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MÓDULO 4 TRATO DIGNO Y BUENAS PRÁCTICAS EN LA LABOR POLICIAL

Contenidos: Violencia institucional y violencia laboral. Intervenciones y derivaciones


responsables. Consideraciones sobre la revictimizacion. Estrategias de escucha activa
y empatía.

Para comenzar este módulo cabe delinear , de entre los Instrumentos


Internacionales que marcan directrices y sirven como antecedentes a las Leyes que
tratan sobre género y víctimas de delitos como pasibles de observancia y protección
“las 100 Reglas de Brasilia”, consistentes en recomendaciones a seguir por los
operadores y servidores del sistema de justicia, con referencia a las personas en
condición de vulnerabilidad asegurando el respeto y la observancia de los derechos
humanos, principalmente el derecho a un trato digno en el acceso a la justicia conforme
a sus circunstancias particulares.

Asimismo recomienda priorizar las actuaciones para facilitar el acceso a justicia


para aquellas personas que reúnan la concurrencia de varias causas de vulnerabilidad,
o la gran incidencia de una de ellas.

“Las 100 reglas de Brasilia”, enumeran entre las condiciones que determinan la
vulnerabilidad de las personas: la edad, el género, el estado físico o mental, la pobreza,
la pertenencia a comunidades indígenas, minoría, migración, victimización y privación
de la libertad, condiciones tales que contempladas desde la transversalidad de la
perspectiva de género, a veces agrava y crea situaciones de re – vulnerabilidad.

La perspectiva de género en este sentido, busca una “consideración especial” en


cada una de las enunciaciones de causa de vulnerabilidad dada por “el género”, así por
ejemplo si a la edad, o al padecimiento físico o mental, se le transversaliza el género,
ser mujer niña o anciana, o ser mujer y padecer una incapacidad física o mental, se
genera una re – vulneración, en este sentido ha de analizarse, replantearse y legislarse
en adelante, siendo una de las motivaciones que instan a la formación en género, como
la ahora tratada “Ley Micaela”

Podemos decir entonces, que el acceso a justicia constituye un derecho humano,


por lo tanto objeto de protección y facilitación, aun mas en los supuestos de personas
en condición de vulnerabilidad.

Refuerza en el ámbito Internacional esta idea, la Agenda 2030 de la ONU, que


incluye como metas a lograr por parte de los países miembro 17 objetivos de desarrollo
sostenible (ODS), entre los que podemos mencionar en esta instancia el objetivo 5 que
llama a la igualdad entre los géneros; y el objetivo 16 que exhorta a promover
sociedades pacificas e inclusivas, proveer el acceso a la justicia para todos y construir
instituciones eficaces, responsables e inclusivas en todos los niveles; es en este punto
donde la Provincia de Salta está trabajando por cumplir con los mandamientos
internacionales.

Esta unidad que versa específicamente sobre la perspectiva de género y los


obstáculos en el acceso a la justicia en razón y por razón del género y que insta a
adoptar políticas públicas tendientes a gestionar los instrumentos públicos y
mecanismos útiles para facilitar y agilizar este acceso, considerando la manera de
evitar la revictimizacion, y que a su vez, cabe resaltar se ve plasmado y contemplado
en el actual “Plan Nacional contra la violencia de Género”; surge un nuevo instituto el
de la “Mediación” con perspectiva de género (objetivos 5 y 16) que facilita la resolución
de los conflictos que se suscitan por la organización familiar subyacente al contexto de
violencia de género, respecto a los hijos/ as, a través de la instancia de mediación
previa obligatoria ( Ley 7.324)

La mediación y sus limitaciones en situaciones de violencia de género y/o


familiar: si bien la doctrina es coincidente en el sentido que la violencia “ no se media”
ya que no puede someterse a un proceso de dialogo, voluntario, a dos personas que no
se encuentran en condición de igualdad para negociar, por y con motivo de la situación
en la que se haya la mujer victima en relación a su ofensor, o cualquier persona en
relación en los supuestos de violencia familiar; sin embargo, las situaciones jurídicas
conexas y consecuentes del quiebre de la relación con motivo de la violencia, son de
inmediata atención y resolución, como ser la situación de los/ las hijos/as, habida
cuenta que en los supuesto de violencia se ha operado la exclusión del ofensor del
hogar, dejando en algunos casos desamparados a los/as niños/as1.

