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Unidad 1: Marketing, Actividad Económica y Empresa: Texto Clave
Unidad 1: Marketing, Actividad Económica y Empresa: Texto Clave
Texto Clave
- Por último, Peter Drucker simplifica la definición como: "El propósito del
Marketing es hacer que la venta sea innecesaria" (En Kottler y Armstrong, 2013).
Es por ello, que el profesional del Marketing aúna diferentes habilidades como
pueden ser: conocimiento del sector, identificar oportunidades, estudiar al
consumidor, detectar necesidades, definir las estrategias, ejecutar el plan de acción
y analizar los resultados de las acciones realizadas. De hecho, el contenido y alcance
de la función de Marketing es enorme. Para un mayor detalle sobre todas las
funciones que puede llegar a recoger la función de Marketing, se recomienda la
lectura del libro Principios de Marketing (Esteban, García de Madariaga, Narros,
Olarte, Reinares y Saco, 2011).
Gracias a la actividad de Marketing, por tanto, una organización puede cambiar
drásticamente. Por ejemplo, en la Figura 1 podemos ver un producto sin propuesta
de valor: chanclas de plástico, baratas y que, probablemente, hayan sido adquiridas
en un hipermercado o tienda de descuento. En cambio, en la Figura 2 vemos el
mismo producto, pero con una propuesta de valor concreta: diseño, colores
personalizables, marca Havaianas con un buen posicionamiento de marca,
experiencia de compra (tienda, entorno, etc.) y a un precio muy superior.
Como hemos visto en las definiciones anteriores, el Marketing tiene mucho que ver
con la identificación de necesidades de los consumidores y generar el deseo de
cubrir esas necesidades con el fin de desarrollar una demanda de nuestros
productos. Para entender lo que esto quiere decir, definamos las palabras clave:
Es decir, la necesidad es algo que existe inherente al espíritu de superación del ser
humano. Una vez la persona es consciente de dicha necesidad, surge el deseo y,
finalmente, la demanda, que es la expresión de dicho deseo por cubrir la necesidad.
Figura 4. Cómo el Marketing ayuda a desarrollar la actividad económica (Fuente: elaboración propia).
2. El plan de Marketing en la organización de una empresa
Figura 6. En empresas pequeñas, Marketing queda integrado bajo la Dirección Comercial (Fuente:
elaboración propia).
Figura 8. Roles y actitudes habituales ante los elementos que componen la propuesta de valor de una
empresa. Podemos ver cómo la función de Marketing ofrece un fuerte contrapeso ante actitudes
más «destructivas » o «conformistas » (Fuente: elaboración propia).
3. Rol del Marketing en la definición estratégica de una empresa
Estrategia Corporativa:
- Responsable: Dirección General.
- Visión a largo plazo (5 años: Plan director).
- El propósito es convencer a los accionistas para seguir invirtiendo en la
empresa, por lo que el objetivo es maximizar ventas y rentabilidad de
manera duradera en el tiempo. En el caso de que haya un Consejo de
Administración que marque los objetivos a largo plazo, el Director General
debe «transformar» estos objetivos en decisiones empresariales.
Estrategia Marketing:
- Responsable: Dirección Marketing.
- Visión a largo plazo (5 años).
- El objetivo o propósito es desarrollar una propuesta de valor duradera en
el tiempo en base a la estrategia corporativa.
Estrategia Comercial:
- Responsable: Dirección Ventas.
- Visión a corto plazo (cumplir con el plan de ventas vigente).
- El propósito es alcanzar los objetivos de ventas del año en curso y
planificar los objetivos del siguiente año.
Marketing Operativo:
- Responsable: Product Manager / Brand Manager.
- Visión a corto plazo (un año).
- El propósito es diseñar el plan táctico para ayudar a cumplir con los
objetivos de Marketing y ventas. Alcanzar el plan de ventas. Cubrir las
necesidades de la función comercial.
Por ello, la Dirección General define las grandes líneas estratégicas que marcarán el
desarrollo de la empresa a largo plazo. La Dirección de Marketing debe
«transformar» estas directrices en planes concretos que se puedan ejecutar a largo
plazo. Por último, el Marketing Operativo debe trazar el plan de ejecución para el
año en curso, alineado con el plan desarrollado por la Dirección de Marketing a largo
plazo, y que permita ayudar a la fuerza comercial a alcanzar y cumplir con el Plan de
Ventas. Simplificando los niveles de estrategia se reducen a los cuatro que pueden
observarse en la Figura 9:
Figura 11. Danone decidió desarrollar una marca para cada categoría de producto. De esta manera,
esta decisión estratégica hizo que Natillas Danone pasara a llamarse Danet, o que Petit Suisse pasara a
llamarse Danonino, entre otras modificaciones. La decisión de desarrollar las marcas es estratégica, y
el desarrollo de una marca u otra en sí es operativa (Fuente: elaboración propia a partir de imágenes
de los anuncios de Danone).
Por este motivo, desde el Marketing Operativo se contribuye a cumplir los objetivos
estratégicos (Fig. 13).
Podemos ver, por tanto, que el Marketing Operativo se basa en la ejecución de las
acciones determinadas en el Marketing Mix y establece los objetivos «tácticos» (corto
plazo), que no son más que la definición de las «cosas a hacer» (concretas) para
desarrollar las estrategias. Al estar muy basado en un plan concreto, es poco
modulable, ya que debe estar claramente definido para alcanzar los objetivos
marcados. Esto implica que no podemos modificar muchos aspectos del plan, pero
sí podemos realizar decisiones de re-asignación del presupuesto cerrado. Por
último, es importante «influir en toda la organización» en las acciones a realizar.
Figura 14. Gestión de estrategias de Marketing y Marketing Mix (Fuente: Kotler y Armstrong, 2013).
Existen múltiples formas de desarrollar la manera de competir en función de las
capacidades y recursos de que disponga una empresa, así como en función de cómo
queramos competir. Algunas de ellas son:
Figura 15. Radiohead lanzó su disco permitiendo que el consumidor pagase lo que quisiera por la
descarga. El resultado ha sido lograr uno de los mejores lanzamientos de la historia en términos de
ingresos (Fuente: Libertad Digital, 2007).
Figura 17. Damm S.A. desarrolla su estrategia mediante la construcción de marcas fuertes que
atiendan a varios segmentos de consumidores de bebidas «espirituosas». Cada marca tiene
identidad propia y se dirige a un tipo de consumidor muy diferenciado (Fuente: elaboración propia a
partir de las imágenes de marca de Damm S.A.).
- Debe ser capaz de hacernos únicos, es decir, ningún otro competidor debe
disponer de dicha ventaja.
- Debe ser relevante para el consumidor.
- Debe ser sostenible para poder seguir basando nuestra estrategia en algo
sólido, y no solamente en una oportunidad pasajera.
- Debe ser difícil de copiar para que la competencia no pueda reaccionar.
- Debe ser cierto (no overpromising) para lograr una credibilidad y
sostenibilidad a largo plazo.
Hemos visto con los ejemplos anteriores como Damm S.A., por ejemplo, ha
desarrollado su ventaja competitiva creando vínculos emocionales muy fuertes
entre sus marcas y los segmentos de consumidores a los que atiende. Su estrategia
clara y constante le han permitido, por ejemplo, que el consumidor de Voll Damm no
se «escape» a otro producto basado en «doble malta», o que el consumidor
de Damm Lemon solicite el producto por la marca, y no por el genérico «clara».
