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Los invertebrados

marinos
Editor responsable
Javier A. Calcagno

Los invertebrados
marinos

VAZQUEZ
MAZZINI
EDITORES
Fundación de Historia Natural Félix de Azara
Departamento de Ciencias Naturales y Antropológicas
CEBBAD - Instituto Superior de Investigaciones
Universidad Maimónides
Hidalgo 775 - 7° piso (1405BDB),
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.
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Javier A. Calcagno
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autores y no es responsabilidad de la editorial el contenido de la presente obra.

Primera edición 2014


Impreso en la Argentina
Se terminó de imprimir en el mes de Octubre de 2014, en la ciudad de Buenos Aires.

Los invertebrados marinos /


Javier A. Calcagno ... [et.al.]. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires :
Fundación de Historia Natural Félix de Azara, 2014.
354 p. : il. ; 17x24 cm.

ISBN 978-987-3781-02-5

1. Ciencias Naturales. I. Calcagno, Javier A.


CDD 570
Índice
Prefacio............................................................................................................................ 7

El estudio de los invertebrados marinos.................................................... 9


Javier A. Calcagno

PROTISTAS MARINOS..................................................................................................... 13
Viviana A. Alder

RADIOLARIA (ACANTHARIA POLYCYSTINA Y PHAEODARIA)............................ 35


Demetrio Boltovskoy y Nancy Correa

PORIFERA.......................................................................................................................... 49
Laura Schejter

CNIDARIA.......................................................................................................................... 67
Gabriel N. Genzano, Agustín Schiariti y Hermes W. Mianzan

BRYOZOA........................................................................................................................... 87
Juan López Gappa

NEMATODA MARINOS DE VIDA LIBRE...................................................................... 99


Catalina T. Pastor de Ward y Virginia Lo Russo

POLYPLACOPHORA....................................................................................................... 119
María G. Liuzzi

GASTROPODA................................................................................................................. 133
Juliana Giménez y Maria E. Torroglosa

BIVALVIA......................................................................................................................... 147
Diego G. Zelaya y Marina Güller

BIVALVIA: Ecología................................................................................................... 163


Héctor E. Zaixso

BIVALVIA: Importancia económica................................................................................. 169


Héctor E. Zaixso

CEPHALOPODA.............................................................................................................. 173
Nicolás Ortiz y María E. Ré

LOS MOLUSCOS COMO BIOINDICADORES............................................................. 193


Sebastián E. Sabatini y Javier A. Calcagno
POLYCHAETA.................................................................................................................. 197
Rodolfo Elías y Lobo Orensanz

BRACHYURA................................................................................................................... 205
Sven Thatje y Javier A. Calcagno

CIRRIPEDIA..................................................................................................................... 213
Jessica N. Curelovich y Javier A. Calcagno

GALATHEIDAE, MUNIDIDAE, MUNIDOPSIDAE, EUMUNIDIDAE,


CHIROSTYLIDAE, y KIWAIDAE............................................................................. 225
Patricia Pérez-Barros y Mariano J. Diez

Lithodidae .................................................................................................................. 243


Gustavo A. Lovrich

AMPHIPODA.................................................................................................................... 265
Ignacio L. Chiesa y Gloria M. Alonso

EUPHAUSIACEA............................................................................................................. 277
Enrique R. Marschoff

CHAETOGNATHA........................................................................................................... 289
María C. Daponte

ECHINODERMATA.......................................................................................................... 295
Analía F. Pérez, Damián G. Gil y Tamara Rubilar

TUNICATA........................................................................................................................ 317
Marcos Tatián, María C. Daponte, Ricardo Sahade y Graciela B. Esnal

ESPECIES INVASORAS Y CONSERVACIÓN .............................................................. 335


Gustavo Darrigran y Santiago Torres

Nómina de autores.................................................................................................. 353


Prefacio
Los invertebrados marinos es un manual des- como “protistas”, la presente obra incluye un ar-
tinado a estudiantes de nivel terciario y univer- tículo referido a la generalidad de los protozoos
sitario que pretende poner una mirada sobre la marinos heterótrofos y mixótrofos bajo el título
situación actual e histórica del conocimiento de de “Protistas Marinos”, mientras que los radiola-
la invertebradofauna en general y en particular en rios (Acantharia, Polysystina y Phaeodaria) son
el estado de su conocimiento en nuestro país. En abordados en un artículo aparte.
este contexto se ha convocado a destacados espe- Otros grupos son tratados en un artículo único
cialistas en cada grupo, lo que le confiere a la obra por dos o más coautores o por un solo autor. Tal
una calidad especial. es el caso de los anfípodos, cnidarios, tunicados,
Debido a la heterogeneidad de los temas trata- equinodermos, poliquetos, nematodos, briozoos,
dos, Los invertebrados marinos se estructura en poríferos y quetognatos. También se incluye un
una serie de artículos agrupados en secciones que artículo dedicado a las especies invasoras, tema
los abarcan, de extensión variable, dependiendo que ha tomado mucha relevancia en las últimas
de cada grupo particular. décadas debido a su impacto ecológico y econó-
Algunos grupos, como por ejemplo los crustá- mico.
ceos, los protistas, los bivalvos y los moluscos, Por último, cabe destacar la desinteresada par-
son abordados desde distintos puntos de vista ticipación de los prestigiosos profesionales que,
por varios autores en textos independientes. En restando tiempo a sus múltiples actividades, con-
el caso particular de los organismos conocidos tribuyeron a que la presente obra se concrete.

Javier A. Calcagno

7
El estudio de los
invertebrados marinos
Javier A. Calcagno

Los griegos antiguos realizaron un aporte significativo al estudio de la biodiversidad animal al pro-
poner la clasificación según la que se separaba a los invertebrados del resto de los animales. Así es
como Aristóteles (384–322 a.C.) clasificaría a los animales como “enaima” o animales con sangre y
los “anaima” o animales sin sangre, que no eran otros que los vertebrados e invertebrados respectiva-
mente.
Pero habría que esperar hasta los siglos XVIII y IXX para que el estudio de los invertebrados se
constituyera en una disciplina sistemática, y entre los precursores en esta nueva manera de clasificar a
la naturaleza es de destacar la tarea de Jean Baptiste de Lamarck (1744 –1829).
Lamarck nació en Bazetin-le-Petit, Francia y aunque es más conocido por su teoría de la evolución,
sus estudios universitarios fueron en medicina y su interés científico principal, la botánica. Precisamen-
te, su nombramiento como miembro de la Academia Francesa de Ciencias, con lugar de trabajo en el
Museo de Historia Natural, no fue en mérito a su teoría evolutiva, sino gracias a su conocimiento de los
vegetales. No obstante, cuando en 1793 comenzó a desempeñarse como profesor lo hizo en el depar-
tamento de “Insectos y gusanos”, al que le cambiaría el nombre por el más apropiado de “Zoología de
invertebrados”, término este último cuya creación se le atribuye.
Entre los aportes más significativos de Lamarck se encuentra la observación que el sistema nervioso
se hace más complejo a medida que se avanza en la escala zoológica y la propuesta de esta característica
como base para la clasificación de los animales en tres grupos:

- Los animales dotados de irritabilidad (invertebrados inferiores)


- Los animales que poseen además “sentimiento interior” (invertebrados superiores)
- Los organismos que revelan inteligencia y voluntad (vertebrados).

En esta primera clasificación, Lamarck dividió a los invertebrados en moluscos, insectos, Gusanos,
Equinodermos y Pólipos, pero más tarde (1809) propuso la existencia de 10 clases: Moluscos, Cirripe-
dios, Anélidos, Cangrejos, Arañas, Insectos, Gusanos, Equinodermos, Pólipos e Infusorios. Lamarck
volcó estos conocimientos en los siete tomos de su obra mas destacada, Historia natural de los animales
invertebrados (1815-1822). Cabe destacar que muchas de las denominaciones propuestas por Lamarck
siguen siendo de uso corriente en la zoología moderna, aunque la composición de los grupos ha sufrido
modificaciones a lo largo del tiempo. La clasificación de los invertebrados de Lamarck se basó en el
trabajo de otro francés, Georges Cuvier (1769 -1832) que había propuesto la división de los animales en
Vertebrados, Moluscos (que se correspondían con los “Invertebrados” de Lamarck), Articulados y Ra-
diados, sobre la base de la morfología funcional, idea que plasmó en los cuatro volúmenes de su Reino
animal distribuido a partir de su organización aparecido en 1817. Sus estudios convierten a Cuvier en
pionero en la anatomía comparada y es autor del llamado “Principio de correlación de las partes” según
el cual todas las estructuras en el cuerpo de un animal están relacionadas funcionalmente entre si y los
hábitos determinan su forma anatómica.
Otro científico que haría un aporte importantísimo al estudio de los invertebrados sería Alcide
d’Orbigny (1802 - 1857). Nacido en Couëron, Francia, en el seno de una familia de médicos naturalistas

9
y un gran viajero y naturalista él mismo, d’Orbigny visitó Sudamérica enviado por el Museo de Historia
Natural de París en viaje de exploración científica.
La cronología del viaje de d’Orbigny por Sudamérica establece que llegó a Montevideo hacia fines
de 1826, con 24 años de edad, para explorar la Banda Oriental. Desembarcó en Buenos Aires en enero
de 1827. Remontó el río Paraná hasta Corrientes, visitando Rincón de Luna, Itatí, Goya, y el Iberá.
También visitó Chaco, donde produjo trabajos antropológicos en la nación Toba, para luego regresar a
Buenos Aires a mediados de 1828.
Su interés por la geografía, la zoología, la botánica y por la situación política y económica de los
lugares que visitó, nos permite actualmente tener una cabal descripción de la vida en aquellos tiempos.
También visitó la Patagonia, y exploró durante varios meses los alrededores de Carmen de Patagones, la
boca del Río Negro, Bahía San Blas y Punta Rasa. Como resultado de su estadía en Argentina describió
cientos de especies, vegetales y animales, entre estos últimos los caracoles del género Buccinanops,
muy comunes en fondos arenosos a lo largo de la costa Atlántica, y en total unas 5000 especies de in-
vertebrados, entre los que se encuentran el pulpito (Octopus tehuelchus), la vieira (Chlamys tehuelcha)
y el mejillón (Mytilus edulis platensis).
En 1834, a su regreso a Francia, d’Orbigny escribió la monumental obra en nueve volúmenes de su
Viaje a la América Meridional. Son clásicos sus tabajos pioneros acerca de los cefalópodos Clasifica-
ción metodológica de la clase cefalópodos (1826) y Monografía sobre el cefalópodo Cryptodibranches
(1839), así como aquellos donde se abordan tópicos relacionados con grupos de invertebrados vivientes
y fósiles. En este sentido cabe destacar sus obras Historia general y particular de Crinoides vivos y
fósiles (1840), Moluscos vivos y fósiles (1845), Foraminíferos fósiles de la cuenca de Viena en Austria
(1846) y Curso elemental de paleontología (1849-52). En particular, sus estudios de los foraminíferos
fósiles le valieron ser considerado el fundador de la micropaleontología.
Como queda dicho, el hecho de que los científicos se lanzaran a la exploración del mundo permitió un
avance extraordinario de las ciencias naturales. Y entre los científicos viajeros mas influyentes de todos
los tiempos se encuentra sin dudas Charles Darwin.
Ya todo se ha dicho acerca de Darwin (Shrewsbury, Shropshire, Inglaterra1809 – Downe, Kent In-
glaterra1882), sobre todo en relación a la historia de sus obras mas conocidas El origen de las especies
por medio de la selección natural, o la preservación de las razas preferidas en la lucha por la vida, El
origen del hombre y de la selección en relación al sexo y La expresión de las emociones en los anima-
les y en el hombre. El estudio de los invertebrados fue “el primer amor” de Darwin. Estos organismos
llamaron su atención a tal punto que algunos autores proponen que fueron estos los que decidieron a
Darwin a abandonar sus estudios de medicina para dedicarse de lleno a la biología.
Es indudable que el viaje que realizó a bordo del Beagle entre 1831 y 1836 fue la experiencia que lo
llevó a postular de su famosa teoría y resulta evidente que en ese proceso los invertebrados jugaron un
papel fundamental, como queda reflejado en sus notas de abordo y por la importancia que le dio a sus
muestras de plancton, que, según sus anotaciones, “aprovechaba a tomar durante los periodos de viento
calmo”.
Sobre la base de material encontrado en Punta Alta y Monte Hermoso, (Provincia de Buenos Aires),
en la desembocadura del Río Negro, en Puerto Deseado (Provincia de Río Negro) y en Puerto San
Julián (Provincia de Santa Cruz), describió gran cantidad de invertebrados fósiles, principalmente mo-
luscos.
También, fue fundamental el aporte de Darwin al conocimiento de los cirripedios. En referencia a
este grupo, en 1854, Darwin publicó su obra Una monografía de la subclase Cirripedia y el material
de su colección, de la que muchos de sus ejemplares fueron obtenidos en Argentina, todavía se puede
consultar en el Museo de Historia Natural de Londres.

El conocimiento de la invertebradofauna tiene su correlato en la calidad de las colecciones, y en ese


sentido la investigación de los invertebrados en la Argentina esta definitivamente ligada a la historia del
Museo Argentino de Ciencias Naturales (MACN).
El MACN posee la más valiosa colección de invertebrados del país, iniciada con la donación, realiza-
da en 1814 por el Presbítero Bartolomé Muñoz de un conjunto de “objetos de Historia Natural e instru-

10
mentos para empezar a formar un gabinete” que contaba, entre otros elementos “Quinientos testáceos
que forman una regular colección de conchas de sus 36 géneros de Linneo”. Esta colección se ha ido
incrementando, producto de diferentes aportes privados, pero fundamentalmente gracias al material
aportado por los investigadores, hasta llegar en la actualidad a poseer mas de 450.000 ejemplares. Vale
recordar que esta Colección Nacional incluye la colección malacológica de Eduardo Holmberg, la co-
lección de invertebrados del Instituto Antártico Argentino, y cuenta con material proveniente no solo de
Argentina, sino también del resto del mundo.

Cabe destacar que la República Argentina, por razones geográficas e históricas siempre ha sido un
campo fértil para el desarrollo de la investigación relacionada con los invertebrados marinos. El litoral
marítimo argentino se extiende a lo largo cinco provincias y abarca aproximadamente 6.800 kilómetros
de costa, según las últimas estimaciones que tienen en cuenta para éste cálculo la longitud definida por
el contorno de las costas.

En este contexto, la historia local del estudio de los invertebrados es prolífica y ha sido abonada por
el trabajo de destacados investigadores.
No es posible una historia cabal de la investigación en las ciencias marinas sin mencionar la notable
obra del Dr. Esteban Boltovskoy, que durante casi 50 años de fructífera labor ha contribuido como
pocos al conocimiento de los ambientes marinos, destacándose sus estudios de los foraminíferos, la
biogeografía del Mar Argentino, y la circulación superficial y mezcla en el Océano Atlántico Sudocci-
dental.
Otro destacado investigador en el área de la biología de los protozoos marinos, el Profesor Enrique
Balech, cuenta entre sus aportes más importantes el haber descrito el comportamiento de las corrientes
marinas del Atlántico Sudoccidental, sobre la base del conocimiento de la diversidad de dinoflagelados.
Por otro lado, la Profesora Irene Bernasconi desarrolló, por más de treinta años, una tarea fundamen-
tal esclareciendo aspectos de la diversidad de asteroideos, ofiuroideos y equinoideos y sus trabajos son
aun hoy referencia obligada en el estudio de los equinodermos.

En cuanto a la ecología de los invertebrados marinos, en la Argentina, la mayor parte de la informa-


ción proviene del estudio de las comunidades intermareales, tema en el que los trabajos pioneros de los
Dres. Raúl Ringuelet y Santiago Olivier, principalmente durante la década de 1960, cuando la ecología
era una disciplina de incipiente desarrollo en el país, marcan un hito insoslayable en el conocimiento de
estos ambientes. Sus novedosos trabajos, realizados en las costas patagónicas y bonaerenses sentaron
las bases del estudio de la ecología de ambientes marinos en el país.

En la actualidad, la importancia del estudio de los invertebrados marinos en la Argentina se refleja en


los numerosos Institutos y Universidades en todo el país que alojan grupos de investigación dedicados
al tratamiento de temas relacionados con la biología marina en general y los invertebrados en particular,
muchos de cuyos investigadores se cuentan entre los autores de este libro.

11
PROTISTAS
MARINOS
Viviana A. Alder

INTRODUCCIÓN plantas y animales. Según este esquema básico, a


las plantas les correspondían las características de
En 1673, el editor de Philosophical Transac- ser organismos sésiles con pigmentos fotosinté-
tions of the Royal Society of London recibió una ticos para la síntesis de las sustancias esenciales
carta del anatomista Regnier de Graaf informan- para su metabolismo a partir de sustancias inor-
do que un comerciante holandés, Antonie van gánicas (nutrición autótrofa), y de poseer células
Leeuwenhoek, había “diseñado microscopios rodeadas por paredes de celulosa. En oposición
muy superiores a aquéllos que hemos visto has- a las plantas, les correspondía a los animales los
ta ahora”. Van Leeuwenhoek vendía lana, algo- atributos de tener motilidad activa y de carecer
dón y otros materiales textiles, y se había visto tanto de pigmentos fotosintéticos (debiendo por
en la necesidad de mejorar las lentes de aumento lo tanto procurarse su alimento a partir de sustan-
que comúnmente usaba para contar el número cias orgánicas sintetizadas por otros organismos)
de hebras y evaluar la calidad de fibras y tejidos. como de paredes celulósicas en sus células.
Así fue que construyó su primer microscopio de Es a partir de los estudios de Georg Gol-
lente única: simple, pequeño, pero con un poder dfuss  (1782-1848) que estos diminutos organis-
de magnificación de hasta 300 aumentos (¡diez mos, invisibles a ojo desnudo, comienzan a ser
veces más que sus precursores!). Este magnífico clasificados como plantas primarias (protofitas)
dispositivo le permitió no sólo lograr una ópti- o animales primarios (protozoos). Este nuevo sis-
ma eficiencia en su trabajo sino que, al utilizarlo tema de clasificación permaneció en uso e inal-
para observar el agua de una laguna, descubrió un terable durante muchos años, a pesar de que las
mundo insospechado y fascinante: una multitud formas de vida que iban descubriéndose no se
de “animálculos” y “pequeñas anguilas” entrecru- ajustaban a las características empleadas para di-
zándose y nadando en todas direcciones. En sus ferenciar entre plantas y animales, por lo que su
cartas a la Royal Society figuran pues las prime- asignación a uno u otro reino resultaba forzada.
ras descripciones de lo que hoy conocemos como En 1866, el zoólogo alemán Ernst Haeckel pro-
bacterias y protozoos, abriendo así el camino a la pone la creación de un tercer reino, Protista, para
microbiología y a la protistología. Más tarde, van incluir a todos aquellos organismos “inferiores”
Leeuwenhoek complementaría sus estudios con que no satisfacían los requerimientos para ser
observaciones sobre espermatozoides, células incorporados a ninguno de los otros dos reinos.
sanguíneas y diversos temas de embriología, his- Este concepto, desatendido por la gran mayoría
tología, entomología, botánica y cristalografía. Su de los investigadores de la época, originalmente
arte para la construcción de microscopios residía abarcaba no sólo a las algas y los protozoos sino
en la excelente calidad del cristal empleado y en también a las bacterias. Posteriormente, Copeland
la técnica de pulido del mismo para lograr lentes (1938, 1956) propone ubicar a los microorganis-
biconvexas de corta distancia focal. Esta técnica mos sin núcleo (bacterias y algas azules) en un
fue mantenida en celoso secreto por van Leeuw- reino aparte al que llama Monera, y unos años
enhoek hasta su muerte, motivo por el cual las si- más tarde Whittaker (1969), apoyándose en sus
guientes observaciones de microorganismos que propias observaciones ecológicas y en los trabajos
lograron realizarse fueron recién a comienzos del de Stanier y van Niel (1962) sobre la diferencia-
siglo XIX, gracias al advenimiento del microsco- ción entre organismos eucariotas y procariotas,
pio compuesto. Desde la antigüedad hasta enton- crea un sistema de cinco reinos: Monera, Protista,
ces, el universo biótico se dividía simplemente en Fungi, Plantae y Animalia.

13
Protistas Marinos

Posteriormente, el uso de la microscopía elec- flagelados heterótrofos, incluidos los Euglenozoa


trónica permitió establecer nuevas relaciones y Heterolobosea;
filogenéticas entre varios taxones mayores de (3) SAR, que reúne a Stramenopiles (algas
protistas mediante el reconocimiento de organe- pardas, diatomeas, crisofíceas, xantofíceas), Al-
las presumiblemente homólogas. Asimismo, las veolata (ciliados, dinoflagelados, Apicomplexa)
características bioquímicas y fisiológicas de los y Rhizaria (foraminíferos, radiolarios, cercozoos
organismos, a veces vinculadas a las organelas con filopodios);
cuya ultraestructura se estaba revelando, también (4) OPISTHOKONTA, que agrupa a los me-
contribuyeron a echar luz sobre las afinidades tazoos (animales con tejidos diferenciados), los
propuestas. A esta altura de los acontecimientos, hongos, los coanoflagelados y los Mesomyceto-
sin embargo, varios grupos de protistas ya ha- zoa; y
bían sido incluidos simultáneamente tanto en el (5) ARCHAEPLASTIDA, que agrupa a las
Código Internacional de Nomenclatura Botánica Glaucophyta, las algas rojas, las algas verdes y las
(ICBN) como en el Código Internacional de No- plantas superiores.
menclatura Zoológica (IBZN), registrándose la La definición actual de “protistas” los caracte-
descripción paralela de los mismos taxones con riza como organismos eucariotas de organización
nombres distintos. Durante las décadas de 1970 unicelular, colonial, filamentosa o parenquimato-
y 1980 la situación se tornó aún más confusa por sa, pero en todos los casos sin tejidos vegetativos
la reclasificación de muchos géneros sobre la diferenciados, salvo para estructuras intervinien-
base de nuevas técnicas. Esto generó cambios en tes en la reproducción (Adl et al., 2005). Esta de-
los sistemas de clasificación tradicionales de los finición no responde a un esquema taxonómico,
eucariotas en general, aunque los protistas fue- ya que podemos encontrar organismos con estas
ron los más afectados en virtud del permanente características en los cinco conjuntos menciona-
descubrimiento de nuevos taxones en base a es- dos anteriormente. En la actualidad, la idea de un
tudios filogenéticos moleculares. Estos estudios, reino independiente y exclusivo para los protistas,
actualmente en gran auge, implican el análisis de si bien atractiva, fue descartada por la gran mayo-
ciertas secuencias de ADN, principalmente las de ría de los protistólogos. Sin embargo, el término
los genes que codifican para ARN ribosómico, sigue empleándose en forma corriente por resultar
como es el caso de la subunidad 18S ADNr. Las práctico e ilustrativo, sobre todo desde el punto
ventajas que ofrece esta subunidad de ADNr son de vista pedagógico, y se emplea a menudo para
varias: está presente en todos los eucariotas con referirse exclusivamente a los eucariotas unicelu-
muchas copias por genoma, permitiendo así tra- lares.
bajar al nivel de individuo; posee un alto nivel de La célula típica de un protista posee las orga-
expresión, lo cual permite encarar investigaciones nelas propias de una célula eucariota (núcleo,
ecológicas moleculares al nivel del ARN; y com- mitocondrias, membrana plasmática, aparato de
prende un mosaico de secuencias nucleotídicas Golgi, retículo endoplasmático, vacuolas contrác-
que alterna entre algunas altamente conservadas tiles, plástidos, lisosomas) más otras organelas o
y otras muy variables, permitiendo así la recons- estructuras vinculadas al hecho de ser organismos
trucción filogenética a diferentes niveles taxonó- completos y autónomos (flagelos, cilias, pseudo-
micos (Pawlowski et al., 2012). podios, citostoma, citoprocto, vacuolas alimenti-
Los estudios filogenéticos moleculares han cias, manchas oculares/estigmas, estructuras es-
dado origen a un esquema de clasificación jerár- queletarias, extrusomas). El núcleo de los protis-
quica de los organismos donde se elude el uso de tas contiene ADN asociado a proteínas, formando
rangos formales superiores (Simpson y Roger, cromosomas. La reproducción es asexual, pero en
2002; Adl et al., 2005, 2012), optándose por di- la gran mayoría de los grupos estudiados se ha
vidir a todos los organismos eucariotas, incluidos verificado también actividad sexual con procesos
los protistas, en cinco grandes conjuntos o super- mitóticos y meióticos. Los organismos pueden ser
grupos: de vida libre o simbióticos (mutualistas, comensa-
(1) AMOEBOZOA, que agrupa a las amebas les o parásitos). Su ciclo de vida a menudo implica
tradicionales, los mohos mucilaginosos, varias la formación de quistes (estadios de reposo o de
tecamebas y algunos ameboflagelados; resistencia) o esporas (estadios de multiplicación
(2) EXCAVATA, que agrupa a varios grupos de y propagación). Pueden ser autótrofos (no trata-

14
Protistas Marinos

dos en este Capítulo), heterótrofos o mixótrofos, términos, de aquí en adelante nos referiremos a
configurando un grupo polifilético sin un ancestro estos organismos simplemente como protistas.
común. Todos los protistas son aerobios, vale de-
cir que usan oxígeno para extraer la energía de las
sustancias orgánicas. Si bien hasta épocas recien-
DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA
tes se consideraba que existían varias especies se- Los protistas marinos se encuentran amplia-
cundariamente anaerobias (tras haberse adaptado, mente representados tanto en los ambientes pe-
en el curso de la evolución, a ambientes pobres en lágicos como bentónicos. La distribución de las
oxígeno), actualmente se cree que la anaerobiosis formas de vida libre en la columna de agua va-
en estos organismos es una condición sumamente ría según los requerimientos de luz, nutrientes,
rara, pudiendo incluso no existir en absoluto. Aun alimentos, temperatura, salinidad, presión, etc.,
en aquellos casos donde el metabolismo anae- como así también de acuerdo a la abundancia de
róbico resulta evidente y el principal aceptor de predadores. Las formas bentónicas también se
electrones es el sulfuro (por ejemplo, en ciertos ven afectadas por prácticamente los mismos fac-
ciliados bentónicos asociados a simbiontes me- tores, más la concentración de oxígeno, el tipo y
tanógenos), esta ruta metabólica es considerada granulometría del sedimento, y la calidad y can-
alternativa, pudiéndose siempre detectar cierto tidad de materia orgánica disponible. Los quistes,
nivel de oxígeno (Lloyd, 2004). e inclusive algunos organismos activos, pueden
Si bien la gran mayoría de los protistas son encontrarse desde la atmósfera hasta los hielos
beneficiosos para el hombre, por ejemplo en el polares.
tratamiento de aguas residuales o regulando la Los flagelados, los ciliados aloricados, los di-
fertilidad de los suelos mediante el control de las noflagelados, los foraminíferos y las amebas des-
poblaciones bacterianas, otros (no marinos) son nudas tienen representantes tanto planctónicos
altamente perjudiciales por causar graves enfer- como bentónicos, mientras que los radiolarios
medades como la malaria, la tripanosomiasis, la y los ciliados loricados parecen ser estrictamen-
leishmaniasis y ciertas meningoencefalitis. Son te planctónicos. Estos últimos, no obstante, ante
constituyentes fundamentales del plancton, co- condiciones ambientales adversas, o bien para
munidad que representa la base de la trama trófica evadir a sus predadores, forman quistes que per-
marina y contribuye en la regulación del clima manecen en los sedimentos hasta que las condi-
mundial fijando CO2 y liberando oxígeno. La ciones ambientales permiten nuevamente su pro-
deposición permanente de las estructuras esque- liferación en la columna de agua.
léticas de ciertos protistas (principalmente fora- Considerando la distribución ubicua de los
miníferos, radiolarios y diatomeas) sobre el fondo microorganismos en general (Mitchell y Meis-
marino es la principal fuente de sedimentos pelá- terfeld, 2005), actualmente se ha instalado un
gicos del océano profundo; los estudios bioestra- debate en torno a la hipótesis de Baas Becking
tigráficos sobre foraminíferos fósiles constituyen y Beijerinck: Everything is everywhere, but the
una herramienta clave para evaluar la potenciali- environment selects (“todo está en todas partes,
dad de las rocas sedimentarias como fuentes de pero el ambiente selecciona”). De Wit y Bouvier
petróleo y gas y para la elaboración de modelos (2006) analizan el origen de esta hipótesis y el de-
paleoclimáticos. bate asociado a la misma, con opiniones que aún
En este Capítulo nos abocaremos solamente a hoy son contrapuestas. Estos autores destacan la
los eucariotas unicelulares marinos con alimen- influencia de una traducción probablemente erró-
tación heterotrófica o mixotrófica, vale decir al nea y el cambio del sentido de la frase al omitirse
conjunto de organismos constituido por los “pro- la conjunción but o reemplazarla por and, enfa-
tozoos” propiamente dichos (divididos tradicio- tizando en que la hipótesis postula, entre líneas,
nalmente en sarcodinos, ciliados, flagelados y es- el concepto de nicho (potencial y realizado), teo-
porozoos) y por ciertos taxones de “algas” unice- ría que fue propuesta por Hutchinson (1965) tres
lulares mixotróficas que, además de su condición décadas más tarde. No obstante, y mas allá de la
autotrófica, también pueden actuar como fago- cuestionable veracidad de la hipótesis, a nivel
tróficas u osmotróficas, como sucede en algunas global interesa conocer la distribución biogeográ-
formas de dinoflagelados, haptofitas, crisofitas y fica de los grupos de protistas, sus interacciones
criptofitas. A los fines de una mayor economía de y, sobre todo, los factores y mecanismos que go-

15
Protistas Marinos

biernan su distribución espacio-temporal (van der Al respecto, merecen destacarse las investiga-
Gast, 2013). ciones en foraminíferos y dinoflagelados desa-
El estudio de la distribución y abundancia de rrolladas, respectivamente, por los reconocidos
los diversos grupos de protistas marinos implica especialistas argentinos Esteban Boltovskoy y
la aplicación de muy variadas técnicas que com- Enrique Balech, quienes publicaron más de un
prenden desde la colecta y preservación de las centenar de artículos sobre cada uno de estos gru-
muestras hasta el análisis de las especies desde pos, y las revisiones taxonómicas sobre ciliados
el punto de vista morfológico y molecular (Kemp aloricados y loricados, radiolarios y feodarios rea-
et al., 1993; Alveal et al., 1995; Gifford y Caron, lizadas por Petz (1999), Alder (1999), Boltovskoy
2000; Alder y Morales, 2009). Desafortunada- (1999) y Kling y Boltovskoy (1999), respectiva-
mente, una técnica de preservación o de obser- mente. Gran parte de estos conocimientos, contri-
vación que sirve para un determinado grupo no buyeron a delinear esquemas biogeográficos para
siempre es adecuada para los demás. El desafío el Mar Argentino y adyacencias, contemplando la
actual es poder combinar el gran caudal de co- relación entre la distribución de las especies y las
nocimientos derivados de la morfología, con las características oceanográficas dominantes, tales
técnicas moleculares de uso corriente hoy día. La como circulación de corrientes, masas de agua,
información recabada hasta el presente conside- procesos frontales y límites asociados. Los rasgos
rando ambos aspectos, revela las siguientes ten- biogeográficos emergentes no parecen indicar que
dencias: “todo está en todas partes”. Sin embargo, factores
a) Existen taxones morfológicamente similares y procesos que influyen directamente en la dis-
que son genéticamente diferentes (especies críp- tribución espacio-temporal de los protozoos, tales
ticas). como la disponibilidad y la calidad de la materia
b) Existen taxones morfológicamente diferen- orgánica y los nutrientes, el bacterioplancton, y
tes pero genéticamente similares. la estacionalidad y condiciones de estratificación
c) Existen taxones similares desde el punto de asociadas, entre otros, han sido escasamente ex-
vista tanto morfológico como molecular. plorados en el Mar Argentino.
d) Existen taxones que, aparentemente, sólo Otros aportes importantes son los estudios so-
pueden diferenciarse desde el punto de vista mo- bre mareas rojas causadas principalmente por es-
lecular. Este sería el caso de muchas especies de pecies de dinoflagelados tóxicos (e.g., Carreto et
flagelados y amebas, dado su pequeño tamaño y al., 1986, 2010; Gómez et al., 2011; Sastre et al.,
sus escasos rasgos morfológicos sobresalientes. 2013), o sobre la comunidad de protozoos planc-
En este marco, y en cuanto al estado del conoci- tónicos de aguas sudpatagónicas durante el invier-
miento, hoy se evidencia la existencia de taxones no (Santoferrara et al., 2011), en el que se dife-
que: rencian los flagelados y dinoflagelados según su
a) Sólo se han diferenciado desde el punto de modo de nutrición, y se registran las abundancias
vista molecular, sin profundizarse en la corres- de Myrionecta rubra (ver más adelante), ciliado
pondencia con la morfología. reconocido por causar mareas rojas y contribuir
b) Sólo se han diferenciado morfológicamente significativamente a los valores locales de cloro-
pero aún no han sido analizados desde el punto de fila. También se destacan localmente las investi-
vista molecular. gaciones en las que se han aplicado técnicas cito-
c) Han sido analizados desde el punto de vista lógicas de identificación de ciliados planctónicos
tanto morfológico como molecular. (e.g., Pettigroso, 2003; Barría de Cao et al., 2003;
Los estudios taxonómicos sobre protistas del Kogan, 2005) y los muy escasos estudios que han
Mar Argentino se restringen prácticamente a los combinado técnicas moleculares y morfológicas
grupos que cuentan con un sistema esqueletario (e.g., Santoferrara et al., 2013). Lo fundamental
o estructuras de protección. Más aún, en general para tener en cuenta es que ambas herramientas,
estos estudios se basaron solamente en tales es- morfología y ADN, son hoy esenciales para el
tructuras de protección, sin enfatizar en los ras- conocimiento biogeográfico y ecológico de las
gos citológicos, y fueron realizados mayormente comunidades microbianas marinas, cuyo campo
a partir de muestras colectadas por buques cuya de investigación es amplio y casi inexplorado, al
navegación fue propiciada con fines logísticos y menos en el Mar Argentino y adyacencias.
no científicos.

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Protistas Marinos

celulosa; crestas mitocondriales aplanadas; con


SISTEMÁTICA almidón como producto de almacenamiento. In-
A continuación se señalan las principales ca- cluye, entre otros organismos, a las algas superio-
racterísticas morfológicas y estructurales de cada res y a las plantas vasculares.
uno de los super-grupos o clados de eucariotas Incertae sedis EUKARYOTA: Grupos de ubi-
derivados de la filogenética molecular, según Adl cación taxonómica incierta. Entre otros protistas
et al. (2012): unicelulares marinos, actualmente se incluyen
AMOEBOZOA: Locomoción ameboidal me- aquí a las Cryptophyceae y Haptophyta.
diante pseudopodios no eruptivos de forma varia- Estos super-grupos se dividen en categorías de
ble (lobopodios); sub-pseudopodios comunes en nivel decreciente que no mantienen un nombre de
algunos grupos; células desnudas o tecadas; cres- rango taxonómico tradicional tal como phylum,
tas mitocondriales tubulares, a menudo ramifica- clase, orden, etc. sino simplemente en niveles de
das, secundariamente ausentes en algunas formas; inclusión decreciente (primer rango, segundo ran-
generalmente con un único núcleo, raramente go, etc.) destinados a facilitar el eventual reorde-
binucleados, a veces multinucleados; presencia namiento de los grupos.
frecuente de quistes morfológicamente variables; Siguiendo este esquema, en la Tabla 1 se seña-
algunas formas con inclusiones celulares (paraso- lan los grupos de protistas con representantes en
mas y tricocistos) de valor diagnóstico; estadios ambientes marinos y estuariales, destacándose los
flagelados, cuando presentes, usualmente con un géneros más representativos de cada caso.
único flagelo.
EXCAVATA: Típicamente con surco de ali-
mentación por suspensión (citostoma) del tipo
MORFOLOGÍA Y ANATOMÍA
“excavado” (i.e., homólogo al de Jakoba libera), Los protistas comprenden a todos los organis-
ausente quizá secundariamente en muchos taxo- mos unicelulares eucariotas más algunas formas
nes; surco alimenticio utilizado para capturar e in- cenocíticas (células multinucleadas como resulta-
gerir pequeñas partículas a partir de una corriente do de sucesivas divisiones nucleares sin forma-
alimenticia generada por un flagelo dirigido pos- ción de tabiques celulares) y otras que desarrollan
teriormente. colonias, cenobios, filamentos, o incluso talos
SAR: El nombre de este super-grupo deriva de de varios metros de longitud, como es el caso de
la fusión de Stramenopiles (células móviles típi- ciertas algas pardas. Entre los protistas marinos
camente biflageladas, con un flagelo anterior y con nutrición heterotrófica o mixotrófica, que son
otro posterior; crestas mitocondriales tubulares; los que ahora nos ocupan, el tamaño oscila desde
cinetosoma típicamente con cuatro raíces micro- 1,4 μm para Minorisa minuta (Rhizaria; del Cam-
tubulares), Alveolata (con alvéolos corticales, a po et al., 2013) hasta unos 20 cm, como es el caso
veces secundariamente ausentes; con fosa ciliar o del foraminífero bentónico Syringammina fragi-
microporo; crestas mitocondriales tubulares o con lissima. La mayoría de estos organismos tienen
forma de ampolla) y Rhizaria (con pseudopodios motilidad propia, desplazándose mediante pseu-
delgados [filopodios] que pueden ser simples, ra- dopodios, cilias o flagelos cuyo número, tamaño y
mificados, anastomosados o soportados por mi- disposición son rasgos de gran importancia taxo-
crotúbulos [axopodios]). nómica. Para una mejor comprensión y visualiza-
OPISTHOKONTA: Un único flagelo de posi- ción de estas y otras estructuras comunes en los
ción posterior, sin mastigonemas, presente en al protozoos, así como de las diferentes especies que
menos una etapa del ciclo de vida, o secundaria- se mencionan en el texto, se recomienda visitar el
mente ausente; con un par de cinetosomas o cen- sitio de la Encyclopedia of Life (http://eol.org/).
triolos, a veces modificados; estadios unicelulares Los pseudopodios son protrusiones o proyec-
con crestas mitocondriales aplanadas. Incluye, en- ciones temporarias del citoplasma y la membrana
tre otros organismos, a los hongos y los metazoos. celular que se utilizan tanto para la alimentación
ARCHAEPLASTIDA: Plástido fotosintético fagotrófica como para la locomoción. Para la pri-
con clorofila a derivado de una endosimbiosis mera de estas funciones, el organismo utiliza uno
primaria ancestral con una cianobacteria; plástido o más pseudopodios primero para capturar a su
secundariamente ausente o reducido en algunas presa por adhesión y luego para ingerirla forman-
formas; generalmente con paredes celulares de do una vacuola alimenticia a su alrededor. Para

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18
Tabla 1. Esquema de clasificación de protistas basado en Adl. et al (2012) en el que se incluyen exclusivamente los grupos con habitat marino o estuarial (según el sitio WoRMS –World Register
of Marine Species: www.marinespecies.org) y con alimentación fagotrófica (protozoos) o mixotrófica (según Burkholder et al., 2008), destacándose los géneros más representativos de cada caso.
Euamoebida Amoeba, Hartmannella, Saccamoeba
Leptomyxida Flabellula, Paraflabellula, Rhizamoeba
Arcellina Arcella, Microchlamys
Tubulinea
Difflugina Centropyxis, Difflugia, Hyalosphenia
Arcellinida
Phryganellina Cryptodifflugia, Phryganella, Wailesella
Nolandella
Pellitida Pellita
Trichosphaerium
Protistas Marinos

Flabellinia Korotnevella, Neoparamoeba, Paramoeba, Pseudoparamoeba, Vexillifera


Dactylopodida
Incertae sedis Dactylopodida Dactylosphaerium
AMOEBOZOA Vannellida Clydonella, Platyamoeba, Vannella
Discosea
Himatismenida Cochliopodium, Parvamoeba
Stygamoebida Stygamoeba
Dermamoebida Mayorella
Longamoebia Thecamoebida Thecamoeba
Centramoebida Acanthamoeba, Protacanthamoeba
Archamoebae Mastigamoebaea Mastigamoeba
Schizoplasmodiida Incertae sedis Phalansterium
Schizoplasmodiida
Incertae sedis Stereomyxa
Amoebozoa
Metamonada Fornicata Diplomonadida Hexamitinae Hexamita, Spironucleus, Trepomonas
Jakoba
Jakobida
Histionidae Histiona
Heterolobosea Tetramitia Stephanopogon, Tetramitus, Vahlkampfia
Heteronematina Dinema, Entosiphon, Peranema, Petalomonas, Ploeotia
Eutreptiales Eutreptia, Eutreptiella
Phacaceae: Lepocinclis, Phacus
Euglenida Euglenophyceae Euglenaceae: Colacium, Cryptoglena,
Euglenea
Cyclidiopsis, Euglena, Monomorphina,
EXCAVATA Strombomonas, Trachelomonas
Discoba
Discicristata Aphagea Distigma
Euglenozoa Diplonemea Diplonema, Rhynchopus
Symbiontida Postgaardi
Neobodonida Rhynchobodo
Parabodonida Cryptobia, Trypanoplasma
Metakinetoplastina
Kinetoplastea Eubodonida Bodo
Trypanosomatida Herpetomonas, Trypanosoma
Incertae sedis Kinetoplastea Hemistasia
Tabla 1. (cont.)
Pelagophyceae Pelagomonadales Aureococcus
Stramenopiles Raphidophyceae Chattonella, Heterosigma
Diatomea Bacillariophytina Bacillariophyceae Pseudo-nitzschia
Chromerida Chromera
Colpodellida Colpodella
Protalveolata Perkinsidae Perkinsus
Oxyrrhis
Syndiniales Amoebophrya, Syndinium
Noctilucales Noctiluca
Gymnodinium
Gymnodiniphycidae
Kareniaceae Karenia, Karlodinium
Dinoflagellata Alexandrium, Ceratium, Gambierdiscus, Gonyaulax, Heterocapsa, Lingulodinium,
Dinophyceae Peridiniphycidae Gonyaulacales
Ostreopsis, Pfiesteria, Scrippsiella
Dinophysiales Dinophysis
Prorocentrales Prorocentrum
Karyorelictea Kentrophoros, Loxodes, Trachelocerca
Postciliodesmatophora
Heterotrichea Blepharisma, Climacostomum, Folliculina, Stentor
Euplotia Aspidisca, Discocephalus, Euplotes
Oligotrichia Laboea, Strobilidium, Strombidium
Spirotrichea
Choreotrichia Codonella, Favella, Strombidinopsis, Strobilidium, Tintinnopsis y demás tintínidos
SAR Hypotrichia Halteria, Oxytricha, Stylonychia, Urostyla
Armophorea Armophorida Caenomorpha, Metopus
Alveolata
Litostomatea Haptoria Didinium, Dileptus, Lacrymaria, Lagynophrya, Mesodinium
Colpodea Colpodida Colpoda
Peniculia Frontonia, Paramecium, Stokesia
Scuticociliatia Cyclidium, Philasterides, Pleuronema
Colpidium, Glaucoma, Ichthyophthirius,
Ciliophora Hymenostomatia
Oligohymenophorea Tetrahymena
Intramacronucleata
Apostomatia Foettingeria, Gymnodinioides, Hyalophysa
Peritrichia Carchesium, Epistylis, Vorticella, Zoothamnium
Conthreep
Astomatia Anoplophrya
(Nombre derivado
Nassophorea Microthorax, Nassula
de “CON+3P”, por
Cyrtophoria Brooklynella, Chilodonella
las iniciales de
los grupos que lo Chonotrichia Chilodochona, Vasichona
Phyllopharyngea
constituyen) Rhynchodia Ancistrocoma, Stegotricha
Suctoria Acineta, Discophrya, Ephelota, Tokophrya
Prostomatea Coleps, Cryptocaryon, Holophrya, Prorodon
Protistas Marinos

Plagiopylida Plagiopyla, Sonderia, Trimyema


Plagiopylea
Odontostomatida Discomorphella, Epalxella
Incertae sedis

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Colponema
Alveolata
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Tabla 1. (cont.)
Cercomonadidae Cercomonas
Glissomonadida Allantion, Proleptomonas
Metromonadea Metopion
Granofilosea Massisteria
Phaeoconchia Coelodendrum, Coelographis, Conchellium, Conchopsis
Phaeocystina Aulacantha, Aulographis, Cannoraphis
Phaeodarea
Phaeogromia Castanella, Challengeron, Haeckeliana, Medusetta, Tuscarora
Thecofilosea Phaeosphaeria Aulosphaera, Cannosphaera, Sagosphaera
Cryomonadida Protaspidae Cryothecomonas, Protaspis
Ebriacea Ebria, Hermesinum
Protistas Marinos

Incertae sedis Thecofilosea Pseudodifflugia


Cercozoa Thaumatomonadida Thaumatomonadidae Thaumatomastix
Euglyphida Euglypha
Assulinidae Assulina
Imbricatea Silicofilosea Trinematidae Corythion, Trinema
Cyphoderiidae Campascus, Corythionella, Cyphoderia, Messemvriella,
Pseudocorythion
Paulinellidae Paulinella
Incertae sedis Euglyphida Tracheleuglypha
Chlorarachniophyta Bigelowiella, Chlorarachnion, Cryptochlora
Phytomyxea Plasmodiophora, Phagomyxa, Sorosphaera
SAR Rhizaria Haplosporidium, Minchinia, Urosporidium
Ascetosporea Haplosporida
“Monotalámicos” Allogromia, Astrammina, Crithionina, Notodendrodes, Psammophaga, Syringammina
Miliolida Alveolina, Cornuspira, Miliammina, Pyrgo, Quinqueloculina, Sorites
Tubothalamea Spirillinida Patellina, Spirillina
Ammodiscidae Ammodiscus, Glomospira
Rotaliida Ammonia, Bolivina, Elphidium, Epistominella, Nummulites, Rosalina
Foraminifera
Globigerinida Globigerina, Globigerinoides, Globorotalia, Orbulina
Robertinida Hoeglundina, Robertina, Robertinoides
Textulariida Cyclammina, Eggerella, Reophax, Textularia, Trochammina
Globothalamea
Carterina
Retaria Incertae sedis Foraminifera Lagenida
Chaunocanthida Amphiacon, Conacon, Gigartacon, Heteracon, Stauracon
Holocanthida Acanthochiasma, Acanthocolla, Acanthoplegma
Acantharia Symphyacanthida Amphilithium, Astrolonche, Pseudolithium
Arthracanthida Acanthometra, Daurataspis, Dictyacantha, Diploconus, Phractopelta, Phyllostaurus, Pleuraspis, Stauracantha
Taxopodida Sticholonche
Actinomma, Didymocyrtis, Euchitonia, Hexacontium, Hexalonche, Hexastylus, Octodendron, Plegmosphaera,
Spumellaria
Saturnalis, Spongaster, Spongosphaera
Polycystinea
Nassellaria Artostrobus, Eucyrtidium, Lithomelissa, Pterocanium, Pterocorys
Collodaria Acrosphaera, Collosphaera, Collozoum, Sphaerozoum, Rhaphidozoum, Siphonsphaera, Thalassicolla
Incertae sedis Rhizaria Gymnosphaerida Actinocoryne, Gymnosphaera, Hedraiophrys
Tabla 1. (cont.)
Filasterea Ministeria
Rhinosporidaceae Dermocystidium
Ichthyosporea
Ichthyophonae Sphaeroforma
Holozoa
OPISTHOKONTA Corallochytrium
Craspedida Monosiga, Salpingoeca, Stelexomonas
Choanomonada
Acanthoecida Bicosta, Stephanoeca
Nucletmycea Nuclearia
ARCHAEPLASTIDA Chloroplastida Chlorophyta Chlorodendrophyceae Scherffelia, Tetraselmis
Apusomonadidae Amastigomonas
Cryptophyceae Kathablepharidae Kathablepharis, Leucocryptos
Haptophyta Prymnesiophyceae Prymnesiales Chrysochromulina, Prymnesium
Incertae sedis EUKARYOTA
Acanthocystidae Acanthocystis, Choanocystis
Centrohelida Heterophryidae Heterophrys
Collodictyonidae Collodictyon
Protistas Marinos

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Protistas Marinos

desplazarse, los sarcodinos (aunque también al- Puesto que las cilias generalmente se presentan
gunos flagelados y esporozoos) generan pseudo- agrupadas en bandas o cubriendo casi toda la su-
podios según un procedimiento ordenado que les perficie celular, su movimiento debe estar coordi-
proporciona persistencia en la dirección a fin de nado para actuar en conjunto. Esta coordinación
asegurar su dispersión (Bosgraaf y van Haastert, sigue un ritmo “metacrónico” en el que las cilias
2009). Se distinguen cuatro tipos diferentes de se mueven secuencialmente (no sincrónicamente)
pseudopodios, a saber: en un plano diagonal al eje longitudinal de la célu-
1) Lobopodios: anchos y con extremos redon- la, generando una onda progresiva dirigida hacia
deados, similares a los dedos de una mano, con atrás que la hace desplazarse hacia delante y rotar.
flujo citoplasmático en su interior (e.g., Amoeba); En algunos grupos, las cilias han dado lugar a
cuando son más delgados y achatados reciben el organelas ciliares compuestas tales como mem-
nombre de lamelipodios. branelas y cirros. Las membranelas son filas de
2) Filopodios: de forma fina y alargada, a modo cilias muy próximas entre sí que forman estruc-
de filamentos hialinos, a veces ramificados pero turas laminares, a menudo de forma triangular,
nunca anastomosados (e.g., Globigerina). ubicadas cerca de una región de la superficie ce-
3) Reticulopodios o rizopodios: similares a los lular especializada en la ingestión de alimento:
filopodios pero siempre ramificados y anastomo- el citostoma. Las membranelas se disponen alre-
sados para formar una red que resulta de gran uti- dedor de esta estructura en grupos más o menos
lidad para la captura de presas (e.g., Allogromia). compactos formando lo que se conoce como zona
Cuando contienen gránulos reciben el nombre de adoral de membranelas (ZAM). La función de
gránulorreticulopodios. las membranelas es justamente retener partículas
4) Axopodios: de forma recta y delgada, semi- de alimento y dirigirlas al citostoma. Los cirros
permanentes, constituidos por un eje central de son gruesos penachos de cilias fusionadas entre
microtúbulos rodeados de citoplasma, utilizados sí que el organismo utiliza para nadar y también
principalmente para la captura de alimento. (e.g., a modo de patas para “caminar” sobre superficies.
Acanthocystis). Generalmente se encuentran agrupados en hileras
El flagelo es un apéndice largo y delgado, con de tres a nueve cirros distribuidos en la superficie
forma de látigo, presente en la mayoría de los pro- ventral, frontoventral, marginal y caudal.
tistas del super-grupo Excavata, que se proyecta Otra estructura morfológica peculiar, presen-
a partir de la célula y es utilizado para la loco- te en el grupo de los llamados coanoflagelados
moción y como organela sensorial. En general se (Opisthokonta, Holozoa, Choanomonada), es un
encuentra en número de 1 a 10, pudiendo variar collar o corona formado por microvellosidades
su tamaño, su textura (lisa, como en los flagelos (delgadas proyecciones digitiformes de la mem-
acronemáticos, o con mastigonemas, como en brana plasmática) que se encuentra rodeando a
los flagelos barbulados o pleuronemáticos) y su un único flagelo que el organismo utiliza para
disposición en la célula (apical, subapical, late- moverse y alimentarse. El batido del flagelo hace
ral, posterior, o una combinación de algunas de fluir el agua a través de las microvellosidades del
éstas). Las cilias son estructural y funcionalmente collar, donde quedan retenidas las partículas ali-
iguales a los flagelos pero se diferencian de éstos menticias.
por su menor tamaño (5-10 μm vs. 50-200 μm, en La mayoría de los protistas unicelulares posee
promedio), su mayor número y su patrón de movi- un sistema esqueletario que contribuye a mantener
miento: si bien algunos flagelos pueden moverse la forma del organismo. Este sistema puede ser in-
según una onda tridimensional o con un batido si- terno o externo respecto de la membrana celular, y
milar al de un remo, lo más frecuente es que lo ha- puede presentar una enorme variedad de formas,
gan siguiendo una onda bidimensional asimétrica; estructuras asociadas y materiales constituyentes
estas ondas planas hacen que la célula gire sobre que son de gran utilidad para fines sistemáticos. A
su eje longitudinal y se desplace helicoidalmente continuación se señalan los sistemas esqueletarios
en dirección opuesta a la propagación de la onda. más frecuentes, sus distintas acepciones según el
Las cilias, por su parte, funcionan como remos grupo al que se refieren, y ciertas estructuras rela-
flexibles, con un batido bidimensional que invo- cionadas que también son de importancia taxonó-
lucra un movimiento de ida en estado flexible y un mica (ver Preisig et al., 1994):
movimiento de retorno en estado algo más rígido. Película: En Euglenozoa, recibe esta denomina-

22
Protistas Marinos

ción la placa o el conjunto de placas localizado te variable, depositada sobre la superficie de la


por debajo de la membrana plasmática. En Di- célula. Las placas generalmente son inorgánicas
noflagellata, se refiere a la pared de los quistes (calcáreas o silíceas), pero en los dinoflagelados
temporarios que se desarrollan luego del descar- son orgánicas. Son secretadas dentro de vesícu-
te de la teca (ver más adelante). En Ciliophora y las citoplasmáticas (alvéolos) y luego depositadas
otros protistas, se llama película a la cubierta ex- por exocitosis. Para algunos autores no hay dife-
terior de la célula, que abarca la membrana plas- rencia entre placas y escamas, pero en general se
mática y la capa citoplasmática subyacente. coincide en que estas últimas son estructuras más
Teca: Estructura similar a una pared, presente gruesas y con un diseño más elaborado.
con diferentes estructuras en distintos grupos. En Esqueleto: Estructura inerte y resistente usada
Dinoflagellata, la teca está compuesta por varias para protección o soporte. Se denomina exoes-
placas, cada una dentro de una vesícula o alvéolo queleto cuando se encuentra completamente fuera
(ver más adelante), por debajo de la membrana del citoplasma (aunque a veces adherido a la célu-
plasmática. En Chlorodendrophyceae, recibe la por estructuras citoplasmáticas), y endoesque-
este nombre la membrana extracelular que rodea leto cuando está rodeado total o parcialmente por
al organismo, compuesta por escamas orgánicas citoplasma, como es el caso de los radiolarios.
fusionadas entre sí. El coanoflagelado Salpingoe- Espícula: Estructura con forma de varilla, agu-
ca (Choanomonada, Craspedida) posee una teca ja, huso o estrella, a veces curvada u ornamentada,
membranosa compuesta por polisacáridos, que generalmente silícea o calcárea, con puntas romas
puede extenderse anteriormente alrededor del o aguzadas. Si bien este término suele emplear-
collar y posteriormente en un pedúnculo por el se para referirse a las extensiones del esqueleto
que el organismo se fija a un sustrato. Por último, de los radiolarios, se prefiere utilizarlo solamente
ciertos Amebozoa que poseen una conchilla orgá- para elementos sueltos, no soldados a una estruc-
nica o mineralizada suelen ser llamados amebas tura principal.
tecadas o tecamebas. Espina: Estructura orgánica, calcárea o silícea
Alvéolos: Son vesículas o sacos aplanados que con forma de varilla o de extremos aguzados, a
se encuentran por debajo de la membrana plas- veces ornamentada, fusionada a una escama, una
mática en la mayor parte de los Ciliophora y Di- conchilla o, más específicamente, al esqueleto de
noflagellata. radiolarios y foraminíferos, donde las espinas sir-
Loriga o lórica: Es una estructura que rodea con ven como sitio de fijación para los reticulopodios.
cierta holgura a la célula de los ciliados Choreo- Pedúnculo o pedicelo: Estructura alargada que
trichia (tintínidos) y algunos Choanomonada y ciertos organismos utilizan para fijarse a un sus-
Euglenaceae, con una abertura en el extremo an- trato. En algunos ciliados (e.g., Peritrichia, Sucto-
terior y a veces también en el extremo posterior. ria), los pedúnculos se forman a partir del cuerpo
La composición de la lóriga puede ser proteínica, del organismo o por secreción de materiales iner-
quitinosa, calcárea o silícea, o puede estar consti- tes. En los coanoflagelados, el pedúnculo es una
tuida por la aglomeración de partículas exógenas extensión de la teca que rodea a la célula.
(granos de arena, frústulos de diatomeas, cocoli- En la mayoría de los protozoos el citoplasma se
tos) adheridas por una sustancia cementante se- halla diferenciado en un endoplasma interior que
cretada por la propia célula. contiene a las organelas, y un ectoplasma exterior
Conchilla: Es una cubierta protectora inorgá- de menor densidad. El número de núcleos puede
nica u orgánica, relativamente gruesa, con una o ser uno, dos o múltiple. En el caso particular de
más aberturas, secretada por el organismo o cons- los ciliados, se observa un dimorfismo nuclear
truida por la aglomeración de partículas exógenas. con uno o, raramente, más macronúcleos poli-
Testa: En general, la testa se define como una genómicos que controlan la mayor parte de las
cubierta ajustada, relativamente delgada y dura, funciones metabólicas de la célula, y uno o más
que rodea casi por completo a la célula, presen- micronúcleos diploides vinculados a la actividad
tando una única abertura principal. Se distingue sexual.
así de la conchilla, de paredes más gruesas y a Cilias y flagelos comparten la misma estructura
menudo con varios poros y aberturas, y de la lóri- interna (axonema) consistente en nueve pares de
ga, que rodea a la célula de manera más holgada. microtúbulos fusionados (dobletes) que rodean
Placa: Estructura delgada de forma altamen- a un par central de microtúbulos no fusionados,

23
Protistas Marinos

todo rodeado por membrana plasmática y una gular como en Amoeba. La fisión homotetogénica
delgada capa de citoplasma. Cada doblete de mi- implica en primer lugar la desaparición del citos-
crotúbulos comprende una subfibra A completa toma y luego la división mitótica de los micro-
(con 13 protofilamentos) acoplada por tres de sus núcleos y la división amitótica del macronúcleo;
protofilamentos a una subfibra B incompleta (con seguidamente aparecen dos nuevos citostomas y
sólo 10 protofilamentos). En el punto de unión a continuación tiene lugar la citocinesis, que da
con la célula, el axonema se conecta al cuerpo como resultado una célula hija anterior que recibe
basal (llamado también cinetosoma o blefaroplas- la vacuola contráctil anterior y la citofaringe de la
to), estructura cilíndrica similar a un centríolo y célula progenitora, y una célula hija posterior que
constituida por nueve tripletes de microtúbulos, hereda la vacuola contráctil posterior y genera
cada uno con una subfibra A completa fusionada su propia citofaringe; más tarde, cada célula hija
a una subfibra B incompleta, la cual, a su vez, se forma la vacuola contráctil faltante. En la fisión
halla fusionada a una subfibra C incompleta. Las simetrogénica, el núcleo se divide por mitosis y la
subfibras A y B del cuerpo basal se continúan con citocinesis progresa desde el extremo anterior al
las subfibras A y B del axonema, mientras que la posterior, mientras que los cuerpos basales y los
subfibra C termina en la región de transición entre cloroplastos experimentan su propia división; los
ambas estructuras. Por su parte, el par central de flagelos de la célula progenitora permanecen en
microtúbulos no fusionados del axonema también una de las células hijas, mientras que la otra célula
termina en la misma región de transición, antes de hija genera flagelos nuevos. El proceso de fisión
llegar al cuerpo basal. En los ciliados, los cuer- binaria se completa en unas dos horas, y puede
pos basales de cada cilia están conectados entre ocurrir hasta cuatro veces por día.
sí mediante fibras y microtúbulos, organizándose En la fisión múltiple, típicamente primero se
en filas (cinetias) que, en conjunto, constituyen la divide varias veces el núcleo de la célula por mi-
infraciliatura del organismo. tosis y luego se divide el citoplasma, dando lugar
Varios grupos de protistas cuentan también con a múltiples células hijas uninucleadas, tal como
extrusomas o cuerpos que descargan su contenido ocurre en varias formas de Amoebozoa. Cuando
fuera de la célula. Entre los ejemplos más cono- la célula progenitora es originalmente multinu-
cidos de extrusomas se pueden mencionar a los cleada y se divide simplemente por citocinesis
toxicistos, propios de ciertos predadores activos, (sin cariocinesis) produciendo múltiples células
que disparan unidireccionalmente un filamento hijas también multinucleadas, el proceso se de-
con la capacidad de paralizar o matar a las presas; nomina plasmotomía. Otra forma frecuente de
los tricocistos, que emiten un filamento con punta reproducción asexual en protistas es la gemación,
en forma de flecha para la defensa y la sujeción en la que los nuevos individuos se desarrollan
del alimento; y mucocistos, que descargan una a modo de brotes o yemas en la superficie de la
masa mucosa de función protectora y locomotora. célula progenitora, para luego liberarse y vivir
independientemente. La gemación puede ser con-
siderada como un tipo de fisión binaria o múltiple
REPRODUCCIÓN Y en donde las células hijas son notoriamente más
DESARROLLO pequeñas que la célula progenitora.
Todos los protistas unicelulares presentan re- El proceso de singamia, aunque muy diversifi-
producción asexual, y muchos, si no todos, tam- cado en las distintas formas de protozoos, consis-
bién registran actividad sexual (singamia) de al- te siempre en la fusión de material nuclear pro-
gún tipo en alguna etapa de su ciclo de vida. Las veniente de dos individuos diferentes. Los indi-
formas más frecuentes de reproducción asexual viduos cuyos núcleos experimentan esta fusión se
son la fisión binaria, la fisión múltiple, la plasmo- denominan gametas, y pueden ser idénticos entre
tomía y la gemación. sí (condición denominada isogamia), iguales o
Durante la fisión binaria la célula progenitora distintos respecto de los individuos comunes de
simplemente se divide en dos mitades por un pla- la especie, o estar bien diferenciados entre sí en
no que puede ser transversal como en la mayoría cuanto a tamaño, forma y estructura (anisogamia).
de los Ciliophora (fisión homotetogénica), longi- En este último caso, por lo general una gameta
tudinal como en Euglenozoa (fisión simetrogéni- es más pequeña, más activa y más pobre en sus-
ca), oblicuo como en varios Dinoflagellata, o irre- tancias de reserva (microgameta), mientras que la

24
Protistas Marinos

otra es más grande, menos activa o prácticamente micronúcleos recién formados se transforman en
inmóvil, y más rica en sustancias de reserva (ma- macronúcleos. De esta manera, la célula queda
crogameta); en vista de la evidente similitud con con cuatro macronúcleos y cuatro micronúcleos.
las gametas de metazoos, en estas condiciones Por último, hay dos citocinesis seguidas que dan
se suele referir a las microgametas como mas- lugar a cuatro células hijas, cada una heredando
culinas, y a las macrogametas como femeninas. un macronúcleo y un micronúcleo.
Las dos gametas pueden experimentar una fusión Existe una enorme variedad de ciclos de vida
total y transformarse en un único individuo (ci- en los protistas. Los más sencillos involucran
gota), o los cuerpos de las dos gametas pueden solamente fisiones binarias periódicas, mientras
permanecer independientes y sólo intercambiar que los más complejos incluyen fases asexuales y
entre sí parte del material nuclear; a esta última sexuales, enquistamiento y desenquistamiento y,
situación se la suele llamar conjugación. El proce- como ocurre en muchos parásitos, una alternancia
so de singamia puede ocurrir luego de un periodo de hospedadores. A menudo, las distintas fases de
de crecimiento celular y antes de un periodo de un mismo taxón son completamente diferentes
reproducción (como en el caso de Noctiluca), o entre sí en cuanto a su morfología. Algunos pro-
exactamente al revés, vale decir luego de un pe- tistas pueden presentar estados latentes (quistes
riodo de proliferación y antes de la etapa de creci- de resistencia) destinados a preservar al organis-
miento celular (como en el caso de foraminíferos mo ante condiciones adversas como pueden ser
y radiolarios). Es por este motivo que no se consi- una baja disponibilidad de alimento o una tempe-
dera a la singamia como directamente relacionada ratura extrema.
a la reproducción sino más bien como un método
de rejuvenecimiento celular: se ha observado que
en poblaciones de protozoos en las que no hay
ECOLOGÍA
singamia, los individuos tienden a perder vigor La ecología de los protistas implica el conoci-
y terminan pereciendo, mientras que el efecto de miento no sólo de las interacciones de estos orga-
la singamia produce en ellos un incremento del nismos con otros grupos y con el ambiente físico-
metabolismo, el crecimiento y la reproducción. químico sino también el estudio de sus fuentes de
Como regla general, sin embargo, para que el re- energía, su dinámica en la cadena trófica marina,
sultado de la singamia provea estos beneficios, los su rol en la regeneración de nutrientes y en la fer-
dos conjugantes deben pertenecer a cepas distin- tilidad de los ecosistemas, y sus estrategias adap-
tas, sin una relación cercana de parentesco. tativas de supervivencia.
La conjugación, propia de Ciliophora, es una Una definición que contribuye a ilustrar el
unión temporaria de dos individuos de tipos com- modo de alimentación de los protozoos es con-
plementarios destinada a rejuvenecer el conteni- siderarlos como los consumidores más pequeños
do nuclear. Durante este proceso ocurre primero del planeta, alimentándose principalmente de bac-
una fusión parcial de las células y, en cada una terias, materia orgánica, pequeñas algas y otros
de ellas, los micronúcleos se dividen por meio- protozoos. El comportamiento alimenticio de los
sis dando cuatro nuevos micronúcleos haploides protozoos está regulado por mecanismos internos
(pronúcleos), tres de los cuales degeneran. El (e.g., ultraestructuras alimenticias, capacidades
cuarto micronúcleo se divide ahora por mitosis quimiorreceptoras, estado fisiológico, hábitos ali-
dando dos nuevos micronúcleos haploides, uno menticios; Fenchel y Blackburn, 1999; Wootton
“pasivo” y otro “activo”. Posteriormente tiene lu- et al., 2007), características y disponibilidad de
gar el intercambio de micronúcleos activos entre las presas (e.g., abundancia, tamaño, motilidad,
las dos células y la separación de los conjugantes. composición bioquímica, estado fisiológico, etc.)
A continuación, en cada una de las células se fu- y factores ambientales (temperatura, intensidad
sionan los micronúcleos haploides (el pasivo de la de luz, radiación UV, concentración de nutrientes,
propia célula y el activo del otro ex-conjugante) turbulencia, material en suspensión y presencia de
para dar lugar a un micronúcleo diploide (sinca- compuestos tóxicos; Montagnes et al., 2008).
rión) que seguidamente experimenta tres divisio- La gran mayoría de los protozoos son heteró-
nes mitóticas sucesivas para producir ocho micro- trofos y holozoicos, lo cual implica la ingestión
núcleos. El macronúcleo original se fragmenta y por fagocitosis de otros organismos y permite cla-
desaparece como tal, mientras que cuatro de los sificarlos de acuerdo a las siguientes modalidades

25
Protistas Marinos

de captura de presas: por filtración (e.g., ciliados plo, Tontonia y Strombidium ingieren presas al-
y flagelados que producen corrientes alimenti- gales y secuestran sus cloroplastos, los que no
cias), por difusión (e.g., organismos con axopo- se reproducen pero permanecen funcionales por
dios contra los cuales colisionan las presas), y por horas o días, fijando carbono que luego es me-
interceptación activa (e.g., ciliados, flagelados, tabolizado por el ciliado (Stoecker et al., 1991).
amebas, dinoflagelados). Otros protozoos presen- Laboea strobila es un ciliado mixótrofo obligado,
tan alimentación osmotrófica, vale decir la incor- dado que requiere de luz y alimento para su cre-
poración de micro y macromoléculas del medio a cimiento (McManus y Fuhrman, 1986). El ciliado
través de la membrana citoplasmática, fenómeno Myrionecta rubra secuestra los cloroplastos de su
conocido como pinocitocis. Los protozoos parási- presa (e.g., la criptofícea Geminigera cryophila)
tos, al igual que los de vida libre, pueden ingerir y acumula sus núcleos por aprox. 30 días. Tanto
el alimento de manera fagotrófica u osmotrófica, los núcleos como los cloroplastos se dividen acti-
ya sea viviendo en la luz de los órganos huecos de vamente dentro del ciliado (Johnson et al., 2006).
sus hospedadores (formas cenozoicas) o en los es- Este ciliado, al igual que varias especies mixotró-
pacios intercelulares de sus tejidos (histozoicas). ficas de dinoflagelados, generan incrementos ex-
La mayoría de los parásitos forma quistes con una plosivos en su abundancia, fenómenos conocidos
pared celular resistente que les permite sobrevivir como mareas rojas (Stoecker et al., 1991; Jeong
durante largos periodos fuera de su hospedador. et al., 2010), que pueden o no ser tóxicos. Tales
Varios protistas son mixotróficos, lo cual repre- eventos se conocen también como Floraciones
senta una combinación de estrategias autotróficas Algales Nocivas (FAN), dado que, históricamen-
y heterotróficas para optimizar el aprovecha- te, se consideró que los organismos unicelulares
miento de los recursos disponibles, pudiendo así que los producían eran estrictamente fotótrofos.
proliferar tanto en ambientes eutróficos (ricos en Hoy está comprobado que la gran mayoría de
nutrientes) como oligotróficos (pobres en nutrien- las especies que causan las FAN son mixotrófi-
tes). Los protistas mixotróficos se clasifican según cas, e incluyen a dinoflagelados, haptofitas (e.g.,
tres tipos fisiológicos: El Tipo I (mixótrofos idea- Phaeocystis), diatomeas (e.g., Pseudo-nitzschia)
les) incluye a los protozoos que emplean la ali- (Burkholder et al., 2008) y rafidofíceas (e.g.,
mentación fototrófica y la fagotrófica con similar Heterosigma akashiwo), así como a algunas pe-
eficiencia; el Tipo II se refiere fundamentalmente lagomonadales que causan “mareas pardas” (e.g.,
a las algas fototróficas con capacidad de fagocitar; Aureococcus anophagefferens).
y el Tipo III engloba básicamente a los protozoos Los protistas, además, presentan diferentes ti-
con capacidad de fotosíntesis (Stoecker, 1998; pos de asociaciones simbióticas con el fin de pro-
Hammer y Pitchford, 2005). La alimentación tegerse, nutrirse o dispersarse. Estas asociaciones,
mixotrófica representa notables ventajas fisiológi- tales como el mutualismo, comensalismo y para-
cas y ecológicas para los organismos, principal- sitismo, no siempre presentan límites claros, ya
mente cuando las condiciones de luz, nutrientes que pueden evolucionar en distintas direcciones a
o alimento se tornan limitantes en el ambiente través del tiempo. Los protistas simbióticos pue-
(Moore, 2013). La presencia de protistas mixotró- den ser ecto o episimbiontes de vegetales, hon-
ficos en el ambiente marino impacta tanto sobre gos, otros protistas, invertebrados y vertebrados
la cantidad y calidad de las presas y los nutrientes que brinden el nicho y hábitat apropiados. Cuan-
disponibles como sobre el grado de competencia do los hospedadores son eucariotas mayores, los
con aquellos organismos que son estrictamente protozoos endosimbiontes pueden invadir todo el
heterotróficos (incluidos algunos metazoos) o au- organismo, pero los nichos más frecuentados son
tótrofos. el celoma, el tubo digestivo y órganos asociados,
Entre los organismos mixótrofos se destacan los y el sistema circulatorio.
flagelados y la gran mayoría de los dinoflagela- Prácticamente todos los grupos de protozoos
dos, que fueron clasificados originalmente como presentan formas asociadas simbióticamente con
autótrofos o heterótrofos según la presencia o moluscos y crustáceos. Por otro lado, en ambien-
ausencia de clorofila y plástidos (Stoecker, 1998, tes oceánicos pelágicos se han detectado ciliados
1999; McManus et al., 2005; Hansen, 2011). Los loricados (Codonella), radiolarios (Dictyocoryne)
ciliados, por su parte, frecuentemente retienen los y dinoflagelados (Amphisolenia, Citharistes, Di-
cloroplastos de las algas consumidas. Por ejem- nophysis, Histioneis, Ornithocercus) que exhiben

26
Protistas Marinos

una relación simbiótica con las cianobacterias ca, implica la generación de productos de excre-
Synechococcus y Prochlorococcus, siendo estas ción y, en consecuencia, el aporte permanente de
últimas prácticamente del mismo linaje e impli- nutrientes (principalmente amonio) y micronu-
cando, en consecuencia, que un mismo simbionte trientes (e.g., Fe) en niveles mucho más elevados
es capaz de asociarse con una gran variedad de que aquellos derivados del pastoreo del zooplanc-
organismos hospedadores (Foster et al., 2006). ton (Caron, 1991; Caron y Goldman, 1988; Gold-
Otros casos de simbiosis ocurren en los fondos man et al., 1985). Su rol como regeneradores de
marinos (Sauvadet et al., 2010). Las chimeneas nutrientes y como vehículos de transferencia en-
hidrotermales, ricas en sulfuros, son el hábitat tre los niveles inferiores y superiores de la trama
propicio para la proliferación de una asociación trófica es particularmente destacado en ambientes
entre bacterias quimioautótrofas ectosimbióticas oceánicos oligotróficos (Chase y Price, 1997).
y el ciliado colonial sésil Zoothamnium niveum Por otra parte, los protozoos representan el ítem
(Cavanaugh et al., 2006; Rinke et al., 2006). No alimenticio preferencial del zooplancton, dentro
obstante, recientemente se descubrió que la mis- del cual se incluyen a los copépodos y otros crus-
ma asociación prolifera sobre huesos de ballenas táceos cuyo sistema de filtración no les permite
depositados a sólo 5 m de profundidad, hecho que retener la fracción más pequeña del plancton (na-
revela el carácter cosmopolita de esta simbiosis noplancton) aunque sí consumen a los protozoos
(Kawato et al., 2010). También se han registra- microplanctónicos. También son importantes en
do especies de flagelados con bacterias simbió- la dieta de las larvas de peces (Figueiredo et al.,
ticas (Atkins et al., 2002; Kouris et al., 2007). 2005). De este modo, los protozoos actúan como
Un ejemplo de mutualismo endosimbionte está nexo trófico entre los organismos procariotas y
representado por el dinoflagelado Symbiodinium el zooplancton, permitiendo la transferencia de
(ex-zooxantela), que prolifera en elevadas densi- la biomasa bacteriana dentro de la trama trófica.
dades dentro de corales, foraminíferos sorítidos, También son importantes en la trama alimentaria
esponjas y almejas (Fay, 2010). de los sedimentos marinos, facilitando la descom-
Existen múltiples casos reportados de protozoos posición de la materia orgánica y como nexo tró-
marinos parásitos que pueden causar la muerte fico hacia los niveles superiores (Fenchel, 1987);
masiva de sus hospedadores. Algunos ejemplos sin embargo, la información disponible sobre los
de esto son el género Perkinsus (Alveolata, Pro- procesos vinculados con las tasas de consumo,
talveolata, Perkinsidae), asociado a la ostra Cras- el crecimiento y las interacciones tróficas de los
sostrea virginica (Bushek y Allen, 1996; Joseph et protozoos bentónicos es aún muy escasa en com-
al., 2010; Saldarriaga et al., 2003; Soudant et al., paración con la de ambientes pelágicos (Fenchel,
2013), ciertos ciliados Scuticociliatia y Peritrichia 1987; Caron, 1997). Los procesos más importan-
que se alimentan de los tejidos epiteliales de pe- tes tienen lugar en la interfase agua-sedimentos
ces y crustáceos (Lynn y Strüder-Kypke, 2005), y y en los biofilms (comunidades de bacterias, pro-
los escuticociliados Mesanophrys chesapeakensis tozoos y otros microorganismos que crecen en
y Anophryoides haemophila, que son endopará- una matriz orgánica polimérica autoproducida).
sitos del cangrejo azul Callinectes sapidus y de La abundancia de bacterias y protozoos en un
la langosta americana Homarus americanus, res- biofilm puede ser superior a la de la columna de
pectivamente (Messick y Small, 1996). Los di- agua adyacente. Estas comunidades son de crucial
noflagelados Chytriodinium affine, C. roseum y importancia, tanto en la regeneración de nutrien-
Dissodinium pseudolunula son ectoparásitos de tes como para la gran mayoría de los organismos
huevos de especies de copépodos ampliamente sésiles que producen propágulos planctónicos
distribuidas en ambientes neríticos (Gómez et al., (larvas de invertebrados y esporas de macroalgas)
2009; Gómez y Artigas, 2013). que finalmente se adhieren y colonizan el sustra-
El pequeño tamaño de los protozoos y su alta to (Qian et al., 2007). En estos casos, el proceso
relación superficie/volumen les confiere venta- de asentamiento de los propágalos determinará la
jas competitivas respecto de otros organismos de distribución de los adultos.
mayor tamaño, presentando además altas tasas de En general, y dada su gran heterogeneidad
recambio y abundancias muy elevadas (Nisbet, funcional y filogenética, el estudio taxonómico y
1984; Porter et al., 1985). El consumo que ejercen ecológico de los protozoos ha sido históricamen-
sobre bacterias, algas pequeñas y materia orgáni- te más fragmentario que el del fitoplancton y los

27
Protistas Marinos

metazoos. Tal como ha ocurrido para las Archaea, y aún instalado debate, queda claro que el loop
las bacterias y los virus, el conocimiento ecológi- microbiano y la trama trófica microbiana son dos
co de los protozoos marinos se incrementó nota- procesos estrechamente relacionados que condi-
blemente en las décadas de 1960 y 1970 debido, cionan los flujos de materia y energía en distintas
en primer lugar, al desarrollo del microscopio de escalas del ambiente marino.
fluorescencia y, posteriormente, a la aplicación de En relación al flujo de carbono biogénico, en
técnicas moleculares (Caron et al., 2004) y al uso este punto conviene establecer una diferenciación
de equipos de medición más sofisticados y preci- entre tres términos ecológicos a menudo usados
sos. El avance tecnológico permitió incrementar indistintamente, como es el caso de la exporta-
los conocimientos ligados a las condiciones trófi- ción de materia orgánica, el secuestro de carbono
cas de los ecosistemas y a la calidad y concentra- y la bomba biológica de CO2. La exportación se
ción de la materia orgánica disuelta y particulada. refiere al flujo de material biogénico desde las ca-
Surgieron de este modo los conceptos de “produc- pas superficiales del mar hacia aguas profundas
ción nueva” y “producción regenerada” (Dugdale (proceso durante el cual gran parte del carbono
y Goering, 1967), se evidenció el rol fundamental es respirado y finalmente reciclado hacia la at-
del acople entre bacterias y protozoos dentro de la mósfera), mientras que el secuestro implica la
ecología de los sistemas pelágicos y bentónicos, remoción de CO2 a partir de la atmósfera y de la
y se modificó el concepto tradicional de la cade- superficie oceánica durante periodos de tiempo lo
na trófica lineal y simple (basada en productores, suficientemente prolongados como para regular
herbívoros y peces) para darle a las bacterias y los el clima del planeta. Algunos procesos involucra-
protozoos un protagonismo clave en los procesos dos en el secuestro de carbono son, por ejemplo,
conocidos como trama trófica microbiana (Pome- el hundimiento o el transporte hacia aguas pro-
roy, 1974) y loop microbiano (Azam et al., 1983). fundas de carbono orgánico disuelto (COD) y
Dentro de los ecosistemas marinos, sin em- particulado (COP), seguido de su incorporación
bargo, corresponde establecer una diferencia- a los sedimentos, la fijación del carbono al ma-
ción entre estos dos conceptos: el término “loop terial calcáreo, y la unión del carbono a cierto
microbiano” se refiere al sistema quasi cerrado tipo “refractario” (biológicamente inutilizable) de
constituido por materia orgánica disuelta (MOD, materia orgánica disuelta. A los fines de un ba-
derivada principalmente del fitoplancton), bacte- lance biogeoquímico global, lo que importa no es
rias y protozoos (zooflagelados, ciliados) bacte- el carbono exportado sino sólo el efectivamente
rívoros. Estos últimos consumen a las bacterias secuestrado. Por último, se conoce como bomba
y, a su vez, liberan MOD que sirve de sustrato a biológica de CO2 al proceso por el cual el fito-
los primeros. Al loop microbiano se lo considera plancton incorpora carbono inorgánico por foto-
como un “sumidero” de carbono, más que como síntesis y lo transforma en moléculas orgánicas,
una fuente complementaria de carbono orgánico parte de las cuales eventualmente caen libremente
para los metazoos, implicando en consecuencia (son exportadas) hacia aguas profundas en forma
una baja transferencia hacia los niveles superio- de “nieve marina” (partes o cuerpos completos de
res. El término “trama trófica microbiana”, por organismos muertos, pellets fecales y agregados
otro lado, se emplea para designar a un sistema de materia orgánica particulada) o son transporta-
más abierto que incluye, además, a las pequeñas das por organismos que migran verticalmente. El
algas picoplanctónicas (0,2-2 μm) y nanoplanc- carbono usado para fotosíntesis en la capa eufóti-
tónicas (2-20 μm). Mientras que para algunos ca es repuesto por la difusión de CO2 atmosférico
autores la trama trófica microbiana también se hacia el mar; este proceso opera de manera tal que
comportaría como un sumidero de carbono bio- siempre existe un gradiente de mayores concen-
génico, en donde la mayor parte de la producción traciones de CO2 hacia aguas profundas, a pesar
autotrófica procesada por microorganismos sería de la mezcla causada por turbulencias o difusión.
oxidada (respirada) dentro del loop microbiano,
otros investigadores sugieren, en cambio, que ac-
tuaría a modo de enlace con los consumidores de
IMPORTANCIA ECONÓMICA
niveles superiores, exportando carbono y energía La importancia económica de los protistas
metabólica hacia los metazoos (ver Legendre y depende de la corriente económica que se apli-
Le Fèvre, 1995). No obstante este controvertido que para valorar sus funciones y roles. A conti-

28
Protistas Marinos

nuación se presenta una breve síntesis del tema Servicios de regulación de la biota:
considerando los principios de la Economía Eco- - Regulan la densidad y la biomasa bacteriana
lógica (Røpke, 2004, 2005; Spash, 1999) y las manteniendo el equilibrio ecológico, y transfieren
recomendaciones de los Ecosistemas del Mile- la producción o biomasa bacteriana a través de la
nio (http://millenniumassessment.org/es/index. trama trófica microbiana. En este sentido, es des-
html) sobre los bienes y servicios ecosistémicos. tacable también el impacto positivo que ejercen
De este modo, considerando las múltiples aristas las interacciones bacterias-protozoos en los pro-
vinculadas con los protistas, su valoración pue- cesos de degradación de hidrocarburos u otros
de efectuarse independientemente de su valor agentes contaminantes. El consumo activo de los
como elemento de mercado. En este contexto, protozoos sobre las bacterias las mantiene en cre-
es oportuno destacar que los aspectos ecológicos cimiento activo, incrementándose así también las
tratados en la Sección precedente y los que aquí tasas de biodegradación. Asimismo, el pastoreo
se incluyen, reflejan las “dos caras de la misma que ejercen algunos dinoflagelados y ciliados mi-
moneda”. croplanctónicos sobre especies de dinoflagelados
tóxicos, regula el impacto adverso de las mareas
Servicios esenciales al nivel de ecosistemas: rojas.
Fotosíntesis – Un gran número de protozoos, al - Regulación del clima: Dentro de los dominios
ser mixotróficos, puede desempeñarse como or- planctónico y bentónico del mar, los protozoos
ganismos productores conforme a las condiciones son regeneradores de nutrientes y representan el
ambientales imperantes. nexo entre la materia orgánica disuelta y las bac-
Ciclo de nutrientes – En este proceso, los pro- terias con los organismos mayores. En las capas
tozoos intervienen en la regeneración de amonio superficiales del mar, los protozoos mixótrofos
y urea, tanto en la columna de agua como en los contribuyen con la fotosíntesis, proceso que, jun-
sedimentos de fondo, devolviendo al ambiente, en to con el reciclado de carbono y nutrientes, son
forma casi inmediata, las especies químicas nece- fundamentales en la regulación biológica del cli-
sarias para la continuidad de la vida marina en ge- ma.
neral y de los productores primarios en particular.
Dinámica del carbono – En ambientes oceáni- Existen otros servicios culturales o valores re-
cos, los protozoos representan el enlace energéti- creativos que contribuyen al bienestar humano y
co entre las bacterias y los niveles superiores de también están vinculados a los protistas, aunque
la trama trófica. de una manera más indirecta e intangible. Tal es lo
que sucede con los arrecifes de coral, que proveen
Servicios de aprovisionamiento de bienes: beneficios económicos directos (turismo y recrea-
- Sirven de alimento a organismos pelágicos ción) y, asimismo, brindan protección a las costas
y bentónicos, incluidos algunos de importancia ante las tormentas y son sostén de pesquerías y de
comercial (krill, moluscos, etc.) cuyas poblacio- una enorme biodiversidad asociada. Sin embargo,
nes se sostienen gran parte del año a expensas de la salud y subsistencia de los corales dependen de
protozoos, pequeñas algas, bacterias y materia sus relaciones simbióticas con los dinoflagelados
orgánica. mixotróficos del género Symbiodinium (Jeong et
- Son formadores de depósitos de petróleo y gas al., 2012) (ver Ecología). Se ha comprobado que
y, en el caso particular de los foraminíferos fó- los corales que no se encuentran asociados a estos
siles, también son indicadores de rocas petrolífe- dinoflagelados depositan mucho menos carbonato
ras. Los esqueletos calcáreos de los foraminíferos de calcio y no construyen barreras.
conforman, además, el principal componente de
las rocas calizas. Distintos grupos de protistas incluyen especies
- Son materia prima para la generación de bio- que son importantes bioindicadoras de:
combustibles. Si bien la producción de biocom- a) La edad de los estratos geológicos (estrati-
bustibles se vincula principalmente con microal- grafía), condiciones paleoclimáticas y paleogeo-
gas, los protistas mixótrofos están comenzando a gráficas (fósiles de foraminíferos, radiolarios, tin-
ser investigados en este contexto, combinando el tínidos calpionélidos)
crecimiento autotrófico con el uso de nutrientes b) Procesos oceanográficos (circulación de co-
orgánicos (Kröger y Müller-Langer, 2011). rrientes oceánicas, masas de agua, formación y

29
Protistas Marinos

recorrido de eddies, surgencia y hundimiento de tozoos (ciliados y dinoflagelados) para declinar,


masas de agua), influencia de las mareas y re- mediante el consumo, a las poblaciones de protis-
suspensión de sedimentos/células/quistes. Estos tas que causan mareas rojas tóxicas. Por otra par-
procesos son detectados principalmente mediante te, cabe destacar que los dinoflagelados produc-
el análisis de las especies provistas de estructuras tores de marea roja que escapan a la predación,
de protección (ciliados loricados, dinoflagelados, sucumben ante el parasitismo causado por otros
foraminíferos, radiolarios). dinoflagelados (Chambouvet et al., 2008).
c) Calidad del agua y grado de polución de
sistemas acuáticos naturales, vinculado con la Perjuicios económicos directos:
presencia/ausencia de ciertas especies de grupos - Floraciones Algales Nocivas (FAN). Los súbi-
“frágiles”, tales como ciliados desnudos, flagela- tos incrementos numéricos de algunas especies de
dos y amebas. dinoflagelados mixótrofos pueden afectar la dis-
ponibilidad y/o captación de oxígeno, provocando
Beneficios económicos directos: eventos de mortalidad en peces y otros organis-
a) Industria farmacéutica. Retomando el ejem- mos. Varias especies generan sustancias altamen-
plo de Symbiodinium (ver más arriba), las especies te tóxicas (e.g., veneno paralizante, diarreico y
de este género asociado a corales representan una neurotóxico de los mariscos, etc.). Los moluscos,
fuente de compuestos de interés farmacéutico. crustáceos y otros organismos bentónicos que se
b) Biotecnología: La capacidad de adaptación a alimentan de estas especies, concentran las toxi-
las fluctuaciones ambientales extremas (pH, sali- nas en sus tejidos, convirtiéndolos en alimentos
nidad, temperatura, presión) brinda a los microor- altamente tóxicos, que pueden provocar enferme-
ganismos en general, la habilidad para producir dades severas e incluso la muerte del hombre y de
nuevas moléculas y metabolitos primarios y se- la fauna marina dependiente.
cundarios que no se registran en los microorganis- - Pérdida de biomasa de microalgas generadoras
mos terrestres. Estas moléculas tienen actividades de biocombustibles por el incremento de ciliados,
funcionales beneficiosas para la salud humana, amebas y flagelados, y del consumo asociado.
tales como antioxidantes, antiinflamatorias y anti- Esto implica perdidas económicas considerables
bióticas. No obstante, la genómica de los protistas en tan sólo días de desarrollo de los protozoos en
es compleja, dado que responde a la complejidad la biomasa algal (Day et al., 2012).
de su diversidad filogenética y de sus ciclos de - Parasitismo: Tal como se señalara en la sec-
vida, y al amplio rango de tamaños de sus geno- ción anterior, existen múltiples casos de proto-
mas (8 Mb-1400 Gb). Esta complejidad explica el zoos marinos parásitos que generan reducciones
hecho de que se haya obtenido un bajo número de en poblaciones de importancia comercial. Si bien
genomas (25, hasta la actualidad) aunque todos se sabe que en los ambientes marinos el parasi-
con potencial aplicación en el área de la salud hu- tismo de los protozoos representa un proceso de
mana (Querellou et al., 2010). alto impacto sobre la estructura de varias pobla-
c) Los siguientes aspectos de importancia eco- ciones, este fenómeno es aún bastante relegado
nómica que están actualmente en desarrollo: en la mayoría de los estudios vinculados con la
-Pinturas antiincrustantes: Derivan del estudio trama trófica y en los modelos predictivos asocia-
de la composición genética de los organismos dos (pesquerías, ciclos biogeoquímicos, bombeo
que conforman el biofilm. Contribuyen a prevenir biológico, etc.). En España, recientemente se creó
riesgos en salud vinculados con la industria ali- el primer biobanco marino del mundo de parásitos
mentaria, daños en tuberías y embarcaciones. y biomoléculas asociadas. Su objetivo es mitigar
- Acuicultura: Se basa en el aprovechamiento el impacto de los parásitos presentes en productos
de los ciliados como potencial fuente de alimento de pesca europeos y de importación, mejorando la
de estadios larvales de peces y otros organismos. seguridad alimentaria y fortaleciendo la competi-
- Control biológico: Considera al uso de pro- tividad de los productos.

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RADIOLARIA
(ACANTHARIA POLYCYSTINA
Y PHAEODARIA)
Demetrio Boltovskoy
y Nancy Correa

INTRODUCCIÓN Febvre et al. (2002) resumieron la información


disponible sobre su biología, ultraestructura, taxo-
Hasta mitades del siglo XX, en la Clase Radio- nomía y distribución. Entre los trabajos recientes
laria se incluían tres grupos de protistas exclusi- que resumen el conocimiento de la biología y
vamente marinos, en su gran mayoría provistos citología, identificación, ecología y distribución
de esqueleto: Acantharia, Polycystina y Phaeo- geográfica los radiolarios pueden destacarse los
daria (e.g., Haeckel, 1887). A partir de la década siguientes: Cachon-Enjumet (1961), Reshetnjak
de 1950, aproximadamente, la tendencia domi- (1966), Kling (1978), Nigrini y Moore (1979),
nante fue excluir a los acantarios de esta clase, Anderson (1983), Caron y Swanberg (1990),
pero estudios filogenéticos recientes basados en Boltovskoy (1999), Kling y Boltovskoy (1999),
evidencias moleculares indican que Acantharia y De Wever et al. (2001), Anderson et al. (2002),
Polycystina tienen un mismo origen, mientras que Takahashi y Anderson (2002), Boltovskoy y Puja-
Phaeodaria están más distanciados (e.g., Adl. et na (2008), Boltovskoy et al. (2010) y Boltovskoy
al., 2012; ver Sistemática más abajo). Sin embar- et al. (en prensa). Una fuente de información im-
go, el panorama actual es incompleto, de manera portante para los estudiosos del grupo es el portal
que es muy probable que los esquemas de clasi- de internet http://www.radiolaria.org/, con infor-
ficación sigan modificándose. En este trabajo el mación taxonómica, distributiva, estratigráfica,
término “Radiolaria” se refiere a Polycystina + biológica, etc.
Phaeodaria.
Si bien la mayoría de las especies de estos tres
taxones tienen esqueletos, solamente los de Po-
DISTRIBUCIÓN Y ECOLOGÍA
lycystina pueden preservarse en los sedimentos Todos los acantarios y radiolarios son planctó-
después de muertos resistiendo la fragmentación nicos durante la totalidad de su ciclo vital (holo-
y la disolución. Debido a esto, a diferencia de planctónicos) y, con una sola excepción, típicos
Acantharia y Phaeodaria, los Polycystina han sido de áreas pelágicas, alejadas de la costa. Solamen-
analizados no solamente en muestras de agua, te en las regiones donde la plataforma continental
sino también en muestras de sedimentos, tanto es muy estrecha y baja abruptamente (como, por
recientes como fósiles (los Polycystina más anti- ejemplo, en las costas chilenas, o en los fiordos de
guos conocidos datan del Cámbrico, cerca de 530 Noruega, la cercanía de aguas del océano abierto
millones de años atrás). En realidad, más del 90% hace que se encuentren radiolarios muy cerca de
de los trabajos publicados sobre Polycystina, así la costa (Swanberg y Bjørklund, 1986). Además,
como de los especialistas en el grupo, provienen en las aguas costeras la salinidad frecuentemente
del campo de la geología-paleontología, y no de está disminuida debido a aportes continentales de
la biología. En virtud de ello, la cantidad de in- agua dulce, y estos protistas, al igual que la gran
formación sobre Polycystina es mucho más abun- mayoría de los pláncteres pelágicos, no soportan
dante que la que tenemos de los otros dos. De los salinidades inferiores a 30-32‰. Tampoco habi-
tres, Acantharia son los menos estudiados. tan muchos mares interiores o marginales, como
Existen varios trabajos de referencia general el Mar Negro, Mar de Azov, Mar Caspio, Mar
sobre acantarios. Las revisiones de Schewiakoff Blanco, Mar Báltico y otros. La única excepción
(1926) y Reshetnjak (1981) constituyen los trata- conocida hasta hoy es la especie Lophophaena
dos más exhaustivos sobre el grupo. Más recien- rioplatensis (Polycystina), que se ha registrado en
temente, Febvre (1990), Bernstein et al. (1999) y aguas costeras bonaerenses y estuariales del Río

35
Radiolaria

de La Plata a salinidades de hasta 15.4‰ (Bolto- se disuelven antes de llegar al fondo (Takahashi
vskoy et al., 2003). y Honjo, 1981), mientras que los de Acantharia
Al igual que para la mayoría de los zoopláncte- se disuelve en el agua inmediatamente después
res marinos, los dos atributos de las asociaciones de que el animal muere. Los de Polycystina, por
de acantarios y radiolarios - abundancia y com- el contrario, frecuentemente sí se preservan, de
posición específica, son regulados por factores manera que hay grandes extensiones de fondo
diferentes. marino tapizadas con decenas a miles de metros
Con excepción de las zonas costeras o de sali- de espesor de sus esqueletos, en densidades que
nidad disminuida recién mencionadas, las abun- pueden exceder el medio millón de tecas por gra-
dancias dependen principalmente del alimento mo de sedimento seco. La distribución de estas
disponible y, por ende, de la productividad. La áreas ricas en radiolarios refleja no solamente su
composición específica y la diversidad, por otro abundancia y productividad en las aguas corres-
lado, dependen principalmente de la temperatura pondientes, sino también los procesos de preser-
del agua. vación y fosilización.
La distribución vertical en la columna de agua
difiere entre los tres grupos.
DISTRIBUCIÓN CUANTITATIVA Los acantarios son organismos típicamente su-
Los tres grupos están presentes a todas las la- perficiales, con clara preferencia por el estrato de
titudes, desde el ecuador hasta los polos, aunque los primeros 5-10 m de agua. Esta ubicación se
Acantharia son preferentemente de aguas cáli- mantiene mientras las condiciones son calmas y
das. Las densidades usuales para Polycystina y sin lluvia.
Acantharia son de alrededor de 1 ejemplar por Al aumentar la turbulencia superficial, y/o ba-
litro, pero Phaeodaria normalmente son unas 5-10 jar la salinidad por aporte de agua de lluvia, los
veces menos abundantes. En zonas productivas acantarios descienden rápidamente a profundida-
(por ejemplo, Pacífico Ecuatorial este, Corriente des de 50-200 m, para regresar a la superficie una
de California, Corriente de Benguela) las abun- vez que las condiciones de calma se restablecen
dancias pueden ser significativamente más altas, (Schewiakoff, 1926; Reshetnjak, 1981).
llegando a decenas y hasta centenares de células La gran mayoría de los Polycystina se concen-
por litro (Caron y Swanberg, 1990). tran en los primeros 50 a 100 m, con picos de abun-
Curiosamente, para Polycystina, que muy rara- dancia en la superficie o algo más abajo (Fig. 1).
mente se encuentran en aguas costeras, las den- En aguas polares, sin embargo, las mayores
sidades más altas reportadas hasta el momento concentraciones se observan a unos 200-400 m, en
son las de poblaciones monoespecíficas de Lo- coincidencia con la posición de estratos de aguas
phophaena rioplatensis frente a Mar del Plata, más cálidas que las superficiales (Boltovskoy y
llegando a 394 células por litro (Boltovskoy et Alder, 1992; Nimmergut y Abelmann, 2002; Fig.
al., 2003). 1). Es importante destacar que los perfiles vertica-
Al morir, estos pláncteres sedimentan en la les de abundancia de Polycystina frecuentemente
columna de agua, frecuentemente incluidos en están sesgados porque en las muestras profundas
los pellets fecales de sus predadores. El estudio la gran mayoría de los ejemplares no están repre-
de este proceso, mediante el uso de trampas de sentados por individuos vivos, que efectivamente
sedimento, brinda información de interés sobre habitan ese estrato, sino por células muertas en
la productividad, acoplamiento de ciclos de pro- proceso de sedimentación (Fig. 2).
ducción y consumo, condiciones de fosilización, En la mayoría de los estudios los ejemplares
etc. (Lange y Boltovskoy, 1995). Las cantidades vivos no se diferencian de los muertos en el mo-
de Polycystina que sedimentan en la columna de mento de la captura, y cuando se hace los métodos
agua llegan a más de 200,000 individuos por me- utilizados son de cuestionable validez (Boltovs-
tro cuadrado y por día (Boltovskoy et al., 1993, koy, 1999). Los Acantharia y Phaeodaria están
1996). Los flujos más altos ocurren en las áreas menos afectados por este sesgo porque sus esque-
más productivas, en particular en zonas de aflo- letos son mucho más frágiles.
ramiento. A diferencia de los anteriores, los feodarios
Los esqueletos de Phaeodaria muy raramente habitan estratos más profundos, con máximos de
se preservan en los sedimentos y generalmente densidad por debajo de los 200-300 m (Fig. 1).

36
Radiolaria

Individuos por litro


Polycystina Phaeodaria

0 5 10 0 0.4 0 5 0.05 0.10


0

200
Profundidad (m)

400
C
B

600 B
A, D

A C D
Fig. 1. Perfiles verticales de distribución cuantitativa de Polycystina y Phaeodaria. Basado sobre datos de Yamashita et al., 2002
(A y D), Kling y Boltovskoy, 1995 (B), y Boltovskoy y Alder, 1992 (C).

DIVERSIDAD Y BIOGEOGRAFÍA
Acantharia
Históricamente, los acantarios han sido uno de
los grupos de protistas más relegado en su estu-
dio; en consecuencia, los datos de distribución y
biogeografía existentes son muy incompletos. De
las aproximadamente 150 especies de Acantharia
descriptas, solamente una (Coleaspis obscura)
se encontró hasta ahora en áreas polares exclu-
sivamente; todas las demás fueron registradas
solamente en los trópicos y subtrópicos, o en és-
tos y aguas antárticas (13 especies), o árticas (19
especies), generalmente en áreas influenciadas
por corrientes provenientes de las latitudes bajas
(Reshetnjak, 1981; Bernstein et al., 1999). La Fig.
3 detalla las cantidades de especies de acantarios
registrados en los tres océanos mayores e ilustra
algunas formas representativas.

Polycystina
La biogeografía de Polycystina está íntimamen-
te ligada con la temperatura de las aguas super-
ficiales; en consecuencia, la ubicación y límites
de las provincias o regiones definidas sobre la
base de la presencia/ausencia o de las relaciones
Fig. 2. Pocentaje de células vivas de Polycystina en función de porcentuales entre las especies que componen sus
la profundidad. De Kling y Boltovskoy (1995). taxocenosis dependen de la temperatura del agua

37
Radiolaria

Fig. 3. Cantidades de especies de Acantharia registradas en los 3 océanos


mayores (total: 141 especies). Muchos de los “endemismos” seguramente
se deben a la escasez de información. Los números indicados no están ba-
sados sobre coberturas iguales, y por ende seguramente están sesgados.
Basado sobre datos de Schewiakoff (1926) y Reshetnjak (1981).

superficial. En líneas generales, estas provincias bajas (15º-20º), disminuyendo levemente hacia el
son cinturones circumglobales simétricos a am- ecuador y drásticamente hacia los polos (Bolto-
bos lados del ecuador, con dos zonas polares, dos vskoy, 1987, 1999). La cantidad de especies que
subpolares, dos de transición, dos subtropicales y habitan las aguas cálidas y templadas es de más de
una tropical o ecuatorial (Fig. 4), tal como se ha 200, mientras que en las árticas y antárticas baja a
descripto para muchos otros pláncteres oceánicos 40-60 (Boltovskoy et al., 2010). También la equi-
(e.g., foraminíferos planctónicos; Bé, 1977). La tabilidad (o grado de homogeneidad de distribu-
información disponible confirma esta conclusión, ción de individuos entre las especies) disminuye
aunque los datos son aún insuficientes para com- con la latitud: en aguas polares es común que una
poner una imagen detallada (Fig. 4). o unas pocas formas sean ampliamente dominan-
Al igual que en la mayoría de los organismos tes sobre el resto, mientras que en los trópicos la
del plancton marino, la diversidad específica de distribución numérica de individuos por especie
Polycystina es máxima en las latitudes medias- es mucho más pareja (Boltovskoy, 1999).

38
Radiolaria

Fig. 4. Regiones biogeográficas basadas sobre la distribución de las especies de Polycystina en los sedimentos superficiales del
Océano Mundial (mapa), y formas más representativas de cada una de ellas. Para gran parte del Océano Atlántico la información
disponible es insuficiente. Basado sobre datos compilados por Boltovskoy et al. (2010). El mapa insertado ilustra la distribución
de la temperatura media del mar a 10 m de profundidad en los siguientes intervalos: <2, 2-8, 8-16, 16-26 and >26 °C (según datos
de Locarnini et al., 2006).

Phaeodaria partículas en suspensión en el agua, incluyendo


Debido a que habitan principalmente las aguas bacterias, otros protistas (diatomeas, dinoflagela-
subsuperficiales y profundas, la biogeografía dos, foraminíferos, tintínidos, ciliados desnudos),
de los feodarios no refleja la distribución de las y también metazoos, frecuentemente mucho ma-
propiedades de las aguas superficiales. En conse- yores en tamaño que ellos mismos (copépodos
cuencia, las provincias definidas sobre la base de larvales y adultos, larvas nauplii en general, apen-
sus asociaciones específicas están más claramente dicularias, etc.; Anderson, 1983, 1996; Caron y
segmentadas por las cuencas oceánicas y sugieren Swanberg, 1990). En este último caso el protista
mayor incidencia de endemismos (Fig. 5). inmoviliza a la presa con sus pseudopodios, la ro-
dea con ellos y penetra en el cuerpo blando a tra-
vés de las zonas más débiles del exoesqueleto. En
RELACIONES TRÓFICAS el interior, los pseudopodios desprenden trozos de
Los tres grupos se alimentan principalmente de tejido, y los incluyen en vacuolas digestivas que

39
Radiolaria

Fig. 5. Divisiones biogeográficas basadas sobre la fauna de Phaeodaria (de Reshetnjak, 1966), y agunas especies características
de áreas tropicales y polares.

son movilizadas hacia el cuerpo del radiolario por Muchos animales marinos filtradores y preda-
flujo citoplasmático (Anderson, 1983). dores se alimentan de radiolarios y acantarios,
Los acantarios y muchos Polycystina presentan incluyendo otros protistas (foraminíferos), tunica-
cianobacterias y/o algas (dinoflagelados, prasi- dos, copépodos, eufáusidos, peneidos, anfípodos,
nofitas o primnesiofitas) en vacuolas especiali- etc. En Polycystina y Phaeodaria se han descripto
zadas (los simbiosomas) de su ectoplasma (Bråte dinoflagelados parásitos (Anderson, 1983).
et al., 2012; Yuasa et al., 2012) (Fig. 6). Estos
simbiontes son muy activos fotosintéticamente,
transfiriendo parte de los compuestos orgánicos
SISTEMÁTICA
generados al hospedador (del cual obtienen pro- En los últimos 20 años la taxonomía de los pro-
tección y nutrientes, en forma de productos de de- tistas ha sufrido grandes cambios gracias al aporte
secho del metabolismo). En condiciones de stress de las evidencias de la genética molecular (e.g.,
alimentario estos simbiontes pueden ser digeridos Amaral Zettler et al., 1997, 1999; López-García
por el hospedador (Anderson, 1983). et al., 2002; Polet et al., 2004; Gilga et al., 2009;

40
Radiolaria

La taxonomía a nivel de especie también se-


guramente se modificará a medida que se reali-
cen nuevos estudios moleculares. A juzgar por
lo que ha ido ocurriendo en los últimos años en
otros grupos de protistas que han recibido más
atención, como los cocolitofóridos y los forami-
níferos, es probable que muchas de las especies
conocidas, descriptas sobre la base de caracterís-
ticas morfológicas, resulten complejos de varias
entidades taxonómicas diferentes, a veces con
rangos de distribución disímiles (de Vargas et
al., 2004).

SAR (Stramenopiles -Alveolata-Rhizaria)


(“Supergrupo”).
El nombre es un acrónimo de los tres grupos
reunidos bajo esta denominación: Stramenopiles,
Alveolata y Rhizaria.
Rhizaria (con pseudópodos de diferente as-
pecto, a veces con eje rígido de microtúbulos o
axonema).
Retaria (Principalmente heterótrofos marinos
con axopodios o retículopodios, frecuentemente
Fig. 6. Ejemplar vivo de Euchitonia elegans/furcata (Polycysti- con esqueleto; e.g., Foraminifera).
na, Spumellaria); las flecha señalan simbiontes fotosintéticos Acantharia (Subclase) Cerca de 150 especies
alojados en el ectoplasma. De Takahashi et al. (2003). descriptas.
Holacanthida (Orden) Endoplasma pigmenta-
Yuasa et al., 2009; Ishitani et al., 2011, 2012a, b; do, con muchos núcleos pequeños, con 10 espícu-
Krabberød et al., 2011; Adl et al., 2012; Bråte et las diametrales iguales o diferentes cruzándose en
al., 2012). Estos cambios afectaron, principal- el centro o fusionadas laxamente en él (se diso-
mente, las relaciones filogenéticas entre taxones cian con tratamiento con ácido sulfúrico). Límite
superiores, y en mucho menor medida los niveles entre endo- y ectoplasma poco definido. Cápsula
de familia, género y especie. En lo que respecta a central poco visible. Gametogénesis en un quiste.
los grupos aquí analizados, estos estudios indican Symphyacanthida (Orden) Endoplasma pig-
que Polycystina y Acantharia tienen ancestros co- mentado, ectoplasma sin coloración, un solo nú-
munes más recientes que Phaeodaria, aconsejan cleo grande de posición central, cápsula central
algunas modificaciones en las relaciones filoge- conspicua. 20 espículas radiales fuertemente uni-
néticas, y sugieren que algunas de las entidades das por sus bases (no se separan con tratamiento
taxonómicas superiores utilizadas no son monofi- con ácido sulfúrico). Córtex periplasmático cons-
léticas. Sin embargo, estos estudios recién están picuo.
en sus comienzos y los resultados disponibles aún Chaunacanthida (Orden) 20 espículas radia-
son muy preliminares. El esquema adoptado en les, frecuentemente con dos aristas aserradas, sus
este trabajo sigue en líneas generales la propuesta bases lanceoladas o en forma de gota, sus bases
de Adl. et al. (2012) para las categorías de nivel unidas en el centro por una matriz contráctil. En-
alto, mientras que las divisiones dentro de cada doplasma oscuro o rojizo, ectoplasma más claro
grupo son las tradicionalmente usadas desde hace o trasparente. Mionemas en forma de cinta, muy
décadas y no han tenido modificaciones sustan- largos y móviles.
ciales en tiempos recientes. En el trabajo de Adl Arthracanthida (Orden) 20 espículas radia-
et al. (2012) deliberadamente no se utilizan cate- les con bases piramidales facetadas unidas en el
gorías taxonómicas formales; las asignadas en el centro de la célula. Endoplasma con numerosos
listado que sigue son a título ilustrativo y siguen núcleos. Cápsula central de pared gruesa. Córtex
los esquemas tradicionales. periplasmático conspicuo. Mionemas cilíndricos.

41
Radiolaria

Taxopodida (Orden) Grupo monoespecífico: rogéneo. Ocho familias. Algunos géneros tecados
Sticholonche zanclea. Células con axopodios, con desde el Eoceno.
espículas tangenciales y radiales, marinos, planc- Phaeocystina (Orden) Esqueleto ausente o
tónicos. compuesto por tubos huecos o partículas extrañas
Polycystina (Clase/Subclase/Superorden) Al- aglutinadas ordenada o desordenadamente agru-
rededor de 400 especies vivientes y varios miles padas alrededor de la cápsula central. Cuando
de formas fósiles. presentes, los elementos esqueletarios no están
Collodaria (Orden) Solitarios o coloniales sin soldados entre sí. 4 familias. Sin restos fósiles
esqueleto silíceo o con esqueleto representado por conocidos.
espículas aisladas dispersas en el ectoplasma. No Phaeoconchia (Orden) Esqueleto compuesto
se preservan bien en las muestras de plancton, y por dos valvas especularmente simétricas, ya sea
en las de sedimentos sólo se pueden encontrar las muy conspicuas (familia Concharidae), o inter-
espículas aisladas. La mayoría de aguas cálidas. nas, pequeñas, y rodeadas de una malla elaborada
Grupo poco estudiado, 4 familias. Eoceno?-Ho- de tubos y espinas (familia Coelodendridae). 2
loceno. familias. Sin restos fósiles conocidos.
Spumellaria (Orden) La mayoría solitarios,
una familia (Collosphaeridae) colonial. Con es-
queleto de simetría casi siempre esférica, radial o
ULTRAESTRUCTURA DE LA
una derivada de éstas (en forma de espiral, discoi-
CÉLULA Y EL ESQUELETO
dal o lenticular biconvexo, triaxónico, cuadrangu- El tamaño de la célula de los acantarios y ra-
lar, etc.) o asimétrico, enrejado o esponjoso. 37 diolarios oscila entre unos 30 y 300 µm, aunque
familias (Paleozoico-Holoceno), 8 con represen- algunas formas coloniales pueden llegar a más de
tantes vivientes. 3 metros de largo. Los tres taxones tratados com-
Nassellaria (Orden) Solitarios. Esqueleto for- parten varias características estructurales (Fig. 7),
mado por varias espículas y/o arcos fusionados, como la posesión de esqueleto (aunque también
por un anillo en forma de D y espinas asociadas, hay formas desnudas), la división del citoplasma
o por estructuras más elaboradas, mono- o multi- en dos regiones: endoplasma (más denso y conte-
loculares enrejadas. La simetría del esqueleto está niendo la mayoría de las organelas, como Golgi,
caracterizada por la presencia de un eje heteropo- retículo endoplásmico, mitocondrias, núcleos,
lar. Devónico-Holoceno, 54 familias, 7 con repre- etc.) y ectoplasma (o calymma; más esponjoso y
sentantes vivientes. vacuolado), separadas por una membrana proteica
Archaeospicularia, Albaillellaria, Latenfis- perforada, frecuentemente de color vivo, la cápsu-
tularia, Entactiniaria (Órdenes) Fósiles exclu- la central. Sin embargo, también tienen importan-
sivamente. tes diferencias.
Cercozoa Grupo heterogéneo, sin característi- En Acantharia se observan dos tipos de pseudo-
cas distintivas netas. Organismos biflagelados y/o podios: los axopodios, rectos y largos, con un eje
ameboidales, generalmente con filopodios. central rígido compuesto de microfibrillas, y los
Thecofilosea Generalmente con teca extracelu- filopodios, formando una red intricada con nume-
lar robusta. rosos puntos de unión entre sí y a los axopodios.
Phaeodaria (=Tripylea) (Superorden) Proba- La capa externa de la célula es más densa y fibro-
blemente cerca de 350 especies. sa (el córtex citoplasmático). En los puntos donde
Phaeosphaeria (Orden) Esqueleto general- las espinas emergen de la célula se observan los
mente representado por una esfera grande forma- mionemas, microfibrillas contráctiles que permi-
da por numerosos tubos huecos distribuidos muy ten expandir y contraer en citoplasma usando las
regularmente formando un enrejado de mallas espinas como anclaje (Fig. 7).
triangulares. 3 familias. Sin restos fósiles cono- En Polycystina también se observan axopodios
cidos. y filopodios y una cápsula central multiperforada.
Phaeogromia (Orden) Esqueleto, cuando pre- El esqueleto, sin embargo, es de sílice amorfo, no
sente, representado por una estructura sólida de sigue el patrón de las 10 o 20 espinas (ver más aba-
forma globular, esférica, ovoide o de otro tipo, jo), y la variedad de aspectos que presenta es muy
con una abertura grande, frecuentemente con una superior a Acantharia (ver Sistemática; Fig. 4).
o más espinas radiales grandes. Grupo muy hete- El citoplasma de Phaeodaria también está di-

42
Radiolaria

Fig. 7. Esquema de la ultraestructura de una célula de Acantharia, de Polycystina y de Phaeodaria.

vidido en dos regiones, pero la “cápsula central” de la célula, o pueden estar fusionadas en el cen-
que marca el límite entre ambas tiene solamen- tro más o menos firmemente.
te 3 perforaciones (una mayor, el astrópilo, por En Polycystina (todos los Polycystina tienen
donde el endoplasma fluye hacia el ectoplasma, esqueleto, con excepción de algunos géneros
y dos menores, los parápilos; Fig. 7). Esta “cáp- de Collozoida) el esqueleto es de sílice amorfo
sula central” tiene una estructura diferente a la de prácticamente sin componentes orgánicos. Este
los otros dos grupos y probablemente no sea una esqueleto se preserva normalmente como fósil
estructura homóloga. En los feodarios no se co- en el fondo marino. La diversidad de aspectos
noce la existencia de axopodios, sino solamente que presentan estos esqueletos es extraordinaria.
una red compleja de filopodios. En el ectoplasma, Algunos son de gran complejidad y belleza, a tal
en la región del astrópilo, se concentra el feodio, punto que han sido modelos para la fabricación
una masa granular de color verdoso o pardo que de joyas. De acuerdo al plan general de simetría
probablemente represente restos no digeridos de de estos esqueletos, en Polycystina se diferen-
alimento. cian dos órdenes: Spumellaria y Nassellaria. En
El esqueleto es, probablemente, una de las es- los primeros la simetría del esqueleto es esférica,
tructuras en las que más se diferencias los tres una derivada de ésta, o asimétricos. Pueden ser
grupos. En Acantharia el esqueleto es de sulfato esferas concéntricas (Fig. 9), discos biconvexos
de estroncio; nunca se preserva en los sedimen- (Fig. 4: Spongodiscus resurgens), placas espon-
tos, y ni siquiera lo hace en las muestras de planc- josas cuadrangulares (Fig. 4: Spongaster tetras)
ton fijadas, a menos que al frasco se le agregue o trirradiadas (Fig. 4: Euchitonia elegans/furcata;
estroncio. La arquitectura general del esqueleto Fig. 6), etc. En Nassellaria el esqueleto cuenta con
sigue la denominada “ley de Müller”, con 20 es- un eje heteropolar, donde generalmente hay uno o
pinas o espículas radiales (o 10 diametrales) dis- más segmentos o cámaras dispuestos a lo largo de
puestas en cinco verticilos: dos polares (a 60º con ese eje (Fig. 9).
respecto al ecuador de la célula), dos tropicales (a En el extremo proximal, que es donde comien-
30º), y uno ecuatorial (Fig. 8). El tamaño de estas za el crecimiento, está el primero de estos seg-
espinas puede ser muy desigual, y también puede mentos, o céfalo, luego le sigue el tórax (segundo
haber grandes diferencias en el desarrollo de otros segmento), el abdomen (tercero), y finalmente
elementos esqueletarios accesorios, como esferas, los postabdominales (Fig. 9). El último segmento
trabéculas, barras, etc., de manera que la diversi- generalmente está abierto distalmente mediante
dad de formas es muy grande (Fig. 3). Las espinas una abertura o boca. En algunos Nassellaria este
pueden estar aisladas entrecruzándose en el centro esqueleto está reducido a una serie de espinas y

43
Radiolaria

Fig. 8. Esquema de la disposición de las 20 espinas radiales (o 10 diametrales) en Acantharia según la “ley de Müller”, con 8
espinas polares (p), 8 tropicales (t), y 4 ecuatoriales (e).

arcos de conexión solamente (Fig. 4: Acanthodes- incluyendo el ciclo de vida. En consecuencia, la


mia vinculata). información disponible es muy incompleta.
Phaeodaria tienen especies totalmente despro- En Acantharia se han descripto dos estadios en
vistas de esqueleto, especies con un esqueleto re- relación con la reproducción: el trofonte (estadio
presentado por espículas aisladas dispersas en el no reproductivo), y el gamonte (estadio repro-
citoplasma, especies cuyo esqueleto es producto ductivo), que puede tener el mismo aspecto del
de la aglutinación de partículas de diverso origen, trofonte o ser diferente, típicamente en forma de
y finalmente (la mayoría) especies con esquele- quiste. El gamonte produce miles de isogametas
to (Fig. 5). Este esqueleto también es de sílice, biflageladas que son liberadas por el progenitor
aunque en este caso el material se deposita sobre y, supuestamente, se fertilizan dando lugar a un
una matriz orgánica que se descompone al morir nuevo individuo. En Polycystina se documentó
el organismos de manera que el esqueleto muy reproducción asexual por gemación y por divi-
raramente se preserva como fósil. También aquí sión binaria. En algunas especies de Polycystina
existe una gran variedad de formas, en la mayoría y Phaeodaria se ha observado la producción de
de los casos más o menos globosas (Fig. 5). Las cuerpos biflagelados; sin embargo, no se sabe aún
barras y espinas de este esqueleto generalmente si éstos representan gametas móviles o propágu-
son huecas (y no macizas, como en Polycystina). los asexuales (Anderson, 1983). En Phaeodaria se
ha sugerido la existencia de polimorfismo asocia-
do a estadios reproductivos.
REPRODUCCIÓN Y El crecimiento del esqueleto tiene sentido cen-
DESARROLLO trífugo: primero se forman los elementos esque-
Los tres grupos son muy difíciles de mantener letarios más internos y de éstos van partiendo los
en condiciones de laboratorio, hecho que dificulta restantes, más externos. En Nassellaria primero se
mucho el estudio de sus características biológicas, forman las espinas y arcos del esqueleto cefálico

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Radiolaria

Fig. 9. Esquema de la organización de la célula y el esqueleto de Spumellaria (A y B) y de Nassellaria (C y D) y nomenclatura de


los componentes mas importantes. A de Hollande y Enjumet (1960); C: de Paverd (1995).

interno (Fig. 9), y más tarde el esqueleto externo, la profundidad (Bernstein et al., 1999). En aguas
comenzando desde el segmento más “superior” y oligotróficas con marcada escasez de nutrientes,
siguiendo con los ubicados más distalmente. la producción primaria de las algas simbióticas
La longevidad de estos protistas se estima en un asociadas con Acantharia y Polycystina puede ser
par de semanas a algo más de un mes, pero estos muy importante, superando a aquella de las algas
datos están basados en evidencias indirectas (An- libres en el agua (Khmeleva, 1967).
derson 1983; Caron y Swanberg, 1990). En estudios aplicados los restos fósiles de Poly-
cystina constituyen una herramienta de gran utili-
dad para estudios estratigráficos y paleoecológi-
IMPORTANCIA cos. Además, su registro continuo y la abundancia
Los acantarios son importantes en los ciclos del de materiales ha permitido utilizarlos exitosa-
estroncio y de otros elementos metálicos (espe- mente en análisis evolutivos y filogenéticos cuyos
cialmente bario) en el mar, regulando su abun- resultados son aplicables al plancton marino en
dancia en relación con la del cloro en función de general.

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Radiolaria

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47
PORIFERA
Laura Schejter

INTRODUCCIÓN el registro fósil de esponjas se remonta hasta el


período Cámbrico y está basado en el hallazgo de
Los organismos agrupados en el Phylum PORI- esqueletos completos y fragmentos de esponjas,
FERA (del griego, πόρος [poros]= canal, pasaje y así como de espículas procedentes de sedimentos
φέρw [phero]=llevar) son vulgarmente conocidos marinos encontrados en varias regiones localiza-
bajo el nombre de “esponjas” y son exclusiva- das en la Puna, en la Cordillera Oriental y Sierras
mente acuáticos. Las distintas especies se encuen- Subandinas, en distintas cuencas localizados en
tran distribuidas en ambientes marinos desde las la Patagonia y en la formación Paraná (Beresi,
profundidades abisales hasta los intermareales, 2007).
con un pequeño grupo que habita ambientes de El uso de esponjas con fines domésticos, deco-
agua dulce. Su nombre científico, propuesto por rativos o medicinales, entre otros, ha sido regis-
R. E. Grant en 1836, refleja una peculiar y única trado desde las antiguas civilizaciones como la
arquitectura corporal (bauplan) consistente en un Egipcia, la Fenicia, la Griega y la Romana (ver
“cuerpo” surcado por canales -que pueden formar Historia y Usos Populares). En principio fueron
sistemas más o menos complejos- a través de los consideradas plantas y el primero en incluir a las
cuales circula el agua hacia adentro y fuera del esponjas en el Reino Animal fue Aristóteles, en su
individuo. De allí su apariencia con muchos poros tratado “Historia de los Animales” (año 350 AC),
o perforada, debido a los orificios que canalizan la si bien en ese libro las esponjas fueron ejemplifi-
entrada y salida del agua. Se han descrito hasta el cadas como organismos que exhibían característi-
momento unas 8500 especies válidas en el mun- cas tanto de plantas como animales (Voultsiadou,
do, aunque esto representaría menos de la mitad 2007). El debate acerca de si las esponjas debían
de las especies existentes (van Soest et al., 2012). ser consideradas plantas o animales continuó por
Las esponjas son los organismos pluricelulares bastante tiempo, y en el siglo XVIII aún se dis-
(metazoos) más primitivos con representantes ac- cutía sobre esta cuestión, hasta que se asentó la
tuales y que presentan un nivel de organización idea de que eran animales basados especialmente
extremadamente simple, sin verdaderos tejidos en las observaciones in vivo de algunas especies
ni órganos, con simetría radial o sin simetría (ver que eran capaces de movimientos (contracción)
Anatomía y Morfología). Los restos fósiles más ante un estímulo, particularidad que sólo podría
antiguos conocidos de animales fueron atribui- ser desarrollada por organismos del reino animal
dos a esponjas marinas, recolectados en Australia (Lévi, 1999; Voultsiadou, 2007).
y datados en aproximadamente 650 millones de Tradicionalmente, al Phylum Porifera se lo
años (Maloof et al., 2010). Más recientemente dividió en 3 clases: Calcárea, Hexactinellida y
se encontraron fósiles aún más antiguos, de una Demospoangiae. Esta última es la más numerosa
nueva especie que fue denominada Otavia anti- y abarca más del 80% de las especies conocidas
qua, hallada en Namibia (África) y datada en 760 (van Soest et al., 2012). Pertenecen a ella, por
millones de años (Brain et al., 2012). Los fósiles ejemplo, aquellas especies halladas con frecuen-
procedentes de este descubrimiento corresponde- cia en los intermareales o en las playas luego de
rían a organismos afines a las esponjas calcáreas, arribazones, tempestades o mareas extraordina-
con forma ovoide hasta globular-alargada y con rias. En este capítulo se considera la existencia
un tamaño máximo de hasta 5 milímetros. Este de una cuarta clase en el phylum, denominada
último hallazgo sitúa la existencia de animales Homoscleromorpha, propuesta y aceptada for-
metazoos entre 100 y 150 millones de años antes malmente como tal en el año 2012 sobre la base
de lo postulado hasta el momento. En Argentina, de evidencias moleculares (Gazave et al., 2012).

