Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Que Santa Cruz ha experimentado un extraordinario progreso económico y social para transformarse, de
un departamento rezagado, al más dinámico del país es innegable. Que se ha convertido en el bastión
económico de Bolivia y que adquiere una mayor relevancia demográfica, también. Los autores del
presente libro contribuyen desde el ámbito de su especialidad y/o interés, con nuevos hallazgos sobre la
temática, conscientes de que este aporte será podrá ser mejorado por los propios autores, así como por
quienes se interesen en estudiar la proeza cruceña.
El desprendimiento definitivo de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra de sus raíces en Chiquitos ocurre
en 1622 cuando el entonces gobernador, Nuño de la Cueva, resuelve el conflicto en que estaba
inmiscuida la ciudad determinando el definitivo nombre de Santa Cruz de la Sierra a la ciudad de las
orillas del río Piraí. Santa Cruz de la Sierra, para entonces ya gozaba de rango de sede de obispado por
el Papa Pablo V desde 1605.
El tallado de las imágenes fue una labor fruto del mestizaje y que se preserva hasta nuestros días en
diferentes talleres de formación técnica que normalmente tienen financiamiento externo. Otro importante
aporte de los Jesuitas fue el de unificar en un solo idioma, a la mayoría de los dialectos de más de una
treintena de comarcas que conformaban la gran Chiquitania, de esta manera se construyó el «bésiro»
como idioma común de la región o también conocido como «chiquitano».
SIGLO XIX
D’Orbigny inicia el recorrido en el entonces territorio de Vallegrande, donde los recodos que forma
dejaban en muchos lugares pedazos de tierra vegetal donde los agricultores sembraban maíz y
cebada. La llanura tenía haciendas donde sembraban vid y caña de azúcar para posteriormente criar
ganado. En la estadía en Santa Cruz de la Sierra, por la época de navidad podía apreciarse que se
hacían regalos, algunas arrobas de azúcar o dinero con el que pagaban el dulce llamado manjar
blanco. Al salir de la ciudad se observan campos cultivados que los naturales llaman «chacos» donde se
cortaban los árboles y se sembraba maíz, yuca, camote y arroz.
Las viviendas normalmente tenían dos grandes habitaciones, una para la familia y otra para las
provisiones o para fabricar azúcar, atrás iba el ganado y los campos de caña. En Santa Cruz de la
Sierra, los indios recibieron muy bien a los españoles quienes los repartieron en encomiendas y solo se
sometieron al tributo anual de una bola de hilo de algodón como seña de vasallaje. Se cultivaba la caña
de azúcar de la que se extraía melaza y azúcar que era llevada a Chuquisaca, Potosí y
Cochabamba, junto con el cuero.
También se podían apreciar por todas partes cultivo de caña de azúcar, plátano, papaya y maíz que
rodeaban a las casas de palmas donde cada familia posee un campo para su alimento, tres veces por
semana para ellos y el resto para el Estado, allí se producía bananas, arroz, porotos, legumbres y demás
sembradíos.
La cera se producía entre 35.000 a 50.000 kilos de los cuales solo se refinaban 5.000, se exportaban
casi 600 kilos de tamarindo, más de 27.000 kilos de sal y se fabricaron alrededor de 3.850 kilos de
azúcar. El primer hospital de la ciudad fundado en 1834 por el prefecto Diego de la Riva, fue el San Juan
de Dios inicialmente con 12 camas para menos de 5.000 habitantes que a la postre cesaría atenciones
por precariedad y ser nuevamente abierto unos años más tarde.
Por esta misma época se erigen los colegios Seminario en 1881 y Santa Ana en 1892. También en este
último tercio del siglo XIX destaca la figura de Andrés Ibáñez, diputado por Santa Cruz y fundador del
partido político al que denominó «Igualitario», pues propugnaba la igualdad social, o referido como la
semilla de la revolución social de América del Sur.
