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CONTESTA RECURSO DE CASACION.

AL SUPERIOR TRIBUNAL DE JUSTICIA. - 

RITA DE LOS ANGELES MARIN, D.N.I. N°


28.357.008 con domicilio real en Calle Publica s/n, Barrio 80 Vivienda Casa N°
10, de la Ciudad de Aimogasta Departamento Arauco, con el patrocinio de los
Letrados Dra. Sandra del Valle Molina y Milton Iván Molina, en los autos: Expte.
N° 15.812 - Letra "M" - Año 2017 - Caratulados: "MARIN WALTER GUSTAVO
– CASACIÓN, con domicilio constituido en la calle Pelagio B.Luna N° 441, 1°
Piso, Dpto “A” y constituyendo domicilio electrónico en
molina1403@justicialarioja.gob.ar y molina1955@justicialarioja.gob.ar, como
mejor proceda digo: 

I.- OBJETO.-
Que vengo en tiempo y forma a contestar el
Traslado corrido del Recurso de Casación interpuesto por WALTER GUSTAVO
MARIN, incoado contra la Resolución dictada por la Cámara en lo Civil,
Comercial, de Minas, Criminal y Correccional de la IV Circunscripción,
Secretaria B, de fecha Diecisiete de Agosto de 2017 en los autos "MARIN
WALTER GUSTAVO c/ MARIN RITA DE LOS ANGELES s/ DAÑOS Y
PERJUICIOS", solicitando desde ya su RECHAZO conforme las consideraciones
que se expondrán, contestando los agravios vertidos por el recurrente contra la
resolución objeto de impugnación.

II.- ANTECEDENTES
Que el proceso que da origen a este recurso nace
en la oportunidad que a raíz de un accidente de tránsito el Sr. Walter Gustavo
Marín me inicia un Juicio por Daños y Perjuicios el 05 de mayo del año 2014,

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siendo notificada de tal proceso el día 24 de agosto, del año 2016 (más de dos
años después).
Que en esos autos, se ha producido dos veces la
caducidad (perención de Instancia) de la Instancia, contando los términos a partir
de la interposición de la demanda hasta el traslado ordenando a mi parte.
A mayor abundamiento, haré precisión sobre las
fechas, para que VE pueda tener un pantallazo completo de la cuestión:
Este Juicio se inicia el 05 de mayo del año 2014,
dictándose el primer decreto el día doce de mayo del 2.014, por medio del cual se
tiene al ocurrente por presentado, por parte en el carácter invocado y por
constituido domicilio procesal. Posteriormente luego del tiempo de cuatrocientos
setenta y ocho días, viene la actora ampliando demanda, la que fue presentada el
día 22 de Septiembre de 2.015, seguida por el decreto de fecha 07 de Octubre de
2.015, por el cual se tiene por ampliada demanda y se vuelve a intimar a la actora
al pago de la tasa de justica, por lo que se puede apreciar que se han superado
ampliamente los ciento ochenta días corridos, según los establece el art 150 del
C.P.C), produciendo a clara luces la primera inactividad procesal, por parte del
órgano juridicial y de la parte actora.
Que, no siendo la única inactividad por la actora,
posteriormente con fecha 29 julio del año 2016, el demandante incorpora planilla
de acuerdo lo requerido oportunamente. El tiempo transcurrido desde el 07
octubre de 2.015 hasta el 29 de julio del corriente año, trascurrieron doscientos
noventa y seis días, siendo ésta la segunda inactividad que también supero los
ciento ochenta días corridos, según lo establecido en el art 150 del C.P.C.
Que como ya se dijo, recién con fecha 24 de
agosto, del año 2016 se produce la notificación de la demanda, por medio de la
cédula correspondiente en donde se emplaza a la demandada a comparecer a estar
a derecho en el plazo de veinte días, siendo en esta oportunidad la primera en
que esta parte comparece y plantea la perención de instancia por lo que no existe
ningún acto que tenga la entidad suficiente para consentir tacita ni expresa,
respecto de esta parte, los términos de perención, observándose un claro abuso
procesal, que no puede ser convalidado por VE.-

