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MÓDULO I: MODELOS DE JUSTICIA RESTAURATIVA

Comencemos la discusión sobre los modelos de Justicia Restaurativa, así, considerando principios de
JR, tratemos de entender cómo logramos operacionalizar la JR. Es en este sentido que existen muchos
e innumerables modelos de JR, y vamos a abordar los 4 modelos principales de JR. Estos modelos JR
tienen antecedentes culturales muy diferentes e incluso dentro de cada uno de los modelos podemos
encontrarnos con dificultades muy dispares como delitos menores frente a delitos más graves; delitos
cometidos por jóvenes vs delitos cometidos por adultos, entre otros. Cabe señalar que nunca hubo un
modelo común, sino modelos únicos, muy respetuosos con las cuestiones culturales.

PROGRAMAS DE JUSTICIA RESTAURATIVA

Principios, Valores y Características Fundamentales

1. La justicia solo se logra trabajando para restaurar a las víctimas, a los delincuentes y comunidades
perjudicadas por un delito.

2. Las víctimas, los delincuentes y las comunidades deben tener la oportunidad de participar
activamente en procesos restaurativos tan pronto como tan intensamente como sea posible. Sin
embargo, la parte sobre la resolución centrada en la víctima y sobre el infractor, no implica que
podamos sacar al Estado de la ecuación, ya que este es un elemento clave para asegurar que los
derechos de la víctima y del infractor sean salvaguardados dentro de este proceso.

3. En la promoción de la justicia, las autoridades son responsables del orden y comunidad para el
establecimiento de la paz.

Así, encontramos que hay 3 elementos centrales que se encontrarán a lo largo del proceso: las
víctimas, los agresores y las comunidades, sin embargo, esto no significa que dejemos de tener
autoridades encargadas del orden y del establecimiento de la paz. Así, los pilares de estos programas
son la participación de la víctima y del infractor y la reparación del daño resultante de la comisión del
delito.

En este sentido, evaluar el carácter restaurador de un determinado modelo o sistema, se deben


cumplir cuatro características esenciales, a saber:

1. Contacto

La justicia restaurativa defiende que es fundamental establecer contacto entre víctima y el infractor,
es decir, que pueden encontrarse directa o indirectamente (a través del intercambio de cartas, videos,
mensajes, articulación de contactos intermediarios por el mediador, entre otros) y esto permitirá, en
conjunto, encontrar una solución al daño causado. Dentro del contacto tenemos diferentes
dimensiones como:

• Encuentro: la reunión se puede realizar cara a cara o indirectamente (p. ej.: por carta o el mediador
actúa como intermediario en el contacto entre víctima y delincuente que no contacta cara a cara),
como ya hemos mencionado, no hay, por tanto, un enfrentamiento tal como existe en el sistema de
justicia tradicional.

• Narración – La narración que ocurre en los programas de justicia restaurativa se traduce en una
oportunidad única para la víctima y el ofensor, ya que estos pueden decir lo que sucedió desde su
punto de vista. Por el contrario, en el sistema de justicia tradicional, víctima y ofensor no tienen esta
posibilidad, especialmente la víctima.

• Emoción: el contacto puede proporcionar una intensa expresión de emociones y que,


contrariamente a lo previsto en el sistema de justicia tradicional, las emociones no se reprimen, ya que
en el ámbito de la justicia restaurativa, las partes pueden expresar sus emociones y se fomenta este
intercambio. Aún así, esto no debe ser forzado.

• Comprensión – El hecho de que la víctima y el agresor hablen y expresen sus sentimientos en el


proceso de justicia restaurativa, esto les permite comprender mejor, no en el sentido de que las
víctimas perdonan a los agresores, sino antes en el sentido de desarrollar una empatía mutua después
de conocerse ambos puntos de vista, pudiendo la víctima comprender el punto de vista del agresor y
viceversa.

• Acuerdo – El acuerdo que resulta en el final del programa de justicia restaurativa tiene para satisfacer
las necesidades, intereses y ansiedades de ambas partes.

2. Reparación

La reparación corresponde al objetivo principal de un proceso de justicia restaurativa, aunque existen


otros programas en este ámbito que tienen otros fines como la reinserción e inclusión social del
infractor. Sin embargo, en la justicia restaurativa pura, el fin central será siempre la reparación que
llevará a cabo el infractor y, por tanto, es él quien desarrolla acciones concretas con miras a reparar el
daño causado. Así, el infractor está involucrado en la identificación de los procedimientos que se
pueden utilizar para reparar el daño. La reparación puede tener diferentes formatos, a saber:

• Disculpa: las disculpas pueden tener un efecto perverso si no es sincero y, por lo tanto, esto debe
estar marcado por sentimientos de arrepentimiento y vergüenza Aquí es como si hubiera una inversión
de papeles, ya que le devolvemos a la víctima el poder que le fue arrebatado, ya que, al disculparnos,
el delincuente se encuentra en una posición más vulnerable en relación con la víctima. Así, la disculpa
busca devolver a la víctima algún poder que él ha perdido con la comisión del delito.

• Cambio de Comportamiento – El hecho de que el infractor se comprometa a no tener el mismo tipo


de conducta es una forma de reparación, incluso en la literatura que los delincuentes, al contar su
historia, explican el cometimiento del delito y darse cuenta del impacto del daño causado, esto
contribuye a la disminución de la reincidencia, con la mayoría de los delincuentes informando que no
lo volverían a hacer.

• Restitución – La restitución es la forma más común de reparación y puede ser realizada sobre bienes,
garantías o prestaciones de servicios. Aquí, estas ganancias resultan de una negociación entre la
víctima y el delincuente, algo que va directamente con las necesidades de la víctima, siendo este el
papel diferenciador ante el Sistema de Justicia Tradicional.

3. Reintegración

La reintegración está íntimamente ligada a la inserción de la víctima y del infractor en la comunidad,


esto se debe a que con el delito tanto la víctima como el ofensor son alejados de la comunidad, como
ambos sufren la estigmatización de lo que se ha cometido. De hecho, la víctima es alejada de la
comunidad porque uno de los efectos del crimen puede ser el aislamiento social y debido a la
estigmatización que pueden sufrir familiares y amigos porque, por ejemplo, es una tipología delictiva
que pone en peligro su persona y su conducta. Por el contrario, el delincuente es apartado de la
comunidad debido a la estigmatización a la que está sometido, debido al miedo que provoca y por la
censura del hecho cometido y por ser vistos como criminales. Este tema de la estigmatización es muy
importante y se puede operacionalizar a través de:

• Respeto: la comunidad debe respetar a la víctima y al agresor para que sienten que son parte de él,
porque esa es la única forma en que se cree que volver a ser una parte completa de la comunidad.

• Asistencia material: el delito puede traer necesidades a la víctima (p. ej.: necesita reparar una
cerradura en la casa de la víctima) y al delincuente (por ejemplo, necesitan encontrar un trabajo en la
liberación), y la comunidad puede responder a estas necesidades.

• Apoyo Emocional/Moral/Espiritual – El crimen puede traer necesidades que no son de naturaleza


material, pero emocional, y esto exige la acción de estructuras comunitarias que pueden brindar apoyo
a este nivel, ayudando a superar los daños y el impacto que resultó del delito.

4. Inclusión

La inclusión consiste en:

• Invitación a la participación de todas las partes a lo largo del proceso, siendo esta invitación emitida
por la estructura responsable del proceso de mediación.

• Aceptación de que las partes persigan sus intereses a través de la identificación de medidas para
reparar el daño y continuar buscando superar sus necesidades específicas;

• Flexibilidad en la aplicación de diferentes alternativas que van desde el contorneado hasta la


situación concreta – frente a una situación concreta, debe haber apertura suficiente para permitir
encontrar diferentes soluciones;

¿Cuáles son estos programas?

Mirando el esquema, nos damos cuenta que hay un conjunto distinto de Programas de JR donde
puede haber o no una superposición de las partes esenciales en el proceso (víctima, ofensor,
comunidades): hay programas dedicados enteramente a la víctima como los servicios de apoyo a las
víctimas y mecanismos de compensación; programas dedicados enteramente a las respuestas de la
comunidad como los servicios de apoyo social para las familias de delincuentes y programas dedicados
solamente a delincuentes tales como servicios comunitarios y conciencia de las víctimas. Al contrario,
tenemos programas donde hay una superposición entre dos elementos como comunidades
terapéuticas dedicadas al agresor e intervención comunitaria; la mediación y el círculo donde se
insertan el ofensor y la víctima y, por último, están los programas que cruzan a la víctima, al ofensor y
a la comunidad donde tenemos grupos de paz, conferencias familiares y conferencias restaurativas.

Hay programas que tienen claramente el objetivo de prevenir la reincidencia del ofensor (ej. Ciclos y
conferencias), que surgen en la lógica “nothing Works”, con tasas de encarcelamiento elevadas en
ciertos grupos, centrados en el propósito de reincidencia.

A. CONFERENCIAS

Las conferencias son un reflejo de los Sistemas de Justicia Tradicionales del Pueblo Maorí (Nueva
Zelanda) en el que la familia extensa y la comunidad jugaron un papel decisivo en la resolución de
conflictos. Este mecanismo surgió formalmente en 1989 como respuesta a los altos niveles de
criminalidad entre los jóvenes maoríes y la insatisfacción que estos sentido por no participar en la
solución de los problemas de las comunidades → esto promovió la transición a una justicia en la que
exista una colaboración directa entre la policía y los maoríes, con los jóvenes y con sus propias familias,
y donde se procuró que éstos, en conjunto, podrían decidir la sanción a aplicar a cada tipo de delito.
De hecho, la pena era menos gravoso por eso, y aquí lo esencial era el involucramiento de la comunidad
en la reintegración de las partes y en el establecimiento de las medidas a adoptar para el problema
que estaba pasando

De hecho, esta es una práctica similar a la mediación víctima-infractor, pero implica un grupo más
amplio de personas, porque aquí podemos tener la posibilidad de tener las familias u otros miembros
de la comunidad que puedan estar interesados en el proceso en cuestión. Por el contrario, en la
mediación, sólo la víctima, el ofensor y la comunidad. Por ejemplo, en Nueva Zelanda, la ley requiere
que todos los casos de delincuencia juvenil son referidos a las conferencias de familia, siendo esta el
resultado de la negociación familia-comunidad.

Es en este sentido que la Teoría Reintegradora de la Vergüenza, propuesta por Braithwaite (1989),
cobra fuerza al afirmar que la censura, debidamente ejercida por la comunidad y con el debido respeto
por el joven y su dignidad, es mucho más eficaz para cambiar comportamientos. De hecho, si los
jóvenes son estigmatizados de manera negativa, la probabilidad de reincidencia será mayor, pero la
exposición de los jóvenes a elementos que importan como la familia y la comunidad tendrán un papel
diferente, pues aquí no se trata de la censura de la persona en cuestión, sino del acto que ha cometido.

¿Qué pasa en las conferencias? ¿Cuál es su proceso? Comienzan con una introducción a la reunión
donde el mediador tiene un papel pasivo, pero tiene que asegurarse de que todos los elementos estén
capaz de participar. El delincuente es la primera persona a hablar del hecho cometido, los motivos y
consecuencias percibidas; entonces la victima habla sobre las consecuencias que el hecho tuvo para sí
mismos y, finalmente, los elementos de la comunidad, como miembros de la familia o simpatizantes
que comparten el impacto que ha tenido el crimen en su vida.

Así, básicamente, las conferencias consisten en una discusión conjunta dirigida a encontrar una
solución reparadora del daño causado a la víctima y a la comunidad donde, al término de la misma, las
partes deberán llegar a un acuerdo consensuado que deberá constar por escrito y firmado por ambas
partes para que, en caso de incumplimiento, pueda ser remitido al Sistema de Justicia Tradicional.

De hecho, las conferencias son más utilizadas con menores en el área de delincuencia de menores
porque se consideran individuos que se encuentran en una fase de la vida en la que pueden introducir
muchos cambios, entendiendo que son los jóvenes los que merecen segundas oportunidades. Sin
embargo, una de las desventajas es que es un modelo más exigente donde las personas no siempre
están disponibles para participar voluntariamente en estos procesos y el hecho de que es difícil lograr
un equilibrio entre las partes debido al alto número de participantes. Finalmente, otra crítica que
también se coloca en las conferencias es a nivel de incompatibilidad cultural.

Proceso

• delincuente a víctima a miembros de la familia/simpatizantes/agentes a discusión a facilitador. El


delincuente es el primero en hablar, luego la víctima, los miembros de la familia y luego la discusión
conjuntamente entre todas las partes para encontrar un plan. Puede ser una alternativa a las medidas
SJ (por ejemplo, regreso a la escuela, proyecto comunitario, etc.). Se hace en conjunto con la
comunidad.

Ventajas: es una herramienta importante en la prevención de la delincuencia juvenil. Además, la familia


y la comunidad se involucran directamente, lo que facilita el cumplimiento del acuerdo establecido,
existe compromiso de la comunidad con el cumplimiento del acuerdo y hay una amplia participación.
Luego se lleva el acuerdo al juez para que lo firme. Si no se cumple, eventualmente puede ser una
nueva conferencia o ir a SJ si se percibe que no es una solución la Conferencia.

Desventajas: equilibrio entre las partes; incompatibilidad cultural; adhesión de los participantes. Es un
modelo exigente en cuanto a la participación de la gente. Válido en países con una dimensión más
comunitaria. El delincuente, que suele ser un joven, tiene el mismo espacio que las otras figuras, a
menudo se cuestiona la participación de la policía y ¿Cómo se garantiza el equilibrio entre las partes?
Todavía hay una necesidad de encontrar respuestas que puedan satisfacer las necesidades culturales
de los participantes. Hay ampliación de la participación a la familia, comunidad y profesionales que
pueden trabajar para encontrar una resolución conjunta y un plan de intervención.

B. CÍRCULOS

Podemos encontrar diferentes conceptos. Los modelos prototípicos. La diferencia fundamental es


que cualquier elemento de la comunidad con ligación con el proceso puede participar. Los círculos
surgieron en Canadá en 1992, en las prácticas tradicionales de los indios, siendo bastante similar a las
conferencias donde la participación también se extiende a las familias y comunidad, la diferencia en
relación con las conferencias es el hecho de que en el círculo cualquier miembro de la comunidad
interesado en participar puede hacerlo, mientras que en las conferencias, los elementos de la
comunidad que participan son los más conectados con familiares de agresores y víctimas.

