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El 

arco es una particular solución estructural que resiste las cargas que actúan


sobre ella trabajando exclusivamente a compresión, minimizando todo lo posible
los esfuerzos de flexión. Para ello, la forma del arco debe aproximarse a la
del antifunicular del sistema de fuerzas.

Los apoyos del arco deben estar coaccionados tanto horizontal como


verticalmente si no queremos comprometer la estructura. En arcos continuos,
aparecerían flexiones que los transformarían en una viga curva y ya no podríamos
hablar de arco.

La componente horizontal de las reacciones en los apoyos (denominada coceo)


dependen de la esbeltez del arco (relacion flecha máxima/luz). A mayor esbeltez,
mayor componente horizontal de la reacción. Por este motivo, esta tipología
estructural sólo es adecuada en terrenos consistentes con gran resistencia a los
empujes horizontales.

Según la forma de la curva de su intradós, los arcos simples se clasifican en:


circulares, elípticos, parabólicos, hiperbólicos, catenarios, arco tranquil, etc.
Además, cada uno de estos tipos de arco recibe distintos nombres según el
peralte y la situación de sus arranques (rebajados, peraltados, de medio punto).

Los arcos generan fuerzas horizontales que se deben absorber en los apoyos
mediante contrafuertes o tensores.

La transmisión de fuerza de la estructura hacia las columnas se refiere al proceso


de transferir las cargas o fuerzas de la estructura a la columna. Esto se logra
mediante el uso de conexiones entre la estructura y la columna, que pueden ser
de diferentes tipos y materiales dependiendo de las cargas que se deben
transferir.

Las conexiones más comunes utilizadas para la transmisión de fuerza incluyen


placas de acero, bridas, pernos y soldaduras. Estas conexiones deben ser
diseñadas cuidadosamente para asegurar que la carga se transfiera de manera
eficiente y segura. Además, se deben considerar las tolerancias y deformaciones
que puedan ocurrir debido a las cargas, la temperatura y otras fuerzas que puedan
afectar a la estructura.

El proceso de transmisión de fuerza de una estructura a una columna se realiza


siguiendo los siguientes pasos:

 Se determina la ubicación y las cargas que se deben transferir a la


columna.
 Se selecciona el tipo de conexión más adecuado para las cargas y la
geometría de la estructura y la columna.
 Se diseñan las conexiones y se calculan las dimensiones y los espesores
necesarios para resistir las cargas.
 Se fabrican las conexiones y se instalan en la estructura y la columna.
 Se realizan pruebas y verificaciones para asegurar que las conexiones sean
capaces de soportar las cargas y cumplir con los requisitos de seguridad.

Las columnas transmiten cargas hacia la cimentación las columnas son verticales
que soportan fuerzas de compresión y flexión, encargados de transmitir todas las
cargas de la estructura a la cimentación; es decir, son uno de los elementos más
importantes para el soporte de la estructura, por lo que su construcción requiere
especial cuidado.

La transmisión de fuerza se realiza a través de los elementos de conexión entre la


columna y la zapata, que pueden ser varillas de anclaje, pernos de anclaje, placas
de anclaje o una combinación de estos elementos.

La transmisión de fuerza de columna a zapata es un proceso crítico en la


construcción de estructuras, que implica la construcción de una zapata resistente y
estable y la fijación adecuada de elementos de conexión entre la columna y la
zapata para garantizar una transmisión efectiva de la carga vertical de la columna
al suelo.
El peso de la estructura se concentra en áreas relativamente pequeñas de la
columna, y están tienen que transmitirlas al suelo a través del área de contacto
entre el cimiento y el suelo.

Las cargas que son transmitidas al cimiento y suelo son generadas principalmente


por las columnas, ya que son éstas las que soportan todo el peso de la estructura.
Para poder hacer el análisis de la estructura, se acostumbra hacer un análisis
independiente entre la cimentación y el suelo.

La distribución de cargas en la superficie de contacto entre la cimentación y el


suelo
es muy variable y muy sensible a las rigideces relativas del suelo, a la cimentación
y a las características propias de la estructura del suelo.

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