Está en la página 1de 9

Vía Crucis 2023

Miércoles 5 de abril

SANTO, ESPÍRITU SANTO


Narrador 1: Jesús, vos que dijiste “el que quiera seguirme, que tome su cruz y me siga”; hoy te
acompañamos en este Vía Crucis para recordar tu camino hacia nuestra salvación.
Narrador 2: Te damos gracias por el infinito amor que nos demostraste, y te pedimos fortaleza para los
momentos en que nuestras cruces son demasiado pesadas y valentía para ayudar al prójimo a cargar la
suya.
Narrador 1: en un día como este, nos permitimos meternos dentro de tu corazón para vivenciar que como
hombre, caminaste, sufriste y moriste para regalarnos la vida eterna.
Narrador 2: El camino de la Cruz es un camino de amor, un camino de fidelidad, un camino de solidaridad y
un camino donde Dios revela su amor al hombre, y nos demuestra lo importante que somos cada uno de
nosotros.
Narrador 1: Por eso, esta vez decidimos hacer un mayor esfuerzo en entenderte a vos y a los que te
rodearon, así podemos verdaderamente hacerle justicia a tu historia.

Narrador 2: Empecemos este camino: En nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo.

ALMA DE
CRISTO
ÚLTIMA CENA
Los apóstoles y Jesús entran a escena, todavía no se sientan.
Jesús: Ahora, que yo lavé sus pies, ustedes deberán lavárselos los unos a los otros. Y no es necesario que les
lave más de los pies, porque ustedes están limpios. Todos salvo uno; el que me traicionará esta noche.
Apóstoles: ¿Seré yo maestro?
Jesús hace un gesto con la mano y todos se sientan. Toma el pan y lo reparte a sus discípulos diciendo.

Jesús: Tomen y coman todos de él, pues este pan es mi cuerpo, cuerpo que será entregado por ustedes.
Parte el pan y se lo da a sus discípulos. Acabada la cena tomó el vino y dando gracias dice:
Jesús: Tomen y beban todos de él, pues este vino es vino de mi sangre, sangre de la alianza nueva y eterna
que será derramada por ustedes y por muchos en perdón de los pecados. Hagan esto en conmemoración
mía.

HACIÉNDOTE PAN
Jesús: Ámense los unos a los otros como yo los he amado; así, cuando los vean dirán “esos son cristianos,
por lo mucho que se aman”.
(Jesús se para, y los apóstoles detrás de él).
Lucas/Apóstol 3: ¿Y ahora qué, maestro?
Jesús: Ahora, iremos al monte de los olivos, en Getsemaní, a orar.
(Mientras caminan, Pedro le dice a Jesús en privado):
1
Pedro: Jesús, yo te voy a seguir hasta el final.

Jesús: ¿Lo harías?


Pedro: Jesús, yo te voy a seguir hasta el final. Si hiciera falta, daría mi vida para ayudarte.
Jesús: Verás Pedro que antes de que cante el gallo, me habrás negado tres veces.
Pedro queda pensativo y camina más lento
Valen/Apóstol 4: ¿Es acá, maestro?
Jesús: Sí. Quédense despiertos orando. Tengo que hablar con nuestro Padre.
Se aparta y comienza a orar
Jesús: Padre, qué sólo me siento. Aparta de mí este cáliz... pero que sea tu voluntad, no la mía.
GETSEMANÍ
ORACIÓN DE JESÚS EN EL HUERTO DE LOS OLIVOS
(Cuando Jesús vuelve encuentra a sus discípulos medio dormidos).
Jesús: No pudieron quedarse despiertos, oren para no caer en tentación.
Narrador 1: Mientras Jesús hablaba, desde lejos se venía acercado Judas acompañado de los romanos.
Judas: a quien bese es a quien deben arrestar.
Lolo/Apóstol 5: Judas, ¿qué hacen estos soldados acá?
Judas besa a Jesús y, acto seguido, los romanos se acercan para arrestarlo. Pedro saca su espada e
intenta defender a Jesús.
Jesús: No, Pedro. El que a hierro mata, a hierro muere.
Narrador 1: Rezamos, PADRE NUESTRO...
Los soldados llevan a Jesús a la casa del Sumo Sacerdote para condenarlo, y Pedro, quien lo había
seguido, lo espera afuera. 3 mujeres se acercan de a poco.
Sirvienta 1: Él es uno de los que seguía al Galileo.
Pedro: Yo no conozco a ese hombre.
Sirvienta 2: Sí, él escuchaba sus palabras.
Pedro: Deben estar confundidas.
Sirvienta 3: Seguro que eras su seguidor.

