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MATERIA: QUERELLA CRIMINAL.

QUERELLANTE: BERNARDITA EDITH VEGA RODRÍGUEZ

RUT: 16.647.058-7

DOMICILIO: PORNVENIR Nº 1542, PUENTE ALTO, REGIÓN

METROPOLITANA

ABOGADO PATROCINANTE: CAMILO PRIETO MAUREIRA

RUT: 18.115.586-8

QUERELLADO: GERARDO IGNACIO SILVA ESPINOZA

RUT: 20.746.038-9

QUERELLADO 2: CRISTIAN ANDRÉS LOPEZ ARAYA

RUT: 15.684.124-2

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EN LO PRINCIPAL: Interpone querella criminal; PRIMER OTROSÍ:
Patrocinio y Poder SEGUNDO OTROSÍ: Téngase presente TERCER
OTROSÍ: Propone diligencias de investigación que indica;
CUARTO OTROSÍ: Propone forma de notificación; QUINTO OTROSÍ:
Solicitud que se indica.

UNDÉCIMO JUZGADO DE GARANTÍA DE SANTIAGO.

CAMILO PRIETO MAUREIRA, abogado, cédula nacional de


identidad Nº 18.115.586-8, domiciliado en Huérfanos Nº 1160,
oficina 1101, comuna de Santiago, Región Metropolitana, en
representación convencional – según se acredita en el primer
otrosí-, de doña BERNARDITA EDITH VEGA RODRÍGUEZ, chilena,
soltera, empleada, cédula de identidad Nº 16.647.058-7,
domiciliada en Porvenir Nº 1542, Comuna de Puente Alto, Región
Metropolitana, a US. digo:

De conformidad con lo dispuesto en el inciso tercero


del artículo 111 del Código Procesal Penal, y en la
representación que invisto, interpongo querella criminal en
contra de GERARDO IGNACIO SILVA ESPINOZA, chileno, soltero,
estudiante, cédula de identidad N° 20.746.038-9, domiciliado
en Pasaje el Chahual parcela Nº 95, sitio 10, comuna El Tabo,
Región de Valparaíso, en contra de CRISTIÁN ANDRÉS LÓPEZ
ARAYA, cédula de identidad N° 15.684.124-2, ignoro profesión
u oficio, ignoro estado civil, domiciliado en Lafquén Nº 205,
Comuna de Maipú, Región Metropolitana, como autores, y a su
vez, como responsable solidario respectivamente según se
acreditará, y en contra de todos quienes resulten
responsables como autores, cómplices y encubridores de los
hechos que más adelante se relatan, que revisten las
características típicas del delito de lesiones graves,
previsto y sancionado en el artículo 397 del Código Penal,

2
sin perjuicio de otros delitos que establezca la
investigación como el de amenazas no condicionales del
artículo 296 Nº3 de ese cuerpo legal, que afectaron a la
víctima doña BERNARDITA EDITH VEGA RODRÍGUEZ; solicitando a
SS. declararla admisible y que ordene su remisión a la
Fiscalía Local de Santiago, para proseguir con la
investigación criminal que actualmente lleva adelante el
Ministerio Público por estos mismo hechos

Fundo la presente querella en los antecedentes de hecho


y derecho que a continuación paso a exponer:

I.- HECHOS OBJETO DE LA QUERELLA:

1.- El día 24 de Septiembre de 2021, aproximadamente a


las 16:40 horas aproximadamente en atención a lo establecido
por el informe técnico Nº 710-A-2021 emitido por Carabineros
de Chile, en la ruta Sur Sur Poniente de la Ruta 70,
correspondiente a Autopista Vespucio Sur, entre los 15,10
metros y los 20,10 metros al Oriente Sur Oriente del hito
kilómetro 2,100, de la Comuna de La Cisterna.

