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tiene lugar el derrame de basaltos fisurales y de cen- tal controlan los procesos morfogenéticos resultan-
tros monogénicos, representado por la Formación tes. La acción fluvial es más activa en la Cordillera
Incahuasi, como así también el desarrollo de depósi- Oriental que en la Puna.
tos evaporíticos que configuran extensos salares. En la región puneña se localizan los principa-
La estructura de la comarca es el resultado de les recursos minerales de la Hoja. La actividad
la superposición de varios procesos de deformación minera consiste en la explotación de depósitos
ocurridos desde el Neoproterozoico. La actual con- evaporíticos, fósiles o actuales. La mina Tincalayu
figuración del relieve data del Mioceno, período en explota boratos miocenos de la Formación Sijes y
el cual se produce el engrosamiento cortical dife- la mina Fénix extrae litio a partir de salmueras del
renciándose nítidamente la Puna de la Cordillera Salar el Hombre Muerto. La extracción de ulexita
Oriental. Ambas regiones muestran fajas corridas y de los salares de Diablillos, Ratones y Hombre
plegadas con fuertes anomalías geométricas, las Muerto constituyen explotaciones mineras meno-
cuales se deben en gran parte a cambios en la cine- res. En la actualidad no se explotan minerales
mática y velocidad de subducción del sistema de pla- metalíferos. La mina Incahuasi consistente en
cas de Nazca y Sudamérica, y a la inversión de es- vetas de cuarzo aurífero, fue trabajada hasta me-
tructuras previas. diados de siglo. El área de Diablillos es el pros-
Las distintas características topográficas y pecto de mayor potencial descubierto al presente
climáticas existentes en la Puna y Cordillera Orien- en la región.
stones, calcareous sandstones, pelites and scarce li- The Quaternary comprises piedmont deposits and
mestones. alluvial-fan units, which are genetically linked with
In the Puna region, the Paleogene stratigraphy the Pliocene-Pleistocene shortening. Eruption of
comprises conglomerates and sandstones of the basaltic rocks related to fissural and monogenic
Geste Formation; fauna remains suggest subtropical centers, such as the Incahuasi Formation, occurs in
conditions during deposition of this unit. The Andean the Puna along with the development of extensive
magmatic activity and tectonic shortening control the salt-lakes.
nature of the Puna Neogene units. The volcanic rocks The structure of the study area is the result of
are represented by the porphyries of the Inca Viejo several tectonic events occurring since the
Formation and the andesitic-dacitic lavas of the Neoproterozoic. The present-day configuration of the
Tebenquicho Formation. Foreland-basin strata region is ascribed to the Miocene shortening and
consist of several units composed of magmatic- crustal thickening of the Puna giving rise to the
derived detrital grains indicating that the source terrain observed morphological differences between the two
is the Tertiary magmatic arc. These units are the geological provinces (i.e., Puna and Cordillera Orien-
conglomerates and sandstones with interbedded tal). Both provinces depict fold-and-thrust belts with
ignimbrites of the Catal Formation, the conglomerates, marked geometric anomalies due to changes in the
sandstones and scarce tuffs of the Batin Formation, kinematics and subduction rates of the Nazca-South
and the pelites and sandstones with evaporite and America plate system, and the inversion of older
volcaniclastic intercalations of the Sijes Formation. structures.
Neogene strata exposed in the Eastern Cordille- Topography and climate are factors that control
ra are represented by the Payogastilla Group, which the morphogenetic processes operating in the Puna
comprises the Quebrada de los Colorados, and Eastern Cordillera. Fluvial processes are more
Angastaco, Palo Pintado and San Felipe Formations. active in the Eastern Cordillera than in the Puna area.
They are mainly clastic sequences composed of Main mineral resources are related to both
conglomerates and sandstones with scarce pelites fossil and present-day evaporite deposits in the
and tuff intercalations. Deposition of the Miocene Puna. Tincalayu mine exploits Miocene borates
Angastaco Formation overlaps in time with episodes of the Sijes Formation and Fénix mine produces
of volcanic activity in the Puna magmatic arc, as litium from Hombre Muerto salt-lake brines.
recorded by the Pucarilla Ignimbrite. Ulexite extraction from Ratones, Diablillos and
The Pliocene stratigraphy mainly comprises units Hombre Muerto salt-lakes constitutes a minor
related to the Puna volcanism. They are the Rato- mining activity. There is no metaliferous mine in
nes Andesite and the Galán Volcanic Complex; the production. The Incahuasi mine consisting of gold
latter is associated with one of the biggest caldera in quartz veins closed down in the 1950¢ decade.
structures of the Andes. The uppermost portion of The Diablillos prospect comprising gold and silver
the Payogastilla Group represents the Pliocene represents the most important prospect discovered
sedimentation in the Eastern Cordillera. up to now.
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autores de los distintos capítulos, los que se intenta- Con el Plan N.O.A. I desarrollado por la Direc-
ron compatibilizar para homogeneizar este trabajo. ción Nacional de Minería y por la Dirección Gene-
Sin embargo, en algunos casos se mantienen dife- ral de Fabricaciones Militares en las décadas del ’60
rencias menores, por ejemplo las variaciones en los y ’70, se incrementó notablemente la información
límites de las provincias geológicas en la descrip- existente en la región, reflejada en numerosos infor-
ción de la estratigrafía y de la geomorfología. La mes internos y en publicaciones, la más difundida
participación de estos autores fue valiosa también corresponde al mapa geológico de las provincias de
para mejorar el mapa geológico de la Hoja Cachi. Salta y Jujuy de Amengual et al., 1979.
Vale mencionar que estas colaboraciones se basa- Los trabajos llevados a cabo como tesis de gra-
ron en la información disponible, propia de los au- do, tesinas o tesis doctorales, la mayor parte de ellos
tores de cada capítulo y de otros trabajos. inéditos, constituyen otra importante fuente de in-
formación para el área, entre otros, Rojo (1972),
INVESTIGACIONES ANTERIORES Castillo (1978a, 1978b), Vides (1978), Martinelli
(1979), Malizzia (1982), Hongn (1985, 1992),
La información previa sobre áreas incluidas en Alonso (1986), Aramayo (1986), Cisterna (1986),
la Hoja Cachi en general es abundante, si bien exis- Díaz (1987), Oyarzábal (1989), Quenardelle (1989),
ten zonas donde los antecedentes son escasos. Grier (1990), Marrett (1990), Villanueva (1992),
Entre los primeros trabajos llevados a cabo en Garkus (1992), Ruiz (1993) y Crivelli (1995).
la región se destacan los de Brackebush (1891) y Los trabajos publicados sobre aspectos geológi-
Catalano (1964a). cos varios, locales y regionales, aportan un cuantio-
Cachi 7
so volumen de información, la que será mencionada ordovícicos (Granitos Angostura, Pucará, Complejo
oportunamente a lo largo de este informe. Eruptivo Oire).
Siguen las sedimentitas continentales del
Subgrupo Pirgua (Cretácico superior) y los depósi-
2. ESTRATIGRAFÍA tos continentales con registro de ingresiones mari-
nas de los Subgrupos Balbuena y Santa Bárbara
La Hoja Cachi incluye dos áreas con rasgos (Paleógeno). Los depósitos del Grupo Salta son dis-
estratigráficos característicos que permiten descri- tintivos de la región oriental.
birlas por separado. Éstas corresponden a la Puna Continúan los depósitos de la Formación
(Turner y Méndez, 1979), más precisamente a la Luracatao y del Grupo Payogastilla. Durante este
Puna Austral (Alonso et al., 1984a) y a la porción tiempo (Neógeno) se registró un episodio volcáni-
austral de la Cordillera Oriental (Turner y Mon, co (Ignimbritas Pucarilla) que indicaría una conexión
1979) o Subprovincia de las Cumbres Calchaquíes con el volcanismo de la Puna.
(Baldis et al., 1976). Esta última región comprende El extremo septentrional de la sierra de Quilmes
el extremo norte de las Sierras Pampeanas muestra un basamento metamórfico neoproterozoico
Noroccidentales (Caminos, 1979), dado que las va- (Formación La Paya) intruido por granitoides
riaciones estratigráficas no son tan marcadas con la eopaleozoicos (Tonalita Las Viñas y Granito Alto del
comarca colindante hacia el norte como para esta- Cajón) sobre el que se disponen depósitos del Grupo
blecer una descripción diferenciada. Como límite Salta y del Grupo Payogastilla. Por lo tanto, su
entre estas dos regiones (Puna y Cordillera Oriental estratigrafía es en líneas generales similar a la que se
o Subprovincia Calchaquí) se toma la margen occi- reconoce pocos kilómetros al norte, hecho por el cual
dental de los valles de Luracatao, Colomé, Tacuil y se describe conjuntamente con la región oriental. Las
Hualfín, lo que difiere ligeramente con el estableci- variaciones principales entre esta porción de las Sie-
do en Turner (1979) (véase figura 2). rras Pampeanas y la Cordillera Oriental se manifies-
La región occidental posee un basamento tan en las estructuras neógenas; el extremo sudorien-
neoproterozoico-eopaleozoico heteregéneo, consti- tal de la Hoja presenta áreas donde afloran dos tipos
tuido por diferentes unidades desde un enfoque es- de basamento -leptometamorfitas y metamorfitas- que
trictamente cartográfico, cuyas edades y relaciones muestran diferentes propiedades mecánicas cuando
mutuas son desconocidas. Este basamento aloja están involucrados en estas estructuras.
intrusivos del Paleozoico inferior (Formación Cor-
tadera y Complejo Eruptivo Oire).
La región puneña está caracterizada por poten- 2.1. NEOPROTEROZOICO-
tes depósitos marinos del Ordovícico (Formaciones EOPALEOZOICO
Tolillar y Falda Ciénega).
Continúan las secuencias cenozoicas continen- 2.1.1. PUNA
tales (Formaciones Geste, Catal, Sijes y Batín y un
espeso paquete incluido en las Sedimentitas 2.1.1.1. NEOPROTEROZOICO-
Vizcachera). Durante el Cenozoico tuvo lugar en la ¿EOCÁMBRICO?
Puna el desarrollo de una intensa actividad volcáni-
ca, registrada en distintas unidades miocenas y 2.1.1.1.1. Rocas metamórficas
pliocenas, que marca otra particularidad geológica
de esta región. Dentro del basamento metamórfico de la Puna se
Los basaltos cuaternarios y los depósitos eva- han distinguido diferentes unidades de acuerdo con cri-
poríticos de los salares también son unidades terios cartográficos principalmente mesoscópicos, es
estratigráficas que caracterizan a la Puna. decir aquéllos que se observan en los afloramientos;
La Cordillera Oriental o Subprovincia de las las relaciones originales entre las mismas se descono-
Cumbres Calchaquíes muestra un basamento cen. Son escasos los antecedentes sobre estas unida-
neoproterozoico leptometamórfico (Formación des metamórficas como para establecer su evolución
Puncoviscana) y su equivalente de mayor grado me- tectonometamórfica, y a partir de ella sugerir sus posi-
tamórfico (Formación La Paya). El basamento tam- bles relaciones originales, que pueden ser transicionales,
bién está constituido por granitoides neopro- discordantes o tectónicas. Las relaciones actuales son
terozoicos-eopaleozoicos (Formación Cachi) y tectónicas, según fallas de varias edades.
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feldespato, quizá una arenisca volcaniclástica. Los afloramientos principales están representa-
Bahlburg et al. (1996) indicaron frecuentes dos por una alternancia rítmica de grauvacas, are-
intercalaciones de areniscas volcaniclásticas en la faja niscas y pelitas entre los que intercalan ocasionales
occidental del Ordovícico de la Puna, la que incluye y delgados bancos de conglomerados.
los afloramientos que aquí se integran en la Forma- Las psamitas y pelitas muestran espesores va-
ción Tolillar. El espesor es desconocido. riables de 0,1 a 2 metros. Ocasionalmente se obser-
van paquetes de psamitas o pelitas de hasta 5 m de
Edad y relaciones estratigráficas potencia.
Aceñolaza et al. (1976a) definieron a la frac-
Zappettini et al. (1994) asignaron esta unidad al ción arenosa integrada por metagrauvacas, arenis-
Tremadociano de acuerdo con relaciones cas cuarzosas finas, grauvacas líticas o feldespáticas,
estratigráficas expuestas más al norte. Balhburg et con una fracción clástica compuesta principalmente
al. (1996) indicaron una edad ordovícica inferior de cuarzo y plagioclasa inmersos en una matriz
para las secuencias integradas en la Formación recristalizada formada por clorita-sericita-biotita.
Tolillar. Las pelitas poseen una fábrica planar muy bien
La Formación Tolillar muestra concordancia en marcada definida por la disposición de los
su base con la Formación Tolar Chico (Zappettini filosilicatos de neoformación, principalmente
et al., 1994). Las relaciones con la Formación Falda clorita-sericita. Esta fábrica planar representa un
Ciénega no están expuestas; éstas serían tectónicas clivaje de plano axial.
(Bahlburg et al., 1996). La Formación Tolillar está Capas de conglomerados finos de hasta 2 m de
intruida por diques de gabro que formarían parte espesor se intercalan entre las grauvacas y pelitas.
del Complejo Básico Ojo de Colorados (Zappettini Los conglomerados son oligomícticos, constituidos
et al., 1994). principalmente por clastos de cuarzo (Aceñolaza et
al., 1976a).
Formación Falda Ciénega (10) Entre las grauvacas se distinguen bancos con
Grauvacas y pelitas con intercalaciones de areniscas alto contenido de feldespatos y granos de cuarzo con
cuarzosas, lavas dacíticas y areniscas volcaniclásti- bordes engolfados. Es posible que estos niveles co-
cas, con anquimetamorfismo. Depósitos marinos rrespondan a areniscas volcaniclásticas. La presen-
cia de intercalaciones volcánicas en la Formación
Antecedentes Falda Ciénega fue propuesta a partir de asociacio-
nes minerales, entre ellos estilpnomelano (Toselli,
Fue definida por Aceñolaza et al. (1976a) para 1982). No se detectaron niveles volcánicos en la For-
incluir los afloramientos con fósiles ordovícicos mación Falda Ciénega como ocurre al norte de la
que hasta ese momento se asignaban a las Forma- Hoja (Hongn, 1992; Blasco y Zappettini, 1995). Sin
ciones Caucota y Copalayo del Precámbrico embargo, se considera que esto obedece más a la
(Turner, 1964). falta de controles detallados que a la ausencia de
estos niveles. No obstante, el registro de episodios
Distribución areal volcánicos es sensiblemente inferior al del Ordovícico
de la Puna de Jujuy, en el que la participación de
Se encuentra en los contrafuertes noroccidental, material volcánico o relacionado con volcanismo es
occidental y austral del salar del Hombre Muerto y significativa (Koukharsky et al., 1988).
en las inmediaciones de Nacimientos, en el borde En la Formación Falda Ciénega existen modifi-
SO de la Hoja. caciones metamórficas de muy bajo a bajo grado de
acuerdo con la cristalinidad de illita, que ubica el
Litología proceso metamórfico entre el anquimetamorfismo y
el epimetamorfismo (Toselli, 1982)
Está constituida por psamitas y pelitas estrati- Cuarcitas blanquecinas, bien estratificadas, con
ficadas rítmicamente, con intercalaciones menores de estratificación cruzada notable, se hallan entre la
conglomerados, tobas y areniscas volcaniclásticas, laguna Pedernal y el río Vicuña Muerta. Estos aflo-
todo el conjunto afectado por un metamorfismo de ramientos se incluyen en la Formación Falda
muy bajo grado, ocasionalmente de bajo grado. Tam- Ciénega, aunque muestran notables diferencias
bién se distinguen asomos menores de cuarcitas. litológicas con las turbiditas, además de un grado
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de deformación sensiblemente inferior. Las cuar- Constituye la terminación austral de una franja de
citas se interpretan como facies proximales de pla- afloramientos de mayor extensión en el ámbito de
taforma. la Hoja San Antonio de los Cobres (Blasco y
Aceñolaza et al. (1976a) establecieron un es- Zappettini, 1995).
pesor de 1.200 m para el perfil de Falda Ciénega.
Se estima un espesor mínimo de 3.000 m para esta Litología
unidad.
Zappettini et al. (1994) describieron gabros
Contenido fosilífero estratificados y serpentinitas. Los afloramientos
controlados corresponden a gabros de grano me-
La Formación Falda Ciénega contiene grapto- diano a grueso, de forma tabular intercalados en la
lites. Éstos provienen de los perfiles de la quebrada sedimentitas-epimetamorfitas de la Formación
de Falda Ciénega (Aceñolaza et al., 1976a) y de Tolillar, la que muestra fenómenos de
afloramientos de las inmediaciones de Paycuqui metamorfismo térmico en la zona del contacto
(Rojo, 1972). (Norman Page, com. verbal). El cuerpo gábrico
principal posee un espesor aproximado de 100
Edad y relaciones estratigráficas metros.
la Puna que afloran entre los 24° y 25° de latitud Granitos y granodioritas de grano grueso con
sur. Estas rocas corresponden a las que Turner megacristales (12); greisenizados (12a ), con
(1961) denominó Formación Oire y caracterizó intensa pegmatización (12b), con metamor-
como migmatitas precámbricas. Méndez et al. fismo (12c)
(1973) posteriormente las agruparon en la Faja
Eruptiva de la Puna Oriental, unidad que se inter- Constituyen la fase de mayor difusión areal den-
pretó de diferentes formas: un arco magmático tro del Complejo Eruptivo Oire. Sus exposiciones
ordovícico (Coira et al., 1982); una faja de se distinguen en la parte inferior del faldeo occi-
metamorfismo y granitización ordovícica dental de las cumbres de Luracatao, en los contra-
(Viramonte et al., 1976; Omarini et al., 1984), un fuertes australes y septentrionales del salar de Dia-
basamento ígneo-metamórfico con unidades de blillos y en el cerro Blanco. El afloramiento princi-
edades diferentes (Mon y Hongn, 1991; pal corresponde a una faja que se extiende en direc-
Viramonte et al., 1993; Hongn, 1994). ción norte-sur que cubre las márgenes occidentales
de los valles de Luracatao, Colomé, Tacuil y Hualfín.
Distribución areal Los asomos más orientales de esta litología se en-
cuentran en la Cordillera Oriental.
Los afloramientos del Complejo Eruptivo Oire Corresponden a granitos y granodioritas de gra-
se disponen en una faja de rumbo meridiano que no grueso con fenocristales de feldespato potásico
transpone los límites norte y sur de la Hoja Cachi, de hasta 10-12 cm de longitud, con frecuencia de
aproximadamente entre los paralelos 66°20' y 66°45' más de 5 centímetros. Son rocas biotíticas, en me-
de longitud oeste. nor grado moscovíticas, grises y rosadas.
Sobre el río Compuel se observó un afloramiento
Litología pequeño (12a), donde los granitos y granodioritas con
megacristales están transformados en una roca ver-
Se han distinguido fases dentro de este comple- de, con abundante moscovita secundaria de grano fino
jo de acuerdo con rasgos notables en escala mesos- y limonitas diseminadas que indicarían un contenido
cópica, las que se disponen subparalelas al rumbo anómalo de minerales metálicos. Se atribuyen estas
general de la faja de afloramientos. características a un proceso de greisenización.
Los granitos y granodioritas con megacristales
Granitos y granodioritas de grano fino a y con abundantes pegmatitas (12b) se distinguen
mediano, equigranulares a porfíricas (11). como fajas en la margen occidental del valle de
Con metamorfismo (11a) Hualfín, desde la latitud de Tacuil hacia el sur. Se
destacan en imágenes de satélite y fotografías aé-
Afloran en dos extensas áreas elongadas en sen- reas por sus tonos más claros.
tido norte-sur. La primera ocupa la parte superior Los granitoides con megacristales y las
del faldeo occidental de las cumbres de Luracatao y pegmatitas generalmente muestran una intensa de-
los contrafuertes orientales del salar de Diablillos. formación que produce milonitas y que genera con-
La segunda se extiende desde la sierra de Vázquez tactos concordantes entre las diferentes fases y la
hacia el norte. roca de caja.
Está constituida por granodioritas y en menor Existen fajas de estos granitos y granodioritas
medida granitos de grano mediano, ocasionalmente con metamorfismo (12c). La más conspicua se ex-
porfíricas con fenocristales de feldespato potásico tiende hacia el sur del cerro Incahuasi hasta inme-
(microclino) que rara vez superan los tres centíme- diaciones de las Juntas, 5 km hacia el oeste de Ta-
tros de longitud. cuil. Los ortogneises tienen una foliación bien defi-
Estos granitoides pasan gradualmente a orto- nida por la concentración de biotita que engloba los
gneises (11a) que muestran diferentes grados de fenocristales de feldespato. Son grises y poseen di-
milonitización. Estos gneises miloníticos poseen ferentes grados de milonitización.
fajas con sillimanita sintectónica (Hongn et al.,
1996a), la que indica un metamorfismo de alto Gabros y dioritas (13)
grado. Los contactos observados con la roca de
caja son concordantes por efecto de la deforma- Corresponden a dos afloramientos pequeños en
ción. la parte septentrional de la faja del Complejo Erup-
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tivo Oire. Uno se localiza sobre las nacientes de la cialmente las pegmatitas y el leucogranito que re-
quebrada de Vicuña Muerta y el otro está en los presentarían la parte final del episodio magmático.
contrafuertes occidentales del salar de Diablillos. La fase de granitos y granodioritas de grano me-
Son rocas verde oscuro, de grano mediano, cons- diano a grueso, porfíricas a equigranulares, co-
tituidas por anfíbol, plagioclasa y cantidades meno- rresponde a la más antigua del complejo porque
res de cuarzo. Se observan cristales de anfíbol de está intruida por la de granitos y granodioritas por-
hasta 2 cm de longitud. fíricas de grano grueso que son las que arrojan
Sus relaciones con las otras rocas no son claras. edades de 472 Ma. Es posible también que esta
Enclaves de rocas básicas (Becchio, R., com. per- fase más antigua corresponda a un episodio ante-
sonal) en granitos, indicarían una cronología relati- rior al Complejo Eruptivo Oire y que junto a las
va en los contrafuertes occidentales del salar de Dia- metamorfitas integren la caja. Al respecto, cabe
blillos. mencionar que estos granitoides muestran una
deformación muy intensa en la mayoría de los aflo-
Pegmatitas, aplitas y lamprófiros (14) ramientos controlados. Asimismo, es necesario
considerar que algunos de los gneises que se in-
Las rocas filonianas son abundantes en el Com- cluyen en el Complejo Metamórfico Río Blanco
plejo Eruptivo Oire. Están representadas por una pueden pertenecer a esta fase más antigua del
amplia variedad de diques, alojados tanto en la ro- Complejo Eruptivo Oire.
cas eruptivas como en la caja metamórfica. Se dis- El Complejo Eruptivo Oire se interpreta
tinguen diques pegmatíticos, aplíticos y de rocas como un episodio magmático sincinemático a
básicas. tardiocinemático con las fases de deformación
La mayor parte de los diques son de rumbo me- ocurridas entre el Ordovícico temprano y el
ridiano, subparalelos a la foliación de las rocas del Ordovícico tardío, lapso en el que se desarro-
Complejo Eruptivo Oire. Los diques poseen dife- llaron las fases Guandacol y Oclóyica. A estos
rentes grados de deformación, desde intensamente episodios se asocian deformaciones de alta tem-
deformadas hasta sin deformación, con estados in- peratura (Hongn, 1994; Hongn et al., 1996a)
termedios entre estos extremos. que modificaron fuertemente las relaciones en-
tre las distintas fases del Complejo Eruptivo Oire
Leucogranitos (15) y entre éstas y la roca de caja. Es posible que
zonas de cizalla regional del basamento hayan
El leucogranito constituye un afloramiento pe- controlado fuertemente la intrusión y deforma-
queño situado hacia el oeste de Cuchiyacu. Es un ción de las rocas del Complejo Eruptivo Oire
granito de grano fino a mediano, moscovítico, gris (Hongn, 1994).
claro a blanco.
Formación Cortaderas (18)
Edad y relaciones estratigráficas Granitos y granodioritas
La porción austral comprende los afloramien- implantación de un eje térmico (domos) al que tam-
tos distribuidos hacia el sur de Molinos. Están com- bién se relacionaría el magmatismo de la región
puestos por una amplia variedad de tipos litológicos, (Toselli, 1990), es decir que la Formación La Paya
entre ellos filitas, metacuarcitas, esquistos, gneises tendría la misma edad que los granitos que la intruyen.
y migmatitas (6b). Sin embargo, las edades de estos granitos muestran
La litología dominante está dada por los un rango de aproximadamente 100 Ma (desde 563
esquistos. Son cuarzo micáceos, oscuros, con una hasta 453 Ma, Galliski, 1981; Toselli, 1992; Miller,
esquistosidad bien definida. Muestran extensas áreas 1996) desde el Neoproterozoico terminal hasta el
con una foliación marcada por folias micáceas y Ordovícico superior. En la porción norte se advierte
cuarzo-feldespáticas con espesores que varían en- que las transiciones entre las Formaciones
tre pocos milímetros y 2-3 centímetros. Están for- Puncoviscana y La Paya están directamente rela-
mados por cuarzo, cordierita, moscovita, plagioclasa cionadas con los cuerpos intrusivos de la Formación
y biotita, y en menor grado microclino, apatita y tur- Cachi, siendo esta última la que posee edades
malina (Villanueva, 1992). radimétricas mayores de 500 Ma. En la región sur,
Las rocas moteadas, si bien están presentes en cambio, las edades de los intrusivos varían entre
en esta porción austral, no constituyen una rasgo 470 y 450 Ma, y éstos muestran contactos con au-
tan característico como en la parte norte. Ade- reolas metamórficas discretas desarrolladas sobre
más, en algunas áreas las motas se desarrollan rocas con un metamorfismo previo mayor que el de
sobre rocas con un grado de metamorfismo ma- la Formación Puncoviscana. No se conoce con pre-
yor que el de la Formación Puncoviscana (Cister- cisión la evolución tectonometamórfica de la For-
na, 1986; Oyarzábal, 1989), es decir que existiría mación la Paya para distinguir si existen dos episo-
otro episodio metamórfico entre el de muy bajo dios de metamorfismo térmico superpuestos o si
grado que caracteriza a la Formación Puncovis- existe un único proceso continuo de aproximadamen-
cana y el episodio térmico que genera las motas te 100 Ma de duración como fue postulado por dife-
de biotita y cordierita. En la región septentrional rentes autores (Toselli, 1990; Toselli y Rossi de Toselli,
no se observa esta relación. Es posible también 1990; Miller et al., 1992, entre otros)
que en la región austral estén expuestos niveles
de la Formación Puncoviscana que muestran un 2.1.2.1.2. Rocas plutónicas
mayor grado metamórfico asociado al mismo
evento que produce epimetamorfismo y Formación Cachi (5)
anquimetamorfismo en niveles más superficiales. Trondhjemitas, granitos y granodioritas.Pegmatitas (5a)
Las metamorfitas alojan abundantes diques de
rocas filonianas, principalmente pegmatitas, algu- Antecedentes
nas de ellas relacionadas con los intrusivos y otras
de origen metamórfico. Turner (1961, 1964) integró los intrusivos del ba-
El evento metamórfico que origina la Forma- samento de los nevados de Palermo en la Formación
ción La Paya corresponde a uno de baja presión y Cachi, a los que asignó edad precámbrica. La natura-
temperatura intermedia -en general mediano grado leza trondhjemítica de la Formación Cachi y el interés
metamórfico- las que aumentan gradualmente ha- económico de sus pegmatitas fueron motivo de estu-
cia el sur (Toselli y Rossi de Toselli, 1990). dios específicos por parte de Galliski (1981, 1983a,
1983b) y por Galliski y Miller (1989) y Galliski et al.
