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Curso: Estadística bayesiana

Docente: ALEMAN GONZALES LEONID


Tema: Introducción al “BAYESIANISMO”
Semestre: 2023-I
EL BAYESIANISMO CUÁNTICO
La semana pasada mostramos dos formas de definir probabilidades. Una es la
enumeración en bruto: número de casos favorables dividido por el número total de
casos. Este método se puede usar cuando los experimentos son fáciles de repetir, ya que
para tener un resultado preciso es necesario que el número de repeticiones sea muy
muy grande (idealmente infinito). La otra es la probabilidad bayesiana: se atribuye a
priori, subjetivamente, una probabilidad a un dado evento, y como esta probabilidad es
hipotética, la llamamos P(Ho), siendo Ho nuestra hipótesis. Una vez definida esta
probabilidad a priori, tratamos de corroborarla usando evidencias correlacionadas con
Ho mediante teorema de Bayes:

P(Ho|E) = P(E|Ho).P(Ho) / P(E) = Probabilidad de que se verifique la hipótesis Ho si se


observa la evidencia E. Donde P(A|B) es la probabilidad de que ocurra A si ocurrió B,
llamada probabilidad condicional.

Ahora bien, definidas las probabilidades volvamos a la Mecánica Cuántica, que fue lo
que motivó esta digresión sobre dados y ruletas. Si la interpretación más usada de la
Cuántica es la de Copenhague, llamada interpretación probabilística, es curioso que
hayamos tenido que esperar casi cien años para que a algunos físicos se les ocurriese
usar esta interpretación con probabilidades bayesianas.

Pero no se trata solamente de usar la probabilidad de Bayes, se trata también de


introducir un subjetivismo que hubiera escandalizado al propio Heisenberg, aunque ya
estuviese implícito en su frase “La física se refiere apenas a lo que podemos decir acerca
de la naturaleza”.
Un grupo de "observadores". Quienes pueden ser observadores? Animales?
Papel fotográfico? Un átomo?. Reproducido
de https://www.quantamagazine.org/a-new-theorem-maps-out-the-limits-of-
quantum-physics-20201203/

Lo que voy a mostrar sobre la Cuántica Bayesiana, o QBism, obviamente en forma resumida,
lo tomé de un artículo de uno de sus defensores, Hans Christian von Baeyer, publicado en
Scientific American en 2013 bajo el título Can Quantum Bayesianism Fix the
Paradoxes of Quantum Mechanics?( ¿Puede el Bayesianismo Cuántico arreglar
las paradojas de la Mecánica Cuántica?). Las críticas son mías (están marcadas
en color) y algunas las tomé del artículo de Wikipedia sobre el tema: Quantum
Bayesianism.

Dice von Baeyer: En el reino cuántico, las partículas parecen poder estar
simultáneamente en dos lugares, la información parece viajar más rápido que la
velocidad de la luz y los gatos pueden estar vivos y muertos al mismo tiempo. Los físicos
han lidiado con estas aparentes paradojas del mundo cuántico durante nueve décadas,
con pocos resultados prácticos en sus luchas. A diferencia de la evolución y la
cosmología, cuyas verdades se han incorporado al panorama intelectual general (Nota
mía [N.M.]: Ya volveremos sobre este elogio a la cosmología, que desmiente algunos de
los postulados del QBism), la teoría cuántica todavía se considera (incluso por muchos
físicos) como una extraña anomalía, un poderoso libro de recetas para construir
artilugios pero bueno para poco más. En 2001, un equipo de investigadores comenzó a
desarrollar un modelo que elimina las paradojas cuánticas o las pone en una forma
menos preocupante. El modelo, conocido como Quantum Bayesianism, o QBism para
abreviar, reconstruye la entidad que se encuentra en el corazón de la extrañeza
cuántica: la función de onda.
En la visión convencional de la teoría cuántica, un objeto como un electrón está
representado por su función de onda, una expresión matemática que describe las
propiedades del objeto. Si se desea predecir cómo se comportará el electrón, se calcula
cómo evoluciona su función de onda en el tiempo. Conociendo la función de onda
podemos obtener la probabilidad de que el electrón tenga cierta propiedad (como estar
en un lugar y no en otro). [N.M. la probabilidad es igual al cuadrado de la función de
onda, que es un variable compleja, o sea, tiene una parte real y otra imaginaria, en
números imaginarios quiero decir]. Pero surgen problemas cuando los físicos asumen
que una función de onda es real.

