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Integrantes:
Montilla Molero, Samantha Sofía
Urdaneta Cárdenas, Gabriel Enrique
ÍNDICE
Tabla de contenido
Página
Resumen 3
Introducción 4
Contenido 5
Métodos de preparación de catalizadores 5
Operaciones unitarias en la preparación de catalizadores 9
Precipitación 9
Impregnación 9
Decantación 9
Filtración 10
Lavado 11
Secado 13
Calcinación 15
Moldeado (pelletización) 16
Molienda 16
Tamizado 16
Mezclado 17
Métodos generales de manufactura 17
Método de precipitación 19
Método de impregnación 29
Método de adsorción 30
Método de intercambio iónico 30
Método de impregnación a humedad incipiente 31
Síntesis de catalizador metálico 31
Síntesis de catalizador bimetálico 32
Síntesis de catalizador con soporte 34
Conclusiones 35
Referencias bibliográficas 36
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RESUMEN
El presente trabajo contiene el estudio de las técnicas involucradas para la
preparación de catalizadores, siendo el objetivo principal, el análisis del proceso
de elaboración, basándose en la revisión bibliográfica de diversas fuentes.
Primero, se estudiaron las consideraciones que se deben tomar en cuenta a la
hora de la selección y elaboración de un catalizador mediante un esquema,
seguidamente se analizaron las operaciones unitarias utilizadas durante la
preparación de los catalizadores que varían según la técnica aplicada. Asimismo,
se presentaron las técnicas de preparación de catalizadores más comunes, siendo
el método por precipitación y el método por impregnación, donde de la última
derivan tres técnicas, que son la de impregnación por humedad incipiente, la de
adsorción y la de intercambio iónico. Finalmente, se abordaron tres casos de
preparación de catalizadores, siendo el primero para un catalizador metálico,
seguido por un catalizador bimetálico y un catalizador metálico soportado.
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INTRODUCCIÓN
La preparación de catalizadores se describe frecuentemente como un arte, y que
la receta de un catalizador puede especificar procedimientos detallados y
recónditos que aparentemente, son necesarios para alcanzar un orden de
reproductibilidad y las propiedades del catalizador deseadas. Aunque, la relación
entre la formulación de los procedimientos y el comportamiento final del
catalizador, puede en muchos casos, ser oscuro, una comprensión de algunos de
los efectos producidos con ingredientes típicos bajo manipulaciones como la
precipitación, lavado, secado, calentamiento y así, como se describirá a
continuación, ayuda a aclarar las razones para los procedimientos sugeridos y de
indicar posibles métodos mejorados para la preparación de un catalizador
específico. En todas estas manipulaciones las leyes usuales de la química aplican,
pero están bajo condiciones más complicadas por la naturaleza de las sustancias
de interés.
Para un catalizador industrial, la composición química es la consideración con
mayor prioridad, pero otros factores, primariamente la naturaleza física, también
es un factor de gran importancia. Especialmente, por los resultados que se
podrían obtener a partir de estas sustancias y si son adecuadas para el proceso
que se busca.
El objetivo principal de la presente investigación es el estudio de los métodos de
preparación de los catalizadores.
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CONTENIDO
MÉTODOS DE PREPARACIÓN DE CATALIZADORES
Inicialmente es clave tener presente que los catalizadores sólidos son materiales
altamente sofisticados derivados de productos químicos obtenidos luego de
diversos procesos. Las propiedades catalíticas de los catalizadores heterogéneos
son fuertemente afectadas por cada paso de la preparación, así como, por la
calidad de los productos químicos de partida. La elección de un método de
laboratorio para la preparación de un catalizador dependerá de las características
físicas y químicas deseadas en la composición final. De la misma manera, se debe
considerar que la preparación de un catalizador con adecuadas características
físicas y químicas que conduzca a tener las propiedades requeridas para una
aplicación práctica será siempre un reto real.
En efecto, muchas características relativas a las partículas metálicas activas;
incluyendo alta dispersión, adecuada composición cuando se formen aleaciones,
baja movilidad; así como, características del soporte, dentro de las cuales se
destaca: alta y buena distribución de poros, adecuada acidez o basicidad y
estabilidad térmica; son necesarias para obtener alta actividad y selectividad,
estabilidad química, térmica y mecánica, así como, transferencia rápida de masa y
calor.
De esta manera, el catalizador ideal para un proceso específico debería cumplir
todo en un mismo material; además, hay que evitar crear una estructura que sea
sólo una curiosidad de laboratorio y que por razones técnicas o económicas no
puede ser fabricada a escala industrial.
A pesar de la variedad de posibilidades de preparación de los catalizadores, se ha
considerado que antes de la preparación es necesario dar respuesta a seis
preguntas clave Figura 1, lo cual permitirá tomar la mejor decisión en cuanto al
método de preparación, tipo de especie activa requerida, definición del soporte
adecuado, (si es necesario) temperatura de calcinación, medio de calcinación
(oxidante, reductor o inerte) lo cual garantizará obtener materiales con
propiedades conocidas para ser aplicados en un proceso definido. En la Figura
1 se presentan las que al interior del grupo se denominaron preguntas
direccionadoras para la preparación de materiales catalíticos: activos, selectivos y
estables.