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III-FUNDAMENTOS DEL RECURSO
INTERPUESTO
Que el recurrente en defensa de su planteo
sostiene que el pedido de perención de instancia en la oportunidad de contestar la
demanda no era procedente, ya que no era parte en el proceso, comenzando recién
a serlo cuando se me realiza el traslado de la demanda, pudiendo recién en esa
instancia ejercer el derecho de defensa.
Sostiene que “no se estipula plazo alguno para
realizar el traslado de la demanda, por lo que la parte actora, en este caso el Sr.
Walter Gustavo Marín, puede realizarlo cuando lo considere necesario y, cuando
se haya recolectado la prueba necesaria para poder iniciar y proseguir con el
procedimiento, no existiendo ´límite alguno respecto de ello y no siendo
procedente, mucho más si se trata de alguien que aún no era parte del proceso de
mención.”
Sigue remarcando que no existe perención de
instancia desde el momento mismo que el digesto no exige un plazo perentorio
para realizar el traslado de la demanda a la contra parte, trabándose la Litis, o sea
concluyendo la instancia recién con su notificación.
Hace referencia a que la doctrina y la
jurisprudencia se han pronunciado en el sentido de que la perención de la
instancia se interrumpe por actos que sean idóneos para impulsar o poner en
movimiento y activar la instancia, siendo en este caso la notificación de la
demanda la que interrumpe el plazo de perención.
Manifiesta el recurrente que existe un claro
consentimiento de esta parte a los actos realizados por el presentante para
impulsar el proceso, ya que en el mismo acto interpone el incidente y contesta la
demanda, consintiendo la prosecución del proceso, y hace mención de que el
incidente se presentó a los diecinueve días después de conocido el acto y no cinco
días, que son los requeridos por nuestro código procesal.

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Sigue en su relato y cuenta que se solicitó el
rechazo de la perención de instancia pero que con fecha Diecisiete de Agosto de
Dos Mil Diecisiete, el Tribunal dicta Auto por el cual da lugar a la perención de
instancia, siendo los dos primeros votos en disidencia con el tercero del Dr.
Daniel Enrique Brizuela.
Al efectuar el análisis de la causa, sigue
sosteniendo que tanto el demandado como los jueces de votos mayoritarios yerra
en la interpretación que realizan de los Arts. 269 y 270 inc. 2 del CPC que hablan
de cuando se interponen las excepciones procesales y que la Perención de
Instancia debe plantearse por incidente y no excepción.
Al analizar la Resolución recurrida, sostiene que
se equivocan los dos votos mayoritarios al expedirse sobre la primera cuestión que
es la inactividad procesal, y que al analizar las fechas es innegable que hubo una
inactividad procesal de la parte actora, desde que entabla la demanda y primer
decreto hasta la ampliación de la demanda, luego del proveído de intimación de
pago de tasa hasta el cumplimiento de lo exigido, superando los plazos del Art.
154 del CPC. Se defiende aquí manifestando que hubo varios autos y decretos y
actos procesales de la parte actora que no son tenidos en cuenta y que no se
expresa el porqué de su exclusión.
En su análisis de la resolución recurrido, al tocar
la segunda cuestión, sobre el momento en que comienza a correr el cómputo del
plazo previsto para la perención de instancia, vuelve a atacar a los vocales con
votos mayoritarios diciendo que se confunden una vez más al considerar que la
interposición de la demanda da lugar a la instancia procesal, aun cuando no se
corriera traslado de la misma, no siendo necesario la traba de la Litis para empezar
el cómputo de los plazos para la perención de la instancia.
Y habla sobre la tercera cuestión si el incidente
fue articulado en tiempo propicio, que los resolventes mayoritarios se equivocan
porque aduce la posibilidad de plantear la perención al momento de contestar la
demanda y no a los cinco días como los incidentes.
Se apoyas en la postura del voto minoritario que
manifiesta que la articulación del incidente de perención de instancia es

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extemporánea por existir consentimiento tácito de la accionada en juicio a la
continuidad del trámite del proceso.
Que luego de analizar las cuestiones que llevaron
al Tribunal a hacer lugar al planteo de perención de instancia, el recurrente plantea
este recurso basándose en la causa del inciso 2° del Art. 257 del CPC: “Cuando
se hubiere incurrido en violación u omisión de las formas procesales establecidas
en este Código, siempre que el recurrente no haya concurrido a producirlas, ni
las consintió expresa o tácitamente, ni resulte cumplida, pese a la violación u
omisión, con la finalidad de la norma vulnerada.”
Que hace una serie de valoraciones tratando de
justificar el recurso interpuesto en la errónea interpretación que hace el Tribunal
en su mayoría de la norma aplicable al instituto de la Perención de Instancia y
concluye su presentación haciendo reserva del Caso Federal.

