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I. ANTECEDENTES
2.1. Como fruto de las relaciones sexuales que sostuvieron por esa época
ALVARO ORJUELA HUELGOS y MARIA EVELIA ORTEGON SANCHEZ, nació el 29 de
septiembre de 1976 LUZ DARY ORTEGON, quien nunca fue reconocida legalmente durante la
existencia de su padre, pero sí de hecho.
2.3. Durante más de cinco años el causante Alvaro Orjuela dió a LUZ
DARY ORTEGON el trato de hija y en el vecindario que tuvieron aquel y la madre natural la reputaron
como hija, en virtud de dicho tratamiento.
Estima que los testigos que comparecieron a petición de la parte actora, que
vivieron todos, como trabajadores, en la finca Callejón de Guaduas, lugar donde ocurrieron los hechos, se
refieren a estos de manera explícita, expresan su dicho en forma clara y concordante, sin contradicciones,
y sus afirmaciones no fueron desvirtuadas por los demandados, quienes no concurrieron a la práctica del
examen de grupos y factores sanguíneos, lo que constituye un indicio cierto de los hechos de la demanda.
En efecto:
ADOLFO MENDOZA, afirma ser el padre de Luz Dary por haber vivido
con Evelia Ortegón con quien tuvo seis hijos a los cuales reconoció y les dió el apellido. Como prueba
entrega una partida eclesiástica donde la niña aparece como Mendoza Ortegón, y señala que la madre le
cambió el apellido para estafar a la esposa de Alvaro Orjuela, mandándole razón con las hijas gemelas
para que le colaborara diciendo que Luz Dary no es su hija.
LUZ DARY ORTEGON, señaló que cuando tenía unos 5 años se enteró de
que era hija de Alvaro Orjuela, quien la trataba como hija y le contribuyó para el estudio. Agrega que
tiene otros hermanos hijos de Adolfo Mendoza quien convivió con su madre, pero que en la actualidad ya
no lo hacen.
Con fundamento en las causales 5ª. y 1ª. del artículo 368 del C. de P.C., dos
cargos plantea el recurrente contra la sentencia compendiada para sustentar el recurso de casación, los que
se despacharán en el orden en que fueron propuestos.
PRIMER CARGO:
Indica que esta intromisión del juez en favor de la parte demandante es más
grave, si se tiene en cuenta que la demanda teóricamente adquirió la calidad de admisible solamente hasta
la fecha en que se decretó la prueba de oficio, el día 5 de julio de 1994, más de dos años después de la
muerte del presunto padre, lo que trajo como consecuencia que una acción que estaba caducada, se
convalidó aparentemente por la actividad desplegada por el juzgado, careciendo de facultad.
CONSIDERACIONES DE LA CORTE:
sentencia del Tribunal en lo referente a la actuación del curador ad-litem de los herederos indeterminados
demandados, en su concepto, no necesaria, y en especial por la obtención de unas pruebas del estado civil
con violación del debido proceso, pues fueron decretadas y practicadas vulnerando los artículos 179 y 180
del C. de P.C., lo que genera la nulidad de pleno derecho contemplada en el artículo 29 de la Constitución
Política.
Por expreso y perentorio mandato del numeral 5 del artículo 368 del estatuto
procesal civil, las causales de nulidad que pueden aducirse por medio del recurso de casación, son
exclusivamente las establecidas en el artículo 140 de dicha codificación, siempre que no hayan sido
convalidadas, las que se refieren a la nulidad del proceso considerado en conjunto y respecto de la actividad
desplegada por el juzgador en el trámite del mismo, que se vería afectada si el funcionario quebranta
cualquiera de las normas que la determinan, y siempre que este quebranto tenga entidad suficiente para
invalidar total o parcialmente la actuación adelantada.