49
Porifera

Figura 1. Esponjas y sustratos de asentamiento. a. cangrejo Eurypodius latreillii con el caparazón cubierto de esponjas (Iophon
proximum. y Haliclona sp.); b. caracol Fusitriton magellanicus cubierto por Tedania (Trachytedania) mucosa; c. caracol Fusitriton
magellanicus con la esponja epibionte Dictyonella hirta (sensu Burton, 1940) en el ápice y el tubo del poliqueto Potamilla antarc-
tica. d. ovicápsula de Rajoidea con la esponja Haliclona sp.; e. el bivalvo Zygochlamys patagonica cubierto por la esponja Iophon
proximum.; f. esqueleto calcáreo del coral Flabellum sp. cubierto por la esponja Clathria sp.; g. valva de Ameghinomya antiqua
perforada por la esponja Cliona sp.

Anteriormente, esta clase fue considerada un Or- La gran mayoría de las esponjas son filtradoras
den de la clase Demospongiae. y se alimentan de partículas de alimento que se
En la fase adulta, las esponjas son organismos encuentran en el agua que circula por el interior
sésiles, es decir que carecen de movilidad propia, del organismo. Algunas especies son capaces de
y la mayoría de ellas viven sujetas a un sustrato mantener relaciones simbióticas con algas y bac-
que puede ser inerte (rocas) o viviente (o restos terias de las cuales pueden obtener también ener-
de organismos vivos) que presenta una superficie gía para realizar sus funciones vitales, y un grupo
sólida para su adhesión, como en el caso de valvas particular de esponjas que se cree que ha evolu-
de moluscos, caparazones de crustáceos, espinas cionado en ambientes con características únicas
de erizos de mar, etc. (Figura 1 a-f). como gran profundidad o cuevas y cavernas sub-
En algunos ambientes marinos, como la An- marinas han desarrollado una alimentación carní-
tártida, son importantes componentes del bentos, vora (Figura 2).
llegando a constituir más del 50% en biomasa de
muchas comunidades (Brey y Gerdes, 1997). Al-
gunas esponjas han evolucionado con un modo de
MORFOLOGÍA Y ANATOMÍA:
vida perforante y se las encuentra, por ejemplo, en Bases para una buena identificación
valvas de moluscos o sustratos calcáreos (Figura
1g). Llegan a causar serios inconvenientes en es- Quien pretenda realizar una buena identifica-
pecies de moluscos de cultivo, como las ostras, ción taxonómica de esponjas deberá comprender,
aunque también son responsables del deterioro de como primera medida, un conjunto de términos
ambientes tales como los arrecifes coralinos (ver técnicos y particulares referidos a la morfología
Ecología). La fase móvil del ciclo de vida está re- y anatomía de los poríferos. Seguramente el com-
presentada por una larva nadadora, producto de la pendio más completo para abordar este tipo de
reproducción sexual, a la cual, según su morfo- estudios sea el “Thesaurus of Sponge Morpholo-
logía, se le han asignado diferentes nombres: an- gy” (Boury-Esnault y Rützler, 1997), un tipo de
fiblástula, parenquimela, triquimela, entre otras. diccionario ilustrado en donde se pueden encon-

50
Porifera

células tapizantes se conocen como pinacodermo,


si bien no es un verdadero tejido) puede ser conu-
loso, híspido, aterciopelado, rugoso o liso (entre
otros) y es importante registrar, además, los datos
del color in vivo, la rigidez al tacto, si puede ser
compresible y cualquier otro factor que ayude a la
identificación, como por ejemplo, la presencia de
mucus u organismos asociados. En muchos casos,
la morfología externa de una misma especie pue-
Figura 2. Esponja carnívora Chondrocladia (Symmetrocladia)
de ser variable, debida a la plasticidad que presen-
lyra. Foto cortesía de Welton Lee, Monterey Bay Aquarium
ta este grupo de organismos.
Research Institute.
La organización interna de una esponja es tam-
trar tanto definiciones como esquemas generales bién de vital importancia para la identificación
de todo lo conocido. Así, la morfología externa de especies y se basa en la observación de las
de una esponja puede ser caracterizada como glo- estructuras esqueléticas tanto de las fibras orgá-
bular, pedunculada, incrustante, amorfa, foliosa, nicas como de las espículas, que pueden presen-
en forma de vaso o excavadora (entre otras), su tar arreglos del tipo reticular (Figura 3), ramoso,
ectosoma (la capa más externa que muchas ve- plumoso o plumo-reticular, entre otros, además de
ces puede diferenciarse en estas especies y cuyas poseer cantidades variables de espongina.

Figura 3. Distintos tipos de disposición en retículo en los esqueletos de esponjas. a. retículos de pocas espículas con poca es-
pongina, Chalinula sp.; b. retículo con mucha espongina y espículas en el interior, Callyspongia sp.; c. retículo con espongina, sin
espículas, que engloba partículas de sedimento, Dysidea sp.; d. retículo con muy poca espongina formado por haces de muchas
espículas, Isodictya sp.

51
Porifera

Figura 4. La esponja hexactinellida Euplectella aspergillum. Foto cortesía de Javier Cristobo.

Uno de los casos más notables en cuanto a arre- bien hay algunos grupos que carecen por comple-
glos esqueléticos se da en las esponjas vítreas del to de ellas. La observación de los distintos tipos
género Euplectella. Estas esponjas presentan una de espículas (Figura 5) presentes en un organismo
notable complejidad estructural que brinda una es fundamental y muchas veces decisiva para rea-
gran estabilidad al organismo a partir de materia- lizar una buena identificación.
les simples y a un costo mínimo (Aizenberg et al., Las técnicas más sencillas de observación de
2005) (Figura 4). espículas involucran la realización de prepara-
Las espículas son un componente esquelético dos para microscopio óptico denominados “tran-
conspicuo en la gran mayoría de las especies, si sitorios” (ya que no se usa ningún tipo de bálsa-

Figura 5. Dibujos esquemá-


ticos de tipos comunes de
espículas. Megascleras: a.
estilo; b. oxea; c. tornote;
d. acantostilo; e. tilostilo;
f. tilote; g. acantotilote;
h. extremo terminal de
una anatriena; i. triactina;
j. hexactina; k. calthrop.
Microscleras: l. toxa; m y
n. quelas; o. sigma; p y q.
ásteres.

52
Porifera

Figura 6. La esponja Mycale (Aegogropila) magellanica. a. vista macroscópica; b. fotografía de las espículas vistas al microscopio
óptico: mycalostilos, anisoquelas y ráfides; c. fotografía electrónica de barrido mostrando las mismas espículas.

mo para fijar las espículas y sellar el preparado). ingresa el agua desde el exterior hacia el interior
Consiste en la disolución de la materia orgánica del organismo (Figura 7).
de la esponja con hipoclorito de sodio en un pe- Este es el modelo generalizado que se encuen-
queño recipiente o sobre un portaobjetos, para tra en esponjas de las clases Demospongiae,
que permanezcan sólo las espículas, relativa- Calcarea y Homoscleromorpha, aunque en esta
mente limpias, para su observación. Identifica- última los pinacocitos son flagelados y debajo
ciones y descripciones más rigurosas involucran del pinacodermo existe una lámina basal. En las
un procesado más complejo del material de es- esponjas de la clase Hexactinellida el pinacoder-
tudio para que sea apto para obtener imágenes mo es sincicial (posee células multinucleadas ge-
a partir del uso de microscopía electrónica de neradas a partir de la fusión temprana de células
barrido (ej. Figura 6). embrionales).
La estructura interna de la gran mayoría de Por otra parte, el pseudo-epitelio que tapiza las
las esponjas se organiza en torno a un sistema superficies internas de la esponja denominado
acuífero que varía en su complejidad, y que está “coanodermo”, está compuesto por coanocitos.
compuesto por células inicialmente totipotentes, Estas son células flageladas únicas y caracterís-
que se agregan sin formar verdaderos tejidos ni ticas del phylum responsables de generar las co-
órganos. El incremento en el tamaño de la esponja rrientes dentro de la esponja y de la captación de
conlleva a diferentes modelos de plegamiento de partículas de alimento (bacterias, pequeños proto-
la pared del cuerpo para que el agua recorra todo zoos, materia orgánica disuelta, etc.) por procesos
el organismo. Las células de la superficie externa de fagocitosis y pinocitosis. Entre el pinacodermo
de la esponja, los pinacocitos, son células apla- y el coanodermo se encuentra el mesohilo, un es-
nadas que forman un pseudo-epitelio externo de- trato que puede variar en espesor de acuerdo al
nominado pinacodermo. Esta capa está atravesa- tamaño y a la especie. El mesohilo posee gran
da por células especiales denominadas porocitos, cantidad de tipos celulares desde células indife-
poros dermales u ostiolos, a través de los cuales renciadas totipotentes (arqueocitos) hasta células

53
Porifera

Figura 7. Clase Calcarea. Esponja Sycon sp. a. fotografía de un ejemplar colectado en Patagonia; b. fotografía de las espículas
vistas en microscopio óptico; c. Esquema general de la esponja. Las flechas muestran la circulación del agua; d. detalle del ple-
gamiento de la pared del organismo: la zona sombreada muestra el área del coanodermo; e. esquema detallado mostrando los
diferentes tipos de células y su disposición; f. coanocito; g. porocito; h. pinacocito; i. amebocito.

diferenciadas con funciones variadas tales como exhalantes que llevan el agua hacia uno o varios
producción de gametos (gonocitos), secreción ósculos. Alrededor de los ósculos pueden existir
de espículas y de las fibras de espongina y de células especiales con fibrillas contráctiles (mio-
colágeno (esclerocitos, lofocitos, colenocitos, es- citos), los cuales regulan la apertura y cierre de
pongocitos, etc.) y transporte de nutrientes y de- los mismos. Los diferentes modelos de circula-
sechos (amebocitos), entre otras. En el esquema ción del agua están descriptos en la gran mayoría
más simple de circulación del agua dentro de un de los libros de zoología general.
individuo denominado asconoide (presentado por El movimiento del flujo de agua en la esponja
algunas esponjas calcáreas y en estadíos embrio- fue descubierto y estudiado en detalle desde co-
narios tempranos de muchas especies), el agua mienzos del siglo XIX, especialmente en los tra-
ingresa al interior de la esponja a través de los bajos de Grant y Dutrochet (Lévi, 1999), si bien
porocitos del pinacodermo. Luego es canalizada existen algunas observaciones anteriores a estos
directamente al atrio o esponjocele, cavidad in- estudios. Las esponjas se comportan como verda-
terna de la esponja recubierta por coanocitos, para deras bombas de agua vivientes y aunque el flujo
finalmente ser expelida hacia el exterior a través del agua no es permanente a lo largo del día, o de
del ósculo, junto con los productos de desecho, la estación del año y la tasa de filtración también
las gametas, etc. En esponjas con sistemas acuífe- depende de la especie, se sabe que muchas espe-
ros más complejos como el siconoide (Figura 7) y cies son capaces de filtrar un volumen equivalente
el leuconoide, los coanocitos no se encuentran en al propio en menos de un minuto (Reiswig, 1971;
el esponjocele, sino que se encuentran tapizando Savarese et al., 1997). De allí su importancia en
canales o cámaras (respectivamente) que desem- muchos ambientes marinos.
bocan luego en el atrio o en una serie de canales La excepción a este modelo general y filtrador

54
Porifera

fue descubierta en la década del 90´, a partir del en el flujo exhalante de la esponja (flujo de agua
estudio de algunas especies halladas en cavernas que se dirige hacia el ósculo y es expelido hacia
a las que no se les había encontrado un sistema el exterior), e ingresan en otro individuo a través
acuífero ni la existencia de poros sobre la superfi- del flujo de agua incurrente o inhalante. La fer-
cie. Se trata de las denominadas “esponjas carní- tilización es casi siempre interna. Los esperma-
voras” (ver Ecología), especies que por habitar en tozoides son englobados (pero no digeridos) por
áreas de aguas profundas o cavernas submarinas los coanocitos, los cuales cambian su morfología
no habían podido ser estudiadas y observadas en y función inmediatamente para transformarse en
detalle sin la ayuda de la tecnología apropiada células ameboides que dejan las cámaras o ca-
(Vacelet y Boury-Esnault, 1995; Levi, 1999) (Fi- nales coanocitarios y migran para transferir el
gura 2). espermatozoide, transformado en un espema-
tocisto, al oocito. Luego de la fertilización se
genera un cigoto que comienza su crecimiento,
REPRODUCCIÓN muchas veces dentro de la esponja. En los casos
El estudio de la biología y ecología de las es- en donde el individuo adulto presenta relaciones
ponjas, tiene sus primeras bases en la antigüedad. simbióticas con otros organismos como ciertas
Aristóteles (en “Historia de los Animales”, año bacterias, se sabe que las células nodrizas (cuya
350 AC) ya había hecho sus observaciones sobre función primordial es la de nutrir al embrión)
la capacidad de regeneración de las esponjas (re- son las encargadas de transmitirlos.
producción asexual), ya que un nuevo organismo Las generalizaciones sobre las larvas de las
podía generarse a partir de un fragmento despren- esponjas y su desarrollo deben ser tomadas con
dido de un individuo original (Voultsiadou, 2007). cautela debido a que los datos existentes sobre
Los mecanismos de reproducción y dispersión morfología, desarrollo y ciclos de vida se basan
de las esponjas son variados. La reproducción en estudios de menos del 15% de las especies
asexual explota el carácter totipotente de muchas conocidas. De las especies conocidas, pueden
de las células, existiendo además procesos de derivarse dos tipos diferentes de larvas: aquellas
gemación, fragmentación y estructuras especia- compactas, sin una cavidad (ej. parenquimela) y
les denominadas gémulas (estas últimas sólo en aquellas que poseen una cavidad interna (ej. an-
esponjas de agua dulce). Por otra parte, la repro- fiblástula, diférula, clavoblástula). Las esponjas
ducción sexual tiene por resultado la formación suelen poseer larvas ciliadas (con excepción de
de una larva que representa la única fase móvil aquellas especies que presentan larvas hoplitome-
de estos organismos, fase de gran importancia en lla –ver más abajo–) y son lecitotróficas, aunque
la dispersión y colonización de nuevos ambientes. para algunas especies se ha informado la capaci-
Un estudio detallado e ilustrado sobre los diferen- dad de absorber materia orgánica disuelta y hasta
tes tipos de larvas conocidos fue desarrollado por nanoflagellados por procesos de fagocitosis, aun-
Maldonado y Berquist (2006). que esto no sea lo más común. Una vez liberadas
La reproducción sexual tiene varios compo- forman parte de lo que se conoce con el nombre
nentes importantes. Las esponjas pueden ser de meroplancton.
dioicas o monoicas, dependiendo de la especie, El período de vida libre suele ser corto, y luego
siendo el modelo hermafrodita el más común, de que la larva encuentra un sustrato adecuado de
usualmente con producción de gametas femeni- asentamiento, la metamorfosis y la aparición del
nas y masculinas en períodos alternados. Los de- sistema acuífero inicial pueden demorar entre 1 y
talles de la embriología de la mayoría de las es- varios días, dependiendo de la especie estudiada.
pecies son desconocidos, si bien se asume que en Las características generales de las larvas conoci-
la mayoría de los casos el embrión se transforma das se presentan a continuación:
en una larva nadadora o reptante que representa Anfiblástula: larva hueca, ovoide, relativamente
el período activo de dispersión. En los casos en pequeña, con grupos anteriores de células flagela-
los que se conocen los procesos reproductivos, das y grupos posteriores de células no flageladas
las gametas se originan de la diferenciación de (macrómeros y micrómeros), con cuatro células
coanocitos o de arqueocitos en células denomi- distintivas en cruz. Es típica de Calcaronea (Clase
nadas gonocitos. No hay gónadas ni ductos re- Calcárea).
productivos. Los espermatozoides son liberados Calciblástula: larva hueca, sin diferenciación de

55
Porifera

células anteriores o posteriores, de forma ovoide A la luz de los conocimientos actuales, este
y completamente ciliada. Se libera completamen- Phylum monofilético (Philippe et al., 2009) se
te desarrollada del organismo parental; está pre- divide en 4 clases (también monofiléticas), 25 ór-
sente en especies de la clase Calcarea. denes, 128 familias y unos 680 géneros, si bien de
Clavablástula: larva hueca, típica de Clavaxi- manera permanente se proponen cambios a par-
nellidae. tir de nuevos descubrimientos (van Soest et al.,
Parenquimela: larva sólida, elongada, comple- 2012). Al momento, la mejor herramienta confec-
tamente ciliada o con pequeñas regiones descu- cionada para la identificación y caracterización de
biertas, a veces con un penacho posterior, rela- las esponjas a nivel mundial y hasta la categoría
tivamente grande y muchas veces pigmentada, taxonómica de género es el compendio Systema
presente en varias especies de demospongias. En Porifera, un libro de dos volúmenes editado por
su interior hay células diversas que se encuentran J.N.A. Hooper y R.W.M. van Soest, publicado
presentes en el mesohilo de adultos, fibras de co- en el año 2002, y cuyos capítulos han sido ela-
lágeno, espículas y puede haber también micro- borados por especialistas de todo el mundo. El
simbiontes. complemento que permite actualizar permanente-
Disférula: el nombre de este tipo de larva se mente los conocimientos taxonómicos que se pro-
debe a que durante el desarrollo del embrión, éste porcionan en ese compendio (como sinonimias,
puede verse como una esfera hueca dentro de una nuevas especies o clasificaciones, etc.) es el portal
esfera. Son típicas del Orden Halisarcida. de internet denominado “World Porifera Databa-
Hoplitomela: es única entre los poríferos ya que se” (http://www.marinespecies.org/porifera/), de-
no es ciliada y tiene un esqueleto larval con espí- sarrollado por los mismos autores del Libro y en
culas que no están en la fase adulta. Es globular y colaboración con todos los taxónomos del mundo,
se ha descripto para 2 especies de demospongias el cual es parte de otra iniciativa mundial denomi-
pertenecientes a los géneros Alectona y Thoosa. nada WoRMS (World Register of Marine Species
Cinctoblástula: larva típica de Homosclero- - http://www.marinespecies.org/) cuyo objetivo
morpha, hueca, esférica, en general completa- es la creación y actualización permanente de una
mente ciliada, muy similar a la anfiblástula. base de datos mundial con todas las especies ma-
Triquimela: es típica de algunas hexactinélidas, rinas conocidas (Costello et al., 2013).
es sólida, de forma bicónica, con células ciliadas
en la región equatorial. Presentan una caracterís- 1. Clase Calcarea
tica única que es la presencia de células subepite- Se agrupan en esta clase unas 680 especies
liales multinucleadas. Pueden presentar simbion- actuales de esponjas marinas cuyo esqueleto
tes en el mesohilo larval. está compuesto exclusivamente por espículas
(Adaptado de Maldonado y Bergquist, 2006 y de carbonato de calcio, generalmente libres, que
Maldonado, 2006) pueden ser biactinas, triactinas o tetractinas (sólo
megascleras, Figura 5i y Figura 7). Son la única
clase que presenta los tres tipos de sistema acuí-
SISTEMÁTICA fero descriptos en la bibliografía clásica (asco-
Definición General del Phylum Porifera: Orga- noide, siconoide y leuconoide) (ej., Sycon sp.,
nismos metazoos sésiles con un sistema acuífero Figura 7), ya que en las otras 3 clases el sistema
inhalante (con poros externos) y exhalante (ós- acuífero ha evolucionado y se ha complejizado a
culos), en los cuales una capa de células flagela- partir del esquema leuconoide. La mayoría de las
das diferenciadas (coanocitos) genera corrientes especies de este grupo son de pequeño tamaño,
unidireccionales de agua a través del cuerpo de desde algunos milímetros a pocos centímetros, si
los organismos. Poseen además células móviles bien en algunas áreas arrecifales ciertas especies
capaces de diferenciarse en otros tipos celulares son capaces de desarrollar tamaños superiores a
(totipotentes). Son organismos que presentan una 20 centímetros (adaptado de Hooper y van Soest,
alta plasticidad y morfología, contando con ele- 2002). Son organismos vivíparos y para las es-
mentos esqueléticos tales como fibras de coláge- pecies estudiadas se han reconocido como tipos
no y espongina, espículas silíceas, calcíticas o de larvales la anfiblástula y la calciblástula (Maldo-
espongina en las diferentes especies (adaptado de nado, 2006).
Hooper y van Soest, 2002). Existen 2 subclases: Calcinea y Calcaronea, la

56
Porifera

primera de las cuales posee a su vez 2 órdenes 3. Clase Demospongiae


(Clathrinida y Murrayonida), mientras la segunda Esta es la más grande y diversa de todas las
subclase que es la más numerosa con más de 500 clases del Phylum, que abarca a más del 80% de
especies, posee 3 órdenes (Leucosolenida, Litho- las especies conocidas, lo cual representa alrede-
nida y Baerida). dor de 7000 especies válidas (ej., Figuras 1 y 2).
La mayor parte de estas especies son marinas, si
2. Clase Hexactinellida bien algunas habitan exclusivamente agua dulce
Se encuentran en esta clase las llamadas “es- y salobre. Pertenecen a esta clase las esponjas
ponjas vítreas”, organismos exclusivamente con esqueletos compuestos por fibras orgánicas
marinos cuyos ancestros se remontan al Perío- o fibrillas de colágeno, espículas silíceas mono o
do Proterozoico Tardío. Poseen generalmente tetraxónicas (nunca triaxónicas) que pueden sub-
coloraciones grisáceas o amarronadas, pueden dividirse, al igual que las hexactinéllidas, en mega
tener tamaños que varíen entre 0.5 cm de diáme- y microscleras y hasta, ocasionalmente, especies
tro hasta 2 metros (en el caso de Aphrocallistes sin un esqueleto (Figuras 3, 5, 6). Un único gé-
vastus o Anoxycalyx (Scolymastra) joubini), con nero (Darwinella) posee espículas de espongina.
una gran variedad de morfologías pudiendo pre- El tipo larval conocido más generalizado es la
sentar, entre otras, forma de saco, vaso, tubos o parenquimela, con una estrategia reproductiva vi-
ramificaciones, pero nunca tienen forma incrus- vípara u ovípara. Algunas especies poseen larvas
tante (ej. Euplectella sp., Figura 4). Se cree que denominadas hoplitomella y disférula (Maldona-
actualmente existen unas 620 especies que habi- do, 2006).
tan todos los océanos del mundo en aguas profun- Se reconocen actualmente 13 órdenes, 3 de los
das de entre 200 y hasta 6000 metros, y en unas cuales se asemejan por poseer espículas tetraxó-
pocas regiones (Antártida, sur de Nueva Zelanda, nicas (Spirophorida, Astrophorida y “Lithistida”),
cuevas submarinas del Mediterráneo y aguas cos- tres órdenes de esponjas que carecen de espículas
teras del Pacífico Norte) se encuentran también silíceas y que antes fueron denominados colec-
algunas especies a profundidades inferiores a los tivamente como esponjas córneas o “Keratosa”
20 metros. Se caracterizan por poseer espículas (Dictyoceratida, Dendroceratida y Verongida), un
silíceas triaxónicas y hexactinas (megascleras y orden caracterizado por la presencia de un tipo
microscleras) (Figura 5 j,p,q) y tejidos sinciciales. particular de microscleras denominadas quelas
Precisamente este tipo de tejido las hace organis- (Poecilosclerida), un orden con esponjas que po-
mos únicos en el planeta, ya que este sistema que seen un esqueleto basado en un arreglo reticulado
alberga todos los tipos celulares en organismos de de espículas simples diactinales (Haplosclerida)
esta clase funciona no solamente para el transpor- -dentro del cual el suborden Spongillina agrupa
te del alimento a través de todo el organismo, sino a las esponjas que habitan aguas dulces en seis
que además permite la transferencia de señales familias y un complemento de incertae sedis-,
eléctricas, que funcionarían de manera análoga a cuatro órdenes basados en combinaciones únicas
un sistema nervioso. Los individuos son vivíparos de características no excluyentes de espículas o
y las larvas que se conocen en este grupo son del arreglos esqueléticos (Hadromerida, Halichondri-
tipo triquimela (adaptado de van Soest et al., 2012 da, Agelasida y Chondrosida) y algunas especies
y Leys et al., 2007). agrupadas bajo la denominación “Demospongiae
Se reconocen 2 subclases, caracterizadas por incertae sedis”.
el tipo de microscleras que presentan: la subclase La diversidad de esta clase es la mayor de to-
Amphidiscophora (con anfidiscos) y la Hexas- das, e incluye especies como las conocidas “es-
terophora (con hexásteres). La primera de estas ponjas de baño” (por ejemplo, género Spongia,
subclases posee solamente un orden actual (Am- Orden Dictyoceratida) utilizadas antiguamente
phidiscosida) que a su vez contiene 3 familias en las culturas mediterráneas, las esponjas perfo-
(Hyalonematidae, Pheronematidae y Monorha- rantes (Orden Hadromerida - Figura 1g- aunque
phididae). La segunda subclase es la más impor- hay esponjas perforantes que pertenecen a otros
tante en cuanto a número de especies y diversi- órdenes), muchas de las especies de esponjas que
dad y posee 16 familias agrupadas en 4 órdenes incrustan caparazones de cangrejos araña, cara-
(Aulocalycoida, Hexactinosida, Lychniscosida, coles, erizos y otros invertebrados, camuflándo-
Lyssacinosida). los y decorándolos en su ambiente (mayormente

57
Porifera

Orden Poecilosclerida) (Figura 1), como tam-


bién las esponjas carnívoras (mayormente Orden
DISTRIBUCIÓN
Poecilosclerida), siendo en este último caso uno Las esponjas se distribuyen en todos los océa-
de los ejemplos más impactantes el de la especie nos del mundo, desde los intermareales costeros
de aguas profundas del Pacífico recientemente hasta las profundidades abisales. Algunas es-
descripta Chondrocladia (Symmetrocladia) lyra pecies habitan exclusivamente agua dulce. Van
(Figura 2). Soest et al., (2012), empleando la información
del portal World Porifera Database y en base a
4. Clase Homoscleromorpha datos “conservadores” diagramaron la riqueza de
Esta cuarta clase, correspondiente al antiguo esponjas por ecoregión (Figura 8).
Orden Homosclerophorida, fue considerada tra- Resulta evidente que existen hotspots localiza-
dicionalmente parte de la Clase Demospongiae. dos en el NE del Océano Atlántico, en el Medite-
A la luz de nuevos descubrimientos basados en rráneo, en el Caribe, al sur de la India, al Este de
evidencias moleculares se confirió a este grupo Australia y en las aguas cercanas a Japón, mien-
de especies la categoría taxonómica de Clase y se tras que las áreas más pobres se encuentran en el
las separó definitivamente de las demospongias. Océano abierto. De todos modos, muchas de estas
Dentro de esta clase se agrupa a las esponjas que áreas están sub-exploradas o sub-muestreadas y el
poseen las siguientes características: larva del tipo conocimiento de los diferentes grupos de espon-
cinctoblástula con incubación de los embriones, jas está relacionado directamente con el número
pinacocitos flagelados, membrana basal, elemen- de especialistas que se han dedicado a estudiarlos
tos esqueléticos (si están presentes) que consisten a lo largo del tiempo.
en espículas silíceas tetraxónicas (calthrops, Figu- En lo referente al Océano Atlántico Sudocci-
ra 5k) y sus derivados sin diferenciación de micro dental que involucra a la Plataforma Continental
y megascleras. Comprende 2 Familias (Oscare- Argentina, López Gappa y Landoni (2005) reali-
llidae y Plakinidae), 7 géneros y menos de 100 zaron un relevamiento histórico de la bibliografía
especies descriptas hasta el momento (adaptado conocida con el fin de mostrar los patrones de dis-
de Gazave et al., 2012). tribución de poríferos en Argentina y destacar las

Figura 8. Riqueza estimada de esponjas en el mundo, en las diferentes regiones. Tomado de van Soest. et al., 2012 (imagen
cortesía del autor).

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Porifera

especies más comunes. De este modo, se mostró


que gran parte de los datos provenían de alrededor
de 30 trabajos, siendo la mayoría de los registros
producto de especímenes recolectados en las ex-
pediciones históricas del Challenger, Discovery
y William Scoresby, y algunos otros datos prove-
nientes de ejemplares almacenados en el Museo
Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Ri-
vadavia” (trabajos de Burton publicados en 1932
y 1934). Asimismo, muchos registros del inter-
mareal y áreas costeras están basados en contri-
buciones realizadas más recientemente por Elena
Cuartas, investigadora argentina que dedicó alre-
dedor de 10 años al estudio de estos organismos.
La espongofauna de Tierra del Fuego estuvo a su
vez muy bien estudiada por el investigador italia-
no Michele Sará (Sará, 1978), quien fue uno de
los grandes pioneros del estudio de las esponjas
en el mundo. La distribución de especies resultan-
te mostró un patrón que tiene más que ver con el
esfuerzo de muestreo que con la distribución real
de las especies, mostrando áreas intensamente es-
tudiadas, como la provincia de Buenos Aires y los
alrededores de las Islas Malvinas, mientras que
la mayoría del área de plataforma y talud carecía Figura 9. Riqueza estimada de esponjas marinas en el Mar
de registros por falta de muestreos específicos. Argentino. Imagen modificada a partir de López Gappa y Lan-
Más recientemente y con posterioridad a la pu- doni (2005). Los valores entre paréntesis corresponden a datos
blicación del trabajo de López Gappa y Landoni modificados o registros posteriores a la fecha de publicación
(2005), fueron publicados varios trabajos sobre ri- del trabajo original.
queza de esponjas, nuevos registros y descripción
de varias especies nuevas para la ciencia. Estos han dado a estos organismos. Desde las culturas
trabajos abarcaron las áreas del borde externo de Mediterráneas, a lo largo de unos 5000 años, las
la Plataforma Continental Argentina (Schejter et primeras referencias de esponjas empleadas en
al., 2006, 2011, 2012), un cañón submarino (Ber- decoraciones pueden remontarse a la Grecia an-
tolino et al., 2007), el litoral bonaerense (Urteaga tigua, al Palacio de Knossos, alrededor del 1900
y Pastorino, 2007) y las Islas Malvinas (Goodwin AC (Pronzato y Manconi, 2008). El efecto deco-
et al, 2011). En la Figura 9 se muestra el patrón rativo de la pintura aplicada sobre las paredes al
original de riqueza de especies reportado por Ló- emplearse una esponja como elemento (por ejem-
pez Gappa y Landoni (2005) con la inclusión de plo, Hippospongia comunis o Spongia officinalis
los aportes de los trabajos posteriores publicados en el Mediterráneo) ha sido ampliamente docu-
entre el 2005 y el 2013. Como es evidente, que- mentado. El uso de estos organismos a lo largo de
da aún mucho por conocer sobre la espongofau- la historia ha sido muy variado, aunque el empleo
na Argentina en materia de riqueza, diversidad de un fragmento de esponja en la higiene personal
y distribución, además de resolver interrogantes o limpieza general ha sido, sin dudas, el uso más
sobre historia de vida, ecología o bioquímica de popular. Las esponjas, luego de ser colectadas y
las especies. antes de ser empleadas con fines domésticos, pa-
saban por un proceso de sacudidas, apisonamien-
tos y limpieza con agua de mar, procedimiento
HISTORIA Y USOS POPULARES que propiciaba la eliminación del material orgáni-
Las esponjas conocidas como “esponjas de co dejando sólo las fibras limpias. Luego de ello,
baño” tienen quizás, la historia mejor documen- las esponjas eran cortadas y llevadas a los merca-
tada en referencia a los usos prácticos que se les dos, donde se vendían.

59
Porifera

Otros usos, quizás menos conocidos, fueron el (desde comienzos del 1900) fueron sobreexplota-
empleo de esponjas como suplementos dentro de das en lo referente a la recolección de esponjas.
los cascos de los soldados en el Imperio Roma- Existen reportes en Túnez en el año 1882 de una
no. También se utilizaban esponjas embebidas flota de 850 barcos que albergaban unos 2000 tra-
en jugo de limón diluido y vinagre como método bajadores abocados a la recolección de esponjas.
anticonceptivo (“esponjas vaginales”), esponjas En épocas más recientes, las tendencias mundia-
embebidas con sustancias anestésicas para las les muestran una captura global reportada para
cirugías antiguas (“esponjas soporíferas”) o con la recolección de esponjas de 200 toneladas en
otras sustancias para prevenir o curar diferentes el año 1985, si bien décadas antes, entre 1927 y
malestares, y hasta como comida (ver revisio- 1932, la FAO (siglas inglesas para referirse a la
nes y detalles en Voultsiadou, 2007; Pronzato y “Food and Agriculture Organization of the United
Manconi, 2008; Nemoy, 2009). Posiblemente la Nations”) llegó a reportar una captura promedio
mención más extraordinaria que exista sobre es- para el Mar Mediterráneo de 350 toneladas al año,
tos organismos fue el empleo de grandes canti- mientras que para el Mar Caribe, esta cifra alcan-
dades de esponjas para secar un lago durante un zaba las 100 toneladas al año. En la actualidad, y
levantamiento militar en la antigüedad (Nemoy, considerando la primera década del siglo XXI, la
2009). Es necesario destacar que muchos pueblos Pesquería de esponjas del área del Mar Mediterrá-
de las antiguas culturas Mediterráneas tenían una neo produjo alrededor de 50 toneladas anuales en
economía basada en la recolección de invertebra- promedio, siendo Túnez, Grecia y Libia los prin-
dos marinos, siendo las esponjas algunos de los cipales países productores, y con una importancia
más importantes, motivo por el cual no es extraño menor, Egipto y Turquía (Pronzato y Manconi,
que la historia del buceo está también íntimamen- 2008). Esta caída abrupta en los últimos 50 años
te asociada a estos organismos (Rützler, 1999). no se debe tanto a la sobreexplotación del recurso
Los buzos que recolectaban esponjas recibían sino a la introducción de las esponjas plásticas en
nombres especiales como “sponge-hunters” o el mercado, hecho que sucedió alrededor de la dé-
“sponge-swimmers” (Voultsiadou, 2007) y una cada del 50 del siglo pasado.
parte de la literatura y poesía antigua también es- Hoy, la venta de “esponjas de baño” obtuvo
tuvo dedicada a aquellos buceadores recolectores un renovado y pequeño auge en tiendas naturis-
de esponjas que afrontaban diariamente los peli- tas, aunque no tienen ya ningún otro uso directo.
gros del mar para cumplir con su trabajo, y que De todos modos, las esponjas han recobrado su
corrían el riesgo de perecer víctimas, por ejemplo, importancia debido a un enfoque completamente
de ataques de tiburones. Muchas muertes estu- distinto, constituido por la búsqueda de sustancias
vieron asociadas a la recolección de esponjas en activas (metabolitos secundarios). Dentro de los
las primeras épocas del uso de las escafandras, organismos marinos son uno de los grupos prin-
ya que se desconocían las medidas de seguri- cipales que los presenta, ya que se ha demostrado
dad y las etapas de descompresión del buceo de que tanto las esponjas como su fauna bacterial
profundidad, lo que provocaba decesos debidos asociada son fuentes importantes de sustancias
a embolias y complicaciones derivadas de esta con cualidades antiinflamatorias, antibacteriales,
actividad. Pequeños poblados en Grecia, como la antitumorales y antifouling, entre otros (Hassan
isla de Kalymnos, han sobrevivido a través de los Belarbi et al., 2003; Gerwick y Moore, 2012).
siglos únicamente con el comercio de esponjas, Este tipo de estudios también ha sido desarrolla-
conservando casi intacta la tradición de recolec- do por investigadores argentinos, con fauna local,
ción de esponjas hasta mediados del siglo XIX, con resultados prometedores (por ejemplo, Bar-
con una cultura completamente embebida en esta tolotta et al., 2009; Patiño et al., 2013), si bien el
tarea incluyendo una danza de despedida para traspaso de información desde el descubrimiento
los pescadores de esponjas que partían a trabajar y descripción de una nueva molécula o sustancia,
(Warn, 2000). En la actualidad, esta actividad aún los ensayos requeridos para comprobar el poten-
se desarrolla en esta isla, junto con el turismo y el cial de acción, los test experimentales y finalmen-
adiestramiento para buzos. te la fabricación masiva de un producto son tareas
Si bien los datos no son demasiados precisos, que requieren tiempos que a veces superan las
muchas áreas del Mediterráneo (desde las épo- décadas.
cas de las culturas griega y romana) y del Caribe El primer género considerado válido y erigido

60
Porifera

para una esponja fue Spongia, descripto por Lin- para anclarse en el sedimento (ej. Figura 2) mien-
naeus en 1759. Sin embargo, las primeras descrip- tras que otras han optado por crecer adheridas a
ciones de esponjas en la lengua escrita son mucho superficies sólidas. Estas superficies pueden estar
más antiguas y pueden rastrearse hasta la Grecia en el ambiente marino de manera natural (como
arcaica, en los libros de Homero (La Ilíada y La los afloramientos rocosos del fondo marino o las
Odisea), siglo VIII AC. Luego, los filósofos Aris- costas) o de manera artificial (como las escolle-
tófanes, Aristóteles, y Plinio, entre los más cono- ras o paneles flotantes de marinas en los puertos).
cidos, dedicaron parte de sus trabajos a estudiar Una tercera posibilidad es el establecimiento de
estos organismos y sentaron las primeras bases y relaciones epibióticas, en donde las esponjas se
conocimientos sobre la biología y ecología de las adhieren a organismos vivos (o a veces también
esponjas, así como sus cualidades para el empleo a los restos de ellos) (Figura 1). Este tipo de aso-
en medicina. Las primeras diagnosis conocidas ciación se establece especialmente en ambientes
para este grupo de organismos estuvieron basadas fangosos o arenosos. La Plataforma Continental
en la observaciones de Aristóteles de las “espon- Argentina posee más del 70% de su superficie
jas de baño” (Orden Dictioceratida) y registrados cubierta por sedimentos blandos, principalmente
en el libro “Historia de los Animales”. arena y fango en menor medida, situación que
Por último, es interesante mencionar una anti- propicia el establecimiento de relaciones epibió-
gua tradición japonesa que consiste en regalarle a ticas. Los moluscos y los crustáceos son segura-
las pareja de recién casados un ejemplar seco de mente los organismos más empleados como sus-
la esponja del género Euplectella, conocida como trato viviente (basibionte) por esponjas, además
“canasta de flores de Venus”, como símbolo de de otros organismos sésiles. Este tipo de relación
amor y fidelidad (Figura 4). Esta tradición nace acarrea una serie de implicancias para los orga-
del hecho de que esta esponja aloja usualmente en nismos sustrato y sus esponjas epibiontes que han
su interior a una pareja de camarones de la fami- sido mayormente descriptas como mutualismos,
lia Spongicolidae que ingresan a la esponja en un es decir, como relaciones en las que ambas partes
estadio juvenil, transcurriendo todo su ciclo vital obtienen un beneficio de la asociación. De esta
dentro de la esponja y permaneciendo en el inte- manera, muchos organismos basibiontes obtienen
rior hasta la muerte. una apariencia camuflada debida a la esponja que
puede funcionar como una defensa contra algu-
nos predadores (además de las propias defensas
ECOLOGÍA químicas que pueda tener la esponja epibionte) en
Estos organismos filtradores son muy eficien- tanto que las esponjas obtienen un sustrato para
tes y de vital importancia en los ambientes ma- asentarse y movilidad que puede estar asociada
rinos, cumpliendo diversos roles, entre ellos al transporte a áreas con mayor disponibilidad
funcionando como verdaderos filtros biológicos de alimento y también a la dispersión, entre otros
del mar y conectando los nutrientes del agua con factores (Wulff 2006 y 2012). En el Mar Argen-
las comunidades bentónicas. Asimismo, a través tino, son muchas las relaciones epibióticas que
de sus organismos simbiontes tienen un rol muy se han registrado para las esponjas (Figura 1), y
importante en el ciclo del nitrógeno de los ma- contribuyen en gran medida a la biodiversidad
res oligotróficos. Algunas especies cumplen un existente en las comunidades del fondo marino
papel relevante en la bioerosión y/o modelado de (Schejter et al., 2011).
ambientes complejos como los arrecifes de coral Otro tipo de interacciones de las esponjas con
(Carballo et al., 2008) o en bancos naturales de otros organismos son la competencia, la preda-
bivalvos o cultivos de ostras (Carver et al., 2010), ción y la simbiosis.
mientras que otras, por el contrario, cumplen una -Competencia: esta interacción ecológica puede
función importante en ligar y estabilizar sustratos producirse entre especies diferentes de esponjas
no consolidados construyendo formaciones arre- o entre esponjas y otros organismos comúnmente
cifales (Wulff, 1984). por el sustrato (Figura 1 a y c). Fenómenos de este
Las esponjas son organismos sésiles en su fase tipo pueden afectar la morfología de las especies,
adulta y requieren de algún tipo de elemento que pueden involucrar cambios en las tasas de creci-
les proporcione estabilidad en el sustrato. De este miento y pueden producir sobre-crecimiento de
modo, algunas especies han desarrollado rizomas una especie sobre otra. Es frecuente la mediación

61
Porifera

química a partir de sustancias específicas repelen- crustáceo ha sido retenido, la esponja reacomoda
tes que son elaboradas por la propia esponja o por unos filamentos especiales propios del grupo, ge-
bacterias asociadas. nerando a veces nuevos filamentos, hasta que en-
-Predación: los invertebrados han sido reporta- vuelve por completo a la presa, que termina siendo
dos como los principales consumidores de espon- digerida en el término de algunos días (Vacelet y
jas, al menos en aguas templadas, si bien se sabe Boury-Esnault, 1995). Se sospecha además que
que muchos peces y algunas tortugas pueden in- especies de otras familias podrían también presen-
cluir esponjas en sus dietas (ej., Dunlap y Pawlik, tar este tipo de alimentación, como en el caso de
1996, 1998). Entre los principales predadores de algunas especies de los géneros Euchelipluma y
esponjas se encuentran los opistobranquios, los Esperiopsis (Orden Poeciloclerida), y que además,
asteroideos, los equinoideos y además, los crustá- dadas las similitudes con algunas esponjas fósiles,
ceos y poliquetos endobiontes. Numerosos estu- este tipo de alimentación podría ser mucho más
dios se han desarrollado en muchas esponjas que antiguo de lo que se creía (Vacelet, 2007).
habitan ambientes desde el trópico hasta los po- -Simbiosis: existe una gran diversidad de orga-
los, y que involucran el compromiso entre el cre- nismos simbióticos asociados con las esponjas,
cimiento y la fabricación de compuestos químicos desde procariotas hasta peces, y que pueden ha-
para defensa (por ejemplo, sustancias con feo sa- llarse ya sea dentro de los canales o atrios de las
bor para un predador o citotóxicos), así como el esponjas como dentro de sus células. Con respec-
uso de defensas estructurales como las espículas to a los microorganismos, puede mencionarse que
(la mayoría de estos estudios han sido citados en existen 3 grupos diferentes de asociaciones: la
los trabajos de Wulff ya mencionados). En este gran mayoría está representada por simbiontes del
sentido, las tasas de crecimiento de las esponjas mesohilo de la esponja, algunos microorganismos
se relacionan inversamente a la posesión de de- pueden ser intracelulares y algunos otros viven en
fensas si la fabricación de las mismas se da por el interior de la esponja y presentan características
la propia esponja, sean del tipo químico o físico. similares a las comunidades de microorganismos
Aquellas especies que se ha demostrado mediante presentes normalmente en el agua. En algunas
experimentos ecológicos que presentan defensas especies de esponjas tropicales se sabe que estos
químicas han sido frecuentemente estudiadas de microorganismos pueden constituir hasta el 40%
manera posterior desde un punto de vista químico del volumen total de la esponja; el carbono fijado
–farmacológico. por estos simbiontes (algunos fotosintéticos) pue-
Un curioso caso de interacción y que constitu- de constituir más del 50% de los requerimientos
ye la excepción a la definición convencional del energéticos de muchas especies, además de cons-
Phylum Porifera está dado por las denominadas tituir a partir de las sustancias químicas que ela-
“esponjas carnívoras”, la mayoría de las cuales boran, una importante defensa química (Webster
pertenece a la Familia Cladorhizidae (Demos- y Taylor, 2012). Tal porcentaje de microorganis-
pongiae), especies habitantes de aguas profundas mos en la esponja puede inclusive, tornarla ver-
y cavernas submarinas (esta Familia está actual- dosa, semejando un alga. La estructura de muchas
mente compuesta por las especies agrupadas en esponjas en sí misma ofrece refugio y protección
los géneros Abyssocladia, Asbestopluma, Cerci- para muchos otros organismos, fauna conocida
cladia, Chondrocladia, Cladorhiza, Lollipocladia usualmente con el término de “endobionte”. Así,
y Neocladia) (Figura 2). Este grupo de extrañas las esponjas pueden alojar en sus canales o en su
esponjas carecen de un sistema acuífero y no se atrio de manera permanente u ocasional crustá-
alimentan por filtración. El sistema acuífero puede ceos, poliquetos, moluscos y hasta peces (ejemplo
estar presente en algunos géneros, pero es relic- local en la especie Mycale magellanica, Figura 6,
tual o está modificado para cumplir funciones de Schejter et al., 2012). Este tipo de asociación en-
sostén o turgencia. Estas esponjas carnívoras y tre organismos de diferentes especies y que suele
depredadoras se alimentan usualmente de peque- agruparse colectivamente empleando el término
ños crustáceos que quedan cautivos al acercarse simbiosis (cuyo significado es “vida en común”)
a la superficie de la esponja, que actúa como un puede presentar diferentes grados de compromiso
sistema de fijación de rulos y ganchos similar al entre los participantes, que van desde relaciones
“velcro”, debido a la gran cantidad de espículas mutuamente benéficas o mutualismo, comensales
que presenta (quelas modificadas). Una vez que el y hasta de parasitismo.

62
Porifera

como el “Código de Barras Genético”. Este pro-


FILOGENIA Y “BARCODING” yecto fue instituido con el fin de crear una mega
Hasta hace poco tiempo, los estudios que em- base de datos mundial en la cuál se vuelque la
pleaban técnicas moleculares filogenéticas con el información genética obtenida a partir del segui-
afán de establecer y clarificar las relaciones entre miento de un protocolo estandarizado de todas las
los diferentes grupos de metazoos y el ancestro especies del planeta, y que en mayor medida, para
común de todos ellos determinaban, contradicto- que la información quede disponible de manera
ria y alternativamente, un origen monofilético o permanente. En lo que respecta a los animales,
parafilético para los poríferos (ej. Borchiellini et la región de genes propuesta para este protocolo
al., 2001; Nielsen, 2008). Estos resultados am- estándar consta de 658 pares de bases y se halla
biguos pueden explicarse considerando el esca- en el gen mitocondrial de la enzima citocromo c-
so número de especies muestreadas, o bien una oxidasa (COI) (Valentini et al., 2008). Uno de los
elección inadecuada de los taxones, muchas veces subproyectos abarca el Phylum Porifera y la in-
asociada a la disponibilidad de muestras. En el formación disponible puede obtenerse en el portal
trabajo de Philippe et al. (2009) se discuten estos http://www.spongebarcoding.org/ (Wörheide et
antecedentes, demostrando a la luz de los conoci- al., 2007 y Vargas et al., 2012).
mientos actuales y a partir de un muestreo abar-
cativo que considera especies de esponjas perte-
necientes a las 4 clases mencionadas, un origen
AGRADECIMIENTOS
monofilético para el phylum. Se especula que el Quisiera agradecer a todos los amigos y cole-
ancestro común de los metazoos habría tenido una gas del mundo de las esponjas por muchas de las
organización basada en un eje polar, tal como su- imágenes y figuras que me proporcionaron para
cede en las larvas de las esponjas y en los adultos ilustrar este capítulo, por la bibliografía facilitada
de esponjas tales como las de las clases Hexacti- y por sus comentarios y sugerencias que enrique-
nelida y Homoscleromorpha, y que la asimetría cieron el trabajo: Matilde Beresi, Javier Cristobo,
presentada por la mayoría de las demospongias Juan López Gappa, Rody Elías, Lonny Lundsten
sería un carácter derivado más que ancestral. y Welton Lee (y por su intermedio al Monterey
Si bien la noción del uso de una secuencia es- Bay Aquarium Research Institute), Philippe Ne-
pecífica de ADN para la identificación de especies moy, Rob van Soest. Asimismo, quisiera agrade-
no es un concepto nuevo, fue a partir del 2003 que cer a Claudia Bremec y Eduardo Spivak por las
comenzó a darse mayor énfasis en los estudios valiosas sugerencias y comentarios que mejora-
catalogados dentro de un proyecto internacional ron la versión inicial de este capítulo. Financia-
conocido como “Barcode of Life” (http://www. miento parcial: PICT 2013-0629. CONTRIB.
barcodeoflife.org/), que se conoce en español INIDEP Nº 1882”

63
Porifera

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65
CNIDARIA
Gabriel N. Genzano,
Agustín Schiariti
y Hermes W. Mianzan (†)

INTRODUCCIÓN allá del nivel tisular de organización existen algu-


nas que han desarrollado estructuras que podría-
¿Por qué estudiar cnidarios? ¿Por qué algunos mos equiparar con órganos.
nos interesamos en ellos? Debe haber tal vez tan- Inicialmente se consideraba a los cnidarios
tas respuestas posibles como especialistas en la junto a los ctenóforos dentro de un único taxón
materia; los cnidarios son criaturas tan extrañas denominado Coelenterata debido a la cavidad
como hermosas, son importantes ecológica y evo- única presente en la mayoría de las especies (Gr.
lutivamente y relevantes para muchas actividades koilos, “cavidad” o “concavidad” + enteron, “in-
humanas. Los cnidarios representan problemas testino”). Este criterio se justificaba por el limita-
conceptuales muy interesantes sobre todo debido do conocimiento que se poseía de estas especies
a la posición clave que ocupan en el árbol evolu- y especialmente por relacionar los grupos a partir
tivo (Mackie, 2002). de plesiomorfías compartidas tales como su si-
El phylum Cnidaria (Gr. cnidae = ortiga) debe su metría, el aspecto gelatinoso o la cavidad única
nombre a la presencia de células llamadas cnidoci- con función gastrovascular. No obstante, nuevos
tos, características de este taxón, en cuyo interior métodos aplicados a la sistemática filogenética
se alojan organelas adhesivas o punzantes, los cni- de las últimas décadas han permitido confirmar el
docistos. Aunque el número de especies compren- monofiletismo de ambos Phyla.
didas en este grupo es muy discutido, se reconocen El origen de los cnidarios tuvo lugar más de
en la actualidad cerca de 11.000 especies. Dentro 700 millones de años atrás. Son un taxón que ha
de este Phylum está contenida tal vez la mayor prosperado en todo tipo de ambientes acuáticos
diversidad de formas y tamaños, hábitats y estra- llegando a dominar las comunidades en términos
tegias reproductivas que definen historias y ciclos de abundancia e incluso biomasa. Existen regis-
de vida realmente únicos y maravillosos. Entre los tros fósiles que datan del Precámbrico superior
representantes más conocidos podemos mencionar y sugieren que ya en ese entonces estas especies
a las hidras, las flores de mar o anémonas, los cora- cumplían con roles ecológicos de importancia
les y las medusas aunque también existen especies de la misma manera que ocurre en la actualidad
menos familiares tales como las plumas y abanicos (Cartwright et al., 2007).
de mar o los sifonóforos. Muchas especies son co- Los cnidarios son organismos casi exclusiva-
nocidas por su belleza e importancia turística (los mente marinos que habitan todos los mares del
corales), otras por sus molestas picaduras (medusas mundo desde aguas someras hasta grandes pro-
y sifonóforos) e incluso existen otras que despier- fundidades oceánicas y desde los trópicos hasta
tan sumo interés de millones de asiáticos que las los polos. No obstante, unas pocas especies han
consumen como alimento. colonizado exitosamente aguas continentales en-
Los cnidarios se caracterizan por su simetría ra- tre las cuales se encuentran los pólipos del género
dial o birradial que se supone ancestral para todos Hydra y las medusas del género Craspedacus-
los eumetazoos. En la simetría radial las partes del ta. Hay representantes planctónicos, bentónicos
cuerpo están dispuestas concéntricamente alrede- y neustónicos e incluso muchas de las especies
dor de un eje oral-aboral. La simetría birradial poseen diferentes fases en sus ciclos de vida con
divide al animal en dos planos que son imágenes cada una de ellas ocupando hábitats diferentes.
especulares a lo largo del eje oral-aboral, debido En general los cnidarios son de vida libre, aunque
a la presencia de alguna parte del cuerpo que es existen algunas especies parásitas. A menudo vi-
única o par. ven en simbiosis con otras especies de animales o
Aunque ninguna especie ha progresado más algas y con frecuencia como comensales o incluso

67
Cnidaria

como hospedadores de otras especies. Las relacio- corporales en Cnidaria presentan forma de saco
nes tróficas también son muy diversas existiendo con pólipos y medusas invertidos el uno respecto
algunas especies que son voraces predadores y del otro. La pared del cuerpo rodea “el interior
otras que constituyen el alimento exclusivo de, del saco” conformando la cavidad gastrovascu-
por ejemplo, algunos peces o tortugas marinas. lar, denominada también celenterón. La pared
En muchas casos, la presencia de estadios o está conformada por tres capas: una epidermis
fases pólipo (sésiles) y medusa (de vida libre na- externa (ectodérmica), una gastrodermis interna
dadora) permite la ocupación por una misma es- (endodérmica) y entre ellas una capa extracelu-
pecie, y simultáneamente, de un hábitat bentónico lar llamada mesoglea. Esta última puede ser una
y otro pelágico. simple lámina basal no celular o formar un tejido
conjuntivo gelatinoso y fibroso, con o sin células
mesenquimales. En consecuencia los cnidarios
PLAN GENERAL DEL CUERPO: son considerados diploblásticos.
FORMA Y FUNCIÓN La epidermis contiene cinco tipos de células
Uno de los aspectos más llamativos de muchos principales: epiteliomusculares, intersticiales,
cnidarios es la existencia de dos tipos morfoló- glandulares, cnidocitos, sensoriales y nerviosas.
gicos en el ciclo de vida: la medusa, adaptada a Las células epiteliomusculares pueden conside-
la vida libre y nadadora del ambiente pelágico, y rarse como las células musculares más primitivas
el pólipo, adaptado a la vida sésil en el ambiente de los metazoos. Estas células forman la mayor
bentónico. parte de la epidermis y actúan como cubierta y ge-
En su forma típica, las medusas tienen un cuer- nerando las contracciones musculares. Son de for-
po en forma de campana (umbrela) con una super- ma columnar, su extremidad distal es ligeramente
ficie externa y cóncava (exumbrela) y una interna expandida y su base posee dos o más extensiones
convexa (subumbrela). Presentan usualmente si- que reposan sobre la mesoglea, cada una de las
metría tetrámera, es decir, con sus partes corpo- cuales contiene una miobrilla contráctil.
rales dispuestas en cuartos. La boca está situada Las células intersticiales son básicamente in-
generalmente en el centro de la cara cóncava u diferenciadas y se sitúan entre las epiteliomus-
oral de la campana. Generalmente desde el mar- culares. Estas células son totipotentes y pueden
gen de la campana se extiende un número variable desarrollarse a partir de ellas otros tipos celulares.
de tentáculos. Las células glandulares secretan mucus que se
En los pólipos la diversidad morfológica es utiliza para la fijación. En algunos casos también
mayor que en las medusas. No obstante, en ge- secretan gas que se acumula en una burbuja en
neral tienen formas tubulares con una boca en el especies que lo utilizan para la flotación.
extremo oral, que suele estar rodeada de tentácu- Sin dudas el tipo celular característico del
los. El otro extremo, el aboral, está generalmente Phylum son los cnidocitos, células redondas u
adherido al sustrato a través del discopedio. Los ovoides con un gran núcleo basal, que se localizan
pólipos pueden ser solitarios o formar colonias. en toda la epidermis aunque con más abundancia
La colonias pueden estar compuestas por indivi- en los tentáculos. Se trata de células especializa-
duos semejantes morfológicamente o bien pueden das únicas y características de los cnidarios dentro
poseer más de un tipo de individuos (polimorfis- de las cuales se aloja el cnidocisto (Figura 1). Este
mo), los cuales están modificados para desarrollar consta de una cápsula invaginada de pared doble,
diversas funciones (e.g. alimentación, reproduc- un opérculo y un filamento que se halla enrollado
ción, defensa). y que comúnmente está armado con espinas, pue-
Existen numerosos trabajos de referencia gene- de ser abierto o no. El más común de los cnido-
ral sobre los cnidarios en los cuales se resume la cistos es el tipo urticante o nematocisto. Excepto
información básica sobre su arquitectura y mode- en los Antozoos, los cnidocistos están provistos
lo de organización (e.g. Ageitos de Castellanos y de un cnidocilo en forma de gatillo o cerda, corto
Lopretto, 1990; Ruppert y Barnes, 1996, Brusca y y rígido, que es un flagelo modificado con un ci-
Brusca, 2003). netosoma en su base. Las variaciones en cuanto al
A pesar de sus evidentes diferencias, pólipos y largo del filamento y diámetro, ubicación de espi-
medusas conservan el mismo plan estructural de nas, y forma de la cápsula, dan lugar a cerca de 30
su cuerpo. Podría decirse que todas las formas tipos distintos de cnidocistos que son particulares

68
Cnidaria

Figura 1. a: tentáculo del sifonóforo Physalia physalis (microscopia electrónica) mostrando las baterías de nematocistos. b, c ,d:
distintos tipos de nematocistos hallados en esta especie.

para las distintas especies y aportan valor taxonó- ticularmente alrededor de la boca, en los tentácu-
mico en muchos casos. los y en el discopedio. Uno de los extremos de las
El mecanismo de descarga involucra una al- células sensoriales queda libre y lleva un flagelo
teración en la presión osmótica de la cápsula, que actúa de receptor de estímulos químicos y
combinada con la influencia de ciertos estímulos táctiles. En el otro extremo se producen ramifi-
mecánicos y químicos, que conduce a una libera- caciones muy finas que forman sinapsis con las
ción súbita de calcio en el interior de la cápsula, células nerviosas.
un ingreso de agua, y un aumento en la presión Los cnidarios carecen de sistema nervioso
interior de la misma. El opérculo entonces se abre centralizado. Poseen plexo nervioso en la base
y el filamento se revierte, penetrando en los teji- de ambas capas celulares. Las células nerviosas
dos de la presa e inyectando la toxina paralizante. son en general multipolares, es decir, presentan
Este mecanismo ocurre en pocos milisegundos. múltiples prolongaciones. No obstante, en algu-
Los efectos tóxicos son variables, muchos poseen nas especies altamente organizadas estas células
efectos que no son perceptibles para la mayoría pueden ser bipolares (con dos prolongaciones).
de los humanos. Sin embargo muchas medusas, Estas prolongaciones (“axones”) forman sinapsis
sifonóforos y corales son bien conocidos porque con células sensoriales y otras células nerviosas,
producen irritación, una sensación de quemadura y uniones con las células epiteliomusculares y los
dolorosa o incluso la muerte. cnidocitos. Las sinapsis pueden ser asimétricas
Si bien el nematocisto es el cnidocisto más (unidireccionales) o simétricas (bidireccionales) e
abundante y común de los cnidarios, existen otros iniciar el impulso en cualquier dirección contras-
dos tipos carentes de espinas que están presentes tando con las neuronas de animales superiores. En
exclusivamente en Anthozoa denominados espi- muchos cnidarios es posible hallar un sistema ner-
rocistos y pticocistos. Los espirocistos son muy vioso doble en la misma capa corporal. Una red
comunes y tienen función adhesiva. Por su parte, que actúa como un sistema de conducción lenta
los pticocistos sólo se encuentran en las anémonas y difusa conformada por neuronas multipolares y
tubo (ceriantarios) y son utilizados para construir otra que es un sistema de conducción rápida con
los tubos donde viven las mismas. neuronas bipolares.
Las células sensoriales están esparcidas entre La gastrodermis es una capa de células que recu-
las otras células epidérmicas concentrándose par- bre la cavidad gastrovascular. En la gastrodermis

69
Cnidaria

encontramos células nutritivomusculares, intersti- gradualmente los tejidos de la presa a un líquido


ciales y glandulares. Las células nutritivomuscula- viscoso. Posteriormente a esta etapa extracelular,
res son el equivalente gastrodérmico de las células continúa una digestión intracelular. Las células nu-
epiteliomusculares. Son células generalmente co- tritivomusculares engloban pequeños fragmentos
lumnares altas en cuyas bases contienen miofibri- de alimento y la digestión continua dentro de las
llas. Las miofibrillas son perpendiculares al cuer- vacuolas de éstas células. Finalmente los produc-
po y forman una capa de musculatura circular bas- tos de la digestión son distribuidos por difusión.
tante débil. Poseen flagelos en su lado apical que Aquellos materiales no digeridos son expulsados
usan para mover el agua que penetra en la cavidad por la boca mediante contracciones del cuerpo.
gastrovascular a través de la boca. El agua dentro En la gastrodermis también podemos encontrar
de la cavidad gastrovascular actúa como esqueleto células nerviosas aunque en menor número que
hidrostático. En los casos de especies que forman en la epidermis. Los cnidocitos pueden estar au-
simbiosis con algas, éstas se alojan por lo general sentes o presentes pero en áreas bien específicas.
dentro de estas células gastrodérmicas. En los cnidarios no hay aparato excretor, res-
Las células intersticiales están esparcidas en la piratorio, ni circulatorio. Estas funciones se rea-
base de las nutritivomusculares y, al igual que en lizan a través de la cavidad gastrovascular o de la
la epidermis, son totipotentes. ectodermis.
Las células glandulares, o enzimático-glandula-
res, son ciliadas y en forma de cuña con su extre-
mo más delgado orientado hacia la mesoglea. Su
REPRODUCCIÓN – CICLOS DE
función es segregar enzimas digestivas. Una vez
VIDA
que la presa se encuentra en el interior de la cavi- Los cnidarios presentan típicamente ciclos de vida
dad gastrovascular las células enzimático-glandu- metagenéticos únicos en el reino animal (Figura 2).
lares descargan enzimas proteolíticas, reduciendo Este tipo de ciclos involucra la alternancia de

Figura 2: Esquema de un ciclo de vida metagenético. El ciclo de Lychnorhiza lucerna (Scyphozoa).

70
Cnidaria

las generaciones de pólipos y medusas. A partir generalmente radial y se desarrolla una blástula
de un zigoto se desarrolla una larva plánula que se hueca (coeloblastula) o sólida (steroblástula). La
fija a un sustrato dando lugar a un pequeño póli- plánula es ciliada y posee un ectodermo externo
po. Dependiendo de los taxa, los pólipos pueden separado del endodermo interno por una delga-
ser solitarios o poseer una organización colonial, da capa de mesoglea. Con menos frecuencia, la
a menudo modular y polimórfica. Los pólipos se plánula da lugar a otra forma larval, la actínula
reproducen dando lugar a nuevos pólipos que bajo (Hydrozoa) que posee pequeños tentáculos orales
determinadas condiciones ambientales producen y aborales, o la larva cerínula (Ceriantharia), que
medusas. Las medusas son liberadas a la columna posee tentáculos cortos y 8 pares de septos, o la
de agua y crecen hasta alcanzar la madurez sexual larva zoanthella (también denominada larva de
y formando las gametas que tras la fertilización Semper) que puede alcanzar los 6 mm de longitud
dan lugar a un nuevo zigoto cerrando así el ciclo. y contiene 12 septos.
Dentro de este patrón general, las medusas son la Por su parte, existen diversas formas de repro-
fase planctónica del ciclo de vida y las responsa- ducción asexual que son llevadas a cabo en su ma-
bles de la reproducción sexual mientras que los yoría por los pólipos. Casi todas ellas son alterna-
pólipos son bentónicos y se reproducen de dife- tivas que los pólipos, o sus colonias, tienen para
rentes formas pero todas ellas asexuales. multiplicarse y aumentar su densidad. Entre ellas
Salvo pocas excepciones las medusas son dioi- podemos mencionar diversos tipos de brotes, es-
cas y no presentan evidencias claras de dimorfis- tolones, fisión longitudinal, fragmentación, quistes
mo sexual. En general la fertilización es externa de resistencia, etc. A su vez, bajo ciertas condicio-
pero puede ocurrir también dentro del cuerpo nes ambientales los pólipos comienzan a producir
de la hembra en cuyo caso existe cierto tipo de medusas mediante otros procesos de reproducción
cuidados parentales ya que la evacuación ocurre asexual. En Hydrozoa la formación de medusas se
luego de que las plánulas se han desarrollado da generalmente a través de brotes (Figura 3g).
(Arai, 1997). El clivaje del huevo es completo y Por el contrario, en Scyphozoa las medusas se

Figura 3. Hydrozoa. Hidromedusas. a: Olindias sambaquiensis; b: Liriope tetraphylla, c: Bougainvillia pagesi; d: Obelia sp. (CR:
canales radiales; G: gónadas; M: manubrio; TM: tentáculos marginales; TO= tentáculos orales). Colonias hidroides. e: Obelia
dichotoma (pólipo extendido y contraído dentro de la hidroteca), f: colonia de Amphisbetia operculata; g. Hybocodon chilensis; h.
Coryne eximia (BM= brotes medusoides; H= hipostoma; TC= tentáculos capitados; TF= tentáculos filiformes).

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Cnidaria

forman mediante un proceso de fisión transversal


seguido de metamorfosis denominado estrobila-
ción (Figura 5f).
A partir de este patrón general, podemos en-
contrar dentro de los cnidarios virtualmente todas
las combinaciones posibles de formas de vida,
ambientes y tipos de reproducción. En su trabajo
“Reproduction of Cnidaria”, Daphne Fautin su-
brayó que la búsqueda de explicaciones generales
a partir de observaciones particulares es una tarea
mucho más compleja de lo que podría haberse
imaginado a partir de la simpleza anatómica y fi-
siológica de estas especies. Y es justamente esta
simpleza la que les ha otorgado esta gran plastici-
dad evolutiva que dio lugar tantas alternativas re-
productivas (Fautin, 2002). Dada esta diversidad
de estrategias reproductivas es muy probable que
hayamos subestimado las implicancias evolutivas
y ecológicas de los cnidarios.
En todos los taxa vamos a encontrar excepcio-
nes del patrón generalizado. Existen especies que
completan su ciclo de vida en el plancton redu-
ciendo totalmente las fases polipoides (ciclos
Figura 4. Esquema de una colonia típica de sifonóforo, con sus holopelágicos u holoplanctónicos) y otras con di-
diferentes divisiones y zooides. Modificado a partir de Araujo, ferentes grados de reducción de las fases medusoi-
2012. des con especies que desarrollan sus ciclos de vida

Figura 5. Scyphozoa. Orden Coronatae: a. Periphylla periphylla; (b-c) Nausithoe aurea. Orden Semaeostomeae: (d-e) medusa y
pólipo de Chrysaora lactea; (f) estrobilación en C. achylos. Orden Rhizostomeae: (g-i) Lychnorhiza lucerna. (T: tentáculos; S: surco;
P: perisarco; BO: brazos orales; Ef: efira).

72
Cnidaria

completamente en el bentos (ciclos holobentóni- e históricamente considerados como final de ca-


cos). A su vez, ni la reproducción asexual es exclu- dena trófica por su bajo valor nutricional, actual-
siva de los pólipos ni la reproducción sexual lo es mente sabemos que muchas especies de cnidarios
de las medusas. Por ejemplo, en Anthozoa, donde son consumidas por algunos peces, tortugas, cier-
no existen fases medusoides, son los pólipos los tas aves y en mayor proporción, por otras especies
que llevan a cabo la reproducción sexual llegando de medusas y ctenóforos.
a conformar uno de los fenómenos reproductivos Por fuera de las interacciones tróficas, los cnida-
más curiosos de la naturaleza como son los deso- rios presentan además diversos tipos de relaciones
ves en masa observados en muchos arrecifes de interespecíficas con otros grupos de invertebrados
coral. En el otro extremo se encuentra la medusa y vertebrados. La epibiosis es muy frecuente; mu-
Microhydrula limopsicola (Hydrozoa) que a pe- chas colonias suelen adherirse a otros seres vivos
sar de ser holoplanctónica carece completamente tales como algas, esponjas, moluscos, crustáceos,
de fases sexuales (Jarms, 1997). Aunque tal vez tunicados, etc. Al inverso, son muchas las espe-
el ejemplo más llamativo lo conforme Turritop- cies que encuentran en los cnidarios el sustrato
sis nutricula (Hydrozoa) conocida también como adecuado siendo los arrecifes de coral verdaderos
la “medusa inmortal” (Piraino et al., 1996). Esta ingenieros ecosistémicos.
especie presenta un ciclo metagenético típico con Muchas de las grandes escifomedusas cumplen
medusas en el plancton que se reproducen sexual- el rol de “estructuras flotantes” en el ambiente
mente y pólipos en el bentos que se reproducen pelágico en donde diversas especies de peces,
asexualmente. No obstante, estas medusas tienen cangrejos o anfípodos buscan refugio, transpor-
la extraordinaria capacidad de volver a transfor- te o alimento (Arai, 1997; Mianzan y Cornelius,
marse en pólipo aún luego de haber desarrollado 1999). No siempre está claro qué tipo de relación
sus gónadas y evacuado sus gametas a través de un se establece entre estas especies ya que es muy
proceso denominado transdiferenciación. difícil aseverar si la interacción es positiva, nega-
tiva o nula para las medusas hospedadoras pero
sí está claro por la frecuencia en que se observan
ECOLOGÍA que son parte importante en las historias de vida
La gran mayoría de los cnidarios son carnívo- de estos diversos huéspedes. Más claro y mejor
ros y capturan e inmovilizan a sus presas con la estudiados son las relaciones de mutualismo que
ayuda de los cnidocistos que contienen toxinas existen entre anémonas de mar y cangrejos, pe-
paralizantes. El contacto con la presa se da gene- ces payasos y moluscos, o la simbiosis que se
ralmente a través de los tentáculos pero también establece entre algunas medusas o colonias y las
puede darse en otras partes del cuerpo tales como algas zooxantelas. En el primer caso, las anémo-
la exumbrela. La presa es luego transportada has- nas brindan protección contra depredadores a sus
ta la boca con la ayuda de los tentáculos y cilios huéspedes y reciben a cambio el alimento que no
que cubren diferentes partes del cuerpo. En gene- es aprovechado por ellos. En el segundo caso, los
ral son oportunistas y la proporción de diferentes cnidarios se benefician de los productos bioquí-
ítems en su dieta suele reflejar la oferta que el am- micos de la fotosíntesis y brindan soporte y pro-
biente les brinda. tección a sus huéspedes.
Tanto pólipos como medusas se alimentan de Por otro lado, existen cnidarios que parasitan
principalmente zooplancton incluyendo copépo- otras especies; las larvas de anémonas Peachia
dos, tintínidos, veligers, cladóceros, huevos y lar- parasitan medusas y los hidroides del género Po-
vas de peces entre los ítems más frecuentes. En lypodium parasitan los huevos del esturión y de
menor medida, algunas cantidades de fitoplanc- peces similares siendo uno de los pocos metazoos
ton y hasta ciliados, bacterias y detritos pueden que viven dentro de las células de otros animales
ser ingeridos. Algunas especies de mayor tama- (Bouillon et al. 2006). Finalmente son varios los
ño, o mayor poder urticante pueden alimentar- cnidarios que son parasitados por otras especies;
se también de peces. Algunos semaeostomos se muchas larvas de picnogónidos y ciertos polique-
alimentan casi exclusivamente de otras especies tos tubícolas son parásitos de colonias hidroides
gelatinosas (otras medusas o ctenóforos) una vez y se alimentan succionando sus tejidos. Muchos
alcanzado cierto grado de desarrollo. pequeños crustáceos viven sobre caulos de las
Aunque más conocidos por su gran voracidad, colonias tomando el alimento que capturan los

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Cnidaria

gastrozoides. Por su parte, algunas hidro y esci- lar. Los bulbos tentaculares pueden llevar ocelos
fomedusas son hospedadores secundarios de pa- o poros excretores dependiendo de la especie. En
rásitos digeneos, y cumplen un rol importante en el margen umbrelar se pueden encontrar otras es-
la transmisión de éstos a los hospedadores finales tructuras con función sensorial tales como estato-
que son los peces y otros vertebrados (Díaz Briz cistos, cordilis y cirri.
et al., 2012). Los pólipos hidrozoos presentan una zona api-
cal o superior denominada hipostoma dónde se
sitúa la boca (Figura 3e), y otra basal que corres-
MODELO DE ORGANIZACIÓN ponde a la cavidad gastrovascular. Poseen tentá-
Los cnidarios poseen formas tan diversas que culos de distintos tipos, principalmente filiformes
es difícil hallar un organismo típico que ilustre con sus paredes casi paralelas y nematocistos
la organización básica para todos los grupos. El distribuidos a lo largo del mismo, o capitados,
Phylum Cnidaria se divide en dos Subphylum: que poseen un engrosamiento en la parte superior
Medusozoa, con fases pólipo y medusa, y Antho- donde existe una gran concentración de nemato-
zoa, sólo con fase pólipo. Se describen y ejem- cistos (Figura 3 g y h).
plifican a continuación las principales Clases que Los pólipos hidrozoos pueden ser solitario o,
comprenden cada Subphylum. mayoritariamente, formar colonias de diferentes
grados de complejidad y polimorfismo llegando a
existir una especialización morfológica, división
SUBPHYLUM MEDUSOZOA de tareas y distribución de recursos entre de dife-
CLASE HYDROZOA rentes unidades de la colonia.
La clase Hydrozoa (Gr. hydra, serpiente acuá- Típicamente una colonia Hydrozoa está rodea-
tica) presenta generalmente los dos morfotipos da y protegida por un exoesqueleto quitinoso, el
medusoide y polipoide típicos del Phylum (Figu- perisarco tubular, que rodea al cenosarco, que es
ra 3). Bouillon, et al. (2006) presentan una vasta el tejido vivo que conecta todas las partes de la
descripción de su morfología y anatomía. colonia. Usualmente las colonias constan de un
Las hidromedusas suelen ser pequeñas y trans- estolón que puede ramificarse y anastomosarse
parentes. Su forma es muy variable pudiendo ser en distinto grado formando una hidrorriza a tra-
planas, semiesféricas, globosas o poseer una pro- vés de la cual la colonia se adhiere al sustrato.
yección apical en la parte superior de la exum- Desde la hidrorriza nacen los tallos principales,
brela. El borde de la subumbrela presenta un los hidrocaulos, que pueden ser simples (i.e. mo-
repliegue denominado velo que rodea el margen nosifónicos) o estar constituidos por varios tubos
de la campana (medusas craspédotas). Desde el paralelos conformando un tallo compuesto (i.e.
centro de la subumbrela se extiende una proyec- polisifónicos o fasciculados). Si los hidrocaulos
ción tubular denominada manubrio (Figura 3 a y se hallan ramificados, dan lugar a ramas denomi-
b), en cuyo extremo se halla la boca. Esta puede nadas hidrocladias. Tanto hidrocladias como hi-
ser simple y circular, o puede tener labios cortos o drocaulos pueden poseer invaginaciones en el pe-
largos, simples, plegados, o crenulados, con o sin risarco en forma de anillos, dando lugar a nudos y
baterías de cnidocistos. El margen de la boca pue- entrenudos. Las hidrocladias, y en algunos casos
de tener tentáculos orales simples o ramificados los hidrocaulos portan a los gastrozoides, que son
(Figura 3c). El manubrio puede conectarse direc- los individuos que cumplen funciones relaciona-
tamente con la subumbrela o a través de un pe- das con la alimentación.
dúnculo gástrico. Del manubrio parten los canales Podemos reconocer dos grandes grupos de hi-
radiales que se unen a un canal circular también drozoos, los atecados (Anthoathecata), cuyos pó-
llamado canal anular, que recorre en borde de la lipos son desnudos o con el perisarco cubriendo
umbrela. sólo su parte basal (Figura 3 g y h), y los tecados
Las gónadas pueden ubicarse en el manubrio, (Leptothecata) que presentan los pólipos total-
debajo, o entre los canales radiales. Los tentácu- mente cubiertos por perisarco formando una hi-
los suelen ubicarse en el margen de la campana, droteca (Figura 3e).
pueden ser sólidos o huecos y su número es muy En algunas especies existen pólipos defensivos
variable. La base de los tentáculos generalmente denominados nematóforos, que carecen de boca
es muy engrosada y se denomina bulbo tentacu- y poseen abundantes nematocistos. Existen ade-

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Cnidaria

más en algunas pocas familias pólipos alargados, se distribuyen en dos zonas principales: nectoso-
con función incierta (posiblemente defensiva y/o ma y sifosoma. A medida que el desarrollo de la
portadores de receptores químicos), denominados colonia avanza, los individuos polipoides y medu-
dactilozoides. soides siguientes proliferan a partir de estas zonas
Los gonozoides, encargados de la reproduc- principales. Los individuos polipoides incluyen
ción, son los que formarán asexualmente y por a los gastrozoides, gonodendras, gonozoides y
brotación, los brotes medusoides que luego se brácteas.
desprenden de la colonia madre y son liberadas al Los medusoides incluyen a los gonóforos y los
agua en forma de pequeñas medusas. En el planc- nectóforos. Al conjunto de polipoides, que sigue
ton, las medusas madurarán sus gónadas y, por lo un patrón regular de repetición, se le denomina
general, liberarán las gametas al agua donde ocu- cormidio y está formado básicamente por un gas-
rre la fecundación y el desarrollo larval. La larva trozoide, palpos, gonozoides y brácteas.
se fija a un sustrato dando lugar a un pólipo pri- Una de las grandes dificultades en el estudio
mario, el cual mediante múltiples reproducciones de los sifonóforos es la escasa disponibilidad de
asexuales formará una colonia, completando así material en buenas condiciones. Las colonias son
el ciclo de vida. muy frágiles y normalmente llegan a nuestras ma-
El ciclo típico es metagenético, pero existen nos muy fragmentadas. Esta tal vez sea una de las
todo tipo de variaciones a partir de este patrón. En razones por las cuales todavía hoy se tienen pocos
muchas especies los gonozoides formarán brotes conocimientos de este grupo, lo que se evidencia
medusoides que son liberados al agua sin estar en los diversos criterios que existen para su cla-
desarrollados por completo. Usualmente estos sificación. No obstante, existen patrones básicos
brotes medusoides carecen de tentáculos y boca, que dan lugar a los tres Órdenes actualmente re-
y su vida es efímera, muriendo inmediatamente conocidos: las especies que carecen de neumató-
después de ser liberados tras evacuar sus gametas. foro se agrupan dentro del orden Calycophorae.
En otras especies, los brotes medusoides ni si- Entre aquellas especies que poseen neumatóforo,
quiera son liberados y permanecen adheridos a la las que poseen también nectóforos conforman el
colonia madre como medusas abortivas en distin- orden Physonectae y las que carecen de nectófo-
to grado de desarrollo. Las gametas entonces ma- ros pertenecen al orden Cystonectae.
durarán en esos medusoides adheridos, por lo que Los Hydrozoa habitan todo tipo de ambientes
al no existir ninguna fase planctónica, los ciclos marinos pero existen unas pocas especies dul-
de vida son holobentónicos. En contraste, existen ceacuícolas como la Hydra y la medusa Craspe-
otras especies que presentan ciclos de vida holo- dacusta sowerbyi halladas en distintos cuerpos
planctónicos (Trachymedusae y Narcomedusae). de agua dulce del país. Los hidroides colonizan
En estos casos son los hidroides los que están au- todo tipo de sustratos tanto duros como bandos,
sentes. Las medusas sexualmente maduras liberan naturales o artificiales. Pueden inclusive adherirse
las gametas al agua las cuales, tras la fertilización, a otros organismos vivos siendo bastante común
dan lugar a larvas que se desarrollan en medusas hallar colonias sobre algas, esponjas, moluscos,
completamente en el plancton. tunicados o sobre otras colonias hidroides de ma-
Los sifonóforos son un grupo tan particular de yor tamaño. Las pocas especies que se desarrollan
Hydrozoa que merece ser tratado por separado. sobre sustratos blandos lo hacen anclándose en
Son hidrozoos coloniales casi exclusivamente ho- fondos arenosos o fangosos.
loplanctónicos, que habitan todos los mares del Si bien el número de especies todavía es con-
planeta. Las colonias son muy complejas y pre- troversial, puede decirse que hay descriptas unas
sentan el mayor grado de polimorfismo del reino 4000 especies de hidrozoos, de las cuales cerca de
animal (Figura 4). Todas ellas están compuestas 320 fueron registradas en el Mar Argentino (Blan-
por “individuos” polipoides y medusoides (Sua- co, 1994; Genzano et al., 2008 y 2009, Oliveira et
rez Morales y Gasca, 1991; Araujo, 2012). To- al., En prensa).
dos los individuos brotan asexualmente a partir
del oozoide o pólipo original. El oozoide consta CLASE SCYPHOZOA
primariamente de un protozoide, un neumatóforo Dentro de la clase Scyphozoa (Gr. skyphos,
(flotador), y un eje generalmente largo y tubular copa) se encuentran las medusas de mayor tama-
de donde surgen los otros tipos de individuos que ño del Phylum pudiendo superar en algunos casos

75
Cnidaria

los 2 m de diámetro dando lugar a que se las de- Existen unas 210 especies actualmente recono-
nomine “las verdaderas medusas”. cidas dentro del clase Scyphozoa (Jarms, 2010)
Los escifozoos presentan simetría tetraradial. de las cuales 15 están presentas en las costas de
A diferencia de lo que ocurre en Hydrozoa, las nuestro país (Oliveira et al., En prensa).
medusas de este taxón (escifomedusas), carecen Dentro de la clase Scyphozoa se reconocen
de velo (i.e. acraspedacustas), desarrollan sus gó- actualmente tres órdenes: Coronatae, Semaeosto-
nadas a partir de la gastrodermis, y presentan una meae y Rhizostomeae (Figura 5).
capa de mesoglea comparativamente más gruesa
que contiene células ameboides y fibras. Los ten- ORDEN CORONATAE
táculos, de existir, pueden ser filiformes o capi- (Figura 5a): incluye mayormente a las medu-
tados y su longitud es muy variable (unos pocos sas meso y batipelágicas. Presentan un profundo
cm a varios metros). El borde de la campana es surco que divide la superficie de la campana en
festoneado y generalmente lleva un par de peda- un disco central y una zona periférica. La zona pe-
lios en cada una de las incisiones. Entre ellos se riférica presentan engrosamientos radiales (peda-
ubican los ropalios que cumplen funciones senso- lios), lóbulos marginales con órganos sensitivos y
riales relacionadas con el equilibrio. En general, tentáculos marginales bien firmes y relativamente
el manubrio es alargado y está dividido en 4 bra- más gruesos que en los demás taxa. Existe una
zos orales que utilizan para capturar y digerir el única boca que se ubica en el extremo de un corto
alimento. Los nematocistos se concentran en los manubrio. Unos septos radiales se fusionan con
tentáculos y brazos orales pero se ubican por todo la pared subumbrelar de la cavidad gastrovascular
el cuerpo (Figura 5). con la exumbrela entre los pedalios para formar
El sistema nervioso en este grupo consta de un septos gástricos que separan el “estómago” de
plexo nervioso, con un plexo subumbrelar que los sacos periféricos. En muchos casos los ciclos
controla las pulsaciones de la campana, y otro de vida de estas especies son desconocidos. En
más difuso que controla reacciones locales como los pocos casos que se conocen los pólipos és-
la alimentación. tos son solitarios o coloniales y cubiertos por un
Los escifozoos presentan en su mayoría ciclos tubo peridérmico de quitina (peridermo). Si bien
de vida metagenéticos en donde las medusas son en general los ciclos de vida son metagenéticos,
claramente la fase dominante mientras que los pó- este Orden es el único que presenta especies que
lipos (i.e. escifistomas) son pequeños y de hábitos han reducido su fase medusoide al extremo de re-
crípticos. producirse sexualmente dentro de la cubierta pe-
El ciclo de vida metagenético es esencialmente ridérmica. Asimismo, existen otras especies que
el mismo que se ha descripto en la sección gene- carecen de fases polipoides bentónicas y presen-
ral de este capítulo con la particularidad de que las tan ciclos de vida holopelágicos (e.g. Periphylla
medusas “juveniles” (efiras) son producidas por los periphylla).
pólipos mediante un proceso de fisión transversal
seguida de metamorfosis denominado estrobila- ORDEN SEMAEOSTOMEAE
ción. Las medusas representan la fase sexual del (Figura 5b): Este Orden incluye algunas de las
ciclo de vida y salvo una sola excepción conocida medusas de mayor tamaño. En general son es-
(Chrysaora hysoscella) son dioicas. La fecunda- pecies que habitan zonas neríticas subtropicales
ción puede ser externa o interna en cuyo caso exis- pero existen especies tropicales y antárticas. Ca-
te cierto nivel de cuidado parental por parte de las recen del surco, pedalios y septos gástricos de los
hembras. coronados. Los márgenes de la campana pueden
La totalidad de los escifozoos son marinos y exis- ser enteros o formar lóbulos. Entre estos lóbulos
ten representantes prácticamente en todos los tipos surgen “órganos” sensoriales marginales deno-
de ambientes. Algunas especies habitan ambientes minados ropalios. Cuatro brazos orales rodean
pelágicos desde aguas superficiales hasta grandes la única boca ubicada en el centro de la umbrela.
profundidades. Hay especies típicamente tropica- Numerosos tentáculos huecos y de longitud va-
les, otras en ambientes templados y también las hay riable entre centímetros y 4-5 metros están pre-
antárticas. Sus pólipos se adhieren a una gran va- sentes en el margen de la umbrela. La región que
riedad de sustratos duros y se reproducen asexual- rodea la boca puede contener sacos radiales y/o
mente de diversas maneras (Adler & Jarms, 2009). un sistema de canales. Los ciclos de vida de los

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Cnidaria

semaeostomos son metagenéticos típicos con una la campana a lo largo de su margen. El ciclo típico
única excepción conocida hasta el momento, Pe- de los rhizostomos es metagenético sin excepcio-
lagia noctiluca, que presenta ciclo holopelágico. nes conocidas hasta el momento. Al igual que los
Los pólipos son solitarios y carecen de la cubierta semaeostomos, los pólipos son solitarios y care-
quitinosa de los coronados. cen de la cubierta quitinosa que caracteriza a los
pólipos de Coronatae.
ORDEN RHIZOSTOMEAE
(Figura 5c): especies casi exclusivamente tropica- CLASE CUBOZOA (Gr. kybos, cubo)
les y subtropicales que predominan en ambientes El rango taxonómico y la posición filogenética
neríticos. Las medusas de este orden carecen de de las cubomedusas han sido aspectos muy deba-
tentáculos marginales y poseen múltiples aber- tidos. Originalmente fueron consideradas como
turas bucales (ostia) en lugar de una única boca un orden (Cubomedusae en la Clase Scyphozoa
central. Tampoco presentan los surcos y pedalios (e.g. Mayer 1910; Kramp 1961). A mediados de
presentes en los coronados. Cuatro pares de bra- la década de 1970, sin embargo, se les dio el esta-
zos orales emergen del manubrio y se fusionan tus de una Clase (Cubozoa; Mianzan y Cornelius
para formar las numerosas micro-bocas esparci- 1999) sobre la base de algunas diferencias mor-
das por todos los brazos orales. El margen de la fológicas.
campana está dividido en ocho o más lóbulos con Dentro de esta Clase se encuentran las medusas
8 o 16 órganos sensoriales marginales entre ellos. más urticantes con algunos representantes que lle-
Estas medusas presentan un sistema de canales gan a ser mortales para los humanos (e.g. la avis-
mucho más desarrollado que el que se observa en pa de mar, Chironex fleckeri). En general son me-
los otros órdenes con numerosos canales radiales dusas relativamente pequeñas cuya campana tiene
que se comunican con un canal anular que rodea forma cuadrada en sección transversal (Figura 6).

Figura 6. Cubozoa. a: Tamoya haplonema; b: Carybdea mora. T: tentáculos; R: ropalios; Pe: pedalios; M: manubrio; V: velarium.

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Cnidaria

En cada uno de los vértices de la campana se que se sabe acerca de la reproducción asexual de
ubica un pedalio de los cuales se desprende un los pólipos de este taxón.
tentáculo hueco, de longitud variable y cargado Las cubomedusas habitan todos los mares tro-
de nematocistos. El margen de la campana forma picales pero son especialmente abundantes en el
una estructura similar al velo de las hidromedusas Indo-Pacífico occidental. En la Argentina hasta
denominada velarium. Las medusas de este taxón el momento sólo existen registros esporádicos de
son las únicas que han desarrollado lo que podrían una sola especie, Tamoya haplonema (Oliveira et
llamarse “ojos” que según algunos autores llegan a al., En prensa).
formar imágenes aún de objetos que se encuentran
fuera del agua (Coates, 2003). CLASE STAUROZOA (Gr. stauros, cruz, zoon
Algunas especies llegan a presentar complejos animal).
comportamientos de cortejo en donde los machos Aunque convencionalmente se las ha conside-
transfieren los espermatóforos a las hembras que rado como un orden dentro de la clase Scyphozoa
han alcanzado la madurez sexual. (Arai, 1997), recientemente se las ha elevado al
A diferencia de lo que ocurre en Hydrozoa y status de clase Staurozoa a partir de resultados de
Scyphozoa, las cubomedusas se forman por una estudios genéticos (Marques y Collins, 2004). Las
metamorfosis completa del pólipo y no mediante estauromedusas son animales muy singulares con
brotación o estrobilación de los mismos. una apariencia que se asemeja mucho más a un
Se han descripto los ciclos de vida de muy po- pólipo que a una medusa típica (Figura 7). Son
cas especies de cubozoos y por ende es poco lo siempre solitarios y relativamente pequeños.

Figura 7. Staurozoa. Haliclystus auricula. Pa: pedúnculo aboral.

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Cnidaria

Todas las especies son sésiles durante toda o los antozoos poseen espirocistos adhesivos y pti-
gran parte de su vida y se adhieren al sustrato cocistos en caso de los ceriantarios.
(e.g. rocas, algas) a través de un disco adhesivo Los antozoos no han sido equitativamente estu-
o un pedúnculo aboral que surge de la exumbre- diados en el país por lo que el número de especies
la (Arai, 1997). El cuerpo principal, i.e. calyx, es todavía incierto pero se han reportado alrede-
presenta una boca central dentro de un manubrio dor de 60 especies a lo largo de todo el litoral ma-
corto y de sección cuadrangular. Del calyx se des- rítimo argentino (Pérez, 1999; Zamponi, 2008).
prenden 8 tentáculos primarios y ocho grupos de
tentáculos secundarios que en la mayoría de las CLASE HEXACORALLIA
especies se ubican sobre cuatro pares de brazos. Las anémonas de mar (Orden Actiniaria) son el
Es muy poco lo que se conoce de estas espe- principal grupo de antozoos solitarios y resultan
cies y dentro de lo poco que se sabe quedan aún un buen ejemplo para ilustrar la anatomía y mor-
varias discusiones pendientes. Algunos autores fología de este taxón (Figura 8 a y b).
plantean que no existe pólipo y que las medusas Su diámetro suele variar entre 1 y 5 cm aunque
se desarrollan directamente a partir de una larva algunas especies alcanzan casi un metro. Poseen
bentónica que carece de cilios. Sin embargo, hay una columna que puede ser lisa o portar verrugas
quienes opinan que la plánula da lugar a un pólipo que adhieren fragmentos de conchillas que pro-
a partir del cual se desarrolla la medusa “polipoi- porcionan una capa protectora, especialmente en
de” una vez que comienzan a desarrollarse las gó- aquellas especies que habitan la franja interma-
nadas (Miranda et al. 2010). De una forma u otra, real. En la extremidad aboral, existe un discope-
lo que es claro es que sólo se conoce reproducción dio (o disco podial) usualmente chato el cual se
sexual y que el ciclo de vida es holobentónico ya fija a rocas, valvas de moluscos o caparazones
que las fases planctónicas se han reducido o están de cangrejos. La extremidad oral posee una gran
ausentes. cantidad de tentáculos y en el centro se ubica la
En general, las estauromedusas habitan aguas boca, que porta uno (o dos) surcos ciliados deno-
someras de regiones frías. Para nuestro país sólo minados sifonoglifos, que facilitan la entrada de
se ha registrado una especie, Haliclystus auricula, corrientes agua a la cavidad gástrica, mantenien-
adherida a rocas y algas dentro de pozas de marea do así un “esqueleto” interno fluido hidrostático y
cercano a los 48ºS (Oliveira et al., En prensa). facilita el intercambio gaseoso.
En las anémonas existen por lo general dos ti-
SUBPHYLUM ANTHOZOA pos de septos; los completos que se conectan con
Los antozoos (Gr. anthos, flor) están represen- la pared corporal por un lado y con la faringe por
tados solamente por formas polipoides, que pue- el otro, y los incompletos, que se conectan sola-
den ser tanto solitarias como coloniales. La fase mente con la pared corporal y se extienden ape-
medusoide está completamente ausente por lo nas hacia el interior de la cavidad gastrovascular.
que sus ciclos de vida son holobentónicos. Todos Tanto los septos completos como incompletos
sus representantes, ca. 6500 especies, son mari- poseen un arreglo de a pares. Los septos ocurren
nos e incluyen a las anémonas, los abanicos y las en general en número de 12 (ciclo primario). La
plumas de mar y a los diferentes tipos de corales adición de septos secundarios entre los primarios
(Fautin y Mariscal, 1991). eleva ese número a 24, un ciclo terciario eleva el
Los pólipos antozoos difieren considerablemen- total a 48. Solamente el primero es completo, los
te de los de Medusozoa. La boca se continúa al in- subsiguientes son incompletos y sucesivamente
terior en una faringe que se extiende hasta más de menores (Figura 8 c).
la mitad de la cavidad gastrovascular. La cavidad En la parte superior de la región de la faringe,
gastrovascular se encuentra dividida por septos o los septos poseen aberturas que permiten la circu-
mesenterios lo cual aumenta el área de superficie lación del agua. Los tentáculos son huecos, con-
interna del animal. Cada septo contiene dos capas tienen una extensión del celenterón en su interior
gastrodérmicas separadas por una capa de meso- y se localizan entre los septos.
glea. Las gónadas, al igual que en Scyphozoa, son El sistema muscular es más especializado que
gastrodérmicas y la mesoglea es fibrosa y contie- en los otros grupos de cnidarios. Los ejes de fi-
ne células mesenquimáticas. Los nematocistos no bras longitudinales en los septos forman múscu-
contienen opérculo. Además de los nematocistos, los retractores que permiten el acortamiento de la

79
Cnidaria

Figura 8. Anthozoa. Anémonas de mar, a: Anthothoe chilensis, b: Aulactinia reynaudi, c: Flavellum curvatum, d. ceriantario. e.
gorganáceo Tripalea clavaria. f. pennatulaceo Renilla sp. y detalle de los pólipos. T: tentáculos; C: columna; Dp: Disco pedal; Do:
disco oral; B: boca; S: septos; Tu: tubo.

comuna. Los músculos radiales también son im- Los Ceriantharia y los Zooanthidia son otros
portantes en los septos completos que, en la con- dos órdenes de antozoos Hexacoralia similares a
tracción, permiten la apertura de la faringe. las anémonas. Los ceriantarios son anémonas que
Algunas especies pueden desprenderse del sus- viven en tubos, son organismos grandes y solita-
trato y nadar brevemente mediante movimientos rios y adaptados a fondos blandos. El cuerpo se
de la columna y de los tentáculos. Las especie ca- aloja en un tubo fuerte y resistente enterrado en
vadoras, excavan la arena o el fango por medio de el sustrato (Figura 8 d). El tubo está formado por
contracciones peristáltica que alteran el diámetro mucus, filamentos y cápsulas disparadas de pti-
de la columna. cocistos. Por su parte, los zooantídeos son habi-

80
Cnidaria

tantes comunes en zonas tropicales en especial en Los pennatulaceos (Orden Pennatulacea) son
arrecifes coralinos. Son pequeños, pero se hallan otros representantes conspicuos de esta Clase.
conectados entre sí por un estolón formando colo- Habitan fondos blandos y difieren con respecto a
nias de tamaño diverso. otros miembros del grupo por poseer un gran póli-
Los corales pétreos (Orden Scleractinia) no po primario con una base en forma de asta anclada
poseen sifonoglifos. Si bien algunas especies son a la arena. El cuerpo es carnoso y su parte supe-
solitarias la mayoría son coloniales y son capa- rior da origen a pólipos secundarios, de los cuales
ces de producir un exoesqueleto de carbonato de los más típicos y evidentes son los autozoides. En
calcio. El esqueleto calcáreo es segregado por la ciertas especies existen otros pólipos, altamen-
epidermis de la mitad inferior de la columna y el te modificados, denominados sifonozoides, que
disco basal y protege a la colonia que esta com- bombean agua hacia el interior de las cavidades
puestas de miles de pólipos que algunos autores gástrovasculares manteniendo a la colonia erecta
denominan coralitos. y turgente (Figura 8f).
La tasa de crecimiento es muy variable depen- Otro ejemplo de octocorales son los corales
diendo de la especie y de la temperatura del agua, córneos, macizos, gruesos y carnosos (Orden Alc-
algunos corales pueden crecer hasta 2 cm por año yonacea) que habitan las aguas de todo el mundo,
mediante el depósito vertical de carbonatos. Es- pero con especial diversidad en las zonas tropica-
pecies ramificadas pueden crecer hasta 10 cm de les y subtropicales.
altura por año. Las grandes concentraciones de
corales hermatípicos o pétreos ocurren en aguas
someras tropicales, donde podemos hallar gran-
IMPORTANCIA ECONÓMICA:
des formaciones de piedra caliza depositadas por
Cnidaria y el Homo sapiens
organismos vivos durante miles de años forman- Existen muchos motivos que justifican el estu-
do los arrecifes coralinos. Los organismos vivos dio de los cnidarios. En las secciones precedentes
están confinados a la capa superior del arrecife, hemos visto algunos aspectos básicos de estas
donde añaden carbonato de calcio sobre los es- especies que denotan su importancia ecológica y
queletos muertos. evolutiva. En esta sección comentaremos la rela-
ción entre las diversas actividades humanas y los
CLASE OCTOCORALLIA cnidarios.
Pertenecen a esta Clase las plumas, orejas y Probablemente el fenómeno más conocido sea
abanicos de mar. Poseen 8 tentáculos pinnados, la “explotación turística” de los arrecifes de coral.
con ramificaciones laterales. Siempre hay 8 sep- Los diferentes arrecifes existentes en el mundo
tos completos a los lados de los tentáculos y pre- atraen la atención de cientos de miles de turistas
sentan un solo sifonoglifo. por año generando un movimiento económico
Se trata de organismos coloniales con pólipos realmente significativo. Pero la importancia eco-
pequeños cuyas cavidades gastrovasculares se nómica de estos ecosistemas no se limita al turis-
conectan entre sí por una red de canales cono- mo; la enorme diversidad de los arrecifes es una
cida como red solenial, la cual está rodeada por fuente de compuestos bioquímicos de gran poten-
una capa de mesoglea gruesa y carnosa, el ce- cial e importancia para la industria farmacéutica y
nénquima. cosmética. Existen corales blandos que producen
Los amebocitos de la mesoglea segregan un sustancias antibióticas. A su vez, muchas especies
material calcáreo esquelético interno que da sos- de anémonas producen un amplio rango de toxi-
tén a la colonia. Este esqueleto puede estar consti- nas de gran interés en neurobiología debido a sus
tuido por espículas calcáreas fundidas o separadas efectos específicos sobre los canales sodio-pota-
o por un material corneo. sio neuronales. Algunas otras también tienen usos
Dentro de esta Clase encontramos a los gor- terapéuticos en tratamientos contra la esclerosis
gonáceos o corales córneos (Orden Gorgonacea) múltiple (Mackie, 2002).
(Figura 8e). Se trata de colonias arbustivas usual- A pesar de los beneficios que obtenemos, las
mente adheridas a rocas. Sus pólipos pueden te- alteraciones ambientales provocadas sobre el pla-
ner una disposición en un solo plano dentro de la neta están deteriorando los arrecifes de coral de
colonia (abanicos de mar) o estar distribuidos en muchas regiones. Los efectos negativos están casi
toda la colonia. todos ellos relacionados directa o indirectamente

81
Cnidaria

con la contaminación (e.g. fertilizantes agrícolas parte de los países consumidores, principalmente
o pesticidas, petróleo), sobrepesca y el calenta- China y Japón (Schiariti, 2008). En la Argentina
miento global. Uno de los impactos más nocivos se esta estudiando la posibilidad de desarrollar
que estas alteraciones provocan sobre los arreci- una pesquería de medusas basada en Lychnorhiza
fes tiene que ver con la pérdida de las zooxantelas lucerna (Rhizostomeae). Esta especie, muy abun-
asociadas a los corales (bleaching). En las aguas dante en la costa bonaerense, alcanza tallas relati-
oligotróficas en donde se forman los arrecifes, la vamente grandes (hasta 50 cm), y presenta caracte-
pérdida de estas algas simbiontes significa la im- rísticas similares a las especies actualmente explo-
posibilidad de los corales de obtener los nutrien- tadas. Los resultados obtenidos hasta el momento
tes necesarios y la muerte de los mismos. indican que la pesquería de medusas sería factible
Pero la interacción entre el hombre y los cni- en el país y constituiría un complemento ideal para
darios excede en mucho a los arrecifes de coral los pescadores artesanales de la región.
especialmente en nuestro país en donde las con- Muchas especies de medusas presentan carac-
diciones ambientales no son propicias para el terísticas que las hacen atractivas para otro tipo
desarrollo de estos maravillosos ecosistemas. de industrias no relacionadas con la alimentación.
Las medusas suelen presentar explosiones demo- Existe hoy mucho interés en estudiar el valor me-
gráficas a través de las cuales alcanzan enormes dicinal de diferentes especies. Según la medicina
abundancias generalmente durante los meses más oriental las medusas presentan una diversidad de
cálidos del año. Estos fenómenos trascienden las propiedades que benefician la salud. Se cree que
fronteras científicas llamando la atención del pú- las medusas son efectivas en tratamientos contra
blico en general debido a las pérdidas económicas la artritis, la hipertensión, dolores de espalda y úl-
que generan sobre diferentes industrias. Mientras ceras entre otras dolencias. Asimismo, también se
que algunas especies afectan el desarrollo del tu- les atribuye la propiedad de combatir la fatiga y
rismo debido a su poder urticante, otras pueden el agotamiento y de estimular el flujo sanguíneo
afectar sensiblemente el desarrollo de pesquerías durante el ciclo menstrual. No obstante, la mayor
regionales, ya sea por competencia por alimento, parte de estas propiedades están descriptas en pu-
depredación sobre huevos y larvas de peces, o por blicaciones no científicas y no han sido corrobo-
causas aún no determinadas (Mianzan y Corne- radas científicamente.
lius, 1999). Asimismo, estos organismos causan
daños en las artes de pesca y en la captura, ocupan
grandes volúmenes dentro de las embarcaciones,
SISTEMÁTICA Y
y significan un peso adicional para las mismas
CLASIFICACIÓN
(Schiariti, 2008). El Phylum Cnidaria se divide en dos Subphyla:
Las medusas son popularmente conocidas por Medusozoa, donde las fases pólipo y medusa es-
las molestias ocasionadas por sus picaduras. Las tán presentes y Anthozoa la cual presenta sólo fase
medusas suelen ocurren en grandes abundancias pólipo. A su vez, el subphylum Medusozoa está
durante el verano afectando sensiblemente el compuesto por cuatro Clases: Hydrozoa, Scypho-
desarrollo del turismo. En Argentina estos fenó- zoa, Cubozoa y Staurozoa (Marques y Collins,
menos tienen lugar principalmente en la costa 2004). Todos los taxa, y en particular la clase Hy-
atlántica bonaerense y son causados en su gran drozoa, están sufriendo una verdadera revolución
mayoría por las hidromedusas Olindias samba- en cuanto a su ordenamiento y clasificación a par-
quiensis y Lyriope tetraphylla y por la escifome- tir de la combinación de datos taxonómicos con
dusa Chrysaora lactea. los recientes resultados provenientes de estudios
No siempre las grandes concentraciones de me- genéticos y moleculares, tendientes a conformar
dusas son sinónimo de problemas; mientras em- grupos monofiléticos. En el presente capítulo he-
presarios, turistas, pescadores y políticos maldicen mos adoptado el criterio descripto en Cornelius
sus masivas apariciones, millones de personas en (1992), Genzano et al., (2008) y Mianzan y Cor-
Asia consideran a las medusas como una “delicia nelius (1999). Por su parte, el Subphylum Antho-
gourmet”. La pesquería de medusas representa un zoa, se divide en dos Subclases Octocorallia (=
negocio multimillonario en el mercado asiático que Alcyonaria) y Hexacorallia (= Zoantharia) (cf.
se está expandiendo por el mundo en respuesta al Schmidt, 1974), estos últimos incluyendo tam-
incremento en la demanda de estos productos por bién los Ceriantipatharia.

82
Cnidaria

PHYLUM CNIDARIA VERRILL, 1865 gan al manubrio. Gónadas por lo general ubicadas
Subphylum Medusozoa Petersen, 1979 sobre los canales radiales. Algunas especies de
Cnidarios que presentan formas polipoides me- agua dulce.
dusoides o ambas.
SUBCLASE NARCOMEDUSAE HAECKEL,
CLASE HYDROZOA OWEN, 1843 1879
Típicamente especies con hidroides e hidrome- En general son especies con ciclos de vida ho-
dusas constituyendo ciclos metagenéticos aun- loplanctónicos sin fases pólipo. En algunos ca-
que todas las alternativas están presentes en este sos pueden existir un estado polipoide, parásito
taxón. Pólipos solitarios o coloniales. Medusas de otras medusas, no homólogo a los pólipos de
usualmente pequeñas y transparentes con un velo Anthoathecata y Leptothecata.
que rodea el margen de la campana (craspédotas)
y sin ropalios. La cavidad gastrovascular carece SUBCLASE TRACHYMEDUSAE HAECKEL,
de septos y faringe. Mesoglea acelular. Tentácu- 1866
los sólidos o huecos. Cnidocitos solamente en la Especies con ciclos de vida holoplanctónicos y
epidermis. Gónadas por lo general de origen epi- sin fases polipoides. Las medusas producen ga-
dérmico. Mayormente marinas pero con algunas metas que, luego de la fertilización, dan lugar una
especies dulceacuícolas. larva plánula que usualmente se desarrolla en otra
larva llamada actínula, que luego se transforma en
SUBCLASE ANTHOATHECATA CORNELIUS, una medusa. Los tentáculos usualmente surgen de
1992 la superficie de la exumbrela.
Hidroides desnudos o con un exoesqueleto qui-
tinoso (perisarco) cubriendo sólo la parte basal Subclase ACTINULIDA Swedmark &
(hidrocaulo). Tentáculos orales siempre filiformes Teissier, 1959
(Orden Filifera) o filiformes y capitados (Orden Especies con ciclos de vida holobentónicos, sin
Capitata). Generalmente con ciclos metagené- fases medusoides. Los pólipos son pequeños y
ticos. Medusas pequeñas usualmente con altura solitarios. Habitan intersticios de sedimento are-
mayor que el diámetro de la campana, sin esta- noso.
tocistos, y con las gónadas ubicadas en el manu-
brio o en la subumbrela. Hay especies que forman SubclasE Siphonophora Eschscholtz,
colonias con un alto grado de polimorfismo y que 1829
carecen de estados medusoides de vida libre. Organismos coloniales con individuos medu-
soides y polipoides en una misma colonia que
SUBCLASE LEPTOTHECATA CORNELIUS, deriva en la columna de agua. Exhiben el mayor
1992 grado de polimorfismo de todos los cnidarios.
Pólipos totalmente cubiertos por el perisarco Divididos en diferentes órdenes de acuerdo a la
(tecados). Siempre coloniales. Pueden poseer ausencia (Orden Calycophora) o presencia de un
una boca simple, cónica, o redondeada, sin ca- neumatóforo. Si éste está presente puede además
vidad pregástrica (Orden Conica) o en forma de poseer nectóforos (Orden Physonectae) o éstos
trompeta y con una cavidad pregástrica (Orden estar ausentes (Orden Cystonectae).
Proboscoida). Medusas de vida libre usualmente
ausentes pero, cuando presentes, con diámetros ClasE Scyphozoa Goette, 1887
de campana mayores que su altura (achatadas), Cnidarios en los cuales la fase medusoide es la
más de cuatro tentáculos, con estatocistos y con más conspicua. Los pólipos son pequeños y de
las gónadas sobre la subumbrela, bajo los canales hábitos crípticos. Se reconocen actualmente tres
radiales. Órdenes. En el orden Coronatae las medusas pre-
sentan un profundo surco que divide la superfi-
SUBCLASE LIMNOMEDUSAE KRAMP, 1938 cie de la campana en un disco central y una zona
Pólipos pequeños, simples, por lo general soli- periférica. En el orden Semaeostomeae, presentan
tarios, con o sin tentáculos. Medusas usualmente cuatro brazos orales que rodean la única boca ubi-
con más de cuatro canales radiales y a menudo cada en el centro de la umbrela y numerosos ten-
con canales centrípetos incompletos, que no lle- táculos en el margen de la campana. Por su parte,

83
Cnidaria

las medusas del orden Rhizostomeae presentan docitos epidérmicos y gastrodérmicos. La pared
cuatro pares de brazos orales y múltiples abertu- corporal alrededor de la boca se dobla hacia
ras orales y carecen de tentáculos marginales. En adentro formando una faringe. La cavidad gas-
ningún caso existe el velo que poseen las hidro- trovascular se encuentra dividida a lo largo del
medusas (medusas acraspédotas). eje oral-aboral por septos gastrodérmicos (me-
senterios). Poseen un estomodeo que se extiende
Class Cubozoa Werner, 1973 desde la boca hacia adentro de la cavidad gastro-
Medusas cuya campana tiene una forma cua- vascular y contiene sifonoglifos. Los pólipos se
drada en sección transversal. En cada uno de los reproducen de forma asexual y sexual. Gónadas
vértices de la campana se ubica un pedalio del gastrodérmicas.
cual se desprende un tentáculo hueco, de longi-
tud variable. El margen de la campana forma una ClasE Hexacorallia Haeded, 1866
estructura similar al velo de las hidromedusas de- Pólipos con más de 8 tentáculos y septos, usual-
nominada velarium. mente en múltiplos de seis. Solitarios o colonia-
les. Generalmente sin exoesqueleto calcáreo. En
ClasE Staurozoa Marques este grupo se incluye a las anémonas (Orden Ac-
& Collins, 2004 tiniaria), las anémonas tubo (Orden Ceriantharia),
Medusas sésiles, de aspecto polipoide, que se a los zoantidios (Orden Zooanthidia), y a los cora-
adhieren al sustrato a través de un disco adhesivo les pétreos o calcáreos (Orden Scleractinia).
o un pedúnculo aboral. Poseen un manubrio corto
y de sección cuadrangular. CLASE OCTOCORALLIA Haekel, 1866
Pólipos con 8 tentáculos pinnados y huecos y
SUBPHYLUM ANTHOZOA EHRENBERG, ocho septos. Colonias de corales blandos inclu-
1834 yendo, abanicos (Orden Gorgonacea), plumas
Cnidarios sólo con fase polipoide y estado y orejas de mar (Orden Pennatulacea) y corales
medusoide ausente. Solitarios o coloniales. Cni- córneos macizos o carnosos (Orden Alcyonacea).

AGRADECIMIENTOS
Crédito de las fotos: Antonio Marques (Figura 1), Carolina Rodríguez (Figura 3c), Gerhard Jarms
(Figura 5a), Andre Morandini (Figuras 5b-c, Figura 7), Sergio Stampar (Figura 5b), Raúl Guerrero
(Figura 5c), Alvaro Migotto (Figura 5g, Figura 6), Laura Schejter (Figura 8 c y f).

84
Cnidaria

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1-18.

85
BRYOZOA
Juan López Gappa

INTRODUCCIÓN
El Phylum Bryozoa está compuesto por aproxi-
madamente 6.000 especies vivientes (Metcalfe et
al., 2007), en su gran mayoría marinas, que por
lo general crecen sobre algas o diversos sustratos
duros como piedras, valvas de moluscos, capara-
zones de crustáceos, etc. Su registro fósil abarca
desde el Ordovícico Inferior hasta la actualidad,
estimándose que la biodiversidad del conjunto de
las faunas fósiles es de alrededor de 15.000 espe-
cies (Rocha y d’Hondt, 1999). A pesar de la mag-
nitud de esas cifras, estos invertebrados no son
muy conocidos a nivel popular, quizás debido a
su pequeño tamaño.
Fueron clasificados por los primeros naturalis-
tas junto con los hidrozoos en el grupo de los zoó-
fitos, e incluso se dudaba de su naturaleza animal.
Estudios posteriores revelaron que los briozoos
poseen un nivel de organización superior al de
los hidrozoos, presentando un verdadero celoma
y tubo digestivo completo.
Los briozoos, junto con los forónidos y bra-
quiópodos, componen el grupo de los lofofora-
dos, considerándose que todos ellos poseen un
ancestro común similar a un forónido.
El nombre con que debía designarse a este
phylum fue motivo de grandes discusiones. Fue-
ron llamados Polyzoa por los autores británicos
y Ectoprocta por los norteamericanos. El término
Bryozoa, utilizado en sus comienzos en Europa
continental, hoy en día es aceptado por casi todos Figura 1. Representación esquemática de la astogenia de una
los especialistas. colonia. Modificado de Boardman et al. (1969).

El tubo digestivo de los zooides es completo y


ANATOMÍA Y MORFOLOGÍA está curvado en forma de U. La boca se abre en
Los briozoos son celomados acuáticos, sésiles y el centro de una corona de tentáculos ciliados o
coloniales. Cada colonia, también llamada zoario, lofóforo. El ano desemboca cerca de la boca pero
está compuesta por módulos denominados zooi- fuera de la corona tentacular. El conjunto del lo-
des. La colonia se origina a partir de un zooide fóforo más el tubo digestivo suele denominarse
primario o ancéstrula (Figura 1) mediante un pro- polipidio o polípido. La parte anterior del cuerpo
ceso de brotación asexual. forma una cavidad en donde se retrae el lofóforo.

87
Bryozoa

No hay órganos excretores, ni tampoco sistemas


circulatorio o respiratorio. Los polipidios sufren
un proceso de degeneración cuyos restos dan
como resultado cuerpos pardos, que son expul-
sados o se acumulan en la parte basal del zooi-
de. El sistema nervioso consiste en un pequeño
ganglio situado entre la boca y el ano y un plexo
nervioso. La pared del zooide está compuesta,
de adentro hacia fuera, por peritoneo, epider-
mis, una capa calcárea, quitinosa o gelatinosa Figura 3. Larva lecitotrófica de un queilostomado Ascophora.
Tomado de Hayward y Ryland (1979).
y cutícula, constituyendo una cámara o zoecio,
donde se aloja el polipidio. Según su posición
en la colonia, las paredes pueden ser exteriores digestivo consumen sus reservas y se fijan muy
o interiores. Las exteriores suelen estar en con- pronto al sustrato (larvas lecitotróficas, Figura 3).
tacto con el ambiente y poseen una capa protec- Se supone que la aparición de larvas lecitotró-
tora externa de cutícula. Las paredes interiores ficas produjo un marcado aumento en la tasa de
se forman como pliegues del peritoneo y la epi- especiación alopátrica, debido a que su breve vida
dermis, no están en contacto con el ambiente y planctónica restringió el flujo genético entre po-
no poseen cutícula. En algunas especies existen blaciones (Taylor, 1988). La larva luego se asienta
partes extrazooidales cuyo esqueleto brinda sos- y sufre una metamorfosis que da lugar al primer
tén a la colonia. Por lo general son más grandes zooide de la colonia.
que los zooides, poseen cavidades corporales y Una de las características más notables de los
paredes, pero carecen de órganos para la alimen- briozoos es la presencia de polimorfismo, con
tación. Las colonias son hermafroditas, pero no zooides especializados en la reproducción, defen-
todos los zooides lo son, puesto que en algunos sa, limpieza y sostén de la colonia.
géneros existen zooides exclusivamente mascu- La mayoría de los zooides se encarga de la ali-
linos o femeninos. Las gónadas son simples, sin mentación y la reproducción y se denominan au-
conductos, y se desarrollan a partir del perito- tozooides. Los zooides modificados para llevar
neo. Las gametas salen al exterior por poros en a cabo una determinada tarea son llamados poli-
el celoma. La reproducción sexual produce una morfos o heterozooides. Las cámaras en donde se
larva ciliada de vida libre. Esta puede poseer alojan son los autozoecios y heterozoecios, res-
un tubo digestivo completo y pasar un período pectivamente. Los quenozooides son polimorfos
prolongado alimentándose en el plancton (larvas carentes de estructura interna, con funciones de
planctotróficas o cifonautas, Figura 2). sostén o soporte de la colonia. Son ejemplo de que-
Por el contrario, las larvas que carecen de tubo nozooides los estolones (Figura 10), o los rizoides
que anclan las colonias arborescentes al sustrato.
Las avicularias y vibracularias están restrin-
gidas al orden de los queilostomados. El rasgo
más distintivo de las avicularias es su mandíbula,
una pieza quitinosa homóloga al opérculo, que se
cierra por la acción de poderosos músculos. Los
polipidios de estos polimorfos son rudimentarios
y cumplen sólo funciones sensoriales. Las avicu-
larias adventicias (Figura 4) son reducidas y se
desarrollan sobre las paredes frontales o laterales
de los zooides.
Cuando las avicularias reemplazan a un zooide
en una serie lineal se denominan vicarias (Figura 5).
Se han planteado distintas hipótesis en cuan-
to al papel que desempeñan las avicularias. En
Figura 2. Larva cifonauta de Membranipora en vista lateral. algunos casos poseen funciones defensivas, cap-
Modificado de McEdward y Strathmann (1987). turando pequeños organismos que se desplazan

88
Bryozoa

Figura 5. Aspecto general de un cribrimorfo y avicularia vicaria


(a). Modificado de Osburn (1950).

del zooide se denomina ovicela u ooecio (Figuras


4, 11, 14).
Luego de posarse sobre el sustrato, la larva de
los briozoos sufre un proceso de metamorfosis,
para convertirse en un zooide primario o ancés-
trula (Figura 1). En la mayoría de los gimnolema-
dos, la ancéstrula es un zooide totalmente desa-
rrollado, aunque a veces presenta una morfología
diferente al resto de los miembros de la colonia.
Figura 4. Avicularias adventicias (a), ovicela (o) y criptocisto (c)
en un queilostomado Anasca. Modificado de Osburn (1950).

sobre la colonia, aunque en la mayoría de las


especies no existen evidencias sobre el rol que
cumplen (Winston, 1984). En Bugula, las avi-
cularias son capaces de moverse independiente-
mente sobre un pedúnculo y poseen un notable
parecido con la cabeza de un ave, de allí su nom-
bre (Figura 6).
La mandíbula de las vibracularias se alarga para
transformarse en una seda quitinosa capaz de mo-
verse en varios planos. Estos polimorfos limpian
la superficie de la colonia y en algunos casos cum-
plen funciones de locomoción.
En la mayoría de los briozoos gimnolemados
los embriones se desarrollan en una cámara de
incubación que consiste en un espacio lleno de
agua delimitado por paredes corporales que dejan
una abertura por la que entra el huevo fecundado Figura 6. Fragmento de una colonia de Bugula con sus típicas
y sale la larva al terminar su desarrollo. La estruc- avicularias en forma de cabeza de ave. Tomado de Lichtschein
tura globular formada por las paredes expandidas de Bastida y Bastida (1980).

89
Bryozoa

El género Membranipora posee la particularidad


de que su ancéstrula consiste en un par de zooides
SISTEMÁTICA
gemelos. En algunos Ascophora, la ancéstrula no La clasificación de los briozoos marinos actua-
presenta la pared frontal calcárea que caracteriza les es la siguiente:
al grupo, sino una membrana frontal como la que
existe en los Anasca (Figura 1), lo que sugiere que Phylum Bryozoa
estos últimos podrían ser considerados ancestros
de los Ascophora. Clase Stenolaemata
Los zooides son unidades modulares discretas
análogas a un animal completo que producen Orden Cyclostomata
réplicas similares mediante brotación asexual.
El mecanismo por el que la ancéstrula da origen Clase Gymnolaemata
a una colonia se llama astogenia (Figura 1). La
brotación resulta en el agregado de zooides más Orden Ctenostomata
nuevos en el borde o en la superficie de las co-
lonias, cada vez más lejos de la ancéstrula. Esa Orden Cheilostomata
dirección se conoce como distal, mientras que la
más cercana al origen de la colonia, donde los
zooides son relativamente más viejos, es la proxi-
CLASE STENOLAEMATA
mal. En una primera etapa, o zona de cambio as- Los estenolemados son briozoos marinos con
togenético, las sucesivas camadas de zooides van zooides polimórficos y sus zoecios por lo general
sufriendo variaciones morfológicas, que por lo poseen esqueletos de calcita. Su abertura es casi
general consisten en un aumento progresivo en siempre circular, puede ser terminal o estar des-
tamaño y complejidad. A medida que continúa plazada hacia uno de los lados, que se denomina
el proceso de brotación asexual las camadas de frontal. Sus tentáculos están dispuestos en círculo
zooides alcanzan una morfología definitiva. Esta alrededor de la boca y la eversión del lofóforo se
etapa recibe el nombre de zona de repetición lleva a cabo sin deformación de la pared corporal.
astogenética. En esta zona hay también un gra- Los zoecios suelen poseer tabiques interiores y en
diente superpuesto de cambio ontogenético, en muchos casos exhiben homeomorfía externa, es
donde la complejidad aumenta desde el margen decir que su aspecto externo es similar pero sus
en sentido proximal, a medida que cada zooide características internas son diferentes. Las colo-
se desarrolla hasta alcanzar su morfología defi- nias son de distintos tipos. El polimorfismo de
nitiva. Por lo tanto, existen en una colonia cuatro los estenolemados es reducido, existiendo ade-
causas de variación morfológica en los zooides: más de los autozooides (alojados en autozoecios),
la astogenia, la ontogenia, el polimorfismo y las nanozooides y gonozooides. Fueron abundantes
variaciones microambientales, como por ejemplo en la Era Paleozoica, pero casi todos los órdenes
irregularidades en el sustrato o hacinamiento por de esta Clase se extinguieron, llegando hasta el
competencia con otras colonias. presente solamente los representantes del Orden
Una nueva colonia puede también originarse Cyclostomata.
por brotación a partir de fragmentos de colonias
preexistentes, en cuyo caso no posee ancéstrula.
El fenómeno llamado homosíndrome, es decir
ORDEN CYCLOSTOMATA
la fusión de colonias originadas a partir de dis- Las colonias pueden ser erectas o incrustantes.
tintas larvas de la misma especie, está bien do- Los zooides son alargados, tubulares, de paredes
cumentado en los briozoos y otros invertebrados finas, con abertura terminal circular y sin opércu-
coloniales. lo (Figura 7). La pared corporal presenta epider-
Ya que una colonia originada por brotación se mis, cutícula y una capa calcárea atravesada por
supone genéticamente uniforme, los briozoos son numerosos seudoporos. Cuando el polipidio está
muy útiles para entender las causas de las varia- retraído, el orificio permanece ocluido por una
ciones morfológicas, dado que en este caso no membrana terminal que se invagina en el centro
existen diferencias genéticas debidas a la repro- para formar un atrio, que se cierra en la base gra-
ducción sexual como en los organismos solitarios. cias a la acción de un esfínter muscular. El poli-

90
Bryozoa

Figura 7. Morfología de un ciclostomado. Modificado de Figura 8. Autozooides (a) y nanozooides (n) en el ciclostomado
Ryland (1970). Plagioecia. Modificado de Silén y Harmelin (1974).

pidio está envuelto por un saco membranoso que Los gonozooides (Figura 9) son polimorfos de
se fija por su base a la pared del cuerpo mediante paredes ensanchadas que forman cámaras para
ligamentos, dividiendo así a la cavidad corporal la incubación de embriones. Pueden encontrarse
en dos compartimientos, uno externo o cavidad
exosacal y el otro interno o cavidad endosacal. Un
detallado estudio morfológico (Nielsen y Peder-
sen, 1979) comprobó que sólo la cavidad endo-
sacal puede ser considerada como un verdadero
celoma. La eversión del polipidio se produce gra-
cias a la contracción de los músculos dilatadores
del atrio y a la relajación del esfínter atrial. Esto
empuja al atrio hacia la pared corporal y hace que
el líquido exosacal se desplace proximalmente y
comprima el saco membranoso. El aumento de la
presión en el saco produce la evaginación de la
vaina tentacular y el lofóforo se evierte. El proce-
so inverso tiene lugar gracias a la contracción del
músculo retractor del lofóforo y a la relajación de
los músculos dilatadores del atrio. Después que
el lofóforo se ha invaginado, el esfínter atrial se
cierra.
El polimorfismo no está muy desarrollado en
el orden Cyclostomata. Los rizoides son polimor-
fos que sirven para anclar la colonia al sustrato.
En los géneros Diplosolen y Plagioecia, existen
zooides diminutos llamados nanozooides (Figura
8), que en el primero de ellos cumplen funciones Figura 9. Gonozooide (g) del ciclostomado Crisia. Modificado
de limpieza (Silén y Harmelin, 1974). de Maturo (1957).