IV- FUNDAMENTOS DEL RECHAZO DEL


RECURSO
El motivo para solicitar el rechazo del Recurso de
Casación interpuesto será analizado teniendo en cuenta las dos razones que
plantea el recurrente para impugnar la resolución del a-quo.
1°- Se funda el recurso diciendo que no debería
plantearse la perención por no ser parte del proceso.
Traigo a colación l manifestado por el Dr.
ARMANDO SEGUNDO ANDRUET (h), con respecto a este tema: “De
conformidad a la idea que actualmente predomina en la doctrina, en la
jurisprudencia e incluso en las leyes, corresponde entender que, a los fines del
instituto de la perención, la instancia comienza y es susceptible de perimir
desde el momento que se entabla la demanda y sin que sea preciso que ésta
haya sido notificada al demandado. La gestación de esta concepción remonta
a un viejo plenario de la Cámara Civil de la Capital del 2 de junio de 1.922,
en el que por mayoría se impuso el criterio de que la instancia se inicia con la
sola promoción de la demanda (J.A., t. 12, pág. 937), como así también a

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antiguos fallos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (Fallos 108:456;
131:191; 187:273; 188:554; 190:454; 191:470). Como se acaba de indicar
también la doctrina propició esta interpretación amplia del concepto de
instancia, según la cual debe entenderse que la misma se abre con la mera
presentación de la demanda y sin necesidad de esperar la notificación o el
responde (Peyrano, "¿Caducidad de la litis, de la instancia o del proceso?",
en J.A., t. 1980-II-745). Además, esta inteligencia alcanzó consagración
legislativa expresa en el Código de Procedimiento Civil de la Nación, cuyo
art. 310 in fine estatuyó que la instancia se abre con la promoción de la
demanda aunque no hubiere sido notificada la resolución que dispone su
traslado, y hasta obtuvo recepción explícita en nuestra Provincia con la
sanción del C. de P.C. actualmente en vigor, ley 8465, cuyo art. 339 in fine
estableció también una solución idéntica. –
La ausencia de un precepto legal explícito
sobre el particular no impide acoger una interpretación que es dable deducir
de los principios generales que rigen en materia de procedimientos, como de
hecho ocurrió a nivel nacional antes de sancionarse el C. de P.C. de la Nación
actualmente en vigor. Y en segundo lugar porque en todo caso la nueva
disposición legal constituye un dato valioso a ponderar en orden a la
interpretación del ordenamiento anterior en cuanto ella expresa la
inteligencia que el legislador estima adecuada acerca del tema (comp. esta
Sala, sentencia N° 200/98).- Debiendo entenderse que desde el momento que
se promueve una demanda existe una instancia que es susceptible de perimir
por más que ella no haya sido notificada al demandado, de aquí fácilmente se
deduce que desde ese instante comienza a pesar sobre el accionante la carga
procesal de impulsar el trámite del juicio, con el consiguiente riesgo de que la
instancia perima si se mantiene inactivo durante el plazo que establece la ley.
En otras palabras, si desde que la demanda se entabla se constituye una
instancia judicial que está sometida a las normas de la perención de
instancia, quiere decir que a partir de ese momento el actor debe cumplir un
acto de impulso procesal dentro del término previsto por la ley so pena de
que el procedimiento que acaba de iniciarse perima. Ahora bien, como