Cabe señalar que ante el hecho que invocamos


participaron 3 conductores involucrados, toda vez que en base
a las circunstancias mi representada se dirigía a su
domicilio acompañada del padre de sus hijos, don JORGE ANDRÉS
PIZARRO POBLETE, cédula de identidad Nº 16.802,529-7, quien
conducía una motocicleta marca YAMAHA Modelo xj6, color
plateado, año 2013, placa patente UMX 818, todo ello por la
vía antes señalada correspondiendo a Vespucio Sur en
dirección hacia el oriente por la segunda pista o pista del
centro, cuando de manera repentina un automóvil gris, Mazda
3, placa patente JT-VY-37, a nombre de don CRISTIAN ANDRÉS
LOPEZ ARAYA, conducido por don , quien lo hacía por la tercera
pista de la misma autopista y en la misma dirección o sentido,
3
decidiendo cambiarse de pista sin verificar que mi
representada en conjunto a su pareja iban por dicha pista
central o segunda pista, a lo cual no se percató ni tomó las
medidas necesarias en ningún momento dicho conductor del
vehículo recientemente individualizado, colisionando en la
parte o costado izquierdo de la motocicleta, provocando la
caída al pavimento o autopista, desplazándose los cuerpos de
mi persona y mi pareja a la primera pista, lugar en virtud
del cual se dirigía un camión conducido por don JOSÉ ANTONIO
CANIUPÁN ALEGRÍA, placa patente DG-FR-29, quien hace todo lo
posible por frenar y evitar el impacto, atendiendo a que
nuestros cuerpos se encontraban en parte en la pista bajo la
cual conducía el recién mencionado.

Así las cosas, al momento de intentar frenar este se


produce pero no en su totalidad perjudicando la integridad
física de mi representada siendo arrollada por la rueda
delantera izquierda del camión antes individualizado,
provocando la perdida total de la extremidad inferior, esto
es la pierna, lo cual incluso pudo llegar a ser mas grave,
toda vez que, si la pareja de mi representada no la toma o
sujeta en dicha ocasión pudiendo ser arrollada en su
totalidad y no solamente en su pierna resultando este acto,
casi un hecho heroico considerando que salvo la vida de su
pareja, quien presenta la acción actual.

Por otro lado y con la finalidad de argumentar lo reducido


del delito expresado en el párrafo anterior, debemos señalar
que don GERARDO IGNACIO SILVA ESPINOZA conducía el móvil por
la tercera pista de circulación demarcada de la calzada Sur
Sur Poniente de la Ruta 70 (Autopista Vespucio Sur), en
dirección al Oriente Sur Oriente, a una velocidad no
determinada, lo cual no es suficiente para establecer su
cálculo en atención a que colisionó el vehículo en virtud del
cual se desplazaba mi representada.

Así mismo, JORGE ANDRÉS PIZARRO POBLETE conducía por la


segunda pista de circulación demarcada de la calzada Sur Sur
Poniente de la Ruta 70 (Autopista Vespucio Sur), en dirección

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al Oriente Sur Oriente, a una velocidad no determinada,
transportando en la parte posterior del asiento del móvil a
mi representada, doña BERNARDITA, ya individualizada y siendo
antecedido en la vía por el móvil que conducía don Gerardo.

En relación a las mismas circunstancias don JOSÉ ANTONIO


ANIUPÁN ALEGRÍA conducía el móvil o camión por la primera
pista de circulación demarcada de la calzada Sur Sur Poniente
de la Ruta 70 (Autopista Vespucio Sur), en dirección al
Oriente Sur Oriente, a una velocidad no determinadas,
desprendiéndose que, don Gerardo realizó con el móvil una
maniobra de cambio de pista de circulación desde la tercera
a la segunda pista, sin tener el tiempo ni espacio suficiente
para realizar dicha maniobra con seguridad, ante la presencia
y proximidad del vehículo o motocicleta que transportaba a
don Jorge y la querellante de autos quienes utilizaban la
vía antes indicada, obstruyéndole la normal circulación a
este último, colisionando con el tercio anterior y medio del
lateral derecho de la carrocería del vehículo denominado como
Mazda y conducido por don Gerardo, en el lateral izquierdo
de la estructura la motocicleta conducida por Jorge Pizarro
hecho descritos en los informes acompañados en el actual
proceso investigativo en curso.