Edad y relaciones estratigráficas (1990). Estos plutones también se estudiaron desde
un enfoque geocronológico (Lork et al., 1989; Lork y
La Formación La Paya exhibe relaciones Bahlburg, 1993; Toselli, 1982; Miller, 1996)
transicionales con el basamento epimetamórfico, por
lo que los niveles a partir de los cuales se origina Distribución areal
son del Neoproterozoico terminal, quizá del
Cámbrico inicial (Durand, 1992). Los intrusivos de la Formación Cachi se distri-
Establecer la edad del metamorfismo que pro- buyen desde las cumbres de Brealito hacia el norte.
duce las rocas de la Formación La Paya presenta Los principales afloramientos corresponden a los
mayores dificultades. El evento metamórfico que plutones de las Cuevas, el Alto, el Hueco, las Cabri-
originó la Formación La Paya correspondería a la tas, la Paya y Vallecito (Toselli, 1992).
18 Hoja Geológica 2566-III
Aflora en las inmediaciones de La Angostura, Aflora en los cerros Bayos, en el cerro Durazno
pocos kilómetros hacia el sur de Molinos. y sobre el río Pucará-Angastaco.
Litología Litología
Cisterna (1986) diferenció dos fases principales. Corresponde a un granito rosado de grano me-
Una granodiorítica gris de grano fino a mediano, folia- diano a grueso. Está compuesto por cuarzo, micro-
da, con contactos concordantes con la roca de caja, clino, plagioclasa (oligoclasa). Es un granito biotíti-
compuesta por cuarzo, oligoclasa y microclino. Los mi- co-moscovítico. Como minerales accesorios se en-
nerales accesorios principales corresponden a biotita, cuentran turmalina, circón, rutilo y zoicita. La serici-
moscovita (también presente como mineral secunda- ta es el mineral secundario más conspicuo
rio) y sillimanita, la que generalmente se relaciona con (Villanueva, 1992).
las micas. La otra fase es monzogranítica, blanco-gri- Observaciones expeditivas sobre fases de bor-
sácea o rosada, de grano mediano a grueso. No posee de en el río Pucará-Angastaco permitieron deter-
foliación. Está formada por cuarzo, microclino y pla- minar la presencia de granate en el granito rosa-
gioclasa. Los minerales accesorios son biotita, mosco- do de grano grueso. No es posible precisar si este
vita, epidoto, turmalina, apatita y sillimanita. mineral se encuentra sólo en el borde o también
Asociados al intrusivo se distinguen abundantes en las fases centrales. El intrusivo generó una del-
filones pegmatíticos (16a). Cisterna (1986) distinguió gada zona de corneanas, la que se manifiesta por
dos grupos de pegmatitas. Uno compuesto por peg- un sensible oscurecimiento de los esquistos micá-
matitas de cuarzo y plagioclasa con abundante tur- ceos de la caja.
malina y moscovita y escaso granate. Las del otro
grupo son feldespáticas con cantidades menores de Edad y relaciones estratigráficas
biotita y turmalina; muestran dimensiones mayores
que las de cuarzo y plagioclasa. Es posible que peg- No existen edades sobre este intrusivo. Se esta-
matitas que en el mapa se indican asociadas al Gra- blece una correlación provisoria con los Granitos
nito La Angostura correspondan a segregaciones La Angostura y Altos del Cajón, todos incluidos en
metamórficas originadas durante el metamorfismo el grupo de granitos peraluminosos indicado por
principal de la Formación La Paya. Rossi de Toselli et al, (1985).
Este granito tiene diferentes relaciones con la
Edad y relaciones estratigráficas roca de caja. El contacto occidental del cuerpo que
aflora sobre el río Pucará muestra el granito aloja-
Una datación U/Pb sobre este intrusivo dio 462 Ma do en esquistos micáceos sobre los que genera una
(Lork et al., 1989). Está alojado en la Formación La delgada aureola de contacto, marcada por una faja
Paya. Aquí, la Formación La Paya, como en la caja de la del esquisto oscurecido. En la quebrada Agua Ro-
Tonalita Las Viñas, corresponde a esquistos micáceos sada, hacia el este del cerro Durazno, aflora el gra-
sobre los que se superpone el metamorfismo térmico nito en una faja de aproximadamente 500 m de
(Cisterna, 1986; Lork et al., 1989). Estas relaciones se- ancho. El borde oriental posee una caja de esquis-
rían diferentes a las que se observan más al norte, en las tos micáceos y el borde occidental de epi-
cumbres de la Laguna, donde el metamorfismo que ge- metamorfitas (pizarras, filitas y metagrauvacas)
nera la Formación La Paya es el único que se ve super- moteadas.
puesto al de la Formación Puncoviscana. Aparentemente el granito se intruyó en una
caja heterogénea, con distintos grados de meta-
Granito Pucará (17) morfismo, sobre la que se superpone el metamor-
Granitos rosados fismo térmico asociado al granito, que produce
mayores modificaciones sobre las epimetamorfitas
Antecedentes que sobre los esquistos micáceos. Nuevamente
aquí se plantea el interrogante de las relaciones
El Granito Pucará fue definido por Villanueva entre los distintos eventos metamórficos y las in-
(1988, 1992). trusiones.
20 Hoja Geológica 2566-III
Granito Altos del Cajón (19) tipo rift intracontinental entre el Cretácico inferior y
Granitos rosados y grises el Eoceno (Galliski y Viramonte, 1988; Salfity y
Marquillas, 1994).
Antecedentes La cuenca, tal como se conoce en la actualidad,
cubre gran parte de las provincias de Jujuy y Salta,
Este intrusivo fue diferenciado por Oyarzábal con ramales que se extienden hasta el norte de la
(1989), quien lo separó de la Tonalita Las Viñas. provincia de Tucumán y, en subsuelo, hasta el oeste
de la provincia de Formosa. Ha sido subdividida en
Distribución areal varias subcuencas agrupadas en torno a un alto es-
tructural denominado dorsal salto-jujeña. A su vez,
Sus afloramientos se encuentran en la sierra de las subcuencas están comunicadas por umbrales en
Quilmes, ligados geográficamente con la Tonalita los que la subsidencia y el espacio disponible para
Las Viñas. su relleno fue menor.
En el relleno sedimentario se han distinguido se-
Litología cuencias sincrónicas con la fase activa de disten-
sión y secuencias depositadas con posterioridad
Oyarzábal (1989) diferenció dos variedades. La durante la etapa de subsidencia termal.
que constituye el afloramiento septentrional está La primera etapa (sinrift) representa el relleno
compuesta por un granito rosado claro de grano fino inicial de la cuenca y consta de acumulaciones
a medio, con cuarzo, microclino y plagioclasa; los clásticas de ambientes continentales. El conjunto
minerales accesorios corresponden a biotita, silli- constituye el Subgrupo Pirgua.
manita, apatita y cordierita. Los bordes de este cuer- La etapa siguiente (postrift) está puesta de ma-
po presentan una foliación suave, indicada por la nifiesto por acumulaciones carbonáticas y clásticas
biotita dispuesta en forma groseramente paralela. que componen los Subgrupos Balbuena y Santa Bár-
El afloramiento austral está caracterizado por un bara.
granito rosado de grano fino a medio, con cuarzo, El Subgrupo Balbuena se inicia con una
microclino y plagioclasa. Es un granito de dos micas. subsidencia generalizada y una expansión de la
Los minerales accesorios también son sillimanita, opa- cubeta sedimentaria, que involucra tanto a la
cos, apatita y ocasionales cristales de andalucita. cuenca ya colmada de Pirgua como a algunos
altos estructurales vigentes durante su
Edad y relaciones estratigráficas depositación. Esto permitió la instauración de un
extenso lago somero, restringido, con algún tipo
La edad de este granito es desconocida. Sólo es de vinculación marina. En las acumulaciones pre-
posible acotar que es posterior a la Tonalita Las Vi- dominan las facies carbonáticas, pero en posi-
ñas, a la que intruye y de la cual posee enclaves. ciones marginales se desarrollan facies clásticas,
Oyarzábal (1989) relacionó este cuerpo a los grani- fluviales y eólicas.
tos peraluminosos de Rossi de Toselli et al. (1985). A continuación ocurre una retracción del cuer-
De acuerdo con esta relación, el Granito Altos del po de agua y se producen acumulaciones fundamen-
Cajón tendría una edad cercana a la del Granito talmente clásticas, de granulometría fina, con esca-
Angostura (460 Ma), aunque no debe descartarse sos carbonatos, de ambientes fluviales y lacustres.
una edad algo más joven, quizá silúrica baja. Toselli Estas acumulaciones constituyen el Subgrupo San-
(1992) incluyó a este granito en el Ciclo ta Bárbara, con el que culmina la historia
Precordillerano neopaleozoico. sedimentaria del Grupo Salta.
En el ámbito de la Hoja se encuentra una por-
2.2. CRETÁCICO-PALEÓGENO ción del borde más occidental de la cuenca del Gru-
po Salta. Allí se generaron dos subcuencas de ta-
2.2.1. CORDILLERA ORIENTAL maño reducido, que en este trabajo se denominan
Pucará y Brealito. Ambas subcuencas, separadas
GRUPO SALTA entre sí, recibieron espesas acumulaciones del
Subgrupo Pirgua. En el borde oriental de la Hoja, y
El Grupo Salta (Brackebusch, 1883, nom. subst. separada de las anteriores por la faja de basamento
Turner, 1959) constituye el relleno de una cuenca de que constituye las sierras de Cachi y Quilmes, se
Cachi 21
hallan afloramientos del Grupo Salta pertenecientes Pirgua. En el flanco oriental, de base a techo, pre-
a la subcuenca de Alemania. senta las siguientes características (Boso et al.,
1984):
SUBGRUPO PIRGUA (20) Formación La Yesera: Se compone principal-
Conglomerados y areniscas rojas. Depósitos sin-rift. mente de conglomerados finos de color rojo claro,
Abanicos aluviales en estratos medianos y gruesos. Predominan clastos
de granito en una matriz de arenisca arcósica grue-
Los afloramientos del Subgrupo Pirgua (Vilela, sa. Se intercalan areniscas finas a gruesas de color
1951, nom. transl. Reyes y Salfity, 1973) están bien rojizo y, en la parte basal, lutitas verde amarillentas
expuestos en los valles de Pucará-Hualfin, en la re- y gris parduscas. Esta unidad se apoya sobre grani-
gión de Molinos-Brealito, en el valle de las Cuevas to biotítico porfírico, de grano muy grueso y color
y en ambos flancos del Valle Calchaquí. Ellos fue- gris a rosado claro, perteneciente al Complejo Erup-
ron mencionados con distintos grados de detalle por tivo Oire. Tiene un espesor total de 470 metros.
diversos autores (Russo, 1948; Mauri, 1951; Cabe acotar que en el flanco occidental del sin-
Martinelli, 1979; Galliski, 1981; Boso et al., 1984; clinal, en las cercanías de la falla de Cuchiyaco, la
Villanueva, 1988; Grier et al., 1991; Ruiz, 1993 y Formación La Yesera está compuesta por espesos
Marret et al., 1994). depósitos de brechas y conglomerados gruesos, sin
En el cerro Negro se apoya en discordancia so- estratificación marcada, mal seleccionados, con ro-
bre la Formación Puncoviscana y tiene un espesor dados de granito de hasta 1 metro de diámetro. Es-
de 1.300 metros, constituido en su totalidad por con- tos depósitos se prolongan hacia el norte y forman
glomerados (Russo, 1948). En el tercio inferior los la cima del cerro Incauca (Russo, 1948). El escaso
conglomerados son de coloración gris verdosa y transporte que denotan estas acumulaciones en las
granulometría gruesa, con clastos de esquistos del adyacencias de la falla de Cuchiyaco y su ausencia
basamento, abundante cuarzo y escasos rodados de al oeste de ella, hacen suponer que durante el
granito. En la porción media se intercalan conglo- Cretácico la falla era de naturaleza directa y consti-
merados finos, de coloración rojiza, los que se ha- tuía el borde occidental de la fosa de Brealito. Su
cen predominantes en el tercio superior hasta el con- reactivación inversa es producto de los movimien-
tacto con el Subgrupo Balbuena. tos compresivos acaecidos a fines del Terciario.
Al sur de Humanao también se observa el con- Formación Las Curtiembres: Está formada por
tacto discordante entre el Subgrupo Pirgua y la For- lutitas y lutitas arenosas de colores pardo rojizo,
mación Puncoviscana. Allí el subgrupo tiene un es- pardo grisáceo y verde. Se intercalan areniscas fi-
pesor aflorante de aproximadamente 100 metros, con nas a medianas de color rojizo claro, arcósicas y
características litológicas similares a las del cerro con laminación entrecruzada. Algunos niveles de
Negro (Russo, 1948). lutitas verdes son portadores de restos de vegetales
Los afloramientos del valle de las Cuevas, al oes- y también de carbonatos de cobre (malaquita y azu-
te de Cachi, atribuidos al Subgrupo Pirgua por Galliski rita). Su espesor total es de 788 metros.
(1981), están constituidos por conglomerados matriz Formación Los Blanquitos: Consiste en arenis-
sostén gruesos a medianos y areniscas, con tonalida- cas arcósicas gruesas, pardo rojizas, con laminación
des rojas o rojo castaño. Los clastos son de horizontal y entrecruzada. Se intercalan areniscas
metamorfitas de muy bajo y bajo grados, venas de finas, micáceas, y estratos delgados de conglome-
cuarzo, granitos del Complejo Eruptivo Oire y rado fino compuesto por clastos de granito rosado,
volcanitas ácidas. Estos depósitos se apoyan en dis- pegmatita con turmalina y feldespato, en una ma-
cordancia sobre el basamento y poseen un espesor triz arenosa gruesa. El conjunto tiene coloración
aproximado de 200 metros. rojiza y un espesor de 90 metros con su techo
En el flanco oriental del cerro Tin Tin el subgrupo erosionado.
consiste de areniscas conglomerádicas y conglome- En las cercanías de Molinos, los conglomera-
rados, con clastos de metamorfitas, cuarcitas y cuar- dos de la Formación La Yesera están constituidos
zo. En el tercio inferior se intercalan areniscas finas por rodados de rocas metamórficas, granitos y cuar-
y pelitas. El conjunto tiene tonalidades parduscas y zo. Allí se apoyan sobre la Formación Puncoviscana
su espesor total es de 145 metros (Martinelli, 1979). y sobre el Complejo Eruptivo Oire.
En el sinclinal de Brealito es posible distinguir En el valle de Pucará el Subgrupo Pirgua tiene
las tres formaciones que integran el Subgrupo un espesor aproximado de 4.500 metros. Se apoya
22 Hoja Geológica 2566-III
Hacia el sur, en el cerro Negro, la Formación colores grises y verdosos. Su relación con las enti-
Yacoraite presenta características litológicas dife- dades que la limitan es concordante. Se inicia con
rentes a las que se observan en el cerro Tin Tin. conglomerado fino blanco grisáceo, polimíctico,
Allí está constituida en gran parte por conglome- moderadamente cementado con carbonatos. El pase
rados y areniscas, entre los cuales se intercalan superior se distingue cromáticamente al iniciarse los
calizas arenosas y conglomerádicas con restos de clásicos colores rojo ladrillo de la Formación Lum-
gasterópodos (Russo, 1948). Los conglomerados brera en contacto con areniscas verde amarillentas.
tienen colores blancos y rojizos, con rodados de 3 El espesor total de la unidad es de 320 metros.
a 5 centímetros de cuarzo y esquistos, en una ma-
triz conglomerádica fina cementada por material Formación Lumbrera (27)
calcáreo. El espesor es bastante reducido y no su- Areniscas y pelitas rojas. Depósitos fluviales
pera los 30 metros.
Está formada de arcilitas, fangolitas, areniscas
SUBGRUPO SANTA BÁRBARA y conglomerados de color rojo ladrillo. Tiene un
espesor de 77 metros. Su pase superior a la For-
Sus afloramientos se distribuyen de manera idén- mación Quebrada de Los Colorados se define con
tica a los del Subgrupo Balbuena y, como éste, tiene la presencia de areniscas rojas con entre-
particularidades litológicas que indican depositación cruzamientos, que caracterizan a la unidad men-
en cercanías de borde de cuenca. A pesar del cionada.
enarenamiento total del Subgrupo, sus característi- Un aspecto notorio es la ausencia total de acu-
cas cromáticas aún permiten diferenciar las tres for- mulaciones de los Subgrupos Balbuena y Santa Bár-
maciones que lo integran. bara en las subcuencas de Brealito y Pucará. Lo más
En el cerro Negro el Subgrupo Santa Bárbara probable es que estas unidades no se hayan deposi-
tiene espesores variables: 620 metros en la por- tado, por cuanto no se encuentran evidencias de ellas
ción norte y 700 metros en la parte sur (Russo, entre los clastos que componen los depósitos
1948). También allí se compone de areniscas y psefíticos del Grupo Payogastilla, depósitos que de-
conglomerados, con escasas intercalaciones pelí- notan una fuerte influencia de las áreas de aporte
ticas. Se destaca el tercio medio de la unidad cons- locales. Una posible explicación es que la sub-
tituido por conglomerados de colores gris y mora- sidencia térmica que creó el espacio para la acumu-
do con tonos azulados, de un espesor aproximado lación de ambos Subgrupos se verificó únicamente
a los 100 metros. Se intercalan allí, margas are- hacia el este, en el ámbito de la subcuenca de Ale-
nosas de tonalidades moradas, verdosas y azula- mania la que estuvo sometida a una intensa activi-
das. dad volcánica durante la etapa sinrift.
En el cerro Tin Tin el Subgrupo Santa Bárbara
tiene un espesor de 554 metros, con las siguientes 2.3. CENOZOICO
características dadas por Martinelli (1979).
2.3.1. PUNA
Formación Mealla (25)
Areniscas finas y medianas rojas. Depósitos fluviales 2.3.1.1. Rocas sedimentarias
En la Hoja Cachi se identificaron litofacies per- hasta tanto se finalice esta revisión se propone una
tenecientes a la Formación Geste en una faja com- nomenclatura informal. Es por ello, y para los fines
prendida entre el cordón del Gallego y el salar de de este trabajo, que estas secuencias se denominan
Tolillar, aunque no se han hallado aún fósiles en Sedimentita Vizcachera debido a que afloran en las
esos afloramientos. Las rocas están compuestas inmediaciones del cerro homónimo.
mayormente por sedimentitas areno-conglomerá- Las sedimentitas extendidas entre los salares de
dicas de color pardo rojizo, con intercalaciones de Tolillar y Pozuelos tienen un espesor de por lo menos
areniscas cuarzosas gris amarillentas que descan- 3.500 m y están integradas por conglomerados rojos
san en discordancia angular sobre sedimentitas ma- en su parte inferior y por areniscas rojas con niveles
rinas ordovícicas. En la base se presenta un conglo- de pelitas y evaporitas (yeso) en la porción superior,
merado con clastos de basamento ordovícico, simi- donde también se intercala un nivel de eolianitas. La
lar al que ocurre en el perfil tipo de la cuenca de Sedimentita Vizcachera estaría comprendida en el lap-
Pastos Grandes. Un buen perfil para reconocer esta so oligoceno inferior-mioceno medio, es decir poste-
facies es el que está a lo largo de la quebrada de rior a la Formación Geste y anterior a la Formación
Tolillar que desciende al salar homónimo por el este Batín. La parte superior de la secuencia contendría el
con un espesor de rocas aflorantes de 500 m límite Oligoceno-Mioceno; una datación en el techo
(Gutiérrez, 1981). También se observan sedimentitas del paquete de areniscas y pelitas rojas con abundan-
rojas por debajo de las volcanitas cenozoicas que te yeso epigenético dio 10,8±2,0 Ma (Alonso et al.,
afloran entre Paycuqui y Los Nacimientos, las que 1991) y otra en el tramo medio de los niveles rojos
pertenecerían a la misma secuencia que aflora en con eolianitas arrojó 23,8±0,4 Ma (Vandervoort, 1993).
las inmediaciones de Antofagasta de la Sierra.
2.3.1.1.3. Neógeno
2.3.1.1.2. Paleógeno-Neógeno
El Neógeno está representado por sedimentitas
Sedimentita Vizcachera (30) clásticas, piroclásticas y evaporíticas. Las rocas me-
Conglomerados, areniscas y pelitas, principalmente jor controladas desde un punto de vista cronológico
rojas con intercalaciones de yeso y halita. Depósitos son aquéllas que afloran en el interior del salar del
fluviales, eólicos y de lagos salinos Hombre Muerto. Conforman allí tres relieves conoci-
dos como península de Tincalayu, isla de Farallón Catal
Entre los salares de Tolillar y Antofalla aflora una y península del Hombre Muerto. También al Neógeno
espesa secuencia clástica con intercalaciones corresponde la Formación Batín.
evaporíticas. Donato y Vergani (1985a) llevaron a cabo
un perfil regional y una descripción estratigráfica de Formación Catal (31)
estas secuencias, en las que diferenciaron las Forma- Conglomerados y areniscas con intercalaciones
ciones Geste y Pozuelos, cubiertas discordantemente ignimbríticas y volcaniclásticas. Depósitos fluviales
por la Formación Batín. Posteriormente, Vandervoort
(1993) y Vandervoort et al. (1995) dataron las tobas Fue definida por Alonso y Gutiérrez (1986) para
intercaladas en la Formación Batín, las que dieron designar los conglomerados y piroclastitas que cons-
edades equivalentes al miembro salino de la Forma- tituyen la parte superior de la secuencia que aflora en
ción Pozuelos en su perfil tipo, por lo que las secuen- Farallón Catal. Allí se ha identificado una potente se-
cias dispuestas por debajo de la Formación Batín se- cuencia de casi 5.000 m de espesor compuesta por
rían más viejas que la Formación Pozuelos. Donato y capas rojas que culminan en piroclastitas y conglo-
Vergani (1985a) describieron relaciones concordan- merados. En la base de esta secuencia se ha datado
tes entre las psefitas que atribuyen a la Formación una ceniza volcánica en 15,0±2,4 Ma y en el techo
Geste y las areniscas y pelitas con evaporitas que otra ceniza en 7,2±1,4 Ma (Alonso et al., 1991). De
incluyeron en la Formación Pozuelos, relación que in- acuerdo con ello se aprecia que esta secuencia sedi-
dica que los conglomerados no pertenecerían a la mentaria es más antigua que las Formaciones Pozuelos
Formación Geste por las razones comentadas al dis- y Sijes en el perfil tipo de Pastos Grandes. Los únicos
cutir el Grupo Pastos Grandes. fósiles descubiertos corresponden a icnitas de aves
Para una ordenación estratigráfica de estas se- (Charadriformes: Reyesichnus punensis), en capas
cuencias se necesitan trabajos específicos que se rojas cerca de la base de la secuencia (Alonso et al.,
están llevando a cabo (Alonso, en preparación) y 1980).
26 Hoja Geológica 2566-III
En la península de Hombre Muerto se halla una Las relaciones de base y techo son discordantes;
parte de la secuencia que aflora en la isla de Fara- está apoyada sobre los sedimentos rojos con
llón Catal, principalmente los niveles superiores. intercalaciones evaporíticas y cubierta por sedimen-
También al Neógeno pertenecen los afloramien- tos cuaternarios.
tos clásticos y piroclásticos que se ubican sobre la
falda oriental de la sierra de los Ratones. El contac- Formación Sijes (33)
to de base es por falla con rocas del Ordovícico. Areniscas y pelitas gris verdosas con intercalaciones
Hacia el techo la sección se cubre por los depósitos volcaniclásticas y evaporíticas, principalmente
de pie de monte que descienden hacia el salar Rato- boratos de interes económico
nes. En la quebrada de Puesto Fabian se ha recono-
cido una secuencia verde, que corresponde a una Fue definida por Turner (1961, 1964) como la
toba soldada, conglomerádica, con rodados de dacitas unidad superior del Grupo Pastos Grandes.
con una edad de 16,7±0,1 Ma, a la cual se superpo- En la mina Tincalayu, ubicada al sur de la pe-
nen conglomerados que tienen intercaladas cenizas nínsula del mismo nombre, está constituida por una
y un manto de ignimbritas. Una datación en esta úl- secuencia compuesta por sal de roca sin base co-
tima sección a lo largo de la quebrada de Fabian nocida, con un espesor superior a 150 m, sobre la
donde se encuentran las mejores exposiciones dio que se apoya un cuerpo de tincal de 30 m de espe-
13,21±0,09 Ma (Marrett et al., 1994), lo que indica- sor, al que se sobreponen capas rojas limoarcillosas.
ría Mioceno medio. Estas unidades serían Todo el conjunto está cubierto por coladas
correlacionables con parte de la secuencia que aflora basálticas cuaternarias de la Formación Incahuasi
en la isla de Farallón Catal, en la cual una ignimbrita (Aceñolaza et al., 1976c). Una datación en una
en la sección media arrojó una edad de 13 Ma toba de la base del cuerpo de tincal dio un valor de
(B.Watson en Alonso y Gutiérrez, 1986, p.43). 5,86±0,14 Ma lo que indica una edad miocena su-
A la Formación Catal también se asignan, con perior para la secuencia sedimentaria
reservas, las areniscas grises con niveles silicificados clástico-evaporítica de Tincalayu (Alonso, 1986;
y argilizados que se encuentran entre la laguna Caro Alonso et al., 1984b, 1991). El tincal se presenta
y el salar del Hombre Muerto. Estas areniscas se en capas macizas, vítreas, con cuerpos de kernita
apoyan sobre la Formación Falda Ciénega y su es- y otras quince especies minerales de boro acom-
pesor es de aproximadamente 150 metros. pañantes.
dimentarios de la Formación Catal y cuerpos sub- en cuatro fases magmáticas principales (cuadro 1).
volcánicos que integran la Formación Inca Viejo
(González, 1984). También durante este período ocu- Primera Fase Magmática (Mioceno medio,
rrió una importante emisión de ignimbritas, extendi- 11 a 15 Ma)
das en el sector sudeste de la Hoja denominada Ig-
nimbrita Pucarilla. Formación Catal (31)
El volcanismo correspondiente a este ciclo se
produjo antes de la fase de mayor deformación y A lo largo del faldeo oriental de la sierra de los
engrosamiento cortical en la Puna a partir de Ratones o sierra de Becqueville afloran niveles
magmas que evolucionaron en niveles intermedios piroclásticos dacíticos que por sus características
de la corteza. litoestratigráficas y su ubicación temporal son in-
El espesamiento de la corteza y la elevación de la corporados en el presente trabajo dentro de la For-
Puna se inició durante el Mioceno inferior (Isacks, mación Catal (Alonso y Gutiérrez, 1986). Aquí se
1988; Coira et al., 1993) por procesos combinados enfatiza sobre las intercalaciones magmáticas de
de acortamiento, levantamiento térmico, adelgaza- la Formación Catal dado que los aspectos
miento litosférico y adición magmática (Allmendinger, estratigráficos generales de la misma se mencio-
1986; Isacks, 1988), hasta alcanzar el espesor actual nan en la descripción de las unidades sedimentarias
estimado en 65 a 70 km (Baranzangui e Isacks, 1976; neógenas.
