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La Biblia muchas veces es usada para decir lo que se quiere. Fue y puede seguir siendo el
problema de los Dicta probantia. Por eso es necesaria la exégesis y la hermenéutica. La palabra
“exégesis” viene del griego ex – egeomai (sacar fuera). Jesús es el “exégeta” del Padre (Jn. 1,
18/Lc. 24,35). Se trata de “desentrañar” idiomas, creencias, experiencias, conocimientos,
sentimientos, contextos, etc.
En esta materia nos centraremos en el método que utiliza la exégesis para una buena
interpretación de la Palabra de Dios. Hablamos de método exegético que precisamente nos habla
de un “camino” y no de un fin en sí mismo. 1 La finalidad será comunicar esta palabra, conocerla
mejor, interpretarla mejor, aprender a orarla con más profundidad. Los métodos exegéticos ven
a la Biblia como un documento histórico, por eso hay que cuidar que no sea sólo un fin sino un
medio y caminar hacia una interpretación teológica. Podríamos preguntarnos: ¿Por qué “método
exegético” y no “métodos exegéticos”? Optamos por el primero porque consideramos que cada
paso del proceso de interpretación es el método. Otros consideran cada paso del proceso un
método propio.
Entendemos por método exegético el conjunto de herramientas para comprender un texto
con la mayor claridad posible de elementos. Es como leer una carta o un artículo y descubrir lo
que se lee “entrelíneas”.2 Los métodos exegéticos se diferencian de los “acercamientos”. Éstos se
refieren a una búsqueda orientada según un punto de vista particular. Se miran los resultados que
arrojó el proceso desde un enfoque o mirada (ej: feminista, liberacionista, etc.).
Decía el exegeta Ugo Vanni SJ que la exégesis se encuentra entre dos polos, que hacen
sentir su presión. El primer polo es la teología. La función de la escritura como ‘alma de toda la
teología’ pasa a través de la exégesis. El segundo polo es la praxis por el mismo dinamismo
‘endogeno’ de la palabra de Dios que tiende a alcanzar la existencia concreta que está hecha de
mecanismos culturales, de instancias personales y colectivas y situaciones históricas siempre
nuevas. Por eso le dice a ese hombre concreto lo que la Palabra tiene preparada para su hoy.3
1
Los límites de la interpretación portan en sí mismo el remedio de la propia muerte que son la exageración, la
radicalización, el subjetivismo, etc. Sino el texto se convierte en un texto “prestado”, porque un texto donde no se
analiza el contexto es un texto prestado ¿No será que Gadamer cuando habla de la “fusión de horizontes” ayuda a
que el texto y su contexto no queden esclerotizados en el pasado? Cfr. E. RASCO S.J., La «parola vivente»: dallo
studio alla vita en Gregorianum 73/4, Roma, 1992, 693-694.
2
Cfr. Ap. 3,14 (Esmirna y Laodicea sentido de las palabras joánicas); Gal. 4,21ss; Gn. 2, 3ss.; Lc. 2, 1-7
(nacimiento de Jesús: primogénito, el caso de Belén, David era pastor y nació en Belén y a adorar al niño vienen
pastores); Mc. 6,35: “¿amar sin esperar nada a cambio?” o “¿Amar sin desesperar?”
3
Cfr. Gregorianum 73/4, Roma, 1992, 593-594. Dice E. RASCO S.J.: “oggi l’ essegeta é sempre piú consapevole
che il testo nel suo lungo andaré va arrichendo, accrescendo, rinovando il suo senso, sa che la comunitá che lo
conserva, lo trasmette, lo legge per vivere en un locus hermeneuticus della sua comprensione”. Usa una hermosa
imagen tomada de Sandra Schneider: “É da tempo che l’essegeta non si accontenta nel suo lavoro, di aprire una
“finestra” verso il passato storico del testo, o verso il sitz im leben della comunitá che lo compose, ma lo vede pure
come uno “specchio” dove riflettersi e quindi riflettere” (imagen parecida a la de S. Ignacio de Loyola), 694. Cfr.
también DV 24-25.
1.2. Breve historia de la hermenéutica bíblica. El Magisterio de la Iglesia sobre la
hermenéutica bíblica
5
Lutero decía alguna de estas frases: “La Escritura reina por sí misma y que no quede expuesta por mi espíritu o
por el de los demás, sino que sea entendida por sí misma y por su espíritu”… “yo no puedo soportar que se pongan
límites o formas de interpretar la Escritura, ya que la Palabra de Dios, que enseña toda libertad, no puede ni debe
quedar atrapada”.
