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Juan Daniel Treto Hernández

Derecho Segundo

Doctor Efraín Nájera Castañón

Obligaciones

22 de abril de 2023
OBLIGACIONES
Según Justiniano lo definía como “OBLIGATIO EST JURIS VINCULUM QUO
NECESSITATE ADSTRINGIMUR ALICUJUS SOLVENDAE REI, SECUNDUM
NOSTRAE CIVITATIS JURA” (La obligación es un vínculo jurídico que nos
impone la necesidad de satisfacer o pagar a otro una cosa según el derecho de
nuestra ciudad).

En el derecho romano, las obligaciones son vínculos jurídicos que surgen entre
dos partes, en los cuales una de ellas (el deudor) se compromete a realizar una
determinada prestación a favor de la otra parte (el acreedor).

Estas prestaciones pueden ser de diversa índole, como entregar una cosa,
realizar una obra, prestar un servicio, pagar una suma de dinero, entre otras. Las
obligaciones pueden tener su origen en un contrato, en una ley o en un hecho
ilícito.

En el derecho romano, el incumplimiento de una obligación por parte del deudor


daba a la exigencia de una reparación por parte del acreedor, quien podía
reclamar una indemnización o una ejecución forzada de la prestación debida. La
figura del "contrato" y las "obligaciones" fue un aporte del Derecho Romano a la
civilización occidental.

El objeto de una obligación es la prestación que el deudor se compromete a


realizar. Esta prestación debe ser física y jurídicamente posible, tener un precio
determinado, ser lícita y estar debidamente determinado.

En el derecho romano, las obligaciones surgían de diversas fuentes, como los


contratos, cuasicontratos, delitos, cuasidelitos y la ley, y se clasificaban según
su origen en obligaciones contractuales, delictuales, cuasidelictuales y
cuasicontractuales. Sin embargo, en el derecho moderno y en nuestra
legislación, según el artículo 1494 del Código Civil, las obligaciones pueden
surgir de diferentes formas, ya sea por el acuerdo de dos o más personas.

ELEMENTOS DE LAS OBLIGACIONES


En el derecho romano, las obligaciones tienen tres elementos esenciales, los
sujetos, el objeto y la relación jurídica.:

1. Sujeto activo o acreedor: es la persona que tiene el derecho a exigir el


cumplimiento de la obligación, es decir, aquella que tiene el derecho a
recibir la prestación prometida por el deudor.

2. Sujeto pasivo o deudor: es la persona que está obligada a cumplir la


prestación, es decir, aquella que tiene la obligación de realizar la
prestación prometida al acreedor.

3. Objeto o prestación: es la cosa o servicio que el deudor se compromete a


entregar o realizar en beneficio del acreedor.

Además, en el derecho romano existían otros elementos que podrían ser


relevantes para la configuración de las obligaciones, como la causa o el motivo
que justificaba la obligación, y la forma en que se manifestaba la obligación, ya
sea a través de un contrato, una ley o un hecho ilícito.

En términos generales, estos elementos eran fundamentales para la


configuración de las obligaciones en el derecho romano y seguían siendo
importantes en la regulación de las obligaciones en el derecho civil
contemporáneo.

El vínculo jurídico que se establece en una obligación se diferencia de otros


sistemas normativos, ya que otorga al acreedor la posibilidad de hacer cumplir
la obligación mediante el uso de la fuerza en caso de que el deudor se niegue a
cumplir voluntariamente. Esta coercibilidad, que es inherente a la obligación,
permite garantizar el cumplimiento efectivo de la prestación debida.

En cambio, la moral y los convencionalismos sociales no tienen la misma


capacidad coercitiva. En estos sistemas normativos, las sanciones por no cumplir
con las normas establecidas suelen ser de naturaleza social, psicológica o
emocional, y no están respaldadas por el uso legítimo de la fuerza.

Por lo tanto, podemos concluir que la coercibilidad de la obligación es una de las


características más importantes del derecho y es lo que lo distingue de otros
sistemas normativos. Esta característica permite garantizar la eficacia de las
obligaciones y la protección de los intereses de los acreedores, asegurando así
la estabilidad y la confianza en las relaciones jurídicas y comerciales.

CLASIFICACIÓN DE LAS OBLIGACIONES


Las obligaciones admiten diversas clasificaciones, y así tenemos:
A. Obligaciones civiles y naturales;

Las obligaciones civiles otorgan la acción para exigir su cumplimiento, mientras


que las naturales no otorgan tal acción, pero una vez cumplidas, dan derecho a
retener lo que se ha dado o pagado en virtud de ellas.

B. Civiles y pretorias
La clasificación de las obligaciones se relaciona con la prescripción. En el
derecho romano, las obligaciones civiles eran imprescriptibles y las pretorias
eran prescriptibles, pero con Justiniano todas las obligaciones se hicieron
prescriptibles. La prescripción extintiva era desconocida por el derecho civil
romano, pero los pretores aceptan su aplicación a deudores que no fueron
cobrados durante mucho tiempo.

C. Divisibles e indivisibles

Las determinaciones e indeterminaciones se refieren al objeto de la obligación.


Si el objeto de la obligación no está determinado, la obligación sería imposible
de establecer. Las obligaciones determinadas tienen un objeto específico o
cierto, mientras que las obligaciones indeterminadas tienen un objeto genérico y
una indeterminación relativa.