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anticipamos, en nuestro procedimiento la perención de la instancia no puede
declararse de oficio y debe ser solicitada por la parte interesada en prevalerse
de ella, por lo que las apreciaciones que se acaban de efectuar conducen a
admitir que la parte demandada está habilitada para acusar la perención
apenas es notificada de la demanda entablada en su contra, pues esa es la
única vía que nuestra ley consiente para hacer efectiva la consecuencia
jurídica que se deriva de la inactividad procesal prolongada. Negar en estas
condiciones ese derecho al demandado significaría convertir la directiva
según la cual la instancia principia con la demanda, en una norma inútil y
desprovista de eficacia práctica, puesto que mientras por un lado se declama
que desde ese momento hay una instancia susceptible de caducar y que el
accionante está gravado por la carga de impulsar el procedimiento, sin
embargo por otro lado se impediría que la perención efectivamente se
produzca al negársele al demandado el derecho de hacer valer la inactividad
que se registró en el proceso. Por el contrario, de las premisas previamente
establecidas deriva como lógica consecuencia que el accionado puede acusar
la caducidad después de notificado del emplazamiento, de modo que esa
notificación no puede considerarse como un acto que subsana la instancia en
condiciones de perimir, antes bien constituye la oportunidad que se le brinda
al demandado para ejercitar su derecho de prevalerse de la caducidad de la
instancia.- (en Auto Interlocutorio Número: 200 Córdoba, 16 de AGOSTO dos
mil siete. Autos “FISCO DE LA PCIA. DE CORDOBA c/ LOUSTAU BIDAUT
R.-EJECUTIVO-RECURSO DE CASACIÓN (Expte. F-17-01)”
En nuestro derecho civil la interrupción de la
prescripción que causa la demanda según el art. 3986 del Código Civil, se opera
por el solo hecho de entablarla y sin necesidad de que ella sea notificada al
demandado. Esta es la inteligencia que prevalece actualmente en la doctrina y en
la jurisprudencia y que incluso ha sido acogida en un precedente de esta Sala
(Sentencia N° 198/98 in re "Giorgetti Stella M. c/ Eder Carlos Fasina y otros -
Ordinario - Recurso de Casación").
En estas normas de derecho sustancial
encuéntrase una razón más para reconocer al demandado el derecho de acusar la

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perención por vía de excepción frente a la notificación de la demanda.
Interpretarlo de otro modo, y por tanto negar en esa situación al accionado ese
derecho, significaría tanto como dejar en manos de la parte actora la posibilidad
de extender a discreción y potestativamente los plazos de prescripción
establecidos en la ley mediante el fácil recurso de mantenerse inactivo sin
notificar el emplazamiento al demandado, e incluso implicaría también permitirle
la posibilidad de prolongar esos plazos "sine die" convirtiendo prácticamente en
imprescriptibles acciones que por imperio de la ley son prescriptibles (C.C., art.
4019, 1° par.).- Esta distorsión que sufrirían los principios y normas consagrados
por el Código Civil en materia de prescripción sería directamente inconstitucional,
en cuanto se aceptaría que normas procesales sancionadas por un Estado
Provincial -o mejor dicho la interpretación que de ellas se propugnara- alteren
leyes de fondo establecidas por el Congreso Nacional, quebrantando de tal manera
el orden de prelación de las leyes instituido en la Constitución de la Nación
Argentina (art. 31). Diversamente, con arreglo al mencionado orden de jerarquía
de las leyes consagrado por la Constitución y teniendo presente que las normas
procesales deben limitarse a crear las vías para actuar y hacer efectivos los
derechos e instituciones establecidos por las leyes sustanciales, es preciso que los
jueces interpreten el sentido de aquéllas en forma que éstas últimas no resulten
desvirtuadas. Desde este punto de vista el reconocimiento en el demandado del
derecho de pedir la perención de la instancia después de notificada la demanda,
tiende precisamente a evitar aquella situación anómala en que el accionado se
vería envuelto involuntariamente y a asegurar la operatividad de las normas
sustanciales atinentes a la prescripción de las acciones.
“El examen reflexivo y detenido de esa cuestión
de índole procesal propuesta por el presente recurso de casación, condujo a
revertir aquella premisa y a entender en cambio que en nuestro ordenamiento
el demandado está plenamente habilitado para pedir la declaración de
caducidad de la instancia en oportunidad de notificársele la demanda" (en Auto
Interlocutorio Número: 200 Córdoba, 16 de AGOSTO dos mil siete. Autos
“FISCO DE LA PCIA. DE CORDOBA c/ LOUSTAU BIDAUT R.-
EJECUTIVO-RECURSO DE CASACIÓN (Expte. F-17-01).