en una prueba nula, por cuanto estima que fue obtenida con violación de los artículos que regulan su
producción y eficacia. Por lo tanto, la nulidad invocada no se refiere a un yerro de actividad, sino de
juzgamiento, dado que en caso de existir esa irregularidad, su declaración afectaría, en principio,
solamente el medio probatorio que fue irregularmente aducido, que se tornaría ineficaz para que el
juzgador, con base en él, pudiera fundar su decisión, puesto que únicamente puede tener en cuenta para
esto, las pruebas legal y oportunamente allegadas, sin que por dicha causa se invalide la totalidad del
proceso.
este proceder podría desembocar en un error de juzgamiento por haber decidido el litigio teniendo en
cuenta hechos que no fueron debidamente probados, lo que conllevaría la consiguiente violación de una
norma sustancial por haber estimado una prueba, a pesar de la forma irregular como fue allegada al
proceso.
casación, señala irregularidades que afectarían las pruebas documentales con las que se demostró en el
proceso la calidad con que se citaba a los demandados reconocidos y que fueron estimadas por el
sentenciador para proferir el fallo; sin embargo, observa la Sala que de ser cierta esta acusación, el yerro
en que habría incurrido el fallador sería de juicio y no de actividad, que es el que corresponde a la causal
aducida, por cuanto habría decidido el litigio sobre unos hechos que no fueron real y debidamente
probados, error que debe ser atacado por la primera de las causales de casación contempladas en el
artículo 368 del C. de P.C., y el no haber procedido así, lleva al fracaso del cargo, pues dado el carácter
dispositivo que gobierna el recurso de casación, le está vedado a la Corte examinar la acusación de
la presente controversia no era necesaria la presencia del curador ad-litem, dado que al existir un heredero
determinado la demanda se sigue contra él y sólo a él lo afecta la sentencia, y por lo tanto este auxiliar de
la justicia carece de legitimidad en la causa para intervenir en el proceso, es preciso señalar que esta es
una cuestión propia del derecho sustancial y no del procesal, y como tal, daría lugar a una acusación por
la causal primera de casación, por violación de norma sustancial, mas no por la quinta, como se invocó en
el presente caso.
existen en el expediente las pruebas supuestamente tomadas de la sucesión de Gilberto Jaramillo, sin
entrar en mas consideraciones, señala la Corte que el casacionista entremezcla las causales 5ª. y 1ª. de
casación, por cuanto cuando se acusa al Tribunal por falta de apreciación o por preterición o suposición
primera de las causales del artículo 368 del C. de P.C., y no de procedimiento sobre el cual está edificada
la acusación estudiada.
paso.
SEGUNDO CARGO:
El recurrente acusa la sentencia impugnada por la causal 1ª. del artículo 368
del C. de P.C., vía indirecta, por ser violatoria por indebida aplicación de las siguientes normas
sustanciales: artículo 6º. numeral 4º. incisos 1º. y 2º. y numeral 5º. de la Ley 75 de 1968, artículo 10º. de
la misma ley, y artículos 1321, 1322, 1323, 1924, 1925 y 1926 del C.C.; y por falta de aplicación del
inciso 3º. del numeral 4º. del artículo 6º. de la Ley 75 de 1968; infracciones provenientes de errores de
hecho y de derecho al contemplar, apreciar o valorar las pruebas así: 1) error de hecho al suponer que en
el proceso existen copias de los autos de reconocimiento de cónyuge sobreviviente y heredero expedidas
por el Secretario de la Sala Civil del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá; 2) error de derecho
por violación medio por falta de aplicación de los artículos 174, 179 y 180 del C. de P.C. e inciso final del
artículo 29 de la Constitución Política, al haber decretado pruebas de oficio para fines diferentes y en
oportunidad distinta de las establecidas en la norma citada; 3) error de derecho por violación medio del
artículo 254 numeral 1º., por falta de aplicación, al valorar las copias de copias arrimadas al proceso,
