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MEMORIA GUARANÍ JESUÍTICA

En la actualidad Paraguay representa uno de los ejes centrales de desarrollo en el cono sur
de América. Con el paso del tiempo, este país se convierte en un polo que conecta los
pueblos de la región central de esta zona, valiéndose no solo de la riqueza cultural de los
nativos sino también de la miscelánea actual existente entre sus habitantes, trayendo
consigo una historia más antigua que la conocida.

La Universidad Politécnica y Artística muestra, a través de la obra del Prof. Manuel de


Jesús Viedma, una aproximación a la forma de vida de la época guaraní jesuítica y el
significado de los eventos ocurridos en ese período, plasmados éstos en pinturas que dan
vida a las escenas cotidianas que fusionaban constantemente dos culturas, distintas y
armónicas entre sí.

REFERENTE HISTÓRICO

El descubrimiento de América representó un acontecimiento extraordinario en Occidente,


porque significó el encuentro de dos culturas originales y sumamente enriquecedoras.

En este contexto estuvieron las Reducciones Jesuítico-Guaraníes en el Paraguay.


Instituciones de relevancia mundial proclaman dichas Reducciones como Patrimonio
Cultural de la Humanidad señalando "que representan una experiencia innovadora y
creativa".

Esto quiere decir que, ante una realidad existente frente a la innovación, se logra formar
otra avanzando hacia la mejora de la colectividad (sociedad) en aquel momento, en el plano
socio-cultural y socio-político de la etapa colonial sin precedentes en la historia
de los pueblos.

Estos 56 pueblos Jesuítico-Guaraníes estuvieron establecidos en el Paraguay, el Nordeste


Argentino y Brasil y duraron 130 años, superando los 190.000 habitantes en el siglo XVIII.
Fueron comunidades de intenso intercambio de personas, bienes y servicios,
constituyéndose en uno de los más relevantes antecedentes del Mercosur.

Con referencia a estas Reducciones Cristiano-Guaraníes, el conocido escritor argentino


Gustavo Cirigliano destacó qué "demostraron y siguen manifestando elocuentemente que la
utopía es posible en nuestra tierra Americana".

Pero sin lugar a dudas, lo más importante de esta increíble experiencia histórica fue el
reencuentro de dos humanismos centrados en una profunda religiosidad. Los Guaraníes, se
caracterizaron por su acentuado misticismo y su admirable Fe en la inmortalidad del alma
y en la Trascendencia Divina.
Si bien el posicionamiento de la monarquía española en estas tierras fue clave y decisivo
para el desarrollo de la historia, bien cabe destacar que la labor de los Jesuitas fue un
ejemplo a seguir por muchas comunidades, logrando un excelente equilibrio entre lo
“autóctono” y lo “moderno”. En la actualidad, Paraguay posee aspectos culturales nutridos
por esta fusión, es por ello que se renueva constantemente el compromiso de mantener viva
la historia mediante expresiones plásticas que puedan traerlos constantemente a nuestra
memoria.

MANUEL DE JESÚS VIEDMA


Promotor de la Cultura Guaraní Jesuítica

Nació en Cármen Del Paraná, departamento de Itapúa el 2 de enero de 1941. Pintor.


Realizó sus primeras incursiones en el campo de la pintura gracias a las enseñanzas y
orientaciones del maestro italiano Remo Paccapello, se perfeccionó académicamente en la
Escuela de Bellas Artes de la Universidad Nacional de Asunción, Participó en diversos
certámenes de pintura, obtuvo el primer premio en el concurso organizado por la Esso
Standard Oil. Sus condiciones artísticas y docentes le confirieron la responsabilidad de
participar como jurado en concursos de diseño y pintura, al tiempo que ejercía cátedras de
pintura en la Escuela de Bellas Artes de la UNA.

