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La secuencia ingreso-gasto del Estado está relacionada con el cumplimiento de los fines por parte de
aquel (educación, salud, defensa, justicia, etc.) y tiene, a su vez, consecuencias económicas (impacto en la
economía).
Las finanzas públicas se ocupan del proceso mencionado y se distinguen de las finanzas en general,
normalmente referidas a la actividad de las instituciones financieras o bancos y de las finanzas de las
unidades de consumo o de las empresas.
Las finanzas públicas (expresión usada en Francia, Italia, Inglaterra), tienen como sinónimo habitual la
expresión hacienda pública (usada en España). En la Argentina, la Secretaría de Hacienda de la Nación
tiene a su cargo la responsabilidad de las finanzas públicas.
Estas se expresan y operan en términos monetarios. Los ingresos, los gastos, el resultado, la deuda del
gobierno, se cuantifican en la moneda del país y dan origen o son consecuencia de movimientos de dinero
y a estos efectos importa tanto el gasto como el recurso. Un enfoque clásico dirá que el gasto público
determina o justifica el recurso público. En cambio, un enfoque más actual dirá que la posibilidad de
obtener recursos públicos, tomándolos de la actividad privada, limita las posibilidades de gastar.
El análisis del proceso ingreso-gasto permite determinar los efectos que el mismo puede tener sobre la
economía del país y cómo puede ser utilizado como herramienta para obtener los fines que el Estado se
propone.
Es pertinente señalar que hay toda una discusión sobre la similitud entre las finanzas públicas y privadas.
La corriente clásica afirma que no hay diferencias entre ambas, por lo cual se aplican a ambas los mismos
principios. El pensamiento moderno dice, por el contrario, que es menester señalar diferencias en tres
aspectos:
Así, las cosas la función pública es la acción que da origen a la existencia del Estado y se
refleja en servicios prestados a la comunidad, que pueden ser servicios públicos esenciales
(hacen a la propia naturaleza del Estado y sólo pueden ser prestados por él) como la defensa, la
seguridad y la justicia, y servicios públicos en general (son prestados por el Estado o delegados
a otros organismos o incluso a particulares) que tienden a satisfacer el interés público.
Los servicios públicos también se clasifican en divisibles (es posible determinar cuál es el
beneficio que cada ciudadano obtiene, que no necesariamente es igual para cada uno) como la
educación primaria; e indivisibles (se prestan a la sociedad en su conjunto y no se puede
precisar el beneficio que cada individuo obtiene; beneficia a todos los integrantes de la
comunidad) como la defensa o la justicia.
Para que el Estado pueda satisfacer las necesidades públicas requiere medios (recursos).
Para obtenerlos puede utilizar dos procedimientos:
Aspecto político: todo aquello que implica una decisión sobre fines perseguidos
o medios a utilizar.
Aspecto económico: los fenómenos financieros tienen repercusiones
económicas “deseadas o buscadas” o “de hecho”.
Aspecto social: con las acciones financieras se atienden necesidades humanas.
Aspectos jurídicos: el Estado actúa sobre la base de normas que lo facultan para
obtener ingresos y realizar gastos (leyes impositivas y ley de presupuesto).
Aspecto administrativo: tiene que ver con las cuestiones técnicas o de
procedimientos a seguir para obtener recursos y realizar gastos.
La actividad financiera del Estado está constituida por aquel proceso de obtención de
ingresos y realización de gastos cuyo objetivo es cumplir con los fines del mismo y que, si
bien, puede ser analizado desde el punto de vista político, económico, social, jurídico y
administrativo, lo prevalente en términos de las finanzas públicas es el aspecto económico
que conlleva.
La actividad financiera es realizada por el Estado, que opera sobre la base de un poder especial
llamado “fiscal” o “financiero” que le permite obtener en forma coactiva los ingresos necesarios
para financiar sus gastos, los que realizará de conformidad al presupuesto legalmente aprobado.
La actividad del Estado se distingue de la del sector privado, por cuanto ambas pertenecen a
dos órdenes diferentes. La administración financiera del Estado pertenece a un orden de tipo
coactivo o administrativo o centralizado, que deriva de la potestad del Estado, que tiene el
poder de imponer tributos y decidir gastos.
Cuanto más desagregado esté el gasto público en el presupuesto más claro estará en qué se
están empleando los recursos-tributos, fruto del carácter coactivo del Estado.
En este ámbito no opera el precio como mecanismo que concilia la oferta con la demanda, sino
que es sustituido por el presupuesto siendo el impuesto el “precio” pagado por los
consumidores mientras que el gasto destinado a la prestación de servicios sustituye la oferta de
los productores.