¿Cuál es el proceso de estos círculos? El delincuente comienza a explicar lo sucedido, seguido por la
víctima, y finalmente la oportunidad de hablar con todas las demás personas presentes que dicen
respeto a los miembros de la comunidad. Al final de la discusión todos deben encontrar una solución
consensuada (acuerdo). A su vez, el facilitador que dirige la discusión tiene un papel de control y
moderación y no uno activo. Además, en los círculos se utiliza un objeto simbólico que pasa entre los
participantes y solo aquellos que tienen este objeto en sus manos pueden hablar. El juez invitó a todos
a participar en el círculo, con un sentimiento de responsabilidad compartida entre el infractor, la
familia y la comunidad, y el infractor participaron en estrategias para resolver su problema. La
experiencia se ha expandido a otras áreas de América del Norte y otros continentes. Están todos
reunidos en círculo y hay un objeto simbólico que pasa de mano en mano, simbolizando el poder de
hablar.

Proceso

• círculo delincuente víctima comunidad discusión facilitador objeto simbólico


acuerdo

Suelen ser muy largos.


El facilitador es muy importante, garantiza la reparación de la víctima, puede invitar la participación en
el círculo, etc. Sanación holística del círculo de la comunidad de Hollow Water (CHCH). El Programa
Círculos de Paz fue creado en 1987 en la Comunidad Hollow Agua, en Manitoba (Canadá) por la tribu
Ojibwa. El abuso sexual intergeneracional como problemas centrales de abuso de sustancias,
vandalismo, deserción escolar y suicidio en la comunidad. Nombres importantes: Berma Bushie
(CHCP), barry stuart, Bria Huculak, kay pranis.

C. PANELES DE RESTAURACIÓN

También conocido como Panel Víctima-Agresor (VOP), estos son modelos ligeramente diferentes que
asumen que no todos los delincuentes son atrapados y, a veces, la víctima y el delincuente no quieren
reunirse. Así, este promueve un encuentro sustituto (no hay emparejamiento, un conjunto de víctima
y un conjunto de delincuentes se encuentran pero no son víctimas/delincuentes en específico), es
decir, es un encuentro sustituto que se compone de un grupo de víctimas y un grupo de delincuentes
no relacionados (4-6 personas). La evidencia ha demostrado que los participantes han mostrado
menos ira, ansiedad, mayor bienestar, donde los agresores se dan cuenta que el impacto que tuvieron
en la vida de las personas, incluyendo otros.

En Portugal, hemos encontrado una iniciativa llamada “Construyendo Puentes” en el EP de Linhó,


cuyos resultados fueron positivos y, por tanto, es un modelo que ha tenido mayor potencial de
aplicación que el propio modelo de mediación. Así, los requisitos principales son víctimas a quienes se
prevé que la experiencia de contar su historia es probable que sea más positivo que negativo y las
víctimas que son capaces de hablar sin acusar o culpar a los infractores, y aquí, lo que está en juego es
el crimen y no la persona que lo cometió.

En cuanto a los delincuentes, los criterios de inclusión son mostrar un remordimiento genuino por el
delito; demostrar que ha cumplido la pena o estar de acuerdo en que esta participación no dará como
resultado una sentencia reducida y demostrará habilidades de comunicación, y aquí es importante que
ambas partes puedan comunicarse y hablar, ya que es un modelo interesante y tiene una mayor
probabilidad de aplicabilidad que el modelo de mediación.

Hay diversidad en formato y duración. Puede haber o no interacción entre las víctimas y delincuentes.
No es fácil porque tenemos que tener una serie de garantías:

Víctimas - criterios de inclusión

1. La experiencia de contar historias será más positiva que negativa, evalúe el daño para que haga más
bien que mal

2. Capaz de hablar sin acusar al ofensor y culpar

Delincuentes - criterios de inclusión

1. Mostrar remordimiento genuino por el crimen

2. Cumplida la pena o acordado que esta participación no funcionará. En reducción de penas. Los
delincuentes lo saben.

3. Muestra habilidades de comunicación.

D. MEDIACIÓN VÍCTIMA-INFRACTOR

La mediación víctima-agresor se considera el arquetipo original del surgimiento de justicia


restaurativa, por lo que aunque actualmente hay muchas prácticas en justicia restaurativa,
restaurativo, este es considerado el medio por excelencia en la resolución de conflictos, y la práctica
más común a nivel mundial. Aunque a menudo se piensa que la justicia restaurativa surgió de una
demanda de la comunidad de encontrar un mecanismo alternativo al sistema tradicional de justicia, lo
cierto es que las primeras experiencias de justicia restaurativa surgidas dentro del propio sistema de
justicia tradicional basado en el trabajo con menores infractores. Esto se debe a que los profesionales
se dieron cuenta de que las medidas punitivas y la privación de libertad no producían los efectos
deseados, ya que las tasas de reincidencia no disminuyeron. La mediación es un proceso triádico y
voluntario, ya que involucra a tres partes, a saber, la víctima, el infractor y el mediador. Por lo tanto, la
mediación no implica la comunidad y es un proceso hecho con cierto orden.

Estructuras fundamentales (Six, 1990)

En el proceso de mediación siempre hay un tercero imparcial y neutral que es el mediador y que
escucha a las demás partes, facilitando la comunicación que establecen entre sí, si el mediador no lo
es, el proceso puede tener un efecto perverso en el resultado. Así, el mediador es alguien que no tiene
poder, ya que no tiene potestad sobre lo decidido entre las partes, pues sólo define las condiciones de
la mediación como el respeto entre las partes, el hecho de que cada participante hable por turno y el
hecho de evitar agresiones verbales, con respeto a la dignidad de las partes. Además, el mediador
debe evaluar si las partes tienen las habilidades deseadas para comunicar, ya que no se puede correr
el riesgo de que una parte se superponga a la otra, porque tiene que haber igualdad en la comunicación
de intereses y elementos esenciales para que en el proceso se llegue a una solución restaurativa
consensuada. Por lo tanto, el mediador debe percibir si se cumplen o no las condiciones de equilibrio,
de lo contrario el proceso no podrá proceder a través de la ruta JR; es por eso que el uso de la
mediación es raro en los casos de violencia intrafamiliar, ya que son casos en los que es difícil garantizar
el equilibrio, dado que el propio conflicto es generado por una situación de desequilibrio.

Definición

Según Peters (2000), la mediación es un “método para aprehender un problema causado por un delito,
en el que un tercero alienta y apoya a las partes directamente involucradas en el problema para
contribuir a la elaboración de una solución que se recoge en un acuerdo”, es decir, se materializa en la
reunión de las partes para un conflicto causado por el delito y es un espacio en el que hay una asunción
de responsabilidad por el infractor y donde se espera que ambas partes lleguen a un acuerdo.

Vemos que la mediación puede tener variaciones, ya que puede ser realizada por el mediador o en co-
mediación (dos mediadores), siendo este último el relevante en los casos de VD en los que se utiliza
un mediador hombre y otro del sexo femenino; todavía puede ser directo (cara a cara) o indirecto
donde el mediador hace un puente entre la víctima y agresor, no conocerlos en persona e incluso con
miras a la reparación que puede ser psicológica, material o monetaria.

Las críticas esenciales a este proceso tienen que ver con el hecho de que muchas veces, algunos
procesos valoran más las necesidades del infractor y no tanto las de las víctimas, con un enfoque en el
delincuente donde la víctima es utilizada solo como un elemento instrumentalizado promover la
reducción de la reincidencia a través del desarrollo de la empatía hacia el agresor. El hecho de que la
comunidad no sea representada en la mediación es otra crítica, como lo es el hecho de que la
mediación es un proceso voluntario. Finalmente, el hecho de que uno de los principales objetivos de
la mediación sea comunicación, hace que la mediación indirecta parezca no corresponder a esta
suposición, ya que estamos retirando/dejando de lado uno de los fundamentos centrales del proceso.

Proceso

En términos de proceso, aquí hay un cambio de conferencias y círculos donde es la víctima quien
empieza a hablar primero, luego el agresor y el mediador, que tiene un rol neutral, solo intervienen
para mediar y articular entre la víctima y el delincuente. Finalmente, está el consentimiento al acuerdo,
que debe tener en cuenta el interés por ambas partes, e incluso si no se llega a un acuerdo, debemos
tratar de trabajar en la mediación siempre hacia este objetivo.
Relación con el Sistema de Justicia Penal Tradicional

La mediación no aparece como una alternativa a la privación de libertad y, por tanto, puede haber tres
formas diferentes de recurrir a la mediación:

1. La mediación puede ser una parte integral del proceso, lo que significa que, en algún momento del
proceso, el caso se desvía a una mediación y, en estos casos, el MP decide qué procesos reúnen las
condiciones para ser desviados a un programa de mediación y si lo ha conseguido llegar a un acuerdo
en ese caso, la información se envía al tribunal y el proceso es archivado.

2. La mediación puede ser una alternativa real, y en este caso, justo en la fase inicial del proceso, el
caso se envía directamente al sistema de justicia restaurativa, es decir, para la mediación, y por lo tanto
la resolución de conflictos opera en lugar de cualquier intervención legal penal. Este formulario no se
utiliza en Portugal.

3. La mediación puede ser adyacente al sistema de justicia penal donde la mediación a menudo opera
en la fase de ejecución de sentencias, a saber, por delitos más graves y en un ambiente carcelario.

JUSTICIA RESTAURATIVA EN EUROPA

En Europa existen diferentes culturas jurídicas que hacen que los contextos donde hay un Estado más
fuerte, la comunidad juega un papel menos relevante. En este sentido, la mediación víctima-agresor
predomina en Europa, a pesar de algunas experiencias de conferencias en Inglaterra, Inglaterra,
Irlanda, Bélgica, en Finlandia y Noruega.

Según Peters (2000), hay modelos más centrados en el agresor, otros en la víctima, otros garantizados
por entidades públicas, unos por entidades privadas, otros por voluntarios, hay programas en los que
la comunidad está muy bien representada, otros en los que no, entre miles de opciones que pueden
existir. De hecho, esto demuestra que hay una heterogeneidad muy grande en los programas de JR.

A principios de la década de 1980, los primeros programas de JR comenzaron a aparecer en Portugal,


concretamente en el ámbito de la Justicia de Menores, con una perspectiva centrada en la
rehabilitación, resocialización y reeducación de los menores para el Derecho. Sin embargo, fueron
programas que surgieron en formato de proyecto piloto, ya que no tenían consagración legal. En el
año 2000 se constató la existencia de alrededor de 800 programas de mediación víctima-agresor en la
que existen asimetrías en el desarrollo, es decir, en términos de años de experiencia, el tamaño de la
implementación y programas para delincuentes juveniles versus delincuentes adultos.

Esquemas de los modelos de justicia restaurativa

EN RESUMEN, en términos generales, la mediación, las conferencias y los círculos han sufrido algunas
alteraciones para ajustarse a los contextos socioeconómicos, no teniendo, por eso, un modelo ideal.
Lo ideal sería tener un modelo que reúna a los cuatro elementos esenciales de los programas de justicia
restaurativa, a saber, contacto, reparación, reintegración e inclusión, sin embargo, no existiendo, lo
central es tener una participación de las partes y una reparación.
Hay un predominio de la mediación víctima-agresor, así como experiencias de conferencias en
Inglaterra, Irlanda, Bélgica, Finlandia y Noruega. Lo que encontramos es una alta heterogeneidad y
diversidad tanto en cuanto a la dimensión de los procesos, ya sea en cuanto al ofensor o víctima,
entidades público vs privado o profesional vs voluntario. Lo que percibimos en estos modelos tiene
que ver sobre todo con el papel de comunidad, es el principal punto de escisión. En el modelo víctima-
agresor no hay comunidad representada, en las conferencias se convoca a la familia extensa a
participar y en los ciclos está la comunidad, todos los elementos que consideran que su participación
es importante.

A principios de la década de 1980, comenzaron a aparecer los primeros programas en Europa, en el


marco de tres características comunes: en el ámbito de la justicia de menores, centrada en la
rehabilitación, resocialización y reeducación del menor a la ley y pilotos sin consagración legal.
Después de 2000, Europa tenía alrededor de 800 programas de mediación víctima-infractor con varias
asimetrías de desarrollo en términos de experiencia, implementación y enfoque en los actores, con
algunos restantes centrados en la intervención con menores infractores y otras que empiezan a
extenderse a delincuentes adultos. Algunos de los problemas que surgieron fueron en el contexto
penitenciario, donde hay un punto de vista de la curación de la víctima, es decir, en términos de
mediación posterior a la sentencia. Los encuentros víctima-infractor comenzaron a surgir en las
cárceles (por ejemplo, EE. UU., Canadá, Inglaterra, Bélgica y Holanda), consistente en un proceso
curativo para cada grupo/preparación. En Canadá hay programas muy enfocados a la prevención de la
delincuencia sexual (por ejemplo, tribus maoríes), a través de la organización de miembros de la
comunidad que participaron en la determinación de los planes y también de alguna manera en el
control social de la implementación de estas prácticas. Es necesario que la comunidad sea un elemento
protector hacia las víctimas y la reintegración hacia el infractor. La comunidad no quería retrasarse
responsabilidad por las consecuencias asociadas a estas prácticas, esta implicación determina que se
involucre en el control social de estas prácticas y de estos delitos. El objetivo de estos círculos de apoyo
es la corresponsabilidad y el apoyo, tal como el control y mantenimiento de la seguridad y reinserción
a la comunidad.

MÓDULO II: MEDIACIÓN EN MATERIA PENAL - SISTEMA DE JUSTICIA

Y POLÍTICAS CRIMINALES EN EL CONTEXTO INTERNACIONAL

De manera muy general, recordemos que los Modelos de Justicia Restaurativa tienen como principales
objetivos dar a conocer la diversidad y heterogeneidad de modelos de Justicia Restaurativa, con un
enfoque en aquellos con altos niveles de restauratividad, así como promover la capacidad de análisis
en diferentes modelos a la luz de los principios de la Justicia Restaurativa.

Así, vamos a entrar en un terreno en el que vamos a intentar conocer los instrumentos de Derecho
Internacional que son lineamientos para la mediación en materia penal, así como reconocer la
importancia de algunos conceptos como el libre consentimiento e informado; confidencialidad;
participación voluntaria; acuerdos voluntarios; hacia obligaciones razonables y proporcionadas, entre
otras. En Europa se utiliza principalmente el programa de mediación penal víctima-infractor, mientras
que las conferencias solo tienen lugar en países donde la comunidad tiene un papel más activo como
es el caso de Reino Unido y Australia. Sin embargo, hay una gran diversidad de programas en Justicia
Restaurativa y, como tal, algunas directrices en el ámbito de estos programas, dando lugar en
particular a:

a) Recomendación nº (99) 19, del 15/9/1999 (Comité de Ministros del Consejo de Europa) sobre
Mediación en Materia Penal;

b) Directiva 2012/29/UE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 25 de octubre de 2012 por el que se
establecen normas mínimas en materia de derechos, apoyo y protección a las víctimas del delito y en
sustitución de la Decisión Marco 2001/220/JAI del Consejo;
1. RECOMENDACIÓN No. (99) 19, DEL 15-9-1999 (COMITÉ DE MINISTROS DEL CONSEJO DE EUROPA)
SOBRE MEDIACIÓN EN MATERIA PENAL.

