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Capítulo 1

Fundamentos del Psicodrama

Psicodrama

 Es un paradigma porque constituye una cosmovisión del ser humano y de sus


aspectos vitales más relevantes, el cual lleva implícito una epistemología, una
forma de conocimiento y de acceder a las distintas dimensiones del mundo
social e intrapsíquico.
Posee una concepción holística del ser humano y una visión psicosocial de las
temáticas de salud mental.
 De esta deriva una teoría, donde las conceptualizaciones de las relaciones
interpersonales, la teoría de los roles y una concepción del desarrollo evolutivo
se articulan coherentemente.
 A partir del paradigma y de la teoría psicodramática, se desprende un método
un método, en donde lo vincular, lo corporal, lo escénico, lo metafórico, lo
creativo y estético son parte de su desarrollo. El método psicodramático se
sustenta e interviene sobre la posibilidad de un vínculo cuyas características
activan un cambio, una renovación, una resignificación. Supone el cuerpo con
un texto que va más allá de lo verbal, el cual posee una memoria de contenidos
reprimidos que en el despliegue escénico se desbloquean en cadenas de
contenidos que posibilitan un cambio, un revisionar las situaciones.
 Desde el método psicodramático se desprende un conjunto de técnicas donde
convergen aspectos verbales y no verbales, en donde el lenguaje, la
corporalidad y los afectos habitualmente escindidos en nuestra cultura se
confrontan en una danza, para ir paulatinamente dialogando, entrelazándose, y
finalmente integrándose.

La presencia del espacio escénico se relaciona con el trasladarse subjetivamente a una


dimensión espacio-temporal, en donde las vivencias y relatos ocurren, trascendiendo lo
plano y retenido de un relato verbal, a un holograma tridimensional, que permite la
actualización en el aquí y ahora. Junto a ello, nos encontramos con que el poder de lo
metafórico, creativo y estético se relaciona con dimensiones del ser humano a través de
las cuales puede emerger lo profundo, lo latente, lo oculto, y situarse en un espacio en
donde se transforma en manifiesto y develador.
Es justamente en este proceso de transmutación, como dice Kesselman, que “lo
siniestro pasa a ser maravilloso, lo conflictivo transmuta a movilizador de cambios, lo
estancado y retenido a creativo”1.
Un ejemplo que puede iluminar e ilustrar la consistencia y coherencia entre
paradigma, teoría, método y técnica, puede apreciarse en la clínica. Es así que puede
llegar a la consulta un paciente con un diagnóstico y estigma de depresión. En este caso,
el paradigma del psicodrama permite ver a este paciente trascendiendo el síntoma o
conjunto de síntomas. Lo anterior implica no quedarse atrapado en el aspecto
nosográfico ni patológico del ser humano.
La teoría psicodramática nos permite comprender desde su desarrollo vital las
configuraciones vinculares a partir de las cuales se cristaliza el rol, desde donde este

1
Kesselman, H. (1997). La Multiplicación Dramática.
paciente se vincula con los demás. En el método psicodramático, nos encontramos con
que a través del despliegue escénico, el paciente logra revivir aquellas escenas
constitutivas de su desarrollo en donde ocurre esta configuración vincular y en donde su
rol se cristaliza, en este revivir psicodramático. Aquí, el paciente tiene la libertad de
revitalizar sus vínculos, recrear sus libretos, elegir y reelegir flexiblemente sus roles. En
este sentido, el paciente puede permitir que sus emociones de rabia y pena circulen en
forma adecuada en sus relaciones, de modo que su furia no se congela ni su pena se
desvanece, en tanto puede sustituir la depresión, por la vitalización de sus emociones.

