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INTERES SIMPLE Y COMPUESTO

Se llama interés simple aquél en el cual los intereses devengados

en un período no ganan intereses en los períodos siguientes,

independientemente de que se paguen o no. Únicamente sobre el

capital principal, se liquidan los intereses sin tener en cuenta los

intereses precedentes causados. La liquidación de los intereses se

hace sobre el saldo insoluto, es decir, sobre el Capital no pagado.

El interés simple es aquel que no se suma al capital inicial una vez

que ha vencido el plazo de la inversión o crédito.

El interés compuesto es aquel que se suma al capital inicial al

término de la inversión o crédito.

La diferencia entre interés simple e interés compuesto es que el

simple no es capitalizable, mientras que el compuesto ayuda a

incrementar el capital inicial.


Características del Interés Simple

El capital inicial no varía durante todo el tiempo de la operación

financiera ya que los intereses no se capitalizan. Esta condición

se cumple siempre que no se haga abono al capital principal. En

caso de pagos sobre el capital inicial, los intereses se calcularán

sobre el capital insoluto.

Como consecuencia de la característica anterior, la tasa de

interés siempre se aplicará sobre el mismo capital, es decir,

sobre el capital inicial o sobre el capital insoluto.

Por la misma razón, puede decirse que los intereses serán

siempre iguales en cada período, o menor es si hay abonos al

capital principal.

En interés simple, el interés a pagar por una deuda varía en

forma directamente proporcional al capital y al tiempo, es decir,

a mayor capital y mayor tiempo es mayor el valor de los

intereses.
I=𝑃∗𝑖∗𝑛

I= Valor de los intereses

P= capital

i= Tasa de interés

n= Tiempo

Ejemplo Calculo del Interés Simple

Calcular el valor de los intereses que produce un capital de

$1.000.000. Durante 6 meses, a una tasa de interés del 2%

mensual simple.

I= hallar
P= $1.000.000
i= 2% mensual simple
n= 6 meses

Como I=𝑷∗𝒊∗𝒏, entonces I=𝟏.𝟎𝟎𝟎.𝟎𝟎𝟎∗𝟎,∗𝟔=𝟏𝟐𝟎.𝟎𝟎𝟎


$120.000, es el interés que produce $1.000.000 por 6 meses a

una tasa del 2% mensual.

Amortización de cuota constante:

Es la forma más frecuente de amortización de préstamos. En

ella se paga siempre la misma cuota. El dinero se distribuye por

periodos entre los intereses y capital amortizado. Es decir,

aunque la cuota siempre es la misma, los intereses se calculan

sobre el valor pendiente a amortizar.

Así pues, la parte de tu abono que va a los intereses se va

reduciendo en proporción a la amortización del capital, ya que el

capital pendiente de amortización será menor. El resultado de

este sistema es que, durante la primera fase, el abono va dirigido

principalmente a los intereses, pero a medida que se van

pagando cuotas, la parte de éstas que corresponde a capital


amortizado aumenta, lo cual deriva en una disminución gradual

de la parte que se destina a intereses.

Amortización de cuota creciente:

En esta clase de amortizaciones la cuota va aumentando con el

paso del tiempo. Los primeros pagos son pequeños, lo cual

resulta ventajoso para los deudores que esperan un aumento en

sus ingresos. Sin embargo, como consecuencia lógica, los últimos

pagos serán bastante más elevados.

Amortización de cuota decreciente:

Con este método la cantidad amortizada de la deuda es

siempre la misma, de suerte que el pasivo va disminuyendo de

forma acelerada mes con mes y de esta manera de forma rápida

se reduce la porción que se paga de intereses.

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