Es muy importante entender que una ventaja competitiva debe ser sostenible y
difícil de copiar. Por este motivo, una estrategia de «precios bajos» suele no ser una
buena manera de desarrollar dicha ventaja competitiva, ya que la ejecución «bajar
precios» es fácilmente copiable y poco sostenible en el tiempo. Por este motivo, las
empresas que basan su ventaja competitiva en «precios bajos» suelen haber
trabajado muy bien la parte de «reducción de costes» antes de aventurarse en dicha
estrategia. Ejemplos de éxito son MediaMarkt, Lidl, Mercadona, etc. En cambio, otras
empresas que intentaron sobrevivir a la crisis migrando de manera oportunista
hacia este tipo de estrategia, no fueron capaces de sostener dicha estrategia lo
suficiente como para desarrollar una ventaja competitiva. Un ejemplo de este caso
fue Caprabo con su «comparador» (Fig. 18)
Figura 18. En el año 2013, Caprabo declaró la «guerra» a Mercadona con su campaña «El
Comparador». Sin embargo, no fue capaz de sostenerla en el tiempo lo suficiente como para
desarrollar una ventaja competitiva, y abandonó la idea volviendo a un posicionamiento de
«proximidad» (Fuente: Cinco Días - El País, 2013).
Es por ello que, para tener éxito en el desarrollo de una ventaja competitiva,
debemos tener muy claro cómo competir, pero también desarrollar un
posicionamiento de marca sólido y coherente con nuestra ventaja competitiva.
7. Posicionamiento
Una vez tenemos claro cómo competir, es igualmente importante trasladar esta
idea al mercado y al consumidor para lograr la diferenciación frente a nuestros
competidores. Para desarrollar un buen posicionamiento de marca es necesario
realizarlo de la siguiente manera:
Figura 19. Posibles propuestas de valor (Fuente: elaboración propia a partir de Kotler y Armstrong,
2013).
Para entender el funcionamiento de dicha matriz, establezcamos un ejemplo en el
sector de la automoción:
Figura 20. Ferrari ofrece un «más por más» (Fuente: Disput, 2020).
- «Más por lo mismo»: misma calidad que la competencia, pero a menor precio (Fig.
21).
Figura 21. Lexus (Toyota) ofrece un «más por lo mismo». Más prestaciones que un Mercedes, pero al
mismo precio (Fuente: Lexus y Mercedes, 2020).
- «Lo mismo por menos»: ofrecen lo mismo que otros competidores, pero a
precios claramente inferiores (Fig. 22).
- «Más por menos»: sería «opción ganadora» y muchas empresas lo utilizan como
«gancho», pero en la realidad es difícil de lograr (Fig. 24).
Figura 24. Peugeot ha iniciado una estrategia de «más por menos» ofreciendo un producto de calidad
superior, pero a un menor precio que sus competidores (Fuente: Peugeot, 2020).
Texto Clave
Algunos ejemplos de producto que puede ofrecer una empresa a sus clientes serían
los que se muestras en las Figuras 1 y 2.
1. Tipos de Producto
Los productos tangibles son aquellos productos físicos, con forma y volumen y, por
tanto, se pueden tocar, coger y percibir con los sentidos. Se podría simplificar la
definición como aquellos productos que se pueden «coger y almacenar». Estos, a su
vez, se clasifican de la siguiente manera:
- Consumo inmediato: son aquellos productos tangibles que, una vez se han
utilizado o consumido, desaparecen. Algunos ejemplos de este tipo de producto
pueden ser productos de alimentación (dulces, bebidas, bollería industrial, etc.), o
productos químicos (jabones, desodorantes, etc.), entre muchos otros.
Los productos intangibles, por otro lado, son aquellos que no se pueden almacenar.
Ejemplos de este tipo de productos serían las actividades de ocio como ir al cine,
suscribirse a un gimnasio (el hecho en sí de ir al gimnasio es el disfrute de un
producto no tangible), o contratar un seguro del hogar. Como veremos más
adelante, el reto que tienen los profesionales del Marketing con este tipo de
producto es cómo llegar a «tangibilizarlos» en la mente del consumidor para que
sepa otorgarles un valor adecuado. Al ser un producto que no se puede «tocar» y
que se debe «experimentar», el valor percibido puede variar enormemente de un
consumidor a otro, e incluso de una experiencia de consumo a otra. Esto sucede
porque en este tipo de productos la persona que ofrece el servicio es inseparable
del propio servicio (por ejemplo, la calidad de un masaje dependerá totalmente de
las habilidades del masajista, así como la experiencia recibida en una sesión
de spinning dependerá de la motivación y experiencia del instructor).
En el caso de Endesa (Fig. 3), la empresa lanzó los Energy Pack como una manera de
«tangibilizar» un producto intangible. Esta estrategia le permitió ubicar la venta de
sus productos en tiendas físicas, como la cadena de tiendas Fnac, para llegar a
consumidores de compra impulsiva. Gracias a esta estrategia puede llegar a más
consumidores y captarles en el momento en que están sensibles para comprar.
2.1. Conveniencia
- Compra habitual: son productos cuyo consumo se hace más de una vez al
mes. Por ejemplo, leche, agua mineral y/o productos de compra en el
supermercado y/o consumo frecuente.
2.2. Comparación
Son aquellos productos de consumo cuya compra es menos frecuente y, por tanto,
más meditada. El consumidor suele implicarse en la compra y, por ello, se realiza
con mayor planificación y comparando entre las opciones disponibles. El precio
suele ser más elevado y la distribución más selectiva, por lo que el consumidor tiene
que realizar un esfuerzo en ir a buscar el producto que está, normalmente, en un
punto de distribución o tienda que no tiene necesariamente a su alcance. Debido a
que el proceso de compra es más largo, el Marketing suele ir muy enfocado a
provocar la aparición del deseo, mediante el uso de Publicidad muy persuasiva y
acompañando al consumidor hasta que surge la oportunidad de venta. Es habitual
también contar con vendedores formados y/o motivados para realizar la
prescripción adecuada de los productos. Ejemplos de este tipo de productos son los
siguientes:
2.3. Especialidad
Son productos tan específicos, que existe una gran lealtad a la marca y, por tanto,
una baja sensibilidad al precio. Son productos que el consumidor ha decidido de
antemano que quiere adquirir sin entrar en un proceso de comparación, pero
meditando y planificando la compra. El precio suele ser alto y la distribución muy
exclusiva en pocos puntos de venta. A nivel de acciones de Marketing, no suele
haber mucha acción promocional y prima más las acciones below the line, mucho
más dirigidas y «targetizadas». Ejemplos de este tipo de productos los encontramos
en las joyas, los relojes de marca tipo Rolex (Fig. 13), y los bienes de lujo en término
general (Fig. 14).
Figura 13. Reloj Rolex (Fuente: Pexels, Rolex y Jones, 2019).
Figura 14. Televisor Bang & Olufsen (Fuente: Bang & Olufsen, 2019).
2.4. No buscados
Figura 16. Síntesis de los diferentes tipos de productos de consumo (Fuente: elaboración propia a
partir de Kotler y Armstrong, 2013).