Pedro: Yo no sé de quién hablan, no conozco a ese hombre.

En seguida canta el gallo y Pedro cae en la cuenta de lo que hizo y se lleva las manos a la cabeza.
Pedro: ¡No puede ser! Jesús tenía razón, ¡lo traicioné! Mi mejor amigo, mi maestro. Y no tuve el coraje de
decir “Sí, yo lo sigo.” Si no pude hacer eso, ¿cómo voy a dar mi vida por él? Sólo puedo decir que nunca
tuve más miedo que ahora: la persona a la que más amo va a morir. Morir por nosotros. Y yo, por miedo,
lo negué tres veces. (Cruza las manos y mira hacia arriba).
Dios, me arrepiento de mi pecado, y te pido fuerza para volver a seguir a Jesús. De ahora en más, lo voy a
seguir hasta la muerte.

Judas también está a la salida del templo, cerca de Pedro, y un soldado romano se le acerca y le da una
bolsa con monedas dentro.
Liam/Soldado 1: Del Sumo Sacerdote por entregar al nazareno

2
Judas las toma, se mueve nerviosamente y preocupado, comienza su monólogo
Judas: Bueno, ya está, ya lo hice. Lo entregué. Aunque no se si actué bien. ¿Por qué lo traicioné?
Y todo por 30 monedas de plata. Lo mismo que paga un judío por matar a un esclavo.
Pasó tan poco tiempo, pero siento como si mi vida estuviera… perdiendo sentido... y esas 30 monedas de
plata ya no son nada para mí.
Narrador 2: Judas, avergonzado, sale de escena arrojando las monedas al piso.
PRIMERA ESTACIÓN: JESÚS ES CONDENADO
Narrador 1: Te adoramos Cristo y te bendecimos…
Narrador 2: …porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

ALGO DE PAZ
Pilato: Jesús, fuiste llevado ante mí para ser condenado por revolucionar al pueblo judío.
Pilato toma a Jesús y se lo lleva lejos de la multitud para poder hablar.
Pilato: ¿Es cierto que sos el rey de los judíos?
Jesús: Mi reino no es de este mundo.
Pilato: No te entiendo, ¿sos rey?
Jesús: Esas son tus palabras. Yo nací para dar testimonio de la verdad
Pilato: ¿Qué es la verdad?
La muchedumbre empieza a gritar para que les lleven a Jesús. Pilato vuelve con él.
Pilato: Yo no encuentro motivos para condenar a este hombre, y como es la fiesta de Pascua les daré a
elegir: ¿a quién quiere que libere, a Barrabás o al Mesías?
Pueblo: ¡A Barrabás! ¡A Barrabás!
Pilato: ¿Y qué hago con este hombre?
Pueblo: ¡Crucifíquelo! ¡Crucifíquelo!
Pilato: Salve Caesar!
Acto seguido, Pilato se lava las manos, y luego va al encuentro de su mujer.
Esposa: ¿Para qué te necesitaban?
Pilato: Para juzgar a un profeta.
Esposa: ¿Y fuiste justo al juzgarlo?
Pilato: Claro, lo dejé a criterio del pueblo.
Esposa: ¿El pueblo? Pero el trabajo es tuyo.
Pilato: Sí, ya sé, pero no podía entender lo que decía. Yo no lo creí culpable, pero era más fácil-
Esposa: ¿Qué era más fácil, basar tu juicio en la opinión ajena?
Pilato: Pero...
Esposa: Juzgaron a un hombre que parecía inocente, sólo por no conocer la verdad. ¿Y si me pasara a mí?
¿O peor, a vos? Un solo momento de injusticia, en el que nadie nos cree, o nos quiere ayudar, y así, sin más,
nos envían a la cruz.
Pilato, pensativo, cuestiona su juicio, y se empieza a desarmar.
3
Pilato: Me duele admitirlo, pero tenés razón. Muy dentro mío, yo conocía la gravedad de mis acciones. No
quise aceptarlo porque ahora no sé cómo enfrentar a mi conciencia: ¿cómo puedo mirarme al espejo
sabiendo que un hombre inocente podría morir hoy, y yo no hice nada para ayudarlo?
Jesús es despojado de su ropa mientras los soldados y el pueblo se burlaban de él.
Narrador 1: Ilumina nuestro pensamiento, Jesús, para poder ver con más claridad nuestros juicios, y las
verdades que se encuentran frente a nuestros ojos.
Rezamos: Padre nuestro…

