Instituto Universitario Politécnico “Santiago Mariño” Extensión Maturín
PROPUESTAS URBANISTICAS DEL SIGLO XIX
Profesor: Alumno:
Alfredo Paz Kristhiam López
C.I: 29.974.647
Maturín, 13 de noviembre de 2022
1. Plan de París, Haussmann
Entre la Revolución de 1789 y la renovación
de Haussmann cambiaron los ideales de los parisinos: de ser una ciudad políticamente motivada pasó a tener los propios de una ciudad centrista económica y socialmente. La tecnología moderna como los ferrocarriles y las lámparas de gas eran mejoras que la burguesía en auge podía disfrutar en un estilo de vida más cómodo. Con la renovación, se crearon nuevos espacios en los que la burguesía hizo ostentación de su nueva riqueza, creando una economía floreciente. Todos los ejemplos de cambios que acontecieron en París en esta época pueden verse en representaciones de la ciudad. Hay dos perspectivas sobre el Barón Haussmann: una la representa como el hombre que destruyó el París antiguo, y otra como el hombre que creó el Nuevo París.
Gracias a esta intervención la ciudad se transformó en menos de
dos décadas dejando de ser una ciudad medieval para convertirse en la ciudad más moderna del mundo. Las grandes reformas urbanísticas propias del siglo XIX no fueron exclusivas de París, pero esta ciudad fue pionera. Obedecían a unas necesidades objetivas: incremento de la población, exigencia de unas construcciones y un urbanismo más higiénico frente a las epidemias como la peste o el cólera, adaptación del centro de las ciudades a los nuevos medios de transporte como el ferrocarril.
La ejecución del plan no fue únicamente por obra de Georges-
Eugène Haussmann, quien era el prefecto del departamento del Sena en 1853. El plan de urbanización necesitaba un equipo de diferentes profesionales, por esta razón se invitó a participar en el proyecto a Victor de Persigny, ministro del Interior, quien fue el encargado de conseguir los recursos económicos. Jean–Charles Alphand, fue el encargado de diseñar los parques. Jean Pierre Barillet Deschamps, desarrolló el trazo de las nuevas calles y avenidas. Victor Baltard, fue el responsable de trazar las plazas. Junto a ellos se unieron varios ingenieros civiles y arquitectos, quienes resolvían los pequeños o grandes problemas que pudieran aparecer.
Para ejecutar el plan se tuvo que enfrentar a la expropiación de los
terrenos y propiedades que se encontraban contemplados en los planos. Esto era necesario para disponer de espacio para reconstruir calles y abrir otras nuevas. En 1852 se expidió un decreto de expropiación por causa de utilidad pública, por medio del cual el gobierno podía ocupar las construcciones que estorbaran la construcción de vías. Junto con el decreto mencionado se emitieron un conjunto de leyes que dieron un campo de acción amplio para Haussman.
2. La Ciudad Lineal
Una ciudad lineal es un modelo de organización de la ciudad ideado
por el geómetra, urbanista y teósofo español Arturo Soria, siguiendo el lema "en la Ciudad Lineal, a cada familia una casa, en cada casa una huerta y un jardín". Presentado en 1885 y desarrollado en su primera fase a finales del siglo XIX y comienzos del XX, el modelo lineal propuso una alternativa para descongestionar las ciudades núcleo tradicionales y recuperar un urbanismo fundamentado en la dignidad, el individualismo y el contacto con la naturaleza. En esencia se trataba de una ciudad alargada construida a ambos lados de una calle o avenida central de 40 metros de ancho, con viviendas a los lados. Los planos de la época muestran las manzanas extendiéndose a 200 metros a cada lado de la avenida central, separada con 100 metros de bosque de los campos de cultivo.
El proyecto de la Ciudad Lineal pretendía unir las ciudades
existentes con un nuevo tejido que sería también ciudad. Este nuevo tejido crecería en torno a las arterias principales formadas por vías de ferrocarril (es imprescindible advertir que por aquel entonces el automóvil no había sido aún inventado). Más allá del territorio edificado se abrían campos de explotación agrícola, conjugando las necesidades rurales y urbanas de forma limpia y con transiciones suaves realizadas a través de bandas sucesivas que funcionaban como filtros.
La dimensión de cada uno de los elementos estaba planificada
para crear una ciudad saludable donde los servicios públicos esenciales de agua, gas, alcantarillado y electricidad discurrían también a lo largo del eje. La avenida principal medía 40 metros de ancho e incluía el espacio suficiente para las vías férreas, aceras y paseos para viandantes y carruajes, así como ajardinamientos. A cada lado de la avenida se edificaban sendas franjas de manzanas rectangulares o cuadradas, con un ancho de 200 metros cada una. Las construcciones no podían superar las tres plantas y cada vivienda tenía las cuatro fachadas libres y disponía de su propio jardín. Las calles transversales tenían un mínimo de 20 metros de ancho y respetaban en todo momento la perpendicularidad respecto al eje. Más allá de estas franjas edificadas se situaban masas arbóreas de tipo boscoso ocupando un ancho de 100 metros a cada lado para delimitar el borde de la Ciudad Lineal respecto del resto del territorio, en su mayor parte campos de cultivo. 3. La Ciudad Jardín
El movimiento de las ciudades jardín fue fundado por Sir Ebenezer
Howard (1850-1928). Sus conceptos sociológicos y urbanísticos se contienen en el libro Ciudades Jardín del mañana, cuya versión corregida y completa apareció en 1902 en el cual, en respuesta a los problemas planteados por la industrialización y el crecimiento demográfico, preconiza la construcción de una serie de ciudades independientes entre sí tanto económica como estructuralmente; cada una de ellas debería ocupar una superficie de cuatrocientas hectáreas, y acoger a una población de alrededor de treinta mil habitantes, distribuidos en 5.500 edificaciones.
La ciudad-jardín está organizada siguiendo un esquema circular,
con seis avenidas radiales que dividen la superficie urbana en seis sectores, mientras que en el centro de la ciudad se extiende un parque de 2,25 hectáreas, alrededor del cual están dispuestos los edificios públicos: ayuntamiento, auditorio, teatro, biblioteca, museo, pinacoteca, hospital. El sistema de la ciudad-jardín se distribuye alrededor de la ciudad central formando un anillo de treinta y dos kilómetros de circunferencia, con una distancia de 5,25 kilómetros entre cada ciudad y la ciudad central.
El movimiento para las ciudades-jardín, heredero y continuador de
una serie de experiencias desarrolladas en el curso del siglo XIX en Europa y en Estados Unidos, en el contexto de la reforma social y del urbanismo romántico, se difunde rápidamente por el continente -sobre todo en los países muy industrializados como Bélgica y Alemania-, especialmente bajo la forma de sus variantes básicas: el pueblo-jardín y el suburbio-jardín. CONCLUSION
Por lo tanto, se puede concluir que estas propuestas urbanas
fueron muy importantes para el desarrollo de la ciudad dándole un mejor funcionamiento visual, estético, espacial, entre otros. El diseño urbano es un ámbito al que se le da mucha importancia. Esto no es solamente por cuestión de tendencias y estética. También es debido a los efectos que tiene sobre los ciudadanos de un lugar. Son muchos los factores del diseño de una ciudad que nos afectan, tanto a nivel físico como a nivel psicológico. Estos son algunos de ellos: el posible exceso de ruido; la contaminación; la falta de iluminación, y la falta de zonas naturales o verdes. Es por este motivo que el diseño urbano debe tener en cuenta mucho más que las tendencias y las tecnologías. También debe valorar todos aquellos elementos y aspectos que contribuirán al bienestar de las personas.