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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD BOLIVARIANA DE VENEZUELA

FACULTAD JURIDICO

ESTADO-ARAGUA

LA PROPAGANDA Y EL EJERCICIO DEL


PODER

Bachiller:

Vilmar Martinez

CI.12600084

Maracay, 27/03/ 23
Introducción

El presente trabajo, ha sido elaborado con la intención de entender este fenómeno que
aqueja a la humanidad desde sus inicios y que ha venido incrementándose; sufriendo
transformaciones que van desde el combate cuerpo a cuerpo de grupos hasta el uso de
tácticas y armamentos de muy avanzada tecnología; culminando con la sustitución de los
misiles de largo alcance por la utilización de los diferentes medios de comunicación a
través de una manera sistematizada con el uso de la propaganda para cambiar culturas.

De allí se desprende que las potencias extranjeras pretendan continuar dominando las
naciones, invadiendo con los medios de comunicación nuestros pueblos para sustituir los
gobiernos e imponer a los gobernantes que son de su conveniencia, por eso aunque no los
veamos se esta librando las batallas de la Guerra de IV Generación . El poder político es la
lógica del ejercicio de las funciones por parte de las personas que ocupan un cargo
representativo dentro del gobierno. Generalmente, este influye en el comportamiento, ya
sea en pensamiento o en el actuar de una sociedad. Mientras que la propaganda abarca un
tema de comunicación social, consiste en un proceso de diseminación de ideas a través de
canales comunicativos e informativos. Ahora bien, estas se unen creando un arma con
criterios de persuasión, como la probabilidad de tomar decisiones que afecten la vida de
otros, lo cual será tratado pausada y concisamente en el siguiente trabajo.
LA PROPAGANDA Y EL EJERCICIO DEL PODER

Richard Alan Nelson, señala de forma neutral que propaganda es definida como una forma
intencional y sistemática de persuasión con fines ideológicos, políticos o comerciantes, con
el intento de influir en las emociones, actitudes, opiniones y acciones de los grupos de
destinatarios específicos mediante la transmisión controlada de información parcial (que
puede o no basarse en hechos) a través de los medios de comunicación masiva y directa.

 Max Weber, como la probabilidad de tomar decisiones que afecten la vida de


otro(s) pese a la resistencia de éstos. En la medida en que el poder se ejerce por
medio de la fuerza y la coerción, Weber distingue entre el mero ejercicio del poder
y la relación de dominación: El concepto de poder es sociológicamente amorfo.
Todas las cualidades imaginables de un hombre y toda suerte de constelaciones
posibles puede colocar a alguien en posición de imponer su voluntad en una
situación dada. El concepto de dominación tiene por eso, que ser más preciso y sólo
puede significar la probabilidad de que un mandato sea obedecido.

La propaganda es el arma más destructiva de los gobiernos que carecen o han


perdido legitimidad y que, en determinados escenarios, no hacen uso de la fuerza
física. Es aquí donde los medios de comunicación se convierten en herramientas
imprescindibles del ejercicio del poder. Imposible distinguir entre información y
propaganda. La evolución tecnológica, la aparición de enemigos que no responden a
definiciones clásicas y la ofensiva terrorista, han llevado a los estrategas militares a
concebir un nuevo modelo de guerra que se apoya, por primera vez, más en los
elementos culturales que en el potencial bélico. Pretende la victoria a través de la
movilización cultural contra un enemigo imperceptible y volátil. Oscila del aspecto
armamentista al psicológico. Así, puede decirse, de forma coloquial, que la
propaganda suele estar muy vinculada a la comunicación persuasiva en tiempos de
guerra, aunque no es algo exclusivo.