91
Bryozoa

o no en áreas extrazooidales y están presentes en


todos los ciclostomados (Silén, 1977).
En este orden de briozoos la reproducción es
notable ya que presenta un proceso de fisión em-
brionaria o poliembrionía, fenómeno observado
en muy pocos grupos del reino animal. El em-
brión primario se fragmenta produciendo embrio-
nes secundarios y hasta terciarios, que llenan la
cavidad del gonozooide. Se supone que todas las
colonias adultas originadas a partir de un mismo
embrión primario son clones, es decir que poseen
la misma información genética.
Los Cyclostomata son los únicos estenolema-
dos vivientes, con una biodiversidad de alrededor
de 250 géneros. Se ha registrado la presencia de
unas 44 especies de ciclostomados en el Atlán-
tico Sudoccidental frente a la Argentina (López
Gappa, 2000).

CLASE GYMNOLAEMATA
Los zooides son cilíndricos o cuadrangulares.
El lofóforo es circular. La pared del cuerpo puede
ser calcificada y presentar tejidos pero no capas
musculares. El carbonato de calcio se encuentra
Figura 10. Morfología del ctenostomado Bowerbankia. Modi-
en forma de calcita, aragonita o ambas en un mis-
ficado de Ryland (1970).
mo esqueleto. El mecanismo de evaginación del
lofóforo se lleva a cabo gracias a la deformación
de la pared corporal mediante músculos. Los ce- evaginación del lofóforo se lleva a cabo gracias
lomas de los zooides contiguos están separados, a la acción de músculos parietales longitudinales
pero se comunican entre sí a través de poros. La y transversales. Su invaginación, en cambio, se
formación de la pared corporal de los zooides es efectúa por la contracción del músculo retractor.
anterior a la brotación de nuevos polipidios. Va- Una vaina tentacular se dispone alrededor del
rias generaciones de polipidios se suceden dentro lofóforo cuando el zooide está retraído. El tubo
de un mismo zooide mediante procesos de dege- digestivo posee las características generales de los
neración y regeneración. El polimorfismo puede demás briozoos, a excepción de un proventrículo
alcanzar un gran desarrollo. La casi totalidad de muscular, cuya función es triturar los caparazo-
las especies son marinas. nes de las algas microscópicas del fitoplancton
Los gimnolemados están representados por dos que componen su alimento. El funículo desciende
órdenes, Ctenostomata y Cheilostomata, que se desde el estómago y se continúa en el estolón, in-
describen a continuación. terconectando a todos los zooides. El ovario y el
testículo se desarrollan a expensas del peritoneo
de la pared del cuerpo. Un óvulo madura mientras
ORDEN CTENOSTOMATA el polipidio degenera y luego sale al exterior atra-
En este grupo el polimorfismo está reducido y vesando un poro supraneural ubicado en la base
consiste solamente en la presencia de quenozooi- de los dos tentáculos más dorsales. El embrión
des de sostén. Los zooides pueden ser cilíndricos completa su desarrollo en el atrio, una cavidad
o achatados y adoptan una disposición contigua producida por la invaginación del zooide y ce-
o se comunican entre sí por quenozooides (Fi- rrada por un esfínter. En algunos ctenostomados
gura 10) que forman estolones postrados sobre como Bowerbankia existe una estructura llamada
el sustrato. La pared corporal puede ser mem- collar que bloquea la entrada al atrio.
branosa o gelatinosa, pero nunca calcificada. La La biodiversidad del orden Ctenostomata no es

92
Bryozoa

muy grande, constituyendo una proporción rela- distal y un par de laterales. Los zooides están co-
tivamente pequeña de los briozoos recientes. La nectados por tejido funicular que atraviesa las pa-
gran mayoría de sus especies son marinas. Se ha redes interzooidales. Las conexiones se realizan
registrado la presencia de unas 12 especies de cte- mediante placas de poros en las paredes laterales,
nostomados en el Atlántico Sudoccidental frente a o por cámaras de poros, que son pequeños com-
la Argentina (López Gappa, 2000). partimientos ubicados en la unión de las paredes
verticales con la pared basal. Ambas fueron consi-
deradas zooides abortivos convertidos en conexio-
ORDEN CHEILOSTOMATA nes interzooidales (Silén, 1977).
El mecanismo por el que se lleva a cabo la ever-
La característica principal que diferencia a los sión del lofóforo es un proceso fundamental que
queilostomados de los ctenostomados es el meca- determina la morfología de la pared frontal y en
nismo de cierre del orificio. El mismo se lleva a consecuencia se le ha dado mucha importancia en
cabo mediante un opérculo, que es una tapa qui- la clasificación de categorías taxonómicas supe-
tinosa accionada por músculos oclusores. La pre- riores a familia. La superficie frontal de los brio-
sencia del opérculo posibilitó el rasgo más impor- zoos queilostomados exhibe distintos grados de
tante del grupo: el gran desarrollo de polimorfos complejidad, que conviene considerar como nive-
especializados en la defensa y limpieza de la colo- les de organización más que como taxa: Anasca,
nia. Los más comunes y característicos son las avi- Cribrimorpha, Gymnocystidea y Ascophora.
cularias, en las que el opérculo está transformado Las paredes basal, distal, proximal y laterales de
en una mandíbula. En las vibracularias el grado de los Anasca (Figuras 11, 13A) suelen estar calcifica-
transformación del opérculo es aún mayor, ya que das, pero no la frontal, que conserva una estructura
se convierte en una seda quitinosa. En la mayoría similar a la pared corporal de los ctenostomados y
de las especies el desarrollo de los embriones tiene se denomina membrana frontal. Las series de mús-
lugar en cámaras de incubación llamadas ovicelas. culos parietales transversales se disponen en forma
Los queilostomados por lo general tienen forma oblicua y se insertan por un extremo en la mem-
de caja, con seis paredes: basal, frontal, proximal, brana frontal y por el otro en las paredes laterales.

Figura 11. Morfología de un queilostomado Anasca. Modificado de Ryland (1970).

93
Bryozoa

Su contracción deprime a la membrana frontal, ha- membrana, pero logra un mayor grado de protec-
ciendo aumentar la presión en el interior del zooide ción del zooide. Tanto el gimnocisto como el crip-
y por lo tanto el lofóforo se evierte. La retracción tocisto suelen poseer espinas en número y grado
del lofóforo se logra gracias a la contracción de un de desarrollo variable.
músculo retractor y un par de músculos oclusores En los Cribrimorpha (Figura 5) las espinas se
del opérculo, y a la simultánea relajación de los pa- arquean sobre la membrana frontal, transformán-
rietales transversales. En algunos géneros de Anas- dose en costillas que se fusionan entre sí. La pro-
ca como Membranipora, toda la superficie frontal tección que brinda este techo de costillas fusiona-
de los zooides está expuesta. Esto tiene el incon- das representó un claro avance por sobre el nivel
veniente de dejar que las partes blandas del zooide de organización de los Anasca. Bajo ese escudo
queden a merced de los depredadores. Este proble- defensivo, la membrana frontal sigue funcionan-
ma se soluciona parcialmente debido al desarrollo do normalmente para posibilitar la evaginación de
de una pared frontal calcárea llamada gimnocisto, la corona de tentáculos.
que rodea proximal y lateralmente a la membrana En los Gymnocystidea (Figura 13C), la su-
frontal (Figura 12). perficie frontal del zooide está calcificada. Los
zooides en desarrollo en el borde de la colonia
poseen una estructura similar a la de los Anasca,
con una membrana frontal rodeada por gimnocis-
to. Sin embargo, durante la ontogenia, pliegues
de la pared del cuerpo crecen desde el gimnocisto
hacia arriba y hacia adentro, arqueándose sobre
la membrana. Estos pliegues finalmente se fusio-
nan y forman un techo abovedado y calcificado,
separado de la membrana frontal por un amplio
espacio en donde el agua circula libremente. El
mecanismo de eversión del lofóforo funciona del
mismo modo que en los Anasca.
Los Ascophora (Figuras 13B, 14) se caracteri-
zan por poseer una pared frontal sólida.
El control hidrostático depende de un saco sub-
yacente, el asco o saco compensador, que se co-
munica con el exterior por su extremo distal. Los
músculos parietales transversales se fijan por uno
Figura 12. Desarrollo del gimnocisto en el queilostomado
Anasca Pyripora. Modificado de Ryland y Hayward (1977). de sus extremos a las paredes laterales del zooi-
de y por el otro al lado inferior del asco. Su con-
Puede existir también una pared calcárea mar- tracción reduce el volumen del celoma y dilata el
ginal llamada criptocisto por debajo de la mem- asco. Los tentáculos son evertidos cuando el asco
brana frontal (Figura 4), que permite el libre se llena de agua, compensando así la disminución
movimiento de los músculos que deprimen a esa en el volumen del celoma. El orificio de los Asco-

Figura 13. Orden Cheilostomata. Corte transversal de la parte proximal de un Anasca (A), de un Ascophora (B) y de la parte distal
de un Gymnocystidea (C). Abreviaturas: a: asco, ce: celoma, cp: cámara de poros, cu: cutícula, d: tubo digestivo, mf: membrana
frontal, mp: músculos parietales, pp: placa de poros, r: músculo retractor. Modificado de Ryland (1970).

94
Bryozoa

Figura 14. Morfología de un queilostomado Ascophora. Modificado de Ryland (1970).

phora está típicamente dividido en dos zonas: dulceacuícolas. Recientemente se ha descripto un


una distal o anter y otra proximal o poster, que se queilostomado de vida anfibia sobre hojas de man-
continúa en el asco. Cuando el poster es angosto, gle en el norte de Australia (Metcalfe et al., 2007).
se lo llama sinus. En algunos Ascophora, la pared En los mares actuales los briozoos habitan
frontal de los zooides está además reforzada por desde las regiones tropicales hasta las polares, y
calcificación secundaria. desde la zona intermareal hasta más de 8.000 m
La pared frontal calcificada de los Gymnocys- de profundidad en las fosas oceánicas, aunque
tidea y Ascophora fue un gran avance evolutivo alcanzan su mayor biodiversidad en zonas poco
con respecto a los Anasca, por eso son los quei- profundas de la plataforma continental. En las
lostomados mejor representados en las faunas regiones abisales sólo predominan las formas ar-
marinas recientes. borescentes, con colonias erectas y flexibles. Se
Los Anasca probablemente hayan sido los an- supone que los briozoos abisales se alimentan fil-
cestros de los Ascophora. Los queilostomados trando detrito orgánico en suspensión.
se convirtieron en el grupo dominante de brio- Incrustan la superficie inferior de rocas y roda-
zoos marinos desde el Período Terciario hasta el dos, ya que no necesitan de la luz y allí están pro-
presente, a expensas de los ciclostomados, a los tegidos de la sedimentación. También suele ha-
que aventajan en la competencia por el sustrato llárselos en epibiosis sobre algas, moluscos, crus-
(López Gappa, 1989). Existen evidencias de esta táceos o ascidias. La mayoría de los briozoos no
superioridad competitiva tanto en faunas fósiles, son muy selectivos en cuanto al sustrato, aunque
a lo largo de 100 millones de años (McKinney, hay algunas excepciones, como por ejemplo algu-
1995), como en comunidades bentónicas actuales nas especies de Membranipora, que crecen sobre
(McKinney, 1992). las frondes de grandes algas pardas, o Hippopo-
Se ha registrado la presencia de unas 190 espe- ridra que incrusta caparazones de gasterópodos
cies de queilostomados en el Atlántico Sudocci- habitados por cangrejos ermitaños.
dental frente a la Argentina (López Gappa, 2000). Los queilostomados incrustantes y en menor
medida los ciclostomados son abundantes y di-
versificados en los arrecifes de coral. Suele ha-
ECOLOGÍA Y BIOGEOGRAFÍA llárselos en las superficies inferiores, en donde
Casi todas las especies de estenolemados y refuerzan las estructuras esqueletarias y rellenan
gimnolemados son marinas y estenohalinas, habi- parcialmente cavidades profundas dentro del arre-
tando en aguas de salinidad normal. Existe además cife (Cuffey, 1972).
un conjunto relativamente reducido de especies Aunque la mayoría de los briozoos vive sobre
adaptadas a los ambientes salobres. Unos pocos sustratos duros, existen especies con colonias
ctenostomados y todas las especies pertenecientes arborescentes adaptadas a la vida en fondos fan-
a la Clase Phylactolaemata son exclusivamente gosos. En los briozoos lunulitiformes, como Cu-

95
Bryozoa

puladria, se observa una notable adaptación a la La alimentación de los briozoos consiste princi-
vida sobre sedimentos blandos. Sus colonias son palmente en fitoplancton, que capturan generando
discoidales y cónicas (Figura 15), del tamaño de corrientes de agua gracias a la acción de los tentá-
una moneda, y no se fijan al sustrato, sino que culos ciliados del lofóforo. Aunque en un principio
se posan sobre éste mediante sus vibracularias se suponía que dichas corrientes eran producidas
marginales. Una adaptación aún más curiosa la por cada zooide, luego se comprobó que existe una
constituye Selenaria, cuyas colonias utilizan sus coordinación a nivel colonial que origina chime-
vibracularias para desplazarse sobre el sustrato neas excurrentes en ciertas zonas de la colonia en
(Cook y Chimonides, 1978). las que los polipidios degeneran. Las áreas modi-
Algunos ctenostomados perforan valvas de mo- ficadas para la salida del agua en algunos casos se
luscos, tubos de poliquetos serpúlidos y placas denominan montículos (Banta et al., 1974).
de cirripedios. Sus colonias consisten en delga- Los briozoos pueden ser comidos incidental-
dos estolones que se ramifican dentro del carbo- mente por aves acuáticas o peces y forman parte
nato de calcio, de los que brotan zooides que se de la dieta de los erizos de mar, que ingieren las
comunican con el exterior a través de pequeños colonias en epibiosis sobre las algas que consti-
orificios. Los briozoos no perforan las valvas me- tuyen su alimento principal. Por el contrario, al-
cánicamente, sino gracias a la secreción de ácido gunos picnogónidos y moluscos nudibranquios se
fosfórico en el extremo de los estolones. alimentan preferentemente de briozoos, y han de-
sarrollado mecanismos muy especializados como
aparatos de succión para engullir a los polipidios.
La presencia de nudibranquios en las cercanías
de una colonia induce rápidamente el desarrollo
de espinas defensivas en la membrana frontal de
Membranipora (Yoshioka, 1982; Harvell, 1984).
Los sustratos duros suelen ser un factor limitante
para los organismos sésiles. La competencia por
este recurso puede ser intensa, tanto entre miem-
bros de la misma o de distintas especies. Algunas
especies con colonias laminares adoptan estrategias
de confrontación como el desarrollo de espinas en
los zooides marginales, mientras que las colonias
uniseriales ramificadas emplean por lo general una
estrategia fugitiva, expandiéndose rápidamente so-
bre el sustrato a pesar de ser recubiertas parcial-
mente por sus competidores (López Gappa, 1989).
Se ha propuesto una clasificación del hábito de
crecimiento de los briozoos que puede utilizarse
para efectuar una correlación más precisa entre
las formas de crecimiento de la colonia y el am-
biente en el que vive dicho organismo (Hageman
et al., 1998). Los caracteres utilizados en este es-
quema son: orientación con respecto al sustrato y
fijación al mismo, construcción y ordenamiento de
las series de zooides y de las superficies frontales,
engrosamiento secundario del esqueleto, dimensio-
nes y conexión de las unidades estructurales, y fre-
cuencia y dimensión de las bifurcaciones. Moyano
(1982) delimitó las regiones zoogeográficas mari-
nas de América del Sur y Central en base a sus fau-
nas recientes de briozoos. La distribución geográ-
Figura 15. Colonia lunulitiforme de Cupuladria en vista apical fica de los briozoos marinos recientes de Argentina
(A) y basal (B). Tomado de Cadée (1975).
ha sido analizada por López Gappa y Lichtschein

96
Bryozoa

(1988) y López Gappa (2000), quienes señalaron mas de refrigeración por agua de mar de las centra-
que la biodiversidad de este grupo de invertebrados les eléctricas costeras. Las embarcaciones deben ser
es mayor en los sectores más australes de la plata- pintadas periódicamente con pinturas tóxicas para
forma continental que frente a Chubut, Río Negro evitar la fijación de las larvas. Licht-schein de Bas-
y la provincia de Buenos Aires (Figura 16). tida & Bastida (1980) han descripto a los briozoos
que forman parte de las incrustaciones biológicas
en el puerto de Mar del Plata, Puerto Quequén y
IMPORTANCIA ECONÓMICA Puerto Belgrano. Se trata de una fauna compuesta
Los briozoos marinos son perjudiciales para los por especies de amplia distribución, en su mayoría
intereses del hombre, ya que forman parte de las in- invasoras, pertenecientes a los géneros Alcyoni-
crustaciones biológicas o fouling. Esta comunidad dium, Bowerbankia, Conopeum, Bugula, Scrupa-
favorece la corrosión y provoca turbulencia en los ria, Cryptosula y Crisia.
cascos de los buques, obturando además los siste- Las briostatinas son un grupo de lactonas aisla-
das de extractos del briozoo
Bugula neritina. Desde la
determinación de la estruc-
tura química de la briostatina
1 (Pettit et al., 1982) se han
aislado hasta el presente unas
20 variedades diferentes. La
briostatina 1 mostró efectos
antineoplásicos en pruebas
in vitro, inhibiendo el creci-
miento celular y la angiogé-
nesis y favoreciendo la apop-
tosis en leucemias linfocíticas
crónicas. También promueve
el aumento de la memoria y
la tasa de aprendizaje en mo-
delos animales. Actualmente
se están realizando ensayos
clínicos para probar su efi-
cacia en el tratamiento de la
enfermedad de Alzheimer.
La capacidad de esta droga
para aliviar el daño cerebral
por isquemia en ratas parece
promisoria y abre otro campo
terapéutico para las briostati-
nas (Sun et al., 2009).

Figura 16. Biodiversidad de briozoos


en la plataforma y talud continental
frente a la Argentina. La línea de
puntos señala la isobata de 200 m.
Modificado de López Gappa (2000).
El número de especies registrado
en cada cuadrado se actualizó to-
mando en cuenta la bibliografía
publicada hasta agosto de 2013.
Agradecimientos
El autor agradece al Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) (PIP Nº
0291/2010) y a la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica (ANPCyT) (PICT-2012-1043).

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Bryozoa

BIBLIOGRAFÍA
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98
NEMATODA
MARINOS DE VIDA LIBRE
Catalina T. Pastor de Ward
y Virginia Lo Russo

INTRODUCCIÓN diagnosis dadas por Smol y Coormans (cap. 12),


Decraemer y Smol (cap. 17), Coormans y Abebe
Dentro del phylum Nematoda, las especies li- (cap. 18), Muthumbi y Vanreussel (cap. 19) y Ho-
bres constituyen los metazoos más abundantes y lovachov y De Ley (cap. 20) del libro Abebe et al.
diversos de ambientes intersticiales del sedimento (2006) así como las de Lorenzen (1994).
marino o de agua dulce (Heip et al., 1985). La Los nematodos no parásitos poseen una serie
mayoría de los animales, plantas y algas se benefi- de atributos, muy útiles para diseñar experien-
cian con su accionar y en cierta medida dependen cias. Pequeñas cantidades de sedimento contienen
de ellos. Ya que, por la abundancia, rapidez de sus muchos individuos; no hay impedimentos éticos
ciclos de vida y alimentación (ingiriendo dese- para su colecta; hay pocos estudios en el mundo
chos orgánicos y excretando minerales o materia y son muy buenos indicadores de cambios tanto
orgánica degradada) contribuyen al equilibrio de naturales como antrópicos. El ejemplo típico es
las costas y al reciclado rápido de nutrientes. Caenorhabditis elegans, el nematodo de vida li-
La cantidad de nematólogos marinos durante bre de ambientes acuáticos continentales, mejor
los últimos 40 años ha sido baja, debido a ciertas caracterizado en cuanto al genoma, desarrollo,
características propias de los nematodos marinos anatomía y comportamiento. En la actualidad
libres, como su taxonomía compleja y la densidad sus cepas transgénicas usadas como biosensores
y diversidad generalmente muy altas, problemas son muy sensibles e informativas y son utilizadas
que parecían no poder ser afrontados. El uso de en una amplia gama de experiencias (Wilson y
la estadística multivariada a nivel comunitario re- Kakouli-Duarte, 2009).
solvió en parte el problema, las bases de datos y la
comunicación facilitó el resto. En años recientes
la antigua visión de los nematodos libres, como
DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA
organismos de sistemática compleja y tamaño di- La distribución geográfica de los nematodos li-
minuto, ha cambiado. Las claves “on-line”, el in- bres es otro de los grandes interrogantes tanto a
tercambio entre colaboradores en tiempo real, las nivel local como mundial. Las razones han sido,
nuevas tecnologías, las bases de datos disponibles su largo período evolutivo (se cree surgieron pos-
y la catalogación molecular, predicen un futuro teriormente al período Cámbrico, los primeros
muy importante para este grupo, sin los impedi- registros hallados son del Carbonífero), su alta
mentos de años pasados. diversidad y la baja intensidad de su estudio. A
La biología molecular ha demostrado que la se- esto se suma la existencia de un gran número de
paración de los nematodos libres en marinos o te- especies de nematodos libres cosmopolitas que,
rrestres es artificial, ya que con pequeños cambios originalmente, desviaron la atención hacia el
pueden adaptarse de un ambiente a otro. Como facilismo de creer que todos los nematodos ma-
dato interesante, de las 16 transiciones de hábitat rinos poseían este tipo de distribución. Actual-
detectadas en nematodos libres, 4 han ocurrido mente existen otras evidencias (Bik et al., 2012)
dentro de una familia y una dentro de un géne- que hacen suponer que los nematodos marinos
ro (Holterman, 2008). Si bien las clasificaciones no tienen distribución homogénea en el mundo,
moleculares con diferentes metodologías condu- en particular entre el hemisferio Norte y el he-
cen a caminos no siempre coincidentes, en este misferio Sur donde presentan a nivel específico
capítulo hemos tomado la clasificación estableci- grandes diferencias. No obstante existe un para-
da por De Ley y Blaxter (2004) y se siguieron las lelismo de géneros entre ambientes similares de

99
Nematoda

diferentes partes del mundo. Los nematodos no son epipelíticos o epibiontes y los de cerdas muy
cosmopolitas se distribuyen por ambientes y son largas viven en sedimentos de arena o gránulos.
bastante fieles a ellos (Venekey et al., 2010). Esto
hace que se encuentren asociaciones de géneros Cutícula: Presentan una gruesa cutícula protec-
similares en lugares geográficamente distantes. tora, permeable, elástica y no celular formada por
Por ejemplo, existe una gran similitud entre algu- capas superpuestas de diferente composición, que
nas especies de las costas patagónicas y las costas recubren la superficie del cuerpo. Puede ser lisa
pakistaníes (Pastor de Ward y Lo Russo, 2009) o (Figura 2O), punteada (Figura 2J) u ornamentada
entre las especies fueguinas y las neozelandesas (Figura 3J). La cutícula es metabólicamente activa
(Leduc et al., 2012). Es decir que la evolución por su contenido en enzimas. Puede presentar es-
geográfica de la zona de estudio en los últimos tructuras especializadas como espinas, cerdas, pa-
millones de años, podría explicar estas similitu- pilas, líneas laterales (Figura 4I), costillas (Figura
des entre ambientes distantes (Pastor de Ward, 4L) y espesamientos; éstas pueden ser sensoriales y
2007). Recientemente estudios sobre metagenéti- servir para la locomoción en forma de tubos adhe-
ca de comunidades microbianas eucariotas (Bik sivos (Figura 3H). La cutícula recubre además de
et al., 2012) han confirmado que la dispersión y la superficie externa, la cavidad bucal, el esófago,
el flujo de genes que determina la conectividad el recto, la cloaca, la vagina y el poro excretor. Las
entre poblaciones, puede ser estudiado a través de cuatro capas que la forman se denominan: epicu-
la genética poblacional y en nematodos por la fi- tícula, la más externa, delgada, formada por car-
logeografía (Derycke et al., 2013). En particular bohidratos, actúa como barrera protectora; luego
estos autores han hallado que los flujos de genes es cubierta por una exocutícula también delgada;
están restringidos a escalas geográficas grandes la mesocutícula posee fibras de colágeno ubicadas
y sugieren que pueden haber tenido su origen en en forma oblicua, dando flexibilidad a la cutícula y
eventos históricos. Estas nuevas metodologías endocutícula, que es la última capa y está formada
detectan además especies crípticas y permiten o por fibras proteicas (cuticulina). La lámina basal
facilitan el seguimiento evolutivo de los grupos. separa la cutícula de la hipodermis que es celular
Este quizás sea el futuro para lograr un buen en- (o sincitial) y es responsable de secretar la cutícula.
tendimiento de la distribución geográfica de los La misma penetra en la cavidad del cuerpo en la
nematodos marinos. zona dorsal media, ventral media y lateral forman-
do las cuerdas hipodérmicas longitudinales. Las
organelas hipodérmicas como núcleos y mitocon-
ANATOMÍA, REPRODUCCIÓN Y drias están confinadas a estas cuerdas. Las cuer-
DESARROLLO das laterales son las más largas y pueden contener
ANATOMÍA tubos excretores, las cuerdas dorsales y ventrales
Son organismos cilíndricos, no segmentados, contienen los nervios longitudinales.
con simetría bilateral, alargados, afinados en los Los nematodos poseen cuatro mudas, cada una
extremos. Están formados por un tubo dentro de de las cuales trae aparejada la formación de una
otro tubo. El tubo externo es la pared del cuer- nueva cutícula. La vieja cutícula se elimina al es-
po: cutícula, hipodermis y músculos. El interno, capar la larva.
el tubo digestivo. Entre ellos a veces hay fluído
(hemolinfa). En este fluído están suspendidos los Musculatura: La musculatura somática está
órganos reproductores (Castellanos y Lopretto, asociada a la hipodermis, con una o más capas de
1990; Grassé, 1965; Maggenti, 1981). músculos longitudinales. Cada célula muscular
El plan general del cuerpo de los nematodos está formada por una porción contráctil que con-
marinos es muy variado (Figuras 1 a 4). Desde tiene miofibras y una no contráctil en la que se en-
largos y delgados a cortos y macizos, con orna- cuentran varias organelas como el núcleo, mito-
mentaciones y cerdas hasta completamente lisos. condrias, etc. Los nematodos no poseen músculos
Estas variaciones están en relación directa con el circulares. Existen diferentes maneras en que los
microambiente que habitan. En términos genera- músculos están dispuestos a lo largo del cuerpo.
les, los largos, delgados y lisos son típicos de am- Un arreglo de columnas múltiples de células mus-
bientes con altas cantidades de limo-arcillas, los culares longitudinales en cada cuadrante, se llama
cortos y macizos con ornamentaciones cuticulares polimiaria, y una con 2-5 columnas meromiaria.

100
Nematoda

Sistema digestivo: Consiste en un largo tubo lateral y dorsal y hacia delante los nervios cefá-
que en un extremo posee la boca y en el otro la licos y bucales. La comisura rectal/cloacal rodea
cloaca (machos) u orificio anal (hembras). La ca- la cloaca/orificio anal y coordina la cópula y los
vidad bucal tiene en general un lumen tri-radial movimientos de la cola.
(Figuras 1A; B), puede estar dividida o no en par- El sistema nervioso periférico consiste en una
tes, puede presentar dientes variados en tamaño red que conecta al sistema de sencillas, que po-
(Figuras 2H; 2M), estilete (Figura 4C) o no tener see distintos tipos y funciones (cerdas, papilas,
dientes (4E) y puede estar rodeada o no por el esó- anfidos, metanemes, órganos precloacales, etc.),
fago. El esófago (Figura 1C) es muy importan- todas con estructuras homólogas. Alrededor de la
te para la vida de los nematodos marinos libres, boca (Figuras 1A; 1B) poseen sencillas labiales
ya que contiene el anillo nervioso, las glándulas internas (sobre los labios), sencillas labiales ex-
bucales y el poro excretor (Figura 3P) y le sirve ternas, sencillas cefálicas y sencillas cervicales.
para succionar el alimento. La acción del esófago Posteriormente a la boca, se hallan los anfidios
puede ser incrementada por una zona muscular que están localizados en fóveas de forma variable
o bulbo anterior y otro bulbo terminal (Figura (forma de copa, Figura 1F; forma alargada, Figu-
1C), que pueden estar presentes o no. El esófago ra 2E; forma circular, Figura 4C y forma espiral,
desemboca en el intestino medio por una válvu- Figura 4N) y tienen características quimiorecep-
la esófago-intestinal o cardia (Figura 3M). En el toras. Algunos nematodos, en especial los que
esófago los músculos pueden estar dispuestos de viven sobre algas, poseen manchas de pigmento
diferente manera. El esófago puede ser cilíndrico (Figuras 1F; 2B) u ocelos con lente (Figura 2H).
e igual, o con pre-bulbo y bulbo (Figura 4Q), o A lo largo del cuerpo, en algunos grupos, están
con un único bulbo con válvulas interiores (Figu- distribuidos los metanemes que son receptores de
ra 3M), que evita que el alimento vuelva al esófa- estiramiento, que son muy pequeños y difíciles
go (Figura 4Q) o sin ellas. de observar. En los machos son comunes las sen-
El intestino es un tubo recubierto por células cillas u órganos pre-cloacales que ayudan en la
con microvilli, no es muscular. La comida es des- cópula (Figuras 1E; 2A).
plazada hacia atrás por efectos del esófago y los
movimientos del cuerpo. La digestión puede ser Sistema excretor: Está formado por 1-3 célu-
intra o extracelular, o ambas. En hembras el intes- las excretoras, con una única abertura, típicas del
tino medio es seguido por una zona con recubri- grupo nematodos, no son homólogas a los proto-
miento cuticular llamada recto que desemboca en nefridios. Pueden poseer forma de “H”, o estar
el orificio anal. En machos, la porción posterior compuestas por 1 o 2 glándulas largas unicelu-
del intestino recibe los productos del sistema re- lares que se cargan de productos de excreción y
productivo vía el vaso deferente y se denomina se vacían por un poro (Figuras 1J; 3P). El poro
cloaca. excretor se ubica generalmente en el esófago,
Los nematodos libres poseen una variada dieta, mientras que las células excretoras rodean la par-
a la cual se adapta su boca. Bacterias, hongos, al- te posterior del esófago o se hallan rodeando la
gas azules, diatomeas, ciliados, nematodos y otros primera porción del intestino.
metazoos se encuentran entre los ítems más habi-
tuales (Pastor de Ward, 2004). Tienen además ali- Sistema reproductor: Las gónadas masculi-
mentación transepidérmica, es decir son capaces nas (Figura 1E) son tubos en número de uno o
de absorber glucosa del medio. Sus colas pueden dos anteriores o posteriores, derechos o izquier-
ser cónicas (Figuras 1G; 4B), cónico-tubulares dos al intestino. Las espermátidas se originan en
(Figura 1K) o filiformes (Figuras 2K; 3I). una zona germinal y van madurando y diferen-
ciándose como espermatozoides hacia el final del
Sistema nervioso: Los nematodos marinos po- tubo que abre en la cloaca. Los espermatozoides
seen un sistema nervioso central y otro periférico. en las especies marinas son generalmente de for-
El sistema nervioso central se halla formado por ma globular. Los machos poseen en general un
la comisura circumesofágica y la comisura rectal/ par de espículas copuladoras cuticulares. Las es-
cloacal. La primera, llamada anillo nervioso, se pículas (Figuras 1E; 2G; 3B) son esenciales du-
halla formada por los ganglios asociados al anillo rante la cópula, ya que mantienen el orificio vul-
desde el que salen hacia atrás los nervios ventral, var abierto para facilitar la entrada del esperma.

101
Nematoda

Además de las espículas los machos pueden tener dimorfismo o no entre sexos; el tamaño del cuer-
guías espiculares o gubernáculo (Figura 2G), ór- po y sus proporciones merísticas; la posición y
ganos o sencillas precloacales y bursa copuladora forma del anfidio y la posición y forma de las
(Figura 3L). gónadas.
Las gónadas femeninas (Figura 1D) gene- Los nematodos marinos, según las clasifica-
ralmente son pares, los ovarios son cilíndricos, ciones más recientes, poseen su mayor número
desembocan en un útero que a su vez se abre al de especies dentro de seis órdenes ENOPLIDA,
exterior por una vagina estrecha, muscularizada y CHROMADORIDA, DESMODORIDA, MO-
rodeada de glándulas, que finaliza en el gonoporo NHYSTERIDA, ARAEOLAIMIDA y PLECTI-
o vulva, usualmente ubicado en la mitad del cuer- DA (De Ley y Blaxter, 2004). A continuación se
po. Las oogonias son producidas en el comienzo dan las diagnosis de las familias más importantes
del ovario, llamado también zona germinal. Allí presentes en Argentina, siguiendo las provistas
se transforman en oocitos, y se mueven hacia la por Abebe et al. (2006) y Lorenzen (1994). Den-
zona de crecimiento. Luego desembocan en el tro de cada taxón se mencionan los géneros halla-
útero donde son fecundadas. Los huevos pueden dos en Argentina y a modo de ejemplo se nombra
nacer dentro de la madre (viviparidad, endotoquia e ilustra una especie frecuente.
matricida) o ser evacuados al medio externo. El
estímulo para esta acción puede ser la concentra- ORDEN ENOPLIDA
ción de dióxido de carbono, el pH, la concentra- Filipjev, 1929 (según Smol y Coomans (2006))
ción de sales o la temperatura.
Familia ENOPLIDAE Dujardin, 1845. Diag-
REPRODUCCIÓN Y DESARROLLO nosis. Enoploidea. Cutícula lisa o con líneas
A diferencia de los nematodos parásitos que transversales de finos puntos. Glándulas epidér-
presentan ciclos de vida complejos por la alter- micas grandes con salidas de forma diferente.
nancia de huéspedes y hospedadores, los nema- Presencia en adultos de loxometanemes tipo II
todos marinos se desarrollan en forma directa. en posición dorsolateral y ventrolateral y en ju-
Después de la cópula, la hembra produce los veniles solo dorsolaterales de tipo I con filamento
huevos que son fecundados dentro de su cuer- caudal a veces presente. Labios bajos, sencillas
po y pueden ser liberados como huevos o como labiales internas papiliformes, sencillas labiales
embriones (viviparidad). Los mismos se desarro- externas y cerdas cefálicas setiformes, en un cír-
llan en el medio, pasando por cuatro mudas has- culo. Fóvea anfidial a nivel de la cápsula cefáli-
ta adulto. La muda es una secuencia de eventos ca o posterior a ella. Órganos cefálicos (ranuras
controlada por el fluido de ecdisis que secreta la cefálicas) parecen un cirro en posición ventro-
larva (hormona tipo esteroide, similar a la hallada frontal en relación a las cerdas cefálicas laterales.
en insectos). La larva puede parar sus procesos Manchas ocelares presentes o ausentes. Músculos
metabólicos por un cierto tiempo, hasta lograr faríngeos anteriores insertos en la cápsula cefálica
condiciones ambientales mejores. Este fenómeno que siempre se halla bien desarrollada. Cavidad
se llama hipobiosis. bucal con tres mandíbulas, sin dientes. Glándu-
La partenogénesis y la intersexualidad también las faríngeas, una dorsal y dos ventro-sublaterales
parecen estar presentes en los nematodos marinos que abren en la base de la cavidad bucal. Pared
aunque se hallan poco estudiadas. externa de la faringe lisa. La glándula ventral se
observa en forma consistente a la izquierda de la
SISTEMÁTICA faringe. Sistema reproductor femenino didelfico-
Los caracteres diagnósticos más importantes anfidelfico con ovarios reflejados en forma anti-
usados en la determinación taxonómica de los drómica. Machos diorcos con testículos opuestos,
nematodos marinos libres son una serie de atri- raramente monorcos. Con suplemento tubiforme
butos morfológicos y merísticos. Entre ellos en- pre-cloacal. Glándulas caudales en la cola en
contramos los tipos de cutícula; la configuración hembras y juveniles, mientras que en machos pe-
de las sencillas labiales y cefálicas; la estructura netran en la región pre-caudal. Ambiente marino
de la cavidad bucal; la forma del esófago; la for- o salobre. Última revisión Wieser (1953). Eno-
ma y tamaño de las espículas; la forma y tamaño plus Dujardin, 1845. Enoplus benhami Ditlevsen,
de la cola en macho y hembra; la existencia de 1930 (Figuras 1F; 1G).

102
Nematoda

Figura 1. A. Vista apical cabeza de Enoplus michaelseni Linstow, 1896; B. Vista apical de Biarmifer madrynensis; C. Esquema
extremo anterior de Chromadorita argentinensis Pastor de Ward, 1984; D. Aparato reproductor femenino de Chromadorita argen-
tinensis; E. Aparato reproductor masculino de Chromadorita argentinensis; Extremos anteriores y posteriores de los nematodos
marinos: F-G. Enoplus benhami Ditlevsen, 1930; H-I. Epacanthion ampullatum Lo Russo et al., 2012; J-K. Anoplostoma camus
Wieser, 1953.

103
Nematoda

Familia THORACOSTOMOPSIDAE Fi- Familia PHANODERMATIDAE Filipjev,


lipjev, 1927. Diagnosis. Enoploidea. Labios al- 1927. Diagnosis. Enoploidea. Presencia de or-
tos. Solo ortometanemes con “scapulus” robusto tometanemes dorsolaterales + ventrolaterales,
sin filamento caudal. Sencillas labiales internas unos pocos loxometanemes (tipo I) y filamentos
robustas y setiformes (papiliformes solo en Fe- caudales ausentes. Cavidad bucal pequeña con un
nestrolaimus), sencillas labiales externas y cerdas diente dorsal pequeño y dos ventro-sublaterales
cefálicas robustas y largas. Glándulas epidérmi- largos, los cuales sobresalen hacia adelante. Cáp-
cas con salida bien diferenciada. La capa interna sula cefálica gruesa o delgada. La parte externa
de la cutícula forma una cápsula cefálica sobre la de la faringe posterior es crenada. Las glándulas
cual se sujetan los músculos faríngeos. Órganos faríngeas abren en la zona inmediatamente pos-
cefálicos a menudo presentes y de forma variable, terior a la cavidad bucal. Las glándulas excreto-
situados frontalmente a la cerda lateral. Fóvea an- ras-secretoras están usualmente presentes y están
fidial pequeña situada posteriormente a la cápsula confinadas a la región faríngea. Las hembras son
cefálica o ausente. Cavidad bucal espaciosa con didelficas-anfidelficas con ovarios reflejados an-
tres mandíbulas y tres dientes (uno dorsal y dos tidrómicamente. Machos diorcos con testículos
subventrales) o con un estilete largo y eversible. opuestos, túbulos pre-cloacales presentes o ausen-
Sistema reproductor de hembras didelfico-anfi- tes. Marinos. Phanoderma Bastian, 1865. Phano-
delfico con ovarios reflejados antidrómicamente derma campbelli Allgen, 1928 (Figuras 2A; 2B).
(excepto Mesacanthion monhystera). Glándulas
caudales penetran en la región pre-caudal. Epa- Familia ANTICOMIDAE Filipjev, 1918.
canthion Wieser, 1953; Mesacanthion Filipjev, Diagnosis. Enoploidea. Metanemes de forma va-
1927; Oxyonchus Filipjev, 1927; Paramesa- riable. Cavidad bucal pequeña rodeada por tejido
canthion Wieser, 1953; Thoracostomopsis Ditlev- faríngeo. Cápsula cefálica muy angosta, muscu-
sen, 1918. Epacanthion ampullatum Lo Russo et latura faríngea inserta sobre ella. Parte externa
al., 2012 (Figuras 1H; 1I). de la faringe lisa. Las glándulas faríngeas poseen
su abertura inmediatamente después de la cavi-
Familia ANOPLOSTOMATIDAE Gerlach y dad bucal. Sistema secretor-excretor en posición
Riemann, 1974. Diagnosis. Enoploidea. Tres la- dorsal (Paranticoma según Lorenzen, 1994)
bios, cada uno de ellos con sencillas labiales inter- o izquierda a la faringe; poro situado sobre una
nas y externas. Cavidad bucal espaciosa, cilíndri- proyección en forma de espina (en Paranticoma).
ca, sin dientes y recubierta por tejido faríngeo sólo Sistema reproductor de las hembras didelfico-an-
en la parte posterior. La cápsula cefálica no es un fidelfico con ovarios reflejados. Machos diorcos o
punto de inserción de la musculatura faríngea. An- con un único testículo, la mayoría de las especies
fidios con abertura pequeña y fóvea relativamente poseen órganos pre-cloacales. Glándulas caudales
larga (al menos en hembras y juveniles) y siem- completamente dentro de la cola. Marinos. Anti-
pre situada por detrás de la cápsula cefálica. Solo coma Bastian, 1965; Cephalanticoma Platonova,
presentan loxometanemes dorsales, predominan- 1976. Anticoma campbelli Allgen, 1932 (Figuras
temente del tipo I y algunos de tipo II; todos con 2K; 2L).
filamento caudal. Tres glándulas faríngeas abren
directamente en la parte posterior de la boca. Re- Familia ONCHOLAIMIDAE Filipjev, 1916.
cubrimiento de la faringe liso. Del sistema excre- Diagnosis. Oncholaimoidea. Labios usualmente
tor solo se ha observado el poro. Machos diorcos, fusionados. Cavidad bucal espaciosa, posterior-
el testículo posterior se proyecta un poco hacia mente rodeada de tejido faríngeo, usualmente con
adelante y luego se refleja hacia atrás. El aparato tres dientes diferentes e inmóviles. Uno de los
reproductor de las hembras es didelfico-anfidelfico dos dientes ventrosublaterales usualmente más
con ovarios reflejados antidrómicamente. Las gó- alargado, algunas veces ambos de igual largo y
nadas se ubican sobre el lado izquierdo al intesti- más largo que el diente dorsal, raramente los tres
no. Tres glándulas caudales penetran en la región dientes son del mismo largo. Faringe no inserta
pre-caudal. Última revisión Belogurov y Alekseev en la pared del cuerpo. Parte externa de la faringe
(1977). Anoplostoma Bütschli, 1874 y Chaeto- lisa. Tres glándulas faríngeas que abren a través
nema Filipjev, 1927. Anoplostoma camus Wieser, de los dientes. Anfidios generalmente en forma
1953 (Figuras 1J; 1K). de bolsa. Ortometanemes dorsolaterales y ven-

104
Nematoda

Figura 2. Extremos anteriores y posteriores de los nematodos marinos: A-B. Phanoderma campbelli Allgen, 1928; C-D. Deontos-
toma duanei Pastor de Ward, 1995; E-F. Halalaimus diacros Pastor de Ward, 1998; G-H. Eurystomina forata Pastor de Ward,
1994; I-J. Neochromadora alejandroi Lo Russo y Pastor de Ward, 2012; K-L. Anticoma campbelli Allgen, 1932; M-N. Oncholaimus
salobrus Pastor de Ward, 1993; O-P. Dolicholaimus marioni (De Man, 1888); Q-R. Bathylaimus australis Cobb, 1894.

105
Nematoda

trolaterales delicados, con pronunciado filamento tro cerdas cefálicas son las usualmente más largas,
caudal. El sistema secretor-excretor visible con solo en Thalassironus las sencillas labiales exter-
glándula excretora en el lado derecho del intesti- nas son las más largas. Cavidad bucal alargada
no. Sistema reproductor de las hembras variable: con tres (uno dorsal y dos subventrales, todos más
didélfico-anfidélfico o monodélfico-prodélfico o o menos de igual largo), cuatro o cinco dientes
excepcionalmente monodélfico-opistodélfico. El movibles en el extremo anterior. En juveniles los
sistema demaniano está ausente o presente en di- dientes para el próximo estadio aparecen en bol-
ferentes grados de desarrollo. Machos la mayoría sillos faríngeos por detrás de los funcionales. Las
diorcos con testículos opuestos. Espículas de ta- glándulas faríngeas no abren a través de los dien-
maño variable. Gubernáculo presente o ausente. tes sino más atrás en la cavidad bucal. La faringe
Gónadas siempre en el lado derecho del intestino. se inserta, al menos en algunos géneros, sobre la
El número de dientes, la posición del más largo, cutícula en la región de la boca. Hembras didelfi-
los órganos pre y post-cloacales, la estructura del cas-anfidelficas con ovarios reflejados antidrómi-
sistema reproductor de la hembra y la presencia camente, raramente monodelficos-opistodelficos.
y desarrollo del sistema demaniano son caracte- Machos diorcos con testículos opuestos o un único
res diagnósticos importantes. En este grupo son testículo anterior. Gubernáculo presente. Una úni-
necesarios tanto machos como hembras para una ca cerda precloacal presente en algunas especies.
correcta identificación. Última revisión Belogu- Dolicholaimus De Man, 1888; Conilia Gerlach,
rov y Belogurova (1978, 1989). Adoncholaimus 1956; Syringolaimus De Man, 1888. Dolicholai-
Filipjev, 1918; Metoncholaimus Filipjev, 1918; mus marioni (De Man, 1888) (Figuras 2O; 2P).
Oncholaimus Dujardin, 1845; Oncholaimellus
De Man, 1890; Pontonema Leidy, 1855; Viscosia Familia LEPTOSOMATIDAE Filipjev, 1916.
De Man, 1890. Oncholaimus salobrus Pastor de Diagnosis. Ironoidea. Nematodos grandes (2-50
Ward, 1993 (Figuras 2M; 2N). mm). Sencillas anteriores en dos círculos: seis
labiales internas en general papiliformes, seis la-
Familia ENCHELIDIIDAE Filipjev, 1918. biales externas más cuatro cerdas cefálicas seti-
Diagnosis. Oncholaimoidea. Cavidad bucal con formes. A menudo las cerdas cefálicas son muy
tres dientes diferentes, de los cuales el dominan- cortas. Anfidios en forma de bolsillo. Metanemes
te puede extenderse al menos en Calyptronema, en gran número con filamento caudal en posición
Polygastrophora y Symplocostoma. Diente ven- dorsolateral y ventrolateral o solo dorsolateral.
trosublateral derecho usualmente más largo que Ortometanemes y loxometanemes de tipo I. Mu-
los otros. Dimorfismo sexual en la forma de la chas especies con ocelo. Cavidad bucal delgada
cavidad bucal y anfidios, en general reducidos algunas veces con espesamientos en forma de
en machos de Calyptronema, Polygastrophora y diente. La faringe se inserta en la cutícula en la
Symplocostoma. Anfidios en parte no espiralados región de la cavidad bucal, la cápsula cefálica es
y en parte dorsalmente espiralados. Faringe ex- variable en forma. Tres glándulas faríngeas abren
terna crenada. Hembras generalmente didélficas- en la cavidad bucal. La faringe siempre lisa en su
anfidélficas. Sistema demaniano ausente. Machos parte externa. Sistema secretor-excretor, si pre-
con o sin suplementos pre-cloacales. Abelbolla sente, restringido a la región faríngea. Hembras
Huang y Zhang, 2004; Calyptronema Marion, didélficas-anfidélficas con ovarios reflejados anti-
1870; Eurystomina Filipjev, 1921; Ledovitia Fi- drómicamente. Machos con dos testículos opues-
lipjev, 1925; Polygastrophora De Man, 1922 y tos. Papilas pre-cloacales ventrales o subventrales
Symplocostoma Bastian, 1865. Eurystomina fora- (nunca tubos) siempre presentes. Glándulas cau-
ta Pastor de Ward, 1994 (Figuras 2G; 2H). dales generalmente presentes, extendiéndose en
la región pre-caudal. Marinos. Deontostoma Fili-
Familia IRONIDAE de Man, 1876. Diagnosis. pjev, 1916; Pseudocella Filipjev, 1927; Thoracos-
Ironoidea. Sencillas anteriores en tres círculos. toma Marion, 1870. Deontostoma duanei Pastor
Muchas combinaciones posibles; todas setiformes de Ward, 1995 (Figuras 2C; 2D).
(Ironella); todas papiliformes (Trissonchulus, Do-
licholaimus, Pheronus); solo labiales internas pa- Familia OXYSTOMINIDAE Chitwood, 1935.
piliformes (Thalassironus, Conilia, Parironus) o Diagnosis. Ironoidea. Cuerpo alargado y muy
solo cerdas cefálicas setiformes (Ironus). Las cua- delgado en el extremo anterior. Sencillas cefáli-

106
Nematoda

cas en tres círculos, el segundo y el tercero cla- Dientes huecos o sólidos, dentículos a veces pre-
ramente separados. Las sencillas labiales internas sentes. Machos monorcos con testículo anterior,
papiliformes o setiformes, las sencillas externas suplementos pre-cloacales en forma de copa,
y las cerdas cefálicas muy delgadas. Cavidad presentes o ausentes. Hembras con dos ovarios
bucal delgada, tubular o en forma de embudo y reflejados antidrómicos, con la gónada anterior
sin dientes. Entre las especies los anfidios pocas derecha y posterior izquierda al intestino. Ac-
veces son polimórficos. Presencia solo de orto- tinonema Cobb, 1920; Chromadora Bastian,
metanemes con filamento caudal corto. Faringe 1865; Chromadorella Filipjev, 1918; Chromado-
inserta sobre la cutícula del cuerpo en la región de rina Filipjev, 1918; Chromadorita Filipjev, 1922;
la cavidad bucal; no obstante, la cápsula cefálica Dichromadora Kreis, 1929; Euchromadora De
no está bien desarrollada. La sección posterior de Man, 1886; Graphonema Cobb, 1898; Neochro-
la faringe posee su parte externa ondulada. Siste- madora Micoletzky, 1924; Prochromadora Fili-
ma reproductor de las hembras es didélfico-anfi- pjev, 1922; Prochromadorella Micoletzky, 1924;
délfico con ovarios antidrómicamente reflejados Ptycholaimellus Cobb, 1929; Rhips Cobb, 1920;
o monodélficos-opistodélficos. Machos diorcos Spiliphera Bastian, 1865; Spilophorella Filipjev,
con testículos opuestos o solo un testículo ante- 1917; Steineridora Inglis, 1969; Crestanema
rior. Posición de las glándulas caudales, variable. Pastor de Ward, 1987. Neochromadora alejan-
Halalaimus De Man, 1888; Oxystomina Filipjev, droi Lo Russo y Pastor de Ward, 2012 (Figuras
1921; Thalassoalaimus De Man,1893; Wisieria 2I; 2J).
Gerlach, 1956. Halalaimus deseadensis Pastor de
Ward, 1998 (Figuras 2E; 2F). Familia CYATHOLAIMIDAE Filipjev, 1918.
Diagnosis. Chromadoroidea. La mayoría mari-
Familia TRIPYLOIDIDAE Filipjev, 1928. nos, raramente en agua dulce. Sencillas labiales
Diagnosis. Tripyloidoidea. Metanemes, cuando internas a veces setiformes. Seis cerdas labiales
presentes, son exclusivamente loxometanemes externas y cuatro cerdas cefálicas más cortas se-
tipo II, ventrolaterales, mientras que los loxome- tiformes dispuestas en una corona única. Fóvea
tanemes dorsolaterales aparecen raramente o es- anfideal multiespiral. Estoma con diente dorsal,
tán ausentes. Dos círculos de sencillas anteriores: usualmente con dientes ventrosublaterales. Farin-
el primer círculo con seis sencillas labiales inte- ge sin bulbo terminal. Hembras didélficas-anfidél-
riores, a menudo setiformes; segundo círculo de ficas, con gónadas anterior y posterior reflejadas
seis sencillas labiales externas más cuatro cerdas antidrómicas en lados opuestos del intestino. Ma-
cefálicas, las cuales aparecen juntas. La cavidad chos con gónadas en lados opuestos del intestino.
bucal consiste de una, tres o cuatro porciones, las Suplementos pre-cloacales presentes o ausen-
cuales aparecen una detrás de la otra. Las proyec- tes de diferentes tipos. Biarmifer Wieser, 1954;
ciones en forma de diente son comunes, el diente Marylynnia Hopper, 1977; Paracanthonchus
dorsal es el dominante. Bathylaimus Cobb, 1894; Micoletzky, 1924; Paracyatholaimus Micoletzky,
Tripyloides De Man, 1886; Gairleanema Warwick 1922; Pomponema Cobb, 1970. Biarmifer madry-
y Platt, 1973. Bathylaimus australis Cobb, 1894 nensis Pastor de Ward, 2001 (Figuras 3I; 3J).
(Figuras 2Q; 2R).
Familia ETHMOLAIMIDAE Filipjev y
ORDEN CHROMADORIDA Schuurmans Stekhoven, 1941. Diagnosis. Chro-
(según Decraemer y Smol (2006)) madoroidea. Cutícula con estrías transversales,
con hileras de finas puntuaciones, a veces con
Familia CHROMADORIDAE Filipjev, 1917. diferenciación lateral e hileras de poros. Senci-
Diagnosis. Chromadoroidea. La mayoría ma- llas dispuestas en tres coronas con la primera pa-
rinos. Fóvea anfidial simple, ranura transversal piliforme y la segunda y tercera setiformes. Tres
girada ventralmente, localizada entre las cerdas dientes bucales casi iguales. Fovea anfidial uni o
cefálicas o posterior a ellas. Cutícula con orna- multiespiral. Machos con una hilera ventral de
mentaciones en forma de puntos de igual o dife- órganos pre-cloacales en forma de copa con re-
rente tamaño, distribuidas en forma homogénea borde articulado externo. Espina ventral precloa-
o heterogénea. Estoma con diente dorsal usual- cal presente. Dos testículos opuestos y alargados,
mente más largo que los ventro-sublaterales. ambas gónadas en diferentes lados del intestino.

107
Nematoda

Figura 3. Extremos anteriores y posteriores de los nematodos marinos: A-B. Richtersia bicornis Pastor de Ward y Lo Russo,
2007; C-D. Sphaerolaimus pentasetus Pastor de Ward, 1984; E-F. Microlaimus decoratus Pastor de Ward, 1989; G-H. Draconema
antarcticum Allen y Noffsinger, 1978; I-J. Biarmifer madrynensis Pastor de Ward, 2001; K-L. Diplolaimelloides tehuelchus Pastor
de Ward y Lo Russo, 2009; M-N. Metachromadora zaixsi Pastor de Ward, 2004; O-P. Paraethmolaimus dahli (Gerlach, 1953); Q-R.
Monoposthia costata (Bastian, 1865).

108
Nematoda

Cola usualmente cónica con extremo redondeado. te a ella o en la región cefálica. Tubos posterio-
Límnicos y marinos litorales. Elevada a nivel de res adhesivos (TPA) dispuestos en cuatro hileras
familia por De Ley and Blaxter (2002). Paraeth- longitudinales localizadas en la tercera parte del
molaimus Jensen, 1994. Paraethmolaimus dahli cuerpo, con o sin punta en forma de campana.
(Gerlach, 1953) (Figuras 3O; 3P). Sistema reproductivo en hembras didélfico, lo-
calizado anterior a la región de los TPA. Machos
Familia SELACHINEMATIDAE Cobb, 1915. monorcos. Marinos. Draconema Cobb, 1913.
Diagnosis. Chromadoroidea. Cutícula punteada. Draconema antarcticum Allen y Noffsinger,
Sencillas anteriores dispuestas en tres coronas, 1978 (Figuras 3G; 3H).
una de ellas puede ser más larga que las otras dos.
Las sencillas pueden estar unidas. Fovea anfi- Familia MICROLAIMIDAE Micoletzky,
dial multiespiral. Cavidad bucal espaciosa, pue- 1922. Diagnosis. Microlaimoidea. Cutícula con
de o no presentar armadura bucal (mandíbulas). estrías transversales, ornamentada con hileras
Faringe con bulbo terminal posterior y a veces transversales de puntos o barras longitudinales,
expandido anteriormente. Machos usualmente raramente lisa. Órganos sensoriales anterio-
con dos testículos, ambas gónadas en el mismo res dispuestos en tres coronas, las seis labiales
o en diferentes lados del intestino. Suplementos externas y las cuatro sencillas cefálicas gene-
pre-cloacales en forma de copa, nunca tubulares. ralmente setosas, con la cuarta cerda cefálica
Hembras didelficas-anfidelficas con ovarios refle- usualmente más larga que las labiales externas.
jados. Marinos. Choniolaimus Ditlevsen, 1918; Fóvea anfidial cripto-espiral con parte exter-
Gammanema Cobb, 1920; Halichoanolaimus De na circular u oval. Cavidad bucal esclerosada,
Man, 1886; Latronema Wieser, 1954; Richtersia con al menos dos compartimentos posteriores
Steiner, 1916; Synonchiella Cobb, 1933. Richter- armados con dientes. Cheilorhabdianes presen-
sia bicornis Pastor de Ward y Lo Russo, 2007 (Fi- tes. Faringe algunas veces alargada al nivel de
guras 3A; 3B). la cavidad bucal, posteriormente hinchada for-
mando un bulbo oval o piriforme. Poro secretor-
ORDEN DESMODORIDA excretor usualmente posterior al anillo nervioso.
De Coninck, 1965 (según Decraemer y Smol Machos diorcos o raramente monorcos. Hem-
(2006)) bras didelficas-anfidelficas, gónadas alargadas,
raramente reflejadas. La mayoría marinos. Apo-
Familia DESMODORIDAE Filipjev, 1922. nema Jensen, 1978; Bolbolaimus Cobb, 1920;
Diagnosis. Desmodoroidea. Fovea anfidial es- Calomicrolaimus Lorenzen, 1971; Microlaimus
piral usualmente de una o dos vueltas, descripta De Man, 1880. Microlaimus decoratus Pastor de
como en forma de lazo. Faringe con bulbo mus- Ward, 1989 (Figuras 3E; 3F).
cular posterior. Cola cónica. Gubernáculo sin apó-
fisis dorsal. Croconema Cobb, 1920; Chromaspi- Familia MONOPOSTHIIDAE Filipjev, 1934.
rinia Filipjev, 1918; Desmodora De Man, 1889; Diagnosis. Microlaimoidea. Cutícula con estrías
Metachromadora Filipjev, 1918; Molgolaimus transversales gruesas y ornamentación longitudi-
Ditlevsen, 1921; Pseudochromadora Daday, nal. Sencillas anteriores organizadas en tres co-
1889; Onyx Cobb, 1891; Polysigma Cobb, 1920; ronas. Las sencillas labiales son papilosas o en
Spirinia Gerlach, 1963. Metachromadora zaixsi forma de papilas setosas. Las 4 cerdas cefálicas
Pastor de Ward, 2004 (Figuras 3M; 3N). posteriores son más largas que las de la segun-
da corona. Fóvea anfidial circular, no espiral.
Familia DRACONEMATIDAE Filipjev, Machos diorcos, testículos opuestos. Espículas
1918. Diagnosis. Desmodoroidea. Cuerpo en presentes o ausentes, gubernáculo presente. Su-
forma de ¨s¨, más o menos pronunciada. Faringe plementos pre-cloacales presentes o ausentes.
y zonas posteriores del cuerpo alargadas. Cutí- Hembras con un ovario anterior o dos ovarios
cula en el cuerpo con estrías transversales, con opuestos. Ovarios siempre reflejados. Gónada an-
excepción de la armadura cefálica, usualmente terior izquierda al intestino y posterior derecha.
ornamentada, raramente con espinas o diminutas Marinos. Monoposthia De Man, 1889; Nudora
vacuolas. Presencia de tubos adhesivos cefálicos Cobb, 1920. Monoposthia costata (Bastian, 1865)
en la parte dorsal de la armadura, posteriormen- (Figuras 3Q; 3R).

109
Nematoda

ORDEN MONHYSTERIDA licas más largas que las labiales. Ocho grupos de
Filipjev, 1929 (MONHYSTERIDAE; SPHAE- cerdas subcefálicas presentes. Estoma ancho, en
ROLAIMIDAE y XYALIDAE, según Coo- forma de barril con costillas longitudinales; solo
mans y Abebe (2006)) en su base rodeado por tejido faríngeo. Pared in-
terior de la faringe con cutícula gruesa. Glándula
Familia MONHYSTERIDAE De Man, 1876. ventral presente con apertura posterior al anillo
Diagnosis. Monhysteroidea. Nematodos muy nervioso. Machos usualmente con dos testículos,
pequeños, usualmente menores a 1,5 mm, pue- un testículo anterior derecho o izquierdo al intes-
den llegar excepcionalmente a 2 mm y siempre tino, y otro posterior en el lado opuesto. Hembras
son muy delgados. Cutícula finamente estriada con un ovario (anterior) derecho o izquierdo al
(estrías separadas por una micra) de apariencia intestino. Marinos. Sphaerolaimus Bastian, 1865.
lisa en microscopio óptico; usualmente con cer- Sphaerolaimus pentasetus Pastor de Ward, 1984
das submedianas pequeñas a lo largo del cuerpo. (Figuras 3C; 3D).
Ocelos frecuentes. El estoma está rodeado por
tejido faríngeo; con o sin dentículos. Faringe Familia XYALIDAE Chitwood, 1951. Diagno-
cilíndrica, bien muscularizada, algunas veces sis. Monhysteroidea. Cutícula anillada. Seis cer-
levemente dilatada en su extremo anterior. Car- das labiales externas y cuatro cerdas cefálicas más
dia con parte cónica externa entre la faringe y cortas o al menos del mismo largo de las labiales.
el intestino, y una válvula alargada en su parte A menudo cerdas cefálicas adicionales y ocasio-
interna penetrando en el intestino. Intestino con nalmente ocho grupos de cerdas sub-cefálicas
pocas células. Recto usualmente de un diámetro presentes. Estoma usualmente en forma de embu-
del cuerpo de largo, pero puede llegar a tres ve- do, rodeado completamente o solo en su base, por
ces en algunos géneros (Geomonhystera). Glán- tejido faríngeo. Glándula ventral en general au-
dula ventral usualmente bien desarrollada, con sente (invisible en microscopio óptico). Machos
su cuerpo celular ventral o subventral derecho al usualmente con dos testículos, anterior izquierdo
intestino; poro excretor-secretor anterior al anillo y posterior (puede estar ausente) derecho al in-
nervioso, en la región del cuello o en la zona de testino. Hembras con un único ovario (anterior)
los labios. Sistema reproductor de las hembras sobre la izquierda del intestino. Marinos y terres-
monodelfico-prodelfico, con ovarios alargados tres. Amphimonhystera Allgen, 1929; Cobbia De
sobre el lado derecho del intestino; saco uterino Man, 1907; Daptonema Cobb, 1920; Gonionchus
posvulvar ausente. Sistema reproductor de ma- Cobb, 1920; Lynhystera Juario, 1974; Metades-
chos con un único testículo; espículas iguales, molaimus Stekhoven, 1935; Omicronema Cobb,
muy variables en tamaño según las especies; gu- 1920; Paramonohystera Steiner, 1916; Pseudos-
bernáculo a menudo con apófisis dorsal (caudal). teineria Wieser, 1956; Rhynchonema Cobb, 1920;
Cola cónica a cónico-elongada con glándulas Theristus Bastian, 1865. Daptonema lopezi, Pas-
caudales abriendo a través de un único poro en tor de Ward, 1985 (Figuras 4G; 4H).
una espina (“spinneret”) sin cerda terminal. Al-
gunas especies amfimícticas o partenogénicas. Familia SIPHONOLAIMIDAE Filipjev, 1918
Alimentadores de depósito no selectivo o bacte- (según Lorenzen (1994)). Diagnosis. Siphonolai-
rívoros. Especies marinas, salobres y terrestres. moidea. Sencillas anteriores en dos o tres círcu-
Tres especies (todas del género Gammarinema) los, ya sea diez papilas y cuatro cerdas o seis papi-
viven en cámaras branquiales de crustáceos acuá- las y diez cerdas. Fóvea anfidial redonda. Estoma
ticos o terrestres. Diplolaimella Allgen, 1929; pequeño; faringe a menudo con bulbo basal bien
Diplolaimelloides Meyl, 1954; Halomonhystera desarrollado. Gónada única. Espículas cortas;
Andrássy, 2006; Thalassomonhystera Jacobs, gubernáculo con apófisis dorsocaudal. Siphono-
1987. Diplolaimelloides tehuelchus Pastor de laimus De Man, 1893. Siphonolaimus mejillinus
Ward y Lo Russo, 2009 (Figuras 3K; 3L). Pastor de Ward, 1989 (Figuras 4C; 4D).

Familia SPHAEROLAIMIDAE Filipjev, Familia LINHOMOEIDAE Filipjev, 1922


1918. Diagnosis. Monhysteroidea. Cutícula ani- (según Lorenzen (1994)). Diagnosis. Siphono-
llada o estriada. Seis cerdas labiales externas y laimoidea. Cardia notablemente alargado y se-
cuatro cerdas en un círculo, con las cerdas cefá- parado del intestino. Presencia de labios unidos

110
Nematoda

Figura 4. Extremos anteriores y posteriores de los nematodos marinos: A-B. Odontophora spiculodentata Pastor de Ward, 1984;
C-D. Siphonolaimus mejillinus Pastor de Ward, 1989; E-F. Campylaimus patagonicus Villares et al., 2013; G-H. Daptonema lopezi
Pastor de Ward, 1985; I-J. Leptolaimus gabinoi Villares y Pastor de Ward, 2012; K-L. Metadasynemoides cristata Gerlach, 1957;
N-M. Hopperia americana, Pastor de Ward, 1984; O-P. Metalinhomoeus gloriae Pastor de Ward, 1989; Q-R. Haliplectus salicor-
nius Pastor de Ward, 1984.

111
Nematoda

formando un anillo labial. La base de la cavidad Odontophora spiculodentata Pastor de Ward,


bucal presenta espesamientos en forma de dientes 1984 (Figuras 4A; 4B).
dorsales y subventrales. Cutícula generalmente
estriada, raramente lisa. Las sencillas labiales pe- Familia COMESOMATIDAE Filipjev, 1918.
queñas o no reconocibles. Las 6+4 sencillas cefá- Diagnosis. Axonolaimoidea. La familia está ca-
licas están dispuestas en dos círculos separados racterizada por los anfidios espirales que tienen al
que se combinan para formar un único círculo. menos 2,5 vueltas con la excepción de Kenyane-
Las seis sencillas son más largas o más cortas ma que posee 1,5 a 2 vueltas. Otras características
que las otras cuatro. Los anfidios son redondos en son: la cutícula es siempre estriada y los anillos
la mayoría de las especies, curvados a redondos del cuerpo presentan puntuaciones característi-
con forma de arco en Anticyclus junctus, Didel- cas con la excepción de Cervonema, Laimella,
ta, Disconema, Halinema, y Sphaerocephalum. Paracomesoma y Sabatieria hilarula (Lorenzen,
Usualmente hay dos ovarios alargados y dos tes- 1994). Los machos de la mayoría de las especies
tículos en direcciones opuestas; la gónada ante- tienen suplementos pre-cloacales situados sub-
rior sobre la derecha o izquierda del intestino y ventralmente. Usualmente, la gónada anterior
la gónada posterior en el lado opuesto. Marinos. está a la izquierda y la posterior a la derecha del
Desmolaimus De Man, 1880; Metalinhomoeus De intestino. La cavidad bucal es generalmente en
Man, 1907; Terschellingia De Man, 1888; Para- forma de copa y en Dorylaimopsiinae posee tres
linhomoeus De Man, 1907; Didelta Cobb,1920; o seis estructuras en forma de diente similares a
Eleutherolaimus Filipjev, 1922. Metalinhomoeus las descriptas para Axonolaimidae (excepto Ken-
gloriae Pastor de Ward, 1989 (Figuras 4O; 4P). yanema (Muthumbi et al., 1997)). Muchas espe-
cies poseen túbulos faríngeos, uno dorsal y dos
ORDEN ARAEOLAIMIDA subventrales sujetos a la cavidad bucal. Sencillas
(según Muthumbi y Vanreusel (2006)) labiales usualmente cortas y 6+4 cefálicas que se
hallan separadas en dos círculos. Las seis cerdas
Familia AXONOLAIMIDAE Filipjev, 1918. cefálicas anteriores son más cortas que las cuatro
Diagnosis. Axonolaimoidea. La cavidad bucal posteriores, con excepción de Metacomesoma y
posee seis estructuras movibles en forma de Pierrickia que son de igual largo. Dos gónadas,
diente en la parte frontal de la misma llamados alargadas, una anterior y otra posterior. Cola con
odontia. No obstante, en algunos géneros del terminación cilíndrica. Marinos. Comesoma Bas-
grupo éstos son insignificantes (Axonolaimus, tian, 1865; Sabatieria Rouville, 1903; Hopperia
Ascolaimus y Apodontium). Cavidad bucal en Vitiello, 1969; Dorylaimopsis Ditlevsen, 1918;
forma de columna o cónica. En la región farín- Laimella Cobb, 1920; Metasabatieria Timm,
gea y posterior a la cavidad bucal, hay tubos 1961; Setosabatieria Platt, 1985. Hopperia ame-
faríngeos, uno ventral o dos sub-ventrales. La ricana, Pastor de Ward, 1984 (Figuras 4N; 4M).
cutícula es lisa en la mayoría de los casos, rara-
mente estriada. Las 6+4 sencillas cefálicas estás Familia DIPLOPELTIDAE Filipjev, 1918.
separadas en dos coronas. Las cuatro posteriores Diagnosis. Axonolaimoidea. La cutícula puede
son más largas que las seis anteriores. Los anfi- ser lisa o estriada. Las cuatro cerdas cefálicas pos-
dios son curvados en forma de rulo, semejantes teriores son más largas que las seis anteriores, que
a una “u” invertida o una “o”. En muchas es- pueden ser muy pequeñas o invisibles al igual que
pecies el brazo ventral del anfidio es más largo las seis labiales. Anfidios en forma de arco con
que el dorsal. Poseen dos testículos, el posterior una única vuelta. Los ocelos pueden estar presen-
se continúa hacia adelante y luego se repliega tes en Diplopeltinae. La cavidad bucal es angos-
hacia atrás. La mayoría posee dos ovarios alar- ta, en forma de tubo sin dientes. La faringe puede
gados, raramente hay un único ovario posterior poseer un túbulo ventral o dos sub-ventrales. La
(Synodontium, Odontophoroides). En general faringe nunca posee bulbo muscular terminal. Las
las gónadas se hallan sobre un mismo lado del hembras tienen dos ovarios alargados. Usualmen-
intestino. Cola siempre cónica y con glándulas te hay dos testículos y solo ocasionalmente el pos-
caudales que desembocan en un poro común. terior está ausente. La papila pre-cloacal puede
Marinos. Odontophora Butschli, 1874; Araeo- estar presente o ausente. La cola es cónica y tiene
laimus De Man, 1888; Synodontium Cobb, 1920. sección cilíndrica. Las glándulas caudales abren

112
Nematoda

juntas o separadas. Marino y limno-terrestres. Di- nemoides, Metadasynemella). Las seis sencillas
plopeltula Gerlach, 1950; Campylaimus Cobb, anteriores son más largas, más cortas o iguales
1920. Campylaimus patagonicus Villares et al., que las cuatro posteriores. Anfidio ventralmente
2013 (Figuras 4E; 4F). espiralado en forma de “U” invertida. Cavidad
bucal muy pequeña. En algunas especies dos tes-
ORDEN PLECTIDA (LEPTOLAIMI- tículos en direcciones opuestas en diferentes la-
DAE según Holovachov y De Ley (2006)) dos del intestino. Marinos. Ceramonema Cobb,
1920; Pselionema Cobb, 1933; Dasynemoides
Familia LEPTOLAIMIDAE Orley, 1880. Chitwood, 1936; Metadasynemoides Haspeslagh,
Diagnosis. Plectoidea. Alas laterales usualmente 1973. Metadasynemoides cristata Gerlach, 1957
presentes, demarcadas por líneas rectas. Sencillas (Figuras 4K; 4L).
somáticas presentes en ambos sexos o solo en
machos. Sencillas labiales internas nunca des- Familia HALIPLECTIDAE Chitwood, 1951
criptas. Sencillas labiales externas papiliformes, (según Lorenzen (1994)). Haliplectoidea. Diag-
localizadas sobre la superficie anterior de los la- nosis. Faringe no muscular con dos bulbos, uno
bios. Sencillas cefálicas localizadas en la base de pequeño en su parte media y uno conspícuo y bien
la región labial. Anfidios con una espira. Ampolla cuticularizado sin válvulas en su parte posterior.
excretora que abre al exterior, presente en todos Los anfidios son circulares y el cuerpo presenta
los géneros excepto en Paraplectonema. Estoma generalmente un color amarronado en preparacio-
tubular, con estegostoma desarrollado. Faringe nes de glicerina y es de difícil tinción. La cutícula
muscular, cilíndrica anteriormente y posterior- es estriada, no hay diferenciaciones en los campos
mente con bulbo basal. La parte cilíndrica de la laterales. Solo se distinguen las cuatro sencillas
faringe dividida por interrupciones en un procor- cefálicas. La boca es pequeña, angosta y tubular.
pus, un metacorpus algo más ancho y un itsmo Las hembras poseen dos ovarios reflejados y los
delgado. Bulbo basal con lumen cuticularizado y machos dos testículos opuestos. La gónada ante-
grueso. Sistema reproductor de hembras didelfi- rior derecha o izquierda al intestino, la posterior
co. Ovarios en lados alternados del intestino, con opuesta. Los machos adultos poseen una papila
ramas reflejadas antidromicamente o alargadas. pre-anal ventral. Marinos. Haliplectus Cobb,
Las hembras de algunas especies de Leptolaimus 1913. Haliplectus salicornius Pastor de Ward,
poseen alveolos o túbulos. El sistema reproductor 1984 (Figuras 4Q; 4R).
de machos es diorco. Sencilla pre-cloacal usual-
mente papiliforme sobre el labio cloacal anterior
(excepto en Manunema). En este grupo es nece-
ECOLOGÍA
sario el estudio tanto de machos como de hem- Los nematodos que viven libres en sedimentos
bras. Marinos y salobres. Alaimella Cobb, 1920; costeros y en el mar profundo, parecen ser los
Antomicron Cobb, 1920; Camacolaimus De Man, metazoos más abundantes y diversos. En algunos
1989; Deontolaimus De Man, 1880; Leptolaimus ambientes, un metro cuadrado de sedimento pue-
Vitiello, 1971; Procamacolaimus Gerlach, 1954. de llegar a contener hasta un millón de nemato-
Leptolaimus gabinoi Villares y Pastor de Ward, dos, un gramo de biomasa y entre 50-150 especies
2012 (Figuras 4I; 4J). diferentes. Su estructura comunitaria es compleja,
ligada estrechamente al ambiente donde viven y
Familia CERAMONEMATIDAE Cobb, 1933 tiene como propiedad cambiar rápido ante distur-
(según Lorenzen (1994)). Ceramonematoidea. bios naturales o antrópicos. Son pequeños, abun-
Diagnosis. Extremo anterior no anillado. Cuerpo dantes, poseen tiempos de generación rápidos y
anillado con ornamentación típica, cada anillo se ausencia de fase planctónica. Se mueven con on-
solapa con el siguiente. En un género presencia das sinusoidales usando los músculos longitudi-
de tres labios (Dasynemella). Sencillas labiales no nales y el esqueleto hidrostático formado por las
visibles. En la mayoría hay 6+4 sencillas cefálicas cavidades del cuerpo. Son capaces de migrar cor-
pero a veces puede haber solo cuatro (Pselionema, tas distancias (Jensen, 1987). Estos atributos los
Pterygonema). Las sencillas se hallan general- transforma en indicadores de la calidad ecológica
mente en dos coronas separadas, menos frecuente (Alves et al., 2013).
es la presencia de una única corona (Metadasy- Los nematodos marinos han conquistado to-

113
Nematoda

dos los microambientes, incluyendo sedimentos tres a cuatro años. En cambio, en MONHYSTE-
de zonas costeras desde zonas limosas a playas RIDA y CHROMADORIDA prevalecen los ci-
de arena o como epibiontes de los organismos clos de vida cortos de dos a tres meses. Esto pro-
animales o vegetales que habitan en ellas; hasta duce, al menos en las costas de la Patagonia Ar-
ambientes extremos como sedimentos del mar gentina, una estacionalidad típica del grupo, con
profundo, sedimentos hidrotermales y de fumaro- gran abundancia de todas las clases en primavera,
las. Los nematodos epibiontes de algas litorales verano y otoño y presencia solo de ENOPLIDA
ramonean bacterias y algas unicelulares, sujetán- en invierno. Esto conlleva a planificar su estudio
dose a la superficie algal con un cordón mucoso. en los meses de verano, contrariamente a lo que
Parecen variar según el tipo de sustrato de cada sucede con organismos de la macrofauna donde
alga macrófita y/o plantas xerófitas y el sedimento se recomiendan estudios estacionales.
cercano donde se hallen, presentando estructuras Pueden ser bacterívoros, micófagos, alimenta-
comunitarias diferentes sobre algas o en los sedi- dores de ciliados o diatomeas, omnívoros o pre-
mentos (Da Rocha et al., 2006). Las probables ra- dadores. Si bien se los puede encontrar a profun-
zones de esta distribución han sido halladas en las didades mayores a 10 cm en el sedimento marino,
preferencias alimenticias de algunos nematodos la gran mayoría de las especies se halla en los pri-
epibiontes, por los diferentes tipos de bacterias meros milímetros y se pueden llegar a reconocer
que colonizan los frondes de macroalgas (Trotter comunidades superficiales que prefieren ambien-
y Webster, 1984). tes oxigenados y otras profundas de ambientes
En fumarolas el espectro de tamaños de las anóxicos o de bajas concentraciones de oxígeno.
comunidades de nematodos vira hacia tamaños
grandes y su diversidad de especies disminuye
desde las comunidades hidrotermales, con macro-
IMPORTANCIA ECONÓMICA
fauna hidrotermal establecida, hacia las de fuma- Uno de los roles mejor cumplidos por los ne-
rolas, es decir que el stress de la fumarola afecta matodos marinos en relación a su beneficio al ser
la distribución de los nematodos. La ausencia de humano, es el de ser indicadores biológicos ante
larva plantónica en combinación con su pequeño disturbios, tanto naturales como antrópicos. Los
tamaño hace muy difícil a los nematodos migrar descubrimientos realizados en años recientes, tan-
entre zonas de fumarolas, por lo que se encuen- to “in situ” como en microcosmos, son variados,
tran especies endémicas (Vanreusel et al., 1997). a continuación citamos los hallazgos más impor-
Desde zonas costeras hasta los márgenes conti- tantes.
nentales, como en las grandes extensiones del mar
profundo, existe una gran variabilidad en las di- Contaminaciones por metales: En estudios
ferentes combinaciones geológicas, químicas, hi- de microcosmos durante dos meses, Mahmou-
drológicas y sedimentológicas que, como conse- di et al. (2007) analizaron el efecto individual y
cuencia, producen heterogeneidad de ambientes, combinado de tres niveles diferentes de plomo y
y solo recientemente se han comenzado a conocer. zinc sobre comunidades de nematodos libres de
Por ejemplo en zonas con corales de profundidad lagunas costeras de Tunisia. Descubrieron que to-
o con alta concentración de nódulos de mangane- das las dosis y combinaciones probadas de ambos
so, la diversidad de nematodos es mucho más alta metales causaban disminución significativa en
que en otras libres de ellos. Esto habla de que la diversidad y riqueza de especies de nematodos.
heterogeneidad de ambientes es un condicionante Los resultados de estudios multivariados sobre
favorable al establecimiento de asociaciones de la densidad de las especies revelaron además que
nematodos (Vanreusel et al., 2010). Esta relación los sedimentos contaminados con plomo o zinc
también ha podido ser probada en playas de arena, en forma separada eran los más afectados. Algu-
con zonas de granulometrías diferentes y sistemas nas especies desaparecían al ser tratadas con Pb
hidrodinámicos costeros fuertes, la heterogenei- (Calomicrolaimus honestus); otras al agregado de
dad conduce a una mayor diversidad de nemato- Zn (Hypodontolaimus colesi) y otras incremen-
dos (Gingold et al., 2011). taban sus densidades, en concentraciones bajas
Los nematodos marinos presentan tanto estra- y medias de estos metales (Oncholaimus cam-
tegias “k” como “r”. En grupos primitivos como pylocercoides). Los mismos autores (Beyrem et
ENOPLIDA encontramos ciclos de vida largos de al., 2007) en otro experimento de microcosmos

114
Nematoda

estudiaron la influencia del Cadmio solo o mez- cosmos, contaminaron sedimentos con concen-
clado con Diésel (solo en una concentración de traciones que variaron entre 0,50 a 20 mg diésel
0,54 a 1,40 mg Cd Kg-1/peso seco, con diésel en kg-1 peso seco de sedimento. Luego de 90 días,
una concentración de 0,25 mg Kg-1/peso seco), hallaron que en las concentraciones medias y altas
o con cadmio-diésel (Cd a 1,40 mg Kg-1+ Dié- la diversidad y riqueza de especies de nematodos
sel a 0,25 mg Kg-1) sobre la misma comunidad disminuyó significativamente en relación a los se-
de nematodos, durante 90 días. Los sedimentos dimentos sanos. Los tratados con bajas concentra-
contaminados por la mezcla diésel-cadmio dieron ciones de diésel (0,50 mg diésel kg-1 peso seco)
diferencias significativas para la abundancia total permanecieron iguales. Las respuestas halladas en
de nematodos, peso medio individual, el índice los nematodos fueron similares a otros estudios:
de diversidad de Shannon-Weaver y la riqueza especies que desaparecen (Chaetonema sp.) en
de especies. Los estudios multivariados hallaron todas las dosis, especies de resistencia intermedia
especies sensitivas que no llegaron a desaparecer (Pomponema sp. y Oncholaimus campylocercoi-
con el tratamiento pero fueron afectadas y otras des) y otras que aumentan en sedimentos conta-
resistentes, como Enoploides sp. y Oncholaimus minados (Hypodontolaimus colesi, Daptonema
campylocercoides. Por otro lado, Moreno et al. trabeculosum y Daptonema fallax). También
(2009), investigando “in situ” la estructura de Beyrem et al. (2010) realizaron estudios en mi-
comunidades de nematodos de dos marinas de crocosmos, sobre los efectos de dos tipos diferen-
veleros del Mar Mediterráneo, también hallaron tes de aceites lubricantes usados por automotores
que algunas especies de nematodos (Paralongi- (Mobil 20 W-50; Mobil 0 W-40), sobre nemato-
cyatholaimus sp.) reaccionaban negativamente a dos de lagunas costeras de Tunisia. La abundancia
las altas concentraciones de Cu de estos puertos total y la riqueza de especies disminuyeron en
deportivos. forma significativa con la adición de los lubri-
Las perforaciones petroleras y gasíferas en cantes, después de cinco semanas de aplicados.
cuencas marinas costeras conlleva al uso de flui- Estudios multivariados detallados permitieron
dos que contienen Bario y trazas de otros metales determinar las especies sensibles a los lubricantes
pesados. Lira et al. (2011) realizaron un detallado (Daptonema trabeculosum) o resistentes (Spirinia
estudio de bioensayo usando cepas del nematodo gerlachi o Terschellingia longicaudata). Como
marino Rhabditis (Pellioditis) marina con dife- último ejemplo citaremos el trabajo de Lv et al.,
rentes concentraciones de Bario similares a las (2011) quienes compararon “in situ” dos playas,
concentraciones halladas “in situ”, en explota- una afectada por un derrame de petróleo (Xia-
ciones de esta industria. Las concentraciones de jiahezi) y otra no (Xinghai), en Dalian Xingang,
Bario fueron de 0-10.000 ppm concentraciones China. Cuarenta días después del derrame de pe-
nominales y las de Cadmio de 0 a 12 ppm, duran- tróleo se descubrió que la abundancia de nemato-
te 10 días. Como resultado obtuvieron que el Ba- dos, riqueza de especies y diversidad disminuía
rio no afectaba la población de nematodos hasta en forma significativa en las zonas del derrame de
concentraciones de 300 ppm, sí producía efectos hidrocarburos, con la desaparición de 15 géneros
significativos a concentraciones entre 400 a 2000 y la adaptación de un único género que aumentó
ppm y la mortalidad se incrementaba a partir de (Marylynnia sp.).
4800 ppm. Para el Cadmio los valores LOAC y
EC50 para la abundancia de la población fueron Contaminaciones orgánicas: Mirto et al.
de 2,9 y 8,8 ppm de Cadmio respectivamente. Y (2002) descubrieron un fuerte efecto de un cul-
a valores bajos de 2,4 a 2,8 ppm de Cadmio, ya tivo suspendido de peces en golfo de Gaeta (Mar
encontraron disminuciones en las densidades de Mediterráneo) sobre la meiofauna bentónica.
las poblaciones de adultos. Por lo tanto concluyen Los nematodos, estudiados “in situ”, presentaron
que en base a este estudio, las explotaciones que densidades, diversidad y riqueza menores en se-
usan estos metales, tienen una influencia negativa dimentos entre las balsas de peces que en los se-
sobre las comunidades bentónicas meiofaunísti- dimentos testigos, alejadas de ellas. Por efluentes
cas y deberían ser monitoreadas. cloacales, Fraschetti et al. (2006) estudiando el
efecto de un desagüe cloacal sobre sustratos duros
Contaminaciones por petróleo y derivados: sub-litorales, hallaron disminución en la abundan-
Mahmoudi et al. (2005), en otro trabajo de micro- cia de nematodos.

115
Nematoda

Contaminaciones mecánicas: Boyd et al. organismos de la macrofauna, usualmente usados


(2000) demostraron que algunas especies de ne- para ello. Ya que responden en forma específica a
matodos como Sabatieria pulchra y Daptonema cada tipo de contaminación, son abundantes, fáci-
tenuispiculum son indicadores de sitios de depó- les de obtener, económicos para mantener en la-
sito de diferentes dragados alrededor de las costas boratorio y usar para bioensayos, son representa-
del Reino Unido. Y proponen el uso de estas espe- tivos del lugar que habitan y responden muy bien
cies para el monitoreo de este tipo de sitio. a los cambios naturales o antrópicos. Podemos
concluir que las evidencias nos indican que no
De lo expuesto se demuestra que los nemato- deberían seguir siendo ignorados en el monitoreo
dos marinos cumplen mejor las condiciones idea- ambiental de rutina.
les para ser bioindicadores que la mayoría de los

GLOSARIO
Cheilostoma: parte anterior de la boca recubierta por cu- Meromiaria: término usado cuando hay cuatro o menos hi-
tícula. leras de células en cada banda muscular.
Cheilorhabdian/es: Rugosidades bucales que ayudan a regu- Metacorpus: bulbo esofágico medio.
lar la apertura de la boca, generalmente son doce.
Metaneme: órgano sensorial de estrechamiento formado por
Esofastoma: parte posterior de la boca recubierta por el un tubo central corto (scapulus) unido hacia adelante y
músculo esofágico. hacia atras por dos filamentos cuticulares más largos. El
filamento posterior puede faltar en algunos taxa.
Estegostoma: porción del esófago que comienza en la parte
posterior del esofastoma y finaliza en el cardia. Ortometanemes: órgano sensorial de estrechamiento cuya
posición es paralela al eje del cuerpo.
Fóvea anfidial: cavidad que forma el órgano receptor llama-
do anfidio que contiene las cilias receptoras. Polimiaria: término usado cuando hay cinco a seis hileras de
células en cada banda muscular.
Gubernáculo: parte del aparto espicular del macho, de for-
mas muy variadas, que facilita la penetración de la espí- Procorpus: porción del esófago entre la boca y el metacor-
cula en el cuerpo de la hembra. pus, solo en algunos grupos.
Loxometanemes: órgano sensorial de estrechamiento, cuya Scapulus: parte central del órgano sensorial de estiramiento
posición es en ángulo de 10-30º con respecto al eje del metaneme.
cuerpo. Coordinan el movimiento serpenteante.

116
Nematoda

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POLYPLACOPHORA
María Gabriela Liuzzi

INTRODUCCIÓN sustratos duros sobre los que viven y también des-


plazarse. Habitan tanto las zonas costeras inter-
Los poliplacóforos, también llamados quitones, mareales como las aguas profundas. La mayoría
constituyen una de las ocho clases del phylum de las especies son herbívoras, alimentándose de
Mollusca, representados hasta el momento por algas mediante ramoneo (Glynn, 1970; Steneck y
más de 900 especies actuales descritas (Schwabe, Watling, 1982; Lord, 2011). Sin embargo, se han
2005). Presentan el cuerpo ovalado-alargado y registrado especies carnívoras que se alimentan
dorso-ventralmente comprimido. En posición de esponjas, hidrozoos, corales, larvas de crus-
dorsal, exhiben ocho placas calcáreas articuladas táceos y de poliquetos (Kaas y Van Belle, 1985;
dispuestas longitudinalmente (Figura 1A). Las Schiaparelli et al., 2004). Tienen la capacidad de
placas son secretadas por el manto, adquiriendo proteger sus partes blandas ventrales enrollándo-
el nombre de cinturón aquella porción expuesta se y dejando expuestas solo las placas. El rango
y que rodea a las placas. El epitelio del cinturón de tallas que puede encontrarse en las especies de
secreta la cutícula y los corpúsculos calcáreos o quitones es muy variable. Una de las más peque-
quitinosos que lo caracterizan. Ventralmente, se ñas conocidas es Leptochiton kerguelensis, cuyos
observa el pie, la cabeza, el surco paleal (que ro- adultos alcanzan los 5 mm de longitud máxima.
dea al pie) y en mayor o menor medida el cintu- En el otro extremo se encuentra la especie del Pa-
rón, que rodea a todas las estructuras anteriores cífico Cryptochiton stelleri que llega a medir más
(Figura 1B). Son un grupo exclusivamente mari- de 30 cm.
no y bentónico. El pie es la estructura que les per- Cabe aclarar que la mayoría de las especies de
mite a estos animales mantenerse adheridos a los poliplacóforos mencionadas en este artículo co-

Figura 1. Poliplacóforos. A: Aspecto general en vista dorsal de Plaxiphora aurata (Spalowsky); B: aspecto general en vista ventral
de Tonicia sp.

119
Polyplacophora

rresponden a especies del litoral argentino. Sin crovellosidades, células nerviosas, células secre-
embargo, se citan otras especies, a modo de ejem- toras y células fotorreceptoras que atraviesan el
plos, cuyas distribuciones exceden a las costas tegmento y se abren en poros sobre la superficie
argentinas. Cuando este es el caso, se indican sus externa de las placas (Eernisse y Reynolds, 1994)
procedencias. (Figura 2). Por el otro extremo, las terminaciones
nerviosas alcanzan el articulamento e inervan con
ramificaciones de los cordones nerviosos laterales
Morfología y anatomía que atraviesan las hileras de hendiduras (ver SIS-
De entre los moluscos, los poliplacóforos son TEMA NERVIOSO). En algunas especies pueden
fácilmente reconocidos porque presentan ocho observarse puntos de pigmento negro sobre la su-
placas dorsales: placa I o cefálica, placas II-VII perficie de las placas que corresponden a grandes
intermedias y placa VIII o caudal. Las placas se estetos extrapigmentarios, también llamados oce-
encuentran generalmente imbricadas, lo que les los. Éstos presentan córnea, cristalino, retina y,
permite enrollarse cuando son molestados o se en el extremo próximo a la superficie externa, un
encuentran en peligro, y rodeadas por el cinturón. material extracelular orgánico y fibroso, similar al
Están constituidas por tres capas: una externa de periostraco. Los estetos intrapigmentarios están
material orgánico llamada periostraco, una inter- constituidos por células con pigmentación inter-
media conocida como tegmento y una capa inter- na, que forman una copa pigmentaria rodeando a
na denominada articulamento (Figura 2). Las dos las células fotorreceptoras. El número de estetos
últimas compuestas mayormente por carbonato es variable pero aproximadamente constante den-
de calcio. El tegmento es la parte de la placa que tro de las especies (Omelich, 1967; Kaas y Van
se observa en vista doral y su ornamentación (grá- Belle, 1985). El arreglo en patrones definidos y
nulos, costillas, oquedades, etc.) puede ser desde las características del sistema de canales son de
conspicua (apreciada a simple vista) a diminuta gran valor taxonómico y tienen un considerable
(observada sólo bajo microscopio estereoscópi- potencial para los análisis filogenéticos del grupo
co). Las placas de todas las especies de quitones (Vendrasco et al., 2008).
actuales presentan un complejo sistema de cana- Excepto en las placas I, el articulamento se
les, llamados estetos, que se disponen infiltrando proyecta hacia adelante formando dos apófisis,
al tegmento. Los estetos tienen función sensorial responsables de la articulación, generalmente se-
e intervendrían también en la secreción del pe- paradas por el seno jugal (Figura 3). En los gé-
riostraco. Sin embargo, es plausible que tengan neros Callochiton, Nuttallochiton, Plaxiphora y
varios roles y que sus funciones sean diferentes Tonicia, entre otros, existe una lámina jugal que
en los distintos linajes (Vendrasco et al., 2008 y conecta ambas apófisis (Kaas y Van Belle, 1985).
literatura citada allí). Están constituidos por mi- El articulamento puede además proyectarse hacia

Figura 2. Esquema de un corte transversal de cinturón y placa de un poliplacóforo generalizado (modificado de Eernisse y Rey-
nolds, 1994).

120
Polyplacophora

los lados, en las placas intermedias, y hacia ade- rón, que a su vez está cubierto por una fina cutí-
lante y atrás, en las placas de los extremos, con- cula quitinosa (Figura 2). Pequeños corpúsculos,
formando láminas de inserción (Figura 3). Tan- calcáreos o córneos, se encuentran embebidos en
to las láminas de inserción como las apófisis se la cutícula. En posición dorsal, los corpúsculos
hunden en la musculatura permitiendo la fijación pueden estar representados por espículas, esca-
de las placas (ver MUSCULATURA). Hileras de mas, cerdas y pelos; mientras que, comúnmente,
hendiduras aparecen sobre el lado interno del arti- la superficie ventral está pavimentada de escamas
culamento, continuando las láminas de inserción, planas (Figuras 2 y 4; Kaas y Van Belle, 1985).
y se relacionan con la inervación de las hileras de Algunas veces, estos elementos pueden ser tan
estetos (ver SISTEMA NERVIOSO). Las placas pequeños que brindan al cinturón una apariencia
de los extremos (I y VIII) son aproximadamente desnuda, como ocurre en las especies del género
semicirculares, mientras que las placas interme- Tonicia.
dias son cuasi rectangulares. Las placas I a VII Ventralmente, el mayor espacio es ocupado por
presentan un umbo posterior. En la placa VIII el el pie, una estructura muscular que se encuentra
umbo recibe el nombre de mucro y tiene una po- sumamente desarrollada y es utilizada para adhe-
sición subcentral, permitiendo reconocer un área rirse al sustrato (Figuras 1B y 5). A ambos lados
antemucral y un área postmucral (Figura 3). En de éste se encuentran los surcos paleales, en los
las placas intermedias aparecen diferenciadas un que se ubican las branquias, conformadas por nu-
área central y dos áreas laterales, separadas entre merosas laminillas que reciben el nombre de cte-
sí por la línea diagonal. La parte media del área nidios. Las branquias pueden extenderse a lo largo
central forma una elevación que recibe el nombre de todo el surco paleal (condición holobranquial)
de área jugal, mientras que los sectores cóncavos o estar restringidas a la parte posterior (condición
o rectos que quedan a sus lados se denominan merobranquial; Figura 5). Si un ctenidio se ubica
áreas pleurales. por detrás del nefridioporo se dice que el arreglo
Las placas se encuentran rodeadas por el cintu- branquial es de tipo abanal. En cambio, si hay tres

Figura 3. Fotografías obtenidas con microscopio electrónico de barrido de placas desarticuladas de Callochiton sp. A: Vistas
dorsales; B: vistas ventrales. (1) apófisis, (2) seno jugal, (3) lámina jugal, (4) láminas de inserción, (5) hileras de hendiduras, (6)
umbo, (7) mucro, (8) área antemucral, (9) área postmucral, (10) área central, (11) área lateral, (12) línea diagonal, (13) área jugal,
(14) área pleural.

121
Polyplacophora

Figura 4. Detalles de cinturones en vistas dorsal y ventral obtenidos con microscopio electrónico de barrido. A: Ischnochiton pusio
(Sowerby), B: Nuttallochiton martiali (Rochebrune), C: Tonicia sp. Escama dorsal (ed), espina (e), espícula (es), escama ventral (ev).

o más ctenidios detrás del nefridioporo es de tipo diente central y ocho pares de dientes laterales a
adanal. Por delante del pie se encuentra la cabeza los costados. El diente central es pequeño, alar-
(que carece de ojos y tentáculos) en cuyo centro se gado y provisto de un borde cortante sin dentí-
abre una boca subcentral que lleva en la base un ór- culos. Los dientes laterales I, que flanquean al
gano raspador llamado rádula; por detrás del pie se diente central, suelen ser más grandes que éste y
encuentra el ano, formando una papila (Figura 5). presentar un pequeño filo en la parte distal. Entre
La rádula es una estructura quitinosa con for- los dientes laterales se destacan el par lateral II
ma de cinta que es utilizada en la alimentación (también llamados dientes mayores laterales) por
(Figura 6). Está provista de 25 a 150 hileras trans- ser más grandes y presentar cúspides provistas de
versales de dientes. Cada hilera está constituida incrustaciones de hierro (en forma de magnetita)
por 17 dientes. Los dientes constan de una parte y sílice. Los laterales III y IV suelen ser pequeños
basal en su extremo proximal y una cúspide en y se encuentran seguidos por un par de dientes
su extremo distal. En cada hilera se reconoce un con forma de gancho o espátula (laterales V). Los
últimos tres pares de dientes laterales (VI-VIII)
generalmente forman placas pequeñas. Durante el
ramoneo, los quitones utilizan las filas anteriores
de dientes, que se van desgastando y son sustitui-
das por las nuevas, como si se tratara de una cinta
transportadora.

Musculatura
Las placas son controladas por cuatro pares de
músculos (Figura 7). Los músculos rectos son dos
paquetes de fibras, dispuestos en forma paralela,
que se insertan en el margen anterior de las placas
(en el seno jugal) y a la pared del cuerpo, en la
parte posterior. Los músculos oblicuos se dispo-
nen a la derecha y a la izquierda de los músculos
Figura 5. Esquema en vista ventral que muestra la disposición rectos, siguiendo la línea diagonal. Los músculos
de las branquias en los quitones (modificado de Kaas y Van transversos consisten en fibras dorsoventrales uni-
Belle, 1985). das al margen posterior de una placa y las apófisis

122
Polyplacophora

Figura 6. Fotografía de rádula de Callochiton sp. obtenida con microscopio electrónico de barrido. (1) diente central, (2) diente
lateral I, (3) diente lateral II, (4) diente lateral III, (5) diente lateral IV, (6) diente lateral V, (7) diente lateral VI, (8) diente lateral
VII, (9) diente lateral VIII.

de la siguiente. Los músculos laterales conectan el órgano subradular, el que se cree es un órgano
las placas con el pie (Kaas y Van Belle, 1985). del gusto. La rádula, envuelta por el saco radular,
da lugar posteriormente a la faringe, que recibe
las secreciones de las glándulas salivares. A con-
SISTEMA DIGESTIVO tinuación, la pared del tracto digestivo se expande
Durante la alimentación, los poliplacóforos ex- para formar divertículos laterales. Estas glándulas
tienden la parte anterior de la rádula y exponen faríngeas se abren en el esófago, que recorre una
corta distancia antes de separarse del estómago
por un esfínter. El estómago es un saco grande y
muscular, aunque flexible, y en gran medida con-
formado por los lóbulos de la glándula digestiva
circundantes. Dos bandas ciliadas corren lon-
gitudinalmente a lo largo de la pared dorsal del
estómago extendiéndose al intestino. El intestino
mide de 4 a 5 veces el largo del animal y se en-
cuentra enrollado. Una válvula divide al intestino
en anterior y posterior, este último termina en el
ano (Figura 8; Eernisse y Reynolds, 1994; Kaas y
Van Belle, 1985).

Sistema circulatorio
El intercambio gaseoso se produce en las
Figura 7. Esquema de la musculatura de los poliplacóforos branquias, las que se encuentran ubicadas en
(modificado de Kaas y Van Belle, 1985). (1) Músculos rectos, el surco paleal (Figuras 5 y 9). Mediante movi-
(2) músculos oblicuos, (3) músculo transverso, (4) músculos mientos sincronizados, los ctenidios forman una
laterales. corriente de agua, que ingresa en la parte ante-

123
Polyplacophora

Figura 8. A: Esquema del tracto digestivo de un poliplacóforo en vista dorsal (modificado de Kaas y Van Belle, 1985). B: Esquema
de la disposición de los órganos internos en vista lateral (modificado de Brusca y Brusca, 2003). (1) Boca, (2) glándula bucal, (3)
esófago, (4) glándula salivar, (5) rádula, (6) estómago, (7) entradas a la glándula digestiva, (8) glándula digestiva, (9) intestino an-
terior, (10) banda ciliada, (11) intestino posterior, (12) ano, (13) pericardio, (14) ventrículo, (15) arteria dorsal, (16) anillo nervioso,
(17) nervio pedal, (18) gónada, (19) gonoporo, (20) nefridio, (21) nefridioporo.

rior del surco paleal rica en oxígeno (corriente generalmente abren al ventrículo por uno o dos
inhalante), fluye hacia atrás y finalmente es ex- pares de ostiolos, se encuentran conectadas detrás
pelida posterior al ano empobrecida en oxígeno del ventrículo. La aorta dorsal prosigue anterior-
(corriente exhalante). El oxígeno es transportado mente sobre la gónada, emitiendo canales sanguí-
por la hemolinfa a los tejidos, a través del siste- neos a la gónada y a los músculos de la válvula,
ma circulatorio, asociado a una proteína respi- y se abre en el seno cefálico luego de pasar a tra-
ratoria llamada hemocianina. También presentan vés del diafragma. Este último es una partición
una pequeña proteína respiratoria llamada mio- vertical de tejido conectivo que separa la cabeza
globina asociada con las estructuras de la ali- del resto del cuerpo. La aorta emite varios senos
mentación (Kaas y Van Belle, 1985; Eernisse y longitudinales que se extienden posteriormente al
Reynolds, 1994). pie, las vísceras y el manto. En el pie, la sangre
El sistema circulatorio de los poliplacóforos venosa entra en varias lagunas para conectarse en
consiste en extensos senos hemocélicos, unos el seno medio longitudinal del pie. Posteriormen-
pocos canales principales y el corazón. Este úl- te, este seno envía a cada lado un seno branquial
timo, ubicado debajo de las placas VII y VIII, se aferente que, paralelo a la parte superior del surco
encuentra envuelto en el pericardio dorso-ven- paleal, emite ramas en todas las branquias. Luego
tralmente comprimido. Consiste en un ventrículo de la aireación, la sangre arterial es transportada
medio con forma tubular, una aurícula izquierda a través de los senos branquiales eferentes y sale
y una derecha. El ventrículo finaliza, en la parte a través de poros en las aurículas y desde aquí a
posterior, en un ciego; anteriormente, continúa través de los ostiolos en el ventrículo (Kaas y Van
en la aorta dorsal (Figura 8B). Las aurículas, que Belle, 1985; Eernisse y Reynolds, 1994).

124
Polyplacophora

gitudinales laterales y pedales (también llamados


sistema excretor ventrales; Figuras 8B y 10). Numerosas comisu-
Un par de nefridios se ubica a lo largo de la ca- ras ventrales conectan entre sí a los dos cordones
vidad visceral, en posición latero-ventral (Figura nerviosos pedales, que se extienden posterior-
9). Como producto de la ultrafiltración, los resi- mente en la parte media del pie y emiten numero-
duos en la hemolinfa son emitidos al pericardio. sas ramificaciones que inervan la musculatura del
Éste presenta dos poros renopericardinales que se pie y el tegumento ventral. Por encima del surco
abren anterolateralmente en los canales renoperi- paleal se encuentran los cordones nerviosos late-
cardinales. Estos canales continúan hacia la parte rales que, en algunas especies, se conectan con los
anterior en un canal nefridial principal, que con- cordones nerviosos pedales a través de comisu-
siste en un ancho tubo con numerosos divertículos ras. Las ramificaciones de los cordones nerviosos
laterales inervan las paredes laterales y dorsales
del cuerpo, el cinturón, los estetos, los nefridios,
las branquias y la gónada. El anillo buco-cerebral
también da lugar a dos comisuras bucales que se
conectan al ganglio bucal e inervan con los ór-
ganos anteriores del tracto digestivo (Kaas y Van
Belle, 1985).
Los órganos sensoriales que más se destacan en
los quitones son los estetos. Como se mencionó
antes, estos complejos de células nerviosas iner-
van con los cordones laterales, cuyas ramificacio-
nes entran al articulamento de las placas por las
hileras de hendiduras (Kaas y Van Belle, 1985).

Figura 9. Esquema en vista ventral de algunos órganos in-


ternos en un poliplacóforo (modificado de Kaas y Van Belle,
1985). (1) Boca, (2) canal nefridial, (3) gónada, (4) canal reno-
pericardinal, (5) gonoducto, (6) gonoporo, (7) poro renopericar-
dinal, (8) nefridioporo, (9) ano, (10) ctenidio, (11) aorta dorsal,
(12) ventrículo, (13) ostiolos, (14) aurícula, (15) pericardio.

fuertemente ramificados, que se extienden desde


el extremo anterior al posterior del pie, donde se
expande en un saco. Un uréter corto une este saco
con el nefridioporo, que es una abertura con for-
ma de papila ubicada en la pared interna del surco
paleal entre los ctenidios posteriores, por donde
se desechan los productos de la excreción (Kaas y
Figura 10. Esquema del sistema nervioso de un poliplacófo-
Van Belle, 1985).
ro (modificado de Kaas y Van Belle, 1985). (1) Anillo nervioso
buco-cerebral, (2) ganglio bucal, (3) comisura bucal ventral, (4)
Sistema nervioso ganglio subradular, (5) comisura bucal dorsal, (6) tejido conec-
tivo bucal, (7) tejido conectivo subradular, (8) cordón nervioso
Consiste en un anillo nervioso buco-cerebral, longitudinal lateral, (9) cordón nervioso pedal, (10) comisuras
del que salen los pares de cordones nerviosos lon- ventrales

125
Polyplacophora

con acrosoma conspicuo y cubierta de los oocitos


SISTEMA REPRODUCTOR sin proyecciones. Chitonida agrupa a las especies
Un par de primordios gonadales se fusionan que presentan placas con hileras de hendiduras
tempranamente en una única gónada en la mayo- sobre el articulamento, branquias adanales o aba-
ría de las especies de poliplacóforos. La gónada es nales, espermatozoides con acrosoma reducido y
una estructura lobulada ubicada en posición me- cubierta de los oocitos elaboradas. El suborden
dio-dorsal que se extiende, aproximadamente, en- Chitonina incluye a las especies que producen
tre las placas III y VI (Figuras 8B y 9). La super- oocitos con numerosas proyecciones delicadas,
ficie externa de la gónada está revestida por tejido bases de las proyecciones (también conocidas
muscular conectivo, mientras que la parte dorsal como placas) angostas y branquias de tipo adanal,
del epitelio interno es ciliado (epitelio germinal) mientras que las del suborden Acanthochitonina
y la parte latero-ventral está conformada por cé- presentan las cubiertas de los oocitos con proyec-
lulas gametogénicas y foliculares. Un par de go- ciones voluminosas (también llamadas cúpulas),
noductos se extienden lateralmente y se abren en bases de las proyecciones anchas y branquias de
los gonoporos, que se ubican en la parte posterior tipo abanal. Para un mayor detalle en la clasifica-
del surco paleal, por delante de los nefridioporos ción de los poliplacóforos se recomienda consul-
(Figura 5; Pearse, 1979; Strathmann y Eernisse, tar Sirenko (2006).
1987). Se conocen sólo dos especies del género
Nuttallochiton que presentan un par de gónadas.
Los quitones carecen de órgano copulador. En
Distribución geográfica
la mayoría de las especies, las gametas son emiti- Los poliplacóforos son un grupo exclusivamen-
das al agua, donde ocurre la fecundación. te marino y bentónico que se distribuye en todos
los mares del mundo, aunque la mayor biodiver-
sidad se encuentra en las aguas cálidas. Habitan
Sistemática tanto las zonas costeras intermareales como las
La taxonomía de los poliplacóforos se basó his- aguas profundas (Kaas y Van Belle, 1985). Ge-
tóricamente en las características de las placas, neralmente, viven adheridos a sustratos rocosos
las rádulas, los corpúsculos del cinturón, etc. En aunque también se los puede encontrar asocia-
los últimos tiempos, se han incluido en los estu- dos a macroalgas, como coralináceas, y sobre
dios filogenéticos algunos aspectos morfológicos grampones de algas pardas (clase Phaeophyceae)
adicionales como la ultraestructura de los ooci- (Zaixso, 1974; Otaegui y Zaixso, 1974; Kelaher
tos y del esperma, el mecanismo de fertilización y Cole, 2005).
y el ordenamiento de las branquias, además de La distribución de los poliplacóforos se ve
los análisis genéticos moleculares (Okusu et al., influenciada por los mecanismos de dispersión
2003). que adopta el grupo. La capacidad de dispersión
La clase Polyplacophora (sensu Sirenko, 2006) durante el período larval es limitada, ya que la
se divide en dos subclases: Paleoloricata y Lorica- mayoría de las especies conocidas tienen un de-
ta. El primero de ellos agrupa a los quitones cuyas sarrollo que involucra atravesar un estadío de
placas carecen completamente de articulamento, larva trocófora lecitotrófica relativamente cor-
e incluye únicamente especies fósiles. En los to (ver REPRODUCCIÓN Y DESARROLLO;
Loricata, por el contrario, el articulamento está Yearsley y Sigwart, 2011). Algunas macroalgas
siempre presente e incluye a especies actuales y laminariales, también llamadas kelps, constituyen
fósiles. En la subclase Loricata se reconocen dos uno de los medios de dispersión para los quito-
ordenes: Lepidopleurida (con un único suborden nes, ya que son conjuntamente transportados por
con representantes actuales: Lepidopleurina) y las corrientes oceánicas cuando se desplazan a la
Chitonida (que incluye a los subordenes Chitoni- deriva (Thiel y Gutow, 2005; Fraser et al., 2011).
na y Acanthochitonina). El hombre también ha favorecido la dispersión de
Los Lepidopleurida presentan, entre otras ca- especies de este grupo por transporte involuntario
racterísticas, placas con caracteres primitivos de larvas en aguas de lastre o en cultivos de bival-
(como la ausencia de hileras de hendiduras sobre vos comerciales, o incluso adultos en los cabos
el articulamento, ver más abajo), branquias ada- y cascos de embarcaciones (Wolff, 2005; Arias y
nales restringidas a la región posterior, esperma Anadón, 2013). Chaetopleura angulata, que tiene

126
Polyplacophora

una amplia distribución a lo largo del Atlántico se desarrollan las placas ocurre el asentamiento,
Sudoccidental, desde el Sur de Brasil hasta la mediante el cual el juvenil comienza su existencia
Patagonia, fue introducido por el hombre inicial- bentónica (Kaas y Van Belle, 1985; Strathmann y
mente en la Península Ibérica y posteriormente se Eernisse, 1987).
extendió a Portugal y el norte de España (Kaas y De las más de 900 especies de poliplacófo-
Van Belle, 1985). En un trabajo reciente, se repor- ros descritas hasta el momento sólo se conocen
taron dos nuevas especies de quitones (Chiton cu- unas 36 que incuban los huevos en el surco pa-
mingsii y Tonicia atrata, oriundas del extremo sur leal (Liuzzi y Zelaya, 2013). En algunas de ellas,
de América de Sur) introducidas en Europa (Arias la incubación implica retener en el surco paleal
y Anadón, 2013). a los embriones hasta liberar larvas trocóforas.
En otras, como en Leptochiton kerguelensis, He-
miarthrum setulosum, Ischnochiton stramineus y
Reproducción y Tonicia lebruni, la incubación es más prolongada
desarrollo alcanzando a albergar juveniles completamente
Los poliplacóforos son generalmente dioicos, desarrollados. Se conoce una única especie (Ca-
aunque se han registrado especies hermafroditas. lloplax vivípara, de Chile) que retiene juveniles
En el primer caso, machos y hembras, en forma completamente desarrollados dentro de la gónada
sincronizada, liberan sus gametas a través de los de la hembra (Plate, 1898).
gonoporos al agua, donde ocurre la fecundación. Son pocas las especies hermafroditas que se
En la mayoría de las especies los oocitos son li- conocen hasta el momento. Cyanoplax fernaldi y
berados al mar de manera independiente, como C. caverna, dos especies de las costas de América
sucede en Plaxiphora aurata y Chaetopleura isa- del Norte, son hermafroditas simultáneos capaces
bellei, aunque también se conocen especies que de autofecundarse e incubar sus huevos en el sur-
forman agregados en masas gelatinosas adheridas co paleal (Strathmann y Eernisse, 1987; Eernisse,
al fondo. 1988).
Una vez producida la fertilización, los huevos En los últimos tiempos, se ha hecho hincapié en
sufren un clivaje espiral dando lugar a larvas la importancia de conocer los aspectos reproducti-
trocóforas lecitotróficas, que luego de un cor- vos de los poliplacóforos, como la ultraestructura
to período de vida libre nadadora comienzan la de los huevos, de los espermatozoides y el modo
metamorfosis con un achatamiento dorso-ventral de fertilización. Estas características, entre otras
(Figura 11). En esta instancia aparecen, en posi- como la morfología y arreglo de las branquias,
ción dorsal, los primeros 7 surcos transversales han permitido redefinir las relaciones filogené-
y posteriormente el octavo, representando los si- ticas del grupo (Hodgson et al., 1988; Sirenko,
tios donde se formarán las placas. Una vez que 1993; Buckland-Nicks, 2008).

Figura 11. Esquema de la metamorfosis de un poliplacóforo desde larva trocófora hasta juvenil (modificado de Brusca y Brusca,
2003).

127
Polyplacophora

Los oocitos están cubiertos por la membrana da, la cubierta de los oocitos es desnuda y gruesa.
vitelina y una cubierta ornamentada, cuya morfo- Al comparar la forma de las proyecciones entre
logía varía en las distintas especies, y comparten especies estrechamente relacionadas (por ejemplo
patrones básicos similares cuanto mayor sea el del mismo género) con estrategias reproductivas
parentesco. Tanto el propio oocito como las célu- diferentes (incubadoras vs. no incubadoras) se
las foliculares que lo rodean participan en la for- observa que las primeras presentan proyecciones
mación de la cubierta, constituida de mucopolisa- reducidas o distalmente curvadas (Figura 12B),
cáridos y proteínas (Eernisse y Reynolds, 1994). fenómeno que podría interpretarse como una
Las cubiertas están formadas por placas (también adaptación para retener un mayor número de hue-
llamadas bases) que pueden llevar, o no, proyec- vos en el surco paleal (Eernisse, 1988; Liuzzi y
ciones (Figura 12). Zelaya, 2013). Los espermatozoides de cada es-
En el caso de las especies del orden Chitoni- pecie también tienen una morfología única, pu-
da, las del suborden Chitonina se caracterizan diendo reconocerse similitudes entre especies del
por presentar proyecciones delicadas, elongadas, mismo suborden o la misma familia (Hodgson et
espiniformes y placas angostas, mientras que las al., 1988).
del suborden Acanthochitonina llevan cúpulas
grandes y placas anchas (Sirenko, 2006). Existen
al menos dos mecanismos de fertilización en los
Ecología
Chitonina. En uno de ellos, las placas que for- Los poliplacóforos habitan en los más diversos
man la cubierta, o las bases de las proyecciones, ambientes marinos, desde las zonas costeras in-
presentan poros a través de los que ingresan los termareales hasta las llanuras abisales. También
espermatozoides, como en Ischnochiton stra- se han registrado representantes de este grupo
mineus y Chaetopleura isabellei (Ituarte et al., restringidos a ambientes extremos, como fuentes
2010; Liuzzi y Zelaya, 2013), mientras que en el hidrotermales y afloramientos de metano (Saito et
otro, la cubierta tiene sobre la superficie una capa al., 2008; Schwabe y Sellanes, 2010) o viviendo
densa y continua que es digerida por el esperma. sobre madera sumergida o huesos de ballenas y
Dentro de los Acanthochitonina, algunas espe- alimentándose de ellos (Sirenko, 2004; Schwabe
cies tienen cúpulas permanentemente abiertas por y Sellanes, 2004).
donde ingresa el esperma, mientras que en otras Las especies litorales viven sobre sustratos ro-
las cúpulas están cerradas y el esperma entra a cosos, se alimentan principalmente de algas y sus
través de los microporos ubicados entre las placas períodos de alimentación están condicionados a
(Buckland-Nicks, 2008). En Leptochiton asellus, las pleamares (Brandani et al., 1974; Kaas y Van
un representante europeo del orden Lepidopluri- Belle, 1985). Dethier y Duggins (1984) recono-

Figura 12. Fotografías obtenidas con microscopio electrónico de barrido. A: Oocito emitido al agua de Chaetopleura isabellei; B:
huevo del quitón incubador Ischnochiton stramineus. (1) placas de la cubierta, (2) proyecciones.

128
Polyplacophora

cieron al quitón Katharina tunicata como el her- expuestas al sol o al embate de las olas.
bívoro dominante del intermareal rocoso de la isla En algunas especies costeras se ha encontrado
San Juan (Washington) y el mayor determinante que los individuos de las tallas más pequeñas se
de la estructura comunitaria. Aunque este polipla- disponen en lugares específicos del ambiente, ge-
cóforo, de gran talla, prefiere alimentarse de una neralmente de menor estrés, mientras que los de
macroalga específica (del género Hedophyllum) tallas mayores se ubican en las zonas más expues-
su dieta también incluye otras algas (diatomeas tas. Esta disposición de los individuos se conoce
y coralináceas articuladas) e invertebrados como como segregación espacial por tamaños (Branda-
poríferos, lapas, poliquetos y briozoos. Los estu- ni et al., 1974; Otaíza y Santelices, 1985).
dios de contenidos estomacales de las especies del Es habitual que los poliplacóforos lleven orga-
litoral argentino también reflejan este tipo de há- nismos viviendo sobre sus placas, e incluso sobre
bito alimentario, donde el mayor componente de el cinturón (epibiontes). En un estudio llevado a
la dieta es algal aunque se hallan con frecuencia cabo en el litoral de Mar del Plata, se reconoció
espículas de esponjas y restos de briozoos (Bran- sobre el quitón C. isabellei cianobacterias, diato-
dani et al., 1974). Las especies de aguas profun- meas y protozoos mientras que sobre P. aurata se
das pueden alimentarse de poríferos, hidrozoos observaron varias especies de macroalgas e inver-
o corales aunque la mayoría de las especies del tebrados (Brandani et al., 1974).
género Leptochiton se alimentan de pequeños or- Algunas especies son conocidas por presentar
ganismos como diatomeas, radiolarios, foraminí- comportamiento de regreso al refugio (homing be-
feros, larvas de crustáceos y de poliquetos, y par- haviour), retornando a la depresión que ocupan en
tículas orgánicas depositadas en los sedimentos la roca al finalizar sus actividades de alimentación
del fondo (Kaas y Van Belle, 1985). (Glynn, 1970). La especie indo-pacífica Acantho-
Los poliplacóforos son un importante eslabón pleura gemmata, además de regresar al refugio,
en las cadenas tróficas por ser consumidores pri- lo defiende agresivamente de otros quitones que
marios y el alimento de numerosas especies de pretendan invadirlo (Chelazzi et al., 1983).
peces (Randall, 1967; Chelazzi et al., 1983).
Es sabido que los poliplacóforos presentan foto-
tactismo negativo y durante los períodos de luz se
Importancia económica
refugian en lugares relativamente sombríos (Ome- Poblaciones humanas nativas de las Antillas,
lich, 1967). No obstante, algunas especies pueden Bermudas, República Dominicana y Panamá se
tolerar la luz y desarrollar ciclos de actividad diur- alimentan de algunas especies de poliplacóforos
na. Brandani y colaboradores (1974) hallaron que como Acanthopleura granulata y Katharina tuni-
era común encontrar a Plaxiphora aurata en am- cata (Glynn, 1970; Kaas y Van Belle, 1985). Por
bientes rocosos expuestos al oleaje y al sol, aunque otro lado, una fuente de alimento común y tradi-
había cierta preferencia por los lugares protegidos cional de las poblaciones nativas de las costas de
como grietas y oquedades. Sin embargo, Chaeto- Alaska es el quitón Cryptochiton stelleri, que lle-
pleura isabellei no fue hallada en las superficies ga a mediar 33 cm y alcanza a pesar 800 g.