Esta Recomendación tiene por objeto permitir que los Estados miembros actúen en cierto sentido y
crear pautas para orientar algunas cuestiones éticas para que puedan ser salvaguardados, basados en
la diversidad de programas existentes. Esta recomendación ha sido preparada durante 3 años por un
grupo de expertos, de profesionales, profesionales del derecho, políticos y académicos de los distintos
países de Europa. Este grupo fue el embrión del Foro Europeo para la Mediación Víctima-Delincuente
y la justicia restaurativa. Los objetivos del foro son (T. Peters, 2000):

• apoyar los desafíos éticos en el desarrollo de buenas prácticas, existe una preocupación sobre la
formación de profesionales
• promover el logro de JR en el sistema de justicia
• estimular la investigación
• promover el intercambio de experiencias y conocimientos, la cooperación e investigación
internacional
• promover el desarrollo de las bases teóricas de JR en su relación con el SJCVamos entonces a llevar
a cabo un análisis detallado de la recomendación.

I. Definición de Mediación en Materia Penal: “La mediación penal consiste en cualquier proceso que
permita la participación de la víctima y del infractor activamente, si lo consienten por su propia
voluntad, en la resolución de dificultades resultantes del delito, con la ayuda de un tercero imparcial
(mediador)."

II. Principios generales:

a) Consentimiento Libre e Informado: La mediación penal sólo debe ser utilizada cuando y si
ambas partes consienten libremente y, como tal, tiene que ser un consentimiento informado
en el que sólo después de todo se proporciona la información es que este consentimiento
debe ser proporcionado firmado. Este consentimiento es revocable en cualquier momento,
incluso si se está llegando a un acuerdo, lo que significa que tanto la víctima y el infractor
pueden retirar el consentimiento en cualquier momento del proceso porque, a lo largo del
mismo, pueden existir variables que influyan su voluntad de seguir participando.

b) Confidencialidad: La mediación se basa en la confidencialidad, siendo que todo lo abordado


en este proceso es confidencial y no puede ser posteriormente utilizado como prueba en el
proceso penal del Sistema de Justicia Tradicional, donde ambas partes deben estar
informadas al respecto. De esta manera, esto significa que la suposición de responsabilidad
que subyace en el proceso de mediación no puede utilizarse contra el infractor en el marco
del sistema de justicia tradicional.
c) Accesibilidad (disponibilidad): La mediación penal debe ser un servicio generalmente
disponible y accesible para cualquiera que quiera usarlos, sin embargo, actualmente existe un
gran desconocimiento por parte de la población con respecto a estos servicios.

d) También existe la posibilidad de mediación penal en todas las etapas del proceso de justicia
penal, lo que significa que los programas de mediación penal se puede utilizar en cualquier
etapa del proceso, sin limitarse a ninguno específico.

e) También existe una “autonomía suficiente” de los servicios de mediación en el marco del
sistema de justicia penal, ya que es importante la existencia de una organización que funcione
como mediadora, pero el Estado tiene tener un rol, a pesar de no ser titular de conflicto y de
la autonomía.

III. Fundamento Jurídico:


a) Los Estados deben contar con una legislación que facilite la mediación en materia penal)
b) Es importante que la legislación establezca lineamientos que definan el uso de la
mediación, y estos deben centrarse en las condiciones de referencia del proceso para los
servicios de mediación y el manejo de casos después de la mediación.
c) El proceso de mediación debe estar respaldado por el respeto a las garantías
fundamentales, en particular la asistencia jurídica prevista en la asistencia jurídica para
que las partes comprendan el proceso; servicio de traducción/interpretación si las partes
no dominan el idioma; presencia de padres si la víctima u ofensor es menor de edad.

IV. Funcionamiento de la Justicia Penal en Relación con la Mediación:

a) La decisión de enviar el caso a mediación, así como la evaluación del resultado del proceso
debe ser competencia exclusiva de las autoridades judiciales. Obviamente, estos mecanismos
no surgen independiente dentro del ámbito de la justicia, por lo tanto, debe haber una
definición muy clara de dónde están las competencias y las responsabilidades de cada
elemento. Todo tiene que ser resguardado para que se sepa cuáles son las autoridades
competentes, cuál es el orden en que debe realizarse, entre otros. Entonces, ¿quién decide si
encaminar o no el proceso de mediación y suspenderlo o no son las autoridades judiciales.

b) Antes de iniciar el proceso, las partes deben estar plenamente informado de la naturaleza del
proceso de mediación y las posibles consecuencias de tu decisión, y esto debe ser algo claro
tanto para la víctima como para el agresor. También debe quedar claro que en el caso de no
se cumple el acuerdo, la víctima tiene un plazo de un mes para presentar una nueva denuncia.
Como tal, esto significa que las partes deben darse cuenta de que este es un proceso informal,
más flexible y alternativo al proceso de justicia penal tradicional, así como tener conocimiento
de las consecuencias de participar en el proceso (posibilidad de acuerdo o no y sus
consecuencias).

c) Libre consentimiento durante todo el proceso, porque antes de iniciar, ni la víctima ni el


ofensor pueden ser procesados por medio que los conduzcan a la participación, o sea, estos
nunca deben ser presionados por medios que los induzcan a aceptar la mediación, porque,
como se ha dicho anteriormente, es un proceso de libre albedrío y voluntad espontánea de
ambas partes.

d) Garantías en cuanto a la participación de los menores, es decir, para estos debe haber
garantías y cuidados especiales, especialmente con la presencia o no sus representantes
legales.

e) Capacidad de las partes para comprender el sentido del proceso: evaluación de las
condiciones personales para la participación, implicando esto evaluar no sólo sus condiciones
personales, sino también aspectos como la capacidad de comunicarse. Si estamos hablando
de un modelo de intervención o un modelo de negociación que implica diálogo y conversación
y estamos ante uno de los elementos que logra expresar su voluntad, no se dan las
condiciones necesarias para la mediación. Así, si una de las partes no puede entender el
significado del proceso, no tiene sentido que la mediación sea utilizada en el derecho penal,
hay que utilizar y buscar un método alternativo.

f) El punto de partida de la mediación es el reconocimiento por ambas partes de los hechos


principales del caso, sin embargo, la participación en la mediación debe ser utilizado como
prueba de admisión de culpabilidad en el desarrollo después del proceso de mediación.

g) Existen disparidades/desequilibrios evidentes relacionados con factores como la edad, la


madurez o la capacidad intelectual o incluso se debe considerar el nivel cultural de las partes
antes de decidir recurrir a la mediación, valorando si este proceso es el más adecuado para la
resolución del conflicto derivado del delito.

h) El tiempo del proceso está definido y el plazo en el que el proceso se va a llevar a cabo debe
ser razonable. Es decir, hay un período de tiempo subyacente a la resolución del proceso en
el ámbito de la mediación, y, normalmente, este tiempo es menos de lo que se necesita para
resolver un proceso a través del sistema de justicia penal.

i) Los acuerdos de mediación deben tener el mismo rango que las decisiones judiciales, porque
si la participación en el proceso implica que todas las partes tengan algo que decir sobre el
resultado del proceso, siendo este resultado una concordancia de la participación de los
intervinientes, no es lógico que el acuerdo no sea tratado y no tiene el mismo estatus que las
decisiones judiciales.

j) Si no hay acuerdo o si hay un incumplimiento del mismo, habrá consecuencias, es decir, el


proceso seguirá la vía judicial.

V. Funcionamiento de los Servicios de Mediación:

a) Normas: Las normas son reglas y deben estar disponibles para ser consultadas:

i. Los servicios de mediación deben regirse por normas reconocido, ya que es importante que
el papel de la mediación y quiénes son los actores sea claro. En el mismo sentido, los servicios
de mediación deben beneficiar la autonomía "suficiente" para continuar sus funciones, a
saber, con respecto a la definición de competencia normas, reglas éticas, procedimientos de
selección, formación y evaluación de mediadores. Finalmente, debe existir la supervisión por
parte de un organismo competente sobre los programas que se están utilizando en el campo
para que no haya programas que ponen en peligro las garantías fundamentales de los
intervinientes, es decir, hay un mecanismo y una entidad que regula estos servicios de
mediación.

b) Cualificación y Formación de Mediadores:

i. Los mediadores deben ser reclutados de todas las categorías de la sociedad y tener un buen
conocimiento de las culturas y comunidades locales, y deben tener una intervención muy
centrada en las características de la comunidad, pues la comprensión del contexto es esencial.
En el mismo sentido, los mediadores deben ser capaces de demostrar buen juicio y poseer
cualidades relacionales ajustadas al ejercicio de sus funciones, es decir, estos deben
demostrar que son capaces de dirigir procesos de mediación. Aquí, la formación básica del
mediador no está en juego, pero también esta competencia y este juicio son para este
proceso. Este es un proceso que requiere, no control y diálogo, sino la facilitación de la
comunicación, es decir, tiene que incorporar un conjunto de habilidades interpersonales que
serán facilitadoras para el mediador en este proceso. Entonces los mediadores deben recibir
formación inicial y continua, con el fin de adquirir un alto nivel de habilidades para la resolución
de conflictos, contacto con víctimas y agresores, conocimientos básicos del sistema judicial,
entre otros. La formación impartida a los mediadores debe basarse en el conocimiento sobre
el impacto de la victimización, no solo poder contactar con las víctimas delincuentes, sino
también para evaluar si las partes pueden participar en el proceso.

c) Tratamiento de Procesos Individuales:

i. Información previa al mediador – Antes de proceder a un procedimiento, el mediador debe


ser informado de los hechos pertinentes sobre todo el proceso. Sin embargo, por regla
general, la información que llega al mediador es muy básico, y, inicialmente, si este puede ser
reduccionista, la verdad es que cuanta menos información tiene el mediador, más imparcial
puede ser. En el mismo sentido, el mediador también debe tener información de contacto de
otros poder articular con ellos el proceso de mediación, siendo importante que el mediador
comprenda el proceso y el papel de las partes en él.

ii. Imparcialidad y respeto a la dignidad de las partes significa que, si bien cada una de las
partes es consciente, el mediador debe ser imparcial y asegurarse de que, aunque tenga
mayor empatía por uno de estos, no tiene un papel de mayor protección en relación con uno
de ellos, respetando siempre la dignidad de ambas partes.

iii. El mediador es responsable de garantizar un entorno seguro y cómodo para la mediación,


además de ser sensible a eventuales vulnerabilidades de las partes. Esto es esencial para que
las partes sienten que pueden compartir efectivamente en este contexto y que esta inversión
de tiempo en la identificación de una solución que sea reparadora y viable del conflicto que se
generó, podrá ser cuidadoso.

iv. Gestión eficaz de la mediación, asegurando que todos tengan los mismos tiempos y
espacios para compartir, y el mediador no debe olvidar el ritmo propio de ambas partes.

v. La mediación debe tener lugar a puerta cerrada y, por tanto, sólo ser llamados a mediación
las partes y aquellos a quienes las partes entienden que pueden ser un apoyo dentro del
proceso, particularmente los miembros de la familia.

vi. Límites al principio de confidencialidad, a saber, la señalización, por el intermediario, a las


autoridades competentes o personas objeto de toda la información relativa a la inminencia de
una infracción grave de la que tuvo conocimiento durante la mediación.

d) Resultado de la Mediación: Hay que tener en cuenta que los acuerdos son voluntarios, ya que
proviene de la voluntad de ambas partes. Sin embargo, estos deben contener obligaciones razonables
y proporcionadas, y las reparaciones nunca van más allá de lo que es proporcional al daño causado.
Pronto, cuando el mediador se da cuenta de que la expectativa de una de las partes no es razonable,
debe hablar y entender que la mediación puede no ser el método más adecuado para la resolución del
conflicto de que se trate. En el mismo sentido, el mediador debe preparar el informe de resultados
para las autoridades judiciales sobre las medidas adoptadas y el resultado de esa mediación, sin
embargo, el mediador no debe compartir con las mismas el contenido de las sesiones, ni emitir juicios
de valor sobre el comportamiento de las partes.

e) Evolución de la Mediación: Deben mantenerse consultas periódicas entre las autoridades judiciales
y servicios de mediación con el fin de desarrollar una comprensión mutua de los diversos elementos y
el papel de los Estados miembros pasan por el desarrollo de la investigación científica y la evaluación
de los programas de mediación en materia penal.

2. DIRECTIVA 2012/29/UE DEL PARLAMENTO EUROPEO Y DEL CONSEJO DE 25 DE OCTUBRE DE 2012

La directiva tiene por objeto garantizar que las víctimas de delitos se beneficien de adecuada
información, apoyo y protección y poder participar en procesos penales, como ya referido
anteriormente. De hecho, es una directiva muy importante que estuvo en la base de la constricción de
la recomendación y que tiene como objetivo promover la investigación y el intercambio de
conocimientos, así como establecer estándares mínimos en cuanto a los derechos, apoyos y a la
protección de las víctimas del delito.
De este modo, la directiva es el instrumento supranacional más importante sobre la regulación de la
Justicia Restaurativa en la UE, por su carácter vinculante, siendo que debe ser transpuesto y aplicado
por los Estados miembros en su legislación a nivel nacional hasta el 16 de noviembre de 2015.

A este respecto, los Estados miembros deben garantizar que todas las víctimas sean reconocidas y
tratado con respeto, profesionalismo, de manera personalizada y no discriminatoria en todos los
contactos realizados con los servicios de apoyo a las víctimas o de Justicia Restaurativa o con las
autoridades competentes que intervienen en el contexto de procesos penales.

Decisión marco del Consejo de 15 de marzo de 2001 sobre el estatuto de las víctimas en procesos
penales

“mediación en el proceso penal”: el intento de encontrar, antes o durante el proceso penal, una
solución negociada entre la víctima y el autor de la infracción, mediada por una persona competente.
Es el primer instrumento legal que habla de estados obligatorios de promover leyes nacionales que
logren integrar prácticas al sistema

Artículo 10 La mediación penal en el ámbito del proceso penal

1. Cada Estado miembro se esfuerza por promover la mediación en los procesos penales relativas a las
infracciones que considere oportunas para este tipo de medidas

2. Cada Estado miembro velará por que los acuerdos entre la víctima y el autor de la infracción,
obtenidos a través de la mediación en procesos delincuente.