tomadas al parecer de un proceso que obra en el mismo juzgado, pero sin previa orden judicial; 4) error
de hecho al suponer que en el expediente existe alguna declaración expresa o tácita del heredero
consistente en la partida de bautismo que el propio Tribunal decretó como prueba de oficio y el registro
de nacimiento de la demandante que fue sentado extemporáneamente por su madre con apoyo en la
partida eclesiástica; 6) errores de hecho por: a) haber preterido la prueba consistente en la partida de
nacimiento de la demandante según la cual esa persona es actualmente mayor de edad y lo era cuando se
practicó el examen heredobiológico; b) haber preterido como prueba el memorial poder otorgado por la
exhibió su cédula de ciudadanía y hace vida marital desde hace dos años; d) haber preterido totalmente la
solicitud de presentación expedida por el ICBF para que la demandante y sus progenitores se presentaran
Genética, expedido por el ICBF sobre incompatibilidad, al no haberse dado cuenta que la presunta hija en
la fecha del examen ya no era menor de edad, por tanto hubo una suplantación de persona por una menor
de edad sin identificar; f) también por preterición parcial del mismo certificado en cuanto a la fecha en
que se practicó, el 7 de enero de 1997, fecha diferente a la señalada por el ICBF, por lo cual la parte
El casacionista considera que el Tribunal incurrió en error de hecho al suponer que en el proceso existen
copias de los autos de reconocimiento de cónyuge sobreviviente y heredero expedidas por el Secretario de
la Sala Civil del Tribunal Superior de Bogotá, tomadas del proceso de sucesión de Gilberto Jaramillo
Tamayo, las que solo existen en la mente del ad quem, puesto que esas pruebas fueron relacionadas en
una sentencia de la Corte citada por el apoderado de los demandados, pero que no obran en el proceso,
puesto que si obraran no servirían para demostrar el parentesco entre Alvaro Orjuela y los demandados, y
de conformidad con lo anterior, concluye el casacionista que el Tribunal no examinó el expediente y
demuestra la existencia del error de hecho por suposición de prueba, evidente y absurdo.
medio, por falta de aplicación de los artículos 174, 179 y 180 del C. de P.C., y el inciso final del artículo
29 de la Constitución Política, al haber decretado pruebas de oficio para fines diferentes y en oportunidad
distinta de los establecidos en dichas normas, error que sustenta con la afirmación de que las pruebas de
oficio decretadas no eran útiles para verificar hechos relacionados con las alegaciones de las partes, sino
para subsanar errores del demandante y del juez relativos a la admisibilidad de la demanda, cuando la
parte demandada tenía un derecho adquirido a que fuera inadmitida o que al momento de fallar se
declarara su ineptitud por falta de los requisitos formales indispensables, además de que con este decreto
de pruebas de oficio, se convalidó una acción que estaba caducada, la patrimonial, por cuanto en la fecha
en que se decretaron, 5 de julio de 1994, día en que teóricamente la demanda adquirió la calidad de
admisible, habían transcurrido más de dos años desde la muerte del Alvaro Orjuela.
Afirma que el juzgado al decretar de oficio dichas pruebas, violó el artículo
179 del C. de P.C., lo que es incontrovertible, a menos que se afirme que el juez debe decretar
oficiosamente que se aporten los documentos que el demandante no acompañó con la demanda, cosa que
la ley no dice, por lo que el ad quem al valorar esas pruebas, sin tener en cuenta su ilegalidad, también
de las pruebas tantas veces señaladas, es el relativo a la oportunidad para decretarlas, de conformidad con
lo señalado en el artículo 180 del C. de P.C., pues en su sentir el auto que lo hizo es ilegal porque no fue
dictado en ninguna de las oportunidades señaladas en la norma citada, errores que fueron prohijados por
el Tribunal en el punto 3 de su sentencia, violando, por falta de aplicación, los artículos 179 y 180 ibidem,
pruebas que, además, fueron obtenidas con violación del debido proceso, y por lo tanto nulas, según el
artículo 29 de la C.P.