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Para concluir con este punto, es unánime el a-quo
al momento de efectuar los votos en coincidir con este tema, hasta el voto del Dr.
Daniel Enrique Brizuela que fu el que estaba en disidencia con respecto a la
perención de instancia, en relación a este punto sostiene: “En coincidencia con la
más copiosa jurisprudencia y doctrina, entiendo que la instancia en autos se abrió
con la promoción de la demanda, aunque no se haya producido la traba de la Litis.
(CADUCIDAD DE INSTANCIA – DEMANDA – CONTESTACION DE
DEMANDA). La circunstancia de que no se hubiera dispuesto aún el traslado de
la demanda, no implica que no se encuentre corriendo el plazo de caducidad, pues
la instancia se abre con la promoción de la demanda. (Cita Jurisprudencia) … no
es necesario que haya traba de la Litis para que la caducidad se produzca; basta
con que haya instancia y ella existe con la interposición de la demanda. Con la
presentación de la demanda nace la relación jurídico-procesal originada por el
ejercicio de un derecho abstracto de petición de tutela jurídica y, en consecuencia,
comienza la caducidad que va a afectar a esa relación, la que es dinámica y por
ello debe desarrollarse en determinados plazos para que los procesos no se
eternicen… Como la primera instancia nace con la promoción de la demanda, es
indudable el interés que asiste a la demandada para impetrar la caducidad, aún
cuando no se le hubiere notificado la Acción, siendo un derecho de ésta oponerse
a su progreso acusando Perención, cuando considera que ha transcurrido el plazo
legal. Procede la caducidad por transcurso del plazo previsto en el Art. 310 inc. 1
del CPCN, aun cuando en el caso no se haya dispuesto correr traslado de la
demanda instaurada.”
Mas Jurisprudencia que respalda el rechazo del
recurso: Ahora bien, respecto de cuando es la oportunidad para la petición de la
perención de la instancia, me permito recurrir a la sapiencia de nuestro Tribunales,
que han sostenido unánimemente: “Debe considerarse por instancia el tramite
seguido desde el momento de la presentación del escrito de demanda, aunque
no haya sido notificada puesto que en Derecho Procesal se entiende por tal,
todo pedido por una parte al órgano jurisdiccional encaminado a obtener del
mismo la realización de una determinada actividad.- Acorde con este criterio se
ha resuelto que la perención comienza a correr a partir de la fecha de

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promoción de la demanda; si el actor no pidió que se corriera traslado de esta
corresponde declarar la caducidad transcurrido el termino legal” (CNEps. Civil
y Com., Sala IV, Septiembre 17-976.- Arana, Tomas P. y Otros c/ Avalos, Jose E.
y otro- Rev. La ley, XXXVII, 1154, sum. 56).- “Teniendo en cuenta que la sola
presentación de la demanda produce la apertura de la instancia, asiste al
demandado la facultad de comparecer espontáneamente a juicio o procurar
una declaración de certeza o la caducidad de la instancia que esta operando
disvaliosamente sobre sus derechos. Ellos aun cuando no se haya tenido al
actor formalmente por presentado y por parte en el juicio.- De lo contrario
quedaría en manos del actor el prolongar indefinidamente esta situación en
perjuicio de aquel, que no podría ejercitar la defensa en juicio de sus derechos,
conforme lo garantiza el art. 18 de la Constitución Nacional” (CJSalta, Sala II,
Junio 11-974.- Manani de Díaz, Maria N c. Medina Baldomero –Rev. La Ley,
1975 –B, 939, sec jurisp. Agrupada, caso 1109).-