Chinn e Isacks, 1983; Wigger, 1988). Es un conjunto de depósitos piroclásticos prima-
Entre los 4,8 y 7 Ma se originó otro pico efusivo rios y retrabajados de 16,7±0,1 Ma (Vandervoort y
con la emisión de lavas andesíticas del volcán Rato- Zeitler, 1990; en Marrett et al., 1994) que afloran en
nes (Andesita Ratones) y las emisiones piroclásticas la quebrada Fabián. En la base, las ignimbritas con-
que integran la Ignimbrita Toconquis, cuyo centro forman bancos masivos con abundantes pómez de
de emisión corresponde al área donde posteriormente variados tamaños, algunas muy grandes y redondea-
se implantó la caldera del Galán. das y más soldadas que la roca de caja. Las pómez
Uno de los eventos más espectaculares del tienen alteraciones gris verdosas que le confieren
volcanismo cenozoico de los Andes sucedió a los 2 ese color al conjunto.
Ma con la emisión de la ignimbrita Galán y la consi- La parte basal de esta unidad, se distingue por
guiente formación de la caldera. La actividad volcá- tener fragmentos líticos accesorios del basamento
nica del último millón de años estuvo dominada por ordovícico y fragmentos lávicos dacíticos. En los ni-
los derrames de lavas basálticas a partir de centros veles estratigráficamente superiores se intercalan de-
monogénicos y derrames fisurales. pósitos piroclásticos retrabajados y primarios. En
algunos casos se observó un pasaje gradual de de-
2.3.1.2.1. Fases magmáticas pósitos primarios a secundarios que sugieren un ori-
gen a partir de efectos combinados.
En función de los rangos de edades registrados Por debajo de otro conjunto de depósitos ignim-
por las dataciones disponibles en el área de estudio, bríticos aflora un potente depósito de fanglomerado
las unidades reconocidas se separan en este trabajo con algunas intercalaciones de niveles finos con la-
minación. Las partes gruesas presentan una gran La edad de 14±5 a 11±1 Ma en base a datacio-
cantidad de bloques de dacitas e ignimbritas inter- nes radimétricas de K/Ar (González, 1983), reali-
pretado como un depósito de flujo de detritos deri- zadas sobre muestras del cerro Tebenquicho ubi-
vado de un lahar. Sobreyacen paquetes potentes de cado fuera del área de estudio, fue atribuida por
ignimbritas separadas en tres unidades que en con- extensión a todos los depósitos incluidos en la For-
junto alcanzan los 200 metros de espesor. mación Tebenquicho. La ausencia de nuevas data-
En discordancia sobre los estratos volcaniclás- ciones impidió corroborar esta presunción, no obs-
ticos se apoyan estratos continentales clásticos en tante se conservará la ubicación temporal asigna-
la parte sur de la sierra de Bequeville, datados en da por el autor.
13,21±0,26 Ma sobre la base de una ignimbrita in- Los cerros Mojones o Beltrán, Hombre Muerto,
tercalada en conglomerados (Marret et al.,1994). Colorado, Mirihuaca y Bola están constituidos por
aparatos volcánicos, compuestos por lavas dacíticas
Formación Inca Viejo (34) y andesíticas de colores castaño oscuros, rojizos y
Pórfiros riolíticos-dacíticos violáceos forman parte de esta unidad.
González (1983) mencionó la existencia de
Integran esta unidad, definida por González andesitas anfibólicas y piroxénicas, brechas volcá-
(1984) una serie de pórfidos dacíticos alineados nicas y niveles tobáceos en algunos aparatos volcá-
denominados: Vicuña Muerta, Inca Viejo, Cerro nicos que pertenecen a esta unidad.
Blanco de Diablillos y Cerro Bayo. Estos cuer- En la parte media de la sierra de Ratones o
pos subvolcánicos, intruyen al basamento meta- Becqueville afloran lavas dacíticas con abundante
mórfico e ígneo del faldeo occidental de las cum- biotita y plagioclasa en cristales bien conservados.
bres de Luracatao a lo largo de fracturas de rum- Estas rocas fueron descriptas por primera vez por
bo norte-sur. Turner (1964) con el nombre de Formación
Son rocas dacíticas de color gris de textura por- Becqueville, nomenclatura mantenida por Blasco
fírica con fenocristales de cuarzo, plagioclasa, anfí- y Zappettini (1995). En este trabajo no se utiliza el
bol y biotita. En los sectores donde las rocas tienen nombre Formación Becqueville debido a la falta
alteración hidrotermal, la coloración es más clara de información necesaria para correlacionar esta
debido a la presencia de minerales de reemplazo unidad con otras aflorantes en el área que le con-
como sericita, arcillas, epidoto y alunita. En el faldeo fieran un carácter regional. En general se presenta
occidental y norte del cerro Bayo, González (1985a) como una lava masiva con escasos rastros de
citó la presencia de diques de brechas de 0,6m de fluidalidad cuyas relaciones laterales y verticales
ancho. La alteración silícea y sericítica dispersa en se desconocen. Estas lavas se incluyen con reser-
áreas extensas junto a asociaciones de jarosita-alunita vas en la Formación Tebenquicho debido a que
y a manifestaciones de oro y plata, hacen que estos pueden estar asociadas al evento volcánico al que
pórfidos constituyan un área de interés minero. pertenecen las ignimbritas intercaladas en la For-
La edad de 15 ± 0,2 Ma del pórfido de Inca Vie- mación Catal y al que también corresponderían los
jo fue determinada por el método K/Ar por C. Rundle cuerpos subvolcánicos que se distinguen en la sie-
(en González, 1984). rra de Ratones, mejor definidos fuera de los lími-
tes de la Hoja Cachi.
Formación Tebenquicho (35)
Dacitas y andesitas Complejo Volcánico Península de
Hombre Muerto
Las lavas y aparatos antiguos constituidos por
dacitas y andesitas que integran la Formación La península de Hombre Muerto está integrada
Tebenquicho (González, 1983), equivalente a la por un conjunto de depósitos piroclásticos y lávicos
Formación Beltrán (Aceñolaza et al., 1976c), pre- en su mayor parte de composición dacítica, inclui-
sentan una amplia distribución areal en el sector su- das en este trabajo en la Formación Tebenquicho.
doeste. En el interior de uno de los posibles centros de
El más grande de estos centros es el cerro Mo- emisión de este complejo volcánico delimitado por
jones o Beltrán, formado por lavas dacítico- una estructura circular, se aloja un domo dacítico. El
andesíticas y reutilizado por el volcanismo basáltico crecimiento del domo arqueó los depósitos que inte-
perteneciente al último ciclo. gran las paredes del centro de emisión, con lo que se
Cachi 31
infiere podría corresponder a un evento posterior a de emisión. La relación con sedimentitas terciarias
las emisiones piroclásticas y lávicas iniciales. infrayacentes es discordante. Estas rocas fueron
Las rocas dacíticas que componen el domo es- datadas en 12,11 Ma (Ar/Ar) por Marrett et al.
tán formadas por fenocristales idiomorfos de (1994). Se destaca la existencia de una capa basal
plagioclasa, biotita y abundante cuarzo levemente de pocos centímetros de espesor que presenta es-
rosado inmersos en una matriz vítrea apenas tructura interna laminar con contenido de fragmentos
desvitrificada. gruesos.
Hacia el oeste del domo se observa un campo La unidad basal de la ignimbrita está poco solda-
de lavas dacíticas del cual se diferencian por la pre- da, con escaso contenido de pómez blancas y de frag-
sencia de cristales menos desarrollados. mentos líticos del basamento, mientras que la parte
En la península de Hombre Muerto propiamen- superior es una ignimbrita soldada caracterizada por
te dicha, afloran brechas coignimbríticas integradas un abundante contenido de fiammes.
por bloques dacíticos de tamaños que oscilan desde En el área de Pucará fueron observadas acumu-
escasos centímetros a bloques de 0,80 m, junto a laciones de bloques con escasa matriz integradas en
pómez que van de 0,5 cm a 10 cm de diámetro. su totalidad por fragmentos de ignimbrita. En algu-
En la parte externa de la península las brechas nos frentes la ignimbrita pasa lateralmente a depó-
pasan lateralmente a flujos de bloques y cenizas sitos de bloques y cenizas, en algunos casos
donde los fragmentos lávicos son de menor tamaño removilizados en forma de lahares.
que en la brecha. Las variaciones faciales laterales
observadas en este depósito indican su procedencia Segunda Fase Magmática (4-7 Ma)
a partir del centro ocupado por el domo.
En las facies distales los flujos están compues- Andesita Ratones (42)
tos por una gran cantidad de pómez redondeadas, Andesitas
en algunos casos estiradas o colapsadas, de tama-
ños menores que en las partes proximales. Los frag- Constituye el cerro Ratones que se encuentra
mentos líticos accesorios y cognatos, compuestos en entre el salar de Ratones y el salar del Hombre Muer-
su mayoría por cuarcitas y dacitas, poseen formas to. Esta unidad está integrada por andesitas cuya
angulosas a subredondeadas y con tamaños que no ubicación temporal es controvertida. Mientras que
superan el centímetro de diámetro, inmersos en una Linares y González (1990) obtuvieron una edad de
matriz vítrea levemente argilitizada con abundantes 30±3 Ma (K/Ar), Vandervoort (1993) la dató en 7
fenocristales de plagioclasa, cuarzo y biotita. Ma (40Ar/39Ar). Si ambas edades fueran correctas,
Contiguos al centro descripto, hacia el sudoeste, las lavas más viejas representarían eventos volcáni-
se suceden otros tres centros de emisión alineados. cos cenozoicos más antiguos de la Puna.
Las lavas emitidas por estos aparatos volcánicos
presentan relaciones estratigráficas que indican una Ignimbrita Toconquis
migración de la actividad hacia el oeste, acompaña-
da de variaciones en la composición del material La Ignimbrita Toconquis está formada por va-
emitido hacia productos menos diferenciados que van rios miembros que reciben nombres diferentes en
desde piroclastitas dacíticas hasta lavas andesíticas. los flancos oeste y este de la caldera del Galán (cua-
dro 2). Estos miembros infrayacen a la ignimbrita
Ignimbrita Pucarilla (41) dacítica del Complejo Volcánico Cerro Galán, la que
Ignimbritas dacíticas. Lahares debido a su extensa distribución areal y disposición
en mantos continuos los sepulta casi totalmente,
Bajo este nombre se incorporan las ignimbritas razón por la cual no se identifican en el mapa. De
encontradas en el área de Pucarilla y Pucará cerca estas unidades, la lava Real Grande es la única dis-
del límite sudoriental de la Hoja y se las correlaciona tinguida en el mapa.
con ignimbritas vitrofíricas rojizas de 14,22 Ma, Las rocas que integran el conjunto de unidades
descriptas por Sparks et al. (1985) al este y sur de de la Ignimbrita Toconquis son de composición
la caldera del Galán, y en su interior al norte de la dacítica (SiO 2 66-71%) ricas en potasio, con conte-
laguna Diamante. nido moderado a alto de pómez y bajo en cristales.
En Pucarilla se disponen en mantos extensos y La mineralogía está dominada por una asociación
de poco espesor, típico de facies distales al centro de plagioclasa (An71-An36), biotita, cuarzo, magne-
32 Hoja Geológica 2566-III
tita e ilmenita con apatita y circón (Francis et al., Está integrado por depósitos pumíceos de caída en
1989) como minerales accesorios. la base sobre el que se apoyan ignimbritas potentes
Cada una de las unidades ignimbríticas recono- separadas por pocos centímetros de una capa basal
cidas representa una erupción mayor y están sepa- enriquecida en cristales (Sparks et al., 1985). Las
radas entre sí por flujos basales o depósitos de caída ignimbritas presentan tres unidades diferenciadas por
que marcan el principio o el final de cada evento. el aumento en el grado de soldadura hacia el techo y
El Miembro Ignimbrita Blanca, descripto por por un elevado contenido de líticos en la unidad in-
Sparks et al. (1985) en una quebrada ubicada en termedia, mientras que en las otras dos son escasos
el flanco oeste de la caldera Galán, es una en relación a la proporción de pómez.
ignimbrita no soldada con un abundante conteni- La Ignimbrita Cueva Negra y la Lava Real Gran-
do de fragmentos lávicos andesíticos y dacíticos de son las unidades de mayor extensión y espesor del
de 11 cm de diámetro y por la presencia de frag- conjunto que integra la Ignimbrita Toconquis, con va-
mentos pumíceos cuyo tamaño promedio es de riaciones que van de 80 a 150 metros. El contenido de
2,5 centímetros. La matriz tiene un 30 % de cris- cristales varía entre el 10 y 22%, formado en su mayor
tales de biotita, feldespato y cuarzo. A 15 km del parte por plagioclasa con zonación normal con núcleos
centro Sparks et al. (1985) destacaron la existen- de An39 a bordes de An70 e inversas de An70 a An35.
cia de una falla inversa de rumbo este-oeste que Además hay hornblenda y ortopiroxeno cuya presen-
desplaza esta ignimbrita por encima de las gra- cia las diferencia de las demás unidades piroclásticas.
vas del río. Sparks et al. (1985) estimaron en 400 km3 a 500
El Miembro Mirihuaca inferior está expuesto km el volumen total de la Ignimbrita Toconquis y
3
solamente en la quebrada Vega Real Grande. Pre- representa la actividad más antigua desarrollada a
senta un depósito de 2 a 3 m de espesor en la base partir de un centro de emisión localizado en el área
caracterizado por la presencia de pómez dispuestas donde posteriormente se implantó la caldera del
en capas y con gradación inversa, el resto es una cerro Galán.
ignimbrita masiva de 50 m de espesor, separada de
la anterior por una capa basal de 15 cm con estruc- Lava Real Grande (43)
turas de dunas y estratificación laminar. Dacitas
El Miembro Mirihuaca medio sobreyace a un
depósito pliniano de caída de 15 cm de espesor. Se Forma parte de los miembros del flanco oeste
trata de una ignimbrita no soldada de 15 a 30 m de de la unidad Ignimbrita Toconquis.
espesor con abundante contenido de pomez de 9 cm La Lava Real Grande representa la actividad fi-
y líticos de 4 cm de diámetro promedio. nal de este ciclo. Está integrada por dacitas ricas en
El Miembro Mirihuaca superior fue observado fenocristales con proporciones que varían entre 20
en un radio de 22 km desde el borde de la caldera % y 30% y alto contenido de hornblenda y
con espesores que varían entre 80 y 150 metros. ortopiroxeno (Sparks et al., 1985).
La edad de estas rocas obtenida por el método el centro resurgente producido como consecuencia
K/Ar sobre biotita es de 4,86 ± 0,19. de la formación de la caldera
Tercera Fase Magmática (2-2,4 Ma) Lavas y domos de post caldera (44b/c)
ubicados próximos a las localidades de Angastaco y Quebrada de los Colorados tienen características tí-
Las Viñas. picas.
La localidad tipo se halla en la quebrada Los En esta extensa área la unidad sobreyace,
Colorados, afluente izquierdo del río Calchaquí (Díaz, en la mayoría de los casos, en aparente concor-
1985). dancia a la Formación Lumbrera, a excepción
del perfil Monte Nieva donde sobreyace en dis-
Litología cordancia angular (más de 5º) a la Formación
Lumbrera. En este perfil la relación del techo es
Se trata de ciclos granodecrecientes constitui- discordante y erosiva con la base de la Forma-
dos por conglomerado mediano a fino, arenisca ción Angastaco.
gruesa, arenisca fina y limolita arenosa. Las es- En el extremo austral de la faja el contacto basal
tructuras sedimentarias más comunes son: maciza, de la unidad es mediante falla y también discor-
laminación paralela, estratificación cruzada y es- dante con las metamorfitas de la Formación La
tratificación cruzada cuneiforme de gran escala (3 Paya.
y 25 metros). El color predominante es pardo roji-
zo en la base y rojo oscuro en el techo. Una se- Ambiente de depósito
cuencia completa de esta formación se observa en
el perfil quebrada Monte Nieva. En ella se identifi- Según Díaz (1987) se trataría de depósitos de-
caron dos tramos: uno basal con sedimentitas flu- sarrollados en un sistema fluvial entrelazado con ni-
viales y otro superior integrado por depósitos veles eólicos de 40 a 60 metros de espesor muy con-
eólicos. El espesor medido en el perfil Monte Nie- tinuos lateralmente. La presencia de niveles
va supera los 600 metros. carbonáticos y calcretes indicarían un clima árido
con fluctuaciones del nivel freático.
Relaciones estratigráficas
Edad
La Formación Quebrada de los Colorados pre-
senta distintas relaciones estratigráficas para las fa- No se han encontrado fósiles ni se han reali-
jas occidental y oriental. zado dataciones radimétricas que avalen con cer-
La faja occidental se dispone al oeste de las cum- teza su edad. El hallazgo de un resto fósil en la
bres de Brealito, cerro Overo y el extremo septen- sección media de la Formación Angastaco (Sub-
trional de las sierras de Quilmes. familia Mesotherinae, Díaz et al., 1989) del
Al norte, a la latitud de la Finca Luracatao, esta Friasense a Chasicoense, permite inferir una edad
unidad tiene un contacto por falla con el basamento mínima pre-friasense (Mioceno inferior a medio)
granítico o se apoya en aparente concordancia so- para la Formación Quebrada de los Colorados.
bre la Formación Luracatao. En esta zona el con- Starck y Vergani (1996) sugirieron una edad eocena
tacto superior es transicional con la Formación a miocena inferior.
Angastaco.
En las áreas de Colomé y Tacuil el contacto basal Formación Angastaco (38)
es por falla con el basamento granítico y es transi- Conglomerados y areniscas grises y pardas. Depósitos
cional con la Formación Angastaco. fluviales
En el borde occidental del valle de Hualfín el
contacto es en parte discordante y también por falla Distribución areal
con el basamento granítico; su relación con la For-
mación Angastaco es transicional. Esta unidad tiene una distribución similar a
En la depresión de Pucará la Formación Que- la descripta para la Formación Quebrada de
brada de Los Colorados yace en discordancia angu- los Colorados con mayor desarrollo superficial.
lar sobre rocas del Subgrupo Pirgua y se distribuye Su perfil tipo se ubica sobre la ruta nacional
en los flancos este y oeste del sinclinal Pucará; en 40 entre la localidad de Angastaco y La Flori-
esta área el contacto superior también es concor- da. En esta sección la formación alcanza su
dante con la Formación Angastaco. mayor espesor medido (3.750 metros), el que
En cambio la faja oriental ocupa el borde este disminuye hacia el norte y el sur (Díaz y
de la Hoja y en ella los depósitos de la Formación Malizzia, 1983).
Cachi 37
los ríos Las Cuevas y Las Pailas, se han identificado Depósitos aluviales y coluviales (47)
depósitos fluvioglaciares. Gravas, arenas y arcillas. Barreales
Bajadas y terrazas aluviales actuales
Relaciones estratigráficas generales
Todos los depósitos mencionados anteriormente
Los depósitos del Cuaternario tienen relación están recubiertos por el sistema aluvial actual (baja-
discordante con todas las unidades más antiguas. Sin das y terrazas) y constituyen un nivel estratigráfico
embargo y como sucede en regiones más orientales más moderno.
(por ejemplo extremo austral del valle de Lerma), Tienen una distribución amplia en la zona y sus
existe la probabilidad que en el centro de la depre- acumulaciones se desarrollan en las depresiones
sión calchaquí el pasaje entre el Neógeno superior- estructurales que surcan la región (valles de
Cuaternario haya ocurrido durante el depósito de la Luracatao, Hualfin, Pucará, Calchaquí). Los depó-
Formación San Felipe (Plioceno superior). sitos son debris-flow, mud-flow, fluviales canaliza-
dos, en mantos y de planicie de inundación.
Depósitos terrazados (45) Están constituidos por conglomerados gruesos
Conglomerados con intercalaciones de areniscas, a finos, matriz y clasto sostén, cuya granulometría
pelitas y tobas varía desde muy gruesa a fina. Las areniscas que
son medianas a finas y de colores grisáceos, se amal-
Bajadas aluviales antiguas gaman con los conglomerados.
ción y distribuidos en los flancos de los cursos prin- tructuras que muestran unidades geográficamente
cipales que drenan la región. Estas áreas poseen pro- desconectadas entre sí. Por esta razón se describen
piedades pedogenéticas que son propicias para el las estructuras de cada unidad o complejo de forma
desarrollo agrícola. Son suelos con incipiente desa- independiente. Por esta misma razón, las relaciones
rrollo, con perfil A, AC, C; tienen una textura media- entre las distintas unidades que se diferencian en el
namente gruesa en superficie, gruesa a moderada- basamento son altamente especulativas.
mente gruesa en profundidad; son moderadamente La estructura de la Formación Pachamama pre-
alcalinos y con bajo contenido de materia orgánica. senta tres fases de deformación superpuestas. Las
Según su clasificación taxonómica corresponden a estructuras más antiguas corresponden a una folia-
fluvisoles calcáreos (Nadir y Chafatinos, 1990). ción tectónica paralela a la cual se disponen relictos
de la estratificación transpuesta representada por
intercalaciones de los bancos carbonáticos amari-
3. TECTÓNICA llos. No se detectaron aún charnelas pertenecientes
a este primer evento de plegamiento. La posición
El marco estructural de la región muestra la su- de estas estructuras es variable, afectada por las de-
perposición de deformaciones. El registro estratigrá- formaciones posteriores.
fico permite diferenciar estructuras de las siguientes La segunda fase de deformación produjo un in-
edades: tenso plegamiento de la primera foliación tectónica,
• Estructuras preordovícicas, principalmente el que está acompañado por una nueva foliación.
neoproterozoico-eocámbricas Los pliegues son de rumbo NE y sus líneas axiales
• Estructuras ordovícicas buzan tanto hacia el NE como hacia el SO. La su-
• Estructuras cretácicas perposición de estas estructuras sobre las anteriores
• Estructuras cenozoicas define figuras de interferencia de distintos tipos,
principalmente del tipo I de Ramsay (1967).
3.1. ESTRUCTURAS NEOPROTEROZOICO- Una datación de 508 Ma sobre el evento meta-
EOCÁMBRICAS mórfico principal (Lucassen et al., 1996) aparen-
temente asociado al segundo evento deformativo
Las deformaciones neoproterozoico-eocám- indicaría que la evolución tectónico-metamórfica
bricas originan gran parte de la compleja estructura principal de esta unidad ocurrió en tiempos
que muestra el basamento cristalino. La fase preordovícicos.
Tilcárica (Turner y Méndez, 1975) con la que fina- La tercera fase de deformación correspondería
lizó el Ciclo Panamericano (Harrington, 1975) o a fajas de deformación dúctil guandacólico-oclóyicas.
Pampeano (Aceñolaza y Toselli, 1976) constituye Es posible que la datación de Lucassen et al. (1996)
la deformación principal de estos ciclos. esté relacionada con este episodio deformacional de
La edad de las deformaciones del basamento es alta temperatura y no al segundo evento tectónico-
motivo de opiniones dispares. Mientras que para metamórfico, lo que implicaría que la Formación
algunos autores las de las metamorfitas de media- Pachamama se estabilizó durante el Cámbrico.
no-alto grado son en su mayoría del Ciclo El Complejo Metamórfico Río Blanco también
Famatiniano paleozoico (Aceñolaza y Toselli, 1976; muestra una estructura neoproterozoico-
Miller, 1984; Willner, 1990; Willner y Miller, 1992, eocámbrica compleja. Ésta se advierte en las áreas
entre otros) para otros, una parte importante de es- donde no existe deformación guandacólico-
tas estructuras se asocia a eventos más antiguos, oclóyica intensa, por ejemplo en el faldeo oriental
neoproterozoico-eocámbricos (Mon y Hongn, 1991, de las cumbres de Luracatao-Cerro Blanco-Sierra
1996; Hongn, 1992). de Vázquez. Allí afloran los granitoides atribui-
El basamento fue removilizado durante las dos al episodio magmático de 472±1 Ma (Lork y
orogenias paleozoicas (Guandacólica y Oclóyica del Bahlburg, 1993) suavemente deformados con una
Ciclo Famatiniano, Aceñolaza y Toselli, 1976), las caja de esquistos sillimaníticos intensamente de-
que produjeron fajas localizadas de deformación. formada.