Fuentes Disciplinarias del Psicodrama

El psicodrama, como modelo psicoterapéutico, surge con Jacob Levi Moreno, quién,
además de la filosofía y la religión, se inspira en disciplinas como la sociología, el teatro
y la psicología.
De la sociología rescata su concepción de la ley de gravitación social y de
movilidad, así como los conceptos de sociogenética y sociodinámica.
La sociometría, si bien contiene el concepto de medir, antepone la persona al
número. Su cuerpo teórico comprende el desarrollo de reglas relacionadas con la
movilidad, complejidad y posibilidades de elecciones al interior de un grupo, las cuales
no se modifican, aunque aumenten las posibilidades de elegir2.
La concepción sociológica que está a la base de la teoría de grupo de Jacob Levi
Moreno, se opone al colectivismo marxista y al inicial individualismo instintivista
freudiano. Esto supone un punto de equilibrio entre lo individuativo y lo social, ya que
el ser humano puede, en su condición de libertad, desarrollarse esencialmente en su ser
individual y particular, sin masificarse en conservas culturales, pero adecuándose e
integrándose a los otros. Es más, son los otros y la definición de ser social lo que
permite el proceso de identidad y, por qué no decirlo, de individuación. De aquí que es
posible sustentar que Moreno es el precursor de la mirada social en la temática de salud
mental.

El teatro de la espontaneidad fue el desencadenamiento de la ilusión. Es el teatro,


que no se trata de la recurrencia eterna de lo mismo, sino lo opuesto a ello, lo
autoproducido, lo autocreado, una forma de descubrir una existencia encadenada, como
obra de la propia voluntad3. En este contexto, la catarsis tiene un efecto primario en el
protagonista y un efecto secundario en el público que la presencia, pues en sí misma
permite la abreacción, la limpieza para una nueva mirada, haciendo posible la
resignificación y recreación, tanto pública como privada.
La psicología también es fuente inspiradora de Moreno, ya que su obra crece en la
cuna del desarrollo psicoanalítico, del cual se observan múltiples influencias por
similitud y por oposición. Para Moreno, lo psicológico es una interrelación entre lo
interpsíquico grupal e intrapsíquico individual. Surge como un modelo de intervención
psicoterapéutica, a través del cual se despliega la posibilidad de emergencias de
insospechados aspectos latentes, ocultos, creadores de la personalidad, los cuales están a
la base de la cura.
A manera de ejemplo, existen una serie de espacios artísticos como una forma de
exploración de la psique y del inconsciente, lo que Jung denominaba imaginación
activa. Preguntémonos qué nos ocurre cuando vamos al cine o al teatro, qué nos
conmueve, cómo lo emergente artístico y social nos otorga un foco, una luz que la
2
Espina Barrio, J. (1995). Psicodrama. Nacimiento y Desarrollo.
3
Moreno, J. L. (1993). Psicodrama.
podemos encender o no para mirar lo interno, para observar aquellas áreas oscuras de
nuestra psíque.

Raíces Religiosas

Como señalan Moreno y Bustos, religión viene de religar, de unir 4, es sacar al individuo
aislado del diván a un encuentro y unión con los otros y a una forma de diálogo
cósmico. Moreno, inspirado en Spinoza y Nietzsche, desarrolla un concepto del hombre,
que, siendo un ente biológico, psicológico, social y cultural, trasciende además a lo
espiritual y lo cósmico.
Dios es parte del desarrollo interno del hombre; en este sentido, se cuestiona al
Dios judeocristiano, que insiste en separar al ser humano de Dios. Consecuente con esta
postura, plantea la importancia de los ritos tribales y religiosos como una búsqueda del
ser humano de comunicación con el cosmos.
Diferencia, además, entre la voluntad de vivir que refiere Schopenhauer y la
voluntad de dominio que plantea Nietzsche. La voluntad de vivir es propia de todos los
seres vivientes desde los protozoos; en cambio, la voluntad de dominio es propia de los
seres humanos.
Moreno critica la dureza, egoísmo y frialdad defendida en ocasiones por
Nietzsche, como critica también la caridad cristiana, en tanto ambas son tesis y antítesis
de una misma postura rígida, pues considera que a veces una realidad puede requerir
respuestas que van de un polo al otro, pasando por diversos matices, sin rigidizar roles.
Debemos recordar que Moreno era de origen judío.
La cábala judía tiene una fuerte influencia mística, esotérica, con elementos
gnósticos, el reconocimiento de una comunicación cósmica y la búsqueda de la
inmortalidad a través de la metafísica.

“El pueblo judío nunca abandonó la pasión religiosa durante su interminable


éxodo. Como Compensación pos ausencia de patria, conservó siempre las
prácticas religiosas y las tradiciones. El misticismo, en el sentido del
conocimiento de Dios, es presentado desde el punto de vista judío, con una
unidad que pre existe en la dualidad….” 5.