Dice el censor, que quedó demostrada por parte del Tribunal, la violación
medio de las normas procesales citadas, al haberle dado valor probatorio a las copias decretadas sin tener
facultad y en forma extemporánea, lo que trae como consecuencia su nulidad de pleno derecho y por lo
tanto no existen en el expediente como prueba y la demanda sigue siendo inadmisible por falta del
violación medio del artículo 254 numeral 1º., por falta de aplicación, al valorar las copias arrimadas al
demandado, las que habían sido ilegalmente producidas, pese a lo cual las encuentra conforme a derecho.
otro proceso, sin especificar cuál, hecha por el Secretario del Juez 1º. Promiscuo de Familia no es
suficiente, según lo establecido en el artículo 254 del Código Civil (sic), pues el inciso 1º. de la misma
norma indica que se requiere “previa orden del juez donde se encuentre o una copia autenticada”, lo cual
brilla por su ausencia, por lo que el Tribunal violó por falta de aplicación total, el inciso 1º. del artículo
254 del C. de P.C., al pasar por alto la previa orden dada por el juez, lo que invalida la prueba e impone el
quiebre de la sentencia.
en el expediente existe alguna manifestación expresa o tácita del heredero para aceptar la herencia de su
padre, cuando tal expresión brilla por su ausencia. Sobre este particular indica que el apoderado de la
parte demandada señaló que la calidad de heredero con que se demandó a Alvaro José Orjuela Bocanegra
requiere probarse, no solamente con la vocación hereditaria por la partida de nacimiento, sino con la
aceptación de la herencia, de las que, la primera no está debidamente probada y la segunda, la supuso el
ad quem.
oficiara al mismo Juzgado 1º. Promiscuo de Familia de El Espinal para que expidiera copias auténticas de
la demanda con anexos y su auto admisorio del proceso de sucesión de Alvaro Orjuela Huelgos, la que no
fue decretada y la parte interesada no objetó la omisión, con lo cual quedó sin demostrar el hecho 7º. de la
indicó que, como lo ha dicho la Corte en forma reiterada, requiere de dos situaciones: “la vocación
hereditaria y que la persona llamada a recoger la herencia no la repudie (artículo 783 y 1.298)”, que a
su vez, este último artículo dispone: “La aceptación de una herencia puede ser expresa o tácita. Es
expresa cuando se toma el título de heredero; y es tácita cuando el heredero ejecuta un acto que supone
necesariamente su intención de aceptar, y que no hubiere tenido derecho a ejecutar sino en su calidad de
heredero”, y que el artículo 1299 del C.C. señala que “Se entiende que alguien toma el título de
heredero, cuando lo hace en escritura pública o privada, obligándose como tal heredero, o en un acto de
tramitación judicial”. Sobre lo anteriormente transcrito se pregunta el casacionista que dónde está el acto
ejecutado por el menor demandado, o la escritura, o la tramitación judicial, aspectos que el ad quem no
cita porque no existen en el expediente y que probablemente subrayó las palabras “acto de tramitación
judicial” porque imaginó que las pruebas solicitadas obraban en el expediente, sin darse cuenta de que,
ningún hecho que constituya aceptación tácita de la herencia, sino que fue una “alegre suposición
haber pretermitido la prueba consistente en la partida de bautismo que el mismo fallador de segunda
instancia decretó de oficio y el registro de nacimiento de la demandante que obra al folio 2 del cuaderno
principal, según el cual fue sentado extemporáneamente por la madre de la actora con apoyo en la partida
eclesiástica de bautismo.
eclesiástica aportada por Adolfo Mendoza, tendría razón el Tribunal para negarle a esa prueba poder
corroborante de la declaración de aquel, pero en el expediente se encuentra también una copia de esa
partida enviada por el Párroco de La Catedral en virtud de prueba de oficio decretada por el ad quem, la
que sí tiene dicho valor, pero que inexplicablemente fue pretermitida por el juzgador que la había
ordenado.
