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DISEÑO ESTRUCTURAL - MATERIAL DIGITAL 2

PROFESOR
Dr. Hiram Badillo Almaraz

CAPÍTULO II. ACCIONES

Una de las primeras tareas del proyectista es la de hacer una determinación de todas
aquellas acciones que pueden afectar la estructura en cuestión ocasionando en ella
efectos significativos. Pueden hacerse clasificaciones de las acciones de acuerdo con un
sinnúmero de criterios diferentes: según el origen de las acciones, como cargas muertas,
cargas de funcionamiento y efectos ambientales; según la forma en que actúan las
acciones, en estáticas, dinámicas y de impacto.
Desde el punto de vista de la seguridad estructural y de los criterios de diseño, la más
conveniente es la clasificación con base en la duración con que obran sobre la estructura.
Siguiendo este criterio, las Normas Técnicas Complementarias Sobre Criterios y Acciones
Para el Diseño Estructural de las Edificaciones (2017) distingue los siguientes tipos de
acciones, de acuerdo con la duración en que obran sobre las estructuras con su intensidad
máxima:
a) Las acciones permanentes son las que obran en forma continua sobre la estructura y
cuya intensidad varía poco con el tiempo. Las principales acciones que pertenecen a
esta categoría son: la carga muerta; el empuje estático de suelos y de líquidos y las
deformaciones y desplazamientos impuestos a la estructura que varían poco con el
tiempo, como los debidos a presfuerzo o a movimientos diferenciales permanentes de
los apoyos.
b) Las acciones variables son las que obran sobre la estructura con una intensidad que
varía significativamente con el tiempo. Las principales acciones que entran en esta
categoría son: la carga viva; los efectos de temperatura; las deformaciones impuestas
y los hundimientos diferenciales que tengan una intensidad variable con el tiempo, y
las acciones debidas al funcionamiento de maquinaria y equipo, incluyendo los efectos
dinámicos que pueden presentarse debido a vibraciones, impacto o frenado.
c) Las acciones accidentales son las que no se deben al funcionamiento normal de la
edificación y que pueden alcanzar intensidades significativas sólo durante lapsos
breves. Pertenecen a esta categoría: las acciones sísmicas; los efectos del viento; las
cargas de granizo los efectos de explosiones, incendios y otros fenómenos que pueden
presentarse en casos extraordinarios. Será necesario tomar precauciones en las
estructuras, en su cimentación y en los detalles constructivos, para evitar un
comportamiento catastrófico de la estructura para el caso de que ocurran estas
acciones.
Las acciones se deben a fenómenos físicos generalmente complejos y para poder evaluar
su efecto en la estructura se requiere un modelo de dichas acciones. El modelo consiste
usualmente en un sistema de fuerzas concentradas, lineales o uniformemente distribuidas
que pretenden reproducir el efecto de las acciones. En otros casos el modelo está
constituido por una serie de deformaciones impuestas. En caso de acciones dinámicas, el
modelo puede ser un sistema de fuerzas equivalentes o una excitación propiamente
dinámica descrita por medio de una ley de variación con el tiempo de las deformaciones
impuestas a la estructura. Así, por ejemplo, se puede modelar la carga viva sobre la losa
de un edificio como una carga uniformemente distribuida, la carga viva en puentes como
un sistema de cargas concentradas, la carga de un muro sobre una losa como una carga
linealmente distribuida, etc., tal como se ejemplifica en la Figura 2.1.

Figura 2.1 Representación esquemática de la modelación de las cargas en la estructura

A pesar de que los modelos de acciones que se utilizan en el diseño comúnmente se