Los escasos datos radimétricos no permiten una Los esquistos sillimaníticos están caracteriza-
cronología adecuada de las deformaciones superpues- dos por un plegamiento apretado intenso. Los plie-
tas que caracterizan a gran parte de los afloramientos gues son de distintos órdenes, desde pliegues ma-
del basamento, como tampoco correlacionar las es- yores a pliegues mesoscópicos de pocos centíme-
Cachi 41
tros de longitud de onda. La superficie plegada es continuo fino en las pelitas y espaciado en las
correspondería a una primera foliación tectónica psamitas.
que transpuso de forma avanzada a la estratifica- Las estructuras de la primera fase deformativa
ción, la que se reconoce localmente por interca- muestran la superposición de un plegamiento de
laciones de esquistos cuarzosos. Esto indicaría un intensidad variable, en partes intenso y en otras suave
episodio de deformación anterior. El plegamiento (Willner, 1990). Las características de estos plie-
está acompañado por un clivaje -esquistosidad- gues son cambiantes, desde apretados hasta
definido por la disposición subparalela de biotita y crenulaciones suaves.
sillimanita. Esta estructura planar posee rumbo Entre la estructura de la Formación Punco-
general norte-sur, aunque son habituales zonas con viscana y la de las otras unidades metamórficas del
rumbos NE o NO, inclusive este-oeste, quizá de- basamento se manifiestan diferencias en las condi-
bidas a deformaciones posteriores que modifica- ciones de la deformación, ya que en la Formación
ron la estructura más antigua. La inclinación de la Puncoviscana éstas fueron de un nivel cortical más
esquistosidad es también variable, aunque predo- somero que en las restantes unidades.
minan los planos inclinados hacia el este (Castillo, Los granitoides de la Formación Cachi poseen
1978a, 1978b). Este autor destacó la deformación una foliación bien definida, principalmente en sus bor-
múltiple que afectó a los esquistos sillimaníticos. des (intrusivos de las Cuevas y La Paya). Las rela-
Las filitas y esquistos del Complejo Metamórfico ciones entre los intrusivos de la Formación Cachi y
Río Blanco que se disponen hacia el oeste de los la roca de caja varían desde concordantes a discor-
esquistos sillimaníticos muestran un plegamiento dantes, relaciones que sugieren el carácter tardío a
isoclinal de rumbo NO y alto buzamiento de sus líneas poscinemático de este evento. El interrogante surge
axiales (Hongn, 1992). Asociado al plegamiento se cuando se debe precisar a qué evento tectónico se
distingue un clivaje continuo en las pelitas y espacia- relaciona el magmatismo. Galliski (1983a) indicó que
do en las psamitas. La estratificación está mejor pre- los intrusivos de la Formación Cachi son tardío a
servada debido al menor grado metamórfico de estos poscinemáticos con respecto a la primera fase de
esquistos. Las relaciones actuales entre estos esquistos deformación (Pampeana o Panamericana) de la roca
y los esquistos sillimaníticos aflorantes hacia el este de caja, criterio que se adopta en este trabajo.
quizá se resuelvan en una estructura definida durante
la deformación paleozoica, donde los esquistos 3.2. ESTRUCTURAS ORDOVÍCICAS
sillimaníticos constituirían el núcleo de una antiforma
cabalgada sobre los esquistos y filitas a través de las Las estructuras ordovícicas fueron impresas por
fajas miloníticas. las fases Guandacólica de fines del Arenigiano
La Metamorfita Antofallita posee una folia- (Salfity et al., 1984a) y Oclóyica ubicada en las in-
ción tectónica bien definida de rumbo NO e in- mediaciones del límite ordovícico-silúrico (Turner
clinación hacia el SO. Se distinguen pliegues y Méndez, 1975; Mon y Hongn, 1987; Hongn, 1992;
intrafoliales apretados cuyos ejes son subho- Moya et al., 1993, entre otros). Ambas fases de de-
rizontales o suavemente buzantes hacia el SE (Mon formación forman parte del Ciclo Famatiniano
et al., 1988; Omarini et al., 1988). Estas (Aceñolaza y Toselli, 1976). La diferenciación pre-
metamorfitas están cubiertas discordantemente por cisa entre las estructuras guandacólicas y oclóyicas
sedimentitas ordovícicas (Donato y Vergani, no es posible en algunos casos con la información
1985a) relación que indica la edad preordovícica disponible. La estructura de las sedimentitas y
de la deformación. leptometamorfitas (Formaciones Tolillar y Falda
La Formación Puncoviscana presenta un plega- Ciénega) serían debidas principalmente a la fase
miento tipo chevron, muy apretado, con líneas Oclóyica dado que niveles postguandacólicos están
axiales de alto buzamiento. El plegamiento posee deformados. Las estructuras guandacólicas mejor
rumbo general norte-sur, si bien variaciones en el representadas corresponderían a las fajas de cizalla
rumbo, en algunos casos fuertes, son habituales dúctil que muestra el Complejo Eruptivo Oire, en
(Willner, 1990). La superficies axiales muestran una parte sintectónico y con edades guandacólicas (Lork
inclinación dominante hacia el oeste. y Bahlburg, 1993).
Asociado al plegamiento se observa un clivaje La estructura de las sedimentitas y lepto-
de plano axial, muy bien desarrollado en las pelitas metamorfitas de la Formación Falda Ciénega está
y de definición irregular en las psamitas. El clivaje caracterizada por un plegamiento intenso de rumbo
42 Hoja Geológica 2566-III
norte a NNE. Fallas inversas de bajo ángulo sepa- La edad de la deformación de las unidades
ran láminas con intenso plegamiento interno. La sedimentarias y leptometamórficas del Ordovícico
estructura de la Formación Falda Ciénega represen- es ashgilliana, dado que más al norte afectó a nive-
taría un slate belt (Matte y Zu Xhi, 1988) con les caradocianos cubiertos en discordancia por
vergencia marcada hacia el oeste (Mon y Hongn, sedimentitas ashgilliano-silúricas (Hongn, 1992;
1987; Hongn, 1992). Moya et al., 1993).
Se distinguen por lo menos tres órdenes de plie- Las fajas de alta deformación dúctil constitu-
gues, desde pliegues de escala kilométrica hasta yen un rasgo tectónico principal del basamento cris-
mesopliegues a escala de muestra de mano. Los plie- talino del borde oriental de la Puna y de los Valles
gues son apretados, con charnelas redondeadas, oca- Calchaquíes (Willner et al., 1987; Willner, 1990;
sionalmente angulosas tipo chevron. Las líneas Mon y Hongn, 1991, 1996; Hongn, 1994; Hongn et
axiales son subhorizontales, con buzamientos sua- al., 1996a). Éstas tienen diferentes orientaciones,
ves tanto hacia el norte como hacia el sur. cinemáticas y condiciones metamórficas de forma-
Asociado al plegamiento se originó un clivaje ción. Preservan una amplia gama de microestruc-
de plano axial continuo fino en las pelitas y espa- turas ilustrativas, tanto a escala de afloramiento y
ciado, a veces no diferenciable a escala mesoscópica, muestra de mano como en el dominio microscópi-
en las psamitas. La refracción del clivaje entre las co, entre ellas foliaciones y lineaciones, estructuras
pelitas y psamitas es notable, en algunos casos con S-C, C’ o shear bands, deflexión de foliaciones,
variaciones de hasta 30°-40? como se observa en porfiroclastos recubiertos tipos sigma y delta, som-
las inmediaciones de mina Incahuasi. bras de presión, micropliegues, fábricas crista-
La lineación de intersección entre el clivaje y la lográficas y morfológicas. Los exponentes de una
estratificación es subparalela a la dirección y buza- serie milonítica (Sibson, 1977) se distinguen habi-
miento de las líneas axiales. tualmente en esta zonas. La diversidad de estas es-
Las fallas paleozoicas son de bajo ángulo. Al- tructuras requiere de investigaciones específicas, que
gunas fueron reactivadas durante la deformación se han llevado y se están llevando a cabo (Hongn,
neógena, hecho que dificulta su reconocimiento di- 1994; Hongn et al., 1996a; Mon y Hongn, 1996;
recto. Las zonas donde el Ordovícico muestra plie- Hongn y Becchio, en preparación; Hippertt y Hongn,
gues con sus superficies axiales subhorizontales o en preparación), para comprender su significado en
de muy baja inclinación pueden indicar la proximi- la geología estructural y regional del basamento. Sin
dad de corrimientos paleozoicos de acuerdo con el embargo, la síntesis de la información disponible
modelo de slate belts de Matte y Xu Zhi (1988). permite destacar los siguientes aspectos:
Con este criterio se distingue una falla paleozoica
en el borde occidental del cordón del Gallego y en • Las fajas miloníticas de mayor temperatura
la parte austral de esta misma sierra. Este sistema predominan en el borde oriental de la Puna
de fallas quizá esté relacionado con las minera- mientras que las desarrolladas en ambiente
lizaciones de oro de mina Incahuasi, las que poseen metamórfico de bajo grado son habituales en
un fuerte control estructural (Navarro García y el basamento de los Valles Calchaquíes. Así,
Rossello, 1989). las milonitas del borde oriental del salar de
La falla paleozoica de mayor significado Diablillos poseen sillimanita sintectónica y
tectónico regional es la que marca el contacto entre microestructuras de alta temperatura (Hongn
las metamorfitas del basamento y las sedimentitas et al., 1996a) mientras que las de Brealito,
y leptometamorfitas ordovícicas (Mon y Hongn, Colomé, Tacuil, Agua Rosada (hacia el oeste
1988a). Cabe acotar que las fallas que se indican de Angastaco) son clorítico-sericíticas. El di-
entre las Formaciones Tolillar y Falda Ciénega en seño anastomosado es característico de las de
los perfiles esquemáticos A y B adjuntos al mapa mayor temperatura y las fajas con bordes
son supuestas, motivo por el que se muestran dis- subparalelos corresponden a un metamorfismo
tintas relaciones posibles en cada perfil. de bajo y muy bajo grado.
Las diaclasas perpendiculares a los ejes de los • Se distinguen fajas con rumbo norte-sur, no-
pliegues constituyen una estructura bien definida del roeste y nordeste, aunque estas últimas son
Ordovícico. Vetas de cuarzo alojadas en estas menos frecuentes (véase esquema tectónico
diaclasas son anómalas en Au en la mina Incahuasi del mapa). Las inclinaciones también son va-
(Navarro García y Rossello, 1989). riables, desde subhorizontales hasta
Cachi 43
subverticales. Se aprecia como tendencia ge- tó en la faja de deformación de Brealito. Allí se apre-
neral que las fajas de deformación dúctil desa- cia una mineralización de oligisto con anomalías
rrolladas en condiciones de mediano-alto gra- menores de Ag, la que estaría asociada a fenómenos
do de metamorfismo son de menor inclinación póstumos de la zona de cizalla (Hongn y Becchio, en
que las originadas en facies esquistos verdes. preparación). Si bien estas manifestaciones no po-
Estas zonas de bajo ángulo estarían relaciona- seen un interés económico aparente, es importante
das con el levantamiento y cabalgamiento ha- destacar que estas zonas poseen capacidad para con-
cia el oeste del basamento del borde oriental centrar metales. Esta hipótesis abre una nueva alter-
de la Puna. nativa de exploración en la región, especialmente en
aquellas áreas donde afloran rocas cuya composición
• La cinemática de estas fajas obtenida a partir de es más propicia para generar concentraciones cuan-
sus indicadores también muestra una fuerte do son afectadas por zonas de cizallamiento dúctil
diversidad. Se distinguen inversas, normales, (Bursnall, 1989) por ejemplo donde afloran las
en algunos casos con fuerte componente de trondhjemitas de la Formación Cachi.
rumbo y otras donde la componente de rumbo
es la principal. El flujo tectónico asociado a 3.3. ESTRUCTURAS CRETÁCICAS
estas fajas fue más próximo a una cizalla sim-
ple en las de alta temperatura que en las de Las estructuras cretácicas están relacionadas a
baja, dado que estas últimas muestran fuertes la extensión que originó la cuenca del Grupo Salta
anomalías en el flujo -coexisten zonas de cine- (entre otros, Salfity, 1982; Grier, 1990; Grier et
mática inversa y normal en una misma faja de al., 1991). Si bien las fallas directas cretácicas han
deformación- que indicarían una participación sido invertidas y modificadas sus relaciones origi-
importante de deformación coaxial quiza rela- nales, se distinguen con nitidez en los Valles
cionada con situaciones transpresivas locales. Calchaquíes (Vergani y Starck, 1989; Grier, 1990;
Grier et al., 1991; Crivelli, 1995). La extensión
Se atribuye una edad ordovícica a estas fajas por- cretácica no fue importante en la zona puneña que
que afectaron a los granitoides de edad ordovícica o cubre la Hoja.
que aquí se asignan al Ordovícico y porque no se co- Se distinguen dos franjas con estructuras
nocen en la región deformaciones con estas caracte- extensionales cretácicas bien definidas. La más oc-
rísticas a las que pueda atribuirse una edad más joven cidental se desarrolla por la margen oriental de los
que Ordovícico (Hongn, 1994; Omarini y Sureda, 1994; valles de Hualfín (Ruiz et al., en prep.) y Luracatao.
Mon y Hongn, 1996). Es posible que parte de estas Esta faja aparentemente constituyó el borde occi-
fajas de deformación se asocien a la fase Guandacólica dental de la cuenca sinrift debido a que los depósitos
arenigiana (Salfity et al., 1984a), dado que granitoides del Subgrupo Pirgua desaparecen hacia el oeste. No
de 472 Ma como el de Brealito (Lork y Bahlburg, 1993) es posible discernir con la información disponible si
son contemporáneos con las fajas de deformación. Sin este borde pertenece a la Subcuenca de Alemania o
embargo, es posible también que existan milonitas a es una subcuenca independiente. Asociados con
las que aquí se les atribuye edad ordovícica que sean estas estructuras se distinguen aglomerados y con-
más antiguas. glomerados que muestran bruscas variaciones de
Si estas fajas miloníticas pertenecen a un único facies y de potencia. Los depósitos de conglomera-
evento de deformación, un modelo transpresivo po- dos y areniscas rojas del valle de las Cuevas tam-
dría integrar en un único sistema las zonas con dife- bién formarían parte de este sistema del borde occi-
rentes orientaciones y cinemáticas (Hongn et al., dental del rift cretácico para esta latitud.
1996a, 1996b). También cabe la hipótesis de que las La franja oriental se distribuye a lo largo del va-
orientaciones y cinemáticas diferentes correspondan lle Calchaquí propiamente dicho y está representa-
a deformaciones de edades distintas (Hongn, 1994), da por los depósitos del Subgrupo Pirgua que afloran
por lo que existirían milonitas preordovícicas aso- en las inmediaciones del cerro Tin Tin y en el cerro
ciadas a las deformaciones antiguas del basamento. Negro (Vergani y Starck, 1989; Grier, 1990; Crivelli,
Rossello y Le Corre (1995) descartaron un origen 1995) y que constituyen registros del borde de rift
transpresional para la deformación paleozoica de la muy bien representado pocos kilómetros hacia el este
región. -estructura cuya inversión definió el borde oriental
Un rasgo de posible interés económico se detec- del valle Calchaquí- donde se manifiestan las prime-
44 Hoja Geológica 2566-III
ras intercalaciones de basaltos alcalinos que indican plos de estructuras del basamento reactivadas du-
su proximidad hacia la zona de mayor adelgazamien- rante la extensión cretácica.
to cortical (Galliski y Viramonte, 1988; Grier, 1990; La quebrada Saladillo (subsidiaria del río
Grier et al., 1991; Crivelli, 1995). Humanao hacia el oeste de Molinos) exhibe aflora-
Grier et al. (1991) indicaron que las fallas del mientos de granitos sobre los que se diponen aglo-
rift cretácico cuya inversión originó el borde orien- merados y conglomerados rojos con bloques de gra-
tal del Valle Calchaquí marcan un significativo cam- nito de hasta 5 m 3 con una matriz de arenisca y con-
bio en la estructura regional ya que hacia el norte glomerado fino. El granito posee una anisotropía
se distingue un estilo con basamento leptometa- planar, más intensa en las inmediaciones del con-
mórfico involucrado en los pliegues neógenos tacto con las psefitas, definida por la disposición de
(anticlinales con núcleo de basamento en la Cordi- fajas miloníticas delgadas, diques aplíticos y
llera Oriental) mientras que hacia el sur el basa- pegmatíticos, y zonas de granito no deformado o
mento de mediano-alto grado metamórfico mues- escasamente deformado. Las pegmatitas son gene-
tra mayor rigidez, sólo fracturado durante la defor- ralmente concordantes con las franjas miloníticas,
mación neógena (Sierras Pampeanas). Esta hipó- algunas de ellas también milonitizadas y otras sin
tesis (Grier et al. , 1991) en parte se sustenta en deformación intensa. Esta estructura planar inclina
que el borde de rift que se localiza en la margen hacia el este y los indicadores cinemáticos observa-
oriental del Valle Calchaquí y en las inmediaciones dos en los afloramientos -estructuras S-C y
del cerro El Zorrito (Hoja Metán) habría constitui- deflexiones de foliaciones- sugieren que el bloque
do el límite sudoccidental de la cuenca sinrift del oriental subió durante el episodio de deformación
Grupo Salta (Subgrupo Pirgua). Sin embargo, exis- dúctil. Esta anisotropía aparentemente controló la
te un borde del rift más al oeste, márgenes orienta- localización del borde del semigraben durante la
les de los valles de Luracatao y Hualfín; allí, los extensión cretácica. En la quebrada Saladillo se pre-
bloques de basamento involucrados durante la de- serva un contacto inclinado hacia el este entre el
formación neógena no tienen diferencias desta- granito y las psefitas, con la estratificación de las
cables a uno y otro lado de la estructura cretácica, psefitas también inclinada hacia el este pero con
tanto en su litología como en su comportamiento menor ángulo. Los depósitos cercanos al contacto
mecánico. son de una granulometría muy gruesa incluso con
Las estructuras cretácicas que se destacan en los niveles donde se advierten bloques tabulares desli-
bordes orientales del Valle Calchaquí y de los va- zados hacia la cuenca (olistolitos) y con escasa ro-
lles de Luracatao y Hualfín, muestran que el espe- tación, según lo indican bancos donde es posible
sor preservado de los depósitos de sinrift asociados reconstruir parcialmente los diques de pegmatitas.
es mayor hacia el sur. En tal sentido cabe destacar Las psefitas (aglomerados y conglomerados grue-
que los grados de inversión alcanzados por las fallas sos) presentan variaciones faciales laterales brus-
cretácicas durante el neógeno fueron muy variables cas hacia conglomerados más finos y areniscas.
en pequeñas distancias. Es así que en el sinclinal de El valle de las Cuevas muestra depósitos de con-
Brealito la base de las capas rojas de Subgrupo Pir- glomerados rojos (Subgrupo Pirgua) apoyados sobre
gua está actualmente a una altura próxima a los 2.000 un basamento de muy bajo y bajo grados con
m s.n.m. mientras que la base de los depósitos del intercalaciones de volcanitas ácidas (Formación
cerro Incauca y del valle de las Cuevas está a cotas Puncoviscana), el conjunto cabalgado por
superiores a los 4.000 m sobre el nivel del mar. metamorfitas de mediano grado (Formación La Paya)
Las fallas extensionales cretácicas son de rum- y granitoides (Formación Cachi). Una estructura
bo general norte-sur e inclinan hacia el este. Parte precretácica que produjo el corrimiento hacia el oes-
de ellas se desarrollaron a partir de la inversión de te de las Formaciones La Paya y Cachi sobre la For-
estructuras del basamento y fueron nuevamente in- mación Puncoviscana habría sido la que controló la
vertidas durante los episodios compresivos poste- ubicación de las fallas normales durante la extensión
riores (Hongn et al., 1996b). Los depósitos del cretácica, es decir que las estructuras precretácicas
Subgrupo Pirgua apoyados sobre rocas con distin- sufrieron una inversión negativa, originándose un
tos grados metamórficos o rocas graníticas eviden- semigraben con metasedimentitas y metavolcanitas
cian la estructuración precretácica del basamento. en la pared colgante y esquistos y granitoides en el
El valle de las Cuevas y la quebrada Saladillo (subsi- piso y borde pasivo de la depresión. Los rodados de
diaria del río Humanao) exponen los mejores ejem- los conglomerados provienen casi exclusivamente
Cachi 45
(más del 90%) del bloque de muy bajo-bajo grado. to mecánico. No se ve entre estas unidades una
Éstos corresponden a metagrauvacas, volcanitas, ve- discontinuidad tectónica moderna, como un despe-
nas de cuarzo y granitos, estos últimos diferentes a gue o estructura similar. Es posible que la estructu-
los de la Formación Cachi dado que tienen caracte- ra que separa el basamento estructural de la co-
rísticas de las fases porfíricas del Complejo Eruptivo bertura estructural en la región no separe unidades
Oire. Los rodados provenientes de las Formaciones desde el punto de vista litológico, razón por la cual
La Paya y Cachi son escasos. Durante la compresión metamorfitas de mediano-alto grado pueden estar
neógena las fallas sufrieron una nueva inversión, en plegadas por la deformación moderna como, por
este caso positiva, y los bloques formados por las For- ejemplo, en el anticlinal del Subgrupo Pirgua con
maciones Cachi y La Paya cabalgaron a los conglo- núcleo de esquistos y gneises que se observa entre
merados y a la Formación Puncoviscana. Este levan- los valles de Pucará y Hualfin.
tamiento habría favorecido la erosión de los depósi- Las diferentes fases que se han distinguido en
tos cretácicos apoyados sobre el basamento consti- los movimientos andinos (Salfity et al., 1984b) es-
tuido por las Formaciones La Paya y Cachi. Los con- tán representadas con diferentes grados de defini-
glomerados que se preservan están exclusivamente ción dentro del área cubierta por la Hoja Cachi.
apoyados sobre el basamento leptometamórfico. La fase Incaica generó el relieve a partir del cual
La geometría y orientación de las fallas se producen los depósitos de la Formación Geste en
cretácicas fueron propicias para facilitar su inver- la Puna y de la Formación Luracatao (en el caso de
sión durante el neógeno (Grier et al., 1991). que ésta corresponda a una unidad suprayacente al
Grupo Salta y subyacente al Grupo Payogastilla, y
3.4. ESTRUCTURAS CENOZOICAS no a facies de borde de cuenca del Subgrupo Santa
Bárbara). A esta fase también se asociaría la discor-
El área comprendida por la Hoja corresponde a dancia entre el Subgrupo Pirgua y el Grupo
una zona de transición entre los segmentos de la Payogastilla que se distingue nítidamente en la mar-
placa de Nazca con inclinación de 30º hacia el norte gen occidental del valle de Pucará. La fase Incaica
del paralelo 24° y con baja inclinación, aproxima- condujo a la inversión de la cuenca del Grupo Salta
damente 5°, al sur del paralelo 30° (Jordan et al., y a partir de ella comenzó el depósito de las secuen-
1983). A estas variaciones en la geometría de la placa cias generalmente denominadas de forma genérica
y a las modificaciones cinemáticas y en la tasa de como Terciario (Salfity et al., 1984b), las que se
deformación asociadas se atribuyen los cambios en depositaron en sistemas de cuencas de antepaís
las estructuras cenozoicas que se aprecian en la re- (foreland basin systems, DeCelles y Giles, 1996).
gión. Algunos autores describen una migración tem- Los registros de la fase Pehuenche son escasos.
poral de las estructuras, las que son progresivamen- Quizá a ésta se relacionen las ignimbritas de 17 Ma
te más modernas hacia el este y hacia el sur (Jordan de la Formación Catal y los cuerpos subvolcánicos
y Alonso, 1987; Marrett et al., 1994). de la Formación Inca Viejo.