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El Concilio de Trento decía: “Para reprimir los ingenios demasiado engreídos, el sacrosanto concilio, declara
que nadie basándose en su propio conocimiento y argumentos de fe y propios modos de ver, se atreva a
interpretarla contra el sentido que siempre ha tenido y tiene dentro de la santa madre Iglesia, a la cual corresponde
juzgar el verdadero sentido y la interpretación de las Sagradas Escrituras, ni contra el unánime sentir de los
Padres, y así mismo tales interpretaciones no deberán ser jamás publicadas”
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Decía: “Y la Sagrada Escritura mantenida al principio como la única fuente y único árbitro de la doctrina
cristiana, ha comenzado a ser considerada no ya como divina sino como una narración mítica. Ha surgido después
y se ha esparcido ampliamente en el mundo, la doctrina del racionalismo o del naturalismo. Dicha doctrina
contraria en todo al reino de la pura razón y naturaleza, como lo llaman, excluyendo a Cristo, único Señor nuestro
y Salvador, de la mente humana y de la vida y de las costumbres del pueblo”.
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Se invita al exegeta a captar el sentido literal del texto invitándolo a recurrir a todos los recursos de la filología,
arqueología y ciencia histórica. También se lo invita a descubrir el sentido espiritual pero cuidando no presentar
como sentido genuino otros valores figurativos de las cosas. Se le pide que no pase por alto las nuevas aportaciones
de la investigación moderna para captar mejor lo que el escritor sagrado quiso decir y que se de una atención
particular a los géneros literarios. Anima a los exegetas a ser libres para intentar una sólida explicación que
concuerde con la doctrina de la Iglesia.
Tanto la Providentissimus Deus como la Divino Afflante Spiritu manifiestan la
preocupación por responder a los ataques contra la interpretación católica de la Biblia, pero la
primera se preocupa por protegerla de la ciencia racionalista y la segundas por defenderla del
espiritualismo que niega una interpretación científica. En los dos casos la reacción magisterial no
se limitó a una respuesta defensiva sino que fue al fondo de la cuestión: la fe en el misterio de la
encarnación.9
El Concilio Vaticano II se animó a formular un proyecto católico de hermenéutica
bíblica, especialmente en la DV 12, donde se proponen los grandes principios que deben presidir
la exégesis bíblica católica:
1. Necesidad de una investigación exegética serias: Esta necesidad no tiene relación con una
complacencia contemporánea sino con la naturaleza misma de la inspiración. Si es Dios
quien habla, se debe descubrir los que Dios ha querido comunicar.
2. Necesidad de la crítica literaria e histórica.
3. Principios de una hermenéutica teológica: a. leer e interpretar con el mismo espíritu con
que fue escrita;10 b. contenido y unidad de toda Escritura; c. Tradición viva de toda la
Iglesia (“T”radiciones: no “t”radiciones); d. la analogía de la fe.
Además asumió en distintas expresiones de toda la Dei Verbum el aporte de los grandes
filósofos del lenguaje (cfr. por ejemplo DV 2).
El documento La Interpretación de la Biblia en la Iglesia de la Pontifica Comisión
Bíblica es un fruto rico del proceso que generó el Concilio Vaticano II. Se encarga de pasar
revista de los métodos, enfoques y lecturas realizadas hoy en la exégesis. La exégesis católica no
tiene un método propio de interpretación, sino que aprovecha los actuales.
Los métodos que hoy se poseen para la exégesis del Nuevo Testamento componen una
rica gama en cuanto a la datación y en cuanto a las técnicas empleadas. Ningún método es
inocente, junto con las luces, tienen sus sombras. Por eso no se puede excluir ninguno, sería
renunciar a ayudas válidas para la interpretación del texto. Tampoco se puede tener fanatismo o
unilateralidad, menos un eclecticismo. Además, no siempre es posible la simultaneidad de los
métodos, ya que parten de principios diversos. Pero, en la debilidad de uno encontramos la
fuerza del otro.