129
Polyplacophora

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131
GASTROPODA
Juliana Giménez
y Maria E. Torroglosa

INTRODUCCIÓN tallas microscópicas a gigantescas como Adelo-


melon beckii, un volutido del Mar Argentino, de
La clase Gastropoda es la más numerosa de las hasta 40 cm de longitud de concha (Arrighetti et
clases de moluscos, con más de 100 mil especies al., 2011). En el mar, los gasterópodos son comu-
existentes, siendo así el grupo más exitoso y di- nes tanto en las zonas del litoral y en las grandes
verso dentro de los moluscos. profundidades, incluso hay formas pelágicas.
Esta clase, se caracteriza generalmente por te-
ner una conchilla simple, a menudo en espiral, en
algunos se ha reducido o inclusive se ha perdido.
Morfología
El estudio de los gasterópodos ha llevado al La descripción morfológica de los gasterópo-
desarrollo de investigaciones relacionadas con dos, abarca estructuras rígidas, como la conchilla
distintas ramas de la biología, ecología, embrio- y la rádula, que constituyen caracteres de impor-
logía, sistemática, evolución, genética, fisiología, tancia taxonómica, y partes blandas de la masa
así como también otros aspectos aplicados como visceral.
la acuicultura y las pesquerías. La conchilla es secretada por la epidermis, esta
La biología reproductiva de los gasterópodos constituida por carbonato de calcio. Protege la
proporciona valiosa información para las men- masa visceral, y partes blandas como el pie y la
cionadas ramas de la biología, y por sobre todo cabeza. En algunos casos, esta conchilla puede
para las áreas relacionadas con la pesca. Desde el estar recubierta por un pliegue de la epidermis,
punto de vista ecológico, es también importante la adquiriendo una posición interna. La conchilla
información que aporta el conocimiento de los ci- puede tener forma cónica, o enroscada en forma
clos de vida, la energía invertida en reproducción, de espiral. El enroscamiento de la conchilla, para
la biología larvaria y la capacidad de dispersión, generar el espiral, es independiente de la torsión
así como también los factores que afectan al re- que sufre la masa visceral. La parte mas antigua
clutamiento. de la conchilla, se produce durante el desarrollo
Los moluscos y mas específicamente los gas- larval y se denomina protoconcha. Cada una de
terópodos, presentan la más amplia gama de va- las vueltas recibe el nombre de anfracto (Figura
riedades y de estrategias reproductivas dentro 1). La última vuelta contiene a la abertura por la
del Reino Animal. La enorme diversificación que que asoma el pie. La conchilla puede presentar
sufrió el grupo de los moluscos y la conquista de formaciones (cordones, láminas, espinas) que so-
nuevos hábitat y modos de vida se vio posibilitada bresalen de manera más o menos regular, deno-
por el desarrollo de nuevos modos y estrategias minadas ornamentaciones. La conchilla esta recu-
reproductivas, como la adquisición de la fecun- bierta por una capa proteica, llamada periostraco.
dación interna, el hermafroditismo, el desarrollo Esta capa presenta grosor, consistencia y color
de nuevos tipos de cubiertas de protección para variable en los distintos grupos.
los embriones, la adición de nutrientes intra o ex- La rádula, es una estructura rígida, que asemeja
traembrionarios, o la aparición de diversos tipos una cinta con numerosos dientes. Interviene en la
de cuidado parental. alimentación. El desarrollo de técnicas de micros-
En los gasterópodos la concha, cuando está pre- copia electrónica, ha dado lugar a una herramienta
sente, siempre es de una sola pieza y puede ser fundamental en el estudio de la morfología de la
enrollada o desenrollada. Los gasterópodos mari- rádula. El número y la morfología de los dientes
nos tienen una amplia variedad de tamaños, desde son caracteres de importancia taxonómica a nivel

133
Gastropoda

Figura 1: Conchillas: A: Conchilla fusiforme, características morfológicas. B: conchilla globosa. C: conchilla triangular, vista late-
ral. D: conchilla triangular, vista dorsal.

específico y a niveles superiores, la diversidad es ro Conus. La rádula nematoglosa es propia de la


amplia e inclusive algunos no poseen rádula en el familia Cancelarioidea que incluye especies que
estado adulto. parasitan peces. Consiste en una rádula constitui-
La morfología de la rádula está asociada a los da por un solo diente, que actúa como una aguja,
hábitos alimenticios. Las especies carnívoras permitiendo el pasaje de sangre y otros fluidos al
presentan rádulas con pocos dientes, que suelen interior de la cavidad bucal. La rádula docoglosa,
ser diferentes entre si, y en los herbívoros, las característica de los herbívoros, tiene tres pares
rádulas tienen numerosos dientes similares entre de dientes laterales y un par de dientes marginales
si (Meirelles y Matthews-Cascon, 2003). Las rá- (Brusca y Brusca, 2003). El tamaño de la rádula,
dulas que presentan siete tipos de dientes (dos también esta relacionado con la dieta, los carnívo-
marginales y un lateral a cada lado y un diente ros presentan rádulas mas cortas que los herbívo-
central reciben el nombre de tenioglosas. La di- ros (Meirelles y Matthews-Cascon, 2003).
versidad en la morfología y número de dientes, a
partir de este modelo, da lugar a diferentes tipos
radulares. En particular, en las especies carnívo-
Anatomía
ras, es posible encontrar una amplia variedad de En lo que respecta a la caracterización ge-
rádulas. La rádula raquiglosa, presenta un diente neral de la anatomía de las partes blandas. Los
central o raquídeo que puede tener una o más cús- gasterópodos generalmente tienen en la posición
pides, pueden tener dientes laterales y alcanzar un ventral, un pie simple que les permite despla-
total de tres dientes (Figura 2). Este tipo radular es zarse, es una de las principales características y
característico de los Neogastropoda. La denomi- da origen al nombre del grupo. Sobre el pie, se
nada rádula de tipo toxoglosa, presenta un diente encuentra la masa visceral. Durante en desarro-
alargado similar a un arpón que permite inyectar llo embrionario, la masa visceral de los gasteró-
veneno en las presas y es característica del gene- podos sufre una torsión. Como consecuencia de

134
Gastropoda

so. La corriente exhalante de agua se lleva los


desechos.
La circulación es abierta, el corazón consta de
un ventrículo y una aurícula y está en la porción
anterior como consecuencia de la torsión la masa
visceral. Del ventrículo sala una aorta posterior
que irriga la masa visceral y una aorta anterior
que irriga cabeza y pie. La sangre que recorre
senos sanguíneos es reunida en una vena, que
atraviesa el riñón y posteriormente ingresa al cir-
cuito braquial. Los órganos excretores o riñones
son estructuras tubulares, puede haber uno o dos.
Figura. 2. Fotografía de la rádula de tipo raquiglosa de Adelo- Son sacos ciegos, y los poros excretores, por los
melon beckii, con un diente central con tres cúspides. Escala que se eliminan los desechos se encuentran en la
200 micrones. Tomado de Arrighetti, 2009. cavidad del manto. En cuanto a la reproducción,
los sexos suelen ser reparados, aunque hay espe-
la torsión, la boca y el ano de estos organismos cies hermafroditas. La gónada suele encontrarse
están ubicados en la porción anterior. En algu- en el extremo de la espira (extremo posterior del
nos grupos como los opistobranquios existe un animal), en contacto con la glándula digestiva. La
proceso de detorsión secundario. En la porción fecundación es interna y hay una serie de estruc-
anterior, la cabeza suele presentar tentáculos con turas que permiten la transferencia y recepción de
órganos sensoriales, un sifón inhalante y una pro- gametas. En los machos el testículo desemboca
bóscide. La epidermis suele presentar un pliegue en un conducto deferente que termina en un pene.
denominado manto, que secreta la conchilla y a En las hembras suele haber una serie de glándulas
su vez constituye el sifón inhalante. El sifón in- y asociadas al oviducto, como la glándula del al-
halante permite incorporar agua, generando una bumen y de la capsula y otras modificaciones del
entrada para la corriente de agua. En el extremo oviducto, como la bursa copulatriz, que es un en-
anterior de la probóscide está la cavidad oral y sanchamiento del oviducto en la porción terminal.
dentro se encuentra la rádula. La rádula descansa Esta descripción general se puede ver modificada
sobre un cartílago de nominado odontóforo. La a diferentes niveles taxonómicos (Figura 3).
contracción de los músculos del odontóforo per-
mite que la misma se desplace de adelante hacia
atrás y viceversa. En la porción posterior de la
Sistemática
boca, desembocan glándulas salivales, están son Hace más de doscientos años Cuvier (1798)
las encargadas de producir secreciones que lu- realizó la primera descripción de la clase Gastro-
brican la rádula y envuelven a las partículas de poda. Actualmente la clasificación de los gasteró-
alimento. En algunos especies de caracoles puede podos más moderna es la propuesta por, Ponder y
haber glándulas de Leiblein, que producen neuro- Lindberg (1997), sobre la base de la comparación
toxinas y les permiten capturar presas (Modica y de la información de 117 caracteres morfológicos
Holford, 2010). El alimento es conducido por el para establecer con certeza la relación entre los
esófago hacia el estomago. El estomago presenta diferentes grupos. De esta manera pudieron re-
diferentes regiones, divertículos y ciegos. Y esta construir un árbol filogenético, que reúne a todos
comunicado con la glándula digestiva. La diges- los grupos de gasterópodos conocidos. Sumado a
tión extracelular e intracelular puede ocurrir en el los caracteres que tradicionalmente se consideran
estomago y/o en la glándula digestiva, eso varia en estudios taxonómicos (rádula, concha, pie, sis-
en los diferentes grupos. El intestino, participa tema nervioso entre otros), en ese relevamiento
principalmente de la formación de las heces y se incluyeron estudios sobre la musculatura de la
termina en el ano. Este último suele desembocar masa bucal y la probóscide, el estomago, el desa-
en una cavidad presente entre el manto y la masa rrollo de la rádula y el estudio ultraestructural de
visceral, denominada cavidad del manto o cavi- los espermatozoides. Este último es considerado
dad paleal. En la cavidad paleal, se encuentran por los autores como uno de los caracteres más
las branquias y allí ocurre el intercambio gaseo- robustos del análisis.

135
Gastropoda

Los gasterópodos se pueden clasificar en Cae- familia Volutidae Rafisnesque, 1815: Adelomelon
nogastropoda, Vetigastropoda, Neritimorpha y ancilla y Zidona dufresnei son especies de gran
Heterobranchia. tamaño, con conchilla fusiforme, ornamentadas
El grupo más diverso es el de los caenogas- con líneas de crecimiento y carecen de opérculo.
tropodos. Este grupo esta representado en el At- La familia Muricide Rafinesque, 1815, incluye
lántico Sur por numerosas familias y especies. a la especie Trophon geversianus (presenta una
Presentan morfologías diversas, se distribuyen a distribución muy amplia, una gran diversidad en
diferentes profundidades en toda la plataforma cuanto a la morfología de su conchilla espiralada,
continental y algunos inclusive, son objetivos de con diferentes ornamentaciones y con opérculo
pesquerías artesanales. (Pastorino, 2005). La familia Nassariidae Iredale,
Dentro de los caenogastropodos del Atlántico 1916, incluye especies que habitan el submareal
Sur, podemos citar especies de la familia Calyp- (5 - 15 metros de profundidad), miden entre 5 y 10
traide Lamarck, 1809, como Trochita pileolus, centímetros de largo. Su conchilla es espiralada,
Trochita pileus y Crepidula argentina, especies globosa, con opérculo y pueden presentar orna-
de tamaño pequeño, conchilla cónica, hermafro- mentaciones. Especies como Buccinanops glo-
ditas e incubadores. Dentro de los caenogastro- bulosus Buccinanops monilifer que presenta es-
podos se encuentra el grupo neogastropoda. Los pinas en los dos últimos anfractos y Buccinanops
Neogastropodos están representados en el At- cochlidium se distribuyen en la costa bonaerense
lántico Sur por numerosas familias. Dentro de la y norte de la Patagonia. La familia Buccinulidae
incluye organismos con conchilla fusiforme, es-
piralada, puede presentar ornamentaciones y con
opérculo, como Pareuthria powelli entre otras.
Los Vetigastropoda comprenden a los fisureli-
dos, trochidos y caliostomas entre otros. Los fisu-
relidos o fisurelas, son organismos con conchillas
cónicas reducida con una perforación superior, o
foramen. Otras especies del grupo, carecen de fo-
ramen, son animales pequeños con una conchilla
helicoidal con forma de trompo, abertura globosa,
opérculo corneo y pueden presentar cordones en
la conchilla como ornamentación como es el caso
de Calliostoma coppingeri de la familia Callios-
tomatidae Thiele, 1924. Otras familias represen-
tadas en el Atlántico Sur, incluyen a Tegula pata-
gonica , de la familia Trochidae Rafinesque, 1815
y dentro de las fisurelas, la familia Fissurellidae
Flemimg, 1822, representada por Fissurella pa-
tagonica.
Dentro de los Neritimorpha, se encuentran es-
pecies marinas tropicales y subtropicales, espe-
cies terrestres y dulceacuícolas. Están represen-
tados por un número reducido de familias. Pre-
sentan conchilla de formas variadas, esta pueden
ser cónica e inclusive puede estar ausente. De la
familia Neritidae, la especie Nerita peloronta ha
sido citada para el mar Caribe y Nerita chilensis
Figura 3: Esquema de la anatomía general de un Caenogastro- citada para el Pacifico Sur. Presentan conchilla
poda macho. a: ano; b: boca; br: branquia; dg: glándula diges- con forma de espiral de dimensiones pequeñas y
tiva; ds: ductos salivales; gl: glándula de Lieblein; gp: glándula cordones a modo de ornamentaciones.
prostática; gs: glándulas salivales; gsa: glándulas salivales Finalmente dentro de los heterobranquios, se
accesorias; m: manto: o: osfradio; op; opérculo; p: pie; pr: encuentran gasterópodos de morfologías diver-
probóscide; s: sifón; t: testículo (modificado de Ponder, 1998) sas. Desde organismos pequeños que habitan el

136
Gastropoda

intermareal, hasta los opistobranquios o babosas do, tanto mundialmente así como en el Atlántico
de mar. El heterobranquio, mas conocido en la Sudoccidental. Asociados a diferentes sustratos, y
costa del Atlántico Sur es Siphonaria lessoni de profundidades es posible encontrar representantes
la familia Siphonariidae, gasterópodo pulmonado de los principales grupos a lo largo de toda la cos-
con conchilla de forma cónica, que carece de fo- ta. Las diferentes condiciones físicas, geográficas
ramen y es herbívoro (Adami, 2008). Los opisto- y climáticas sobre la plataforma, permiten reco-
branquios, son gasterópodos que tienen su con- nocer dos regiones biogeográficas denominadas
chilla reducida, cubierta por el manto, o ausente. provincia Argentina y provincia Magallánica. La
Pueden presentar opérculo. En el estado adulto, provincia Argentina abarca latitudinalmente, des-
no presentan la torsión típica de los gasterópodos, de los 30-32º S hasta los 41-44º S, y desde la costa
sufren detorsión secundaria, lo que les confiere hasta los 90 metros de profundidad. La provincia
una simetría bilateral secundaria. Son hermafro- Magallánica, se extiende desde Península Valdés,
ditas y en su mayoría bentónicos. En la porción en la provincia de Chubut, hasta Tierra del Fuego
anterior suelen presentar un par de tentáculos y y hacia el norte, rodea externamente a la provin-
rinóforos que son quimioreceptores. En el Atlán- cia Argentina. La provincia Argentina se caracte-
tico Sur, habitan diferentes especies, tanto en el riza por tener fondos arenosos y aguas templadas,
intermareal como en profundidad (Figura 4). mientras que en la provincia Magallánica, los
Los gasterópodos son un grupo muy diversifica- fondos son de piedra y la temperatura del aguas

Figura 4: Gasterópodos del mar Argentino. Representantes de los principales grupos de caenogasteropodos. A. Zidona dufresnei
B. Trophon geversianus C. Adelomelon ancilla D. Buccinanops monilifer E. Trochita pileus F. Marginella warrenii. G Natica sp.
Barra de escala: A y C= 30 mm; B= 20 mm; D-G = 10 mm.

137
Gastropoda

es menor. La distribución de la fauna bentónica provincia Magallánica (Lince, 1999). Dentro de


es característica para cada región biogeográfica, los heterobranquios, el representante mas conoci-
aunque es posible encontrar especies presentes en do en la costa del Atlántico Sur es Siphonaria les-
ambas provincias en la zona de transición (Balech soni de la familia Siphonariidae. Su distribución
y Ehrlich, 2008). Dentro de los caenogastrópodos, abarca la costa de la provincia de Buenos Aires,
para el Mar Argentino, podemos citar especies de donde se la encuentra en el intermareal rocoso su-
la familia Calyptraeidae, como Trochita pileolus, perior y medio (Adami, 2008).
Trochita pileus y Crepidula argentina entre otras. Los opistobranquios están representados por
Estas especies están a lo largo de toda la costa, numerosas familias, su distribución abarca prin-
asociadas a sustratos duros, suelen formar parte cipalmente la provincia Magallánica. Dentro de
de la fauna de los bancos de vieiras entre los 20 y la familia Chromodorididae Bergh, 1891. La es-
100 metros de profundidad (Linse, 1999). pecie Tyrinna nobilis presenta una distribución
Los neogastropodos mas representativos perte- acotada a la provincia Magallánica al igual que
necen a la familia Volutidae: comprendida entres Diaulula punctuolata de la familia Discodoriidae
otros por las siguientes especies: Adelomelon an- (Muniain et al 1996; Valdes y Muniain, 2002). Y
cilla y Zidona dufresnei. A. ancilla, se encuentra a de la familia Dorididae Rafinesque, 1815, la espe-
la altura de la provincia de Buenos Aires, y a una cie Doris fontainei que se encuentra en ambas re-
profundidad de 100 metros, y la misma especie giones biogeografícas (Valdés y Muniain, 2002).
puede encontrarse de 5 a 10 metros en aguas
patagónicas hasta el canal del Beagle. Se distri-
buye en ambas provincias biogeografías, pero a
REPRODUCCIÓN Y
diferentes profundidades. Esto es consecuencia
DESARROLLO
de las características propias de cada región. La La reproducción es el fenómeno por el cual una
familia Muricide, incluye a la especie Trophon especie se perpetúa en el tiempo, y la población
geversianus entre otras. Esta especie presenta de la misma puede aumentar en un momento de-
una distribución muy amplia, en aguas someras y terminado. En la mayoría de los casos la actividad
hasta los 100 metros de profundidad (Pastorino, sexual reproductiva es un evento cíclico dentro de
2005). El genero Ximenopsis esta representado un individuo (Giese y Pearse, 1974). Los ciclos
por numerosas especies, de tamaño pequeño cuya reproductivos incluyen la sucesión de una serie
distribución se acota a la provincia Magallánica de eventos en los organismos de una determinada
(Pastorino, 2000). La familia Nassariidae incluye población. En individuos que han completado el
especies que habitan el submareal. Buccinanops estadio juvenil, tales eventos incluyen; la prolife-
globulosus presenta una amplia distribución, ración de células goniales (activación de la game-
desde la costa de Uruguay hasta la provincia de togénesis), la diferenciación y crecimiento de las
Santa Cruz, de aguas costeras hasta los 10 metros gametas, y el desarrollo de los comportamientos
de profundidad, generalmente en fondos arenosos reproductivos asociados a la cópula o la libera-
(Narvarte, 2006). Buccinanops monilifer se dis- ción de gametas.
tribuye desde Río de Janeiro, Brasil, hasta Golfo En el proceso reproductivo pueden identificarse
San Matías, Argentina (Pastorino, 1993). Es una componentes endógenos, inherentes al sistema y
especie muy común entre los 5 y 15 metros de exógenos representados por distintos factores am-
profundidad en fondos arenosos. La distribución bientales que funcionan como agentes modulado-
de Buccinanops cochlidium abarca desde Río de res de los componentes endógenos. Las caracte-
Janeiro, Brasil, hasta la provincia de Chubut, en rísticas reproductivas particulares de una especie
aguas poco profundas entre 5 y 55 metros en fon- o de una población son el resultado de una inte-
dos arenosos o fangosos (Penchaszadeh, 1971; racción particular entre los factores endógenos
Rios, 1994; Averbuj et al., 2012). y exógenos. Entre los factores moduladores más
Los Vetigastropoda, incluyen a familias de cara- estudiados se encuentra la temperatura. Estos fac-
coles con un rango de distribución amplia. Tegula tores pueden determinar tanto la periodicidad o la
patagonica, de la familia Trochidae Rafinesque, extensión del periodo reproductivo de la especie.
1815 con distribución en la provincia Magalláni- La modulación del evento reproductivo a través
ca. Fisurelas, de la familia Fissurellidae, represen- de los factores exógenos trae aparejado la optimi-
tada por Fissurella radiosa también citada para la zación de la supervivencia de la progenie (Giese

138
Gastropoda

y Pearse, 1974). El conocimiento de los ciclos el ovario a lo largo de la masa visceral. En los
reproductivos es un componente básico para cual- gasterópodos más primitivos el ovario esta co-
quier análisis de la dinámica poblacional de los nectado con el nefridio derecho y las gametas
gasterópodos (Underwood, 1979; Branch, 1981). son evacuadas al agua por vía del nefridioporo
Estos tienen generalmente en cuenta el estudio derecho. En los neogastrópodos el ovario se abre
histológico de la gónada, la frecuencia y momen- dentro de la cavidad paleal, a través de un duc-
to de la puesta, así como la edad reproductiva. to. Generalmente depositan uno o varios huevos
Los Gasterópodos presentan en su mayoría dentro estructuras que engloban además el fluido
reproducción sexual (Webber, 1977). Probable- intracapsular. Estas estructuras denominadas cáp-
mente los moluscos más primitivos eran marinos, sulas, pueden presentar algún tipo de escultura
gonocóricos y expulsaban sus gametos al agua, más o menos compleja, muy características de
donde tenía lugar la fecundación (Jong-Brink et cada especie y son producidas en la parte distal
al., 1983). Este modo primitivo de reproducción del oviducto paleal y son modeladas o manipula-
todavía se encuentra en algunos grupos de molus- das con el pie. Estas estructuras son resistentes, y
cos. Casi todos aquellos que muestran este tipo permiten la supresión de una fase larvaria de vida
de reproducción suelen tener una gónada grande libre y los juveniles eclosionan en forma reptante
y producen un elevado número de oocitos de pe- como adultos en miniatura. La mayor parte de los
queño tamaño. En el ovario, los oocitos son ro- gasterópodos son gonocóricos. En algunos, como
deados por un material albuminoso y todo ello las lapas, la fecundación puede ser externa.
es envuelto por una fina membrana transparente. Se conocen los ciclos reproductivos de varias
El conjunto de oocitos puede ser englobado a su especies de caracoles marinos, la mayoría perte-
vez por una sustancia mucilaginosa. Esta serie de necen al grupo de los arqueogastrópodos y dentro
envolturas puede ser atravesada por los esperma- de estos la familia Haliotidae, que muestra patro-
tozoides poco después de haber sido liberados, nes reproductivos diferentes entre las diferen-
produciéndose la fecundación. Al momento de tes especies y aun dentro de una misma especie.
eclosión generalmente se encuentra en el estadio (Boolootian et al., 1962; Newman, 1967; Poore,
de larva trocófora o velígera, de vida libre. La efi- 1973; Shepherd y Laws, 1974; Hayashi, 1980;
ciencia de este tipo primitivo de reproducción es, Sainsbury, 1982) Entre los neogastrópodos, exis-
por lo general, muy baja, ya que muy pocos son ten numerosos trabajos que han examinado varios
los embriones que llegan a eclosionar, y, el por- aspectos reproductivos, y la familia Buccinidae,
centaje de larvas que alcanza la metamorfosis y es una de las más estudiadas, en cuanto al com-
logra asentarse, es bajo. portamiento y el ciclo reproductivo de varias po-
Los Neogastropoda reúnen a los gasterópodos blaciones de mares del hemisferio norte (Pearse
mas avanzados, y todos sus miembros poseen fe- y Thorson 1967; Martel et al., (1986) Kideys et
cundación interna (Hyman, 1967; Fretter y Gra- al., (1993) (Valentinsson, 2002). La familia Nas-
ham, 1962). La fecundación ocurre antes del agre- saridae, comprende entre otros a el genero Bucci-
gado de materiales nutritivos suplementarios y de nanops, nombrado así, por d’Orbigny en su viaje
la construcción de la ovicápsula alrededor de los por la Patagonia argentina en 1827. d’Orbigny da
huevos. Los espermatozoides deben ser transferi- el nombre de Buccinanops al genero caracteriza-
dos o depositados en la región del oviducto pre- do por la falta de ojos, y dada la similitud con el
cediendo a las áreas secretoras. Sin embargo, los género europeo Buccinum, que literalmente signi-
espermatozoides son generalmente depositados y fica “Buccino sin ojos”.
acumulados en la parte terminal de la bursa copu- En el mar Argentino, los volútidos representan
latrix, en la región terminal del ducto femenino un grupo ampliamente estudiado. Giménez y Pen-
(Fretter, 1941; Houston, 1976). La organización chaszadeh (2002) describen el ciclo reproductivo
del sistema genital femenino en los neogastro- de Zidona dufresnei, una especie de aguas tem-
podos es bastante uniforme a lo largo de todo el pladas, con un desove que comienza en la prima-
grupo, con algunas diferencias en la localización vera continuado hasta fines del verano. El periodo
del receptáculo seminal, la bursa copulatrix o la reproductivo en la especie muestreada en el área
presencia o ausencia de alguna de esas estructu- de Mar del Plata, se extiende desde octubre hasta
ras. El sistema genital femenino generalmente marzo. Durante el verano, el estado avanzado de
consiste en un simple tubo que se extiende desde desarrollo gonadal y desove predomina en la po-

139
Gastropoda

blación adulta. En otoño las gónadas se encontra- ECOLOGÍA


ron bajo el estado atrésico pasando por un periodo ALIMENTACIÓN
de recuperación durante el invierno, llegando a la
primavera con una nueva evacuación de las game- Los hábitos alimentarios de los gasterópodos
tas. En machos el índice gonadosomático y en las son tan variados como sus formas y hábitats, pero
hembras la proporción de oocitos vitelogénicos todos incluyen asociaciones anatómicas, modifi-
muestra un marcado decrecimiento entre octubre caciones de la rádula y adaptaciones fisiológicas
y marzo, indicando una evacuación de gametas. (e.g. Taylor et al., 1980, Taylor y Miller, 1989,
En los volutidos de aguas norpatagonicas, Bigatti Taylor 1996, Kohn et al., 1997, Morton y Chan,
et al. (2008) describen el ciclo reproductivo de 1997, Morton y Britton, 2002, Dietl et al., 2004).
Odontocymbiola magellanica y Penchaszadeh et La mayoría de los neogastrópodos son carnívoros
al. (2009), describen el ciclo reproductivo y pues- y carroñeros. Utilizan la rádula y la musculatura
ta en Adelomelon ancilla, en ambas especies las pedal (Taylor et al., 1980, Barco et al., 2010) para
etapas de desarrollo de las gametas ocurren entre capturar sus presas.
julio y noviembre, y se alcanzan a un máximo del La depredación de los gasterópodos comprende
fotoperíodo. La oviposición se observa en el mes una serie de comportamientos complejos, inclu-
de marzo, cuando la temperatura del agua llega yendo la búsqueda, captura, inmovilización, la
a un máximo de 18 °C. Averbuj y Penchaszadeh penetración de la presa y, finalmente la ingestión
(2010) describen el ciclo reproductivo en el na- (Taylor et al., 1980).
sarido Buccinanops cochlidium en aguas norpa- Averbuj et al. (2012) estudiaron el comporta-
tagónicas y para el olivido Olivancillaria desha- miento alimentario del nassarido Buccinanops co-
yesiana se estudiaron los periodos de desove a lo chlidium en aguas patagónicas, un caracol carní-
largo de casi todo el año (Teso et al., 2012), se voro que se alimenta principalmente de bivalvos
resumen los principales eventos reproductivos en además de un carroñero oportunista. Los juveni-
volutidos, olividos y nasaridos (Figura 5). les de esta especie son principalmente carroñeros.

Figura 5. Estadios reproductivos de gasterópodos del mar argentino a lo largo del año. A. Adelomelon brasiliana, B Zidona
dufresnei, C. Olivancillaria deshayesiana, D. Odontocymbiolla magellanica, E. Buccinanops cochlidium, F. Adelomelon ancilla.
Referencias: Gris, crecimiento; Negro, desove; Blanco, reabsorción.

140
Gastropoda

B. cochlidium se alimenta en grupos, siendo la pequeño número de países dominan este tipo de
captura realizada por un individuo y seguida por pesquería. Durante las últimas dos décadas entre
la aproximación de los demás. Para la captura y el 76% y el 88% de la pesca mundial de gasteró-
manipulación utilizan el pie. podos marinos estaba concentrada en la actividad
En los golfos norpatagónicos, los hábitos ali- de 11 países, en América: Chile, México, Perú y
mentarios de los volutidos Odontoncymbiola ma- Estados Unidos; en Asia y Oceanía: Japón, Aus-
gellanica y Adelomelon ancilla, fueron estudiados tralia y República de Korea y en Europa y África:
por Bigatti (2005) reportando el comportamiento Francia, Reino Unido, Irlanda y Senegal. Siendo
de ambas especies, estas especies envuelven con las poblaciones explotadas pertenecientes a 11
su pie muscular a la presa, creando una cámara taxa, endémicas con una dispersión restringida.
donde inmovilizan a la presa después de inyec- Mayoritariamente la captura es dominada por la
tar una solución narcotizante proveniente de sus extracción del muricido, Concholepas conchole-
glándulas salivales (Bigatti et al., 2009). pas, en mares de Chile y Perú; Strombus gigas en
el Caribe, y el abalón, varias especies de Haliotis
en California y en la costa oeste de la península
IMPORTANCIA ECONÓMICA de Baja California. En Asia y Oceanía, domina-
Los gasterópodos marinos representan cerca da por la pesquería del abalón (Haliotis sp), ma-
del 2% de la captura mundial de moluscos (FAO, yoritariamente en Australia y Nueva Zelanda, y
1998). Esta realidad se traslada a las pesquerías Turbo truncatus, en Japón y Korea. En África y
de moluscos marinos, cobrando importancia rela- Europa, las especies extraídas dominantes son
ción al tonelaje capturado y el valor económico, Haliotis midae, fuertemente capturada en el Sur
que representan de esta forma la mas trascen- de África, Littorina littorea y Buccinum undatum,
dente pesquería de invertebrados (FAO, 2013). que son explotados en Europa ( Leiva y Castilla,
En los últimos las capturas de los gasterópodos 2002). La pesquería artesanal, de pequeña escala
marinos fueron incrementándose levemente desde de invertebrados marinos tiene una crítica conno-
75.000 toneladas en 1979 hasta 103.000 tonela- tación socioeconómica en países de América La-
das en 1996. Durante el mismo período la can- tina. Esta está basada en especies de alto valor y
tidad des países involucrados en la pesquería de representan una fuente de alimento y de empleo
gasterópodos pasó de 23 a 47 (FAO, 1998). Esta generando fundamentalmente ingreso para la co-
situación ha sido promovida a través de un com- munidad de pescadores y en algunos casos ganan-
portamiento pesquero basado en los sucesivos ci- cias por exportación. (Leiva y Castilla, 2002). En
clo de explotación, y de reemplazos de “stock” Argentina la pesca costera se inicia con la llegada
explotados por otros nuevos recursos o nuevas al país de inmigrantes europeos a fines del siglo
áreas de pesca. Dentro de estos “nuevos” recur- XIX. Siendo la pesca artesanal, la principal acti-
sos los gasterópodos marinos forman parte de esta vidad económica de gran parte de la población de
novedosa pesquería. Por otra parte, su alto valor varias ciudades costeras, principalmente Mar del
económico y una excesiva captura han originado Plata y Necochea. Aunque el objetivo de la pesca
serios problemas de sobreexplotación (Tegner et fue variando, desde hace más de 30 años a la ac-
al 1989; Ponce-Díaz et al., 1998; Castilla, 1999; tualidad el caracol Z. dufresnei, es hoy uno de los
Hobday et al., 2001). En varios casos, las pobla- principales objetivos de la pesca costera en lo que
ciones involucradas han estado cerca del colapso. respecta a los gasterópodos.
Las consecuencias económicas y sociales de estos Desde el año 1988 la pesquería de Z. dufresnei
eventos pesqueros han promovido el desarrollo de presenta un desembarque en diferentes puertos
nuevas propuestas de manejo sustentables basa- siendo Mar del Plata el de mayor volumen (90%)
dos en aspectos biológicos y económicos (Prince de desembarque, Necochea entre 5% y 10% y por
et a., 1988; Castilla, 1999, 2000). último San Antonio Oeste hasta un 5%. En la Ar-
Muchas especies de gasterópodos como Ha- gentina el desembarque de caracoles oscila entre
liotis spp., Strombus gigas, Busycon spp. y Con- 500 y 1300 toneladas anuales.
cholepas concholepas, tienen un alto valor eco- De los volútidos del atlántico sur, que inclu-
nómico en los mercados internacionales y juegan yen alrededor de 12 especies, solo Z. dufresnei se
un importante papel a pequeña escala en las pes- explota recurrentemente y soporta desde hace 30
querías artesanales. Sin embargo solamente un años. El surgimiento de la pesca de Zidona, fue

141
Gastropoda

desplazando a otros volútidos que antiguamente indicar evidencia de sobreexplotación, en Z. du-


eran comercializados como el caso de Adelome- fresnei es la observación directa de las tallas captu-
lon brasiliana. Además el rendimiento de Zidona radas. La frecuencia las tallas grandes capturadas
dufresnei, es mayor ya que A. brasiliana general- se redujo, mientras que se observo un incremento
mente tiene anémonas adheridas a su concha, que en la frecuencia de las tallas intermedias. Estu-
aumentan su peso y no poseen valor económico. dios recientes muestran un cambio en la talla de
En Argentina, otros volútidos, como A. beckii, primera madurez sexual (Torroglosa y Giménez,
componen hasta el 10 % de la pesca, ya que son 2010). Si se compara la talla a la que alcanzan la
apreciados como ornamentación, pero sin exis- madurez sexual en función del rango de las tallas
tir un mercado que los consuma como alimento, capturadas, se puede observar que mas de la mitad
hasta el momento. Otra causa de la preferencia de la población explotada comercialmente se en-
de Z. dufresnei sobre A. beckii, reside en que este cuentra actualmente por debajo de la talla de pri-
último no es tan frecuente como Z. dufresnei. mera madurez sexual (Giménez y Penchaszadeh,
Otros volútidos como A. ancilla y Odontocymbio- 2003; Torroglosa y Giménez, 2010). Además del
la magellanica, que se encuentran en las misma factor talla, la estacionalidad de la captura influ-
latitudes, pero en profundidades que oscilan al- ye negativamente, ya que se intensifica la pesca
rededor de los 100 metros, habitan lugares poco en los meses de verano, siendo éste un periodo
accesibles para el tipo de pesca artesanal que los importante para la reproducción (Giménez y Pen-
captura, además no son tan frecuentes y son parte chaszadeh, 2002). El crecimiento lento (Giménez,
de la comunidad de la vieira Zygochlamys pata- et al., 2004), y la avanzada edad en que alcanzan
gonica. La captura de esta especie no justificaría la madurez sexual, conlleva a una lenta recupera-
el desarrollo de una pesca de tipo comercial, en ción de la población. En Giménez et al. (2005) se
las mencionadas latitudes, ya que, la accesibilidad estudiaron los parámetros de esta pesquería y se
al recurso es muy baja para los barcos que operan indican los principales pasos que deberían seguir-
en este tipo de pesca. Por lo que el esfuerzo de se para el manejo sustentable de las pesquerías de
pesca sería mucho mayor que el necesario para la gasterópodos. Principalmente se debe analizar el
explotación de Z. dufresnei. tema desde un punto de vista biológico. Una de
No existen aun estudios sobre selectividad de las medidas que suele tomarse para las pesquerías
pesca de gasterópodos en el océano Atlántico su- que se desarrollan a pequeña escala, es la rotación
doccidental. Por ende, otra de las preguntas sobre de las zonas explotadas. Por otro lado se considera
producción individual en función del espectro que la pesca deber contemplar tallas de ejempla-
de captura, no tiene respuesta, hasta el momen- res mayores a la talla de primera madurez sexual
to. Solo en Uruguay se han establecido medidas y además, temporadas de que implementen vedas
cautelares que buscan la preservación del recurso, durantes los eventos reproductivos. Factores como
fijando tallas y pesos mínimos de caracol entero la escasa dispersión, el bajo número de embrio-
y peso del pie (resolución nº 188/98 del Instituto nes por ovicápsula (Penchaszadeh y De Mahieu,
Nacional de Pesca) aún sin haber realizado estu- 1976) y el crecimiento lento, hacen que esta pobla-
dios previos de biología reproductiva (Fabiano et ción sea vulnerable. Por lo que se deben establecer
al., 2002). pautas de manejo responsable y regulación de este
Una de las observaciones puntuales que podría tipo particular de pesquería.

Glosario
Hermafrodita: organismo que presenta sistema reproductor Velígera: estadio larval de los gasterópodos en el que apare-
femenino y masculino cen, la conchilla, el pie y el velo entre otras estructuras.
Torsión: giro de 90 o de 180 grados en sentido contrario Velo: estructura ciliada que permite la alimentación de la
a las agujas del reloj que realiza la masa visceral con larva velígera.
respecto a la cabeza y el pie.
Rádula: cinta membranosa con filas transversales de dien-
tes.

142
Gastropoda

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145
BIVALVIA
Diego G. Zelaya
y Marina Güller

INTRODUCCIÓN ven apoyados sobre el sustrato, como por ejemplo


las vieiras (Aequipecten tehuelchus, Zygochlamys
Los bivalvos comprenden un grupo de molus- patagonica) o las ostras (Ostrea spp.), las partes
cos cuyos integrantes poseen el cuerpo comprimi- anterior y posterior de las valvas suelen encon-
do y rodeado por dos estructuras duras denomina- trarse escasamente diferenciadas (“equilaterales”:
das “valvas”, que recubren y protegen las partes Figura 1A, B). A su vez, las dos valvas pueden ser
blandas del animal. Las valvas se encuentran ar- similares entre sí (“equivalvas”) o bien presentar
ticuladas entre sí, de modo que se pueden abrir ciertas diferencias en su forma u ornamentación
y cerrar. Cuando están abiertas, parte del cuerpo (“inequivalvas”); esta última condición suele ser
de los animales (por ejemplo el pie y los sifones) más frecuente en los bivalvos epifaunales, donde
puede ser externalizado de manera temporal, per- la valva que queda orientada hacia arriba, suele
mitiendo así la locomoción, la alimentación, el ser diferente de la que queda en contacto con el
intercambio gaseoso, la liberación de las gametas sustrato.
y la eliminación de productos de desecho. Cuando Los márgenes anterior, posterior y ventral de
están cerradas, en cambio, las valvas representan las dos valvas pueden estar en contacto entre sí
un mecanismo de protección contra la depreda-
ción y la deshidratación.
Con unas 9.000 especies actuales conocidas a
nivel mundial, los bivalvos representan el segun-
do grupo de moluscos más diversificado, luego
de los gasterópodos (Appeltans et al., 2012). Las
especies vivientes presentan tamaños corpora-
les que oscilan entre 0,5 mm y 1,30 m de largo
(¡aunque existen fósiles de hasta 3 m de largo!), y
pueden ser hallados en los más diversos ambien-
tes marinos, estuarinos y las aguas continentales
(Maynard y Burke, 1971; Moore, 1977; Spalding
et al., 2001).

MORFOLOGÍA DE LAS VALVAS


En términos generales, la morfología de las val-
vas puede ser relacionada con el modo de vida de
los bivalvos (Stanley, 1970): en aquellos organis-
mos que viven enterrados o semienterrados, como
por ejemplo el berberecho (Donax hanleyanus)
(Figura 1E), el mejillón paleta (Atrina seminu-
Figura 1. Morfología de las valvas. A, B: Valvas equilaterales.
da) (Figura 1F) o la almeja amarilla (Mesodesma C-F: Valvas inequilaterales. G: Hiancias entre las valvas (vista
mactroides) (Figura 3D), las valvas suelen ser fu- ventral). A: Aequipecten tehuelchus; B: Glycymeris longior; C:
siformes e inequilaterales, con la parte anterior -la Perumytilus purpuratus; D: Propeleda longicaudata; E: Donax
primera en ingresar al sustrato- más estrecha que hanleyanus (vista dorsal); F: Atrina seminuda; G: Panopea ab-
la posterior. En cambio, en los bivalvos que vi- breviata.

147
Bivalvia

Figura 2. Vista interna de las valvas: charnelas, ligamentos e improntas musculares. A: Charnela taxodonta (Propeleda longicaudata).
B: Charnela disodonta (Perumytilus purpuratus). C: Charnela adonta (Limatula pygmaea). D: Charnela heterodonta (Amiantis purpura-
ta). E: Charnela esquizodonta (Castalia sp.). lp: línea paleal; sp: seno paleal. El ligamento se indica en negro.

a lo largo de toda su extensión, o bien pueden do de manera antagónica a los músculos aducto-
originar una o una serie de aberturas (“hiancias”) res (Carter et al., 2012).
que permiten acomodar o movilizar los sifones y Las valvas empiezan a formarse desde una ins-
el pie (Figura 1G). El margen dorsal de las dos tancia temprana del desarrollo de los bivalvos (en
valvas origina la charnela, la zona responsable de el estadio larval), y su incremento de tamaño ocu-
la articulación y el alineamiento de las dos valvas rre de manera simultánea con el crecimiento del
durante los procesos de apertura y cierre (Coen, cuerpo del animal (Kniprath, 1981; Weiss et al.,
1985). Esta zona generalmente suele presentar una 2002). El incremento paulatino en el tamaño de la
serie de saliencias (“dientes”) y cavidades que, valva se evidencia externamente por la presencia
ubicados en las valvas opuestas, articulan entre sí de una serie de líneas o marcas de crecimiento,
(Figura 2). Estos dientes pueden tener morfolo- orientadas de manera paralela al margen de la val-
gías muy variadas en distintos grupos de bivalvos va (Figura 1B, G). Independientemente de esas
(Carter et al., 2012): desde numerosos elementos líneas, la superficie externa de las valvas puede
similares ordenados en una serie (charnela taxo- presentar cordones, lamelas, nódulos, espinas, o
donta) (Figura 2A), hasta unos pocos elementos, distintas combinaciones de estos elementos que,
grandes o pequeños, con morfologías similares o en su conjunto, conforman la ornamentación (Fi-
distintas entre sí, paralelos o divergentes, lisos o gura 1A, C). Además de la ornamentación, la su-
con crenulaciones (charnelas heterodonta, esqui- perficie de las valvas puede presentar distintas co-
zodonta, disodonta) (Figura 2B, D, E). Incluso, en loraciones o patrones de coloración, que muchas
algunos grupos de bivalvos estos dientes pueden veces son especie-específicos aunque, en algunos
faltar por completo (charnela adonta) (Figura 2C). casos, pueden existir variaciones dentro de una
En estos casos la función de articulación y alinea- misma especie (policromismos) (Smith, 1975).
miento es realizada directamente por los márge- Las valvas se encuentran conformadas por com-
nes de las valvas o el periostraco. Asociado a la ponentes inorgánicos y orgánicos. La fracción in-
charnela suele encontrarse también el ligamento orgánica, que generalmente representa el compo-
(Figura 2), un elemento de naturaleza proteica, nente mayoritario, está constituida por cristales de
que puede estar parcial o totalmente calcificado, y carbonato de calcio que pueden presentar formas
que participa en la apertura de las valvas, actuan- y ordenamientos muy variados: desde una simple

148
Bivalvia

Figura 3. Características anatómicas. A, B: Vista lateral de dos ejemplares a los que se le retiró la valva izquierda y el pliegue
izquierdo del manto (A: Nucula pisum, B: Axinulus antarcticus). C: Vista posterior de un ejemplar descalcificado (Neolepton sp.).
D: Detalle del pie y sifones (Mesodesma mactroides). E: Detalle del pie (Solemya sp.). F: Pie y musculatura asociada (Mytilus
sp.). ai: abertura inhalante; ae: abertura exhalante; ap: abertura pedal; bi: filamentos del biso; blc: bolsillo lateral del cuerpo;
bm: borde del manto; br: branquia; g: gónada; maa: músculo aductor anterior; map: músculo aductor posterior; mrb: músculos
retractores del biso; mrp: músculos retractores pedales; p: pie; pdm: pliegue derecho del manto; pim: pliegue izquierdo del manto;
pp: palpo proboscídeo; se: sifón exhalante; si: sifón inhalante; v: valva.

estructura amorfa hasta complejas estructuras diferentes morfologías: desde una delgada capa
laminares, con cristales orientados en una única translúcida, completamente adherida a la valva,
o en varias direcciones (Taylor, 1973; Kobayas- hasta una gruesa capa colorida, que puede incluso
hi, 2008; Carter et al., 2012). Generalmente, las plegarse o proyectarse en estructuras pilosas o la-
valvas de los bivalvos se encuentran conforma- minares (Harper, 1997; Salas et al., 2012). En al-
das por una serie de capas sucesivas, cada una de gunos casos, el periostraco puede incluir también
las cuales presenta cristales de distintas formas u componentes inorgánicos, que le brindan una ma-
ordenamientos espaciales (Taylor, 1973; Shima- yor rigidez (Carter y Aller, 1975; Glover y Taylor,
moto, 1991). En algunos bivalvos, la capa más 2010). El periostraco tiene un rol fundamental en
interna se encuentra conformada por nácar, el la protección de las valvas contra la abrasión y
cual puede reconocerse por su naturaleza brillosa la descalcificación, representa una estructura de
e iridiscente (Rousseau et al., 2009). El compo- protección adicional contra la depredación y con-
nente orgánico de las valvas está constituido por tra los organismos epibiontes y endolíticos y, en
una matriz proteica, que moldea la forma de los algunos casos particulares, contribuye también al
cristales (en el momento de su formación) y que alineamiento de las valvas (Saleuddin, 1974; Har-
agrega y ordena espacialmente los mismos, una per y Skelton, 1993; Harper, 1997; Checa, 2000).
vez que éstos se encuentran totalmente conforma- Además de representar un mecanismo de pro-
dos (Addadi et al., 2006; Nudelman et al., 2007). tección, las valvas son estructuras que cumplen
Además, el componente orgánico forma una capa un rol fundamental en la fijación de los de mús-
adicional que recubre la superficie externa de la culos responsables del cerrado de las valvas (los
valva: el periostraco (Checa, 2000). En distintos músculos aductores), de músculos que fijan el
grupos de bivalvos, el periostraco puede presentar manto a las valvas (musculatura radial del manto)

149
Bivalvia

Figura 4. Detalles anatómicos. A: Corte transversal de un bivalvo (Carditopsis flabellum). B, C: Detalle de las branquias: B: Lámi-
nas branquiales no plegadas (Phlyctiderma semiaspera); C: Láminas branquiales plegadas (Lyonsia sp.). br: branquia; cm: cavidad
del manto; gbm: glándulas del borde del manto; mv: masa visceral; p: pie; pm: pliegue del manto.

y de una serie de músculos adicionales que permi- o totalmente internas (Lützen et al., 2011; Zela-
ten la movilidad de diferentes partes del cuerpo ya e Ituarte, 2013). El borde del manto presenta
del animal, como ser los músculos que permiten también función sensorial: en algunos bivalvos
retraer el pie o los sifones (Figura 3A, B, F). puede originar estructuras fotoreceptoras (“ojos
paleales”) y en otros, estructuras quimio / meca-
noreptoras, como por ejemplo tentáculos (Waller,
ANATOMÍA 1980; Morton, 1987a, 2000, 2008).
1. EL MANTO El borde del manto cumple también un rol
Por debajo de las valvas, y en íntimo contacto fundamental en la canalización de la corriente de
con ellas, se encuentra el manto, delimitando un agua que ingresa a y egresa de la cavidad paleal.
espacio interno, la cavidad paleal o cavidad del En algunos bivalvos, los dos bordes del manto
manto, que rodea a la masa visceral y el pie (Fi- se encuentran completamente libres; esta condi-
gura 4A). El manto es responsable de la secreción ción puede ser hallada, por ejemplo, en las viei-
de las valvas, como así también de su regenera- ras y las ostras. En otros bivalvos, en cambio,
ción, en caso de ruptura (Waller, 1980). Los bi- existen uniones (“fusiones”) de los dos pliegues
valvos poseen el manto dividido en dos pliegues (Yonge, 1957). El tipo más común de fusión es
laterales, cada uno de los cuales secreta una valva aquel que determina la existencia de una abertu-
(Figuras 3C, 4A). La función secretora del manto ra por donde ingresa el agua a la cavidad paleal
incluye también la presencia de distintos tipos de (abertura inhalante) y una abertura por la cual
glándulas defensivas y mucosas, como así tam- sale el agua de la cavidad paleal (abertura ex-
bién puede presentar glándulas que resultan de halante). Además, puede existir otra abertura a
gran importancia en la formación de membranas través de la cual se proyecta el pie (abertura pe-
protectoras de los huevos y embriones en el mo- dal) (Figura 3C). En algunos casos, como ocurre
mento de la reproducción (Ockelmann, 1964; Ol- por ejemplo en los mejillones (Mytilus spp.), el
dfield, 1964; Sartori et al., 2006) (Figura 4A). En borde del manto sólo posee dos aberturas: una
general, el manto queda completamente protegido pequeña abertura exhalante y una gran abertura
entre las dos valvas aunque, en algunos bivalvos, a través de la cual ingresa el agua y se moviliza
los pliegues del manto pueden extenderse más el pie (i.e. una abertura “inhalante-pedal”). Las
allá del margen de la valvas, y replegarse, cu- aberturas inhalante y exhalante pueden estar re-
briendo de manera parcial o total las valvas que, presentadas por un simple orificio, equivalente a
en consecuencia, pasan a ser estructuras parcial un ojal, localizado en el borde del manto, o bien

150
Bivalvia

el borde del manto alrededor de esos orificios dad paleal con altos niveles de oxígeno y con
puede proyectarse, formando una o dos estruc- “partículas” de alimento. Aquí, la branquia actúa
turas tubulares, que reciben el nombre de sifones como una superficie favorable para el intercam-
(inhalante y exhalante, según ingrese o egrese el bio gaseoso y el proceso de alimentación. La
agua, respectivamente) (Figura 3D). Estos sifo- preponderancia del rol respiratorio o alimenticio
nes pueden hallarse completamente separados o de la branquia es variable en distintos grupos de
bien parcial o totalmente unidos entre sí (Fishel- bivalvos: en los grupos más basales (los Proto-
son, 2000). branchia), las branquias son generalmente es-
Los sifones son estructuras que generalmen- tructuras pequeñas, cuya función principal está
te pueden ser extendidas y retraídas más allá de asociada con el intercambio gaseoso (Morton,
los márgenes de las valvas. La extensión de los 1983). En los Heterobranchia, en cambio, pre-
sifones está determinada por la presión hidros- valece la función de alimentación. En un grupo
tática producida por el fluido corporal (hemolin- muy derivado de bivalvos (los “Septibranchia”)
fa). Su retracción, en cambio, está mediada por las branquias aparecen como estructuras suma-
la contracción de grandes paquetes musculares mente modificadas, formando un septo muscu-
(los “músculos de los sifones”), que se proyectan lar, que se dispone de manera horizontal en el
desde la base de estas estructuras y se insertan en cuerpo del animal (i.e. perpendicular a los plie-
las valvas, donde forman el “seno paleal” (Figu- gues del manto) (Yonge, 1928; Galtsoff, 1964).
ra 2D). En algunos bivalvos, los sifones son tan Este septo divide la cavidad paleal en una cá-
largos que su retracción no llega a ser completa mara dorsal (“supraseptal”) y una cámara ven-
dentro de las valvas (Szymik, 2008). tral (“infraseptal”), comunicadas entre sí por una
En la mayoría de los bivalvos el agua entra y serie de poros (“ostiolos”).
sale de la cavidad paleal por el extremo posterior En varios grupos de bivalvos, particularmente
del animal, aunque la ubicación de las corrientes entre aquellos que incluyen especies de pequeño
inhalante y exhalante puede variar en distintos tamaño corporal (“microbivalvos”), las branquias
grupos de bivalvos. En algunos, por ejemplo, el además de representar una superficie favorable
agua ingresa por el extremo anterior del animal para que ocurra el intercambio gaseoso y parti-
y sale por el extremo posterior (Oldfield, 1961; cipar de manera directa en la captación del ali-
Judd, 1971; Reid et al., 1992, Dias Passos y Do- mento, intervienen también en la reproducción,
maneschi, 2006). actuando como el ámbito físico donde se desa-
rrollan los huevos y/o embriones (Chaparro et
2. LAS BRANQUIAS al., 1993; Gallardo, 1993; Ituarte, 2009; Zelaya e
Dentro de la cavidad paleal, entre los pliegues Ituarte, 2009, 2013).
del manto y la masa visceral, se encuentran ubi- La superficie de las láminas branquiales se en-
cadas las branquias (o ctenidios) (Figura 3A, B y cuentra tapizada por cilias (Owen, 1978). Estas
Figura 4A). El tamaño, la morfología y la función cilias pueden variar su densidad y morfología
de estas estructuras varían considerablemente en en distintas zonas de los filamentos branquiales.
los distintos grupos de bivalvos (Galtsoff, 1964). Típicamente, es posible reconocer un conjunto
Generalmente, las branquias son estructuras muy de “cilias frontales” que son aquellas que se en-
grandes y complejas, conformadas por numero- cuentran ubicadas del lado de la branquia que pri-
sos filamentos branquiales alineados en sentido mero entra en contacto con la corriente de agua;
antero-posterior, que se unen entre sí mediante un conjunto de “cilias adfrontales”, aquellas que
cilias o uniones tisulares, formando una lámina se encuentran ubicadas en el extremo opuesto a
simple o plegada a cada lado de la masa visceral las frontales; y un conjunto de “cilias laterales”
(Figura 3B y Figura 4B, C). Estas láminas, poseen que se encuentran entre las láminas branquiales
espacios entre los filamentos branquiales (cuan- contiguas (Galtsoff, 1964). Las cilias frontales
do las uniones son ciliares) o bien una serie de son responsables de la limpieza de la branquia y
poros (cuando hay uniones tisulares), a través de la movilización del alimento hacia la boca. Las
los cuales el agua puede pasar desde un lado de la cilias laterales, en cambio, son responsables de la
branquia hacia el otro (Morton, 1983). generación de la corriente de agua que ingresa a la
La corriente de agua que ingresó a través de cavidad paleal. En el caso de los “Septibranchia”,
la abertura o el sifón inhalante, llega a la cavi- el ingreso / egreso de la corriente de agua está

151
Bivalvia

determinado por el desplazamiento hacia arriba o El tamaño y la forma del pie son caracterís-
hacia abajo del septo muscular. ticas muy variables entre los bivalvos, que ge-
neralmente se encuentran relacionadas con el
2. LA CABEZA modo de vida de los individuos. En las especies
En los bivalvos la cabeza no aparece como una infaunales, el pie suele ser una estructura muy
estructura claramente diferenciada del resto de la grande (como ocurre en muchas almejas), mien-
masa visceral. Su reconocimiento externo, está tras que en las especies epifaunales es frecuente
básicamente dado por la presencia de una serie de que esté reducido en tamaño (e.g. en el mejillón)
apéndices en forma de pétalos (típicamente dos e incluso puede desaparecer por completo (e.g.
pares) ubicadas alrededor de la boca: los palpos ostras adultas). Su forma puede ser triangular
labiales. Estas estructuras reciben el alimento (“en forma de hacha”) a tubular; homogéneo en
proveniente de las branquias (o el palpo probos- toda su extensión, o diferenciado en una parte
cídeo) y, a través de una serie de surcos que apa- proximal y una parte distal, esta última pudiendo
recen sobre su superficie, ejercen un proceso de contener un ensanchamiento bulboso u ovalado,
selección de las partículas que finalmente serán con achatamiento en la base (“suela reptante”)
ingeridas (Stasek, 1963; Kiørboe y Møhlenberg, (Figura 3B, D-F).
1981). En el caso de las especies carnívoras (ver El movimiento del pie está determinado por la
luego) la morfología de los palpos labiales suele acción conjunta de un direccionamiento diferen-
estar modificada, tanto en lo que hace a su forma, cial del líquido corporal (hemolinfa) y muscula-
como en lo que hace a su conformación donde, tura específica. La hemolinfa que ingresa a las
por ejemplo, desaparecen los surcos de selección cavidades del pie (senos hemolinfáticos) genera
del alimento anteriormente mencionados. un incremento en el tamaño de esta estructura,
La cavidad bucal aparece simplificada en los que conlleva a su estiramiento; la retracción, en
bivalvos, donde están completamente ausentes la cambio, está mediada por una serie de músculos
rádula y el aparato radular asociado (odontóforo, (los músculos retractores pedales o elevadores pe-
saco de la rádula, musculatura, etc.), que suelen dales), que se extienden desde la base del pie y se
estar bien desarrollados en las otras Clases de mo- fijan en las valvas (Figura 3F).
luscos.

3. EL PIE
ALIMENTACIÓN
La función del pie está generalmente asociada Los bivalvos son animales típicamente filtra-
con la locomoción: el enterramiento, en el caso dores, capaces de retener organismos microscó-
de especies infaunales o la “reptación”, en el picos y pequeñas partículas de materia orgáni-
caso de algunas especies epifaunales y especies ca presentes / disueltos en el agua (Jørgensen,
epibiontes (Figura 3D, E). El pie puede también 1996). En este sentido, la branquia cumple un
intervenir en la sujeción (“anclaje”) de los indi- rol fundamental en el proceso de alimentación,
viduos a un determinado sustrato. Esto ocurre a no sólo por presentar las células ciliadas respon-
partir de la formación de estructuras filamentosas, sables de la generación de la corriente de agua
generalmente de naturaleza proteica, que presen- que atraviesa la branquia, sino también por ser
tan sustancias adhesivas en su extremo distal: los la estructura que retiene, concentra, selecciona
filamentos del biso (Banu et al., 1980) (Figura y moviliza el alimento (Galtsoff, 1964; Ward
3F). Estos filamentos son secretados por glándu- et al., 1993; Morton, 1983). Las branquias po-
las que se encuentran en la porción basal del pie seen elementos glandulares que secretan las
(Price, 1983). Estas glándulas pueden ser funcio- sustancias mucosas responsables de adherir el
nales a lo largo de toda la vida de un individuo, alimento, y poseen también cilias responsables
o bien estar presentes sólo en el estadio larval y de movilizar ese alimento hacia la boca (Atkins,
desaparecer luego de la metamorfosis. En el se- 1937; Foster-Smith, 1975). Estas cilias pueden
gundo caso, los filamentos del biso cumplen un estar distribuidas a lo largo de toda la superficie
rol fundamental en el proceso de asentamiento de de la branquia, o bien encontrarse restringidas a
las larvas (Carriker, 1990). En algunos bivalvos ciertas áreas específicas, como ocurre en el caso
el pie puede también intervenir en el proceso de de los canales ciliares (o “canales alimentarios”)
alimentación (Reid et al., 1992). presentes en el extremo distal de la branquia de

152
Bivalvia

algunos grupos. En otros grupos de bivalvos el MODO DE VIDA


alimento retenido por la branquia no es movi-
lizado hacia la boca, sino que los propios fila- Los bivalvos son organismos bentónicos, que
mentos branquiales son capaces de realizar su viven típicamente asociados al fondo, ya sea so-
absorción; este peculiar modo de alimentación bre alguna superficie (epibentónicos) o bien den-
resulta fundamental en aquellos bivalvos en los tro del sustrato (infaunales).
que existe una reducción (parcial o total) del sis- Las especies epibentónicas pueden encontrar-
tema digestivo, tal como ocurre en los miembros se “libres”, i.e. apoyadas sobre el fondo marino,
del género Solemya (Reid y Bernard, 1980; Con- o bien estar adheridas mediante los filamentos
way et al., 1992). del biso, o incluso cementadas a diversos sustra-
Aunque la filtración es un mecanismo de ali- tos duros (Yonge, 1979; Harper, 1991). Algunos
mentación ampliamente distribuido entre los bi- bivalvos son epibiontes de otros invertebrados
valvos, existen también otras alternativas de ali- marinos (como ser, esponjas, hidrozoos, sipun-
mentación dentro del grupo. Por ejemplo, algu- cúlidos, equiúridos, crustáceos, pepinos de mar,
nos bivalvos son sedimentívoros ó detritívoros erizos de mar) o algas (Boss, 1965; Goto et al.,
(Reid, 1971; Pohlo, 1982). En este caso, la ac- 2012).
ción de obtención, manipulación y movilización Los bivalvos infaunales pueden ser encontrados
del alimento hacia la boca no es realizada por la desde las capas más superficiales hasta inmersos
branquia, sino por un apéndice del cuerpo, como profundamente dentro del sedimento. En términos
es el caso del palpo proboscídeo presente en el generales, el modo de vida infaunal suele estar
género Nucula (Figura 3A). El alimento de estas asociado con la presencia de sifones, los cuales
especies proviene de las partículas de materia son extendidos hasta la superficie del sedimento,
orgánica y las bacterias que se encuentran ad- permitiendo así la generación de las corrientes in-
heridas al sedimento. Otros bivalvos presentan halante y exhalante. En estos casos, la longitud de
hábitos carnívoros. Aunque poco frecuente en el los sifones suele resultar un elemento determinan-
grupo, esta condición ha sido mencionada para te o condicionante de la profundidad máxima a la
las familias Propeamussiidae, Cuspidariidae, cual un bivalvo puede adentrarse en el sedimento.
Lyonsiellidae, Poromyidae, Verticordiidae y Pa- Sin embargo, algunos bivalvos infaunales poseen
ralimyidae, que se alimentan de pequeños crus- sifones relativamente cortos o bien carecen por
táceos y anélidos (Allen y Morgan, 1981; Dreyer completo de estas estructuras. En estos casos, el
et al., 2003; Leal, 2008; Tëmkin y Strong, 2013); movimiento de las corrientes inhalante y exhalan-
en estos casos los sifones y palpos labiales pre- te ocurre a través de “tubos” que se extienden has-
sentan especializaciones asociadas con la captu- ta la superficie. Estos “tubos” pueden ser estructu-
ra y manipulación de las presas (Reid y Reid, ras de naturaleza muy variada, y abarcan desde la
1974; Morton, 1987b). Otros bivalvos, en cam- mera agregación de partículas de sedimento con
bio, obtienen su alimento de asociaciones sim- mucus, hasta la secreción de complejas estructu-
bióticas con organismos unicelulares: bacterias ras calcáreas. Los bivalvos infaunales son capaces
asociadas a la branquia (como ocurre en algunos de penetrar distintos sustratos: desde fondos blan-
representantes de las familias Lucinidae, Sole- dos (arena o fango), hasta fondos duros y consoli-
myidae, Thyasiridae, Vesicomyidae y Mytilidae dados, maderas, rocas, corales, o incluso la valva
(Reid y Brand, 1987; Fisher, 1990; Reid, 1990; de otros bivalvos o gasterópodos (Hodgkin, 1962;
Taylor y Glover, 2006; Brissac et al., 2010; Wi- Valentich-Scott y Dinesen, 2004; Zibrowius y
lliams et al., 2004) o bien protistas asociados al Arnaud, 1995). La penetración de los distintos
manto (e.g. dinoflagelados, en el caso de los bi- sustratos está generalmente determinada por la
valvos del género Tridacna (Yonge, 1953; Fitt acción mecánica del pie, a la que generalmente
y Trench, 1981) o algas verdes (Vázquez et al., se suma la ornamentación de las valvas (Morton
2010)). Estos simbiontes pueden encontrarse y Scott, 1980). En algunos bivalvos, el borde del
dentro de células específicas, que pueden ser manto participa también en el proceso de enterra-
movilizadas y consumidas por el bivalvo, y pue- miento; en otros, la capacidad de penetrar sustra-
den representar una fuente complementaria de tos duros está mediada por sustancias químicas
alimento (Yonge, 1953; Distel y Felbeck, 1987; secretadas por glándulas del manto (Morton y
Ishikura et al., 1999). Scott, 1988; Kleemann, 1990).

153
Bivalvia

Aunque los bivalvos suelen generalmente aso-


ciarse con los ambientes bentónicos, algunas es-
pecies pueden distanciarse de manera temporal o
permanente del fondo del mar. Gaimardia trape-
sina, por ejemplo, desarrolla todo su ciclo de vida
asociada a las frondes de las macroalgas, parti-
cularmente el cachiyuyo (Macrocystis pyrifera);
otro ejemplo son las especies del género Bankia,
capaces de perforar las maderas y formar galerías
en el casco de las embarcaciones, donde viven de
manera permanente (Voight, 2009). Los bivalvos
que presentan un estadio larval de vida libre pue-
den ser hallados en la columna de agua durante
un período de su ciclo de vida. Sus larvas pueden
ser halladas en la capa más superficial o bien en
los distintos estratos verticales de la columna de
agua. Esa larva, como parte de su desarrollo, lue-
go sufrirá un proceso de metamorfosis, que le per-
mitirá adquirir el modo de vida bentónico, típico
de los adultos.
En general, los bivalvos resultan organismos
con poca movilidad, pero algunas especies tienen
la capacidad de “nadar”. Este fenómeno ocurre en
algunos representantes de las familias Limidae y
Pectinidae, en el primer caso, por movimientos de Figura 5. Áreas biogeográficas de América del Sur.
los tentáculos del borde del manto, mientras que
en el segundo caso por un proceso de apertura y “sector costero sur” (la Provincia Magallánica)
cerrado rápido de las valvas, que origina un siste- (Balech y Ehrlich, 2008). Generalmente se acep-
ma de retropropulsión (Morton, 1980; Donovan et ta que el límite entre estas dos áreas -sobre la
al., 2004). Pese a la concepción general de los bi- costa- se ubica en proximidades de Península
valvos como organismos de movimientos lentos, Valdés (Scarabino, 1977), aunque algunos auto-
algunas especies de vieiras tienen la capacidad de res han mencionado que dicho límite se ubicaría
“nadar” por cortas distancias, a velocidades que más hacia el sur (e.g. Woodward, 1880: Puerto
alcanzan los 1,6 m/seg (Joll, 1989). Melo [45ºS], Chubut). Cada una de estas áreas
se encuentra asociada con una masa de agua de
distinto origen y, en consecuencia, con distin-
DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA tas propiedades físicas y químicas: la Provincia
En el ambiente marino, los bivalvos pueden ser Magallánica se encuentra incidida por las aguas
hallados desde el intermareal hasta las grandes frías provenientes de las corrientes de Drake y
profundidades abisales y hadales; y desde la zona Malvinas (ambas derivadas de la Corriente Cir-
ecuatorial hasta las altas latitudes del Hemisfe- cumpolar Antártica), que dan origen a aguas
rio Norte y el Hemisferio Sur. Esto ha permitido subantárticas de plataforma; mientras que la
reconocer una serie de unidades biogeográficas Provincia Argentina está influenciada por la De-
(“regiones”, “provincias”, “subprovincias” y/o riva Cálida Costera e intromisiones ocasionales
“ecoregiones”), que varían en número y extensión de la corriente cálida de Brasil (Piola y Rivas,
de acuerdo al criterio de distintos autores (Ekman, 1997; Okolodkov, 2010). Más allá de Penínsu-
1953; Briggs, 1974; Briggs y Bowen, 2012). la Valdés la Corriente de Malvinas continúa su
En América del Sur se han reconocido 6 gran- circulación hacia el norte por el margen externo
des unidades biogeográficas (Figura 5). El Mar de la plataforma continental (entre 80 y 100 m
Argentino comprende dos de estas áreas: una de profundidad). Esto determina que varias es-
abarcando el “sector costero norte” (la Provin- pecies propias de la Provincia Magallánica pue-
cia Argentina o Patagónica) y otra abarcando el dan también ser encontradas en aguas profundas

154
Bivalvia

frente a la provincia de Buenos Aires, Uruguay 2) Pteriomorphia: la branquia en este grupo se


y sur de Brasil (Carcelles, 1944). La Provincia encuentra bien desarrollada, e interviene tan-
Magallánica se continúa también por la costa to en la respiración como en la alimentación.
del Pacífico Sudoriental hasta aproximadamen- La mayoría de los integrantes se alimentan de
te 42° S (Dall, 1909; Dell, 1971; Marincovich, partículas en suspensión; una familia (Pro-
1973), aunque la similitud de las asociaciones de peamussiidae) incluye especies de hábitos
bivalvos de los sectores atlántico y pacífico de la carnívoros. El borde del manto puede encon-
Provincia Magallánica resulta extremadamente trarse completamente libre, o bien presentar
baja (Carcelles y Williamson, 1951; Soot-Ryen, fusiones que originan una abertura inhalante
1959; Bernard et al., 1991; obs. pers.). Esto ha y otra exhalante, que raramente se proyectan
dado lugar a que algunos autores reconozcan la formando sifones (en caso de haberlos, sólo
existencia de subdivisiones internas dentro de la existe el exhalante) (Wilson, 1998). El pie se
Provincia Magallánica (Briggs y Bowen, 2012). encuentra generalmente reducido o ausente,
y esto se asocia con el modo de vida epifau-
nal. Muchos representantes de este grupo son
SISTEMÁTICA bisados; algunos son de vida libre, y otros
La Clase Bivalvia se encuentra dividida en cua- viven cementados al sustrato (Wilson, 1998).
tro grandes grupos (Bieler y Mikkelsen, 2006): La charnela puede ser de tipo taxodonta, di-
1) Protobranchia: caracterizado por la pre- sodonta o adonta; en la familia Plicatulidae,
sencia de un tipo particular de branquias, aparecen dos dientes fuertes en cada valva.
conformadas por filamentos anchos y no Representantes de tres familias de este grupo
replegados, donde los filamentos contiguos son explotadas comercialmente en Argentina:
no se encuentran unidos entre sí, hechos que Mytilidae (“mejillones”), Ostreidae (“ostras”)
claramente contrastan con los filamentos del- y Pectinidae (“vieiras”). Otras familias pre-
gados y replegados (en forma de “V” ó “W”) sentes en el Mar Argentino son: Limopsidae,
que aparecen en los otros grupos de bivalvos, Glycymerididae, Philobryidae, Pinnidae, Li-
donde además los filamentos contiguos se midae, Plicatulidae, Propeamusiidae y Ano-
encuentran unidos, formando una “lámina”. miidae.
Estas características determinan que la bran- 3) Palaeoheterodonta: comprende organismos
quia resulte una estructura fundamentalmen- marinos (Orden Trigonoida) y dulceacuíco-
te asociada al intercambio gaseoso (Zardus, las (Orden Unionoida). Uno de los elementos
2002). Los Protobranchia son organismos distintivos de este grupo es la presencia de
infaunales, en sedimentos blandos. Muchos una charnela de tipo esquizodonta, aunque
representantes de este grupo son detritívo- en algunos Unionoida la charnela carece por
ros y obtienen su alimento mediante el uso completo de dientes (Prezant, 1998a). Los Tri-
del palpo proboscídeo; otros presentan re- gonoida comprenden 8 familias, de las cuales
laciones simbióticas con bacterias (Zardus, sólo una (Trigoniidae) tiene representantes vi-
2002). Desde el punto de vista morfológico, vientes. Esta familia no se encuentra presente
un elemento frecuente (aunque no exclusivo) en el Mar Argentino.
de este grupo es la presencia de una charnela 4) Heterodonta: se trata del grupo más nume-
de tipo taxodonta; sin embargo, algunos re- roso y heterogéneo de bivalvos, tanto a esca-
presentantes carecen por completo de dientes la mundial, como local (Figura 6), con una
en la charnela (Reid, 1998). El grupo resulta gran variedad de formas, adaptaciones y mo-
particularmente abundante en las aguas frías dos de vida. Incluye organismos infaunales
y a grandes profundidades. En el Mar Ar- y epifaunales, de vida libre, perforadores y
gentino se encuentran representados por las epibiontes, que se distribuyen desde la zona
familias Nuculidae, Malletiidae, Nuculani- intermareal hasta las grandes profundidades,
dae, Yoldiidae, Solemyidae y Siliculidae. La y donde incluso varios linajes, de mane-
monofilia del grupo ha sido cuestionada por ra independiente, han colonizado las aguas
Giribet (2008), aunque Sharma et al. (2012) continentales (Prezant, 1998b). Un elemen-
brindaron nueva y reciente evidencia en su to distintivo (y del cual deriva el nombre
favor. del grupo), es la presencia de una charnela

155
Bivalvia

al., 2007; Giribet, 2008). Estos estudios han


permitido incluir a las familias Pandoridae,
Lyonsiidae, Thraciidae, Periplomatidae y
Cuspidariidae dentro de Heterodonta (Dreyer
et al., 2003; Taylor et al., 2007); previamen-
te, y sobre la base de caracteres morfológicos
y el registro fósil, estas familias habían sido
consideradas una subclase independiente:
Anomalodesmata (Morton, 1981; Prezant,
1998c). Un estudio molecular reciente sugie-
re que las familias Crassatellidae y Astarti-
dae podrían estar filogenéticamente relacio-
nadas con los Paleoheterodonta (Sharma et
al., 2012), aunque estos resultados requieren
Figura 6. Proporción de bivalvos Protobranchia, Pteriomorphia ser confirmados a partir de la incorporación
y Heterobranchia en el Mar Argentino. de más taxones; en el estudio anteriormente
mencionado ambas familias sólo estuvieron
de tipo heterodonta, aunque en distintas fa- representadas por una única especie.
milias, y de manera independiente, han ocu- Una propuesta de clasificación de estos gru-
rrido reducciones en el número y tamaño de pos fue recientemente sugerida por Carter et al.
los dientes de la charnela, resultando en que (2011). Sin embargo, las relaciones filogenéticas
en algunos casos las charnelas sólo presenten entre estos cuatro grupos, y dentro de estos grupos
“tubérculos” y en otros directamente sean son aún motivo de debate, como consecuencia de
adontas. El borde del manto frecuentemente la existencia de discrepancias entre los resultados
posee fusiones, que en muchos casos se pro- proveniente de estudios morfológicos, anatómi-
yectan formando sifones (Prezant, 1998b). cos y moleculares.
La mayoría de los Heterodonta son suspen-
sívoros, siendo las branquias un elemento
fundamental en el proceso de obtención y
ALGUNAS CURIOSIDADES
manipulación del alimento. Dos familias po-
DE LOS BIVALVOS
seen asociaciones simbióticas con bacterias La almeja gigante (Tridacna gigas), la especie
(Thyasiridae y Lucinidae), una subfamilia viviente más grande entre los bivalvos, llega a te-
asociaciones simbióticas con dinoflagelados ner hasta 300 Kg de peso. Pese a ello, su alimenta-
(Tridacninae), y otras familias son de hábitos ción se basa en pequeños organismos y partículas
predatorios (e.g. Cuspidariidae). En el Mar que filtra a través de las branquias, y dinoflagela-
Argentino las familias actualmente ubicadas dos que crecen simbiontes en el borde del manto
dentro de este grupo son: Thyasiridae, Lu- (Maynard y Burke, 1971; Spalding et al., 2001).
cinidae, Ungulinidae, Carditidae, Condylo- Los bivalvos poseen típicamente dos valvas.
cardiidae, Crassatellidae, Astartidae, Cardii- Sin embargo, algunos bivalvos poseen placas
dae, Galeommatidae, Lasaeidae, Cyamiidae, (“valvas”) accesorias que cubren las hiancias
Mactridae, Mesodesmatidae, Tellinidae, que se forman entre las valvas. De esta manera,
Donacidae, Psammobiidae, Semelidae, So- un bivalvo puede llegar a tener el cuerpo rodeado
lecurtidae, Solenidae, Pharidae, Veneridae, por varias placas calcáreas. Esta condición está
Neoleptonidae, Petricolidae, Myidae, Cor- presente en las familias Pholadidae y Teredinidae
bulidae, Gastrochaenidae, Pholadidae, Tere- (Turner, 2002).
dinidae, Hiatellidae, Pandoridae, Lyonsiidae, El mero hecho de presentar dos valvas no deter-
Thraciidae, Periplomatidae y Cuspidariidae. mina que un organismo sea un bivalvo: esta con-
En los últimos años, varios estudios molecu- dición aparece también en algunos grupos de pe-
lares han abordado el estudio de las relacio- queños crustáceos (ostrácodos y conchostracos),
nes filogenéticas de las familias de Hetero- en los braquiópodos, e incluso en una familia de
donta, y su relación con las otras subclases gasterópodos (Juliidae) (Le Renard et al., 1996).
de bivalvos (Harper et al., 2006; Taylor et Los bivalvos son organismos filtradores, ca-

156
Bivalvia

paces de movilizar grandes volúmenes de agua: En el Mar Argentino se han registrado unas 180
una ostra adulta llega a filtrar hasta 30-40 l/hs especies de bivalvos. Sin embargo, la mayoría de
(Pechenik, 2000). En este proceso, las cilias late- ellas son escasamente conocidas, debido funda-
rales (responsables de movilizar el agua a través mentalmente a su pequeño tamaño: un 50% de
de la branquia) llegan a utilizar hasta un 47% del las especies son menores de 10 mm en su estado
oxígeno captado durante el intercambio gaseoso. adulto.

AGRADECIMIENTO
Los autores expresan su agradecimiento al Dr. Cristián Ituarte por haber facilitado y permitido ilus-
trar los cortes histológicos de la Figura 4.

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BIVALVIA:
Ecología
Héctor E. Zaixso

La composición en especies de las comunida- cie Brachidontes rodriguezii (mejillín del norte),
des acuáticas depende de factores físicos y bioló- mientras que en el centro-sur de Chubut, Santa
gicos. En principio la temperatura y la salinidad Cruz y Tierra del Fuego se encuentra Perumytilus
son los principales determinantes del conjunto purpuratus (mejillín del sur). Las dos especies
de especies posibles en un área por los límites coexisten en los golfos San Matías, San José y
impuestos por su fisiología. En segundo lugar Nuevo. Los mejillines que pueden llegar a ocupar
intervienen otros factores físicos como el tipo de el 100% de la superficie disponible, son bivalvos
sustrato, su inclinación y la agitación del agua y epibisados porque se adhieren a las rocas y entre
los disturbios en general. Finalmente tercian los ellos mediante un conjunto de filamentos denomi-
factores de índole biológica como la competencia, nados biso, disponiéndose en agregados de una a
depredación, facilitación e inhibición. varias capas. En ocasiones esta comunidad puede
En las costas de Argentina se encuentran va- establecerse en sustratos fango-arenosos con pre-
rias comunidades o asociaciones ecológicas que sencia de elementos de soporte tales como con-
tienen a los bivalvos como sus componentes más chas o grava (Zaixso y Pastor, 1977). En ocasio-
importantes. Éstas pueden ser clasificadas según nes, en sitios protegidos del oleaje, con sustrato
su distribución geográfica, el tipo de sustrato (e.g. fangoso o fango-arenoso también con elementos
arenas, roca) y también por su altura en la costa, de soporte, el mejillinar es reemplazado por una
considerándose del intermareal cuando se desa- asociación con dominancia de mejillones (Mytilus
rrollan entre las mareas más altas y más bajas de edulis platensis) que es otro organismo epibisado.
una localidad o del submareal si se encuentran por En sitios protegidos de la provincia de Buenos
debajo de las mareas más bajas. Las comunidades Aires (San Blas), se desarrolla una comunidad
intermareales en la parte alta de la costa se hayan dominada por la ostra introducida Crassostrea
controladas principalmente por la resistencia de gigas. Las ostras son bivalvos cementantes, por-
sus especies al estrés por desecación, la exposi- que fijan una de sus valvas ya sea a los sustratos
ción a temperaturas extremas y a la anaerobiosis. duros del intermareal inferior, o entre ellos o a las
En la parte inferior del intermareal dominan en plantas de marisma (plantas terrestres adaptadas
cambio factores biológicos como la depredación, al agua salada) que crecen en la parte alta de la
que también prevalece en las comunidades sub- costa (Escapa et al., 2004).
mareales. En la zona media del intermareal pre- Las especies que son capaces de cambiar la
dominan los fenómenos de competencia (e.g. por distribución de materiales y de energía en los sis-
el espacio o la comida) tanto entre los individuos temas naturales a través de interacciones no-tró-
de una misma especie como de especies diferen- ficas (no alimentarias) con su ambiente abiótico
tes (e.g. entre mejillines y mejillones), siendo la se denominan especies ingenieros ecosistémicos
competencia más acentuada entre individuos con o bioingenieros (Jones et al., 1994; 1997). Tanto
formas y necesidades semejantes. los mejillines como las ostras pueden ser consi-
Una de las asociaciones o comunidades más co- deradas como bioingenieros. Las costas de sedi-
munes a lo largo de la costa es el mejillinar que mentos y rocosas de la Argentina por ejemplo, se
se desarrolla en el intermareal de sustratos roco- hallan fuertemente modificadas por especies de
sos, caracterizados por la dominancia en la mis- mitílidos que dan forma a paisajes, controlan el
ma de los mejillines (Familia Mytilidae). En la flujo de materia particulada y disuelta, y por sobre
provincia de Buenos Aires, Río Negro y norte de todo ejercen efectos inhibitorios y facilitadores en
Chubut el representante de este grupo es la espe- la fauna y flora, afectando en consecuencia a la

163
Bivalvia: ecología

biodiversidad. La mayoría de las especies de la den ser encontrados desde el golfo San Matías
familia Mytilidae son gregarias y forman asocia- hasta el norte del golfo San Jorge y fueron estu-
ciones en sustratos que van desde costas rocosas diados principalmente en el golfo San José por
en sitios expuestos hasta playas de fango en zonas Ciocco (1988). Las vieiras son simultáneamente
protegidas. Estas asociaciones son el hábitat de bivalvos epibisados, apoyados (porque pueden
numerosas otras especies que encuentran refugio estar sueltos sin fijarse sobre el sustrato) y nada-
de los factores de estrés y depredadores y confor- dores intermitentes (ya que usan la natación para
man junto con los mitílidos comunidades más o escapar de sus depredadores).
menos complejas cuya diversidad (en el sentido Los bancos de la vieira patagónica Zygochla-
de número de especies presentes) aumenta hacia mys patagónica, especie también epibisada, apo-
los niveles inferiores del intermareal (Zaixso y yada y nadadora intermitente, se hallan presentes
Pastor, 1977) y también con la edad y el tama- a lo largo de las costas bonaerenses y patagóni-
ño de los agregados (Zaixso, 2004). En general cas a profundidades que van desde los 50 a 200
los bioingenieros ecosistémicos tienden a ser más metros. Han sido estudiados por Walosek (1984),
importantes en ambientes estresantes como el in- Bremec et al. (1998) y Zaixso (1996, 2004).
termareal. Las vieiras, mejillones y cholgas de bancos
Los bancos de cholga (Aulacomya atra atra), submareales y profundos también pueden consi-
otra especie epibisada de la costa argentina, se derarse bioingenieros facilitadores, si bien no al
distribuyen entre el golfo San Matías y Tierra estilo de los mitílidos y ostras de bancos inter-
del Fuego y constituyen una fisonomía corriente mareales. Las especies dominantes de estos ban-
en los fondos rocosos o de granulometría muy cos profundos se caracterizan principalmente por
gruesa del intermareal inferior y submareal (Figu- crear nuevo sustrato disponible al permitir que
ra 1) (Zaixso, 1997, 1999, 2004). Si bien la mayor especies propias de sustratos duros se puedan fijar
parte de los bancos estudiados se ubican entre 0 directamente sobre sus conchas.
y 30 m de profundidad, preferentemente sobre Cuando el intermareal se halla formado por
fondos rocosos; eventualmente bajo condiciones playas arenosas dominan en cambio las asocia-
ambientales apropiadas, los bancos de Aulacomya ciones de bivalvos excavadores que se entierran
pueden ser encontrados también a profundidades en el sustrato. En la provincia de Buenos Aires
mayores (Zaixso, 1999). se encuentran asociaciones de Mesodesma mac-
Los bancos de mejillones Mytilus edulis platen- troides (almeja amarilla) y Donax hanleyanus
sis del submareal superior han sido descritos para (berberecho) en las partes alta y baja de la playa
el golfo San José por Zaixso (2004). Se desarro- respectivamente (Escofet et al., 1979). Desde el
llan entre 0 y 15 metros de profundidad, sobre golfo San Matías hasta las costas de Tierra del
sustratos blandos con dominancia de arenas finas Fuego se encuentra una asociación con dominan-
y baja cantidad de rodados y limos-arcillas. Estos cia del bivalvo Darina solenoides que se ubica en
bancos por su poca profundidad, son susceptibles la parte alta y media del intermareal; en los golfos
de ser removidos por tormentas u oleaje fuerte y del norte de Patagonia la asociación de Darina li-
arrojados a la costa; de ahí la ocurrencia más o mita hacia abajo con una asociación del bivalvo
menos frecuente de “arribazones” de mejillones excavador Tellina petitiana, ubicada en el inter-
y de sus especies acompañantes, las que han sido mareal inferior y submareal superior (Escofet et
reportadas en diferentes oportunidades, (Zaixso, al., 1979; Lizarralde, 2004).
2004). Todos los Mytilidae, Ostreidae y Pectinidae
Los bancos profundos de mejillones (30 a 60 m) son suspensívoros, como la mayor parte de los
han sido descritos para la provincia de Buenos bivalvos, es decir se alimentan filtrando partículas
Aires por Penchaszadeh (1979), donde son obje- (vivas, muertas o detritos) presentes en el agua.
to de explotación comercial. También se conoce Algunas familias de bivalvos que habitan fondos
la existencia de otros ubicados en la Patagonia: blandos son depositívoros, ya que se alimentan de
uno frente a la península Valdés en Chubut (Pen- la materia orgánica contenida en los sedimentos o
chaszadeh, 1979) y otro frente a las costas de cabo en su superficie de la materia orgánica particulada
Blanco en Santa Cruz (Zaixso, datos inéditos). que se asienta sobre el sustrato en ambientes tran-
La vieira tehuelche Aequipecten tehuelchus quilos. (e.g. Nuculidae y Tellinidae). Finalmente
(Pectinidae) forma bancos submareales que pue- unos pocos grupos de bivalvos son carnívoros

164
Bivalvia: ecología

Figura 1: Diferentes aspectos de comunidades de cholga del intermareal inferior (a, b, c) y submareal (d) en la ría Deseado. 1,
Aulacomya atra atra; 2, Mytilus edulis platensis; 3, Perumytilus purpuratus; 4, Crepipatella dilatata; 5, Nacella magellanica;, 6,
Siphonaria lessoni; 7, Austromegabalanus pssittacus; 8, Ophiomyxa vivípara; 9, Magellania venosa; 10, Austrocidaris canalicula-
ta; 11, Paramolgula gregaria; 12, Porífero; 13, Ceramium rubrum; 14, Codium fragile; 15, Corallina officinalis; 16, Ballia callitricha;
17, Pseudophycodris quercifolia; 18, Lessonia flavicans; 19, Macrocystis pyrifera (Modificado de Zaixso y Pastor, 1977).

165
Bivalvia: ecología

(e.g. Poromyidae). (natícidos) y que pueden incluir ácido clorhídri-


Las asociaciones de aguas profundas con bi- co, enzimas y agentes quelantes (Carriker y Gru-
valvos excavadores depositívoros-detritívoros se ber, 1999). El proceso de perforación dura entre
han descripto para plataforma y las cuencas cen- algunas horas y días, dependiendo de la tempera-
trales de los golfos San Matías, San José, Nuevo y tura y del grosor de la valva de la presa.
San Jorge (Carriquiriborde et al., 1983; Bastida et Las estrellas de mar son también depredado-
al., 1992; Roux et al., 1995, Zaixso, 1997). Están res de los bivalvos. Una especie típica de fondos
asociadas a sedimentos muy finos que se deposi- blandos es Astropecten brasiliensis, de la cos-
tan en ambientes calmos y caracterizadas por Ma- ta norte de Argentina; esta especie ingiere a sus
lletia cumingii, Ennucula puelcha, Nuculana sul- presas enteras si tienen el tamaño adecuado, las
culata o Macoma uruguayensis, todas ellas espe- digiere en el estómago y elimina las valvas va-
cies depositívoras, a las cuales se pueden asociar cías por la boca. Otras estrellas en cambio, como
unas pocas especies de bivalvos suspensívoros. Allostichaster capensis, Anasterias minuta y Cos-
Las asociaciones de Malletia pueden presentarse masterias lurida, especies típicas de las costas pa-
también en aguas someras de sitios protegidos, tagónicas rocosas, usan un mecanismo diferente;
donde se permite el depósito de sedimentos muy estos animales fijan sus pies ambulacrales a las
finos como en la bahía Uruguay de la ría Deseado valvas de sus presas (principalmente mitílidos) y
(Zaixso, datos inéditos). ejercen tracción sobre ellas hasta obtener una pe-
A diferencia de mitílidos y ostras que son con- queña separación entre las valvas. A continuación
siderados bioingenieros facilitadores, los bival- sacan su estómago fuera del cuerpo, lo introducen
vos excavadores se caracterizan más bien por ser en la abertura creada y digieren al bivalvo desde
inhibidores, al menos de la epifauna, ya que en su interior (Carter, 1967).
sus actividades dentro del sustrato, lo perturban y En la zona del golfo San José se concentran du-
desestabilizan, previniendo la fijación de especies rante los meses de febrero a abril miles de ejem-
que viven sobre éste. plares del chorlito Calidris canutus, ave migra-
Los depredadores cumplen un papel esencial dora conocida como playero rojizo. Durante esos
en la estructuración de comunidades, particu- meses los individuos se alimentan principalmente
larmente cuando manifiestan preferencia por las tanto de Darina solenoides como de mejillines,
especies dominantes, ya que al liberar espacio, dependiendo de la disponibilidad de presas. En
permiten el ingreso de competidores menos efi- 1994 por ejemplo, Darina constituyó la principal
cientes que de otra forma serían excluidos de la fuente de alimento del playero rojizo mientras que
comunidad. Numerosos son los grupos de depre- en 1995 la disponibilidad de Darina fue baja y las
dadores, desde turbelarios hasta mamíferos, que aves se alimentaron principalmente de mitílidos
se alimentan de bivalvos. Algunos caracoles de en roca, o de Tellina petitiana cuando las baja-
la familia Muricidae como Trophon geversianus, mares les permitieron acceder al infralitoral (G.
son depredadores típicos de sustratos rocosos y Pagnoni, com. pers.).
buscan y atacan a presas de la epifauna (e.g. mi- Entre los bivalvos suspensívoros, es frecuente
tílidos). Otros, como los integrantes de la familia la interacción con microalgas planctónicas del
Naticidae como Natica limbata, son de sustratos género Alexandrium. Estas microalgas producen
blandos y usualmente atacan a las presas dentro varias clases de toxinas y en circunstancias espe-
de éste (e.g. almejas). Ambas familias depredan ciales pueden proliferar en el plancton (mareas
sobre los bivalvos practicando agujeros en las rojas) y al ser filtradas por los bivalvos, permiten
valvas y extrayendo la carne a través de ellos. que esas toxinas se acumulen en su carne sin pro-
La perforación involucra tanto la acción mecá- ducir efectos nocivos en el bivalvo. Estas toxinas,
nica de la rádula (estructura con dentículos que a concentraciones superiores a los 80 µg por cada
los gasterópodos tienen en la boca) como secre- 100 g de tejido de bivalvo, pueden producir la
ciones químicas del órgano perforador accesorio, muerte de las personas que ingieren tanto crudos
ubicado en el pié (murícidos) o en la probóscide como cocidos los bivalvos contaminados.

166
Bivalvia: ecología

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167
BIVALVIA:
Importancia económica
Héctor E. Zaixso

Los bivalvos son utilizados por los humanos del intermareal o submareal, mediante un paquete
desde la prehistoria. Sus usos, que dependen de de filamentos denominado biso; las especies de
las especies, son principalmente la alimentación importancia comercial en Argentina son Mytilus
y en menor medida los usos suntuarios y orna- edulis platensis (mejillón) y Aulacomya atra atra
mentales. (cholga). A la familia Ostreidae, de concha de
Los bivalvos han sido y son objeto de las pre- superficie irregular y cementados por una de sus
ferencias alimentarias de numerosos pueblos, valvas a sustratos duros, pertenecen las especies
debido a que su captura es previsible y sencilla, comestibles: Ostrea puelchana (ostra nativa) y
son sabrosos y tienen un alto valor nutritivo. Por Crassostrea gigas (ostra del Pacífico), que es una
ejemplo la carne cruda de los mejillones (varias especie introducida. Todas estas especies no sólo
especies) contiene del 9 al 22% de proteínas; gra- son recolectadas en nuestras costas, sino que con
sas poco abundantes (1,2 a 2,5 por ciento), las que algunas de ellas se practica el cultivo comercial a
son especialmente interesantes al incluir ácidos mayor o menor escala. Las navajas (Ensis macha)
grasos esenciales poliinsaturados (e.g. Omega-3: y las panopeas (Panopea abbreviata) correspon-
0,4 por ciento) y bajo contenido en colesterol. Los den respectivamente a las familias Solenidae y
hidratos de carbono oscilan entre 0,6 y 4,3 por Hiatelidae y soportan pesquerías incipientes en la
ciento y el valor calórico por cada 100 gramos de zona patagónica norte (Lasta et al., 1998).
carne se halla entre las 107 y las 131 kilocalo- Los bivalvos son capturados de diversas mane-
rías. En adición, su contenido en oligoelementos ras. Una de las más simples es la que se deno-
esenciales (e.g. cinc: 0,0013%, cobre: 0,0010%, mina marisqueo desde costa y es practicada por
hierro: 0,0015%, selenio: 0.0005%) y vitaminas pequeños grupos, muchas veces familiares, que
(A, complejo B, C y D) es relativamente alto. Los con métodos manuales pescan bivalvos para su
niveles de proteínas, lípidos e hidratos de carbono consumo, venta y elaboración primaria (e.g. es-
están correlacionados con el ciclo sexual de los cabeches). Ejemplos de especies objeto de estos
mejillones y los cambios que ocurren en las góna- marisqueros son los mejillones, cholgas y almejas
das como consecuencia del crecimiento, madura- (de varias especies).
ción y freza de los gametos. Para las especies de aguas profundas como la
Los bivalvos destacan entre los moluscos con vieira patagónica o los bancos profundos de me-
interés pesquero y algunas de sus familias son jillón, se utilizan rastras comerciales o raños tira-
particularmente importantes. Por ejemplo los Ve- dos desde barcos y arrastrados por el fondo. Este
neridae, enterrados en la arena y valvas aproxi- método y sus variantes producen por lo general
madamente circulares y gruesas, a los que perte- daños importantes a las comunidades de fondo y
necen las especies Ameghinomya antiqua (almeja eventualmente puede poner en peligro la conser-
rayada) y Amiantis purpurata (almeja rosada). vación de las poblaciones explotadas.
Los Pectinidae (vieiras o conchas abanico), de La pesca con buzos se practica a profundidades
aguas más profundas, presentan en Argentina donde esta actividad es posible y en nuestro país
las especies comerciales Aequipecten tehuelchus ha sido utilizada exitosamente en las provincias
(vieira tehuelche) y Zygochlamys patagonica de Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del
(vieira patagónica). Otros bivalvos de interés son Fuego; las especie objeto son la vieira tehuelche,
los de la familia Mytilidae llamados comúnmente mejillones, cholgas, navajas, panopeas y almejas
mejillones, que tienen sus conchas alargadas con rayadas y rosadas. Este método de pesca resulta
el umbo anterior y se fijan a los sustratos duros eficiente y ambientalmente sustentable, ya que los

169
Bivalvia: importancia económica

Figura 1: Métodos de explotación. a, Buzo marisquero con narguile extrayendo vieiras tehuelches de un banco del golfo San José
(Chubut). b, Cuerdas de cultivo de mejillones en el golfo Nuevo (Chubut).

buzos para optimizar sus capturas, sólo la llevan a sobre unas “mesas” de hierro cuyas patas cortas
cabo en sitios donde las densidades de bivalvos a se entierran en el sedimento; las mesas a su vez
pescar son importantes y en general (dependiendo son dispuestas en la costa de forma tal que queden
de la especie) no extraen juveniles ni otras espe- sumergidas por el mar la mayor parte del tiempo
cies presentes en los bancos (Figura 1 a). (Pascual y Castaños, 2000).
La maricultura de los bivalvos es una actividad El cultivo de perlas es un ejemplo de cultivo
corriente para aquellas especies que sirven tanto de bivalvos no destinado a producir alimentos. Se
como alimento de subsistencia o de lujo. En nues- practica con algunas especies del género Pincta-
tro país se cultivan comercialmente el mejillón y da, de distribución tropical y subtropical y que se
la ostra del Pacífico. El cultivo de mejillones o caracterizan por producir perlas en forma natural.
mitilicultura se practica en varias localidades de Es una forma compleja de maricultura que impli-
la Patagonia y consiste principalmente en la cap- ca, además de la cría de los bivalvos, el trasplan-
tación sobre colectores artificiales de semilla (ju- te de tejidos entre un individuo donador y varios
veniles) y su sembrado en sistemas de líneas de receptores.
cuerdas ancladas al fondo del mar y que flotan con Respecto de los usos suntuarios (en sentido am-
la ayuda de boyas; de estas líneas flotantes cuel- plio), éstos fueron más comunes en el pasado y
gan a su vez cuerdas verticales a las que se fijan consistían en la confección a partir de piezas de
los mejillones con sus bisos (Figura 1 b) (Zaixso y nácar, de adornos, collares, botones, la incrusta-
Lizarralde, 2001). El cultivo de ostra del Pacífico ción de orfebrería y la manufactura de collares de
(ostricultura) se lleva a cabo en la bahía de San perlas o el uso de éstas en joyería. Actualmente
Blas en la costa sur de la provincia de Buenos Ai- las perlas cultivadas o naturales son el principal
res; el cultivo consiste en la obtención de semilla uso suntuario que ha persistido y moviliza una
de bancos naturales o de criadero y su colocación considerable cantidad de dinero.
en bolsas de red, las que a su vez son colocadas Los usos ornamentales se relacionan principal-

170
Bivalvia: importancia económica

mente con la incrustación de muebles, la manu- dañinas se pueden contar las bromas o teredos,
factura de objetos artesanales e indirectamente como por ejemplo Bankia martensi en aguas ar-
relacionados con éstos se puede indicar los aso- gentinas. Estas especies viven practicando gale-
ciados a la venta de bivalvos (y otros moluscos) rías en las maderas sumergidas en el mar y debi-
a coleccionistas, donde las piezas ofrecidas alcan- litándolas en forma extrema. Actualmente con la
zan en ocasiones valores considerables. pérdida de vigencia de la madera como material
Otros usos actuales o pasados de los bivalvos de construcción de muelles o embarcaciones, la
consisten en el agregado de conchas molidas a importancia de los teredos como peste es muy
productos cosméticos, a suelos ácidos para me- relativa. Los mejillones comunes, además de sus
jorar su fertilidad y a la suplementación de ali- beneficios, pueden causar daño incrustando el in-
mentos balanceados para animales de cría como terior de cañerías de tomas de agua de mar para
camarones y pollos. refrigeración en centrales eléctricas y otras indus-
No todas las especies de bivalvos son benefi- trias, con reducción de su sección útil y bloqueo
ciosas al hombre. Entre las que son francamente de filtros.

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171
CEPHALOPODA
Nicolás Ortiz
y María Edith Ré

INTRODUCCIÓN La subclase Nautiloidea presenta un registro


fósil continuo desde el período Ordovícico (500 a
Los cefalópodos constituyen un antiguo y exi- 440 millones de años atrás) de la Era Paleozoica,
toso grupo del Phylum Mollusca y han estado pre- está representada por unas pocas especies e inclu-
sentes entre los grandes predadores dominantes ye a los únicos representantes de cefalópodos con
en el océano durante un amplio período de la his- conchilla externa. La Subclase Coleoidea incluye
toria geológica. Representan uno de los registros el mayor número de especies y comprende a los
fósiles más importantes de las eras Paleozoica y calamares, sepias, argonautas, pulpos y calama-
Mesozoica, reconociéndose más de 10.000 for- res vampiro. Las formas actuales surgieron entre
mas fósiles (Agirre-Urreta y Cichowolski, 2013). los períodos Triásico Superior y Jurásico Inferior
En la actualidad se encuentran representados por (hace 195 millones de años) de la Era Cenozoica
aproximadamente 800 especies. y carecen de conchilla externa.
Los cefalópodos son los más activos de los El nombre “cefalópodos” hace referencia a su
moluscos y algunos calamares compiten con los cabeza, bien diferenciada, asociada a una serie de
peces en su velocidad de natación. Ocupan una apéndices, brazos y tentáculos que la rodean, y al
gran variedad de hábitats en todos los océanos, hipónomo o sifón, estructura muscular con forma
desde las zonas costeras hasta las grandes pro- de embudo ubicada debajo de la cabeza, que cum-
fundidades, y algunas especies son frecuente- ple las funciones del pie pues a través de la misma
mente muy abundantes y resultan ser el mayor se expulsa el agua que facilita el desplazamien-
objetivo en pesquerías marinas. Los primeros to del animal en la natación rápida (propulsión a
registros fósiles de estos moluscos se remontan chorro).
al período Cámbrico Superior, durante la Era Las características más destacables de esta Cla-
Paleozoica, alrededor de 500 millones de años se de Moluscos se resumen en: 1) la presencia de
atrás. Parecen haber evolucionado de un grupo un sifón derivado del pie o región del cuello de los
de Monoplacóforos con la conchilla tabicada y moluscos; 2) la presencia de brazos circunorales
probablemente planctónicos, que derivó de las derivados de la cabeza o el pie de los moluscos;
formas bentónicas mediante el mantenimiento 3) la presencia de mandíbulas quitinosas; 4) la
de la condición planctónica de los estadíos lar- presencia de conchilla externa con fragmacono
vales (Dzik, 1981; Teicher, 1988). Durante este y sifúnculo en Nautiloidea, e interna reducida o
proceso, el cuerpo de los cefalópodos se alargó ausente en Coleoidea; 5) ojos formadores de imá-
notablemente en dirección del eje dorsoventral, genes (Young et al., 2012).
que se transformó en el eje anteroposterior fun-
cional, lo que les permitió adoptar la forma hi-
drodinámica que presenta la mayoría de las es-
DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA
pecies en la actualidad. La clase Cephalopoda se distribuye desde el
Los grupos actuales se incluyen en dos sub- Océano Ártico hasta aguas antárticas, y desde
clases: Nautiloidea y Coleoidea. Si bien aún se el piso intermareal hasta las profundidades ultra
presentan considerables dudas, los dos linajes abisales.
podrían haberse separado hace 470 millones de Estos moluscos pueden exhibir un modo de vida
años o antes. La larga separación de los mismos planctónico, nectónico, bentopelágico (planctóni-
ha resultado en linajes de cefalópodos con muy co cercano al fondo), nectobentónico (nadador
diferente estructura. con alguna fase asociada al fondo) o bentónico.

173
Cephalopoda

da nucal cutánea, en otras no se fusiona a la mis-


MORFOLOGÍA Y ANATOMÍA ma y en algunos calamares y sepias la conexión
La clase Cephalopoda está constituida por mo- se lleva a cabo mediante un cartílago nucal. La
luscos de simetría bilateral, celoma bien desarro- cabeza porta ojos altamente desarrollados (excep-
llado, con conchilla externa camerada (Nautilus); to en Nautilus y Cirrothauma). Por otro lado, la
conchilla interna calcárea o sepión, formada por cabeza también porta una corona de apéndices
cámaras separadas por láminas delgadas (sepias que rodean a la boca, y el sifón. Los nautiloideos
verdaderas); conchilla interna espiralada que ocu- presentan numerosos apéndices desprovistos de
pa la parte posterior del cuerpo (Spirula spirula); ventosas dispuestos en dos círculos, el externo
una lámina interna córnea similar a una pluma, el con 38 brazos prensiles y el interno con 24 (en
gladio (calamares). En algunas sepias y pulpos la machos) y 48-52 (en hembras). Los coloideos
conchilla está reducida (estilete) o completamente (=dibranquiados) presentan sólo 8 ó 10 apéndices.
ausente y en los “nautilos de papel” (octópodos En calamares y sepias siempre hay 10 (al menos
argonautas), si bien carecen de conchilla interna, en estadio de paralarvas), 8 brazos y 2 tentácu-
las hembras elaboran una fina conchilla secunda- los, bien diferenciados. Los vampiromorfos están
ria externa de carbonato de calcio a partir del pri- equipados con 8 brazos y 2 filamentos delgados
mer par de brazos glandulares, unicamerada, en la que pueden guardar en bolsillos ubicados entre los
que residen e incuban los huevos (Nesis, 1982). brazos dorsales y dorsolaterales, mientras que los
(Figura 1). pulpos están provistos de 8 brazos. Los apéndices
El cuerpo está cubierto por un saco muscular, de los dibranquiados están provistos de ventosas.
el manto, que es el principal órgano de locomo- En calamares y sepias las ventosas son común-
ción en la natación rápida. Éste encierra todas las mente pedunculadas y se encuentran armadas con
vísceras. El manto puede presentar paredes mus- anillos córneos provistos de dientes y, en algunos
culares gruesas en especies nectónicas, reducidas calamares oceánicos, están modificadas en gan-
en especies planctónicas o semiplanctónicas, y en chos. Los brazos además pueden presentar quillas
el caso de especies que viven a mucha profundi- o membranas natatorias y membranas protectoras
dad, llegar a ser casi transparente. La gruesa pared en la superficie interna que posee las ventosas. En
muscular de algunos calamares oceánicos, entre pulpos y calamares vampiros las ventosas no pre-
ellos el calamar gigante Architeuthis, contiene sentan pedúnculo. Los vampiromorfos y algunos
vacuolas con una solución de cloruro de amonio, pulpos de profundidad, a ambos lados de las ven-
que es menos denso que el agua y confiere al ani- tosas de cada brazo, presentan una hilera de cirros
mal una flotabilidad neutra (Nesis, 1982). que en algunas especies actúan como órganos tác-
La gran cabeza de los cefalópodos se encuentra tiles que colaboran para detectar pequeñas presas
usualmente bien separada del cuerpo por un cuello como los copépodos (Nesis, 1982).
o constricción nucal, excepto en algunos pulpos y En la parte ventral de la cabeza se encuentra si-
calamares vampiros. En algunas especies el man- tuado el sifón, un tubo cónico anteriormente más
to dorsal se fusiona a la cabeza mediante una ban- delgado, paralelo al eje longitudinal del cuerpo.

Figura 1: Conchilla camerada de Nautilus (A), conchilla relictual de Enteroctopus megalocyathus (estilete) (B) y conchilla secundaria
de Argonauta nodosa (C). Fotografías del estilete y de Argonauta, cortesía de los Dres. F. Márquez (Márquez y Ré, 2009) y G. Pasto-
rino (Pastorino y Tamini, 2002).

174
Cephalopoda

A través del mismo el agua es eyectada desde el sifón presenta una válvula cuya función es for-
manto durante la respiración y la natación rápida, talecer la pared del sifón en la natación rápida y
así como también se expulsan la tinta, la orina, los además intervenir en la forma que adquiere la tin-
excrementos, los huevos y las sustancias utiliza- ta al ser eyectada. Por otro lado, todos los dibran-
das para elaborar la cápsula de los huevos. En los quiados presentan una estructura glandular sobre
calamares los bordes laterales del sifón funcionan el lado dorsal interno del sifón, de importancia
como un botón de cierre rápido. Estos cartílagos taxonómica en algunos grupos, cuya función po-
están localizados sobre los lados derecho e iz- dría ser la de secretar mucus para colaborar en la
quierdo del sifón y sobre el lado interno del manto limpieza del sifón junto con una activa salida de
hacia la línea media del borde anterior (cartílagos agua (Nesis, 1982).
manto-sifonales y nucal, respectivamente) (Figu- La boca, localizada entre los brazos y tentácu-
ra 2). La forma de los cartílagos manto-sifonales los, está provista de sólidas mandíbulas córneas
es de gran importancia taxonómica. En sepias, semejantes a picos de loro, una superior y una
vampiromorfos y la mayoría de los calamares, el inferior (Figura 3). La forma difiere entre los ce-

Figura 2: Disección ventral de un calamar (simplificada).

175
Cephalopoda

Pueden ser de diversos tipos. Los melanóforos


marrones o negros, y los más claros rojos, ana-
ranjados o amarillos. La piel también presenta iri-
docitos, células que contienen cristales laminares
que reflejan la luz incidente. Debido a las múlti-
ples combinaciones de cromatóforos e iridocitos,
y a la velocidad del control nervioso, los cefaló-
podos pueden cambiar muy rápidamente su colo-
ración y camuflarse. En adición, muchos calama-
Figura 3: Esquema simplificado de los órganos internos de un res oceánicos y algunos pulpos están equipados
pulpo.
con órganos luminosos, los fotóforos. En los cefa-
lópodos se distinguen dos tipos de luminiscencia:
falópodos y pueden ser características a nivel de simbiótica (bacterial) e intrínseca (intracelular).
familia, de género y algunas veces de especie y En la simbiótica, la luz es emitida por bacterias
sexo (Figura 4). que viven en las glándulas localizadas en el saco
En la boca se localiza una rádula, ausente en de la tinta. Las bacterias pueden brillar dentro de
Spirula y octópodos con aletas. Consiste en una la glándula o el mucus con bacterias puede ser
banda de dientes apoyada sobre una estructura eyectado al agua a través del sifón y producir una
carnosa, el odontóforo. nube clara. La luminiscencia intrínseca se produ-
Un par de aletas musculares, la principal estruc- ce por oxidación de luciferina, producida en la
tura de propulsión en la natación lenta, se encuen- glándula digestiva, la sustancia lumínica no sale
tra localizado en el extremo posterior, medio, o de la célula y se encuentra principalmente en ca-
a lo largo de los márgenes bordeando el manto. lamares pelágicos y también en vampiromorfos y
Este último tipo es característico de las verdade- pulpos (Nesis, 1982; Messenger, 2001).
ras sepias y algunos calamares, los cuales nadan El celoma, la cavidad secundaria del cuerpo,
horizontalmente y son bastante lentos pero ágiles. está dividida en dos secciones: la pericárdica y la
Las aletas romboidales son típicas de los calama- visceral o celoma genital. En nautilos, calamares,
res más veloces, nectónicos o nectobentónicos. sepias y vampiromorfos ambas secciones están
Los calamares sepiólidos cavan en la arena con el comunicadas. En los nautilos la sección genital
sifón formando un hoyo y luego cubren el manto forma una verdadera cavidad corporal y contie-
usando sus aletas y brazos. ne la gónada, el estómago, una parte del intestino
La piel puede ser completamente lisa o áspe- y penetra en el sifúnculo. La sección pericàrdica
ra, con verrugas y papilas. La piel presenta cro- envuelve solamente el corazón y abre a la cavi-
matóforos (órganos pigmentados), con forma de dad del manto. En calamares y sepias esta sección
estrella. Consisten en un saco central lleno con es espaciosa y contiene el corazón, los corazones
pigmento, células musculares y células nerviosas. branquiales, las glándulas pericárdicas y está co-

Figura 4: Pico inferior (izquierdo) y superior (derecho) del calamar Moroteuthis ingens.

176
Cephalopoda

nectada con los sacos renales. La sección geni- por branquias (ctenidios), dos pares en los nauti-
tal también es amplia y envuelve a la gonada y loideos y un par en el resto de los demás cefaló-
al estómago. La parte inicial de los gonoductos podos vivientes. Se localizan a ambos lados de la
pertenece al celoma pero las partes terminales masa visceral. Su estructura es similar a los cte-
presentan un origen diferente. Están formados nidios de otros moluscos, son bipinnadas y con-
por el ectodermo y no por el mesodermo, como sisten en un eje y filamentos con repliegues que
todas las partes del celoma. En los pulpos el celo- incrementan su superficie y entre los cuales circu-
ma está reducido. La sección pericárdica consiste la el agua. En los calamares y sepias el número de
solamente en los bolsillos de los corazones bran- filamentos es mayor que en los pulpos bentónicos.
quiales, que están ausentes, y ductos que conec- En los pulpos de profundidad las branquias son
tan la cavidad gonadal con los sacos renales. La pequeñas y el número muy reducido. Todos los
sección genital del celoma rodea sólo a la cavidad cefalópodos, especialmente los calamares y pul-
gonadal. Las principales funciones del celoma en pos pelágicos, son muy sensibles al contenido de
los dibranquiados consisten en la protección del oxígeno en el agua. Cuando es bajo, rápidamente
corazón, excreción y metabolismo salino, y la re- pierden su fuerza, se vuelven fláccidos y mueren
moción de los productos gonadales. En el curso (Nesis, 1982).
de la evolución la función excretora del celoma Los órganos excretores en los cefalópodos se
se fue incrementando mientras que la función de encuentran estrechamente vinculados con los ór-
protección del corazón se fue perdiendo gradual- ganos de los aparatos circulatorio y respiratorio.
mente (Nesis, 1982). Incluyen un par de sacos renales, los apéndices de
El aparato circulatorio está constituido por un los corazones branquiales, ducto renopericárdico,
corazón, un par de corazones branquiales, glándu- apéndices renales de la vena cava y apéndices del
las branquiales y vasos sanguíneos. Los nautiloi- tubo digestivo o apéndices pancreáticos. El pro-
deos y los pulpos carecen de corazones branquia- ceso excretor también se lleva a cabo en las bran-
les. En los calamares y sepias es prácticamente quias (una parte de la excreción de los iones de
cerrado mientras que en los pulpos existen senos amonio) (Nesis, 1982).
vasculares por donde la sangre circula entre los El aparato digestivo incluye el complejo bu-
órganos. La sangre es ligeramente azulada y el cal, con las mandíbulas y la rádula. Las 3 glán-
principal pigmento respiratorio es la hemocianina. dulas salivares son: la glándula submandibular
El corazón presenta un ventrículo y dos aurículas o sublingual, las glándulas salivares anteriores
(cuatro en nautiloideos). Del ventrículo parten (pares) y las posteriores (1 ó 2, ausentes en Spi-
dos aortas, una anterior y otra posterior. La sangre rula y nautiloideos), el esófago, un buche (pre-
venosa es colectada por venas que confluyen en sente en algunos octópodos y vampiromorfos),
dos venas cavas y, a través de venas branquiales un estómago, un ciego, una glándula digestiva
llega a los corazones branquiales. Estos corazones comúnmente conocida como “hígado”, un ducto
son bolsas con paredes musculares gruesas ubi- digestivo con apéndices (“glándula pancreática”),
cadas en la base de las branquias, y la sangre es un intestino y el ano. La función de las glándu-
impulsada hacia las branquias para oxigenarse y las salivares posteriores es, además de producir
retornar a las aurículas. Los capilares sanguíneos enzimas digestivas, especialmente proteolíticas,
están especialmente desarrollados en los brazos, elaborar veneno paralizante de sus presas. El ce-
tentáculos y parte posterior del manto. Las glán- falópodo más venenoso es el pequeño pulpo de
dulas branquiales se extienden a lo largo de las Australia Hapalochlaena maculosa, especialmen-
branquias, y es donde se sintetiza la hemociani- te las hembras cuando incuban sus huevos y el
na que posteriormente se encuentra disuelta en el veneno puede ser letal para el hombre (Tranter
plasma sanguíneo. Las células sanguíneas son so- y Augustine, 1973). En el estómago se realiza la
lamente leucocitos-amebocitos que se sintetizan primera digestión pues recibe el alimento y los
en una glándula o “cuerpo blanco”, localizada en jugos digestivos del bulbo bucal, del “hígado” y
la cabeza. Los fagocitos del sistema retículoendo- del “páncreas”, y el alimento semidigerido pasa al
telial están concentrados en los cuerpos blancos, ciego, donde se completa la digestión y absorción
en las glándulas salivares y branquiales y en las de grasas y aminoácidos, y comienza la de los hi-
branquias (Nesis, 1982). dratos de carbono. El contenido pasa al “hígado”
Los órganos respiratorios están representados y “páncreas” donde es absorbido y el alimento re-

177
Cephalopoda

manente al intestino. La glándula digestiva es el dulas accesorias dentro de las cuales se forman
principal órgano de absorción. El “páncreas” no los espermatóforos, estructuras especiales para
es un órgano secretor, participa en la excreción, preservar y transferir el esperma, y un saco es-
osmoregulación, formación de orina y absorción permatofórico (saco de Needham), en el cual se
de carbohidratos y aminoácidos. La absorción en almacenan (Figura 5). Para transferir el esperma
intestino es mínima y en éste se produce el mu- a las hembras, uno o varios brazos del macho se
cus que envuelve los desechos digestivos (Nesis, encuentran modificados en su extremo o en toda
1982; Garri y Ré, 2002). su longitud. Este brazo modificado o parte del
El saco de la tinta es característico de los cefa- mismo se conoce como hectocotilus o hectocótilo
lópodos. Está presente en casi todos los calamares (Figura 6).
y sepias y en la mayoría de los pulpos incirrados, El sistema nervioso de los cefalópodos está
y se encuentra ausente en especies que viven sólo muy desarrollado. La cabeza alberga un “cere-
o principalmente a grandes profundidades. Com- bro” grande, el más desarrollado dentro de los
prende una glándula de la tinta ubicada dentro del moluscos, y está envuelto por una cápsula carti-
interior del saco en el cual se acumula la tinta, laginosa. El tamaño relativo del cerebro (sistema
y un largo conducto que se conecta al intestino nervioso central) se encuentra relacionado direc-
aunque funcionalmente no forma parte del apa- tamente con la velocidad de desplazamiento y es
rato digestivo. La tinta consiste en gránulos de mayor en los calamares nectónicos epipelágicos.
melanina suspendidos en un líquido incoloro y En los cefalópodos dibranquiados está formado
su principal función es desorientar a los posibles por 4 secciones: supraesofagial, subesofagial,
enemigos. La tinta además es rica en tirosinasa, lóbulos ópticos y ganglios y glándulas asocia-
una sustancia que irrita los ojos y es probable que dos, y los ganglios bucal y braquial. El bucal
temporariamente paralice los órganos olfatorios inerva la masa bucal, mandíbulas, rádula y glán-
(Nesis, 1982). dulas salivares, mientras que el braquial inerva
Los cefalópodos son animales bisexuales. Los los brazos y tentáculos. Los lóbulos ópticos, que
órganos primarios de reproducción consisten en procesan la información obtenida por los ojos,
una gónada no pareada (ovario o testículo). En forman la mayor parte del cerebro. En los cefa-
las hembras, existe un oviducto no pareado o lópodos pelágicos, en los cuales la visión juega
pareado, con glándulas adicionales, oviductales, el rol más importante, están más desarrollados
nidamentales y nidamentales accesorias (no pre- que en los pulpos bentónicos. Los lóbulos ópti-
sentes en todos los cefalópodos). Los machos, cos también actúan sobre el tono muscular. En
como regla general, presentan un vaso deferente la sección subesofagial, además de otros com-
no pareado con un sistema complicado de glán- ponentes, se ubica el lóbulo magnocelular que

Figura 5: Aparato reproductor de hembra (A) y macho (B) de pulpos.

178
Cephalopoda

Figura 6: Brazo hectocotilizado del pulpo colorado patagónico, Enteroctopus megalocyathus.

controla la natación rápida y el funcionamiento las germinales, inician la síntesis de vitelo en las
del ganglio estelar. En este lóbulo se localiza, en células foliculares del ovario, controlan los esta-
calamares, sepias y vampiromorfos, un par de díos finales del desarrollo de los ovocitos y células
grandes células nerviosas que originan axones foliculares, controlan la actividad de secreción de
nerviosos gigantes. Todos los órganos de los ce- las glándulas nidamentales accesorias, controlan
falópodos están ricamente inervados y funcionan el crecimiento y desarrollo de los oviductos, glán-
bajo el control del sistema nervioso central. El dulas oviductales, del complejo espermatofórico
sistema de fibras nerviosas gigantes presentes y del órgano terminal o pene, gobiernan la forma-
en los cefalópodos, descubierto por el Dr. J.Z. ción de espermatóforos y controlan el proceso de
Young en la década de 1930, jugó un rol notable apareamiento. En las hembras, además determi-
en el desarrollo de la neurofisiología. El axón narían la reducción de la alimentación postpuesta
gigante de los calamares se volvió un elemento que llevará a la muerte de las mismas luego de la
ideal para estudiar los mecanismos básicos de incubación de los huevos (Nesis, 1982; Wells y
la excitación nerviosa, conducción del impulso Wells, 1977).
nervioso, estructura de membranas, sinapsis, etc. Los órganos sensoriales de los cefalópodos
(Nesis, 1982; Young, 1971). dibranquiados son: los ojos, los fotoreceptores
Las glándulas ópticas (ausentes en nautilos), extraoculares (las vesículas sensitivas a la luz,
localizadas entre los pedúnculos ópticos y el sis- paraolfatoria y cuerpos epistelares), los estato-
tema nervioso central, son los órganos endócrinos cistos, las olfatorias (fosetas), quimio y mecano-
más importantes que regulan la maduración gona- receptores de ventosas, labios, etc. Los ojos son
dal y el desarrollo de los caracteres sexuales se- muy grandes, su estructura es tan perfecta como
cundarios. Son órganos de secreción interna. La o la de los vertebrados, y poseen córnea, iris con
las hormonas que secretan presentan propiedades pupila capaz de dilatarse y contraerse, cristalino
gonadotróficas: estimulan la división de las célu- y retina. En los calamares oegópsidos y vampi-

179
Cephalopoda

romorfos la córnea es abierta de tal forma que la sexual frente a cambios del fotoperíodo o inicio
cámara frontal del ojo se comunica libremente de la migración estacional de especies nectónicas
con el agua de mar. En los miópsidos, la córnea y nectobentónicas (Nesis, 1982).
es siempre cerrada, así como en sepias y pulpos. Los estatocistos, un par en la mayoría de las es-
La retina no es invertida como en los vertebra- pecies, se sitúan en la parte occipital de la cápsula
dos. La visión en la mayoría de los cefalópodos cartilaginosa de la cabeza. Son órganos de balance
es monocular y el campo de la visión de ambos y de percepción de las aceleraciones lineal y angu-
ojos puede alcanzar los 360 grados. No diferen- lar, de estructura compleja. En al pared interna de
cian colores. Las especies con ojos grandes están los estatocistos existen células receptoras ciliadas
adaptadas para la visión en capas superiores del y un estatolito calcáreo (aragonita) en los pulpos,
agua mientras que las de ojos pequeños, para la mientras que los calamares y sepias presentan
visión en profundidad. En los nautiloideos los tres estatolitos, uno de ellos de mayor tamaño. La
ojos carecen de lentes y la pequeña pupila comu- estructura de los estatocistos reflejan, de alguna
nica la cámara interna del ojo con el ambiente. manera, el modo de vida de los cefalópodos. Los
Como son animales estrictamente nocturnos, se estatolitos incrementan su tamaño a medida que
orientan principalmente, no a través de la visión el animal crece y presentan líneas de crecimien-
sino de los sentidos del tacto y el olfato (Nesis, to que, de acuerdo con la especie, se identificaron
1982; Young, 1971). como diarias o mensuales (Nesis, 1982).
Los fotoreceptores extraoculares o cuerpos Con respecto al tamaño de los cefalópodos, la
epistelares están conectados con el sistema ner- medida básica es la longitud dorsal del manto
vioso, resultando ser como “ojos en el cerebro”. (LM). El mayor cefalópodo conocido, que resulta
Están presentes en todos los cefalópodos salvo ser el mayor de todos los invertebrados actuales,
los nautiloideos. Estos cuerpos son pequeñas ve- es el calamar gigante Architeuthis dux (Fig. 7).
sículas fotosensibles dispuestas individualmente. Su longitud total, incluyendo los tentáculos, es
Las vesículas de calamares, sepias y Spirula se de hasta 20 m, la LM de hasta 5 m y el peso de
denominan vesículas paraolfatorias. Sus funcio- hasta 20 toneladas, mientras que las dimensiones
nes son diversas y probablemente difieren entre promedio de estos calamares son: longitud total
especies, pero es muy probable que su principal de 6 a 7 m, longitud dorsal del manto entre 1 y
función sea brindar al animal una idea del nivel 2,5 m, y el peso de 50 a 300 kg. Los ejemplares
general de iluminación en el agua y los cambios a de Architeuthis analizados, provenientes del Mar
largo plazo, por ejemplo los estacionales Esta in- Argentino, presentaron una LM entre 1,30 y 2,28
formación puede iniciar el proceso de maduración m y hasta un peso total de 220 kg (Brunetti et al.,

Figura 7: Architeuthis dux hallado varado en Bahía Bustamante, Argentina. Fotografía extraída de Ré et al. (2009).