de nacimiento de Luz Dary, por haberse efectuado el registro con fundamento en el acta parroquial, en la
que figura como padre Adolfo Mendoza y que demuestra que, por lo menos en principio, la madre aceptó
su paternidad, pero luego cambió de opinión por ambición, según señala el declarante Mendoza, por lo
que, en sentir del recurrente, la partida eclesiástica tiene poder corroborante por haber sido decretada de
oficio, además de que sirvió para asentar extemporáneamente la partida civil de nacimiento.
hecho por pretermisión de las pruebas referentes al examen heredo-biológico practicado a Luz Dary
Ortegón, quien para la época en que se practicó, no era menor de edad, como se puede ver en el memorial
poder otorgado por ella en el que se señala su cédula de ciudadanía, a pesar de lo cual en el informe del
Instituto Colombiano de Bienestar Familiar se indica que se refiere a la “MENOR LUZ DARY”, cuando
libre y muestra su cédula de ciudadanía, pero el Tribunal no reparó en esto y aceptó el examen practicado
a una menor, cuando lo cierto es que la prueba se practicó con una menor sin apellido ni identificación,
por lo que se produjo un resultado de paternidad excluyente, lo que no hubiera sucedido si se practica con
la actora, y por lo tanto este error de hecho cometido le quita toda credibilidad a la prueba.
Bienestar Familiar, por cuanto lo acepta todo como prueba pero lo pretermite parcialmente respecto de la
fecha en que debía haberse practicado, el 13 de noviembre de 1996, cuando no concurrieron los
examinados para su práctica, como sí lo hicieron el 7 de enero de 1997, cuando la parte opositora no tuvo
oportunidad de controlar dicho examen, prueba que además, fue determinante para que no prosperara la
exceptio plurium constupratorum al quedar claramente excluída la paternidad de Adolfo Mendoza, y que
investigación de paternidad y petición de herencia y dejó de aplicar el inciso que trata sobre la exceptio
la persona de la presunta hija, quien en su sentir fue suplantada, y respecto de la fecha en que se practicó.
CONSIDERACIONES DE LA CORTE:
Las copias tendrán el mismo valor probatorio del original en los siguientes casos: …1º. Cuando hayan
sido autorizadas por notario, director de oficina administrativa o de policía, o secretario de oficina
judicial, previa orden del juez, donde se encuentre el original o una copia autenticada”. (Se subraya). A
su vez, el numeral 5º. del artículo 115 del mismo código establece que a petición verbal de cualquier
persona, el secretario puede expedir copias no autenticadas del expediente o de una parte de éste, sin
necesidad de auto que las autorice, copias que en este evento, “no tendrán valor probatorio de ninguna
clase”.
De conformidad con lo expuesto, para que una copia de un documento que se encuentra en un expediente
judicial y se aporta a un proceso tenga mérito probatorio, es necesario, no solamente que el secretario la
autentique con su firma, indicando que se trata de una copia del original o de copia que ha tenido a la
vista, sino que su expedición haya sido ordenada previamente por el juez, requisito este último que no se
encuentra acreditado en este asunto, por cuanto no obra en el expediente constancia alguna de que la
autenticación efectuada por el secretario sobre las fotocopias que obran a folios 3 y 4 del cuaderno 2,
hubiere estado precedida de la autorización, la cual no se suple con la sola afirmación hecha por la Juez
en la providencia que resuelve la reposición contra el auto que negó la excepción previa propuesta por el
La Corte, en un caso similar reciente indicó que: “…si bien es cierto que de
conformidad con la reseñada reglamentación (art. 254 C.P.C.), se autorizó a los secretarios de los
despachos judiciales para que expidiesen copias auténticas de los expedientes sometidos a su cuidado, a
diferencia del régimen anterior que lo prohibía, no es menos cierto que el ejercicio de tal atribución se
encuentra forzosamente condicionado a que el juez imparta la orden respectiva, requisito que se echa de
menos en la copia allegada por la parte demandante al proceso; por supuesto que no obra constancia
alguna que permita inferir que la atestación secretarial relativa a la supuesta autenticidad de la
mencionada fotocopia hubiese sido precedida por la ineludible autorización del juez”. (Cas. Civil. Sent.