Ese orden de tipo coactivo o administrativo o centralizado se contrapone con el “orden del
mercado”, que es aquel que funciona sobre la base de la oferta y la demanda, que determinan el
precio y la cantidad a ser producida y consumida. Este orden de mercado es voluntario,
contractual y descentralizado.
El término hacienda pública, equivale a finanzas públicas. Para la corriente clásica es la ciencia
que trata de la cobertura de los gastos públicos. Se parte de la base de que la existencia del
Estado es necesaria y que por lo tanto el mismo tiene que realizar gastos para cumplir con sus
funciones indispensables, muchas de las cuales son indelegables y además de cumplimiento
imperativo.
Las finanzas públicas clásicas se ocupan de lo relacionado con la cobertura de aquellos gastos
públicos y asimismo de la distribución y composición de las cargas públicas impuestas a la
comunidad para financiar los mismos. La hacienda pública opera con los principios de equidad
(justicia dada por la proporcionalidad) en la distribución de las cargas, y de neutralidad, o sea
no afectar las decisiones económicas de los particulares.
La concepción moderna (expresión utilizada por Duverger) de las finanzas públicas se basa en
conceptos clásicos, ampliados y modificados. Implica, por un lado, una idea semejante en
Por último hay una diferencia conceptual sustancial con las técnicas financieras clásicas, que
consideran que el presupuesto es un instrumento financiero y legal fundamental. Los
modernos creen que, esencialmente, aquel es un instrumento de política económica y es por
ello que acuñaron la expresión “finanzas públicas funcionales” (relacionan los ingresos y los
gastos públicos con los objetivos macroeconómicos buscados).
Las diferencias apuntadas entre una concepción y otra obedecen a una distinta visión
macroeconómica. Los clásicos creen en el equilibrio automático; por lo cual las fuerzas del
mercado deben operar libremente y el presupuesto debe estar equilibrado. Los modernos,
por el contrario, creen que la economía no se ajusta por sí sola o lo hace lentamente, por lo
cual una política fiscal activa puede contribuir a obtener el equilibrio macroeconómico
deseado.
Para alcanzar los objetivos mencionados de la política fiscal se requieren instrumentos, es decir,
medios a los que recurre el Estado, a los fines, justamente, de su consecución.
Los objetivos son relativamente fáciles de determinar, pero la elección de los instrumentos y su
relación con aquellos presenta una mayor complejidad. Se consideran instrumentos de la
política fiscal los siguientes:
EL GASTO PÚBLICO
2. La acción del Estado en la satisfacción de las necesidades públicas mediante el gasto público
Hay dos enfoques con respecto al gasto público. El enfoque clásico dirige su atención a la magnitud
o nivel de aquél ya que debe ser lo más reducido posible y no asigna preponderancia a la composición
de este.
La concepción moderna se preocupa fundamentalmente por la composición o estructura del gasto público. Es
una visión preferentemente cualitativa y en menor medida cuantitativa. En consecuencia, tenemos dos
concepciones:
Es posible considerar dos aspectos en el gasto público, que son las funciones:
Financiera: tiene que ver con la consideración del gasto como salida, como erogación, como
acción para procurar medios con los cuales el Estado cumpla sus funciones mediante la
prestación de servicios. Es todo aquello que tiene que ver con la prestación de servicios
públicos a cargo de aquél.
Económica: tiene que ver con el impacto de las transacciones que realiza el Estado en la
economía. Este enfoque no reemplaza al clásico, sino que lo complementa. Son dos caras de
una misma realidad; ninguno está equivocado.
Función Financiera
Se sostiene que el fin principal del Estado es la prestación de servicios de interés general, que
no pueden ser atendidos por los particulares o que se cree conveniente que él los atienda. El
Estado requiere de medios humanos (que constituyen los empleados de este), materiales
(elementos y espacio físico con los que los empleados puedan trabajar) y una organización de
los medios humanos y materiales para que actúen hacia la consecución de los fines que se ha
propuesto.
Para obtener esos medios el Estado realiza gastos, que son necesarios para la prestación de
servicios o la realización de acciones. Es necesario que los gastos estén autorizados por un
instrumento legal, que es el presupuesto (medio que autoriza a la administración pública a
realizar gastos). El gasto, a su vez, implica la utilización de un recurso público.
Un aspecto para considerar para contar con elementos de juicio para mejorar las
decisiones acerca del gasto público consiste en conocer el costo de provisión de cada bien
público para compararlo con otros bienes públicos alternativos o con el costo de obtener los
recursos para financiarlo.