180
Cephalopoda

1998, 2002; Ré et al., 1998, 2009). Entre los cefa- SUBCLASE COLEOIDEA (= DIBRANCHIA-
lópodos más pequeños, siempre considerando los TA)
ejemplares adultos, se pueden citar a calamares de Pulpos, calamares, sepias, calamar vampiro.
la familia Idiosepiidae (LM de 6 a 8 mm), Sepia Con conchilla interna reducida o ausente. Cabe-
robsoni (LM de hasta 17 mm), Rondeletiola mi- za y pie unidos formando una estructura anterior
nor (LM hasta 15 mm) y Octopus joubini (LM de común. Con 8 ó 10 apéndices prensiles (brazos y
20 a 25 mm), entre otros. tentáculos), con ventosas. Un par de brazos mo-
dificados en los machos. Rádula con 7 dientes en
cada fila. Mandíbulas quitinosas. Sifón como un
SISTEMÁTICA tubo único. Con un par de branquias (ctenidios)
La clase Cephalopoda incluye dos subclases y 7 y un par de nefridios. Ojos complejos, con córnea
órdenes cuyas características más importantes se y cristalino. Sistema nervioso bien desarrollado y
brindan a continuación (Figura 8). concentrado. Con un par de estatocistos comple-
jos. Con cromatóforos y bolsa de la tinta.
SUBCLASE NAUTILOIDEA (= TETRA-
BRANCHIATA) SUPERODEN OCTOPODIFORMES
Nautilos nacarados. Con conchilla externa, en- ORDEN VAMPYROMORPHA
rollada helicoidalmente en un plano. Con nume- Calamar vampiro. Cuerpo rechoncho. Con un
rosos tentáculos cefálicos (80-90) sin ventosas. par de aletas. Conchilla reducida a un vestigio en
Cuatro brazos modificados en los machos. Cabeza forma de hoja delgada, transparente y no calcifi-
protegida dorsalmente por una caperuza carnosa. cada. Con 8 brazos de tamaño similar. Con una
Rádula con 13 dientes en cada fila. Mandíbulas sola hilera de ventosas distales por brazo, no pe-
de quitina y carbonato de calcio. Sifón con dos dunculadas. Brazos unidos por una membrana de
pliegues separados. Con dos pares de branquias piel amplia (membrana interbraquial). El quinto
(ctenidios) y dos pares de nefridios. Ojos sin cór- par de apéndices está reducido a unos filamentos
nea ni cristalino. Sistema nervioso algo difuso. retráctiles. Sin brazo hectocotilizado en los ma-
Con un único estatocisto simple y primitivo. Sin chos. Rádula bien desarrollada. Con bolsa de la
cromatóforos y sin bolsa de la tinta. Registro fó- tinta degenerada. Viven principalmente en aguas
sil muy rico pero actualmente representado por profundas. Con sólo una familia, Vampyroteuthi-
una sola familia, Nautilidae, 2 géneros (Nautilus dae, y una especie actual: Vampyroteuthis inferna-
y Allonautilus), con 5-6 especies (Young, 2010). lis (Young, 2012).

Figura 8: Esquemas de Nautilus (A), Vampyroteuthis infernalis (B), Spirula spirula (C), Chtenopteryx sp. (D) y fotografías de
Eledone massyae (E), Illex argentinus (F), Doryteuthis sanpaulensis (G) y Semirossia tenera (H). Esquemas extraídos de Boyle y
Rodhouse (2005), fotografías extraídas de Ré (2008).

181
Cephalopoda

ORDEN OCTOPODA sales de las capas superiores del talud. Muchas


Pulpos. Con cuerpo corto, redondeado. Gene- especies son fuertes nadadoras, se encuentran en
ralmente sin aletas. Con conchilla interna vesti- grandes cardúmenes y se pescan comercialmente.
gial o sin conchilla. Con 8 brazos similares uni- Con 2 familias y 12 géneros. Ejemplos:
dos por una membrana interbraquial. Muchas Doryteuthis, Lolliguncula (Vecchione y Young,
especies son bentónicas y reptan sobre el fondo 2008a).
del océano con la boca dirigida hacia el sustrato.
Otras alternan entre el hábitat bentónico y el pelá- ORDEN SEPIOIDEA
gico, y algunas pocas especies son exclusivamen- Sepias, jibias. Con cuerpo corto, aplanado dor-
te pelágicas. Con 2 subórdenes muy diferentes en soventralmente. Con aletas laterales separadas
apariencia, los Cirrata, con cirros en los brazos una de la otra, algunas especies con lóbulos pos-
y grandes aletas, habitantes de aguas profundas, teriores. La conchilla puede ser interna calcárea,
y los Incirrata, sin cirros y sin aletas, los pulpos recta o helicoidal, que suele estar dividida en
comunes bentónicos de aguas someras, muchas cámaras (fragmacono), un gladio o estar ausente.
especies bentónicas de aguas profundas y espe- Con 8 brazos cortos y 2 tentáculos largos retrác-
cies pelágicas. Estos 2 subórdenes incluyen 3 y tiles, con ventosas sólo en las extremidades, con
8 familias respectivamente, y alrededor de 200 forma de cuchara. Club tentacular sin aparato de
especies. Ejemplos: Argonauta, Eledone, Ente- cierre proximal. Las ventosas no presentan gan-
roctopus, Octopus, Opisthoteuthis, Stauroteuthis chos. Cabeza con bolsillos para los tentáculos.
(Mangold et al., 2010). Con córnea cubriendo los ojos. Oviducto derecho
ausente. Hembras con glándulas nidamentarias
SUPERODEN DECAPODIFORMES accesorias. Los huevos, cuando se conocen, es-
ORDEN OEGOPSIDA  tán adheridos a un sustrato de a uno o en grupos
Calamares de aleta corta. Cuerpo alargado, tu- desorganizados. Con dos Subórdenes, Sepiida,
bular. Con aletas laterales usualmente unidas pos- con 1 familia y más de 100 especies bentónicas
teriormente y usualmente sin lóbulos posteriores. que viven principalmente en aguas costeras pero
Conchilla interna, reducida a una lámina con for- pueden hallarse hasta alrededor de 500 m de pro-
ma de pluma (gladio). Con 8 brazos y 2 tentáculos fundidad, y Sepiolida , con 2 familias y aproxima-
largos no retráctiles. El extremo de los tentáculos damente 60 especies, algunas bentónicas y otras
(club) con aparato de cierre proximal. Las vento- pelágicas. Ejemplos: Sepia, Rossia, Semirossia
sas pueden tener ganchos. Sin córnea cubriendo (Vecchione y Young, 2008b).
los ojos. Oviductos pareados. Hembras sin glán-
dulas nidamentales accesorias. Huevos puestos ORDEN SPIRULIDA
en masas gelatinosas. Entre los cefalópodos, los Calamares. Cuerpo pequeño, muscular. Con
calamares Oegopsida dominan el ambiente oceá- conchilla interna calcárea (fragmacono), con for-
nico pelágico. Algunas especies, aunque son pe- ma de cuerno espiralado en un único plano, sin
lágicas, se asocian con el fondo oceánico. Con que las vueltas se toquen una con otra (planoes-
24 familias y 69 géneros. Ejemplos: Architeuthis, piral abierta), utilizada como un dispositivo de
Illex, Ommastrephes (Young y Vecchione, 2004). flotabilidad. Con sifúnculo ventral. Aletas separa-
das, terminales, con orientación casi transversal
ORDEN MYOPSIDA al eje del cuerpo, con lóbulos posteriores. Con co-
Calamares de aleta larga, calamaretes. Cuerpo rona de apéndices estrecha, brazos con ventosas
alargado, tubular. Con aletas, sin lóbulos poste- en 4 series, ambos brazos del par 4 hectocotiliza-
riores (salvo una especie). Conchilla interna, bien dos. Con tentáculos sin aparato de cierre proximal
desarrollada, con forma de pluma (gladio), que en el club, con 16 series de ventosas. Sifón sin
se extiende a lo largo de todo el manto. Con 8 músculos aductores laterales. Cabeza con bolsi-
brazos y 2 tentáculos. Con bolsillos en la cabeza llos para retraer los tentáculos. Sin rádula. Saco
para retraer los tentáculos. Con córnea cubriendo de la tinta reducido. Ojos sobresalientes, sin cór-
los ojos. Oviducto derecho ausente. Hembras con neas. Se encuentran en aguas oceánicas tropica-
glándulas nidamentales accesorias. Huevos adhe- les y subtropicales mesopelágicas. Con 1 familia,
ridos al sustrato. Estos calamares son neríticos, a Spirulidae, y 1 especie viviente, Spirula spirula
menudo de aguas muy someras o especies demer- (Young 1996, 2012).

182
Cephalopoda

ORDEN INCIERTO la membrana bucal. La fecundación es interna. En


Incluye 3 familias de calamares, Bathyteuthi- los pulpos se produce en las glándulas oviductales
dae (1 género y 3 especies), Chtenopterygidae (1 (que a su vez tienen la capacidad de almacenar
género y 3 especies) e Idiosepiidae (1 género y al- espermatozoides) o en el ovario (géneros Octopus
rededor de 8 especies). Son calamares pequeños, y Eledone respectivamente) mientras que en los
que ocupan, dependiendo de la Familia, desde calamares, presumiblemente, recién cuando los
zonas poco profundas hasta zonas mesopelágicas huevos están por ser liberados (Alvarez Perez et
y batipelágicas (Young y Vecchione, 2010; Man- al., 1990; Boyle y Rodhouse 2005).
gold y Young, 1996; Roper, 2012). La reproducción en los cefalópodos es gene-
ralmente un proceso estacional, energéticamen-
te costoso y de tasas metabólicas elevadas (Van
REPRODUCCIÓN Y Hukelem, 1976, Pollero e Iribarne, 1988). En el
DESARROLLO caso de algunos calamares, se ha reportado que
Los cefalópodos, con excepción de los nauti- la alimentación y el crecimiento continúan luego
loideos, son organismos semélparos. En tal sen- del desove mientras que en la gran mayoría de
tido, no se han observado especies que exhiban los pulpos las hembras incubantes dejan progre-
regeneración cíclica de las células germinales y sivamente de alimentarse, desencadenando una
crecimiento de la gónada después del desove, ni pérdida sustancial de tejido somático y luego
períodos de desove extendidos por más de una mueren. El período de senescencia que se inicia
única estación reproductiva (Boyle y Daly, 2000). en las hembras luego del desove y en los machos
Los sexos son separados (dioicos) y no existe luego de múltiples cópulas, es un proceso que
reproducción asexual. El proceso de maduración estaría desencadenado hormonalmente (Wells y
en las hembras consiste, principalmente, en un au- Wells, 1977; Anderson et al., 2002). La muerte de
mento sustancial del tamaño de los ovocitos por esos ejemplares, sumado a los patrones migrato-
acumulación de vitelo acompañado por cambios rios reportados para varias especies en el período
en la forma y arreglo de las células foliculares que reproductivo y al comportamiento críptico exhibi-
rodean al ovocito durante la ovogénesis y por el do por las hembras incubantes de muchos pulpos,
desarrollo de los órganos reproductivos anexos. traen como consecuencia la escasa o nula repre-
Una vez maduros, los ovocitos son liberados sentación en la población de los individuos en
desde el ovario y acumulados en el/los oviductos estadios postdesove durante ese período (Boyle y
proximales. La maduración sexual en los machos, Rodhouse, 2005).
se manifiesta por el aumento en el tamaño del tes- Comparados con otros moluscos, los cefaló-
tículo, que ocurre en paralelo con la espermatogé- podos poseen huevos de gran tamaño y con gran
nesis y con el desarrollo del complejo espermato- cantidad de vitelo, existiendo una relación inversa
fórico (Figura 5). Los espermatozoides maduros entre el tamaño del huevo y la fecundidad, la cual
descienden desde el testículo, son empaquetados es variable dentro de la Clase (Boletzky, 2003). A
en espermatóforos y en su mayoría almacenados modo de ejemplo, el pulpito Octopus tehuelchus
en el saco de Needham hasta el momento de la posee huevos de 9-12 x 3-4mm y su fecundidad
cópula (Wells y Wells 1977; Mangold, 1987). máxima de 220 huevos, mientras que O. vulgaris
En general, los machos se encuentran maduros posee huevos de 1x2 mm y una fecundidad de
antes que las hembras. Durante la cópula, el ma- 100.000 a 500.000 huevos (Ré, 1998; Hochberg
cho transfiere los espermatóforos por medio del o et al., 1992). El modo de desove puede diferir
los brazos hectocotilizados, los cuales son intro- entre las especies, presentando un rango continuo
ducidos en la cavidad del manto de la hembra. La y que se extiende desde ejemplares en los cuales
cópula de un macho con distintas hembras es co- el desove se desarrolla de manera continua o de a
mún dentro de la Clase (Boyle y Rodhouse 2005). pulsos pero durante un período prolongado, hasta
En los pulpos, los espermatóforos son insertados aquellos que producen desoves masivos y simul-
en los oviductos distales de las hembras. En algu- táneos hacia el final de su ciclo de vida (Rocha et
nos calamares, son depositados en el receptáculo al., 2001).
seminal mientras que en otros, son hallados en Las masas de huevos pueden ser encapsuladas
sitios cercanos a las branquias, en donde desem- en una matriz gelatinosa secretada por las glándu-
bocan los oviductos distales y en algunos casos en las nidamentales, como en el caso de calamares

183
Cephalopoda

loligínidos, o ser evacuados sin otra protección ridos como juveniles o juveniles tempranos, y los
más que el corion como en muchas especies de que exhiben un modo de vida ecológicamente dis-
pulpos incirrados. Las masas de huevos de las se- tinto al de los adultos son denominados paralarvas
pias, la mayoría de los pulpos y algunas especies (Young y Hartman, 1988; Barón, 2003; Ortiz y
de calamares son adheridas por medio de secre- Ré, 2011) (Figura 10).
ciones producidas por las glándulas oviductales o
nidamentales a distintos sustratos del fondo mari-
no, de origen antrópico o natural, individualmente
ECOLOGÍA
o conformando racimos (Figura 9). Todos los cefalópodos pueden hacer uso de la
Los calamares omastréfidos, liberan masas ge- columna de agua. Las especies costeras, están tí-
latinosas de huevos de flotabilidad neutra a la co- picamente asociadas con el fondo marino, tanto
lumna de agua. En los octópodos incirrados, las para la búsqueda de refugio como de alimento y
hembras realizan cuidado parental, limpiando y sitio de desove. Pueden incluirse en este grupo a
ventilando las puestas mientras se completa el de- la mayoría de las sepias, pulpos y calamaretes.
sarrollo embrionario (Boletzky, 1998, 2003). Este Por otra parte, las especies de distribución oceá-
patrón, no obstante, también ha sido observado en nica, con un ciclo de vida enteramente pelágico,
calamares de profundidad (Seibel et al., 2000). tales como los calamares de la familia Ommastre-
La segmentación del huevo es discoidal mero- phidae explotan las zonas oceánicas de alta pro-
blástica y el desarrollo es directo, es decir, no ductividad realizando en algunos casos grandes
existe una verdadera fase larvaria ni metamor- migraciones a lo largo del talud y de las platafor-
fosis. Los ejemplares recién nacidos poseen una mas continentales.
morfología similar a la de los adultos, aunque Los cefálópodos coleoideos poseen como ca-
el tamaño relativo de las estructuras corporales racterística general un ciclo de vida corto, esta-
puede ser distinto (Hochberg et al., 1992; Ortiz cional y semélparo, lo que resulta en una baja
et al., 2006). En este último caso, adicionalmente, superposición de generaciones sucesivas. Son or-
el modo de vida que los recién nacidos adquieren ganismos, cuyo desarrollo se encuentra altamente
al eclosionar puede ser diferente al de los adultos. influenciado por las condiciones ambientales. En
Tal es el caso de muchas especies de pulpo bentó- tal sentido, la temperatura tiene un efecto decisivo
nicas, cuyos ejemplares recién nacidos trascurren en su ciclo de vida. Su efecto se manifiesta fuerte-
un período de duración variable en el plancton y mente sobre los tiempos de desarrollo embriona-
durante el cual son activos predadores planctóni- rio y tasas de supervivencia así como en las tasas
cos, o especies de calamares, cuyos ejemplares de crecimiento de los estadios paralarvarios y ju-
recién nacidos se ubican en aguas cercanas a la veniles, los cuales pueden ocupar una proporción
superficie, mientras que los adultos son habitual- sustancial del tiempo de vida de estos organismos
mente hallados en aguas próximas al fondo ma- (Klaich et al., 2006; Ré et al., 1993; Semmens et
rino. Los individuos recién nacidos que presentan al., 2004).
un modo de vida similar al de los adultos son refe- Los cefalópodos son importantes componentes

Figura 9: Fracción de las masas de huevos de Enteroctopus megalocyathus (A) y de Doryteuthis gahi (B).

184
Cephalopoda

y pingüinos entre otros), peces óseos, rayas y ti-


burones.
Los mesozoos dicyemidos son los más comu-
nes y característicos parásitos de los órganos ex-
cretores de los cefalópodos. Se conoce poco sobre
este pequeño e inusual grupo de organismos. Los
diminutos parásitos vermiformes se adhieren a los
apéndices renales o a los apéndices de los cora-
zones branquiales donde viven y se reproducen,
aparentemente sin producir daños en el hospeda-
dor (Penchaszadeh, 1968, 1969; Penchaszadeh y
Christiansen, 1970). Otros parásitos frecuentes
son los coccidios del género Aggregata, presentes
en al aparato digestivo de numerosas especies de
cefalópodos, y en algunos crustáceos que actua-
rían como hospedadores intermediarios (Sardella
y Ré, 1990; Sardella et al., 2000; Ibáñez et al.,
2005).

IMPORTANCIA ECONÓMICA
En las últimas décadas se ha producido un
Figura 10: Paralarva de Robsonella fontaniana. Fotografía ex- continuo y rápido crecimiento del interés sobre
traída de Ortiz y Ré (2011). los cefalópodos debido a varias razones. Para
los neurofisiólogos los calamares son sumamen-
de las cadenas tróficas. Son organismos carnívo- te importantes para estudiar la conductividad de
ros y oportunistas, altamente versátiles como pre- los impulsos nerviosos. Los fisiólogos y etólo-
dadores, que se alimentan mayoritariamente de gos se muestran interesados en los cefalópodos
presas vivas. Los brazos prensiles y/o tentáculos como invertebrados con un comportamiento
junto con un sistema sensorial altamente evolu- ampliamente “inteligente”. Por otro lado, pocos
cionado le permiten ocupar un nicho trófico am- animales marinos pueden competir con los ce-
plio. Así mismo, las frecuentes migraciones que falópodos como fuente de importantes y promi-
ocurren en las poblaciones de cefalópodos, les sorias sustancias biológicamente activas (drogas
confiere la posibilidad de que exploten distintos antishock, anestésicas, y antiparasíticas, toxinas
sistemas y poblaciones presas. Los Nautiloidea y citostáticos poderosos, entre otras). Para los
son parcialmente carroñeros, pero como regla ge- paleontólogos, el estudio de cefalópodos re-
neral, la mayoría de los cefalópodos se alimentan cientes, particularmente los nautilos camerados,
de crustáceos y cambian su dieta a peces duran- es la clave para comprender el modo de vida y
te la ontogenia. No obstante, el rango de presas especialmente el proceso de fosilización y ente-
es mucho más amplio. A modo de ejemplo, en la rramiento (o muerte) de nautiloideos, ammonites
dieta de E. megalocyathus en la costa patagóni- y belemnites. Debido a su esbelta conchilla, los
ca se han identificado al menos 47 especies entre nautilos, son también altamente apreciados por
crustáceos, peces, anélidos y otros moluscos, in- los coleccionistas (Nesis, 1982; Aguirre-Urreta y
cluido un alto porcentaje de canibalismo (Ré et Cichowolski, 2013).
al., 2009). Adicionalmente, los cefalópodos tanto Adicionalmente, los cefalópodos son conside-
costeros como oceánicos, son presa de una gran rados como una alternativa importante a los recur-
variedad de organismos. Se estima que un 95% sos pesqueros tradicionales y sus capturas a nivel
de la dieta de los cachalotes, está constituido por mundial han aumentado considerablemente desde
calamares y son componentes centrales en la die- la década de 1970. Los mayores volúmenes de
ta de lobos y elefantes marinos. Adicionalmente pesca corresponden a los calamares (3,5 millones
cumplen un rol muy importante en la dieta de una de toneladas anuales) (FAO, 2010) para los cuales
gran variedad de aves marinas (petreles, albatros existen pesquerías industriales que involucran el

185
Cephalopoda

uso de artes y métodos de pesca en algunos casos et al., 2010; Ortiz et al., 2011). Estas pesquerías
mecanizados. Entre las pesquerías industriales artesanales, como las de otros cefalópodos locali-
de calamares más importantes, se encuentran la zadas en zonas costeras alrededor del mundo, rea-
del Illex argentinus y, en menor magnitud, las de lizan una contribución sustancial, primariamente
Doryteuthis gahi y D. sanpaulensis. No obstante, al consumo local o regional (Boyle y Rodhouse,
alrededor del mundo, una cantidad significante de 2005). Adicionalmente, las calidades nutricio-
cefalópodos, particularmente de pulpos, provie- nales, el ciclo de vida corto, y un crecimiento
nen de pesquerías artesanales. Tal es el caso del extremadamente rápido hacen de ellos animales
pulpo colorado patagónico Enteroctopus mega- altamente promisorios para la maricultura. Expe-
locyathus en el extremo sur de Sudamérica o del riencias comerciales de cultivo de pulpo se co-
pulpito Octopus tehuelchus en la costa norte de mienzan a registrar en el Mar Mediterráneo y en
la Patagonia argentina (Ré y Ortiz, 2008; Storero el Mar Caribe.

Agradecimientos
Los autores agradecen al Centro Nacional Patagónico, Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y
Técnicas (CONICET) por el apoyo brindado durante la realización de este trabajo. A los Dres. Gilbert L.
Voss, Katharina M. Mangold y Kirk Nesis, nuestro reconocimiento por las valiosas enseñanzas dejadas.

186
Cephalopoda

GLOSARIO
Abisal: fondo constituido por grandes planos de pendiente Distal: parte ubicada lejos del cuerpo o punto de origen, ha-
muy suave, localizado desde el borde del talud conti- cia las partes periféricas (opuesto a proximal).
nental, aproximadamente entre 3000 y 6000-7000 me-
Dorsal: superficie superior de un cefalópodo (opuesta a la
tros de profundidad.
superficie ventral, en la que se encuentra el sifón).
Aletas (= nadaderas): lengüetas musculares ubicadas a lo
Epipelágico: estrato correspondiente a la zona marina bien
largo de las superficies laterales o dorsolaterales del
iluminada, tanto nerítica como oceánica, entre la super-
manto de los calamares, utilizadas para la locomoción,
ficie y la profundidad de compensación en la cual la pro-
dirección y estabilización.
ducción de oxígeno es igual al consumo por parte de los
Anterior: parte localizada hacia el extremo de la cabeza o el organismos. Según las regiones, se encuentra entre 20 y
extremo de los brazos de los cefalópodos. 120 m de profundidad.
Apéndices circunorales: ver brazos. Espermatóforo: estructura alargada elaborada por los ma-
chos para empaquetar y transferir los espermatozoides
Bentónico: organismo que vive relacionado con el fondo y
a las hembras.
que encuentra en el sustrato su hábitat preferido.
Fotóforo (= órgano luminoso): órgano de mayor o menor
Brazos: apéndices circunorales de los adultos de los ce-
complejidad que produce y distribuye bioluminiscencia,
falópodos que surgen de la cabeza y rodean la boca.
a través de reacciones bioquímicas o a través de bacte-
Entre los brazos III y IV de los calamares y sepias se
rias luminiscentes.
encuentra un par de apéndices modificados (tentácu-
los). Fragmacono: Parte tabicada de la concha de los amonites
(Ammonoidea), cefalópodos extintos y de los Nautiloi-
Cartílago del manto (= cartílago de cierre del manto): cresta
dea actuales, donde se almacenan los gases que contro-
cartilaginosa o saliencia sobre cada lado ventrolateral
lan la flotación del animal.
de la superficie interna del manto cerca de su extremo
anterior, que cierra la abertura del manto con el corres- Ganchos (= garfios): estructuras quitinosas con forma de
pondiente cartílago del sifón durante la locomoción. garra derivadas de las ventosas y ubicadas sobre los bra-
zos y/o mazas tentaculares de algunos calamares.
Cartílago nucal: cartílago de cierre del manto ubicado en
la parte dorsal occipital de la cabeza. No se encuentra Gladio (= pluma): estructura de soporte quitinosa, con for-
presente en todos los calamares. ma de pluma, ubicada internamente en la línea media
dorsal de algunos calamares. Es homóloga a la conchilla
Cartílago sifonal (= cartílago de cierre del sifón): almoha-
externa de los cefalópodos ancestrales.
dilla cartilaginosa con surcos, bolsillos o depresiones de
diferentes formas, ubicada a cada lado ventral de la par- Hectocotilo: brazo/s modificado/s en los machos, adaptados
te posterior del sifón y que se une con el componente del para transferir los espermatóforos a las hembras. La
manto para mantener juntos el sifón y el manto durante modificación puede presentarse en las ventosas, pedún-
la locomoción. culos de las ventosas, membranas protectoras, trabécu-
las y forma del brazo. No todas las especies presentan
Cirros: papilas carnosas alargadas, presentes en los bordes
hectocotilo.
laterales o la superficie oral de los brazos en los pulpos
cirrados. Intermareal: zona comprendida entre las más altas y las más
bajas mareas. Durante estas últimas, queda descubier-
Club tentacular (= maza tentacular): ver tentáculos.
ta luego de retirarse el mar. Puede presentar pozos con
Conchilla interna: restos de la conchilla originariamente agua (pozas de marea) dependiendo de la composición
externa de los cefalópodos que a través de la evolución del piso intermareal.
se redujo y se ubicó internamente. En los calamares se
Iridocitos o Iridióforos: células de la piel, localizadas de-
denomina pluma o gladio. En los pulpos que aún la con-
bajo de la epidermis, que producen reflexiones iridis-
servan, son dos pequeñas varillas quitinosas denomina-
centes al incidir la luz. Son ricas en guanina (sustancia
das estiletes.
refringente).
Conchilla secundaria: conchilla externa secretada por los
Longitud del manto: en calamares, medida dorsalmente
brazos dorsales de las hembras de algunos pulpos, utili-
desde el punto medio más anterior del manto hasta el
zada para proteger e incubar los huevos. Ej.: Argonauta
extremo posterior del manto o hasta el extremo de las
nodosa.
aletas fusionadas, lo que sea mayor. En pulpos, medida
Córnea: membrana muy delgada, transparente, que cubre dorsalmente desde el punto medio entre los ojos hasta el
los ojos de algunos calamares. extremo posterior del manto.
Cromatóforos: órganos consistentes en un saco con pig- Manto: cuerpo de los cefalópodos, carnoso o muscular, con
mento y con músculos y nervios asociados, que proveen forma de tubo en calamares o de bolsa en pulpos, que
gran parte del color básico, patrones de color y cambios contiene las vísceras.
de color a los cefalópodos.
Medio, medial: perteneciente a una estructura ubicada ha-
Demersal: cercano al fondo. cia, sobre o a lo largo de la línea media.

187
Cephalopoda

Membrana bucal: tejido delgado que rodea a la boca, refor- Posterior: hacia el extremo del manto de los cefalópodos.
zado por 6 a 8 soportes o conectivos bucales.
Proximal: hacia el cuerpo, cerca del punto de origen o unión
Membrana interbraquial: delgado repliegue muscular de (opuesto a distal).
piel que se extiende entre los brazos de muchos pulpos
Quilla: extensión muscular aplanada ubicada a lo largo de
y pocos calamares, dando una apariencia de paraguas
la superficie aboral de algunos brazos o de la maza ten-
cuando los brazos están extendidos.
tacular que brindan mayor hidrodinamia. Ver membrana
Membrana natatoria (= quilla): extensión alargada, muscu- natatoria.
lar, ubicada a lo largo de la superficie aboral de algunos
Quitina: sustancia constituida por mucopolisacáridos que
brazos. Ayuda a la hidrodinamia y soporta los brazos
forma los anillos de las ventosas, ganchos, mandíbulas,
durante la natación.
gladios o plumas en calamares y los estiletes en pulpos.
Membrana protectora: repliegue delgado de tegumento a
Rádula: banda quitinosa con forma de cinta ubicada en la
lo largo de los ángulos laterales de la superficie oral de
boca de los cefalópodos que contiene numerosas hileras
los brazos y mazas tentaculares, lateral a las ventosas,
transversales de dientes. Ausente en algunos cefalópo-
usualmente soportado por varillas musculares denomi-
dos (Ej.: pulpos de profundidad).
nadas trabéculas.
Receptáculo seminal (= espermateca): tejido carnoso,
Mesopelágico: estrato que corresponde a las capas de agua
usualmente ubicado en la cavidad del manto o en la
que se hallan por debajo del estrato epipelágico hasta la
región bucal de algunas hembras de cefalópodos, en el
isoterma de 10ºC (aproximadamente entre 100 y 300 m
cual las vesículas de esperma se adhieren luego del apa-
de profundidad. Ver epipelágico.
reamiento hasta que se produce la fertilización de los
Nectobentónicos: organismos nectónicos (nadadores acti- ovocitos. En las hembras de algunas especies de pulpos
vos) que se relacionan con el fondo al menos en algún se encuentran en las glándulas de los oviductos.
momento de su ciclo de vida. Por ejemplo, durante la
Saco de la tinta: órgano que elabora y almacena la tinta de
búsqueda de un sustrato para fijar los huevos.
los cefalópodos; generalmente se ubica ventralmente a
Nectónicos: organismos pelágicos que se desplazan acti- lo largo del intestino y algunas veces está embebido en
vamente, con absoluta independencia de las aguas en la glándula digestiva. Se vacía en el recto a través de
movimiento. un conducto.
Nerítica: área que se extiende desde la línea de costa hasta Sifón (= hipónomo): tubo algo cónico ubicado sobre el lado
los 200 m de profundidad, sobre la plataforma conti- ventral de la cabeza, a través del cual el agua es expul-
nental. sada de la cavidad del manto durante la locomoción y
respiración. Los productos reproductivos, de desecho y
Oceánica: área que abarca todo el resto del océano que no
la tinta pasan a través del sifón.
comprende el área nerítica. Ver nerítica.
Sifúnculo: Cordón visceral que atraviesa los tabiques de la
Odontóforo: Base cartilaginosa a donde se unen músculos
concha de los Nautilideos, produciendo un gas que que-
que movilizan la rádula.
da retenido en cada una de las cámaras que forman la
Ontogenia: desarrollo del individuo a lo largo de su vida. concha y otorgándole flotabilidad positiva al ejemplar.
Paralarvas: cefalópodos en los primeros estadíos de creci- Talud: continuación de la plataforma continental más allá de
miento luego de su nacimiento y que difieren claramen- los 200 metros de profundidad.
te en su modo de vida de los individuos de mayor edad
Tentáculos: apéndices circunorales alargados de los calama-
de su misma especie. Por ejemplo: paralarvas planctó-
res y sepias utilizados para capturar presas.
nicas y adultos bentónicos. Pueden diferir no sólo en
cuanto a su modo de vida (criterio ecológico) sino tam- Ventosas: estructuras musculares con forma de copa, ubi-
bién presentar diferencias morfológicas. cadas sobre los brazos y tentáculos (raramente sobre la
membrana bucal) de los cefalópodos. Algunas son pe-
Pelágico: organismo asociado a las masas de agua.
dunculadas (con pedicelos o pedúnculos) en calamares
Planctónico: organismo que se halla en suspensión en el y sepias, algunas son sésiles (sin pedúnculos) en pulpos,
agua y que, debido a su escaso poder de locomoción, es ubicadas sobre el lado oral de los brazos. Usualmente se
arrastrado por las corrientes. cuantifican tanto en hileras longitudinales como trans-
Plataforma continental: continuación del continente hasta versales.
los 200 metros de profundidad. Ventral: superficie inferior de los cefalópodos en la que se
Pluma: ver gladio. localiza el sifón (opuesta a la superficie dorsal).

188
Cephalopoda

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191
LOS MOLUSCOS
COMO BIOINDICADORES
Sebastián E. Sabatini y Javier A. Calcagno

El creciente deterioro de los ecosistemas acuá- tectar perturbaciones relacionadas con la presen-
ticos debido al incremento de los niveles de con- cia de contaminantes debido a su amplia distribu-
taminantes como consecuencia de diversas acti- ción geográfica y abundancia, rasgos sedentarios,
vidades humanas es un problema crítico de nues- resistencia y capacidad de bioacumular xenobió-
tros tiempos. Los estuarios y las zonas costeras ticos de la columna de agua y de los sedimentos,
son las más afectadas, debido principalmente al alimentación por filtración y longevidad (Elder y
transporte fluvial y a la lixiviación de los conta- Collins 1991; Goldberg y Bertine, 2000; Andral
minantes. Una de las principales preocupaciones et al., 2004; Viarengo et al., 2007). Existen ante-
de la presencia de desechos industriales, urbanos, cedentes del uso de bivalvos, tanto dulceacuícolas
agrícolas, y otros productos químicos en el medio como marinos en el monitoreo de metales, como
ambiente acuático se refiere a las consecuencias por ejemplo Neocorbicula limosa y Corbicula flu-
ambientales que potencialmente pueden causar minea en el Río de La Plata, Diplodon chilensis
estos sobre la biota (Davis et al., 2001; Khanga- en lagos Andino Patagónicos (Verrengia Guerre-
rot y Rathore, 2003). La exposición de los orga- ro y Kesten, 1993; Bilos et al., 1998; Guevara et
nismos acuáticos a xenobióticos puede inducir al., 2004), y la almeja Mesodesmas mactroides en
no sólo cambios fisiológicos, bioquímicos y/o las costas Bonaerenses (Thompson y Sánchez de
morfológicos a nivel individual (Rainbow, 1990; Bock, 2007). Otros estudios abordan el monitoreo
Ansari et al., 2004), sino que también pueden de los niveles de hidrocarburos en agua, en los
influenciar la abundancia de especies (Preston, sedimentos y bioacumulados en tejidos de diver-
2002). Parámetros como la riqueza (cantidad de sas especies marinas, como los mejillones Brachi-
especies presentes en una comunidad), la diver- dontes sp., Tagelus sp., Mytilus edulis chilensis, y
sidad (tiene en cuenta la riqueza y el carácter de la cholga Aulacomya atra atra en el estuario de
común o raro) y la equitatividad (regularidad con Bahía Blanca, en Tierra del Fuego, y en Bahía
que los individuos están distribuidos entre las es- Nueva en la Provincia de Chubut respectivamen-
pecies presentes en la comunidad), entre otros, te (Arias et al., 2009; Amin et al., 2011; Massara
proveen herramientas fundamentales para compa- Paletto et al., 2009).
rar comunidades (Begon et al., 1986). Todas estas Por su parte, el enfoque ecotoxicológico en el
características están influenciadas por la etapa monitoreo ambiental se basa en el uso de biomar-
sucesional en que se encuentra la comunidad y, cadores, los cuales son respuestas metabólicas,
eventualmente, por la ocurrencia de disturbios, bioquímicas y fisiológicas específicas en los or-
entre ellos los originados por la presencia de xe- ganismos, relacionadas con la toxicidad induci-
nobióticos (Calcagno et al., 1997, 1998). da por la exposición a xenobióticos (Boelsterli,
En nuestro país, numerosas investigaciones se- 2003; Lam y Gray, 2003). Una característica fun-
ñalan el uso de moluscos en estudios de biomo- damental de los biomarcadores en la evaluación
nitoreo ambiental para caracterizar y cuantificar del impacto de los contaminantes es su capacidad
las concentraciones de contaminantes acuáticos. para detectar la aparición temprana de estrés y
Especies de gasterópodos como Trophon brevis- predecir disturbios en varios niveles de organiza-
pira y Nacella (P) magellanica son utilizadas en ción, debido a que cambios a nivel de los organis-
el monitoreo de los niveles de metales en la Antár- mos conducen a cambios en las poblaciones y las
tida y en Tierra del Fuego (de Moreno et al., 1997; comunidades (Walker et al., 2006).
Conti et al., 2012). En particular los bivalvos son Otros estudios han evidenciado respuestas de
elegidos como bioindicadores con el objeto de de- los moluscos ante la presencia de contaminantes.

193
Los moluscos como bioindicadores

Machado-Schiaffino et al., 2009 determinaron desequilibrio entre la generación y la neutraliza-


en Puerto Madryn, que la exposición a desechos ción de especies reactivas del oxígeno, ya sea por
industriales puede provocar alteraciones citoge- un déficit de las defensas o por un incremento en
néticas (por ejemplo el incremento anormal de la producción de EROs es lo que se denomina es-
micronúcleos) en el mejillón Mytilus edulis. Por trés oxidativo (Ames et al., 1993; Davies, 1995).
otra parte se ha comprobado en experimentos de La literatura da cuenta de una gran cantidad de
laboratorio la aparición de modificaciones en la trabajos tanto en investigaciones desarrolladas
oviposición y la supervivencia embriológica del a campo como en bioensayos de laboratorio, en
caracol Biomphalaria glabrata, como respuesta a los que se estudian las respuestas a nivel de estrés
la exposición a distintos tipos de metales (Ansal- oxidativo (alteración de las defensas antioxidan-
do et al., 2008). tes y aumento del daño celular a componentes ce-
Recientemente se ha comprobado que concen- lulares) tanto en organismos dulceacuícolas como
traciones ambientalmente tolerables de Tributiles- marinos tras la exposición a metales, (Duarte et
taño (componente de pinturas anti incrustantes) al., 2011; Sabatini et al., 2011a), a hidrocarburos
en las costas Argentinas involucran como res- (Ansaldo et al., 2005) y a aguas residuales domi-
puesta la ocurrencia de imposex (neoformación ciliarias (Sabatini et al., 2011b).
de un pene en hembras) en poblaciones dioicas de El uso de biomarcadores de toxicidad en mo-
gasterópodos marinos (Bigatti y Carranza, 2007; luscos ha aumentado considerablemente en los
Bigatti et al., 2009). últimos años, en estudios toxicológicos con el
Las determinaciones de parámetros de estrés objeto de predecir el impacto biológico causado
oxidativo se han propuesto como biomarcadores por la presencia de contaminantes, tanto a escala
de contaminación ambiental ya que una gran va- geográfica como temporal. Sin embargo, debido a
riedad de productos químicos y de contaminantes que los biomarcadores, además de ser afectados
tienen el potencial de causar daños en los orga- por la presencia de xenobióticos también pueden
nismos acuáticos (Winston y Di Giulio 1991; Li- serlo por factores ambientales (por ejemplo la
vingstone, 2001; van der Oost et al., 2003; Sa- temperatura) (Verlecar et al., 2007; Bocchetti et
batini et al., 2009). La producción controlada de al., 2008; Lushchak, 2011) o fisiológicos y me-
especies reactivas de oxígeno (EROs) en las célu- tabólicos (reproducción, envejecimiento) (Abele
las aeróbicas tienen un papel esencial en diversos et al., 2009) es necesaria la realización de futuras
procesos biológicos (Ames et al., 1993), no obs- investigaciones que permitan lograr una correcta
tante, dada su toxicidad, los organismos requie- interpretación de las respuestas obtenidas con el
ren de numerosos mecanismos antioxidantes para objeto de ser utilizadas para evaluar en forma más
protegerse de reacciones oxidativas no deseadas eficiente el impacto producido por la presencia de
a distintos componentes celulares (proteínas, lípi- contaminantes, y en la toma de decisiones y la im-
dos y ADN) (Livingston et al., 1992). En circuns- plementación de políticas ambientales por parte
tancias normales existe un equilibrio entre la pro- de las Instituciones responsables de la regulación
ducción de EROs y los procesos antioxidantes. El y el manejo de los recursos acuáticos.

AGRADECIMIENTOS
Los autores agradecen al Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET).
Sebastián Sabatini agradece al IQUIBICEN-Dpto Química Biológica, Facultad de Ciencias Exactas
y Naturales, Universidad de Buenos Aires. Javier Calcagno agradece al CEBBAD-Departamento de
Ciencias Naturales y Antropológicas - Instituto Superior de Investigaciones (ISI) y a la Universidad
Maimónides por el apoyo brindado durante la realización de este trabajo.

194
Los moluscos como bioindicadores

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196
POLYCHAETA
Rodolfo Elías
y Lobo Orensanz

INTRODUCCIÓN los poliquetos de la familia Spirorbidae son pe-


queños y se adhieren a una variedad de substratos.
Los “Polychaeta” (chaeta= seta o queta, poly= Sus tubos calcáreos son en forma espiral, por los
muchas) son el grupo más diversificado entre los que reciben su nombre).
anélidos. De hecho, estudios filogenéticos basa-
dos en información molecular muestran que el
resto de los anélidos están “anidados” dentro del
SISTEMÁTICA
clado de los poliquetos. En otras palabras, los La sistemática de los poliquetos fue muy in-
“Polychaeta” (al menos conforme a su definición fluenciada por la visión de Quatrefages (1866),
tradicional) no son un grupo monofilético. Los quien los dividió en Errantia y Sedentaria. Desde
anélidos (o bien los poliquetos en sentido amplio) entonces muchos autores propusieron clasifica-
incluyen también a los Sipuncula, Echiurida y Po- ciones alternativas basadas en diversos criterios,
gonophora (tradicionalmente considerados como desde funcionales hasta resultados de análisis cla-
phyla separados), los Clitellata (sanguijuelas y dísticos. No obstante, la separación en Errantes y
lombrices de tierra), y los Myzostomida y Ar- Sedentarios ha sido rehabilitada como la más ro-
chiannelida (tradicionalmente considerados como busta (Struck et al., 2011), con algunas variantes:
clases dentro del Phylum Annelida). En lo que los Clitellata son parte de los Sedentaria, y algu-
sigue nos referimos únicamente a los “Polychae- nas familias de posición basal dentro de los An-
ta” en el sentido tradicional, entendiendo que, en nelida (por ejemplo los Chaetopteridae) quedan
rigor, esta es una categoría artificial (de allí el en- excluidas de los “Poliquetos” en sentido amplio,
comillado), o “de conveniencia”. un conjunto para el cual se ha propuesto el nom-
Entre los poliquetos hay una extraordinaria di- bre “Pleistoannelida” (Struck, 2011). En términos
versidad de tamaños, formas y colores. Algunos generales hay un consenso razonable acerca de la
son diminutos (microscópicos), y viven en los división de los “poliquetos” en familias y acerca
intersticios que se forman entre los granos de de la validez de algunas agrupaciones supra-fami-
arena o grava (hábitat “intersticial”). Otros, ex- liales (por ejemplo los Aphroditida o los Sabellida
cepcionalmente grandes, alcanzan varios metros supra-familiares), pero aún no hay consenso defi-
de longitud (por ejemplo Riftia, un poliqueto de nitivo acerca de la partición de los Errantia o los
aguas profundas), pero la mayoría tiene un largo Sedentaria en “órdenes”.
en el orden de milímetros o centímetros. Existen
formas coloreadas, a veces iridiscentes, otras con
colores de advertencia (el así llamado “gusano de
ESTUDIO DE LOS POLIQUETOS
fuego”, por ejemplo). Las especies que se mueven
EN ARGENTINA
en la superficie del sustrato (“epibénticas”) pre- El estudio de los poliquetos de Sudamérica aus-
sentan usualmente coloración mimética, confun- tral se vió favorecido por las expediciones cien-
diéndose con el entorno como protección frente tíficas a la Antártida, particularmente durante el
a depredadores visuales (principalmente peces). siglo XIX y comienzos del siglo XX. Sin embar-
Algunos han protagonizado éxitos de Hollywood, go, en aquella época las descripciones eran mu-
como un enorme e imaginario Spirórbido dorado chas veces superficiales e incompletas, y muchas
que en Avatar, al retraerse en forma espiral den- especies australes fueron asimiladas a especies
tro de la tierra, deja al protagonista expuesto a los europeas en base a aparentes semejanzas. Esto
grandes seres de Pandora (más allá de la ficción, contribuyó a sustentar el concepto de especies

197
Polychaeta

cosmopolitas, en base a distribuciones geográfi- talud continental (200-2000 m de profundidad) y


cas muy amplias, abarcando desde Europa hasta de la llanura abisal Argentina (más de 2000 m de
la Antartida. profundidad) está aún muy poco conocida, pero
En Argentina, los estudios sobre la fauna ma- en principio no se ajusta a esa partición biogeo-
rina se iniciaron en el Museo Argentino de Cien- gráfica.
cias Naturales (MACN), fundado en 1812. Don
Enrique Rioja, ilustre zoólogo español emigrado
a México durante la dictadura Franquista, fue el
HÁBITAT Y DISTRIBUCIÓN
primero en estudiar colecciones de poliquetos he-
ECOLÓGICA
chas por científicos argentinos y conservadas en Los poliquetos prosperan en una variedad
dicho Museo (Rioja, 1943 y 1946). de hábitats, desde la zona intermareal hasta las
Las investigaciones ecológicas sobre las comu- profundidades de las fosas oceánicas. La mayor
nidades del litoral argentino comenzaron durante parte son bentónicos (benthos= del griego, fondo
la década de los 1960s en el Instituto de Biología del mar), aunque también existen muchas formas
Marina de Mar del Plata, fundado por las Univer- planctónicas (que viven en la columna de agua)
sidades Nacionales de Buenos Aires, La Plata y y algunos son parásitos de otros animales. Los
Bahía Blanca, y en el Centro de Investiaciones de poliquetos son habitantes muy comunes en todos
Biología Marina (CIBIMA) de Puerto Deseado, los ambientes costeros marinos, pero también han
dependiente del Instituto Nacional de Tecnoloía sido registrados en los arrozales de Indochina y
Industrial (INTI) (Bastida et al., 2007). Fue en- son muy abundantes en estuarios y otros cuerpos
tonces que se inició el estudio de los poliquetos de aguas salobres. Son comunes en los arrecifes
por parte de investigadores locales. coralinos, viviendo dentro o entre los corales, pero
La paulatina revisión de la taxonomía de los po- también se desarrollan en los manglares (bosques
liquetos de los extensos y poco explorados mares tropicales que se forman en desembocadura de
del Hemisferio Sur muestra, repetidamente, que los ríos), marismas, praderas de pastos marinos,
muchas de las especies de las regiones australes fondos de mares polares cubiertos por el hielo y
son endémicas y en muchos casos nuevas para la planicies abisales. La mayoría de los poliquetos
ciencia. Una base de datos regional (Orensanz, son “crípticos”, viviendo dentro del sedimento
com. pers.) registra no menos de 622 especies como parte de la “infauna”, debajo de rocas, en
para el mar argentino y sus adyacencias, reparti- los intersticios de camas de bivalvos o entre las
das en aproximadamente 66 familias. algas. Algunos excavan galerías en rocas blandas,
en arrecifes coralinos y hasta en las valvas de mo-
luscos, mientras que otros viven en tubos muco-
DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA sos que ellos mismos secretan o que construyen
El Atlántico sudoccidental y sus adyacencias agregando partes del medio a la matriz orgánica
están bajo la influencia de dos grandes corrientes que secretan. Bajo condiciones ambientales extre-
marinas, la cálida del Brasil y la fría de Malvinas, mas (por ejemplo en sitios contaminados) pueden
un desprendimiento de la deriva de los vientos prosperar y alcanzar grandes abundancias (cien-
occidentales que corre de sur a norte a lo largo tos de miles por metros cuadrado). Los hay que
del talud continental. Ambas corrientes confluyen construyen tubos calcáreos y forman estructuras
muy lejos del continente, y no tienen influencia di- tridimensionales, a veces de gran tamaño. Tal es
recta sobre la composición de la fauna litoral. En el caso de los arrecifes calcáreos (“bochones”)
la zona litoral y la plataforma continental del mar que forma Ficopomatus enigmaticus (Serpulidae)
Argentino se distinguen usualmente dos dominios en la laguna de Mar Chiquita (Schwindt et al.,
biogeográficos, templado-frío y templado-cálido, 2004). Los poliquetos “tubícolas” son sésiles o
correspondientes respectivamente a las provincias tienen una movilidad muy reducida, y proyectan
biogeográficas Magallánica y Argentina. A lo lar- fuera de su tubo sólo los apéndices o estructuras
go de la zona costera la transición entre ambos alimentarias y/o respiratorias. La retracción den-
dominios se ubica en los golfos nor-Patagónico tro del tubo o galería es una forma de protegerse
(41°-43° S). La fauna de la provincia Magalláni- de depredadores. El hábitat dentro del tubo tam-
ca, incluidos los poliquetos, está relacionada con bién es una protección de ambientes extremos o
la de otras regiones subantárticas. La fauna del muy contaminados.

198
Polychaeta

Un descubrimiento relativamente reciente (du- y alcanzar grandes poblaciones en sitios contami-


rante los 1970s) los detectó viviendo alrededor nados, y son los denominados oportunistas (Sán-
de chimeneas o fumarolas calientes a 3.000 m de chez et al., 2013). En el área de Mar del Plata se
profundidad. Estos ambientes, con condiciones da un caso único, el de Boccardia proboscidea, un
ambientales aparentemente “inapropiadas” para Spionidae originario del Pacífico que en Australia
la vida, albergan ricas comunidades bentónicas alcanza densidades de hasta 160.000 individuos
desarrolladas alrededor de escapes de gases sulfu- por metro cuadrado en ambientes contaminados
rosos (normalmente tóxicos) a más de 300° C de por descargas cloacales. En la salida cloacal de
temperatura, conocidos como “vents hidroterma- Mar del Plata esta especie es considerada inva-
les” o respiraderos calientes. Los organismos do- sora, formando arrecifes. Éstos son estructuras
minantes, que habitan tubos calcáreos y alcanzan sobresalientes del sustrato de hasta 30 cm de alto
los 3 m de longitud, son poliquetos de la familia (Figura 1) formadas por los tubos, habiéndose
Siboglinidae. registrado densidades de más de 1.600.000 indi-
Los poliquetos son utilizados frecuentemente viduos por metro cuadrado (Jaubet et al., 2013).
como indicadores de calidad ambiental. Entre sus
integrantes se han identificados especies o grupos
de organismos sensibles a la contaminación (los MORFOLOGÍA EXTERNA
cuales desaparecen o disminuyen significativa-
mente en los ambientes impactados, como por Los poliquetos presentan metamería, es de-
ejemplo Polynoidae, Lumbrineridae o Maldani- cir, la repetición de segmentos (metámeros) a
dae), y organismos tolerantes (muchos Spionidae, lo largo del cuerpo (de allí se deriva el nombre
Cirratulidae, Capitellidae, o el género Ophryotro- “Annelida”). Cada segmento está por lo general
cha de los Dorvilleidae). Entre los tolerantes tam- separado del siguiente por un septo. Usualmente
bién hay poliquetos que incluso pueden prosperar hay mesenterios que separan los compartimientos

Figura 1. Arrecifes del poliqueto invasor, Boccardia proboscidea (Spionidae) desarrolladas sobre plataformas de abrasión en las
cercanías del efluente cloacal de Mar del Plata.

199
Polychaeta

Figura 2. Prostomios y re-


giones anteriores en Poli-
quetos. a: Polynoidae; b:
Glyceridae (con probóscide
evertida con 4 mandíbulas);
c: Syllidae (con antenas y
cirros moniliformes); d: Mal-
danidae (con placa cefálica);
e: Sabellidae (con penacho
branquial); f: Cirratulidae
(con palpos prensiles).

del celoma (la cavidad general del cuerpo), pero Cada segmento del cuerpo está provisto de un
todos los segmentos están unidos por el sistema par de parapodios, expansiones laterales del cuer-
digestivo (cuando existe), el sistema vascular po que llevan las quetas. Los parapodios tienen
y el nervioso. Los segmentos pueden ocurrir en típicamente dos ramas (biramosos), una dorsal o
número fijo, o su número puede ser “indetermina- notopodio, y otra ventral o neuropodio. El notopo-
do”, aumentando a lo largo de la vida. El último dio lleva a veces expansiones (branquias) o cirros.
segmento del cuerpo es el pigidio, en el que se Los parapodios de los Errantia están sostenidos
abre el ano en posición variable. El pigidio pue- por “acículas” internas. Hay una gran variedad de
de ser simple o portar estructuras más complejas, quetas, desde capilares largos y muy finos hasta
por ejemplo cirros o discos anales. Los segmentos quetas gruesas y cortas terminadas en punta, en
más recientes son los que están cerca del pigidio. varias puntas o en estructuras complejas (Figura
Entre los poliquetos existe una gran diversidad 3). Las quetas se relacionan con la locomoción en
de formas y adaptaciones, pudiendo tener o no el especies de vida libre, o a la sujeción al tubo en el
cuerpo dividido en regiones diferentes (producto caso de las que viven dentro de ellos.
de una segmentación homogénea o heterogénea).
Los Sedentaria presentan el cuerpo dividido en
regiones (torácica y abdominal), pues por lo gene-
ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA
ral están confinados a sus tubos. Los Errantia, en Un corte transversal de un poliqueto (Figura 4)
términos generales, no tienen el cuerpo dividido permite ver la anatomía interna, consistente en
en regiones y son de hábitos más móviles. una capa tegumentaria, sistema muscular, la cavi-
Un poliqueto Errante típico tiene un lóbulo ce- dad del cuerpo con el sistema digestivo (central),
fálico llamada prostomio, ubicado por delante de el sistema nervioso ventral y los vasos sanguíneos
la boca. Le sigue un anillo o segmento que ro- dorsales y ventrales.
dea la boca, denominado peristomio, que puede El sistema tegumentario consta de una cutícula
o no tener quetas. La forma del prostomio varía transparente y una epidermis. Esta última suele
desde un simple cono o semi-esfera hasta una co- tener células neuroepiteliales y en algunas for-
rona de radiolas o un complemento de apéndices mas contiene abundantes glándulas productoras
(palpos y/o antenas). Los poliquetos con mayor de mucus. Por debajo existen capas musculares
grado de cefalización tienen ojos bien desarrolla- longitudinales y transversales (circulares), con
dos (de uno a tres pares), antenas o palpos en nú- fascículos que llegan a los parapodios. Este siste-
mero variable y cirros peristomiales. En algunos ma muscular les permite enterrarse, entrar y salir
grupos (Sabellidae, Serpulidae y Spirorbidae) las de sus tubos, y facilita la movilidad.
branquias se hipertrofian, formando estructuras en El sistema vascular está constituido por un vaso
forma de abanico o penacho. dorsal pulsátil, que atraviesa todos los segmentos,

200
Polychaeta

Figura 3. Quetas. a: Capilar


simple (izquierda) y denti-
culado (derecha); b: capilar
alado; c: capilar en Orbinii-
dae; d: capilar de Eunicidae;
e y f: Capilar de Aphroditi-
dae; g: capilar articulado o
compuesto (Syllidae, Nerei-
didae); h: gancho encapu-
chado (Capitellidae); i: gan-
cho con barba (Maldanidae);
j: gancho en Cirratulidae, de
izquierda a derecha: en for-
ma de cuchara, unidentado,
sub-bidentado y bidentado;
k y l: aviculares en Sabelli-
dae y Terebellidae; m: en
Scalibregmidae; n: Acroci-
rridae.

y por vasos que llegan a los parapodios y se unen cies habitan en la laguna costera de Mar Chiquita
ventralmente en un vaso de retorno. y otros ambientes estuarinos de la provincia de
La mayoría de los poliquetos tiene respiración Buenos Aires.
tegumentaria, aunque algunos presentan bran- El sistema digestivo es un tubo que recorre todo
quias filiformes a arborescentes. En las formas el largo del cuerpo, histológicamente diferencia-
que habitan ambientes reductores, la sangre o he- do en faringe, esófago, estómago e intestino.
molinfa tienen hemoglobina como pigmento res- Algunos tienen estructuras especializadas, como
piratorio, muy eficaz para vivir en ambientes con trompas o faringes evertibles, que pueden utilizar
bajos niveles de oxígeno. Este el caso de Hetero- para el enterramiento o para la captura de presas.
mastus sp. (Capitellidae). Otras especies ondulan A veces estas trompas están dotadas de mandíbu-
dentro de sus galerías para oxigenarlas, como lo las y/o maxilas quitinosas. Un poliqueto reciente-
hace Laeonereis acuta (Nereididae). Ambas espe- mente descubierto habita los huesos de mamíferos
Figura 4. Corte esquemá-
tico de una sección de un
poliqueto.

201
Polychaeta

marinos muertos y depositados en el fondo. Se lo hembras. Hay algunos casos de partenogénesis


denomina Osedax (comedor de hueso en latín), y (desarrollo sin machos para la fecundación), por
presenta una profunda modificación morfológica, ejemplo en la familia Cirratulidae.
incluyendo una “raíz” que penetra dentro del hue- En la mayoría de los poliquetos hembras y ma-
so para alcanzar la rica médula ósea, de la cual se chos liberan los gametas en el medio ambiente; la
alimenta (no tiene sistema digestivo). fertilización es externa. Del huevo fecundado se
El sistema excretor consiste de nefridios o me- desarrolla una larva (trocófora en el caso de las
tanefridios, que en algunos casos son utilizados formas con larvas pelágicas) que puede vivir en
también para evacuar los productos sexuales (es- la columna de agua (plantónica) para dispersarse,
permatozoides u óvulos). Otros presentan gono- a veces alimentándose del plancton (planctotrófi-
ductos. ca), o bien asentarse en el fondo y vivir de las re-
El cordón nervioso es de posición ventral. El servas del huevo (lecitotrófica). Algunas especies
ganglio cefálico es una masa supraesofágica uni- acortan la fase larval y del huevo sale una forma
da por un collar periesofágico a la cadena nerviosa juvenil (desarrollo directo). En muchos casos los
ventral. La función endócrina la cumplen tanto el huevos son protegidos por las hembras, ya sea
cerebro como los ganglios ventrales. Los ganglios manteniéndose adheridos al cuerpo de la hembra,
cefálicos secretan neurohormonas que regulan la o “incubados” dentro del tubo o en masas gela-
reproducción, los caracteres sexuales secundarios tinosas. También se ha descripto viviparísmo, es
y la regeneración. decir retención del huevo y el embrión dentro del
Los órganos sensoriales están bien desarrolla- cuerpo materno. En la Patagonia argentina, una
dos. Hay órganos táctiles (como palpos, palpos especie de Caulleriella (Cirratulidae) no descripta
articulados, antenas, cirros, cirros peristomiales, hasta el momento tiene ese modo reproductivo.
etc.) y una gran variedad de órganos fotorrecep- Un fenómeno reproductivo muy interesante y
tores, desde simples manchas oculares (células llamativo es la epitoquía, consistente en la trans-
fotorreceptoras subdermales) hasta ojos com- formación total o de una parte del cuerpo en una
puestos. Algunos presentan órganos del equilibrio estructura exclusivamente reproductiva y efímera
(estatocistos). Los quimiorreceptores incluyen (el epitoco), llena de huevos o esperma y de há-
órganos nucales en forma de fosetas ciliadas. Los bito planctónico. Los organismos se transforman
poliquetos responden también a estímulos como a lo largo de días o semanas en forma coordinada
cambios en la disponibilidad del oxígeno, el pH, para desprenderse de la parte del cuerpo no trans-
etc. Incluso como formas larvales detectan la ca- formada, o abandonan el tubo o galería y nadan
lidad del sedimento, lo que les permite activar la libremente hasta la superficie. Esta liberación de
metamorfosis para asentarse si las condiciones los epitocos al agua es en muchos casos coordi-
son adecuadas. nada por las fases de la luna. Este fenómeno ha
sido descripto para varias familias de poliquetos
como los Syllidae, Cirratulidae, Nereididae y
REPRODUCCIÓN Y Eunicidae. Entre estos últimos está el “palolo”,
DESARROLLO cuyos epitocos son capturados por los nativos de
Los poliquetos son, por lo general, animales de las islas del Pacífico que lo consumen como una
sexos separados, y en general sin diferencia entre “delicatessen”.
machos y hembras (sin “dimorfismo sexual”). En Todos los poliquetos tienen gran capacidad de
algunos casos (ejemplificados por Osedax), sin regeneración, a veces a partir de un solo fragmen-
embargo, el dimorfismo sexual es extremo: el ma- to del cuerpo. Algunos grupos se basan en esto
cho es parásito del tracto reproductor de la hem- para tener una reproducción asexual por brota-
bra. Existen formas hermafroditas simultáneas ción, gemación o fragmentación.
(que presentan los dos sexos al mismo tiempo) o
secuenciales (que primero son machos y luego se
transforman en hembras o viceversa). En algunos
RELACIONES TRÓFICAS
casos el cambio de sexo es facultativo, depen- Los poliquetos infaunales excavan galerías en
diente de la proporción de sexos en la población. el sedimento fangoso o arenoso, y viven ingirien-
En Capitella, por ejemplo, en ausencia de hem- do y excretando el sedimento, que es así a la vez
bras los machos se “feminizan” y transforman en hábitat y alimento. Otros viven enterrados, pero

202
Polychaeta

ingieren partículas alimenticias de la columna de son anelidófagos, y a su vez son el alimento de


agua, “filtrando” el agua con sus tentáculos o con otros peces, de aves y de mamíferos marinos. En
estructuras morfológicas especializadas. Estos la costa argentina la “borriqueta” y la “roncade-
aprovechan la corriente, o bien crean sus propias ra” (el juvenil de la corvina rubia) se alimentan
corrientes de agua (por bombeo o por movimiento de poliquetos. Muchas rayas y otros condrictios
de apéndices) y capturan las partículas alimenti- (peces cartilaginosos) se alimentan toda su vida
cias en suspensión. Algunos poliquetos “tejen” re- de organismos bentónicos, incluyendo poliquetos.
des de mucus para filtrar el agua y luego ingieren El rol de los poliquetos es muy importante en
la masa de mucus y las partículas que han captu- la “bioturbación”, la alteración de la estructura y
rado (por ejemplo en los Chaetopteridae). Otros propiedades del sedimento por efecto de la activi-
(por ejemplo algunos Spionidae) pueden cambiar dad de los organismos infaunales. Aunque afectan
su alimentación en función de las condiciones, sólo a una pequeña capa del sedimento (gene-
pues si hay corriente filtran, y si no capturan las ralmente no más que los primeros 5 centímetros
partículas alimenticias de la superficie del sedi- del substrato), esta capa es químicamente activa
mento. Finalmente, muchos otros (por ejemplo y biológicamente reactiva. La actividad motriz y
Eunicidae, Glyceridae, Goniadidae, Syllidae) son alimentaria de estos organismos tiene importancia
depredadores, alimentándose de otros gusanos, en los ciclos biogeoquímicos de los nutrientes y
crustáceos o incluso peces. Muchos poliquetos de la materia orgánica, en los procesos de minera-
depredadores tienen probóscides que pueden lización y en la disponibilidad de compuestos or-
evertirse; esa estructura puede estar armada con gánicos e inorgánicos, incluyendo contaminantes.
mandíbulas y maxilas, o tener denticulaciones
córneas. Algunos toman partes de otros anima-
les (depredadores parciales), en tanto otros son
IMPORTANCIA ECONÓMICA
herbívoros y se alimentan de algas. Muchos son Dado que los poliquetos son un ítem alimen-
comensales de otros organismos, aprovechando tario importante para muchos peces, su cultivo
los desechos de sus hospedadores (por ejemplo en como carnada para la pesca deportiva ha cobra-
Halosydnella australis, Polynoidae). Finalmen- do importancia. En algunas regiones son extraí-
te, algunos establecen relaciones de simbiosis, dos del medio y comercializados, una actividad
incluso desarrollando estructuras morfológicas que mueve muchos millones de dólares al año en
especializadas para albergar a sus endobiontes regiones tales como el estado de Maine (USA),
(trofosoma). Desprovistos de sistema digestivo, Galicia (España), el Mediterráneo, Indochina, etc.
los Siboglínidos se sustentan a partir de una sim- En la provincia de Buenos Aires (al igual que en
biosis con bacterias quimiosintéticas, obteniendo algunas partes del Mediterráneo) era común el
energía a partir de la oxidación de compuestos uso de soluciones de sulfato de cobre o hiplo-
químicos en lugar de la luz del sol. Exploraciones clorito de sodio, que inyectado en los tubos de la
posteriores revelaron la existencia de otros poli- “lombriz de mar” (Diopatra viridis, Onuphidae,
quetos que forman asociaciones quimioautotrófi- la especie más cotizada) irrita al gusano obli-
cas en lugares donde percola hidrato de metano, al gándolo a abandonar el tubo para ser capturado
igual que el sulfuro una fuente de energía química manualmente. Esta especie alcanza una longitud
como el sulfuro, en este caso fría (los llamados muy de más de 50 cm. El uso de substancias quí-
“vents o respiraderos fríos”). Completando esta micas tóxicas para su extracción produjo un gran
galería de sistemas inusuales, se han descubierto impacto ambiental (no documentado), que llevó a
poliquetos que habitan huesos frescos de ballenas destrucción de los “lombrizales”, una comunidad
y otros mamíferos marinos, cuya médula es un re- otrora común en las plataformas de abrasión del
servorio de alto contenido energético. litoral bonaerense. En el litoral patagónico las es-
Los poliquetos están en la base de muchas ca- pecies explotadas con mayor frecuencia son Gly-
denas alimentarias y redes tróficas del mar. Eco- cera americana (Glyceridae) y Marphysa aenea
sistemas como la Bahía Samborombón, la laguna (Eunicidae).
de Mar Chiquita o Bahía Blanca son, por ejem- El interés comercial de los poliquetos obedece
plo, ambientes estuarinos donde los poliquetos también a que son un componente de algunas die-
son eslabones muy importantes de las tramas tas balanceada utilizadas en el cultivo industrial
tróficas. Muchos peces en sus etapas juveniles de peces y crustáceos, en razón de su contenido de

203
Polychaeta

ácidos grasos indispensables para la maduración. comunidad incrustante. Al adherirse a los cascos
A veces se utilizan como animales de prueba en de los barcos producen aumento de la fricción y
estudios toxicológicos debido a que son fáciles de del consumo de combustible.
cultivar y mantener en el laboratorio, de pequeño Algunas especies pueden obturar parcial o to-
tamaño y ciclo de vida corto. Más de 48 especies talmente las tomas de agua de sistemas de refrige-
han sido utilizadas en bioensayos (Reish y Ger- ración. Esta comunidad incrustante puede además
lingher, 1997). deteriorar los materiales, incrementado los costos
Los poliquetos pueden ser parte del fouling, la de mantenimiento.

AGRADECIMIENTOS
Los autores agradecen a María Silvia Rivero.

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204
BRACHYURA
Sven Thatje
y Javier A. Calcagno

INTRODUCCIÓN do en las hembras, lo que les facilita la portación


de la masa de huevos. El dimorfismo sexual es
Los cangrejos braquiuros (Infraorden Brachyu- común en el grupo, con machos que en la mayoría
ra), también conocidos como cangrejos verdade- de los casos presentan quelas más grandes que las
ros, comprenden aproximadamente 6700 espe- hembras.
cies. La mayoría de los braquiuros son marinos, El registro fósil indica que los braquiuros co-
alrededor de 1200 especies viven en agua dulce. menzaron a diversificarse en el Jurásico, pero
Menos de 100 especies son terrestres o semite- sus orígenes pueden datar del fin del Devónico.
rrestres, la mayoría de ellos habitan en regiones Durante el Cretácico, los cangrejos braquiuros se
tropicales o subtropicales y mantienen alguna par- hicieron comunes en todo el mundo y su diversi-
te de su ciclo de vida dependiente de los sistemas ficación parece relacionarse con el calentamiento
acuáticos. Los cangrejos braquiuros están ausen- global del clima y la ausencia de bajas tempera-
tes en las aguas que rodean la Antártida, así como turas polares.
también en la mayor parte del Océano Ártico.
Los braquiuros generalmente poseen un grueso
exoesqueleto constituido por carbonato de calcio
ANATOMÍA Y MORFOLOGÍA
y un par de quelas (pinzas). Los Brachyura constituyen el grupo de decápo-
Típicamente los cangrejos verdaderos poseen dos mas diverso (Martin y Davis, 2001). Su mor-
un abdomen pequeño y corto, que se pliega bajo fología se presenta altamente especializada, con
el gran cefalotórax. El pleon es simétrico, peque- un abdomen muy reducido, que se ajusta apreta-
ño y triangular en los machos y ancho y redondea- damente debajo del cefalotórax (Figura 1).

Figura 1. Características morfológicas básicas de un braquiuro (Tomado de Hayward y Ryland, 1995).

205
Brachyura

El caparazón es comúnmente mas ancho que chos puede variar en gran medida, por ejemplo,
largo y generalmente presentan una forma del ser marcadamente triangular o estrecho y puntia-
cuerpo más bien aplanada. Los sexos muestran gudo.
dimorfismo sexual y los machos pueden ser más Los braquiuros se encuentran en todo tipo de
grandes o más chicos que las hembras, o poseer hábitat y esto ha llevado a que su morfología pre-
estructuras especiales o ampliadas. sente mucha variación
Por lo general, los machos presentan quelas Los cangrejos se mueven generalmente hacia los
proporcionalmente mucho mayores que las hem- costados y más lentamente hacia atrás. Sus patas
bras. En algunos cangrejos heteroquelados, los son aplanadas lateralmente y varían mucho en lar-
machos tienen uno de sus quelípedos muy agran- go y forma dependiendo del hábitat. Por ejemplo,
dado y cumple funciones durante el cortejo. aunque la mayoría de las especies no pueden na-
Sin embargo, la característica más importante dar, los cangrejos nadadores (Familia Portunidae)
para discriminar los sexos, es la diferencia en la poseen remos terminales bien desarrollados en su
forma del abdomen, que en los machos es gene- último par de patas (pereiópodos 5) (Figura 1).
ralmente estrecho y puntiagudo, mientras que las Los braquiuros que habitan en aguas profun-
hembras presentan un abdomen amplio, similar a das tienden a tener patas caminadoras más del-
una copa, lo que les permite llevar gran cantidad gadas y largas que las especies que habitan por
de huevos (Figura 2 ). ejemplo, las costas rocosas o el disco de fijación
Además, las hembras poseen pleópodos bien de las algas en aguas poco profundas, lo que se
desarrollados y ramificados en la parte ventral del refleja en diferentes niveles de movilidad.
abdomen, mientras que los machos por lo general Las quelas, o primer par de pereiópodos, se uti-
sólo poseen dos pares de pleópodos, muy reduci- lizan en la defensa, pero también durante el apa-
dos (Hayward y Ryland, 1995). Cabe señalar sin reamiento, cuando el macho por lo general ligera-
embargo, que la forma del abdomen de los ma- mente más grande toma las quelas de la hembra
en el abrazo precopulatorio. Este comportamiento
tiene la función de proteger a la hembra recién
mudado de la depredación y asegurar el éxito de
la fertilización.
Los braquiuros poseen una amplia gama de há-
bitos de alimentación y dietas, y muchas especies
son carnívoras u omnívoras. La herbivoría es más
común en decápodos terrestres y de agua dulce.
Los braquiuros poseen un aparato bucal modi-
ficado para la masticación, cuyas piezas se en-
cuentran uno encima del otro. El aparato mastica-
torio consta de tres pares de maxilipedios, siendo
el tercer par el más desarrollado y exterior, dos
pares de maxilas y las mandíbulas, que procesan
el alimento antes de pasar a la boca.
Poseen dos cámaras branquiales (Figura 3) y,
en general, nueve pares de branquias en cangrejos
marinos, pero este número puede aparecer redu-
cido, en general en las especies más pequeñas.
La sangre de los cangrejos (hemolinfa) contiene
hemocianina, que es la sustancia responsable del
transporte de oxígeno. A fin de permitir el inter-
cambio de gases, cangrejos tienden a ventilar sus
cámaras branquiales por agitación utilizando un
apéndice de sus terceras maxilas (el escafognati-
to, Figura 3).
Figura 2. Diferencias en la forma del abdomen en braquiuros El corazón está situado el centro del caparazón
macho y hembra típicos. y la región cardiovascular a menudo puede ser

206
Brachyura

Figura 3. Anatomía típica de un cangrejo braquiuro (basado en Carcinus maenas).

identificada externamente, por una elevación en este sistema nervioso son fuente de controversia,
forma de caja, en cuya parte inferior se insertan especialmente si los decápodos, en general, son
los músculos adherentes. La anatomía de braquiu- capaces de sentir dolor.
ros está dominada a simple vista por los órganos Los miembros marinos de los Brachyura proba-
reproductivos, y sobre todo el de ovario en las blemente son los Decapoda más exitosos en tér-
hembras maduras. La segunda característica más minos de diversidad de especies y adaptaciones
conspicua es la glándula digestiva, que en tama- ecológicas. Su diversidad en morfología y tamaño
ño, varía de una especie a otra y dependiendo de es incomparable e incluye el artrópodo más gran-
los hábitos tróficos (Figura 3). de de la Tierra, el cangrejo araña japonés, Macro-
Los braquiuros poseen dos pares de antenas, cheira kaempferi, que alcanza hasta 2 m de enver-
que llevan los órganos olfativos y quimiosenso- gadura entre las patas.
riales. Las glándulas antenales son también de
gran importancia en los procesos de osmoregula-
ción y excreción por medio de los que el cangrejo
SISTEMÁTICA
regula el contenido de iones, tales como magnesio Los Brachyura han sido históricamente un gru-
(Mg2+) frente al agua de mar o excreta productos po que ha planteado dificultades a los taxónomos.
de desecho, tales como los desechos nitrogenados La clasificación sistemática de los decápodos,
(NH3). incluyendo los Brachyura, ha cambiado con el
Como sucede en todos los decápodos, los bra- tiempo y es probable que lo siga haciendo, ya que
quiuros poseen un sistema nervioso simple, que se continúan descubriendo más especies. Algunas
permite la recepción de las señales ambientales, estimaciones sugieren que existen alrededor de
tanto químicas como físicas. Las capacidades de 10.000 especies de cangrejos braquiuros.

207
Brachyura

En comparación, hasta el momento cerca de Phylum Arthropoda


1.600 taxones de braquiuros han sido reconocidos Subphylum Crustacea
en el registro fósil. Un problema en el inventa- Clase Malacostraca
rio de los Bachyura es el alto nivel de sinónimos Orden Decapoda
utilizados en la literatura, lo que tradicionalmen- Suborden Pleocyemata
te condujo a una exageración de la diversidad de Infraorden Brachyura Linnaeus, 1758
braquiuros conocidos. Por otro lado, en la década Los Brachyura existentes se agrupan actual-
de 1991 y 2000 solamente, se han descrito alrede- mente en 1.271 géneros y subgéneros, 93 familias
dor de 810 especies nuevas de braquiuros. y 38 superfamilias. Se prevé que la mayor tasa de
Con el incremento de las especies conocidas descubrimiento de nuevas especies, se registrará
por la ciencia, la construcción de nuevos géneros en la fauna de agua dulce de Indochina, así como
y familias, así como las reclasificaciones ha sido también en los sistemas de manglares mundiales,
un desafío continuo en la sistemática de los Bra- que actualmente están escasamente estudiados y
chyura, y de los decápodos en general. Por otro pueden incluir en su mayoría a miembros de las
lado, se encuentra disponible una lista detallada diversas familias Grapsoidae y Ocypodoidae.
de la mayoría de las especies de braquiuros des- Muchos ambientes marinos, debido a su inacce-
critas hasta la fecha, y las discusiones exhaustivas sibilidad, y en particular el mar profundo, todavía
acerca de su clasificación sistemática (Ng et al., pueden albergar numerosas especies desconoci-
2008; De Grave et al., 2009). das para la ciencia.
Los Brachyura son considerados un grupo mo-
nofilético, aunque se discute acerca de si algunos
de los grupos más primitivos, como los pequeños
ECOLOGÍA Y BIOGEOGRAFÍA
cangrejos esponja (familia Dromiidae), deberían Los cangrejos braquiuros poseen un ciclo de vida
ubicarse dentro de los anomuros. A medida que el complejo, con larvas que sufren una serie de mudas
uso de tecnologías moleculares facilite el avance antes de la metamorfosis al estadio juvenil bentóni-
de los estudios acerca de la filogenia, los cambios co. Generalmente, el desarrollo larval comprende 2
en la sistemática de los braquiuros serán inevita- a 5 estadios zoea y una megalopa bentónica, antes
bles. de alcanzar el estadio juvenil (Figura 4).

Figura 4. Desarrollo larval y crecimiento en un cangrejo braquiuro (Uca sp.), incluyendo cinco estadios zoea pelágicos y la mega-
lopa bentónica (Tomado de Rodríguez y Jones, 1993).

208
Brachyura

Figura 5. Ciclo de vida temprano y transporte de larvas en el cangrejo de estuario Chasmagnathus (Neohelice) granulata (Tomado
de Anger, 1991).

Las larvas de la mayoría de las especies son de aguas superficiales costeras hasta el océano
planctotróficas y necesitan alimentarse. La libe- profundo. De las 6700 especies conocidas, mas
ración de las larvas en el plancton está general- de 1300 han adoptado un modo de vida dulcea-
mente relacionada con factores externos, como cuícola, terrestre o semiterrestre. Estas especies
por ejemplo los ritmos de las mareas. Esto es par- se caracterizan por su capacidad de completar su
ticularmente frecuente en especies costeras y es- ciclo de vida independientemente del ambiente
tuarinas, tales como el cangrejo Chasmagnathus marino (Yeo et al., 2008). Estos cangrejos son
(Neohelice) granulata que habita las costas atlán- asignados actualmente a ocho familias exclusiva-
ticas desde Buenos Aires hasta la Patagonia (An- mente dulceacuículoas y aproximadamente 238
ger, 2001; Figura 5). géneros: Pseudothelphusidae y Trichodactylidae
En algunas especies de agua dulce se verifican de Méjico, América del Sur y América Central;
migraciones de los adultos hacia el mar para li- Potamonautidae de África y Madagascar; Dec-
berar las larvas (e.g. cangrejo basurero chino, keniidae y Platythelphusidae de África oriental;
Eriocheir chinensis) y este comportamiento se Potamidae de África del norte, sur de Europa y
observa especialmente en los cangrejos terrestres, Asia; Gecarcinucidae de Islas Seychelles y Asia y
y así se verifican migraciones de estadios larvales Parathelphusidae de Asia y Australasia (Martin y
avanzados y juveniles de regreso al hábitat de los Davis, 2001). Los taxones, total o primariamente
adultos (Figura 5). dulceacuícolas exhiben un desarrollo directo en
La edad de madurez varía mucho entre las es- el que los grandes huevos con vitelo producen
pecies y las tasas de crecimiento dependen fuer- cangrejos juveniles morfológicamente parecidos
temente de la temperatura ambiental. En general, a los adultos. Los cangrejos que habitan en agua
los braquiuros tienden a tener un ciclo reproducti- dulce también incluyen algunas especies euriali-
vo anual, aunque se han reportados oviposiciones nas o secundariamente dulceacuícolas, pertene-
múltiples, por ejemplo en cangrejos cáncridos (fa- cientes a familias de braquiuros primariamente
milia Cancridae) de regiones subtropicales. marinas (e.g. Sesarmidae, Varunidae y Hymeno-
Los braquiuros se encuentran en ambientes somatidae).
marinos y de agua dulce de todo el mundo, des- Aunque esas especies están completamente

209
Brachyura

adaptadas al agua dulce o al modo de vida terres- por debajo de la concentración de magnesio del
tre, la mayoría no presenta desarrollo directo, y agua de mar, afectaría su supervivencia en aguas
normalmente poseen uno o más estadios larvales. polares.
Sin embargo, en algunas especies se verifican de- Se sabe que las altas concentraciones de magne-
sarrollos larvales muy abreviados. sio tienen un efecto narcótico y anestésico sobre
El análisis de las provincias zoogeográficas in- los braquiuros cuando se someten a las bajas tem-
dica que la distribución de cangrejos dulceacuí- peraturas polares. A diferencia de los camarones
colas parece estar fuertemente relacionada con carídeos (Infraorden Caridea), que son capaces
la distribución de los continentes a través de las de regular el magnesio manteniendo su concen-
zonas climáticas, implicando la posibilidad de tración lo suficientemente baja para mantenerse
una relación estrecha entre la diversificación y la activos, la capacidad de regular el magnesio por
radiación de los cangrejos dulceacuícolas y la de- debajo de la concentración en el agua de mar, está
riva continental en escala de tiempos geológicos desarrollada insuficientemente en la mayoría de
(Cox, 2001). los braquiuros (Frederich, 1999).
Boschi (2000) en su análisis de de distribución Por otro lado, existen registros esporádicos en
de crustáceos decápodos en las provincias biogeo- la Antártida del cangrejo de aguas poco profun-
gráficas de América, reconoció cerca de 200 espe- das Halicarcinus planatus (Familia Hymenoso-
cies de cangrejos braquiuros para la provincia ar- matidae), común de las aguas subantárticas de
gentina, que se extiende desde los 23 hasta los 43 America del Sur, lo que frecuentemente plantea
grados de latitud sur, y alrededor de 35 especies la cuestión de si al menos algunos braquiuros son
para la región sub-antártica de Magallanes. En capaces de extender su alcance geográfico a la
general, la diversidad de los braquiuros marinos Antártida, y particularmente, bajo las condiciones
parece ser mayor en aguas tropicales y, a lo largo que se cree se generarían de continuar el calenta-
de las costas del continente americano muestra miento climático (Arntz y Thatje 2004).
una curva con forma de campana, con un decre-
cimiento hacia altas latitudes (Boschi, 2000). De
hecho, hay una ausencia llamativa de braquiuros
IMPORTANCIA ECONÓMICA
en los mares polares, donde las temperaturas se Los cangrejos son cultivados y capturados en
encuentran por debajo de 0 ºC. todo el mundo y representan mas del 20% de toda
Este patrón es menos obvio en el Ártico donde la captura de crustáceos marinos de importancia
algunos cangrejos, como por ejemplo el cangrejo comercial. Sin embargo, sólo unas pocas especies
de las nieves Chinoecetes opilio, que habita en aportan la mayor proporción de la captura mun-
grandes números en las costas de Alaska, donde dial, como los portúnidos (Portunus sp.), el can-
se registran temperaturas polares. Sin embargo, grejo azul (Callinectus sapidus), varias especies
las aguas oceánicas más australes están totalmen- de Chinoecetes (cangrejos de las nieves) y el can-
te libres de cangrejos verdaderos, y esta ausen- grejo Dungeness (Metacarcinus magister).
cia a menudo ha sido relacionada con las frías En América del Sur, los cáncridos tienen impor-
temperaturas polares, pero también con la falta tancia económica en las pesquerías artesanales,
de periodos prolongados de producción primaria especialmente a lo largo de la costa del Pacífico.
para sostener desarrollos larvales planctotróficos, Las pesquerías artesanales de mariscos en la zona
debido a los veranos demasiado cortos. de costera de Chile y Perú representan desembar-
El registro fósil indica que los cangrejos bra- cos inferiores a los obtenidos por las pesquerías
quiuros se diversificaron y radiaron durante el industriales que operan en aguas pelágicas de la
Cretácico, una era caracterizada por temperaturas corriente de Humboldt (e.g. anchoas, jibia gigante
cálidas a nivel global y ausencia de bajas tempe- y langostinos). Sin embargo, entre las más de 60
raturas polares, como las que se verifican actual- especies de invertebrados bentónicos capturados
mente. La carencia de adaptaciones al frío podría (e.g. los bivalvos, gasterópodos, erizos de mar,
ser la razón de la incapacidad de los braquiuros a tunicados, cirripedios y cangrejos), muchos de
sobrevivir sometidos a temperaturas polares. Mas ellos son de alto valor económico en los mercados
específicamente, se ha sugerido que la incapaci- nacional y de exportación (Bustamente y Casti-
dad de los cangrejos verdaderos para regular la lla, 1987). No obstante, la existencia de un gran
concentración del ion magnesio en su hemolinfa, número de pescadores artesanales, aprox. 70 000

210
Brachyura

en Chile (Sernapesca 2008) y 38 000 en Perú artesanal de cangrejos.


(IMARPE 2005), combinado con el acceso abier- En la costa atlántica de América del sur, son va-
to a la pesca han ocasionado el colapso de algunos rias las especies de braquiuros sujetas a explota-
de los recursos más valiosos, como el gasterópo- ción. En Argentina, el cangrejo nadador (Ovalipes
do murícido Concholepas concholepas (loco) trimaculatus) es capturado en volúmenes relativa-
(Castilla y Fernández, 1998). Por consiguiente, mente bajos (en promedio 14 toneladas por año)
los cangrejo Cancer setosus (jaiba peluda) y Ho- pero aun así su pesca se considera rentable, debi-
malaspis plana (jaiba mora), considerados valio- do al valor del recurso (Boschi, 1997).
sos “recursos secundarios”, en los últimos años, La pesca del cangrejo nadador se realiza en for-
han complementado cada vez más la pesca local. ma artesanal o como fauna acompañante de las
Los desembarques de cangrejos braquiuros se capturas de langostinos, camarones y peces de
han incrementado mucho en las últimas dos déca- fondo y la producción se destina exclusivamente
das en Chile y Perú. Los desembarques chilenos al mercado local (Boschi, 1997).
de 6.500 T en 2008 estuvieron compuestos funda- Los cangrejos braquiuros se encuentran entre
mentalmente por los cáncridos Cancer edwardsii los mas exitosos invasores marinos, con 73 espe-
(jaiba marmolada) y C. setosus y Homalaspis pla- cies registrados entre los invasores a nivel mun-
na (Familia Xanthidae) (SERNAPESCA, 2008), dial (Ruiz et al., 2000). A lo largo de las costas
mientras que en Perú, las aproximadamente 1.600 patagónicas de Argentina, recientemente se ha re-
toneladas capturadas en 2007 estuvieron repre- gistrado la invasión del cangrejo costero europeo
sentadas por C. setosus, C. porteri (jaiba limón) y Carcinus maenas, lo que constituye un motivo de
el xántido Platyxanthus orbignyi (jaiba violácea). preocupación (Compton et al., 2010). Las pérdi-
Pero, a pesar de la larga tradición pesquera, la das económicas causadas por las especies invaso-
utilización del conocimiento científico para ela- ras exceden los 120.000 millones de dólares por
borar políticas de gestión, no ha seguido el ritmo año solamente en los Estados Unidos, depredando
de las tasas de explotación (Fernández y Castilla, sobre o compitiendo con las especies autóctonas y
2005). En Perú, bajo las condiciones del fenóme- disminuyendo los ingresos de las pesquerías (Pi-
no de El Niño, que se verifica en promedio cada 4 mentel et al., 2005). El conocimiento de las con-
años, el límite máximo de temperatura soportado secuencias ecológicas y evolutivas de las invasio-
por esas especies de climas templados se puede nes marinas y su impacto sobre la biodiversidad
exceder, ocasionando mortalidad masiva de can- nativa y los ecosistemas, es todavía, muy limitado
grejos adultos y provocando la quiebra de la pesca (Grosholz, 2002).

AGRADECIMIENTOS
Sven Thatje agradece a la Universidad de Southampton por el apoyo económico brindado durante la
realización de este trabajo. Javier Calcagno agradece al Consejo Nacional de Investigaciones Cientí-
ficas y Técnicas (CONICET), al CEBBAD- Departamento de Ciencias Naturales y Antropológicas
Instituto Superior de Investigaciones (ISI) y a la Universidad Maimónides por el apoyo brindado
durante la realización de este trabajo.

211
Brachyura

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1-133.

212
CIRRIPEDIA
Jessica N. Curelovich
y Javier A. Calcagno

lento (por la presencia de los balanos en su


INTRODUCCIÓN casco).”
Carta de Darwin a William Fox. 1852
Se conocen alrededor de 1300 especies de cirri-
pedios. Zullo (1979) sostiene que los cirripedios A excepción de las formas parásitas, estos crus-
son tan abundantes a lo largo de las costas, que los táceos son sésiles o simbióticos, y aunque todas
paleontólogos del futuro bien podrían referirse al las especies son marinas o estuariales, algunos
presente como “la edad de los cirripedios”. Thoracica pasan gran parte de su vida expuestos
Durante mucho tiempo los cirripedios fueron al aire o cerca del agua dulce. Se encuentran en un
considerados moluscos por tener concha calcárea amplio rango de profundidades desde los ambien-
y, aunque las primeras descripciones que se co- tes intermareales, donde habita la gran mayoría de
nocen son las realizadas por Leach, 1817 y Gray, las especies, principalmente asociadas a sustratos
1825, no fue hasta 1830 que el estudio de su de- rocosos, hasta el mar profundo. Se dividen en tres
sarrollo larval permitió que fueran reconocidos superórdenes principales: Rhizocephala (“cirripe-
como crustáceos (Richmond, 2007). dios parásitos”), Acrothoracica (“cirripedios exca-
Charles Darwin fue sin dudas quien contribuyó vadores”) y Thoracica (“cirripedios verdaderos”).
más significativamente a su conocimiento al publi- Los Rhizocephala son todos parásitos de otros
car, entre 1851 y 1854, los resultados del estudio crustáceos y se han especializado tanto, que el
minucioso de 10.000 especímenes obtenidos ma- adulto no presenta ninguna estructura artrópoda.
yormente durante la expedición del Beagle. Una de Los Acrothoracica viven en refugios excavados
las primeras cosas que llamó la atención de Darwin en piedra caliza o en conchas de moluscos. Por
fue encontrar conchas de caracoles en el sur de último, los Thoracica son los cirripedios más
Chile perforadas por organismos diminutos. En un conspicuos y abundantes. Este superorden inclu-
primer momento Darwin creyó que se trataba de ye a los percebes o lepas (cirripedios peduncu-
balanos parásitos y, aunque era un grupo desco- lados, Suborden Lepadomorpha), y a los dientes
nocido para él, pensó que a su regreso a Londres de perro (Suborden Balanomorpha). Los Thora-
la identificación de los mismos no le llevaría más cica se adhieren permanentemente a los más va-
de un mes. La investigación le llevó ocho años y riados sustratos: rocas, algas, plantas terrestres,
concluyó en cuatro monografías (Darwin, 1851 a caparazones de moluscos, crustáceos, esponjas,
y b, 1854 a y b) y dos artículos cortos (Darwin, cetáceos, tortugas y todo tipo de sustratos artifi-
1863,1873). Las monografías abordan exhaustiva- ciales (muelles, botellas, cascos de buques, etc.)
mente aspectos relacionados con la diversidad, la (Buschbaum y Reise, 1999; Schwindt et al., 2009;
anatomía, la reproducción y la paleontología. Por Alonso et al., 2010). Algunos habitan en ambien-
otra parte, los artículos tratan acerca de temas pun- tes más extremos, como las chimeneas hidroter-
tuales. El primero de ellos es de corte netamente males (Watanabe, 2004) (Figs. 1-3).
anatómico, mientras que el otro provee precisiones
acerca del papel de los machos complementarios
que se observan en algunas especies.
DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA
Los cirripedios son organismos ampliamente
“Estoy en el segundo volumen de los Cirripe- distribuidos a nivel mundial. Uno de los factores
dia y me siento fabulosamente fatigado: odio principales que han fomentado el desplazamiento
al balano como nadie lo ha hecho, incluyendo y colonización de distintas especies fuera de su
a un marino (desesperado) en un barco muy área natural de distribución son las actividades de

213
Cirripedia

Figura 1. Cangrejo (Carcinus) infectado con el rizocéfalo Sac- Figura 2. Alcippe, un acrothoracico. (Tomado de Ruppert y
culina carcini (lado derecho del cangrejo por transparencia). Barnes. 1996).
(Tomado de Ruppert y Barnes. 1996).

A B

Figura 3. Láminas dibujadas por Charles Darwin. A. Lepadomorfos, B. Balanomorfos.

navegación marítima, que transportan individuos por la Corriente de Malvinas (40-56ºS), separadas
adultos adheridos a los cascos de los navíos, así por una zona de transición (35-42ºS). Entre las
como sus larvas en el agua usada como lastre (Go- especies presentes en el Atlántico sudoccidental
llasch, 2002; Minchin y Gollasch, 2003). se encuentran algunas con distribución geográfica
Young (1995) dividió la fauna de cirripedios amplia (cosmopolitas) como Amphibalanus am-
distribuidos en el Atlántico sudoccidental en dos phitrite, Balanus improvisus, Balanus trigonus,
subprovincias: una que comprende a las especies Tetraclita squamosa, y otras restringidas a una
subtropicales establecidas sobre las costas de Bra- región (endémicas) como Notobalanus flosculus,
sil (21-35ºS), influenciadas por la Corriente de Notochthamalus scabrosus, Balanus laevis. Bala-
Brasil; y otra que comprende a las especies tem- nus glandula y Megabalanus coccopoma, ambas
pladas establecidas sobre las costas influenciadas originarias del Pacífico, han invadido recientemen-

214
Cirripedia

te las aguas de Argentina y Brasil, respectivamente dientes intercalados o están fusionadas en algunas
(Spivak y L’Hoste, 1976; Young, 1995). partes, y pueden ser sólidas o porosas. Las placas de
los Sessilia limitan un orificio superior y están uni-
das a una base inferior (región preoral del animal)
TAXONOMÍA que puede ser calcárea o membranosa, y se adhiere
Subphylum Crustacea Brünnich, 1772 al sustrato por un cemento muy resistente secreta-
Clase Maxillopoda Dahl, 1956 do por las glándulas cementantes de las anténulas
Subclase Thecostraca Gruvel, 1905 (Fig. 4A). Los Pedunculata, conocidos vulgarmente
Infraclase Cirripedia Burmeister, 1834 como percebes, presentan un pedúnculo muscular y
Superorden Thoracica Darwin, 1854 flexible que representa el extremo preoral del ani-
Orden Pedunculata Lamarck, 1818 mal y que contiene las glándulas cementantes. El
Suborden Lepadomorpha Pilsbry, 1916 otro extremo (capítulo) contiene la mayor parte del
Suborden Scalpellomorpha Newman, 1987 cuerpo y está cubierto por placas (Fig. 4B).
Orden Sessilia Lamarck, 1818
Suborden Brachylepadomorpha Withers, 1923 B
Suborden Verrucomorpha Pilsbry, 1916
Suborden Balanomorpha Pilsbry, 1916
Superorden Acrothoracica Gruvel, 1905
Orden Pygophora Berndt, 1907
Orden Apygophora Berndt, 1907
Superorden Rhizocephala Müller, 1862
Orden Kentrogonida Delage, 1884
Orden Akentrogonida Häfele, 1911

MORFOLOGÍA
Los Thoracica están usualmente cubiertos por
placas calcáreas fijas y móviles: las partes móviles
son las placas operculares (scutum y tergum), el res-
to de las placas se encuentran entrelazadas forman-
do una estructura rígida (pared) que rodea por com-
pleto al animal. Las placas que componen la pared
se mantienen unidas por medio de tejidos vivos,
Figura 4. Anatomía interna
A de A. balanomorfo
y B. lepadomorfo (Thoracica).
(Tomado de Brusca y Brusca,
2005).

215
Cirripedia

Los Acrothoracica son los cirripedios más pe- sólo en la larva nauplius, como apéndices utiliza-
queños, generalmente miden unos pocos milíme- dos para la natación y la alimentación.
tros. El cuerpo del adulto tiene forma de saco y Los apéndices del tórax tienen función natato-
carece de placas, al igual que los Rhizocephala. ria en la larva cipris, mientras en los Thoracica y
Muchas de las especies se alimentan del planc- Acrothoracica adultos se utilizan para la alimenta-
ton que capturan y manipulan mediante apéndices ción. En los Rhizocephala sólo los estadios larva-
torácicos birramosos (cirros). Los cirripedios pre- les presentan apéndices, y el cuerpo de los adultos
sentan 6 pares de cirros cubiertos por prolonga- consiste en una serie de tubos que penetran en el
ciones delgadas que retienen el alimento al ser ex- hospedador, y en un saco que contiene las partes
tendidos a través del orificio. Los cirros posterio- reproductivas.
res (4 a 6) son largos y funcionan como colectores El sistema circulatorio de los cirripedios es
del alimento, mientras los anteriores son cortos y complejo. Un seno localizado entre el esófago y
están involucrados además en el transporte de las el músculo aductor es el encargado del bombeo
partículas hacia las piezas bucales (Fig. 4). Tanto de la sangre dentro del pedúnculo y a través de
las mandíbulas como las maxilas están muy desa- las paredes del manto. El desarrollo de este siste-
rrolladas y se utilizan para macerar el alimento. ma circulatorio particular podría estar relacionado
Cuando los individuos están expuestos al aire los con las altas presiones sanguíneas generadas por
cirros se retraen y el orificio es cerrado por las la presencia del pedúnculo, y necesarias también
placas operculares. Los Acrothoracica extienden para la extensión de los cirros y el pene (Fig. 5).
los cirros a través de las estrechas aberturas de las Los cirripedios carecen de branquias. El inter-
galerías que ellos mismos construyen en conchas cambio gaseoso se efectúa principalmente en el
de moluscos. manto y los cirros.
En el caso de los Rhizocephala, parásitos inter-
nos de otros crustáceos, sus cuerpos se ramifican
por el interior de los tejidos del hospedador absor- REPRODUCCIÓN Y
biendo directamente los nutrientes. DESARROLLO
Los Thoracica son en su mayoría hermafroditas
ANATOMÍA con fertilización cruzada, mientras que la mayoría
El cuerpo de los cirripedios está primitivamente de los Rhizocephala y Acrothoracica son dioicos.
compuesto por cabeza, tórax, y abdomen, y con- Se han observado numerosas especies de cirripe-
tenido dentro de un caparazón bivalvo, pero en dios hermafroditas sublitorales, de profundidad o
casi todos los casos, los adultos presentan modi- simbióticas, coexistiendo con machos de tamaño
ficaciones a este esquema para adaptarse a la vida muy pequeño (“complementarios”), que se adhie-
sésil o parásita. El tórax está compuesto por seis ren externamente a las valvas. Estos machos com-
segmentos con pares de apéndices birramosos. La plementarios también se han encontrado asocia-
cabeza, en todos los superórdenes está reducida dos a hembras de tamaño mucho mayor que ellos,
y el abdomen está reducido o ausente. Las larvas en especies con sexos separados, principalmente
cipris siempre tienen un caparazón bivalvo, mien- en aguas profundas.
tras en Thoracica y Acrothoracica este se modifica Los ovarios de los cirripedios sésiles se sitúan
formando un manto membranoso sacciforme (en sobre la base y en las paredes del manto, o en el
forma de saco). En los Thoracica, el saco forma pedúnculo en las formas pedunculadas. Los tes-
las placas calcáreas que encierran el cuerpo. En tículos se encuentran en la región cefálica, y dos
los Rhizocephala adultos el caparazón se pierde. conductos espermáticos se unen en el pene, situa-
La región de la cabeza consiste fundamental- do entre el último par de cirros. El esperma de un
mente en 5 segmentos portando un primer y se- hermafrodita vecino o un macho complementario
gundo par de antenas, un par de mandíbulas y un se introduce en la cavidad del manto de otro her-
primer y segundo par de maxilas. Todos los cir- mafrodita o de la hembra (según sea el caso) por
ripedios se adhieren inicialmente al sustrato por el medio del pene. El pene puede incrementar varias
primer par de antenas, y más tarde, en las formas veces su longitud con respecto a la del reposo para
permanentemente sésiles, por la región preoral de poder fecundar individuos que se encuentran en
la cabeza. Las segundas antenas están presentes las cercanías (Fig. 5).

216
Cirripedia

en que los apéndices torácicos se han reducido a


no más de dos pares, la larva presenta 6 pares de
apéndices torácicos nadadores (Fig. 6).
Los Acrothoracica presentan sexos separados,
y el desarrollo larval consiste en cuatro estadios
nauplius y una cipris. La cipris macho se adhiere
al exterior de la hembra y se transforma en un ma-
cho complementario.
Los Rizocephala poseen las características
morfológicas correspondientes a los crustáceos
solo en sus estadios larvales. Los Kentrogonida
presentan un estadio kentrogon en su ciclo de vida
que inyecta la larva vermigon en el huésped, la
Figura 5. Cirripedios copulando. Se observa el pene largo y que desarrolla una red de tubos internos y un saco
tubular del individuo de la izquierda introducido en el individuo
que comprende la cavidad del manto, los ganglios
de la derecha. (Tomado de Ruppert y Barnes, 1996).
y unos grandes ovarios, pero no apéndices. En las
En todos los cirripedios los huevos se desarro- especies dioicas, los machos complementarios se
llan externamente, pero son incubados dentro de adhieren al saco de la hembra. Los Kentrogonida
la cavidad del manto hasta que se liberan las lar- son endoparásitos de decápodos.
vas nauplius. El desarrollo usualmente incluye Los Akentrogonida son ectoparásitos de cirri-
6 estadios nauplius planctotróficos nadadores, pedios, isópodos y decápodos y, excepto por la
y una cipris que no se alimenta y es el último ausencia del estadio kentrogon, el desarrollo es
estadio antes de la metamorfosis a adulto. En similar al de los Kentrogonida.
unas pocas especies las nauplius se desarrollan
dentro del manto y la larva cipris es liberada. La
liberación de larvas es un evento sincronizado
ECOLOGÍA
en la mayoría de los adultos de una población, La mayoría de las especies de cirripedios habi-
y las larvas permanecen en el plancton de 3 a 6 tan en la zona intermareal. Este hecho unido a que
semanas. Pyenfinch (1948) observó que en Mill- los ambientes intermareales de las costas rocosas
port, Escocia, el número máximo de larvas de facilitan la realización de las manipulaciones ex-
Balanus balanoides en el plancton para cuatro perimentales por su fácil acceso, han resultado
años consecutivos (1944 - 1947), se registró los en una gran cantidad de información acerca de la
días 16, 14, 7 y 11 de marzo, respectivamente. biología de los cirripedios que habitan estos am-
El autor sostiene, aunque no presenta los datos, bientes. Connell (1970), destacó las ventajas que
que esta sincronización se mantuvo a lo largo de ofrecen los cirripedios para los estudios pobla-
muchos años. cionales, señalando que pueden ser fotografiados
La cipris recuerda a un ostrácodo, con ojos comparando los números y tamaños a diferentes
compuestos similares y cuerpo encerrado en un tiempos y, debido a que no se mueven, el recluta-
caparazón bivalvo, pero a diferencia de aquellos miento y la mortalidad pueden ser medidos exac-

Figura 6. Corte longitudinal de larva


cipris. (Tomado de Ruppert y Barnes,
1996).

217
Cirripedia

tamente. Además, pueden ser trasplantados en rrete y Castilla, 1990). Bertness et al. (2006) ob-
rocas o conchas con un disturbio mínimo. servaron que en una costa intermareal en el norte
Estudios ecológicos relacionados con los pa- de Patagonia, los cirripedios proporcionaban un
trones de distribución de los cirripedios han de- ambiente adecuado para el reclutamiento del bi-
mostrado que sus abundancias son afectadas por valvo mitílido Perumytilus purpuratus en el nivel
factores bióticos como la competencia o la depre- alto. La movilidad que presentan estos bivalvos
dación (Connell 1961a,b; Navarrete 1996; Menge junto con el sedimento que se acumula entre los
2000; Navarrete y Castilla 2003), y entonces el bisos debajo de la matriz, suele afectar negativa-
intermareal, sobre todo en los niveles más altos, mente a los cirripedios subyacentes que son cu-
ofrecería una alternativa o refugio para muchas de biertos completamente y mueren por asfixia.
estas especies más resistentes al estrés físico. Por Por otro lado, los cirripedios cuando crecen
otro lado, en los niveles más altos de las zonas apiñados sufren modificaciones morfológicas que
intermareales la desecación es un factor deter- resultan en individuos altos y cilíndricos. Estas
minante en el establecimiento del límite superior estructuras suelen ser inestables aumentando la
de distribución de los cirripedios (Foster, 1971; probabilidad de que los individuos sean despega-
Wethey, 1983). dos de la superficie por perturbaciones mecánicas.
En las costas rocosas marinas, el espacio pri- Los individuos formando agrupamientos compac-
mario es un recurso requerido por casi todas las tos y la consecuente mortalidad son más comunes
especies intermareales y por ende limitante para en los niveles más bajos del intermareal, donde
los organismos. Como consecuencia, la compe- las tasas de crecimiento y el apiñamiento de los
tencia en estos ambientes es con frecuencia inten- cirripedios suelen ser mayores (Bertness et al.,
sa y sostenida (Underwood 2000). Los estudios 1991, 1998).
realizados por Connell (1956, 1961 a y b), Stan- En cuanto a la depredación, Paine (1966) de-
ley y Newman (1980), Newman y Stanley (1981), mostró que esta juega un rol importante en el au-
Dungan (1985), Stotz (1988) y Bertness (1989) mento de la diversidad específica. Connell (1970)
son algunos de los trabajos clásicos en los que se y Palmer (1990) dan como ejemplos de sistema
estudió la competencia en comunidades domina- depredador-presa la relación entre moluscos de-
das por cirripedios. Stanley y Newman (1980) y predadores y cirripedios.
Newman y Stanley (1981) propusieron que la ma- Otro factor biótico que afectaría negativamen-
yor diversidad que presentan actualmente los ci- te el asentamiento y reclutamiento de cirripedios
rripedios balanoideos y tetraclítidos con respecto es el que ejercen los moluscos ramoneadores a
a los chthamaloideos, y el confinamiento de éstos través del desprendimiento de las larvas recién
últimos al sector más alto de la zona intermareal, asentadas, disturbio físico conocido como bulldo-
podría explicarse mediante un proceso de exclu- zing, o la depredación accidental de larvas recién
sión competitiva registrado durante la evolución asentadas mientras pastorean algas (Safriel et al.,
del grupo. 1994; Buschbaum, 2000, 2002; Chan y Williams,
En las primeras etapas de la sucesión de co- 2003).
munidades intermareales, los cirripedios de talla Por otra parte, los estudios realizados en la
pequeña son frecuentemente los primeros inver- Bahía de Monterrey (California, EEUU) por Gai-
tebrados colonizadores, pero posteriormente y si nes y Roughgarden (1985) y Roughgarden et al.
las condiciones físicas son favorables, son reem- (1987, 1988) propusieron que el reclutamiento de
plazados por otros como ascidias y moluscos (Da- los cirripedios en la zona intermareal estaría con-
yton, 1971; Paine et al., 1985; Lively y Raimon- trolado por procesos de transporte, debido a las
di, 1987; Varfolomeeva et al., 2008; Curelovich, corrientes adyacentes a la costa, que determinan
2013). En muchos casos los cirripedios modifican en última instancia la cantidad de larvas que lle-
el sustrato facilitando el reclutamiento de otras gan a la zona intermareal.
especies. Algunos autores han observado que es- En la Argentina, se han realizado estudios sobre
pecies de bivalvos mitílidos no reclutaban direc- cirripedios a lo largo de toda la costa. Las inves-
tamente sobre el sustrato desnudo, mientras sí lo tigaciones sobre el cirripedio introducido B. glan-
hacían entre las paredes de cirripedios adultos o dula registran datos referentes a las fuentes de
dentro de valvas de cirripedios muertos (Lively invasión y tasas de dispersión, así como patrones
y Raimondi, 1987; Durán y Castilla, 1989; Nava- de reclutamiento, densidad, biomasa, crecimien-

218
Cirripedia

to y mortalidad (Vallarino y Elias, 1997; Elias y jetos flotantes, y junto con B. trigonus presentan
Vallarino, 2001; Bertness et al., 2006; Schwindt, una tendencia a poblar con preferencia la zona in-
2007; Geller et al., 2008; Schwindt et al., 2009; termareal en áreas portuarias y contaminadas en
Savoya y Schwindt, 2010). Calcagno et al. (1997, general, donde las poblaciones llegan a ser muy
1998), Calcagno y Luquet (1997) y López Gappa densas (Spivak y L’Hoste, 1976).
et al. (1997) estudiaron diversos aspectos de la Balanus glandula es una especie originaria del
ecología de A. amphitrite en sitios expuestos a la Océano Pacífico norte, que recientemente ha co-
contaminación en la provincia de Buenos Aires. lonizado las costas bonaerenses. Esta especie no
En el Canal Beagle, Zaixso et al. (1978) descri- fue citada para el puerto de Mar del Plata ni para
bieron los patrones de distribución vertical de N. las costas rocosas aledañas en el trabajo realizado
scabrosus y Elminius kingii en el intermareal, y por Olivier et al. (1966), donde sí se cita la pre-
Curelovich et al. (2009) registraron por primera sencia de A. amphitrite y B. trigonus en esa lo-
vez la presencia de N. scabrosus en Bahía Lapa- calidad. Actualmente B. glandula forma extensas
taia. Otra especie de cirripedios presente en el ex- cinturas en la zona intermareal de Mar del Plata
tremo sur de Argentina es N. flosculus. Curelovich (Spivak y L’Hoste, 1976), llegando hasta Como-
(2013) estudió aspectos del reclutamiento de N. doro Rivadavia (Rico et al., 2001).
scabrosus y N. flosculus por nivel del intermareal Balanus improvisus, B. venustus niveus y B.
en una costa sobre el Canal Beagle y observó que trigonus tienen distribución submareal. El pri-
N. scabrosus recluta mayormente a mayor altura mero puede encontrarse en la zona infralitoral de
mientras no se observaron reclutas de N. flosculus los puertos de Mar del Plata y Quequén (Spivak
en el nivel alto. Este último recluta en mayor nú- y L’Hoste, 1976), y B. venustus niveus aparece
mero en el nivel bajo, donde el reclutamiento de como típica incrustación en la concha de molus-
N. scabrosus fue notablemente menor. El patrón cos submareales. Balanus trigonus se encuentra
observado en el nivel alto podría reflejar diferen- en áreas portuarias en Mar del Plata y Quequén
cias en la tolerancia a la desecación entre ambas (Bastida, 1971; Spivak, 1975 Spivak y L’Hoste,
especies, mientras en el nivel bajo podrían estar 1976).
operando otros factores como la competencia.
Calcagno y Lovrich (2000) registraron por pri-
mera vez la presencia de N. flosculus en el Ca-
IMPORTANCIA ECONÓMICA
nal Beagle y costa atlántica de Tierra del Fuego; Numerosas especies de cirripedios son epibion-
y Venerus et al. (2005) estudiaron el crecimiento tes de crustáceos decápodos. El diseño del cuerpo
y madurez sexual de esta especie en el área. Por de estos últimos presenta una serie de adapta-
otra parte, Lovrich et al. (2003) propusieron la ciones para la natación que pueden ser afectadas
utilización de N. flosculus, que es epibionte del por la ocurrencia numerosa de epibiontes sobre
crustáceo decápodo de interés comercial Paralo- las articulaciones de los pereiópodos (obstacu-
mis granulosa, para la estimación del periodo de lizando el movimiento) y, en algunos casos, la
intermuda de estos cangrejos, como herramienta cobertura completa del caparazón (además del
para estimar el cambio en la biomasa explotable peso agregado) (Rocha Farrapeira y dos Santos
después de cada temporada de muda. Calado, 2010). Los epibiontes interfieren así con
La distribución y hábitat de las especies de ci- la locomoción volviendo a los hospedadores más
rripedios costeros de la Provincia de Buenos Ai- susceptibles a la depredación (Farren y Donovan,
res fue resumida por Spivak y L’Hoste (1976) en 2007), y también afectan los movimientos involu-
un estudio que abarcó la costa bonaerense desde crados en la alimentación.
Magdalena hasta Bahía Blanca. Las especies de En el caso de especies comerciales (crustáceos,
cirripedios torácicos que se encuentran a lo largo moluscos), la presencia de cirripedios epibiontes
de la costa de la Provincia de Buenos Aires son cubriendo severamente el cuerpo de los indivi-
A. amphitrite Darwin, B. glandula Darwin, B. im- duos afecta su potencial económico.
provisus Darwin, B. trigonus Darwin, y Balanus Asimismo, los rizocéfalos, cirripedios parásitos
venustus niveus Darwin. de cangrejos y otras especies comerciales, afectan
Amphibalanus amphitrite fue citado por al hospedador inhibiendo las mudas, retardando
Darwin (1854) como un componente común de el desarrollo de las gónadas o atrofiándolas, y en
la fauna fijada al casco de los buques y en ob- algunos casos provocando esterilización.

219
Cirripedia

El proceso de colonización (fouling) por parte munidades. A principios de los ’70, B. glandula
de estos organismos sobre los cascos de los bar- invadió la mayoría de las costas rocosas argenti-
cos, pilotes de los muelles, plataformas marinas, nas a una tasa muy alta de expansión, modifican-
alcantarillas y tuberías para el transporte de agua, do completamente el paisaje nativo intermareal
instrumentos de registro submarinos, etc., produ- (Schwindt, 2007). En áreas protegidas de Mar del
ce el deterioro de las estructuras con las conse- Plata, el reclutamiento invernal de B. glandula le
cuentes pérdidas económicas, además de los cos- permitió colonizar tempranamente el intermareal,
tos de limpieza y mantenimiento. En el caso de las desplazando a niveles inferiores del intermareal
embarcaciones, los cirripedios que colonizan los a B. trigonus y A. amphitrite que se reclutan en
cascos aumentan la fricción al navegar, incremen- verano (Vallarino y Elias, 1997; Elias y Vallarino,
tando el consumo de combustible. El control del 2001); mientras en áreas expuestas, B. glandula
fouling causado por cirripedios sobre los barcos desplazó a los mitílidos Brachidontes rodriguezii
se realiza habitualmente por medio de las llama- y Mytilus edulis platensis en el nivel superior del
das pinturas antifouling. intermareal. Además, B. glandula ha invadido las
Los cirripedios pueden tener efectos en la abun- marismas de Patagonia, asentándose sobre distin-
dancia y distribución de otras especies, así como tas especies de plantas, un ambiente que no colo-
en los procesos ecológicos que ocurren en las co- niza en su región nativa (Schwindt et al., 2009).

AGRADECIMIENTOS
Los autores agradecen al Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), al
CEBBAD-Departamento de Ciencias Naturales y Antropológicas-Instituto Superior de Investigaciones
(ISI) y a la Universidad Maimónides por el apoyo brindado durante la realización de este trabajo.

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Cirripedia

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223
GALATHEIDAE, MUNIDIDAE,
MUNIDOPSIDAE, EUMUNIDIDAE
CHIROSTYLIDAE, y KIWAIDAE
Patricia Pérez-Barros
y Mariano J. Diez

INTRODUCCIÓN gregaria y M. spinosa (Spivak, 1997). Munida


gregaria posee la particularidad de ser dimórfi-
Las langostillas marinas son crustáceos decápo- ca, es decir que posee un morfo capaz de reali-
dos anomuros pertenecientes a dos superfamilias, zar migraciones verticales cuando son juveniles
i.e. Galatheoidea (familias Galatheidae, Munidi- e incluso durante una etapa temprana de su vida
dae y Munidopsidae) y Chirostyloidea (familias como adulto, llamado gregaria, y un morfo cuyo
Chirostylidae, Eumunididae y Kiwaidae) (Figura hábito es exclusivamente bentónico, denominado
1) (Baba et al., 2008; Ahyong et al., 2010; Sch- subrugosa. Asimismo, esta especie posee gran
nabel y Ahyong, 2010; Schnabel et al., 2011a). importancia económica y ecológica debido a su
Avances recientes en la sistemática del grupo gran abundancia (Pérez-Barros et al., 2004), al
confirmaron que se trata de un grupo polifilético comportamiento característico del morfo gregaria
(Ahyong et al., 2009; Schnabel y Ahyong, 2010; de formar agregaciones pelágicas masivas, y a su
Ahyong et al., 2011; Schnabel et al., 2011a). importante rol en las tramas tróficas (Romero et
Las langostillas se caracterizan por poseer un al., 2004). Los aspectos básicos de la biología de
plan de organización común, i.e. simetría bilateral M. spinosa no han sido estudiados aún.
y forma similar a la de una langosta pero depri-
mida dorsoventralmente (Baba et al., 2011a) (ver
Morfología). Constituyen un grupo muy rico en
SISTEMÁTICA
número de especies: existen más de mil especies En las últimas décadas, el advenimiento de he-
conocidas hasta el momento, y muy diverso en rramientas cladísticas y el uso de técnicas mole-
cuanto a los hábitats que ocupan y los hábitos de culares en la sistemática modificaron sustancial-
vida que poseen (Baba et al., 2008; Schnabel et mente nuestro conocimiento acerca de las rela-
al., 2011b). Las langostillas son típicamente ben- ciones filogenéticas entre anomuros (Ahyong et
tónicas, sin embargo, existen unas pocas especies al., 2011). Por un lado, se cuestionaron conceptos
de munididos que poseen una fase pelágica du- dominantes hasta el momento, i.e. la monofilia de
rante su ciclo de vida (Lovrich y Thiel, 2011), las langostillas; y por otro, se describieron espe-
mientras que otras forman asociaciones simbió- cies, géneros y familias nuevas (Macpherson y
ticas con corales, crinoideos, o esponjas (Baeza, Machordom, 2005; Macpherson et al., 2005; Ca-
2011). Viven en un amplio rango de profundida- bezas et al., 2008; 2009; 2010; 2011; entre otros).
des (Baba et al., 2008; Lovrich y Thiel, 2011) y Durante mucho tiempo se pensó que las lan-
suelen ser exitosas en hábitats extremos (Lovrich gostillas marinas, las langostillas de agua dulce
y Thiel, 2011). Las langostillas se distribuyen en (Aeglidae) y los porcelánidos (Porcellanidae)
todos los océanos, principalmente en aguas tropi- poseían un origen monofilético (Ahyong et al.,
cales y templadas (Baba et al., 2008; Schnabel et 2011). Esta hipótesis se basó en la similitud de
al., 2011b). Al menos tres de las especies que ha- la forma general del cuerpo, motivo por el que se
bitan en el Pacífico Este, i.e. Cervimunida johni, los agrupó dentro de una única superfamilia, i.e.
Pleuroncodes monodon y Pleuroncodes planipes, Galatheoidea (Ahyong et al., 2011). Sin embargo,
poseen importancia económica y han sido objeto recientemente, estudios filogenéticos moleculares
de pesquerías artesanales y/o comerciales en Cen- confirmaron que las langostillas de agua dulce no
troamérica y Chile (Wehrtmann y Acuña, 2011). están cercanamente emparentadas con las langos-
En el Mar Argentino habitan dos especies de tillas marinas (Pérez-Losada et al., 2002; Ahyong
langostillas de la familia Munididae, Munida y O’Meally, 2004), por lo que fueron excluidas de

225
Galatheidae, Munididae, Munidopsidae, Eumunididae…

Figura 1. Las langostillas y sus parientes cercanos. Chirostyloidea: A, Uroptychus (Chirostylidae); B, Eumunida (Eumunididae); C,
Kiwa (Kiwaidae). Galatheoidea: D, Munidopsis (Munidopsidae); E, Munida (Munididae); F, Galathea (Galatheidae); G, Petrolisthes
(Porcellanidae). Aegloidea: H, Aegla (Aeglidae). Lomisoidea: I, Lomis (Lomisidae) (tomado de Ahyong et al., 2011).

la superfamilia Galatheoidea y asignadas el esta- al resto de las langostillas (Figura 2). Esta familia
tus de superfamilia, i.e. Aegloidea (McLaughlin fue originalmente incluida en los Galatheoidea
et al., 2007). (Macpherson et al., 2005).
El descubrimiento reciente del cangrejo yeti Más recientemente, estudios filogenéticos que
(Kiwa hirsuta) valió la creación de un nuevo gé- analizaron caracteres moleculares y morfológi-
nero y una nueva familia de langostillas marinas cos, determinaron que la superfamilia Galatheoi-
(Kiwaidae), justificada por las diferencias morfo- dea constituía un grupo polifilético (Ahyong et
lógicas y moleculares que presenta con respecto al., 2009; 2010; Schnabel et al., 2011a), por lo

226
Galatheidae, Munididae, Munidopsidae, Eumunididae…

tro de los Galatheoidea y una vez en el ancestro


de los Chirostyloidea + Aegloidea + Lomisoidea
(Ahyong et al., 2011; Tsang et al., 2011). A su
vez, las langostillas habrían sufrido dos eventos
de carcinización independientes, uno en el ances-
tro de los Lomisidae y otro en el ancestro de los
Porcellanidae (Tsang et al., 2011).
Las langostillas presentes en el Mar Argentino,
Munida gregaria y M. spinosa, pertenecen a la fa-
milia Munididae.

DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA
Se conocen hasta el momento 1042 especies
de langostillas marinas en el mundo, 307 Chi-
rostyloidea y 735 Galatheoidea. Las mismas se
distribuyen en todos los océanos, en casi todas
las latitudes y profundidades (Schnabel et al.,
2011b). Alrededor del 80% de las especies de lan-
gostillas habitan en el Océano Pacífico, el 23 % en
el Océano Índico y el 15% en el Océano Atlántico
incluyendo el Mar Caribe y el Mar Mediterráneo
(Macpherson et al., 2010; Schnabel et al., 2011b).
La riqueza global de especies muestra un patrón
cuyo centro de diversidad está ubicado en el Pa-
cífico Oeste tropical entre Nueva Caledonia, In-
donesia y las Filipinas (Figura 4). Dicha riqueza
decrece con la distancia al centro. Este patrón se
cumple para ambas superfamilias por separado, y
Figura 2. Cangrejo Yeti, Kiwa hirsuta (foto: A. Fifis, Ifremar, para todas las profundidades, pese a que es me-
tomado de Baba et al., 2008). nos obvio a más de 2000 m. Sin embargo, este
patrón a su vez refleja diferencias en el esfuerzo
que se la separó en dos superfamilias no herma- de muestreo en distintas regiones, por ejemplo, se
nas, i.e. Chirostyloidea y Galatheoidea (Figura
3) (Ahyong et al., 2010; Schnabel y Ahyong,
2010; Macpherson y Baba, 2011; Schnabel et al.,
2011a), clasificación que se utiliza en la actuali-
dad. La superfamilia Chirostyloidea incluye a las
familias Chirostylidae, Eumunididae y Kiwai-
dae (Figura 3) (Schnabel y Ahyong, 2010). La
superfamilia Galatheoidea incluye a las familias
Munidopsidae, Munididae, Galatheidae y Porce-
llanidae (Figura 3) (Ahyong et al., 2010). Pese a
que los porcelánidos están muy cercanamente em-
parentados con las langostillas, y que presentan
similitudes morfológicas con las mismas, no son
considerados langostillas (Ahyong et al., 2011;
Tsang et al., 2011). La forma del cuerpo carac-
terística de las langostillas habría surgido por lo Figura 3. Hipótesis de relaciones filogenéticas entre anomuros
menos dos veces independientemente en la evolu- planteada por Schnabel et al. (2011a) a partir del análisis cla-
ción de los anomuros a partir de cangrejos ermi- dístico de caracteres morfológicos y moleculares (modificado
taños simétricos ancestrales, una vez en el ances- de Ahyong et al., 2011).