Su pasión por las artes plásticas, combinado con su capacidad empresarial, lo motiva a
fundar, en 1971, el Estudio Superior de Artes Plásticas y Aplicadas (ESAP) institución
privada reconocida por el MEC, de la que fue director desde sus inicios. Desde el 6 de
setiembre de 1996, por Ley de la Nación Nº 954, el ESAP se convierte en la Universidad
Politécnica y Artística del Paraguay del Paraguay (UPAP). En él confluyen dos
características:

La primera, es un artista auténticamente paraguayo que cumple con el viejo aforismo de las
artes plásticas: “pinta tu aldea y pintarás el mundo”. La aldea de Don Manuel la constituyen
las construcciones indígenas y colonias, los arroyos de aguas calmas y los mas escarpados,
el criollo detrás de su arpa o guitarra, el nativo con su ocarina, la sierras desafiantes y las
ruinas que desde el pasado nos muestran que en esa tierra, habita una utopía de vida
comunitaria, respetuosa del individuo y sus costumbres.

La segunda característica es su profundo sentimiento religioso católico, el mismo se


manifiesta claramente en sus obras de índole piadosa. La misma está formada por la
importante influencia de la iglesia Católica y de los hombres que con la cruz en mano y la
palabra de Dios en otra, trajeron la luz de Cristo al nuevo mundo. Pero la obra refleja junto
a ella las raíces espirituales indígenas, que si bien en ese momento no habían sido aún
tocadas por el Verbo Divino tenían en su esencia las condiciones para la recepción, el
crecimiento y la fructificación del mismo.
Desde un punto de vista exclusivamente técnico, la obra de Don Manuel es honesta,
sensible y profunda. En sus rostros indígenas, poseedores de una nobleza ancestral y
primigenia, en sus criollos músicos, es sus paisajes rurales y urbanos, arremete desde lo
más profundo con fuertes y seguros trazos que marcan su impronta. Trazos que solamente
pueden ser creados por quien es profundamente conocedor de su arte, su técnica y su oficio.
Por ello, su obra adquiere la dimensión de magnificar obra plástica, que posiciona al autor
como un altísimo exponente de la pintura y el arte paraguayo. Manuel Viedma es más un
artista y un pensador que se exige y que se busca a sí mismo.

Su obra demuestra el compromiso del artista con sus más nobles sentimientos, con un
pintor para el cual su obra nunca está terminada, sino que se mantiene en un constante
proceso. Una obra que sugiere experimentación, sensibilidad e investigación y que gracias a
estos tres ingredientes adquiere la calidad de obra viva, que puede incluso expulsar al
artista de sí misma y comenzar a caminar sola.

EL APORTE DE LA UNIVERSIDAD

La Universidad Politécnica y Artística del Paraguay tiene la misión fomentar la cultura, es


por ello que ha decidido ampliar sus fronteras y poder llegar a nuevos horizontes, abogando
por la expansión de lo que constituye la cuna cultural del país donde se desarrolla y que
marca la forma de expresión cotidiana de sus alumnos.

Entre los principales objetivos de la UPAP, la expansión de este patrimonio cultural


significa lo siguiente:

1- Rescatar los valores históricos y la influencia ejercida por los Jesuitas en zonas
guaraníes.
2- Analizar los aspectos vinculantes de las sociedades actuales y su necesidad de
encontrar vínculos que puedan brindar desarrollo y soporte mutuo a través de
personas capaces de aportar activamente para ello.
3- Generar un tráfico intelectual que conecte los dos mundos mediante jóvenes que
entiendan cuál es la realidad de los pueblos latinoamericanos y sus relaciones con el
pasado, que los acerca al “viejo mundo”.
4- Desarrollar conexiones interdisciplinarias con espacios de desarrollos creativos
desde el arte, generando una fusión que conecte los pueblos de América con el
mundo.

MURALES
Los misioneros Jesuitas fueron portadores de la Fe Cristiana con el mensaje de salvación de
la Buena Nueva. Era Cristo que también llegaba a nuestro continente americano y nos
regaló la Revelación de la Santísima Trinidad y su excepcional Sacrificio de Perdón y de
Redención, con lo que logró la nueva Amistad con el Padre Omnipotente.