QBism, que combina la teoría cuántica con la teoría de la probabilidad, sostiene que la
función de onda no tiene una realidad objetiva. [N.M.: Raramente, o casi nunca, los
físicos asumen que la función de onda es real. La interpretación de Copenhague
combinaba cuántica y probabilidad, ya en los años 20, y al decir que la función de onda
es una onda de probabilidad ya se le negaba una “realidad objetiva”. Nada nuevo bajo
el Sol entonces] En cambio, QBism retrata la función de onda como un manual del
usuario, una herramienta matemática que un observador usa para tomar decisiones
más sabias sobre el mundo circundante: el mundo cuántico. Específicamente, el
observador emplea la función de onda para asignar su creencia personal de que un
sistema cuántico tendrá una propiedad específica, dándose cuenta de que las propias
elecciones y acciones del individuo afectan el sistema de una manera intrínsecamente
incierta. Otro observador, utilizando una función de onda que describe el mundo tal
como lo ve la persona, puede llegar a una conclusión completamente diferente sobre el
mismo sistema cuántico. Un sistema, un evento, puede tener tantas funciones de onda
diferentes como observadores. Una vez que los observadores se han comunicado entre
sí y han modificado sus funciones de onda privadas para dar cuenta del conocimiento
recién adquirido, surge una visión del mundo coherente. [N.M.: Las frases en negrito las
resalté yo. Ahora bien, el autor elogió la cosmología, omitiendo el pequeño detalle de
que en cosmología navegamos miles de millones de años sin observadores, ¿Cada
observador tiene su propio Big Bang, algunos inflacionarios, otros recesivos, unos con
campo de Higgs y otros sin?]

Visto de esta manera, la función de onda "bien puede ser la abstracción más poderosa
que jamás hayamos encontrado", dice el físico teórico N. David Mermin de la
Universidad de Cornell, un convertido reciente al QBism. [N.M. Personalmente
concuerdo con esa frase, pero desde que de Broglie creó la onda piloto, y no gracias al
QBism]

QBism – sigue el artículo - combina la teoría cuántica con la estadística bayesiana, una
disciplina de 200 años de antigüedad que define la "probabilidad" como una especie de
"creencia subjetiva". Las estadísticas bayesianas también brindan reglas matemáticas
formales sobre cómo actualizar las creencias subjetivas a la luz de cada nueva
información. Al interpretar la función de onda como una creencia subjetiva y sujeta a
revisión por las reglas de las estadísticas bayesianas, las misteriosas paradojas de la
mecánica cuántica se desvanecen, dicen los proponentes del QBism.
Jean Metzinger, 1912, Danseuse au café.
Un defensor del QBismo, el físico David Mermin, describe su justificación
para elegir ese término sobre el "bayesianismo cuántico": "Prefiero [el]
término 'QBist' porque [esta] visión de la mecánica cuántica difiere de otras
tanto como el cubismo se diferencia de la pintura renacentista..." Eso
quisieras, David...

Considere de nuevo el electrón. Sabemos que cada vez que detectamos un electrón, lo
encontramos en un lugar particular. Pero cuando no estamos mirando, la función de
onda del electrón puede extenderse hasta el infinito, lo que representa la posibilidad de
que el electrón esté en muchos lugares diferentes a la vez. Ahora haga una medición de
la posición. Encontrará al electrón en un lugar particular. De acuerdo con la
interpretación de Copenhague, la observación hace que la función de onda “colapse”
instantáneamente a un único valor particular. Debido a que el colapso ocurre en todas
partes exactamente al mismo tiempo, esto parece violar el principio de localidad: la idea
de que cualquier cambio en un objeto debe ser causado por otro objeto en su entorno
inmediato. Esto, a su vez, conduce a algunas de los acertijos que Albert Einstein
denominó “espeluznante acción a distancia”.

Sin embargo, QBism dice que no hay paradoja. El colapso de la función de onda es el
resultado de que existe un observador que revisa repentina y discontinuamente sus
asignaciones de probabilidad en función de nueva información, de la misma manera que
un médico revisaría el pronóstico de un paciente con cáncer en función de una nueva
tomografía computarizada. El sistema cuántico no ha sufrido ningún cambio extraño e
inexplicable; el cambio está en la función de onda, que ha sido elegida por el observador
para encapsular las expectativas de la persona.