Desde lo anterior surge una concepción de Dios y del Hombre, diferente al


propiciado por la Iglesia Católica y muy similar al expresado por Jung, es decir, Dios
como una expresión de la individualidad del ser. Al respecto, Moreno en su libro Las
Palabras del Padre, expresa el sentimiento oceánico y la conexión con un Dios que está
dentro de cada ser humano.
Otro aspecto en que se aprecia la influencia jasídica, es a través de los cuentos.
Para Buber, la fuerza de la narración de los cuentos jasídicos tiene un valor didáctico,
terapéutico y religioso.
En su tesis de doctorado, César Wenk plantea una concepción de ser humano que
luego es adoptada por Moreno, donde dice que, vemos tanto a nivel individual como
social, la idea de religiosidad a través de la presencia de Dios, la conexión con lo
cósmico y oceánico, así como también la importancia de los ritos.
De lo anterior surge la tentación de asociarlo con la mirada evolutiva de Jung que
se relaciona con lo individuativo, ya que para Jung, la individuación, así como para

4
Bustos, D. (1990). Psicoterapia Psicodramática.
5
Fonseca Filho, J. (2005). Psicodrama de la Locura.
Moreno la espontaneidad, constituyen el encuentro con la totalidad, con la posibilidad
de libertad, la creación y la trascendencia, en cierto sentido con Dios.
Es así que como para muchas culturas indígenas, como por ejemplo los mapuches,
el inconsciente y los sueños son un escenario de expresión de las divinidades.

Contexto Histórico y Social

El Psicodrama surge en un período histórico plagado de heridas emocionales, físicas y


narcisísticas.
Una Alemania herida por la posguerra, buscando la compensación económica y
social que hiciera subsistir a las personas y a los egos de las personas.
Un momento, un locus o lugar, un status nascendi necesario para el surgimiento
de un Hitler, cultura narcisística y necrofilia, una cultura del dolor. En forma paralela y
entrelazada surgen los movimientos sociales, los cuestionamientos a las culturas
establecidas, las rebeldías a las conservas culturales, así como los cuestionamientos a las
culturas religiosas.
Es en ese contexto que Moreno trabaja en psiquiatría y busca los espacios
marginales, los espacios que escapan a lo conservador, los espacios que buscan la
creatividad, la originalidad, lo diferente. Espacios para lo revolucionario, el
psicoanálisis, movimientos sociales, movimientos desde la marginalidad, desde la
periferia. Es ahí donde están los intersticios, los microespacios para el surgimiento de lo
grandioso, de lo divino, de lo novedoso, de lo psicodramático.
Otro aspecto sociocultural relevante es el psicoanálisis, un nuevo concepto y
movimiento que transmutará la psicología y parte de la medicina. El inconsciente, algo
vedado y ni siquiera sospechado por la medicina tradicional. Aquellos aspectos
obscuros, latentes, reprimidos, sombríos, que vienen a ser parte constitutiva, e
influenciable, de la personalidad y de las enfermedades somáticas, un posible nuevo
paradigma para la medicina y para el entendimiento del ser humano.
Para Freud estamos viviendo en la punta del Iceberg y todo lo oculto estaría
fundamentalmente ligado a la sexualidad; Jung discute, dice que no todo lo sublimado
es derivado del impulso sexual; Reich rescata el valor de lo inconsciente instalado en
una memoria corporal. De alguna manera existía una búsqueda por integrar el cuerpo,
las cogniciones, los afectos y la espiritualidad.
En este sentido, sin que hayan sido conscientes de una discusión, sino que tal vez
desde el co-inconsciente social, Moreno y Jung se acercaron a esta integración.

Fundamentos Filosóficos

Entre los filósofos que influyeron en la obra de Moreno, destacan fundamentalmente los
jasidistas y existencialistas. De Bergson adopta el principio de la espontaneidad y la
filosofía del momento. Sin embargo disiente en el concepto de espontaneidad
bergsoniano, por ser más metafísico que existencial. La filosofía del momento se ilustra
en una célebre frase de este autor que es clásicamente citada: “El presente es el pasado
que será”, lo cual implica una concepción revolucionaria del tiempo para la cultura
occidental.
Moreno plantea que este filósofo es sensitivo a la temática de la creatividad, pues
refería el “elan vital” y “durée”, relacionados con el fluir de la experiencia, en una
duración donde todos los tiempos se conjugan6.