Continuando con lo expositivo y ocurrido lo anterior,


don Gerardo, conductor del vehículo Mazda, luego del impacto
con la motocicleta bajo la cual se transportaba Bernardita
continuó con su desplazamiento en dirección al Sur Sur
Oriente, desplazándose por un corto tramo de vía, siendo
detenido por su conductor, siendo movido por terceras
personas antes de la llegada del equipo investigador al lugar
del accidente.

Por su parte, la motocicleta luego del impacto con el


móvIl conducido por don Gerardo y debido a la notoria
diferencia de masas entre ellos, desvió su desplazamiento en
dirección al Sur Oriente, perdiendo la verticalidad de su

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desplazamiento, volcando sobre el lateral derecho de su
estructura, hecho ocurrido dentro de la zona de volcamiento
inserta dentro de la zona "A" de impacto y volcamiento antes
descrita, iniciando un proceso de arrastre en dirección al
mismo punto cardinal al que fue proyectado, hasta detenerse,
quedando en una posición final no establecida técnicamente
debido a que fue movido por terceras personas antes de llegada
del Equipo Investigador al lugar del accidente. En tanto su
conductor fue proyectado fuera de la estructura del móvil
hacia un cardenal no determinado técnicamente, cayendo a la
carpeta de rodado e iniciando desplazamientos no determinados
técnicamente, hasta detenerse, quedando en una posición final
en virtud de la cual quedó a un costado izquierdo de mi
representada, mientras que ella fue proyectada fuera de la
estructura de la motocicleta en dirección al Sur Oriente,
cayendo a la calzada, desplazándose en proceso de arrastre en
dirección al mismo punto al cual había sido proyectada,
quedando con su anatomía en la trayectoria del camión
conducido por don José Antonio Caniupán Alegría, en los
instantes que este último efectuaba una maniobra evasiva en
emergencia hacia el Sur Sur Oriente, siendo aplastada en la
extremidad inferior derecha de su anatomía, con la rueda
anterior izquierda del sistema de tracción de la estructura
del camión, deteniéndose finalmente y quedando en una posición
final no establecida técnicamente ya que por la gravedad de
sus lesiones doña Bernardita fue trasladada a un centro
asistencial antes de la llegada del Equipo Investigador al
lugar del accidente.

En tanto, el conductor del camión en atención al


aplastamiento a la pasajera Bernardita, querellante de autos,
continuó con su desplazamiento hacia el Sur Sur Oriente,
chocando con la rueda anterior derecha de su sistema de
tracción, en la barrera de contención metálica ubicada al
Sur Sur Poniente de la calzada en estudio, deteniéndose y
quedando en una posición final no establecida técnicamente
debido a que fue movido por terceras personas antes de
llegada del personal investigativo.

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Por último cabe señalar que, las declaraciones del
querellante don Gerardo fueron totalmente irrisorias en
atención a los informes ya invocados y acompañados en el
actual proceso investigativo, por lo que señala que impacta
antes de hacer el cambio de pista, cuestión que claramente
se ve refutada y controvertida en su totalidad, percatándose
después del accidente, lo cual resulta ser aún mas
contradictorio en atención a las circunstancias establecidas
a lo largo de lo expositivo de la presente, agregando aún
mas que dicha persona que provoca el delito que se invoca,
no contaba con licencia de conducir sino que con un parte
respecto del cual ya se habían cursado infracciones en su
contra por malas practicas a la hora de conducir, resultando
ser aún mas un peligro para la sociedad a la hora de efectuar
algún tipo de conducción vehicular.

Finalmente cabe señalar que, luego al accidente jamás


mi representada ha obtenido algún mensaje de apoyo, algún
mensaje en favor de buscar alguna salida alternativa o
eventualmente información con respecto a la salud de la
misma, no provocando auxilios posteriormente al accidente
agravando aún mas los hechos, considerando que ya se
efectuaron falsas declaraciones a la hora de ser interrogado
y a su vez, no se presto auxilio en ningún momento a la
víctima haciendo alusión y eximiéndose de culpa el querellado
o denunciado, provocando hechos constitutivos de delito los
cuales deben ser explorados por la vía actual.