Con la Mediación como institución de acceso a justicia, y promotora de la


construcción de una Sociedad Pacífica que aleja a la violencia, y propugna el dialogo
para la resolución de las disputas, se ha pasado del viejo paradigma de la justicia
retributiva (a una infracción, un castigo) a un nuevo paradigma con base
transformativa, la justicia restaurativa (ante una infracción, la responsabilización del
hecho por el perpetrador y la propuesta de una reparación).

En el ámbito Nacional y local mencionamos una vez más la Ley Nº 26.485 “de
protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres
en los ámbitos en que se desarrollen sus relaciones interpersonales”, toma los
lineamientos de la CEDAW, de la Convención Belem Do Para , de la Convención de los

1
En este contexto en el ámbito de la Secretaria de DDHH se analiza la creación de un Centro de Mediación
ubicado en un lugar estratégico, el Polo Integral de las Mujeres, en donde la mujer, víctima de violencia
recibirá un tratamiento integral previo y podrá recibir el servicio de mediación gratuito, evitando su
peregrinaje institucional, de forma tal que pueda acceder a un servicio que ayude a organizar la situación de
alimentos, comunicación y demás temas de los/ as hijos/as, y articulando directamente con el Poder Judicial
para la continuación de dicho tramo cuando fuera necesario.
derechos del niño y de la Ley 26.061de protección integral de los derechos de los niños,
niñas y adolescentes; constituye una Ley de orden público, es decir imperativa,
irrenunciable; entre sus aportes más representativos esta la distinción y análisis de los
diversos tipos y modalidades de violencia contra las mujeres, la define como “toda
conducta, acción u omisión, que de manera directa o indirecta, tanto en el ámbito
público como privado, basada en una relación desigual de poder, afecte su vida,
libertad, dignidad, integridad física, psicológica, sexual, económica o patrimonial, como
así también su seguridad personal” aclara que quedan comprendidas las perpetradas
por el Estado o por sus agentes” y considera violencia indirecta “ toda conducta, acción
u omisión, disposición, criterio o practica que coloque a la mujer en desventaja con el
varón” en este punto une los conceptos de violencia con los de discriminación.

Entre las modalidades de violencia contra la mujer, menciona la Violencia Domestica,


laboral, reproductiva, obstétrica, mediática y la Institucional.

Violencia Institucional: esta incluía entre sus descripciones a la violencia


política, que luego por Ley 27.533 del año 2019 se separa de la institucional,
constituyendo una nueva modalidad.

La violencia Institucional hace alusión a los abusos de poder es aquella derivada


de las instituciones a través de sus agentes o funcionarios, que están destinadas a
prestar asistencia, control, contención, protección, brindar servicios y demás, y que por
su acción, omisión o proceder arbitrario o abusivo provocan un perjuicio o daño físico,
psicológico, sexual o simbólico en personas consideradas individual o colectivamente,
y que lo tornan aún más lesivo debido a su posición dominante en razón, en ocasión
y con motivo del cargo o función. (Arts. 9, 10, 11 Cód. Civil)

Que dado el momento particular que vive el país con relación al COVID
19(coronavirus), que legitima en ese contexto el abuso de poder, las omisiones en los
sistemas de salud, los destratos y burocracias excesivas en los sistemas de seguridad
social, el acceso a la justicia limitado, las garantías del debido proceso alteradas;
sumados a la situación provincial de emergencia por violencia de género, hacen
necesario hacer hincapié también en la perspectiva de género para evitar la Violencia
institucional con esta especial consideración por la doble o hasta la triple situación de
vulnerabilidad en la que se la colocaría la mujer, en estos supuestos, por un lado, por
el género y la identidad de género, y el mal trato inferido por las Instituciones de
contención y de prestación de servicios