aplican de manera correcta, se tiene que tener cuidado en no realizar simplificaciones en
exceso dependiendo del fenómeno real ya que esto puede conducir a cometer errores
importantes en el diseño.
Las fuentes de incertidumbre se refieren a la variabilidad propia del fenómeno que
produce la acción, a la falta de información disponible para el proyectista acerca de las
características del fenómeno para la situación particular de su construcción y a la falta de
precisión con que se realiza el análisis de los efectos de la acción sobre la estructura.
Tómese, por ejemplo, el problema de calcular los efectos del viento sobre la estructura.
La acción del viento depende principalmente de la velocidad del aire y se requiere estimar
la velocidad máxima de viento que puede presentarse durante la vida útil de la
construcción. Evidentemente el fenómeno es aleatorio, pero la incertidumbre en fijar
dicho valor puede reducirse grandemente si se cuenta con datos meteorológicos
confiables y que cubren un periodo suficientemente largo, los cuales permitan establecer
la distribución de probabilidades de dicha variable. Aun conociendo con precisión la
velocidad máxima de viento, no podrá calcularse con exactitud su efecto en la estructura:
el cálculo requiere un modelo teórico que relacione dicha velocidad con las fuerzas que se
ejercen sobre la estructura.
Para tomar en cuenta la incertidumbre en el conocimiento de las acciones, es necesario
que todas las cargas que se usan en el diseño estén determinadas con un criterio racional
y coherente, de manera que el grado de seguridad implícito en cada valor de diseño sea
uniforme. Diversos reglamentos han tratado de proceder en esa forma determinando las
cargas de diseño a partir de modelos probabilistas de las variables, establecidos con base
en el conocimiento del fenómeno físico y en la información estadística existente, para
determinar un valor que tenga una probabilidad prefijada de ser excedido, entre los que
se encuentra el Reglamento de Construcciones de la Ciudad de México y las Normas
Técnicas Complementarias (en el que se basan la mayoría de los códigos de construcción
de la República Mexicana).
En los siguientes apartados se definen las principales acciones que se presentan en las
estructuras, en lo referente a los valores que deben considerarse para el diseño, a la
manera de determinar sus efectos y a las incertidumbres involucradas en los valores que
se emplean de acuerdo a las Normas Técnicas Complementarias (2017).

ACCIONES PERMANENTES
Cargas muertas
Se considerarán como cargas muertas los pesos de todos los elementos constructivos, de
los acabados y de todos los elementos que ocupan una posición permanente y tienen un
peso que no cambia sustancialmente con el tiempo.
Para la evaluación de las cargas muertas se emplearán las dimensiones especificadas de
los elementos constructivos y los pesos unitarios de los materiales. Para estos últimos se
utilizarán valores mínimos probables cuando sea más desfavorable para la estabilidad de
la estructura considerar una carga muerta menor, como en el caso de volteo, flotación,
lastre y succión producida por viento. En otros casos se emplearán valores máximos
probables.

Peso muerto de losas de concreto


El peso muerto calculado de losas de concreto de peso normal coladas en el lugar se
incrementará en 0.2 kN/m² (20 kg/m²). Cuando sobre una losa colada en el lugar o
precolada, se coloque una capa de mortero de peso normal, el peso calculado de esta
capa se incrementará también en 0.2 kN/m² (20 kg/m²) de manera que el incremento
total será de 0.4 kN/m² (40 kg/m²). Tratándose de losas y morteros que posean pesos
volumétricos diferentes del normal, estos valores se modificarán en proporción a los
pesos volumétricos.
Estos aumentos no se aplicarán cuando el efecto de la carga muerta sea favorable a la
estabilidad de la estructura.

Empujes estáticos de tierras y líquidos


Las fuerzas debidas al empuje estático de suelos se determinarán de acuerdo con lo
establecido en las Normas Técnicas Complementarias para Diseño y Construcción de
Cimentaciones.
Para valuar el empuje de un líquido sobre la superficie de contacto con el recipiente que lo
contiene se supondrá que la presión normal por unidad de área sobre un punto cualquiera
de dicha superficie es igual al producto de la profundidad de dicho punto con respecto a la
superficie libre del líquido por su peso volumétrico.