6
Espina Barrio, J. (1995). Psicodrama, Nacimiento y Desarrollo.
Por otra parte, otro autor que influye de manera importante en la obra de Moreno
es Martín Buber. Este autor plantea la filosofía del encuentro, yo-tú; refiere que el yo-
ello es una falacia, ya que “el observador” no puede mantenerse neutro y ajeno al
proceso que está observando; en cuanto a la posibilidad del encuentro, sostiene que se
vincula con el proceso de relación entre dos personas que se están mirando. Y en este
sentido, ambas se afectan y se conmueven7.
En sus primeras etapas, Moreno estuvo especialmente interesado por Spinoza,
Kant, Nietzsche, Hegel y Kierkegaard. El existencialismo influye en la obra de Moreno
en lo que respecta al concepto del ser y flujo espontáneo de la existencia, surgiendo de
aquí también la idea del momento, la espontaneidad y la creatividad. A ello habría que
agregar los influjos del movimiento social ligado al existencialismo, hecho que explica
su tendencia a dedicarse a actividades con marginados y a irrumpir en las conservas
culturales.
En síntesis, los fundamentos filosóficos del psicodrama dicen relación con tres
aspectos relevantes:
- Los conceptos de espontaneidad, creatividad, libertad, tiempo y espacio,
provenientes del existencialismo.
- La teoría del encuentro, proveniente del jasidismo.
- La visión de Dios.

Fundamentos Epistemológicos

Como ya se mencionó a partir de la influencia de Bergson, un concepto relevante en la


teoría psicodramática es el de “tiempo y espacio”, concebido como un “aquí y ahora”,
que es unitario y que contiene el pasado, el presente y el futuro. Se relaciona con el
concepto de locus, ya que dentro de esta perspectiva no sólo se recrea una escena, sino
que también el tiempo y el espacio en dónde ella se sitúa. El espacio contiene vivencias,
relaciones, situaciones e historias que se despliegan.
El tiempo contiene el pasado, el presente y el libreto futuro. “La noción de tiempo
y espacio fue una noción cultural hasta que Einstein señaló la imposibilidad de separar
ambos conceptos. Todos sabemos de su carácter unitario, su carácter de estructura
gestáltica tiempo y espacio. No se puede dividir tiempo y espacio, ya que el tiempo es
una cuarta dimensión en el sentido de que es la duración de una cosa determinada”8.
Por otra parte, los conceptos de “espontaneidad-creatividad” son uno de los más
relevantes del psicodrama. La espontaneidad es para Moreno la capacidad de expresar y
actualizar un conjunto de fuerzas, necesidades y tendencias propias del sujeto con las
características de adecuación social, que es lo que la hace distinta a la impulsividad.
La espontaneidad es el surgimiento de energías vitales internas que asumen
formas de expresión del sí mismo, que se adecuan al entorno social (diferencia con el
concepto de pulsión de Freud). Está directamente asociada a la creatividad, que es la
capacidad con que todos los seres humanos están equipados biológicamente. Ambas
implican capacidad para adaptase al entorno y actuar frente a éste como ante a una
situación primera y única.
Para Moreno, el ser humano espontáneo y creador es el hombre sano porque no
queda atrapado en “conservas culturales”, sino que siendo capaz de adaptarse a lo
social, desarrolla respuestas creativas que respetan sus necesidades.