227
Galatheidae, Munididae, Munidopsidae, Eumunididae…

observa que hay pocas o ninguna especie reporta- costeras de Nueva Zelanda y sus islas subantár-
da para grandes porciones de las regiones centra- ticas, y al sur de Australia (sur de Nueva Gales
les de todos los océanos (Schnabel et al., 2011b). del Sur, Victoria y Tasmania) (Ahyong y Poore,
En cuanto a su distribución batimétrica, las lan- 2004). No existen registros de esta especie en lo-
gostillas habitan predominantemente la plataforma calidades intermedias, es decir, entre Sudamérica
continental y el talud superior. Los Galatheoidea y Nueva Zelanda (Arntz et al., 2006). En particu-
presentan un máximo en el número de especies en- lar en Sudamérica, M. gregaria se distribuye en
tre los 200 y 400 m, mientras que los Chirostyloi- aguas atlánticas de la plataforma continental des-
dea lo presentan entre lo 400 y 600 m de profundi- de Uruguay (35ºS) hasta Cabo de Hornos (55ºS),
dad. Los Galatheoidea alcanzan profundidades ma- incluyendo las Islas Malvinas, mientras que en
yores que los Chirostyloidea, con profundidades la costa chilena está presente hacia el norte has-
máximas de 5330 m y 2750 m, respectivamente, ta la Isla de Chiloé (41ºS, Chile) (Tapella et al.,
probablemente debido a la asociación con corales 2002a). Munida gregaria es la única especie de
de profundidad, que no alcanzan profundidades su familia con poblaciones transpacíficas, es de-
mayores a los 3000 m que caracterizan a los Chi- cir que se distribuye a ambos lados del Océano
rostyloidea (Schnabel et al., 2011b). Pacífico.
En particular en el Mar Argentino existen dos Por su parte, M. spinosa habita aguas atlánticas
especies de langostillas. Munida gregaria se dis- desde el Río de la Plata hacia el sur a lo largo del
tribuye exclusivamente en el hemisferio sur, alre- talud continental hasta Tierra del Fuego y el Ban-
dedor del extremo sur de Sudamérica, en aguas co Burwood (Takeda y Hatanaka, 1984; Lovrich

Figura 4. Número de especies de langostillas cada 20˚ × 20˚ incluyendo todos los estratos de profundidad (modificado de Sch-
nabel et al., 2011b).

228
Galatheidae, Munididae, Munidopsidae, Eumunididae…

et al., 2005; Baba et al., 2008), Islas Malvinas de un parte dorsal más endurecida llamada tergito,
(Spivak, 1997) y el Océano Índico sudoccidental un esternito ventral y sobre cada lado una placa
(Roterman et al., 2013). lateral llamada pleuron. Al igual que el caparazón,
la superficie del abdomen también es importante
en la determinación de las distintas especies ya
MORFOLOGÍA que puede ser rugosa, lisa, espinosa, presentar es-
La morfología externa de las langostillas se ha trías o crestas transversales (Baba et al., 2011a).
estudiado de manera extensa, principalmente en el
contexto de la sistemática. La forma del cuerpo de APÉNDICES
las langostillas es variada dentro de los principa- Los primeros apéndices, los ojos pedunculados,
les grupos taxonómicos (ver Sistemática) aunque son precefálicos y se encuentran a cada lado del
comparten características generales. Durante los rostro. Usualmente, los ojos presentan cierto gra-
últimos años, el descubrimiento de nuevas espe- do de movimiento aunque en algunas especies,
cies de langostillas en nuevos ambientes ha con- como las pertenecientes a Kiwaidae que habitan
tribuido en la descripción de llamativas formas. en chimeneas hidrotermales, están reducidos a
Las langostillas poseen un amplio rango de ta- membranas.
maño que varía desde unos pocos milímetros de Dentro del grupo de apéndices cefálicos, los
largo de caparazón, como en algunas especies primeros son las anténulas, que se ubican por
de Galtahea spp. hasta casi 10 cm en Munidop- detrás de los ojos. En la mayoría de las familias
sis aries. La forma general de las langostillas es las anténulas son similares aunque existen varia-
similar a la de las langostas pero su cuerpo está ciones en cuanto al grosor y tamaño. Localizadas
aplanado dorsoventralmente. Como en todos los posterolateralmente se encuentran las antenas.
crustáceos decápodos el plan corporal consta de Estas, a diferencia de las anténulas, que poseen
un cefalotórax (céfalon + tórax) cubierto por un tres artejos, están compuestas por cinco artejos.
caparazón, y un abdomen. Están formados por die- A continuación se encuentran los apéndices del
cinueve segmentos (cinco cefálicos, ocho torácicos aparato bucal. Este está compuesto por seis pares
y seis abdominales) cada uno con un par de apéndi- de apéndices que están involucrados en el manejo
ces. En el cefalotórax, la división entre los segmen- del alimento, los tres pares de apéndices cefálicos
tos no es evidente pero puede inferirse a través del posteriores, i.e. mandíbulas, maxílulas y maxilas;
número de apéndices. Los apéndices están modifi- y los tres primeros pares de apéndices torácicos,
cados para participar en diferentes funciones, tales i.e. maxilipedios 1, maxilipedios 2 y maxilipe-
como la locomoción, la manipulación del alimento, dios 3. Los apéndices bucales muestran un patrón
la limpieza, la reproducción, la incubación de los complejo de movimiento y tienen una gran varie-
huevos, etc. (Figura 5) (Baba et al., 2011a). dad de funciones, a saber, atrapar el alimento y el
sedimento con los maxilipedios 3, transferirlos al
CEFALOTÓRAX Y ABDOMEN interior del aparato bucal por medio de los maxi-
Una de las principales características diagnós- lipedios 2 y 3, elegir y rechazar partículas de ali-
ticas de las distintas especies de langostillas es la mento mediante las maxílulas y los maxilipedios
forma y ornamentación del caparazón. Su superfi- 1, romper el alimento y limpiar el aparato bucal
cie puede ser rugosa, lisa, granulosa, espinosa. Va- por medio de los maxilipedios 2 y 3 (Baba et al.,
rias especies presentan sedas sobre el caparazón, 2011a).
las que pueden ser simples o plumosas. El capara- Los apéndices que siguen a los maxilipedios
zón de las langostillas está marcado por distintos son los pereiópodos. Estos son unirrámeos y
surcos, comunes a la mayoría de las familias; se usualmente simétricos. En todas las langostillas,
observan los surcos cervical, postcervical y bran- el primer par de pereiópodos posee quelas (pin-
quiocardíaco (Figura 5). Además, la superficie zas), del par 2 al 4 son apéndices caminadores y,
está delimitada en regiones que concuerdan con a diferencia de los Brachyura, en las langostillas
la disposición de los órganos internos (Figura 6). y en todos los Anomura, el par 5 está reducido.
El abdomen en las langostillas comprende seis Los apéndices abdominales se denominan pleó-
segmentos y se encuentra parcialmente plegado podos y su morfología y función es muy diferente
bajo el tórax. En vista dorsal, sólo los tres prime- en ambos sexos. En los machos, los dos primeros
ros segmentos son visibles. Cada segmento consta pares de pleópodos se denominan gonopodios y

229
Galatheidae, Munididae, Munidopsidae, Eumunididae…

Figura 5. Esquema general de una langostilla. A, vista dorsal; B, vista ventral (modificado de Baba et al., 2011a).

230
Galatheidae, Munididae, Munidopsidae, Eumunididae…

Figura 6. Principales regiones divisorias del caparazón de una langostilla (modificado de Baba et al., 2011a).

están modificados para la transferencia del esper- brugosa” esta espina es larga y delgada. En “gre-
matóforo. En muchos géneros de langostillas el garia” la intersección de los márgenes laterales
primer par está ausente. Los pares 3 al 5 se utili- del caparazón y el margen anterior del mismo for-
zan para la natación aunque en algunas especies man un ángulo recto, de modo que los lados del
pueden estar reducidos o ausentes. Por el contra- caparazón son casi paralelos. En “subrugosa” los
rio, en hembras el primer par de pleópodos está márgenes laterales del caparazón convergen ante-
ausente y el segundo par puede estar ausente, ser riormente. La intersección de estos márgenes con
rudimentario, pequeño o grande. Los pleópodos el margen anterior forma un ángulo obtuso. “Su-
3 al 5 son unirrámeos y poseen sedas alargadas brugosa” muestra el mismo número de espinas
para llevar el desove. Los urópodos son el último laterales que “gregaria”, pero en “subrugosa” son
par de apéndices dentro del plan corporal de las más largas y terminan en punta. Los pedúnculos
langostillas. Estos apéndices son birrámeos; junto oculares de “gregaria” poseen una constricción en
con el telson forman el abanico caudal. Se utilizan el centro, se orientan hacia los lados, y son largos
para movimientos rápidos de huída y en hembras y delgados. La línea divisoria entre la córnea y el
para proteger los huevos durante la incubación pedúnculo es más o menos recta, y lleva pocas
(Baba et al., 2011a). o ninguna seda. En “subrugosa” los pedúnculos
oculares son cortos y anchos, y se orientan ante-
Munida gregaria riormente. La línea superior de la córnea es cón-
En el Mar Argentino habitan dos especies de
langostillas Munida gregaria y M. spinosa (ver
Distribución geográfica). Munida gregaria es una
especie dimórfica (Williams, 1973; 1980; Pérez-
Barros et al., 2008; 2011). Sus morfotipos “gre-
garia” y “subrugosa” fueron históricamente con-
siderados especies diferentes. Sin embargo, re-
cientemente pudo confirmarse a través de análisis
genéticos, ecológicos y reproductivos, que estos
dos morfos no constituyen especies distintas, sino
formas diferentes de una misma especie (Figura
7) (Pérez-Barros, et al. 2008; 2010; 2011).
En el morfotipo “gregaria” la espina rostral es
gruesa, se ensancha hacia la base y es apenas con- Figura 7. Morfotipos de la langostilla Munida gregaria. A, mor-
vexa en su extremo superior. En cambio, en “su- fotipo “gregaria”; B, morfotipo “subrugosa” (fotos: F. Tapella).

231
Galatheidae, Munididae, Munidopsidae, Eumunididae…

cava y lleva numerosas sedas. En “gregaria” el está dividido en tres regiones, i.e. un tracto ante-
segmento terminal del tercer maxilipedio es oval rior, uno medio y uno posterior (Figura 8A y B).
y con forma de hoja. En cambio en “subrugosa” Tanto el tracto anterior cuanto el posterior están
es más delgado (Lagerberg, 1905). revestidos internamente por quitina, no así el trac-
Hace unos años se llevó a cabo un análisis mor- to medio (Pike, 1947; Baba et al., 2011a).
fométrico con el objetivo de proporcionar una for- La boca, que está precedida por un labro qui-
ma objetiva de identificar los individuos de cada tinoso, conduce directamente a un esófago corto
morfotipo. Se determinaron cuáles son las medi- que se dilata para formar el estómago. El esófago
das morfométricas más apropiadas para predecir la y el estómago constituyen el tracto anterior. El es-
pertenencia a cada morfotipo. El ancho del dacti- tómago está a su vez dividido en dos partes, una
lopodito y el propodito del tercer maxilipedio, el anterior “moledora” más espaciosa, i.e. estómago
largo del pedúnculo ocular, el ancho de la base de cardíaco; y una posterior “filtradora” más angos-
la espina rostral y el ancho de la porción anterior ta, i.e. estómago pilórico. El estómago posee osí-
del caparazón son las medidas más adecuadas para culos quitinosos en sus paredes dorsal y laterales,
poder determinar si un individuo pertenece al mor- que están generalmente conectados por ligamen-
fotipo “gregaria” o al “subrugosa” (Tapella y Lo- tos. Algunos de estos osículos presentan dientes
vrich, 2006). que forman un molinillo gástrico, cuya función
es triturar el alimento por acción de musculatura
extrínseca. Una vez que el alimento fue molido
ANATOMÍA INTERNA y digerido por las enzimas provenientes de los
La anatomía interna de las langostillas ha sido divertículos digestivos o hepatopáncreas, pasa
poco estudiada, se conoce en detalle solo para el por la válvula cardíaco-pilórica al estómago pi-
género Galathea a partir de un estudio realizado lórico donde es filtrado. El estómago pilórico está
por Pike en 1947. Sin embargo, dado que el plan dividido en dorsal y ventral, las partículas más
de organización corporal de las langostillas mari- gruesas pasan al estómago pilórico dorsal, y de
nas es bastante conservado, se podría inferir que allí al tracto posterior donde pasan a formar parte
lo encontrado en Galathea es aplicable a las otras del pellet fecal, mientras que las más finas y el
familias de langostillas (Baba et al., 2011a). material disuelto van hacia la parte ventral del es-
tómago pilórico y de allí al hepatopáncreas donde
MUSCULATURA son absorbidas (Pike, 1947; Baba et al., 2011a).
Como en otros decápodos, los músculos abdo- En Galathea squamifera el tracto medio está
minales de Galathea squamifera se pueden agru- tan reducido, que está virtualmente restringido a
par en cuatro series: músculos flexores principa- las aberturas del hepatopáncreas. A diferencia de
les, flexores superficiales, extensores y extensores la mayoría de los anomuros y braquiuros, Gala-
laterales. Los músculos flexores se ubican ventral- thea squamifera no posee ciegos en el tracto me-
mente dentro del abdomen, son mayoritarios y es- dio (Pike, 1947; Baba et al., 2011a).
tán involucrados en la flexión abdominal. Dentro En los decápodos el hepatopáncreas tiene fun-
de los flexores principales se encuentran los mús- ciones de secreción de enzimas digestivas, absor-
culos transversales, que conectan ambos lados de ción y almacenamiento de nutrientes (Ruppert y
cada segmento abdominal 1-5, los músculos lon- Barnes, 1996). En Galathea squamifera el he-
gitudinales centrales, que actúan como apoyo para patopáncreas está compuesto por masas de túbu-
los músculos oblicuos anteriores, y los oblicuos los ciegos que forman un órgano de color marrón
anteriores y posteriores, que conectan segmentos que ocupa la mayor parte del espacio disponible
distintos y poseen un rol importante en la flexión en las cavidades ventral y laterales del tórax (Fi-
abdominal. Los músculos flexores superficiales se gura 8B). Los túbulos están formados por un epi-
ubican por debajo de los principales y unen seg- telio simple en el que se distinguen tres tipos de
mentos sucesivos. Los músculos extensores recu- células, i.e. absorbentes, glandulares y de reem-
bren a los músculos flexores y están implicados en plazo (Pike, 1947; Baba et al., 2011a).
la extensión abdominal (Baba et al., 2011a). El tracto posterior o intestino es un tubo circular
que se extiende por debajo de la cavidad pericárdi-
SISTEMA DIGESTIVO ca y la parte posterior de los órganos reproductivos,
El aparato digestivo de Galathea squamifera entra en el abdomen por encima de los músculos

232
Galatheidae, Munididae, Munidopsidae, Eumunididae…

Figura 8. Anatomía interna de Galathea squamifera. A, sistema digestivo (flechas punteadas) y circulatorio (arterial) (flechas
enteras), vista lateral. B, tracto digestivo, vista lateral. C, sistema circulatorio y respiratorio, esquema del corte transversal de
la región torácica. D, sistema reproductivo masculino, vista dorsal. E, sistema reproductivo femenino, vista dorsal. (Modificado
de Baba et al., 2011a).

233
Galatheidae, Munididae, Munidopsidae, Eumunididae…

flexores y termina en el ano ubicado en la cara ven- por un par de testículos y sus respectivos conduc-
tral del telson (Pike, 1947; Baba et al., 2011a). tos deferentes, cada uno de los cuales desemboca
en un gonoporo ubicado en la superficie ventral de
SISTEMA RESPIRATORIO la coxa del quinto pereiópodo (Figura 8D) (Gala-
El intercambio gaseoso se realiza a través de thea squamifera Pike, 1947; G. intermedia Kro-
filobranquias ubicadas en las cámaras branquiales nenberger et al., 2004; Munida gregaria morfo su-
a ambos lados del tórax (Figura 8C). En los decá- brugosa Tapella, 2002). Tapella (2002) reporta que
podos, el número y la disposición de las branquias en Munida gregaria morfo subrugosa de ambos
varía, pero primitivamente poseen cuatro bran- testículos nacen sendos conductos deferentes. Los
quias a cada lado de todos los segmentos toráci- testículos están ubicados en la región cefalotorá-
cos: una pleurobranquia en la pared lateral, dos cica, son dorsolaterales al estómago y ventrales al
artrobranquias en la intersección membranosa en- corazón, y están rodeados por el hepatopáncreas
tre el apéndice y el segmento, y una podobranquia (Kronenberger et al., 2004). Los testículos están
sobre la coxa del apéndice (Felgenhauer, 1992; unidos entre sí por una comisura inmediatamen-
Ruppert y Barnes, 1996; Baba et al., 2011a). En te posterior al corazón (Tapella, 2002). Los con-
las langostillas, las podobranquias están ausentes. ductos deferentes son más delgados y están más
Hay artrobranquias en los segmentos torácicos compactamente enrollados en su parte proximal,
3-7 (que llevan los maxilipedios 3 y pereiópodos aumentan progresivamente de diámetro hacia la
1-4) (en Kiwaidae las artrobranquias del segmen- parte intermedia y en su parte distal forman un
to 3 son vestigiales) y pleurobranquias en los seg- tubo largo y recto que se funde con el ducto eya-
mentos torácicos 5-8 (que llevan los pereiópodos culatorio frente al gonoporo (Pike, 1947; Tape-
2-5) (ausentes en Kiwaidae). Se considera que los lla, 2002, Kronenberger et al., 2004; Baba et al.,
epipoditos también poseen una función respirato- 2011a). La descripción de los espermatozoides y
ria. Los Eumunididae y Kiwaidae poseen epipodi- espermatóforos de las langostillas excede los obje-
tos en los maxilipedios 1 pero no en el resto de los tivos del presente capítulo y puede ser consultada
apéndices torácicos. En los Chirostylidae ningún en Baba et al. (2011a) y sus referencias.
apéndice torácico posee epipoditos. Los Galathei-
dae en general presentan epipoditos en los maxili- SISTEMA REPRODUCTIVO FEMENINO
pedios 1 y 3, y pueden estar presentes o ausentes El aparato reproductor femenino está formado
en los pereiópodos 1-3 (Baba et al., 2011a). por el ovario y un par de oviductos, cada uno de
los cuales desemboca en un gonoporo (Figura 8E)
SISTEMA CIRCULATORIO (Galathea squamifera Pike, 1947; G. intermedia
El corazón está ubicado bajo la región cardía- Kronenberger et al., 2004). El ovario está forma-
ca del caparazón (Figura 8A y C). Es piriforme do por dos ramas longitudinales dorsolaterales
y aplanado dorsoventralmente. La sangre entra al al estómago (Baba et al., 2011a). Ambas ramas
corazón desde el seno pericárdico por tres pares están conectadas transversalmente a la altura del
de ostiolos (dos laterales y uno ventral) y es bom- corazón formando una estructura con forma de H.
beada hacia las distintas partes del cuerpo. Cinco Los oviductos se originan cerca del extremo pos-
arterias parten de la región anterior del corazón, terior de cada rama, son tubulares y conectan al
i.e. una anterior (media cefálica), dos antenales y ovario con las aberturas genitales, i.e. los gonopo-
dos hepáticas; y tres de la región posterior, i.e. dos ros, que se encuentran en la superficie ventral de
dorsales y una esternal (Figura 8A). La sangre lle- la coxa del tercer pereiópodo (Tapella, 2002; Kro-
ga directo a los órganos por medio de arterias ter- nenberger et al., 2004; Baba et al., 2011a).
minales delgadas. La sangre venosa drena a una
red de espacios hemocélicos o lagunas y luego SISTEMA EXCRETOR
hacia el seno esternal medioventral. Finalmente En los decápodos, la excreción de gran parte de
pasa a las branquias donde ocurre el intercambio los residuos nitrogenados se realiza a través de las
gaseoso para luego volver al seno pericárdico branquias (Ruppert y Barnes, 1996). Pese a que
(Pike, 1947; Baba et al., 2011a). las glándulas antenales se conocen como los órga-
nos excretores, estarían más relacionadas con la
SISTEMA REPRODUCTIVO MASCULINO regulación iónica (Ruppert y Barnes, 1996; Baba
El aparato reproductor masculino está formado et al., 2011a).

234
Galatheidae, Munididae, Munidopsidae, Eumunididae…

Las glándulas antenales son órganos pares y en los apéndices cefálicos posteriores, y los tres pa-
los decápodos están formadas por tres partes: un res de maxilipedios, mientras que la segunda está
saco terminal, un laberinto y una vejiga (Figura compuesta por seis pares de ganglios e inerva los
9A). Las paredes del saco terminal contienen po- cinco pares de pereiópodos y el primer segmento
docitos que filtran la hemolinfa. El filtrado luego abdominal. La cadena nerviosa abdominal está
pasa al laberinto donde ocurre el procesamiento formada por cinco pares de ganglios, el primero
del mismo, y es finalmente conducido a la veji- de los cuales está situado aproximadamente en el
ga por medio de un canal excretor. La vejiga está centro del segundo segmento abdominal y unido
conectada a un conducto que la comunica con la a la masa ganglionar torácica. El nervio estoma-
abertura exterior ubicada en la superficie ven- togástrico se origina de los dos ganglios paresofá-
tral del primer artejo de las antenas (Baba et al., gicos e inerva el labro, los músculos gástricos an-
2011a). teriores y la musculatura intrínseca del estómago
Los sacos terminales de las glándulas antena- (Pike, 1947; Baba et al., 2011a).
les de Galathea squamifera están rodeados por el Los Galatheoidea y los Chirostyloidea poseen
laberinto, que a su vez se comunica con la veji- ojos de superposición reflectantes. Las sedas de
ga en el hilio. Los sacos antenales + laberinto de las anténulas, las antenas y los apéndices bucales,
G. squamifera poseen aspecto ramificado y están y probablemente también las de algunos pereió-
ubicados sobre los esternitos cefálicos anteriores podos, poseen una función quimio-sensorial. En
a las mandíbulas, a ambos lados del esófago. En las langostillas el estatocisto está ubicado dorsal-
vista dorsal, la vejiga de G. squamifera ocupa la mente en el artejo basal del pedúnculo antenular
mitad anterior del cefalotórax y posee una cons- (Baba et al., 2011a).
tricción en el centro que la divide en anterior y
posterior. El uréter se origina en el hilio de la ve- SISTEMA ENDÓCRINO
jiga y conduce a la abertura exterior (Pike, 1947; En Galathea squamifera el órgano X y la glán-
Baba et al., 2011a). dula del seno se encuentran en los pedúnculos
oculares. El órgano Y y la glándula androgénica
SISTEMA NERVIOSO Y ÓRGANOS DE LOS no han sido estudiados en las langostillas aún
SENTIDOS (Baba et al., 2011a).
El sistema nervioso de los crustáceos muestra
una clara tendencia a la fusión de ganglios (Rup-
pert y Barnes, 1996). En los decápodos posee un
REPRODUCCIÓN Y
plan de organización común, está formado por
DESARROLLO
ganglios pareados en cada segmento, que están Las langostillas presentan sexos separados
conectados transversalmente por una comisura y y hasta el presente, no se conocen especies que
longitudinalmente por el cordón nervioso desde presenten hermafroditismo. Los caracteres sexua-
el cual los nervios inervan los órganos del cuerpo les primarios son la posición de los gonoporos y
(Baba et al., 2011a). la forma de los pleópodos (Baba et al., 2011a).
En Galathea squamifera se puede dividir en En los machos, los pleópodos están modificados
una cadena nerviosa ventral y un nervio estoma- para la transferencia de espermatóforos hacia el
togástrico (Figura 9B y C). La cadena nerviosa gonoporo de las hembras. Las hembras no presen-
ventral está a su vez formada por un ganglio su- tan gonopodios modificados y también han perdi-
praesofágico o cerebro, una masa ganglionar torá- do el primer par de pleópodos (Thiel y Lovrich,
cica y una cadena nerviosa abdominal. El ganglio 2011). En muchas especies existe un marcado
supraesofágico está ubicado en posición anterior dimorfismo sexual, principalmente distinguible
al esófago y ventral al estómago cardíaco. Dentro en el tamaño corporal y el largo de las quelas.
de esta masa están agregados cuatro pares de gan- Particularmente, las hembras de Munida gregaria
glios que inervan el rostro, los ojos, los apéndices son un poco más pequeñas que los machos, esto
cefálicos anteriores, etc. La masa ganglionar torá- podría estar relacionado con un menor crecimien-
cica está compuesta por dos grupos de ganglios, to asociado a una mayor inversión reproductiva
i.e. la masa ganglionar subesofágica y la masa posterior a la madurez sexual (Rodriguez y Baha-
ganglionar torácica principal. La primera está monde, 1986). La talla de madurez sexual suele
compuesta por cinco pares de ganglios e inerva ser distinta entre ambos sexos. Los machos alcan-

235
Galatheidae, Munididae, Munidopsidae, Eumunididae…

Figura 9. Anatomía interna de Galathea squamifera (continuación). A, sistema excretor, vista dorsal (después de remover el
molinillo gástrico, la vejiga y el músculo aductor de la mandíbula). B y C, sistema excretor, glándula antenal. D, sistema nervioso,
vista ventral. E, sistema nervioso, vista dorsal. (Modificado de Baba et al., 2011a).

236
Galatheidae, Munididae, Munidopsidae, Eumunididae…

zan la madurez morfométrica a ciertas tallas, sin pos de desarrollo, i) desarrollo larval extendido,
embargo, son sexualmente activos antes del cre- con larvas que eclosionan de huevos pequeños y
cimiento diferencial de sus quelas. Por su parte, atraviesan un número variable (4-6) de estadios
las hembras alcanzan la madurez sexual a tallas zoea, y ii) desarrollo larval abreviado en el que
similares que otras Munida spp. (Tapella et al., las larvas eclosionan de huevos grandes, con mu-
2002b) y el número de huevos que puedan llevar cho vitelo, y atraviesan pocos (2-3) estadios zoea
en su abdomen está directa y positivamente corre- (Baba et al., 2011b). Ambos tipos de desarrollo se
lacionado con su tamaño. corresponden con dos tipos de alimentación larval
Al igual que en otros crustáceos decápodos, el distinta. Por lo general, las larvas con desarrollo
potencial reproductivo de las langostillas depende extendido son planctotróficas, mientras que las
de la duración de la temporada reproductiva, de larvas con desarrollo abreviado son lecitotróficas.
la cantidad de puestas que producen durante cada A través de las distintas mudas, los diferentes es-
temporada, y del número de temporadas en las tadios zoea cambian su morfología hasta llegar
que producen puestas (Thiel y Lovrich, 2011). En a un estadio megalopa. Este estadio, previo a un
el Mar Argentino, el número de puestas que pro- primer juvenil, es producto de la metamorfosis
ducen las hembras de Munida gregaria durante que sufre el último estadio zoea, y presenta carac-
una misma temporada reproductiva varía latitudi- terísticas morfológicas muy diferentes de éstas. El
nalmente. En el Golfo Nuevo (42ºS), las hembras estadio megalopa es similar a un adulto pequeño
de M. gregaria pueden producir tres puestas con- pero se diferencia de éste principalmente en que
secutivas durante una temporada reproductiva. aún utiliza los apéndices abdominales para la na-
Este patrón se debe a la capacidad de las hembras tación. Aunque en muestras de plancton se han
de re-madurar sus ovarios mientras se produce podido observar cinco estadios zoea para Munida
el desarrollo embrionario (Dellatorre y Barón, gregaria, el desarrollo larval estudiado en el la-
2008). En el Golfo San Jorge (46ºS), las hembras boratorio a una temperatura de 8ºC muestra seis
producen una nueva puesta inmediatamente des- estadios zoea, seguidos de un estadio megalopa
pués de la eclosión de las larvas. Así, en esta la- (Figura 10) (Pérez-Barros et al., 2007).
titud producen al menos dos puestas consecutivas Las larvas de Munida gregaria son las más fre-
en la misma temporada (Vinuesa, 2007). En cam- cuentes entre las larvas de decápodos en la plata-
bio, en el Canal Beagle (54ºS), la población más forma continental argentina. A partir de octubre
austral de M. gregaria, las hembras producen una sus densidades son máximas, alcanzando valores
sola puesta durante una temporada reproductiva >350 individuos l-1 (Bacardit, 1986). En el archi-
(Tapella et al., 2002b). El desarrollo embrionario piélago fueguino, los estadios larvales de M. gre-
también se relaciona con la latitud. En los 42º S garia también se encuentran entre los más abun-
el desarrollo embrionario tiene una duración de dantes, característica que se corresponde con la
ca. 28 días (Dellatorre y González-Pisani, 2011), alta abundancia bentónica y la presencia de agre-
mientras que en el límite sur de su distribución gaciones pelágicas. Particularmente en el Canal
geográfica (54º S) aumentaría a ca. 90 días (Tape- Beagle, la presencia de los primeros estadios lar-
lla et al., 2002b). vales se observa durante fines del invierno, conti-
La variación latitudinal en ciertos rasgos de la nuando el desarrollo durante la primavera-verano
historia de vida de Munida gregaria también se (Lovrich, 1999). Este patrón estacional en la
refleja en el número de huevos y su tamaño. La presencia y abundancia de larvas de M. gregaria
población del Golfo Nuevo presenta huevos más podría estar relacionado con cambios tanto en la
pequeños y en mayor cantidad que la población biomasa de fitoplancton como en su composición.
más austral (Canal Beagle). Esta última presenta
huevos con mayor contenido de materia orgáni-
ca, característica relacionada con una mayor du-
ECOLOGÍA
ración del desarrollo embrionario en aguas más HÁBITAT
frías (Vinuesa, 2007). Asimismo, el tamaño de Las langostillas viven en distintos tipos de hábi-
los huevos refleja el tipo de desarrollo larval (An- tat. Pueden encontrarse desde la zona intermareal
ger, 2001). El desarrollo larval de las langostillas hasta el mar profundo, y desde hábitats relativa-
refleja el patrón de la mayoría de los crustáceos mente estables hasta los más extremos como las
decápodos, en los que se puede observar dos ti- fumarolas de metano, las chimeneas hidroterma-

237
Galatheidae, Munididae, Munidopsidae, Eumunididae…

gencia, y su posición en la columna de agua varía


entre la superficie y la zona de mínimo oxígeno
(Gutiérrez et al., 2008). Por su parte, Munida gre-
garia puede formar agregaciones pelágicas masi-
vas que se han observado en Nueva Zelanda (Zel-
dis, 1985) y también se observan en distintas zo-
nas del Mar Argentino (Varisco y Vinuesa, 2010;
Figura 10. Estadios larvales de la langostilla Munida gregaria. Diez et al., 2012). Todos los individuos que com-
A, zoea I; B, megalopa (fotos: P. Pérez-Barros). ponen estas agregaciones pertenecen a la forma
“gregaria” (ver Morfología). La superficie dorsal
les, y las zonas de mínimo oxígeno, entre otras y la densidad de su caparazón hacen que M. gre-
(Lovrich y Thiel, 2011). Por otro lado, se encuen- garia sea un buen blanco acústico para frecuen-
tran presentes en la Antártida, lugar donde los cias ultrasónicas, característica fundamental para
crustáceos decápodos muestran muy poca diversi- el estudio de la dinámica de estas agregaciones.
dad y donde ciertos grupos (e.g. Brachyura) están Los primeros estudios acústicos muestran que es-
ausentes (Thatje et al., 2005). La mayoría de las tas agregaciones pueden tomar diversas formas y
especies de langostillas forman parte de las comu- evidenciar distintas densidades de individuos. Los
nidades bentónicas y poseen roles claves en ellas. ecogramas muestran complejas estructuras espa-
Sus densidades suelen ser muy altas, alcanzando ciales, que se posicionan desde la superficie hasta
varios individuos por metro cuadrado. Los Muni- el fondo, formando capas que pueden extender-
dopsidae habitan típicamente en el talud externo se por decenas de kilómetros de longitud. Varios
hasta profundidades abisales, los Munididae se factores pueden estar asociados a la formación de
encuentran típicamente en la plataforma externa las agregaciones pelágicas de M. gregaria en el
hasta la profundidad del talud, y los Galatheidae Mar Argentino, como por ejemplo variaciones en
viven generalmente a poca profundidad (Ahyong la productividad primaria y en la disponibilidad
et al., 2010). Además, existen especies de langos- de sustrato para su asentamiento. Ocasionalmen-
tillas que viven estrechamente relacionadas con te, algunas agregaciones pueden ocupar la mayor
otros grupos animales, como algunos Chirostlyi- parte de la columna de agua. En el Canal Beagle,
dae que son simbiontes de corales (Baeza, 2011). los fuertes vientos predominantes del sudoeste
En el Mar Argentino, Munida gregaria habita durante mareas de sicigia pueden forzar a estas
distintos sitios con diversas características am- agregaciones, presionándolas sobre la costa y for-
bientales. Puede encontrarse tanto en aguas tem- zando su varamiento (Diez et al., 2012), hecho
pladas y con salinidades altas como las de la pla- que también se ha registrado en otras localidades
taforma continental; cuanto en aguas más diluídas de la Patagonia.
y frías como las del archipiélago fueguino. Posee
un rango de profundidad amplio a diferencia de ECOLOGÍA TRÓFICA
Munida spinosa que está restringida a aguas más Las langostillas se han diversificado, quizás
profundas (Spivak, 1997). como consecuencia de su capacidad para utilizar
diferentes fuentes de alimento. Hay especies de-
AGREGACIONES PELÁGICAS tritívoras, suspensívoras, herbívoras, carroñeras,
Entre las distintas especies de langostillas, solo depredadoras y caníbales. Además, en diferentes
unas pocas pertenecientes a la familia Munididae etapas del ciclo de vida, la misma especie puede
poseen una fase pelágica durante su ciclo de vida. tener diferentes hábitos. Las langostillas pelágicas
En el Océano Pacífico dos especies poseen este son suspensívoras, mientras que las bentónicas
comportamiento, Pleuroncodes planipes y P. mo- pueden ser detritívoras, carroñeras o depredado-
nodon en Baja California, Méjico y Perú, respec- res (Lovrich y Thiel, 2011).
tivamente. Pleuroncodes planipes pasa el primer En el Canal Beagle, Munida gregaria se ali-
año de su ciclo de vida en la columna de agua y es menta de treinta ítems distintos de alimento, aun-
considerada una de las especies más abundantes que su dieta está compuesta principalmente por
del plancton/micronecton (Aurioles-Gamboa et materia orgánica particulada, algas y crustáceos
al., 1994). Pleuroncodes monodon se encuentra (Romero et al., 2004). En el Golfo San Jorge, un
restringida a la parte más fría de las aguas de sur- ambiente muy influenciado por la actividad pes-

238
Galatheidae, Munididae, Munidopsidae, Eumunididae…

quera, la fase bentónica de M. gregaria es carro-


ñera y se alimenta principalmente del descarte de
las pesquerías de merluza y langostino; aunque en Aves y mamíferos marinos
áreas con ausencia de pesca la dieta de esta espe-
cie es más diversa (Varisco y Vinuesa, 2007).
Las langostillas son presas de varias especies,
particularmente de los depredadores tope. Las es- Calamares
pecies de la familia Munididae constituyen uno
de los principales ítems en la dieta de peces, aves
y mamíferos marinos, crustáceos y otros inverte- Peces demersales-bentónicos
brados (Figura 11). De esta manera, su posición
como intensas filtradoras y consumidoras de ma-
teria orgánica particulada hace que las langostillas
posean un rol trófico relevante, i.e. intermediarias Centolla
entre los productores primarios y los depreda- Munida gregaria
dores tope, y mejoren la eficiencia del traspaso
de energía en las tramas tróficas (Romero et al.,
2004).
Materia orgánica particulada
Figura 11. Relaciones tróficas de Munida gregaria en el Canal
IMPORTANCIA ECONÓMICA Beagle (modificado de Lovrich y Thiel, 2011).
Los crustáceos decápodos representan recursos
pesqueros altamente valorados. Varias especies instalada sólo en Latinoamérica, especialmente
de crustáceos han sido sobreexplotados, en conse- en Chile (Wehrtmann y Acuña, 2011). Además,
cuencia, las langostillas surgen como alternativas debido a su abundancia, han sido consideradas
a esas pesquerías. Principalmente, las langosti- potenciales recursos pesqueros en otros países,
llas se pueden utilizar para el consumo humano como Nueva Zelanda y Méjico.
como camarón coctelero. Existen usos alternati- Particularmente, en la plataforma continental ar-
vos, pueden ser utilizados como ingredientes en gentina Munida gregaria es una de las principales
la dieta de camarones y alimentos para pescado, especies de la fauna acompañante de las pesque-
como fuentes de proteínas para la fabricación de rías de merluza y langostino (Roux et al., 2012).
quesos, o como harina para alimentos balancea- En especial, en el Golfo San Jorge, la abundancia
dos (Aurioles-Gamboa y Balart, 1995). La fase de langostilla creció notablemente desde el año
pelágica de ciertas especies de langostillas es rica 2008 al 2011 afectando el patrón histórico de des-
en lípidos linoleicos, de gran importancia en la embarque de langostino (Madirolas et al., 2013).
alimentación de truchas y salomes en cultivo. In- Como recurso pesquero, M. gregaria es aún un
cluso, esta fase pelágica posee hasta cinco veces recurso comercial potencial. Sin embargo, en las
mayor concentración de lípidos que la fase bentó- Islas Malvinas esta especie posee desembarques
nica (Aurioles-Gamboa et al., 1994). considerables, con capturas máximas de 264 to-
A pesar de la amplia distribución de las lan- neladas en el año 2007 (FAO, http://www.fao.org/
gostillas, la pesca comercial de munididos está fishery/statistics/global-capture-production/en).

239
Galatheidae, Munididae, Munidopsidae, Eumunididae…

GLOSARIO
(basado en http://atiniui.nhm.org/glossary/)
Antena: segundo par de apéndices cefálicos, situado entre Maxilipedio: apéndice torácico modificado que funciona
anténulas y órbitas. como parte del aparato bucal.
Anténula: primer par de antenas. Megalopa: estadio del desarrollo larval posterior a la meta-
Birrámeo: formado por dos ramas. morfosis y previo al primer cangrejo.

Cefalotórax: cabeza y tórax fusionados. Pereiópodos: cinco pares de apéndices torácicos posterio-
res.
Ecdisis: proceso en el que los artrópodos mudan su capa-
razón. Pleópodos: apéndices abdominales, utilizados para la incu-
bación de los huevos.
Endopodito: apéndice de un crustáceo decápodo que posee
una rama exterior, exopodito, y una interior, endopodito. Tórax: en crustáceos, la porción media del cuerpo, entre la
cabeza y el abdomen.
Exopodito: apéndice de un crustáceo decápodo que posee
una rama exterior, exopodito, y una interior, endopodito. Unirrámeo: formado por una rama.

Gonopodios: órganos sexuales masculinos situados bajo el Zoea: estadio del desarrollo larval previo a la metamorfosis.
abdomen.

AGRADECIMIENTOS
Agradecemos a Gustavo Lovrich y a Daniel Roccatagliata por las sugerencias realizadas.

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242
Lithodidae
Gustavo A. Lovrich

INTRODUCCIÓN otras especies y pesquerías puede ser encontrada


en Stevens (2014b)
Las centollas están entre los artrópodos más
grandes del mundo, con ejemplares de tamaño
extremo de más de 1,5 m de apertura entre patas
Distribución geográfica
y más de 10 kg de peso. Su gran tamaño les va- La familia Lithodidae se originó en el Pacífico
lió, entre varios apelativos, el nombre vulgar de Norte, donde se encuentra la diversidad más alta y
King Crab en inglés, o crabe royal en francés, por habita el 70% de las hasta ahora 121 especies co-
ejemplo. Sin embargo el significado del género nocidas (Zaklan, 2002; Stevens y Lovrich, 2014).
Lithodes (del griego lithos=roca, y eidos=forma) El origen evolutivo del grupo es relativamente re-
que le da nombre a la familia significa “parecido ciente y está en el orden de los 15-30 millones de
a una roca” o “de naturaleza o estructura rocosa”. años. Los integrantes de esta familia se diversifi-
Como son especies de interés comercial nombres caron, conquistaron las aguas profundas del océa-
vernáculos idénticos fueron usados frecuente- no Pacífico y atravesaron las aguas subtropicales
mente para denominar diferentes especies. Varias durante su radiación adaptativa hacia el hemisfe-
de éstas se encuentran en aguas de plataformas rio sur, a lo largo de la costa pacífica de América
continentales en altas concentraciones que han (Bouvier, 1896; Hall y Thatje, 2009). Los litódi-
sustentado pesquerías importantes y muy renta- dos tienen una amplia distribución vertical: desde
bles. Constituyen un producto muy apreciado en el intermareal hasta unos 3.500 m de profundidad
la gastronomía mundial por su alto rendimiento (Hall y Thatje, 2011). Su distribución en aguas
en carne, delicado sabor y textura. Quizás el pro- someras está restringida por su tolerancia térmica
grama televisivo “Pesca Mortal” haya coronado hasta los 13ºC y las especies de aguas profundas y
su popularidad a nivel masivo, sobre todo por las frías, están excluidas de las aguas de las platafor-
condiciones meteorológicas extremas en el que se mas continentales templadas (Hall y Thatje, 2009;
desarrolla su pesca. Hall y Thatje, 2011).
La mayor parte de la información científica so- En América del Sur se distribuyen 34 especies
bre litódidos ha sido generada a partir de la nece- de centollas pertenecientes a 4 géneros (23 Para-
sidad del conocimiento biológico para el manejo lomis spp. 7 Lithodes spp., 3 Neolithodes spp., y 1
de sus pesquerías, en el Pacífico Norte desde el Glyptolithodes sp., (Stevens y Lovrich, 2014). To-
Mar de Japón hasta Alaska, en el sur de Sudamé- dos estos géneros se habrían originado en aguas
rica y más recientemente en el mar de Barents profundas, conquistado aguas someras en tiempos
(Zaklan, 2002; Jørgensen et al., 2005; Stevens, geológicos recientes (Hall y Thatje, 2009). Varias
2014b). La reciente aparición de centollas en la de las especies de litódidos sudamericanos se las
Antártida ha motivado estudios ecológicos y bio- conoce por el registro de unos pocos ejemplares
geográficos que han cambiado el paradigma acep- (e.g. Lithodes galapagensis, P. tuberipes). No
tado hasta finales de la década de 1990 sobre la obstante, la exploración en búsqueda de nuevas
inexistencia de cangrejos en aguas polares austra- pesquerías de crustáceos en general, aumenta el
les (Arntz et al., 1994; Thatje y Arntz, 2004; Hall conocimiento sobre la diversidad de este grupo.
y Thatje, 2011). En este trabajo se reseña la infor- En el extremo austral de Sudamérica, i.e. al sur
mación de los litódidos del sur de América del Sur de los 35ºS de latitud y que correspondería a la
y la información más detallada y específica sobre provincia zoogeográfica Magallánica sensu Bos-

243
Lithodidae

chi (2000), se distribuyen 10 especies de litódidos aparecen especies de litódidos comunes al extre-
(Figura 1). Dos de estas especies, Lithodes santo- mo sur americano y que también se encuentran en
lla y Paralomis granulosa, son muy abundantes y la Antártida. Un caso notable es el de Neolitho-
están presentes en ambos márgenes del continente des diomedeae que es una de las especies con
en particular alrededor de Tierra del Fuego, a tal el rango de distribución latitudinal más amplio,
punto de haber sostenido varias pesquerías desde distribuyéndose en ambos hemisferios, desde Mé-
la década de 1930. Existen especies que sólo se xico hasta las Islas Georgias del Sur (Stevens y
distribuyen en uno de los dos lados, atlántico o Lovrich, 2014). En Antártida el primer registro de
pacífico, como P. otsuae y P. tuberipes sobre la litódidos es relativamente reciente y corresponde
costa pacífica, P. longidactylus, o L. ferox sobre el al de L. turkayi (Klages et al., 1995). En la actua-
margen continental atlántico. Las islas Georgias lidad se conocen otras 4 especies para el sector
del Sur constituyen un claro ejemplo de transición Atlántico que incluye a la Península Antártica
para la fauna subantártica y antártica, en donde (Figura 1).

Figura 1: Distribución geográfica de litódidos en el extremo austral de América. Referencias: 1 Paralomis chilensis Andrade,
1980 ; 2 Lithodes turkayi  Macpherson, 1988; 3 Glyptolithodes cristatipes (Faxon, 1893); 4 Lithodes panamensis Faxon, 1893;
5 Paralomis otsuae Wilson, 1990; 6 Neolithodes diomedeae (J. E. Benedict, 1895); 7 Lithodes santolla (Mollina, 1782); 8 Pa-
ralomis tuberipes Macpherson, 1988; 9 Paralomis granulosa (Hombron & Jacquinot, 1846); 10 Paralomis spinosissima Birstein
& Vinogradov, 1972; 11 Lithodes confundens Macpherson, 1988; 12 Paralomis birsteini Macpherson 1988; 13 Neolithodes
yaldwini Ahyong & Dawson, 2006; 14 Paralomis anamerae Macpherson, 1988; 15 Paralomis formosa Henderson, 1888; 16
Paralomis longidactylus Birstein & Vinogradov, 1972; 17 Lithodes ferox Filhol, 1885. Readaptado de (Stevens y Lovrich, 2014).

244
Lithodidae

Sistemática y no existe consenso respecto al origen del grupo,


salvo que no es monofilético.
A nivel específico la taxonomía de la familia
Lithodidae es bastante estable, con dos subfami-
lias Hapalogatrinae y Lithodinae, y con descrip-
Morfología
ción de nuevas especies recientes principalmente Las centollas (como otros artrópodos) están cu-
provenientes de ambientes extremos (e.g. mar biertas externamente por un exoesqueleto rígido,
profundo, Antártida). Sin embargo, las clasifica- compuesto mayormente por quitina y carbonato
ciones jerárquicas superiores y sus implicancias de calcio. El cuerpo está dividido en cefalotórax
evolutivas han sido objeto de intenso debate. Los (los tagmas cefalon y tórax fusionados) y abdo-
litódidos se originaron en el intermareal del Pací- men. La cobertura dorsal y lateral del cefalotó-
fico nororiental y la aparición de la familia apa- rax es comúnmente denominada caparazón y está
rentemente data de unos 13-15 Ma, evidenciado aplanado dorso-ventralmente. Dorsalmente tiene
estudios moleculares (Cunningham et al., 1992) y un aspecto aproximadamente pentagonal y está
el registro fósil (Feldmann, 1998). dividido en regiones bien definidas por surcos que
Existen dos posiciones antagónicas sobre la recuerdan una letra “H” (Figura 2). Generalmente
evolución de los litódidos respecto de los can- está recubierto de espinas o gránulos en número y
grejos ermitaños pagúridos, que informalmente tamaño variado y en muchos casos el número de
se han denominado “de ermitaño a Rey” o “de espinas es diagnóstico para cada especie. Tienen
Rey a ermitaño”, respectivamente. Una dicotomía cinco pares de apéndices (pereiópodos), el primer
fortuita que impulsó una falsa rivalidad científica, par está transformado en pinzas, generalmente la
aunque igualmente interesante. La primera hipó- derecha es más robusta. Del segundo al cuarto
tesis “de ermitaño a Rey” propone que las cento- par, los pereiópodos son patas caminadoras. El
llas han evolucionado a partir de los pagúridos, y quinto par está reducido y plegado debajo del
el término fue acuñado a partir de evidencias mo- caparazón en la cámara branquial, y sirve princi-
leculares aplicadas a la filogenia de pagúridos y li- palmente para la limpieza de branquias y masas
todidos (Cunningham et al., 1992). Sin embargo, ovígeras (Figura 3B). Los pereiópodos constan de
la idea surgió en el siglo XIX, cuando se postuló 7 segmentos desde la coxa hasta el dactilopodito
que los ermitaños desarrollaron más el lado iz- (Figura 3A).
quierdo de su abdomen por alojarse en conchas de El abdomen está replegado debajo del cefalotó-
caracoles que son dextrógiras. Por tanto, la asime- rax y su morfología es útil para la diferenciación
tría abdominal de los litódidos hembras sería un sexual (Figura 3A). En los machos el abdomen
carácter heredado de sus antecesores ermitaños, es simétrico y carecen de pleópodos (Figura 3B).
que tomaron la forma de cangrejo y abandonaron Las hembras tienen el abdomen con placas que
sus conchas (ver revisión de McLaughlin, 2014). son más grandes del lado izquierdo y tienen pleó-
Análisis moleculares más recientes demuestran podos que portan los huevos (Figura 3C). Los go-
el origen polifilético de los paguroideos “asimé- noporos femeninos están ubicados ventralmente
tricos”, que complica la interpretación del origen en la coxa del tercer par de pereiópodos y los mas-
de ambos grupos (McLaughlin, 2014). La hipó- culinos se ubican en el quinto par. La descripción
tesis “de Rey a ermitaño” ha sido sostenida con morfológica detallada de las especies que aquí se
cambios morfológicos especialmente en larvas y mencionan y de otras pueden ser encontradas en
primeros juveniles, y secundariamente en adultos. los trabajos de Macpherson (1988) y Donaldson y
En particular la principal evidencia de un ancestro Byersdorfer (2014).
“centolla” que precedió a los cangrejos ermitaños
es la de decalcificación del pleon (McLaughlin et
al., 2004, 2007; McLaughlin, 2014). Estudios cla-
Larvas
dísticos a partir de 79 caracteres morfológicos ex- En la familia se encuentran especies con dife-
ternos revelaron que los litódidos tienen un origen rentes desarrollos larvarios. Los más prolonga-
parafilético (McLaughlin et al., 2007), i.e., poseen dos, e.g. Paralithodes camtschaticus constan de
un antecesor común con los pagúridos, sin que és- una prezoea, 4 estadios zoea y una megalopa (o
tos últimos sean necesariamente los antecesores glaucothoa), Lithodes spp. en general tienen 3
de las centollas. Sin embargo, el debate continúa estadios zoea y una megalopa, y Paralomis spp.

245
Lithodidae

Figura 2: Vista dorsal de un ejemplar macho de Lithodes confundens de la costa atlántica de Tierra del Fuego. Se indican las
regiones en las que se divide el caparazón: cardíaca (C), gástrica (G), branquiales (B). La barra de escala representa 50 mm.

Figura 3: Vista ventral de ejemplares macho y hembra (A) de Lithodes confundens. En los paneles de la derecha se visualizan los
abdómenes abiertos del macho (B) y de la hembra (C), donde se indica el quinto pereiópodo derecho del macho (Prp 5) y los 4 de
los 6 pleópodos (PLp) de la hembra. Las sedas de la hembra son oscuras y tienen restos de cápsulas de huevos, denotando que
es post-ovígera. Las barras de escala representan 50 mm (A) y 25 mm (B y C).

246
Lithodidae

tienen 2 estadios zoea y una megalopa (Thatje y tinosas) ubicado en la sección pilórica (posterior a
Mestre, 2010; Stevens, 2014a). La descripción la sección cardíaca del estómago). Las excreciones
morfológica presentada a continuación corres- se realizan a través del ano y de la glándula verde.
ponde a las de Lithodes santolla y Paralomis Esta última de aspecto esponjoso, localizada en la
granulosa (Campodonico, 1971; Campodonico y porción posterior del cerebro y longitudinalmente
Guzmán, 1981; McLaughlin et al., 2003). La zoea a los lados del estómago, que se conectan a través
I tiene el cuerpo claramente dividido en un cefa- de un ducto delicado con un orificio de salida en la
lotórax aplanado dorso-ventralmente y abdomen base de la antena.
subcilíndrico extendido, y de un largo aproxima- El sistema nervioso está compuesto por un
do de 5 mm (Figura 4). El cefalotórax tiene una ganglio supraesofágico (protocerebro) localizado
espina rostral conspicua y otras dos posterolatera- posteriormente a los ojos, debajo de la base del
les. Tiene ojos sésiles (L. santolla) o peduncula- rostro; un ganglio ventral debajo del hepatopán-
dos (P. granulosa). Los apéndices cefalotoráxicos creas en el centro del torax; dos ojos peduncula-
son pares: anténula, antena, mandíbula, maxilula, dos cuyos nervios se conectan a la parte anterior
maxila, tres pares de maxilipedios con el tercero del protocerebro. Incluye también varios órganos
rudimentario (L. santolla) o con 4 pares de pe- sensoriales como los estetascos en las anténulas,
reiopodos bien desarrollados y el quinto más pe- estatolitos en la base de las antenas, sedas sen-
queño (P. granulosa). El abdomen está dividido soriales y proprioceptores distribuidos en todo el
en 5 somitos y el telson. El telson tiene 9 pares cuerpo.
de espinas distales (L. santolla) y 9 u 11 pares El sistema respiratorio está formado por 11
en P. granulosa. En la zoea II de L. santolla los pares de branquias, localizadas a ambos lados
apéndices cefalotoráxicos avanzan en su desarro- del cefalotórax y cubiertas por el caparazón. Las
llo, los 5 pereiopodos están más desarrollados y branquias son del tipo tricobranquias y tienen nu-
segmentados, y los pleópodos claramente visibles merosos filamentos plumosos sobre un eje. El sis-
(al igual que en las zoeas II de P. granulosa). L. tema circulatorio está constituido por el corazón,
santolla tiene esbozos de urópodos y P. granulosa arterias y una cavidad pericárdica. La sangre ve-
no los tiene. Las zoeas III de L. santolla tienen nosa fluye entre los hemoceles entre varios órga-
el abdomen con 6 segmentos con pleópodos bi- nos. El seno branquial conduce la sangre venosa
rramosos y el telson, con urópodos visibles. Las a través de las lamelas branquiales, donde ocurre
megalopas tienen un cefalotórax circular a oval, el intercambio de dióxido de carbono y oxígeno,
sin regiones bien delimitadas y con espinas: 16 retornando a través de la arteria branquial. La san-
pares simples o bífidas en L. santolla o 27 pares gre arterial pasa desde la vena branquial e ingresa
bífidas y con una seda lateral en P. granulosa. en el seno pericárdico y fluye fuera del corazón.
Los pereiopodos están armados con espinas. El El sistema reproductivo está compuesto por un
abdomen es subcilíndrico, ligeramente aplanado par de gónadas. Los testículos están ubicados en-
dorso-ventralmente, con tergitos calcificados y tre el primer y segundo segmento abdominal, y
con espinas. Cuando presentes, los pleópodos son extenderse hasta la parte posterior del caparazón.
birramosos, desiguales, pares, en pleópodos 2 a 5, Los testículos tienen túbulos seminíferos donde
utilizados para la natación. se originan los espermatozoides. En los testícu-
los las células sexuales se disponen en cohortes,
y las distintas camadas de espermatogonias y es-
Anatomía permatocitos I y II se diferencian perfectamente
La siguiente descripción está realizada sobre la en cortes histológicos (Vinuesa y Labal de Vinue-
base de los trabajos de Marukawa (1933), Donald- sa, 1998). La porción terminal de los testículos
son y Byersdorfer (2005, 2014). El sistema digesti- se ensancha y constituye el conducto deferente,
vo está constituido por la boca, esófago, estómago, donde se forman y acumulan a lo largo del año
intestino medio y posterior, y ano. La glándula di- los espermatóforos, que son extruidos a través del
gestiva es el hepatopáncreas, un órgano conspicuo gonoporo en la base del quinto par de pereiópodos
que puede llegar a ocupar casi todo el cefalotórax, al momento de la cópula (Figuras 3 y 4). Las hem-
con funciones digestivas y de órgano de reserva. bras tienen un par de ovarios localizados dorsal-
El estómago tiene funciones masticatorias a través mente al hepatopáncreas. Cuando están compues-
del molinillo gástrico (constituido por crestas qui- tos por oocitos en vitelogénesis primaria (de color

247
Lithodidae

blanquecino a amarillo tenue) se visualiza una co- de L. santolla durante diciembre (Lovrich et al.,
nexión entre ambos ovarios posterior a la sección 2002b). En la costa Atlántica de Tierra del Fue-
cardíaca del cefalotorax. El ovario maduro puede go, las parejas de L. confundens aparecen en el
ocupar gran parte de la cavidad cefalotoráxica y el intermareal también durante diciembre (Lovrich
pleon. Cada ovario se comunica con el gonoporo et al., 2002a), y en las Islas Georgias del Sur se
a través de un corto oviducto. encontraron parejas entre julio y octubre (Otto y
MacIntosh, 1996). Las parejas están formadas por
un macho en estadio intermuda y una hembra en
Reproducción y premuda. Observaciones en cautividad indican
desarrollo que el abrazo precopulatorio en L. santolla pue-
REPRODUCCIÓN de durar típicamente entre 1 y 10 días. Duran-
Los litódidos del extremo austral de América y te este periodo el macho con sus pinzas sostiene
Atlántico Sur tienen ciclos reproductivos anuales, a la hembra por las pinzas y primeros pares de
bienales o asincrónicos, y, en general, relativa- pereiópodos (Figura 4). Antes de la fecundación
mente largos. El ciclo reproductivo se inicia con la hembra muda su exoesqueleto y seguidamente
el apareamiento, que ocurre a fin de la primavera ocurre el apareamiento. En L. santolla, L. confun-
y principios del verano (Figura 4). En el Canal dens y P. granulosa los machos son generalmente
Beagle se encuentran parejas de P. granulosa más grandes que las hembras y en las primeras
en abrazo precopulatorio durante noviembre y dos especies los tamaños de los componentes de

Figura 4: Esquema del ciclo reproductivo de la centolla Lithodes santolla en el Canal Beagle (diseño y fotografías F. Tapella
a partir del original de Boschi et al. (1984)). Para una mejor claridad gráfica, la escala temporal del centro de la figura no es
proporcional a los meses.

248
Lithodidae

la pareja son proporcionales (Lovrich et al., 2002 Los datos en P. spinosissima son fragmentarios y
a y b). El amplexo copulatorio se realiza cuando se ha postulado que su ciclo reproductivo es asin-
el macho coloca a la hembra de tal manera que sus crónico, con considerable variación en el momen-
orificios genitales están en contacto ventralmente, to de extrusión de oocitos, eclosión de las larvas
y al abrir los abdómenes el macho libera los hi- y en el estadio de muda de las hembras, todos
los espermáticos (conteniendo los espermatóforos indicadores del inicio o finalización del ciclo re-
con espermatozoides aflagelados) que se adhieren productivo (Otto y MacIntosh, 1996; Reid et al.,
al exoesqueleto de la hembra cerca del gonoporo. 2007).
La hembra libera los oocitos y la fecundación es Aparentemente existe una migración repro-
externa, dentro de la cámara incubatriz formada ductiva hacia aguas someras hacia el principio de
por el abdomen replegado debajo del cefalotórax la temporada de apareamiento. Estos movimien-
(Figura 4). Los huevos fecundados se adhieren a tos no han sido comprobados formalmente, pero
los pleópodos de las hembras mediante sustancias son evidentes en aguas costeras y en cuerpos
cementicias producidas por glándulas de estos semicerrados, como el Canal Beagle o fiordos y
apéndices. canales chilenos. Las parejas de L. confundens
Los machos son polígamos, pero en los litódi- aparecen en las playas al norte y sur del Estrecho
dos australes se desconoce la tasa de apareamien- de Magallanes durante las bajamares de sicigias
to por macho. La efectividad del apareamiento, (Lovrich et al., 2002a). En el Canal Beagle, tanto
medida como la proporción de embriones pro- L. santolla como P. granulosa utilizan las inme-
ducidos por la hembra también puede variar de diaciones del bosque de cachiyuyo, Macrocystis
acuerdo al tamaño del macho y a su condición de pyrifera (un alga parda), a <10 m de profundi-
madurez morfométrica. En los otros litódidos las dad, como refugio de los depredadores durante
tasas de apareamiento y fertilización por macho es la muda de las hembras y apareamiento (Lovrich
variable según la especie: en Paralithodes camts- et al., 2002b).
chaticus los machos >138 mm de largo de capa- Las hembras son las portadoras de los huevos,
razón (LC) pueden aparearse con hasta 7 hembras que eclosionan en invierno y principios de la pri-
(Powell et al., 1974). Las masas ovígeras prove- mavera, dependiendo de la especie. En la centolla
nientes de apareamientos con machos sublegales, L. santolla la eclosión ocurre principalmente en
80-139 mm LC, son parcialmente fertilizadas en septiembre-octubre tanto en el Golfo San Jorge
un 68-86% (Paul y Paul, 1990). En P. brevipes como en el Canal Beagle (Vinuesa, 1984; Vinue-
el desove exitoso y la tasa de fertilización de las sa y Balzi, 2002; Balzi, 2006). En el centollón P.
hembras disminuye con la frecuencia de aparea- granulosa la eclosión es principalmente durante
miento del macho (Sato et al., 2005). Los machos el invierno entre junio y agosto en el Canal Beagle
<100 mm LC pueden acoplarse exitosamente has- (Lovrich y Vinuesa, 1993), aunque podría exten-
ta 2 veces y luego comienzan a aparecer fallas en derse hasta octubre (Iorio et al., 2008). Igualmen-
la reproducción, como fertilización parcial o falla te, aunque la información no es precisa, en las
en la fertilización (Sato et al., 2005). Islas Malvinas las larvas nacerían durante el in-
La embriogénesis –el periodo de portación de vierno (Hoggarth, 1993). En las Islas Georgias del
huevos- es variable según la especie. Puede durar Sur las larvas de Paralomis spinosissima también
10 meses en L. santolla,, entre 18 y 22 meses en P. eclosionan durante el invierno (Reid et al., 2007).
granulosa, y más de un año, con una estimación Sin embargo, la información sobre esta especie
incierta de 14 y 18 meses o más, en P. spinosis- es fragmentaria, y también se propuso que existe
sima (Vinuesa, 1984; Hoggarth, 1993; Lovrich y una considerable variación en el inicio de ciclo
Vinuesa, 1993; Reid et al., 2007). Al finalizar la reproductivo y por ende en la eclosión larval, que
embriogénesis eclosionan las larvas, y las hem- estaría extendido a lo largo de todo el año (Otto y
bras evidencian restos de los huevos eclosionados MacIntosh, 1996).
adheridos a los pleópodos hasta la siguiente muda
(Figura 3C), momento en que recomienza el ci- FECUNDIDAD
clo reproductivo. Cada hembra adulta de Lithodes La fecundidad es el número de huevos porta-
santolla reinicia su ciclo reproductivo todos los dos por una hembra y es un parámetro importante
años y produce huevos en forma anual, mientras para predecir el estado de una población sujeta a
que P. granulosa produce huevos cada dos años. la pesca. En los cangrejos litódidos la fecundi-

249
Lithodidae

dad varía acorde al tamaño de las hembras. Las cumple su tiempo generacional, dos generaciones
restricciones en la fecundidad están dadas por el completas de hembras de L. santolla habrán pa-
tamaño de las hembras y de los huevos. El tamaño sado por la población (Lovrich, 1997b; Lovrich y
corporal de las hembras condiciona el tamaño del Vinuesa, 1999).
cefalotórax -y por ende el desarrollo en volumen Los cangrejos litódidos invierten en reproduc-
del ovario y número de oocitos-, y de la cámara ción menos que los cangrejos braquiuros. Como
incubatriz que puede alojar una cantidad limita- regla general, en cada puesta las hembras de Bra-
da de huevos (Hines, 1982; Jensen y Armstrong, chyura destinan aproximadamente el 10% de su
1989). La fecundidad aumenta con la talla de las peso en la producción de huevos (Hines, 1982).
hembras y se ha representado con varios modelos: Los escasos estudios en litódidos del hemisferio
lineares, potenciales y doble exponencial (ver de- sur muestran que las hembras destinan entre el 4
talles en Lovrich y Tapella, 2014). La fecundidad y 7% de su peso en cada masa ovígera (Lovrich,
en los litódidos puede variar por diversas causas. 1991; Morley et al., 2006).
Puede ocurrir pérdida de huevos a lo largo de la
embriogénesis, por mortalidad natural (Lovrich y DESARROLLO LARVAL
Vinuesa, 1993), depredación/parasitismo, pérdida El nacimiento de larvas o eclosión de los hue-
mecánica de los huevos (Kuris, 1991), o fallas en vos se puede prolongar en el tiempo: una misma
la reproducción (Paul y Paul, 1990; Sato et al., masa ovígera puede tardar entre 20-30 días hasta
2005). 9 semanas en eclosionar completamente, como
El potencial reproductivo es posible estimarlo ocurre en P. granulosa, L. santolla (Thatje et al.,
a partir de la combinación de la fecundidad por 2003) o P. spinosissima (Reid et al., 2007), res-
talla de la hembra y el crecimiento, y es factible pectivamente. Algunas especies de centollas del
para las especies en las que se conoce la tasa de hemisferio norte, e.g. Paralithodes platypus, tam-
crecimiento de las hembras adultas, como en L. bién exhiben un período de eclosión extendido en
santolla y P. granulosa (Vinuesa y Lombardo, el tiempo (Stevens, 2006). Esta extensión de la
1982; Lovrich, 1991; Lovrich y Vinuesa, 1999). eclosión es interpretada como una adaptación a la
A lo largo de su vida reproductiva, una hembra poco previsible ocurrencia de alimento de origen
de L. santolla puede producir 6 veces más huevos planctónico en altas latitudes (Thatje et al., 2005).
que una hembra de P. granulosa (Lovrich y Vi- Las estrategias reproductivas de los cangrejos
nuesa, 1999). Desde el punto de vista individual, litódidos frente a la estacionalidad alimentaria
esta productividad más alta está determinada por pueden ser: (i) producir larvas endotróficas que
dos factores conjuntos. Primero, L. santolla al- no dependan del alimento externo (como en el he-
canza un mayor tamaño corporal y por tanto, misferio sur, ver más adelante), o (ii) extender la
puede portar más cantidad de huevos. Segundo, eclosión larval durante una ventana de tiempo tal
el ciclo reproductivo es de un año, que permite a que asegure a algunas larvas –en este caso planc-
cada hembra aumentar de tamaño al mudar todos totróficas- la supervivencia, por coincidir su na-
los años y así aumentar su productividad total. En cimiento con la ocurrencia de alimento (Stevens,
cambio, el ciclo reproductivo bienal de las hem- 2006)
bras de P .granulosa, las obliga a mudar cada dos El desarrollo larval comprende dos estadios
años, limitando su aumento de tamaño corporal y zoea en P. granulosa y P. spinosissima, tres en
por tanto la posibilidad de aumentar su produc- L. santolla, y una megalopa (Figura 4; Campo-
tividad. Desde el punto de vista poblacional, la donico, 1971; McLaughlin et al., 2001; Watts et
tasa de reposición de individuos también es más al., 2006). Salvo raras excepciones, las larvas no
alta en L. santolla. El tiempo generacional –en- aparecen en el plancton (Lovrich, 1999). Tanto
tendido como el tiempo que transcurre entre dos las zoeas como las megalopas de L. santolla son
generaciones sucesivas, i.e., que un huevo genere capaces de seleccionar sustratos complejos don-
otro huevo–, es de aproximadamente 12 años en de se refugian, probablemente escapando de los
P. granulosa (10 años para alcanzar la madurez depredadores, incluyendo el canibalismo (Tape-
gonadal de una hembra y 2 años más para que lla et al., 2012). Los experimentos de laboratorio
los embriones de esa misma hembra nazcan) y confirman que las larvas tienen hábitos bentónico-
de 6 años en L. santolla (5 + 1 años). Dicho de demersales, que pasen la mayor parte del tiempo
otro modo, mientras una hembra de P. granulosa en el fondo marino y hagan eventuales migracio-

250
Lithodidae

nes a la columna de agua cercana (<1 m) al fondo desarrollo larval se reduce a 19 días (Anger et al.,
marino (Boschi et al., 1984; Vinuesa et al., 1985; 2004b). A 6ºC P. granulosa llega a la metamorfo-
Lovrich, 1999; Paschke et al., 2006; Tapella et al., sis a cangrejo I en 54 días (5, 11 y 38 días como
2012). Este sería también el caso de otras especies zoea I, II y megalopa, respectivamente) y a 15ºC
de centollas del hemisferio norte, como L. maja alcanza el estadio cangrejo I en 24 días. En gene-
(Anger, 1996) y L. aequispinus (Shirley y Zhou, ral, se puede describir la duración del desarrollo
1997), cuyas larvas son endotróficas (ver párrafo larval hasta el estadio cangrejo I con las siguien-
siguiente). Sólo el estadio megalopa tiene foto- tes ecuaciones (Anger et al., 2003 y 2004a):
taxis positiva y la luz es el principal estímulo para Lithodes santolla: Tiempo de desarrollo =
la natación (Paschke et al., 2006) y raramente se 430,6 · Temperatura -1,061
las encuentra en fracción epibentónica (Lovrich, Paralomis granulosa: Tiempo de desarrollo =
1999). 316,5 · Temperatura -0,95
La lecitotrofía (o endotrofía) es bastante común A una temperatura de 5ºC, P. spinosissima re-
en las larvas de la familia Lithodidae. Es la in- quiere 144 días para completar su etapa larval
dependencia de la ingestión de alimento externo (12, 24 y 108 días como zoea I, II y megalopa,
consumiendo reservas energéticas (el vitelo) que respectivamente) y el primer estadio juvenil dura
las madres proveen a los oocitos. La lecitotrofía 290 días (Thatje y Mestre, 2010). El rango de to-
representa una adaptación al escaso alimento de lerancia térmica para L. santolla y P. granulosa
los ambientes del mar profundo, de altas latitudes es entre 3 y 15ºC, que explicaría su rango de dis-
o en ambientes donde la producción de alimento tribución en la plataforma continental argentina
es incierto (Anger, 1996; Lovrich et al., 2003b). y talud, desde Tierra del Fuego hasta los 35º de
En L. santolla, P. granulosa y P. spinosissima, latitud sur. Aunque los adultos de P. spinosissi-
todos los estadios larvales son endotróficos (Cal- ma habitan aguas con temperaturas más bajas a
cagno et al., 2003; Lovrich et al., 2003b; That- 2ºC, sus larvas no pueden desarrollarse a menos
je y Mestre, 2010). Durante el desarrollo larval de 5ºC. (Thatje y Mestre, 2010) postularon que
se utilizan las altas cantidades de lípidos con los el desarrollo larval en aguas antárticas depende-
que está provisto el huevo (Kattner et al., 2003). ría de un ligero aumento de temperatura causada
Al momento de la metamorfosis, las reservas li- por cambios cíclicos en el Océano Antártico. La
pídicas en las larvas de P. granulosa se agotan, tolerancia de las especies subantárticas de Para-
mientras que L. santolla se consumen aproxima- lomis a las bajas temperaturas es una de las causas
damente en un 60%. La utilización de proteínas que permiten que algunas especies de litódidos
como fuente energética es más alta en L. santolla también se distribuyan al sur del Frente Polar, en
que en P. granulosa. Comparativamente, L. santo- aguas antárticas (Figura 1, Thatje et al., 2005).
lla tiene reservas en forma de lípidos y proteínas
en cantidades más elevadas que P. granulosa, y CRECIMIENTO
las utiliza más económicamente que su congénere Los crustáceos aumentan de tamaño sólo al
(Kattner et al., 2003) probablemente para hacer momento de la muda: consiste en el reemplazo
frente a un periodo larval más prolongado. Du- completo del exoesqueleto rígido por uno nuevo,
rante la etapa larval de L. santolla, la actividad flexible durante un breve lapso, que permite el
enzimática de las exopeptidasas, fosfatasas y es- aumento de tamaño. En todos los crustáceos, la
tearasas/lipasas es muy alta, que facilitan la utili- pérdida del exoesqueleto y de cualquier otra par-
zación intracelular de las reservas de vitelo con te dura permanente que pueda registrar el paso
la que nacen las larvas (Saborowski et al., 2006). del tiempo hace difícil asignar una edad a un de-
En contraposición, la actividad de las endopepti- terminado tamaño, como podría hacerse con la
dasas que contribuyen a la digestión extracelular, lectura de los otolitos en peces. Aunque una téc-
aumentan en el primer estadio juvenil, que es el nica reciente demuestra que en estructuras gástri-
primero en obtener alimento de origen externo. cas o en los pedúnculos oculares se acumularían
La duración del periodo larval depende de la marcas que sirven para estimar edad (Kilada et
temperatura. Por ejemplo, a 6ºC L. santolla al- al., 2012), no existe un método equivalente que
canza el estadio cangrejo I en aproximadamente haya sido aplicado históricamente. Por ello, el
62 días (6 días como zoea I, 8 como zoea II, 11 tamaño ha sido comúnmente utilizado como una
como zoea III, y 37 como megalopa), y a 15ºC el aproximación de la edad. La tasa de crecimiento

251
Lithodidae

está determinada por el incremento por muda y 1991). La madurez gonadal se alcanza entre los
la duración del período intermuda. En Lithodes 65 y 75 mm LC (Vinuesa, 1984), a los aproxima-
santolla y Paralomis granulosa la frecuencia de damente 5-6 años de edad.
muda disminuye con el tamaño (edad). Durante Las hembras mudan anualmente luego de al-
el primer año de vida, luego de la metamorfosis canzada la madurez gonadal y son reproductiva-
al estadio juvenil bentónico, a 6ºC tanto L. san- mente activas. La portación de huevos durante
tolla como P. granulosa mudan 6 veces (Figu- 10 meses restringe a que la muda de las hembras
ra 5). La frecuencia de muda disminuye con el adultas sea anual. Los machos alcanzan la ma-
aumento de tamaño (edad), hasta mudar anual o durez gonadal a los 70 mm LC (Vinuesa, 1984),
bienalmente, dependiendo de la especie el sexo y probablemente durante su cuarto año de vida. La
el tamaño. Por ejemplo, durante el primer año de madurez morfométrica se alcanza en el siguien-
vida de L. santolla, en condiciones experimenta- te estadio de muda, a los 75,4 mm LC (Lovrich
les, a 9ºC la duración del periodo de intermuda et al., 2002b). Luego de la madurez gonadal los
del estadio Cangrejo VI duplica la del Cangrejo machos probablemente continúen mudando dos
I, y es de 62 y 30 días, respectivamente (Anger veces al año –en abril/mayo y octubre/noviem-
et al., 2004a). bre– hasta llegar a los aproximadamente 100
Lithodes santolla muda varias veces –al menos mm LC (Lovrich et al., 2002b). A partir de esta
20– durante los primeros 3 años de vida (Vinuesa talla los machos mudan en forma anual –prin-
et al., 1990; Anger et al., 2004a; Calcagno et al., cipalmente en mayo–, y a partir de los 130 mm
2005) (Figura 5). A partir de los 55 mm LC –du- LC los machos podrían omitir esta muda anual y
rante el cuarto o quinto año de vida–, las hembras mudar en forma bienal (Geaghan, 1973; Boschi
mudan anualmente porque comienzan a derivar et al., 1984; Lovrich et al., 2002b). Los machos
energía en el desarrollo gonadal (Vinuesa et al., ingresan a la fracción de la población susceptible

Figura 5: Curva de crecimiento simplificada para los estadios bentónicos de Lithodes santolla del Canal Beagle (temperatura pro-
medio anual 6.6ºC). Para el primer año de vida el periodo intermuda y la edad de cada tamaño fue calculada a partir del estudio a
6ºC de Calcagno et al. (2005). La edad de los juveniles de tamaños 12-75 mm LC fue calculada a partir de LCn+1=1.057 LCn + 3.59
(Vinuesa et al., 1990), para los machos adultos (>75 mm LC) LCn+1=1.009 LCn + 10.47 (Lovrich et al., 2002b) y para las hembras
adultas (>67 mm CL) LCn+1=0.93 LCn + 10.52 (Vinuesa y Lombardo, 1982). Referencias: LCn es el tamaño premuda; LCn+1 tamaño
postmuda, ambos medidos como largo de caparazón en mm.

252
Lithodidae

a la pesca a los 110 mm CL, a una edad aproxi- disponible para el mismo gremio trófico. Los
mada de 8 años. machos adultos de P. granulosa podrían tener
Durante el primer año, P. granulosa crece a un entonces más acceso a los recursos energéticos
ritmo similar al de L. santolla, con 6 mudas y que podrían ser destinados a su crecimiento y
alcanzando aproximadamente 6 mm LC (Anger mudar anualmente. En 2007 en el Canal Beagle
et al., 2004a; Calcagno et al., 2005). Al igual la prevalencia de cirripedios epibiontes fue del
que en L. santolla el crecimiento en tallas subsi- 3% en machos (Iorio et al., 2008), indicando que
guientes, hasta los 12 mm LC, es incierto. Entre una proporción limitada de los machos pudo ha-
los 12 y 60 mm LC el incremento por muda es in- ber omitido la muda anual.
dependiente de la talla, del 13% de la talla previa En crustáceos la estimación de edad es difícil
a la muda. Entre estas tallas, suceden 14 mudas y en particular en la centolla y el centollón sus-
que abarcan 8 años de vida (Lovrich y Vinuesa, ceptible de fuentes de variabilidad importantes.
1995). Los individuos de <40 mm LC mudan dos Por ejemplo, durante el primer año en ejemplares
veces al año, a fines de la primavera-principios mantenidos en laboratorio se encontró que los in-
del verano y en el invierno, mientras que los dividuos que mudan primero tienen un incremen-
individuos entre 40 y 57 mm LC mudan anual- to de muda mayor que los que mudan más tarde, a
mente. Las hembras omiten la muda invernal al tal punto que estos últimos pueden alcanzar tallas
menos 3 años antes de su madurez gonadal, que similares a las del estadio anterior. (c.f. Fig. 1 de
se alcanza –en promedio– a los 60,6 mm LC. Los Calcagno et al., 2005). A 15ºC el estadio Cangre-
machos llegan a la madurez gonadal al alcanzar jo VI de L. santolla se puede alcanzar a los 122
los 50,5 mm LC, y mudando una vez más, a los días con 5,8 mm CL o a los 198 días con 4,8 mm
57 mm LC, alcanzan la madurez morfométrica CL, tamaño similar al del estadio Cangrejo V, que
(Lovrich y Vinuesa, 1993 y 1995). La madurez mide en promedio 4,7 (±1,7) mm CL. Consecuen-
gonadal de las hembras y la madurez morfomé- temente, pasadas varias mudas estas variaciones
trica de los machos probablemente se alcancen en tamaño pueden ser acumuladas y una determi-
a los 10 años de edad (Figura 3). Las hembras nada clase de talla estar constituida por animales
adultas (>60,6 mm LC) mudan en forma bienal, de diferente edad.
y los machos adultos (>50.5 mm LC) mudan en La temperatura es el principal factor que afecta
forma anual (Lovrich y Vinuesa, 1993 y 1995). el crecimiento: un aumento térmico acorta el pe-
A partir de los 80 mm LC, una fracción de los riodo intermuda (Stevens, 1990; Anger et al., 2003
machos de la población (al menos el 20%) puede y 2004a; Calcagno et al., 2005). En crustáceos en
omitir la muda anual y mudan en forma bienal general y en L. santolla y P. granulosa en particu-
(Lovrich et al., 2003a). Los animales que supri- lar, el incremento en tamaño por muda no es afec-
men la muda anual y están en su segundo año tado por la temperatura (Hartnoll, 1982; Calcagno
de intermuda pueden ser reconocidos por la pre- et al., 2005). Durante el primer año de vida, en
sencia de un cirripedio epibionte, Notobalanus condiciones experimentales, a 6ºC alcanza el esta-
flosculus. Los cirripedios se asientan principal- dio Cangrejo VI (LC ca.5,2 mm) en 357±11 días
mente durante noviembre y diciembre, antes de luego de la eclosión, mientras que a 15ºC L. santo-
la época de muda de los machos adultos (diciem- lla alcanza el estadio Cangrejo VII (LC=5,7±0,18
bre). Si los animales machos adultos no mudan, mm) a los 187±22 días. A temperaturas de 6ºC y
entonces retendrán sobre su exoesqueleto cirri- 15ºC, P. granulosa alcanza el estadio Cangrejo
pedios hasta la siguiente muda, i.e., durante 13 V (LC ca. 4,8 mm) en 266±13 días y el estadio
meses (Calcagno y Lovrich, 2000; Lovrich et al., Cangrejo VII (LC=5,8±0,1 mm) en 241±20 días,
2003a; Venerus et al., 2005). Sin embargo esta respectivamente (Anger et al., 2003 y 2004a; Cal-
omisión de la muda anual de diciembre podría cagno et al., 2005). Asimismo, temperaturas más
ser variable de acuerdo al contexto demográfi- altas inducen mortalidades más elevadas (Calcag-
co de la población. Podría ocurrir un cambio de no et al., 2005). La muda es el período en el cual
patrón de muda bienal a anual por causas denso- los animales son más vulnerables y, consecuen-
dependientes: en el Canal Beagle la extracción temente, un factor importante de mortalidad. Por
pesquera de P. granulosa y L. santolla podría ende, un aumento de la temperatura producirá una
promover el alivio de competencia intra- e inte- mayor cantidad de mudas en un determinado lap-
respecífica y liberación de recursos alimentarios, so, incrementando así la mortalidad.

253
Lithodidae

todavía. En P. formosa de alrededor de las Islas


Ecología Georgias del Sur, una reducción del tamaño con
HABITAT el aumento de la profundidad, hace suponer que
La mayor parte de la información disponible el reclutamiento ocurre en aguas profundas (Pur-
proviene del Canal Beagle y Estrecho de Maga- ves et al., 2003).
llanes y es todavía fragmentaria. Los primeros
estadios bentónicos (2-10 mm LC) de L. santolla DIETA Y ROL TRÓFICO
se asientan y viven en estructuras tridimensiona- Los litódidos tienen una estrategia de alimen-
les a profundidades <40 m (Tapella y Lovrich, tación oportunista-generalista: son depredado-
2006). En el Canal Beagle, el único ambiente res que se alimentan de las presas que estén en
natural donde se encontraron juveniles de un mayor abundancia en el ambiente. En el Canal
año de edad fue en los grampones de fijación del Beagle L. santolla se alimenta principalmente
alga parda Macrocystis pyrifera, aunque a bajas de moluscos gastrópodos, crustáceos, briozoos y
densidades, con máximos de 0.6 and 4 indivi- algas, aunque se encontraron 20 ítems dietarios
duos de L. santolla y P. granulosa por kg de diferentes (Comoglio y Amin, 1996). Esta varie-
grampón, respectivamente (Brusca et al., 2000). dad de presas contrasta con las encontradas en la
Asimismo, los primeros estadios juveniles fue- centolla del Golfo San Jorge, donde se alimenta
ron encontrados en colectores artificiales a den- sólo de Munida gregaria (=M. subrugosa), peces
sidades comparables a la de los grampones, en óseos, equinodermos y moluscos bivalvos (Balzi,
promedio un individuo por colector (Tapella y 2006). Coincidentemente, en el Golfo San Jorge
Lovrich, 2006). Los juveniles de P. granulosa la langostilla M. gregaria es el crustáceo más
aparentemente son más fieles a estas estructuras abundante (Roux y Piñero, 2006). La presencia de
tridiensionales ya que animales de 5 a 50 mm M. gregaria como presa de la centolla L. santolla
LC viven asociados a los grampones (Castilla, es una característica común en el Canal Beagle y
1985), en grietas de afloraciones rocosas subma- Golfo San Jorge, probablemente debida a la gran
rinas y otras estructuras como los zooarios del abundancia de las langostillas (c.f. Gutt et al.,
briozoo Alcyonidum gelatinosum. A medida que 1999; Tapella, 2002; Tapella et al., 2002). En el
crecen, los animales abandonan sus refugios y Canal Beagle, la dieta del centollón P. granulosa
migran hacia aguas abiertas y más profundas, es variable de acuerdo a los diferentes sitios: se
desde los 5 m a 30 m de profundidad (Hog- alimenta principalmente de algas, moluscos bival-
garth, 1993; Lovrich y Vinuesa, 1995). Grupos vos y crustáceos, o de hidrozoos, equinodermos y
discretos de juveniles de L. santolla (<75 mm moluscos (Comoglio y Amin, 1999). En condicio-
CL) junto con hembras virginales (>75 mm CL) nes de cautividad las centollas son caníbales: las
y machos (75-95 mm LC) se disponen a densi- tasas de canibalismo son mayores a mayor dife-
dades relativamente altas, de ca. 3 individuos rencia de estadio y tamaño, mayor densidad, me-
m-2 cerca de los bosques de cachiyuyo (Lovrich, nor disponibilidad de refugio, o la proximidad de
1997a). Igualmente, en el Estrecho de Magalla- la muda. El canibalismo ocurre tanto en el periodo
nes los juveniles de L. santolla de 34-75 mm intermuda (entre individuos del mismo estadio ju-
LC forman agrupaciones compactas alrededor venil), como también en la muda (Sotelano et al.
del grampón y sobre los estipes de M. pyrifera 2012; Sotelano 2013).
a densidades de 2-58 individuos m-2 (Cárdenas Tanto L. santolla como P. granulosa son capa-
et al., 2007). La causa de esta conducta gregaria ces de soportar ayunos relativamente prolonga-
es desconocida, aunque a partir de experimentos dos y recuperarse de este estrés nutricional. Sin
de laboratorio el comportamiento críptico es una embargo, cada especie pareciera tener estrategias
estrategia para evitar la depredación (Tapella et diferentes frente al ayuno: L. santolla priorizaría
al., 2012). En el Golfo San Jorge, los juveniles la utilización de proteínas almacenadas en el he-
se distribuyen en aguas someras de <10 m aso- patopáncreas como fuentes de energía, mientras
ciados con las plataformas de abrasión de ola, y que P. granulosa catabolizaría proteínas y lípidos
los animales de >40 mm LC se mueven aguas (Comoglio et al., 2005; Comoglio, 2008). Sin em-
afuera hacia mayores profundidades (Vinuesa, bargo, entre los decápodos la reacción frente al
2000 y 2001). Para otras especies del Hemisfe- ayuno prolongado parece ser específica para cada
rio Sur la distribución vertical es aun más escasa especie. Por ejemplo los machos adultos del can-

254
Lithodidae

grejo Chionoecetes opilio un ayuno de 154 días prevalencia máxima se registró entre 10 y 20 mm
produce primariamente la utilización de lípidos LC y se presume que podría producir mortalidad
del hepatopáncreas (Mayrand et al., 2000; Hardy hasta los 40 mm LC. La presencia de este parásito
et al., 2002). en individuos más grandes impide la producción
Desde el punto de vista ecológico las centollas de huevos sin producir castración. Pseudione
son depredadores tope en la trama trófica y pue- tuberculata invade al hospedador en un estadio
den causar importantes cambios en las comunida- muy temprano y permanece infestando hasta la
des que habitan. El “experimento natural” mejor muerte del parásito (Miranda-Vargas, 2001; Mi-
conocido es el de la introducción de la centolla de randa-Vargas y Roccatagliata, 2004).
Alaska, Paralithodes camtschaticus, en el Mar de La forma detectable del cirripedio rizocéfalo
Barents. Este ambiente fue propicio para su desa- Briarosaccus callosus es una externa que es una
rrollo a tal punto que su presencia redujo la diver- “bolsa” situada en la parte ventral del abdomen,
sidad y biomasa bentónica en las áreas invadidas. donde se ubicaría la masa ovígera. Este parásito
Además, sus presas incluyen organismos epiben- es cosmopolita y afecta varias especies de litódi-
tónicos de gran tamaño que actúan como bio-in- dos. Produce la castración en hembras y femini-
genieros en la comunidad, a su vez impactando zación del abdomen en machos, y la desaparición
negativamente en especies comerciales como los de la externa deja una cicatriz de tejido necrosa-
peces (Falk-Petersen et al., 2011). Igualmente, de do aproximadamente circular. En P. granulosa la
ocurrir un aumento de la temperatura del agua de prevalencia máxima del 10% es entre 20 y 40 mm
mar en la plataforma continental antártica es espe- LC, y disminuye hacia tallas más grandes, siendo
rable que los litódidos produzcan un efecto equi- <2% en individuos >60 mm LC (Hoggarth, 1990;
valente sobre las comunidades bentónicas polares Lovrich et al., 2004). Cuando se evalúa la preva-
(Aronson et al., 2007). lencia a partir de muestreos con trampas comer-
ciales, éstas son también bajas y depende de la
DEPREDADORES Y PARASITISMO región geográfica. (c.f. Campodonico et al., 1983;
Los registros de depredadores de los cangrejos Vinuesa, 1989). Sin embargo, ocurre un caso
litódidos adultos son escasos. El gran tamaño, la particular en aguas oceánicas abiertas con pobla-
dureza del exoesqueleto y la presencia de espinas ciones de Paralomis spinosissima: en las Islas
probablemente les confieran protección a la de- Georgias del Sur la prevalencia máxima de ~80%
predación. Los juveniles pueden ser presas de la fue registrada en individuos de ambos sexos en-
estrella Comasterias lurida, el pato vapor Tachye- tre 60 y 65 mm LC. En las Rocas Cormorán, la
res pteneres, la gaviota Larus dominicanus (Cam- prevalencia máxima de B. callosus fue de 40% en
podonico et al., 1983), pulpos y abadejos (Vinue- machos entre 55 y 60 mm LC (Otto y MacIntosh,
sa, com. pers.) y de la nutria Lutra felina (Sielfeld, 1996). En todos los casos la presencia del parási-
1990). Al momento de la muda, posiblemente los to afecta el desarrollo y disminuye el crecimiento
adultos sean más vulnerables y sean presas de ma- (Hoggarth, 1990; Otto y MacIntosh, 1996).
míferos, e.g. lobo marino Arctocephalus australis El isópodo criptoníscido Liriopsis pygmaea
o aves Larus spp., (observaciones personales y es un hiperparásito que parasita al cirripedio B.
Lovrich et al., 2002a). callosus. Pueden encontrarse sus larvas o exter-
Sin embargo, aparentemente la principal causa nas adosadas a la externa del cirripedio. Se lo en-
de mortalidad podría suceder durante los prime- cuentra en externas de B. callosus que parasitan P.
ros estadios juveniles y por parasitismo. En P. granulosa >37 mm LC y afecta negativamente a
granulosa y L. santolla se conocen 2 crustáceos la producción de huevos del parásito B. callosus
parásitos que aparecen en diferentes momentos (Lovrich et al., 2004). Las prevalencias de este
de la vida, y especialmente afectan a individuos hiperparásito son relativamente altas, 26% y 37%
juveniles. El isópodo bopírido (Pseudione tuber- en las Islas Georgias del Sur y Canal Beagle, res-
culata) vive en la cámara branquial izquierda y pectivamente.
produce un abultamiento notable (Roccatagliata Se han registrado casos de comensalismo/para-
y Lovrich, 1999). En las tallas mayores (en P. sitismo de las masas ovígeras por un pez scorpae-
granulosa >40 mm LC) este abultamiento puede niforme Careproctus sp., que se encuentran en
no contener al parásito, y es evidencia que el can- la cámara branquial de L. santolla, P. granulosa
grejo sobrevivió al parásito. En P. granulosa la (Balbontin et al., 1979) y Paralomis formosa

255
Lithodidae

(Yau et al., 2000). No es evidente externamente.


Sin embargo, hasta ahora estos registros son me-
Importancia económica
ramente anecdóticos, y se desconoce la prevalen- Las centollas han sido objeto de pesquerías de
cia y afección producida. Se supone que tendrían las más redituables del mundo. Se ha pescado en
un efecto negativo sobre el intercambio gaseoso todo el Pacífico Norte, entre el Golfo de Alaska y
por un efecto de aplastamiento de las branquias. las costas rusas y japonesas, en el extremo austral
de América del Sur y en el Mar de Barents. La
MIGRACIONES Y MOVIMIENTOS pesquería japonesa se inició en la década de 1890
Los estudios sobre los desplazamientos de litó- con redes de enmalle y fue dominante hasta la II
didos del hemisferio sur son limitados. En el Ca- Guerra Mundial con desembarques máximos de
nal Beagle, a partir de las costumbres y hábitos de 30.000 t anuales durante la década de 1930. Las
pesca se sabe que en verano los adultos de L. san- principales especies blanco fueron Paralithodes
tolla y P. granulosa están en aguas someras y en brevipes y P. camtschaticus (Otto, 2014). A par-
invierno a mayores profundidades. Igualmente en tir del desarrollo norteamericano de las pesque-
el Golfo San Jorge, durante noviembre y diciem- rías de Alaska durante los 50s, se alcanzaron los
bre la captura incidental de L. santolla provenien- desembarques máximos del Pacífico norte de ca.
te de la flota merlucera disminuye a profundida- 150.000 t en 1966 de los cuales el casi 50% provi-
des >60-70 m y aumentando en aguas someras nieron de las pesquerías norteamericanas (Oren-
(Vinuesa y Balzi, 2002). En el Canal Beagle, du- sanz et al., 1998; Otto, 2014). Desde entonces,
rante noviembre y diciembre ambas especies uti- la pesca se realizó con trampas como único arte
lizan el bosque del cachiyuyo Macrocystis pyrife- de pesca. Luego los desembarques disminuyeron
ra para el acoplamiento (Lovrich et al., 2002b). abruptamente hasta que en 1982 la pesquería nor-
Lithodes santolla realiza desplazamientos cortos teamericana colapsó y se prohibió la captura de
e.g. 14 km en 70 días y aparentemente no tendría P. camstchaticus. Una de las principales causas
una orientación fija en sus movimientos (Boschi del colapso fue la extracción excesiva de machos
et al., 1984). Paralomis granulosa utiliza diferen- reproductores que produjo fallas en la reproduc-
cialmente los fondos, con desplazamientos onto- ción, falta de hembras ovígeras y nuevos reclutas
genéticos. a la población (Orensanz et al., 1998). A su vez,
Los machos adultos están segregados conforme la prohibición de la pesca de P. camstchaticus
a su condición reproductiva: durante el verano los promovió la captura de Lithodes aequispina y P.
machos que se reproducen se encuentran en aguas platypus, con desembarques ca. 10.000 t anuales
someras, mientras que los que mudan están en de cada especie. Los valores de P. camtschaticus
aguas más profundas (Hoggarth, 1993). Lithodes han sido de ca. 50 millones de dólares anuales y
confundens probablemente realice migraciones de las otras especies de ca. 40 millones de dólares
hacia aguas someras para mudar y reproducirse: anuales (Orensanz et al., 1998; Otto, 2014).
se encuentran juveniles y sus exuvias a partir de En Sudamérica la pesca con redes de enmalle
septiembre, y hembras adultas y parejas en di- comenzó en la década de 1920 y la actividad se
ciembre (Lovrich et al., 2002a). En la plataforma afianzó a partir de los 60s. Las pesquerías chile-
de las Islas Georgias del Sur, la velocidad de des- nas han liderado los desembarques, con máximos
plazamiento promedio de Paralomis formosa es de 4.000 a 6.000 t anuales de Lithodes santolla
de 32 mm · s-1 (Collins et al., 2002). y Paralomis granulosa, respectivamente, ocurri-
En litódidos boreales, las variaciones tempora- dos durante la última década (Lovrich y Tapella,
les de salinidad, temperatura y fotoperíodo des- 2014). La pesca se concentró principalmente en
encadenan los movimientos verticales (e.g. Dew, Punta Arenas y Puerto Natales, y secundariamen-
1990; Stone et al., 1992). Sin embargo, las cento- te alrededor de la Isla de Chiloé. En Argentina, la
llas del hemisferio norte migran hacia aguas poco pesquería con mayor historia es la del Canal Bea-
profundas durante el invierno. Si bien las varia- gle con Ushuaia como puerto de desembarque, en
ciones ambientales que desencadenan los movi- donde se registraron máximos de ca. 350 t anuales
mientos verticales son similares en ambos hemis- de centolla en 1977 y de centollón entre 1997 y
ferios, se desconoce la causa de migraciones en 2007. En todo el extremo austral de América –
estaciones contrarias: verano en el hemisferio sur salvo en el Golfo San Jorge- las pesquerías son
e invierno en el hemisferio norte. mixtas, donde la especie preferida ha sido siem-

256
Lithodidae

pre la centolla, cuya disminución de rendimientos Falk-Petersen et al., 2011). Su éxito poblacional
promovió retener el centollón. En 1994 una parte es atribuido a la alta productividad del ecosistema
del sector argentino del Canal Beagle fue cerra- costero y a la posibilidad de escapar de depreda-
do a la pesca por los signos de sobre-explotación: dores y parásitos que habían co-evolucionado en
disminución de la abundancia relativa de machos su área de origen (Kuzmin et al., 1996; Hjelset
y hembras, del tamaño promedio de los animales et al., 2012). La pesca comercial en el Mar de
capturados y de la proporción de hembras ovíge- Barents fue abierta en 2002, se ha realizado con
ras. Luego de 18 años de veda la población no trampas y alcanzó sus desembarques máximos de
mostró signos de recuperación inequívocos y el ca. 27.500 t en 2007/2008 (FAO, 2014).
área fue re-abierta a la pesca en 2013. Un análisis En el Atlántico Sur, existen otras pesquerías
detallado de la situación es descripta por Lovrich potenciales prácticamente no explotadas hasta el
y Tapella (2014). La demanda comercial promo- momento, como la de las Islas Georgias del Sur
vió el desarrollo de la pesquería de L. santolla con Paralomis spinossisima y P. formosa como
del Golfo San Jorge, cuyos desembarques llega- especies blanco (Otto y MacIntosh, 1996; Otto y
ron a las 4.500 t anuales en los últimos años. En MacIntosh, 2006). También L. confundens en la
aguas provinciales del Golfo San Jorge la pesca plataforma continental fueguina pronto será obje-
se realizó con redes de arrastre, se afianzó duran- to de pesca exploratoria para evaluar su potencia-
te la década de 1990 aunque con desembarques lidad para sustentar una pesquería. En el Pacífico
variables, y la apertura de la pesca con trampas suroriental, las crecientes capturas de Neolithodes
en jurisdicción de aguas nacionales de plataforma diomedeae vislumbran una pesquería potencial
hizo aumentar los desembarques a valores records aguas afuera de Valparaiso (Brito, 2002; Baha-
históricos para la Argentina. monde y Leiva, 2003).
El trasplante de Paralithodes camtschaticus en En la actualidad, la gran mayoría de las pesque-
el Mar de Barents –en las antípodas de su distribu- rías se gestionan por medio de la regla “3S”, del
ción- fue realizado durante toda la década de 1960 inglés Sex, Size y Season (Orensanz et al., 1998).
por científicos soviéticos, y tuvo como consecuen- Sólo se pueden retener individuos machos a par-
cia el desarrollo extraordinario de su población e tir de una determinada talla, denominada legal, y
impactos importantes sobre las comunidades ben- generalmente la pesca está acotada a una época
tónicas (Falk-Petersen et al., 2011). Actualmente del año vedando la pesca en otra. En general en
constituye una paradoja de ser una especie inva- el presente todas las capturas se realizan con artes
siva que devino en un recurso económico impor- pasivos de pesca, como las trampas cebadas, de
tante para rusos y noruegos (Kuzmin et al., 1996; diferentes diseños.

Agradecimientos
El autor agradece al Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET).
Las discusiones en diferentes etapas con F. Tapella, C. Romero, J.A. Calcagno, P. Sotelano, P. Pérez-Ba-
rros, M. Gowland, N. Schvezov, D. Roccatagliata, L. Venerus, K. Anger, K. Paschke, S. Thatje, J. Vinuesa,
B. Sainte-Marie y B. Stevens y con los pescadores H. Monsalve, J. Ebling y J.O. Argel han enriquecido el
conocimiento que aquí se presenta.

257
Lithodidae

GLOSARIO
Cámara branquial: espacio entre el cefalotórax y el capa- Metamorfosis: momento (o muda) en el cual los individuos
razón donde están ubicadas las branquias, y por donde pasan a tener el aspecto de un adulto. También fin de la
circula agua que permite el intercambio gaseoso. etapa larval e inicio de la juvenil.
Coxa: primer segmento, proximal, de un pereiópodo típico Muda: cambio completo del exoesqueleto por uno nuevo
de un crustáceo decápodo. interno al viejo.
Dactilopodito: último segmento y más distal de un pereió- Oocito: célula germinal femenina en estado avanzado de la
podo típico de un crustáceo decápodo. A veces llamado meiosis II, que completa este proceso al momento del
“uña”. En un quelípedo (pinza) el dactilopodito consti- contacto con el espermatozoide al momento de la fe-
tuye el dedo móvil. cundación
Desembarques: cantidad de animales (en kg, t o números) Ovígera: que porta huevos.
retenidos por pesca y llevados a puerto. No debe con-
Pereiópodo: apéndices cefalotoráxicos que en los decápo-
fundirse con capturas, que son todos los atrapados por
dos son 5 pares, el primero generalmente transformado
un arte de pesca sin selección de sexos o tamaños.
en quela o pinza y el resto ambulatorios. En litódidos el
Eclosión: nacimiento de las larvas por ruptura de la cápsula 5º par está reducido con función de limpieza de bran-
del huevo. quias y masas ovígeras.
Endotrofía: alimentación a partir de fuentes energéticas Período intermuda: lapso entre dos mudas. Generalmen-
acumuladas en el organismo. También denominada le- te se divide en diferentes etapas de acuerdo al tiempo
citotrofía. transcurrido desde la última muda o la proximidad a la
siguiente en: postmuda, intermuda, premuda.
Epibionte: cualquier ser vivo adherido o en estrecho contac-
to a un hospedador. Pesquería: área geográfica donde se desarrolla la extracción
comercial, generalmente limitada por accidentes geo-
Espermatóforo: estructura quitinosa, globosa, adherida a un
gráficos, administrativa o políticamente.
hilo espermatofórico, que el macho transfiere a la hem-
bra en la cópula conteniendo los espermatozoides para Pleópodo: apéndice ubicado en uno de los segmentos del
la fecundación de las células germinales femeninas. pleon (abdomen).
Estetascos: sedas sensoriales ubicadas generalmente en la Prezoea: Estadio larval previo al de zoea, de rara ocurren-
cara inferior del flagelo de la antena y anténula. En su cia, y de corta duración (del orden de horas) en los
interior lleva un filete nervioso sensible a los estímulos Lithodidae.
químicos.
Quitina: polisacárido nitrogenado que forma parte del
Exoesqueleto: estructura cuticular, calcificada y quitinizada exoesqueleto y que combinado con el carbonato de cal-
que cubre todo el cuerpo exteriormente. cio confiere la dureza característica.
Grampón de fijación: estructura de un alga que le permite Telson: estructura terminal del cuerpo que contiene el ano,
estar adherida a un sustrato. no es considerado un verdadero somito y es el último
segmento del cuerpo.
Hemocele: cavidad interna de origen embrionario no celó-
mica. Sedas: elementos de la cutícula originados por secreción de
las células epidérmicas.
Hepatopancreas: glándula digestiva formada por una masa
de tubos ciegos, acumula lípidos y segrega enzimas di- Sicigias: periodo en el cual la amplitud de mareas es la más
gestivas. amplia dentro de un ciclo lunar y ocurre cuando la luna,
el sol y la tierra están alineadas.
Largo de Caparazón (LC): medida estándar utilizada en li-
tódidos que se mide como la línea que va desde la parte Tergito: Porción o placa dorsal que cubre un segmento ab-
posterior del orbital ocular hasta la escotadura media dominal.
posterior del caparazón.
Urópodos: sexto y último par de apéndices abdominales,
Madurez gonadal: talla a la cual las gónadas contienen célu- generalmente aplanados dorsoventralmente que se dis-
las germinales maduras y potencialmente pueden inter- ponen paralelos al telson.
venir en la fertilización.
Virginal, hembra: individuo que tiene sedas sin rastros de
Madurez morfométrica: es la talla a la cual existe un cambio haber portado huevos durante el periodo reproductivo.
en la tasa de crecimiento entre una estructura corporal
Vitelo: sustancia de reserva constituida principalmente por
(e.g. pinza, tergito abdominal) y el tamaño del animal.
lípidos y proteínas utilizada como fuente energética
Megalopa: último estadio del desarrollo larval de las cen- para huevos y larvas.
tollas, también llamado glaucothoe, y es equivalente al
Zoea: Estadio larval típico de crustáceos decápodos, con
estadio decapodito (último estadio larval de decápodos
apéndices cefalotoráxicos en número variable cuya fun-
con pleópodos natatorios).
ción es nadadora.

258
Lithodidae

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Jorge, durante 1999. Contribución Científica CADIC,
T.C., y Woodby D. (eds) Crabs in cold water regions:
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Vinuesa J.H.. 2001. Algunos aspectos biológicas de la cen- Alaska Sea Grant College Program. Fairbanks, pp. 751-
845.

263
AMPHIPODA
Ignacio Luis Chiesa
y Gloria María Alonso (†)

INTRODUCCIÓN de los estudios postulan que los anfípodos son el


grupo hermano de los isópodos.
El orden Amphipoda es uno de los grupos de Los peracáridos presentan el primer segmento
crustáceos más diversos y abundantes. Pertenecen a torácico siempre fusionado al céfalon, las mandí-
la subclase Malacostraca, de la cual también forman bulas llevan un proceso accesorio incisivo y arti-
parte entre otros, los órdenes Decapoda (cangrejos, culado denominado lacinia mobilis, las hembras
langostinos, camarones), Euphausiacea (krill) y adultas poseen oostegitos que forman una cámara
Stomatopoda. Los malacostracos se caracterizan incubadora, y carecen de estadios larvales libres.
por poseer ocho segmentos en el tórax (o pereion) y Las características diagnósticas del orden Am-
seis en el abdomen (o pleon), a excepción del orden phipoda son: no poseen caparazón; el cuerpo por
Leptostraca que posee siete en el pleon. lo general es comprimido; los ojos, cuando pre-
Junto a los biodiversos órdenes Isopoda, Tanai- sentes, son sésiles; el pereion, usualmente consta
dacea, Cumacea y Mysida (Figura 1), y otros taxo- de 7 segmentos y lleva 7 pares de patas unirra-
nes con unas pocas especies como Lophogastrida, mosas (algunas con branquias); en el pleon, de 6
Mictacea, Spelaeogriphacea y Thermosbaenacea, segmentos, los apéndices 1 a 3 (pleópodos) son
constituyen el superorden Peracarida (Bowman comúnmente birramosos y poseen ramas multiar-
y Abele, 1982; Martin y Davis, 2001). El origen ticuladas, mientras que los apéndices 4 a 6 (uró-
de los anfípodos se remonta al Eoceno superior podos) son por lo general birramosos y las ramas
(Coleman y Myers, 2000). Las relaciones filoge- están formadas por sólo uno o dos artículos; el
néticas entre los distintos órdenes de peracáridos telson es libre (Kaestner, 1970; Barnard y Kara-
es un tema aún en discusión, aunque la mayoría man, 1991; Bellan-Santini, 1999).

Figura 1. Órdenes más biodiversos de Peracarida. A, Mysida. B, Tanaidacea. C, Amphipoda. D, Isopoda. E, Cumacea. A y B mo-
dificadas de Brusca y Brusca, 2003. C, modificada de Barnard y Karaman, 1991. D, modificada de Menzies, 1962. E, modificada
de Alberico y Roccatagliata, 2013.

265
Amphipoda

Tradicionalmente, el orden Amphipoda fue di-


vidido en cuatro subórdenes: Hyperiidea, Ingol-
fiellidea, Caprellidea y Gammaridea (Barnard y
Karaman, 1991; Bellan-Santini, 1999) (Figura 3).
La mayoría de los anfípodos son marinos, algunos
grupos han colonizado el agua dulce y unas pocas
especies habitan ambientes terrestres húmedos.
En este capítulo se considerarán a los anfípodos
marinos, principalmente los bentónicos.
Las históricas campañas realizadas entre los
siglos XIX y XX a la Antártida, aportaron las
primeras descripciones de anfípodos para Argen-
tina. Por ejemplo, 63 especies descritas por Sche-
llenberg (1931) en los resultados de la “Swedish
Antarctic Expedition” son citadas para el Mar
Argentino. También son numerosas las citas y
nuevas especies de anfípodos publicadas en el
“Voyage of the Challenger” por Stebbing (1888)
(Figura 2), así como en la “Discovery Expedition”
y en la “William Scoresby Expeditions” por Bar-
nard (1932). Además, Stebbing (1914) describió y
citó numerosas especies recolectadas en las Islas
Figura 2. Dibujo de la especie Metopoides magellanica, publi- Malvinas.
cada por Stebbing en los resultados de la histórica campaña Seis destacados catálogos de los anfípodos dis-
“The exploring Voyage of H.M.S. Challenger 1873-76” (Steb- tribuidos en los océanos australes, incluyen va-
bing 1888). liosa información de especies presentes en el Mar

Figura 3. Subórdenes de
Amphipoda. A, Hyperiidea.
B, Ingolfiellidea. C y D, Ca-
prellidea. C, familia Caprelli-
dae. D, familia Cyamidae. E
y F, Gammaridea. E, familia
Corophiidae. F, familia Lil-
jeborgiidae. A, modificada
de Ramirez y Viñas, 1985.
B, modificada de Bousfield,
1973. C, modificada de
Brusca y Brusca, 2003. D, E
y F, modificadas de Lincoln,
1979.

266
Amphipoda

Argentino (Lowry y Bullock, 1976; De Broyer y mera vez para el Mar Argentino a las familias
Jażdżewski, 1993; De Broyer y Rauschert, 1999; Calliopiidae y Endevouriidae y a los géneros
López Gappa et al., 2006; De Broyer et al., 2007; Oradarera y Ventojassa; además describió 7 nue-
Alonso de Pina et al., 2008). vas especies para el Canal Beagle (Aora parda,
En la Argentina, desde 1980 a la actualidad se Ventojassa beagle, Oradarera surera, Erikus lo-
han descrito 4 géneros y 29 nuevas especies (ver vrichi, Ensayara gappai, Lysianopsis ona y Hete-
Alonso, 1980, 1981, 1986a, b, 1987a, b, 1989, rophoxus despard).
2004, 2012; Alonso de Pina, 1992, 1993a, b, c, Hasta el momento, para el Mar Argentino han
1997a, b, c, 1998, 2000, 2001, 2003a, b, 2005; sido registradas 50 familias, 129 géneros y 226
Chiesa y Alonso, 2007). Además, como estudios especies de anfípodos bentónicos. Las familias
pioneros, merecen ser mencionados los trabajos más diversas son Lysiannasidae (22 especies),
de Escofet (1970, 1971, 1973) para la provincia Stenothoidae y Phoxocephalidae (15 especies
de Buenos Aires, y el de Kreibhom de Paternoster cada una), Gammarellidae (13 especies), Ca-
y Escofet (1976) para la provincia de Chubut. prellidae (12 especies), Photidae (9 especies) y
Con aproximadamente 9.000 especies (Vader, Eusiridae, Pontogeneiidae e Ischyroceridae (8
2003), agrupadas en algo más de 155 familias especies cada una). Sólo 7 géneros (Torometopa,
(Martin y Davis, 2001), los anfípodos son el ter- Metharpinia, Liljeborgia, Ampelisca, Paramoera,
cer taxón en cuanto a biodiversidad dentro de los Gammaropsis, Gondogeneia) están representados
crustáceos, después de los decápodos y los isó- por 5 o más especies.
podos (Brusca y Brusca, 2003). Sin embargo, la Los anfípodos están distribuidos en todos los
cantidad de anfípodos aún no descritos es notable; océanos del mundo y en todas las profundidades,
Vader (2003) especuló que el número total de es- desde el intermareal hasta la zona hadal. De Bro-
pecies podría ser mayor que 30.000-40.000. Hasta yer et al. (2007) presentaron el catálogo de an-
el momento en el Mar Argentino se conocen 226 fípodos de los océanos australes el cual incluyó
especies de anfípodos bentónicos. un listado de 815 especies (sin considerar a los
Hyperiidea). De las 815 especies distribuidas en
los océanos australes, 536 están presentes en la
BIODIVERSIDAD Región Antártica y 407 en la Región Subantárti-
Y DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA ca. Ambas regiones comparten 128 especies, y las
A partir de la recopilación de trabajos taxonó- superfamilias Lysianassoidea y Eusiroidea son las
micos y ecológicos, López Gappa et al. (2006) más diversas. A su vez, la Región Subantártica es
listaron a todos los anfípodos bentónicos presen- tradicionalmente dividida en dos provincias bio-
tes en el Mar Argentino. Un total de 216 especies, geográficas, la Provincia Subantártica en la que
agrupadas en 120 géneros y 45 familias fue re- fueron registradas 226 especies y la Provincia
portado (ver también Chiesa y Alonso, en prensa). Magallánica de la que se conocen 210 especies.
Posteriormente, Chiesa (2011) registró por Dos provincias biogeográficas son reconocidas
primera vez en el Mar Argentino a las familias en el Mar Argentino. La Provincia Biogeográfi-
Cyproideidae, Neomegamphopidae y Platyisch- ca Argentina (PBA) se extiende desde los 36º S
nopidae, los géneros Garosyrrhoe, Harpiniopsis, hasta los 43º S y abarca las aguas costeras (hasta
Hartmanodes, Idunella, Microdeutopus y Pseu- los 70 metros de profundidad) de Buenos Aires,
domegamphopus, el subgénero Podocepropsis, Río Negro y Chubut. La Provincia Biogeográfica
y la especie Liljeborgia prionota. Además, seis Magallánica (PBM) se extiende hacia el sur (des-
especies inéditas pertenecientes a los géneros: de los 43º S hasta los 56º S) y abarca parte de la
Cephalophoxoides, Heterophoxus y Microphoxus costa y aguas poco profundas (hasta los 200 m) de
(Phoxocephalidae), Hartmanodes (Oediceroti- Chubut, Santa Cruz, Tierra del Fuego, Islas Mal-
dae), Garosyrrhoe (Synopiidae) y Pseudome- vinas y el banco Namuncurá-Burdwood; desde los
gamphopus (Neomegamphopidae) fueron iden- 43º S hasta los 36º S, se extiende en dirección SO-
tificadas, e Idunella sp. nov. (Liljeborgiidae) y SE entre los 70-100 metros de profundidad. Ade-
Platyisao holodividum gen. nov. sp. nov. fueron más, la PBA alcanza los 30°-32° S en aguas brasi-
descritas a partir de material recolectado en Puer- leras y la PBM se extiende hasta la Isla Chiloé, en
to Quequén y San Antonio Oeste. el Océano Pacífico (López Gappa et al., 2006; De
Por otro lado, Alonso (2012) registró por pri- Broyer et al., 2007; Balech y Ehrlich, 2008).

267
Amphipoda

Considerando el límite entre las PBA y PBM re, 2005; Spears et al., 2005), numerosos carac-
aproximadamente entre 43º y 44ºS (López Gappa teres apomórficos definen a este grupo (Johnson
et al., 2006), 163 especies de anfípodos bentóni- et al., 2001; Richter et al., 2002; Wilson, 2009).
cos están presentes exclusivamente en la PBM, 34 Las relaciones entre los distintos órdenes de
especies se encuentran únicamente en la PBA, y Peracarida es un tema aún no resuelto, sujeto a
sólo 17 especies se distribuyen en ambas provin- continuos estudios (Schram y Hof, 1998; Hessler
cias biogeográficas. Por diferentes motivos, 16 y Watling, 1999; Jenner et al., 2009; Wills et al.,
especies no fueron consideradas en este análisis 2009, entre otros). La mayoría de estos análisis
de distribución: 3 especies fueron mencionadas fueron llevados a cabo utilizando datos morfoló-
para el Mar Argentino pero la localidad exacta gicos, los cuales traen aparejados problemas en
en donde fueron recolectadas se desconoce y 13 la asunción de caracteres homólogos y en la elec-
especies son conocidas de estaciones batiales y ción de los taxones terminales (Wilson, 2009).
abisales (339-3475 metros de profundidad) próxi- Por otro lado, los estudios moleculares (Wheeler,
mas al límite de la plataforma continental del Mar 1998; Spears et al., 2005; Jenner et al., 2009)
Argentino (ver Chiesa y Alonso, en prensa). tampoco han producido resultados congruentes
Sólo 21 especies de anfípodos mencionadas (Wilson, 2009).
por Wakabara y Serejo (1998) para Brasil están La monofilia de los órdenes de Peracarida es
presentes en el Mar Argentino; mientras que 110 aceptada, Amphipoda, Isopoda, Tanaidacea y
especies citadas por Gonzalez (1991) para Chile Cumacea están bien definidos por numerosas
están también presentes en nuestras aguas (López autapomorfías (Poore, 2005). La mayoría de los
Gappa et al., 2006). estudios, ya sea basados en datos morfológicos o
La gran mayoría de los anfípodos bentónicos moleculares, postulan que Amphipoda es el grupo
citados para el Mar Argentino fueron hallados en hermano de Isopoda (Watling, 1981, 1999; Jenner
el intermareal, submareal o aguas poco profun- et al., 2009; Wills et al., 2009) y que ambos con-
das de las zonas próximas a los puertos. Las Islas forman un grupo derivado (Poore, 2005).
Malvinas, el Canal Beagle, Puerto Deseado, Puer- Sin embargo, Wilson (2009) menciona que los
to Madryn y Mar del Plata son los lugares con ma- isópodos aparecen en el registro fósil del Carbo-
yor número de especies citadas, además son las nífero mientras que los Amphipoda recién en el
localidades en donde la intensidad de muestreos Eoceno (Vonk y Schram, 2007).
ha sido mayor (López Gappa et al., 2006). Poore (2005) argumenta que la relación entre
Vastas áreas del Mar Argentino aún no han sido Amphipoda e Isopoda se basa sobre ocho caracte-
exploradas; los sectores más profundos de los res apomórficos compartidos, pero Wilson (2009)
golfos San Jorge, Nuevo, San José, y San Matías, encontró que los datos usados para la construc-
y especialmente aquellas zonas ubicadas a partir ción de los cladogramas estaban pobremente sus-
de los 50 metros de profundidad en la plataforma tentados. Spears et al. (2005) utilizando pequeñas
continental han sido muestreadas ocasionalmente. subunidades de ADNr (18s), hallaron que los Am-
El conocimiento de la fauna de anfípodos presen- phipoda conforman un clado junto con los Spe-
te a más de 100 m de profundidad, sobre el borde laeogriphacea y que los Isopoda no son su grupo
del talud, y algo más allá de éste, es prácticamente hermano. Este resultado es también apoyado por
inexistente. Por consiguiente, el número de espe- Wilson (2009), quien sin embargo cuestiona el
cies inéditas de anfípodos bentónicos distribuidos uso exclusivo de la subunidad 18s. En conclusión,
en el Mar Argentino sería muy elevado. no existe un común acuerdo entre los carcinólo-
La comprensión integral de la biodiversidad y gos acerca de la relación de los Amphipoda con
de los patrones de distribución de los anfípodos los demás órdenes de Peracarida y el tema conti-
del Mar Argentino requieren profundos estudios núa en pleno debate.
sistemáticos, así como intensos muestreos en las Históricamente el orden Amphipoda fue dividi-
áreas aún no exploradas. do en cuatro subórdenes: Gammaridea, Caprelli-
dea, Hyperidea e Ingolfiellidea.
En el año 2003 Myers y Lowry presentaron un
SISTEMÁTICA estudio filogenético que modificó la subdivisión
Si bien la monofilia del superoden Peracarida arriba mencionada. A partir de dicho análisis ele-
continúa en debate (Richter y Scholtz, 2001; Poo- varon a los “corófidos” s.l. (grupo históricamente

268
Amphipoda

incluido en Gammaridea) a la categoría de subor- co que les permite vivir entre el sedimento, care-
den (Corophiidea), y además incluyeron en él a to- cen de ojos, las placas coxales son rudimentarias
das las familias que formaban parte del suborden y las epimerales están ausentes, los gnatópodos
Caprellidea. Las especies de Corophiidea fueron son subquelados y los pleópodos unirramosos.
caracterizadas por poseer glándulas en las bases Se conocen 45 especies en el mundo, y una sola
de los pereiópodos 3 y 4, ramas de los urópodos especie (Ingolfiella uspallatae) fue hallada en Ar-
3 con sedas delgadas y robustas y telson corto, gentina a 2000 metros de altura, entre el sedimen-
engrosado y carnoso. (Myers y Lowry, 2003). to aluvial en la zona de Uspallata (Noodt, 1965;
Recientemente, Lowry y Myers (2013) reali- Vonk y Jaume, 2013).
zaron estudios filogenéticos y modificaron nue- Los Caprellidea (Figuras 3C, D) poseen los dos
vamente la clasificación superior de Amphipoda. primeros toracómeros fusionados a la cabeza y
Definido por la presencia de una seda robusta sus respectivos apéndices modificados en maxi-
apical en las ramas de los urópodos 1 y 2 esta- lípedos, las placas coxales y el abdomen exhiben
blecieron el suborden Senticaudata. En él incluye- reducciones, los pereiópodos 3, 4 y todos los apén-
ron a la mayoría de las especies de anfípodos de dices del pleon están reducidos o ausentes, poseen
agua dulce, así como a varios grupos marinos (por dos pares (ocasionalmente tres) de branquias, y
ejemplo, el ex suborden Corophiidea establecido el marsupio está formado por dos pares de oos-
en el 2003). Los Senticaudata fueron divididos a tegitos (Laubitz, 1993). Dos familias se destacan
su vez en 6 infraórdenes. en este grupo, las Caprellidae (Figura 3C) presen-
Las actuales categorías superiores de Amphi- tan un cuerpo cilíndrico y delgado, las branquias
poda presentadas por Lowry y Myers (2013) son son semiglobosas, y los dáctilos posteriores están
parte de una serie de trabajos planeados que po- desarrollados para sujetarse a hidroides y/o algas.
drían traer aparejados nuevos cambios en la cla- En las Cyamidae (Figura 3D) el cuerpo es ancho,
sificación filogenética. Por lo tanto, en la sección robusto y deprimido, las branquias son largas y
MORFOLOGÍA se describirán los clásicos su- tubulares, las hembras llevan pleópodos y los
bórdenes Gammaridea, Caprellidea, Hyperiidea e machos sólo tienen un par vestigial (Kaestner,
Ingolfiellidea. 1970; Margolis et al., 2000); son ectoparásitos de
ballenas por lo que todos los pereiópodos están
bien desarrollados para aferrarse a la piel de los
MORFOLOGÍA cetáceos.
Los subordenes Hyperiidea e Ingolfiellidea se- Los Gammaridea (Figuras 3E, F, 4) presentan el
rán tratados concisamente. La mayoría de las es- cuerpo dividido en tres regiones bien definidas, el
pecies de Hyperiidea (Figura 3A) poseen grandes cefalotórax, el pereion y el pleon. El cefalotórax
ojos que cubren totalmente la cabeza, las placas (Figura 4A), conformado por la fusión del primer
coxales son cortas, los palpos del maxilípedo es- toracómero y la cabeza, lleva los ojos (pueden es-
tán ausentes o reducidos y los urosomitos 2 y 3 tar reducidos o ausentes), dos pares de antenas, y
fusionados (Lincoln, 1979; Barnard y Karaman, las piezas bucales. Los ojos, cuando presentes, son
1999). Son exclusivamente marinos, planctónicos sésiles, por lo general compuestos, de diversas for-
y constituyen un componente principal del macro- mas, tamaños y grados de pigmentación. Los dos
plancton, ocupando el tercer lugar en abundancia pares de antenas se encuentran bien desarrollados.
detrás de los copépodos y eufáusidos, en aguas Las anténulas (antenas 1) están formadas por un
frías pueden formar grandes aglomeraciones (Zei- pedúnculo de tres artículos y un flagelo multiar-
dler y De Broyer, 2009). Además, viven parcial ticulado; además, muchas especies pueden llevar
o totalmente asociados al zooplancton gelatinoso un flagelo accesorio que nace del extremo del pe-
(ctenóforos, medusas y tunicados). Se conocen en dúnculo y casi siempre es más corto que el flagelo
todo el mundo 260 especies, en el Atlántico Su- principal. Las antenas (antenas 2) constan de un
doccidental se destaca la dominancia de Themisto pedúnculo de cinco artículos y un flagelo multiar-
gaudichaudii (ver Padovani, 2012). ticulado. En ambas antenas, especialmente en los
Los Ingolfiellidea (Figura 3B) conforman un machos, pueden encontrarse sedas con función
pequeño grupo de especies primitivas que habitan sensorial (Lincoln y Hurley, 1981), tales como
ambientes acuáticos subterráneos, marinos y de los estetascos (quimiosensoriales), los calceoli
agua dulce. Poseen un cuerpo alargado y cilíndri- (para percepción de feromonas y vibraciones) y

269
Amphipoda

los calinóforos (para percepción de feromonas). (maxilas 1) están formadas por dos láminas y un
El conjunto de piezas bucales se ubica en la parte palpo de uno o dos artículos (rara vez ausente).
ventral del cefalotórax. Por lo general, la mandí- Las maxilas (maxilas 2), normalmente son las pie-
bula está compuesta por el incisivo (porción dis- zas bucales de menor tamaño, están compuestas
tal más o menos dentada), un proceso pequeño y por una lámina interna y una externa subiguales,
articulado denominado lacinia mobilis y el molar y excepcionalmente están reducidas o ausentes.
(proceso medial truncado); entre el molar y la la- Los maxilípedos (toracópodos 1 modificados) se
cinia mobilis se encuentra, usualmente, una hilera encuentran cubriendo ventralmente a todas las pie-
de espinas. Del margen externo de las mandíbu- zas bucales; éstos son órganos prensiles formados
las nace un palpo, en la mayoría de las familias es por un artículo basal (las coxas fusionadas), dos
triarticulado, aunque puede estar ausente o excep- láminas, la interna (base) y la externa (isquion),
cionalmente tener dos o un artículo. Las maxílulas y un palpo de dos a cuatro artículos situado en el

Figura 4. Aspecto general de anfípodo Gammaridea. A, vista lateral. B, gnatópodo. C, pereiópodo. D, pleópodo. E, urópodo. A,
modificado de Bousfield, 1973. B, C, D y E, modificadas de Lincoln, 1979.