ACCIONES VARIABLES
Cargas vivas
Se considerarán cargas vivas las fuerzas que se producen por el uso y ocupación de las
edificaciones y que no tienen carácter permanente. A menos que se justifiquen
racionalmente otros valores, estas cargas se tomarán iguales a las especificadas en el
inciso 6.1.2. de las NTC-2017 (página 694).
Las cargas especificadas no incluyen el peso de muros divisorios de mampostería o de
otros materiales, ni el de muebles, equipos u objetos de peso fuera de lo común, como
cajas fuertes de gran tamaño, archivos importantes, libreros pesados o cortinajes en salas
de espectáculos.
Cuando se prevean tales cargas deberán cuantificarse y tomarse en cuenta en el diseño en
forma independiente de la carga viva especificada. Los valores adoptados deberán
justificarse en la memoria de cálculo e indicarse en los planos estructurales.
Disposiciones generales
Para la aplicación de las cargas vivas unitarias se deberá tomar en consideración las
siguientes disposiciones:
a) La carga viva máxima Wm se deberá emplear para diseño estructural por fuerzas
gravitacionales y para calcular asentamientos inmediatos en suelos, así como para
el diseño estructural de los cimientos ante cargas gravitacionales.
b) La carga instantánea Wa se deberá usar para diseño sísmico y por viento y cuando
se revisen distribuciones de carga más desfavorables que la uniformemente
repartida sobre toda el área.
c) La carga media W se deberá emplear en el cálculo de asentamientos diferidos y
para el cálculo de flechas diferidas.
d) Cuando el efecto de la carga viva sea favorable para la estabilidad de la estructura,
como en el caso de problemas de flotación, volteo y de succión por viento, su
intensidad se considerará nula sobre toda el área, a menos que pueda justificarse
otro valor acorde con la definición de la sección 2.2 de las NTC-2017 (página 690).
Las cargas uniformes de la Tabla 2.1 se considerarán distribuidas sobre el área tributaria
de cada elemento.

Tabla 2.1 Cargas vivas unitarias, kN/m² (kg/m²) (tabla 6.1.1 de las NTC-2017, página
696)

Cargas vivas transitorias


Durante el proceso de edificación deberán considerarse las cargas vivas transitorias que
puedan producirse. Éstas incluirán el peso de los materiales que se almacenen
temporalmente, el de los vehículos y equipo, el de colado de plantas superiores que se
apoyen en la planta que se analiza y del personal necesario, no siendo este último peso
menor de 1.5 kN/m² (150 kg/m²). Se considerará, además, una concentración de 1.5 kN
(150 kg) en el lugar más desfavorable.

Cambios de uso o remodelación


El propietario o poseedor será responsable de los perjuicios que ocasione el cambio de
uso o la remodelación de una edificación, cuando produzca cargas muertas o vivas
mayores o con una distribución más desfavorable que las del diseño aprobado.
Deformaciones impuestas
Los efectos de las deformaciones impuestas sobre una estructura, tales como las causadas
por asentamientos diferenciales de los apoyos, efectos de cambios de temperatura,
efectos de contracción por fraguado, deformaciones impuestas por el proceso
constructivo o alguna acción similar, se obtendrán mediante un análisis estructural que
permita determinar los estados de esfuerzos y deformaciones que se generan en los
miembros de dicha estructura cuando se aplican sobre sus apoyos las fuerzas necesarias
para mantener las deformaciones impuestas, mientras los demás grados de libertad del
sistema pueden desplazarse libremente. Para fines de realizar este análisis, el módulo de
elasticidad de cualquier miembro de la estructura podrá tomarse igual al que corresponde
a cargas de larga duración. Para miembros de concreto reforzado, el módulo de
elasticidad se tomará igual al que corresponde a la suma de las deflexiones inmediatas
más las diferidas, determinadas de acuerdo con lo establecido en las Normas Técnicas
Complementarias para Diseño y Construcción de Estructuras de Concreto. Los efectos de
esta acción deberán combinarse con los de las acciones permanentes, variables y
accidentales establecidas en otras secciones de estas Normas.

Vibraciones de maquinaria
En el diseño de toda estructura que pueda verse sujeta a efectos significativos por la
acción de vibración de maquinaria, sea que esta se encuentre directamente apoyada
sobre la primera, o que pueda actuar sobre ella a través de su cimentación, se
determinarán los esfuerzos y deformaciones causados por dichas vibraciones empleando
los principios de la dinámica estructural. Las amplitudes tolerables de tales respuestas no
podrán tomarse mayores que las establecidas en la sección 4.2 de las NTC-2017 (página
693).

