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Capítulo 1

Introducción a la Historia de la Psicología

La psicología y su historia

Los psicólogos con un interés en la historia de su disciplina han celebrado centenarios. Los festejos
comenzaron en 1979, con el centenario de la fundación del laboratorio de Wilhelm Wundt en
Leipzig, Alemania. En 1992, la American Psychological Association (APA) conmemoró el centenario
de su fundación en el estudio de G. Stanley Hall en la Universidad Clark el 8 de julio de 1892.

Durante la década de 1960 se generó un interés significativo por la historia de la psicología, muchos
psicólogos profesionales y con un interés creciente por la historia se unieron y participaron en la
creación de una nueva disciplina especializada. Robert I. Watson (1909-1980) fue el principal
impulsor. Inició con un llamado a las armas en un artículo publicado en el American Psychologist
titulado “The history of psychology: a neglected area” (Watson, 1960), colaboró en la organización
profesional de historiadores de la psicología, cuya finalidad fue la creación de la división 26 de la
APA en 1965; un archivo de historia de la psicología estadounidense en la Universidad de Akron; el
primer número del Journal of the History of the Behavioral Sciences; un programa de doctorado en
historia de la psicología en la Universidad de New Hampshire, en el cual fue nombrado como primer
director. Por último, en 1968 la National Science Foundation promocionó un curso de verano de seis
semanas en el campus de la UNH, que provocó la culminación de la obra de Watson, la Cheiron
Society, una asociación internacional sobre historia de las ciencias conductuales y sociales.

¿Por qué estudiar historia?

Conocer la historia no es una garantía de que los errores no se repetirán, es un medio imperfecto
para pronosticar el futuro, sin embargo, brinda la posibilidad de comprender el presente. La razón
más importante para estudiar historia es que el presente no puede entenderse si no se sabe algo
del pasado.

Solemos pensar que los tiempos actuales son “los peores tiempos” comparados con la benevolencia
de los “viejos tiempos”. El conocimiento de la historia pone los sucesos actuales en una mejor
perspectiva, nos defiende contra la idea de que estos problemas son muchas veces peores de lo que
solían ser. Saber del pasado nos permite ser conscientes de cómo han luchado otras personas con
problemas similares y nos ofrece cierta orientación para la actualidad.

Otro de los beneficios de estudiar la historia es que nos permite evitar caer en la falacia de que el
presente es la culminación de siglos de progreso, al igual nos permite comprender que cada época
ha marcado a la humanidad de manera diferente.

Por último, estudiar historia implica el análisis de la conducta de las personas a través de las distintas
épocas. En diversas situaciones es necesario analizar el comportamiento que dio lugar a lo que hoy
en día llamamos hechos históricos; por ejemplo, la esencia de la guerra de independencia es sin
duda el deseo de libertad, motivo por el cual los psicólogos deben sentirse naturalmente atraídos
hacia la historia.

¿Por qué estudiar la historia de la psicología?

Los psicólogos deberían interesarse en estudiar la historia de la psicología puesto que es una ciencia
joven, apenas supera los 100 años de antigüedad, parte del contenido y muchos de los cursos de
psicología pertenecen a ese siglo. Evidentemente la psicología moderna está ligada a su pasado.

De igual manera, muchos de los temas abordados hace un siglo siguen siendo importantes, por
ejemplo, naturaleza y crianza propuesto hace más de 130 años por sir Francis Galton y en el que
podemos comparar argumentos actuales con los planteados en otros tiempos, ayudando a los
psicólogos modernos a tener una comprensión con mayor profundidad.

Con el paso del tiempo la psicología se ha diversificado, por lo que ya no podemos hablar de un solo
campo, no obstante, si algo comparten todas las áreas, es su historia.

Conocer la historia de la psicología mejora las posibilidades de evaluar críticamente los presuntos
avances revolucionarios en psicoterapia, así como las nuevas teorías seudocientíficas.

En último lugar, el curso permite estudiar a las figuras importantes para el desarrollo de la psicología
y su comportamiento en su contexto histórico, de esta manera aumenta nuestra comprensión del
comportamiento humano.

Aspectos clave en la historia de la psicología

Vieja historia versus nueva historia

En 1980, la American Psychological Association (APA) creó la Serie de Conferencias “G. Stanley Hall”.
En 1988, Laurel Furumoto, psicóloga e historiadora de Wellesley College, dictó la primera
conferencia dedicada a la enseñanza de la historia de la psicología. De acuerdo con Furumoto, la
vieja historia de la psicología es un modelo que hace hincapié en los logros de los “grandes” filósofos
y psicólogos y se concentra en exaltar los “estudios clásicos”. Desde el punto de vista de la vieja
historia, el propósito de la historia de la psicología es enaltecer la psicología actual y demostrar
cómo esta surgió de un turbio pasado.