incurrió en el error de derecho que se le endilga, como quiera que le otorgó valor probatorio a las
fotocopias de los registros civiles de nacimiento del menor Alvaro José Orjuela Bocanegra y de
matrimonio del presunto padre con Beatriz Bocanegra de Orjuela que obran en el proceso de sucesión de
Alvaro Orjuela Huelgos, con las que se acreditó la calidad con que aquellos fueron demandados, sin tener
en cuenta que dichas fotocopias, si bien fueron autenticadas por la secretaria del Juzgado 1º. Promiscuo
de Familia de El Espinal, no existe constancia explícita e inequívoca de que fueron expedidas en virtud
otra prueba que acredite la calidad de cónyuge sobreviviente e hijo de Alvaro Orjuela, con que fueron
Espinal a fin de que envíe la copia autenticada del auto de reconocimiento de herederos en el proceso de
sucesión de Alvaro Orjuela Huelgos y a las partes se les requerirá a fin de que alleguen al proceso las
copias de este auto, o en su defecto los registros civiles de nacimiento y matrimonio de los demandados.
Igualmente, se decretará la práctica del examen científico que la técnica más reciente prescribe, DNA con
el uso de marcadores genéticos, STR, HLA, cromosoma Y, etc., a fin de determinar si el causante es el
padre extramatrimonial de Luz Dary Ortegón, o si su paternidad puede descartarse, por cuanto la prueba
genética se constituye en un deber ineludible para el juzgador de conformidad con el artículo 7º. de la Ley
75 de 1968.
DECISION
Civil, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de la ley, CASA la sentencia
proferida el 31 de julio de 1997 por la Sala de Familia del Tribunal Superior del Distrito Judicial de
Ibagué en el proceso ordinario de filiación natural y petición de herencia incoado por LUZ DARY
ORTEGON representada por su madre MARIA EVELIA ORTEGON SANCHEZ contra BEATRIZ
hijo, y los herederos indeterminados de ALVARO ORJUELA HUELGOS, y en sede de instancia, decreta
para que remita copia autenticada del auto por medio del cual se reconoció a Beatriz Bocanegra de
Orjuela como cónyuge sobreviviente, y al menor Alvaro José Orjuela Bocanegra como heredero del
2. Requiérase a las partes para que alleguen al proceso las copias de los autos mencionados, o, en su
3. Decrétase la práctica de un dictamen pericial que dé cuenta motivada, esto es, razonada y explicada, de
las pruebas que habrán de practicarse a LUZ DARY ORTEGON, MARIA EVELIA ORTEGON
SANCHEZ y ALVARO JOSE ORJUELA BOCANEGRA, todo dentro de una gran amplitud de
facultades para la práctica de la experticia, cuyo fin es determinar con certeza si el causante ALVARO
colaboración de estas personas según lo disponga el juez comisionado, de modo que se les practiquen los
exámenes científicos que la técnica más reciente prescribe, DNA con el uso de marcadores genéticos,
STR, HLA, cromosoma Y, etc., con explicación detallada de su objeto, procedimiento en cada uno de
ellos, valores individuales y acumulados del índice de paternidad y probabilidad, porcentaje de certeza y
Se comisiona al Juzgado 1º. Promiscuo de Familia de El Espinal para la práctica de esta prueba, para lo
cual dispone de un término de cuarenta (40) días contados desde la recepción del despacho respectivo, al
Los gastos de la prueba que se decreta correrán a cargo de las partes por
NOTIFIQUESE