Para ejemplarizar lo anterior, tenemos que en nuestro País los autores de los
eventos desestabilizadores contra el Presidente Chávez, agrupados en la
coordinadora de oposición, hacen uso irracional de los medios de comunicación
privados del país, básicamente de la televisión, para generar una matriz de opinión
desfavorable a los logros del gobierno nacional, fomentando miedo en la población,
la desinformación, la confusión en el ambiente informativo y/o las pantallas
televisivas (utilizando los supuestos, los aparentes y las informaciones no
confirmadas), generación de una matriz para victimizar a los canales de TV, control
informativo, propaganda psicológica para legitimar a los golpistas y el fomento de
una la guerra mediática
LA GUERRA DE IV GENERACION

 En la Guerra de Cuarta Generación las operaciones psicológicas, la propaganda


encubierta y los mensajes indirectos a través de los medios de comunicación
complementan a los misiles, tanques y aviones. El objetivo –para definirlo en pocas
palabras y con la conocida fórmula político-militar estadounidense– es “ganar las
mentes y corazones de los pueblos invadidos”. Es una guerra cultural, no militar.
 La teoría de la Guerra de Cuarta Generación fue formulada por William S. Lind y
cuatro oficiales del Ejército y del Cuerpo Lind es coronel de la reserva, director del
Center for Cultural Conservatism y asiduo colaborador del sitio web Defense and
the National Interest. Sostiene que “las insurgencias, como los pulpos, son
invertebradas”. Ha sido asesor de dos senadores republicanos y se le considera un
analista militar con mucha influencia en la Infantería de Marina. En 1984, criticó a
la Fuerza Aérea de Estados Unidos de desarmarse unilateralmente en la “guerra de
las ideas” y señaló su negativa al debate y a puntos de vista diferentes. Se asegura
que lanzar bombas sobre áreas urbanas no es la mejor forma de ganarse el apoyo de
los habitantes de esas zonas. No lo dice porque sea un pacifista o porque lo guíen
motivos humanitarios. Simplemente busca la derrota del enemigo por otros medios.
 De Infantería de Marina de los Estados Unidos en 1989. Se le conoce como Fourth
Generation Warfare (4GW).

Al basarse la generación anterior en la superioridad tecnológica llega a surgir un gran


poder de ataque militar. La única forma sensata de intentar enfrentar es el uso de
fuerzas irregulares ocultas que ataquen sorpresivamente al enemigo, tratando de
provocar su derrota al desestabilizar a su rival, es decir, con el uso de tácticas no
convencionales de combate. En estas tácticas las grandes batallas desaparecen casi por
completo, solo sucediendo cuando la fuerza irregular se atrinchera en un centro urbano
y la fuerza regular impide su escape, produciéndose una batalla urbana, como en el caso
de Faluya (lo que aumenta el daño a civiles).
LA GUERRA DE PRIMERA GENERACIÓN

Corresponde a los enfrentamientos con tácticas de líneas y columnas. Duró


aproximadamente desde 1648 hasta 1860. Los combates eran formales y el campo de
batalla era ordenado. El ordenamiento en el campo de batalla creó una cultura del orden
militar. Muchos de los aspectos que distinguen a los militares de civiles uniformes, saludos,
la graduación minuciosa de rangos fueron producto de la primera generación y estaban
diseñados para reforzar la cultura del orden.  La guerra es un camaleón que se va adaptando
al entorno y a su tiempo, como todas las instituciones humanas. Clasificar las guerras es
falaz pues supone destacar unos rasgos y olvidar otros en pro del interés didáctico. En este
sentido desde la Edad Moderna tenemos guerras de príncipes, hechas por profesionales en
pro de un interés patrimonial, a las que se dedica este apartado; guerras totales desde la
Revolución Francesa con la entrada de la sociedad en guerra y después con la Revolución
Industrial y de los Transportes, cuyo epitome sería la Primera Guerra Mundial; y guerras
tecnológicas cuyo principal exponente sería la Guerra de Kósovo. Desde el punto de vista
lógico, se comprende que las generaciones de la guerras abarcan un tema profundo el cual
al pasar los años no fue tratado ni comprendido por el estado, a que viene esto, pues
tocando el punto del derecho de estado, estas generaciones siempre fueron obviadas y
abarcadas años después. Frente a las nuevas condiciones del comercio, las tradicionales
políticas fiscales expansionistas de carácter subsidiario, las cuales apuntalaron la creación
de grandes parques industriales y el desarrollo de un mercado de consumo endógeno, y que
predominaron a partir de la segunda posguerra, mostraban signos de caducidad e
inoperancia como vías para la rentabilidad de capital.
GUERRA DE LA SEGUNDA GENERACION