2°)- Con respecto al segundo motivo del rechazo,


que la Perención de Instancia no fue planteada dentro del plazo de cinco días de
notificada la demanda y si al momento de su contestación, cabe manifestar lo
siguiente:
Dice la Jurisprudencia, “AL DEMANDADO LE
ASISTE EL DERECHO DE OPONER LA PERENCION DE INSTANCIA,
HASTA EL VENCIMIENTO DEL PLAZO POR EL CUAL FUE CITADO A
ESTAR EN DERECHO. ELLO POR CUANTO APARECE INJUSTIFICADO
DAR POR DECAIDO EL EJERCICIO DE UN DERECHO, ANTES DE LA
EXPIRACION DEL TERMINO QUE SE LE HA CONCEDIDO PARA
ASUMIR EL CARACTER DE PARTE”. EN IGUAL SENTIDO: SALA D),
(Sentencia de Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial, Fecha 04 de
Abril de 1989 –Caso Kreiman, Oscar c/Lusarreta, Carlos s/Escrituración).
Así tenemos: La perención acusada al tiempo de
contestar la demanda y contemporáneamente con ese responde, no importa el
consentimiento de la actuación a que se refiere en el art. 315 del Cod.

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Procesal”(CNCom, Sala A, junio 7-973 Unidad Fraterna de Acumulación y
Préstamo Ltda.… c/ Rosso, Remelindo J..- REV. La Ley, 155- 685-31.437 –S).-
Bien se podría entender la acción procesal puede
ser planteado en el momento de contestar la demanda, también como acción
incidental, o además como dice jurisprudencia en su amplia mayoría,
perfectamente puede ser planteada por vía de excepción. Dice la Jurisprudencia
perención de instancia “La actuación llevada a cabo con posterioridad al
vencimiento del plazo previsto por el art. 310, inc. 2 del Código Procesal sólo
interrumpe el curso de la perención si es consentida tácita o expresamente
dentro del plazo previsto por el art. 150 para las vistas y traslados, aplicable
analógicamente al igual que los plazos para interponer incidente de nulidad o
recurso de apelación”. (ST 24735 S 21-02-2014, Juez ARGIBAY. T 24557 S 19-
03-2014, Juez ARGIBAY).
“Cuando se corre traslado de la demanda, se
acuerda a la parte un plazo determinado para contestarla – por ejemplo, diez
(10) días, como ocurrió en el sub lite. Al otorgar este término, debemos entender
que el demandado cuenta con todo ese plazo para efectuar las peticiones que
hagan a su derecho, porque hasta ese momento no tiene intervención en el
proceso, desconoce su contenido, y es de suponer que no cuenta con un abogado
que atienda sus intereses. En consecuencia, por aplicación de lo anterior, el
accionado tiene diez (10) días para oponer la perención de la instancia, es decir,
el mismo término que para contestar la demanda, y no un plazo menor, como
postula el sentenciante…. Como corolario, en virtud de los principios
desarrollados en los considerandos precedentes, si el demandado, al tomar
conocimiento de la demanda y del tiempo transcurrido entre ambos actos
procesales, articuló el incidente y solicitó que se declare la perención, dentro
del término que expresamente se le había acordado, no puede considerarse
extemporánea la perención deducida o interpretarse que la parte consintió los
actos de impulso procesal y, con ello, purgó la caducidad operada.- Interpretar
de manera distinta la cuestión, significaría coartar el derecho de defensa del
demandado sin que haya una norma expresa que lo justifique, y, a su vez,
aplicar en su perjuicio disposiciones que resuelven otras situaciones, con olvido