Aparece en 2012 y transmite a los estados miembros lo que se presenta en la decisión marco. Y
denominada “directiva de las víctimas” y viene a salvaguardar que las prácticas garanticen que la
participación de la víctima es segura. La directiva tiene por objeto garantizar que las víctimas de delitos
se beneficien de información, apoyo y protección adecuados y poder participar en los procesos
penales. La directiva es obviamente el instrumento supranacional más importante sobre la regulación
de la justicia restaurativa en la UE debido a su carácter vinculante. Los Estados miembros deben
garantizar que todas las víctimas sean tratadas con respeto, tacto y profesionalidad y de forma
personalizada y no discriminatoria en todos los contactos realizados con apoyo a las víctimas o
servicios de justicia restaurativa o con las autoridades competentes que intervienen en el contexto de
procesos penales

Artículo 12 - Derecho a las Garantías en el Contexto de los Servicios de Justicia Restaurativa:

"1. Los Estados miembros deben tomar medidas para garantizar la protección de las víctimas contra la victimización, la
intimidación y las represalias secundarias y repetidas, que deben ser aplicadas cuando se brindan servicios de justicia
restaurativa. Estas medidas debe garantizar que las víctimas que deciden participar en un proceso de justicia restaurativa
tengan acceso a servicios de justicia restaurativa seguros y competentes, sujeto a por lo menos las siguientes condiciones:

a) Los servicios de justicia restaurativa solo se utilizan en interés de la víctima, excepto por consideraciones de
seguridad, y se basará en el consentimiento libre e informado de la víctima, revocable en cualquier tiempo. Esto
significa que no puede haber instrumentalización de la víctima.

b) Antes de aceptar participar en el proceso de justicia restaurativa, la víctima recibe información completa e
imparcial sobre ese proceso y sus resultados potenciales, así como información sobre formas de monitorear la
implementación de un posible acuerdo.

c) El autor del delito toma conocimiento de los elementos esenciales del proceso.

d) El posible acuerdo se celebra de forma voluntaria y puede tenerse en cuenta en cualquier proceso penal posterior.

e) Conversatorios no públicos en el marco de los procesos de justicia restaurativa serán confidenciales y su contenido
no será divulgado posteriormente, salvo acuerdo de las partes o cuando la legislación nacional así lo prevea por
razones de reconocido interés público."
3. FORO EUROPEO PARA LA MEDIACIÓN Y LA VÍCTIMA DEL DELINCUENTE Y JUSTICIA RESTAURATIVA
(AHORA: FORO EUROPEO DE JUSTICIA RESTAURATIVA)

Este es un movimiento que estuvo en la base de la construcción de la recomendación. Así es


importante tener una organización que pueda acompañar el desarrollo de principios éticos y la
formación que se realiza con los mediadores, que pueden promover y estimular la investigación en
esta área, así como el intercambio de conocimientos. Para lograr el objetivo central:

• Promover el desarrollo de políticas, servicios y legislación efectivos en materia de justicia


restaurativa.

• Explora y desarrolla las bases teóricas de la justicia restaurativa.

• Estimula la investigación.

• Asiste en el desarrollo de principios, ética, capacitación y buenas prácticas.

• Persigue otros fines determinados por la Asamblea General.

Uno de los objetivos actuales es mapear la regulación de la justicia restaurativa en la Directiva


2012/29/UE (Directiva “Víctimas”) en la legislación nacional y su posterior implementación en la
práctica.

ASPECTOS NO CONTENIDOS EN LOS INSTRUMENTOS JURÍDICOS INTERNACIONAL

• No tenemos información sobre la Mediación Indirecta, ya que esta es una modalidad o alternativa
que se puede presentar, pero no está prevista ni salvaguardada en instrumentos jurídicos
internacionales, sin normas internacionales que se refieren a ella. De hecho, esto es importante porque
abre la posibilidad de una mayor participación de víctimas en el proceso de mediación, ya que puede
ocurrir que las víctimas quieren poder participar en el proceso, pero no quieren estar cara a cara con
el ofensor.

• Así como no se agudiza la preparación para la mediación directa, porque, aunque hablemos de
evaluar expectativas y desequilibrio, en estos instrumentos, no se mencionan requisitos específicos
obligatorios en el ámbito de la mediación previa y mediación directa.

• Tampoco es clara la información de que el Acuerdo es supervisado, siendo que estos instrumentos
no establecen reglas o principios relativos a la supervisión del acuerdo.

• A su vez, el seguimiento y evaluación de los programas de mediación también es algo que no está
contemplado en los instrumentos jurídicos internacionales.

PAPEL DE LAS ORGANIZACIONES DE APOYO A LAS VÍCTIMAS

Las organizaciones de apoyo a las víctimas juegan un papel importante en varios niveles, tales como:

→ Consulta durante la definición de políticas gubernamentales en materia de mediación;

→ Rol activo en el seguimiento y gestión de programas de mediación para asegurar que se está
respetando el papel de la víctima, no aprovechándose de su participación;

→ Participación en la formación de mediadores y esto es algo que vemos que sucede cuando la
formación de mediadores era en el terreno, como organizaciones de apoyo a menudo se pedía a la
víctima que abordara el impacto de victimización y lenguaje sensible a las víctimas, entre otros;

→ Garantizar que todos los programas de mediación sean conscientes de la existencia de


organizaciones de apoyo a las víctimas que brindan servicios de apoyo específicos a víctimas del
crimen;
→ Prestación de servicios independientes de apoyo a las víctimas antes, durante y después del proceso
de mediación (incluido el apoyo necesario para la toma de decisiones) sobre la participación o no en
la mediación);

→ En algunas jurisdicciones puede ser relevante que el primer contacto con víctimas es llevado a cabo
por organizaciones de apoyo a las víctimas;

MÓDULO III: LA MEDIACIÓN PENAL EN PORTUGAL

LEY N° 21/2007 DE 12 DE JUNIO

Según la Dirección General de Política de Justicia (DGPJ) del Ministerio de Justicia, el Sistema de
Mediación Penal se introdujo en el ordenamiento jurídico portugués mediante la Ley nº 21/2007, de 12
de junio y venía a cumplir un requisito de la Decisión Marco nº 2001/220/JAI, del Consejo, de 15 de
marzo, que corresponde al antecedente de la directiva que estableció la necesidad de crear un
dominio/sistema que responda a las necesidades y derechos de las víctimas, la necesidad de que los
países establezcan reglas claras en materia de mediación y crear un régimen experimental de
mediación penal en Portugal. Así, podemos ver que el Sistema de Mediación Penal es un servicio
promovido por el Ministerio de Justicia, que permite al imputado y a la víctima utilizar la mediación
para la resolución extrajudicial de controversias penales. Entonces, analicemos esta ley en general, ya
que es muy clara y explícito en su contenido, brindando importantes indicaciones y directivas al
respecto del proceso de mediación en Portugal:

Artículo 2 - Ámbito de aplicación

“1- La mediación en el proceso penal puede tener lugar en el proceso por un delito cuyo
procedimiento depende de una denuncia o una acusación particular (esto quiere decir que
estamos ante delitos particulares);

2- La mediación en el proceso penal sólo puede tener lugar en procesos por un delito que dependa
sólo como denuncia cuando se trate de un delito contra las personas o un delito contra la
propiedad (esto significa que estamos ante delitos semipúblicos contra las personas o contra el
patrimonio);

3- Independientemente de la naturaleza del delito, la mediación en el proceso penal no puede


tener lugar en los siguientes casos:

➢ Cuando el tipo legal de delito prevea una pena de prisión mayor de 5 años;
➢ Cuando se trate de un delito contra la libertad o la libre determinación sexual;
➢ Cuando se trate del delito de malversación, corrupción o tráfico de influencias;
➢ Cuando la víctima sea menor de 16 años;
➢ Cuando el demandado sea una persona jurídica;
➢ Cuando proceda un procedimiento sumario o muy sumario;”

4- En los casos en que la parte ofendida no tenga el discernimiento para comprender el alcance
y significado de ejercer el derecho a quejarse o morir sin haber renunciado a la denuncia, la
mediación puede tener lugar con la intervención del denunciante en lugar de la víctima.

5- En los casos a que se refiere el número anterior, las referencias que se hacen en esta ley al
ofendido debe tenerse por hecho al querellante”.

De esta forma, los delitos sujetos a mediación penal:


→ Delitos a la simple integridad física o por negligencia;
→ Amenaza;
→ Difamación;
→ Lesión;
→ Violación de domicilio;
→ Perturbación de la vida privada;
→ Robo;
→ Abuso de confianza;
→ Daño;
→ Cambio de hitos;
→ Estafa;
Pero, ¿cómo se remite el caso a la mediación?

Artículo 3 - Remisión del proceso a mediación

“1- El Ministerio Público, durante la investigación, siempre que existan indicios de que el
imputado cometió el delito y si entiende que de esta manera puede responder a las demandas
de prevención, remite el proceso a la mediación.

2- Si la parte ofendida y el demandado solicitan la mediación, en los casos en que ésta se admita
en virtud de esta ley, el Ministerio Público designa un mediador en los términos del número
anterior, sin perjuicio de la verificación de los requisitos establecidos en el mismo.

3- Se notifica al acusado ya la víctima que el caso ha sido remitido a mediación.

4- Cuando razones excepcionales lo justifiquen, es decir, en términos de inserción en la


comunidad o entorno cultural del imputado y ofendido, el mediador podrá trasladar el proceso
a otro mediador que estime más idóneo para la realización de la mediación.

5- El mediador se pone en contacto con el demandado y la parte ofendida para obtener su libre
consentimiento informados sobre su participación en la mediación, informándoles de sus
derechos y deberes y la naturaleza, objeto y reglas aplicables al proceso de mediación y verifica
si cumplen las condiciones para participar en el proceso de mediación.

6- En caso de no obtener el consentimiento o comprobar que el imputado o la víctima no reúne


condiciones de participación en la mediación, el mediador informa al Ministerio Público,
continuando el proceso penal.

7- Si el mediador obtiene el consentimiento libre e informado del imputado y de la parte ofendida


a participar en la mediación, firman un formulario de consentimiento que contiene las reglas a
las que obedece la mediación y se inicia el proceso de mediación”.

Artículo 4 - Proceso de mediación

“1- La mediación es un proceso informal y flexible, llevado a cabo por un tercero imparcial, el
mediador, que promueve el acercamiento entre el acusado y la víctima y los apoya en intentar
encontrar activamente un acuerdo que permita la reparación de los daños causado por el hecho
ilícito y contribuye al restablecimiento de la paz social.

2- El imputado y la víctima podrán, en cualquier momento, revocar su consentimiento para la


participación en la mediación.
3- Cuando sean útiles para una buena resolución del conflicto, pueden ser llamados otras partes
interesadas en intervenir en la mediación, a saber, posibles funcionarios civiles y herido.

5- El contenido de las sesiones de mediación es confidencial y no puede ser utilizado como prueba
en los procesos judiciales”.

Artículo 5 - Tratamiento posterior

“1- Si la mediación no resulta en un acuerdo entre el imputado y la víctima o si el proceso de


mediación completado dentro de los 3 meses posteriores a la remisión del proceso a mediación,
el mediador informa de ello al Ministerio Público, continuando el proceso penal → Este período
de 3 meses se puede extender hasta un máximo de 2 meses, sujeto a propuesta y si se comprueba
que a partir de ese proceso existe una alta probabilidad de establecer un acuerdo justo para
ambas partes, como se aborda en el siguiente número de este mismo artículo;

2- El mediador podrá solicitar al Ministerio Público una prórroga hasta un máximo de dos meses,
a partir del plazo previsto en el número anterior, siempre que exista una fuerte probabilidad de
llegar a un acuerdo.

3- Como consecuencia del acuerdo de mediación, su contenido se reduce a escritura, en un


documento firmado por el acusado y la víctima y transmitido por el mediador al Ministerio
Público.

4- La firma del convenio equivale al desistimiento de la denuncia por parte del ofendido y a la no
oposición por parte del demandado, pudiendo la parte ofendida, si el acuerdo no es cumplida en
el plazo establecido, renovar la denuncia en el plazo de un mes, reabriendo la consulta.

5 - Para los efectos previstos en el número anterior, el Ministerio Público verifica si el acuerdo
cumple con lo dispuesto en el artículo 6 y, en caso afirmativo, aprueba el desistimiento de la
denuncia (...)

8 - Cuando el Ministerio Público compruebe que el acuerdo no respeta lo dispuesto en el artículo

6.º, devuelve el proceso al mediador, para que éste, dentro de 30 días, junto con los ofendidos y
los imputados, subsanen la ilegalidad”.

Artículo 6 - Acuerdo de mediación

“1- El contenido es fijado libremente por los sujetos procesales.

2- No puede incluir sanciones privativas de la libertad o de deberes que ofendan la dignidad del
imputado. Plazo de cumplimiento inferior a 6 meses. El contenido del acuerdo es verificado por
el Ministerio Público para la aprobación del retiro de la denuncia”. Ejemplos de posibles acuerdos
son el pago de una cantidad pecuniaria, la solicitud de disculpas y la reconstrucción o reparación
de la propiedad dañada. De esta forma, la firma del acuerdo equivale al desistimiento de la
denuncia de la víctima, sin embargo, si el acuerdo no es cumplido, la denuncia puede ser
renovada dentro de 1 mes y el caso reabierto.

Artículo 7 - Suspensión de plazos

“Suspensión de plazos (acusación, duración máxima de la investigación y prescripción).”

Artículo 8 - Presencia de Abogado en las sesiones de mediación


“A las sesiones de mediación, el acusado y la víctima deben asistir personalmente, pudiendo ir
acompañado de un abogado o de un abogado en prácticas”.

Artículo 9 - Costos

“Trámite gratuito: no hay que pagar tasas”

Artículo 10 - Ejercicio de la actividad de mediador penal

• Imparcialidad, independencia, confidencialidad y diligencia;


• Secreto profesional sobre el contenido de las sesiones;
• Secreto de justicia;
• El mediador no puede intervenir en procedimientos de mediación posteriores. (procedimiento
penal; seguimiento psicoterapéutico);
• Actividad supervisada;

Entonces, ¿quién puede ser mediador en un proceso penal? Puede ser un mediador que figura
en una lista, de la cual el Ministerio Público designa al mediador para el proceso, y esta lista
puede incluir mediadores que:

→ Tiene más de 25 años;


→ Se encuentran en el goce de sus derechos civiles y políticos;
→ Poseer título o experiencia profesional apropiados;
→ Estar calificado con un curso de formación en mediación penal reconocido por el Ministerio
de Justicia;
→ Tener dominio del idioma portugués;
→ Ser personas idóneas para ejercer la actividad de mediador penal, es decir, no haber sido
condenado por sentencia firme por cometer un delito doloso.

