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LA HUMILDAD que se humille (...

) ése es el mayor en el reino de los cielos”


(Mateo 18.4).
“Riquezas, honra y vida son la remuneración de la humildad y  “Y tú (...) que eres levantada hasta el cielo, hasta el Hades
del temor de Jehová” (Proverbios 22.4). serás abatida” (Mateo 11.23). “Humillaos delante del Señor,
y él os exaltará” (Santiago 4.10).
La humildad es una característica del alma que nos prepara
para tener fe. Muchas personas alaban la virtud de la humildad Otro contraste entre el orgullo (considerarse uno superior a los
y la consideran una joya hermosa; pero ellas mismas no la demás) y la humildad (reconocer uno que es indigno) se
quieren poseer, pues ella termina con su ego y su orgullo. presenta en Lucas 18.9–14. El fariseo que se exaltó a sí mismo
no logró favor de Dios, mientras que el publicano quien
confesó ser pecador alcanzó misericordia.
El orgullo y la humildad
Dios siempre condena el orgullo, mas siempre aprueba la
La Biblia muchas veces contrasta el orgullo con la humildad. humildad.
Notemos algunos de sus contrastes:

 “Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes”


Evidencias de la humildad
(Santiago 4.6).
 “Porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que 1. Ser como niño
se humilla, será enaltecido” (Lucas 14.11).
 “La soberbia del hombre le abate; pero al humilde de Según nos dice Mateo 18.1, los discípulos querían saber quién
espíritu sustenta la honra” (Proverbios 29.23). era el mayor en el reino de los cielos. Jesús puso a un niño en
 “Mejor es humillar el espíritu con los humildes que repartir medio de ellos, diciendo: “Así que, cualquiera que se humille
despojos con los soberbios” (Proverbios 16.19). como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos”
 “Jehová asolará la casa de los soberbios” (Proverbios 15.25). (Mateo 18.4). Jesús es nuestro ejemplo perfecto de uno que
“Pero los mansos heredarán la tierra; y se recrearán con siempre andaba con el espíritu de humildad. Filipenses 2.6–7
abundancia de paz” (Salmo 37.11). dice esto acerca de Jesús: “El cual (...) no estimó el ser igual a
 “Antes del quebrantamiento es la soberbia, y antes de la Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí
caída la altivez de espíritu” (Proverbios 16.18). “Cualquiera mismo”. Jesús no buscó la grandeza, pero después de
humillarse “Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un
nombre que es sobre todo nombre” (Filipenses 2.9). Los que, humilde no tiene ojos altivos y no sigue la moda. Los humildes
como Cristo, manifiestan un espíritu manso, sumiso y humilde se conocen por su manera de ser; son modestos en cuanto a su
pertenecen a Dios y serán exaltados a su debido tiempo. La apariencia y sus costumbres. Ellos no se jactan de ser más
sencillez semejante a la de un niño, la inocencia y no guardar importantes que los demás y no lucen ropa de gala. Cuando el
rencor son evidencias de la verdadera humildad. corazón está lleno de humildad el “gran yo” no se ve. La
modestia es fruto natural de la humildad y se manifiesta en toda
2. La mansedumbre área de la vida de la persona humilde.

Efesios 4.2 dice que “con toda humildad y mansedumbre”


debemos soportarnos con paciencia los unos a los otros en
¿Por qué ser humilde?
amor. Los humildes nunca caen desde muy alto porque no se
1. Dios así lo ordena en su palabra
exaltan a sí mismos. Pero los que se exaltan a sí mismos caen y
sufren. Sería bueno notar aquí que hay una diferencia entre la
Dios manda que los santos se humillen “bajo la poderosa mano
humildad y la humillación: la humillación, por lo general, es
de Dios” (1 Pedro 5.6), que se vistan de humildad (Colosenses
nada más que el orgullo herido.
3.12), que se revistan de humildad (1 Pedro 5.5) y que anden
con toda humildad (Efesios 4.1–2).
Los mansos no se ofenden fácilmente. “Ciertamente la soberbia
concebirá contienda” (Proverbios 13.10). Cuando se hiere el
2. Dios se satisface con la humildad y la bendice
orgullo del hombre, él muy pronto lo siente y el resultado es
contención. Pero con los mansos es diferente. Como su
(Lea Proverbios 16.19; Mateo 5.3, 5.) Dios da gracia a los que
Salvador, cuando los maldicen, ellos no responden con
son humildes (Santiago 4.6). Los que poseen la humildad son
maldición; cuando son perseguidos, lo sufren todo con
los mayores en el reino de Dios. “Riquezas, honra y vida son la
mansedumbre; cuando los injurian, lo soportan todo sin
remuneración de la humildad” (Proverbios 22.4).
responder. Los mansos oran por sus enemigos, amontonando
así “ascuas de fuego” sobre sus cabezas según Romanos 12.18–
3. La humildad es la precursora de la exaltación verdadera
20. Eso sí es humildad.
¿Ha notado usted que la Biblia con frecuencia habla de la
3. La modestia
exaltación junto con la humildad? Sin embargo, no debemos
tratar de humillarnos con la esperanza de ser exaltados. Es
La modestia se manifiesta en el semblante, en las costumbres y
importante saber que la senda del orgullo siempre lleva al
en el vestir de la persona humilde. Uno que tiene un corazón
desastre, mientras que la senda de la humildad siempre lleva a
la exaltación. Pero no debemos preocuparnos de cuándo y exalta su propia voluntad carnal, mientras que Dios desea
cómo seremos exaltados. Dios se encargará de todo eso. Lo que exaltar al hombre según su imagen y propósito. Para esto, la
nos toca a nosotros es seguir en la humildad, confiar en Dios, carne tiene que estar muerta de tal manera que no responda a
obedecer su palabra, mantenernos al pie de la cruz y recordar los deseos carnales. Algunos piensan que los dones espirituales
que las promesas de Dios a los humildes son seguras. exaltan a la persona que los posee y por eso los buscan con
empeño. Pero la verdad es que el que recibe dones espirituales
4. Dios escucha las oraciones de los humildes auténticos tiene que humillarse más, crucificar más la carne y
entregarse más a Dios. Dios no da dones espirituales para
“No se olvidó del clamor de los afligidos” (Salmo 9.12). Los promover nuestras propias metas y aspiraciones. “Humillaos,
ninivitas se vistieron de cilicio y ceniza ante Dios. Ezequías se pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte
humilló ante Dios y oró que fuera librado del poder de cuando fuere tiempo” (1 Pedro 5.6).
Senaquerib. El publicano rogó a Dios por misericordia. Todos
estos acudieron a Dios en humildad, y él oyó sus oraciones. A
nuestro Dios Todopoderoso le place contestar las oraciones de
los mansos y humildes que vienen a él con súplicas y oraciones.

La humildad fingida
Como Pablo menciona en Colosenses 2.18 hay algo que parece
ser la humildad, pero en verdad no lo es. Esta es la humildad
fingida y la debemos evitar. Algunos, al darse cuenta de los
méritos de la humildad, la codician por su excelencia o por la
exaltación que buscan. Buscar la humildad por razones egoístas
trae como resultado la humildad fingida. Los que se sienten
orgullosos por su humildad algún día se darán cuenta de que
era una humildad fingida la que tenían.

Es la voluntad de Dios que seamos exaltados. Pero su camino a


la exaltación es distinto que el camino que llevan los que
quieren exaltarse a sí mismos. Su rumbo es distinto; su destino
también lo es. La exaltación a la que aspira el hombre siempre

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