ACCIONES ACCIDENTALES
Acciones sísmicas
Las Normas Técnicas Complementarias Para Diseño Por Sismo (2017) contemplan acciones
para dos niveles de desempeño, y los requisitos que establecen tienen como propósito
obtener un comportamiento adecuado tal que:
a) Bajo sismos que pueden presentarse varias veces durante la vida de la estructura,
se tengan, a lo más, daños que no conduzcan a la interrupción de la ocupación del
edificio.
b) Bajo el sismo en que se basa la revisión de la seguridad contra colapso según estas
Normas, no ocurran fallas estructurales mayores ni pérdidas de vidas, aunque
pueden presentarse daños y/o deformaciones residuales de consideración que
lleguen a afectar el funcionamiento del edificio y requerir reparaciones
importantes.
Acciones sísmicas de diseño
Se aceptarán como métodos de análisis dinámico el análisis dinámico modal y el análisis
dinámico no lineal paso a paso o el método estático de análisis de acuerdo a las
características de la estructura.
Cuando el diseño se realice con el análisis dinámico modal, las acciones sísmicas se
determinarán a partir de espectros de diseño definidos. Las acciones sísmicas para el
diseño con el método estático se determinarán también con los espectros citados, con las
modificaciones indicadas. Cuando se use el método de análisis dinámico no lineal paso a
paso, las acciones sísmicas se determinarán mediante familias de acelerogramas.
Para utilizar cualquiera de los métodos de análisis antes descritos se deberán de seguir en
su totalidad los procedimientos que estipulan Las Normas Técnicas Complementarias Para
Diseño Por Sismo (2017).

Efectos del viento


Según el tipo de construcción, deben considerarse para su diseño las siguientes acciones:
a) ACCIÓN I. Empujes medios. Son causados por presiones y succiones del flujo
medio del viento, tanto exteriores como interiores y generan presiones globales
(para el diseño de la estructura en conjunto) y locales (para el diseño de un
elemento estructural o de recubrimiento en particular). Se considera que estos
empujes no varían con el tiempo.

b) ACCIÓN II. Vibraciones generadas por ráfagas turbulentas en la dirección del


viento. Las generan fuerzas variables, paralelas al flujo medio, causadas por la
turbulencia del viento y cuya fluctuación en el tiempo influye en la respuesta
estructural.

c) ACCIÓN III. Vibraciones transversales al flujo y torsión. La presencia de


estructuras cilíndricas o prismáticas dentro del flujo del viento, genera el
desprendimiento de vórtices alternantes que provocan fuerzas y vibraciones
transversales a la dirección del flujo. Por otro lado, la posible distribución
asimétrica de presiones en las estructuras puede ocasionar fuerzas de torsión
sobre éstas.

d) ACCIÓN IV. Inestabilidad aerodinámica. Es generada por la amplificación dinámica


de la respuesta estructural causada por: la geometría de la construcción, los
distintos ángulos de incidencia del viento, las propiedades dinámicas de la
estructura y el cambio de amortiguamiento aerodinámico.
Acciones generadas por viento
Para evaluar las fuerzas inducidas sobre las estructuras al paso del flujo del viento, se
proponen principalmente dos procedimientos analíticos en modelos representativos: el
análisis estático y el análisis dinámico (inciso 4.4). El primero se aplicará a estructuras o
elementos estructurales suficientemente rígidos del Tipo 1. Para los Tipos restantes, debe
utilizarse el análisis dinámico. Si la altura total de la estructura es mayor que 200 m o si un
claro es mayor que 100 m, es necesario aplicar el tercer procedimiento que se menciona a
continuación y consultar a un experto en la materia.
El tercer procedimiento para evaluar la acción del viento sobre las construcciones recurre
a pruebas experimentales de modelos en túnel de viento que deben realizarse cuando no
exista información disponible en reglamentos o en la literatura técnica. En la Figura 2.1 se
muestra un diagrama de flujo del procedimiento para evaluar las acciones ocasionadas
por el viento para el diseño de estructuras.
Para utilizar cualquiera de los métodos de análisis antes descritos se deberán de seguir en
su totalidad los procedimientos que estipulan las Normas Técnicas Complementarias Para
Diseño Por Viento (2017) en el caso de la Ciudad de México y el Manual De Diseño De
Obras Civiles para Diseño Por Viento de la Comisión Federal De Electricidad para el resto
de la República Mexicana.