En este período ocurrió una de las primeras manifestaciones de especulación económica en Santa
Cruz, pues como fruto de la campaña de desprestigio a las ideas revolucionarias e igualitarias de
Ibáñez, los pudientes cruceños, cometieron «agio» al esconder los productos por los que se originó una
escasez de los mismos y como consecuencia, los precios se incrementaron. Concluyendo este
período, algunos hechos remarcables respecto a la explotación de los gomales, daba cuenta la
legislación de 1883 que reglamenta en forma general la actividad gomera y sus convenios, como también
las relacionadas con los «enganchados». Una década más tarde, se fija y luego incrementa el impuesto
a la explotación de goma fina y común. Sin lugar a dudas el documento que refleja una postura histórica
y económica en el período al que se hace referencia es el Memorándum de 1904 dirigido al Congreso de
la República, redactado por la directiva de la Sociedad de Estudios Geográficos e Históricos de Santa
Cruz, entre los que estaban connotados representantes de la institucionalidad del oriente boliviano, entre
ellos el Dr. .
Parte sobresaliente indica que los intereses del oriente y noroeste de Bolivia, no están en pugna con los
de occidente, por el contrario, son armónicos y solidarios. Los pueblos del interior son los mercados
obligados y naturales de los productos del oriente, que no tienen allí competidores, sino en los similares
extranjeros de Chile y Perú.
Esto se inicia a partir del nacimiento del Comité Cívico Pro Santa Cruz que ocurrió el 30 de octubre de
1950 y que se constituyó en la entidad promotora y defensora de los intereses regionales, tuvo un papel
importante en la lucha por las regalías petroleras entre 1957 y 1959, encabezadas por su entonces
presidente, el Dr. Para ambos casos, ya desde 1913 se tenía en Santa Cruz un sistema telefónico con
aparatos de magnesio a manubrio y en 1927 se inaugura la generación de luz eléctrica en El Arenal con
un equipo de vapor a caldero y leña. Uno de los hitos más relevantes que los cruceños recuerdan como
un ícono de su desarrollo, fue la colocación de la primera loseta en la ciudad, aquel acontecimiento
ocurrió el 16 de septiembre de 1966, a partir de allí el crecimiento y desarrollo de la ciudad y del
departamento en general, tendrían una tendencia exponencial sin precedentes.
Para los fines de esta Ley se entiende por región al territorio comprendido entre los límites político
administrativos de cada departamento.
Santa Cruz de la Sierra -como ciudad capital y ni qué decir de las demás poblaciones del resto del
departamento- el agua era provista de la manera más rudimentaria y arcaica que se conocía hasta
entonces, o bien en norias y aljibes o bien en vasijas y gavetas que fungían como depósitos de recojo del
agua de lluvia. Unos años antes, el censo de 1976 había dado como resultado que la población de la
ciudad de Santa Cruz de la Sierra, alcanzaba los 325.000 habitantes, ya era un reflejo del crecimiento
que venía teniendo la ciudad y el Departamento, comparado con los 42.000 habitantes que dio como
resultado el censo de 1950, es decir un crecimiento poblacional progresivo de más de 8% anual hasta
entonces.
Ese mismo año, se realizó el censo nacional de población que dio como resultado que en la ciudad de
Santa Cruz de la Sierra existían alrededor de 700.000 habitantes, respecto al censo de 1976, la
población se había más que duplicado, alcanzando un crecimiento promedio progresivo anual de 5% y
se iniciaba lo que años más tarde se denominaría «la ciudad de los anillos».
Esto sin duda alguna apuntaló el desarrollo local a nivel nacional, ya que antes de esta ley los municipios
del país no sobrepasaban los cincuenta, nada comparable con los 339 municipios que existen
actualmente, este es un claro ejemplo de la efectividad que tuvo esta iniciativa. La producción local ha
tenido un crecimiento importantísimo, solo para citar a la soya como el principal producto cruceño y uno
de los commodities de exportación más importantes a nivel nacional, para el año 89 la superficie total
cultivada del «grano de oro» era de 142.187 hectáreas, de las cuales el 44,35% era cultivada por
productores nacionales y diez años después en el año ´99 la superficie cultivada fue de 509.000
hectáreas de las cuales el 25,89%era cultivada por productores nacionales. Agropecuaria del Oriente, el
año 2016 se sembraron en el Departamento de Santa Cruz alrededor de 1,2 millones de hectáreas entre
las campañas agrícolas de invierno y verano.