270
Amphipoda

margen externo (Kaestner, 1970; Barnard y Kara- branquias y oostegitos manteniéndolas oxigena-
man, 1991; Bellan-Santini, 1999). das. Los urópodos (Figura 4E) son usualmente bi-
El pereion (o tórax) comprende siete segmen- rramosos, están formados por un pedúnculo basal
tos (Figura 4A), cada uno lleva un par de patas y un par de ramas por lo general uniarticuladas.
unirramosas llamadas pereiópodos (Figuras 4A, La función principal de los urópodos es saltato-
C). Los dos primeros pares están modificados en ria, aunque también pueden asistir en la cópula,
apéndices prénsiles (subquelados o quelados) de- la natación (los urópodos 3 pueden actuar como
nominados gnatópodos (Figuras 4A, B), los cua- timón), la excavación, la construcción de tubos,
les presentan en numerosas especies un marcado y el posterior anclaje dentro de estos. Contiguo
dimorfismo sexual. Todos los pereiópodos están al margen posterodorsal del pleon se ubica el tel-
compuestos por siete artículos, desde la parte son (cubre al ano dorsalmente); éste presenta una
proximal hacia la distal se denominan: coxa, base, gran variedad de formas y tamaños, pudiendo ser
isquion, mero, carpo, propodo y dáctilo (Figuras laminar o carnoso, entero o hendido, corto o muy
4B, C). Las coxas son planas, expandidas y están largo, y generalmente posee sedas simples, robus-
fuertemente unidas al cuerpo formando lo que se tas y/o plumosas en el dorso o en los ápices (ver
conoce como placas coxales; de su margen inter- Kaestner, 1970; Bousfield, 1973; Barnard y Kara-
no surgen las branquias (epipoditos), de forma man, 1991; Bellan-Santini, 1999).
muy variada, usualmente están presentes en los
pereiópodos 2 a 7. Los oostegitos, presentes en las
hembras maduras, son láminas foliáceas sedosas
REPRODUCCIÓN
que surgen del margen interno de las placas coxa-
Y DESARROLLO
les, generalmente 2 a 5, y se entrelazan formando El aparato reproductor del macho consta de
el marsupio. El conjunto de las placas coxales un par de testículos en forma de tubos que se ex-
protege a las branquias y a los oostegitos. Los tienden desde el tercer hasta el sexto pereionito,
gnatópodos son usados para la alimentación, la éstos se continúan en los vasos deferentes y con-
construcción de tubos, la cópula, el enterramiento ductos eyaculatorios que por último desembocan
y mantienen la higiene de las piezas bucales. Los en un par de penes cortos y delgados (con forma
pereiópodos 3 y 4 limpian a los gnatópodos y a de papila) ubicados en la parte ventral del sépti-
los demás apéndices torácicos, y en algunas fami- mo pereionito. Las hembras presentan en el pe-
lias (principalmente en los “corófdos” s.l.) inter- reion un par de ovarios en forma de tubos, éstos
vienen en la construcción de tubos o cuevas. Los se continúan en oviductos, los cuales finalizan en
pereiópodos 5 a 7 son principalmente utilizados gonoporos que se abren al exterior en la parte ven-
para la locomoción, tienen muy variadas formas tral del quinto pereionito (Kaestner, 1970; Bellan-
y tamaños, que les permiten trasladarse a los anfí- Santini, 1999).
podos en diversos hábitats y sustratos (Kaestner, Los oostegitos que forman el marsupio en las
1970; Bousfield, 1973; Barnard y Karaman, 1991; hembras se desarrollan totalmente durante la
Bellan-Santini, 1999). muda previa al apareamiento. Una fase de precó-
El pleon (o abdomen) comprende seis segmen- pula (de tiempo muy variado) caracteriza el co-
tos (Figura 4A), los primeros tres conforman el mienzo de la reproducción. En algunas especies
pleosoma y llevan apéndices llamados pleópo- el macho se acopla a la hembra utilizando los
dos; los restantes constituyen el urosoma y llevan gnatópodos y espera a que ésta mude y pueda ser
apéndices denominados urópodos. Los pleópodos fecundada, en otras el macho busca activamente
(Figura 4D), son por lo general birramosos, están a una hembra que esté a punto de oocitar. En un
formados por un pedúnculo y dos ramas subigua- corto período posterior a la muda, la cutícula de la
les multiarticuladas que portan largas sedas; en el hembra es lo suficientemente flexible como para
margen interno distal del pedúnculo existen un poder liberar los oocitos dentro del marsupio. Du-
par de pequeños ganchos cuya función es acoplar rante la cópula el macho toma a la hembra con los
a los pleópodos durante la natación. Las placas gnatópodos en posición dorsal o lateral y deposita
epimerales (proyecciones tergales del pleosoma) el esperma en el marsupio, es allí donde se produ-
cubren lateralmente a los pleópodos protegiéndo- ce la fecundación (Conlan, 1991; Bellan-Santini,
los. Los pleópodos producen la propulsión para 1999; Bousfield, 2001). El desarrollo embrionario
la natación y también desplazan agua hacia las es directo y los oocitos fecundados permanecen

271
Amphipoda

en el marsupio hasta la eclosión de los juveniles clase de algas (Chlorophyta, Rhodophyta y He-
(Bellan-Santini, 1999). La hembra mantiene a terocontophyta) en el intermareal y/o submareal.
los oocitos fecundados, y luego a los juveniles, Algunos anfípodos fueron hallados asociados a
oxigenados mediante el movimiento de los pleó- macroalgas que flotaban en mar abierto, lo cual
podos, que desplazan agua hacia el marsupio. En representaría un importante mecanismo de dis-
algunas especies (especialmente las epibentó- persión (Thiel y Vásquez, 2000; Thiel y Gutow,
nicas) los cuidados parentales pueden continuar 2005); Alonso (2012) reportó 36 especies de
luego de la salida de los juveniles del marsupio; anfípodos asociados a los grampones de la ma-
éstos se trasladan a tubos, excavaciones o cuevas croalga Macrocystis pyrifera del Canal Beagle.
construidas por los progenitores, o viven sobre el Los hidrozoos y briozoos también son el sustrato
cuerpo de la hembra (Shaeder, 1983; Thiel et al., de muchas especies, especialmente de caprélidos
1997; Thiel, 1998). (McCain, 1968), estos últimos también fueron
observados sobre las piezas bucales y quelas de
la langosta Thymops birsteini perteneciente a la
ECOLOGÍA familia Nephropidae (Chiesa, obs. pers.). Exis-
Si bien algunas especies de anfípodos viven en ten anfípodos comensales de esponjas, ascidias,
ambientes de agua dulce (ríos, lagos, lagunas, cue- anémonas, medusas, moluscos y equinodermos;
vas, etc.) e incluso en ambientes semiterrestres, la algunas especies viven dentro de la conchilla de
gran mayoría son marinos. Los anfípodos están gasterópodos, y otras lo hacen dentro de la cavi-
presentes en todos los mares del mundo. El 90% dad branquial de bivalvos, braquiópodos, o decá-
de las especies marinas habita en las zonas litora- podos (Vader, 1970, 1972a, b, 1978; Carter, 1982;
les (desde el intermareal hasta el borde del talud), Just, 1983; LeCroy, 1995; Vader y Krapp, 1996,
mientras que el resto se distribuye en ambientes 2005; Vader y Myers, 1996; Williams y McDer-
batiales, abisales o hadales. Casi la totalidad de mott, 2004). Schejter et al. (2012) reportaron 5 es-
las especies planctónicas pertenecen al suborden pecies de anfípodos asociadas a la esponja Micale
Hyperiidea; sin embargo, algunos Gammaridea (A.) magellanica, siendo estos los más abundan-
(aproximadamente 150 especies) habitan estricta- tes entre todos los invertebrados hallados. Ciertos
mente en la columna de agua. Además, muchas anfípodos son ectoparásitos de peces y de tortugas
de las especies bentónicas migran verticalmente marinas (Bousfield, 1987; Margolis et al., 2000).
durante la noche en procesos relacionados con El ectoparasitismo más llamativo y mejor estudia-
la alimentación y/o reproducción (Conlan, 1991; do se da en las Cyamidae, los representantes de
Bellan-Santini, 1999). esta pequeña familia (34 especies) habitan sobre
Los anfípodos bentónicos poseen una gran di- la piel de cetáceos (Margolis et al., 2000; Alonso
versidad de formas adaptadas para vivir en los de Pina y Giuffra, 2003).
hábitats más variados. Se los puede hallar en fon- En los anfípodos se observan diversos modos
dos blandos de arena o fango (enterrados parcial de alimentación: pueden ser filtradores (proba-
o totalmente); en fondos duros de roca granítica, blemente el modo más frecuente), ramoneadores
tosca, conchilla, canto rodado, y en arrecifes de (raspan la superficie de algas, rocas y conchillas),
coral. También son frecuentes en los bosques de carroñeros (hábito común entre los miembros de
macroalgas de las zonas litorales, en praderas de la familia Lysianassidae y en las especies de pro-
fanerógamas y en costas de manglar. Aquellos an- fundidad), y algunas especies de Phoxocephalidae
fípodos que construyen tubos, pueden establecer- son predadores de larvas y juveniles de anélidos,
los ya sea en fondos blandos o duros. Unas pocas copépodos y nemátodos (Bousfield, 1973; Oliver
especies fueron halladas en ventilas hidrotermales et al., 1982; Bellan-Santini, 1999).
y otras dentro de mamíferos marinos en descom-
posición (ver Enequist, 1949; Bousfield, 1973;
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2009; Amon et al., 2013, entre otros). una importante fuente de alimento de peces y
Se conocen numerosos tipos de asociaciones otros invertebrados. Los Gammaridea y Caprelli-
entre anfípodos bentónicos y otros organismos. dea poseen ciclos de vida cortos, gran tolerancia a
Muchas especies viven entre las frondes de toda los cambios ambientales y pueden ser fácilmente

272
Amphipoda

criados en acuarios en condiciones controladas, años comenzaron a realizarse investigaciones


ya que colonizan rápidamente estructuras artifi- que consideran a los anfípodos como potenciales
ciales y son alimentadores oportunistas, pudiendo fuentes de alimento (Woods, 2009). Si bien los
alcanzar altas densidades y biomasa (Aravind et estudios son incipientes, los resultados indican
al., 2007; Baeza-Rojano et al., 2013). que los anfípodos, especialmente los gamarideos,
El mayor costo en la industria de la acuacultura serian ideales presas vivas para ser utilizadas en
es la provisión de alimento vivo a los distintos es- la acuacultura de peces o invertebrados (Woods,
tadios de los peces. Por tal motivo, en los últimos 2009; Baeza-Rojano et al., 2010).

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276
EUPHAUSIACEA
Enrique R. Marschoff

INTRODUCCIÓN pueden faltar o estar muy reducidos) en cuyas co-


xas se encuentran las branquias filamentosas, no
Los eufausiáceos constituyen un eslabón clave protegidas por el caparazón (Casanova, 2003).
en las tramas tróficas oceánicas, con una gran bio- Son relativamente de gran tamaño y la especie
masa; se ha estimado equivalente al 50% del total abisal Thysanopoda minyops alcanza los 120
de la biomasa zooplanctónica (Holdgate, 1970). mm de largo total (Brinton 1987). Entre las espe-
Se trata de un grupo morfológicamente homogé- cies planctónicas la especie antártica Euphausia
neo, estrictamente oceánico que comprende 86 superba alcanza los 60 o 70 mm de largo total
especies con tamaños entre 5 mm en Stylocheiron (Marr, 1962; Tomo y Marschoff, 1976).
suhmii y la especie abisal Thysanopoda minyops
que alcanza los 120 mm. El orden Euphausiacea
comprende dos familias Bentheuphausiidae y
MORFOLOGÍA
Euphausiidae. Esta última comprende solamente La figura 1 presenta un esquema generalizado y
especies planctónicas y es la única que ha sido la nomenclatura de los distintos elementos morfo-
detectada en el Atlántico Sur. A pesar de su im- lógicos de la familia Euphausiidae.
portancia ecológica su biología y ecología no han
sido estudiadas en profundidad, especialmente en
los últimos años. E. superba es la especie mejor
SISTEMÁTICA
estudiada debido al creciente interés comercial en La investigación sistemática sobre los eufausiá-
su explotación. ceos australes puede considerarse que comienza
Las especies de la familia Euphausiidae se ca- con los trabajos de Dana a mediados del siglo
racterizan por poseer un caparazón que cubre el XIX y la serie de expediciones antárticas que se
cefalotórax, ocho toracópodos delicados (algunos inicia con el Challenger (1873-1876). Posterior-

Figura 1. Morfología general. 1, Cefalotórax; 2, pleon; 3, caparazón; 4, placa frontal; 5, rostro; 6, ojo; 7, pedúnculo de la Antena
I; 8, flagelos de la antena I; 9, pedúnculo de la Antena II; 10, flagelos de la Antena II; 11, placa de la antena; 12, pereiópodos;
13, exopodito; 14, endopodito; 15, branquias; 16, pleópodos; 17, petasma; 18, cresta dorsal; 19, espina dorsal; 20, pleuritos; 21,
telson; 22, urópodos. De Boden, et al. 1955.

277
Euphausiacea

mente las expediciones Bélgica (1897-1899), el ecosistema antártico, prácticamente todos los
Valdivia (1898-1899), Gauss (1901-1903), Expe- vertebrados se alimentan de eufausiáceos, en gran
dición Antártica Sueca (1901-1903), Discovery medida de E. superba.
(1901-1904), Scotia (1902-1904) y Terra Nova Si bien la producción secundaria de copépo-
(1910) aportaron los materiales sobre los que se dos y otros herbívoros (salpas, etc.) puede ser
desarrolló la taxonomía del grupo en las regiones de gran magnitud su rol ecológico es diferente.
australes y se obtuvieron los primeros datos sobre Salpas y copépodos son principalmente presa de
su distribución geográfica. organismos que forman parte de tramas tróficas
En el Atlántico austral se capturan regularmen- completamente incluídas en el ambiente marino,
te unas 16 especies (Tomo y Marschoff, 1976, Lo- a excepción de algunas especies de aves planc-
makina, 1964, Ramírez, 1971 y 1973, Curtolo et tófagas como Pachyptila spp., Daption capense,
al. 1990, Montú, 1977) Oceanites oceanicus, etc. (Visbeek y Fontana
Euphausia crystallorophias Holt y Tattersall, 1987). En cambio los eufausiáceos forman parte
1906 de tramas tróficas a través de las cuales se conec-
Euphausia frigida Hansen, 1911 tan con ambientes semiterrestres y con especies
Euphausia longirostris Hansen, 1908 que desarrollan amplias migraciones.
Euphausia lucens Hansen, 1905 Según Marr (1962) su rol en el ecosistema fue
Euphausia recurva Hansen, 1905 mencionado específicamente por Bellingshausen
Euphausia similis Sars, 1885 en 1820 quien hace referencia a su abundancia
Euphausia spinifera Sars, 1883 y su importancia como alimento de pingüinos y
Euphausia superba Dana, 1852 luego por Webster en 1834 (cirujano de a bordo
Euphausia triacantha Holt y Tattersall, 1906 en el “Chantecler”) quien indicó que los pingüi-
Euphausia vallentini Stebbing, 1900 nos alimentaban a sus crías en isla Decepción con
Nematoscelis megalops Sars, 1883 “krill” (“pequeño pez” en noruego) y Mac Nab,
Stylocheiron abbreviatum Sars, 1883 en 1839 asoció los cambios en coloración del
Stylocheiron maximum Hansen, 1908 agua que producen las grandes concentraciones
Thysanoessa gregaria Sars, 1885 de eufausiáceos con agrupamientos de ballenas.
Thysanoessa macrura Sars, 1885
Thysanoessa vicina Hansen, 1911
A estas especies cabe agregar un número de
DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA
especies que aparecen en los muestreos como El orden Euphausiacea comprende dos fami-
consecuencia de los procesos de mezcla. Entre lias: Euphausiidae y Bentheuphausiidae. Am-
ellas se pueden indicar (Gloeden y Montú, 1998, bas son estrictamente oceánicas y se encuentran
Ramírez 1971): en todos los océanos del mundo. Euphausiidae
Euphausia brevis Hansen, 1905 comprende solamente especies planctónicas con
Euphausia hemigibba Hansen, 1910 distribuciones amplias ligadas a los grandes sis-
Euphausia similis Sars, 1883 temas de circulación oceánica. Ocupan desde los
Euphausia spinifera Sars, 1883 océanos polares hasta los trópicos pero, a pesar de
Stylocheiron affine Hansen, 1910 esta amplia distribución, el número de especies es
Stylocheiron longicorne Sars, 1883 relativamente bajo debido a la relativa homoge-
Thysanopoda monacantha Ortmann, 1893 neidad de los sistemas de corrientes que ocupan.
Thysanopoda obtusifrons Sars, 1883 Sin embargo, en regiones costeras o en las que
se establecen sistemas cerrados se encuentran es-
pecies endémicas como Nyctiphanes capensis en
ECOLOGÍA la corriente de Benguela o E.mucronata en la co-
La compilación de listas de especies que se ali- rriente de Humboldt.
mentan de eufausiáceos revela la importancia del El océano al Sur de la Convergencia Subtropi-
grupo en los ecosistemas oceánicos: son presa, cal puede ser considerado como una serie de zo-
especialmente en las fases larvarias, de zooplanc- nas circumpolares modificadas local y regional-
ton carnívoro y como adultos y juveniles de focas mente por el relieve, una idea que se remonta a
y ballenas (Marr 1962, Tomo y Marschoff 1976, Meinardus (1923). Esta circunstancia es aún más
Miller y Hampton 1989, Curtolo et al. 1990. En marcada al sur del Frente Polar donde la inexis-

278
Euphausiacea

tencia de masas continentales interpuestas resulta E.vallentini, E.lucens y T.gregaria sus ciclos de
en la continuidad circumpolar de los ambientes vida son de aproximadamente dos años. Maduran
oceánicos antárticos y, en consecuencia, en una y se reproducen por primera vez al alcanzar un
gran homogeneidad en longitud de la distribución año y luego de una segunda reproducción al año
de fauna y flora; la variación que se observa a es- siguiente mueren (Montú, 1977; Ramírez y Dato,
cala global se da en el sentido latitudinal. 1983; Curtolo et al. 1990). No existe información
De norte a sur se reconocen los frentes subtro- sobre el resto de las especies al norte del frente
pical, subantártico, polar y la divergencia antárti- subantártico. En el caso de E. frigida y T. macrura
ca, que separan masas de agua de características alcanzan hasta los dos o tres años, mientras que
fisicoquímicas diferentes y que se mueven con para E. superba se ha indicado (aunque probable-
velocidades diferentes. En consecuencia apare- mente se trate de una sobreestimación) que pue-
cen remolinos, meandros y, en general, zonas de de llegar a los nueve años en la naturaleza, como
turbulencia a través de las cuales se produce el consecuencia de un proceso de reducción de su
intercambio de masas de agua que determinan la tamaño durante el invierno (Ettershank 1984 y
aparición de organismos “expatriados”, es decir 1985; Ikeda y Dixon 1982a y b). En laboratorio
fuera de la región típica para la especie. ha sido posible mantener durante seis años (Ikeda
El análisis de las observaciones de la presencia y Thomas 1987) ejemplares de E.superba a partir
o ausencia de determinadas especies conduce a la de una edad de entre uno y dos años.
definición de zonas biogeográficas que se corres- El desarrollo larval comprende una serie de es-
ponden con la distribución de masas de agua. Al tadios en los que gradualmente se van incorporan-
norte del Frente Polar la zonación elaborada so- do las características y funcionalidades del adulto.
bre la base de las observaciones de quetognatos, Esta gradualidad ha llevado a que las definiciones
eufaúsidos y pterópodos por Dadón y Boltovskoy y la nomenclatura de los estadios haya sido objeto
(1982) guarda una marcada correlación con la po- de controversia entre especialistas (Figura 2).
sición conocida de los frentes oceánicos y la dis-
tribución de masas de agua. Huevos
La zonación en el océano antártico ha sido es- Los huevos de eufausiáceos fueron reconoci-
tudiada desde diversos puntos de vista y existen dos como tales por Metschnikov (1871) y Sars
diversas revisiones en la literatura entre las que (1898). La identificación a nivel específico es
mencionaremos: Beklemishev (1958), basada en sumamente dificultosa ya que generalmente se
la distribución de fitoplancton; Voronina (1968 y depende del hallazgo simultáneo de hembras en
1984) en la zonación del zooplancton; más recien- desove, de larvas tempranas o de huevos que por
temente, Tréguer y Jacques (1992) analizaron la su avanzado desarrollo permitan la disección de
distribución de nutrientes y fitoplancton. una larva nauplius identificable.
Por otra parte, en asociación con los frentes Los huevos son pelágicos en las especies que
aparecen sistemas circulatorios cerrados que per- se encuentran en la región de nuestro interés; en
miten a las distintas especies asegurar su perma- general, más densos que el agua de mar lo que de-
nencia en una región determinada. El análisis de termina su descenso hasta la eclosión, alcanzando
este tipo de fenómenos es complejo y requiere profundidades variables con la especie. Su aspec-
interpretar los mecanismos de acoplamiento entre to es el de esferas frágiles que en microscopía de
los ciclos de vida y los fenómenos oceanográficos contraste de fase revelan ser huevos centrolecíti-
(Marschoff, 1996). El resultado es la identifica- cos (Dillaman et al. 1985). Presentan un espacio
ción de “centros de dispersión” (Makarov, 1979) perivitelino de tamaño variable que tiene tenden-
característicos de cada especie y áreas donde pue- cia a aumentar con el grado de desarrollo del em-
den ser encontradas ocasionalmente. brión en las especies en que han sido observados.
El desarrollo se cumple dentro del huevo hasta la
larva nauplius I, que es la forma que eclosiona.
REPRODUCCIÓN Y Este proceso es conocido como ascenso durante
DESARROLLO el desarrollo y es típico de E. superba
El ciclo de vida de los euphausiáceos es más En algunos casos los espacios perivitelinos de-
largo que el de otras especies zooplanctónicas. terminarían flotabilidad neutra, característica de
En la plataforma patagónica, donde predominan las especies de plataforma. En los muestreos se

279
Euphausiacea

Figura 2. 1. Huevo con larva Nauplius de E. lucens; 2. Metanauplius de E. frigida; 3. Calyptopis I de E. superba; 4. Calyptopis III de
E. crystallorophias; 5. Furcilia V de E. superba. 1, Boden (1955), 2, autor, 3 y 5 Fraser (1936), 4, Pertzova (1979)

obtienen los huevos a menor profundidad, acom- tos de muestreos) y los de Marschall (1983) que
pañados por el resto de la serie larval como en E. obtuvo 1250 a 1850 metros a partir de una esti-
crystallorophias. mación de la duración del desarrollo de 5 a 8 días
El hundimiento de los huevos antes de la eclo- y una velocidad de hundimiento constante. No se
sión ha sido comprobado tanto por determinación han realizado trabajos experimentales similares
directa de la flotabilidad de los huevos (Quetin y en otras especies.
Ross 1984 para E. superba), como por el hecho En E. crystallorophias se ha discutido la posibi-
de que, sistemáticamente, los huevos con pocas o lidad de que los huevos tengan flotabilidad nula,
ninguna división se obtiene a menores profundi- en razón de su amplio espacio perivitelino (Harr-
dades que aquellos que se encuentran en avanza- ington y Thomas 1987) al igual que E. similis y E.
do estado de desarrollo (Marr 1962 en E. super- nana (Hirota et al. 1984a, 1984b y 1984c), ambas
ba, Mauchline y Fisher 1969 en T. raschii y Me- especies de plataforma.
ganyctiphanes norvegica, observaciones propias
en T. macrura). Nauplius
Quetin y Ross (1984) determinaron para E. su- El estadio ha sido descripto en asociación con
perba la velocidad de hundimiento de los huevos el ciclo de vida de los eufausiáceos por Metsch-
encontrando que la velocidad inicial de hundi- nikov (1871). El aspecto general de este estadio
miento es del orden de los 175 m/día para bajar en en varias especies se presenta en la figura 2.
la etapa de gástrula a 51 m/día. Hacia el final del De acuerdo a la definición de Sars (1885) po-
desarrollo de la nauplius se alcanzan nuevamen- seen: “Cuerpo oval, no segmentado. Sin ojos
te los valores iniciales. Esta velocidad de hundi- compuestos. Sólo tres pares de apéndices presen-
miento implica una profundidad al momento de la tes, el anterior (antennulae) simple, los otros dos
eclosión del orden de los 850 metros. (antennae y patas mandibulares) birramosos y
Este dato es comparable a los resultados de natatorios”. Esta descripción es suficiente para su
Marr (1962) que calcula en 1000 metros la pro- identificación en los muestreos ya que su simpli-
fundidad mínima para la eclosión (a partir de da- cidad (prácticamente se trata de huevos con apén-

280
Euphausiacea

dices y, en algunos casos, espinas y setas peque- también en la mayor diferenciación de ojos, la
ñas) permite su diagnóstico diferencial de las nau- formación de un pleon reconocible, la aparición
plii de otros grupos (principalmente copépodos). de estructuras internas y la mayor complejidad de
Para algunas especies se han descripto dos esta- la musculatura de los apéndices (figura 3).
dios nauplii (I y II). Según Makarov (1979) exis- En este estadio aparece el caparazón que cubre
tirían formas intermedias entre ambos estadios en prácticamente todo el cuerpo y que por presentar
E. superba. espinas de distinto tamaño y densidad en distintas
En los eufausiáceos del Atlántico Sudocciden- especies permite el reconocimiento a nivel especí-
tal la larva nauplius es siempre una forma libre, fico. El abdomen termina en varios pares de setas
pelágica. Dentro del orden Euphausiacea, existen apicales.
excepciones a esta regla con especies que llevan Sólo presentan anténulas y antenas por estar
los huevos en bolsas o adheridos a los apéndices reducidas las mandíbulas. Aparecen como protu-
como en Pseudeuphausia (Wang 1965), Nema- berancias las mandíbulas, maxilas y maxilipedios
toscelis (Komaki 1967), Nyctiphanes (Sars 1885), y existe un labio entre las mandíbulas y los brotes
que son liberados en un estadio más avanzado de de las maxilas.
desarrollo (pseudometanauplius). Según Sars (1885) comprende larvas con: “For-
Las larvas nauplii no son capturadas frecuente- ma del cuerpo como en el estadio Nauplius. Sola-
mente, probablemente debido a su corta duración; mente dos pares de apéndices (anntenulae y ante-
generalmente se las obtiene asociadas con huevos nnae) desarrollados; patas mandibulares perdidas.
o por disección de éstos. El hecho de que en varias Mandíbulas, maxilas y maxilipedios presentes
especies los estadios nauplii se desarrollen dentro meramente como prominencias con aspecto de
del huevo y la eclosión se produzca en el estadio brotes”. Esta definición no se ajusta a las formas
siguiente (metanauplius) abona la suposición de larvales encontradas en los muestreos, fundamen-
que estos estadios son de muy corta duración. talmente porque no menciona una de las principa-
No poseen estructuras internas diferenciadas les características: la existencia de un caparazón
excepto dos paquetes musculares con aspecto de que cubre prácticamente todo el cuerpo y el inicio
cintas que conectan el dorso de la larva con an- de la diferenciación entre pleon y cefalotórax.
ténulas y mandíbulas y una (a veces dividida en Forma del cuerpo oval en vista dorsal; en vista
dos) mancha anterior, asimilable a un ojo primiti- lateral el perímetro del cuerpo define una figura
vo. Presentan varios pares de setas posterolatera- que puede variar entre oval y prácticamente rec-
les además de la setación propia de los tres pares tangular; el borde dorsal siempre convexo. Dos
de apéndices. pares de apéndices birramosos. Pleon diferen-
No existe una descripción clara de las diferen- ciado con setas y espinas posteriores de tamaño
cias entre segunda y primera nauplius. La segun- y disposición variable. Caparazón transparente,
da nauplius posee un tamaño ligeramente mayor, muy tenue, que cubre al menos todo el cefalotó-
distinta disposición de setas en los apéndices na- rax. En vistas lateral y ventral se aprecian al me-
dadores y la aparición de setas extra en los pares nos cuatro pares de apéndices unirramosos con
posterolaterales. Cuentan con tres pares de apén- aspecto de brotes; el pleon se distingue por ser
dices (anténulas, antenas y mandíbulas) de los una estructura posterior e impar.
que el primero es unirramoso, todos llevan setas Se han descripto formas intermedias entre nau-
apicales. Makarov (1979) indica (sin distinguir plius y metanauplius cuyo significado es discu-
especies) que para la propulsión son utilizadas las tible, ya que al igual que las nauplii intermedias
antenas y mandíbulas mientras que las anténulas mencionadas más arriba formarían parte de un
se dirigen hacia adelante; esto fue confirmado por proceso gradual de desarrollo sobre el que se trata
observación directa de E. crystallorophias en es- de imponer una nomenclatura que facilite su es-
tadios nauplius y metanauplius. tudio.

Metanauplius Calyptopis
En eufausiáceos esta larva fue también des- La diferencia morfológica y funcional entre el
cripta por primera vez por Metschnikov (1869). estadio calyptopis y la larva metanauplius es muy
Existe una gran diferencia morfológica entre nau- marcada. Aparecen apéndices bucales, boca, in-
plius y metanauplius no sólo externamente sino testino y ano funcionales. En material fresco se

281
Euphausiacea

observan estructuras circulatorias funcionales, el Dado que estas características son importantes
ojo se diferencia claramente y aparecen músculos para la fácil identificación del material se preparó
mucho más complejos (figura 2). la siguiente definición:
El conjunto de cambios morfológicos se pro- “Cuerpo dividido en dos partes: cefalotórax y
duce luego de una única muda que determina el pleon. Caparazón desarrollado cubriendo todo
pasaje de metanauplius a calyptopis I, un hecho el cefalotórax y al menos parcialmente el pleon.
ya observado por Sars (1898). Hemos observa- Pleon terminado en telson, que lleva siete espinas
do a través de la cutícula de larvas metanauplii a terminales y tres pares de espinas posterolatera-
punto de mudar la estructura completa de la larva les. Ojos compuestos, sésiles (inmóviles), pre-
calyptopis I en E. crystallorophias y E. frigida. sentes al menos como manchas difusas, siempre
A partir de este estadio las larvas Calyptopis de- cubiertos por el caparazón. Mandíbulas, maxilas
rivan junto con las aguas superficiales, sin realizar y maxilipedios diferenciados y funcionales, boca
migraciones verticales lo que permite el análisis funcional, intestino visible a través de la cutícu-
de su distribución teniendo en cuenta solamen- la del pleon. Antenas y anténulas birramosas con
te las corrientes superficiales o subsuperficiales función natatoria.”
(Marschoff et al. 1998). Se han reconocido tres estadios, definidos en
El estadio calyptopis I ha sido descripto como base a la segmentación del pleon: no segmenta-
el primero que se alimenta por tener una boca fun- do en calyptopis I; y segmentado en los estadios
cional (Fraser 1936 en E. superba). Esto ha sido posteriores y a la articulación del telson y urópo-
confirmado posteriormente por Ullrich y Storch dos: soldado al último segmento del pleon y con
(1993) quienes encontraron que la larva meta- urópodos fijos en calyptopis II; mientras que la
nauplius carece de un estómago elaborado y de calyptopis III presenta urópodos móviles y telson
conexión entre el esófago y el intestino, mientras articulado.
que en calyptopis I el estómago es funcional. Pedúnculo de la anténula con un único artejo
En todas las especies capturadas hemos encon- en el estadio calyptopis I; dividido en tres artejos
trado ejemplares en el estadio calyptopis I con al- a partir de calyptopis II y con una gran espina,
guna forma de contenido en su intestino (visible a generalmente tan larga como la suma de los otros
través del pleon) por lo que esta conclusión puede dos en el borde externo del primer artejo del pe-
extenderse al resto de las especies. dúnculo antenular en calyptopis III.
La descripción original de Sars (1885) indica: En vista dorsal los ojos unidos en la parte me-
“Cuerpo dividido en dos divisiones principales. dia, a lo sumo divididos por una línea tenue en
Caparazón distinto, formando anteriormente una calyptopis I. Separados en los estadios calyptopis
expansión con aspecto de visera. Cola segmentán- II y III.
dose. Ojos compuestos, imperfectamente desarro- Los estadios calyptopis no comprenden una
llados, inmóviles y cubiertos por el caparazón. sola muda, ya que es posible observar distintos
Mandíbulas, maxilas y maxilipedios distintos, grados de desarrollo en primordios de toracópo-
pero sin traza de patas o pleópodos. Urópodos de- dos, piezas bucales, antenas y anténulas y urópo-
sarrollándose.” dos.
El material estudiado, se ajusta parcialmente a El costo energético del desarrollo de E. superba
esta definición, ya que se han encontrado larvas desde el huevo hasta aproximadamente la mitad
calyptopis con diverso grado de desarrollo de los de la fase calyptopis I ha sido determinado en la-
toracópodos, al menos como brotes, en varias es- boratorio por Ross y Quetin (1989). Encontraron
pecies. La definición no hace referencia a la fun- que las reservas energéticas del huevo eran sufi-
cionalidad de las piezas bucales, evidente a partir cientes para equilibrar las pérdidas por respira-
de calyptopis I y que fue demostrada con el correr ción hasta prácticamente el estadio calyptopis II,
del tiempo para todas las especies de las que se pero encontraron perturbaciones en el desarrollo,
posee una descripción de este estadio. Tampoco crecimiento y supervivencia de las larvas no ali-
hace referencia a la existencia de telson y a la pre- mentadas a partir de calyptopis I.
sencia constante de siete espinas terminales y tres
posterolaterales y a que los urópodos pueden no Furciliae
existir (estadios calyptopis I y II) o no manifestar- El pasaje de calyptopis III a furcilia es poco
se externamente. marcado y no está acompañado de grandes mo-

282
Euphausiacea

dificaciones morfológicas o funcionales como aguza a medida que pierde espinas o aún antes de
en los casos anteriores. El desarrollo de la forma perderlas.
furcilia comprende el pasaje por una serie de esta- Formación de los cinco pares de pleópodos que
dios a lo largo de los cuales se produce una serie corresponden a la forma adulta. Este proceso es
de cambios que, si bien permiten la identificación complicado y comprende la aparición gradual de
a nivel específico, revisten características genera- los pleópodos, a veces como simples primordios
les (Lebour, 1926). o una forma no setosa que en mudas ulteriores ad-
En su acepción actual esta forma larval com- quieren setación. Pueden aparecer también como
prende las formas furcilia y cyrtopia definidas por setosos sin una fase no-setosa anterior. La apa-
Sars (1885). Según este autor la forma furcilia rición de pleópodos se produce ordenadamente,
responde a la siguiente descripción: “Ojos com- desde los segmentos anteriores hacia los posterio-
puestos más desarrollados, móviles, se proyectan res. En general, los pleópodos aparecen y adquie-
más allá de los lados del caparazón. Las antenas ren setación antes de que se inicie la reducción del
retienen su estructura original, natatorias. El par número de espinas terminales.
anterior de patas y los pleópodos se desarrollan Las antenas, que en las fases furciliae iniciales
sucesivamente”. Para cyrtopia indica: “Los flage- tienen función natatoria, la pierden y desarrollan
los antenulares se elongan y se hacen claramente una placa basal y un flagelo. Este cambio se da en
articulados. Las antenas transformadas de modo una sola muda y luego de haber aparecido pleó-
que no sirven al propósito de locomoción. Las podos con setación (y por lo tanto función loco-
patas posteriores y branquias aparecen sucesiva- motora).
mente”. Las anténulas se segmentan y alargan desarro-
Estas definiciones no establecen claramente el llando un flagelo claramente diferenciado.
final de la etapa cyrtopia. Juveniles y adultos po- Se desarrollan los toracópodos, desarrollo que
drían ser incluídos en la misma por lo que se hace comprende la aparición de primordios, toracópo-
necesario tener en cuenta la definición del estadio dos birramosos, la segmentación de los mismos y
siguiente: post-larva (Sars 1885). “Todas las patas la formación de las branquias.
desarrolladas. El telson adopta su forma y arma- Las espinas postero-terminales del telson cam-
dura definitivas”. Sobre la base de las definiciones bian su aspecto pero no se reducen en número.
de Sars, se pudo formular la siguiente, válida para Los cambios que se producen según las dife-
furcilia. rentes líneas no están sincronizados entre las
El caparazón no cubre los ojos que son com- distintas especies. En la comparación entre es-
puestos y pedunculados proyectándose más allá pecies pueden presentarse formas relativamente
de los bordes del caparazón. Telson con una o más avanzadas respecto de una de estas característi-
espinas terminales y más de una espina posterola- cas y retrasadas respecto de otras. Esta falta de
teral. La espina externa del artejo basal de la anté- sincronización en las líneas de desarrollo llega a
nula desarrollada, se extiende hasta por lo menos abarcar más de una forma larval; en E. superba se
el extremo del artejo siguiente. observa el desarrollo de primordios de toracópo-
Esta forma larval conecta una forma relativa- dos que en otras especies recién se produce en la
mente primitiva, la calyptopis III y los juveniles forma furcilia.
en los cuales se han alcanzado todas las caracte- Se han realizado varias interpretaciones de la
rísticas del adulto con la excepción de la madu- secuencia de formas que se da en determinadas
ración sexual. Bajo esta forma larval se incluye especies e incluso géneros intentando establecer
entonces una gran variación morfológica y fun- patrones generales que faciliten la identificación
cional que se produce gradualmente e implica una y puedan ser aplicados al estudio de la filogenia
serie de cambios a lo largo de líneas diferentes, del grupo. Estos patrones generales llevaron a una
algunos de los cuales se completan en este estadio gran complejidad en la nomenclatura de los esta-
y otros se continúan en las formas juveniles: dios furciliae de los que en 1926 se habían recono-
Reducción del número de espinas terminales cido 14 dentro de la fase furcilia sensu Sars (esto
del telson que de siete pasan a una. Este proceso es antes del cambio de función de las antenas) so-
se cumple en etapas, en cada una de las cuales se bre la base del número y setación de los pléopodos
pierde un par de espinas terminales y está acom- (Lebour 1926). Rápidamente se reconoció que no
pañado por un cambio de forma del telson que se todas las especies pasan por las mismas combina-

283
Euphausiacea

ciones de pleópodos setosos y no-setosos, con lo 1937, Einarsson 1945).


que la inclusión en un único patrón general deter- Por el momento, resulta imposible distinguir
mina que, por ejemplo, la tercera larva furcilia de entre juveniles que acaban de alcanzar este esta-
una especie reciba la misma denominación que la dio a partir de la última larva y adultos que han
quinta de otra (Einarsson 1945). regresado a este estadio luego del período repro-
El problema se complica si se tiene en cuenta ductivo en base a características morfológicas ex-
que los estadios furciliae por los que pasan distin- clusivamente.
tos individuos no son necesariamente los mismos, La ontogenia de las distintas especies de eu-
ya que existen formas dominantes y variaciones fausiáceos es semejante en cuanto a sus aspectos
en el camino seguido a lo largo de esta fase que, morfológicos. Sin embargo aparecen importantes
incluso pueden depender de las condiciones am- diferencias en su vinculación con el ambiente.
bientales (Makarov 1971, Makarov y Maslen- Estas diferencias se dan principalmente en lo que
nikov 1981, Brinton y Townsend 1984, Menshe- hace a las épocas de reproducción, duración de
nina 1990). los distintos estadios larvales, aspecto y compor-
Las investigaciones más recientes utilizan una tamiento de los estadios y disposición vertical de
nomenclatura, siguiendo a Einarsson (1945), con los mismos.
un número de estadios furciliae variable entre es- La fecundación es siempre externa, nunca han
pecies y que en algunos casos puede comprender sido observados espermatozoides dentro del cuer-
una o varias formas para algunos estadios (princi- po de la hembra. Se ha comprobado en cambio
palmente furcilia I). El objetivo (Pertzova 1976) que los espermatóforos adheridos contienen efec-
de esta clasificación es introducir un ordenamien- tivamente espermatozoides. No se conoce aún el
to de los estadios que se corresponda con la edad mecanismo de transferencia de los espermatófo-
de los individuos. ros aunque se supone que el espermatóforo pro-
ducido por el macho es tomado por su segundo
Juveniles par de pleópodos, pasado al primero (ambos pares
Las formas juveniles comprenden individuos están modificados en forma variable según las
que poseen las características morfológicas de los especies) y ubicado en el thelycum de la hembra
adultos pero que no presentan caracteres sexua- (Mauchline y Fisher 1969). Esta transferencia se
les maduros; se corresponde con la definición de produce antes de la maduración de los huevos y
post-larva (Sars 1885) citada más arriba. Es po- se desconoce si se encuentra vinculada con ésta.
sible observar en machos todos los estadios de En el momento de la puesta los óvulos entran en
desarrollo del petasma, correlacionados con el contacto con la masa de espermatozoides ahora
progresivo desarrollo de las gónadas (Bargmann contenida en el thelycum y los huevos quedan li-
1937). Al menos en E. superba, el grupo de indi- bres en el agua.
viduos que responde a estas características podría Una serie de características de la producción
tener un doble origen. de huevos son comunes a todas las especies en el
Por una parte se incluyen los individuos que área, a excepción de Nematoscelis megalops cu-
acaban de culminar su desarrollo larval y aún no yos huevos permanecen adheridos a la hembra de
han alcanzado la madurez sexual. En aquellas es- los que eclosiona una larva más desarrollada: la
pecies que presentan un período de reproducción pseudometanauplius.
anual limitado (las especies en estudio pertenecen i) Las hembras desovan a cierta profundidad
a esta categoría) la fase juvenil puede extenderse dentro de la capa de los 200 metros superio-
durante todo el invierno si la última furcilia fue res.
alcanzada a fines del período reproductivo: fi- ii) Inmediatamente después del desove los
nes de verano y comienzos del otoño (Bargmann huevos se hunden hasta su eclosión, a una
1945, Marr 1962) velocidad que depende de su morfología
Por otra parte existen individuos que luego de lo que da lugar a importantes diferencias a
finalizado el ciclo reproductivo readquieren las nivel específico. Además, las condiciones
características externas juveniles. En general, físicas del sitio de desove, tales como la es-
estos dos grupos solamente pueden ser diferen- tabilidad de la columna de agua, densidad,
ciados por su tamaño ya que no presentan carac- temperatura (que regula la velocidad del
terísticas sexuales secundarias claras (Bargmann desarrollo y por ende el tiempo de incuba-

284
Euphausiacea

ción), movimientos verticales del agua, etc. Al sur del Frente Polar se encuentra la especie
tienen influencia en la profundidad a la que E. superba, de distribución circumpolar y con una
se produce la eclosión. gran biomasa, en el orden de las decenas de millo-
iii) El desove, así como el hundimiento, ocurre nes de toneladas. Esta especie fue reconocida des-
en períodos de tiempo relativamente cortos de el siglo XIX como el alimento primario de las
para cada uno de los individuos y agrega- ballenas que antes de ser diezmadas por la explo-
ciones; lo que resulta en la aparición de tación comercial consumían al menos 50 millones
agregaciones de larvas en estadios de desa- de toneladas anuales (Holdgate, 1970).
rrollo muy semejantes. Se da durante un pe- La posibilidad de explotar comercialmente las
ríodo dentro del año y un mismo individuo poblaciones de E. superba despertó un gran in-
puede llegar a desovar más de una vez. terés a principios de la década de 1970, que fue
iv) El ascenso subsiguiente es acompañado por disminuyendo paulatinamente a medida que las
el desarrollo de la larva. A este proceso se lo dificultades para su utilización y el alto costo de
conoce como ascenso durante el desarrollo explotación se ponían de manifiesto.
y es común a todas las especies aunque con Simultáneamente con el interés por E. superba
particularidades en cada una de ellas. se produjo una rápida expansión en las capturas
A partir de la eclosión, la larva comienza a as- de peces demersales y bentónicos hacia fines de
cender, pasando por los estadios nauplius y me- la década de 1960 y comienzos de la del 70, con
tanauplius, alcanzando la superficie en el estadio resultados desastrosos en todos los fondos explo-
calyptopis I. La larva calyptopis I es el primer tables al sur de la Convergencia Antártica y muy
estadio que cuenta con un sistema digestivo fun- especialmente en la región de Islas Georgias del
cional; es decir que sólo a partir de este momento Sur. La rápida expansión de la actividad de las
la larva está en condiciones fisiológicas de ali- flotas soviética y de países del este europeo fue
mentarse. seguida con alarma por los miembros del Tratado
Una vez llegadas a la superficie las larvas se Antártico que percibieron el vacío normativo en
mantienen dentro de la capa superficial; por en- el cual se desarrollaba la explotación de recursos
cima de 200 metros en todos los casos y más fre- antárticos y el riesgo de repetir los errores come-
cuentemente por encima de los 100 metros hasta tidos en la explotación ballenera.
los estadios furciliae. A partir de este momento se Esta circunstancia llevó a la organización de
ha descripto para algunas especies la existencia una Conferencia sobre Recursos Vivos del Oceá-
de migraciones verticales que determinarían que no Sur en Woods Hole (EEUU) en 1976. En esa
durante períodos más o menos prolongados se conferencia se pusieron claramente de manifies-
encuentren sometidas a distintas corrientes sub- to las dificultades existentes para la administra-
superficiales. ción racional de los recursos dentro del sistema
del Tratado Antártico y la necesidad de un mar-
co político que permitiera el desarrollo e imple-
IMPORTANCIA ECONÓMICA mentación de soluciones técnicas apropiadas. El
La mayoría de las especies de eufausiáceos resultado principal fue la adopción, en mayo de
forman agregaciones sumamente densas. Este 1980 de la “Convención para la Conservación de
comportamiento que ya fuera observado tem- los Recursos Vivos Marinos Antárticos” (CCRV-
pranamente es el que permite su explotación co- MA) a la que se llegó luego de una negociación
mercial (Komaki, 1967) y el desarrollo de varias iniciada en 1978.
pesquerías alrededor del mundo. De menor escala El área de aplicación de esta Convención es
son las que tienen por objeto a E. pacifica cuya probablemente la mayor extensión del planeta
distribución abarca el Oceáno Pacífico Norte pero sujeta a un único sistema de administración de
es explotada en Japón y Canadá; E. nana y T. recursos. En ella no se incluye solamente el krill
inermis en Japón y en Canadá T. inermis, T. ras- sino que alcanza a todos los recursos vivos, a ex-
chii y Meganyctiphanes norvegica (Nicol y Endo, cepción de aquellos que se encuentran regulados
1997), que rondan las 1000 toneladas anuales. por acuerdos particulares (Convención para la
Las capturas son utilizadas principalmente como Conservación de las Focas Antárticas y Comisión
alimento en acuicultura y en menor medida para Ballenera Internacional).
consumo humano directo. El objetivo de la Convención es la conservación

285
Euphausiacea

de los recursos vivos, admitiendo la “utilización En la actualidad las capturas de krill se realizan
racional”, siempre y cuando se respeten determi- atendiendo no sólo a los límites de captura que se
nados principios de conservación enunciados en fijan anualmente sino también a su distribución y
el artículo II - 3 de la Convención que requiere de al impacto que producen sobre las colonias de pre-
la actividad extractiva que los cambios produci- dadores. En este sentido se han fijado valores de
dos en los ecosistemas antárticos sean reversibles captura para regiones determinadas a fin de ase-
en 2 ó 3 décadas. gurar un excedente suficiente para los predadores
La administración queda a cargo de una Co- dependientes del krill. Más allá de esta limitación
misión que recibe asesoramiento técnico de un se ha establecido un programa de monitoreo de pa-
Comité Científico, ambos órganos integrados por rámetros de predadores en una serie de colonias a
representantes de los 26 miembros entre los que – partir del cual se espera detectar tempranamente
a diferencia de las organizaciones pesqueras – se los posibles efectos negativos de la captura de krill
encuentran representantes de países no involucra- en los parámetros poblacionales de los predadores.
dos en la pesca. Sumado a la necesidad de obte- En 2012 las capturas totales en el sector atlán-
ner el consenso de los miembros para la toma de tico al sur del Frente Polar alcanzaron 220.000
decisiones y su estrecha relación con el Sistema toneladas con lo que E.superba es considerada
del Tratado Antártico, esta organización es única la especie de invertebrados con mayores captu-
en relación con los sistemas de administración de ras. Se lo utiliza principalmente para la elabora-
recursos compartidos. ción de alimentos utilizados en acuicultura y una
En sus 30 años de funcionamiento la CCRVMA fracción menor se destina al consumo humano
introdujo una serie de ideas novedosas en la ad- directo. Históricamente las capturas de krill han
ministración de recursos vivos que luego fueron sufrido marcadas oscilaciones dependiendo de
recogidas en la FAO y en acuerdos de pesquerías. las condiciones económicas de los países que lo
Es importante notar que el objetivo de la Conven- explotan, en la década de 1980 las capturas al-
ción va más allá de garantizar la sustentabilidad canzaron las 400.000 toneladas. La magnitud de
de los recursos bajo explotación sino que requiere esta explotación se aprecia mejor si se tiene en
la conservación del ecosistema en su conjunto. cuenta que los adultos de krill apenas alcanzan
De este modo la explotación de krill se regula un peso de aproximadamente un gramo, con lo
teniendo en cuenta además el estado de las po- que, en números, las capturas actuales ascienden
blaciones de especies dependientes del krill para a 220.000.000.000 de ejemplares (unas 30 veces
su alimento. la población humana actual).

286
Euphausiacea

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288
CHAETOGNATHA
María Cristina Daponte

INTRODUCCIÓN Calispadella, Decipisagitta, Hemispadella y Xe-


nokrohnia.
El phylum Chaetognatha (o gusanos flecha) En el Atlántico sur se conocen aproximadamen-
está integrado por más de 100 especies que se en- te treinta y nueve especies, pero se espera que este
cuentran en todos los ambientes marinos, desde número aumente si se utilizan métodos de mues-
zonas costeras a mar abierto. Aunque la mayoría treo que permitan capturar ejemplares de ambien-
son planctónicas, hay algunas especies bentónicas tes bento-planctónicos y batipelágicos que están
y otras que viven en ambientes particulares como muy poco estudiados en este océano.
las cuevas marinas.
Debido a sus características morfológicas y
embriológicas particulares no se han podido esta-
MORFOLOGÍA Y ANATOMÍA
blecer afinidades claras con otros phyla. Trabajos El nombre de quetognatos (Chaeta = χαιτς =
recientes muestran que tienen un desarrollo pare- espina y gnathos= γνατος= mandíbula) hace refe-
cido al de los deuterostomados mientras que otros rencia a los notorios ganchos que presentan en la
estudios los ubican como una rama temprana de cabeza, mientras que el nombre común de “gusa-
los protostomados, corroborando las palabras de nos flecha” describe los movimientos rápidos y la
Darwin sobre este grupo como “remarkable for forma firme del cuerpo. La mayoría son comple-
the obscurity of its affinities”. tamente transparentes pero hay algunos translúci-
dos y otros pueden tener pigmentos de diversos
colores. Son alargados, simétricos bilateralmente
TAXONOMÍA y la sección del cuerpo es aproximadamente cir-
La clasificación es compleja y en la actualidad cular. El cuerpo se divide en cabeza, tronco y cola
quedan por resolver muchas incógnitas, Ritter- pudiéndose distinguir uno o dos pares de aletas
Záhony (1911) consideró la existencia de 27 es- laterales y una aleta caudal (Figura 1 A).
pecies distribuidas en 6 géneros, más tarde, To- Una epidermis simple reviste todo el cuerpo
kioka (1965) reconoció 58 especies en 23 géneros excepto en la superficie dorsal de la cabeza y so-
omitiendo 5 géneros y 31 especies consideradas bre el tronco donde es estratificada (característica
por Kassatkina (1982). Bieri (1991) realizó una inusual para un invertebrado). En algunas espe-
minuciosa revisión de la clasificación incluyendo cies, esta epidermis se modifica produciendo un
107 especies distribuidas en 22 géneros a la que tejido alveolar denominado “collarete” que puede
diferentes autores propusieron agregar 6 géneros cubrir algunas porciones del cuello, de la cola, del
y 9 especies más. Recientemente se incrementó tronco o extenderse en todo el cuerpo. Debajo de
el número de especies conocidas debido a la des- la epidermis se encuentra una membrana basal
cripción de ejemplares abisales e hiperabisales. continua y la musculatura del cuerpo que en con-
De acuerdo a la revisión de Bieri (1991) se junto forman parte del esqueleto hidrostático. Una
reconocen los géneros: Aidanosagitta, Archete- cutícula gruesa (material amorfo con filamentos
rokrohnia, Bathyspadella, Bathybelos, Caeco- finos) cubre la cabeza, el tronco y en algunas es-
sagitta, Eukrohnia, Ferosagitta, Flaccisagitta, pecies también parte de las vesículas seminales
Heterokrohnia, Krohnitta, Krohnittella, Mesosa-
gitta, Parasagitta, Paraspadella, Pseudosagitta, CABEZA
Pterokrohnia, Pterosagitta, Sagitta, Serratosa- En la cabeza se destacan unos ganchos o espi-
gitta, Solidosagitta, Spadella, Zonosagitta, y nas largas y una o dos hileras de dientes (anterio-
se encuentra en discusión la incorporación de res y posteriores) constituidos por α-quitina.

289
Chaetognatha

Figura 1. Morfología general de un quetognato. A: aspecto general en vista ventral. B: cabeza en vista ventral. C: cabeza en vista
dorsal. D: aspecto de un gancho con su cara interna dentada. E: gancho con cara interna lisa.

La boca se aloja en una depresión en la región sión de la epidermis), que cuando está extendida
medio ventral de la cabeza denominada vestíbulo. cubre completamente la cabeza (excepto por una
Por encima del vestíbulo, justo detrás de los dien- abertura a la altura de la boca) y cuando se retrae
tes posteriores hay una serie de crestas con papi- permite la extensión rápida de los ganchos. Ven-
las (órganos vestibulares) y unas fosetas (fosetas tralmente esta capucha esta sujeta al borde entre
vestibulares) que producen secreciones pegajosas la cabeza y el tronco.
y tóxicas con las que enredan y paralizan sus pre- La corona ciliada tiene forma variable, es
sas (Figura 1 B). aproximadamente ovalada y puede encontrarse
Dorsalmente se observa un par de ojos caracte- en la cabeza, en el cuello o extenderse en grado
rísticos, una corona ciliada y una capucha (exten- variable sobre el tronco. Su función es poco clara

290
Chaetognatha

aunque hay evidencias de que puede ser sensorial cuello, entre la cabeza y el tronco del lado dorsal.
(Figura 1C). La complejidad y eficiencia del sistema ner-
Ganchos y dientes pueden variar en forma y vioso está relacionado con la predación activa de
número según las especies y la edad de los indivi- estos organismos.
duos. En algunas especies los juveniles presentan El tubo digestivo comienza en la boca, locali-
una serie de dentículos en la cara interna de los zada en el fondo de una depresión (vestíbulo) del
ganchos mientras que en los adultos esta cara es lado ventral de la cabeza, se continúa en una corta
lisa , en otras especies los dentículos se encuen- faringe y un esófago, seguido por un intestino ci-
tran tanto en juveniles como en adultos (Figura liado localizado enteramente en el tronco y sujeto
1D y E). a las paredes dorsal y ventral del cuerpo mediante
un mesenterio. En la porción anterior del intestino
TRONCO de algunas especies puede encontrarse un corto
Está separado de la cabeza y de la cola por divertículo digestivo que se extiende lateralmen-
septos, en él se encuentra un ganglio nervioso de te. La porción posterior del intestino se diferencia
posición ventral (Figura 1 A), un número variable en el recto que se abre ventralmente al exterior
de receptores sensoriales, el intestino y el sistema mediante el ano, localizado sobre el septo poste-
reproductor femenino. rior. A lo largo del tubo digestivo se encuentran
El ganglio nervioso ventral forma parte del sis- varios tipos de células secretoras y de células es-
tema nervioso central compuesto además por 6 pecializadas en la absorción de macromoléculas.
ganglios localizados en la cabeza y relacionados El sistema reproductor femenino (Figura 2 A).
entre si por una serie de comisuras y conectivos. está formado por dos ovarios de forma tubular,
Nervios sensoriales llevan la información desde más o menos alargados que se localizan en la par-
los ojos y desde una serie de abanicos de cilias te posterior del tronco entre el intestino y la pared
distribuídos en el tronco, la cabeza y la cola. Una el cuerpo. Cada ovario presenta un receptáculo
única especie, Bathybelos typhlops no tiene gan- seminal en forma de un tubo fino que recorre toda
glio ventral, en su lugar tiene un ganglio en el la longitud del ovario y que se ubica entre el ova-

Figura 2. Morfología del sistema reproductor de un quetognato. A: Sistema reproductor femenino. B: Sistema reproductor mas-
culino. Las flechas indican la dirección del movimiento de los grupos de espermatogonias en el segmento caudal. C: Diferentes
tipos de vesículas seminales.

291
Chaetognatha

rio y la pared del cuerpo. La porción terminal del huevos son liberados y comienza a desarrollarse
receptáculo seminal llega a la cavidad vaginal que un embrión, que eclosiona con el aspecto de un
se abre al exterior en una papila genital (Alvariño, juvenil de pequeño tamaño, parecido al adulto,
1983). Durante la maduración de los ovarios se que termina de desarrollarse y continúa creciendo
pueden ver oocitos de distintos tamaños alineados alométricamente (el peso crece proporcionalmen-
en un número variable de hileras y que cuando te a la talla elevada a un exponente distinto de 3)
están maduros son de tamaño equivalente La lon- hasta alcanzar la forma adulta. Si bien en la ma-
gitud de los ovarios completamente maduros, así yoría de las especies el desarrollo de los huevos se
como el número de hileras de oocitos, varían con- realiza en el mar, algunas especies de Eukrohnia
siderablemente en las distintas especies. poseen marsupios donde se desarrollan las larvas.
Los períodos de reproducción son variables,
COLA algunas especies se reproducen en una época de-
La región de la cola (Figura 1 A) está separada terminada en el año mientras que otras lo hacen
del tronco por el septo posterior y este sector está continuamente como en el caso de P. friderici que
dividido en dos partes por un septo central conti- en el Mar Argentino se observan juveniles durante
nuo, a la vez cada mitad se divide por un subsepto todo el año mostrando un pico de mayor actividad
longitudinal incompleto (Figura 2 B). Todas las en verano (diciembre a febrero) y otro un poco
paredes están revestidas por un epitelio ciliado. menor en otoño (abril a mayo) (Daponte et al,
Pegados a la pared lateral de la cola hay un par 2004).
de testículos sujetos por un mesenterio y flotando
en los espacios delimitados por los septos se en-
cuentran grupos de espermatogonias que se mue-
ECOLOGÍA
ven continuamente en un recorrido fijo mientras Son típicamente los predadores planctónicos
maduran. Una vez maduros, los espermatozoides más abundantes, y representan más del 10% de
se mueven hacia las vesículas seminales que al- la biomasa zooplanctónica, a veces su abundancia
macenan el esperma a medida que madura. La se ve superada sólo por los copépodos que son su
morfología de estas vesículas varía en las distin- presa principal. Su dieta está integrada también
tas especies, las formas más simples tienen aspec- por anfípodos, apendicularias, quetognatos y has-
to de saco glandular mientras que las más comple- ta de materia orgánica disuelta en el agua de mar
jas pueden presentar una protuberancia terminal (DOM) (Casanova et al. 2012) producto de restos
con secreciones glandulares, ser bipartitas y/o de plancton y de la lisis de bacterias y microalgas
presentar ornamentaciones externas (Figura 2 C). que ingieren junto con las presas. Los quetogna-
tos a su vez, forman parte de la dieta de larvas y
adultos de peces. Su posición en la trama trófica
REPRODUCCIÓN de ser a la vez predadores y presas y la capaci-
Los quetognatos son hermafroditas protán- dad de de migrar verticalmente desde el fondo
dricos no conociéndose hasta el momento casos a profundidades cercanas a la superficie, ubica
de reproducción asexual. El consenso entre los a estos organismos como hospedadores alterna-
investigadores es que la fertilización es cruzada tivos de diversos helmintos cuyos hospedadores
para la mayoría de las especies, pero habría casos definitivos son en su mayoría peces adultos. En
de autofecundación en las especies hiper-bénticas un estudio realizado a lo largo de un año en una
o las que viven en cuevas marinas. La fecunda- población de P. friderici del Mar Argentino se en-
ción es interna pero no se conoce exactamente el contraron numerosos individuos parasitados por
proceso que sigue el esperma en el quetognato re- ejemplares de Derogenes sp., Ectenurus virgu-
ceptor debido al conocimiento incompleto de la lus, Monascus filiformis, metacercarias de Lepo-
anatomía de los ovarios. creadiidae, Parahemiurus merus y metacestodes
En el momento de la fecundación un individuo tetrafilideos. Algunos quetognatos presentaban un
aproxima la abertura de sus vesículas seminales parásito mientras que otros mostraban dos o tres
hacia la abertura de los ductos femeninos (o a zo- de la misma o diferentes especies. Las prevalen-
nas cercanas) de otro ejemplar transfiriéndole los cias más elevadas de la mayoría de las especies se
espermatozoides que luego se acumularán en los encontró en otoño-invierno (abril - agosto). (Da-
receptáculos seminales. Una vez fecundados, los ponte et al. 2008)

292
Chaetognatha

Algunas especies de quetognatos son buenas de 5 especies siendo las más abundantes y fre-
indicadoras de masas de agua debido a su estrecha cuentes Parasagitta friderici (= Sagitta friderici)
relación con variables ambientales tales como sa- y Serratosagitta tasmanica alcanzando valores
linidad, temperatura, oxígeno disuelto, etc. de ma- de 20,1 ind. m-3 y 66,8 ind. m-3 respectivamente.
nera tal que la distribución horizontal y vertical Sin embargo P. friderici es más abundante al nor-
en muchos casos es especie-específica (Casanova, te de los 41 º S y en plataforma media e interna,
1999). Algunas especies presentan una distribu- mientras que S. tasmanica es más abundante al
ción casi global encontrándose en las mismas ban- sur de los 41 º S y en plataforma media y externa,
das latitudinales en todas las cuencas oceánicas, aunque es frecuente encontrarla al norte de esa
mientras que otras tienen distribución disyunta y latitud pero con menores abundancias (Daponte
en algunos casos la misma especie (aparentemen- et al 2012). En condiciones oceánicas es posible
te) se encuentra en ambos polos, pero no entre encontrar otras especies típicas de aguas de ori-
ellos. Hay especies epipelágicas y mesopelágicos gen subantártico como por ejemplo Pseudosagitta
que se encuentran típicamente en aguas cálidas gazellae y Eukrohnia hamata cuya distribución
como Pterosagitta draco, Mesosagitta minima hacia el norte depende de la extensión de la Co-
(=Sagitta minima), Pseudosagitta lyra (=Sagitta rriente de Malvinas. E. hamata tiene una distribu-
lyra), Serratosagitta serratodentata (=Sagitta se- ción muy amplia (es bipolar), es epiplanctónica
rratodentata) o en aguas frías como por ejemplo hasta los 40-45º S y más hacia el norte se hunde
Serratosagitta tasmanica (=Sagitta tasmanica) y buscando aguas frías.Su presencia en la superficie
Pseudosagitta gazellae (=Sagitta gazellae). al norte de los 40º S se relaciona con surgencia de
aguas profundas. Con menor frecuencia y en la
DISTRIBUCIÓN HORIZONTAL parte norte de la zona del talud se pueden encon-
DE LAS ESPECIES EN LA PLATAFORMA trar ejemplares de Serratosagitta serratodentata
CONTINENTAL ARGENTINA. y Pterosagitta draco. La distribución de estas
Distintas campañas realizadas a lo largo de diez especies depende de la extensión hacia el sur de
años sobre la plataforma continental desde los 32º aguas de la Corriente de Brasil ya que son típicas
S hasta 55 º S mostraron la presencia recurrente de aguas más cálidas.

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293
ECHINODERMATA
Analía Fernanda Pérez,
Damián Gaspar Gil (*)
y Tamara Rubilar (*)
(*) Ambos autores contribuyeron de igual manera
en la elaboración del presente trabajo.

Introducción y generalmente reducido derivado de cavidades ce-


características generales lomáticas.
Existen cerca de 7.300 especies de equinoder-
Los equinodermos (ekhinos, erizo; derma, piel) mos distribuidas en cinco clases: Crinoidea (lirios
comprenden un grupo exitoso de organismos ex- de mar y estrellas plumosas o comátulas), Aste-
clusivamente marinos conocidos vulgarmente roidea (estrellas de mar), Ophiuroidea (ofiuras),
como estrellas de mar, ofiuras, erizos de mar, pe- Echinoidea (erizos de mar) y Holothuroidea (pe-
pinos de mar y lirios de mar. Estos presentan, en pinos de mar). La clase Crinoidea se encuentra
su gran mayoría, hábitos bentónicos y se distribu- dentro del subfilo Pelmatozoa, mientras que el
yen desde ambientes intermareales hasta fondos resto se ubica en el subfilo Eleutherozoa (Figura
profundos y en diferentes latitudes. 1). Las clases Echinoidea y Holothuroidea poseen
Presentan características anatómicas únicas afinidades entre sí. Sin embargo, actualmente se
entre los invertebrados, entre ellas podemos citar sigue debatiendo si las clases Ophiuroidea y As-
una simetría radial pentámera secundaria, puesto teroidea formarían un solo clado (Kondo y Aka-
que en muchas especies sus larvas poseen sime- saka, 2012).
tría bilateral. Los equinodermos carecen de una Se han descrito más de 13.000 especies fósiles.
cabeza definida, por lo tanto se identifica en gene- Los primeros fósiles aparecen en el Cámbrico
ral una zona oral, donde se halla ubicada la boca temprano hace ~520 millones de años, siendo el
y una zona opuesta denominada aboral que suele orden Stylophora el primero en presentar estereo-
estar en contacto con el sustrato. ma. El sistema vascular acuífero apareció en el or-
Otras características relevantes del grupo inclu- den Soluta del Cámbrico. Las clases Eocrinoidea,
yen la presencia de un celoma bien desarrollado Edrioasteroida y Heliocoplacoidea aparecieron
(de origen enterocélico); un endoesqueleto for- posteriormente hace 420 millones de años. La si-
mado por osículos calcáreos que puede proyectar metría radial pentámera aparece en los eocrinoi-
hacia fuera en forma de espinas y otros apéndices; deos. Los equinodermos actuales aparecen en el
un tejido conectivo mutable que les permite cam- Ordovícico hace 485 millones de años en forma
biar la consistencia del cuerpo y está involucra- de primitivos crinoideos del subfilo Pelmatozoa.
do en procesos como la fisión y autotomía; y un Los fósiles del subfilo Eleutherozoa aparecen en el
sistema vascular acuífero, a menudo denominado mismo período Ordovícico hace 475 millones de
sistema ambulacral, que representa un sistema años (Benavides Serrano et al., 2011) (Figura 1).
de canales hidráulicos internos que se visualizan En Argentina se registran más de 130 especies,
externamente por la proyección de pies ambula- en su mayoría pertenecientes a las clases Asteroi-
crales y conecta hacia el exterior a través de una dea y Ophiuroidea. Éstas son un componente ha-
placa porosa denominada madreporito. Los pies bitual e importante en zonas costeras, plataforma
ambulacrales pueden ser utilizados para diversas continental y zona de talud de Argentina. La ma-
funciones como locomoción y alimentación, entre yoría de los estudios taxonómicos sobre los equi-
otras. Algunas clases presentan el cuerpo cubierto nodermos actuales de Argentina fueron realizados
por pequeños apéndices mandibulados denomi- gracias a los trabajos pioneros de la Profesora
nados pedicelarios, que colaboran principalmen- Irene Bernasconi (Bernasconi, 1941, 1953, 1965,
te con la limpieza de la superficie corporal. No 1969) del Museo de Ciencias Naturales Bernandi-
presentan órganos excretores y el sistema circu- no Rivadavia (1896-1989). Su obra incluye más
latorio, si está presente, forma un sistema hemal de 40 trabajos sobre diversidad de asteroideos,

295
Echinodermata

ofiuroideos y equinoideos. En los últimos años se región tropical del Océano Atlántico y del Indo-
han realizado avances significativos en el estudio pacífico. Actualmente se reconocen siete órdenes:
de la biología y ecología de equinodermos del Forcipulatida, Brisingida, Spinulosida, Valvatida,
Mar Argentino (Brögger et al., 2013). Paxillosida (+ Notomyotida), Velatida y Concen-
tricycloidea (Mah y Foltz, 2011). En Argentina,
los numerosos estudios de diversidad iniciados
Clase Asteroidea por la Profesora Irene Bernasconi han sido con-
Diversidad tinuados, principalmente, por Tablado (1982) y
Romanelli y Tablado, (2011).
La clase Asteroidea presenta una alta diversi- Hasta el momento se registran en el Mar Ar-
dad con cerca de 1900 especies, agrupadas en 36 gentino un total de 58 especies, pertenecientes a
familias y ~370 géneros extintos (Mah y Blake, diferentes órdenes con excepción de Brisingida y
2012). Las estrellas de mar se encuentran presen- Concentricyloidea. Las estrellas pertenecientes al
tes en todos los océanos, desde el intermareal has- orden Forcipulatida son las especies más estudia-
ta fosas abisales (6000 m), y en diferentes tipos das mundialmente y habitan principalmente aguas
de sustratos. La mayor diversidad se registra en la frías, siendo un orden diverso en el océano Ár-

Figura 1. Historia evolutiva de los principales grupos de equinodermos. Todos los linajes extintos se indican con cruces. El último
ancestro común de los linajes actuales se indica con el punto negro. (Tomado de Benavides Serrano et al., 2011).

296
Echinodermata

tico y Antártico. En nuestro país se registran 14 Morfología


especies pertenecientes a los géneros Anasterias, Las estrellas de mar se caracterizan por poseer
Comasterias, Diplasterias, Lethasterias, Lysas- cuerpos aplanados con un disco central del que
terias, Neosmilaster, Perissasterias, Psalidaster, irradian cinco o más brazos. El cuerpo está cubier-
Labidiaster, Smilasterias y Allostichaster. El or- to de espinas, pedicelarios y pápulas. Las espinas,
den Brisingida presenta especies que son exclusi- entre las que se disponen las pápulas, forman una
vas de fondos profundos (100-6000 m), presentan red que cubre completamente la superficie del
por lo general brazos elongados (hasta 20) que cuerpo. En la superficie aboral de disco central se
son utilizados para alimentarse de material en sus- encuentra el ano y el madreporito. La boca se si-
pensión. No hay representantes de este orden en el túa en el centro de la superficie oral y está rodeada
Mar Argentino. Los asteroideos del orden Spinu- por el peristoma y espinas; del peristoma emerge
losida presentan generalmente brazos alargados y un surco ambulacral abierto que contiene dos o
disco de pequeño diámetro. Existen tres especies cuatro filas de pies ambulacrales con una vento-
dentro de este orden en el Mar Argentino, Hen- sa terminal. El tamaño de las estrellas de mar es
ricia obesa, H. studeri y Echinaster brasiliensis. variable, desde unos pocos centímetros hasta 60
El orden Valvatida comprende al grupo más di- cm de largo de brazo, aunque existen excepciones
verso, habitan diferentes ambientes y profundida- (Hyman, 1955; Chia y Koss, 1994; Hickman et
des, por ende sus hábitos y formas de vida son al., 2001) (Figura 2).
muy variados. Consecuentemente es el orden con
mayor número de especies en el Mar Argentino Anatomía
con 19 especies pertenecientes a los géneros Aste- Pared corporal. La pared corporal está organi-
rina, Tremaster, Cycethra, Ganeria, Perknaster, zada en tres capas de tejido: la epidermis, la der-
Vermaster, Ceramaster, Hippasterias, Peltaster, mis, y el epitelio celómico. La epidermis consiste
Tosia, Acodontaster, Diplodontias, Odontaster, en un epitelio, un plexo nervioso y una lámina
Porania y Porianopsis. Las estrellas del orden basal. La dermis es la capa más gruesa de la pared
Paxillosida se encuentran en profundidades desde corporal, incluye músculos, tejido conectivo, en-
0 a 5000 metros, si bien la mayoría son de aguas doesqueleto y sistema nervioso. El endoesqueleto
frías, presentan una alta diversidad en aguas tem- consiste en dos capas compuestas por calcita rica
pladas y tropicales. Estas especies, en general, en magnesio; como suele estar dentro de la der-
viven enterradas en sustratos blandos y son de mis no es visible externamente. La capa superfi-
hábitos predadores o detritívoros. Hay 13 espe- cial del endoesqueleto está compuesta por espinas
cies descritas para el Mar Argentino que pertene- que se proyectan hacia afuera y están cubiertas
cen a los siguientes géneros: Astropecten, Luidia, por epidermis. La segunda capa está compuesta
Ctenodiscus, Bathybiaster, Dytaster, Letychaster, por osículos grandes que proveen una base para
Psilaster, Luidia, Eremicaster, Pseudarchaster, las espinas. Los osículos producen una armadura
Cheiraster (Luidiaster) y Gaussaster. El orden para el cuerpo y están unidos entre sí por tejido
Velatida, presenta casi todos sus representantes de conectivo mutable y músculos, formando una red
aguas frías y se caracterizan por presentar paxi- interna llamada estereoma. En algunas especies,
las cubriendo el cuerpo y carecen de pedicelarios. rodeando las espinas hay pedicelarios sésiles. És-
En el Mar Argentino se distribuyen 9 especies tos poseen musculatura que regula su movimiento
pertenecientes a los géneros Diplopteraster, Pe- (Hyman, 1955; Chia y Koss, 1994; Hickman et
ribolaster, Remaster, Phytonaster, Hymenaster y al., 2001).
Pteraster. El orden Concentricycloidea, represen- Sistema vascular acuífero y hemal. Este siste-
ta un grupo de equinodermos denominados “mar- ma les permite hacer un gran aprovechamiento
garitas de mar”, fueron encontrados por primera de los mecanismos hidráulicos. Su función es la
vez en 1986 asociado a zonas profundas (>1000 locomoción, captura de alimento, excreción y res-
m) en maderas sumergidas. Hasta el momento se piración. En el disco central, el sistema comienza
han descrito tres especies en todo el mundo que en el madreporito, formado por un osículo perfo-
pertenecerían a este orden. Estos organismos, ori- rado que abre al exterior; se extiende por el con-
ginalmente fueron incluidos en una clase nueva y ducto pétreo hacia el anillo circumoral (alrededor
actualmente los estudios morfológicos y molecu- de la boca). Este anillo da origen a divertículos
lares los ubican entre los Asteroidea. conocidos como cuerpos de Tiedemann, que tie-

297
Echinodermata

nen como función almacenar fluido. El conducto de los mismos y los músculos de la base del pie
pétreo está formado por pequeños osículos y su ambulacral producen el efecto ampolla al elevar
función es absorber nutrientes y bombear el fluido el centro del disco terminal. La coordinación de
interno. En los brazos, el sistema vascular acuífe- todos o muchos de los pies ambulacrales se uti-
ro continúa por un canal radial a lo largo de surco liza para la locomoción, puede subir superficies
ambulacral, se ramifica en canales laterales para verticales o trepar rocas, permanecer sujetos fir-
finalizar en los pies ambulacrales y las ampollas. memente al sustrato o ejercer presión sobre una
Cada pie ambulacral abre en el poro de un osí- presa y abrir su valva. En especies que habitan
culo ambulacral con una válvula muscular en las fondos arenosos, las ventosas son menos eficaces,
ampollas que controla el volumen del fluido en el y el individuo avanza mediante pasos de los pies
mismo. El sistema hemal está constituido por un ambulacrales (Hyman, 1955; Chia y Koss, 1994;
sistema de canales poco desarrollados que corren Hickman et al., 2001).
a lo largo del tejido conectivo de la pared corporal Alimentación y digestión. La mayoría de las
(Hyman, 1955; Chia y Koss, 1994; Hickman et estrellas de mar dependen de su estómago ever-
al., 2001). sible para la obtención del alimento. Los asteroi-
Soporte y locomoción. El movimiento del cuer- deos extienden su estómago sobre la fuente de
po está determinado por grupos de músculos dis- alimento, segregan enzimas digestivas y absorben
cretos dentro del tejido conectivo y por los mús- el alimento parcialmente digerido (digestión ex-
culos que interconectan y penetran las espinas y traoral). El sistema digestivo de las estrellas de
osículos. Los músculos están localizados en la mar se extiende desde la boca, en la cara oral, has-
pared corporal y se extienden a lo largo del brazo. ta el ano, en el centro de la cara aboral. La boca
Están organizados por fibras longitudinales y cir- está rodeada por una superficie flexible llamada
culares acompañadas de inervaciones nerviosas. membrana peristomial, la que facilita la eversión
Los asteroideos, y equinodermos en general, solo del estómago. La boca se continúa con un corto
poseen células musculares lisas. Sin embargo, esófago que da paso al estómago cardíaco, por-
poseen un tejido conectivo mutable único entre ción que es evertida durante la alimentación. El
los invertebrados. Este tejido conectivo se en- estómago se vuelve a introducir al cuerpo por la
cuentra en la dermis del endoesqueleto y forma acción de una serie de músculos dispuestos ra-
los ligamentos interosiculares y los tendones. El dialmente. Hacia la zona aboral se encuentra el
tejido conectivo mutable tiene la capacidad de estómago pilórico, del que surge un par de cie-
cambiar rápidamente, de forma reversible, sus gos pilóricos hacia cada brazo. Un corto intestino
propiedades mecánicas (viscosidad, resistencia con sacos rectales, se dispone desde el estómago
y rigidez) bajo control nervioso. Este tejido, ade- pilórico hasta el ano. Los ciegos pilóricos y el es-
más de tener las funciones asociadas a estructuras tómago cardíaco son sitios de producción de las
de colágeno convencionales (almacenamiento de enzimas digestivas. La digestión se completa en
energía, transmisión, disipación, etc.), es respon- el interior del cuerpo de las estrellas de manera
sable de la autotomía de apéndices en respuesta a extracelular, luego de la ingestión del alimento
enfermedades, trauma o ataque de depredadores, “licuado”. El alimento se absorbe y almacena en
así como también para la fisión y autotomía (libe- los ciegos pilóricos. Los sacos rectales toman el
ración voluntaria de un brazo) y el mantenimiento alimento que se encuentra en el intestino, impi-
de posturas corporales fundamentales para la ali- diendo que se pierdan por el ano (Brusca y Brus-
mentación y reproducción (Hyman, 1955; Chia y ca, 2003).
Koss, 1994; Hickman et al., 2001; Wilkie, 2002). Circulación, intercambio gaseoso y excreción.
La locomoción se lleva a cabo mediante el uso Dependen del líquido celomático para el transporte
de los pies ambulacrales. Las válvulas de las am- interno de gases y algunos nutrientes (Ruppert y
pollas regulan la cantidad de fluido en los pies Barnes, 1996). Este contiene celomocitos fagocita-
ambulacrales; cuando ingresa fluido al pie am- rios y circula dentro de la cavidad corporal y pápu-
bulacral impulsado por la válvula, este se vuelve las por la acción de las cilias del peritoneo. El inter-
turgente y se alarga; cuando el tejido conectivo cambio gaseoso y excreción se producen por difu-
de los pies se contrae el fluido vuelve a la vál- sión a través de las delgadas paredes de las pápulas
vula. Los músculos longitudinales del pie am- y pies ambulacrales (Hickman et al., 2001).
bulacral producen el movimiento hacia los lados Sistema nervioso y sentidos. El sistema nervio-

298
Echinodermata

so central está formado por un anillo circumoral simetría bilateral a un juvenil de simetría radial
y cordones nerviosos radiales que se extienden (Ruppert y Barnes, 1996) (Figura 2).
hacia los brazos. Lo conforman dos componentes:
el ectoneural y el hiponeural, conectados entre sí Ecología
de forma regular, que inervan diferentes órganos. Los asteroideos presentan una amplia distribu-
El componente ectoneural está mucho más desa- ción geográfica, son de hábitat bentónico en di-
rrollado que el hiponeural y es sensorial, motor ferentes tipos de fondos marinos en los que pue-
y neuromodulador; en cambio el componente hi- den ser numerosos y conspicuos. La mayoría son
poneural es de naturaleza motora. Ambos compo- depredadores oportunistas o carroñeros. Muchas
nentes poseen neuronas y células gliales radiales. especies presentan hábitos alimenticios generalis-
Los equinodermos son los únicos invertebrados tas y juegan un rol importante como depredadores
que poseen células gliales. Las estrellas de mar tope en la estructura y función de comunidades
presentan el cordón nervioso radial expuesto marinas. Pisaster ochraceus, que habita en el
al medio ambiente al tener el surco ambulacral Océano Pacifico, es una especie modelo del con-
abierto, por esta razón el cordón tiene una típica cepto de especie clave (keystone) al diezmar po-
forma de V y una gruesa cutícula externa de pro- blaciones de mejillones en experimentos de cam-
tección. En los asteroideos el cordón ectoneural po (Paine, 1969). Otras especies, como Acanthas-
posee agrupamientos de células simil-ganglionar ter planci (corona de espinas), son depredadores
sobre cada pie ambulacral, que coordinarían el especialistas, que se alimentan casi exclusiva-
movimiento de los pies ambulacrales (Heinzeller mente de corales y contribuyen a la destrucción
y Welsch, 2001; Rubilar, 2010). de los arrecifes de coral en el Indopacífico. Las
Reproducción y desarrollo. La biología repro- estrellas de mar presentan diferentes estrategias
ductiva de los asteroideos es diversa, son ge- de alimentación. En general, se pueden alimentar
neralmente dioicos y con fecundación externa. de microorganismos presentes en el sedimento,
Algunas especies se reproducen asexualmente partículas de detritos o de presas grandes como
mediante fisión, como por ejemplo Allostichaster bivalvos u otros invertebrados. En estos casos
capensis. Muchas especies de estrellas de mar son adoptan una típica posición arqueada sobre la
capaces de regenerar las partes perdidas, incluso presa. En Argentina, se han realizado estudios de
formar un individuo completo a partir de un brazo hábitos alimenticios en varias especies que pre-
conteniendo una porción del disco central. Tam- sentan digestión extraoral, entre ellas, Anasterias
bién presentan la capacidad de autotomía, que les minuta, Allostichaster capensis, Comasterias lu-
permite desprender un brazo lesionando y regene- rida y Asterina stellifer. A. minuta es un depreda-
rar uno nuevo (Hickman et al., 2001). La mayoría dor generalista muy abundante en el intermareal
de las especies presentan fecundación externa y de costas patagónicas, donde consume una amplia
desarrollo indirecto como Cosmasterias lurida, diversidad de presas, con prevalencia del mejillin
Astropecten brasiliensis, Cycethra verrucosa, Perumytilus purpuratus. Asimismo se encontró
donde los huevos son fecundados externamente un ciclo de alimentación anual influenciado por la
en la columna de agua y desarrollan en larvas que temperatura, con máximas tasas de alimentación
nadan libremente. Algunas especies, predominan- durante el verano (Gil y Zaixso, 2007; 2008). Por
temente de aguas frías, son incubadoras como su parte los hábitos alimenticios de Allostichaster
Anasterias minuta, los huevos fecundados y juve- capensis fueron estudiados por Pucheta y Urban
niles son incubados en la boca (Gil et al., 2011). (1989) y encontraron en su dieta al caracol Tegu-
Existen otras especies que incuban en el estóma- la patagonica, y los mitílidos Lithophaga pata-
go, las gónadas o la superficie aboral. gonica y Aulacomya atra atra. Se han realizado
El comienzo de la embriogénesis sigue el pa- algunas observaciones sobre Comasterias lurida
trón primitivo de los deuteróstomos. La larva y Aulacomya atra atra sería la presa principal
bipinnaria de vida libre presenta bandas ciliadas en la franja infralitoral. La dieta de Asterina ste-
en los brazos, posteriormente adquiere tres bra- llifera fue estudiada en el submareal de Mar del
zos adhesivos y una ventosa, llamándose larva Plata, y se la definió como omnívora y carroñera
braquiolaria la que se fija al sustrato y sufre me- que se alimenta de macroalgas, brioozos, tunica-
tamorfosis. La metamorfosis implica una gran dos y cnidarios, entre otros (Farias et al., 2012).
reorganización, ya que se pasa de una larva de En zonas de la plataforma continental Argentina

299
Echinodermata

Figura 2. Asteroidea. A y B, vista externa oral y oral, respectivamente. C, Anatomía interna con 3 brazos disecados. D, corte
transversal de un brazo de una estrella de mar. E, sistema vascular acuífero. (Figs. A, B y E tomadas de Hickman et al., 2001; C
de Brusca y Brusca, 2003 y D de Moore, 2006)

300
Echinodermata

Diplopteraster clarki es un predador tope, se ali- fuerte impacto sobre la fauna nativa, como por
menta de Ctenodiscus australis, y varias especies ejemplo la declinación de las poblaciones del pez
de caracoles como Odontocymbiola sp., Adelome- Brachionichthys hirsutus, en Tanzania, dado que
lon sp. y Fusitron sp. (Botto et al., 2006). depredan sobre las masas de huevos y/o a las as-
Si bien la digestión extraoral es la más exten- cidias sobre las que los peces desovan. Así mismo
dida, algunas especies carnívoras no evierten su esta especie genera grandes pérdidas económicas
estómago por lo que deben digerir a sus presas en maricultura (ISSG, 2011). Los asteroideos han
enteras luego de haber sido ingeridas (digestión sido utilizados como modelos en ecología expe-
intraoral). Este es el caso de Astropecten brasilen- rimental, biología experimental y del desarrollo.
sis y Luidia lugwigi scotti cuyo comportamiento Han sido usados en estudios de contaminación y
depredador ha sido estudiado en Argentina. Estas de toxicología, bioquímica, calentamiento global
especies habitan principalmente sustratos areno- y acidificación oceánica (Collard et al., 2013;
sos y areno-fangosos siendo capaces de localizar Gonzalez-Bernat et al., 2013).
presas enterradas y de excavar el sustrato para en-
contrarlas. A. brasiliensis ha sido señalada como
el principal depredador de juveniles de mejillón
Clase Ophiuroidea
en bancos circalitorales (Penchaszadeh, 1973). Diversidad
En la zona de Puerto Quequén A. brasieliensis La clase Ophiuroidea es la más diversa dentro
coexiste con L. ludwigi scotti, y la presencia de del phylum Echinodermata. Actualmente existen
diferencias en la dieta y tamaño de las especies cerca de 2064 especies, agrupadas en dos órdenes
presas entre ellas sugiere una repartición de recur- (Euryalida y Ophiuridae) y 16 familias, siendo
sos (Brögger y Penchazadeh, 2008). el orden Ophiuridae y las familias Amphiuridae,
Algunas estrellas de mar son suspensívoras Ophiuridae y Ophiacanthidae las de mayor di-
estrictas (como especies del orden Brisingida) versidad (Sthör et al., 2012). Los estudios sobre
mientras que otras son facultativas y se alimentan diversidad de ophiuroideos en Argentina fueron
de plancton y detritos. En este tipo de alimenta- comenzados por Bernasconi (1965) y Bernasconi
ción, las partículas alimenticias quedan adheridas y D’Agostino (1971). Actualmente se reconocen
a la superficie del cuerpo mediante un mucus y 32 especies en el Mar Argentino. El orden Eur-
son transportados por cilios hasta los surcos am- yalida, conocidos como cestas de mar, esta solo
bulacrales hasta la boca. representado por la familia Gorgonocephalidae
con dos especies (Gorgonocephalus chilensis y
Importancia Astrotoma agassizzi) y el orden Ophiurida con 8
Los asteroideos juegan un rol ecológico de gran familias, siendo la familia Amphiuridae la más di-
importancia en todas las franjas latitudinales, al versa (Brögger et al., 2013).
ocupar diversos niveles de las cadenas tróficas
y en especial actúan como depredadores tope en Morfología
arrecifes rocosos y coralinos. El éxito ecológico Las ofiuras se caracterizan por poseer un dis-
del grupo se atribuye a varias de sus característi- co central aplanado del que irradian cinco brazos
cas morfológicas y de historia de vida, que inclu- largos y finos. Debido que muchas especies au-
yen su crecimiento indeterminado, la ocurrencia totomizan partes del brazo y luego lo regeneran,
de digestión extra e intraoral (que les da la po- también son conocidas como “estrellas frágiles”.
sibilidad de acceder a una dieta muy diversa), la La boca está rodeada de cinco placas que cumplen
rapidez de detección y respuesta ante la presa, y la función de mandíbulas, éstas se construyen por
la capacidad de sujeción al sustrato mediante los osículos especializados. La mayoría de las ofiuras
pies ambulacrales (Salguero y Bonilla, 2010). tienen brazos simples, sin embargo las ofiuras en
El impacto económico y ecológico ocasiona- canasta poseen brazos con ramificaciones imbrica-
do por Asterias amurensis, es de gran magnitud das. Los brazos son articulados y consisten en una
dado que se alimenta vorazmente de organismos serie de segmentos. Cada segmento posee una vér-
marinos como sobre mejillones, vieiras y almejas tebra, y alrededor de ella se ubican placas dorsales,
e incluso sobre peces muertos. Esta especie pre- ventrales y laterales. Los segmentos están articula-
senta una gran capacidad de establecer grandes dos en las vértebras mediante músculos y ligamen-
poblaciones en nuevas áreas, lo que ocasiona un tos. En la cara oral la vértebra posee una hendidura

301
Echinodermata

en la que se ubica el canal hemal, el canal acuífero conectivo cumple la función convencional de li-
y el cordón nervioso radial. En la parte oral, un gamentos para unir osículos adyacentes y como
par de pies ambulacrales emerge por un poro pre- tendones para unir los músculos al endoesquele-
sente en las placas ventrales laterales. Las placas to. El tejido conectivo mutable está relacionado
laterales poseen espinas. El tamaño de las ofiuras con la autotomía típica de porciones de brazos de
llamadas “serpientes de mar” es variable desde po- este grupo de organismos (Hyman, 1955; Byrne,
cos milímetros hasta 70 cm (Hyman, 1955; Byrne, 1994; Hickman et al., 2001).
1994; Hickman et al., 2001) (Figura 3). Sistema vascular acuífero y hemal. El sistema
vascular acuífero está compuesto por los cana-
anatomía les radiales que se ubican en la hendidura en la
Pared corporal. Las ofiuras poseen una pared cara oral de la vértebra y cubierto por placas
corporal organizada en dos partes: el tegumento y ventrales. De esta forma las ofiuras tienen am-
el epitelio celómico. El tegumento está altamente bulacros cerrados en contraste con las estrellas
calcificado y está formado por una cutícula exter- de mar que tiene ambulacros abiertos. El anillo
na, la epidermis y la dermis. La cutícula brinda acuífero origina el canal pétreo que se conec-
protección a la epidermis, la dermis incluye el en- ta con una placa mandibular que se modifica y
doesqueleto, fibras musculares y tejido nervioso. funciona como madreporito. En los brazos, los
El endoesqueleto difiere mucho entre especies y canales radiales dan origen a dos canales latera-
es de carácter taxonómico. El tejido conectivo y les con pies ambulacrales, en general sin vento-
la calcita son los dos compuestos mayoritarios del sas, que emergen por los poros ventrales. Los
endoesqueleto. Las espinas de las placas laterales pies ambulacrales pueden están involucrados en
presentan una gran variedad morfológica. Son fe- la alimentación, intercambio gaseoso, locomo-
nestradas y poseen inervación nerviosa. El tejido ción y percepción sensorial. El sistema hemal

Figura 3. Ophiuroidea. A, vista general aboral de una ofiura. B, Vista oral. C, disco y base un brazo (Figs. A y C tomadas de Moore,
2006 y B de Hickman et al., 2001).

302
Echinodermata

está compuesto por canales y senos hemales. Se cordón nervioso radial se observan engrosados y
encuentra poco desarrollado y aporta poco a la conectados por finos segmentos de tejido nervio-
circulación. Aparentemente su función es la de so en cada segmento de los brazos (Heinzeller y
almacenar nutrientes ya que se han encontrado Welsch, 2001).
depósitos de grasas en ella (Hyman, 1955; Byr- Reproducción y desarrollo. La mayoría son
ne, 1994; Hickman et al., 2001). dioicos aunque no es extraño encontrar formas
Soporte y locomoción. Las ofiuras se trasladan hermafroditas. Las gametas maduras son libera-
moviendo los brazos de a pares hacia adelante y das a las bursas y luego expulsadas al exterior.
fijándolos en el sustrato, avanzan a tirones con Presentan desarrollo indirecto pero algunas espe-
apariencia de serpiente. Los músculos se ubican cies incuban sus crías en el interior de las bursas,
en bandas de forma regular a lo largo del brazo en dentro de los ovarios o en el celoma. En aquellas
las articulaciones por lo que se llaman músculos especies no incubadoras, el desarrollo embrio-
intervertebrales y son los responsables del movi- nario es a través de la larva ofiopluteus. La me-
miento de los brazos. Algunas especies nadadoras tamorfosis no presenta una etapa sésil y ocurre
tienen los brazos muy flexibles y el endoesqueleto cuando la larva es aun nadadora (Ruppert y Bar-
es más poroso, alivianando el peso y facilitando nes, 1996) (Figura 3).
la natación (Hyman, 1955; Byrne 1994; Hickman
et al., 2001). Ecología
Alimentación y digestión. El tubo digestivo es Los ofiuroideos presentan una amplia distribu-
sencillo e incompleto. Las mandíbulas rodean una ción geográfica, son de hábitos bentónicos y se
pequeña cavidad prebucal, en donde se encuen- han adaptado a vivir en diferentes ambientes. Se
tra la membrana peristomial y la boca. El esófa- distribuyen desde el intermareal hasta zonas abi-
go continúa hasta un estomago en forma de saco sales y desde los trópicos hasta los polos, incluso
ocupando la mayor parte del interior del disco. No se han encontrado en chimeneas hidrotermales
hay intestino, ano, ni extensiones del tubo diges- submarinas y en fondos con filtraciones frías de
tivo hacia el interior de los brazos. La digestión metano. La mayoría de las especies suelen estar
extracelular e intracelular, así como la absorción asociadas a sustratos blandos. Pueden ser carní-
se producen principalmente en el interior del es- voros, carroñeros, consumidores de materia sedi-
tómago (Ruppert y Barnes, 1996). Las espinas de mentada o filtradores. La mayoría utiliza varios
los brazos colaboran en la alimentación al proveer procedimientos de alimentación, aunque siempre
una superficie pegajosa para atrapar la comida. Las hay uno que predomina sobre los otros. La mayo-
especies suspensívoras usan el mucus entre las es- ría son carnívoras y se alimentan principalmente
pinas como una tela de araña para atrapar comida. de poliquetos, moluscos y pequeños crustáceos.
Circulación, intercambio gaseoso y excreción. (Ruppert y Barnes, 1996).
El intercambio gaseoso se produce en los pies am- Suelen ser notoriamente abundantes y en al-
bulacrales y en diez sacos internos (bursas) que gunos casos llegan a tapizar casi la totalidad del
representan invaginaciones de la superficie oral fondo marino. La influencia de la depredación es
del disco. El batido de los cilios en las bursas ge- considerada un factor importante en la formación
nera circulación de agua y facilita el intercambio de masas densas de ofiuroideos. Son especies al-
gaseoso. Otras especies levantan y bajan la super- tamente susceptibles a la depredación, principal-
ficie aboral del disco con el mismo fin. Solo unas mente de peces, crustáceos decápodos y estrellas
pocas especies de ofiuras poseen celomocitos con de mar. Evitan el contacto con sus depredadores al
hemoglobina en el sistema ambulacral. Las pare- percibir exudados químicos de los depredadores
des de las bursas son el principal sitio de elimi- o de ofiuras lastimadas. La mayoría habita zonas
nación de desechos. El celoma se encuentra muy crípticas, manteniéndose ocultos, ya sea cubier-
reducido (Ruppert y Barnes, 1996). tos de sedimento en fondos lodosos, o en grietas,
Sistema nervioso y sentidos. El sistema nervio- debajo de rocas, en corales o entre algas. Muchas
so está formado por un anillo circumoral y cordo- especies viven asociadas a otros organismos (epi-
nes nerviosos radiales. A diferencia de los aste- zoicas) como corales, erizos de mar, lirios de mar,
roideos, las ofiuras no tienen el cordón nervioso esponjas e incluso medusas de mar. Muchas de es-
radial expuesto por poseer surcos ambulacrales tas relaciones, por ejemplo aquellas con esponjas,
cerrados. A su vez, los ganglios presentes en el han sido descriptas como comensalismo, donde

303
Echinodermata

la ofiura se beneficia con la protección física y a hábitats marinos, son abundantes y presentan for-
la vez se alimenta de materia depositada sobre la mas de vida variadas (Stöhr et al., 2012).
misma. También se ha observado una simbiosis
heteroespecífica entre ofiuras, donde los juveniles
se hallaron asociadas a adultos de otra especie. No
Clase Echinoidea
obstante esta relación no se mantendría en anima- Diversidad
les adultos. Los erizos de mar se encuentran representa-
La distribución y ecología de ofiuras de Ar- dos por cerca de 1000 especies actuales y más
gentina han sido estudiadas en diferentes zonas de 10.000 especies ya extintas (Kroh y Mooi,
costeras y golfos, entre ellas se destacan los tra- 2011; Appeltans et al., 2012). Usualmente, se los
bajos realizados en el golfo San José y Golfo clasificaban en erizos regulares o irregulares en
San Matías (Zaixso y Lizarralde, 2000), aunque función de la morfología de su caparazón o testa,
también se han realizado observaciones de índole pero actualmente se las clasifica en dos Subclases:
general en Puerto Deseado y Bahía San Sebastián Cidaroidea y Euechinoidea, de acuerdo a criterios
(Bernasconi, 1969). Para los golfos San José y evolutivos. La subclase Cidaroidea es la menos
Golfo Nuevo, se encontró que Amphiura crassi- diversa con un único orden Cidaroida. Este or-
pes presenta una fuerte asociación a sustratos de den incluye a especies primitivas caracterizadas
granulometría muy fina; Ophiactis asperula fue por presentar espinas primarias desprovistas de
la especie más abundante en ambos golfos, con epidermis, muy distanciadas entre si y carecer de
agregaciones asociadas a zonas con altas veloci- branquias. La subclase Euechinoidea comprende
dades de corrientes superficiales y menor aporte a los erizos regulares e irregulares, está compues-
de material fino; Amphiura magellanica se en- ta por catorce órdenes, entre los que se destacan,
contró asociada a sedimentos poco consolidados entre otros, los órdenes de erizos regulares Dia-
siendo más abundante en zonas de alta velocidad dematoida, Arbacioida, Echinothurioida y Cama-
de corrientes superficiales. Por su parte, Ophio- rodonta, y los órdenes de erizos irregulares Ho-
plocus januarii presento la máxima abundancia lasteroida, Spatangoida y Clypeasteroida (Kroh y
en zonas costeras, asociado a sedimentos poco Mooi, 2011).
consolidados con mayor densidad hacia el verano En el Mar Argentino existen registros de 16
(Zaixso y Lizarralde, 2000). También ha sido se- especies. Dos pertenecen a la subclase Cidaroi-
ñalada como una especie micrófaga suspensívora dea, representados por especies del género Aus-
(Brögger, 2011). trocidaris y el resto a la subclase Euechinoidea.
La mayor diversidad se registra en los erizos
Importancia irregulares, siendo el orden Spatangoida (erizos
Representan un eslabón muy importante en las acorazonados) el de mayor diversidad con ocho
cadenas tróficas debido a su gran variedad de es- especies, representados por los géneros Trypilus,
tratégicas alimenticias. No presentan interés co- Abatus y Trypilaster, seguido por Camarodonta
mercial como otros grupos de equinodermos. No que incluye a erizos regulares como Pseudechi-
obstante dada su gran abundancia pueden ser uti- nus magellaninus, Loxechinus albus, Sterechinus
lizadas como indicadores de impacto ambiental. neumayeri y S. agassizii. El orden Arbacioida se
El incremento sostenido en la abundancia pobla- encuentra representado por Arbacia dufresnii, y
cional de Amphiura filiformis en sustratos blandos el orden Clypeasteroida representado por el dó-
del Mar del Norte, estaría asociado a la eutrofiza- lar de mar Encope emarginata (Bernasconi 1953;
ción resultando en un mayor aporte de alimento Brögger et al., 2013).
hacia esta especie. Asimismo, es importante el
efecto de la sobrepesca del lenguado, su principal Morfología
depredador. La remoción de materia orgánica por Los erizos de mar se caracterizan por tener un
parte de estos suspensívoros podría haber alivia- caparazón rígido formado por placas calcáreas
nado los efectos negativos de la eutrofización y estrechamente yuxtapuestas. Los equinoideos ca-
condiciones anóxicas asociadas (Uthicke et al., recen de brazos pero mantienen la simetría pentá-
2009). Asimismo son consideradas un grupo taxo- mera en el caparazón ya que poseen cinco áreas
nómico clave para estudios macroecológicos o de ambulacrales que alternan con áreas interambu-
biogeografía debido a que ocurren en diferentes lacrales. Los pies ambulacrales surgen de poros

304
Echinodermata

en las placas más angostas, mientras que otros y otros poseen espinas largas y puntiagudas (Hy-
apéndices como pedicelarios y espinas móviles man 1955; Cavey y Markel, 1994; Hickman et al.,
se encuentran en placas más anchas. Los erizos 2001) (Figura 4).
regulares presentan una forma globosa y de sime-
tría radial. Los erizos irregulares (dólares de mar Anatomía
y acorazonados) presentan una simetría bilateral Pared corporal. El caparazón o testa está for-
secundaria. En la cara oral se ubica un aparato mado por 10 hileras de placas calcáreas dobles
masticador complejo formado por cinco dientes unidas firmemente entre sí que convergen en la
denominado linterna de Aristóteles. Alrededor de cara oral y aboral del cuerpo. El tegumento de
la boca en la membrana peristomial se encuentran los erizos de mar consiste únicamente en la epi-
diez pies ambulacrales modificados que tendrían dermis. La dermis posee el endoesqueleto que es
funciones sensoriales y de colaboración en la cap- similar al de otros equinodermos en estructura y
tura y agregación del alimento. En la cara aboral composición. Sin embargo, los dientes de la lin-
esta el periprocto, donde se ubica el ano, cinco terna de Aristóteles están altamente calcificados.
pequeñas placas ocelares y cinco placas genitales Las espinas pueden ser primarias, secundarias o
con sus gonoporos, siendo una de estas placas la milarias. Las espinas primarias y secundarias son
que funciona además como madreporito. En los utilizadas para la protección, locomoción y exca-
erizos irregulares, el periprocto y el ano se ha des- vación. Mientras que las milarias secretan mucus
plazado del centro de la cara aboral, alcanzando para atrapar materia particulada. Algunas especies
en algunas especies la cara oral. Las placas am- poseen espinas secundarias pigmentadas, estas
bulacrales se encuentran modificadas en la cara espinas pueden contener veneno utilizadas como
aboral formando un patrón similar a una flor defensa. Los pedicelarios suelen ser tridentados y
(ambulacros petaloideos). Los pies ambulacra- pedunculados, y su función es mantener el cuer-
les ubicados en estas placas presentan funciones po limpio y colaborar con la captura de alimento
respiratorias. El tamaño de los erizos de mar es (Hyman, 1955; Cavey y Markel, 1994; Hickman
variable desde pocos centímetros hasta los 15 cm et al., 2001).
de diámetro. Algunos poseen espinas diminutas Sistema vascular acuífero y hemal. Los surcos

Figura 4. Echinoidea. A, anatomía interna de un erizo de mar. B, detalle de una parte del endoesqueleto (Figuras A y B tomadas
de Hickman et al., 2011).

305
Echinodermata

ambulacrales son cerrados, por lo tanto los cana- erizos acorazonados, la boca ha migrado en senti-
les radiales del sistema vascular acuífero corren do anterior. Desde la boca se prolonga el esófago
justo por debajo del caparazón en las placas am- que se continúa en un intestino largo. En la zona
bulacrales. El sistema es muy similar al de los de transición entre el esófago y el intestino, en
asteroideos, los canales se ramifican del canal algunas especies, se prolongan ciegos. El intes-
circumoral y terminan en el tentáculo terminal. tino se estrecha en un corto recto que desemboca
Los pies ambulacrales están provistos de ampo- en el ano. Las paredes del intestino y los ciegos
llas terminales y están involucrados en la respira- producen enzimas digestivas y la degradación del
ción, quimiorrecepción y locomoción. El sistema alimento es principalmente extracelular (Brusca y
hemal es muy similar al de los asteroideos, corre Brusca, 2003). Existen diferentes especializacio-
a lo largo del estómago e intestino desde el ani- nes del tracto digestivo en función de los distintos
llo oral hacia el conducto axial y el canal pétreo hábitos alimenticios (Lawrence, 1987).
hacia la superficie aboral de la testa o caparazón Circulación, intercambio gaseoso y excreción.
(Hyman, 1955; Cavey y Markel, 1994; Hickman El líquido celomático es el principal medio cir-
et al., 2001). culatorio y presenta abundantes celomocitos. En
Soporte y locomoción. La locomoción de los los erizos regulares las branquias peristomiales
erizos se realiza por la combinación de los pies (evaginaciones muy ramificadas de la pared del
ambulacrales y las espinas. Poseen una coordina- cuerpo) son el sitio principal de intercambio ga-
ción muy fina que le permite caminar sobre dis- seoso. Los pies ambulacrales también intervienen
tintos tipos de sustratos, inclusive en superficies en la respiración. En los erizos irregulares los pies
verticales. Cada espina posee músculos en la base de los ambulacros petaloideos desempeñan esta
de la misma y los pies ambulacrales se mueven de función. Los celomocitos participan activamente
manera muy similar a los de las estrellas de mar en la excreción (Brusca y Brusca, 2003).
(Hyman, 1955; Cavey y Markel, 1994; Hickman Sistema nervioso y sentidos. El sistema ner-
et al., 2001). vioso está formado por una anillo circumoral y
Alimentación y digestión. Los equinoideos cordones nerviosos radiales. Al igual que las ofiu-
pueden clasificarse en herbívoros, suspensívoros, ras, tienen el cordón nervioso radial interno por
detritívoros y unas pocas especies depredadoras. poseer ambulacros cerrados. El sistema nervioso
La mayoría de los erizos regulares dependen de la de los equinoideos no ha sido estudiado en tanto
linterna de Aristóteles para alimentarse. El mismo detalle como el de otras clases, sin embargo se
está constituido por un complejo de músculos y presume que posee una morfología similar al res-
placas calcáreas que controlan la protacción, re- to (Heinzeller y Welsch, 2001).
tracción y movimiento de raspado de los cinco Reproducción y desarrollo. Generalmente, los
dientes, que asoman por la boca. A medida que los equinoideos son dioicos. Los erizos regulares
dientes son desgastados por el uso, son regene- presentan cinco gónadas en las zonas interambu-
rados a partir de los sacos dentarios. La mayoría lacrales mientras que algunos erizos irregulares,
de las especies que presentan linternas bien desa- como los acorazonados, han perdido dos de ellas.
rrolladas utilizan sus dientes para raer algas del En general la fertilización es externa y el desarro-
sustrato o material de origen animales, cortándolo llo indirecto, aunque hay especies de aguas frías
en porciones de tamaño adecuado. incubadoras que presentan desarrollo directo. La
La mayoría de los erizos irregulares, excavan larva planctónica de los erizos se conoce como
galerías en sedimentos blandos y se alimentan de equinopluteus. Esta larva presenta seis pares de
partículas orgánicas y porciones de algas o detri- brazos alargados y a diferencia de lo que ocurre
tos en suspensión o material orgánica en sedimen- con los asteroideos, no hay una fase fija y la meta-
to. Muchas especies utilizan los podios recubier- morfosis a juveniles ocurre muy rápido (Ruppert
tos de moco para la captura de alimento, el que y Barnes, 1996).
es transportado por los surcos alimentarios hacia En Argentina, el erizo regular Arbacia dufres-
la boca. nii, en Golfo Nuevo, presenta dos periodos repro-
El sistema digestivo es un tubo simple que se ductivos uno en primavera y otro en verano. Tanto
extiende desde la boca, ubicada en centro de la la gametogénesis como el desove son sincrónicos
cara oral, hasta el ano, situado aboralmente. En entre sexos (Brögger et al., 2010). De manera
algunas especies de erizos irregulares, como los similar, Pseudechinus magellanicus en el Canal

306
Echinodermata

Beagle (54ºO, 50’S) presenta dos periodos repro- desarrollado hábitos carroñeros y pueden presen-
ductivos, el mayor se observa entre finales del in- tan tendencia a la carnivoría. Estos mecanismos
vierno y principios de la primavera seguido por de alimentación variados han propiciado la pre-
un nuevo periodo de proliferación y maduración sencia de altas densidades en algunas poblaciones
de gametas que se extiende entre la primavera y el y la ocupación de diversos ambientes marinos.
verano (Orler, 1992). La población de Golfo Nue- Los erizos irregulares, en cambio, se alimentan de
vo presenta un desove principal en invierno y otro materia orgánica particulada capturada por pies
menor en verano (Marzinelli et al., 2006). La bio- ambulacrales y luego llevada hacia la boca a tra-
logía reproductiva de las poblaciones de Loxechi- vés de canales alimenticios (como Encope margi-
nus albus de Canal Beagle han sido intensamente nata), o a través de la ingesta de sedimento como
estudiadas (Orler, 1992; Pérez et al., 2010). Sus en el erizo acorazonado Abatus cavernosus.
ciclos reproductivos se encuentran influenciados Los estudios ecológicos sobre erizos de mar en
por el fotoperiodo y la productividad primaria. Argentina se han centrado en el estudio de pobla-
Presenta dos máximos, el primero de ellos se co- ciones de aguas someras, aunque se han realizado
rresponde con la maduración gonadal (invierno), observaciones en especies que habitan profundi-
y el segundo con el incremento de fagocitos nu- dades de hasta 100 metros. Se han estudiado as-
tritivos (células de reserva) en otoño (Pérez et al., pectos de su distribución, estructura poblacional,
2010). El erizo irregular Abatus cavernosus pre- comportamiento trófico y asociaciones ecológi-
senta dimorfismo sexual e incuba a los embriones cas. Las especies más estudiadas corresponden a
dentro de cuatro ambulacros petaloideos excava- los erizos regulares Pseudechinus magellanicus
dos ubicados en la cara aboral. En la ria Deseado, y Arbacia dufresnii. El erizo Pseudechinus ma-
esta especie presenta un ciclo anual, con desoves gellanicus habita desde el intermareal en pozas
entre mayo y julio. El periodo de incubación es de de mareas, hasta los 340 metros de profundidad.
9 meses, y los juveniles son liberados durante el En Patagonia Central y sur de Argentina es muy
verano (Gil et al., 2009) (Figura 4). abundante, y su distribución se asocia con bosques
de cachiyuyo (Macrocystis pyrifera). Presenta
Ecología una dieta principalmente omnívora, influenciada
Los equinoideos presentan una amplia distri- por la comunidad en la que se haya presente (Pen-
bución geográfica y batimétrica, se encuentran chaszadeh et al., 2004). Por su parte el erizo verde
desde el intermareal hasta los 5000 metros. Ha- A. dufresnii presenta tendencia a la carnívora en
bitan diferentes fondos, la mayoría de los erizos ambientes de aguas moderadamente profundas
regulares habitan fondos rocosos y/o de sustratos como los bancos circalitorales de mejillón donde
móviles, y los irregulares como los dólares de mar esta especie presenta un rol ecológico importante
y erizos acorazonados entre otros, son exclusivos consumiendo intensamente los reclutas del mis-
de fondos blandos donde suelen enterrarse. Mu- mo (Penchaszadeh y Lawrence, 1999). Esta espe-
chas de las diferencias morfológicas entre erizos cie también ha sido descrita como herbívora en el
regulares e irregulares están asociadas a diferen- sur de Chile, observándose así la plasticidad que
cias en la forma de vida y de alimentación. Algu- presenta la especie en su comportamiento trófico
nas poblaciones de erizos regulares expuestos al (Newcombe et al., 2012).
oleaje han desarrollado hábitos excavadores para Los erizos irregulares más estudiados en Argen-
enterrarse levemente, mientras que aquellas espe- tina son el dólar de mar Encope emarginata, sobre
cies no expuestas suelen presentar hábitos críp- el que se han realizado estudios demográficos en
ticos (Lawrence, 1987). Muchas especies, como fondos frente a Mar del Plata, y los erizos acora-
Pseudechinus magellanicus, han desarrollado un zonados Trypilaster philippii y Abatus caverno-
comportamiento cobertor, colocándose algas u sus que habitan fondos arcillosos y areno arcillo-
otros elementos en su cara aboral. sos de la mayoría de golfos patagónicos.
Algunos erizos regulares presentan hábitos se-
dentarios y obtienen su alimento de materiales Importancia
alimenticios que están a la deriva en corrientes de Los erizos pueden alterar la abundancia, distri-
agua, mientras que otros son raspadores activos, bución y la composición de ensambles de algas
tanto herbívoros u omnívoros, pudiendo combinar e invertebrados, y a raíz de ello pueden afectar
ambas estrategias. Algunas especies también han la productividad de ecosistemas marinos. En tal

307
Echinodermata

sentido, se han registrado cambios en ecosistemas pecies y géneros (Martínez et al., 2013). Hasta la
costeros dominados por corales debido a mortali- fecha se han descrito para el Mar Argentino 28
dades masivas del erizo tropical Diadema (Uthic- especies de pepinos de mar, con un predominio de
ke et al., 2009). Otro caso peculiar se refiere al especies de aguas frías. El orden Dendrochirotida
erizo boreal Strongylocentrotus el que es el prin- es la más diversa con 20 especies, representadas
cipal responsable de cambios demográficos del por los géneros Cladodactyla, Hemioedema, He-
bosque de cachiyuyo. El incremento en la densi- terocucumis, Pseudocnus, Pseudrotasfer, Tra-
dad de estos erizos herbívoros forman verdaderas chythyone, Pentamera, Neopsolidium, Psolidium,
áreas desprovistas de bosque. Este fenómeno no Psolus, Thandarum y Havelockia. Le sigue en
ha sido corroborado en los bosques de cachiyu- importancia el orden Apodida con cinco especies
yo de las costas de Sudamérica, a pesar de pre- de los géneros Chiridota, Taeniogyrus, Trochado-
sentar varias especies de erizos de mar asociadas ta, y Adapta, y por último el orden Molpadiida
(Vásquez y Buschmann, 1997). La bioerosión de que presenta tres especies pertenecientes a los
arrecifes coralinos es otra consecuencia de algu- géneros Paracaudina y Molpadia (Brögger et al.,
nas especies de erizos tropicales. Los incremen- 2013; Martínez et al., 2013). No hay representan-
tos sostenidos de Echinometra mathaei, generan tes de los órdenes Elasipoda y Aspidochirotida en
competencia con otras especies de erizos, redu- Argentina, siendo estos órdenes típicos de aguas
cen la cobertura de corales, y esto se traduce en profundas y mares tropicales respectivamente.
una menor abundancia de peces, aumento de la
bioerosión y disminución de la complejidad es- Morfología
tructural (McClanahan et al., 1996). Los pepinos de mar presentan un cuerpo blando
Las gónadas de los erizos regulares han sido alargado con la boca y el ano en posiciones opues-
consumidas durante los últimos milenios como tas, ligeramente ventrales. Estos organismos pre-
delicatesen o simplemente por necesidad. Loxe- sentan simetría bilateral secundaria, donde se
chinus albus es una de las especies económica- distingue: el trivio en la zona ventral y en con-
mente más importantes en el sistema bentónico tacto con el sustrato, y el bivio en la zona dorsal.
costero del sur de Argentina y Chile. El primer Hay tres áreas ambulacrales en el trivio y dos en
desembarco se realizó en 1957, con una extrac- el bivio. Los pies ambulacrales del bivio suelen
ción de 4000 Tm, de la línea de costa chilena, y estar ausentes o estar modificados como papilas
desde entonces se han ido incrementando. Esta sensoriales.
pesquería se ha expandido y es mantenida por Los tentáculos orales son de 10 a 20 pies ambu-
desembarcos realizados entre 42°-56° S. Este eri- lacrales altamente modificados totalmente retrac-
zo ha sido explotado esporádicamente en el Canal tiles que rodean la boca y colaboran en la alimen-
Beagle, siendo especialmente destinado al mer- tación. La cavidad celomática es espaciosa y llena
cado local, al turismo proveniente de Oriente y de líquido. Este brinda soporte hidrostático puesto
ocasionalmente exportado a Chile (Pérez, 2009). que el endoesqueleto esta poco desarrollado. El
tamaño puede variar de unos pocos centímetros
hasta un metro de longitud (Hyman, 1955; Smi-
Clase HolotHuroidea ley, 1994; Hickman et al., 2001) (Figura 5).
Diversidad
Los pepinos de mar se encuentran representa- anatomía
dos por cerca de 1680 especies, y es la clase con Pared corporal. El tegumento de los pepinos
mayor potencial de encontrar especies nuevas de mar posee una cutícula delgada y la epider-
(Appeltans et al., 2012). La clase se encuentra mis; bajo éste se ubica la dermis. La dermis es
subdividida en cinco órdenes: Apodida, Aspido- similar al de otros equinodermos en estructura y
chirotida, Dendrochirotida, Elasipodida y Molpa- composición. Los osículos del endoesqueleto, son
diida. microscópicos están inmersos en la dermis, y no
Los estudios sobre diversidad de holothuroi- brindan soporte como en otras clases. Al ser tan
deos en Argentina fueron comenzados por expedi- variados y complejos estos osículos poseen ca-
ciones extranjeras en el siglo XIX y continuados rácter taxonómico. Bajo la dermis se encuentra la
por y luego por Bernasconi (1941) y Hernández musculatura circular y bandas musculares longi-
(1981). Recientemente se han descrito nuevas es- tudinales en las zonas interambulacrales que son

308
Echinodermata

las responsables de distender y contraer el cuerpo. Alimentación y digestión. Los pepinos de mar
Sistema vascular acuífero y sistema hemal. El extienden sus tentáculos ramificados y los agitan
sistema vascular acuífero es similar al de los otros sobre el fondo o los mantienen dentro de una co-
equinodermos. Sin embargo el madreporito no rriente de agua. Las partículas alimenticias que-
posee contacto con el exterior y se abre en el inte- dan retenidas en las papilas adhesivas de la su-
rior del cuerpo, de esta forma el líquido dentro del perficie de los tentáculos, para luego introducirlas
sistema es de origen celomático. El sistema hemal en su faringe. El sistema digestivo es completo.
está mejor desarrollado que en las otras clases. La boca está situada en el centro de la membrana
Del anillo hemal irradian los vasos radiales a las bucal que hay entre la base de la corona de ten-
zonas ambulacrales. Existen dos vasos, uno ven- táculos. La boca se continúa con la faringe, cuya
tral y otro dorsal que se encuentran paralelos al porción más anterior está rodeada por un anillo de
intestino y están relacionados con la absorción de osículos calcáreos. Este anillo sirve de apoyo a la
nutrientes. En el vaso dorsal existen expansiones faringe y al canal anular, y también actúa como
que bombean el líquido desde el vaso al intestino, zona de inserción muscular. Continúa un esófago
sin embargo la circulación es lenta (Hyman, 1955; y luego un estómago, aunque en algunas especies
Smiley, 1994; Hickman et al., 2001). puede estar ausente. Presentan un intestino largo
Soporte y locomoción. La locomoción se lleva a y enrollado donde se produce la digestión y la
cabo utilizando los pies ambulacrales, en algunas absorción (Ruppert y Barnes, 1996). En el Mar
especies los pies ambulacrales locomotores están Argentino, se ha estudiado la alimentación sedi-
distribuidos por igual en los cinco ambulacros mentívora y la evisceración de Chiridota pisanii
o por todo el cuerpo pero la mayoría los posee (Hernández, 1985).
únicamente en el trivio. Las especies excavadoras Circulación, intercambio gaseoso y excreción.
pueden perder todos los pies ambulacrales excep- Presentan un amplio celoma revestido de perito-
to los tentáculos orales (Hyman, 1955; Smiley, neo ciliado que contribuye a la circulación inter-
1994; Hickman et al., 2001) na. Algunos celomocitos contienen hemoglobina.

