En la segunda mitad del siglo XV, la crisis de finales de la Edad Media se da por

superada en Europa.
En consecuencia, en este nuevo período, la demografía y la economía se recuperaron,
la burguesía se enriqueció, y la monarquía se fortaleció.
Estos cambios se produjeron como consecuencia del auge del comercio y del auge de
la burguesía.
El comercio fomentó la exploración de nuevos territorios; la burguesía, el
crecimiento de las ciudades.
Esta nueva sociedad emergente rechazó la mentalidad medieval y adoptó una actitud
crítica ante los excesos de la Iglesia.
Asimismo, se creó una nueva forma de entender el mundo: el humanismo.
El humanismo ponía al hombre en el centro de todas las reflexiones.
¿Cuáles fueron los principales cambios que ayudaron a pasar de la Edad Media a la
Edad Moderna?
A finales del siglo XV, cerca de 70 millones de personas vivían en Europa.
El crecimiento de la demanda hizo que las nuevas parcelas se convirtieran en
tierras de cultivo y, además, mejorara el rendimiento de las mismas.
La necesidad de capital para financiar viajes y comprar mercancías provocó un
crecimiento de las actividades bancarias.
El poder económico de la nobleza estaba fundado en la propiedad de la tierra; el de
la burguesía, en cambio, en la posesión del capital.
Asimismo, se pusieron las bases del capitalismo comercial y los intercambios
comerciales se convirtieron en una importante fuente de riqueza.
Durante la Edad Media, el poder de los reyes fue disminuyendo en favor de la
nobleza feudal, mientras que en el siglo XV los reyes lograron imponerse a esa
nobleza.
En consecuencia, se estableció una nueva forma de organizar el poder: la monarquía
autoritaria.
También constituyeron la burocracia y la hacienda para controlar la administración
y las finanzas del reino y crearon una diplomacia para relacionarse con los
aliados.
Las especias orientales llegaban a Europa a través del Mediterráneo.
Europa a principios del siglo XVI
En el siglo XV revolucionó el modo de pensar y se extendió por Europa una corriente
cultural muy ligada al Renacimiento artístico: el humanismo.
En la mentalidad medieval, Dios estaba en el centro del mundo (teocentrismo) y la
doctrina de la Iglesia tenía respuestas para que el hombre respondiera a preguntas
sobre sí mismo o sobre cualquier cosa relacionada con su entorno.