D. Determinadas e indeterminadas

Las obligaciones deben tener un objeto determinado o genérico para poder


establecerse. Las obligaciones determinadas tienen un objeto específico,
mientras que las indeterminadas tienen un objeto genérico y solo se puede
hablar de una indeterminación relativa.

E. Conjuntas y solidarias
La normatividad involucra a un deudor y un acreedor, pero en algunos casos
puede haber varios sujetos activos o pasivos, dando lugar a obligaciones
conjuntas, correales e indivisibles

F. De derecho estricto y de buena fe

Las obligaciones de derecho estricto se interpretan literalmente, mientras que las


de buena fe se cumplen según la intención de las partes y considerando lo no
establecido en el contrato. En el derecho romano antiguo, solo se estipulaba lo
estrictamente convenido, pero el derecho pretorio introdujo la idea de la buena
fe en los contratos

G. Positivas y negativas

Las obligaciones modernas se dividen en positivas (dar y hacer) y negativas (no


hacer). Sin embargo, los romanos dividían las obligaciones en dar, hacer y
prestar. La obligación de "no hacer" es una abstención lícita, mientras que la
obligación de hacer es la ejecución de un hecho. Las obligaciones de dar
incluyen la entrega de cosas de manera definitiva o transitoria.

H. Principales y accesorias

Las obligaciones se dividen en principales y accesorios. Las obligaciones


principales existen de forma independiente, mientras que las obligaciones
accesorias están vinculadas a una obligación principal y garantizan su
cumplimiento. Ejemplos de obligaciones principales son las derivadas de
contratos como la compraventa o el arrendamiento, mientras que las
obligaciones accesorias provienen de la prenda, hipoteca o fianza. Las
obligaciones accesorias siguen la suerte de la obligación principal, es decir, si la
obligación principal se extingue, también lo hace la accesoria. Sin embargo, hay
una excepción: si la obligación principal disminuye, la accesoria permanece
igual.

I. Puras o simples y sujetas a modalidades

Las obligaciones pueden ser puras o simples, sin elementos accidentales como
condiciones, plazo y modo, o sujetas a ellos. La condición es una cláusula en un
contrato que depende de la verificación de un evento futuro e incierto, mientras
que el término establece los efectos del contrato en un día determinado o
determinable. El modo se refiere a la cláusula en un contrato gratuito que impone
al destinatario la obligación de observar un comportamiento específico. El modo
también se puede usar para establecer límites en un derecho, como el uso de
una servidumbre solo en ciertas horas o estaciones.

FUENTES DE LAS OBLIGACIONES


Las fuentes de las obligaciones son los hechos jurídicos que dan origen a ellas.
El derecho romano reconoció cuatro fuentes principales de las obligaciones:
contratos, delitos, cuasicontratos y cuasidelitos. Sin embargo, otras fuentes
adicionales también se mencionan en el Corpus iuris, como la pollicitatio y el
votum.

El contrato es un acuerdo entre varias personas que tiene por objeto producir
una o más obligaciones civiles. Por su parte, el delito es un hecho humano
contrario al derecho y castigado por la ley. El cuasicontrato es una figura
parecida al contrato por su licitud y consecuencias, pero en el cual no se
encuentra el consentimiento entre los sujetos como elemento constitutivo.
Finalmente, el cuasidelito es un acto ilícito que produce una obligación entre el
autor del acto y el perjudicado.

El origen de las obligaciones son los hechos jurídicos que las originan.

Justiniano identificó cuatro fuentes de obligaciones: contrato, delito, venta de


contrato y venta de incumplimiento. A lo largo del Corpus iuris, sin embargo,
encontramos varias citas que sugieren que para los bizantinos estas cuatro
fuentes no agotan el tema en cuestión, mencionando pollicitatio y votum como
fuentes complementarias.

Con respecto a las cuatro fuentes de Justiniano, tenga en cuenta que:

Un contrato puede definirse como un acuerdo entre varias personas con el


propósito de crear una o más obligaciones civiles. El crimen es un acto de una
persona que es contra la ley y punible por la ley. Una venta de contrato es aquella
que es similar a un tratado en su validez y efecto, pero en que el acuerdo entre
las entidades no aparece como un elemento constitutivo que separa el contrato
parcial del contrato. El crimen es un acto contra la ley, pero esta ley romana no
se aplica a los crímenes. Crea un compromiso entre el autor de la conducta y la
víctima. En cuanto a la póliza, incluye una oferta dirigida al público. Los votos
son propuestas hechas por una buena causa para una ciudad o templo.

EJECUCIÓN DE LAS SANCIONES


Las fuentes de las obligaciones son los hechos jurídicos que dan origen a ellas.
El derecho romano reconoció cuatro fuentes principales de las obligaciones:
contratos, delitos, cuasicontratos y cuasidelitos. Sin embargo, otras fuentes
adicionales también se mencionan en el Corpus iuris, como la pollicitatio y el
votum.

El contrato es un acuerdo entre varias personas que tiene por objeto producir
una o más obligaciones civiles. Por su parte, el delito es un hecho humano
contrario al derecho y castigado por la ley. El cuasicontrato es una figura
parecida al contrato por su licitud y consecuencias, pero en el cual no se
encuentra el consentimiento entre los sujetos como elemento constitutivo.
Finalmente, el cuasidelito es un acto ilícito que produce una obligación entre el
autor del acto y el perjudicado.

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