En su origen (iniciado por el presidente Kennedy en los Estados Unidos) se trataba de arribar al
presupuesto como producto de un proceso de identificación de alternativas, selección de las
mejores e implementación a través de la preparación, aprobación y ejecución del presupuesto.
Partiendo de la planificación más amplia, se trataba de traducir los resultados para períodos y
sectores determinados a una programación cuyos requerimientos financieros se incorporaban a
la presupuestación.
Simultáneamente, para los países de América Latina, expertos de la CEPAL recomendaban una
técnica similar a ella: instrumentar el presupuesto como herramienta dentro del proceso de
planificación y programación del desarrollo económico nacional. El presupuesto anual
incorporaba los programas a ejecutar por el Estado y cada programa estaba definido en sus
objetivos, cuantificado en sus metas y desarrollado en términos de los insumos, humanos y
materiales, requeridos.
Este conjunto de acciones demanda el concurso de recursos humanos, materiales y otros tipos
de insumos, para disponer de los cuales es imprescindible una determinada cantidad de dinero
que se expresa a través de los créditos presupuestarios.
Cada objetivo tiene una naturaleza y debe estar dado en un determinado volumen que se refleja
a través de unidades de medida. Las características de las acciones estarán en función de la
naturaleza del objetivo que se está persiguiendo y de la magnitud del objetivo que se pretende
alcanzar.
A su vez, existe una relación entre la naturaleza de las acciones a realizar para cumplir con el
objetivo y la de los recursos humanos necesarios, de los recursos materiales, de los servicios de
terceros u otros servicios afectados.
De esta manera, el presupuesto por programas expone los créditos presupuestarios como
El presupuesto así concebido contribuye a dar un carácter concreto y hace posible llevar a la
práctica las orientaciones generales que establecen los demás instrumentos del sistema de
planeamiento.
Todo sistema de evaluación se justifica si a través del mismo es posible analizar la eficiencia
con que se producen los bienes y servicios así como el grado de eficacia de dicha producción
para la materialización de las políticas y objetivos previstos.
Por eficiencia se entiende la mejor combinación y una menor utilización posible de los
recursos reales y financieros necesarios para producir bienes y servicios, así como las más
óptimas relaciones posibles entre los distintos bienes y servicios que se producen en las
instituciones.
• Funciones tradicionales
• Funciones modernas
3.1.2. El presupuesto es un plan administrativo: se vincula a qué actos que implican gastos
pueden realizarse. Se refiere a la posibilidad de que la Administración Pública opere, actúe para
cumplir con sus fines, a través de la realización de programas, con los cuales responda a qué se
va hacer, cuando se va hacer, cómo se va hacer y en qué magnitud.
3.1.3. El presupuesto es un instrumento legal: tiene que ver con la institución presupuestaria.
El presupuesto es proyectado por el Poder Ejecutivo y aprobado por el Poder Legislativo, a
través de una ley. Ésta es ley de leyes, en el sentido de que hace posible el funcionamiento del
Estado y cumplir con las restantes.
A través de esta ley el Congreso influye, regula, limita y controla al poder administrador. El
poder administrador se compromete a realizar un determinado plan de acción, en la medida en
que el Congreso le autorice los recursos y medios (gastos). El presupuesto como instrumento
legal permite el control, ejercido por los representantes del pueblo, del destino que se dará a los
recursos que obtiene de aquél.
3.1.4. El presupuesto como balance preventivo: tiene que ver con los aspectos contables. Es
balance, en tanto es una relación entre recursos y gastos, o sea, entre fuentes y usos, lo que
determina un resultado equilibrado, superavitario o deficitario. Ese balance refleja, también, la
composición de los ingresos y erogaciones.
La política fiscal, a su vez, debe coordinarse con otros componentes de la política económica
(monetaria, de ingresos, de comercio exterior) de modo de lograr un todo coherente.
• Para ello se requiere disponer de medios humanos y materiales, los que adecuadamente
organizados, permitan la realización de acciones.
• Para disponer de medios humanos y materiales es necesario incurrir en costos, los que se
traducen en gastos presupuestarios.
Los principios presupuestarios son un conjunto de normas, de carácter teórico, referidas a cómo
debería ser el presupuesto, y que tienen el propósito de garantizar el adecuado cumplimiento de
las funciones de este.
Se trata aquí del campo del “deber ser” que no siempre, en la práctica, se cumple, sino que la
realidad suele estar distante de lo deseable.
➢ Universalidad:
Este principio establece que el presupuesto debe contener los gastos y recursos
públicos considerados en forma separada y por su totalidad; es decir, no deben
compensarse gastos con recursos.