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de que en la duda ha de estarse por la conservación y no por la pérdida de sus
derechos. (Del voto del Dr. José Luna Corzo en autos Expte. Nº 8.815-“C”-
2003, caratulado: “Castro Patricia Yolanda – Casación”.-)“ (Expte. Nº
14.162 - LETRA “M” - AÑO 2012 – CARATULADO: “MONTERO DE
GUCHEA CELIA DOLORES - CASACION”- TRIBUNAL: DR. LUIS
ALBERTO N. BRIZUELA. DR. CLAUDIO JOSÉ ANA. DRA. SARA INES
GRANILLO DE GOMEZ. DR. JORGE GAMAL A. CHAMIA. DRA. ANA
CAROLINA COURTIS).
Otro: CARATULA: RAMOS TABOADA,
CARLOS JULIO c/ GOBIERNO DE LA PROVINCIA DE SANTIAGO DEL
ESTERO s/ ACCION AUTONOMA DE NULIDAD Y REVISION DE COSA
JUZGADA- TRIB. DE ORIGEN: (Superior Tribunal de Justicia) Expediente
Nº17.452.- “De allí que en la situación especial que nos ocupa no se justifica
aplicar el régimen de purga de la instancia establecido por nuestra ley y en
cambio resulte aplicable una pauta jurídica similar a la establecida en el C. de
P.C. de la Nación, esto es que el demandado puede oponer la perención de la
instancia por vía de excepción frente al acto de impulso procesal cumplido
después de vencido el plazo establecido por la ley. La interpretación de la ley que
se propicia se funda igualmente en otro orden de consideraciones.- En esta nueva
perspectiva corresponde partir de las siguientes premisas. En nuestro derecho
civil la interrupción de la prescripción que causa la demanda según el art. 3986
del Código Civil, se opera por el solo hecho de entablarla y sin necesidad de que
ella sea notificada al demandado.” “Esta es la inteligencia que prevalece
actualmente en la doctrina y en la jurisprudencia y que incluso ha sido acogida
en un precedente de esta Sala” (Sentencia N° 198/98 in re "Giorgetti Stella M. c/
Eder Carlos Fasina y otros - Ordinario - Recurso de Casación"). “Además y con
arreglo al art. 3987 esa interrupción se mantiene en tanto penda el juicio y éste
no acabe por perención de la instancia, la cual en el ordenamiento procesal de
Córdoba -y tal como repetidas veces se ha señalado- no puede declararse de
oficio.- En estas normas de derecho sustancial encuéntrase una razón más para
reconocer al demandado el derecho de acusar la perención por vía de excepción
frente a la notificación de la demanda. Interpretarlo de otro modo, y por tanto

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negar en esa situación al accionado ese derecho, significaría tanto como dejar en
manos de la parte actora la posibilidad de extender a discreción y
potestativamente los plazos de prescripción establecidos en la ley mediante el
fácil recurso de mantenerse inactivo sin notificar el emplazamiento al
demandado, e incluso implicaría también permitirle la posibilidad de prolongar
esos plazos "sine die" convirtiendo prácticamente en imprescriptibles acciones
que por imperio de la ley son prescriptibles” (C.C., art. 4019, 1° par.). “En estos
casos, la caducidad puede oponerse tanto por vía de excepción como por vía de
acción declarativa (arg. art. 2551 del Cód. Civil y Comercial). Por otra parte, no
sólo la parte adversaria puede oponer la caducidad, sino también se halla
legitimado por hacerla valer aquel que tenga un interés amparado por la ley
(v.gr., acreedores, legatarios, etc.). El derecho de los terceros interesados en
hacer valer la caducidad importa la legitimación para intervenir en el proceso a
los fines de evitar que la inactividad procesal del que puede oponer tal caducidad
no conduzca a una renuncia formulada indirectamente (v.gr., por no impedir los
efectos del vencimiento de los plazos perentorios del procedimiento; es decir, las
consecuencias de la preclusión).”
Señores Jueces, como pueden observar son
numerosos los fallos que avalan el planteo de Perención de Instancia realizado
oportunamente y aceptado por mayoría en el Tribunal de origen, por lo que se
reitera el rechazo del Recurso de Casación interpuesto que no sería más que
mantener el criterio de este Tribunal con respecto a la materia.

V- RESERVA DEL CASO FEDERAL


Hago expresa reserva en caso de ser receptada la
Casación de la contraria, de acudir por ante la Excma. C.S.J.N. por medio del
Recurso Extraordinario previsto en el Art. 14 de la Ley N° 48.

VI- PETITORIO.-
Por los motivos expuestos a V.E. se peticiona:

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1) Tenga por contestado el Traslado en tiempo y
forma.
2) Se RECHACE el Recurso de Casación
interpuesto.
3) Por formulada Reserva del Caso Federal.
4) Con costas.

Provea de Conformidad
Será Justicia.

RITA DE LOS ANGELES MARIN


D.N.I. N° 28.357.008

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