RESUMEN del Sistema de Mediación Penal (SMP)


1. El Ministerio Fiscal remitirá, de oficio o a instancia del imputado y del ofendido, el proceso
detiene al SMP y nombra al mediador.

2. El mediador penal se pone en contacto con el acusado y la víctima, informándoles sobre el


procedimiento de mediación penal, sus derechos y deberes y la naturaleza, objeto y reglas
aplicables al proceso de mediación. Si el mediador no obtener el consentimiento del acusado
y la víctima informa al Ministerio Público y el proceso continúa a través de la vía judicial.

3. Si el acusado y la víctima aceptan mediación expresamente penal, comienzan las sesiones de


mediación, siendo que, aún después de la pre-mediación y habiendo ya entrado en el
mecanismo de mediación puede ser solicitar reuniones individuales para la aclaración de ciertos
puntos.

4. El proceso de mediación debe ser completado, por regla general, dentro de 3 meses y, si hay
acuerdo, lo mismo es comunicado al Ministerio Público para la verificación de la legalidad
respectiva y equivale a un retiro de la denuncia. Si no hay acuerdo, el proceso procede a través
del proceso judicial.

5. Si el acuerdo no se cumple en el plazo señalado, la víctima puede renovar la denuncia dentro


de un mes, y se reabre la investigación.
En definitiva, y como ya hemos tenido oportunidad de analizar, hay una Mediación Penal en
Portugal, sin embargo, está muy estancada debido a la poca cantidad de enjuiciamientos, ya que
sólo los delitos semipúblicos contra las personas y contra bienes y delitos particulares que
dependen de una acusación o querella particular (punibles con una pena de prisión de hasta 5
años o con una sanción distinta de la prisión) son cubiertos por la mediación penal, por ejemplo:
delitos contra la simple integridad física; difamación; robo; daño; burla, etc Este proceso
alternativo de solución de controversias derivado de la práctica de determinados delitos en los
que buscaremos establecer un acuerdo que permita reparar los daños causados y permitir el
restablecimiento de la paz es una de forma gratuita y que deberá realizarse en un plazo máximo
de 3 meses, en caso contrario el proceso sigue a través del proceso judicial (sin embargo, como
hemos visto, es un período que puede ser prorrogado por procurador del mediador al MP). El
proceso de mediación se caracteriza por tener un carácter voluntario, ya que es un proceso no
burocrático y rápido donde el mediador establece un rol de imparcialidad, independencia y
confidencialidad.

MÓDULO IV: EL PROCESO DE MEDIACIÓN

Solo para recordarles, la Recomendación y la Directiva que revisamos son muy importante, ya
que son instrumentos de Derecho Internacional que contienen elementos donde se
fundamentan los elementos de medición y pre-mediación, elementos como el tema de la
confidencialidad, la imparcialidad, el hecho de que es importante mencionar que la participación
es voluntaria y que su consentimiento puede ser retirado en cualquier momento; el hecho de
que informamos a las personas sobre el proceso de mediación, entre otras como hemos estado
analizando.

En el mismo sentido, la Ley de Mediación Penal es súper importante, y no tengo miedo saberlo
de memoria, pero es fundamental saber el tipo de delito, la duración del acuerdo, el hecho de
que el acuerdo debe ser firmado entre las dos partes, las consecuencias que pueden derivarse
del acuerdo a cumplirse o no, entre otros.

Enfoque Teórico-Práctico: Fases y Acciones

En general, ahora veamos las fases y procedimientos del proceso de mediación para que seamos
capaces de trasladar este conocimiento a la elaboración de entrevistas previas a la mediación
que realizaremos, fundamentalmente, en las clases prácticas y para que podamos, del mismo
modo, aplicar estos conocimientos en la simulación de sesiones de mediación en materia penal,
también fundamentalmente en clases prácticas.

En este sentido, a pesar de que las fases de premediación y mediación son las más importante
en este proceso, es fundamental saber que el proceso de mediación se compone a través de
cuatro etapas:

• Fase I: Selección de casos aptos para la mediación;

• Fase II: Preparación para la mediación, más conocida como pre-mediación – Antes de la
mediación en sí, es necesario explicar las reglas y condiciones del proceso de mediación y
obtener el consentimiento por escrito de las partes participar en ella y, por tanto, es una fase
que consiste en el contacto cara a cara y separados entre víctima y ofensor;

• Fase III: Mediación - Aquí, a diferencia de la anterior, la primera persona que tiene palabra es
la víctima quien describe su experiencia, desde su punto de vista, relatando lo que sentiste en
ese momento y lo que sientes actualmente, y luego se te da al mismo tiempo al ofensor para
hablar sobre su perspectiva sobre ese evento. El mediador debe asegurarse de que esta sea una
conversación ordenada y respetuosa.

• Fase IV: Seguimiento – Aquí el mediador busca evaluar en qué medida el acuerdo definido se
está cumpliendo hasta su término, y el acuerdo es un elemento central del proceso de mediación
porque cumple con las expectativas de ambas partes por resolver el problema.

• Sin embargo, debemos prestar atención al papel del mediador durante todo el proceso, como
veremos con mayor detalle a continuación, pero también como ya hemos tenido la oportunidad
y analizar hasta entonces.

Así que intentemos acercarnos uno por uno con más detalle.

1. Fase I – Selección de casos aptos para la mediación

Obviamente, esta fase se adaptará a diferentes programas y diferentes contextos, ya que existen
diferentes programas de mediación. Sin embargo, en Portugal, sabemos que los criterios de
selección normalmente se ajustan a que tienen que definirse de acuerdo con la situación en la
que se encuentra y, por lo tanto, este contexto es relacionado con la fuente misma de referencia
en la que vas a buscar, sabes qué es eso puede y someterá el caso a mediación, así como la etapa
procesal en la que la mediación está hecha. Ahora, los criterios de selección son:

→ Acusación del MP – La acusación es un requisito indispensable para la apertura de un proceso


de mediación, ya que, en Portugal, es el MP quien envía los casos a la mediación y generalmente
lo hace en la etapa de investigación. La iniciativa integra un programa de mediación puede ser
por parte de la víctima o del agresor, pero es muy importante que el MP ya haya identificado el
caso en cuestión. En la ley portuguesa sólo incluyen casos de delitos semipúblicos o privados
contra personas o bienes siempre que el límite máximo de la pena sea igual o menos de 5 años
de prisión. Hay países donde la selección se hace de forma más proactiva, con un conjunto de
mediadores que analizan los casos y ven cuáles son elegibles para mediación - este no es el caso
portugués. Las puertas de entrada a la mediación en Portugal son dos: El Ministerio Público o la
víctima y el infractor. La mayor parte del tiempo el reenvío está en manos del MP porque las
cifras no están al tanto del proceso El caso se distribuye más tarde. Luego viene la recolección
de información (tipo de delito y fase del proceso). La que llega al mediador es muy escueta, solo
dice cuál fue el delito e identifica a la víctima y delincuente Esto puede parecer insuficiente, pero
no lo es. Solo necesitamos saber quién son las cifras y cuál es el delito, de ahí y contactos
establecidos tenemos la información necesaria. Hay que escuchar la versión de los hechos que
aporta cada uno.

→ Identificación de la víctima – Solo puedes acudir a mediación en los casos en los que hayas
sido identificados como afectados por algún tipo de daño (personal, económico, materiales)
entre otros;

→ Exclusión de casos con relación de proximidad – Suelen ser excluidos de casos de mediación
penal en los que las personas tienen relaciones anteriores, especialmente cuestión de familia,
barrio por las desigualdades que se verifican entre las partes, así como la carga emocional que
conlleva esta relación. Si pensamos, por ejemplo, en casos de DV donde hay una partida hay un
equilibrio de poderes que no existe, el hecho de que traslademos este proceso a mediación
podría mitigar este desequilibrio aún más.

→ Admisión de responsabilidad por parte del infractor – Esta asunción de la responsabilidad es


un elemento central y, en los casos en que hay una negación en la responsabilidad por parte del
infractor, no tiene sentido proceder avanzar para un proceso de mediación. Así, como punto de
partida para avanzar hacia un proceso de mediación, debemos tener en cuenta esta admisión
de responsabilidad por parte del delincuente como una forma de reparar el daño causado a la
víctima;

→ Las faltas leves son las que habitualmente se trabajan en estos procesos como los delitos
contra la propiedad, por ejemplo;

→ A nivel del infractor, excluimos los casos en los que el infractor tiene múltiples condenas
anteriores, ya que ésta no debe tener más de dos condenas, no debe sufrir de patología mental,
no debe tener problemas establecidos sobre el uso de sustancias, entre otros aspectos que
deben ser considerados antes de iniciar el proceso de mediación. Obviamente esto dependerá
del tipo de programa de mediación adoptado.

Puede haber dos tipos de sistemas de selección de casos que van a mediación, es decir, un
sistema más pasivo y un sistema más proactivo para seleccionar estos casos: Por un lado,
algunos programas de mediación tienen procedimientos de mediación más casos de
señalización pasiva donde el MP es la fuente de referencia, ya que es la misma persona que tiene
conocimiento del proceso (ya sea por iniciativa propia o por queja) y, en estos casos,
normalmente pocos casos se remiten a la mediación, que es el caso de Portugal, que se muestra
como un sistema poco proactivo. El MP es quien mira los procesos y evalúa si tienen criterios
para ser evaluados en un proceso de Justicia Restaurativa. Por otra parte, en los casos en que
exista un sistema proactivo, se cuenta con personal especializado para seleccionar los casos que
proceder a la mediación, por lo que la fuente de referencia hace una preselección de casos, pero
son los mediadores que consultan los procesos y eligen los casos más adecuados para la
mediación.

Como ya hemos comentado, tanto en el sistema pasivo como en el proactivo, hay que tener en
cuenta la recopilación de información hecha por el mediador sobre el tipo de delito y la etapa
del proceso antes de hablar con la víctima y el agresor. De hecho, el mediador no tiene acceso
a una información exhaustiva del proceso con el fin de no reducir la capacidad de ser más
disponible y atento y que tenga en cuenta a las partes y su forma de abordar el asunto. Es
importante que el mediador se sienta cómodo teniendo información relevante, pero no
exhaustivo, pero al mismo tiempo ser consciente de lo que la víctima y el agresor tienen que
compartir. Así, el papel del mediador es muy limitado y normalmente la información que se le
proporciona es muy limitada, como información sobre el nombre de la víctima y sobre el
delincuente, así como un párrafo más o menos de lo que sucedió y cuándo sucedió. Hay muchos
casos en los que el perfil del mediador puede ser importante en el sentido de ser alguien que
encaja y entiende los problemas culturales del caso en el que van a trabajar y esto es algo que
se tiene muy en cuenta en la distribución de casos. Esto es importante porque la distribución de
los casos no puede ser aleatoria, sino que debe tener en cuenta la educación, especialidad y
características del mediador (ya sean sociodemográficas [edad y género], ya sea personal o
profesional).

Esta etapa de selección de casos suele terminar con el envío de una carta de presentación por
el MP o un programa de mediación, para que puedan ser contactado e informado que su caso
ha sido referido para mediación y para que inicie el proceso. Cabe señalar que en Portugal no
tenemos una mediación, ya que los mediadores de la lista son independientes, por lo que la
carta es enviado por MP. A su vez, esta carta presenta una descripción resumida del proceso de
mediación en lenguaje sencillo, hace referencia al proceso penal que será tratado en este
contexto, la invitación a participar en la sesión, así como subrayar que el mediador se pondrá en
contacto telefónico con la persona en cuestión para entender su opinión. También es
importante informar que el resultado de la mediación influirá en la tramitación de ese caso en
términos penales, lo que significa que si aceptan participar en la mediación y llegar a un acuerdo
que se cumpla, el caso será archivado, no procediendo a juicio.

2. Fase II – Preparación para la Mediación: Entrevista previa a la mediación

Este primer contacto telefónico es muy importante, ya que es el primer contacto que el
mediador tiene con ambas partes, y este contacto da continuidad a la recepción de la carta, por
lo que el punto de partida para esta conversación puede ser incluso a través de esa carta (por
ejemplo: “Sé que recibiste una carta, así que te llamo…”). Siendo así, este primer contacto
telefónico debe ser primero para el infractor, ya que el enfoque con el que trabajamos aquí es
un enfoque protector para la víctima, por lo tanto, los procedimientos adoptados son para
proteger a la víctima de la victimización secundaria, por lo que si contactamos a la víctima
primero y luego contactamos al delincuente y no estuviera disponible, estaríamos
revictimizando a la víctima. Por supuesto a la partida, al recibir la carta ya estamos creando
expectativas en la víctima, pero al contactar primero el agresor y darnos cuenta de que no hay
condiciones, en contacto con la víctima ya podemos encontrar formas y mecanismos para
minimizar los impactos (nota: no tenemos que decir que el infractor no quiso, decimos que
consideramos que no se dan las condiciones para proceder a la mediación [las condiciones que
discutimos anteriormente, tales como la admisión de responsabilidad, por ejemplo]).

También hay que tener en cuenta la edad del agresor y de la víctima porque, si son menores de
edad, el primer contacto telefónico se realiza con los tutores legales y sólo con su autorización
es que el mediador puede contactar al menor y preguntarle si está interesado en ir al proceso
de mediación; Además, todo este proceso de la mediación debe ser consentida por los tutores
legales.

De hecho, es poco probable que la gente rechace esta reunión, a menos que tiene una
experiencia negativa previa relacionada con este proceso o porque totalmente inconsciente del
proceso. Sin embargo, hay personas que asumen que si se ha ido una sugerencia dada por el
MP, entonces se sienten presionados a participar en este proceso. Esta fase es, básicamente, un
proceso de humanización, ya que la forma en que presentamos el programa es importante
animar a la gente a conocer los beneficios de mediación y reflexionar y luego tomar una decisión.
Sin embargo, también es importante tener en cuenta que este tipo de esquema no es adecuado
para todas las personas, ya que no todas tienen las habilidades para participar en este tipo de
programas.

En definitiva, en este primer contacto hablamos un poco de mediación, pero no muy


exhaustivamente (esto es en pre-mediación), ya que está destinado a la presentación, para
explicar qué es la mediación en general, aclarar dudas en el escrito, valorar disponibilidad de
ambas partes, para hacer una cita y programar (proporcionar contactos, proporcionar ubicación,
dar el número de contacto para cualquier duda e información adicional que pueda ser
necesario). El mediador también debe ser asertivo y persuasivo en el sentido de convencer a las
partes para que asistan a la sesión previa a la mediación, sin embargo, no debe presionarlos para
que tomen una decisión, y debe exponer brevemente el problema de la voluntariedad y la
posibilidad de retirarse de la mediación en cualquier momento del proceso, así como la
posibilidad de que las partes se enfrenten y las ventajas que este proceso puede tener frente al
procedimiento penal. Así es un contacto breve pero esencial para que el delincuente y las
víctimas puedan hacer preguntas, expresar su frustración y preocupación, así como involucrarse
directamente en el acuerdo y plan de reparación causado y determinar cómo el infractor
restaurará los daños por el crimen.