Esta visión sería ratificada en los años ´80 por el consultor australiano
David Morawetz, quien produjo un estudio para el Banco Mundial titulado «Más allá del estaño y el gas
natural ¿qué?», siendo la conclusión de dicho estudio, que la salida a la difícil situación económica post-
hiperinflación del país estaba en el desarrollo del sector agroalimentario en las «tierras bajas del Este»
de Bolivia. Las experiencias exitosas de migrantes del campo a la ciudad, del interior del país hacia
Santa Cruz y de los extranjeros, seducidos por la vocación agropecuaria cruceña, dan cuenta que
encontraron las oportunidades de realización personal, económica y productiva con las que no contaban
en sus lugares de origen, contribuyendo todos ellos al desarrollo de un vigoroso aparato productivo
generador de masivo empleo, el «rostro social» del modelo de desarrollo cruceño, que permite la
realización del ser humano. El actor central del modelo de desarrollo cruceño es el hombre mismo -varón
o mujer, oriundo o afincado- que a lo largo de la historia ha contribuido con su esfuerzo al éxito
regional, gracias a los atributos del espíritu cruceño que existe desde su fundación misma, amalgamado
con otras culturas nacionales y extranjeras, a lo largo de los años.
« En el Ingenio los orientales se agarraron a puñetes, unos defendían a los collas» «Santa Cruz ha
crecido, yo he contribuido a eso con mi trabajo.
Ahí está la prueba, que don Roberto Barbery me dio la oportunidad de crecer siendo colla “ANDRÉS
CRUZ DÍAZ - Tarija “Migramos dos hermanos, hay otro que está en la banda del río en San Julián, los
demás están en Tarija, pero nosotros que estamos en Santa Cruz estamos mejor que ellos Hay que ser
optimista y no conformista, tratar de levantarse bien temprano y comenzar a trabajar. La gente que nunca
lo trata mal a uno. Yo agradezco a Dios porque la gente me recibió bien en este departamento y ahora
me siento un cruceño más “FÉLIX YUPANQUI MAMANI - Potosí» Me siento cruceño de verdad porque
ya no pienso en ir a dejar mis huesos allá. Porque si voy por uno o dos días, ya estoy mirando la
carretera a ver en qué momento me voy a volver, la tierra me llama Estoy contentísimo de haber
venido, si me quedaba allá sólo hay para comer y no para vender, ni un zapato puedes comprar.
Me acostumbré a trabajar porque esa era mi meta Para mí, Santa Cruz, representa un departamento que
es muy progresista, muy acogedor, aquí se puede vivir “FRANCISCO DORADO - Potosí “Soy parte de
esta región, me considero un montereño más, un cruceño más en este pueblo, porque yo vivo aquí, mi
trabajo está aquí y voy a morir aquí, con más razón porque mis hijos son nacidos aquí y van a morir aquí
La producción comunitaria no es buena, porque ni entre familias usted va a poder trabajar
libremente, sino el otro va a reclamar que le toca más, no es lo mismo Nosotros como productores
tenemos la capacidad de alimentar y tenemos capacidad hasta para exportar, primero pensamos en el
mercado interno en el consumo interno de nuestro pueblo y lo demás sacamos afuera “JULIÁN CRUZ
NOGUERA - Potosí “Son 41 años que estoy trabajando aquí y voy a seguir porque ya tengo mi familia
acá, y estoy trabajando en la agricultura como empecé Con el tiempo pude ahorrar y me compré un
tractor y después otro, tengo dos cosechadoras, con más los implementos, estoy a full con
maquinaria, no me falta casi nada De que soy colla, soy colla, pero también soy cruceño “JACINTO
ARELLANO QUIMPE - Oruro “Santa Cruz es muy linda no hay otra como Santa Cruz, es mi segunda
tierra, florece mi corazón mejor que un camba Cuando llegué a Santa Cruz habían cambas que eran muy
buenos nos dieron de comer maíz, yuca, arroz Yo no vivo de la política, estamos en democracia, yo vivo
con mi sudor con mi trabajo, yo apoyo donde yo vivo “MARCELINA BARRIOS QUISPE - Oruro “Estoy
muy contenta en este lugar porque aquí no se muere de hambre, Dios me ha dado esta tierra
bendita, trabajo bien Cuando no se puede salir por las lluvias, en el camino la gente nos pide agua y
comida porque en el monte no hay. «No me siento desplazado, ni resentido, sigo siendo un colla con
idioma y con todo, aquí he puesto mi sacrificio y esfuerzo.» «Cuando] vine, cuando trabajé, yo ya no
pensé en irme a Cochabamba. «Santa Cruz necesita brazos para trabajar. »
«En las minas todo se fue apagando no hay esa facilidad, aquí encontramos el lugar ideal para que mis
hijos puedan ser algo.».