La segunda generación de la guerra fue una respuesta a la contradicción entre la cultura del
orden y el ambiente militar. Desarrollada por el ejército francés durante y después de la
Primera Guerra Mundial (1914-1918), buscó una solución en la forma de potencia de fuego
en masa, la mayoría de la cual era fuego de artillería indirecto. La doctrina fue descrita por
los franceses como “la artillería conquista, la infantería ocupa”. La potencia de fuego
controlada centralmente fue cuidadosamente sincronizada con órdenes especificas para la
infantería, los tanques y la artillería. Esta segunda generación preservó la cultura del orden:
el comandante era, en efecto, el conductor de una orquesta. La disciplina se imponía desde
arriba hacia abajo. No se deseaba la iniciativa porque ponía en peligro la sincronización.
La segunda generación resolvió todo este desorden haciendo propias las siguientes teorías:
Ofensiva sin vacilaciones de ninguna clase.

Los derechos sociales y económicos han pasado un difícil periodo, por razones políticas e
ideológicas, hasta ser aceptados en igualdad de condiciones que los derechos civiles y
políticos. Aunque parece evidente que para el ciudadano medio cosas como el nivel mínimo
de vida, la vivienda y las condiciones razonables de empleo son esenciales para la dignidad
humana, los políticos no siempre han estado tan dispuestos a reconocer esto. Una de las
razones es, sin duda alguna, que velar por el respeto de los derechos sociales y económicos
de todos los habitantes del mundo requeriría una redistribución masiva de los recursos. Los
políticos saben muy bien que este no es el tipo de política que gana votos.
LA GUERRA DE TERCERA GENERACIÓN

Es también resultado de la Primera Gran Guerra. Fue desarrollada por el Ejército Alemán
en el conflicto mundial de 1939-1945 y es comúnmente conocida como “guerra relámpago”
(Blitzkrieg). No se basa en la potencia de fuego, sino en la velocidad y sorpresa.
Tácticamente, se caracteriza por el ataque. Busca penetrar la retaguardia del enemigo y
desde allí causar su derrumbamiento. En vez de “aproximarse y destruir”, trata de
sobrepasar y derrumbar. En la defensa, la intención es atraer el enemigo hacia las
posiciones convenientes y luego cortar sus líneas. Los conflictos de tercera generación al
igual que los de segunda generación son conflictos armados sin carácter internacional, es
decir, surgen y se desarrollan dentro del territorio de un Estado. Pero a diferencia de los
conflictos agnados de segunda generación cuyas partes en conflicto son, por un lado, el
Estado y el individuo. La base sobre la que se asienta la tercera generación es la solidaridad
y la idea de que estos derechos abarcan otros colectivos de la sociedad y de los pueblos,
tales como el derecho al desarrollo sostenible, a la paz o a un medio ambiente sano.

En gran parte del mundo, las condiciones de extrema pobreza, la guerra, los desastres
ecológicos y naturales han hecho que solo se hayan producido avances muy limitados en el
respeto de los derechos humanos. Por esa razón, muchas personas han considerado que el
reconocimiento de una nueva categoría es necesaria: estos derechos velan porque se den las
condiciones adecuadas para que las sociedades, en especial en el mundo en desarrollo,
puedan proporcionar los ya reconocidos de primera y segunda generación.
Los derechos específicos que se incluyen con mayor frecuencia dentro de la categoría de
tercera generación son los derechos al desarrollo, a la paz, a un medio ambiente sano, a
participar en la explotación del patrimonio común de la humanidad, a la comunicación y a
la asistencia humanitaria.
LA GUERRA DE CUARTA GENERACIÓN

También llamada “GUERRA ASIMÉTRICA”, es todo lo contrario de las anteriores.