El extremo sudoriental de la Hoja muestra parte La deformación cenozoica más importante está
de la transición entre la Cordillera Oriental o relacionada con la fase Quechua del Mioceno. Los
Subprovincia de las Cumbres Calchaquíes y las Sie- principales efectos de esta fase fueron el acortamien-
rras Pampeanas Septentrionales, con diferentes to y levantamiento de la Puna y el levantamiento de
comportamientos de los bloques de basamento la Cordillera Oriental (Jordan y Alonso, 1987). Du-
involucrados en las láminas de corrimiento. Se ha rante ese tiempo el arco volcánico tenía una activi-
postulado una tectónica de piel fina y de piel grue- dad intensa, representado por la Formación
sa respectivamente para las áreas donde el basa- Tebenquicho y las ignimbritas de 13 Ma de la For-
mento leptometamórfico o el de mediano-alto gra- mación Catal en la Puna, y por las Ignimbritas
do fue afectado por los corrimientos andinos Pucarilla (12 Ma) en la Subprovincia de los Valles
(Allmendinger et al., 1982). En el extremo sudo- Calchaquíes.
riental de la Hoja se observan bloques de basa- La naturaleza sinorogénica de los depósitos
mento donde está presente la transición entre las cenozoicos está mejor definida a partir del
metamorfitas de muy bajo y bajo grados (Forma- Mioceno. El ejemplo más ilustrativo se encuentra
ción Puncoviscana) y las de mediano-alto grado en la parte sudoriental de la Hoja. Las ignimbritas
(Formación La Paya y/o Complejos Metamórficos Pucarilla (12 Ma) están subhorizontales y cubren
Tolombón y Agua del Sapo) con otro comportamien- a depósitos plegados de las Formaciones Quebra-
46 Hoja Geológica 2566-III
da de los Colorados y Angastaco en los extremos Aguadita, que corta claramente a depósitos
australes de los valles de Hualfín y Pucará, mien- terrazados.
tras que pocos kilómetros hacia el este, en el Valle En algún tiempo durante el Cuaternario sucedió
Calchaquí, no se observa discontinuidad angular un cambio en la cinemática de la deformación que
entre niveles de la Formación Angastaco con comienza a mostrar direcciones de acortamiento y
intercalaciones de tobas de 13 Ma y los niveles de extensión subhorizontales (Marrett et al., 1994). Este
las Formaciones Palo Pintado y San Felipe (Grier cambio produjo estructuras con un fuerte componente
y Dallmeyer, 1990). Allí, el conjunto fue plegado de desplazamiento de rumbo. Estas estructuras son
varios millones de años después del depósito de la más notables en la Puna aunque también se detecta-
Ignimbrita Pucarilla (Marrett et al., 1994). Estas ron en las regiones aledañas del antepaís (Marrett et
diacronías estarían relacionadas con la migración al., 1994). Las efusiones de basaltos cuaternarios de
de los frentes orogénicos y es posible que los nive- la Puna están relacionadas con esta cinemática, es-
les posteriores a 13 Ma del Valle Calchaquí co- pecialmente a quiebres o variaciones en el rumbo que
rrespondan a estratos de crecimiento. Otro ejem- generan situaciones locales de transtensión. La falla
plo lo constituye la Formación Batin, secuencia de Acazoque (Segerstrom y Turner, 1972) constitu-
conglomerádica depositada a partir del relieve es- ye el ejemplo más ilustrativo de esta relación, dado
tructural generado por la deformación Quechua en que corresponde a una falla dextral de rumbo general
las unidades cartografiadas como Sedimentita norte-sur con efusiones basálticas en zonas donde la
Vizcachera; al mismo tiempo se depositaba pocos estructura tuerce hacia el NE (Marrett, 1990).
kilómetros hacia el este el miembro salino de la
Formación Pozuelos. Estos ejemplos sugieren que 3.5. INVERSIÓN DE ESTRUCTURAS
estructuras que pueden asignarse a distintas fases
tectónicas en realidad corresponden a migraciones La inversión tectónica tuvo un fuerte control
de los frentes orogénicos. La dinámica y la cine- sobre la localización y geometría de las estructuras
mática de estos procesos y la caracterización pre- posteriores.
cisa del tipo de cuenca todavía no se conocen con A la inversión tectónica generalmente se aso-
exactitud, si bien ya existen algunos trabajos que cian los cambios de vergencia que poseen las es-
enfocan este problema en la región (Marrett et al., tructuras más modernas. Se disponen fajas plega-
1994; Starck y Vergani, 1996). das y corridas con vergencia hacia el oeste, opuesta
Las estructuras relacionadas con la fase Diaguita a la teórica hacia el antepaís que deberían mostrar
(Plioceno superior) muestran una distribución areal la fajas originadas por el acortamiento vinculado a
irregular. A este evento se relacionaría parte del ple- la subducción de la placa de Nazca. Uno de los me-
gamiento de las unidades paleógenas y neógenas en canismos para explicar estas variaciones correspon-
la Puna y del Grupo Payogastilla en la Cordillera de a la inversión tectónica (Grier, 1990; Marrett,
Oriental. Las discordancias de la base de los depó- 1990; Hongn et al., 1996b).
sitos terrazados plioceno-pleistocenos que se apo- La inversión de las estructuras extensionales
yan sobre el Grupo Payogastilla se vinculan a esta cretácicas, muchas de ellas ya originadas por in-
fase de deformación. A ella también se relacionaría versión de estructuras del basamento precretácico
el volcanismo al final del Plioceno, cuyo principal (Hongn et al., 1996b) facilitó el desarrollo de la
exponente es la caldera del cerro Galán y depósitos faja plegada y corrida con vergencia hacia el oeste
asociados. Durante la fase Diaguita además se del Valle Calchaquí (Allmendinger et al., 1982;
reactivan estructuras previas y se definen los prin- Vergani y Starck, 1989; Grier, 1990; Grier et al.,
cipales cordones montañosos que caracterizan al 1991; Crivelli, 1995). En tal sentido cabe destacar
relieve actual. la asimetría del Valle Calchaquí en su porción com-
Algunas de las fajas plegadas y corridas evolu- prendida en la Hoja Cachi, con su borde oriental
cionaron hasta el Pleistoceno, según lo indican los nítidamente marcado por una falla inversa que ca-
corrimientos que cabalgan sedimentitas mesozoicas balga al Subgrupo Pirgua y al basamento epime-
sobre terrazas de esa edad, por ejemplo los tamórfico sobre los depósitos cretácico-cenozoicos
corrimientos relacionados con el cerro Tin Tin ampliamente expuestos en la depresión del valle
(Vergani y Starck, 1989; Roberto Hernández, com. (Grier, 1990). Si bien el borde occidental del Valle
personal) o la parte austral de la falla del borde orien- Calchaquí también esta marcado por fallas, éstas
tal del valle de Luracatao, en inmediaciones de la son de definición irregular, con tramos donde los
Cachi 47
depósitos de los Grupos Salta y Payogastilla se ob- La localización de las estructuras neógenas del
servan apoyados sobre el basamento. Esta geome- borde occidental de los valles de Luracatao-Colomé-
tría se evidencia en las secuencias que ocupan el Hualfín, estuvo en parte condicionada por
Valle Calchaquí, que muestran una inclinación re- anisotropías previas producidas por la disposición
gional hacia el este. de fajas de deformación dúctil en los granitoides
Un cuadro similar se advierte en los valles de del Complejo Eruptivo Oire. Estas fajas de cizalla
Pucará y Luracatao-Colomé-Hualfín, cuyos bordes dúctil poseen orientaciones similares a las fallas
orientales son definidos claramente por fallas, las neógenas. Las fajas miloníticas aumentan aproxi-
que aparentemente se habrían originado como fa- madamente un 6% su permeabilidad con respecto a
llas extensionales cretácicas posteriormente inver- su protolito (Geraud et al., 1995). Las fajas
tidas durante la compresión neógena. miloníticas del borde oriental de la Puna registran
Existiría una segmentación del borde occidental con frecuencia circulación de fluidos posteriores,
de los Valles Calchaquíes. Así, por ejemplo, la parte los que habrían favorecido la ubicación de fallas pos-
norte de la margen occidental del Valle Calchaquí teriores.
que aflora en la Hoja, a la altura de Cachi aproxima- Hacia el oeste, parte occidental de los aflora-
damente, estaría marcada por una falla que levanta el mientos del basamento ígneo-metamórfico del bor-
basamento sobre espesas secuencias mesozoico- de oriental de la Puna, las estructuras neógenas
cenozoicas que ocuparían la depresión entre el cerro principales están inclinadas hacia el este, posición
Tin Tin y el río Calchaquí (perfil esquemático sep- condicionada por las fajas de milonitas del basa-
tentrional). A esta misma latitud, el borde occidental mento ígneo-metamórfico y los corrimientos
del valle de Luracatao correspondería a otro sistema paleozoicos que afectaron tanto al basamento como
de fallas asociadas con el despegue basal, si bien su a los niveles que rellenaron la cuenca ordovícica.
traza en superficie no está bien definida debido a que Aquí se produce una situación similar a la descrip-
en parte esta fractura está dentro de los granitoides ta para los Valles Calchaquíes hacia el sur de Mo-
del Complejo Eruptivo Oire. linos. Las secuencias neógenas presentan una in-
Más al sur, las fallas del borde occidental del Va- clinación regional hacia el este, por ejemplo las que
lle Calchaquí se tornarían de menor importancia. A afloran en las inmediaciones de los salares de Cen-
esa latitud, aproximadamente desde Molinos hacia el tenario-Ratones-Hombre Muerto, que tienen su
sur, se observan las unidades basales de los Grupos base en las márgenes occidentales de estas depre-
Salta y Payogastilla (Subgrupo Pirgua y Formación siones, inclinan hacia el este y están truncadas por
Quebrada de Los Colorados respectivamente) local- las fallas que levantan los bloques de basamento
mente apoyados sobre el basamento, con una inclina- ígneo-metamórfico de las márgenes orientales de
ción regional hacia el este, geometría que respondería estas depresiones.
a un sistema de corrimientos vergentes hacia el oes- Este esquema se repite pocos kilómetros hacia
te. En este tramo existirían dos frentes de corrimientos el oeste, entre los salares de Tolillar y Hombre
principales vergentes hacia el este, uno situado hacia Muerto, donde el Ordovícico cabalga a secuencias
el oriente de la Hoja y que marca el borde oriental de cenozoicas mediante corrimientos inclinados hacia
la faja corrida de Amblayo (Allmendinger et al., 1982) el este que muestran en su parte posterior la dis-
y otro coincidente con el borde occidental de los va- cordancia que media entre estas unidades. Esta
lles de Colomé-Tacuil-Hualfín, estructura que marca franja de corrimientos inclinados hacia el naciente
el límite entre el borde oriental de la Puna y los Valles constituye la prolongación austral de la falla
Calchaquíes. Entre estos dos corrimientos principales Guayaos-Pozuelos (Donato y Vergani, 1985a,
con vergencia oriental se desarrolla la faja de 1985b), estructura que marca el límite occidental
vergencia hacia el oeste controlada principalmente por de una faja de estructuras neógenas con vergencia
la inversión de las estructuras extensionales del rift hacia el oeste.
cretácico. La inversión de la estructuras paleozoicas de-
En los perfiles esquemáticos que acompañan al bió haber sido más difícil que la inversión de las
mapa se han representado estos dos segmentos (per- estructuras cretácicas, dado el carácter inverso de
files A y B). De comprobarse estas geometrías, es la mayoría de ellas lo que probablemente condicionó
posible que exista una estructura transversal entre la reactivación en tramos convenientemente orien-
la traza de los dos perfiles, quizá la que coincide tados. Sin embargo, esto fue suficiente para contro-
con el tramo NO del río Luracatao. lar la geometría de las estructuras posteriores.
48 Hoja Geológica 2566-III
roeste, el que marca los bordes occidentales del Fa- que se atenúa en dirección sur. Por el oeste, el flanco
rallón Catal y de la península del Hombre Muerto; montañoso es abrupto, tomando rápido contacto con
sobre éste se sitúa el centro volcánico del cerro el generalizado plano basal de la Puna, a esta latitud.
Hombre Muerto y penetra hacia el sur hasta el cerro Contrariamente al opuesto, aquí el frente montañoso
Galán (Alonso et al., 1984a). es compacto y sólo unos pocos torrentes descienden
por él hasta los bajos planos aluviales inmediatos de la
región puneña.
4. GEOMORFOLOGÍA La topografía de la Puna está accidentada por
varias formas de relieve que comprenden serra-
4.1. INTRODUCCIÓN nías, cerros, plataformas volcánicas, y depresio-
nes aluvionales. Las primeras se organizan en con-
El área analizada abarca un extenso sector del juntos alineados, con rumbo submeridiano que se
suroeste y noroeste, respectivamente de las provin- elevan término medio entre 1.000 y 2.500 metros
cias de Salta y Catamarca, con contrastadas sobre el piso aluvional. Entre ellas resaltan por el
fisiografías consecuentes con particulares compor- sector ESE las de Aguas Calientes, Hombre Muer-
tamientos morfoestructurales frente a las condicio- to y Ratones; para el sector central el cordón del
nes climáticas y paleoclimáticas que afectan a sus Gallego y por el borde occidental el extremo aus-
formaciones petrográficas. tral de la sierra de Calalaste, el más importante
elemento orográfico de la Puna, por su extensión
Rasgos fisiográficos y altura.
Ocupan la región tres importantes centros vol-
Desde el extremo oriental al opuesto, el paisaje cánicos, como los cerros Ratones (5.259 m), Mojo-
experimenta cambios drásticos, pasando de una nes o Beltrán (5.733 m) y Galán , en modo especial
amplia depresión fluvial a un vigoroso macizo mon- este último que se destaca por su particular confi-
tañoso que desciende abruptamente a un relieve guración y altura (5.912 m). Además de los conos
quebrado, compuesto por alineadas serranías, sepa- volcánicos, un vasto sector inmediato a los mismos
radas por expandidos planos aluviales. La unidad está cubierto por sus productos de deyección, dan-
montañosa central identificada como Bloque do origen a una homogénea unidad de relieve.
Calchaquí, asume el comportamiento de un cuerpo En cuanto a las depresiones intermontanas de
vertebral que a la vez que relaciona a los ambientes la Puna, consisten en largos y anchos valles relle-
laterales, también les proporciona diferentes carac- nados por los derrubios desagregados de las serra-
terísticas geológicas. nías que los delimitan. La más importante de ellas,
En la Hoja están comprendidas parcialmente las identificada como Ratones-Hombre Muerto, se
provincias geológicas de Puna y Cordillera Orien- ubica en el sector medio superior de la Hoja for-
tal, reunidas a lo largo del prominente alineamiento mando parte de la misma depresión que se extien-
montañoso que, iniciado en la frontera con Bolivia de hacia el norte de la Puna. En ella están conteni-
como sierra de Santa Victoria, se desarrolla hacia el dos, entre otros, los salares de Ratones y Hombre
sur y culmina, tras un recorrido de aproximadamente Muerto, al norte y sur, respectivamente, del cerro
300 kilómetros, en el cordón Palermo-Luracatao. En Ratones. Un segundo sector deprimido se halla en
el sector SSE irrumpe el extremo septentrional de el ángulo NO, al oeste del cordón del Gallego, par-
la sierra de Quilmes, consistente en un potente blo- cialmente interrumpido por el extremo sur de la sie-
que montañoso, al que, por sus caracteres morfo- rra de Calalaste que separa el salar de Tolillar del
estructurales, se lo considera el elemento orográfico salar de Antofalla.
más noroccidental de la dilatada provincia geológi-
ca de Sierras Pampeanas. Clima y suelos
El perfil transversal del Bloque Calchaquí mues-
tra una clara asimetría a ambos lados del mismo. Por La sequedad es el carácter dominante de la re-
el este, desde las Cumbres de Brealito el faldeo mon- gión, pero su intensidad crece al oeste del bloque
tañoso, densamente recortado por numerosas que- montañoso Calchaquí, el que se constituye en obs-
bradas, desciende gradualmente hasta su pie montano, táculo casi insalvable a las enrarecidas corrientes
tomando contacto con el amplio valle del río Calchaquí. húmedas que, desde el este, alcanzan su flanco orien-
Este flanco salva un desnivel máximo de 3.500 m, el tal. Ello se traduce, por el este, en un sistema fluvial
50 Hoja Geológica 2566-III
Guachipas. La mayor parte de la cuenca está empla- les sobre los extensos planos aluviales que han cons-
zada en el bloque montañoso Calchaquí con cabece- truido en dirección al río Calchaquí.
ras que se originan a partir de deshielos ocurridos en Numerosos cursos intermitentes drenan los ex-
los numerosos circos glaciarios ubicados por encima tensos planos aluviales desarrollados al este de la
de 4.000 m de altura. En ellos los materiales glaciarios margen oriental del río Calchaquí, pero sólo el río
se reestructuraron como modalidad de glaciares de Tin Tin se destaca sobre el resto por su carácter per-
rocas, consistentes en núcleos alargados de hielo manente, pero de reducido caudal.
amasado con material detrítico y sobre ellos una cu- Cuando se desciende al flanco occidental del
bierta pedregosa que repta, pero que trasunta su mo- bloque Calchaquí, en transición al ambiente de la
vilidad en las corrugaciones fluyentes de los lóbulos Puna, el escurrimiento se limita a unos pocos to-
de avance. La macroporosidad de la bloquera de co- rrentes, como el caso del río Diablillos que descar-
bertura se constituye en excelente receptora de las ga sus pobres caudales en el salar homónimo.
precipitaciones sólidas, referidas esencialmente al gra- En el dominio de la Puna los cursos de mode-
nizo, las que se incorporan a los núcleos de hielo sub- rada extensión, con escurrimiento permanente, son
yacentes. La fusión del frente del flujo pedregoso es casi inexistentes. Una excepción es el río Los Pa-
diurna y decrece con el desecamiento estacional del tos que nace en los flancos norte y oriental del ce-
estío, hasta su realimentación con las precipitaciones rro Galán y recorre un trayecto de 60 km hasta
estivales. La conservación de los cuerpos de hielo se descargar en la margen oriental del salar Hombre
sostiene a una temperatura media anual próxima a Muerto. La prominencia de dicho cerro aún le per-
0ºC. Estas estructuras descienden por reptación en mite receptar las casi agotadas corrientes húme-
los primeros tramos de los valles glaciarios abando- das que logran flanquear el macizo Calchaquí, a
nados, con extensión no superior a un kilómetro. Esos esa latitud, resultando la única fuente de alimenta-
glaciares de escombros forman singulares estructu- ción de dicho curso, el que carece de cursos tribu-
ras hidrológicas que receptan precipitaciones y regu- tarios en su recorrido. Por el oeste del cerro Galán
lan su posterior aportación de caudales de fusión también se derivan lateralmente cursos con diseño
(Igarzábal, 1981). radial (Concha Argolla, Toconquis, Mirihuaca) que
Los ríos Cachi, Luracatao y Angastaco son los orientan su escurrimiento en dirección de las lagu-
afluentes más importantes de esta cuenca, siendo el nas cercanas a Antofagasta de la Sierra, al sur de
segundo de ellos el de mayor extensión, con nacien- la Hoja. Algunos cursos nacidos de esta orografía
tes que asoman sobre el borde de la Puna. lo hacen a partir de manantiales termales, con cau-
El río Calchaquí se adapta en gran parte de su dales efímeros.
desarrollo a la extensa depresión tectónica que ocu- Las aguas temporarias que circulan por los cur-
pa el borde oriental de la Hoja. A la altura de la sos se insumen en los aluviones de las depresiones
descarga de su afluente el río Angastaco, deja la secundarias y circulan subterráneamente con desti-
depresión mediante una pronunciada inflexión ha- no a las cubetas saladas, donde forman acuíferos
cia el este. libres salados.
El río Hualfín, en su tramo medio, escurre trans-
versal a la depresión principal. Otro tanto, pero Procesos morfogenéticos
menos definida, es la posición del río Compuel,
ambos afluentes del río Angastaco. La Hoja cubre un sector regional dominado por
En alto porcentaje los segmentos fluviales, de acciones meteóricas mecánicas a cargo de las varia-
cualquier jerarquía, que componen la cuenca, refle- ciones térmicas, gelivación y efectos haloclásticos, en
jan un claro control estructural. Esa disposición re- lo esencial. Las acentuadas variaciones térmicas dia-
sulta evidente, en modo especial, en el río Luracatao, rias y anuales, propias de regiones secas, son respon-
adaptado a la extensa fosa tectónica que la conecta sables de una activa desagregación clástica, que no
con la Calchaquí. supera la que tiene a cargo la gelivación (Igarzábal,
Como lógica consecuencia del bajo volumen de 1983). Los densos acarreos detríticos que cubren los
precipitaciones que recibe la región, los valores de faldeos fueron originados por una intensa actividad
densidad y frecuencia de drenaje, son bajos. criogénica que en la Puna reemplazó a la glaciación
En el extremo norte de la sierra de Quilmes tie- pleistocena, localizada sólo puntualmente en las más
nen nacimiento algunos torrentes, como los de Las altas cumbres preexistentes a dicho evento
Minas y San Marcos, los que descargan sus cauda- paleoclimático. En las actuales condiciones, el
52 Hoja Geológica 2566-III
Aunque el volcanismo fisural basáltico no con- lelamente. Ello se traduce en una densa red de cur-
forma un rasgo distintivo del relieve, su dispersión sos torrenciales que se entroncan al curso paterno,
es amplia (Viramonte et al., 1984). Sus expresiones el río Calchaquí. Tienen nacimiento en las cumbres
aparecen como delgadas y cortas acumulaciones, del extremo sur del cordón de Palermo y su prolon-
puestas de manifiesto como pequeños conos o gación en la sierra de La Lagunilla. El río Luracatao,
domos exógenos. emplazado en su extensa depresión tectónica, inte-
Los salares, como espesos depósitos paleo- rrumpe localmente la continuidad del bloque
climáticos, tienen en el de Hombre Muerto uno de Calchaquí en dirección sur.
sus máximos exponentes (Igarzábal, 1984). Sobre Las cabeceras de esos ríos recogen los primeros
su borde norte y oriental posee un buen desarrollo caudales a partir de núcleos de hielo contenidos en
de ambiente de playa y hacia su interior culmina en las estructuras criogénicas de glaciares de rocas.
un cuerpo cristalino, dominantemente cloruro-sódico, Están bien desarrollados en las cabeceras de los ríos
embebido en una salmuera ricamente mineralizada, Las Cuevas y Las Pailas, ubicados en el lado sur y
de acentuada concentración. Otros salares menos este, respectivamente, al pie del Nevado de Cachi
dilatados y voluminosos, como los de Ratones, Dia- (24º 56' L.S., 66º 22' L.O, 6.200 m). En ambas ca-
blillos, Tolillar y Antofalla, completan la morfología beceras los circos se mantienen bien conservados,
evaporítica esencial; este último resulta llamativo por seguidos de valles glaciarios extendidos hasta 4.000
su marcada configuración ahusada que responde a m de altura, acompañados por morenas laterales y
un manifiesto control tectónico. de cierre. Entre las estructuras criogénicas funcio-
La vinculación entre el pie montañoso y las de- nales se observan polígonos de piedras, guirnaldas
presiones endorreicas está a cargo de homogéneos y suelos estriados terrosos.
planos de glacis contemporáneos con el desarrollo Más allá de los profusos acarreos detríticos con-
de los lagos pleistocénicos, en los que tuvieron orígen centrados a lo largo de los torrentes, el rasgo domi-
los depósitos evaporíticos cuaternarios. nante de las altas cumbres consiste en amplios sec-
Con la desaparición de los cuerpos de agua ce- tores recubiertos de masa clástica generada en pro-
rrados y consecuente con los efectos neotectónicos, cesos criogénicos, estabilizadas precariamente a la
el relieve en glacis perdió funcionalidad y fue afec- morfogénesis actual.
tado por proceso de disección fluvial. Este accionar En el pie montañoso los torrentes depositan su
es responsable de derrames detríticos que invaden carga aluvional construyendo, entonces, una unidad
los planos bajos, hasta las proximidades de las pla- pedemontana que los mismos cursos se encargan
yas salinas. de recortar en terraza, al tener que ajustar su co-
Los conos aluviales tuvieron su apogeo sincró- nexión al río paterno frente a la progresiva
nico con la fase criogénica pleistocénica. En gene- profundización de su cauce debido a recientes re-
ral, el formato de los salares refleja la incidencia de ajustes tectónicos. Esa unidad pedemontana, con
los extremos distales de conos sobre las márgenes similares características, tiene continuidad en el pie
de los lagos contemporáneos. Algunos de esos co- del flanco norte de la sierra de Quilmes.
nos se destacan por su extensión y marcada pen- Por su margen oriental el Valle Calchaquí es
diente, como los ubicados sobre la margen occiden- abierto. Está conectado al relieve montañoso me-
tal del salar de Antofalla, en particular, el del río diante dilatados planos de glacis, surcados por
Volcán. múltiples líneas de escurrimiento, con caudales
Las descargas de los conos crearon ambientes efímeros estacionales. Esos planos, recubiertos de
sublacustres y deltaicos, tal como el desarrollado delgado manto detrítico y afectados por suaves
por el río Los Patos, en su descarga en la cubeta de pendientes, han sido elaborados en sedimentitas
Hombre Muerto. También estas construcciones que, en algunos sectores, emergen como elemen-
aluviales perdieron funcionalidad. tos morfológicos residuales (montes islas) caso
Por el este del bloque Calchaquí el paisaje res- de los afloramientos de sedimentitas de los Gru-
ponde a una diferente caracterización morfológica, pos Salta y Payogastilla entre el cerro Negro y el
respecto de la Puna. Una mayor disponibilidad de cerro Tin Tin.
humedad, pasada y presente, hizo que el relieve tu- Aunque estructuralmente la depresión Calchaquí
viera en el escurrimiento al factor responsable de la se prolonga hasta el límite austral de la Hoja, su ex-
intensa disección montañosa y el consecuente relle- presión morfológica se modifica a partir del tramo
no de la depresión tectónica que la acompaña para- inferior del río Luracatao. En ese sector el río aban-
54 Hoja Geológica 2566-III
dona su depresión tectónica, la que se prolonga ha- Pero más allá de sus efectos directos, cabe tener
cia el sur separada de la depresión principal por un presentes los riesgos adicionales, como las avalan-
conjunto de cerros alineados (Overo, Rumio, chas de detritos desencadenadas por sacudidas sís-
Condorhuasi, Durazno, Cuevas, Colorado) que inte- micas, en modo especial en áreas montañosas con
rrumpen su continuidad. Esa interferencia obligó al gran disponibilidad de masa detrítica en precaria es-
río Calchaquí a una inflexión hacia el este, con lo tabilidad. Aunque esas caracteríticas se circunscriben
que abandona el valle tectónico y atraviesa en ante- a los altos relieves, los cursos torrenciales que reci-
cedencia el extremo sur de la sierra de La Apacheta, ben esas cargas tienen posibilidad de convertirlas en
mediante un valle angosto, encajonado. A continua- coladas de barro.
ción, fuera de la Hoja, el río Calchaquí ingresa a su Circunstancias similares pueden darse en invier-
tramo distal de planización. no a partir de la fusión del manto nevado que recubre
las culminaciones del bloque Calchaquí.
4.3. RIESGOS GEOLÓGICOS En cuanto al sector de la Puna, el riesgo más ca-
lificado podría referirse al volcanismo, pero no se
Los riesgos geológicos tienen que ver con la conocen históricamente antecedentes de reactivación
remoción en masa y la sismicidad. Gran parte del de las estructuras volcánicas existentes.