Los productos para el sector industrial son aquellos que se compran para darles un
procesamiento posterior o para usarse en un negocio. Es decir, no son productos
para un consumo final propiamente dicho. Por mucho que puedan ser productos
acabados, su consumo o utilización se realiza para la elaboración de otro producto
de consumo. Estos productos se clasifican en los siguientes:
Figura 18. Robot para Factory Automation de Mitsubishi Electric (Fuente: Blockcast,
2019).
- Suministros y servicios: son productos que sirven de surtido para las operaciones
(lubricantes, carbón, papel, lápices, etc.). Pueden ser también artículos para
reparación y mantenimiento (pintura, clavos, etc.).
Figura 20. Dimensiones de un producto de consumo (Fuente: elaboración propia a partir de una
imagen de Estrella Damm, 2019).
5. Decisiones de producto
En la definición del producto también debemos decidir acerca del estilo del mismo
(el atractivo físico del producto) y sobre su diseño (la funcionalidad del producto).
Normalmente, el concepto «diseño» se asocia al atractivo físico, y cabe destacar que
el diseño no necesariamente está asociado al atractivo físico del producto, que es el
estilo, sino a la utilidad que se le pueda dar al mismo. Es decir, un producto con un
diseño más adecuado probablemente tendrá un uso más satisfactorio para el
consumidor y será, por tanto, un producto más útil.
Para este epígrafe, la bibliografía es muy extensa, por lo que las principales
referencias a las que se ha acudido son las obras de Aaker (1996), Ries y Trout (2001)
y Ries y Ries (2002). La marca o el branding es un componente del producto.
Habitualmente, en Marketing la marca se asocia a comunicación, pero las decisiones
sobre la marca, de hecho, influyen directamente sobre la calidad percibida o el
posicionamiento del producto, por lo que debe incluirse en la política de producto.
Antes de tomar cualquier decisión que afecte a la marca, debemos medir la fortaleza
de la marca. Es decir, debemos determinar si la marca actual permite diferenciarnos
de la competencia, si es una marca relevante en el mercado o en nuestros
consumidores, si es debidamente conocida y si despierta cierta estima en nuestros
clientes. El grado de desarrollo de la marca en cada una de estas esferas
determinará nuestra fortaleza de marca y, por consiguiente, el grado de
intervención que deberemos tomar al respecto. Para la construcción de una marca
fuerte, debemos desarrollarla en diferentes fases, que se estudiarán en los
próximos subepígrafes.
6.1. El posicionamiento
Lo primero de todo, es determinar cómo posicionar la marca. Para ello, existen tres
niveles:
Figura 22. Un ejemplo de beneficio deseable es la estrategia que siguió Volvo, al posicionar la marca
gracias al beneficio de «seguridad» que llevaba incorporado el coche (Fuente: Volvo Cars, 2017).
Seleccionar el nombre de la marca es una de las fases más complicadas, puesto que
acertar nos permitirá construir y desarrollar la marca a futuro. En cambio, si
tenemos una marca desafortunada, que engancha poco o que no conecta con
nuestro consumidor, podemos caer en el error de invertir mucho dinero sin obtener
ningún retorno.
Para seleccionar el nombre más adecuado para una marca, no existe una «fórmula
mágica», pero sí unas recomendaciones a seguir:
Figura 23. Ejemplos del uso de nombres de marcas (Fuente: Trident, Amazon y Mitsubishi Motors,
2020).
- Nuevas marcas: cuando una empresa considera que una marca está
decayendo o no le permite acceder a un nuevo segmento, o necesita una
nueva marca para continuar desarrollando el negocio sin afectar a sus ventas
actuales, en ese caso introduce una nueva marca con un posicionamiento
diferente dentro del mismo mercado. Se trata de una práctica muy habitual,
por ejemplo, en el sector del automóvil, donde Volkswagen posee Skoda,
o Toyota posee Lexus. Dichas acciones pueden resumirse en la siguiente
tabla:
Figura 24. Acciones de marcas actuales y nuevas marcas (Fuente: elaboración propia).
7. «Packaging»
8. Etiquetado
- Mejorar el producto.
- Abrir el producto a nuevos mercados.
- Modificar la política de precios (considerar el efecto de la experiencia y las
economías de escala).
- Modificar la política de comunicación.
- Potenciar el posicionamiento.
- «Madurez». En esta fase, las ventas se mantienen (o pueden bajar por la presión
de la competencia), y se llega al punto en que la producción no puede aumentar
más, incluso se deben reducir costes para mantener el beneficio. La Publicidad debe
intentar conservar la atención del mercado por el producto, para asegurar las ventas
estimadas. Sectores representativos de esta fase son los dedicados a ordenadores
personales, relojes, productos de consumo, y otros en los que las estrategias a
seguir pasan por reducción de los costes de producción e innovación para
permanecer en el mercado en una situación similar a la actual. En esta fase se
invierte más en Publicidad para empezar a desarrollar el brand equity.
Texto Clave
Según Kotler (2013, p. 257), en el sentido más estricto, "el precio es la cantidad de
dinero que se cobra por un producto o servicio". Sin embargo, en un sentido más
amplio, es el desembolso de dinero, pero también el tiempo invertido hasta
conseguir el producto. Es decir, un precio es la suma de los valores que los clientes
dan a cambio de los beneficios de tener o usar el producto o servicio. Es decir, como
indica José de Jaime Eslava (2012, p. 21), "puede definirse al precio como lo que cuesta
[…] una cosa".
Figura 1. En la teoría clásica de la demanda, una bajada del precio afecta aumentando
inevitablemente la demanda y viceversa. En la realidad, sabemos que diferentes factores pueden
condicionar la demanda, y no únicamente el precio (Fuente: elaboración propia).
Hay que vigilar muy bien la política de precio, puesto que podemos estar alterándola
sin darnos cuenta. Muchas empresas, como Port Aventura, emiten descuentos y
promociones constantemente (Fig. 2). Esto se ha convertido en una especie de
modificación del precio, dado que muy pocos consumidores compran ya el precio
íntegro en la taquilla y buscan descuentos vigentes antes de la visita al parque, bien
sea en artículos de consumo o en los descuentos obtenidos por ser miembros de
determinados colectivos (RACC, La Caixa, etc.).
- Suele darse que un mayor precio indica mayor calidad, aunque hay que ir
con cuidado con esto, porque si la marca no es madura o el producto es
claramente de baja calidad puede perjudicar la credibilidad de la empresa y
provocar un efecto muy negativo.
Figura 3. Un packaging algo más premium, con un precio diferente, puede llevar al consumidor a
percibir una calidad superior en un producto en comparación al otro. En ambos casos, estamos
comparando perfumes cuya calidad real dependerá de la apreciación subjetiva (olor) de cada
persona (Fuente: Fendrihan, 2019; Best General Stores, 2017).
Entendemos por pricing aquellos procesos estratégicos relacionados con los precios
de venta de los productos o servicios que ofrece una empresa a sus clientes y
potenciales consumidores. José de Jaime Eslava explica los 10 puntos a considerar
a la hora de fijar un precio (2012, p. 29):
1) El pricing es mucho más que decidir los precios de venta: se debe entender
sus implicaciones en la percepción de la marca por los consumidores, la
posible reacción de la competencia, los objetivos de negocio que persigue la
empresa, etc.