7
Buber, M. (2001). Yo y Tu.
8
Pichón Riviere, E. (1999). Teoría de Vínculo.
Una característica relevante de la espontaneidad es la adecuación, lo que permite
diferenciarla de espontaneísmo9.
“La espontaneidad deriva del Latín sua esponte (desde adentro). Es la capacidad
que el hombre actual más teme, ya que le han enseñado que todo lo bueno esta fuera de
sí, en forma de conservas culturales…”10.
Finalmente, otro de los conceptos básicos de la teoría psicodramática,
fundamental para el entendimiento de su técnica está relacionado con la “memoria
corporal”: es la actualización de la acción, de movimientos, de patrones musculares e
incluso neurofisiológicos, que muchas veces están asociados a ideas, emociones y
fantasías preverbales. El sentido de la acción, junto a la palabra, es desbloquear cadenas
de significados que están reprimidos para evitar emociones de dolor. Según Moreno, “el
lenguaje gramatical organizado con sus símbolos comunes, ricos en significación, no es
suficiente para penetrar en las capas más antiguas del desarrollo psíquico, en las partes
mudas del encadenamiento de las neurosis y las psicosis”11.
No hay persona que exista separada del cuerpo vivo en que tiene su ser y a través
del cual se relaciona con el mundo que le rodea. En el anterior marco, y en
contraposición a muchas terapias tradicionales, el lenguaje que emplea la técnica
psicodramática está centrado no sólo en la cognición, sino también en aspectos
corporales y afectivos, siendo parte del objetivo la integración de estos elementos en el
vínculo terapéutico. La “teoría del encuentro” debe ser entendida, según Moreno,
íntimamente ligada al concepto de espontaneidad –libertad– y creatividad. En otras
palabras, en la actualización del “ser” está siempre presente el vínculo, un “otro” que va
permitiendo la estructuración y diferenciación de un yo adecuado a normas sociales –
roles–, pero con características particulares que cada persona crea en cada momento. En
este sentido, la espontaneidad está fuertemente relacionada con la creatividad, que es la
capacidad que todos los seres humanos tenemos de desarrollar conductas afectivas,
cognitivas, corporales de manera única y adecuándonos al entorno social, sin
interferencia de relaciones previas en este proceso12.
De lo anterior surge otro aspecto relevante en la teoría de Moreno que es el
concepto de “tele” y de “transferencia”. “Tele” es un proceso de empatía recíproca a
partir del cual dos a más seres humanos pueden encontrarse y percibirse en un acto
simultáneo y dinámico, creativo y libre de contaminaciones de historias vinculares
anteriores. En contraposición a esto, se encuentra el concepto de “transferencia”, que es
depositar en el otro, a través del vínculo, objetos internos introyectados en relaciones
interpersonales anteriores, fundamentalmente de carácter primario.
Éste, si bien es un concepto tomado de Freud, posee ciertas diferencias en el
planteamiento de Moreno, centradas básicamente en su aplicación no exclusivamente al
contexto terapéutico sino que a cualquier situación. Existe otra diferencia, referida a que
lo que se “transfiere” no es exclusivamente derivado de la relación con la madre, sino
que también de otras relaciones.

Características Transparadigmáticas del Psicodrama

Hasta ahora hemos estado revisando las diferentes influencias que tuvo el desarrollo de
la teoría psicodramática de Moreno.

9
Bustos, D. (1997). El yo y el psicodrama, Espontaneidad y Adecuación.
10
Bustos, D. (1990). Psicoterapia Psicodramática.
11
Moreno, J. L. (1987). Psicoterapia de Grupo y Psicodrama.
12
Moreno, J. L. (1995). Las Bases de la Psicoterapia.
Lo que analizaremos en este punto son las convergencias que este modelo posee
con otros modelos, incluso de desarrollos ulteriores. La característica de
transparadigmático (mirada más allá de la parcialidad) que posee el psicodrama es tal
vez una de sus más relevantes fortalezas.

Teoría Psicoanalítica
Éste es uno de los modelos desde donde se producen mayores convergencias, y que en
este caso específico, son más bien influencias.
La concepción que tiene el psicodrama de la relación entre los conflictos y la
historia biográfica del sujeto es similar a la del psicoanálisis. No obstante, Moreno
realizó quiebres paradigmáticos en torno al psicoanálisis en varios aspectos. El primero
dice relación con una concepción no etiológica causalística, sino teleológica y de
sentidos de los síntomas: los fenómenos no ocurren porque, sino para. El segundo es
acentuar una concepción más vincular de los conflictos, sacando aquí al sujeto de la
soledad intrapsíquica del diván a una exploración de la relación con sus objetos y su
átomo social. En este sentido el psicodrama se asimila a ulteriores desarrollos del
psicoanálisis, tales como Winicott y otros teóricos del vínculo posteriores a Moreno.
El tercer e importante quiebre paradigmático que realiza Moreno con respecto al
psicoanálisis es en relación a los conceptos de transferencia y contratransferencia.
Moreno utiliza el mismo concepto de transferencia, aunque su ámbito de aplicación
trasciende al espacio psicoterapéutico y no es de origen exclusivo del vínculo materno.
Disiente además con relación al concepto de contratransferencia, ya que desde el yo-tú,
lo que ocurre en el vínculo terapéutico, es bidireccional. No podría en este aspecto
existir la neutralidad técnica, que percibe al terapeuta como una tabla rasa, y a la
contratransferencia como exclusivamente determinada por el paciente. Por el contrario,
Moreno plantea el tele como una empatía y compasión recíproca entre terapeuta y
paciente, siendo además una de las principales herramientas terapéuticas13.