VEN Y SÍGUEME
SEGUNDA ESTACIÓN: JESÚS CARGA LA CRUZ
Narrador 2: Te adoramos Cristo y te bendecimos…
Narrador 1: …porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Narrador 2: En esta estación, Jesús carga el peso de su cruz. Carga con el peso de nuestras críticas. Lo
flagelan y lo magullan. Los soldados le colocan una corona de espinas en forma de burla. Así, paso a paso,
se va cumpliendo todo lo anticipado por él y los profetas.
Rezamos: Padre nuestro…

TERCERA ESTACIÓN: JESÚS CAE POR PRIMERA VEZ


Narrador 1: te adoramos Cristo y te bendecimos…
Narrador 2: Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Jesús Cae.
Narrador 3: Jesús cae por primera vez. Sin haber dormido, habiendo sido golpeado, desnudado y entregado,
su cuerpo humano no podía soportar el peso de la cruz. Jamás pidió ayuda. Él cargó nuestros pecados como
si fueran los suyos, sin ángeles ni fuerzas sobrehumanas. Nos demuestra su infinito amor, y no pide nada a
cambio. Nos habla directo al corazón y nos dice cómo no era sólo Dios, sino también hombre. Sabemos que
sos fuerte, y por eso queremos tomar tu mano todos los días, para que nos ayudes a levantarnos en cada
tropiezo, y estés con nosotros en cada momento de gloria.
Rezamos: Padre nuestro…

JOVEN LEVANTATE
CUARTA ESTACIÓN: JESÚS ENCUENTRA A SU MADRE
Narrador 2: Te adoramos Cristo y te bendecimos…
Narrador 1: …porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
María se encuentra con Jesús. Ella siente todo el peso que su hijo está cargando, y sufre con él.
Jesús: Mamá…
María: Estoy acá, hijo, estoy acá con vos… Nunca te voy a dejar solo...
Las personas (entre ellos Simón de Cirene) al borde del camino hacen unos comentarios en voz baja:
María voltea para verlos y hablarles.
María: ¡Ustedes! ¡Miran, susurran, pero ¿no piensan hacer nada?! ¿Son sólo espectadores? ¿O van a hacer
algo al respecto? Miren y vean si hay algún dolor en el mundo comparable a este… Porque este hombre,
que no es sólo mi hijo, no carga esta cruz por sus pecados, sino por todos los suyos.
MARÍA DE LA ALIANZA inst mientras habla narrador
Narrador 1: María se convierte en nuestra madre. Su hombro en el pañuelo de nuestras lágrimas, y su
sonrisa en la calma que busca nuestra alma.
4
MARÍA DE LA ALIANZA
QUINTA ESTACIÓN: SIMÓN DE CIRENE AYUDA A JESÚS A
CARGAR LA CRUZ
(Jesús está solo en una esquina con los soldados)
Narrador 2: Te adoramos Cristo y te bendecimos…
Narrador 1: …porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Jesús está muy débil, tropieza y camina lento.
Benja/Soldado 2: Así no va a llegar a la cima, y el pueblo lo quiere crucificado, no enterrado. Trae a alguien
para que lo ayude.
(Los soldados agarran a Simón, quien no quiere ir al principio, y lo colocan debajo de la cruz)
Jesús: G-gracias…
Simón se sorprende, se apiada de Jesús. (Lo acaricia).