Con ese lineamiento de trabajo transversal, la Violencia Institucional y su


importante influencia en el desarrollo de las comunidades, reclama del Estado como
garante de los Derechos humanos, su observancia, respeto y sanción ante el
incumplimiento; por todo ello es necesario confeccionar políticas públicas preventivas,
o en su caso sancionadoras con una mirada restaurativa, a los fines de erradicarla
paulatinamente, y más aún en este periodo de emergencia.

En el mundo es posible divisar las medidas que con carácter de urgente y


respaldadas en el COVID 19, están legitimando y justificando acciones
gubernamentales arbitrarias y violatorias a los derechos humanos fundamentales.

Se trata de una violencia invisible, lo que hace difícil identificarla y tipificarla,


pero no por ello de imprescindible tratamiento.

Es importante reconocer la violencia institucional en las intervenciones


policiales en situaciones de violencia de género y/o familiar, porque el ejercicio de
aquella da como resultado una VIOLACIÓN de los derechos humanos, que puede llegar
inclusive a poner en riesgo la vida de las personas. Por ello resulta importante que la
Policía elabore y actualice permanentemente protocolos de actuación en los cuales
estén explícitos los pasos a seguir en determinadas situaciones, reduciendo de así
atisbos de violencia institucional a la vez de establecer las sanciones correspondientes
a quienes por acción u omisión vulneren derechos.

Violencia Laboral: en este ámbito se ha avanzado también con la


instrumentación del Convenio 190 de la OIT y su recomendación 206, que en el año
2019 logro el consenso en su formulación y que solo espera la adhesión de los diversos
países partes, ésta Convención condena la violencia y el acoso en el mundo del trabajo,
haciendo una referencia especial a aquella fundada en el género, en sus primeros
articulados refiere a los comportamientos y practicas inaceptables, con la
inobservancia de uno de ellos ya se activa el mecanismo de control, define a los
destinatarios, entre los que incluye al pasante, al despedido, a aquel quien solicito un
trabajo, y a los representantes de los empleadores, entre otros.

Es de destacar que regula tanto al empleo público como al privado, urbano y


rural, sin distinción. La policía como institución no es ajena a esta realidad, y cómo
vimos anteriormente en el módulo 2, en las palabras de mujeres policías se hacen
presentes todavía hechos que son de violencia laboral.

Trabajar en contextos donde la violencia se ha naturalizada o se tolera porque


es parte de la cultura institucional no es saludable para la salud del personal ni para el
desarrollo institucional. El riesgo también implica que al normalizar la violencia
laboral, el trabajador /ra se introduce en un proceso de deshumanización que impacta
en su desempeño laboral (puede ejercer violencia institucional) o en sus vínculos
afectivos-familiares.

Por otra parte, el Convenio 190 de OIT expresa también un cambio de


paradigma frente a la violencia familiar que un trabajador/a puede padecer. Obliga a
los empleadores a intervenir en esa situación, a articular con organismos
especializados para la correcta asistencia, asumiendo un rol que coadyuve a la
protección de la/as víctimas. El viejo dicho de “los problemas de la casa quedan en la
vereda” se convierte en un argumento vetusto en los ámbitos laborales y que no se
adecua a los requerimientos establecidos por los derechos humanos.