Ateniéndonos por el momento a denominaciones genéricas, que incluyen en sí otras
múltiples facetas, se podría enumerar: método histórico-crítico, método redaccional, método
9
Cfr. Discurso de Juan Pablo II a la Pontificia Comisión Bíblica, Roma, 23 de Abril de 1993, 3-10. También aquí el
Papa Francisco dice algo importante en relación a la tarea de los exegetas. Valorando su tarea los previene de un
riesgo: “Los exegetas se deben mantener cerca de la predicación de la Palabra de Dios, ya sea dedicando parte de
su tiempo a este ministerio , ya sea relacionándose con quienes lo ejercen y ayudándoles con publicaciones de
exégesis pastoral. Evitarán, así, perderse en los caminos de una investigación científica abstracta, que los alejaría
del sentido verdadero de las Escrituras…” (11).
10
“Se la scriptura é accettata nella sua veritá di libro ispirato, sembra che non ci si possa limitare, per
comprenderla, ad uno studio solo histórico, lingüístico, letterario, strutturale. Si dovrá giungere la scoperta del suo
senso propriamente religioso ed espirituale che debe essere ricercato” B. COSTACURTA, Essegesi e lettura
credente della scrittura en Gregorianum 73/4, Roma, 1992, 740.
11
La mayor parte de información acerca de los métodos está tomada de J. CABA S.J., Métodos exegéticos en el
estudio actual del Nuevo Testamento, Gregorianum 73/4, Roma, 1992 pp. 611-669. La mayor parte de información
acerca de los acercamientos está tomada de PONTIFICIA COMISIÓN BÍBLICA, La interpretación de la Biblia en
la Iglesia, Roma, 1993, 67-95.
estructuralista, análisis de estructura literaria, análisis retórico, método midrásico o derásico.
Veremos los valores y límites de cada uno.
a. Método histórico-crítico:12
2. Esencia: se inicia con la actitud crítica en el estudio de las fuentes 13 que da sus
primeros pasos con la teoría de las dos fuentes (1838 Weise y Wilke). Todo
arranca de dos fuentes, la de Marcos y las “logia” (colección de sentencias). Se
contribuyó a poner en primer plano este evangelio de Marcos considerado por la
tradición “sin orden”, “pedisequus et breviator de Mateo” diciendo que está al
comienzo de éste del de Lucas. El estudio de la historia en la formación del texto
es nota esencial de éste método (Kähler disoció al Jesús de la historia con el
Cristo de la fe ya que Wrede al hablar de la comunidad ideadora del secreto
mesiánico acentuó la ruptura entre la realidad de Jesús y la concepción de la
comunidad) ya que no bastó con el estudio crítico y frío de los textos sino captar
la historia de la formación de los relatos evangélicos a través de la vida misma de
la comunidad que les ha dado existencia mediante su propia fe. Nace así la
escuela “historia de las formas” como parte integrante del método histórico-
crítico: los evangelistas, más que autores, son compiladores de cuanto ofrece el
poder creador de la comunidad que, en acomodación a su sitz im leben dio forma
concreta a las diversas unidades literarias que componen los evangelios. Por ello
la labor del exegeta es la de introducirse en la vida misma del texto para captar el
ambiente vital que le dio existencia (los grandes iniciadores: Schmid, Dibelius y
Bultmann). Por eso se tiende a remontarse en el pasado del texto que analiza
prescindiendo del trabajo de redacción del evangelista
12
Cfr. También PONTIFICIA COMISIÓN BÍBLICA, La interpretación de la Biblia en la Iglesia, Roma, 1993, 44-
54.
13
Esta actitud crítica también contribuyó a que se rechazara cada vez más la atribución a Moisés de la composición
del Pentateuco y desarrolló la hipótesis de los documentos que explican la redacción del mismo: Yavista, Elohísta,
Deuteronomista y Sacerdotal.
3. Valores de este método: Lagrange sale en defensa de este método. Por ejemplo:
entender el ambiente litúrgico contribuyó a subrayar el valor salvífico del agua
(Jn. 5,1-9). Cfr. Instructio de histórica evangeliorum veritate, DV 19.
4. Límites de este método: El uso a ultranza del método está dañado en un principio
base en que se apoya: el principio sociológico del poder creador de la comunidad.
