Energía y Minas, Juan Carlos Liu, proyectó que para el 2023 el
Perú logrará alcanzar una producción de 100,000 barriles de petróleo por día, tomando en
cuenta la recuperación que ha mostrado la industria en el último año.

“La producción de petróleo se ha recuperado (…) tenemos como meta llegar al 2023 con
una producción de 100,000 barriles diarios”, manifestó al Diario Oficial El Peruano.

5 de enero se produjo un derrame de petróleo durante las operaciones de descarga del Buque Tanque Mare Doricum,
en las instalaciones del Terminal Multiboyas N° 2, de la refinería La Pampilla S.A.A., a cargo de Repsol, en
Ventanilla. Este hecho fue catalogado por la Cancillería como “el peor desastre ecológico ocurrido en Lima en los
últimos tiempos” debido a sus proporciones. Se arrojaron 11 mil barriles aproximadamente dañando áreas naturales
protegidas y zonas reservadas

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