Figura 5. Holothuroidea. A, anatomía externa. B, anatomía interna. (Fig. A tomado de Moore, 2006 y B de Hickman et al., 2001)

309
Echinodermata

El intercambio gaseoso ocurre en los árboles res- et al., 2013). Éstas, presentan en general hábitos
piratorios, ubicados en el celoma y unidos a la nocturnos y pueden ser reptantes, excavadoras o
cloaca. Las especies que carecen de árboles respi- incuso algunas especies presentan adaptaciones
ratorios obtienen el oxígeno a través de la super- a la natación. Aquellas especies que son de há-
ficie corporal y pies ambulacrales. El amoniaco bitos reptantes están asociadas a fondos duros y
se elimina a través de los árboles respiratorios. desarrollan una superficie ventral con musculatura
Las partículas de desecho se transportan por los que colabora con el desplazamiento o a menudo
celomocitos a los árboles respiratorios, intestino funcionan como ventosas. Los representantes de
y conductos genitales por donde salen al exterior los órdenes Aspidochirotida y Dendrochirotida
(Ruppert y Barnes, 1996). presentan podias con ventosas que colaboran en la
Sistema nervioso y sentidos. El sistema nervio- movilidad. En tal sentido, Psolus patagonicus ha-
so de esta clase ha sido ampliamente estudiado. bita fondos rocosos e incluso se la puede encontrar
Al igual que el resto de las clases está formado adherida a las frondes del cachiyuyo Macrocystis
por una anillo circumoral y cordones nerviosos pyrifera en el sur de nuestro país. Otras especies
radiales y posee variados tipos de células neuro- son sedentarias y viven enterradas en fondos blan-
nales así como también células gliales radiales dos asomando solo los podía bucales que los em-
de al menos dos tipos. Al igual que las ofiuras y plean para capturar alimento como Hemoiedema
los erizos, los pepinos de mar poseen ambulacros spectabilis de Puerto Deseado. Las especies del
cerrados, por lo tanto los cordones nerviosos ra- género Chiridota presentan hábitos excavadores
diales son internos (Heinzeller y Welsch, 2001). y su distribución está condicionada por el tipo
Reproducción y desarrollo. Son dioicos aunque de sedimento. Chiridota pisanii habita sustratos
hay especies hermafroditas. Son los únicos equi- móviles limo-arcillosos con canto rodado e inclu-
nodermos que presentan una única gónada. En so es frecuente en grampones de M. pyrifera. La
general, presentan fecundación externa y desa- distribución de Chiridota marenzelli y Pentamera
rrollo indirecto a través de una larva denominada chiloensis ha sido estudiada en el Golfo San José y
auricularia (Hickman et al., 2001). Algunas espe- sur del Golfo San Matías por Zaixso y Lizzaralde
cies incuban sus crías en la superficie del cuerpo, (2000) y se encontró una fuerte asociación de estas
mientras que otras lo hacen en el interior del ce- especies con sedimentos finos.
loma (Ruppert y Barnes, 1996). En Argentina, se Los pepinos de mar son presa de peces y estre-
han estudiado aspectos reproductivos de la espe- llas de mar entre otros. No obstante, han desarro-
cie incubadora Psolus patagonicus. Esta especie llado estrategias para disminuir la presión de la
exhibió un ciclo reproductivo anual con un evento depredación como son los mecanismos de esca-
de desove en el verano tardío/otoño (Martínez et pe a través de evisceración, o de defensa como
al., 2011) (Figura 5). los túbulos de Cuvier (típico de especies del or-
den Aspidochirotida), e incluso han desarrollado
Ecología defensas químicas (toxinas) efectivas. Existen
Los pepinos de mar se presentan principalmente muchas especies que viven como comensales o
asociados a los fondos marinos (bentónicos), desde parásitas en los pepinos de mar, sobre todo en la
la zona litoral hasta zonas abisales. Se encuentran región de la cloaca, entre ellas podemos citar a
ampliamente distribuidos en todos los océanos, gusanos planos, cangrejos, tanaidaceos, polique-
siendo particularmente abundante en los arrecifes tos y algunos peces. No se han descrito hasta la
coralinos. Son principalmente detritívoros, tanto fecha relaciones de comensalismo en holoturias
de partículas en suspensión como de aquellas que del Mar Argentino.
se encuentran en el sedimento. En general, el tipo
de sustrato, en conjunto con otras variables am- Importancia
bientales como corrientes dominantes, temperatu- La importancia ecológica de los pepinos de mar
ra, salinidad del agua y profundidad, influencian la está relacionada a la bioturbación (movilidad) de
distribución de los pepinos de mar. La diversidad materia orgánica en los sedimentos y en la trans-
de fondos que podemos encontrar en las costas de ferencia de energía y material en la interfase agua/
Argentina, como así también en la plataforma con- sedimento.
tinental Argentina propicia el hábitat de muchas La importancia económica de los pepinos de
especies de holoturias (Hernández, 1981; Brögger mar, radica en la comercialización de la pared del

310
Echinodermata

cuerpo, también conocida como beche de mer o está formado por placas articuladas unidas entre
trepang. Su pesca se basa principalmente en una sí por medio de ligamentos. En la base del pedún-
treintena de especies, entre las más de mil existen- culo se encuentran los cirros, también articulados
tes. Esta actividad tiene una larga historia en la tra- que fijan al organismo al sustrato. Las comátulas
dición culinaria y la medicina china y japonesa. Se conservan los cirros y se movilizan y adhieren al
valoran más aquellas especies que alcanzan gran sustrato con ellos. Del disco central o cáliz irra-
tamaño. La pared del cuerpo sufre un proceso de dian cinco brazos flexibles que se ramifican en
curación llamado trepang, obteniendo un producto muchos otros cada uno con pínnulas laterales con
con alto valor nutritivo debido al alto contenido una morfología similar a una pluma. Las pínnulas
de proteínas y bajo contenido de grasas. Adicio- son articuladas y dentro de ellas se prolonga un
nalmente, contienen compuestos biológicamente surco ambulacral abierto con posee placas móvi-
activos que son utilizados en patologías tales con les llamadas lóbulos que pueden cerrar en parte el
HIV, cáncer, artrosis, entre otros (Chen, 2003). surco ambulacral. La boca se encuentra en el cen-
tro del cáliz, de esta forma la boca no se encuentra
hacia el sustrato. El ano se encuentra en una pro-
Clase Crinoidea minencia sobre una placa oral llamada cono anal.
Diversidad La cavidad interna está dividida por mesenterios
La clase Crinoidea, es la más antigua y menos calcificados en cinco espacios comunicados entre
diversa con cerca de 623 especies actuales (Ap- sí en la cara oral de los brazos, el pedúnculo y los
peltans et al., 2012) y más de 5000 especies fó- cirros (Hyman, 1955; Heinzeller y Welsch, 1994;
siles. Los representantes actuales se encuentran Hickman et al., 2001) (Figura 6).
dentro de la Subclase Articulata y en los órdenes
Comatulida, Cyrtocrinida, Hyocrinida e Isocri- anatomía
nida (Messing, 2013). Los comatúlidos incluyen Pared corporal. En los crinoideos la epidermis
principalmente a especies libres, sin pedúnculos y está muy poco desarrollada, bajo ella se encuentra
constituyen el grupo dominante en la actualidad. la dermis con el endoesqueleto denominado teg-
Son las más diversas (~ 500 especies) y típicas en men por su alta calcificación. El endoesqueleto es
aguas cálidas de los océanos Pacífico e Índico y similar al de las otras clases de equinodermos en
se las puede encontrar en aguas someras, como función y estructura (Hyman, 1955; Heinzeller y
arrecifes coralinos o intermareales, y zonas pro- Welsch, 1994; Hickman et al., 2001).
fundas. El resto de los órdenes incluye crinoideos Sistema vascular acuífero y hemal. El sistema
pedunculados denominados vulgarmente “lirios vascular acuífero es similar al de los otros equino-
de mar”. Estos se encuentran fuertemente asocia- dermos. Sin embargo no poseen madreporito, en
dos a zonas batiales (Ameziane y Roux, 1997). cambio poseen numerosos poros en el tegmen co-
La ausencia de crinoideos pedunculados en zonas nectados con el celoma. Del anillo surgen los ca-
litorales ha llevado a pensar que tanto una intensa nales radiales que recorren los brazos por el surco
presión de depredación o competencia ha sido la ambulacral y se comunican con los pies ambula-
responsable de la actual distribución restringida a crales que carecen de ampollas y canales laterales.
aguas profundas. Los pies ambulacrales colaboran en la alimenta-
En el Mar Argentino, la diversidad de crinoi- ción junto con el epitelio ciliado que cubre los
deos es baja y se registra la presencia de tres es- surcos ambulacrales. El sistema hemal está muy
pecies de comatúlidos: Phrixometra nutrix, Iso- poco desarrollado y consiste en un anillo oral co-
metra vivipara (Mortensen, 1920), y Bathycrinus nectado con vasos que corren en los mesenterios
australis recientemente encontrada en el talud y con dos vasos radiales que surgen hacia cada
continental argentino (Eléaume et al., 2012). brazo (Hyman, 1955; Heinzeller y Welsch, 1994;
Hickman et al., 2001).
Morfología Soporte y locomoción. Los lirios de mar pueden
Los crinoideos pueden ser sésiles con un cuer- únicamente realizar oscilaciones del pedúnculo y
po formado por un pedúnculo basal de fijación ligeras flexiones en los brazos. Las comátulas son
y la corona (lirios de mar) o de vida libre con capaces de reptar con los cirros basales (Hyman,
brazos largos muy ramificados (comátulas). El 1955; Heinzeller y Welsch, 1994; Hickman et al.,
pedúnculo puede medir hasta 1 m de longitud y 2001).

311
Echinodermata

Figura 6. Crinoidea. A, vista externa de un crinoideo pedun-


culado. B, vista oral del cáliz. C, anatomía interna del disco
central y la base de un brazo (Figs. A y B tomadas de Hickman
et al., 2001 y C de Brusca y Brusca, 2003)

Alimentación y digestión. Los crinoideos son pínnulas y los pies ambulacrales forman una ma-
suspensívoros y mientras colectan su alimento lla relativamente compacta que permite una pro-
mantienen los brazos y pínnulas extendidos y los ceso de filtrado eficiente.
pies ambulacrales erectos. Los pies presentan pa- La boca se continúa en un esófago corto y lue-
pilas productoras de moco y forman triadas com- go al intestino. El tramo final del intestino gira
puestas por tres pies ambulacrales ubicadas a lo hacia arriba y a través de un corto recto se abre al
largo de las pínnulas. La función de las triadas du- exterior mediante el ano ubicado en un cono anal
rante la alimentación varía en función de su loca- (Ruppert y Barnes, 1996).
lización en las pínnulas. El alimento se transporta Circulación, intercambio gaseoso y excreción.
a los largo del surco ambulacral por la acción de El celoma presenta varios espacios intercomuni-
las cilias. Mientras se encuentran filtrando, las cados. Los pies ambulacrales y la superficie de

312
Echinodermata

los brazos son los principales sitios de intercam- tradores. Algunos comatúlidos presentan hábitos
bio gaseoso. Los desechos son transportados por alimenticios diurnos, mientras otros extienden
los celomocitos hasta unos sáculos próximos a los las puntas de los brazos para alimentarse o se
surcos ambulacrales y se cree que periódicamente movilizan solo de noche cuando hay menos de-
son vaciados al exterior (Ruppert y Barnes, 1996). predadores. Algunas formas prefieren y buscan
Sistema nervioso y sentidos. El sistema nervio- zonas con corrientes para alimentarse (reofílicas)
so está formado por el anillo circumoral y los cor- mientras que otras no (reofóbicas). Se los puede
dones nerviosos radiales en los brazos. Este siste- encontrar en diversos lugares como adheridos al
ma ha sido poco estudiado (Heinzeller y Welsch, sustrato usando sus brazos o cirros o ambos, en
1994). el interior de cuevas o pequeños orificios, debajo
Reproducción y desarrollo. Presentan un alto de rocas, o adherirse con cirros a otros inverte-
grado de regeneración similar al de los asteroi- brados (epizoicos) como por ejemplo, corales.
deos y ofiuroideos. Pueden regenerar las partes En zonas poco profundas y dado que presentan
perdidas en pocas semanas. Se cree que este me- numerosos brazos, suelen ofrecer protección a
canismo los permite sobrevivir a la depredación. otros invertebrados pero también están someti-
Todos son dioicos, no presentan gónadas sino que dos a una intensa depredación principalmente
las gametas se forman en el epitelio germinal ubi- por parte de peces. Se ha descrito además una
cado en el celoma localizado en las pínnulas. La relación de simbiosis obligada entre crinoideos
fecundación es externa y el desarrollo indirecto a y mizostómidos, un grupo de anélidos parásitos.
través de larva vitelaria. La larva no se alimenta No hay antecedentes de estudios ecológicos en
por un tiempo hasta que se fija y comienza una especies del Mar Argentino posiblemente debido
larga metamorfosis que da como resultado un pe- a la dificultad en su hallazgo.
queño crinoideo sésil. Algunas especies de aguas
frías incuban sus huevos en las paredes de los bra- Importancia
zos o pínnulas (Ruppert y Barnes, 1996). Se han Son importantes en el estudio de la biología del
estudiado los hábitos de incubación de Isometra desarrollo ya que son los únicos de los equino-
vivipara en el Mar Argentino (Mortensen, 1920) dermos que retienen el celoma tripartito primitivo
(Figura 6). (Mooi y David, 1998). Presentan relevancia pa-
leontológica ya que se han originado en el Cám-
Ecología brico y fueron un componente dominante y diver-
Los crinoideos son animales bentónicos, sési- so en la fauna bentónica del Paleozoico (Hess y
les o de vida libre y de hábitos micrófagos fil- Messing, 2011).

313
Echinodermata

GLOSARIO
Espinas: Proyecciones calcáreas externas largas, mas o Papilas: Pequeñas estructuras que se presentan sobre alguna
menos cilíndricas o cónicas y frecuentemente afiladas; parte del cuerpo. Pueden ser clasificadas según la región
pueden tener diferentes formas y tamaños. Son móviles, donde se localicen.
articuladas y ligadas al endoesqueleto, algunas veces
Pies ambulacrales/podios: Parte terminal del sistema vascu-
parecen fundidas a él. En los asteroideos están presentes
lar acuífero. Órganos musculares, suaves, extensibles y
en todo el cuerpo.
en forma de dedo que se proyectan entre los osículos.
Estereoma: red o cavidad interna ubicada en las perforacio-
Membrana peristomial/peristoma: Área que rodea la boca.
nes de los osículos. Generalmente ocupados por fibras y
células dérmicas.   Pápulas: Proyecciones en forma de dedo o de guante, sua-
ves, hundidas y retractiles a través de los poros inters-
Madreporito: Poro o placa cribosa del sistema vascular
ticiales de la pared del cuerpo; la mayoría de las veces
acuífero que comunica el canal pétreo con el exterior.
se encuentran confinadas hacia el área abactinal. Tienen
Osículo: Cada unidad calcárea que compone el endoesque- función respiratoria.
leto a excepción de los ornamentos superficiales los
Pedicelarios: Pequeños apéndices articulados, situados so-
cuales reciben nombres específicos (espinas, espínulas,
bre la superficie externa del cuerpo. Se pueden presentar
pedicelarios, etc.). Cada osículo está formado a partir de
de muchas formas y con un número variado de valvas.
un cristal único de calcita.

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316
TUNICATA
Marcos Tatián,
María C. Daponte,
Ricardo Sahade
y Graciela B. Esnal

INTRODUCCIÓN protege al cuerpo, que puede ser gruesa y opaca


como en la mayoría de los tunicados de vida ben-
El subphylum Tunicata (Phylum Chordata) in- tónica o fina y transparente como en las formas
cluye a las clases Ascidiacea, Thaliacea y Appen- planctónicas. La túnica está constituida funda-
dicularia. El estatus incierto de un cuarto grupo mentalmente por un polisacárido afín a la celulosa
de tunicados bentónicos carnívoros, para algunos de las plantas llamado “tunicina”, infrecuente en
autores considerado como pertenecientes a la cla- el reino animal.
se Sorberacea (Monniot, Monniot y Gaill, 1975), La túnica presenta típicamente dos orificios o
fue resuelto recientemente por técnicas molecula- sifones: oral (inhalante o branquial) y cloacal (ex-
res que incluyeron a estos organismos dentro de halante o atrial), que se encuentran generalmente
Ascidiacea (Tatián et al., 2011). Balfour (1881) próximos (Ascidiacea) u ocupan los dos polos
reemplazó Tunicata por Urochordata con la in- opuestos del cuerpo (Thaliacea y algunas formas
tención de subrayar la afinidad de estos animales de Ascidiacea).
con los cordados. Sin embargo Urochordata es un Los tunicados son cordados muy particulares:
sinónimo junior (posterior) de Tunicata por lo que en la mayoría de las especies sólo la forma larval,
debería desecharse. con aspecto de un pequeño renacuajo, presenta
Tradicionalmente, Tunicata constituyó un gru- caracteres comunes (homologías) a los cordados,
po de interés como modelo para explicar el ori- que sugieren un origen monofilético en este últi-
gen de los cordados, ya que ocupó una posición mo grupo. Ellos son la cola post anal que contiene
basal dentro de este grupo. Sin embargo estudios la notocorda, esqueleto interno semirrígido y el
moleculares demostraron que los tunicados (y no cordón nervioso dorsal, precursor del cerebro y la
los cefalocordados) son el grupo más relacionado espina neural; con diferente nivel de desarrollo,
a los vertebrados (Delsuc et al., 2008). Asimis- las larvas presentan hendiduras faríngeas, de futu-
mo, la sistemática molecular ha aportado nuevas ra función trófica y respiratoria. Estas característi-
pruebas en relación a la filogenia de estos organis- cas comunes a los estadios larvales de Ascidiacea
mos: análisis de secuencias del gen 18S rRNA no y Thaliacea se mantienen durante todo el desarro-
coinciden en líneas generales con la clasificación llo de Appendicularia, organismos que conservan
tradicional de los tunicados y específicamente su- la apariencia larval en el adulto y por lo tanto, la
gieren un origen parafilético de Ascidiacea. Con cola post anal, la notocorda y el cordón nervioso
algunas limitaciones debidas a una baja resolu- dorsal persisten durante toda la vida. En cuanto a
ción de la herramienta molecular, desde este pun- las hendiduras faríngeas, persisten y adquieren su
to de vista, los tunicados se dividen en tres clados: mayor funcionalidad en el estadio adulto en todos
1) Phlebobranchia (Ascidiacea)+Thaliacea; 2) los tunicados.
Appendicularia; 3) Stolidobranchia (Ascidiacea).
Aunque relacionado al primer clado, la exacta po-
sición filogenética de Aplousobranchia (Ascidia-
CLASE ASCIDIACEA
cea), es difícil de determinar debido a su alta tasa SISTEMÁTICA
evolutiva (Tsagkogeorga et al., 2009). Nuevos Las ascidias acapararon la atención desde la
marcadores moleculares aportarían información antigüedad pero debido a su complejidad estruc-
complementaria para confirmar esta clasificación. tural, fueron identificadas erróneamente con otros
La denominación de “tunicados” que reciben grupos tales como celenterados, briozoarios y
estos animales refiere a la túnica que reviste y moluscos. Por las similitudes entre sus larvas y

317
Tunicata

los renacuajos de anfibios, Kowalevsky (1866) Mondiale des genres d´Ascidies (Monniot y Mon-
asoció por primera vez a estos organismos con los niot, 1972) constituye una herramienta útil que
cordados, promoviendo a partir de allí estudios combina la observación de diferentes caracteres
evolutivos relativos al origen y diversificación de según el nivel de clasificación hasta género. En
este último grupo. ella se incluyeron 14 familias y 156 géneros de
Un punto de vista tradicional de clasificación distribución mundial. Más recientemente, el libro
basado en caracteres morfológicos, incluye tres Coral Reef Ascidians of New Caledonia (Mon-
órdenes dentro de la clase Ascidiacea. Ellos fue- niot, Monniot y Laboute, 1991) provee, a la vez
ron propuestos por Lahille (1886) de acuerdo que una clara explicación de diferentes aspectos
principalmente a diferencias en el saco branquial: de la biología y ecología (incluye simbiosis con
Aplousobranchia (saco branquial simple o pro- algas y diversos usos e impactos de estos orga-
visto de papilas), Phlebobranchia (saco branquial nismos), una clasificación actualizada de las as-
con vasos longitudinales o papilas bifurcadas) y cidias tanto como consejos para su preservación
Stolidobranchia (saco branquial con pliegues y y observación.
vasos longitudinales). Teniendo en cuenta la po-
sición de las gónadas, Perrier (1898) propuso los MORFOLOGÍA
órdenes Enterogona (gónadas en un racimo) y En su estado adulto, las ascidias son animales
Pleurogona (dispuestas a ambos lados del cuer- bentónicos sésiles, coloniales o solitarios. Su de-
po), quedando aquellos como subórdenes. La nominación deriva del griego askidion (antiguo
clasificación de Lahille tiene precedencia sobre recipiente de cuero donde se guardaba el vino), así
la de Perrier; asimismo, las afinidades evolutivas llamada por la forma de saco de la túnica. Las espe-
de esta última clasificación son dudosas, por lo cies solitarias son característicamente sacciformes,
que muchos autores (Van Name, 1945; Monniot, midiendo desde pocos hasta varios centímetros en
Monniot y Laboute, 1991; Ruppert y Barnes, su diámetro mayor. El sifón oral y el sifón cloacal
1996) conservaron los órdenes de Lahille, criterio constituyen lo más relevante de su apariencia ex-
asimismo adoptado en este capítulo. terna. Las especies coloniales por el contrario se
En la actualidad se han descripto alrededor de presentan como masas de forma indefinida, depri-
2.500 especies de ascidias, distribuidas en todos mida o esférica las cuales incluyen a los individuos
los óceanos (Tsagkogeorga et al., 2009). Para la o zooides cuya morfología es similar a la de los
clasificación e identificación de ejemplares, la Clé ejemplares solitarios (Figura 1: A, B y C).
Figura 1. Plan corporal de
Ascidiacea. A, B, tipos de
zooides en ascidias colo-
niales. C, ascidia solita-
ria y zooides de ascidias
coloniales (Styelidae).
Modificada de Ruppert y
Barnes, 1996.

318
Tunicata

Las colonias pueden tener diferentes grados de Los zooides presentan el cuerpo entero o divi-
organización: en algunos casos los zooides están dido en dos (tórax, que contiene el saco branquial
comunicados por medio de estolones o están com- y abdomen, que contiene el tracto digestivo y las
pleta o parcialmente incluidos en la matriz de la gónadas) o incluso tres partes (tórax, abdomen y
colonia; asimismo, cada individuo de la colonia post-abdomen, que contiene las gónadas), como
puede abrir separadamente al medio o bien estar se observa en la Figura 1. El estado embrionario
reunidos, presentando aperturas cloacales comu- es generalmente una larva de unos pocos mi-
nes. crómetros de tamaño: en ella pueden advertirse
La túnica es transparente, opaca o presenta una el cordón nervioso y la notocorda a lo largo de
amplia variedad de colores. Asimismo, su textura la cola post anal mientras que en la “cabeza” se
y consistencia es variable, alcanzando diferentes ubica el centro nervioso embrionario (un ocelo y
niveles de espesor, rugosidad y resistencia. La un estatocisto) y la faringe branquial, no abierta
disposición de la tunicina en láminas delgadas al medio hasta tanto la larva se fije y ocurra la
orientadas en ángulos diferentes proporciona re- metamorfosis que derivará, entre otros cambios
sistencia y elasticidad, constituyendo un soporte profundos, en el comienzo de la alimentación sus-
para el animal. A menudo la túnica incluye mate- pensívora.
rial propio del zooide (espículas calcáreas) o ex- Para la función trófica existe un órgano, la fa-
terno a él, desde arena hasta organismos epibion- ringe o saco branquial, constituido por una malla
tes (invertebrados, huevos, micro y macroalgas o con perforaciones (estigmas) y cubierto interna-
comúnmente otras ascidias, Figura 2). mente por una red mucosa adhesiva que se rege-
Además de tunicina, la túnica contiene proteí- nera continuamente. El mucus es producido en un
nas, carbohidratos, agua, células sanguíneas y surco ubicado ventralmente en el saco branquial
vasos. No muda con el crecimiento, crece y se llamado endostilo (antecesor de la glándula tiroi-
repara por acción de las células sanguíneas y la des: libera proteínas yodadas aumentando la tasa
epidermis. metabólica y el crecimiento). El paso de agua a
través del saco branquial y la red mucosa adhe-
siva (con aperturas de poro entre 0,1 y 0,3 µm)
posibilita, al mismo tiempo que la retención de
partículas que sirven de alimento, el intercambio
gaseoso. El movimiento de agua y de la red mu-
cosa se asegura por el batido de cilios laterales (en
los estigmas), frontales (en los vasos sanguíneos)
y de flagelos (en el endostilo). Para una función
óptima, el saco branquial se desarrolla asimismo
mediante la presencia de un variado número y
forma de vasos sanguíneos y de pliegues longi-
tudinales (todos los cuales constituyen caracteres
considerados para la clasificación de Ascidiacea y
la identificación de los ejemplares). Una vez re-
tenidas, las partículas en suspensión junto con el
mucus, son conducidos hacia el tracto digestivo
(esófago-estómago-intestino) donde son asimila-
dos y se producen los desechos.
Los vasos sanguíneos transportan los gases
en solución en el plasma, que no posee pigmen-
tos respiratorios (probablemente debido al bajo
metabolismo de estos animales, al tamaño de la
branquia y los grandes volúmenes de agua pro-
cesada). La sangre posee linfocitos (importantes
en la gemación producida durante la reproducción
asexual de ascidias coloniales), amebocitos (par-
Figura 2. Ascidia solitaria. ticipan en la regeneración de zooides), nefrocitos

319
Tunicata

(almacenan uratos) y células en mórula. Éstas son de anclaje y alimentarse de partículas a cierta dis-
las responsables de la acumulación de metales pe- tancia del fondo (por ejemplo, Holozoidae, Pyuri-
sados como hierro y vanadio, en éste último caso dae y especies de ambientes profundos) reducien-
en concentraciones de hasta 100 millones de ve- do así la competencia con otros organismos.
ces respecto al agua de mar. El vanadio participa La dispersión y la obtención de un sustrato ade-
en la regulación de la bomba Na-K, en la motili- cuado para fijarse dependen de un corto período
dad ciliar y en la contracción muscular. Asimis- embrionario (aún más reducido en especies que
mo es un agente reductor (en estado de oxidación viven sobre fondos blandos) representado por la
+3, estable a bajo pH) permite la polimerización larva nadadora, que es lecitotrófica (se alimenta
de los filamentos de tunicina (reparación y creci- de sustancias de reserva). Los ejemplares adul-
miento de la túnica) y posee un efecto antipreda- tos, por el contrario, típicamente filtran material
torio y antiepibiosis. en suspensión de diferente tamaño y de manera
El corazón es un cilindro con la pared externa no selectiva, desde bacterias hasta microalgas y
(pericardio) plegada formando un tubo interno detritos orgánicos.
(seno cardíaco) que transporta la sangre. La pared Esta actividad es de importancia a nivel ecológi-
del seno cardíaco (miocardio) presenta filamen- co, debido a la capacidad para procesar importan-
tos contráctiles que producen contracciones en tes volúmenes de agua de mar y a la densidad que
el tubo, con reversión del sentido del flujo cada a menudo alcanzan estos organismos. En algunos
pocos minutos, característica única en estos orga- ecosistemas someros se ha ponderado su capaci-
nismos. Esto posibilita un sistema sanguíneo en dad para controlar las poblaciones de fitoplancton
serie, alternando el transporte de oxígeno y nu- (Riisgård et al., 1995). En ambientes profundos,
trientes en los diferentes órganos. la estrategia filtradora a menudo es reemplazada
Las ascidias eliminan el nitrógeno proteico por la carnivoría (Octacnemidae y algunas espe-
(amoníaco) directamente en el agua. Los uratos y cies de Ascidiidae y Molgulidae). Esta estrategia
el ácido úrico se almacenan en células especiales, supone la regresión de la faringe filtradora y el
los nefrocitos, que se acumulan en el manto, tubo desarrollo en el tamaño de la apertura oral o bien
digestivo y gónadas. Los uratos son también li- el reemplazo de los lóbulos de dicha apertura por
berados en el pericardio, epicardio (prolongación tentáculos, adaptaciones que le permiten atrapar
del saco branquial) y el saco renal (presente sólo organismos pluricelulares. En los contenidos es-
en Molgulidae) en donde pueden ser rotos por tomacales de Octacnemidae se detectaron presas
bacterias simbiontes. tales como poliquetos, anfípodos, celenterados y
El sistema nervioso está constituido en el estado equinodermos (Monniot y Monniot 1983; Lesca-
adulto, por un ganglio nervioso ubicado entre am- no et al., 2011).
bos sifones en la región dorsal del animal, desde En los últimos años se ha prestado especial
donde inerva el sifón oral y cloacal, la musculatu- atención a especies no nativas y particularmente
ra, vísceras y faringe. Próxima al ganglio nervioso a aquellas invasoras: estas últimas poseen entre
y asociada a la faringe, se encuentra la glándula otras características, una alta capacidad de coloni-
neural (probable antecesora de la hipófisis), que zación y adaptación a un amplio rango de condi-
regula procesos importantes como la gemación y ciones ambientales. En la actualidad, son materia
liberación de gametos y de larvas. Junto con los de estudio la detección de especies no-nativas e
vasos sanguíneos presentes en la faringe regula invasoras y los procesos ecológicos por ellas oca-
asimismo el volumen sanguíneo. sionados en los ecosistemas receptores (entre los
más importantes, cambio en el hábitat y en la es-
ECOLOGÍA tructura de las comunidades, extinciones).
Las ascidias prefieren vivir sobre sustratos du- Facilitado por la ampliación de las rutas de
ros naturales o artificiales, donde se fijan fuerte- navegación y el incremento del tráfico naval, las
mente por una amplia superficie del cuerpo del especies invasoras se desplazan por sus larvas
zooide o de la colonia (por ejemplo, Didemnidae) a través del agua de lastre de los buques o bien
aunque en sustratos blandos (arena, lodo) pueden adheridas como adultos a la superficie de todo
vivir enterrados parcialmente (por ejemplo, Mol- tipo de embarcaciones. En el caso de las ascidias,
gulidae). Algunas especies desarrollan un pedún- cuyas larvas son de vida relativamente corta, la
culo de fijación que les permite disminuir el área segunda alternativa parece ser la más habitual. Se

320
Tunicata

presume que el fenómeno de transporte acciden-


tal de organismos no es nuevo y en Sudamérica
existe desde la llegada de los conquistadores en
el siglo XVI. Las áreas portuarias son centros de
recepción de estas especies a partir de los cuales
se produce, con el tiempo, su dispersión ocupando
áreas mayores.
En una recopilación sobre este problema Oren-
sanz et al. (2002) detectaron en el área del At-
lántico sudoccidental (Mar Argentino), un total
de 31 especies exóticas; entre ellas, las ascidias
estuvieron representadas por 6 especies exóticas
o bien criptogénicas, esto es, especies cuyo carác-
ter de exótica es controversial y sujeto a futuros
estudios.

REPRODUCCIÓN Y DESARROLLO Figura 3. Larva de Corella eumyota. Modificada de Alurralde


Las ascidias son hermafroditas (Lambert, et al., 2013.
2005), por lo que la autofecundación es posible.
Algunas especies, por ejemplo las de la familia fotoperiodo, la temperatura, la presencia de fito-
Pyuridae, disponen de mecanismos histoquímicos plancton y las fases lunares.
para evitarla. La protandria es otro mecanismo La estacionalidad reproductiva de las ascidias
presente en el grupo y que evitaría la autofecun- va de un ciclo continuo a una marcada estacio-
dación. Por otra parte hay especies, en especial nalidad, con uno o dos picos anuales: esto sigue
de las familias Styelidae y Ascididae, en que la un patrón latitudinal que se observa en la mayoría
autofecundación, al menos en laboratorio, se pro- de las especies o incluso, en una misma especie
duce sin inconvenientes. La gran mayoría de las con un rango amplio de distribución (Sahade et
especies solitarias presentan fecundación externa, al., 2004).
las gametas son liberadas al medio y allí ocurre En las especies coloniales, la reproducción se-
la fecundación. Mientras que en las especies co- xual se complementa con la asexual que asegura
loniales la fecundación tiene lugar internamente; el crecimiento de la colonia mediante la multipli-
las larvas (Figura 3) se alojan en cámaras incu- cación de nuevos zooides a partir de yemas. El
badoras especializadas (Holozoidae), en el atrio primer zooide de una colonia se desarrolla a partir
(Polyclinidae) o bien externamente en la matriz de un óvulo fecundado, posteriormente transfor-
de la colonia (Didemnidae). mado en larva nadadora que se fija en el sustrato
En general, las especies que presentan fecunda- (oozooide). A partir de esta primera unidad en la
ción externa producen un gran número de oocitos, colonia, la reproducción asexual se produce por
de menor tamaño que aquellas que incuban, las gemación, originando un zooide nuevo (blasto-
que producen además, un menor número de hue- zooide). La gemación involucra a diferentes par-
vos. En todos los casos las larvas son lecitotrófi- tes del cuerpo del zooide, siendo frecuentes la ge-
cas, no se alimentan hasta haberse fijado y com- mación de estolones (Perophoridae), la gemación
pletada la metamorfosis. Esto sugiere que serían recto-esofágica (Didemnidae), la segmentación
de vida corta como en la mayoría de las especies (estrobilación) del cuerpo en dos o más partes
con larvas lecitotróficas, debiendo encontrar un (Polyclinidae y Polycitoridae) o la gemación peri-
hábitat adecuado y fijarse lo más rápidamente po- branquial (Botryllus, Styelidae).
sible, tiempo que está determinado por la energía
contenida en los oocitos. DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA
La sincronización en la liberación de las game- Las ascidias son organismos comunes a lo largo
tas es sumamente importante a fin de favorecer el de todos los océanos del mundo, desde el interma-
encuentro entre las mismas evitando su dilución real hasta profundidades abisales. Son particular-
en el medio. Numerosos factores se han indicado mente abundantes en áreas del sublitoral somero,
como desencadenantes del desove: entre ellos, el sobre superficies duras, tanto naturales (rocas y

321
Tunicata

conchas) como artificiales (estructuras portuarias IMPORTANCIA ECONÓMICA


y cascos de embarcaciones). El área correspon- Al igual que otros organismos marinos de vida
diente al Atlántico sudoccidental (Mar Argentino) sésil como las esponjas, las ascidias presentan
es comparativamente menos conocida que otras una activa acumulación y elaboración de com-
áreas mundiales e incluso que áreas adyacentes puestos citotóxicos, o bien los mismos derivan de
como la correspondiente al sector antártico sud- la simbiosis con otros organismos como el alga
americano y a Brasil. Un relevamiento de la es- Prochloron. Estos compuestos previenen prima-
casa literatura específica (Van Name 1945; Amor riamente la predación y asimismo la epibiosis
1964; Monniot C., 1970; Diehl 1977; Tatián et al., sobre las ascidias. En este sentido, una amplia va-
2010; Lagger y Tatián, 2013) revela la existencia riedad de compuestos derivados de ascidias tropi-
de unas 80 especies de ascidias distribuidas desde cales (didemninas, dendrodoinas, eudistominas)
Uruguay hasta Tierra del Fuego, tanto en plata- fueron incorporados a la industria farmacológica
forma continental como en áreas profundas. Entre como precursores de drogas antitumorales, anti-
estas especies, se encuentran representantes de los virales y antibacterianas. En el Mar Argentino,
3 órdenes, Aplousobranchia (coloniales), Phlebo- la especie Aplidium meridianum elabora un al-
branchia (coloniales y solitarias) y Stolidobran- caloide indólico (meridianina) cuya composición
chia (coloniales y solitarias). La profundización y posible actividad ha sido asimismo estudiada
de estos estudios revelará seguramente nuevas (Hernández Franco et al., 1998).
especies y la ampliación del área de distribución La presencia de ascidias es indicadora de la ca-
de otras actualmente desconocidas para el Mar lidad ambiental ya que contribuyen, a través de la
Argentino. filtración activa, a la remoción del medio de sustan-
Los ensambles de ascidias del Mar Argentino cias tóxicas tales como metales pesados e hidrocar-
son particularmente afines a los correspondientes buros o de bacterias en el caso de áreas fuertemente
al sector subantártico representado por las islas contaminadas por desagotes cloacales.
del Arco de Escocia (Georgia, Orcadas y Shetland Conjuntamente con otros organismos, las as-
del Sur), como lo demuestran algunos estudios cidias forman ensambles bentónicos de variada
(Ramos-Esplá et al., 2005; Tatián et al., 2005). riqueza principalmente en áreas tropicales, cons-
Las plataformas de estas islas constituyen al pa- tituyendo un importante recurso desde un punto
recer un puente biogeográfico entre la Península de vista turístico.
Antártica y el sur de Sudamérica, dos áreas ais- En algunas áreas las ascidias han sido incorpo-
ladas por la existencia de grandes profundidades, radas a la cultura culinaria desde tiempos lejanos,
de corrientes marinas y del Frente Polar o Con- tal el caso de Chile en donde la especie Pyura chi-
vergencia Antártica, que constituye un cambio lensis es uno de los platos típicos elaborados con
brusco en las condiciones físicoquímicas entre los “frutos de mar” o en algunas zonas del Mediterrá-
océanos Atlántico y Antártico y por ello, una ba- neo donde se puede degustar comidas elaboradas
rrera eficiente para la dispersión de las especies. a partir de la ascidia Microcosmus.
En la actualidad, un cambio en las condiciones Desde la perspectiva de las consecuencias ne-
ambientales podría favorecer una mayor conexión gativas, la proliferación de algunas ascidias ori-
entre estas y otras áreas y el flujo de genes y de gina perjuicios en áreas destinadas a la maricul-
especies. La permanente y certera identificación tura debido a la competencia por el sustrato y el
de los ejemplares es fundamental para evaluar alimento con otras especies filtradoras sésiles de
dichas conexiones. Recientemente, un estudio importancia económica.
de variabilidad morfológica entre poblaciones de Finalmente, la colonización de áreas portuarias
Sudamérica y Antártida (Alurralde et al., 2013) y naturales por parte de ascidias invasoras ocasio-
reveló que la ascidia invasora Corella eumyota, na alteraciones a nivel ecosistémico cuyos perjui-
que actualmente se distribuye en zonas alejadas cios indirectos (por ejemplo, pérdida de biodiver-
de su presunta área original (latitudes templadas sidad) son de difícil estimación.
del hemisferio sur) no habría alcanzado a colo-
nizar la Península Antártica como se creía; en di-
cho lugar habita Corella antarctica, considerada
CLASE THALIACEA
sinónimo de aquella hasta la publicación de ese Comprende tres órdenes de animales exclusi-
estudio. vamente planctónicos: Pyrosomatida, Doliolida

322
Tunicata

y Salpida. Se caracterizan por presentar alternan- MORFOLOGÍA Y DESARROLLO


cia entre una generación asexual y una sexual. ONTOGENÉTICO
El ciclo de vida que puede ser simple (Salpida) Los blastozooides constituyen colonias perma-
o muy complejo (Doliolida), puede resumirse de nentes de forma generalmente tubular. El tubo
la siguiente manera: el huevo fecundado se desa- está cerrado por un extremo y abierto por el otro,
rrolla originando un individuo asexuado llamado y los blastozooides se encuentran en su pared con
oozooide, el cual formará un estolón prolífero que el sifón oral dirigido hacia afuera y el cloacal ha-
dará origen, por gemación, a los blastozooides. cia la cavidad interna del tubo. La región ventral
Estos vivirán agrupados de forma permanente está dirigida hacia el extremo cerrado de la colo-
(Pyrosomatida) o temporaria (Doliolida, Salpida) nia (Figura 4 A, B).
y desarrollarán órganos sexuales. El agua que sale por el sifón cloacal de cada
blastozooide es impulsada al interior de la cavi-
dad de la colonia y el chorro común que se pro-
ORDEN PYROSOMATIDA yecta por el extremo abierto del tubo (que puede
SISTEMÁTICA presentar o no un esfínter o diafragma) mueve la
Estos organismos son bien conocidos por la colonia a retropropulsión.
producción de luminiscencia, de ahí su nombre Morfología del blastozooide (Figura 4 C):
que deriva del griego pyros (fuego). Neumann debido a su plan estructural, semejante a una as-
(1913) estableció las bases de la clasificación al cidia, se lo denomina ascidiozooide. El cuerpo
estudiar las colecciones de la Deutschen Tiefsee es aproximadamente tubular, la faringe es una
Expedition. No obstante, la sistemática del gru- canastilla perforada por hendiduras transversales
po permaneció muy confusa hasta que Van Soest con bordes ciliados. En la parte ventral se extien-
(1979, 1981) revisó la clasificación. El orden está de longitudinalmente el endostilo. El agua pene-
representado por una sola familia (Pyrosomati- tra a la faringe por el sifón oral, pasa a través de
dae) y dos subfamilias: Pyrostremmatinae, con las hendiduras a la cavidad peribranquial situada
un único género y Pyrosomatinae con dos. Se entre la pared de la faringe y la pared del cuerpo,
han reconocido sólo 8 especies en total, 6 de las sigue hacia la cavidad cloacal subfaríngea y sale
cuales han sido citadas en el Atlántico sur (Esnal, por el sifón cloacal hacia la cavidad común de la
1999b). colonia. Entre el piso de la faringe y la cavidad

Figura 4. Morfología general de Pyrosomatida. A, esquema de una colonia de Pyrosoma atlanticum. B, sección longitudinal de la
misma colonia. C, detalle de un ascidiozooide. Modificada de Esnal, 1999b.

323
Tunicata

cloacal se encuentran los demás órganos del apa- lonia puede crecer muy rápidamente (hasta 20m
rato digestivo: estómago, intestino y recto, que de longitud y más de 1m de diámetro en Pyros-
desemboca en la cavidad cloacal. También se en- tremma spinosum).
cuentran allí el corazón y las gónadas.
Son hermafroditas, presentan un testículo y un ECOLOGÍA
ovario en el cual se desarrolla un solo oocito que Pyrosoma atlanticum, la especie más común
es fecundado in situ. Dependiendo de la especie, de Pyrosomatida, puede formar periódicamente
el desarrollo sexual puede ser protándrico, proto- inmensos enjambres en varias áreas del océano
gino o sincrónico (Godeaux, 1990). Ventralmente, mundial (Andersen, 1998). Debido a que son
por debajo de la extremidad posterior del endosti- grandes consumidores de fitoplancton y micro-
lo, se desarrolla un estolón que forma, por gema- zooplancton, que atrapan en la red mucosa se-
ción, otros blastozooides (ascidiozooides), llama- cretada en el endostilo, y a que producen grandes
dos secundarios, que se intercalarán en la túnica cantidades de pellets fecales, es probable que jue-
común de la colonia contribuyendo al crecimiento guen un papel importante en el flujo del carbono
de ésta. orgánico en los ambientes en que son abundantes.
Dorsalmente a la faringe, en la parte anterior
del cuerpo, se sitúa el ganglio cerebroide del que DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA
parten nervios periféricos. Este ganglio está es- La distribución es aún poco conocida. Las 8
trechamente asociado a una glándula neural que especies reconocidas se han encontrado en aguas
presenta un conducto cuya extremidad distal se cálidas y templadas de los diferentes océanos del
abre en la faringe por medio de un órgano vibrátil. mundo pero existen muy pocas citas de la mayo-
Incluido en el ganglio se encuentra un ojo rudi- ría de ellas, con excepción de Pyrosoma atlanti-
mentario y se presentan células sensoriales en el cum, que es la única especie que había sido citada
borde del sifón oral y en los tentáculos orales. Por en el Mar Argentino y en el Atlántico sudocciden-
detrás del ganglio existe generalmente un par de tal (Esnal, 1999b) hasta que Freitas de Carvalho
órganos hematopoyéticos y, en el techo de la cavi- y Costa Bonecker (2008) citaron a Pyrosomella
dad faríngea, se encuentran comúnmente órganos verticillata en las costas de Brasil.
luminiscentes que alojan bacterias fosforescentes
simbióticas.
Morfología del oozooide: el huevo fecunda-
ORDEN DOLIOLIDA
do origina un oozooide cuya estructura puede SISTEMÁTICA
ser rudimentaria, en algunas especies no llega a Garstang (1933) estableció las bases de la cla-
formarse el sistema digestivo. Su función consis- sificación. Las revisiones más recientes dividen
te en producir, por gemación (llamada primaria), al orden en dos subórdenes teniendo en cuenta la
a los blastozooides (ascidiozooides) iniciales de forma del cuerpo y el número de bandas muscula-
una nueva colonia, que se liberarán de la colonia res: Doliolidina incluye las especies más comunes
madre. Esta colonia primaria puede estar formada con cuerpo cilíndrico y 8 o 9 bandas musculares,
por sólo cuatro ascidiozooides o por un número cuya morfología general se describirá a conti-
que va de 30 a 80, lo que diferencia a las subfa- nuación, y Doliopsidina que comprende formas
milias. globulares y 5 bandas musculares (Robison et al.,
Los ascidiozooides de la colonia primaria de- 2005). Once especies han sido citadas en el At-
sarrollan estolones, que a su vez originan asci- lántico sur (Esnal y Daponte, 1999a). Solamente
diozooides secundarios. En algunos casos, estos en unas pocas especies de la familia Doliolidae se
ascidiozooides pueden moverse gracias a la ayuda conoce el ciclo de vida completo y cada una de las
de células ameboidales de la túnica que los trans- formas de este ciclo tiene sus propios problemas
portan hacia su ubicación definitiva en la colonia. de identificación.
El ordenamiento de los individuos en la colonia Particularmente los oozooides de la mayoría
puede ser muy regular, ubicándose en pisos suce- de las especies son muy semejantes por lo que su
sivos, o irregular. Primeramente la gemación se identificación es dificultosa. Los gonozooides y
produce sólo en los estolones de los ascidiozooi- los forozooides son los que permiten una identifi-
des primarios, pero luego también los estolones cación más segura y sobre ellos se basa principal-
de los secundarios comienzan a proliferar y la co- mente la clasificación.

324
Tunicata

MORFOLOGÍA Y DESARROLLO primera generación de blastozooides de forma


ONTOGENÉTICO aberrante, llamados gastrozooides o trofozooides,
Presentan la alternancia de generaciones carac- que permanecen fijos al apéndice y a los cuales se
terística de Thaliacea, pero entre los blastozooi- les atribuye la función de proveer la nutrición a la
des se dan varias formas diferentes sucesivas que colonia en formación. Mientras tanto, el oozooide
complican el ciclo (Figura 5) ha ido perdiendo sus órganos internos aumentan-
El huevo se desarrolla libremente en el mar do su musculatura y convirtiéndose en la llamada
dando lugar a una larva que presenta una cola nodriza, que transporta a la colonia.
provista de notocorda. Al continuar su desarrollo La fila central de brotes que se fija al apéndice
la cola desaparece, originando un joven oozooide. dorsal origina la segunda generación de blasto-
Éste posee un estolón ventral que prolifera origi- zooides, llamados forozooides. Estos individuos
nando brotes que se desprenden y migran hacia se separan de la colonia llevando vida libre. Pre-
un apéndice dorsal posterior sobre el cual se fi- sentan un pedúnculo ventral sobre el cual se han
jan formando tres filas. La migración se produ- fijado brotes, provenientes del estolón del oozooi-
ce debido a la presencia de células ameboidales de, que darán lugar a una tercera generación de
producidas en la base del estolón. Los brotes que blastozooides, los gonozooides, que también se
se ubican en las dos filas externas originan una desprenden para vivir libremente. Los gonozooi-

Figura 5. Morfología general de Doliolida. Ciclo ontogenético de Dolioletta gegenbauri. Modificada de Esnal y Daponte, 1999a.

325
Tunicata

des son sexuados y hermafroditas protoginos. cubierta muscular continua). Subsisten el cora-
Producirán los huevos que reiniciarán el ciclo. zón y el sistema nervioso. Las nodrizas de mayor
En la especie Doliolum nationalis, común en tamaño pueden llegar a medir, aproximadamente,
aguas cálidas y templadas de todos los océanos, se 100mm de longitud sin el apéndice dorsal (éste
ha observado un ciclo algo diferente al descrito, puede medir 150-200mm).
en el cual los forozooides forman en su apéndice Gastrozooides o trofozooides: comienzan a
ventral otros forozooides, y también se han en- desarrollarse cuando el oozooide no ha perdido
contrado gonoforozooides que presentan al mis- aún todas sus vísceras. Tienen una musculatura
mo tiempo gónadas y un pedúnculo ventral con reducida, no hay cavidad atrial y la branquia tie-
brotes. ne desde unas pocas hasta 40 hendiduras que se
Morfología de los diferentes estadios (Figura 5): abren en la región dorsal, directamente hacia el
Larva: está rodeada de una cubierta anhista exterior. El aparato digestivo está muy desarrolla-
formada a partir de las células foliculares que ro- do. El ano desemboca también hacia el exterior.
dean al huevo cuando es liberado. Esta cubierta Forozooide: posee la forma típica de barrilito.
es de forma alargada cuando la cola se encuentra Su estructura es semejante a la del oozooide pero
bien desarrollada, o esférica cuando la cola está más simplificada. Tiene un pedúnculo ventral
reducida (Dolioletta). La parte anterior de la lar- sobre el que se fijan los brotes provenientes del
va, llamada cefaloenterón, es la que dará origen estolón del oozooide (generalmente uno solo por
al oozooide. forozooide) que generarán, por gemación, a los
Oozooide: tiene la forma típica de barrilito gonozooides. La morfología del forozooide es la
abierto en los extremos por la presencia de los misma que la del gonozooide, pero sin gónadas
sifones oral y cloacal. Presenta un apéndice dor- (excepción hecha de los gonoforozooides de Do-
sal posterior sobre el cual se ubicarán los blas- liolum nationalis).
tozooides, producidos por gemación del estolón Gonozooide: mantiene la estructura general del
ventral. La túnica es muy delgada y transparente oozooide pero la talla es menor. Hay, en general, 8
observándose, a través de ella, las bandas mus- bandas musculares y falta el estatocisto. La bran-
culares de la pared del cuerpo aplicadas contra la quia se arquea en mayor o menor grado hacia la
cara interna de la epidermis. Hay nueve bandas cavidad atrial. Presenta dos series de hendiduras
que, en la mayoría de las especies, forman ani- estrechas que pueden llegar a 200. Ventralmente,
llos completos y paralelos entre sí. La primera a la izquierda del aparato digestivo, se encuentran
y la última banda actúan como esfínteres en los las gónadas: un testículo y un ovario que desem-
sifones. Internamente, en la parte anterior, se en- bocan independientemente en la cavidad cloacal,
cuentra la cavidad faríngea y, en la posterior, la por detrás del ano. El ovario es piriforme y el tes-
cavidad atrial o cloacal. Las paredes en contacto tículo tiene forma de clava, pudiendo alcanzar un
de ambas cavidades forman un tabique oblicuo en gran desarrollo, extendiéndose hasta el nivel de la
sentido dorso-ventral. El tabique está perforado extremidad anterior del endostilo.
por hendiduras con bordes ciliados, constituyen-
do la branquia. A través de estas hendiduras pasa ECOLOGÍA
el agua desde la faringe a la cloaca. En la región Los doliolidos pueden atrapar partículas dentro
ventral, la doble pared se separa dejando un es- de un amplio rango de tamaños, desde bacterias
pacio en el que se sitúan el resto del aparato di- a flagelados, diatomeas y otras especies del fito-
gestivo y el corazón. La anatomía sigue el patrón plancton que capturan con la red mucosa secre-
general de los tunicados. En el costado izquierdo tada por el endostilo, red que también es ingerida
del cuerpo se destaca un estatocisto. (Esnal y Daponte, 1999a). El agua se mueve a
Nodriza: el oozooide evoluciona para transfor- través de este filtro por acción ciliar a diferencia
marse en la nodriza que transporta a los blasto- de la acción muscular usada por las salpas. Con-
zooides en el apéndice dorsal. La degeneración secuentemente la filtración y la natación son fun-
de los órganos internos es progresiva, prime- ciones separadas en estos animales que pueden
ro desaparece la branquia, luego el endostilo, y permanecer prácticamente estacionarios mientras
posteriormente el resto del tubo digestivo. Para- filtran (Alldredge y Madin, 1982).
lelamente las bandas musculares se ensanchan En varias áreas del océano mundial se han ci-
(en Doliolum llegan a fusionarse formando una tado con frecuencia enjambres de doliolidos cu-

326
Tunicata

briendo cientos de kilómetros cuadrados (Deibel, tionalis, D. denticulatum y Dolioletta gegenbauri


1998). Este fenómeno es consecuencia de la re- en áreas próximas a la desembocadura del Río de
producción asexual que permite una rápida multi- la Plata.
plicación y un aumento explosivo de la densidad
poblacional, probablemente en relación con con-
diciones ambientales favorables. Si a este patrón
ORDEN SALPIDA
reproductivo se suman los ritmos de alimentación SISTEMÁTICA
altos de estos animales, la consecuencia es una Salpida es el orden más diversificado de la clase
drástica disminución de partículas del plancton en Thaliacea. Comprende una sola familia (Salpidae)
grandes áreas del océano. Con respecto al flujo de y dos subfamilias (Cyclosalpinae, con dos géne-
materia y energía hacia otros niveles tróficos, se ros y Salpinae, con once). De las 45 especies re-
conoce muy poco sobre predadores de doliolidos conocidas actualmente, 29 han sido citadas en el
ya que es muy difícil reconocerlos en los conteni- Atlántico sur (Esnal y Daponte, 1999b).
dos digestivos de otros animales y los resultados
de los estudios basados en el destino de los pellets MORFOLOGÍA Y DESARROLLO
fecales son escasos (Paffenhöfer y Köster, 2005; ONTOGENÉTICO
Lee et al., 2012). De lo anterior resulta obvio que El ciclo de vida es simple, existiendo una alter-
son necesarias más investigaciones para dilucidar nancia entre oozooides (también llamados indivi-
el papel de estos animales en los ecosistemas pe- duos o formas solitarias) y blastozooides (indivi-
lágicos. duos o formas agregadas) que se encuentran uni-
dos temporalmente en cadenas. Los blastozooides
DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA son hermafroditas protoginos. El huevo es fecun-
La mayoría de las especies tienen una distribu- dado e incubado en el blastozooide, se desarrolla
ción cosmopolita en aguas cálidas, de modo que unido al individuo materno por una placenta y se
las zonas tropicales son las de mayor diversidad. convierte en el joven oozooide que se libera y lle-
Sólo una especie, Doliolina intermedia, se ha cita- va una vida autónoma. Este individuo posee un
do en el Océano Antártico y en el Ártico. Recien- estolón que sufre gemación liberando blastozooi-
temente se ha encontrado en el Pacífico NE una des encadenados. La unión entre ellos no es muy
especie batipelágica muy modificada (Robison et firme ni indispensable, separándose con facilidad,
al., 2005). La especie que se encuentra con ma- por lo que no se considera un estado colonial.
yor frecuencia en el Mar Argentino es Doliolina Morfología del oozooide (Figura 6 A): El cuer-
muelleri, aunque también aparecen Doliolum na- po es aproximadamente cilíndrico y está cubierto
Figura 6. Morfología ge-
neral de Salpida. A, oo-
zooide y B, blastozooide
de Thalia democratica
(Vistas dorsales). Modi-
ficada de Esnal y Dapon-
te, 1999b.

327
Tunicata

por una túnica transparente que suele presentar en el núcleo o dorsalmente a lo largo del cuerpo;
prolongaciones laterales o caudales, surcos, cres- probablemente se trate de órganos hematopoyé-
tas y protuberancias espinosas de posición varia- ticos. La luminiscencia se debe a la presencia y
da. acción de bacterias fosforescentes.
En el extremo anterior se abre el sifón oral y Cuando comienza la gemación, los brotes (fu-
en el posterior el cloacal, cuyos orificios se en- turos blastozooides) se disponen en una hilera
cuentran, en general, desplazados hacia la región simple, pero luego se reordenan formando una
dorsal. La longitud del cuerpo, entre sifón y sifón, doble hilera y se agrupan generalmente en blo-
oscila entre 10 y 100mm, excepcionalmente pue- ques de individuos de la misma edad, siendo el
den darse mayores tamaños. La faringe ocupa la grupo más viejo el situado en el extremo distal,
mitad anterior y ventral del cuerpo. La mitad pos- que será el primero en desprenderse. En el gé-
terior y dorsal corresponde a la cavidad atrial o nero Cyclosalpa las cadenas comienzan también
cloacal. La cavidad faríngea y la cloacal se super- siendo lineales, pero luego un pequeño grupo de
ponen según un plano inclinado desde la región blastozooides (no más de 14) se reúnen formando
antero-dorsal a la póstero-ventral. El contacto de un círculo, unidos en el centro de este por prolon-
ambas cavidades en este plano determina un ta- gaciones de sus túnicas que se disponen como los
bique branquial doble. Este tabique presenta sólo radios de una rueda.
dos grandes orificios laterales, de modo que la fa- Morfología del blastozooide (Figura 6 B): la
ringe y la cloaca se comunican ampliamente, sin estructura es semejante a la del oozooide, aunque
un límite claro entre ellas. Lo único que subsiste más simplificada. En general es más pequeño, con
del tabique branquial es una barra situada en el forma ovoide o fusiforme y asimétrico. La túnica
plano sagital. En el piso de la faringe se extiende presenta papilas que mantienen unidos entre sí a
el endostilo. La boca del esófago se abre a la de- los individuos de la misma cadena. El número de
recha del ángulo formado por la base de la barra bandas musculares es menor que en el oozooide
branquial. Le siguen el estómago y el intestino, correspondiente. El endostilo y la barra branquial
que a su vez desemboca dorsalmente en la cavi- son más cortos. El sistema nervioso está más redu-
dad cloacal. Salvo unas pocas excepciones, en las cido pero, por el contrario, los ojos son más com-
cuales el tubo digestivo es recto o sólo curvado, plejos. La diferencia fundamental con respecto
en la mayoría de las especies el tubo digestivo al oozooide está dada por la ausencia del estolón
forma una masa compacta, globosa, llamada nú- blastogenético y la presencia, en cambio, de góna-
cleo, que contiene, además, al corazón. De este das y embriones vivíparos. El testículo, a menudo
núcleo parte, a nivel cardio-pericárdico, el esto- bilobulado o digitado, se ubica en el núcleo, sobre
lón, que por gemación origina a los blastozooides. el asa digestiva. El canal deferente desemboca
El estolón crece, ya sea en línea recta o rodeando en la cavidad cloacal, cerca del ano. El ovario se
en espiral al núcleo, dentro de una cavidad de la sitúa sobre la pared de la cavidad atrial entre el
túnica, saliendo al exterior por un orificio que se núcleo y el sifón cloacal, contiene en general un
abre en ésta. El sistema nervioso sigue el patrón solo oocito, pero puede haber más, y por lo tanto
general ya descrito. formarse más de un embrión. La fecundación se
En la pared del cuerpo se encuentran las bandas realiza in situ, originándose el oozooide que, una
musculares transversales, que por lo general no vez liberado, recomenzará el ciclo.
son paralelas como en Doliolida, sino que se fu-
sionan parcialmente formando grupos. El número, ECOLOGÍA
disposición y cantidad de fibras por banda, varían Algunas de las características del ciclo ontoge-
según la especie y entre el oozooide y el blasto- nético, principalmente la capacidad de producir
zooide de la misma especie. Las bandas pueden asexualmente cientos de descendientes por indi-
formar anillos completos o, como ocurre en la viduo, que en algunas especies puede ir acompa-
mayoría de los casos, estar interrumpidas en la ñada de tasas de crecimiento altas y de tiempos
región ventral. Excepcionalmente, la interrupción generacionales cortos, les permiten lograr rápidos
ocurre también en la parte dorsal. Existe, además, incrementos de la densidad de población en res-
una musculatura propia de los sifones, de dispo- puesta a cambios, generalmente impredecibles,
sición más compleja. En algunas especies existen en las condiciones ambientales (Esnal y Daponte,
órganos luminiscentes que pueden estar situados 1999b; Daponte et al., 2011, 2013).

328
Tunicata

Las salpas pueden filtrar un amplio rango de dancia de salpas en aguas antárticas, a diferencia
tamaño de partículas del plancton (desde más pe- de lo que ocurre con el krill, está correlacionada
queñas que 1µm hasta aproximadamente 1mm) negativamente con la existencia de una extensa
que atrapan con la red mucosa secretada por el cobertura de hielo marino. La tendencia a un ca-
endostilo, la cual es ingerida junto con las partí- lentamiento global, que lleva a una alta frecuencia
culas. En este caso, a diferencia de los doliolidos, de inviernos más cálidos y a un consiguiente desa-
el agua no se mueve a través del filtro mucoso rrollo escaso de la cobertura de hielo, puede pro-
por acción ciliar sino por acción muscular. Con- mover explosiones de las poblaciones de salpas,
secuentemente, la filtración y la natación no son acompañadas de la disminución de las poblacio-
funciones separadas en estos animales que nadan nes de krill, con el resultado de efectos negativos
y filtran continuamente. No obstante, la alimenta- sobre los vertebrados que se alimentan de estos
ción puede interrumpirse en condiciones especia- crustáceos. Sin embargo, un aspecto positivo que
les. Purcell y Madin (1991) observaron que Cy- merece ser considerado, es el desplazamiento en
closalpa bakeri, que migra verticalmente, cesa de el destino del carbono fijado que será incorporado
filtrar en la superficie durante la noche, fenómeno en mayor proporción en los pellets fecales de las
probablemente relacionado con la reproducción. salpas y, de este modo, será transportado hacia el
Otras especies no migradoras interrumpen la nata- fondo del mar contribuyendo a la disminución de
ción, y por lo tanto la filtración, a bajas temperatu- la concentración de carbono en la atmósfera y, por
ras (Harbison y Campenot, 1979). Algunas espe- consiguiente, del efecto invernadero.
cies, como Thalia democratica, podrían regular el
ritmo de filtración de acuerdo a la concentración DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA
de las partículas del medio, lo que les habría per- Son más abundantes en las aguas oceánicas que
mitido vivir en ambientes neríticos. La mayoría en las neríticas, pero su presencia es generalmente
no puede hacerlo y al continuar con su ritmo de esporádica y en manchones, como consecuencia
filtrado en condiciones de altas concentraciones de su tipo de reproducción. La mayoría de las es-
de partículas acaban taponando los filtros y el pecies son cosmopolitas de aguas cálidas, unas
esófago. En ambientes antárticos se ha observado pocas presentan una distribución más restringi-
gran mortandad de salpas (Salpa thompsoni) con da y sólo dos se consideran limitadas al Océano
sus esófagos taponados debido a la alta concentra- Antártico. Algunas realizan extensas migracio-
ción de partículas provenientes del derretimiento nes verticales lo que contribuye al transporte de
glaciar (Pakhomov et al., 2003). la materia fecal a las profundidades. Obviamente
Con respecto a la contribución de estos anima- las salpas son más conspicuas cuando forman en-
les al flujo del carbono orgánico en los ecosiste- jambres que pueden cubrir grandes áreas, tanto
mas, puede agregarse que las salpas forman parte en latitudes altas como bajas, con densidades de
importante de la dieta de algunos peces mesope- cientos de individuos por m3.
lágicos (Fortier et al., 1994). Además, produ-
cen grandes pellets fecales rectangulares (de 1 a
10mm de longitud) que se hunden rápidamente y
CLASE APPENDICULARIA
que contienen partículas de su dieta, en gran pro- SISTEMÁTICA
porción indigeridas. Gegenbaur (1855) usó el término Copelata para
Desde mediados de la década del 80, se han designar a estos organismos y Balfour (1881)
mencionado frecuentemente “años de salpas” en el de Perennichordata. Lahille (1890) los llamó
las aguas circundantes a la Península Antártica, Appendicularia y Herdman (1891) Larvacea. Ac-
durante los cuales estos tunicados dominan las tualmente estos términos se suelen usar indistin-
comunidades planctónicas. Este fenómeno impli- tamente para referirse a la clase. Se trata de ani-
ca a menudo la exclusión de otros competidores, males exclusivamente planctónicos cuya primera
principalmente el crustáceo Euphausia superba, mención en la literatura data de 1821 (Chamisso
conocido comúnmente como “krill”. Estas gran- y Eysenhart) quienes pensaron que se trataba de
des concentraciones de salpas están compuestas un celenterado (fide Fenaux, 1967). Más de un si-
principalmente por cadenas de individuos sexua- glo después, Lohmann (1931) estableció las bases
dos de Salpa thompsoni, la especie más común en de la clasificación actual. Dividió la clase en dos
las altas latitudes del Océano Austral. La abun- familias: Oikopleuridae y Fritillariidae. Posterior-

329
Tunicata

mente la mayoría de los autores reconocieron una encuentra el endostilo. A la faringe sigue el esófa-
tercera familia, Kowalevskiidae. Actualmente se go que se curva y desemboca en la parte superior
reconocen poco más de 60 especies de las cua- del estómago o lateralmente. El intestino se diri-
les 43 han sido citadas en el Atlántico sur (Esnal, ge hacia la región anterior y el ano se abre entre
1999a). los espiráculos o un poco hacia adelante de ellos.
El corazón se sitúa bajo el estómago. La región
MORFOLOGÍA genital se ubica en la parte posterior del tronco.
Se caracterizan por la conservación de la no- El sistema nervioso comprende un ganglio cere-
tocorda en el estado adulto y la carencia de ca- broide, situado en el extremo anterior del tronco,
vidad atrial. El cuerpo consta de un tronco cuya que está unido por un cordón nervioso dorsal al
longitud sobrepasa excepcionalmente los 5mm, y cordón de la cola situado paralelo a la notocorda.
de una cola que es generalmente varias veces más Incorporado al ganglio cerebroide se encuentra un
larga que el tronco y que contiene la notocorda y estatocisto y, a la derecha del ganglio, el órgano
el cordón nervioso dorsal. Aunque difieren mucho vibrátil que se abre en la faringe.
en apariencia del resto de los tunicados, el patrón En Fritillariidae el tronco es alargado y compri-
estructural básico del tronco conserva las tres par- mido dorso-ventralmente. Los espiráculos pueden
tes características: faríngeo-branquial, digestiva y ser redondeados, ovalados o con forma de hendi-
genital. La anatomía de estas partes varía en las duras y se encuentran en la parte anterior de la
tres familias de la clase. cavidad faríngea. El esófago se dispone horizon-
En Oikopleuridae (Figura 7 A, B) el tronco es talmente y penetra en el estómago frontalmente,
aproximadamente piriforme. La boca comunica el resto del tubo digestivo presenta un aspecto
con la cavidad faríngea que se abre latero-ventral- compacto. El corazón se ubica transversalmen-
mente al exterior por dos conductos que terminan te por debajo del esófago. La disposición de las
en aberturas redondeadas ciliadas, los espiráculos. gónadas es más variada que en Oikopleuridae y
En la región anterior del piso de la faringe se la cola más corta.

Figura 7. Morfología general de Appendicularia, familia Oikopleuridae. A, ejemplar de Oikopleura dioica. B, detalle del tronco.
Modificada de Esnal, 1999a.

330
Tunicata

En Kowalevskiidae el tronco está comprimido y los tiempos generacionales son cortos y depen-
dorso-ventralmente en la región anterior y es glo- dientes de la temperatura (de uno a quince días).
boso en la posterior. Las principales diferencias
se encuentran en la región faríngeo-branquial que ECOLOGÍA
carece de endostilo y está dividida longitudinal- Son muy abundantes, generalmente ocupan el
mente en tres partes por hileras de peines ciliados. segundo lugar en las pescas planctónicas, después
No presentan corazón, siendo la sangre propulsa- de los copépodos, y su sistema de filtración les
da por los movimientos de la cola que, por otra permite acceder a un recurso no disponible para
parte, también influye en la circulación sanguínea el zooplancton competidor. La “casa” es capaz
en las otras familias. de agregar y concentrar hasta unas mil veces las
La característica más notoria de las apendicula- partículas suspendidas en el agua de mar antes de
rias es que parte del tronco está recubierto por una que sean ingeridas. Pueden consumir material en
epidermis capaz de secretar una cubierta gelatino- un rango de tamaño que va desde partículas co-
sa, estructuralmente muy compleja, que rodea al loidales a pico y nanoplancton. Esta capacidad,
animal y se denomina comúnmente “casa”, sin la combinada con altas tasas de filtración, hace que
cual el animal no puede alimentarse (Figura 8). puedan ejercer un efecto de pastoreo significativo
sobre la fracción microbiana en el ambiente pe-
lágico. Como muchos peces (larvas y adultos) se
alimentan de apendicularias, éstas transfieren di-
rectamente materia orgánica disuelta o finamente
particulada a los niveles tróficos superiores. En el
Mar Argentino Oikopleura dioica forma una parte
muy importante de la dieta de la anchoíta (Capi-
tanio et al., 1997).
Las apendicularias descartan y renuevan sus ca-
Figura 8. Ejemplar de la familia Oikopleuridae dentro de su sas, en Oikopleuridae lo hacen hasta 16 veces por
“casa”. Las flechas indican la dirección del flujo de agua. Mo- día. Las casas descartadas constituyen un sustra-
dificada de Esnal, 1999a. to en el que se desarrolla una rica comunidad de
organismos asociados, principalmente bacterias y
Estas cápsulas o “casas” son abandonadas al protozoos. La casa descartada contiene el 30% de
sufrir perturbaciones mecánicas, lo que determi- la materia filtrada secuestrada en los filtros, parte
na su general ausencia en las muestras de planc- de los pellets fecales que quedan retenidos, ade-
ton. Poseen un complicado sistema de filtros que más del ecosistema microbiano. En total la con-
las convierten en las estructuras secretadas más centración de carbono excede por lo menos en
complejas que se conocen. En estos filtros se se- tres órdenes de magnitud a la del agua circundan-
leccionan y concentran las partículas de alimento te. Las velocidades de hundimiento de las casas
que luego son llevadas a la boca donde sufren el descartadas, así como las de los pellets fecales,
tratamiento común a todos los tunicados. son semejantes a las de los copépodos, de modo
que permanecen un tiempo relativamente largo
REPRODUCCIÓN Y DESARROLLO en la columna de agua, por lo que son utilizados
Salvo en el caso de Oikopleura dioica, las como alimento por otros metazoos incluyendo
apendicularias son hermafroditas protándricas. larvas y adultos de peces. Las casas descartadas y
La fecundación es externa, los espermatozoides los pellets fecales de las poblaciones de aguas me-
son evacuados al exterior por un espermiducto sopelágicas pueden contribuir significativamente
muy conspicuo en algunas especies. Después de al secuestro del carbono en aguas profundas.
la emisión de los espermatozoides, los oocitos
continúan su desarrollo y acaban por ocupar casi DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA
totalmente la región genital. La evacuación de los Se encuentran en todos los océanos, de un polo
oocitos se hace por ruptura de la pared del cuer- al otro, siendo más abundantes en los ambientes
po, lo que determina la muerte del individuo. La neríticos. Las aguas cálidas presentan la mayor
fecundidad es alta, un único individuo puede pro- diversidad pero muchas especies son euritérmi-
ducir cientos de huevos. El desarrollo es directo cas y aparecen también en aguas templadas y

331
Tunicata

frías. Oikopleura dioica es una especie cosmo- el Cabo de Buena Esperanza. En la Antártida se
polita que predomina en las aguas costeras y es han citado varias especies pero algunas de estas
muy abundante en áreas próximas a la desembo- citas son dudosas y el status taxonómico de otras
cadura del Río de La Plata. En el Atlántico sudoc- debe aún resolverse.
cidental, la mayor diversidad y abundancia se en- Las apendicularias son más abundantes en las
cuentra desde Río de Janeiro hasta el Golfo San aguas superficiales, hasta los 200m, pero en los
Matías, al sur del cual la abundancia baja drásti- últimos años se han descrito nuevas especies en
camente, con excepción de algunas áreas de alta ambientes meso y batipelágicos gracias a las ex-
concentración alrededor de las Islas Malvinas y ploraciones con vehículos submarinos.

332
Tunicata

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334
ESPECIES INVASORAS
Y CONSERVACIÓN
Gustavo Darrigran y Santiago Torres

INTRODUCCIÓN actual (Darrigran y Damborenea, 2006). Un ejem-


plo de este concepto es considerar la ruta de un
El medio marino está en peligro: la explota- barco; en ella se encuentran al menos tres vías de
ción excesiva de sus recursos, la destrucción del ingreso de organismos, a través de: (1) el agua de
hábitat, la contaminación y el cambio climático lastre, (2) las bioincrustaciones y (3) el transporte
están impulsando la pérdida de biodiversidad de carga. Cada una de estas vías actúa como vec-
(IUCN Amenaza marina). Las invasiones bioló- tores e independientes, lo que significa diferentes
gicas o bioinvasiones son consideradas actual- enfoques para su manejo. Cabe destacar que el
mente como una de las más graves amenazas a primero de estos vectores es el máximo transpor-
la biodiversidad mundial (IUCN, 2000) y llega a tador mundial de especies acuáticas no nativas.
esta situación a través de la exclusión competiti- Carlton y Ruiz (2004), introducen el concepto de
va, la alteración del hábitat, la depredación, etc. “la ciencia de los vectores”, lo que demuestra la
(Schwindt, et al., 2009). Las especies invasoras importancia que le otorgan a este tema. Según su
son capaces de modificar el entorno en el que se postura, si los vectores fuesen interceptados, las
introducen causando cambios drásticos en la flora bioinvasiones disminuirían. Para estos autores,
y fauna nativa, tendiendo hacia la homogeniza- los vectores constituyen el “Talón de Aquiles” de
ción de la biodiversidad mundial (Carlton, 1989). las invasiones biológicas; por lo tanto, es impor-
Asimismo, a los organismos que, por su propia tante conocer dos aspectos sobre ellos:
presencia, modifican las condiciones abióticas y
bióticas de su entorno se los llaman ingenieros • La diversidad y los patrones de los me-
de ecosistemas (Jones et al., 1994). Las especies canismos de transporte humano, utili-
invasoras pueden actuar como “ingenieros de eco- zados por las especies invasoras como
sistemas”; los cambios ambientales que provocan vectores.
pueden tener un fuerte efectos sobre la estructu- • La potencialidad de esas especies inva-
ra de la comunidad como ya fue descrito para la soras para ser transportadas por ese
Cuenca del Plata, tanto en su componente abióti- medio.
co como biótico (Darrigran y Damborenea, 2011).
Aunque la costa marítima argentina fue conside- Según Ruiz et al. (2000), se debe considerar fe-
rado durante mucho tiempo prístina, ya se han cha, historia, hábitat y atributos ecológicos de las
observado y listado la presencia de numerosas es- invasiones detectadas, con la finalidad de evaluar
pecies no-nativas y también invasoras (Orensanz la factibilidad y efectividad del vector. Estos defi-
et al., 2002). El control y, fundamentalmente, la nen para tal fin seis categorías o tipos de vectores:
prevención de invasiones biológicas son unos de
los principales factores a considerar para la con- 1. Barcos.
servación del ambiente en general y del medio 2. Acuicultura.
marino en particular. 3. Bio-control.
Al hablar de especies invasoras, es práctica- 4. Escape de especies transportadas por
mente imposible no hablar de vectores. Vectores los siguientes fines: ornamental, agríco-
son todas aquellas vías por las cuales una especie la o de investigación.
atraviesa barreras naturales y altera su rango de 5. Canales.
distribución, ganando acceso a un nuevo hábitat 6. Combinación entre los mismos.
distante de su región nativa o de su distribución

335
Especies invasoras y conservación

Las especies marinas invasoras han tenido Las bioinvasiones son el resultado de un con-
enormes impactos sobre los ecosistemas, la bio- junto de fases sucesivas o proceso. Las distintas
diversidad, la pesca y la maricultura (la cría y etapas del proceso de invasión, tomando como
cultivo de organismos marinos para el consumo base la teoría de las barreras (geográfica, am-
humano), la salud humana, el desarrollo industrial biental, reproductiva y de dispersión) pueden
y la infraestructura (IUCN Amenaza marina). Por consultarse en Richardson et al. (2000) (Figura
lo tanto es importante informar a la población de 2). El resultado de que una especie atraviese to-
la existencia de las bioinvasiones, para qué tome das estas etapas, es la presencia de una especie
conciencia y exija a sus gobernantes que tomen invasora.
medidas sustentables para su prevención y control Asimismo, la definición de especie invasora,
(Vilches et al., 2010). puede basarse en combinar factores que deter-
minan tres criterios principales: biogeográfico
Criterios para definir o capacidad de dispersión/adaptación; impacto
especie invasora ambiental o reproducción y alteración del medio;
proceso de invasión o etapas entre origen-intro-
Para que la sociedad tome conciencia hay que ducción.
formar a la sociedad. Con este fin, a través de la
generación de conocimientos y su transmisión en Criterio biogeográfico
forma apropiada, se debe llegar a la población Este es un enfoque muy difundido para definir
con terminología específica y comprensible, por una especie invasora. Supone que una especie
lo que se debe tener en claro, por ejemplo, a que debe superar una barreara geográfica (e.g. océano,
se denomina especie invasora. En estos momen- montaña) o una distancia dada (e.g. más de 100
tos, se esta en los inicios de una relativa nueva km), para ser considerada invasora.
disciplina científica como es la Biología de las in- En este caso, se presta a confusión como di-
vasiones (Figura 1) y, por ende, es común una di- ferenciar a las especies denominadas criptogéni-
versificación de términos técnicos (Falk-Petersen, cas, sobre todo en regiones biogeográficas donde
et al., 2006) de los cuales muchos son sinónimos la riqueza de especies es todavía muy poco cono-
(Lockwood et al., 2007) y la definición de especie cida. Se denomina especie criptogénica (Darri-
invasora todavía esta atravesando por un período gran y Damborenea, 2006), a aquellas especies
de disquisición. con distribución geográfica amplia y/o incon-

Figura 1. Esquema del proceso de invasión. (Modificado de Falk-Petersen et al., 2006)

336
Especies invasoras y conservación

Figura 2. Barreras geográficas, ambientales, reproducción y dispersión que debe superar una especie antes de convertirse en
invasoras (modificado de Branquart, 2007)

gruente y consideradas como sospechosas de ser Criterio de impacto


exóticas, es decir, se desconoce su región nativa. Se refiere cuando una especie provoca un im-
Los ejemplos incluyen varios incrustantes y pacto mayor en el ecosistema en el que se dispersa
perforadores de madera comunes, tal como para ser considerada invasora. Pero ¿a que se con-
el bivalvo Teredo navalis, el percebe o diente sidera “impacto mayor”? ¿al desplazamiento de
de perro Balanus amphitrite, los complejos de una especie del ambiente? ¿a la extinción de una
mejillones azul (Mytilus sp.) y marrón (Perna especie? o hace referencia cuando una especie in-
sp.) y algunas especies de ostras. Orensanz et al. vasora actúa como “ingeniero de ecosistema”, ya
(2002), considera que existen 46 especies en esta tratado en el primer párrafo de este capítulo.
condición en la costa marina argentina.
Otro tema que no contempla este criterio, son Criterio del proceso de invasión.
las especies que modifican su natural distribución Según este criterio, para definir a una especie in-
geográfica. Por ejemplo, el límite sur del área de vasora, interesa la forma en que el proceso de inva-
distribución de algunas especies subtropicales del sión ocurre. Una invasión biológica, como se men-
Atlántico Sudoccidental tiene cambios en el tiem- cionó anteriormente, es el resultado de un proceso
po histórico (Orensanz et al., 2002). Caso Donax y consiste en una especie que adquiere una ventaja
hanleyano (Philippi, 1842); esta especie estaba competitiva, superando obstáculos naturales simul-
ausente en las playas de arena al sur del Río de táneamente con su proliferación, lo que le permite
la Plata durante el 1950 y 1960. Su presencia en dispersarse rápidamente y conquistar nuevas áreas
el Holoceno es certificada por el registro fósil. La dentro del ecosistema receptor, en el que se vuelve
primera vez que fue citada como viviente fue por dominante. Debido a que la capacidad invasora de
un trabajo del año 1965 (Castellanos y Fernán- una especie es el resultado de la interacción entre las
dez., 1965) Después, sus poblaciones explotaron especies nativas, el hábitat y la especie no-nativa en
en densidad en la década de los ´70 (Penchasza- cuestión, ésta debe superar una serie de etapas para
deh y Olivier, 1975). que el proceso de invasión sea exitoso (Figura 3).

337
Especies invasoras y conservación

Figura 3. Etapas del Proceso de Invasión (modificado de Vilches et al., 2010).

Este tipo de relación se conoce como invasive- pueden morir en el transporte mismo, o en su des-
ness o la capacidad que tiene una especie de in- carga en el nuevo hábitat, o en tratar de adaptarse
vadir un hábitat determinado. Otro término usado a él. Por el contrario, la repetición de estas tenta-
en bioinvasiones es invasibility, el cual hace refe- tivas incrementa la probabilidad de invadir exito-
rencia a la susceptibilidad de un ambiente de ser samente al ambiente. Para el medio terrestres, se
invadido (Darrigran y Damborenea, 2006). Estos estima la “regla del 10”, en donde sólo un 10% de
dos conceptos (invasiveness e invasibility), son las especies que ingresan en el transporte logra es-
los que se deben considerar al encarar el estudio tablecerse, formando poblaciones sustentables en
de una invasión. el ecosistema invadido (Darrigran y Damborenea,
Es probable que la mayoría de las especies que 2006). Pero para el medio acuático, esa regla no
entran en el proceso de invasión, nunca puedan su- se cumpliría, siendo superado ese porcentaje en la
perar las etapas de este proceso, o al menos no en mayoría de los casos (Gherardi, 2007).
un único intento (Lockwood et al., 2007). Cuanto Una definición de especie invasora acorde a
mayor el número de propágulos de la especie y de los distintos criterios planteados y que los reúna,
intentos a través del o de los vectores, mayor es la podría ser la siguiente: se entiende por especies
probabilidad de cumplir con todos los pasos del invasoras, aquellas que, como resultado de la ac-
proceso de invasión. Se entiende como propágulo tividad humana, es introducida en el ecosistema
a una parte de un organismo, desde la cual otro que no es nativo, se adapta a el y se convierte así
organismo puede ser producido (semillas; raíces y en un agente de cambio que afecta la biodiversi-
rizomas para plantas; huevos, larvas, pupas, quis- dad nativa y a la economía de la sociedad.
tes para animales, como así parejas reproductivas
aptas, hembra grávida o individuos de reproduc- CASOS DE BIOINVASIÓN
ción asexual). Superadas las tres primeras etapas Un trabajo precursor sobre bioinvasiones ma-
del proceso de invasión, la especie traspasa las rinas en el Atlántico sudoccidental, fue llevado a
barreras naturales que limitaban su distribución y cabo por Orensanz et al. (2002) a través de un es-
se transforma en no-nativa. Una especie que tras- tudio exhaustivo de los conocimientos existentes
pasa exitosamente las cinco etapas es considerada sobre los organismos marinos exóticos introduci-
invasora (Kolar y Lodge, 2001). Muchas especies dos en el sudoeste del Océano Atlántico, incluidas

338
Especies invasoras y conservación

las zonas costeras y de la plataforma de Uruguay larval planctónica que pasa por 6 estadíos larvales
y Argentina, corresponde a dos provincias bio- antes de fijarse como adulto.
geográficas, una de aguas templadas (Provincia -Ecología
Argentina) y la otra de aguas frías (Provincia Organismos tubícolas. Detritivoros
Magallánica). Si bien cabe destacar que el esca- - Hábitat
so conocimiento de la biota regional hace que sea Estuarino, marino, bentónico, submareal hasta
difícil rastrear a las especies invasoras, hay dos 10 m de profundidad.
publicaciones pioneras y de base para encarar el -Importancia económica
estudio de especies marinas no-nativas del extre- Sin información.
mo sur de America del Sur, una es la mencionada Ficopomatus enigmaticus (Fauvel 1923) (Com-
Orensanz et al. (2002) en el Atlántico sudocciden- plementado con InBuy, 2013)
tal; la otra es Castilla et al. (2005) que considera -Sistemática
el sudeste del Pacífico. Orden: Sabellida
En este capítulo, se trata este tema en dos par- Familia: Serpulidae
tes, una considerando a los casos de invasiones Género: Ficopomatus
biológicas de especies de invertebrados más cons- -Distribución geográfica
picuas en el Atlántico sudoccidental y ambientes Área de origen incierta. Cosmopolitas de estua-
mixohalinos asociados. La segunda parte, desta- rios subtropicales y templados.
cando a los casos de bioinvasiones que potencial- -Distribución en Argentina:
mente pueden llegar al mar argentino, Provincia Estuario del Río de la Plata; Lagos salobres de
Argentina, por proximidad geográfica. Mar Chiquita; Puerto Quequén, Mar del Plata.
-Morfología
CASOS DE BIOINVASIÓN EN EL De de 1 a 2 mm de diámetro, hasta 30 mm de
MAR DE LA ARGENTINA largo. Construyen tubos calcáreos de color blan-
co.
-CASOS CONSPICUOS DE INVASIÓN -Reproducción y desarrollo
(Orensanz et al., 2002. Cuando se complementa Sexual. Fase larval planctónica.
información extra, esta señalado en cada caso). -Ecología
Organismos tubícolas, planctívoros, detritívo-
La sistemática del listado se basa en World Re- ros.
gister of Marine Species (2013). - Hábitat
Aguas salobres, poco profundas y con baja ve-
Phylum Annelida. locidad de corriente.
Clase: Polychaeta, -Importancia económica
Boccardiella ligerica (Ferroniere 1898). (Com- Afectan la navegación. Generan la obstrucción
plementado con InBuy, 2013) de canales y compuertas y otras estructuras hi-
-Sistemática dráulicas en puertos, estuarios y otros sistemas
Orden: Spionida costeros. También representan problema al crecer
Familia: Spionidae en los cascos de los navíos.
Género: Boccardiella
-Distribución geográfica Hydroides elegans (Haswell 1883) (Comple-
Presumiblemente originaria del oeste de Euro- mentado con Marine Species Identification Portal)
pa, (también en California, O India, S África, SO -Sistemática
Atlántico). Orden: Sabellida
-Distribución en Argentina: Familia: Serpulidae
Estuario del Río de la Plata y laguna costera de Género: Hydroides
Mar Chiquita. -Distribución geográfica
-Morfología Presumiblemente nativa del Indo-Pacifico. Am-
Gusanos segmentarios. El adulto no so­brepasa pliamente distribuido en ambientes cálidos y tem-
los 19 mm. plados/cálidos.
-Reproducción y desarrollo -Distribución en Argentina:
Hermafroditas con fecundación cruzada. Fase Puerto de Mar del Plata.

339
Especies invasoras y conservación

-Morfología Orden: Ostreoida


Hasta 29 mm de largo, generalmente cerca de Familia: Ostreidae
20 mm. Tubo de pared fina, blanca, lisa o superfi- Género: Crassotrea
cie con anillos débilmente segmentados. -Distribución geográfica
-Reproducción y desarrollo Nativo del NO del Pacífico. Introducido inten-
Reproducción sexual. Desarrollo indirecto con cionalmente en muchas regiones por fines comer-
larva planctónica. ciales.
-Ecología -Distribución en Argentina:
Organismos tubícolas, suspensívoros. Bahía de San Blas y Bahía Anegada
- Hábitat -Morfología
Marinos. En sustratos duros. Típicamente en Concha de 10 a 15 cm de longitud, alargada,
zonas portuarias. ovalada, con valvas foliosas, desiguales. Charne-
-Importancia económica la sin dientes y ligamento interno. Color blanco
Costo de limpieza de cascos de buques y otras a parduzco, Interior blanco nacarado con una
estructuras sumergidas. Otros costos incluyen la mancha violácea correspondiente a la cicatriz del
disminución de la eficiencia operativa de los bu- músculo aductor.
ques debido a la incrustación de estos organismos -Reproducción y desarrollo
y de las tuberías de toma de agua, debido a la obs- Reproducción sexual. Desarrollo indirecto con
trucción (macrofouling). larva planctónica
-Ecología
Hydroides dianthus (Verrill 1873) Organismos incrustantes. Filtradores
-Sistemática - Hábitat
Orden: Sabellida Ambientes estuariales, en sustratos firmes del
Familia: Serpulidae fondo en adheridos a las rocas. Desde la zona in-
Género: Hydroides termareal más profunda hasta profundidades de
-Distribución geográfica 40 m.
Ampliamente distribuido en regiones calidas y -Importancia económica
templadas La comercialización de la ostra japonesa es
-Distribución en Argentina: muy importante a nivel mundial.
Puerto Belgrano.
-Morfología Limnoperna fortunei (Dunker, 1857). (Com-
Adultos hasta 5 cm de longitud. plementado con Darrigran y Damborenea, 2006;
-Reproducción y desarrollo 2011)
Reproducción sexual. Desarrollo indirecto con -Sistemática
larva planctónica Orden: Mytiloida
-Ecología Familia: Mytilidae
Organismos tubícolas, suspensívoros. Género: Limnoperna
- Hábitat -Distribución geográfica
Marinos. En sustratos duros. Típicamente en Procedentes de los ríos del sudeste de China y
zonas portuarias. Korea. Introducido en Hong Kong in 1965 y
-Importancia económica Japon y Taiwan en la década de los ´90. Ameri-
Nelson & Stauber (1940) han reportado que ca fue introducido por el Río de la Plata (a través
esta especie podría matar a bivalvos juveniles dek agua de lastre). Se lo encuentra en la actuali-
(Crassostrea virginica) al desarrollarse los orga- dad en los siguientes países: Uruguay, Paraguay y
nismos en sus valvas. También es hospedador de Brasil; y, muy probable que se encuentre tanbien
ciertos estadios de nematodos parásitos del Este en Bolivia. El mejillón dorado ha recorrido a con-
de Norte America. tracorriente 240 km por año.
-Distribución en Argentina:
Phylum Mollusca. Cuenca del Plata.
Clase Bivalvia -Morfología
Crassostrea gigas (Thunberg, 1793) Son organismos equivalvos, inequilateral, he-
-Sistemática teromiarios. Las valvas presentan desde un color

340
Especies invasoras y conservación

marrón oscuro hasta amarillo dorado. El interior Valva grande, superando los 16 cm de longitud
de las valvas es nacarado. La capa periostracal máxima, protoconcha de más de dos vueltas, glo-
externa es delgada, engrosándose en el margen bosa, ornamentada con pústulas microscópicas. El
valvar donde se curva hacia el interior. Los um- color es blanquecino sucio, con líneas oscuras, a
bos son subterminales y el ligamento es dorsal, veces partidas siguiendo la ornamentación espiral.
recto o levemente curvado. El margen ventral es -Reproducción y desarrollo
variable, pudiendo ser recto o arqueado. Todas las Reproducción sexual. Dioicos. Desarrollo indi-
dimensiones de la valva son regulares según las recto con larva planctotróficas.
poblaciones consideradas. La forma de la valva -Ecología
muestra una perfecta adaptación para vivir en sus- Predadores de moluscos bivalvos y cirripedios.
tratos duros. La superficie plana ventral permite al - Hábitat
animal una mayor adhesión al sustrato, mientras Ambientes estuariales y marinos.
que el umbo anterior le brinda mejor estabilidad. -Importancia económica
-Reproducción y desarrollo Depredador activo de moluscos bivalvos. Su
Reproducción sexual. Dioicos. Fecundación proliferación es un problema muy serio para las
externa. Con larva veliger planctónica. poblaciones de ostras y mejillones, tanto naturales
-Ecología como cultivadas. En Japón es consumido como
Epifaunal bisado. Provoca asentamientos (“ma- alimento.
crofouling”) que ocasionan problemas tanto en el
ambiente humano (tapan filtros y tuberías de las
tomas de agua para refrigeración de industrias, Phylum Artropoda
potabilizadoras de agua, canales de riego, etc.), Subphylum: Crustacea
como en el ambiente natural, pudiendo actuar Balanus glandula (Darwin, 1854)
como ingeniero de ecosistemas (Darrigran y Dam- -Sistemática
borenea, 2011) y hasta provocar desplazamientos Clase: Maxilopoda
de especies, tendiendo a la homogenización del Infraclase: Cirripedia
ambiente invadido (Darrigran, et al., 2008). Familia: Balanidae
- Hábitat Género: Balanus
Cuerpos de agua continentales (ríos, embalses -Distribución geográfica
y estuarios). Nativa de la costa oeste de America del Norte.
-Importancia económica Introducida al Sudoeste del Atlántico.
Macrofouling en lo sistemas de refrigeración -Distribución en Argentina:
de industrias, plantas generadoras de energía, rie- Desde San Clemente del Tuyú (Buenos Aires)
go, potabilizadoras de agua, etc. Los elementos hasta Comodoro Rivadavia (Chubut).
del sistema deben limpiarse o cambiarse, por lo -Morfología
tanto se debe detener el funcionamiento de todo Cuerpo revestido, por una serie de placas cal-
el sistema. cáreas, en número de 6 u 8. Sin pedúnculo. Usual-
mente 1.5 cm de diámetro, llegando hasta 2,2 cm.
Clase Gastropoda -Reproducción y desarrollo
Rapana venosa (Valenciennes 1846). (Comple- Hermafroditas. Con desarrollo indirecto con
mentado con Pastorino, 2005) larva bivalva “cipris”.
-Sistemática -Ecología
Orden: Neogastropoda Organismos sesiles, fijos a sustratos duros. Sus-
Familia: Muricidae pensívoros.
Género: Rapana - Hábitat
-Distribución geográfica Ambientes marinos. Mareal e intermareal.
Nativa de Japón y Este de China. Introducido -Importancia económica
en el Mar Negro (Europa/Asia) y la Bahía Che- Sin información.
sapeake (EE UU).
-Distribución en Argentina: Balanus amphitrite (Darwin, 1854)
Estuario del Río de la Plata -Sistemática
-Morfología Clase: Maxilopoda

341
Especies invasoras y conservación

Infraclase: Cirripedia Monocorophium insidiosum (Crawford 1937).


Familia: Balanidae (Complementado con InBUy, 2013)
Género: Balanus Clase: Malacostraca
-Distribución geográfica Orden: Amphipoda,
Cosmopolitas en mares cálidos y templados. Família: Corophiidae
-Distribución en Argentina: Género: Monocorophium
Puerto de Mar del Plata (Buenos Aires); Que- -Distribución geográfica
quén (Buenos Aires). Presumiblemente nativo del atlántico norte. De
-Morfología la Columbia Británica (Canadá) al Sur de Cali-
Cuerpo revestido, por una serie de placas cal- fornia (EEUU); Océano Atlántico; introducido en
cáreas, en número de 6 u 8, con rayas verticales Chile, Hawai y el Sudoeste Atlántico
estrechas moradas o marrones verticales. Con -Distribución en Argentina:
opérculo en forma de diamante protegido por una Provincia de Buenos Aires.
tapa móvil formado a partir de dos placas triangu- -Morfología
lares. Tamaño mediano, hasta 20 mm de diámetro. Machos con gnatópodos relativamente peque-
-Reproducción y desarrollo ños. Tercer urópodo oval y aplanado dorsoven-
Hermafroditas. Con desarrollo indirecto con tralmente. Urosomitos fusionados. Adultos hasta
larva bivalva “cipris”. más de 5 mm de longitud.
-Ecología -Reproducción y desarrollo
Organismos sesiles, fijos a sustratos duros. Sus- Sin información
pensívoros. -Ecología
- Hábitat Planctívoros
Ambientes marinos. Mareal e intermareal. - Hábitat
-Importancia económica Ambientes estuariales, suelen asociarse con
Sin información. arrecifes de Ficopomatus (Annelida; Polychaeta)
-Importancia económica
Balanus trigonus (Darwin, 1854) Sin información.
-Sistemática
Clase: Maxilopoda Ligia exotica (Roux 1828)
Infraclase: Cirripedia -Sistemática
Familia: Balanidae Clase: Malacostraca
Género: Balanus Orden: Isopoda,
-Distribución geográfica Família: Ligiidae
Cosmopolitas en mares cálidos y templados. Género: Ligia
-Distribución en Argentina -Distribución geográfica
Puerto de Mar del Plata (Buenos Aires) Cosmopolitas (Excepto Europa). Costas de zo-
-Morfología nas calidas y templadas (excepto Europa).
Cuerpo revestido, por una serie de placas cal- -Distribución en Argentina:
cáreas, en número de 6. Forma cónica y de color Puerto de Mar del Plata y Puerto Quequén.
rosa. Tamaño de de 3 a 6 mm. -Morfología
-Reproducción y desarrollo Cabeza con un par de antenas largas que exceda
Hermafroditas. Con desarrollo indirecto con la longitud del animal. Cuerpo aplanado con siete
larva bivalva “cipris”. segmentos torácicos, cada uno con un par de pa-
-Ecología tas, y seis segmentos abdominales. Los primeros
Organismos sésiles, fijos a sustratos duros. Sus- cinco con branquias membranosas y el sexto lleva
pensívoros. un par urópodos bifurcados.
- Hábitat -Reproducción y desarrollo
Ambientes marinos. Mareal e intermareal. Dioicos. Desarrollo directo.
-Importancia económica -Ecología
Sin información. Se alimentan de detritos y de las algas y diato-
meas que crecen en los sustratos duros.

342
Especies invasoras y conservación

- Hábitat - Hábitat
Zona Supralitoral Usualmente planctónico.
-Importancia económica -Importancia económica
Sin información. Sin información.
Halophiloscia couchii (Kinahan 1858) Synidotea laevidorsalis (Miers 1881). (Com-
-Sistemática plementado con InBUy, 2013)
Clase: Malacostraca -Sistemática
Orden: Isopoda Clase: Malacostraca
Familia: Halophilosciidae Orden: Isopoda,
Género: Halophiloscia Familia: Idoteidae
-Distribución geográfica Género: Synidotea
Europa y NO de África. Introducido en Norte -Distribución geográfica
America y SO del Atlántico. Originario de Japón y China. Introducida en el
-Distribución en Argentina: O de Norte America y SE del Atlántico.
Necochea y San Blas (Buenos Aires). -Distribución en Argentina:
-Morfología Bahía Blanca (Buenos Aires).
Cabeza con un par de antenas de la longitud del -Morfología
animal Cuerpo aplanado con siete segmentos to- Hasta 30 mm de longitud, aplanado dorsoven-
rácicos, cada uno con un par de patas, y seis seg- tralmente, de color marrón moteado.
mentos abdominales. Urópodos cortos. Cuerpo más ancho en la zona media, las hem-
-Reproducción y desarrollo bras más que los machos. Telsón cóncavo.
Sin información. -Reproducción y desarrollo
-Ecología Sin información.
Sin información. -Ecología
- Hábitat Zooplanctívoro.
Zona intermareal superior. - Hábitat
-Importancia económica Aguas someras, estuarinas, salobres a marinas.
Sin información. -Importancia económica
Sin información.
Idotea metallica (Bosc 1802)
-Sistemática Sphaeroma serratum (Fabricius 1787)
Clase: Malacostraca -Sistemática
Orden: Isopoda, Clase: Malacostraca
Familia: Idoteidae Orden: Isopoda,
Género: Idotea Familia: Sphaeromatidae
-Distribución geográfica Género: Sphaeroma
Ampliamente distribuido. Ausente en la Antár- -Distribución geográfica
tida. NE Atlántico, desde Europa hasta el Norte de
-Distribución en Argentina: África; Mar Mediterráneo y Mar Negro; Sur de
Mar del Plata (Buenos Aires) África, Oeste de Australia, SO del Atlántico.
-Morfología -Distribución en Argentina:
Cuerpo ovalado. Cefalón subcuadrado, con un Provincia de Buenos Aires.
surco sinuoso trasversal detrás de los ojos. Ante- -Morfología
nas 1 cortas. Antenas 2 robustas. Cuerpo aplanado Sin información.
con siete segmentos torácicos, cada uno con un -Reproducción y desarrollo
par de patas. Longitud de los machos de 8 a 30 Sin información.
mm; hembras de 9 a 18 mm. -Ecología
-Reproducción y desarrollo Sin información.
Sin información - Hábitat
-Ecología Costero. Asociado a zonas rocosas
Sin información -Importancia económica
Sin información

343
Especies invasoras y conservación

Pyromaia tuberculata (Lockington 1877) Bugula neritina (Linnaeus 1758)


-Sistemática -Sistemática
Clase: Malacostraca Clase: Gymnolaemata
Orden: Decapoda Orden: Cheilostomatida
Família: Majidae Familia: Bugulidae
Género: Pyromaia Género: Bugula
-Distribución geográfica -Distribución geográfica
NE del Pacifico, desde la costa oeste de EEUU Cosmopolita
hasta Panamá -Distribución en Argentina:
-Distribución en Argentina: Registros aislados en zonas portuarias de Mar
Provincia de Buenos Aires del Plata, Puerto Belgrano.
-Morfología -Morfología
Sin información Colonias arbustivas de ramificación irregular,
-Reproducción y desarrollo de hasta 7 cm de altura y de color pardo o vio-
Sin información láceo. Zooides grandes, de 0.75 a 0.25 mm, dis-
-Ecología puestos en dos series alternas, siendo más estre-
Sin información chos en la zona proximal. Carecen de avicularias
- Hábitat y espinas.
Marino -Reproducción y desarrollo
-Importancia económica Reproducción asexual por gemación y repro-
Sin información ducción sexual. Desarrollo indirecto.
-Ecología
Phylum Bryozoa Coloniales. Filtradores.
Bugula flabellata (Thompson in Gray 1848) - Hábitat
-Sistemática Marinos. Comunidad del fouling.
Clase: Gymnolaemata -Importancia económica
Orden: Cheilostomatida Sin información.
Familia: Bugulidae
Género: Bugula Bugula simples (Hincks 1886)
-Distribución geográfica -Sistemática
Cosmopolita Clase: Gymnolaemata
-Distribución en Argentina: Orden: Cheilostomatida
Puertos de Mar del Plata y Puerto Belgrano Familia: Bugulidae
-Morfología Género: Bugula
Colonias erectas, ramificadas, con forma de -Distribución geográfica
mata, densa, más ancha en el ápice, de hasta 5 cm Cosmopolitas.
de longitud y fijadas al sustrato por una especie de -Distribución en Argentina:
rizoides. Los zooides se disponen en series, de 3 Puerto Belgrano.
a 8 en cada rama. Avicularias con picos o mandí- -Morfología
bulas en forma de gancho con ángulo recto, más Las colonias se componen de ramas dicotómi-
grandes si están en el margen de la colonia. Color cas multiseriadas de color naranja-marrón. Las
anaranjado. ramas se estrechan en la base y ampliar en la parte
-Reproducción y -desarrollo superior. Autozooides entre 0.5 - 0.8 por 0.1-0.2
Reproducción asexual por gemación y repro- mm, con espinas en la punta. Avicularia en la zona
ducción sexual. Desarrollo indirecto. marginal únicamente.
-Ecología -Reproducción y desarrollo
Coloniales. Filtradores Reproducción asexual por gemación y repro-
- Hábitat ducción sexual. Desarrollo indirecto.
Marinos. Comunidad del fouling -Ecología
-Importancia económica Coloniales. Filtradores
Sin información - Hábitat
Marinos. Commanded del fouling

344
Especies invasoras y conservación

-Importancia económica Phylum Chordata


Sin información Subclase Tunicata
Bugula stolonifera (Ryland 1960) Ciona intestinali (Linnaeus, 1767)
-Sistemática -Sistemática
Clase: Gymnolaemata Clase: Ascidiacea
Orden: Cheilostomatida Familia: Cionidae
Familia: Bugulidae Género: Ciona
Género: Bugula -Distribución geográfica
-Distribución geográfica Cosmopolitas. Presumiblemente nativo a una o
Cosmopolitas ambas costas de Atlántico Norte.
-Distribución en Argentina: -Distribución en Argentina:
Zonas portuarias de Mar del Plata y Puerto Bel- Mar del Plata
grano. -Morfología
-Morfología Cuerpo cilíndrico, generalmente más alargado
Colonias erectas y ramificadas. Zooides de en la base, alcanzando 10 cm o más. Semitranspa-
aproximadamente 0,78 X 0,19 mm de tamaño, rentes, de coloración acaramelada.
con una membrana frontal en forma de U que -Reproducción y desarrollo
ocupa 3/4 de la superficie frontal. Avicularia pe- Reproducción sexual. Hermafroditas. Desarro-
dunculada. llo indirecto con larva de vida libre.
-Reproducción y desarrollo -Ecología
Reproducción asexual por gemación y repro- Organismos filtradores
ducción sexual. Desarrollo indirecto. - Hábitat
-Ecología Marinos. Confinados a zonas portuárias. Comu-
Coloniales. Filtradores nidad del fouling.
- Hábitat -Importancia económica
Marinos. Comunidad del fouling. Sin información.
-Importancia económica
Sin información Ciona robusta (Hoshin and Tokioka, 1967)
Sinónimo de Ciona intestinales (Worms, 2013)
Cryptosula pallasiana (Moll 1803)
-Sistemática Molgula manhattensis (DeKay, 1843). (Com-
Clase: Gymnolaemata plementado con Jensen, 2010)
Orden: Cheilostomatida -Sistemática
Familia: Cheiloporinidae Clase: Ascidiacea,
-Distribución geográfica Familia: Molgulidae
Cosmopolitas Género: Molgula
-Distribución en Argentina: -Distribución geográfica
Zonas portuarias de Mar del Plata, Quequén y Desde Maine (EEUU) hasta el norte del Golfo
Puerto Belgrano. de México, Excluyendo la península de Florida
-Morfología probablemente NE del Atlántico, desde el Mar
Zooides hexagonales de aproximadamente 0.6 Blanco hasta NO de África. Costa Oeste de Nor-
X 0.4 mm de tamaño. Sin espinas ni avicularias. teamérica. Japón. Australia.
Coloración clara, entre rosa y blanco. -Distribución en Argentina:
-Reproducción y desarrollo Puerto de Mar del Plata.
Reproducción asexual por gemación y repro- -Morfología
ducción sexual. Desarrollo indirecto. Cuerpo globoso, con cierta compresión lateral.
-Ecología Puede llegar a medir 20 mm de ancho y 50 mm de
Coloniales. Filtradores. alto. Ciertas zonas de la túnica pueden convertirse
- Hábitat en pequeñas proyecciones similares a pelos lla-
Marinos. Comunidad del fouling. madas papilas (función alimenticia). Típicamente
-Importancia económica de color verde oliva o verde amarillento.
Sin información.

345
Especies invasoras y conservación

-Reproducción y desarrollo Mollusca


Reproducción sexual. Hermafroditas. Desarro- Haliotis rufescens (Swainson, 1822) 
llo indirecto con larva de vida libre. Clase: Gastrópoda
-Ecología Familia: Haliotidae
Organismos filtradores. Género: Haliotis
- Hábitat Vectores potenciales: Acuarismo.
Marinos. Comunidad del fouling.
-Importancia económica Myosotella myosotis (Draparnaud, 1801) 
Sin información Clase: Gastrópoda
Familia: Ellobiidae
Molgula robusta (Van Name, 1912) Género: Mysotella
-Sistemática Vectores potenciales: Agua de lastre; Corrientes
Clase: Ascidiacea, marinas.
Familia: Molgulidae
Género: Molgula Bryozoa
-Distribución geográfica Membraniporopsis tubigerum (Osburn, 1940) 
Ampliamente distribuido en mares cálidos y Clase: Gymnolaemata
templados. Orden: Cheilostomata
-Distribución en Argentina: Familia: Flustridae
Mar del Plata. Género: Membraniporopsis
-Morfología Vectores potenciales: Incrustaciones; corrientes
Sin información. marinas.
-Reproducción y desarrollo
Sin información. Urocordados
-Ecología Styela plicata (Lesueur, 1823) 
Organismos filtradores. Orden: Stolidobranchia
- Hábitat Familia: Styelidae
Marinos. Comunidad del fouling. Género: Styela
-Importancia económica Vectores potenciales: Agua de lastre.
Sin información.
Costas de Brasil
CASOS POTENCIALES DE Las especies consideradas, son las que poseen
BIOINVASIÓN la categoría de especies invasoras según el In-
forme sobre especies marinas exóticas/invasoras
La fauna del mar argentino permite distinguir de Brasil (2009). Además, se tomo en cuenta la
dos provincias biogeográficas: la Provincia Ar- distribución de las especies y su cercanía con los
gentina y la Provincia Magallánica, que forman 30° S (Costas de Río Grande do Sul), que seria el
parte de las Regiones Subtropical y Subantártica limite superior de la Provincia Argentina (Balech
(Balech y Ehrlich, 2008). Sobre la base de esta y Ehrlich, 2008).
división biogeográfica y de la bibliografía dispo-
nible, se hará mención de algunas de las especies Porifera
invasoras que se encuentran en países vecinos, y Paraleucilla magna Klautau, Monteiro & Bo-
que sus características biológicas les permitirían rojevic, 2004
ser consideradas como potenciales casos de bioin- Clase: Calcarea
vasores para la Argentina. Orden: Leucosolenia
Familia: Amphoriscidae
Costas de Uruguay (fundamentado en Brugnoli Género: Paraleucilla
et al., 2006; Masciadri et al., 2010). La sistemáti- Vectores potenciales: Incrustaciónes; Acuaris-
ca del listado se basa en World Register of Marine mo.
Species (2013).

346
Especies invasoras y conservación

Mollusca tonces, en que hay que prevenir las bioinvasiones


Mytilopsis leucophaeata (Conrad, 1831) y es, en este sentido, un rol determinante el de la
Clase: Bivalvia educación a la sociedad (Darrigran et al., 2012a).
Orden: Veneroidea El mar argentino no es prístino. Está expuesto
Familia: Dreissenidae a todo tipo de amenazas, originadas o potenciadas
Género: Mytilopsis por las actividades humanas. Las especies introdu-
Vectores potenciales: Agua de lastre; Incrusta- cidas son numerosas y causan un impacto negativo
ciones. sobre las especies nativas y el funcionamiento del
ecosistema. Por ejemplo, la acuicultura se sostiene
Myoforceps aristatus (Dillwyn, 1817)  especialmente en especies introducidas, favorece la
Clase: Bivalvia sobreexplotación de especies de bajo nivel trófico
Orden: Mytiloida e impacta las comunidades y ambientes marinos.
Familia: Mytilidae Se espera además, una expansión de esta activi-
Género: Myoforceps dad en el corto plazo. Otro ejemplo, las ciudades
Vectores potenciales: Acuicultura; agua de las- costeras, descargan con frecuencia efluentes ur-
tre; incrustaciones; corrientes marinas. banos sin tratamiento o con tratamiento deficiente
al medio acuático, lo que favorece la introducción
Artropoda. Crustacea. de especies, al estar el ambiente impactado y con
Cancer pagurus (Linnaeus, 1758)  especies nativas “débiles” para repeler al invasor
Clase: Malacostraca. (Elton, 1958). La pesca no sustentable y la pesca
Orden: Decapoda. ilegal, la captura incidental de decenas de especies
Familia: Cancridae. de invertebrados son algunos de otros graves pro-
Género: Cancer blemas que amenazan la abundancia y diversidad
Vectores potenciales: Corrientes marinas; agua de las especies y la potencialidad económica del
de lastre. mar argentino (Foro para la Conservación del Mar
Patagónico y Áreas de Influencia, 2008).
BIOINVASIONES Y Tanto para evitar el descontrol mencionado
CONSERVACIÓN en el párrafo anterior, como para el manejo de
la bioinvasiones en particular, se debe generar
El mar argentino es un ecosistema diverso y conocimiento y educar a la sociedad sobre este
rico en endemismos. Entre los invertebrados, sólo problema ambiental (Darrigran et al., 2008).
los moluscos suman más de 900 especies. Se han Esta actividad, a su vez, debe estar íntimamente
descrito unas 1.400 especies de organismos perte- acompañada con generación de conocimiento. En
necientes al zooplancton para las aguas de las co- Argentina, las investigaciones abocadas a la bio-
rrientes de Brasil y Malvinas. El borde de la pla- logía de las invasiones, en general, se encuentran
taforma continental representa un ambiente con finalizando una etapa de Descripción de la inva-
grandes agregaciones de especies marinas en el sión biológica, la cual es base para comenzar a
fondo, la columna de agua y la superficie. El eco- desarrollar otras dos etapas necesarias para rea-
sistema tiene importancia global como fuente de lizar un manejo sustentable de las bioinvasiones:
alimentación para especies migratorias de aves, Predicción y Análisis de Riesgo de Invasión. Se
peces, tortugas y mamíferos marinos que provie- tiene un sistema de investigación bien orientado
nen de áreas distantes (Foro para la Conservación y generador de potenciales soluciones para afron-
del Mar Patagónico y Áreas de Influencia, 2008). tar a las bioinvasiones. En contraposición se esta
Por su parte, como fue mencionado oportuna- frente a un sistema de gestión del manejo de las
mente, las bioinvasiones constituyen una de las bioinvasiones inconsistente, debido a que esta
amenazas de mayor crecimiento y más signifi- inconsciente de esta capacidad generadora de co-
cativas para la conservación de la biodiversidad nocimiento o, peor aún, inconsciente de los pro-
global. La ignorancia en algunos casos e incon- blemas que causan las bioinvasiones y del rol de
ciencia del hombre en otros, determina el trasla- prevenirlas.
do voluntario o accidental de especies desde su El sistema científico dedicado a la biología de
hábitat nativo hacia sitios que no habrían podido las invasiones progresa y se encuentra preparado
alcanzar en forma natural. El desafío reside, en- para encarar la predicción y análisis de riesgo de

347
Especies invasoras y conservación

invasión; por lo tanto, este avance científico debe- 2. Impactos ecológicos: consecuencias adver-
ría estar acompañado de una política de integra- sas sobre las especies y los ecosistemas nativos.
ción con el sistema económico-social de la región.
El problema de las bioinvasiones no es solo lo- A través de puntuaciones realizadas sobre la
cal o propio de un país, es de importancia regional base de la historia de organismo, los impactos
y el grado de potencial problema e impacto regio- causados en áreas vecinas y junto con sus perfi-
nal puede ser evaluado de una manera estándar y les ecológicos, permite clasificar a las especies
objetiva a través de protocolos simplificados de- en una de las tres siguientes categorías de riesgo:
sarrollados por especialistas; como por ejemplo,
el protocolo de Evaluación del Impacto Ambien- Categoría A: (lista negra) incluye especies con
tal por Especies Invasoras (ISEIA) (Segers and alto riesgos ambientales.
Branquart, 2010). Este se compone de secciones
compatibles con las etapas del proceso de inva- Categoría B: (lista de vigilancia o alerta) incluye
sión: la potencial propagación; colonización de especies con un riesgo ambiental moderado sobre
hábitats naturales; impactos adversos sobre las la base de los conocimientos existentes.
especies y los ecosistemas nativos.
Mediante este protocolo del ISEIA (ISEIA Gui- Categoría C: incluye otras especies no-nativas,
delines), se propone identificar organismos con que no son considerados como una amenaza para
características que lo potencian como especies la biodiversidad y los ecosistemas nativos.
invasoras (para realizar su prevención y control). Las puntuaciones de cada sección evaluada,
Este protocolo consta de 2 secciones (Figura 4): permiten estimar el grado de impacto que puede
producir una especie todavía no ingresada a la re-
1. El estado de invasión: capacidad potencial de gión o ambiente a prevenir.
propagación y colonización de los hábitats natu- Sobre la base de lo planteado, la gestión inte-
rales. grada de las especies invasoras depende del cri-

Figura 4. Protocolo adoptado por


el BFIS (Belgian Forum on Invasive
Species) para identificar las especies
exóticas que hacen una amenaza para
la biodiversidad nativa (modificado de
ISEIA Guidelines)

348
Especies invasoras y conservación

terio adoptado para el concepto de las especies (1) En la sociedad en general, través de la edu-
invasoras y la medición del éxito del programa de cación formal, no formal e informal (esta última
gestión desarrollado. Un segundo eje a conside- mediante el uso de estrategias de difusión, docu-
rar es el conocimiento de base previo que sirve de mentales, etc.).
marco de referencia para la gestión, mientras que (2) Sobre la base del punto anterior, la sociedad
un tercer eje es representado por la generación de exigiría a los funcionarios (gestores) de turno, la
conocimiento, que ajusta y mantiene en interac- producción y ejecución de reglas y programas de
ción a los dos ejes (Figura 5). gestión que garanticen un trabajo sostenible en el
Sin embargo, este esquema carece de un cuar- tiempo de las instituciones cargo del manejo de
to eje fundamental, que tendría el poder de hacer las invasiones biológicas (Figura 6).
al programa de gestión sobre bioinvasiones sos- Como conclusión, se puede afirmar que para
tenible en el tiempo. Para lograr una gestión de lograr una gestión integrada de las invasiones
invasiones biológicas integrada y sostenible, es biológicas sostenible en el tiempo, es necesario
necesario considerar un cuarto componente, la disponer de una sociedad atenta a esta cuestión;
conciencia de la existencia de invasiones biológi- que requiera de los funcionarios de turno la acti-
cas y los problemas que causan (Darrigran et al., vidad de generar y continuar con las acciones de
2008). Esta acción esta compuesta por dos etapas manejo de las invasiones biológicas en el tiem-
simultaneas: po. Esto se consigue gracias a la incorporación

Figura 5. Etapas comunes a todas las bioinvasiones (columna izquierda), políticas y opciones de gestión (columna central), y
principales recomendaciones (columna derecha) asociados a cada etapa de la invasión. Desde la parte superior a la parte inferior
de la columna de la izquierda, cada flecha es más delgada que la anterior debido a que la proporción de especies que procede de
una etapa a la otra es menor que el anterior. Sin embargo, debido a que el número de especies que entran en las vías está aumen-
tando a medida que aumenta el comercio mundial, el número de especies causando impactos perjudiciales está aumentando con
el tiempo. En la columna de la derecha, las recomendaciones no se corresponden exactamente con cada etapa de la invasión; y
en particular, la recomendación 6 apuntala a todas las opciones políticas y de gestión (modificado de Lodge et al., 2006).

349
Especies invasoras y conservación

Figura 6. Los cuatro componentes del manejo integrado de especies invasoras (Darrigran et al., 2012b)

del cuarto componentes más periféricos de la conciencia del problema de las bioinvasiones en
Figura 6, destacando a la educación de la socie- la sociedad en su conjunto y lograr de esta forma
dad, que mantiene a los otros tres componentes la conservación del ambiente en general y del
activos. Esta educación debe realizarse en todos marino en particular.
niveles, con el objetivo de crear y mantener la

350
Especies invasoras y conservación

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Ciencias Exactas y Naturales. Universidad de sidad y Biología Experimental- Facultad de
Buenos Aires. DBBEA-(UBA-CONICET). Ciencias Exactas y Naturales. Universidad de
Facultad de Ciencias Exactas y Naturales Buenos Aires. DBBEA-(UBA-CONICET).
(UBA) Pabellón II, 4º Piso Ciudad Univer- Facultad de Ciencias Exactas y Naturales
sitaria. C1428EHA Buenos Aires. ichiesa@ (UBA) Pabellón II, 4º Piso Ciudad Univer-
macn.gov.ar sitaria. C1428EHA Buenos Aires. esnal@
bg.fcen.uba.ar
Correa, Nancy. Av. Montes de Oca 2124.
C1270ABV Ciudad Autónoma de Buenos Genzano, Gabriel N. Estación Costera Nágera,
Aires, República Argentina. ncorrea@hidro. Departamento de Ciencias Marinas, Facultad
gov.ar de Ciencias Exactas y Naturales, Universi-
dad Nacional de Mar del Plata. Funes 3250,
Curelovich, Jessica N. CEBBAD- Departamen- (7600) Mar del Plata, Argentina. Instituto de
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Instituto Superior de Investigaciones (ISI). CONICET – UNMdP, Mar del Plata, Argenti-
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353
Nómina de autores

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via, Chubut, Argentina. gil_damian@hotmail. nico, Boulevard Brown 2915 U9120ACD,
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CONICET-UBA).Universidad de Buenos Ai- nal – Facultad Regional Chubut. Av. del Tra-
res. jgimenez@bg.fcen.uba.ar bajo 1536, Puerto Madryn, Argentina. Centro
Nacional Patagónico – CONICET. Boulevard
Güller, Marina. División Invertebrados, Museo Brown 2915, U9120ACD Puerto Madryn, Ar-
Argentino de Ciencias Naturales “Bernar- gentina. nicortiz@cenpat.edu.ar
dino Rivadavia”, Av. Ángel Gallardo 470
(C1405DJR), Ciudad Autónoma de Buenos Pastor de Ward, Catalina T. Laboratorio Meio-
Aires, Argentina. mguller@macn.gov.ar fauna Marina (UIDSE) Centro Nacional Pata-
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Liuzzi,, Gabriela. Laboratorio de Comunidades Puerto Madryn, Chubut, Argentina. pastor@
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(C1405DJR) Buenos Aires. gliuzzi@macn. Pérez Analía F. CEBBAD- Departamento
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Instituto Superior de Investigaciones (ISI).
Lo Russo, Virginia. Laboratorio Meiofauna Ma- CONICET. Hidalgo 775 -C1405BCK- CABA
rina (UIDSE) Centro Nacional Patagónico, República Argentina.analiafperez1@gmail.
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Madryn, Chubut, Argentina. lorusso@cenpat.
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López Gappa, Juan. División Invertebrados. Instituto Superior de Investigaciones (ISI).
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CONICET. Av. Ángel Gallardo 470, Buenos República Argentina.patopb@yahoo.com
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gov.ar Ré María E. Centro Nacional Patagónico – CO-
NICET. Boulevard Brown 2915, U9120ACD
Lovrich, Gustavo A. Laboratorio de Biología de Puerto Madryn, Argentina. re@cenpat.edu.ar
Crustáceos Centro Austral de Investigaciones
Científicas (CADIC-CONICET). Houssay Rubilar, Tamara. LAPEMAR CENPAT- CONI-
200, Ushuaia, Argentina. Lovrich@cadic- CET, B. Brown 2915, (9120) Puerto Madryn,
conicet.gob.ar Chubut. rubilar@cenpat.edu.ar

Marschoff, Enrique R. Instituto Antártico Sabatini, Sebastián E. Laboratorio de Enzimolo-


Argentino. Balcarce 290 - Código Postal gía, Estrés y Metabolismo, IQUIBICEN-Dp-
C1064AAF - Ciudad Autónoma de Buenos to Química Biológica, Facultad de Ciencias
Aires. marschoff@dna.gov.ar Exactas y Naturales, Universidad de Buenos
Aires, Pab. II, Intendente Guiraldes 2160
Mianzan, Hermes W. (†). Instituto Nacional de C1428EHA. Ciudad Autónoma de Buenos
Investigación y Desarrollo Pesquero (INI- Aires, Argentina. e-mail: sabatini@bg.fcen.
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354
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DEP), Mar del Plata, Argentina. schejter@ Torres, Santiago. División Zoología Inverte-
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logía Animal (IDEA), CONICET y Facultad Zaixso, Héctor E. Instituto de Desarrollo Coste-
de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, Uni- ro, Universidad Nacional de la Patagonia San
versidad Nacional de Córdoba. Avenida Vélez Juan Bosco. Ciudad Universitaria Km 4, Co-
Sarsfield 299 (5000) Córdoba, Argentina. rsa- modoro Rivadavia, Chubut. hzaixso@gmail.
hade@efn.uncor.edu com

Tatián, Marcos. Instituto de Diversidad y Eco- Zelaya, Diego G. Departamento Biodiversidad y


logía Animal (IDEA), CONICET y Facultad Biología Experimental, Facultad de Ciencias
de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, Uni- Exactas y Naturales, Universidad de Bue-
versidad Nacional de Córdoba. Avenida Vé- nos Aires, Ciudad Universitaria, Pabellón 2,
lez Sarsfield 299 (5000) Córdoba, Argentina. 4º piso (C1428EHA), Ciudad Autónoma de
marcostatian@gmail.com Buenos Aires, Argentina. dzelaya@bg.fcen.
uba.ar

355
La Fundación Azara, creada el 13 de noviembre del año 2000, es una institución no gubernamental y sin fines de
lucro dedicada a las ciencias naturales y antropológicas. Tiene por misión contribuir al estudio y la conservación
del patrimonio natural y cultural del país, y también desarrolla actividades en otros países como Paraguay, Bolivia,
Chile, Brasil, Colombia, Cuba y España.

Desde el ámbito de la Fundación Azara un grupo de investigadores y naturalistas sigue aún hoy en el siglo XXI
descubriendo especies –tanto fósiles como vivientes– nuevas para la ciencia, y en otros casos especies cuya
existencia se desconocía para nuestro país.

Desde su creación la Fundación Azara contribuyó con más de cincuenta proyectos de investigación y conservación;
participó como editora o auspiciante en más de doscientos libros sobre ciencia y naturaleza; produjo ciclos
documentales; promovió la creación de reservas naturales y la implementación de otras; trabajó en el rescate y
manejo de la vida silvestre; promovió la investigación y la divulgación de la ciencia en el marco de las universidades
argentinas de gestión privada; asesoró en la confección de distintas normativas ambientales; organizó congresos,
cursos y casi un centenar de conferencias.

En el año 2004 creó los Congresos Nacionales de Conservación de la Biodiversidad, que desde entonces se realizan
cada dos años. Desde el año 2005 comaneja el Centro de Rescate, Rehabilitación y Recría de Fauna Silvestre “Güirá
Oga”, vecino al Parque Nacional Iguazú, en la provincia de Misiones. En sus colecciones científicas -abiertas a la
consulta de investigadores nacionales y extranjeros que lo deseen- se atesoran más de 50.000 piezas. Actualmente
tiene actividad en varias provincias argentinas: Misiones, Corrientes, Entre Ríos, Chaco, Catamarca, San Juan, La
Pampa, Buenos Aires, Río Negro, Neuquén y Santa Cruz. La importante producción científica de la institución es el
reflejo del trabajo de más de setenta científicos y naturalistas de campo nucleados en ella, algunos de los cuales
son referentes de su especialidad.

La Fundación recibió apoyo y distinciones de instituciones tales como: Field Museum de Chicago, National
Geographic Society, Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España, Fundación Atapuerca, Museo de
la Evolución de Burgos, The Rufford Foundation, entre muchas otras.

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