II.- DERECHO:

Los hechos precedentemente descritos satisfacen los


requerimientos típicos del delito previsto y sancionado en
el artículo 397 del Código Penal que dispone lo siguiente:

“Art. 397.- El que hiriere, golpeare o maltratare

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de obra a otro, será castigado como responsable de
lesiones graves:
1° Con la pena de presidio mayor en su grado mínimo,
si de resultas de las lesiones queda el ofendido
demente, inútil para el trabajo, impotente, impedido
de algún miembro importante o notablemente deforme.
2° Con la de presidio menor en su grado medio, si las
lesiones produjeren al ofendido enfermedad o
incapacidad para el trabajo por más de treinta
días.”

En el curso de la investigación deberá establecerse si


las lesiones sufridas por doña BERNARDITA deberán ser
calificadas de graves- gravísimas (numeral 1°) o de
simplemente graves (numeral 2°). Para ello deberá tenerse en
cuenta lo siguiente:

1.1.- Delito de lesiones graves-gravísimas del Nº1 del


artículo 397 del C.P.:
Dichas lesiones recibirán esa calificación si a
consecuencia de las mismas el doña BERNARDITA queda
impedido de un miembro importante, en este caso, si
llegare a quedar impedido de la normal movilización de
su cuerpo, perdiendo la extremidad inferior derecha,
considerando aún mas dicha situación el hecho de ser una
mujer trabajadora en base a la prueba que se aportará en
la oportunidad procesal correspondiente y que al día de
hoy es madre de una hija y un hijo, los cuales han sufrido
diversas consecuencias por los motivos del delito que se
invoca, impidiendo de realizar todos aquellos actos que
efectuaba con anterioridad al hecho delictual.

A este respecto la doctrina nacional ha señalado:

“…ha de tratarse de situaciones en las que la


entidad del daño a la salud es, en algún modo,
equivalente a una “muerte en vida”, convirtiendo al

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lesionado en una persona distinta a la que era antes
del delito. Desde luego, así será cuando el
diagnóstico suponga incurabilidad permanente,
aunque se encuentra aceptado entre nosotros que
también deben comprenderse los efectos más o menos
intensos y prolongados en el tiempo existentes al
momento de la sentencia, sin pronóstico cierto de
recuperación, y aun los que recuperados al momento
del fallo hayan supuesto “un lapso trascendente en
la vida de una persona normal”, juzgado conforme al
criterio del hombre medio
(Politoff/Bustos/Grisolía, 214) y no únicamente
atendiendo a la naturaleza permanente o
indeterminada de las lesiones, como proponen
Labatut/Zenteno II, 174”.1

“(…) En cuanto al concepto de dejar a la víctima


impedida de un miembro importante, la propuesta de
Labatut/Zenteno II, 175, en orden a considerar que
la “impedición envuelve un concepto de mayor amplitud
que la mutilación”, coincidente con el sentido
natural y obvio de la expresión impedido que da el
Diccionario (lo que se dice de quien “no puede usar
alguno o algunos de sus miembros”), cualquiera sea
la causa de ello (su pérdida física –cercenamiento
o ablación– o funcional –producto de una herida o
contusión–) no es discutida entre nosotros.
Lo que se discute es qué ha de ser, para estos
efectos, un miembro que pueda considerarse como
importante. Según la jurisprudencia, se trata de un
concepto funcional, entendiendo que comprende,
además de las extremidades, cualquier parte del
cuerpo humano que tenga una determinada función que
pueda calificarse de importante, de manera que sin
ella el individuo no pueda desenvolverse
normalmente, tal como lo define el Art. 396 (SCS
28.4.2004, RLJ, 368). En consecuencia, nuestra
práctica forense incluye, como miembros
importantes, además de las extremidades y sus partes

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distinguibles, uno o los dos ojos y los órganos
internos y, en general, cualquier parte del cuerpo
que tenga una determinada función (Etcheberry DPJ
II, 361s.).”2

2.2.- Delito de lesiones simplemente graves previstas


en el artículo 397 Nº2 del Código Penal.