Para ilustrar mejor, el análisis del ámbito de aplicación del Convenio da cuenta
de esta ampliación de lo que se considera “ámbito laboral”:

El presente Convenio se aplica a la violencia y el acoso en el mundo del trabajo que


ocurren durante el trabajo, en relación con el trabajo o como resultado del mismo:

a) en el lugar de trabajo, inclusive en los espacios públicos y privados cuando son


un lugar de trabajo;

b) en los lugares donde se paga al trabajador, donde éste toma su descanso o


donde come, o en los que utiliza instalaciones sanitarias o de aseo y en los vestuarios;

c) en los desplazamientos, viajes, eventos o actividades sociales o de formación


relacionados con el trabajo;

d) en el marco de las comunicaciones que estén relacionadas con el trabajo,


incluidas las realizadas por medio de tecnologías de la información y de la comunicación;

e) en el alojamiento proporcionado por el empleador, y

f) en los trayectos entre el domicilio y el lugar de trabajo.

Como se aprecia, la noción de ámbito, espacio, lugar laboral trasciende a límites


estructurales y plantea una nueva concepción de los vínculos que se construyen entre
empleados/as, jefes/jefas, jerarquías, etc.

En este sentido, analizar la violencia laboral desde la perspectiva de género


significa también develar por ejemplo las dobles jornadas laborales que muchas
mujeres llevan a cabo a diario: el trabajo remunerado y las tareas de cuidado en el
hogar. Esto lleva consigo un desgaste de la salud integral y lo que actualmente se
conoce como carga mental. En el contexto de pandemia, esta situación cobró mayor
notoriedad en las etapas de aislamiento y por la modalidad de teletrabajo.

Así, es imprescindible que la violencia laboral sea abordada de manera integral,


aplicando también la herramienta del análisis interseccional, tal como se hizo mención
en el módulo 2.

Ante situaciones de violencia laboral en las fuerzas de seguridad y policías, una


de las políticas públicas adoptadas a nivel nacional y reproducida en el ámbito
provincial, ha sido la creación y establecimiento de los Centros Integrales de Género.
Creados en el ámbito del Ministerio de seguridad de la Nación mediante Resolución N°
1021/11, en el ámbito de las direcciones de personal y de recursos humanos, tienen
como objetivo ser espacios de orientación y asesoramiento para las mujeres que
trabajan en las fuerzas de seguridad y policías en lo relacionado con situaciones de
acosos sexual, violencia laboral, violencia intrafamiliar o cualquier otro hecho que
ponga en riesgo la integridad y seguridad. Los Centro y las autoridades superiores
deben garantizar que las presentaciones de denuncias sobre irregularidades y/o
delitos presumiblemente cometidos por miembros de las Fuerzas Policiales y de
Seguridad no sea motivo de falta disciplinaria, ni pueda dar lugar a la aplicación de
medidas correctivas, hostigamiento, traslados u otras acciones en perjuicio del/ la
denunciante.

Esta herramienta no solo actúa en el asesoramiento ante la situación de


violencia, sino que también puede propiciar acciones de prevención para la
erradicación de las violencias y la discriminación, colaborando para la promoción de la
equidad.

“Si te incomoda no es un chiste”, fragmento de campaña de sensibilización de género


del ministerio de Seguridad de la Nación de 2013.

“Soportar esto no es parte de tus funciones”, fragmento de campaña de


sensibilización de género del ministerio de Seguridad de la Nación de 2013.
Mirada sobre la Revictimización: la Res. Nº 40/ 34 de la Asamblea General de
Naciones Unidas; denomina VICTIMA, “a las personas que individual o colectivamente
hayan sufrido daños, inclusive lesiones físicas o mentales, sufrimiento emocional,
perdida financiera o menoscabo sustancial de los derechos fundamentales, como
consecuencias de acciones u omisiones que violen la legislación penal vigente en los
Estados Miembros, incluida la que proscribe el abuso de poder”, como consecuencia
del delito la victima sufre de humillación social, padecimiento físico, emocional y social
este sufrimiento social involucra a su grupo familiar; la situación de someter a quien
fue víctima de un hecho delictivo a revivir lo sucedido ya sea por instancias judiciales,
o por otras instancias provoca un trauma y configura una estructura compleja que
incluye aspectos individuales, familiares, sociales y culturales.