Podemos aplicar esta forma de pensar a la famosa paradoja del gato de Schrödinger. Un
gato está encerrado en una caja durante una hora con una ampolla de veneno que tiene
50% de probabilidad de romperse (por la acción de una emisión radioactiva) y matar al
gato. Como no sabemos si la ampolla se rompió o no, antes de abrir la caja el gato está
en una superposición cuántica gato muerto – gato vivo. Ahora ejecute el experimento.
Después de que haya pasado una hora, la teoría cuántica tradicional sostendría, si nadie
abre la caja, que la función de onda del gato se encuentra en el estado superpuesto
muerto – vivo. [N.M. Wigner modificó el experimento de Schrödinger colocando
un observador dentro de la caja, con una adecuada máscara para no sucumbir al
veneno. Esto crea una nueva paradoja. El amigo de Wigner, dentro de la caja, sabe si el
gato está vivo o muerto. Wigner, fuera de la caja, supone al gato en una superposición
de estados. ¿Quién tiene razón? Para responder a este punto el Qbism decide que la
función de onda es subjetiva. Wigner tiene una y el amigo otra. Y si no me creen lean lo
que sigue.]

Al insistir en que la función de onda es una propiedad subjetiva del observador, en lugar
de una propiedad objetiva del gato en la caja, QBism elimina la charada. La teoría dice
que, por supuesto, el gato está vivo o muerto (y no ambos). Claro, su función de onda
representa una superposición de vivo y muerto, pero una función de onda es solo una
descripción de las creencias del observador. Afirmar que el gato está realmente vivo y
muerto es como si un aficionado al béisbol dijera que los Yankees están atrapados en
una superposición de victoria y derrota hasta que alguien lee el marcador con el
resultado del partido. Es un absurdo, la ilusión de un megalómano de que el estado
mental personal hace que el mundo llegue a existir. [N.M.: Si entendí bien el texto, el
autor dice que el gato está muerto O vivo, ANTES de abrir la caja, y que es la ignorancia
subjetiva del observador lo que hace que esté en una superposición absurda de estados.
Pero eso es EXACTAMENTE lo que decían Schrödinger, Einstein y Bohm. La Cuántica
ortodoxa dice, por el contrario, que el sistema está SÍ en una superposición de estados
HASTA QUE SEA OBSERVADO, y esta hipótesis fue comprobada por los experimentos de
Alain Aspect y otros que demuestran la violación de las desigualdades de Bell. Tal vez el
autor quiso ser didáctico, pero me parece haber una contradicción en el texto. En todo
caso la ortodoxia da un papel fundamental al observador y nos devuelve el problema
inicial: ¿Qué observador consideramos? ¿Wigner o su amigo?]

Siguiendo el artículo de von Baeyer y salteando toda una descripción de los orígenes del
Qbism llegamos a la esencia del tema: "QBism nació en un breve artículo publicado en
enero de 2002 con el título "Probabilidades cuánticas como probabilidades bayesianas",
de Carlton M. Caves de la Universidad de Nuevo México, Christopher A. Fuchs, entonces
en Bell Labs en Murray Hill, N.J., y Ruediger Schack de la Universidad de Londres. Aunque
el QBism niega la realidad de la función de onda, no es una teoría nihilista que niega
toda la realidad, enfatiza Schack. El sistema cuántico examinado por un observador es
de hecho muy real. Filosóficamente, dice Mermin, QBism sugiere una división o límite
entre el mundo en el que vive el observador y la experiencia de esa persona de ese
mundo, mundo descrito por una función de onda.

Muy bien, llego hasta aquí con el artículode von Baeyer y creo haber dejado claro que si
bien la formulación Bayesiana de la probabilidad es muy útil, el Bayesianismo Cuántico
no agrega, por lo menos desde mi punto de vista, nada nuevo. Por un lado parece
resucitar el viejo “instrumentalismo” de la cuántica: “Cállese y calcule, los resultados van
a funcionar”. Por otro lado introduce el solipsismo ya que el resultado de un
experimento no depende de las leyes de la física sino de cada observador en particular.
Ellos afirman que los observadores pueden llegar a un “consenso”, para evitar la
acusación de solipsismo, pero siguen sin explicar que pasa con el universo cuando los
observadores no están para observarlo. En resumen, el QBism parece más una prueba
de que la Cuántica es incompleta.

Y no crean que soy una voz perdida en el desierto. Dice Wikipedia: “Algunos de los que
han criticado el QBism afirman que no cumple el objetivo de resolver las paradojas en
la teoría cuántica. Bacciagaluppi argumenta que el tratamiento que da el QBism a los
resultados de la medición no resuelve el problema de la no localidad. Norsen ha acusado
al QBismo de solipsismo, y Wallace identifica al QBismo como un ejemplo de
instrumentalismo, o sea usar la cuántica como receta y no preocuparse con la
interpretación. Los QBistas han argumentado con insistencia que estas críticas son
malentendidos y que el QBism no es ni solipsista ni instrumentalista.

Entonces van a tener que explicarse mejor.

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