La referida disposición sanciona al que hiriere,


golpeare o maltratare de obra a otro, y si a consecuencia de
las lesiones ocasionadas, la víctima sufre una enfermedad o
imposibilidad para trabajar por más de treinta días.

La doctrina nacional ha dicho en esta materia:

“Esta figura calificada de lesiones lo es,


básicamente, en atención a la duración de sus
efectos o resultados: “enfermedad o incapacidad para
el trabajo por más de treinta días”; que explican
la imposición de la pena de presidio menor en su
grado medio. Sin embargo, la ley también las ha
hecho especiales atendida la forma de su comisión,
restringida únicamente a las modalidades activas
descritas en el encabezado del Art. 397 (…) Según el
Art. 397, esta especial forma de lesiones se comete,
hiriendo, golpeando o maltratando de obra a otro,
conductas todas activas, consistentes en romper la
carne o los huesos con un instrumento cortante, dar
en el cuerpo del ofendido con uno contundente, o de
cualquier modo realizar una acción material que
produzca daño en la salud de otro (Etcheberry III,
117)”.3

“Finalmente, respecto de los resultados punibles,


enfermedad, según el Diccionario es una alteración
más o menos grave de la salud, concepto amplio al que
es posible reconducir expresiones tales como “tiempo

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de recuperación”, “tiempo que tardará en sanar” y
otras similares que suelen indicarse en los informes
médico- legales, y que comprende toda perturbación
o anormalidad de la capacidad funcional del
individuo, aun las que consistan sólo o
principalmente en trastornos mentales, como afasia
o pérdida memoria, aunque no exista un daño somático
que explique su aparición. E incapacidad para el
trabajo, como bien señala Etcheberry III, 133, es la
referidas al trabajo o labores habituales que
desempeñaba el ofendido al momento de ser lesionado.
En ambos casos, el tiempo de su duración debe mayor
a 30 días y ello debe acreditarse mediante pruebas
que no consistan en la mera apreciación de la
víctima”.4

Concurren además las siguientes agravantes de


responsabilidad penal:

Los elementos del delito se extraen entre los artículos 176 y


195 de la Ley N° 18.290 o Ley de Tránsito2, que conviene
transcribir íntegramente para mayor claridad: “Artículo 176.-
En todo accidente del tránsito en que se produzcan lesiones o
muerte, el conductor que participe en los hechos estará
obligado a detener su marcha, prestar la ayuda que fuese
posible y dar cuenta a la autoridad policial más inmediata,
entendiéndose por tal cualquier funcionario de Carabineros que
estuviere próximo al lugar del hecho, para los efectos de la
denuncia ante el Tribunal correspondiente”.
“Artículo 195.- (…)

El incumplimiento de la obligación de detener la marcha,


prestar la ayuda posible y dar cuenta a la autoridad de todo
accidente en que se produzcan lesiones, señalada en el artículo
176, se sancionará con la pena de presidio menor en su grado
medio, inhabilidad perpetua para conducir vehículos de tracción
mecánica y multa de siete a diez unidades tributarias
mensuales.

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Si en el caso previsto en el inciso anterior las lesiones
producidas fuesen de las señaladas en el número 1º del artículo
397 del Código Penal o se produjese la muerte de alguna persona,
el responsable será castigado con la pena de presidio menor en
su grado máximo, inhabilidad perpetua para conducir vehículos
de tracción mecánica, multa de once a veinte unidades
tributarias mensuales y con el comiso del vehículo con que se
ha cometido el delito, sin perjuicio de los derechos del
tercero propietario, que podrá hacer valer conforme a las
reglas generales del Código Procesal Penal. Para los efectos
de determinar la pena prevista en este inciso, será aplicable
lo dispuesto en los artículos 196 bis y 196 ter de esta ley.