➢ Unidad
Este principio se refiere a la forma del presupuesto y a que todas las entradas y salidas
se incluyan en el documento presupuestario (unidad de documento). De ese modo se
permite tener un panorama de conjunto de las operaciones financieras, ya que si se tiene
un presupuesto fragmentado no se puede tener idea del conjunto, de la magnitud y
composición de los recursos y gastos públicos.
De este principio se deriva el principio de unidad de caja, el que sostiene que todos
los ingresos deben ir a una única caja o tesorería y los pagos deben ser realizados con
los fondos de ésa.
➢ Claridad:
➢ Exactitud
➢ Especialidad
➢ Publicidad
Este principio se refiere a las diferentes etapas del presupuesto. Estas etapas deben
contar con la adecuada difusión (es decir, sus características deben darse a conocer
públicamente). No sólo significa dar a conocer la aprobación sino también las
características del proceso de elaboración, su discusión con motivo de su tratamiento
en el Congreso y lo que ocurrió con su ejecución.
➢ Exclusividad: es una característica del articulado (se refiere a los distintos artículos
de una ley de presupuesto).
➢ Economía: se refiere al gasto eficiente, es decir gastar lo menos posible para obtener
los mejores resultados, lo que no siempre coincide con el enfoque clásico de gastar lo
menos posible o pagar el precio más bajo.
➢ Equilibrio presupuestario: los clásicos sostenían que los gastos debían ser iguales a
los recursos ya que un déficit podría traer inflación (cuando había financiación
monetaria) o llevar a la bancarrota (cuando se financiaba con endeudamiento), y un
La ley de administración financiera y de los sistemas de control del sector público nacional (ley
24.156) enuncia, en el artículo 4to., principios que deberían garantizarse en la administración
financiera y que aquí se referencian al presupuesto:
- Economía: debe buscarse la adecuada asignación de los recursos públicos e incurrir en los
menores costos posibles.
3.4.1. Transparencia
Está a cargo de las más altas autoridades nacionales que tienen competencia en el tema.
Podemos distinguir dos aspectos de una misma realidad:
Se realiza en forma descentralizada por parte de los distintos organismos que forman
la Administración Pública, los cuales toman en cuenta las normas y directivas para elaborar
los presupuestos.
Una vez concluida la elaboración del presupuesto, éste es remitido al Congreso Nacional
por el Poder Ejecutivo, siendo el Jefe de Gabinete quien firma el mensaje de elevación, juntamente
con el Ministro de Economía.
El presupuesto sigue los trámites de cualquier ley, lo que está normado por los artículos
77 a 81 de la Constitución Nacional.
3.5.3. Ejecución
Se refiere a concretar en los hechos los gastos autorizados en el presupuesto o a obtener los
recursos pronosticados. Para ello, una vez sancionado y promulgado, el Ejecutivo, a través de una
Decisión Administrativa del Jefe de Gabinete, realiza una distribución analítica, detallando hasta el
nivel de desagregación correspondiente las previsiones presupuestarias.
Artículo 29: que los créditos del presupuesto de gastos aprobados por el Congreso son límite
máximo en cuanto a las posibilidades de gastar; y en el
Artículo 30: que el Poder Ejecutivo distribuirá en forma analítica los créditos aprobados por
el Congreso Nacional.
Para que la ejecución se desarrolle con normalidad y sea posible su evaluación, durante el
ejercicio, hay que efectuar una programación de la ejecución presupuestaria, para lo cual el
artículo 34, de la citada ley, dice que a los fines de garantizar la correcta ejecución presupuestaria y
compatibilizar los recursos con los gastos presupuestados, todas las jurisdicciones y entidades
deberán programar la ejecución física y financiera de sus presupuestos en forma Trimestral (Nivel
de Compromiso y Devengado).
En esta materia la ley de Administración Financiera y de los Sistemas de Control del Sector
Público Nacional (Ley 24.156) enuncia lo siguiente:
El artículo 44 prescribe que hay que realizar un análisis de la correspondencia entre los
gastos realizados y la producción obtenida; y el artículo 45 dispone que hay que realizar una
evaluación de la ejecución presupuestaria. Esta debe efectuarse en forma periódica durante el
ejercicio. Al fin del mismo se realizará el análisis de los resultados físicos y financieros y de los
efectos producidos por los mismos, de las variaciones con relación a lo programado y de las
explicaciones de las diferencias con el programa.
3.5.5. Control
Es por ello que, la Cuenta de Inversión, debe incluir un conjunto de informaciones que
permitan una verdadera rendición de cuentas.