La revictimizacion puede ser ocasionada entonces, por las instancias formales


de control social (justicia – policía) un sistema que debe proteger y que a veces cae en
desinterés y maltrato, debido a una mirada enfocada en la represión y ausencia de
formación en victimología.

Otro grado de revictimización puede ser generado por la ausencia de


receptividad social a la víctima (hospitales, escuelas, iglesias, sindicatos, clubes).
También influye en la revictimización la exposición pública y etiquetamiento (prensa,
opinión pública, medio social)

HERRAMIENTAS COMUNICACIONALES

A los fines de evitar la confrontación hasta una escalada de violencia, resulta útil
aprender a comunicarnos y comunicar, podemos explorar a través de las siguientes
herramientas los modos asertivos de comunicación. En la labor policial es
imprescindible que ante una situación de violencia de género y/o familiar en la cual se
deba intervenir, el/la funcionario/a, al entablar contacto con la/s víctima/s debe
presentarse aportando sus datos identificatorios. Este momento debe propiciar un
vínculo de confianza que posibilite a la/as victima/s contar lo que le sucedió. La
escucha atenta es importante en estas intervenciones, como así también mantener una
actitud de comprensión, respeto y sin emitir juicios de valor. Si se tratara de niños,
niñas, adolescentes los cuidados deben extremarse para así garantizar su intimidad y
su integridad.

Se pueden mencionar los siguientes pasos a tener en cuenta:

Percepción: LA INFORMACION PROCEDENTE DEL MUNDO EXTERIOR PASA AL


MUNDO INTERIOR, POR UN PROCESO DE CONSTRUCCION DE MODELOS MENTALES
(modelos de realidad) intervienen: los filtros: historia personal, emociones, cultura,
creencias, recuerdos, valores; los canales de comunicación: visual, auditivo,
cinestésico; los mecanismos de construcción: generalización, eliminación, distorsión

Escucha activa: La clave del “escuchar” no está en el contenido del mensaje del que
habla, sino en la interpretación del oyente

Preguntas: tienen por finalidad explorar y desentrañar lo que se quiere comunicar.

Parafraseo: tiene un triple objetivo, dar al mensaje un lenguaje objetivo, chequear la


información, tamizar las connotaciones negativas.

Legitimación: Es una connotación positiva al participante para que pueda posicionarse


positivamente. Reconocimiento. Empowerment.

Rapport: sintonía con el lenguaje, con el cuerpo (PNL), con el canal de comunicación.

Bibliografía

Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) Nº 2654/14 convertido posteriormente en Ley


N° 7.857/14, declaración de emergencia que fue prorrogada en el año 2016 por igual
periodo de dos años por ley N° 7.943/16 y nuevamente en 2018 mediante la Ley N°
8.110/18 extendiendo su vigencia hasta el año 2020.

Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS)

Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra


la Mujer (Convención de Belém do Pará), 1994.

Las 100 Reglas de Brasilia.

Ley Nacional Nº 26.485.

Convenio 190 de la OIT.

Ley Nº 7888 sobre Violencia de Genero.

Plan Nacional contra la Violencia de Genero (año 2020)

Ley de Mediación de Salta Nº 7.324

Procesos Transformativos ( John Paul Lederach)


Mediación ( escuela Harvard, escuela transformativa, escuela circular – narrativa)

Código Procesal Penal de Salta ( art 79)

Lectura complementaria

Enemigos del Aprendizaje

Texto “Desaprender para Aprender”

Power “Percepción “

Análisis del DNU 255/20. Noticia “el Tribuno” sobre violencia Institucional, Recurso de
Inconstitucionalidad.

Las Mujeres de la Policía, Armadas (Pagina 12- Andrea Daverio)

Texto justicia retributiva vs Justicia restaurativa.

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