Las penas previstas en este artículo se impondrán al conductor


conjuntamente con las que le correspondan por la
responsabilidad que le pueda caber en el respectivo delito o
cuasidelito, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 74
del Código Penal”.

DE LA SOLIDARIDAD DE RESPONSABILIDAD: “a jurisprudencia que se


citará en la actual presentación, establece que, la
responsabilidad solidaria del dueño del vehículo nace a
consecuencia de la responsabilidad que se le pueda imputar al
conductor, esto como elemento particular de la díada que existe
entre la responsabilidad del conductor con la del dueño del
vehículo. Por lo anterior, acreditándose que el conductor causó
el daño y acreditándose el dominio sobre el vehículo, el dueño
será igualmente responsable, de forma solidaria. En estos
términos lo han expresado nuestros Tribunales Superiores de
Justicia: “Sexto: Que conforme a lo anterior, la
responsabilidad que se imputa a Inversiones Alsacia S.A.
corresponde a la prevista en el artículo 174 (antes 169) de la
Ley N° 18.290, en tanto propietaria del bus causante de
accidente que afectó al señor Carlos Omar Atur, es decir, se
invoca como fuente de la obligación el régimen de
responsabilidad especial del propietario y tenedor de vehículo
por los daños ocasionados por la negligencia del conductor”.
Esta regla jurídica consagra una responsabilidad estricta en

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la medida que el legislador entre otras en similares términos:
/Corte Suprema, 28 de marzo de 2018, Rol N°40014-2017; Corte
Suprema, 29 de marzo de 2016, Rol N°6440-2016; Corte de
Apelaciones de Talca, 13 de diciembre de 2019, Rol N°129-2019;
Corte de Apelaciones de Santiago, 06 de noviembre de 2019, Rol
N°1907-2018.) todas ellas establecen la obligación de garantía
del dueño del vehículo y por ello, acreditado el hecho
constitutivo de la infracción o descuido del chofer lo que se
ha hecho en esta causa nace la responsabilidad del dueño del
vehículo. Dicho estatuto regula una hipótesis de
responsabilidad por el hecho ajeno y al mismo tiempo reconoce
una causa de exoneración, cual es, que el dueño pruebe que el
vehículo fue usado contra su voluntad, la que no acontece en
la especie. Es así entonces, como el legislador es quien hace
responsables, en calidad de solidarios, tanto al propietario
como al conductor, por lo que acreditada la falta imputable al
chofer de la propiedad o vehículo que conducía la demandada,
naciendo para éste la obligación de resarcir civilmente el daño
en los términos del artículo citado, es decir, por el riesgo
creado, sin que la ley exija que la responsabilidad del chofer
se acredite en sentencia previa, púes esta acción ha tenido
por objeto, precisamente, establecer el cuasidelito civil, lo
que así se hizo como consta de lo antes reflexionado”.

Ahora, en lo que respecta a la causal de exoneración


de responsabilidad del dueño del vehículo, según indicamos al
referirnos a la historia de la Ley, con la entrada en vigencia
de la ley 20.068, se modificó el tenor de la misma, pasando de
ser “a menos que este último acredite que el vehículo fue usado
sin su conocimiento o autorización expresa o tácita” a “a menos
que estos últimos acrediten que el vehículo fue usado contra
su voluntad”; todo lo cual establece que, en esta nueva forma
en la cual se plasmó la causal de exoneración del dueño del
vehículo, en el papel resulta más dificultosa aún para éste
considerando que no se cumple con dichos criterios, exonerando
solamente de responsabilidad al dueño del vehículo el hurto de
uso, cuestión que no se acredita en ninguna oportunidad, luego
de ser consultado incluso a las horas posteriores al hecho
delictivo.

13
III.- PARTICIPACION QUE SE ATRIBUYE A LOS QUERELLADOS
EN LA COMISIÓN DE ESTOS DELITOS:

A los querellados Se les atribuye participación en


calidad de autor material en atención a GERARDO IGNACIO SILVA
ESPINOZA de los mismos, conforme al artículo 15 N° 1, primera
parte, del Código Penal y por otro lado como Solidariamente
responsable al dueño del vehículo que origina el delito o lo
que U.S. estime pertinente, don CRISTIAN ANDRÉS LOPEZ ARAYA,
ambos ya individualizados.