De ésta Fe rocosa de las Reducciones Jesuítico-Guaraníes, hemos heredado hoy la profunda


religiosidad de nuestro creyente pueblo paraguayo.

Los cuatro murales pintados por el Prof. Viedma, expresan ese profundo sentimiento,
reflejados en las acciones cotidianas. Son la representación de la más pura entrega al
servicio de la comunidad.

Estos murales, tienen las siguientes medidas: 5.50 m de ancho x 3.30 de alto. Están
realizados para instalarlos en cuatro muros de las mismas medidas (en el hall de una
construcción que se destinará al local del Rectorado de la UPAP).

Estos murales, fueron expuestos en la Basílica de Caacupé, en Paraguay, durante la visita


de Su Santidad, El Papa Francisco en el mes de Julio de 2015, quien pudo observar estas
obras, quedando impactado por la magnitud y el sentimiento de lo que ellas reflejaban.

Se puede destacar también la Obra y Vida de San Roque González de Santa Cruz y sus
compañeros San Alonso Rodríguez y Juan del Castillo, todos ellos pilares fundamentales
que llevaron adelante esta obra, transformando la vida tal como se la concebía.

Se muestran los murales a continuación

LA MUESTRA ITINERANTE
La composición de una obra de arte, requiere del conocimiento profundo por parte del autor
sobre el tema a tratar; es por ello que el Prof. Viedma le dedica una vida entera al
descubrimiento y análisis de las expresiones más recónditas de estos encuentros. Para ello,
realiza una obra basada en la cotidianeidad de los actos, pero con el símbolo auténtico de la
combinación y fusión de dos tierras, dos idiomas, dos fisiologías pero un mismo Dios.

La muestra itinerante propuesta conlleva la realización de treinta cuadros de pinturas que


retratan los momentos vividos en el día a día de esta época, momentos que dieron vida
luego a expresiones y formas de ser que permanecerán eternamente en la tierra guaraní.

Como muestra de un compromiso con la memoria viva de esa época, el Prof. Viedma
muestra su acervo de expresión plástica y lo cataloga como un “patrimonio para la
humanidad”, regalándolo a la historia misma de las personas afines que quieran conocerla.

Esta historia pertenece a una época donde reinaba la paz y el compromiso solidario con los
hermanos. El objetivo de esta muestra es poder rescatar estos valores y traerlos a la
actualidad para recordarlos y nunca dejar de ponerlos en práctica, además de poder
rememorar el pasado como un aspecto más de la historia cultural que nos constituye.

Además se han realizado sobre base de concreto (1.40 x 1.30 m), 70 murales que
constituyen un conjunto que sintetiza una aproximación Estético Visual de la magnífica
obra Guaraní Jesuítica.

Los temarios tocados en este acervo abarcan los siguientes puntos:

1. La transmisión de la FE CATÓLICA (Evangelización).

2. La educación centrada en la preservación y fortalecimiento de la  familia.

3. El proceso del dominio de las construcciones arquitectónicas (barroco), la escultura, la


pintura y las artes menores como las expresiones artesanales.

4. La agricultura y la distribución equitativa de los productos y bienes (incluyendo los


más carenciados).

5. El desarrollo de la ganadería.

6. La instalación de la Imprenta, con el increíble aporte de Fray Ruiz de Montoya (las letras


de molde empleadas eran mayormente talladas en la dura madera de TAJY, han logrado
imprimir las Sagradas Escritura y también la traducción del idioma Guaraní.

7. La preservación y cuidado de la salud física y espiritual con la premisa de que el


alimento sea tu remedio y tu remedio sea tu comida.                                      
8. La primera creación de una pequeña flota mercante que tenga la capacidad de transportar
en sus bodegas productos agrícolas y que sobraban, acercándolos al mercado del estuario
del Plata.

Se muestran los murales a continuación

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