área de la Hoja está incluida en la Zona (2) de mo-
derado riesgo sísmico del Instituto Nacional de Pre-
vención Sísmica, pero específicamente la extensa 5. HISTORIA GEOLÓGICA
depresión Calchaquí está comprendida en la Zona
(3) de elevado riesgo. El escaso conocimiento de las unidades del ba-
Aunque en ninguna de las poblaciones cubier- samento que afloran en la Hoja Cachi impide preci-
tas por la Hoja existen estaciones de control sísmico, sar aspectos de su evolución. La historia neopro-
sus habitantes coinciden en señalar la relativa alta terozoica y eopaleozoica se interpreta de diferentes
frecuencia de ocurrencias del fenómeno. Si bien, en maneras, con hipótesis que consideran amalga-
general, se trata de sismos de suave a moderada in- mación de terrenos en el Neoproterozoico (Ramos,
tensidad, existen antecedentes de algunos episodios 1988; Omarini y Sureda, 1993, 1994; Mon y Hongn,
destructivos. Entre ellos se destaca el sismo que en 1996) mientras que otras las asignan al
el año 1930, con efectos destructivos, se hizo sentir Eopaleozoico, especialmente al Ordovícico (Ramos,
en las localidades de La Poma, Cachi y que, con 1986; Dalla Salda et al., 1992, 1993).
similares consecuencias, repercutieron en la Puna. Sistemas de abanicos submarinos depositaron una
Referencias verbales sobre dicho acontecimiento espesa secuencia turbidítica (Omarini, 1983; Jezek,
coinciden en señalar que más allá de los efectos 1990) durante el Neoproterozoico y quizá durante el
destructivos sobre las construcciones en general, se Cámbrico basal en una cuenca de margen pasivo (For-
advirtió entonces un imprevisto aumento de cauda- mación Puncoviscana). El volcanismo alcalino inter-
les en ciertos afluentes del río Calchaquí a partir de calado en las turbiditas (Coira et al., 1990) sugiere
la aparición de numerosos manantiales y, en parti- procesos de distensión intracontinental en ese ambien-
cular, la formación de densos polvaderales cubrien- te. Las volcanitas ácidas reconocidas al oeste de Cachi
do el relieve montañoso. Sin duda, esta última ob- muestran diferencias petrográficas con las indicadas
servación debió estar vinculada con desplazamien- por, entre otros, Omarini y Alonso (1987) y Coira et
tos masivos de detritos a lo largo de los flancos del al. (1990), por lo que quizá se originaron en un esta-
Valle Calchaquí, por efectos sísmicos. Adicionalmente dio posterior de la evolución de la cuenca, tal vez re-
los cursos torrenciales que recibieron esas cargas lacionadas con el desarrollo de un arco magmático
las transformaron en coladas de barro, un mecanis- representado por los plutones de la Formación Cachi
mo de por sí frecuente en Cordillera Oriental, en (Galliski y Miller, 1989; Toselli, 1992).
períodos de lluvias. Los procesos tectónicos acontecidos en el
Otro tanto ocurre con la localidad de Angastaco Neoproterozoico-Eopaleozoico (fase Tilcárica) pro-
y más al este, pero fuera de la Hoja, en Cafayate. La dujeron el cierre de la cuenca y la compleja estruc-
susceptibilidad sísmica de la región y en modo es- tura del basamento leptometamórfico. La fase
pecial de esas localidades, se relaciona con el alto Tilcárica habría estado relacionada con la acreción
grado de tectonismo que afecta a sus formaciones de terrenos pertenecientes al macizo Belén-
geológicas. Arequipa-Antofalla (Omarini y Sureda, 1994) o de
Cachi 55
un bloque desmembrado del actual basamento de volcanismo que puede interpretarse de diferentes
los Apalaches (Dalla Salda et al., 1992). No es po- maneras (Koukharsky et al., 1988).
sible precisar qué unidades del basamento son En el borde oriental de la Puna se produjo un
autóctonas o alóctonas. Las posibles suturas sepa- intenso episodio magmático sintectónico represen-
rarían las unidades de las Metamorfitas Antofallita, tado por el Complejo Eruptivo Oire, el que se ha-
Formación Pachamama, Complejo Metamórfico Río bría alojado en un sistema regional de cizalla
Blanco y Formación Puncoviscana. Se considera que (Hongn, 1994) transpresional (Hongn et al., 1996a)
mayores posibilidades de una sutura neoproterozoica evidenciado por las fajas miloníticas que muestran
existe entre las Metamorfitas Antofallita y la For- una amplia diversidad de sus orientaciones y
mación Pachamama y entre ésta y el Complejo cinemáticas. El levantamiento guandacólico habría
Metamórfico Río Blanco. Sin embargo, hasta que sido más intenso en el borde oriental de la Puna aus-
no se disponga de estudios de P-T-t no será factible tral, donde afloran las fajas miloníticas desarrolla-
distinguir los posibles terrenos amalgamados en el das en ambientes metamórficos de mediano y alto
basamento preordovícico de la región. grados. Asimismo, este levantamiento habría favo-
En los estados finales de la deformación recido la acumulación de las espesas secuencias
Tilcárica se intruyeron los granitoides de la Forma- turbidíticas con intercalaciones conglomerádicas en
ción Cachi, los que pueden representar las raíces de una estrecha faja de la Puna (Formación Falda
un arco magmático (Toselli, 1992) al que se vincu- Ciénega). La deformación Oclóyica de fines del
larían las volcanitas ácidas que se hallan en la mar- Ordovícico cerró la cuenca de la Formación Falda
gen occidental del valle de las Cuevas. Asociado al Ciénega, la que se deformó intensamente,
magmatismo aumentó el gradiente geotérmico ori- generándose una faja anqui-epimetamórfica con ple-
ginándose las metamorfitas de la Formación La gamiento con clivaje y estructuración en láminas
Paya. A este mismo evento se relacionaría la de corrimiento, todo el conjunto con una fuerte
Tonalita Las Viñas. Durante el Cámbrico- vergencia hacia el oeste. Es posible que uno de es-
Ordovícico inferior la Cordillera Oriental habría tos corrimientos corresponda al contacto entre las
sufrido un proceso de levantamiento, más intenso Formaciones Tolillar y Falda Ciénega. Durante este
hacia el sur de Molinos. Durante el Cámbrico supe- episodio el basamento del borde oriental de la Puna,
rior además ocurrió un fenómeno metamórfico re- más rígido, cabalgó sobre la Formación Falda
gional detectado en afloramientos del norte de Chi- Ciénega. Los efectos de las fases Guandacol y
le, Puna y Sierras Pampeanas, con temperaturas de Oclóyica fueron más suaves hacia el naciente, en
aproximadamente de 700-750°C y presiones del las Sierras Subandinas, donde las condiciones de
orden de 4kb (Lucassen et al., 1996) zonas relativamente estables se mantuvieron durante
Como resultado de la deformación Tilcárica se el Ordovícico y la discordancia oclóyica no es tan
labró la discontinuidad de primer orden entre el intensa como en la Puna.
Grupo Mesón (Turner, 1960) y el basamento de muy Los procesos que originaron las deformaciones
bajo y bajo grados, bien representada en el tramo guandacólica y oclóyica se relacionaron con una
norte de la Cordillera Oriental, fuera de los límites colisión entre un autóctono representado por el ba-
de la Hoja Cachi. El depósito en la Cordillera Orien- samento del borde oriental de la Puna, Formación
tal Septentrional continuó con el Grupo Santa Vic- Pachamama y Complejo Metamórfico Río Blanco
toria (Turner, 1960) hasta la fase Guandacol al final y un terreno occidental, cuya aloctonía o
del Arenigiano (Salfity et al., 1984a). Mientras en parautoctonía es discutida. Se interpreta que estos
la Cordillera Oriental se desarrollaba la plataforma episodios se vincularon con una distensión que ate-
del Grupo Santa Victoria (Moya, 1988) en la Puna nuó sensiblemente la corteza y posteriormente se
se acumulaban sobre una corteza adelgazada con produjo la compresión y colisión entre estos blo-
desarrollo local de un fondo oceánico (Complejo ques anteriormente separados por el proceso de
Básico Ojo de Colorados), los sedimentos de la For- rifting o spreading, es decir que la colisión fue en-
mación Tolillar (Zappettini et al., 1994; Blasco et tre bloques anteriormentes acrecionados durante las
al., 1996; Bahlburg et al., 1996). Después de la fase deformaciones preordovícicas. En tal sentido, cabe
Guandacol la sedimentación quedó restringida a la mencionar que el acortamiento asociado a la defor-
Puna y a las Sierras Subandinas. En la Puna, se acu- mación tilcárica fue sensiblemente mayor que el
mularon los espesos depósitos turbidíticos de la producido durante las fases Guandacol y Oclóyica.
Formación Falda Ciénega con participación del Si se comparan niveles epimetamórficos del basa-
56 Hoja Geológica 2566-III
mento preordovícico y de las unidades ordovícicas, Payogastilla (Díaz y Malizzia, 1983; Grier y
los primeros registran mayor acortamiento y mayor Dalmeyer, 1990).
difusión areal debido a que el Ordovícico intensa- Durante el Mioceno tuvo lugar el acorta-
mente deformado corresponde a una faja estrecha miento principal que produjo el levantamiento
limitada a la Puna (Hongn, 1992; Mon y Hongn, y engrosamiento de la Puna
1996). Estas fases de deformación, Guandacol y contemporáneamente con el desarrollo del arco
Oclóyica, habrían generado una estructura comple- magmático (Jordan y Alonso, 1987) represen-
ja en el borde oriental de la Puna, con láminas de tado por las volcanitas de la Formación
basamento separadas por zonas de alta deformación Tebenquicho, que se estableció aproximada-
dúctil, proceso que modificó fuertemente las rela- mente en la misma posición que ocupa en la
ciones preordovícicas del basamento, especialmen- actualidad, con manifestaciones apartadas del
te en las franjas donde la deformación ocurrió a tem- eje magmático principal representadas por los
peraturas elevadas originándose fajas de milonitas volcanes de los cerros Mojones o Beltrán y
sillimaníticas. Hombre Muerto, y con la intrusión de los cuer-
La zona cubierta por la Hoja fue sometida a un pos subvolcánicos (Formación Inca Viejo) a los
extenso hiatus a partir de la fase Oclóyica hasta que que se asocian potenciales mineralizaciones
la distensión del Cretácico inferior generó el rift como Diablillos. Como consecuencia de estos
donde se depositaron las areniscas y conglomera- cambios se modificaron fuertemente las con-
dos rojos del Subgrupo Pirgua en la Cordillera Orien- diciones climáticas en la Puna, que pasa a un
tal. En el área cubierta por la Hoja los depósitos regimen árido con cuencas cerradas, deposi-
sinrift no muestran intercalaciones volcánicas, las tándose secuencias con intercalaciones
que aparecen hacia el naciente (Galliski y evaporíticas (sal, yeso y boratos) y registros
Viramonte, 1988; Crivelli, 1995) indicando la zona del intenso volcanismo que imperaba en la re-
de mayor adelgazamiento cortical. A la etapa de gión, representado por las intercalaciones ig-
subsidencia mecánica continuó la de subsidencia nimbríticas y de tobas que muestran las For-
térmica, originándose las cuencas de los Subgrupos maciones Catal y Sijes. Los depósitos de
Balbuena y Santa Bárbara, donde se depositaron boratos que constituyen una de las principales
secuencias continentales fluviales, eólicas y fuentes de recursos económicos de la región
lacustres con períodos de ingresiones marinas so- se acumularon durante el Mioceno superior, en
meras. Los depósitos postrift de la cuenca del Gru- ambientes de lagos salinos con una fuerte in-
po Salta se acumularon entre el Cretácico superior fluencia volcánica.
(Maastrichtiano) y el Eoceno (Mustersense) (Salfity Las relaciones entre la tectónica y la sedimen-
y Marquillas, 1994). tación están registradas con mejor definición para
No se conocen registros del Grupo Salta en la esta época, desarrollándose un sistema de cuencas
porción puneña cubierta por la Hoja, la que para de antepaís. Es así que mientras en la cuenca ex-
este tiempo formaba parte del Arco Traspampeano, tendida entre los salares de Tolillar, Arizaro y
alto regional que controló el borde sudoccidental Antofalla se depositaban los conglomerados de la
de la cuenca del Grupo Salta (Salfity y Marquillas, Formación Batín provenientes de los frentes de
1994). Mientras se colmataba la cuenca postrift en corrimientos miocenos que definían un relieve es-
la Cordillera Oriental durante el Paleoceno-Eoceno, tructural con láminas de la Formación Geste y de
en la Puna se desarrollaban planicies aluviales en la Sedimentita Vizcachera, pocos kilómetros al na-
un clima húmedo (Formación Geste) en cuencas ciente se acumulaban las secuencias clásticas con
sinorogénicas de antepaís asociadas a las primeras intercalaciones volcánicas (tobas e ignimbritas) de
manifestaciones de la compresión andina en la re- la Formación Catal. Más al este, en los Valles
gión. La primera inversión de la cuenca del Grupo Calchaquíes, dominaban las planicies aluviales y
Salta ocurrió durante el Eoceno en la Cordillera sistemas fluviales con intercalaciones menores de
Oriental. Los primeros depósitos sinorogénicos en tobas e ignimbritas que constituían las manifesta-
los Valles Calchaquíes pertenecerían a la Forma- ciones distales del arco magmático. También allí
ción Luracatao en el caso de que ésta no correspon- existía una estrecha relación entre el depósito y la
da a facies de borde de cuenca del Subgrupo Santa migración de los frentes orogénicos, generándose
Bárbara y a la Formación Quebrada de los Colora- discordancias locales como la existente entre las
dos, con los que se inició el depósito del Grupo Formaciones Quebrada de los Colorados y
Cachi 57
V. Grupo de permeabilidad alta izquierda del río Calchaquí (río Blanco y arroyos
Segundo, Valdez y Tajamar), tiene su recarga en la
Está compuesto por sedimentos cuaternarios aluvia- zona de Potrero de Payogasta, Punta del Agua,
les, coluviales, terrazados y de deslizamiento, poco con- Belgrano y Piul. El manantial del Paraje Buena Vista
solidados e inconsolidados de distinta granulometrÍa, que (4 km al norte de Payogasta) tiene un caudal perma-
se disponen en forma discordante sobre unidades más nente de 18 m 3/h (Fuertes, 1980).
antiguas. Por sus características litológicas son depósi- Un pozo excavado hasta la profundidad de 13
tos de alta porosidad y permeabilidad primaria y cons- m en la escuela de Buena Vista y que constató el
tituyen reservorios de agua subterránea. Se encuen- nivel estático en 11,70 m produjo un caudal especí-
tran ampliamente representados, rellenando el valle del fico de 37,1 m 3/h/m, poniendo de manifiesto las
río Calchaquí y de los principales tributarios. excelentes condiciones hidrogeológicas de la zona
(Soler, 1996).
Caracterización hidrogeológica
b) Payogasta-Angastaco
La mayor parte de la superficie de esta región
está cubierta por afloramientos de rocas Los depósitos cuaternarios que rellenan la fosa
Precámbricas y Paleozoicas, generalmente de muy tectónica por donde escurre el río Calchaquí, poseen
baja permeabilidad o impermeables, por lo que las en este sector una importante expresión areal. La
perspectivas hidrogeológicas son escasas y vincu- recarga principal de los acuíferos, además de la apor-
ladas principalmente a zonas de fracturación y tada por este curso, proviene de los tributarios del
diaclasamiento. Los depósitos modernos que relle- oeste. Este hecho puede verificarse, pues todos los
nan los valles de los ríos Calchaquí, Luracatao, ríos menores y arroyos se insumen al ingresar al valle,
Angastaco y otros tributarios mayores, conforman salvo el río Molinos, que por tener caudales más im-
los reservorios más significativos y los únicos plau- portantes puede unirse al río Calchaquí.
sibles de ser explotados económicamente. Los pozos perforados a escasa profundidad (has-
A pesar de no existir antecedentes que permitan ta 30 m) en Cachi, en un acuífero libre a semicon-
conocer la dirección de la circulación subterránea, es finado e interconectado con los sedimentos del
posible suponer que en los sedimentos cuaternarios subálveo del río Calchaquí, tienen caudales especí-
ubicados en un área cercana al río Calchaquí, el flujo ficos promedio de 5 m3/h/m (D.G.O.S., 1994).
debe tener una dirección de escurrimiento paralela a El pozo del paraje El Colte, 10 km al norte de
éste. Este esquema puede ser extrapolado a los prin- Seclantás (García y Baudino 1994), entregó un cau-
cipales afluentes, tales como ríos Luracatao, Tacuil, dal específico de 20,8 m 3/h/m, con niveles estático
Cachi, Angastaco, etc., con flujos cilíndricos y trans- y dinámico en 12,6 y 14,09 m respectivamente. Pro-
versales al valle del río Calchaquí. duce de un acuífero libre a semiconfinado y consta-
Regionalmente, el valle fluvial del río Calchaquí tó basamento a 41 metros de profundidad. La
puede tratarse como una unidad, hasta la confluen- conductividad eléctrica del agua de producción fue
cia con el río Santa María. Dentro de ella es posible de 780 µS/cm.
distinguir cuatro sectores, de los cuales la Hoja Cachi La confluencia de los ríos Luracatao y Humanao
comprende los sectores b y c. conforman el río Molinos que es uno de los principa-
les afluentes del río Calchaquí. Los pozos perforados
a) Cabecera de cuenca hasta Payogasta en la localidad de Molinos han brindado caudales de
35 m3/h con profundidades promedio de 55 m sin
La mayor parte de este sector está hacia el nor- alcanzar basamento. El acuífero libre de la cuenca
te, fuera de los límites de la Hoja. El valle es muy Molinos tiene un umbral impermeable al este de la
angosto (de 4 a 8 km), predominan los afloramien- población homónima, creando una zona de mal dre-
tos de rocas terciarias y está flanqueado por blo- naje y salinización.
ques elevados precámbricos a través de dos fractu-
ras bien definidas. La circulación hídrica subterrá- c) Angastaco-San Rafael
nea principal se realiza a través de los escasos y poco
potentes depósitos cuaternarios. Las potentes sedimentitas terciarias aflorantes
El acuífero libre que descarga sus aguas en for- en el sector, constituyen una barrera impermeable a
ma de manantiales en los afluentes de la margen los filetes líquidos subsuperficiales provenientes del
60 Hoja Geológica 2566-III
norte por el álveo del río Calchaquí. Estructural- El agua subterránea, presenta una calidad físi-
mente, en esta zona se observa un sinclinal y anticlinal co-química aceptable a buena para el consumo hu-
fallados, que el río disecta, lo que provoca el ascen- mano. Posee un residuo seco moderado, promedio
so del nivel freático y el consiguiente aumento de las de 500 mg/l. Entre las localidades de Angastaco y
reservas del recurso subterráneo aguas arriba de este San Carlos, se observan valores moderados a altos
control estructural. en la conductividad eléctrica, hasta 1200 µS/cm. En
Un hecho singular es el acuífero artificial, gene- cuanto a la dureza, desde Angastaco al norte, las
rado por los depósitos arenosos contenidos por el aguas son duras a medianamente duras, mientras
Dique Los Sauces, ubicado en el borde de la Hoja, que hacia el sur son blandas. Es notable apreciar
antes de la confluencia de el río Las Viñas. Las per- que de los legajos de análisis físico-químicos de po-
foraciones realizadas en este reservorio, brindaron zos consultados, en el 90% de los casos se nota pre-
excelentes caudales específicos. sencia de materia orgánica y en el 40% se han de-
tectado nitritos.
d) San Rafael-confluencia con el río Santa María
6.2. REGIÓN DE LA PUNA AUSTRAL
Si bien este sector se encuentra fuera de la Hoja
Cachi, se expresan algunos conceptos para finalizar Características generales
el marco general de esta clasificación. En este tramo,
el valle del río Calchaquí, comienza a ensancharse, La caracterización hidrogeológica de esta enor-
principalmente a partir del paraje Los Sauces. me región se realiza en base a información muy frag-
En el tramo final del río Calchaquí, en la locali- mentaria, lo cual implica que las consideraciones
dad de Las Conchas, se desarrollan áreas de ma- deben ser tomadas como tentativas.
nantiales por ascenso del nivel freático. También en En términos regionales, el clima de la Puna pue-
esta zona de confluencia de los ríos Santa María y de clasificarse como subtropical árido, con intenso
Calchaquí, se observa una divagación de este último carácter continental, alcanzando a poseer condicio-
curso, que ha dejado una serie de paleocauces. En nes de clima desértico.
la localidad de Las Conchas, se ha determinado por Las escasas precipitaciones que ocurren en
métodos geofísicos, un espesor de sedimentos mo- la región proceden del este. Están originadas por
dernos de hasta 130 metros (Fuertes, 1993). el ingreso de masas de aire atlánticas provenien-
La potencialidad hidrogeológica del reservorio tes de las zonas tropicales y que descargan su
del valle del río Calchaquí es tan importante, que humedad sobre las barreras orográficas dispues-
hasta la actualidad, en aquellas localidades donde no tas submeridianamente y localizadas al oriente de
es posible el aprovechamiento del agua superficial, esta región. Estas barreras, conformadas por las
solamente se obtiene agua subterránea en cantida- Sierras Subandinas, y la Cordillera Oriental, con-
des importantes a través de perforaciones realiza- dicionan de tal forma a los vientos portadores de
das en el valle del curso fluvial o en las numerosas humedad, que cuando éstos las sobrepasan, úni-
terrazas presentes en la fosa. camente se producen precipitaciones muy esca-
sas (rain shadow desert), alcanzando un valor
Hidroquímica promedio anual de 50 milímetros. Los únicos va-
lores registrados cercanos a la Hoja Cachi son: al
Los ríos de la región evidencian el efecto de las norte, Salar de Pocitos con 39 mm y al sur,
precipitaciones estivales, que aumentan su caudal y Antofagasta de la Sierra con 105 mm (Bianchi,
contenido de material de arrastre y suspensión, a la 1982).
vez que disminuyen en forma sensible el porcentaje Estas mismas barreras, hacia el norte, se hacen
de sales disueltas. Así, por ejemplo, el río Calchaquí menos efectivas por la progresiva disminución de
durante la época estival transporta una gran canti- altura y permiten una precipitación mayor en el
dad de material en suspensión, que en algunos casos ámbito puneño. Es por ello que la Puna jujeña es
llega a impedir su utilización para fines de riego por- más húmeda (200 a 300 mm anuales) que la Puna
que provoca la impermeabilización de los suelos. En salto-catamarqueña.
la generalidad de los casos, la dureza total del agua La Puna se caracteriza por ser una altiplanicie con
superficial es baja y estacionalmente (en el verano) cordones montañosos de orientación meridiana a
también lo es el tenor de cloruros. submeridiana, de alturas moderadas, (1.000 m sobre
Cachi 61
el nivel del piso de los valles) que encierran entre sí II. Grupo de permeabilidad baja a media
amplias depresiones. La presencia de aparatos volcá-
nicos, como el cerro Galán, y sus productos le impri- Está formado por una potente secuencia de
men a ésta región una singular particularidad. sedimentitas continentales (Sedimentita Vizcachera,
Hidrográficamente, la Puna Austral se distingue Formaciones Geste, Catal, Batín y Sijes) y marinas
por presentar un avenamiento en numerosas cuencas (Formación Falda Ciénega), con importante distribu-
endorreicas. Generalmente en el depocentro de estas ción areal en la región. De acuerdo con sus caracte-
cuencas se emplaza una laguna, un salar o una salina. rísticas texturales, se reconocen dos subgrupos:
El escurrimiento superficial de esta región está ca-
racterizado por una baja densidad de drenaje y un alto a) Representado por las Formaciones Geste, Catal
porcentaje de cursos de régimen temporario, pudién- y Batín y por los niveles clásticos no pelíticos de la
dose reconocer unos pocos ríos de importancia (ríos Sedimentita Vizcachera. Estas unidades se caracteri-
de Los Patos, Diablillos y Punilla). zan por tener una permeabilidad primaria relativamente
Las cuencas endorreicas de norte a sur y de oes- alta (conglomerados y areniscas). Pueden permitir una
te a este son: Antofalla, Tolillar, Tolar Chico, Rato- rápida captación de las aguas de lluvia y deshielo y la
nes, Diablillos, laguna Caro, Hombre Muerto, circulación del fluido a través de sus poros.
Antofagasta de la Sierra, laguna Diamante y vega
Galán. b) Incluye a la Formación Sijes, niveles de la
Sedimentita Vizcachera y a la Formación Falda
Hidroestratigrafía Ciénega, que en conjunto presentan una permeabili-
dad menor que el subgrupo anterior. Están compues-
Las formaciones que afloran en la región han tas principalmente por pelitas e intercalaciones vol-
sido agrupadas según su grado de su permeabilidad cánicas y evaporíticas.
relativa, estimada en base a sus características
litológicas y estructurales. En función de ello se re- III. Grupo de permeabilidad media a alta
conocieron tres grupos:
Lo conforman sedimentos cuaternarios aluviales y
I. Grupo de permeabilidad baja coluviales, poco consolidados e inconsolidados, de dis-
tinta granulometría, que se disponen discordantemente
De amplia distribución en la región, está inte- sobre unidades más antiguas. Por sus particularidades
grado por afloramientos de rocas precámbricas, litológicas, son depósitos de mediana a alta porosidad y
paleozoicas y cenozoicas. este grupo puede dividir- permeabilidad y constituyen los principales reservorios
se en dos subgrupos: de agua subterránea de la región. Generalmente, for-
man depósitos terrazados y pedemontanos donde es
a) Representado por rocas precámbricas y característico encontrar altos valores de permeabilidad
paleozoicas, que por su naturaleza compacta son de en la zona apical, mientras que hacia las zonas distales,
muy baja permeabilidad; por ello la infiltración, si ésta disminuye progresivamente.
ocurre, es muy pobre. En este tipo de unidades, el
agua subterránea puede circular en forma restringi- Caracterización hidrogeológica
da a través de fisuras, grietas, diaclasas y fallas.
Poseen escasas perspectivas de ser explotadas eco- Las escasas precipitaciones y elevados valores
nómicamente. Localmente, pueden dar lugar a pe- de evaporación son indicativos de que en la Puna
queños manantiales o vegas. existe un elevado déficit hídrico durante la mayor
b) Este subgrupo está constituido por las efusio- parte del año. Si bien esta situación condiciona en
nes volcánicas terciarias y cuaternarias, principalmen- forma extrema la recarga de los embalses subterrá-
te dacitas y basaltos. Estos cuerpos, cuando tienen neos, existen en muchos sectores de esta región sis-
poco espesor, generalmente se encuentran fractura- temas acuíferos que albergan un volumen importan-
dos, por lo que es posible que ocurra la infiltración y te de recursos hídricos.
circulación de agua subterránea. Cuando la potencia La existencia de precipitaciones sólidas (grani-
de estas coladas es mayor (30 a 50 metros), se obser- zo y nieve), que hasta la actualidad no han sido debi-
va una disminución en la fracturación, por lo que la damente cuantificadas, son una fuente alternativa
permeabilidad es menor aún. de recarga a través de los ciclos de deshielo que
62 Hoja Geológica 2566-III
de hielo de varios centímetros de espesor im- En la generalidad de los casos, el agua superfi-
plican un aporte importante al proceso de infil- cial presenta problemas de mineralización. Suelen
tración. ser aguas principalmente de tipo cloruradas sódicas
• El volumen de agua infiltrado, se estima en un y en menor proporción bicarbonatadas sódicas con
valor del 40% de las precipitaciones líquidas. contenidos salinos medios a elevados. En muchos
Esto compensaría el efecto producido en esta casos los cursos fluviales reciben aportes de aguas
componente por las precipitaciones sólidas no termales y escurren sobre cuerpos mineralizados e
ponderadas. incorporan elementos químicos que deterioran la
calidad del recurso superficial.