También puede ser importante, si percibimos reticencias, dar algunos elementos para llamar a
la mediación. Por ejemplo, el hecho de que sea gratis o rápido (3 meses). También podemos
referirnos al tema de la participación, pudiendo las partes participar en una solución conjunta a
lo que se decida. En cualquier caso, podemos referirnos a las características más esenciales, pero
menciona que las abordaremos de una mejor manera preguntas en la sesión previa a la pre-
mediación. En el caso de menores víctimas o infractores, este contacto se realiza con e
representantes legales. Se hacen citas y se proporcionan contactos. La entrevista de mediación
normalmente comienza con una referencia al contacto teléfonico.

I) Entrevistas previas a la mediación

Las entrevistas previas a la mediación se llevan a cabo por separado con las partes, y de
preferencia, trata de acercarte en momentos en que no se crucen. Aquí, al igual que lo que
sucede en el contacto telefónico, también comenzamos con el infractor, pero son ligeramente
diferentes en cuanto al enfoque del crimen y el conflicto y eso es todo lo que diferenciará la
entrevista que tendremos con el infractor y el acercamiento que tendremos con la víctima, ya
que aquí queremos entender cómo ambos vivieron el crimen y que le expliquen el proceso en
detalle para entender cómo cada uno vivió el crimen → entonces, en la entrevista con el
delincuente queremos entender qué sucedió y qué significa, cuáles son sus motivaciones,
entender qué consecuencias considera que tuvo para usted, así como tratar de evaluar la
asunción de responsabilidad porque, al no asumir su responsabilidad, el proceso queda en la
sesión previa a la mediación y no puede proceder a la mediación; mientras que en la entrevista
con la víctima buscamos sobre todo, para determinar las consecuencias de la victimización
(desde un punto de vista emocional, como el daños materiales, sentimientos, emociones),
comprenda cómo está lidiando con la situación, escudriñe las consecuencias de la victimización,
entre otros. Es decir, es necesario medir lo que fue dañado, y desde un punto de vista emocional,
esta medición es más difícil.

En resumen, como ya se mencionó, a pesar de estas pequeñas diferencias, la entrevista será


similar para ambas partes, pero luego la diferencia más sentida en estas entrevistas es que con
el agresor vamos a evaluar qué pasó y las razones por las que pasó, mientras que con la víctima
entendemos las consecuencias que se derivaron de esa victimización. Es también en esta etapa
que la evaluación de las habilidades comunicativas y las expectativas que ambas partes esperan
en este proceso de mediación, así como lo que esperar el acuerdo que pueda surgir de este
proceso. A menudo no sabemos la dimensión del daño, ya que tendemos a pensar que las
personas están demasiado enfocadas en el valor financiero de los bienes/daños, pero debe
tener en cuenta que el daño causado va mucho más allá de la cuestión financiera y esta
capacidad de percibir que el impacto del acto tuvo más que un impacto económico, sino también
emocional y una actividad física muy intensa hará que el mediador tenga un papel más empático
con ambas partes.
A su vez, esta entrevista previa a la mediación sirve para mostrar a las partes que el mediador
puede asumir un papel neutral e imparcial, pero también transmitir confianza y empatía por lo
que la persona está sintiendo. Esto permite al mediador crear un primer momento de
acercamiento y establecer una relación de confianza para que en la mediación hace que las
personas se sientan seguras. Como tal, la diferencia a menudo se aborda entre el papel del
mediador y el del juez, ya que es importante aclarar que, en los tribunales, el juez oye y decide
con independencia de la opinión de las partes, mientras que, en términos de mediación, el
mediador no tiene poder de decisión sobre lo que sucederá, siendo el papel de decisión de las
partes.

Tenemos a víctima y agresor convocados a la sesión. Comenzamos con el delincuente y las


sesiones tienen diferentes objetivos con cada parte. Con el delincuente, queremos saber qué
pasó y qué significa, para que posicionar al delincuente en el contexto y lugar del delito y de ello
obtendremos información sobre la asunción de responsabilidad. Con la víctima podremos
conocer las consecuencias de la victimización (físicas, cambios en la vida, psicológicos). Si el
infractor no reconoce los hechos, no tiene sentido pasar a la sesión de mediación, este es un
elemento central. Este es también un elemento antagónico al Sistema de Justicia Tradicional, en
el que hay que probar incidentes. Diferenciación entre el papel de mediador y el de juez. Esto
nos llevará a la cuestión de informalidad del proceso o papel imparcial y neutral del mediador.
El mediador escucha dos partes y asegura reglas básicas, pero no influirá en el resultado final.
Existe un papel decisorio de cada una de las partes. Hay una referencia de las habilidades y
expectativas de las personas con respecto al proceso. Las habilidades de comunicación son
fundamentales si nos damos cuenta de que las partes no logran comunicarse cordialmente entre
ellos, puede ser un obstáculo para el proceso. Si traemos personas con expectativas poco
realistas con respecto al resultado también puede ser inapropiado. La dificultad en la
comunicación podría ser hablar en un idioma diferente. Puede haber un intérprete, pero puede
ser difícil, como que el delincuente o la víctima tengan una patología (por lo que puede ser un
criterio de exclusión). Hay que pensar en el principio de no dominación, hay que garantizar el
equilibrio entre partidos El tema de ser menor y adulto también puede ser difícil, hay
discrepancia en cuanto a las habilidades de comunicación, es necesario que los menores vengan
acompañados de representantes legales o figuras de apoyo. En cuanto a las expectativas,
pueden tener otras poco realistas con respecto a la reparación de daños (por ejemplo, tener una
compensación financiera mucho más alta de lo que sería). Es la hora del ajuste de las
expectativas se puede hacer explicando las medidas que se pueden aplicar.

Otro aspecto que puede influir en la capacidad de comunicarse puede ser la proximidad al
evento (víctima que tal vez no pueda evaluar con precisión clara el impacto en términos de
victimización). La entrevista suele tener las siguientes fases que son como las dimensiones de
nuestra guía de entrevistas (pueden ser cambiables, a saber, b y c, en términos de orden que se
abordan). La entrevista tiene un orden y estos son pasos fundamentales para integrarse
mientras estas dimensiones en la construcción de la entrevista de mediación. Así, las diversas
dimensiones que van a dirigir nuestra guía son:

• Presentación de nosotros mismos, pero también haciendo una clara distinción entre nuestro
papel de mediador y el papel del juez, y somos un elemento imparcial y neutral que está
tratando de promover la comunicación y el diálogo entre ambas partes, no estando allí para
juzgar). También podemos agradecer disponibilidad, preguntar cómo encontraste el lugar, entre
otras preguntas que puede “romper el hielo”, siendo así una conversación informal que debe
ser tranquiliza;
• Recolección de información – confidencialidad y sus límites: En esta sesión, el mediador debe
recopilar tanta información relevante como sea posible. Sin embargo, debe primero explicar la
confidencialidad del proceso y los límites que pueden existir lo mismo, porque, después de
analizar la Recomendación del 99, vimos que hay ciertos límites a esta confidencialidad. Al
principio, todo lo que se dice queda en el proceso de mediación, sin embargo, existen límites,
ya que existen situaciones que, por su gravedad, no puede mantenerse confidencial hasta que
las partes puedan regular qué dirá (por ejemplo, si una de las partes confiesa un delito, esta
información tiene que ser comunicado). La cuestión de confidencialidad debe ser luego
abordada, para aumentar la probabilidad de las personas cuenten lo que pasó.

• Mediación: proceso, neutralidad, reglas básicas (brinde una descripción general de lo que
sucede): En esta fase le pediremos al agresor y a la víctima que entiendan qué sucedido, siendo
muy importante la postura de escucha activa (atención a lo que se nos dice). Es una fase donde
también tenemos que informar las reglas básicas del proceso de mediación (como el hecho de
que los insultos no serán tolerados o formas menos adecuadas de comunicarnos, ya que, como
mediadores, somos para asegurarse de que esto se haga) y explicar cómo funciona el proceso
(comprender lo qué es la mediación y cómo funciona, quién estará presente, que la víctima tiene
la oportunidad de hablar primero, el papel del mediador, resolución del acuerdo, etc). De
entrada, si exploramos bien en la pre-mediación, si damos bien un resumen del proceso de
mediación, no tendremos sorpresas y esto tiende a funcionar normalmente. Las reglas básicas
que hay que respetar son, por ejemplo, el respeto por las partes, tiempo de intervención de las
partes, etc. No se permiten ninguna falta de respeto, para que las personas se sientan seguras
en su participación.

• Posibles soluciones: Es importante poder avanzar con algunas de las soluciones posibles tales
como pagar el monto específico del daño (por ejemplo, el valor de un televisor), prestar un
servicio a la víctima o a la comunidad (p. ej., proporcionar jardinería, ayuda con las compras),
disculpas, entre otros. Sin embargo es importante saber cuáles son las posibles soluciones y,
preguntando al infractor, podemos preguntar si es posible compartir con la otra parte para que
la otra parte ya pueda decir y discutir si las soluciones son las más adecuadas o no. Cabe señalar
que se debe prestar atención a la edad del infractor y cómo participarán los padres en la
ejecución del acuerdo porque, por un lado, los padres pueden no querer que su hijo trabaje, no
consintiendo con el mismo y, por otra parte, el mediador no puede dejar que sean los padres a
pagar, ya que los propósitos de la mediación no se estaban cumpliendo.

• Obtener una decisión (positiva o negativa): El objetivo de esta sesión es obtener una decisión
es positiva o negativa, es decir, la persona tiene que decidir si consentir o no participar en la
mediación. Entonces este es un aspecto muy importante, ya que si la persona consiente en
participar (mediante la firma del consentimiento informado), no necesitan decidir de inmediato
la reparación que quieren, al igual que no necesitan firmar el consentimiento informado el
mismo día, y puede tener derecho a unos días pensar y entender si quieren aceptar la mediación.
Nunca podemos terminar una sesión de mediación sin estar seguro de si la persona ha decidido
participar o no;

• Preparación de la sesión de mediación (fecha, hora, lugar): Después de que las personas
deciden si quieren o no participar en el proceso de mediación y si aceptan, se establece la fecha,
hora y lugar de la sesión de mediación;

• Conclusión – Aquí la parte de confidencialidad puede y debe ser reforzada, especialmente


preguntando si hay alguna información que no desea si informamos a la víctima o si no, también
es importante explorar cómo anticipa que sentirá con la otra persona frente a ti, que le quieres
preguntar, entre otros. Finalmente, no dejes de hablar sobre el acuerdo, lo que significa
renunciar la denuncia y las consecuencias de participar en el proceso. El mediador debe siempre
concluir la sesión previa a la mediación haciendo una serie de preguntas que tiene como objetivo
dejar que la persona reflexione sobre cómo será la sesión de mediación para prepararse para
ello. Entonces, podría preguntar, por ejemplo, cómo crees que se sentirá estar frente a la otra
persona, pídele que piense en la le gustaría decir y preguntar, ¿qué piensa ella acerca de los
beneficios de la propia mediación (el mediador debe enfatizar estos beneficios), etc. Por lo
tanto, ayuda a las personas a organizar mejor sus ideas, pensamientos y discursos para cuando
llega el momento de estar con la otra persona.

En el caso de que la persona, después de la sesión de pre-mediación, no quiera participar en el


proceso de la mediación, el mediador debe hacer hincapié en que la hipótesis de desistimiento
se mantiene a lo largo el proceso y, por tanto, puedes desistir en cualquier momento. Además,
el mediador puede reforzar los beneficios de la mediación y también pregunte a la persona qué
piensa que hará el juez en relación con su proceso, haciendo reflexionar así a la persona sobre
el papel del juez y cómo se resolverá el caso en el tribunal. El mediador también debe explicar
que en los casos de mediación, el infractor ya ha asumido la responsabilidad del hecho, mientras
que en los tribunales esto no puede suceder, y el infractor puede incluso ser absuelto en el
proceso, siempre que no existan pruebas en su contra.

3. Fase III - Mediación

El objetivo principal de la sesión de mediación no es el acuerdo, ya que eso sería reduccionista


y algo que puede que ni siquiera suceda en esta sesión. Así, el objetivo central es la conversación
entre la víctima y el agresor, principalmente para que hablen de lo que sucedió, hable sobre su
perspectiva, haga preguntas y respuestas que en otro contexto no pasaría

Como tal, la figura del mediador es efectivamente central para el cumplimiento de este objetivo,
ya que, si él no estuviera presente, probablemente no pasaría nada en esta conversación y el
hecho de que es algo que va mucho más allá de una conversación, es fundamental que esté
regulada por los principios y reglas básicas de la mediación. Como tal, en esta etapa de la
mediación tendremos que decidir si queremos una mediación (sólo 1 mediador) o una co-
mediación (hay dos mediadores), y en la co-mediación siempre hay un mediador que tiene un
papel más activo y otro con un papel más pasivo donde, por ejemplo, uno puede estar mediando
y el otro tomando notas. Como tal, la cooperación y articulación entre ambos elementos es
fundamental para seguir un buen proceso de mediación. Cabe señalar que, al comienzo de sus
carreras, los mediadores tienden a elegir la co-mediación para que se sientan más cómodos y
para que ambos se ayuden unos a otros

Dentro de la medición, aún existe la posibilidad de elegir la medición directa y medición


indirecta, y esta última generalmente solo se presenta si entendemos que, en la comunicación
previamente realizada con la víctima y el infractor, el único obstáculo pues la comunicación es
el encuentro mismo y, por tanto, sólo en este caso presentamos la medición indirecta como
solución. Sin embargo, sólo presentamos este solución como una "ultima ratio" en el sentido de
que parece que si no tengo esta reunión, parece que me falta uno de los objetivos centrales de
la medición, ya que la medida indirecta, no hay comunicación directa entre la víctima y el agresor
siendo el mediador el que transmite lo que dice cada una de las partes.
La sesión de mediación pasa por un conjunto de subfases:

a) Preparación de la sesión: Aquí tratamos de preparar el espacio que, en un principio, ya está


preparado y tiende a ser en una habitación, con una mesa y sillas, las personas deben colocarse
de manera que la víctima y el agresor puedan estar cara a cara. Por otro lado, el mediador se
prepara para lo sucedido en la pre-mediación donde hubo un conjunto de información
recolectada que es importante que el facilitador traiga de vuelta a esta sesión de medición, es
decir, por ejemplo, las soluciones que A y B ya han avanzado relativamente posibilidades de
reemplazo.