Cargas de nieve, lluvia, granizo y hielo


La precipitación atmosférica puede producir cargas significativas especialmente en el
diseño de los techos. En regiones con condiciones climáticas particularmente severas es
necesario tomar en cuenta explícitamente los efectos de estas acciones. Los reglamentos
especifican, en estos casos, cargas equivalentes que corresponden a la ocurrencia de
fenómenos atmosféricos excepcionales y que, por tanto, deben considerarse como
acciones accidentales, aunque las cargas puedan permanecer actuando en ocasiones
durante períodos relativamente largos.
En regiones donde estas acciones no son muy significativas, su efecto se suele incorporar
al de las cargas vivas que se modifican para tomarlas en cuenta, tal como lo hacen las
Normas Técnicas Complementarias (ver tabla 6.1.1 de las NTC-2017, página 696), en
donde las cargas vivas para techo están influidas por la posibilidad de acumulación de
lluvia o granizo. Así estas acciones se consideran como variables.
Conviene, en todo caso, conocer la naturaleza de estas acciones para detectar las
situaciones en que pueden llegar a ser críticas y en que sus efectos no queden cubiertos
por las cargas especificadas por los reglamentos.
La nieve que se deposita sobre los techos tiene un peso menor de lo que podría pensarse:
cada centímetro de nieve suelta equivale a 1 kg/m2 de carga. El peso volumétrico aumenta
del orden de dos veces por la compactación, en la parte inferior de un estrato de algunas
decenas de centímetros, y hasta cuatro o cinco veces cuando la nieve ha quedado durante
algunos meses y se vuelve hielo. En regiones de climas no extremosos es difícil que la
carga por este efecto sea superior a la carga viva.

Figura 2.1 Diagrama de flujo del procedimiento para obtener las cargas por viento de
acuerdo al Manual De Diseño De Obras Civiles para Diseño Por Viento de la CFE
En construcciones localizadas donde son posibles grandes nevadas conviene obtener
datos locales acerca de la magnitud de este fenómeno.
La lluvia puede producir cargas importantes en techos planos cuando hay un mal
funcionamiento de los desagües. El fenómeno puede tener consecuencias catastróficas en
techos ligeros y flexibles, donde el encharcamiento del agua pluvial produce deflexiones
de cierta importancia que hacen que se incremente la cantidad de agua que puede
acumularse y por tanto la magnitud de la carga y la deflexión. Este fenómeno progresivo
ha causado el colapso de algunos techos. El valor de la carga viva especificado por las NTC-
2017 para techos planos pretende cubrir este efecto; sin embargo, especialmente en
techos inclinados, la carga de lluvia puede llegar a ser mayor que la carga viva
especificada, de manera que conviene diseñar cada porción del techo para la carga
producida por toda el agua que puede acumularse si las bajadas pluviales llegan a taparse.
El granizo, al depositarse sobre los techos produce un efecto similar al de la nieve. Aunque
las cantidades de precipitación de granizo rara vez suelen ser apreciables, el fenómeno
presenta aspectos más desfavorables que el de la nieve, ya que el granizo puede
deslizarse más fácilmente hacia los valles de techos con pendientes grandes formando
acumulaciones que representan cargas apreciables. La carga viva en techos inclinados de
las NTC-2017 intenta cubrir principalmente este efecto, en particular la especificación de
que en los valles de techos inclinados debe considerarse una carga de 30 kg por cada
metro cuadrado de proyección horizontal del techo que desagüe hacia el valle.
El hielo que puede formarse en las superficies de las estructuras expuestas a climas
extremosos produce una carga adicional que llega a ser significativa prácticamente sólo en
el diseño de cables de líneas de transmisión o de estructuras atirantadas. El incremento de
volumen en estos cables ocasiona no sólo un incremento en el peso sino también en la
superficie expuesta al viento. La carga de hielo se especifica como un espesor adherido a
la superficie de la estructura expuesta. EI peso volumétrico del hielo adherido se ha
determinado igual a 900 kg/m3 aproximadamente.