DE CIRENE
Hombre: ¿Que hace ese? ¿Por qué lo ayuda? Si lo mandaron a la cruz, algo habrá hecho…
Verónica: Cállese, por favor. No sé si es culpable, pero estoy segura de que es un hombre, y está sufriendo
muchísimo. Ni sus seguidores vinieron. Usted puede aprender mucho de este Cireneo, ayudando a alguien
que no conoce, sin ganar nada a cambio…
El hombre se queda pensativo, y Jesús y Simón se van.
Narrador 1: Cuántas veces habremos pasado al lado de un hermano, ignorando su dolor. Jesús, ayúdanos a
no ser indiferentes. A dar una mano a nuestro prójimo, porque lo que para nosotros es un detalle, a otro le
puede significar un gran cambio.
Rezamos: Padre nuestro…

SEXTA ESTACIÓN: VERÓNICA LIMPIA EL ROSTRO DE JESÚS


Narrador 2: Te adoramos Cristo y te bendecimos…
Narrador 1: …porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Verónica, que estaba siguiendo a Jesús, se acerca a Él esquivando a los guardias y le limpia el rostro con
un pañuelo.
Verónica: No soporto verte así, Jesús.
Jesús: Es mi misión, mujer… entregar la vida.
Los soldados la apartan de Cristo, y ella mira el pañuelo y dice a los otros:
Verónica: ¡Es su rostro! ¡Quedó en el pañuelo!
Narrador 3: El rostro de Cristo en el pañuelo es un mensaje para nosotros. De una manera nos dice que
todo acto bueno, todo gesto de verdadero amor hacia el prójimo aumenta nuestra semejanza con Cristo.
Los actos de amor no pasan. Cualquier gesto de bondad, de comprensión y de servicio deja en nuestros
corazones una marca duradera, acercándonos un poco más a Él.
Narrador 1: Con casi ninguna posibilidad para ayudar a Jesús, y teniendo a los romanos impidiéndolo,
Verónica se abrió el camino. Ella creía que debía ayudar a aquel hombre, y a pesar de todo lo que tenía en
contra, logró hacerlo. Ayúdanos, señor, a encontrar el camino para ayudar, y si no existe, ayúdanos a crear
uno nuevo.
Rezamos: Padre nuestro…

5
CARA A CARA
SÉPTIMA ESTACIÓN: JESÚS CAE POR SEGUNDA VEZ
Narrador 2: Te adoramos Cristo y te bendecimos…
Narrador 1: …porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Narrador 2: Jesús cae de nuevo, cumpliendo las escrituras, pero no se da por vencido. Se vuelve a levantar,
porque eso es lo más valioso. Así debe ser, pues si no fuera complicado, no valdría tanto la pena.
Narrador 1: A veces, incluso teniendo ayuda, caemos igual. Sin embargo, sabemos que, al levantarnos,
seremos más fuertes. Danos fuerzas, Jesús, para levantarnos con más fuerza. Danos el poder de no
rendirnos en nuestra misión, como lo hiciste vos. Respondemos: “Danos un corazón compasivo”

Rezamos: Padre nuestro…

MIL CONSEJOS (parte 1)


OCTAVA ESTACIÓN: JESÚS Y LAS MUJERES DE JERUSALÉN
Narrador 1: Te adoramos Cristo y te bendecimos…
Narrador 2: …porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Jesús pasa por un grupo de mujeres que lloraban al verlo sufriendo. Se acerca a consolarlas.
Jesús: No lloren por mí, mujeres. Lloren por ustedes y sus hijos.
Mujer 1: No, Jesús, queremos seguirte; estamos sufriendo por vos, igual que vos estas sufriendo por todos
nosotros.
Jesús: No… en vez de llorar en mí -crean en mí.
Mujer 2: Rogamos por vos Jesús.
Narrador 1: Respondemos “Te rogamos, Señor Jesús.”
⎯ Por aquellos que necesitan consuelo
⎯ Por quienes se preocupan por el prójimo sin poder hacer nada
⎯ Por aquellos arrepentidos de sus pecados
⎯ Por quienes aún no se han arrepentido, para que encuentren el camino hacia ti
Rezamos: Padre nuestro…

