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Para mejorar la comprensión de la práctica es fundamental conocer los siguientes

conceptos: Una propiedad física se puede medir y observar sin que se modifique la
composición o identidad de la materia, esto quiere decir que no se altera algo dentro de la
materia ni cambian sus propiedades, en cambio una propiedad química es aquella que se
forma cuando ocurre un cambio interno en la composición de la materia, transformando la
sustancia original en una completamente diferente, todas las propiedades medibles de la
materia pertenecen a una de estas dos categorías adicionales: Propiedades extensivas las
cuales dependen de la cantidad de material que disponemos, y las propiedades intensivas,
estas no dependen de la cantidad de la materia que disponen; de igual forma es relevante
conocer conceptos de las propiedades físicas como lo es la Densidad: Es la relación entre la
masa de un objeto y el volumen que ocupa. Olor: Emanación volátil de ciertos cuerpos que
se percibe a través del sentido del olfato. Color: Impresión que producen en la retina los
rayos de luz reflejados y absorbidos por un cuerpo, según la longitud de onda de estos
rayos, y Solubilidad: Capacidad de las sustancias para disolverse, la Masa es: Cantidad de
materia en un cuerpo, Volumen: Cantidad de espacio que ocupa la materia, y el Peso:
Fuerza que ejerce la gravedad sobre un cuerpo; En cuanto a los conceptos de las
propiedades químicas se encuentra pH: medir la acidez de una sustancia o disolución. Al
iniciar la práctica se mostraron 5 sustancias orgánicas, las cuales son: Albúmina de huevo,
almidón, carbón, ácido acetil salicílico y sacarosa, al continuar se mostraron otras 5
sustancias, está vez eran inorgánicas, entre ellas están: oxido férrico, zinc en estado
metálico, sulfato de calcio, sulfato de cobre y alumbre de potasio y magnesio, a
continuación, se procedió a describir su propiedades físicas, tomando en cuenta su color,
estado físico y olor, la primer sustancia es la Albúmina de huevo, esta posee un color
amarillo claro, se encuentra en estado sólido, su olor predominante es el de uno de sus
componentes, con esto me refiero al huevo, el almidón tiene un color blanco, se encuentra
en estado sólido, respecto a su olor este es semejante al que desprende el pan recién
orneado, el carbón tiene un color negro con un estado físico sólido, en esta sustancia no se
puede percibir un olor, continuamos con el ácido acetil salicílico, presenta un color blanco
en estado solido y su olor es semejante al que desprenden los medicamentos, en cuanto a la
sacarosa tiene un color blanco, está en estado sólido y cristalino, se percibe un olor dulce,
por otro lado el óxido férrico tiene un color rojo, se encuentra en estado solido con un olor
parecido al que desprender los metales, el zinc presenta color gris en estado sólido, este no
tiene un olor característico, de igual forma el sulfato de calcio es color blanco, en estado
solido y no tiene un olor que se pueda definir, el sulfato de cobre presenta color azul en
estado solido del mismo modo este tampoco tiene un olor característico, en cuanto al
alumbre esta sustancia tiene un color blanco, se encuentra en estado solido y con un olor
propio de dicha sustancia.
A continuación, se hicieron pruebas de solubilidad donde se utilizó como solvente el agua y
se usaron solutos como el alumbre de potasio y magnesio, después se usó un solvente
distinto, esta vez fue el ácido clorhídrico con el mismo soluto que el anterior, es decir el
alumbre de potasio y magnesio, continuamos con un nuevo solvente, esta vez se usó el
ácido nítrico con el soluto alumbre, de igual forma el ácido sulfúrico con alumbre; una vez
se terminó con el alumbre se tomó una sustancia nueva, esta es: Sulfato de cobre,
nuevamente el primer solvente fue el agua con el soluto sulfato de cobre, luego se toma el
ácido clorhídrico como solvente y el sulfato de cobre como soluto, después con ácido
nítrico se usa el mismo soluto; el siguiente solvente es el ácido sulfúrico con el mismo
solvente, con esto me refiero al sulfato de cobre, nuevamente se cambia el solvente y el
soluto, esta vez se usa agua como solvente y sulfato de calcio como soluto, a continuación
se usa el ácido clorhídrico como solvente y el sulfato de calcio como el respectivo soluto,
después se usa como solvente el ácido nítrico y el sulfato de calcio, el ácido sulfúrico como
solvente y de igual forma el sulfato de calcio de soluto, ahora se toma el agua y el zinc
como soluto, asimismo el ácido clorhídrico y el zinc de solvente, luego se toma el ácido
nítrico y el zinc como solvente; la siguiente y última sustancia es el óxido férrico, en este se
usan solventes como el agua, ácido clorhídrico, ácido nítrico, por último el ácido sulfúrico.
Como en los ejemplos anteriores en las pruebas de solubilidad se comprueban estos tres
tipos de soluciones, ya que son factores que pueden influir en dichas pruebas.
Solución Insaturada: “Es aquella en que la cantidad de soluto disuelto es inferior a la que
indica su solubilidad” esta solución se reconoce experimentalmente agregándole una
pequeña cantidad de soluto y esta se disolverá.
Solución Saturada: “Es aquella en que la cantidad de soluto disuelto es igual a la que indica
su solubilidad”. Este tipo de solución se reconoce experimentalmente agregándole una
pequeña cantidad de soluto y no se disolverá
Solución Sobresaturada: “es aquella en que la cantidad de soluto disuelto es mayor a la que
indica su solubilidad”. Este tipo de solución se reconoce experimentalmente por su gran
“inestabilidad” ya que al agitarla o al agregar un pequeño cristal de soluto (cristal de
siembra o semilla de cristal) se provoca la cristalización del exceso de soluto disuelto.
Conclusión:
Cabe resaltar que se cumplió de forma satisfactoria con el objetivo de esta práctica el cual
es: “Determinar algunas características y propiedades físicas y químicas de diversas
sustancias”, de las cuales además de identificarlas se comprendieron en su totalidad, de
igual forma se comprobó que los solutos reaccionan de forma diferente dependiendo del
solvente que se usa en ellos.
BIBLIOGRAFÍA
 Maron S. Prutton "Fundamentos de Fisicoquímica" 1era. Edición. Ed. Limusa,
México, 1968, pág: 269 – 272.

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