Según Furomoto, la vieja historia suele ser presentista, internalista y personalista. La nueva historia,
en cambio, es más historicista, externalista y naturalista.

Presentismo versus historicismo

En un artículo editorial publicado en el volumen inicial del Journal of the History of the Behavioral
Sciences, George Stocking contrastó el presentismo con un modelo llamado historicismo. Según
Stocking, el presentista evalúa el pasado en función de los conocimientos y valores modernos. El
historicista pretende entender el pasado desde los conocimientos y valores existentes en el
momento en que ocurrió el suceso.

Es importante que el historiador y el lector de historia sean conscientes de los peligros del
pensamiento presentista y que busquen comprender los episodios históricos en el contexto de su
tiempo, como lo señala el historiador Bernard Bailyn (Lathem, 1994), “el pasado no sólo es distante,
sino distinto”.

Historia internalista versus externalista

Al tipo de modelo histórico en el cual lo que se escribe es interno a la disciplina de la psicología se


le conoce como historia internalista o historia de las ideas, este modelo ofrece descripciones
detalladas de la evolución de la teoría y la investigación, pero ignora las influencias externas que
han impactado a la disciplina. Las redactan personas formadas en la disciplina especifica que se
analiza y con escasa experiencia en la historia en sí.

Por otro lado, las historias externalistas examinan las influencias sociales, económicas,
institucionales y externas a la disciplina.

Una historia necesita que exista cierto equilibrio, pues, al ser exclusivamente internalista pierde la
riqueza del contexto histórico, mientras que una historia excesivamente externalista no logra
comunicar una adecuada comprensión de las ideas claves de la disciplina.

En la segunda mitad del siglo XIX se desarrolló la psicología comparada, un estudio basado en la
evolución del comportamiento animal que demuestra la interconexión entre historia internalista y
externalista. John B. Walton, considerado el fundador del conductismo como corriente de
pensamiento, encontró que los métodos que se empleaban para estudiar a los animales también
podían aplicarse al estudio de los seres humanos. Para entender la influencia de la psicología
comparada se necesita conocer los factores externos que llevaron de estudiar a los animales a
estudiar a los seres humanos, por ejemplo, para muchos psicólogos a principios del siglo XX el deseo
de mejorar su condición institucional fue una fuerza impulsora importante. Sin duda, para asimilar
este cambio es necesario conocer algo más que las ideas que se debatían en el seno de la disciplina.

Historia personalista versus naturalista

La historia personalista o lo que solía denominarse teoría del “Gran Hombre”, se identifica con los
actos de personajes históricos individuales y los sostiene como los principales creadores de la
historia. Este enfoque, suele ser asociado con el historiador y ensayista Thomas Carlyle, cuya obra
Los héroes. El culto de los héroes y lo heroico en la historia (Heroes, Hero Worship and the Heroic in
History), se recuerda por esta frase: “la historia de lo que ha logrado el hombre en este mundo es
en el fondo la historia de los grandes hombres que han trabajado en él” (citado en Boring, 1963a,
p.6).

El enfoque personalista tiene un atractivo intuitivo. Edwin G. Boring, sostenía que la “historia es una
superficie continua y resbalosa”, reconocía que las principales figuras históricas “son unas
agarraderas que ponemos en esa superficie” (Boring, 1963b, p. 130). Boring afirmaba que el enfoque
personalista en la historia se debe a factores como la necesidad humana de héroes y la necesidad
que tienen los científicos de reconocimiento personal.

Como modelo alterno al enfoque personalista existe la historia naturalista, perspectiva que hace
hincapié en la atmosfera intelectual y cultural de los tiempos como la principal fuerza impulsora de
la historia, a lo que Friedrich Hegel denominó zeitgeist. Boring, defendió con mayor resistencia el
concepto de zeitgeist, para sustentarlo, señaló dos tipos de sucesos históricos: El primero,
denominado descubrimiento múltiple, indica que múltiples individuos hacen el mismo
descubrimiento de manera independiente y más o menos simultáneamente. El segundo tipo de
suceso, es un descubrimiento que se dice que está “adelantado para su época”.

Basarse en el zeitgeist para explicar la historia representa cierta problemática: al carecer de


criticismo se podría considerar al concepto como independiente de los personajes históricos que en
realidad le dan significado. Por tanto, una perspectiva equilibrada de la historia reconoce la
interrelación entre las personas y los entornos en los que actúan.