Puede comenzar con el espacio en sí (ubicación de sillas, etc.). La forma de la colocación de la


mesa también es importante. Todavía es importante establecer contacto visual entre la víctima
y el agresor. Es importante que el mediador pueda recordar de qué se trata el caso y qué fue
hablado en la sesión previa a la mediación (expectativas, soluciones avanzadas, consecuencias
compartida, etc.) para poder usar si es necesario. Al comienzo de la sesión, hay una presentación
y el proceso de mediación.

En cuanto al proceso, la víctima comienza describiendo lo que ocurrió. Se hacen preguntas (hay
un diálogo), se discuten los daños y perjuicios y buscar soluciones juntos. Si la discusión permite
que puedan empezar a ser se redactan formas de reparación, se redacta un acuerdo escrito, que
define específicamente medidas identificadas para reparar el daño.

El mediador debe dejar claro que el diálogo será entre la víctima y el ofensor y no entre él. Los
seguidores también pueden estar presentes.

Reglas básicas: Cada parte debe hablar sin ser interrumpida. El respeto es un elemento central.
Junto con la información sobre el diálogo, cabe señalar que las partes para hacerlo (diálogo),
siendo neutral y central el papel del mediador. Los seguidores también tendrán tiempo para
compartir información si es necesario y la indicación de este momento debe ser presentada
previamente. Todavía debe ser informado que en cualquier momento podrá retirar el
consentimiento y el proceso estará cerrado.

b) Inicio de la sesión – presentación: Debe ser un inicio claro y conciso, ya que la gente puede
estar tensa, probablemente la primera vez que se encuentran cara a cara. El mediador debe
describir el proceso de medición manifestando que inicialmente se dará la palabra a la víctima
quien nos hablará del impacto que esta situación ha tenido en su vida y las consecuencias de
este conflicto, luego tendrá la oportunidad de hablar con el delincuente, quien también
informará lo sucedido y cómo te sientes, entonces tenemos un tiempo para hacer preguntas de
ambas partes, así como una discusión de posibles soluciones para reparar daños causados y, si
aquí hay alguna posibilidad de algún consenso de las soluciones, el acuerdo puede
eventualmente comenzar a diseñarse. El mediador también debe mencionar el papel de los
aficionados que tienen un papel no activo durante la sesión, salvo en un momento muy concreto
en el que se cuestiona si hay algo que quieran agregar. En este proceso, debe ser recordado el
papel del metro y algunas reglas básicas como el respeto por otra y la cuestión de la
voluntariedad o la posibilidad de tomar un descanso/a breve descanso, por ejemplo. Aquí se
trata de recordar cómo el proceso de medición. El mediador debe dejar claro que este diálogo
entre los partidos en los que tanto él como sus seguidores jugarán un papel más neutral.
c) Informes y diálogo: Se pide a cada parte que hable sobre lo sucedido, cómo se sintió y cómo
se siente y cómo este evento afectó su vida, porque lo que realmente queremos es entender la
perspectiva del otro. De hecho, tenemos que dar la primera palabra a la víctima, a menos que
prefiera hablar después, algo que ya podemos definir en la pre-mediación, y esto sucedió
porque, si el ofensor hablara primero, esto podría, por un lado, servir para suavizar la actitud de
la víctima sobre el impacto que el delito ha tenido en ella o, por el contrario, sirven para que la
víctima se indigne aún más de lo que ya está. Sin embargo, el mediador todavía tiene que
entender y saber manejar los silencios y momentos como, por ejemplo, una de las partes puede
decir “ya te dije todo en la última sesión” a lo que el facilitador debe decir “Entiendo, pero creo
que sería mucho más importante para ti compartir lo que hablaste conmigo con esta persona”,
o sea, en esta situación, el mediador debe, como promotor del diálogo, explicar a la persona que
es importante explicar directamente a la otra parte el impacto que el crimen tiene sobre él.

En el mismo sentido, debemos tener en cuenta que esta mediación no se trata de investigar la
verdad sobre los hechos, pero se trata más de dar libertad a las personas para compartir su
perspectiva sobre cómo experimentan el crimen y, por lo tanto, es normal que las partes no
tengan la misma perspectiva de lo que pasó. Cuando esto sucede, el mediador tiene que tomar
la situación, reenfocar a las partes y explicarles que es normal no estar de acuerdo, sin embargo,
esto no significa que no se puede llegar a una solución conjunta. Por lo tanto, el mediador debe
encaminar a las partes para una solución consensuada y no para que tengan una opinión
unánime sobre lo sucedido.

También es normal que las partes tiendan a centrar su mirada en la mirada del mediador y, por
tanto, el mediador debe tener el papel de poder dirigir la mirada de estas partes entre sí, ya que
es muy importante que las personas hablen entre sí mismos y que estos cruzan los ojos. Algunas
estrategias para facilitar el diálogo podría ser algo así como "Voy a pedirle a X que ahora
comparta con Y cómo esta situación tuvo un impacto en su vida”. Es importante que este
intercambio no sea interrumpido, es importante saber gestionar los silencios (“¿hay alguien más
que quiera compartir?”) y darse cuenta de que el silencio es una parada o algo que ha terminado.

En este sentido, si la gente empieza a ofenderse, claramente el mediador deberá interrumpir y


guiar la sesión, recordando, nuevamente, las reglas básicas. También puede ocurrir que, durante
la conversación, las partes busquen otras cosas y, en este caso, puede ser importante para el
mediador reenfocar y descentrar la conversación. Reenfocar consiste en reenfocar a la persona
en lo que está siendo discutido, ya que a veces la gente comienza a evadir el tema que se está
discutiendo; la descentración es necesaria cuando la persona insiste demasiado o demasiado
intensamente sobre un tema dado y luego podemos aplicar esta técnica para desviar a la
persona de este asunto. Luego, el mediador debe hacer una síntesis, resumiendo todo lo que
fue abordado durante la sesión, así como las soluciones presentadas por ambas partes.

d) Discusión de los daños y búsqueda de soluciones: Esta discusión de los hechos, de los daños
y la búsqueda de soluciones es más desafiante, ya que las personas pueden aportar diferentes
expectativas de lo que se puede lograr, razón por la cual ya no identificados en la mediación
previa con las partes separadas. Esta parte debe ser introducido, cuestionando a las partes sobre
qué solución sería posible sentir que se resolvió la situación y se reparó el daño. Si fuese difícil,
el mediador puede dar sugerencias que deben ser factibles y realistas en esa situación y para
esa persona en particular, especialmente si esa solución responde a las necesidades de ambas
partes. Esta discusión se basa en gran medida en proceso de comunicación que se centra mucho
en la discusión de los hechos, en los antecedentes y motivaciones, consecuencias y sus
significados, preocupaciones y expectativas, entre otros, ya que el impacto va más allá de lo que
sucedió, entonces tiene que haber un reconocimiento de que el crimen va más allá de daños
materiales y todo ello permite comprender las cuestiones que se vinculan a la pérdida real de la
situación. Aquí, obviamente, es importante abordar también la reacción del entorno social
(cómo reaccionaron las personas, cómo reaccionaron los amigos) cómo reaccionaron, cómo
ayudaron los familiares, entre otros) y, por tanto, todo esto llevará a la cuestión del sentido de
la justicia que acaba teniendo cada parte y, en consecuencia, conducirá (o no) a la formulación
de una solución que pueda surgir si este proceso comunicacional se da de manera rica y
transparente. Cabe señalar que el contenido del acuerdo puede variar en función de lo que son
necesidades y deseos de las partes.

e) Desarrollo del acuerdo: El contrato debe ser escrito, preciso y claro y se deben especificar las
condiciones para implementar el acuerdo (por ejemplo: “A se compromete a reparar la puerta
de B, el día X, a las X horas, cuyos materiales comprará el valor de X en la tienda X). ¿Qué
precauciones debe tomar el mediador? Los abusos en el sentido de justicia que se dan cuando
las situaciones de reparación van más allá de lo razonable. En Portugal, quien aprueba el acuerdo
es el diputado quien se dará cuenta si esto se lleva a cabo de la mejor manera posible. Entonces
hay un conjunto de reglas que debe seguir el acuerdo, como el hecho de que tiene que ser un
acuerdo voluntario y libre entre las partes; Los términos deben ser breves, pero detallado; se
deben determinar las pérdidas; el plazo debe ser descrito para el cumplimiento de este acuerdo;
si es una disculpa debería quedarse escrito en él como algo así como "Al final de la sesión, el
ofensor se disculpará con la víctima"; si se trata de un acuerdo con menores, hay que tener en
cuenta las particularidades que esto requiere, como la presencia de los padres en esta sesión
que también deben aceptar este acuerdo, como dejar claro que “el joven procurará encontrar
trabajo para conseguir pagar los materiales para reparar la puerta”. Al final, deberá haber una
reflexión y firma del acuerdo. Existen reglas para el acuerdo tales como: acuerdo voluntario y
libre entre las partes, debe ser en términos breves pero detallados, una determinación de
pérdidas, una disculpa, teniendo claro cómo se va a hacer, fijar un plazo para el cumplimiento
(si no, puede presentar una queja dentro de 1 mes), para menores puede tener particularidades
y los representantes legales pueden estar presentes, es importante que rindan cuentas. El
acuerdo no tiene que ser firmado en la misma sesión que comenzó a redactarse. El mediador
puede abrir la posibilidad de que la víctima y el delincuente se reúnan la próxima vez para que
se pueda firmar el acuerdo, abriendo espacio para la reflexión.

f) Cierre: Programaremos una reunión de seguimiento para verificar si el acuerdo se está


cumpliendo; agradezcamos a la gente por venir a esta sesión; debe existir un momento de
aclaración de dudas y alegatos finales; puede haber un momento de reflexión de la medida como
“lo que pudo haber sido ¿diferente? ¿Qué se podría mejorar?” y, por último, debemos informar
al MP del resultado de la sesión (si hubo o no acuerdo y, en caso afirmativo, cuál fue) para que
este homologue. Si no se llega a un acuerdo, también se informa al MP, siguiendo el proceso de
los procedimientos normales. La sesión debe terminar con la programación de la reunión de
seguimiento. Es una fase no determinada legalmente de manera explícita, pero que sirve para
verificar si el acuerdo fue cumplido o no. Si no se cumple, es un momento ideal para informar a
la víctima de manera cómo proceder o si existe la posibilidad de negociación si las partes así lo
desean. Uno de los impactos más negativos es la falta de tiempo de seguimiento. También son
importantes los agradecimientos sobre disponibilidad y colaboración hecha por el mediador a
las partes. Al final de la pre-mediación, se necesita espacio para preguntar si hay alguna duda o
pregunta que quieras poner. Lo mismo aquí, para hacer reclamos finales (autoevaluación, si les
hubiera gustado que hubiera sido diferente), e incluso informar cuál será el resultado del
acuerdo compartido con el MP.

4. Fase IV. Follow-Up

El objetivo principal de este seguimiento es monitorear el proceso y el cumplimiento del


acuerdo, porque si no hay cumplimiento por parte del ofensor, debe haber una negociación
entre ellos, ya sea mediante el envío de copias del acuerdo o a través de una Reunión presencial
o telefónica. De hecho, es el mediador quien tiene que garantizar esta supervisión del
cumplimiento del acuerdo, comprobar si hubo pago directo o devolución y realizar
periódicamente un análisis de los avances verificados a la luz de este proceso y esta situación.

El papel del mediador

El mediador debe adoptar una postura proactiva en la relación entre las partes, buscando
orientar a las personas para que se involucren en el proceso de mediación, ya que es quien
conduce el proceso e involucra a las partes, es quien facilita la comunicación en el proceso de
medición y, obviamente, esto implica empatía, reconocimiento y aceptación de ambas partes.
Aquí el tema de la neutralidad puede ser algo más difícil si estamos hablando de personas de
diferentes etnias y cuestiones socioculturales y, como tal, hemos asegurado estas
particularidades y estas cuestiones psicosociales.

Entonces, ¿qué debe hacer el mediador?

 Valorar y promover el carácter voluntario, fomentando y no presionando su participación;


 Debe pedir apoyo si tiene alguna pregunta o si se siente inseguro sobre el camino que está
tomando.
 Debe resumir y aclarar lo dicho, cuando corresponda o para aclarar malentendidos;
 Debe evaluar conjuntamente las soluciones, preguntando si las partes tienen alguna
sugerencia para las soluciones;
 Fomentar la comunicación directa entre los diferentes elementos, como personas puede
sentir
 Aclarar y reformular cuando una de las partes no transmita con claridad – por ejemplo,
“puedes explicarme más lo que dijiste sobre X” – si eso fuera algo importante para que la
comunicación suceda sin problemas;
 Reenfocar la comunicación en el sentido de captar lo esencial y dejar lo que es incidental y
contraproducente de parte;
 Hacer cumplir las reglas e interrumpir la sesión cuando no se están respetando las reglas;
 Aprovechar otros recursos ya sea a través del contacto con el personal o con un co-
mediador;

Por el contrario, lo que no debe hacer el mediador:

X No debe resolver/controlar el proceso de las personas, ya que el problema debe ser


resuelta por las partes y no por el mediador y, como tal, son las partes quienes deben
controlar el proceso;

X No debe buscar la veracidad de los hechos, ya que el mediador no es un juez,


preocupándose mucho por eso.
X No debe permitir que las partes discutan;

X No debe filosofar/paternizar;

X No debe permitir que los seguidores controlen la sesión, ya que deben tener un rol
pasivo en la medida;

X No debe usar lenguaje técnico, ya que el mediador debe asegurarse de que las
personas comprenden lo que se dice para hacer cumplir la imparcialidad y neutralidad
del proceso;

X No debe escuchar activamente ni llenar silencios;

X No debe intervenir con frecuencia

X No debe presionar por el “perdón” y la “reconciliación”

Justicia Restaurativa e investigación empírica

Justicia Restaurativa e Investigación Empírica (Umbreit, 1998)

Hay una cierta discrepancia entre la práctica y la evaluación de la práctica. Hay mucha práctica
e intervención sin ser apalancado con una evaluación efectiva. Investigación y teoría en torno a
las experiencias de las víctimas en la justicia restaurativa son escasos. La investigación en Justicia
Restaurativa debe responder a las particularidades y diversidad de víctimas y delitos, sea lo más
general posible. Es importante conocer el impacto de JR a través de una investigación
metodológicamente sólida. Puede tener sentido cambiar la metodología y no seguir insistiendo
en programas sin impacto positivo.