Otra importante característica de la región son Dada la textura de los suelos y de los sedimen-
las manifestaciones hidrotermales. El origen de este tos infrayacentes, las características físico-quími-
fenómeno se relaciona a la actividad volcánica pós- cas del agua subterránea son similares a la del agua
tuma del arco cuaternario instalado en la Cordillera superficial que recarga los acuíferos. El deterioro
Principal (Ferretti, 1995). de la calidad del agua subterránea se incrementa
En el sector noroeste de la Hoja, en el borde rápidamente con el tiempo de permanencia.
occidental del extremo norte del Salar de Antofalla, Desde el punto de vista geoquímico, las aguas
existe la vega de Agua Caliente o El Hervidero con termales tienen composición química variable, con ran-
una temperatura de 57º, pH: 6,4 y una conductividad gos de temperatura entre 30º y 80º C. Las salinidades
de 4.560 µS/cm (a 25ºC). Aproximadamente 7 km por lo general, son altas (> de 2.000 mg/l de sólidos
al norte se presenta la vega Antofallita de 20º; pH:7,3 totales disueltos). La presencia de arsénico y boro es
y una conductividad de 322 µS/cm. Las distintas ca- una constante en la composición de las aguas (Moya
racterísticas de estas dos manifestaciones, hace su- Ruiz, en preparación).
poner diferentes proporciones en la mezcla agua Son aguas alcali-cloruradas a bicarbonatadas con
termal-agua gravífica. diferente grado de dilución por mezcla con aguas
Estos ascensos hidrotermales son explicados a de circulación superficial y subterránea no termales.
través de fracturas observadas en el área y que se A partir de sus composiciones isotópicas, en la ma-
pondrían en contacto con agua gravífica que percola yoría de los casos se verifica un origen de circula-
por el borde occidental del salar principalmente por ción de aguas meteóricas en profundidad por zonas
las sedimentitas terciaricas con buzamiento regional de gradiente geotérmico anómalo.
al este. Los caudales promedio de los manantiales de Las fuentes termales de la Puna fueron en el
la cuenca hidrogeológica Antofalla (algunos ubicados pasado geológico reciente y constituyen actualmen-
fuera de la Hoja Cachi) son de 2 a 4 m3/minuto. te, la principal fuente de aporte de salinidad a las
La cuenca endorreica más importante del área cuencas para la formación de evaporitas.
la constituye el salar del Hombre Muerto cuyo ex-
tremo sur tiene una alimentación termal que origina
el río Aguas Calientes. Los manantiales más repre- 7. RECURSOS MINERALES
sentativos tienen temperaturas entre 56º a 60º C;
pH promedio 6,6 y conductividad eléctrica entre En la comarca se encuentran manifestaciones mi-
1.800 y 2.400 µs/cm. Esta cuenca actualmente tie- nerales de diversos tipos, características y orígenes.
ne una importante extracción del recurso hídrico sub- Por su magnitud se destaca la operación minera de
terráneo a raíz de explotaciones mineras. Tincalayu, donde se extraen boratos fósiles, que cuenta
Otras manifestaciones termales, ubicadas en la con la cantera a cielo abierto con acceso en espiral
cuenca laguna Diamante, al sur de la Hoja, tienen más grande del país. Es interesante la potencialidad
las siguientes características: temperaturas hasta los de los boratos recientes de la superficie de los salares
85ºC, pH entre 6,9 a 7,3 y una conductividad prome- de Ratones, de Diablillos y del Hombre Muerto. Re-
dio de 4.750 µS/cm. lacionado a la cuenca endorreica de este último, se
debe mencionar el proyecto para la explotación de
Hidroquímica litio a partir de las salmueras que saturan el subsuelo
del salar, a la fecha en inicio de explotación.
Los datos físico-químicos de esta región son También tienen potencial importancia los proyec-
muy escasos, existiendo solamente análisis de mues- tos Diablillos e Inca Viejo, depósitos subvolcánicos
tras aisladas. epitermales con posibilidades de oro y cobre, ambos
64 Hoja Geológica 2566-III
en etapa de exploración, particularmente el primero rante el desarrollo del Plan de Exploración NOA I,
que cuenta con más de 5.000.000 t cubicadas. Por de la D.G.F.M. y que formaron parte del Área de
último están las yacencias vetiformes auríferas del Reserva N° 24 - Brealito. El acceso se realiza desde
distrito Incahuasi, que entre los años 1938 y 1945 la huella que une Molinos con Luracatao.
produjera cantidades considerables de oro y que a la El Monte es un depósito estratoligado penecon-
fecha se halla en una nueva etapa de exploración. cordante con oxidados de cobre en estratos arenosos y
pelíticos del Subgrupo Pirgua. La yacencia se ubica en
DEPÓSITOS DE MINERALES dos niveles con impregnaciones de escasa potencia,
METALÍFEROS 0,15 a 0,25 m, rumbo general N-S, inclinación
subvertical y corrida de 150 metros. Según Morello y
Berilio Cécere (1975), la mineralización es exclusivamente
de malaquita con valores del orden de 0,4% de Cu.
Pegmatitas graníticas con berilo Las características y magnitud del depósito le
dan escasa significación económica.
Manifestaciones de cerro Blanco y cerro
Incahuasi Manifestación Brealito
alteraciones de tipo propilítica, clorítica y en menor Pucará, al sudoeste de Angastaco, se ubica el pros-
medida potásica. pecto de cobre Vallecito, que constituyó el Área de
El área de interés, que incluye al cuerpo graníti- Reserva N° 25 del Plan de Exploración NOA I de la
co y a metasedimentitas, alcanza 600 x 500 metros, D.G.F.M. El acceso al sector se realiza desde la
habiéndose determinado en muestras de superficie mencionada finca por el camino a Jasimaná, siendo
valores de 0,5 a 6,0% de Cu con contenidos de Ag intransitable durante los períodos de lluvias.
de una onza por cada 1% de cobre. Dentro de las rocas aflorantes en la zona de in-
terés hay metamorfitas del basamento precámbrico
Depósitos estratoligados de Cortaderas (no señaladas en el mapa en razón de la escala),
componentes del Complejo Eruptivo Oire de edad
El grupo de pertenencias mineras conocidas en ordovícica, conglomerados y areniscas cretácicas del
su conjunto con el nombre de Cortaderas se encuen- Subgrupo Pirgua, sedimentos continentales del Ter-
tra entre el extremo norte del salar de Antofalla y la ciario y acumulaciones aluvionales modernas
ruta provincial 53 a la altura del paraje Tolar Chico. (Cécere, 1975).
Para llegar al área de interés se deben recorrer aproxi- Este autor describió a la roca portadora de la
madamente 70 km desde la ruta mencionada, por una mineralización como una migmatita porfírica poco
huella sólo apta para vehículos de doble tracción. reconocible, totalmente craquelada y afectada por
Las yacencias de cobre corresponden a depósitos alteración hidrotermal, con aspecto de dique, aloja-
estratoligados, peneconcordantes, representados por da en una fractura de rumbo E-O. Las dimensiones
sistemas de vetillas e impregnaciones en parte con de la zona de interés alcanzan 1.200 x 120 metros.
aspecto lentiforme, emplazadas en fracturas de rum- Dentro del proceso de alteración hidrotermal que
bo E-O, transversales a la estructura que se orienta afectó al área se aprecia una silicificación intensa,
en sentido meridiano e inclina hacia el oeste, siendo distribuida como una red de venillas de distintas
las corridas menores a 200 metros. Niveles arenosos dimensiones y rumbos, apareciendo también
y conglomerádicos de la Sedimentita Vizcachera, del argilización, sericitización, calcitización y
Terciario, hacen de roca de caja. Los minerales pre- cloritización en menor escala. En la mineralización
sentes son: calcosina, cuprita, tenorita, covelina, mala- del sector se destacan en forma dominante mala-
quita, azurita y delafossita. quita y azurita, con menor proporción de delafossita,
Integran el grupo las minas Cortaderas I a IV, Las cuprita y crisocola. Los tenores de cobre oscilan
Vertientes, Antofallita I a IV y Elena, todas inactivas. entre 0,05 y 1%. En profundidad se ubica un sector
primario de escasa relevancia con calcopirita, mar-
Manifestación vetiforme Don Alberto casita y pirita. También es importante la presencia
de óxidos de hierro como hematita, oligisto y diver-
La manifestación de cobre Don Alberto se en- sas limonitas (Cécere, 1975).
cuentra a unos 20 km al sudeste de la mina Incahuasi, De los tres sondeos de exploración realizados
pudiendo aproximarse hasta la misma desde Trapi- en la manifestación Vallecito, que totalizaron 189
che, en el borde sur del salar de Hombre Muerto, m, sólo en el N° 1 se detectaron valores de oro de
con vehículos de doble tracción. hasta 0,2 gramos por tonelada.
Se trata de una veta de cuarzo de 20 a 25 cm de Incluidas en el sector de interés se encuentran
potencia, rumbo 75° e inclinación 50-75° hacia el su- las minas San Francisco I y II que cuentan con 60 m
deste. La roca encajante es la misma secuencia de galerías y varias labores menores; a la fecha se
sedimentaria ordovícica que se indica para los depósi- hallan inactivas.
tos auríferos de Incahuasi. La mineralización de cobre
incluye pátinas e impregnaciones de malaquita, azurita Columbio - Tantalio
y crisocola, en ganga de cuarzo, no advirtiéndose sulfuros
visibles. Según González (1973), análisis químicos de Pegmatitas portadoras de niobio y tantalio del
la veta arrojaron valores de hasta 2,5% de cobre. extremo sur del distrito El Quemado
distrito minero El Quemado. Para llegar a las mis- dimentarios continentales con intercalaciones piro-
mas debe seguirse una huella de herradura desde la clásticas atribuidos al Terciario; se ubican por enci-
localidad de Cachi Adentro. ma fenobasaltos, depósitos evaporíticos y acumula-
Se trata de pegmatitas plumasíticas, complejas, ciones aluviales, todos del Cuaternario. La estructu-
con presencia de elementos raros tales como tantalio, ra tiene un lineamiento general meridiano, caracteri-
columbio, bismuto, litio, berilio, etc. Son cuerpos ta- zado por combinación de plegamientos y fallamientos,
bulares de rumbo general NO, potencias que osci- con predominio de estos últimos (de los Hoyos, 1993).
lan entre 4 y 30 m, buzamientos altos al SO y corri- La geología del salar se define por una costra
das de cientos de metros. Entre los minerales salina seca, compuesta en forma predominante por
formadores más comunes se distinguen: cuarzo, niveles de cloruro de sodio acompañado por canti-
plagioclasa, microclino, moscovita y biotita, sien- dades subordinadas de boratos y sulfatos. Inter-
do los de interés económico: columbita, tantalita, calándose con ésta y también en los bordes y secto-
minerales de bismuto, berilo, espodumeno y otros. res marginales, aparecen niveles limosos y arcillo-
Presentan zonación con cuarzo, plagioclasa y sos, generalmente saturados de sales sódicas. Se-
moscovita hacia los bordes, cuarzo, plagioclasa, gún de los Hoyos (1993), completando la composi-
microclino y moscovita en la parte intermedia y ción de la cuenca se distingue una costra húmeda,
cuarzo en el centro. Se emplazan en diaclasas de constituida por un depósito químico de cloruros y
extensión de los pliegues cabríos de las metamorfitas sulfatos, precipitados por sobresaturación de las sal-
que hacen de caja, integradas por una secuencia mueras.
pelítico-psamítica, plegada y leptometamorfizada, Este autor mencionó que las soluciones acuosas
donde se reconocen pelitas, pizarras, grauvacas y corresponden al tipo clorurado sódico, con hasta 330
cuarcitas de la Formación La Paya (Galliski, 1981). g/l de sólidos disueltos, con contenidos medios de
Los depósitos conocidos de este tipo son las 0,7-0,8 g/l de Li y 7,0-8,0 g/l de K. Otros elementos
manifestaciones María Isabel y María Eugenia, disueltos son: Mg, Ca, B4O7, sulfatos, Cs, Rb, etc.
ambos inactivos y sin mayores expectativas econó- A la fecha se está desarrollando un proyecto de
micas. explotación de litio a cargo del Grupo FMC Minera
del Altiplano, que cuenta con más de 165 pertenen-
Litio cias mineras cubriendo el salar, encontrándose a
nivel de exploración, desarrollo, y puesta en pro-
Acumulaciones de salmueras ricas en litio ducción.
y potasio Si bien los contenidos de litio en las salmueras
no son homogéneos, la empresa que desarrolla el
Salar del Hombre Muerto proyecto ha estimado a profundidades de 0 a 30
metros y de 0 a 70 metros (reservas probables),
En el límite de las provincias de Salta y Cata- 400.000 y 840.000 toneladas respectivamente.
marca, más precisamente en el salar del Hombre
Muerto - depresión cerrada cuya altura es de 3.900 Oro
m s.n.m.-, hay concentraciones importantes de Li, K,
Mg y otros elementos que enriquecen las salmueras Depósitos vetiformes del distrito Incahuasi
subsuperficiales de la cuenca. Se llega a la comarca
desde San Antonio de los Cobres por la ruta nacional Hacia el sur del salar del Hombre Muerto, cer-
51 hasta Estación Pocitos y por la ruta provincial 53 canas a la ruta provincial 53 que une Estación Pocitos
hacia el sur, hasta el mencionado salar. con Antofagasta de la Sierra, se reconocen varias
Si bien en varios salares de la Puna, aunque no yacencias de cuarzo aurífero que conforman el dis-
en todos, aparecen acumulaciones similares de los trito Incahuasi. Se accede a ellas por la ruta antes
mismos elementos, de acuerdo a la información mencionada.
conocida, es en el del Hombre Muerto donde alcan- La unidad litoestratigráfica donde se ubican los
zan su mayor magnitud. depósitos está representada por una secuencia
En la geología del entorno afloran rocas del ba- sedimentaria marina que constituye la Formación
samento ordovícico, integradas por lutitas, cuarcitas Falda Ciénega, de edad ordovícica. La integran luti-
y grauvacas que corresponden a la Formación Fal- tas y limolitas intercaladas con niveles arenosos
da Ciénega, sobre las que se apoyan elementos se- cuarzosos y grauvacas de colores grises verdosos y
Cachi 67
pardos. Presenta rumbo general N a NNE, con in- pecta a la roca encajante, tipo de mineralización y
clinaciones marcadas, preferentemente hacia el este. origen, son similares a los de Incahuasi. En este caso
Estructuralmente se observa una combinación de el depósito está representado por una serie de guías
pliegues y fracturas, donde por su frecuencia y mag- y vetas de cuarzo con potencias entre 5 y 40 cm,
nitud estas últimas adquieren mayor significación rumbo N, NO y NE, con buzamiento variable pero
(de los Hoyos, 1993). con predominio de 60-70° al O. Los valores de oro
La mina Incahuasi es la más conocida y la de reconocidos son bajos, de 1 a 9 g/t en potencias de
mayor envergadura, comprendiendo las pertenen- 20 a 30 centímetros (Angelelli, 1984).
cias La Providencia, La Perseverancia y otras y ubi- Más al sur y hacia el este afloran otras manifes-
cándose en el borde sudoccidental del salar del Hom- taciones, tales como las de Falda Ciénega, Reina de
bre Muerto, a 4.100 metros sobre el nivel del mar. la Selva, Los Nacimientos y Don Martín.
El yacimiento está compuesto por varias vetas,
algunas de ellas ramificadas. En la zona que fue ob- Prospectos subvolcánicos epitermales con Au,
jeto de explotación afloran cuatro vetas: la principal, Cu y Mo diseminados
la del este, a unos 160 m de la anterior y dos hacia el
oeste, a 100 y 230 m de la principal, respectivamen- En la comarca se localizan cuerpos subvol-
te. Los filones conforman un sistema aproximada- cánicos ácidos e intermedios que por sus caracterís-
mente paralelo, de rumbo concordante con las sedi- ticas pueden asimilarse a depósitos con minera-
mentitas encajantes y de inclinación variable. La veta lización diseminada de Au, Cu y Mo y cuyo origen
principal sigue una dirección general meridiana, con está asociado a las emisiones del volcanismo domi-
buzamiento desde 45° hasta la vertical y corrida de nante acaecido a partir del Mioceno superior. Se
aproximadamente 220 metros. La potencia es va- incluyen dentro de este grupo a los prospectos Inca
riable; en la parte norte del sector explotado alcanza Viejo, Vicuña Muerta y Diablillos.
30 cm, hacia el centro 78 cm y 27 cm en la parte sur.
En superficie la veta está integrada por tres guías de Inca Viejo
20 a 40 cm de espesor que se unen formando un
solo filón en profundidad (de los Hoyos, 1993). El depósito aflora en los faldeos del borde orien-
La mineralización consiste en cuarzo aurífero tal del salar de Ratones. Se accede al mismo por la
blanco, teñido por ocres limoníticos. El oro libre es ruta que une a San Antonio de los Cobres con salar
de hábito prismático, macizo y arborescente plano, de Diablillos, pasando por Abra del Gallo y Sijes.
de colores amarillentos muy pálidos, en agregados Se trata de un intrusivo de tipo pórfido mon-
cristalinos de hasta 1,5 mm de diámetro, dispuestos zonítico, emplazado en metamorfitas de edad pre-
en pequeñas fisuras, cementando fragmentos cámbrica del Complejo Metamórfico Río Blanco,
brechados de cuarzo. Acompañan pirita, calcopirita flanqueado por fallas submeridianas. El área de
y blenda, distribuidos en nidos aislados de poco ta- mayor alteración hidrotermal se centraliza en un
maño (Navarro García y Rossello, 1989). González núcleo de naturaleza porfírica, clasificable como
(1991) mencionó que en el área de la mina se han pórfiro dacítico, compuesto por fenocristales de
reconocido zonas de alteración hidrotermal de tipo plagioclasa ácida, cuarzo y biotita, en pasta cuarzo-
sericítica dispuestas en fajas elongadas según el rum- feldespática. Se distingue una facies central con al-
bo de las vetas y acompañada por sílice en algunos teración arcillosa dominante, producida a partir de
casos en cantidades importantes, aparece también feldespato pótasico y plagioclasa. Alrededor de este
alteración clorítica en volúmenes variables, pero siem- centro se extiende una zona anular con alteración
pre subordinada a las anteriores. cuarzo-sericítica. Se suman algunos parches de
Los tenores medios de contenido aurífero osci- silicificación distribuidos irregularmente y sectores
lan, según de los Hoyos (1993), en términos genera- dentro del núcleo donde se señala alteración potásica
les entre 12,5 y 54 gramos por tonelada. débil (Cécere, 1980).
A la fecha se han comenzado nuevos trabajos Sureda et al. (1986) indicaron que en la parte
exploratorios. sur, penetrando a las rocas porfíricas, afloran bre-
Aproximadamente 10 km al sur de Incahuasi se chas intrusivas y de colapso, en algunos casos muy
encuentran las minas de San Antonito, con las per- turmalinizadas.
tenencias Esperanza y Victoria. Las características La mineralización de superficie está represen-
geológicas de estas yacencias, tanto en lo que res- tada fundamentalmente por turquesa y crisocola,
68 Hoja Geológica 2566-III
cuerpos de brecha en un sector conocido como Agua localidad de Cachi, pudiendo llegarse a ella desde
de las Palomas. la ruta nacional 40 por la quebrada del río Luracatao
En el mismo entorno geológico ya descripto, se hasta el paraje del mismo nombre, para continuar
reconocen tres cuerpos de brecha, distribuidos a lo hasta la mina por sendas de herradura.
largo de una fractura de rumbo N-S, aparentemente Se trata de una pequeña veta de galena que re-
desconectados entre sí y que emergen claramente llena una fractura en conglomerados polimícticos y
en el relieve. Están constituidos casi exclusivamen- areniscas rojizas del Subgrupo Pirgua, no existien-
te por brechas silíceas (Bassi, 1975), que contienen do mayor información sobre la misma (Morello y
numerosas oquedades rellenas de limonitas. Cécere, 1975). Unos 12 km al sur y dentro de las
El afloramiento sur, con aspecto de dique, tiene mismas sedimentitas cretácicas aflora la manifesta-
8 m de potencia y 110 m de corrida. En superficie ción San Antonio, de las mismas características.
aparecen impregnaciones de oxidados de cobre. El
afloramiento central, que dista 400 m del anterior, se Depósitos subvolcánicos vetiformes de plomo
extiende por no más de 50 m y no presenta minera-
lización visible en superficie. El tercer asomo de bre- Minas Soroche y Vulcano
cha se ubica a unos 50 m al norte. El resto de la
superficie está cubierta por depósitos inconsolidados Las vetas de Soroche y Vulcano afloran en el
modernos (Bassi, 1975). faldeo oriental de la depresión que ocupa el salar
Según Bassi (1975), de los muestreos superficia- de Ratones, cercanas al prospecto Inca Viejo, pu-
les realizados en el sector se han obtenido valores inte- diendo llegarse a las mismas por el camino que lle-
resantes de oro, con muestras de hasta 25 g/t, mientras va al salar.
que los resultados por cobre son decididamente bajos. Se trata de depósitos vetiformes, aflorantes en
Cubren el prospecto las pertenencias Rumi Cori, Cón- un sector de cizalla de orientación NO. La veta So-
dor Yacu, Salomé, El Mochito y Ojos Grandes. roche se extiende con una corrida de 650 m, con
rumbo N 60°O, buzamiento de 80° al SO y potencia
Plomo media de 0,5 metros. La roca de caja corresponde a
granodioritas y granitos del Complejo Eruptivo Oire.
Filones monometálicos de plomo La mineralización está compuesta por galena argen-
tífera como constituyente principal, acompañada por
Mina Titi Orko blenda, calcopirita y tetraedrita subordinadas, en
ganga de cuarzo macizo. La alteración se reduce a
Con escasa magnitud y poco conocidas, se se- cloritización y argilización que afecta a la roca de
ñalan en el borde oriental de la Hoja, poco más de caja cercana a la veta (Parra y Facio, 1986).
10 km al NNO de Seclantás, yacencias vetiformes El yacimiento, a la fecha inactivo, fue explorado
con mineralización de plomo. Para acceder a las a través de una galería sobre la veta de 61 m de
mismas se utiliza la ruta nacional 40 que recorre los longitud, a la fecha soterrada, además de varias la-
Valles Calchaquíes, debiendo realizarse la aproxi- bores menores. Las reservas inferidas alcanzan se-
mación final a lomo de mula. gún Parra y Facio (1986) a 64.000 t, con tenores de
La mina Titi Orko y posiblemente las pertenen- 8% de Pb, 1,5% de Zn y 150 g/t de Ag.
cias Santa Julia y Magdalena Amancay representan
a este metalotecto que está definido por vetas de Uranio y Vanadio
cuarzo con galena encajadas en elementos
litológicos del basamento precámbrico, integrado Depósitos estratoligados peneconcordantes de
por pizarras, esquistos, filitas, grauvacas y cuarcitas uranio y vanadio
de la Formación La Paya.
DISTRITO E L TONCO
Depósitos estratoligados de plomo
Manifestación Don Bosco
Mina Incauca
A unos 15 km al este de Cachi aflora la mani-
Esta manifestación de plomo aflora en la parte festación de minerales de uranio Don Bosco. Este
alta del cerro Incauca, unos 22 km al OSO de la depósito se incluye dentro de la subcuenca de El
70 Hoja Geológica 2566-III
Tonco, distrito integrado por varias minas entre las La mineralización se compone de bórax o tincal
que se destacan Don Otto, Pedro Nicolás, Los como mena más abundante, acompañado por volú-
Berthos y otras que fueron exploradas y explotadas menes menores de kernita, kurnacovita, ulexita y
por la Comisión Nacional de Energía Atómica. rivadavita. Hay también minerales de origen exclusi-
La yacencia se ubica en litofacies arenosas y vo o muy poco frecuentes tales como inderita,
lutíticas de la Formación Yacoraite, del Cretácico. ezcurrita, probertita, aristarainita y otros (Sureda et
El depósito, estratoligado, peneconcordante, de for- al., 1986).
ma tabular, alcanza un metro de potencia con corri- Tincalayu ha producido desde 1958 más de un
da de 300 m (Guidi, 1979). Según Sureda et al. millón de toneladas de boratos, calculándose a la
(1986), dentro de la mineralogía muy variada son fecha como reservas 5.000.000 t, con tenores me-
comunes autunita, metaautunita, tyuyamunita, ura- dios de 18% de B2O5.
nofano y otros minerales.
Depósitos de boratos recientes
DEPÓSITOS DE MINERALES INDUSTRIA-
LES Salares de Ratones, de Diablillos y del Hombre
(Incluye materiales de construcción y rocas Muerto
ornamentales)
La extracción de boratos recientes de la superficie
Boratos de los salares de Ratones, de Diablillos y del Hombre
Muerto da lugar a operaciones mineras que, más allá de
Depósitos de boratos fósiles la potencial importancia del recurso, no alcanzan mayor
envergadura. Las cuencas productoras se ubican en la
Mina Tincalayu parte norte y central de la Hoja, pudiendo accederse a
las mismas tanto por la ruta provincial 129 que pasa por
El yacimiento Tincalayu (que incluye a las per- Abra del Gallo y Sijes o por la ruta provincial 53 que une
tenencias Viviana, Susana, Mary, Patricia, Diana y Estación Pocitos con Antofagasta de la Sierra.
otras) se encuentra en el borde norte del salar del Las yacencias de estas características forman
Hombre Muerto, en la península del mismo nombre, parte del relleno superior de las cubetas cuaternarias
130 km al sur de Estación Pocitos. Se accede al endorreicas. La mena se presenta como mantos de
mismo por la ruta provincial 53 desviándose hacia el geometría irregular y espesores variables que normal-
este pocos kilómetros al sur del paraje Tolar Chico. mente van de 0,05 a 0,5 m, ubicándose por debajo de
Por su magnitud, es la principal operación minera de las costras salinas y niveles terrosos superficiales.
la provincia de Salta y la más importante extracción Los cuerpos mineralizados se componen en for-
de bórax de Sudamérica. ma dominante por ulexita, depositada en forma de
Una breve enumeración de las entidades geológicas nódulos (papas), de aspecto interior blanco sedoso,
que afloran en la región incluye sedimentitas ordovíci- o como mantos (barras o planchas). Existe general-
cas, sedimentos continentales con aportes volcánicos mente una gradación de mantos a nódulos que dis-
terciarios, dacitas, tobas y fenobasaltos plio-pleistocénicos minuyen de tamaño hacia los bordes de la cuenca.
y depósitos evaporíticos y aluviales recientes. También ocasionalmente en el fango de los salares
La mena de Tincalayu se inserta en niveles hay bórax o tincal conformando cristales euhedrales
de la Formación Sijes. Se trata de un banco de y subhedrales, transparentes o del color del mate-
dimensiones aproximadas de 1.000 por 150 m, rial terroso que los cubre y otras especies de boratos
con potencias que van de 10 a 50 metros. Hacia como hidroboracita (Alonso y Viramonte, 1985).
el piso hay una masa de halita con aspecto de En el salar de Ratones se registran más de 36
domo, de base desconocida, yaciendo por enci- pertenencias mineras, aunque la explotación se re-
ma el cuerpo mineralizado, intercalado con are- duce a unas pocas de ellas. En esta cuenca se han
niscas, pelitas y tobas. Cubren parcialmente al estimado reservas de 1.200.000 t de ulexita (Suárez,
conjunto mantos basálticos cuaternarios. El de- O., comunicación verbal).
pósito configura un bloque estructural elevado, En Diablillos producen boratos sólo las minas
enmarcado por dos grandes fallas normales de Coral y La Entrerriana, de las que se extrajeron 7.900
rumbo NNE (Cornejo Torino y Raskovsky, 1981, t de ulexita en 1995, no obstante que la cantidad de
en Sureda et al., 1986). minas supera las veinte.