NOVENA ESTACIÓN: JESÚS CAE POR TERCERA VEZ


Narrador 3: Jesús cae por tercera vez, y todo el peso de su cruz cae sobre él. Su cuerpo humano había sido
drenado de todas las fuerzas, y ya no podía pararse. Él eligió ser como nosotros; eligió sentir, sufrir, llorar y
reír. No se puso sobre nosotros; se entregó para salvarnos. Que no nos asuste la vista de un condenado que
cae a tierra extenuado bajo la cruz. Este anticipo de la muerte esconde en sí mismo la luz de la vida.

MIL CONSEJOS (PARTE 2)


DÉCIMO ESTACIÓN: JESÚS ES DESPOJADO DE SUS VESTIDURAS
Narrador 1: Te adoramos Cristo y te bendecimos…
Narrador 2: …porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

SAN AGUSTÍN
Narrador 1: Señor, te despojamos de tu honra, de tu ropa, nos burlamos de ti, te difamamos, y aun así no
nos abandonaste. Te pedimos que nos des tu fidelidad, tus ganas de seguir adelante pese a todo. Ayúdanos
a “poner la otra mejilla”.

6
Narrador 2: En esta Semana Santa, miremos nuestro corazón y reflexionemos qué queremos mejorar. Si
queremos ser más serviciales para con el prójimo, si nos falta paciencia para entender a nuestros hermanos
en las situaciones difíciles, o si debemos abrir nuestra mente a los problemas y las peticiones de quienes
nos rodean.

SAN AGUSTÍN
Narrador 1: Hoy, nos unimos como comunidad para colaborar con un gesto solidario en favor a nuestros
hermanos más pobres, realizado en todas las parroquias en Buenos Aires durante Cuaresma. Los chicos de
5° año pasarán para recoger los sobres mientras permanecemos en nuestros lugares.

CRISTO REINA
Los chicos de 5to pasan las canastas

DÉCIMO PRIMERA ESTACIÓN: JESÚS ES CLAVADO EN LA CRUZ


Narrador 1: Te adoramos Cristo y te bendecimos…
Narrador 2: …porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
A los pies de la cruz se encuentra su madre María, María Magdalena y Juan. María Magdalena empieza a
llorar y se apoya en el hombro de Juan, quien la abraza.
Juan: Tranquila, Magdalena, tranquila. Esto es lo que estaba escrito.
Magdalena: ¿Y qué vamos a hacer sin Él, Juan? ¿Se va a ir así? ¿Después de todo lo que nos dio?
Juan: Es cierto. Cuántas enseñanzas le hemos escuchado, cuántas obras, cuántos milagros.
Magdalena: Y su mirada no cambia. Con la dulzura con la que me perdonó, ahora los mira a ellos.
Juan: Hace unos días, el pueblo entero lo seguía y lo alababa; y hoy lo condenaron.
Magdalena: ¡¿Qué vamos a hacer sin él, Juan?!
(Le clavan las manos a Jesús)

Magdalena: ¡Esas manos!

Narrador 2: Los golpes del martillo retumban en la historia; clavado en la cruz por su propio pueblo. Pero,
los clavos no son suficientes para impedir que siga dándole una mano a quienes lo necesitan, o llegando a
los lugares más aislados en busca de quien quiera entrar a su reino.

