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Amanece otro día más en la

Ciudad-Estado de Hakípolis, hogar de


alrededor de 100000 hakianos y lugar de
paso para innumerables viajeros que
acuden a la ciudad para conocer tan
hermética cultura e idiosincrasia. Sabes
perfectamente cuál es tu posición dentro
de lo establecido, aunque por algún
motivo nunca te has sentido tan
entregado a la causa como tus conocidos.
Has nacido y crecido experimentando lo
que es trabajar para un país en guerra,
tus músculos no ignoran lo que es el
trabajo duro, siempre insuficiente, como te
han enseñado, para proteger a la patria y a la familia. Tu reino lleva ya 44 años en guerra
contra los reinos bárbaros de los Romulianos, que tratan de adentrarse continuamente
dentro de las fronteras, probablemente para robar y violar.

El continuo esfuerzo bélico de este reino bárbaro justifica la idiosincrasia de la


ciudad, ya que es la ciudad más cercana a las fronteras bárbaras, que se sitúan a
unos kilómetros al oeste de la ciudad. El poder, por supuesto, es controlado por los tres
grandes comandantes, sabios y espirituosos conocedores de La Verdad y portadores del
conocimiento: Sácrotes, Plotán y Arestóteles, gracias a su esfuerzo táctico pudieron
organizar a la ciudad para contener las numerosas invasiones hace 40 años, cerrando el
paso de Nadie con rocas y magia temporalmente hasta que se pudo construir el Gran
Muro de La Verdad, uno de los puntos más fortificados y militarizados del reino. Aunque a
ti no te parezcan más que el mal menor de la guerra y algo necesario, estos tres sabios son
venerados como gente humilde y dedicada a la patria y La Verdad, su labor es por todos
muy valorada pues se encargan de administrar los recursos de manera justa e
inteligente y de que todo lo que genera el país llegue al pueblo y al ejército para
garantizar la seguridad de los ciudadanos en tiempos tan difíciles.
Aunque ayer fue un día ajetreado para ti, Hakípolis sigue necesitando de la ayuda
de todos para funcionar perfectamente, tomas un café rápido y te empujas una rebanada de
pan duro con algo de queso que te quedaba de ayer. Antes de ir a trabajar hoy te toca ir al
mercado por la mañana a por tu Cornucopia así que tomas la cesta del día anterior y te
diriges al mercado. Como cualquier otro día el mercado está tremendamente ajetreado, se
escuchan innumerables nombres siendo gritados. Al cabo de unos minutos escuchas el
tuyo en la lejanía, y te aproximas corriendo a uno de los puestos, la muchacha rubia que ha
pronunciado tu nombre te pide tu certificado hakiano sin mirarte, toma la hoja y ejerce
presión con un sello sobre la misma, el símbolo tan conocido que representa a la diosa y al
Estado, la ola de La Verdad y la abundancia, se imprime sobre la hoja. La muchacha toma
tu cesta y te entrega otra, no mucho más pesada. Puedes ver que contiene una serie de
tubérculos, botellas y varios trozos de pan que no tienen pinta de venir de la misma barra.
Te despides de la muchacha y regresas por donde has venido. Mientras caminas sorteando
los charcos de barro que se generan por el paso de la gente una figura con una capa roja
vino choca contra ti, tu cesta cae al suelo. No logras fijarte bien en la figura pero un
detalle te llama inmediatamente la atención: el desconocido lleva una bellísima máscara de
bronce con forma de ciervo. Mientras te agachas a recoger lo que se ha caído y farfullas
una disculpa te das cuenta de que la figura ha desaparecido. Levantas la vista a donde te
pide la intuición y ves cómo la elegante máscara de ciervo se pierde entre la multitud del
mercado. Confuso recoges tus cosas y vuelves a casa para dejarlas a buen recaudo.

Al llegar a casa y sentir algo de relajación notas algo de peso en tu bolsillo derecho,
extrañado sacas de él un sobre algo húmedo y desgastado, la carta está sellada con cera
violeta y ofrece a la vista la silueta de un pulpo. Al abrir la carta y sacar su contenido tomas
en tu mano lo que parece ser una insignia de bronce con forma de máscara y una hoja de
papel. De la parte superior de la máscara crecen unos tentáculos solemnes, los ojos de la
máscara te inspiran miedo. Al tomar la hoja y abrirla lees lo siguiente:

"Si la mentira sale a luz es porque la verdad siempre ha permanecido en la sombra.

Ven a la sombras y escaparás de la mentira y del hambre. Tienes potencial.

Ven mañana al anochecer a donde las sombras de Sácrotes se junta con la ciudad

Sabemos recompensar muy bien a la gente con talento."

En cuanto acabas de leer la última palabra el papel empieza a descomponerse en jirones


de humo hasta que te quedas solamente con la insignia en la mano, en la calle ya suenan
las campanas, lo que significa que llegas tarde al trabajo, debes darte prisa o habrá
consecuencias.

~ Kaom Ra

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