Cachi 71
Hombre Muerto es el salar que registra mayor diatomitas que pueden presentar alguna expecta-
número de minas, con más de 70 pedimentos, algu- tiva de aprovechamiento económico. Las mani-
nos de ellos con reservas estimadas, tales como festaciones corresponden a las minas Antofagasta
las minas Hortencia y Providencia con 40.500 t de I a V en las que no se han realizado laboreos mi-
ulexita, la mina Maquiavelo con 27.250 t de mine- neros.
ral, la mina San Luis con 110.000 t de reservas y la
mina 20 de febrero con 60.000 t de ulexita. Según Sillimanita
Castillo et al. (1992), a pesar del número de
pertenecias mineras vigentes y de las reservas men- Concentraciones sillimaníticas de origen
cionadas, la producción es exigua. metamórfico
2 Cobre Antofallita I, II, III y IV Cortaderas 25º03'00"S 67º25'40"O 2566-19 Conglomerados y areniscas Sedimentita, Vizcachera Terciario Ml,Cc,Az,Cv, Ten,Cup, Dela Dos piques y un socavón
3 Cobre Las Vertientes Cortaderas 25º04'10"S 67º19'30"O 2566-19 Conglomerados y areniscas Sedimentita, Vizcachera Terciario Ml,Cc,Az,Cv, Ten,Cup, Dela .
4 Cobre Cortaderas I, II,III y IV Cortaderas 25º05'25"S 67º19'50"O 2566-19 Conglomerados y areniscas Sedimentita, Vizcachera Terciario Ml,Cc,Az,Cv, Ten,Cup, Dela Un pique
5 Travertino Tila Vega Juncalito 25º10'10"S 67º25'10"O 2566-19 Gravas, arenas, arcillas Depósitos aluviales y coluviales Holoceno
6 Travertino Balitu, Cantor Vega Juncalito 25º11'05"S 67º25'20"O 2566-19 Gravas, arenas, arcillas Depósitos aluviales y coluviales Holoceno
7 Diatomita Antofagasta I, II y III Salar de Antofalla 25º25'50"S 67º26'55"O 2566-25 Sedimentos finos Niveles sedimentarios lacustres finos Pleistoceno-Holoceno
10 Diatomita Antofagasta IV y V Vega Los Colorados 25º35'30"S 67º27'40"O 2566-25 Sedimentos finos Niveles sedimentarios lacustres finos PleistocenoHoloceno
Lutitas, pizarras, areniscas, cuarcíferas,
11 Oro Los Nacimientos Los Nacimientos 25º51'45"S 67º22'35"O 2566-31 Fm. Falda Ciénaga Ordovícico Au,Q,Lim,Py, Cp, Bl
grauvacas
Lutitas, pizarras, areniscas, cuarcíferas,
12 Oro Reina de la Selva Los Nacimientos 25º54'17"S 67º21'10"O 2566-31 Fm. Falda Ciénaga Ordovícico Au,Q,Lim,Py, Cp, Bl
grauvacas
Cándido, Chago, Gina y otras (Tolar Intercalaciones de niveles salinos y detríticos Depósitos sedimentarios y evaporíticos de la
13 Sulfato de sodio Tolar Chico 25º02'50"S 67º01'00"O 2566-19 Holoceno The,Mrb
Chico) finos en la parte superior del salar cuenca salina
14 Travertino Don Quijote Salar de Tolillar 25º06'00"S 67º04'06"O 2566-19 Gravas, arenas, arcillas Depósitos aluviales y coluviales Holoceno
15 Travertino Gallego, Josefa Salar de Tolillar 25º07'00"S 67º04'30"O 2566-19 Gravas, arenas, arcillas Depósitos aluviales y coluviales Holoceno
16 Travertino Napoleón I, II y III Salar de Tolillar 25º08'55"S 67º02'30"O 2566-19 Gravas, arenas, arcillas Depósitos aluviales y coluviales Holoceno
17 Travertino Mariana, Tolillar I, II, III, IV y V Salar de Tolillar 25º09'35"S 67º03'20"O 2566-19 Gravas, arenas, arcillas Depósitos aluviales y coluviales Holoceno
Berta, Diana, Estela, Mary, Patricia, Arcilitas y limolitas con lentes e intercalaciones
20 Boratos Tincalayu 25º16'25"S 67º02'50"O 2566-19 Fm. Sijes Terciario Bx,Ker,Tnc,Ulx, Ind,Gin,Riv,Prb, Ha y otros Explotación a cielo abierto
Susana, Tincalayu, Viviana y otras conglomerádicas y piroclásticas
Salar del Hombre Muerto Intercalaciones de niveles salinos y detríticos Depósitos sedimentarios y evaporíticos de la Li,K,Mg,B,Cs, Rb,Ce y otros; Ha,boratos,
22 Litio Poppy I a XV 25º20'25"S 67º09'55"O 2566-25 Holoceno
(Trapiche) finos en la parte superior del salar cuenca salina sulfatos
Salar del Hombre Muerto Intercalaciones de niveles salinos y detríticos Depósitos sedimentarios y evaporíticos de la Li,K,Mg,B,Cs, Rb,Ce y otros; Ha,boratos,
23 Litio Norma I a XV 25º20'30"S 67º08'05"O 2566-25 Holoceno
(Trapiche) finos en la parte superior del salar cuenca salina sulfatos
Salar del Hombre Muerto Intercalaciones de niveles salinos y detríticos Depósitos sedimentarios y evaporíticos de la Li,K,Mg,B,Cs, Rb,Ce y otros; Ha,boratos,
24 Litio Nelly I a XIV 25º20'40"S 67º06'10"O 2566-25 Holoceno
(Trapiche) finos en la parte superior del salar cuenca salina sulfatos
Salar del Hombre Muerto Intercalaciones de niveles salinos y detríticos Depósitos sedimentarios y evaporíticos de la Li,K,Mg,B,Cs, Rb,Ce y otros; Ha,boratos,
25 Litio María I a XV 25º21'40"S 67º09'50"O 2566-25 Holoceno
(Trapiche) finos en la parte superior del salar cuenca salina sulfatos
Salar del Hombre Muerto Intercalaciones de niveles salinos y detríticos Depósitos sedimentarios y evaporíticos de la Li,K,Mg,B,Cs, Rb,Ce y otros; Ha,boratos,
26 Litio Olga I a XV 25º22'00"S 67º08'00"O 2566-25 Holoceno
(Trapiche) finos en la parte superior del salar cuenca salina sulfatos
Salar del Hombre Muerto Intercalaciones de niveles salinos y detríticos Depósitos sedimentarios y evaporíticos de la Li,K,Mg,B,Cs, Rb,Ce y otros; Ha,boratos,
27 Litio Beatriz I a XIII 25º21'40"S 67º06'25"O 2566-25 Holoceno
(Trapiche) finos en la parte superior del salar cuenca salina sulfatos
Hoja Geológica 2566-III
Cachi
Salar del Hombre Muerto Intercalaciones de niveles salinos y detríticos Depósitos sedimentarios y evaporíticos de la Li,K,Mg,B,Cs, Rb,Ce y otros; Ha,boratos,
29 Litio Rosana I a XV 25º23'20"S 67º09'45"O 2566-25 Holoceno
(Trapiche) finos en la parte superior del salar cuenca salina sulfatos
Salar del Hombre Muerto Intercalaciones de niveles salinos y detríticos Depósitos sedimentarios y evaporíticos de la Li,K,Mg,B,Cs, Rb,Ce y otros; Ha,boratos,
30 Litio Silvia I a XV 25º23'40"S 67º08'00"O 2566-25 Holoceno
(Trapiche) finos en la parte superior del salar cuenca salina sulfatos
Salar del Hombre Muerto Intercalaciones de niveles salinos y detríticos Depósitos sedimentarios y evaporíticos de la Li,K,Mg,B,Cs, Rb,Ce y otros; Ha,boratos,
31 Litio Santa Bárbara 25º23'10"S 67º06'25"O 2566-25 Holoceno
(Trapiche) finos en la parte superior del salar cuenca salina sulfatos
Salar del Hombre Muerto Intercalaciones de niveles salinos y detríticos Depósitos sedimentarios y evaporíticos de la
32 Boratos Alberto, Centenario, La Jujeña 25º22'40"S 67º00'20"O 2566-25 Holoceno Ulx,Bx,Hbc
(Farallón Catal) finos en la parte superior del salar cuenca salina
Salar del Hombre Muerto Intercalaciones de niveles salinos y detríticos Depósitos sedimentarios y evaporíticos de la
33 Boratos Cuba, Habana, Rosita 25º24'20"S 67º00'55"O 2566-25 Holoceno Ulx,Bx,Hbc
(Farallón Catal) finos en la parte superior del salar cuenca salina
34 Bentonita Alicia María, Ana María, Lalita Incahuasi 25º24'30"S 67º12'52"O 2566-25 Gravas, arenas, arcillas Depósitos aluviales y coluviales Holoceno Arcillas
Incahuasi, La Paciencia, La
Lutitas, pizarras, areniscas, cuarcíferas, Importante desarrollo de
35 Oro Peregrina, La Perseverancia, La Incahuasi 25º25'55"S 67º11'52"O 2566-25 F. Falda Ciénaga Ordovícico Au,Cp,Bl,Q, Lim,Py
grauvacas labores
Providencia
Salar del Hombre Muerto Intercalaciones de niveles salinos y detríticos Depósitos sedimentarios y evaporíticos de la
36 Boratos 20 de mayo 25º25'20"S 67º05'30"O 2566-25 Holoceno Ulx,Bx,Hbc
(Incahuasi) finos en la parte superior del salar cuenca salina
Salar del Hombre Muerto Intercalaciones de niveles salinos y detríticos Depósitos sedimentarios y evaporíticos de la
37 Boratos Marcela 25º25'40"S 67º06'45"O 2566-25 Holoceno Ulx,Bx,Hbc
(Incahuasi) finos en la parte superior del salar cuenca salina
Horacio, María Cristina, 3 de Salar del Hombre Muerto Intercalaciones de niveles salinos y detríticos Depósitos sedimentarios y evaporíticos de la
38 Boratos 25º26'30"S 67º05'30"O 2566-25 Holoceno Ulx,Bx,Hbc
febrero (Incahuasi) finos en la parte superior del salar cuenca salina
Salar del Hombre Muerto Intercalaciones de niveles salinos y detríticos Depósitos sedimentarios y evaporíticos de la
39 Boratos Eduardo 25º26'50"S 67º06'55"O 2566-25 Holoceno Ulx,Bx,Hbc
(Incahuasi) finos en la parte superior del salar cuenca salina
Salar del Hombre Muerto Intercalaciones de niveles salinos y detríticos Depósitos sedimentarios y evaporíticos de la
40 Boratos Santa Rosa 25º26'30"S 67º01'35"O 2566-25 Holoceno Ulx,Bx,Hbc
(Incahuasi) finos en la parte superior del salar cuenca salina
Salar del Hombre Muerto Intercalaciones de niveles salinos y detríticos Depósitos sedimentarios y evaporíticos de la
41 Boratos Don Elías, 20 de febrero 25º26'40"S 67º03'00"O 2566-25 Holoceno Ulx,Bx,Hbc
(Incahuasi) finos en la parte superior del salar cuenca salina
Salar del Hombre Muerto Intercalaciones de niveles salinos y detríticos Depósitos sedimentarios y evaporíticos de la
42 Boratos Jenny, Paulina, Sabina 25º27'00"S 67º04'25"O 2566-25 Holoceno Ulx,Bx,Hbc
(Incahuasi) finos en la parte superior del salar cuenca salina
Salar del Hombre Muerto Intercalaciones de niveles salinos y detríticos Depósitos sedimentarios y evaporíticos de la
43 Boratos Despegue, Flavio 25º27'35"S 67º02'25"O 2566-25 Holoceno Ulx,Bx,Hbc
(Incahuasi) finos en la parte superior del salar cuenca salina
Salar del Hombre Muerto Intercalaciones de niveles salinos y detríticos Depósitos sedimentarios y evaporíticos de la
44 Boratos Ricardo 25º28'00"S 67º06'40"O 2566-25 Holoceno Ulx,Bx,Hbc
(Incahuasi) finos en la parte superior del salar cuenca salina
Salar del Hombre Muerto Intercalaciones de niveles salinos y detríticos Depósitos sedimentarios y evaporíticos de la
56 Cloruro de sodio Goias 25º13'40"S 66º58'35"O 2566-20 Holoceno Ha
(Tincalayu) finos en la parte superior del salar cuenca salina
Salar del Hombre Muerto Intercalaciones de niveles salinos y detríticos Depósitos sedimentarios y evaporíticos de la
57 Cloruro de sodio Manaos 25º13'35"S 66º57'30"O 2566-20 Holoceno Ha
(Tincalayu) finos en la parte superior del salar cuenca salina
101 Plomo (plata) Magdalena Amancay La Paya 25º11'08"S 66º14'40"O 2566-21 Pizarras, esquistos, filitas Fm. La Paya Precámbrico Ga,Q
102 Plomo (plata) Titi Orko Seclantás 25º14'25"S 66º14'00"O 2566-21 Pizarras, esquistos, filitas Fm. La Paya Precámbrico Ga,Q
103 Cobre Los Cardones Vallecito (Finca Pucará) 25º56'10"S 66º10'40"O 2566-33 Pizarras, esquistos, filitas Fm. La Paya Precámbrico Minerales de cobre
ABREVIATURAS: Ag: plata; Apt:apatita; Ars:arsenopirita; Au:oro; Aut:autunita; Az:azurita; Be:berilo; Minerales de Bi:minerales de bismuto; Bio:biotita; Bl:blenda; Bx:bórax; Car:carnotita; Cc:calcosina; Clb:columbita; Cp:calcopirita; Cris:crisocola; Cup:cuprita; Cv:covelina; Dela:delafossita; Esp:espodumeno; Fk:feldespato potásico; Ga:galena; Gin:ginorita;
Grn:granate; Ha:halita; Hbc:hidroboracita; Hem:hematita; Ind:inderita; Jar:jarosita; Ker:kernita; Lep:lepidolita; Lim:limonitas; Mar:marcasita; Maut:metautunita; Mic:microclino; Ml:malaquita; Mo:molibdenita; Mos:moscovita; Mrb:mirabilita; Oli:oligisto; Oxcu:minerales oxidados de Cu; Plag:plagioclasa; Prb:probertita; Py:pirita; Q:cuarzo; Riv:rivadavita;
Sill:sillimanita; Ten:tenorita; The:thenardita; Tnc:tincalconita; Ttl:tantalita; Ttr:tetraedrita; Tur:turmalina; Tq:turquesa; Ty:tyuyamunita: Ulx:ulexita; Uran:uranofano.
Hoja Geológica 2566-III
Cachi 75
glomerados muestran grandes bloques deslizados Cuencas evaporíticas de los salares de Rato-
hacia la cuenca (olistolitos), entre los que es posi- nes, Diablillos, Hombre Muerto, Tolillar y
ble diferenciar diques de pegmatitas provenientes Antofalla
del basamento granítico con escasa fragmentación
y rotación. Constituyen modelos de cuencas evaporíticas
holocenas con distintas tipologías minerales. Son
Explotación de boratos de la mina Tincalayu una importante fuente de recursos económicos para
la región, especialmente los salares de Hombre
Constituye la explotación más importante de Muerto, Diablillos y Ratones.
boratos fósiles en la región. El open pit de la mina
Tincalayu es el más antiguo del país y hasta hace Antigua explotación aurífera de la mina
poco tiempo el más desarrollado. Los bancos de Incahuasi
boratos que se explotan pertenecen a la Formación
Sijes del Mioceno superior y están constituidos por Vetas de cuarzo aurífero alojadas en la For-
bórax o tincal y 16 especies minerales de boratos mación Falda Ciénega en el borde austral del sa-
acompañantes. lar del Hombre Muerto, con intensa actividad a
mediados de siglo. Además de su interés
Explotación de litio en la mina Fénix (borde geológico-minero, este sitio es de interés históri-
austral del salar del Hombre Muerto). co dado que allí se preservan las ruinas del pue-
blo de una antigua explotación jesuítica del siglo
Moderna explotación de litio a partir de salmue- XVII.
ras del salar del Hombre Muerto iniciada en 1997.
AGRADECIMIENTOS
Caldera del cerro Galán
A la familia Fabián de Finca Hualfín, familia
Corresponde a una de las mayores calderas vol- Dávalos de Finca Tacuil, Minera del Altiplano-
cánicas de los Andes. De edad pliocena, muestra FMC, familia Abán de La Puerta y Pacific Rim,
una estratigrafía volcánica donde se distinguen las por la colaboración brindada durante los controles
unidades características asociadas a una caldera. de campo.
Sitio de difícil acceso. Ricardo Alonso agradece a T. Jordan y a D.
Vandervoot por sus importantes comentarios sobre
Depósitos sinorogénicos neógenos en el vér- la cronología radimétrica del Cenozoico; a R.
tice sudoeste de la Hoja Pascual, M. Reguero, M. Bond, A. Carlini, G. López
y W. Berman, por su información sobre la diversi-
Entre los valles de Hualfín y Pucará están bien dad faunística de la Formación Geste y por último
representados algunos aspectos del desarrollo de a W. Rojas por su colaboración en la preparación
una faja plegada y corrida y la evolución del los del manuscrito.
depósitos sinorogénicos asociados. En los valles Fernando Hongn, en carácter de coordinador
de Hualfín y Pucará la Formación Angastaco está de este trabajo, expresa su reconocimiento a R.
plegada y cubierta en fuerte discordancia angular Alonso, A. Fuertes, R. García, R. González, A.
por la Ignimbrita Pucarilla de aproximadamente Igarzábal, R. Monaldi y F. Moya por la participa-
12 Ma, mientras que en el Valle Calchaquí la For- ción voluntaria en la elaboración del texto descrip-
mación Angastaco pasa en concordancia angular tivo del mapa.
a las Formaciones Palo Pintado y San Felipe del Sirva este espacio también para un home-
Mioceno superior-Plioceno inferior, conjunto que naje al doctor Antonio P. Igarzábal, fallecido
fue plegado con posterioridad a la Ignimbrita poco tiempo antes de la presentación de este
Pucarilla. trabajo.
Cachi 77
Ciencias Naturales, Universidad Nacional de Catamarca. Actas 13° Congreso Geológico Ar-
Salta, 122p., (inédito). Salta. gentino y 3° Congreso de Exploración de Hi-
ARGAÑARAZ, R., J. VIRAMONTE y L. drocarburos, 3:653-667. Buenos Aires
SALAZAR, 1973. Sobre el hallazgo de BOND, M. y G. M. LÓPEZ, 1995. Los mamíferos
serpentinitas en la Puna Argentina. Actas 5° de la Formación Casa Grande (Eoceno) de la
Congreso Geológico Argentino, 1:23-32. Bue- Provincia de Jujuy, Argentina. Ameghiniana,
nos Aires. 30:301-309. Buenos Aires.
BAHLBURG, H., R. PANKHURST, F. HERVÉ, M. BOSO, M. A., E. M. BRANDÁN y J. A. SALFITY,
GOETTERT and U. ZIMMERMANN, 1996. 1984. Estratigrafía y paleoambientes del
The Ordovician basin in the southern Puna: new Subgrupo Pirgua (Cretácico) en la comarca de
data on basin evolution and the Paleozoic Brealito, provincia de Salta. Actas 9° Congre-
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Buenos Aires - 2001
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Referencia bibliográfica
ISSN 0328-2333
Es propiedad del SEGEMAR • Prohibida su reproducción
CONTENIDO
RESUMEN ..................................................................................................................................... 1
ABSTRACT ..................................................................................................................................... 3
1. INTRODUCCIÓN ..................................................................................................................................... 5
Ubicación de la Hoja y área que abarca .................................................................................................. 5
Naturaleza y Metodología del trabajo .................................................................................................... 5
Investigaciones anteriores ...................................................................................................................... 6
2. ESTRATIGRAFÍA ..................................................................................................................................... 7
2.1. Neoproterozoico-Eopaleozoico ........................................................................................................................... 7
2.1.1. Puna ..................................................................................................................................... 7
2.1.1.1. Neoproterozoico-¿Eocámbrico? ........................................................................................................... 7
2.1.1.1.1. Rocas metamórficas ............................................................................................................................... 7
Formación Pachamama ............................................................................................................. 8
Complejo Metamórfico Río Blanco ........................................................................................ 8
Metamorfita Antofallita .......................................................................................................... 10
2.1.1.2. Cámbrico-Ordovícico .......................................................................................................................... 10
2.1.1.2.1. Rocas sedimentario-epimetamórficas. ................................................................................................ 10
Formación Tolillar .................................................................................................................. 10
Formación Falda Ciénega ....................................................................................................... 11
2.1.1.2.2. Rocas magmáticas ................................................................................................................................ 12
Complejo Básico Ojo de Colorados ...................................................................................... 12
Complejo Eruptivo Oire ......................................................................................................... 12
Formación Cortaderas ............................................................................................................ 14
2.1.2. Cordillera Oriental ............................................................................................................................... 15
2.1.2.1. Neoproterozoico-Eocámbrico ............................................................................................................. 15
2.1.2.1.1. Rocas metamórficas ............................................................................................................................. 15
Formación Puncoviscana ........................................................................................................ 1 5
Formación La Paya ................................................................................................................. 16
2.1.2.1.2. Rocas plutónicas ................................................................................................................................... 17
Formación Cachi ..................................................................................................................... 17
2.1.2.2. Cámbrico-Ordovícico .......................................................................................................................... 18
2.1.2.2.1. Rocas plutónicas ................................................................................................................................... 18
Tonalita Las Viñas ................................................................................................................... 18
Granito La Angostura .............................................................................................................. 18
Granito Pucará ........................................................................................................................ 19
Granito Altos del Cajón .......................................................................................................... 20
2.2. Cretácico-Paleógeno ................................................................................................................................... 20
2.2.1. Cordillera Oriental ............................................................................................................................... 20
Grupo Salta ................................................................................................................................... 20
Subgrupo Pirgua ...................................................................................................................... 21
Subgrupo Balbuena .................................................................................................................. 22
Formación Lecho ...................................................................................................... 22
Formación Yacoraite................................................................................................. 22
Subgrupo Santa Bárbara .......................................................................................................... 23
Formación Mealla ................................................................................................................... 23
Formación Maíz Gordo..............................................................................................................23
Formación Lumbrera .................................................................................................................23
2.3. Cenozoico ....................................................................................................................................23
2.3.1. Puna ....................................................................................................................................23
2.3.1.1. Rocas sedimentarias ...............................................................................................................................23
2.3.1.1.1 Paleógeno ....................................................................................................................................24
Formación Geste .......................................................................................................................24
2.3.1.1.2. Paleógeno-Neógeno ...............................................................................................................................25
Sedimentita Vizcachera ..............................................................................................................25
2.3.1.1.3. Neógeno ....................................................................................................................................25
Formación Catal ........................................................................................................................25
Formación Batín ........................................................................................................................26
Formación Sijes .........................................................................................................................26
2.3.1.1.4 Cuaternario ....................................................................................................................................26
Depósitos terrazados ................................................................................................................27
Depósitos aluviales y coluviales ..............................................................................................27
Depósitos evaporíticos-Salares ................................................................................................27
2.3.1.2. Rocas volcánicas y subvolcánicas.........................................................................................................28
2.3.1.2.1 Fases magmáticas ...................................................................................................................................29
Primera fase magmática...........................................................................................................................29
Formación Catal ........................................................................................................................29
Formación Inca Viejo .................................................................................................................30
Formación Tebenquicho ...........................................................................................................30
Ignimbrita Pucarilla ...................................................................................................................30
Segunda fase magmática ........................................................................................................................31
Andesita Ratones .....................................................................................................................31
Lava Real Grande ......................................................................................................................32
Tercera fase magmática...........................................................................................................................33
Complejo Volcánico Cerro Galán ...............................................................................................33
Ignimbrita del centro resurgente .................................................................................33
Lavas y domos de post caldera .................................................................................. 33
Ignimbrita dacítica ......................................................................................................33
Cuarta fase magmática ............................................................................................................................34
Formación Incahuasi.................................................................................................................34
Consideraciones genéticas.....................................................................................................................34
2.3.2. Cordillera Oriental ...................................................................................................................................35
2.3.2.1. Paleógeno(?)-Neógeno...........................................................................................................................35
Formación Luracatao ................................................................................................................35
Grupo Payogastilla ....................................................................................................................35
Formación Quebrada de los Colorados ......................................................................35
Formación Angastaco.................................................................................................36
Formación Palo Pintado ..............................................................................................37
Formación San Felipe .................................................................................................38
2.3.2.2. Cuaternario ....................................................................................................................................38
Depósitos terrazados ................................................................................................................39
Depósitos aluviales y coluviales ..............................................................................................39
Depósitos de deslizamiento ......................................................................................................39
Depósitos aluviales y terrazas cultivadas .................................................................................39
3. TECTÓNICA ................................................................................................................................... 40
3.1. Estructuras neoproterozoico - eocámbricas ........................................................................................ 40
3.2. Estructuras ordovícicas ........................................................................................................................ 41
3.3. Estructuras cretácicas .......................................................................................................................... 43
3.4. Estructuras cenozoicas ......................................................................................................................... 45
3.5. Inversión de estructuras ........................................................................................................................ 46
3.6. Lineamientos ................................................................................................................................... 48
4. GEOMORFOLOGÍA ................................................................................................................................... 49
4.1. Introducción ................................................................................................................................... 49
Rasgos fisiográficos ............................................................................................................... 49
Climas y suelos ....................................................................................................................... 49
Escurrimiento ......................................................................................................................... 50
Procesos morfogenéticos ...................................................................................................... 51
4.2. El relieve ................................................................................................................................... 52
4.3. Riesgos geológicos .............................................................................................................................. 54
6. HIDROGEOLOGÍA ................................................................................................................................... 57
6.1. Región de los valles calchaquíes .......................................................................................................... 57
6.2. Región de la puna austral ...................................................................................................................... 60
BIBLIOGRAFÍA ....................................................................................................................................77