Como última regla del pricing, es fundamental entender que lo último que debe
hacerse, en la medida de lo posible, es bajar los precios; una vez bajado un precio,
es muy complicado volver a subirlo.
Una vez conocemos el decálogo del pricing, debemos considerar los elementos que
pueden influir en un precio y sobre los que el mismo precio puede llegar a influir
una vez fijado. Conocer estas interrelaciones es importante para anticipar los
efectos de una posible subida o bajada de un precio en el mercado y en nuestro
negocio (Fig. 4).
Figura 4. Las interrelaciones de los diferentes actores en la fijación de un precio (Fuente: elaboración
propia a partir de José de Jaime Eslava, 2012).
- Interrelación pricing-costes: debemos conseguir que nuestra estrategia genere
precios rentables; es decir, que cubran todos nuestros costes fijos y variables de la
producción de dichos bienes y servicios. De esta forma, tendremos que considerar
qué costes son relevantes a la hora de imputarlos en el precio final, y donde se
encuentra nuestro punto de equilibro o umbral de rentabilidad de ventas para
optimizar dicha relación precios-costes.
- Interrelación pricing-ciclo vida del producto: como sabemos, los productos pasan
por varias etapas a lo largo de su vida (introducción, crecimiento, madurez, declive),
por lo que nuestras estrategias irán en función del momento del ciclo de vida en el
que nos encontremos; teniendo vital importancia el pricing en la fase de
introducción al mercado (lanzamiento).
- Alcanzar los objetivos del plan director: en función del plan de la empresa,
el precio deberá fijarse o bien para incrementar el margen, o bien para
incrementar la cuota de mercado, por ejemplo, o si es un lanzamiento o si se
pretende lograr algún tipo de posicionamiento en el mercado.
- Ser flexible ante los movimientos del mercado: si se puede definir una
política flexible que nos permita adaptar nuestros precios a los cambios del
mercado.
- Pequeñas empresas: Alta dirección fija precios. Visión más global y centrada
en los beneficios.
- Grandes empresas: Marketing fija precios. Visión más micro, de mercado y
consumidor.
- Si hay auge económico, podemos intentar subir los precios. Si hay recesión
del consumo, en cambio, aumenta la presión por bajarlos para mantener el
volumen de ventas.
Hay otros factores que pueden influir en nuestras decisiones de precios, como son
las presiones sociales, la climatología (si vendemos aire acondicionado y aumenta
la demanda por una ola de calor, la escasez de producto puede provocar que suban
los precios). Hay que conocer bien los factores adicionales que pueden afectar a un
sector determinado. Un ejemplo de ello es en el caso del mercado de aire
acondicionado (Fig. 6), donde el estallido de la burbuja inmobiliaria derivó en una
caída de la demanda brutal y una consecuente caída en los precios.
Figura 6. Evolución del mercado de climatización. Después del estallido de la burbuja inmobiliaria, el
mercado se contrajo cayendo más de la mitad en menos de 7 años (Fuente: Calor y Frío, a partir de
datos de la Asociación de Fabricantes de Equipos de Climatización, 2020).
Figura 7. La estrategia «buen valor» consiste en dar un precio adecuado al producto (como el ejemplo
de ofrecer un 30 % de descuento sobre el precio), mientras que la estrategia del «valor agregado»,
prima ofrecer una «mejora» de producto para no bajar el precio (como el regalar un 30 % más de
producto). Ambas estrategias son equivalentes, pero la última evita el deterioro de los precios
(Fuente: Figura 7. La estrategia «buen valor» consiste en dar un precio adecuado al producto (como el
ejemplo de ofrecer un 30 % de descuento sobre el precio), mientras que la estrategia del «valor
agregado», prima ofrecer una «mejora» de producto para no bajar el precio (como el regalar un 30 %
más de producto). Ambas estrategias son equivalentes, pero la última evita el deterioro de los
precios (Fuente: Perfumes Club (s.f.). Champú Revlon Flex graso [Fotografía]. Recuperado
de: https://bit.ly/32IN7RF).
- Costes fijos: son aquellos que no varían en función de las ventas (por
ejemplo, los salarios fijos, ya que por muy poco que vendamos, debemos
asumir pagar los salarios fijos a nuestros empleados).
- Costes variables: son aquellos que varían en función de las ventas (por
ejemplo, las materias primas, ya que cuanto más vendamos, más materias
primas consumiremos).
Muy relacionado con la fijación de precios según los costes, se puede determinar en
función del margen que queremos obtener de un determinado producto. Los
problemas de este método son:
Es muy habitual en empresas que no son líderes fijar los precios en función de lo
que hace la competencia. No obstante, antes de hacerlo debemos preguntarnos lo
siguiente:
Esta metodología tiene sentido cuando se aplica a compañías que desarrollan líneas
de productos en lugar de productos individuales. Es por ello, que se decide la fijación
de precios para una línea completa.
5.8. Precios «gancho»
Este método consiste en fijar alguna referencia a un precio «gancho» muy bajo para
atraer a compradores que acabarán gastando más, o para posicionar la marca como
«barata». Estrategia clásica online y para ganar posiciones en Google Shopping.
Los productos cautivos se dan cuando una empresa fabrica un producto principal a
bajo precio que deberá utilizar junto con otros productos consumibles a un precio
más elevado. La estrategia se basa en fijar un precio bajo al producto principal, y
márgenes más elevados a los productos asociados y/o consumibles.
Así, Gillette vende sus máquinas de afeitar (o rastrillos) a un precio bajo, pero gana
dinero en los cartuchos de repuesto. Otro ejemplo son las impresoras cuyos
cartuchos de tinta cuestan la mitad que la propia impresora. O las jarras de
agua Brita, cuyos filtros cuestan más que la propia jarra.
5.10. De subproductos
Muy habitual para empresas que promocionan la venta cruzada o buscan aumentar
la facturación media. Es común en empresas de comida rápida ofreciendo, por
ejemplo, un menú completo que es más económico que comprando los productos
separadamente.
Las compensaciones son otro tipo de reducción con respecto al precio de lista. Por
ejemplo, las compensaciones a cambio son reducciones en el precio que se otorgan
a quienes entregan un artículo viejo al comprar uno nuevo.
5.14. Psicológica
Las empresas multinacionales pueden decidir fijar precios por geografías para
adaptarse a los mercados o, por el contrario, para buscar homogeneidad de marca.
También se puede decidir, si somos una empresa que vende a todo el mundo, el
eliminar los costes de envío, lo cual no deja de ser equivalente a una reducción de
precio. Este tipo de método tiene implicaciones, sobre todo en mercados B2B:
- FOB (Free On Board , es decir, Libre a bordo): los precios FOB dejan la
responsabilidad del producto desde que sale del almacén en manos del
cliente. La ventaja es que, al ser el cliente quien asume el envío, los precios
suelen ser más económicos.
El método de fijación dinámica suele aplicarse mediante un algoritmo que ajusta los
precios, o bien en función del «interés» detectado en los consumidores; o de otros
factores, como la disponibilidad o no de stock. Es muy habitual en empresas de e-
commerce, aunque también se dan en otro tipo de mercados, como el del automóvil,
al haber una fijación prácticamente inmediata del precio de venta en un
concesionario. Hay que vigilar porqué varían de un día a otro, e incluso en diferentes
momentos del día.