También es importante dirigir nuestra dirección hacia las brechas identificadas.

Las necesidades, vivencias y participación de la víctima en las prácticas restaurativas (Bolívar,


Aertsen, Vanfraechen, 2009)

Elementos valiosos:

1. Información sobre su caso (Strang, 2002) – tipo de pregunta que en los procedimientos
normales las víctimas no pueden escuchar la respuesta. Esta respuesta existe en un punto del
proceso de mediación cuando pueden hacer preguntas. Suelen ser preguntas como “¿Por qué a
mí, por qué a mi casa, etc."

2. Participación (Strangm, 2002; Umbreit, 1994; Beven et al. 2005) – tener participación activa
en cómo se reparará el daño.

3. Experiencia como feria (Strang, 2002) - Esto también se puede vincular a la lista las posibles
soluciones, que las personas ven en su caso concreto y piensan que son justas. Es en este
momento de diálogo y delimitación de soluciones que asegurarse de que la experiencia se
perciba como mutua.

4. Control sobre el proceso (Strang, 2002)


Consecuencias psicológicas positivas asociadas a la participación

1. Reducción del miedo a ser victimizado nuevamente. Humaniza de alguna manera el ofensor,
el miedo se ve disminuido. Evaluamos esto comparando el antes y el después del proceso de
mediación, preguntando a la víctima. La mayoría de las víctimas, al final del proceso reducen el
miedo a pasar por un nuevo proceso de mediación. Es por eso que la investigación debe ser
metodológicamente sólida.
2. Reducción de la ansiedad
3. Recuperación del respeto y la autoestima
4. Expresión emocional
5. Restaurar la sensación de control
6. Significado atribuido a la experiencia

Aspectos positivos asociados a la reparación de daños

1. Ayuda a la víctima a superar la experiencia de victimización


2. Emocionalmente más ajustado
3. Reducción de la ira hacia el infractor
4. Disminución de los síntomas psicológicos
5. Humanización del infractor
6. Percepción positiva del SJ

Impacto negativo asociado a la participación (Morris, Maxwell y Robertson, 1993)

1. Depresión
2. Miedo
3. Ira
4. Angustia

¿Por qué pasó esto? Por ejemplo, la evaluación de la víctima previa a la mediación no se haya
hecho correctamente, para ver si ella está lista para participar en el proceso. Las expectativas
que las víctimas aportan al proceso no pueden ser irreales, y no es probable que obtenga una
respuesta, esto debe anticiparse. La mediación previa no exploró estos aspectos. El crimen
también puede no haber sido aleatorio y la víctima se da cuenta (por ejemplo, ser víctima por
ser un objetivo más fácil y confirmarlo en el proceso de mediación, esto puede aumentar mi
inseguridad y miedo, debido a características que no se pueden cambiar). En el proceso de
mediación en sí, el papel imparcial del mediador puede no estar realmente presente y esto
tendrá implicaciones, si no garantiza las reglas de conducta y respeto, es posible que las
personas no se sientan seguras.

Razones asociadas al impacto negativo de la participación (Morris, Maxwell y Robertson, 1993)

1. Sin seguimiento (Coates y Glen, 1989; Shapland et al, 2007)


2. Preparación de mediación insuficiente (Strang, 2002)
3. Sesgo del mediador (Strang, 2002)
4. Percepción de falta de sinceridad por parte del infractor (Wemmers y Canutto, 2002).
Precauciones:

1. Los resultados no pueden generalizarse a todas las prácticas y programas.

2. Muestra: programas con jóvenes infractores y delitos menores (Wemmers y Cyr, 2005). Se
necesita precaución en la forma en que generalizamos los resultados de un programa en
particular, el contexto puede haber sido diferente, la muestra diferente, etc. es importante
reconocer los resultados y la eficacia de los programas, pero la cautela en cómo las
generalizamos.

3. Ausencia de elementos que permitan esta transferencia/generalización a crímenes violentos.


Hay programas que trabajan con delitos más o menos graves, este aspecto debe tenerse en
cuenta.

4. Todavía existe la necesidad de integrar contextos nuevos/diferentes (Digman, 2005), probar


los programas en diferentes niveles.

5. La mediación no funciona para todos, esto hay que reconocerlo. La mayoría de las personas
se sienten satisfechas con los resultados, pero hay que recalcar que son todos.

6. Inquietudes sobre la metodología adoptada (Wemmers y Canuto, 2005). Es importante tener


un pre-test y un post-test, pero también tener un grupo de control. Tenemos que respetar varios
supuestos, estos no son detalles. El grupo de control estará compuesto por casos que llegaron
a los tribunales o que simplemente no pasaron por el proceso de mediación.

7. Más allá de la tipología del delito, pueden ser relevantes otras características:

a) Características de las víctimas (p. ej., víctimas vulnerables)

b) Relación anterior víctima-agresor

c) desequilibrios de poder

8. Riesgos: manipulación del agresor versus presión de las víctimas.

Experiencias de las víctimas en la Justicia Restaurativa

Necesidades de procesos y resultados

Necesidades de las víctimas respecto al proceso: 3 tipos de factores

1. Un proceso menos formal, con más información sobre el proceso y potenciales resultados.
Ser tratado justamente con respeto y participar en sus casos.

Necesidades en cuanto a resultados

2. Reparación de materiales

3. Reparación emocional

Estos dependen de 3 tipos de factores:

• Diferencias en los delitos experimentados (por ejemplo, tipo de delito, gravedad)


• Experiencias de la víctima después del delito (por ejemplo, apoyo familiar y profesional)
• Características personales de las víctimas.
Esto nos dice que no podemos mirar sólo el tipo de delito sino cruzar un conjunto de otras
variables que nos permiten anticipar las reacciones más normales de la víctima, que es la
ansiedad, ira, rabia.

También hay dos elementos relevantes para la experiencia de las víctimas en los tribunales

Restaurativo

1. Percepción de control sobre el evento

2. Atribuciones relacionadas con la causa de los hechos

- Atribuciones centradas en la víctima (p. ej., personales, conductuales)

- Atribuciones centradas en el delincuente (p. ej., personales, conductuales)

El impacto de la justicia restaurativa en la ansiedad de las víctimas

Sabemos que el infractor está en una posición única para confirmar o reafirmar las atribuciones
de la víctima sobre lo sucedido. La narrativa del delincuente puede tener efectos en las
atribuciones autocentradas de la víctima. La confrontación directa con el agresor también puede
tener un impacto en los factores asociados a la forma de lidiar con la ansiedad después de la
victimización. Participar en el proceso puede darle a la víctima una cierta sensación de control.

Rumiación de la ira (Sukhodolsky, Golub y Cromwell, 2001)

 Rabia rumiante: Rabia + Rumiación.


 Rabia: respuesta común a la victimización criminal.
 Rumiación: una experiencia repetitiva sobre eventos negativos, estamos pensando
sistemáticamente en lo mismo.
 Rabia rumiante es un proceso cognitivo no intencional y recurrente que surge y continúa
después de un episodio en el que se experimenta la ira. La ira rumiante es relevante
para las experiencias de las víctimas en el proceso de la justicia restaurativa.

Cuando ocurre el perdón, hay una disminución en la ira rumiante, alivia esta carga y peso que
llevan las víctimas. El perdón alivia a las víctimas de la “carga” de pensamientos y no deseados
a sentimientos de enojo intrusivos. Rabia rumiante: relevante para las experiencias de las
víctimas en el proceso de justicia Restaurativa.

“Yo perdono” expresa 3 cosas diferentes:

1. Sufrí daños y pérdidas


2. Tú eres la causa de este daño y esta pérdida
3. Elijo liberarte de la deuda que me debes.

Sabemos que el perdón disminuye la ansiedad, la depresión, los sentimientos de venganza, la


rabia rumiante... tiende a promover la liberación de emociones negativas, satisfacción, salud
física. Podemos decir que perdonar es aparentemente bueno para las víctimas
Factores asociados al perdón

Sinceridad: si la víctima percibe la disculpa como sincera, falsa disculpa será un obstáculo.

Valores de justicia: valores de víctima: valores punitivos o centrados en el castigo puede ser un
obstáculo (depende de la gravedad de la ofensa). La filosofía de la Justicia Restaurativa tiende a
enfatizar valores no retributivos.

Mediación en casos de delitos contra la propiedad y “delitos menores” (Umbreit, 1998)

La mayoría de los estudios desarrollados concluyen que víctimas y agresores se benefician de


participación en el proceso de mediación (la reunión entre las partes, hablar sobre el crimen, su
impacto y la posibilidad de desarrollar un plan de restauración de pérdidas). Además, el propio
sistema de justicia también se beneficia.

Resultados inmediatos de la mediación:

• 4 programas evaluados
• 1131 sesiones de mediación directa
• 95% de operaciones exitosas
• Los planes de restitución incluyen:
o Restitución financiera (promedio de 200 dólares);
o Servicio personal a la víctima (promedio de 18 horas)
o Servicio a favor de la comunidad (promedio de 15 horas)
• Víctima
o 75% estaban motivados para participar.
o 70% de las víctimas no referidas a procesos de mediación reportadas su voluntad de
reunirse con el joven infractor.
o 82% de los ciudadanos dicen que considerarían su participación si víctimas de delitos
contra la propiedad no violentos.
o Tras la denuncia, contacto con el infractor y posibilidad de hablar de lo que pasó fueron
elementos evaluados como más satisfactoria que la reparación financiera.
• Delincuente
o Los elementos más satisfactorios:
 El encuentro con la víctima
 Hablar de lo sucedido
o Los jóvenes infractores no perciben esta alternativa como menos exigente contra otras
posibilidades
• Naturaleza voluntaria de la participación
o Percibido como voluntario por la mayoría de las víctimas (91%) y agresores (81%)
o Grupo de control de víctimas/infractores: si se les hubiera presentado la posibilidad,
habría elegido (72% infractores; 70% víctimas)
• Nivel de satisfacción del cliente
o Altos niveles de satisfacción con el proceso y los resultados
o Víctimas y agresores más satisfechos con el manejo del sistema con su caso a través
de la mediación.

Testimonios de las víctimas

“Pude participar y sentí que podía tomar decisiones en lugar de ser el sistema para tomar
decisiones por mí” “La mediación me hizo sentir que tenía algo que ver con lo que estaba
haciendo” “Me gustó la calidad de la mediación... me hizo sentir menos víctima, pero sin dejar
de serlo".

Testimonios de agresores

“Me gustó la equidad del proceso” “Entender cómo se sintió la víctima me hace sentir
diferente... Pude entender mucho mejor de lo que había hecho” “Me di cuenta que la víctima
se sentía muy herida y eso me hizo sentir mal” “Tuve la oportunidad de hacer algo para corregir
lo que había hecho sin tener que pagar malas consecuencias"

El papel del mediador percibido por las víctimas:

Proporcionó liderazgo, nos hizo sentir cómodos, ayudó a desarrollar el plan de restitución y nos
permitió hablar (víctima y ofensor).

El papel del mediador percibido por los infractores

Nos hizo sentir cómodos, nos permitió hablar (víctima y ofensor), nos ayudó a desarrollar el plan
de restitución y fue un buen oyente.

El acuerdo

Percibido como justo, el cumplimiento de los acuerdos ocurrió entre el 79% y el 98% de casos e
infracciones que participaron en procesos de mediación con niveles superiores de cumplimiento
(81% - GE) en comparación con el 58% (GC).

Reducción del miedo y la ansiedad de la víctima.

Antes de la sesión: 23% reportó miedo de ser revictimizado. Después de la sesión: 10% aún
reporta miedo de ser revictimizado.

Reincidencia (Marshall y Mary, 1990; Dignan, 1990)

Reducción de la tasa de reincidencia. 18% de los delincuentes que participaron en programas de


mediación. 27% infractores que no participaron en programas de mediación.

Mediación en casos de delitos violentos (Umbreit, 1998)

Existe una renuencia general a introducir la mediación en casos de delitos violentos, tales como
delitos sexuales, tentativas y homicidios. Cuanto más grave, mayor es el impacto de mediación
en este tipo de procesos. No podemos reparar, por ejemplo, el asesinato de familiares y amigos,
pero los procesos de mediación tampoco pretenden quitar la pena, suele tener lugar después
de la frase. Son procesos mucho más largos e intensos, que piden articulación con otros
profesionales como psicólogos.

Descripción: estudio desarrollado en 1995 en Langley (Canadá), en el que participaron 22


delincuentes y 22 víctimas mediaron en el Proyecto de Mediación Víctima-Delincuente (Roberts,
1995). Casi hubo unanimidad en apoyo de un programa de mediación contra el crimen violento.
Víctimas y agresores no dudarían en recomendarlo.

Víctimas: efectos principales. Sienten que finalmente han sido escuchados y que ya no sienten
que el agresor ejerce control sobre ellos. También miran al agresor como persona y no como
monstruo, al igual que se sienten más seguros en las relaciones con los demás. Además, sentir
más confianza en las relaciones con los demás, sentir menos miedo, sentir paz, ya no se sienten
enojados y abandonan los pensamientos suicidas.

Agresores: efectos principales. Los acosadores, por otro lado, descubrieron emociones y
sentimientos de empatía, aumentaron su comprensión del impacto de sus acciones, así como su
autoconciencia. Además, "abrió los ojos" al mundo exterior en lugar de cerrarse en el
pansamiento institucional, se sintieron bien no solo por haber participado en el proceso sino
también por saber que contribuyeron a ayudar a la víctima.

Evaluación de la satisfacción: Reunión de satisfacción de la víctima con el delincuente (VSOM)


(Umbreit, 2001)

Categoría Ejemplo
Competencia del mediador. ¿Fue tratado de forma respetuosa por el mediador?
Preparación para la mediación.
¿Considera claro que era voluntaria?
Restitución. ¿Considera el acuerdo justo?
Encuentro con el infractor ¿Considera que tuvo tiempo suficiente para hablar con él?
Experiencia con el SJC ¿Alguna vez sintió que estuvo más preocupado el SJC por
procedimiento que por él?
Experiencias del diálogo VOM ¿Se sintió seguro durante la sesión?
Experiencia subjetiva de la ¿El encuentro con el agresor redujo la perturbación del
víctima crimen?

Justicia restaurativa: Potencial para hacer el bien y potencial para hacer el mal

Las posibles reacciones de las víctimas a los procesos de mediación deben formar parte de la
formación de mediadores. Las víctimas deben ser apoyadas antes, durante y después del
proceso a ser bien preparados para la reunión restaurativa y lograr, en una etapa posterior,
discutir el proceso. Reparar el daño causado por el crimen es fundamental para JR, por lo que
apoyar a la víctima debe ser una prioridad.

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