Lo vicia el exagerar el poder creador de la comunidad. El uso moderado aun
estableciendo contacto con el Jesús histórico y manteniendo el influjo del
ambiente vital de la comunidad, el método vive vuelto hacia el pasado del texto,
por ello no es la fuente la que hace comprender el texto, sino que es el texto el que
articula la fuente. El mero recorrido del desarrollo histórico del uso y significado
de un término no agota sus valencias, aún siendo esto necesario, su comprensión
se ha de completar viendo el término inserto en el mismo universo lingüístico del
autor o escritor e iluminándolo con las aportaciones que le ofrece el conjunto del
contexto en que se encuentran. Además la vuelta al pasado propia de este método
separa al lector del presente, olvida la situación presente de incidencia del texto en
el lector actual. Ricoeur: “Todo esto tiene que hablar al que ahora se enfrenta con
el texto para recibir de él su mensaje”.
Acoge lo positivo del método histórico-crítico e intenta superar sus límites. Supone el
método histórico-crítico y construye sobre él. Pone muy de relieve lo que había quedado
relegado a la labor personal de los autores.
4. Límites de éste método: Habría que ponerlos no tanto en lo que practica sino en lo
que omite: el dinamismo y vida del texto mismo una vez salido de su autor.
c. Método estructuralista14
Este método rompe con la diacronía (la historia del texto) para quedarse con la
sincronía (texto en sí). Supone como un correctivo a cierta obsesión histórica de la crítica bíblica.
Es un método extraño al campo de la exégesis bíblica y por ello se lo ha denominado método
“huésped”.
3. Valores de este método: Ayuda a reconocer que el texto obedece también a leyes
propias que no están sometidas a la sola historia de la composición del texto. Este
análisis funciona como un correctivo a una exégesis que se limita al aspecto
diacrónico.
14
Cfr. También PONTIFICIA COMISIÓN BÍBLICA, La interpretación de la Biblia en la Iglesia, Roma, 1993, 44-
54.
Este método se centra en el análisis de la estructura de un texto, es la superación de
cuanto supone el método estructuralista antes expuesto. Su fundamento básico radica en la
técnica de composición literaria característica de los textos bíblicos.
2. Esencia: a) Crítica retórica: No se la puede confundir con el estudio del estilo sino
como aquella cualidad del discurso por la que el orador o escritor elige y dispone
el material que presenta para conseguir lo que se propone y atiende también a
15
Cfr. También PONTIFICIA COMISIÓN BÍBLICA, La interpretación de la Biblia en la Iglesia, Roma, 1993, 63-
67.
cómo puede ser percibido el texto por el oyente o lector. Quiere ser con esto un
post-estructuralismo que se centra en lo sincrónico superando el ámbito de la
lingüística. Parte de los principios fundamentales de la retórica clásica tal como
han sido presentados por sus mejores representantes. b) Análisis retórico: Se
centra en la ordenación o disposición que presentan las diversas partes o unidades
para formar el conjunto. La metodología coincide por la empleado por el análisis
de estructura literaria aunque los nombres son diversos. Las relaciones se reducen
a dos, las de identidad y las de oposición (proposiciones, conjunciones, artículos,
etc) a nivel del conjunto del discurso.
4. Límites de éste método: Puede reducir el texto al influjo de una cierta cultura
retórica contemporánea al mismo sin interesarse por el influjo de fuerzas mayores
también. Querer verlo todo bajo la óptica de la retórica clásica corre el riesgo de
forzar muchas veces el texto y no acudir al clima propio de la literatura hebrea de
donde parte principalmente el texto. El análisis retórico corre el mismo peligro del
análisis de estructura literaria quedándose en la belleza objetiva del texto.
3. Valores de este método: Es valioso que no excluye otros métodos sino que los
supone, admite y complementa. Éste método puede ayudar a que los textos
neotestamentarios adquieran su propia dimensión a través de una interpretación
nueva y justa de los textos veterotestamentarios. Así ayuda no sólo a salvar la
primariedad del hecho sino que tiende a dar especial relieve a la función
interpretativa que posee el Antiguo Testamento. La esperanza de futuro en la
aplicación del método derásico se funda en estar basado en la psicología propia
del pueblo de la Biblia, esto contribuye a no atribuir al texto bíblico
denominaciones y presupuestos que le son ajenos.
4. Límites de éste método: Su empleo como método es muy reciente y tiene los
límites que le impone su temprana edad. Además la misma orientación del
método, vuelto a las raíces del texto, le impide ser la solución de todas las
dificultades y la suplantación de los demás métodos.
Hasta aquí hemos trabajado los distintos métodos, nos resta trabajar los distintos acercamientos.
Los mismos los estudiaremos desde el Documento sobre la Interpretación de la Biblia en la
Iglesia de la Pontificia Comisión Bíblica, pp. 67-95.