Empresas como Apple, fijan precios que son válidos en todo el mundo. Para ello,
vigilan muy de cerca las oscilaciones de los tipos de cambio. Es un método
complicado de manejar porque debe considerar la aplicación en los retailers locales
si se vende a todo el mundo a través de la tienda online. Para servicios es más
sencillo de gestionar que para productos físicos. Debemos tener cuidado en la
fijación de los precios internacionales con los márgenes, ya que habrá que
considerar las tasas y aranceles (acuerdos de comercio).
6. Cambios de precios
- Exceso de capacidad.
- Bajar precios de referencias con baja rotación para darles salida
inmediata.
- Incrementar demanda si tenemos stock con riesgo de obsolescencia
mediante campañas de Publicidad o de promoción para incentivar su
compra.
- Necesidad de mejorar los márgenes.
- Consumidor.
- Si subimos los precios es posible que baje la demanda al no estar
dispuesto a pagarlo o, al contrario, que suban las ventas por una mejora de
la percepción de calidad.
- Por el contrario, si bajamos los precios puede suceder que vendamos más,
o bien que vendamos menos al percibir una peor calidad.
- Competencia.
Por todo ello, la política de precios merece una atención especial dentro del plan de
Marketing, y suele ser una de las políticas sobre la que Dirección General presta más
atención.
Las compañías rara vez trabajan solas para proporcionar valor a los clientes y crear
relaciones redituables con ellos. En vez de eso, constituyen sólo un eslabón de una
cadena de suministro o de un canal de distribución mayores. Como tal, el éxito de
una compañía individual depende no sólo de su desempeño, sino también del
desempeño de todo su canal de distribución en comparación con los canales de sus
competidores. Esta política es importante dentro del mix de Marketing por varios
motivos (Kotler y Armstrong, 2013, pp. 293-294):
Hay diferentes razones por las que los canales de distribución son necesarios y
agregan valor global a la actividad de la empresa:
1) Los intermediarios aumentan la eficiencia (Fig. 2). Sin mayoristas, los fabricantes
deben vender individualmente a miles de detallistas. Esto hace que deban
incrementarse las actividades comerciales, contratar más vendedores, aumentar
costes (puesto que deben alcanzar a minoristas distribuidos por toda la geografía),
e incurrir en ineficiencias (puede no ser rentable trasladar a un comercial a visitar a
un cliente localizado en un pueblo lejano y pequeño). Si los fabricantes vendieran
sus productos a esos minoristas por medio de un solo mayorista, los contactos se
reducirían drásticamente y podría concentrar la actividad comercial en las grandes
cuentas o aquellas cuentas muy rentables. Así, el empleo de un número mayor de
intermediarios produce una disminución de los beneficios si se contempla desde la
simple perspectiva de la eficiencia de los contactos. A dicha eficiencia, Ortega
Martínez se refiere como «Principio de la eficacia» (1991, p. 402).
- Los costes de tratar directamente con cada uno de los clientes o con sólo
un mayorista.
- La eficiencia (lo mejor posible) y eficacia (al menor coste) de las entidades
que intervienen en la transacción.
- La calidad de los contactos entre los diversos miembros.
Para más detalle acerca de dichas funciones realizadas por un canal de distribución
puede consultarse el libro Principios de Marketing (Esteban, García de Madariaga,
Narros, Olarte, Reinares y Saco, 2011, pp. 544-548).
Sin embargo, y pese a que cada miembro del canal es necesario, el funcionamiento
de un canal de distribución no es perfecto. Lo ideal sería que todas las compañías
del canal entendieran que su papel dentro de éste es especializado y deben
colaborar sin fricciones. Deberían coordinar sus metas y actividades, y cooperar
para alcanzar las metas globales del canal. Esto nos lleva a los conflictos de canal,
que estudiaremos más adelante.
Un nivel de un canal es cada una de las capas de intermediarios que realiza alguna
función para acercar el producto y su posesión al comprador final. Es por ello por lo
que la longitud de canal se entiende como el número de niveles de intermediarios.
Para el fabricante, una mayor longitud de canal (más niveles en un mismo canal)
implica una mayor complejidad en el canal y, por tanto, un menor control por su
parte de todo el proceso de distribución (Fig. 4).
Figura 4. Canales de consumo y canales industriales (Fuente: elaboración propia).
Todos los elementos del canal están conectados por diferentes flujos:
Figura 7. Folleto con portada financiada (Fuente: MediaMarkt y Somos Viajeros, 2008).
11) Buenos plazos de pago: mejoran el cash-flow del intermediario, por lo que
puede refinanciarse a costa del fabricante.
17) Marca conocida: la buena reputación de marca es una baza importante para
el intermediario, que tenderá a confiar en marcas conocidas y contrastadas.
Figura 9. Los grandes almacenes, como El Corte Inglés, están organizados por departamentos (Fuente:
El Corte Inglés, 2017).
- Supermercados: los centros grandes, venden a bajo coste, bajo margen y volumen
(Fig. 10).
Figura 11. Las tiendas de barrio son ejemplos de tiendas de conveniencia (Fuente: Tamorlan, 2010).
- Tiendas descuento: tiendas que venden mercancía estándar a precios bajos pero
grandes volúmenes (Fig. 12).
Figura 12. Las tiendas Makro son un ejemplo de tiendas descuento (Fuente: Makro y Mapio, s.f.)
Como hemos visto anteriormente, un canal dista de ser un sistema perfecto. Está
compuesto por empresas con intereses comerciales, y que buscarán su máximo
provecho con independencia del desarrollo de los demás miembros del canal; es
decir, piensan en sus propios intereses a corto plazo. Esto genera enormes
ineficiencias y conflictos:
Figura 15. Zara es un ejemplo de VMS corporativo (Fuente: Flickr y Harboe, 2008).
Figura 17. Walmart tiene tal fuerza, que ejerce de líder del VMS administrado (Fuente: Flickr y
Walmart, 2014).
Figura 19. Esquema de distribución multicanal del producto aire acondicionado (Fuente: elaboración
propia).
De hecho, los canales de distribución evolucionan cada año y hay una cierta
tendencia a la desintermediación gracias a los nuevos canales de distribución, como
es Internet. La desintermediación presenta problemas y oportunidades, tanto para
los productores como para los intermediarios. Para evitar ser desplazados, los
intermediarios tradicionales deberán encontrar nuevas formas de añadir valor a la
cadena de suministro. Si quieren seguir siendo competitivos, los productores de
bienes y servicios tendrán que desarrollar nuevas oportunidades de canal, como
Internet y otros canales directos. No obstante, el desarrollo de estos nuevos canales,
a menudo enfrenta a la compañía en competencia directa contra sus canales
establecidos, y origina conflictos.
Figura 20. Marcas que han aprovechado las nuevas tendencias de distribución (Fuente: elaboración
propia a partir de imágenes y logotipos de las marcas).
Los factores condicionantes de dicha evolución de los canales son muy diversos. En
la obra Principios de Marketing (Esteban et al., 2011, p. 551), se señalan los siguientes:
- Los objetivos que quiero alcanzar con el canal: decidir el nivel de servicio
que los consumidores meta desean, decidir qué segmentos atenderá y
cuáles son los mejores canales para cada caso minimizando el coste del canal
y decidir si se quieren evitar canales usados por la competencia. Por ejemplo,
si mi modelo de negocio es competir por precio, probablemente seleccionaré
un canal más corto para ahorrar intermediarios.