Corresponde a la evolución de la tecnología, la cibernética y la información. “La evolución
tecnológica, la aparición de enemigos que no responden a definiciones clásicas y la
ofensiva terrorista, han llevado a los estrategas militares a concebir un nuevo modelo de
guerra que se apoya, por primera vez, más en los elementos culturales que en el potencial
bélico que pretende la victoria a través de la movilización cultural contra un enemigo
imperceptible y volátil como es el terrorismo. Oscila del aspecto armamentista al
psicológico. Pretende una movilización masiva de la población en un antagonismo integral
contra el supuesto enemigo, que abarca los aspectos políticos, económicos, sociales y
culturales de una nación con el objetivo de alcanzar el sistema mental y organizativo del
adversario. En el plano de las ideas, la teoría de la cuarta generación destaca:
1.- El conflicto ya no es ideológico sino fundamentalmente cultural.
2.- El “choque de civilizaciones” es la característica de las guerras en la actual etapa
histórica.
3.- La confrontación en curso e inmediata, es entre el modelo de desarrollo occidental y sus
antítesis. Especial relevancia tiene la beligerancia creciente entre la modernidad occidental
y sectores del fundamentalismo islámico (visto como “barbarie”).
4.- La disputa se muestra como especialmente religioso-cultural (islamismo versus
cristianismo).
5.- Reaparecen los conceptos de “civilizado” y “bárbaro”. La teoría de la guerra de cuarta
generación se sustenta en el estudio del desarrollo de occidente en los últimos 500 años.
Conclusión

La democracia debe ser pensada en términos políticos, manteniendo una definición


“mínima” en la que mantenga su especificidad vinculada al régimen político imperante en
el Estado.

Es evidente que, entender la dinámica de la democracia exige, analizar las relaciones entre
el régimen político y otras esferas sociales, como la economía o la interacción social; sin
obviar la intervención de algunos actores externos al sistema, que si bien se mueven en el
espacio político, actúan desatendiendo las reglas del sistema. Es claro que la dinámica de la
democracia es incomprensible sin tomar en cuenta otros sectores del acontecer nacional.

Sin embargo, las influencias de esos planos no son directas ni evidentes y requieren ser
analizadas y especificadas. La crisis económica y la violencia generan efectos diferentes en
contextos políticos heterogéneos. En suma, es en la misma política, donde se deben
encontrar los efectos políticos de las presiones e influencias provenientes de otras esferas.

Ahora bien, la democracia como forma de gobierno se instaura de forma definitiva en suelo
venezolano en el año 1958 cuando es derrocado el entonces dictador Gral. Marcos Pérez
Jiménez. Sin embargo, hay que acotar que instaurar y posteriormente consolidar la
democracia en Venezuela constituyó una difícil tarea debido a que para aquel entonces en
América Latina prevalecían los gobiernos de facto que habían instaurado regímenes
dictatoriales.

La democracia venezolana ha atravesado distintas etapas desde su instauración, su


consolidación, sus vicisitudes, quebrantamiento y su transformación en este nuevo siglo
con la instauración de la llamada quinta república.

Por lo antes descrito, se requiere hacer referencia a los elementos de fuerza, poder y
derecho como factores indispensables para el análisis de las sociedades democráticas
puesto que éstos, como lo afirman Rincón y Parra (2003) nacen de la necesidad de regular
el uso de la fuerza por parte de los órganos del Estado para evitar que se realicen excesos
por parte de las autoridades y que pueden llevan a los Estados democráticos a la anarquía
logrando en consecuencia que el derecho se distancie de su ideal de justicia. “Se considera
que la fuerza debe estar a disposición del Derecho y no a disposición de los gobiernos de
turno despóticos en los cuales se aprecia el fenómeno psicológico de la obediencia
claramente diferenciada: el cumplimiento del derecho fundado en el respeto y el uso de la
fuerza fundado en el temor. El derecho no debe representar una fuerza salvaje que se
traduzca en el ojo por ojo y diente por diente sino más bien, en una fuerza que respalda y
monopoliza el estado y que se legitima en el mismo derecho

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