Efectos de explosiones, incendios y otros fenómenos que pueden


presentarse en casos extraordinarios.
Las explosiones son fenómenos que pueden afectar prácticamente a todas las
construcciones. En edificios de habitación, el gas doméstico es la fuente más frecuente
deexplosiones. Las explosiones externas debidas a vehículos que transportan gases o a
bombas pueden excepcionalmente afectar cualquier estructura.
Una explosión genera un desplazamiento de la masa de aire que da lugar a un incremento
brusco de presión al frente de una onda de choque que viaja a gran velocidad, seguido por
una zona de presión negativa de menor intensidad. La presión que se genera depende del
tipo de explosivo, de la distancia del punto donde se origina la explosión y de las
condiciones de ventilación del lugar. En habitaciones cerradas, por explosiones de gas se
han medido presiones en las paredes que varían entre 200 y 500 kg/m2. En general la falla
de ventanas o paredes divisorias permite la liberación de la energía de la explosión sin
daños graves a las estructuras comunes que poseen adecuada ductilidad y continuidad en
sus conexiones. Los daños estructurales se suelen limitar a agrietamientos o fallas locales
en las losas. Sin embargo, estructuraciones poco apropiadas han dado lugar a fallas
catastróficas a raíz de explosiones.
Las estructuras que han sido proyectadas para resistir efectos sísmicos o de viento poseen
en general las características de resistencia a fuerzas laterales, de continuidad y ductilidad
adecuadas para soportar sin graves daños los efectos de explosiones
En algunas estructuras industriales el riesgo de explosión es significativamente superior a
lo usual debido a que contienen equipos de alta presión o explosivos. En estas
construcciones, es necesario tomar precauciones específicas para evitar daños mayores a
raíz de explosiones.
El impacto de un objeto sobre cualquier parte de la estructura implica que ésta deba
disipar una cantidad de energía proporcional a la masa del objeto y al cuadrado de su
velocidad. Esta energía debe absorberse esencialmente por deformación del objeto o de
la estructura.
Casos en que el impacto puede provocar consecuencias graves en la estructura son los
relacionados con el choque de vehículos en columnas de edificios o en apoyos de puentes
carreteros, el de caídas de equipos y objetos durante la construcción, así como de los
objetos pesados que a veces se manejan en plantas industriales. Si se exceptúan algunas
estructuras cuya principal función es precisamente absorber impacto, las acciones de este
tipo no se suelen considerar explícitamente en el diseño, sino que, cuando la probabilidad
de impacto es alta, resulta más económico proporcionar protecciones locales para los
elementos que pueden recibir estas acciones; en caso contrario, la ductilidad y
continuidad de la estructura deben proteger contra la transmisión de daño fuera de la
zona local donde se presenta el impacto.
Un ejemplo típico de los requisitos de diseño con que se pretende proteger contra los
efectos de impacto es la exigencia de las NTC-2017 de que cualquier parte de una losa o
muro con funciones estructurales debe ser capaz de resistir una carga de 100 kg
concentrada en un área de 100 cm2. Con este procedimiento estático se intenta evitar la
posibilidad de daños o fallas locales por el impacto de algún objeto o equipo que pueda
verificarse especialmente durante la construcción, por ejemplo el debido a la caída de un
poste de madera.
De manera similar, en el diseño de puentes, el impacto y los efectos dinámicos que se
generan por el tránsito de vehículos sobre una superficie irregular se toman en cuenta
mediante fuerzas estáticas equivalentes, o más específicamente, mediante un incremento
en las fuerzas gravitacionales de carga viva.
El tratamiento cuantitativo del impacto se ve dificultado por las características dinámicas
de la acción y por los aspectos no lineales de los mecanismos mediante los cuales se disipa
la energía. En estructuras que deben absorber fuerzas de impacto importantes resulta
conveniente proporcionar dispositivos que disipen la mayor parte de la energía mediante
deformaciones inelásticas y que protejan a la estructura aun a costa de su falla.
La acción de los incendios sobre una estructura es de dos tipos; por una parte el fuerte
incremento de temperatura involucrado produce solicitaciones si la deformación de
alguna parte de la estructura está restringida; por otra, muchos materiales estructurales
ven afectada su resistencia a altas temperaturas y por tanto la capacidad de carga de la
estructura se reduce.
La reducción de la capacidad de distintos materiales va desde la combustión para la
madera y algunos plásticos, hasta el reblandecimiento en el acero. La resistencia del
concreto no se altera prácticamente por el fuego y la temperatura; sin embargo, el
concreto puede agrietarse y descascararse debido a las grandes deformaciones del acero
de refuerzo cuando éste llega a altas temperaturas.
El tratamiento cuantitativo de los efectos de incendio no se justifica prácticamente en
ninguna estructura, por la dificultad de predecir las máximas temperaturas que se van a
presentar y la distribución de éstas y por la no linealidad del problema.

BIBLIOGRAFIA

 DISEÑO ESTRUCTURAL. ROBERTO MELI PIRALLA. EDITORIAL LIMUSA.


 NORMAS TÉCNICAS COMPLEMENTARIAS 2017. GACETA OFICIAL DE LA CIUDAD DE
MÉXICO

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