Davidson (1997, pp. 560-561) propone realizar una cuantificación del rendimiento
de cada canal para redefinir la política de canales, en función del atractivo de cada
canal y del encaje con los activos y competencias de cada canal. De esta manera,
podemos determinar la contribución real de cada canal y su encaje en el modelo de
negocio del fabricante.
9. Gestión de los canales
Por último, tenemos que gestionar el día a día con nuestros canales de distribución.
Esto pasa por hacer una gestión de la venta sell-in (del fabricante al canal) y un
seguimiento del sell-out (venta del canal hacia el consumidor). El fabricante debe
monitorizar ambas actividades, incidiendo y realizando acciones para promocionar
sus productos, tanto en la venta hacia el canal (sell-in), como en la venta del canal al
cliente final (sell-out). En las Figuras 21 y 22 se muestran estas dos dinámicas con
acciones tipo a realizar, en función de la necesidad de promoción (venta a cliente
intermediario o venta de intermediario a cliente final):
Figura 21. Diferenciación de sell-in (de fabricante a canal) y de sell-out (de canal a consumidor o
usuario final) (Fuente: elaboración propia).
Figura 22. Acciones a realizar en función del nivel del canal (Fuente: elaboración propia).
Las acciones pull son aquellas que el fabricante dirige directamente hacia el
consumidor final con la intención de que éste se mueva y vaya a buscar los
productos al canal. De esta manera, la marca, estará «tirando» del consumidor.
Ejemplos de este tipo de acciones son las campañas de Publicidad en televisión o
las promociones masivas a consumidor final, directamente realizadas por el
fabricante.
Figura 23. Enfoque pull: tirar del consumidor hacia arriba (Fuente: elaboración propia).
Las acciones push, por el contrario, son acciones de promoción de los productos
que realiza el fabricante hacia el canal, con la intención de que presiones «hacia
abajo» para crecer en ventas. La oferta o promoción, por tanto, alcanza al cliente
final con menor persuasión y con una efectividad más inmediata. El push,
habitualmente, no sirve para crear branding, pero tiene un retorno de la inversión
más inmediato.
Figura 24. Enfoque push: empujar la venta del canal hacia el consumidor (Fuente: elaboración propia).
Texto Clave
Pese a que muchos autores, como Enrique Ortega (1991), dan mayor importancia a
la Publicidad, separándola del resto de actividades de promoción, el modelo actual
propuesto por Kotler (2013) se basa en las «Comunicaciones Integradas de
Marketing», donde propone aunar todas las actividades mencionadas
anteriormente bajo la política de promoción. Combinando adecuadamente todas
las actividades anteriores, se logra un mensaje coherente, sólido y claro sobre los
productos de la empresa y la marca (Fig. 1).
Figura 1. Comunicaciones Integradas de Marketing (Fuente: elaboración propia a partir del
modelo de Kotler y Armstrong, 2013).
El motivo de esta CIM es que la Publicidad masiva, aunque sigue siendo muy
importante, está perdiendo dominio, por lo que, para ganar efectividad en nuestra
promoción, precisamos de considerar de manera unificada todas las herramientas
disponibles.
Antes de pasar a detallar los componentes de cada elemento del mix de promoción,
vamos a sintetizar los factores a considerar en la elección de cada una de las
diferentes herramientas del mix.
1.1. Publicidad
A favor:
En contra:
Por el contrario, también tiene la principal desventaja de que sus son efímeros: se
desvanecen en el momento en el que finaliza la promoción. Por ello, no son eficaces
para crear una preferencia de marca y relaciones de largo plazo con el cliente.
Figura 7. Esquema del modelo pull y push (Fuente: elaboración propia a partir del modelo de Kotler y
Armstrong, 2013).
2. Publicidad
Figura 8. El proceso de generación del reconocimiento de marca (Fuente: elaboración propia a partir
del modelo de Davidson, 1997).
2.1. Público objetivo
Figura 10. Métodos de cálculo del presupuesto publicitario (Fuente: elaboración propia).
Sin embargo, trataremos este apartado con mayor detalle en la Unidad 6, dedicada
específicamente a las decisiones sobre la gestión del presupuesto. Para ampliar este
apartado, se puede consultar el libro Principios de Marketing (Esteban, García de
Madariaga, Narros, Olarte, Reinares y Saco, 2011, pp. 706-711).
Figura 11. Una buena estrategia de Publicidad aúna la estrategia de mensaje con la estrategia de
medios (Fuente: elaboración propia).
Figura 12. El estilo «trozo de vida» muestra una escena de la vida real (Fuente: LG, s.f.).
- Estilo de vida: este estilo muestra cómo un producto encaja en un estilo de vida
determinado (Fig. 13).
Figura 13. El «estilo de vida» muestra una escena usando el producto para un propósito particular
más vinculado con un momento de ocio (Fuente: Motorpoint, 2014).
- Fantasía: este estilo crea una fantasía alrededor del producto o de su uso (Fig. 14).
Figura 14. El estilo «fantasía» muestra una situación irreal (Fuente: AXE, s.f.).
- Estado de ánimo o imagen: este estilo crea un estado de ánimo o una imagen
alrededor del producto, como belleza, amor o serenidad. No se afirma nada acerca
del producto como no sea a través de la sugestión (Fig. 15).
Figura 15. La campaña de Coca-Cola para la Navidad del año 2014 buscaba conectar con las
emociones de los consumidores (Fuente: Coca-Cola, 2014).
Figura 16. Los anuncios de televisión de la compañía Amena utilizaban el estilo musical para trasladar
su mensaje (Fuente: AlamoFilmsProd, 1998).
Figura 17. La estrategia de dotar a los cereales de personalidad a través de personajes animados es
muy común en Kellogg's (Fuente: Kellogg's, s.f.).
- Habilidad técnica: este estilo pone de manifiesto la capacidad de la compañía
para fabricar el producto (Fig. 18).
Figura 18. Denotar la capacidad técnica para trasladarla al posicionamiento de otra categoría de
producto fue la estrategia de mensaje seguida por Mitsubishi Electric (Fuente: Control Publicidad,
2015).
Figura 19. El uso de avales médicos es muy frecuente en las marcas de dentífrico (Fuente: Colgate,
s.f.).
Figura 20. La campaña de Mitsubishi Electric de 2011 utilizó a Andreu Buenafuente como celebrity para
dar credibilidad y aval al producto (Fuente: IpMark, 2011).
2.4.b. Selección de los medios
Figura 21. Ventajas e inconvenientes de los medios masivos (Fuente: elaboración propia a partir de
Kotler y Armstrong, 2013, p. 377).
Figura 25. Notoriedad por medio (Fuente: Zenith-Optimedia 2015, a partir de datos del EGM 3er
acumulado 2014).
Figura 26. Patrones comunes en la planificación de la Publicidad. Las barras representan la inversión
publicitaria en una línea temporal (Fuente: elaboración propia).
3. Relaciones Públicas
Las Relaciones Públicas sirven para promover productos, personas, lugares, ideas,
actividades, organizaciones, etc. Se utilizan para construir buenas relaciones con
los stakeholders. El papel y el impacto de las Relaciones Públicas varían según las
diferentes marcas en función de la importancia que se le otorga a esta herramienta.