EL MARTILLERO
Narrador 1: Ya era mediodía cuando lo crucificaron. Sobre su cruz se leía su condena en latín: “Jesús
Nazareno, Rey de los judíos”. A cada uno de sus lados, un ladrón se encontraba crucificado.
Narrador 2: Al estar clavado, Jesús unía cielo y tierra; eternidad y tiempo; Dios y hombre. Sus brazos
estaban abiertos, como abrazando a la humanidad. Luego de tres horas de agonía, uno de los ladrones dijo:
Ladrón malo: ¿Realmente es el hijo del Padre? Entonces que se baje de esa cruz.
Ladrón bueno: ¿Pero no tenés temor de Dios? Nosotros fuimos crucificados por nuestros pecados, en
cambio Él no hizo nada. Señor, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino.
Jesús: Te aseguro que hoy estarás conmigo en el cielo.
Narrador 3: Señor, danos fuerza para seguir el camino de Dios con la misma fidelidad que tú. Aprendamos a
seguir el camino del silencio.
(Silencio breve)
Recemos: Padre nuestro…

7
DÉCIMO SEGUNDA ESTACIÓN: JESÚS MUERE
Narrador 2: Te adoramos Cristo y te bendecimos…
Narrador 1: …porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Frente a la cruz, uno al lado del otro, se encontraban María y Juan. Jesús les habló:
Jesús: Madre, ahí tienes a tu hijo. Hijo, ahí tienes a tu madre… (mirando al cielo) Dios mío, ¿por qué me has
abandonado? Tengo sed.
Narrador 1: Y cumpliendo con las escrituras, ya estaba entregado a la muerte.
Jesús: Ya todo está cumplido. Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu.
Narrador 1: nos ponemos de rodillas. Así fue cómo el hijo de Dios entregó su vida por nosotros. Sin pedirnos
nada a cambio, habiéndonos enseñado todo lo que podía y por una razón tan elevada como sus acciones:
nuestra salvación. -se paran.

Rezamos: Padre nuestro…

EL QUE MUERE POR MI


DÉCIMO TERCERA ESTACIÓN: JESÚS ES BAJADO DE LA CRUZ
Narrador 2: Te adoramos Cristo y te bendecimos…
Narrador 3: …porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Narrador 3: Contemplamos a Jesús en silencio (pausa).
Respondemos “ayúdanos madre, querida”
⎯ Para aceptar la voluntad de Dios, aunque sea dolorosa
⎯ Para seguirte en los momentos de luz y de oscuridad
⎯ Para ser capaces de perdonar, aunque sea a nuestro peor enemigo
Rezamos: Dios te salve María…

A TANTO AMOR
DÉCIMO CUARTA ESTACIÓN: JESÚS ES SEPULTADO
Narrador 1: Te adoramos Cristo y te bendecimos…
Narrador 2: …porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Narrador 1: Apurados por la noche que se acercaba, no se pudieron completar todas las celebraciones. José
de Arimatea fue quien ofreció sepulcro para el cuerpo de Jesús. El Salvador fue envuelto en unos trapos y
acomodado en este. El silencio debió haber invadido toda la ciudad, y los corazones de todos tus fieles.
Narrador 2: La llama que habías encendido se apagaba. Los discípulos se encontraban descolocados, ¿quién
hubiera podido estar tranquilo sabiendo que su Rey ya no se encontraba entre nosotros?
Rezamos: Padre nuestro…
Adoración pequeña

SOPLA
Final
Narrador 1: Jesús, nosotros sabemos que nunca nos abandonas. Hoy te pedimos que te hagas presente
entre nosotros. Que resucites y nos ayudes a reformar nuestros corazones, llénalos de amor para revivir la
llama de nuestra fe.

8
Jesús sale del sepulcro y sale al encuentro con María Magdalena. Ambos se arrodillan contemplando la
cruz. (Se arrodillan mirando al coro)
Narrador 2: Gracias a nuestro Salvador, hoy tenemos la esperanza de una Vida Eterna. Te agradecemos tu
Sacrificio, y contigo a tu lado, queremos seguir el camino del bien. Teniéndote como guía, sabemos que
nuestro amor en ti y en nuestros hermanos crecerá día a día, porque las mejores obras nacen del amor.

CIERRE
VIDA EN ABUNDANCIA
GLORIA AL REY

También podría gustarte