Edwin G. Boring (1886-1968), el historiador más famoso de la psicología

Boring se topó por primera vez con la psicología en el otoño de 1905 cuando tomó un curso optativo
de psicología elemental, impartido por el gran E. B. Titchener, aunque no se pronunció por la
psicología en ese entonces y prosiguió con sus estudios de ingeniería, obteniendo su maestría en
1908. Después de dos años con poco éxito, regresó a Cornell y obtuvo un doctorado con Titchener
en 1914, sus intereses de investigación comprendieron experimentos de aprendizaje en laberintos,
la regeneración nerviosa, los procesos de aprendizaje de los esquizofrénicos, y su tema de tesis, la
sensibilidad visceral. Desde 1922 permaneció en Harvard hasta resto de su carrera, pasó la siguiente
década construyendo el laboratorio y convenciendo a las autoridades de que la psicología debía ser
un departamento independiente del de filosofía. Suceso que ocurrió hasta 1934. Finalmente,
durante la década de 1920 escribió su famoso libro Historia de la psicología experimental (1929).
Sin duda, los historiadores de la psicología tienen una gran deuda con la investigación histórica de
Boring.

Historiografía: cómo se hace y se escribe la historia

La historiografía es aquella actividad encargada de dar registro escrito a la historia de la humanidad,


para cumplir con su cometido utiliza diversas técnicas y teorías relacionadas al estudio, análisis e
interpretación de la historia.

Fuentes de datos históricos

Los historiadores de la psicología han utilizado fuentes secundarias para escribir sus historias. Las
fuentes secundarias son textos escritos o datos recopilados por otros en un momento posterior a
un suceso histórico y sirven para analizar o resumir el suceso, por ejemplo: libros, artículos
aparecidos en publicaciones periódicas y revistas, artículos enciclopédicos, etc. Sin embargo, los
investigadores se basan cada vez más en las fuentes primarias. Las fuentes primarias se consideran
textos creados provenientes del período de algún suceso histórico, como son las cartas, memorias,
discursos, expedientes universitarios, discursos, fotografías, resúmenes, minutas de reuniones y
materiales.

Problemas de selección e interpretación a los que se enfrentan los historiadores

El proceso que va desde la visita a un archivo a la publicación de un trabajo, no es sencillo. El


historiador debe enfrentar los problemas asociados con la recopilación de datos y con la
interpretación de la información que tiene a su disposición.

Al recopilar información durante la visita a un archivo, en ocasiones, es posible que surjan los
siguientes problemas de selección de datos: a) Pese a la gran cantidad de datos podrían faltar partes
importantes, lo que complica el trabajo del historiador, tal como Titchener y Sandford, se escribían
frecuentemente, pero sólo Titchener guardo su correspondencia. Al tratar de unir las piezas de su
relación, el historiador solo cuenta con la mitad de la historia; b) La información que podría ayudar
al historiador se pierde por causas naturales; c) Puede haber falta de datos a propósito o para
dificultarle a los demás la búsqueda y reconstrucción de ideas propias; y, d) Cierto tipo de
información puede quedar restringida por el donante y ser inaccesible para el historiador. Además
de lidiar con la información incompleta el historiador debe cuestionar la pertinencia de los datos
disponibles, ya que dos testigos oculares pueden diferenciarse notablemente en sus informes.

En relación con la redacción de la historia, surgen problemas de interpretación. En primer lugar, los
historiadores influyen sus ideas preconcebidas, conocimientos y sus teorías sobre la naturaleza de
la historia; el segundo problema es que el contexto histórico en que escriban sus historias
intervendrá, aunque no sean conscientes de ello; en tercer lugar, si no se revisa continuamente los
análisis históricos y la vieja información a la luz de la nueva información y de las nuevas formas de
examinar la vieja información se podría presentar una interpretación falsa, y el último problema es
suponer que un texto por ser antiguo, es completamente cierto, por lo tanto, es importante leer los
libros de historia con una pequeña dosis de duda.

Aproximación a la verdad histórica

La historia tradicional sostiene que la labor del investigador es escribir desde la perspectiva de lo
que “sucedió realmente”, comúnmente se considera que la perspectiva “correcta” de la historia es
la de quienes se encuentran en una posición de poder sobre otras personas, lo que limita la historia
a lo que los varones blancos europeos tienen que decir, ignorando la perspectiva diversa y
enriquecedora de las minorías. La crítica posmoderna ha tenido efecto al enriquecer nuestros
conocimientos y conocer la variedad de perspectivas, lamentablemente, una consecuencia de esta
crítica ha sido un relativismo que, al extremo puede generar afirmaciones absurdas como la que se
hizo en algún momento en el sentido de que el Holocausto judío en la Segunda Guerra Mundial
nunca ocurrió, sino que se construyó a partir de sucesos que tenían otras explicaciones diferentes
al genocidio.

En Telling the Truth about History (1994), Joyce Appleby, Lynn Hunt y Margaret Jacob, sostienen que
la búsqueda de conocimientos supone una lucha entre diversos grupos buscadores de la verdad.
Esto no significa que la meta sea establecer una sola verdad. Por el contrario, a partir de la
información nueva y vieja que se somete a nuevas interpretaciones podría surgir una verdad
compleja y mejorada de una sola descripción.

Bibliografía

Goodwin, J. (2009). HISTORIA DE LA PSICOLOGÍA MODERNA. México, Limusa.

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