En este sentido, Apple (Fig. 27) es una empresa que da mucha importancia a las
Relaciones Públicas. Tal y como explican Kotler y Armstrong (2013, p. 383), el
lanzamiento del iPad de Apple fue uno de los lanzamientos más exitosos de la
historia gracias al buen uso de las Relaciones Públicas. En los meses previos al
lanzamiento, Apple filtró información para generar rumores y críticas. Regaló el
producto a periodistas para que hablasen de él. La Publicidad en el lanzamiento se
basó en entrevistas por televisión con personajes que hablaban del producto
(noticias, expertos, etc.). No se hizo Publicidad, tan sólo se movió a través de las
Relaciones Públicas, y el lanzamiento fue un éxito.
Figura 27. Colas en una tienda de Apple previas al lanzamiento de un producto (Fuente: Gadgetos,
2015).
Otro ejemplo de lanzamiento exitoso gracias a las Relaciones Públicas fue el del
programa para jóvenes BSClickOK, del Banco Sabadell. Se convocó una rueda de
prensa para presentar el programa en la UPC de Barcelona, donde Banco
Sabadell tenía una oficina. Se llevó a Leo Messi -la imagen del programa-, para atraer
a los medios masivos y tener cobertura gratuita. La rueda de prensa estuvo abierta
a los estudiantes y se sorteó «en vivo» un balón firmado por Leo Messi. Todo ello
produjo una participación espectacular por los jóvenes que asistieron al evento y,
posteriormente, generó medios ganados con presencia en los principales medios
de manera gratuita. (Fig. 28).
Figura 28. El Banco Sabadell lanzó su programa para jóvenes BSClickOK utilizando las Relaciones
Públicas (Fuente: elaboración propia a partir de imágenes del evento, realizadas por Banco Sabadell).
4. Marketing directo
Por su parte, Josep Alet (2007, p. 29) define el Marketing directo como "un sistema
interactivo de comunicación que utiliza uno o más medios, dirigido a crear y explotar
una relación directa entre una empresa y su público objetivo, ya sean clientes, clientes
potenciales, canales de distribución u otras personas de interés tratándoles como
individuos y generando tanto respuestas medibles como transacciones en cualquier
punto". Esta completa definición viene a incorporar los elementos de «interacción»
y «relación». Con los medios digitales, estos elementos se han vuelto aún más
relevantes de cara a generar una buena acción de Marketing directo.
En cualquier caso, como hemos indicado al inicio, el Marketing directo engloba las
siguientes herramientas:
Figura 32. Respuesta directa por revista (Fuente: Flickr y Artetxe, 2010).
Figura 33. Emailing Marketing (Fuente: Behance y Bukhari, s.f.).
5. Promoción de ventas
Las promociones de venta, por lo regular, se utilizan junto con Publicidad, ventas
personales u otras herramientas. Es decir, normalmente no funcionan solas, sino
como complemento a otras acciones de promoción (Fig. 34).
Figura 34. El Corte Inglés combina perfectamente las campañas de marca, a través de la Publicidad,
con las acciones de promoción de ventas a sus clientes (Fuente: elaboración propia a partir de
campañas de El Corte Inglés).
Acciones de este tipo pueden ser los famosos programas de fidelización, donde se
busca establecer relaciones a largo plazo con los clientes. Asimismo, si nuestra
política de promoción es adecuada, tiene el potencial para crear, tanto emoción a
corto plazo, como relaciones de largo plazo con los consumidores. Lo que es
fundamental es evitar, en la medida de lo posible, las promociones de «remedio
rápido» exclusivamente por precio, y potenciar las promociones diseñadas para
crear un valor capital de marca.
Figura 35. Promoción de frecuencia o fidelización de Avios (Fuente: Iberia Plus, s.f.).
- Muestras: porciones de algún producto para probarlo (Fig. 36). Son útiles, aunque
caras, para introducir un producto nuevo.
- Rembolsos: devolución del dinero para incentivar a la prueba del producto (Fig.
38).
Figura 38. Promoción de devolución de dinero al comprar Aquarade o Lipton (Fuente: Cosas y
Muestras Gratis, 2013).
Figura 39. Paquete de atún Calvo con lata de regalo (Fuente: Amazon, s.f.).
Figura 41. Promoción de precio especial para cliente frecuente (Fuente: Promoventas15, 2015).
6. Fuerza de ventas
Una vez el Marketing Mix ha sido desarrollado y se han fijado las cuatro políticas, se
debe completar el plan de Marketing con un plan de acción. Dicho plan de acción
debe contener toda la batería de actividades necesarias para ayudar a la empresa a
alcanzar los objetivos estratégicos y el plan de ventas definido. Una vez tenemos la
lista de actividades necesarias que debe contener dicho plan de acción, debemos
cotizarlo para asignarle un presupuesto.
Por último, debemos realizar un control periódico sobre el consumo que vamos
haciendo del presupuesto, e ir corrigiendo las posibles desviaciones. Llegados a este
punto, es fundamental entender dos aspectos vitales de la función de Marketing:
debemos tomar decisiones de asignación del presupuesto y debemos ser capaces
de detectar desviaciones y reaccionar rápidamente cuando las cosas no salen bien.
Estos dos aspectos son fundamentales en la dirección de Marketing. Por tanto, gran
parte de la actividad de Marketing se basa en la planificación y el seguimiento del
plan.
1. El plan de acción
Figura 1. Información que debe contener un plan de acción (Fuente: elaboración propia).
Todas y cada una de las actividades contenidas en el plan de acción debe responder
a algunos de los aspectos determinados a partir del plan de Marketing, y debe
responder, por tanto, al análisis de situación realizado. Si una actividad no construye
para alcanzar los objetivos estratégicos de la compañía ni ayuda a la consecución
del plan de ventas de la empresa, se debe desechar al consumir unos recursos
económicos y de tiempo limitados. El plan de acción debe, por tanto, contener la
información fundamental para cada actividad. En la Figura 2 se puede apreciar un
ejemplo de un extracto de plan de acción:
La definición del presupuesto de Marketing es una de las tareas más sensibles del
director de Marketing. Por un lado, porque debe someterlo a aprobación de la
Dirección General antes de disponer de él; y, por otro, y más importante, porque, a
pesar de que se pueda ir modulando a lo largo del ejercicio, marcará la pauta de lo
que se puede y no se puede hacer, por lo que debe ser lo más realista y preciso
posible.
Este método, por tanto, es el más sostenible y «seguro» para la empresa, dado que
la inversión se «decide» en cada momento en función de los resultados obtenidos
en ese periodo, en vez de considerar el global de la inversión en función del objetivo
de ventas anual.
Una consecuencia de este método es que las marcas grandes tienden a recibir más
presupuesto de Marketing, lo necesiten o no, mientras que las más pequeñas suelen
recibir menos apoyo de lo que necesiten. Otro problema de dicho método es que el
presupuesto de Marketing va variando en función de las ventas anuales y, por tanto,
es difícil de planificar a largo plazo. Es bastante frecuente, en empresas que utilizan
este método, el suspender los gastos de Marketing a mitad de año si la consecución
del objetivo de ventas está alejada de lo previsto.