Humanismo
El psicodrama se relaciona con el humanismo en la forma de percibir al ser humano, en
sus posibilidades de autogestión y capacidad de libertad y albedrío. Esencialmente el ser
humano tendría todas las potencialidades para la libertad, la adecuación y la creatividad.
Son las conservas culturales las que lo coartan e inhiben, las que lo rigidizan y
cristalizan en roles no siempre adaptativos. Moreno creía en la capacidad de
autocuración de la humanidad. De hecho, su mirada no está centrada exclusivamente en
los conflictos, sino también en los recursos. El hombre y los grupos se enferman no sólo
porque no saben de sus conflictos, sino porque no reconocen ni asumen sus
posibilidades y recursos. Modelos que derivan del humanismo, como la gestalt, poseen
ciertas similitudes en la forma, en el quehacer de algunas técnicas psicodramáticas.

Transpersonal
Con relación a la corriente transpersonal, tiene muchas correspondencias con Jung.
Existe una escuela en Argentina de Carlos María Menegazzo y otra en Venezuela de
Niksa Fernández, que han profundizado y articulado en lo teórico y en lo práctico los
encuentros de estas teorías. Menegazzo dice que si Moreno y Jung se hubiesen
conocido, sin duda hubieran trabajado juntos. Este mismo autor plantea que los
conceptos de espontaneidad de Moreno e individuación de Jung son homólogos.
El primero habla del Dios que llevamos todos dentro, y el segundo también habla
de Dios, de trascendencia, sí mismo y totalidad. Ambas visiones apuntan a lo
13
Bello, M. C. (2000). Introducción al Pensamiento de J. L. Moreno.
teleológico, a lo finalista, y conciben al ser humano como algo más allá de lo biológico
y psicológico, así como también cósmico y espiritual.

Teoría Sistémica
El psicodrama y la teoría de sistema son modelos que tanto en su aspecto
epistemológico como metodológico consideran lo contextual. Estos son los aspectos
sociales, culturales, familiares, históricos y transgeneracionales que rodean al sujeto.
En este sentido, para ambos modelos los conflictos o síntomas no pueden ser
entendidos aislados de lo anteriormente planteado. Es así como una fobia en Irak, en
Mayo del 2003, no tiene obviamente el mismo significado que la misma fobia en Chile
en Mayo de 200514.
Finalmente, las confluencias de modelos se aprecian a veces más en su quehacer,
en su praxis, que en su teoría.

Características Fundamentales del Psicodrama

En este modelo también se concibe el proceso psicoterapéutico como un proceso


integral, a cuya experiencia deben asistir no sólo aspectos cognitivos, sino también
información proveniente del cuerpo y los afectos, induciendo de esta manera una
profundización y emergencia de significados inconscientes bloqueados y con ello la
ampliación y resignificación de la perspectiva con la que habitualmente se percibe la
realidad.
Me refiero entonces a la tríada psicodramática, esto es, la necesaria integración
entre mente, cuerpo y afecto. La cognición, la expresión kinestésica y cenestésica
corporal y las vivencias y afectos son igualmente relevantes.
Otro aspecto que distingue esta técnica de otras es que la perspectiva que las
orienta le da tanto un espacio a los conflictos y dificultades como a las posibilidades de
desarrollo y recursos activos para la resolución.
También un elemento que la caracteriza está en que el acento en términos de los
objetivos está centrado más en el proceso que en los contenidos. Esto implica que se
puede mirar y entender los conflictos, sin adherirse a la parte narrativa de ellos. Esta
característica es una ventaja, principalmente en la intervención grupal, reduciendo
ansiedades y resistencias propias del inicio ante la fantasía de muchos pacientes de tener
que “narrar” y exponer los conflictos frente al resto de los participantes.

14
Pleno período de la invasión de Estados Unidos.

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