Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
de la Asunción”
ÉTICA PROFESIONAL
TRABAJO PRÁCTICO
PJC 2022
INTRODUCCIÓN
El abogado debe ejercer su noble oficio, poniendo todo su empeño en servir la Justicia,
cooperando para el efecto con los Jueces y dirigiendo y aconsejando a sus clientes con
estricta sujeción a las normas jurídicas y morales. Debe defender el prestigio de la
Abogacía, la dignidad de la magistratura, el perfeccionamiento de las instituciones y el
orden jurídico, con desinterés y valentía.
En el presente trabajo abordaremos algunos principios con que debe contar un abogado
referente a la ética profesional, que son: diligencia, corrección y desinterés.
PRINCIPIO DE DILIGENCIA
1. LA DILIGENCIA COMO CARACTERÍSTICA DEL
CUMPLIMIENTO DE LA OBLIGACIÓN CONTRACTUAL Y DE
LOS DEBERES DE COMPORTAMIENTO SEGÚN LA
DEONTOLOGÍA.
2. LA NEGLIGENCIA
Los comportamientos contrarios a la diligencia se consideran negligentes, es decir,
culposos (según el Derecho), pero se concretan de manera distinta, incluso en su aspecto
voluntarista, por la deontología y en consecuencia se sancionan de forma distinta en vía
disciplinaria.
Por ejemplo, ha sido declarado negligente el abogado que mantuvo durante mucho
tiempo y sin rendir cuentas de ello grandes sumas que el cliente le había consignado
para que las entregase a la parte contraria pero el mismo comportamiento ha sido
considerado en otros supuestos semejantes lesivo de los principios de probidad, de
dignidad profesional y de corrección. Sabemos que el cumplimiento inadecuado de las
obligaciones puede ser atribuido no sólo a una deficiente preparación técnica, sino
también a descuido, desatención o falta de preocupación, es decir, en sustancia, a
negligencia considerada con culpa leve. Lo que confirma que obligaciones jurídicas y
deberes deontológicos van a menudo íntimamente ligados a los comportamientos
técnicos que tienen su base en el contrato.
PRINCIPIO DE CORRECIÓN
En otros Códigos tal principio queda restringido a las relaciones entre colegas. En el de
VIBO VALENTÍA (art. IX) se declara que comete incorrección grave el abogado que,
con conocimiento del impedimento momentáneo y justificado del colega adversario, se
aprovecha de ello para perjudicarle en su patrocinio, o bien hace uso en juicio de
escritos de carácter reservado o de informaciones confidenciales provenientes de dicho
colega.
2. CASUÍSTICA SOBRE EL TEMA DEL DEBER DE
CORRECCIÓN
La casuística es bastante variada en el tema de la corrección profesional. Extraemos de
la jurisprudencia disciplinaria algunos supuestos característicos. Se ha decidido que
viola el deber de corrección el abogado que aprovechándose de su posición de prestigio
social y público, o sirviéndose encubiertamente de servicios públicos, trata de
procurarse clientela o de anunciar su propio despacho. Igualmente, el abogado que
incluye en el rollo de la causa, antes de la audiencia, a las partes y sin conocimiento del
colega adversario un nuevo documento desconocido por este último. Se ha calificado
como acto de incorrección profesional conceder entrevistas a los diarios sobre supuestos
procesales en los que está interesado el entrevistado.
También algunas vicisitudes en la vida privada del jurista adquieren relevancia como
incorrección y, así, contraer deudas a base de letras de cambio que después son
protestadas.
Por cuanto concierne a las relaciones con la clientela, debemos subrayar la particular
gravedad de los comportamientos incorrectos del abogado, porque éste se aprovecha de
su posición de superioridad respecto del cliente, que desconoce las reglas del derecho y
las de la deontología y, por tanto, se convierte más fácilmente en víctima de la poca
seriedad y de la incorrección de su patrocinador. El cliente puede ser embaucado por su
abogado, que con comportamientos incorrectos se expone a caer bajo las sanciones no
sólo del ente profesional, sino también del Código Penal.
Adviértase que para perfeccionar este ilícito es suficiente el solo hecho de realizar la
estipulación, incluso si ello no tiene después ninguna consecuencia.
OPINIÓN
El abogado es el representante que una persona elige a dedo crítico para que la
auxilie en las cuestiones jurídicas que tenga. Es una entrega de confianzas en
cuanto a sus bienes, libertad, etc. Por ello, el mismo debe actuar con todos y
cada uno de sus clientes, de manera honesta, responsable, con desinterés en
cuanto al aspecto económico. Es sabido que, el abogado no está llamado a
prestar su trabajo de forma gratuita, tampoco puede admitirse que el mismo
quede totalmente vinculado a las exigencias del interés del cliente.