La manera que tienen las empresas que utilizan este método de adecuar sus
inversiones de Marketing, en función de sus necesidades, es alterando el porcentaje
aplicado sobre las ventas para el cálculo del presupuesto de Marketing, siendo más
pequeño en empresas con elevada facturación y algo mayor en empresas de menor
facturación. Este porcentaje suele fijarse, en cualquier caso, en base a lo que se ha
realizado en el pasado o a lo que están haciendo los competidores. Pese a esto, no
obstante, este método es sencillo de aplicar y ayuda a proyectar la cuenta de
resultados previsible a largo plazo. La horquilla que suele manejarse para la
definición del presupuesto es entre un 1'5 % y un 3 % de las ventas. Pongamos un
ejemplo en una industria de electrónica de consumo (Fig. 5):
«Empresa A» «Empresa B»
Facturación 150.000.000 40.000.000
% Marketing 1'8 % 3'0 %
Presupuesto de Marketing 2.700.000 1.200.000
Figura 5. Método por porcentaje de ventas. Se puede observar que la «Empresa A» factura mucho
más y dedica un porcentaje sobre las ventas inferior. Sin embargo, aun así, la diferencia de
presupuesto es tan amplia que la «Empresa A» será capaz de levantar barreras de entrada mediante
la generación de un reconocimiento de marca que no podrá generar la «Empresa B» (Fuente:
elaboración propia).
Una vez tenemos claro el plan de acción, debemos empezar a realizar los ajustes
necesarios para que encaje en nuestra cuenta de resultados en función del plan de
ventas presentado. Esto requiere que cada una de las acciones y actividades
previstas en nuestro plan de acción esté bien cotizada. Los ajustes finales del
presupuesto obligarán a eliminar alguna de las acciones previstas en el plan de
acción inicial. Para hacerlo, debemos tener muy presente la matriz de prioridades,
considerando también la estacionalidad de las acciones. Este último punto es
importante porque no sólo tenemos limitaciones presupuestarias, sino también de
personal y de tiempo. Si planificamos un plan de acción muy concentrado en el
tiempo, generaremos un «tapón» y seremos incapaces de desarrollar todos los
proyectos presentados a tiempo y con una calidad aceptable.
- El plan de acción.
- La matriz de prioridad de acciones.
- El presupuesto según el método escogido, considerando el gasto histórico,
el porcentaje histórico sobre ventas y el resultado previsible en la cuenta de
resultados.
- El calendario para las acciones previstas.
- La organización de las acciones previstas entre el personal asignado de
Marketing.
Por este motivo, la confección final del plan de acción y presupuesto de Marketing
es una tarea ardua y sujeta a muchos fallos que sólo los buenos directivos de
Marketing son capaces de realizar con eficacia.
Es tan importante la buena definición del plan de acción y del presupuesto, como
de los mecanismos de control del mismo. El objetivo es detectar desviaciones sobre
las acciones propuestas y sobre el plan de Marketing que nos permita reasignar
recursos lo antes posible para aplicar contramedidas de corrección. Es por ello que
Kotler y Armstrong (2013, p. 59) proponen realizar una medición constante de lo
que denominan los "rendimientos de marketing" (Fig. 6).
Figura 6. Rendimientos de Marketing (Fuente: adaptación de Rust, Lemon y Zeithamal, 2004, p. 112).
El objetivo de la inversión en Marketing es lograr mejorar el valor y satisfacción del
cliente porque, de esta manera, generaremos una mayor atracción y retención de
clientes que se traducirá en mayores beneficios para la empresa. Es por ello que el
incremento del valor capital del cliente, en relación con las inversiones realizadas en
Marketing, determina el concepto del «rendimiento de Marketing». Este
rendimiento no es lineal y puede ir fluctuando. La necesidad del control y medición
se basa en intentar obtener en todo momento el máximo rendimiento posible. Para
lograr dicho control, Esteban et al. (2011, p. 251) proponen satisfacer cuatro
condiciones:
Para lograr un control efectivo y que nos permita tomar decisiones rápidas de
reasignación del presupuesto, debemos establecer unas métricas sencillas que
deriven en la composición de un cuadro de mando.
4.1. Métricas
Las métricas son las ratios que nos permiten hacer un seguimiento del rendimiento
de Marketing. Gracias a ellas podemos medir el resultado de una promoción, la
eficacia de una campaña o la viabilidad de una estrategia, entre otras.
Según Alejandro Domínguez Doncel (2010, p. 28 ), para que una métrica sea eficaz
debe cumplir con las siguientes características:
En cada bloque, pueden incluirse infinidad de métricas. Para una información más
detallada, se recomienda la lectura del libro Métricas del Marketing (Domínguez
Doncel, 2010), donde se profundiza en cada una de las métricas. En los siguientes
subepígrafes se expondrán las más utilizadas.
- Incremento de ventas:
- ROI de Promociones:
- Satisfacción de clientes:
- Churn Rate:
- Porcentaje de retención:
- Índice de fidelidad:
- Servicio Posventa:
- Penetración en la distribución:
• Métrica: Puntos de venta con nuestra marca / Puntos de venta que trabajan
con productos como el nuestro.
• Variaciones: habitualmente se calcula solamente en cantidad.
• Qué indica: el grado de penetración de nuestra marca en la distribución.
• Fuentes: GfK o Nielsen.
- Impactos:
- Coste x GRP:
- Eficacia de Publicidad:
- Eficacia Promociones:
- Medios Ganados:
Para ilustrar cómo una métrica puede ayudarnos en las decisiones de gestión del
presupuesto, vamos a mostrar algunas de ellas con dos ejemplos. Para ambos
ejemplos, consideraremos que somos una empresa que vende
auriculares bluetooth.
En este caso, la métrica utilizada es la de Market Share (%), [Volumen de ventas del
periodo (Empresa) / Volumen de ventas del periodo (Mercado)], que indica la
participación de mercado de nuestra marca/producto. Como podemos ver, pese a
haber crecido un 63 % respecto al año pasado, no hemos alcanzado las ventas del
plan. Sin embargo, lo más grave es la desviación en nuestra cuota de mercado. No
sólo no hemos alcanzado la cuota prevista en el plan (21 %), sino que hemos caído
respecto al año pasado (13 %). Cuando detectamos una pérdida de este calibre,
podemos impulsar acciones para mirar de corregirlo, bien sea lanzando
promociones para recuperar la cuota de mercado, o decidiendo hacer una campaña
para fomentar el reconocimiento de marca.
Podemos ver con estos ejemplos cómo el seguimiento del plan y de las promociones
nos permite hacer un diagnóstico más preciso de nuestra situación y tomar, por
tanto, mejores decisiones para gestionar el presupuesto eficazmente.
Figura 10. Los cinco pasos para confeccionar un cuadro de mando (Fuente: elaboración propia).
Es decir, debemos seleccionar qué métricas queremos mostrar por orden de
prioridad y, en función de los parámetros críticos a medir en nuestro plan,
asignarles un valor objetivo, que será la referencia para valorar si el rendimiento de
dicha acción o plan es adecuado o no, fijar una frecuencia de medición (es
recomendable que sea semanalmente) y, por último, hacer la extracción y
composición del cuadro de mando. Esta composición del cuadro de mando se
puede hacer en excel, después de hacer la extracción de datos de nuestra ERP, o
directamente desde un CRM, si disponemos de él. En la Figura 11 podemos ver un
ejemplo de cuadro de mando:
Figura 11. Ejemplo de cuadro de mando para Dirección (Fuente:Grandes Pymes, 2017).