V.- COMPETENCIA

1.- Los hechos que fundan la presente querella se perpetraron


en la vía pública, específicamente en la comuna de La Cisterna,
Región Metropolitana.

2.- En consecuencia, el Undécimo Juzgado de Garantía de


Santiago es competente para conocer de esta querella, por
haberse cometido el delito dentro de su territorio
jurisdiccional.

POR TANTO, en mérito de lo expuesto y disposiciones legales


citadas,

RUEGO A S.S. Tener por interpuesta querella criminal en


contra de GERARDO IGNACIO SILVA ESPINOZA, en contra de don
CRISTIAN ANDRÉS LOPEZ ARAYA, ya individualizados, y en contra
de todos quienes resulten responsables como autores,
cómplices y encubridores del delito de lesiones graves
previsto y sancionado en el artículo 397 del Código Penal,
cometido en contra de mi representado, doña BERNARDITA EDITH
VEGA RODRÍGUEZ, sin perjuicio de otros delitos que puedan
resultar acreditados en la investigación; declararla

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admisible y ordenar su remisión al Ministerio Público, para
que éste proceda a realizar la investigación correspondiente,
formalice la investigación en contra de los imputados, los
acuse y en definitiva obtenga su condena al máximo de las
penas contempladas en la ley, con costas, y sin perjuicio de
las acciones civiles que se interpondrán en la oportunidad
procesal respectiva.

PRIMER OTROSI: SÍRVASE S.S.: Tener presente que, Designo


abogado patrocinante y confiero poder al abogado don CAMILO
PRIETO MAUREIRA, C.I: 18.115.586-8, domiciliado en Huérfanos
N°1160, Of. 1101, comuna de Santiago; otorgándole las
facultades del artículo 7° del CPC, ambos incisos y en
especial las facultades de avenir y percibir; firmando en
señal de aceptación.

SEGUNDO OTROSI: SÍRVASE S.S.: Tener presente que acompañaré


al Ministerio Público los siguientes documentos:

1. Expediente o Informe Técnico Nº 710-A-2021.


2. Declaraciones de Intervinientes
3. Imágenes Fotográficas

4. Antecedentes Médicos de Bernardita Edith Vega Rodríguez

5. Se tenga a la vista proceso investigativo aún no


terminado pero en su totalidad respecto de el actual
proceso, individualizado como RUV: 2100876712-K

TERCER OTROSÍ: Sírvase S.S. tener presente que, conforme lo


dispuesto en la letra e) del artículo 113 del Código Procesal
Penal, solicito al Ministerio Público la práctica de las
siguientes diligencias:
a) Se despache una orden de investigar, que deberá
tramitarse por la Sección de Investigaciones Policiales de
la Comisaría Designada por U.S., en la Comuna de La Cisterna,
a fin de que investigue los hechos materia la presente
querella.

15
b) Se cite a prestar declaración acerca de los hechos
materia de la presente investigación, a las siguientes
personas:

1) GERARDO IGNACIO SILVA ESPINOZA, chileno, soltero,


estudiante, cédula de identidad N° 20.746.038-9,
domiciliado en Pasaje el Chahual parcela Nº 95, sitio
10, comuna El Tabo, Región de Valparaíso

2) CRISTIÁN ANDRÉS LÓPEZ ARAYA, cédula de identidad N°,


ignoro profesión u oficio, ignoro estado civil,
domiciliado en Lafquén Nº 205, Comuna de Maipú, Región
Metropolitana.

CUARTO OTROSI: SÍRVASE S.S.: Ruego a SS; tener presente como


forma de notificación la siguiente casilla electrónico:
camiloprietomaureira@gmail.com .

QUINTO OTROSÍ: SÍRVASE S.S.: Tener por Ratificado el


Patrocinio y Poder por contar con firmas electrónicas por
medio de clave única, quienes firman en señal de aceptación.

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