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Como se mencionó unas líneas arriba, se debe conocer las propiedades físicas y
químicas del producto de interés, lo cual da respuesta a la quinta pregunta, es
quizá, una de las cuestiones que poca atención recibe a pesar de ser muy
importante ya que conociendo tales propiedades se puede trabajar a condiciones
que potencien la producción del producto de interés, disminuyendo sustancias
secundarias que puedan entre otras cosas, envenenar el material catalítico.
Por último, a pesar de que no es directamente relacionado con la síntesis de los
materiales catalíticos, se debe evaluar los tipos de reactor que se pueden emplear,
reconociendo los materiales de fabricación y el posible papel durante el proceso
catalítico, pues se pueden encontrar reportes en los cuales se atribuye una
actividad particularmente alta a las paredes de reactores de vidrio, teflón, cobre u
otros metales.
Como ejemplo de esto último, hay reportes del efecto de la composición de la
pared del reactor en la oxidación homogénea del gas natural evaluada a una
presión de 30 atm y una temperatura entre 350-400 °C, sorprendentemente, los
valores de selectividad a metanol fueron superiores al 89,5 % cuando el reactor
empleado era construido en vidrio, con una conversión de metano del 10,0 % a 50
atm de presión y 350°C. Cuando se empleó teflón se obtuvo 8,0 % de conversión
de metano y el 93,0 % de selectividad a metanol, a 30 atm y 361°C. Además,
cuando se usaron condiciones similares, pero con otros materiales como acero
inoxidable, se obtuvo el 94,5 % de selectividad a metanol y 2,0 % de conversión
de metano; mientras que cuando se utilizó plata y el cobre, se obtuvo 20,0 % y
22,0 % de selectividad a metanol y 1,5 % y 1,0 % de conversión de metano
respectivamente. De acuerdo con los resultados, se puede notar que el tipo de
material del reactor afecta tanto a la selectividad a metanol como la conversión de
metano. Esto es debido a los diferentes calores de adsorción de cada molécula
sobre cada tipo de material, el cual será el paso crítico de la reacción.
Una vez resueltas las anteriores preguntas es necesario elegir uno de los tres
grandes métodos de preparación de materiales catalíticos los cuales son: i)
catalizadores másicos y soportados, ii) catalizadores impregnados y iii)
catalizadores mixtos aglomerados. La diferencia entre los materiales soportados e
impregnados se basa principalmente en que los catalizadores impregnados son
obtenidos por la humectación (impregnación) de un soporte previamente formado
con soluciones de la fase activa. Una vez realizada la impregnación se realizan las
demás operaciones unitarias de secado y calcinación. Por otra parte, los
catalizadores soportados incluyen la formación del soporte y la fase activa en un
mismo proceso. Por otra parte, los catalizadores mixtos aglomerados hacen
referencia a la mezcla de fases activas con un soporte previamente formado o con
un precursor de soporte. En este tipo de materiales dependiendo de la agitación
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B. Chorreado en Húmedo
Un equipo de chorreado húmedo viene compuesto por la envolvente metálica, los
guantes integrados, iluminación interior, cristal con limpiaparabrisas, pistola y
bomba de impulsión. A diferencia con los equipos en seco, la máquina en húmedo
no necesita sistema de filtración ya que al chorrear con agua no se genera polvo.
El polvo queda retenido en el agua y será evacuado con los residuos de
chorreado. La tolva se encarga de retener el agua y el abrasivo.
Otro elemento diferencial es la bomba de impulsión de abrasivo, su misión,
impulsar el abrasivo mezclado con el agua desde la tolva hacia la pistola. La
pistola tiene dos mangueras como la de succión, en un pasa aire a gran velocidad,
por la otra, la mezcla de agua y abrasivo impulsada por la bomba.
La bomba de impulsión no da fuerza al fluido, simplemente sube la mezcla a la
pistola para que sea el aire a presión quién haga la función del chorreo.
Secado
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Esta operación unitaria tiene como objeto eliminar la humedad residual que
contienen los productos sólidos, para hacerlos así más aceptables para su
comercialización o su empleo posterior. Incluso se utiliza para separar los sólidos
de una disolución por medio del secado por atomización.
En el caso del secado de los sólidos, se utilizan generalmente secadores
rotatorios por los cuales pasa a contracorriente aire caliente humidificándose y
enfriándose a través del equipo. En los procesos por etapas, el equipo empleado
es el secador de charolas; el material húmedo es colocado en bandejas o charolas
de una cierta área, se le pasa aire caliente por encima con lo cual a un
determinado tiempo el material es secado al grado deseado.
Dependiendo del proceso que se esté realizando y del producto que se desee, los
residuos generados pueden ser sólidos o líquidos residuales en el caso del secado
por atomización, o sólidos y lodos en el caso de otro tipo de secadores
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Moldeado (pellitización)
Es una etapa en el proceso de fabricación de piezas, comúnmente metálicas, pero
también de plástico, consiste en introducirla en una cavidad, llamada molde,
donde se solidifica. Generalmente, se aplica posterior a una etapa de fundición.
Molienda
Es una operación unitaria que reduce el volumen promedio de las partículas de
una muestra sólida. Generalmente se habla de molienda cuando se tratan
partículas de tamaños inferiores a 1" (1" = 2.54 cm) siendo el grado de
desintegración mayor al de trituración.
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El tamaño y forma final de las partículas del catalizador están determinadas por el
proceso de formación o moldeado, el cual también afecta el tamaño de los poros y
la distribución del tamaño de los poros. Puede introducirse poros más grandes en
un catalizador por la incorporación de alrededor de 5 a 15 % de harina de madera
en la mezcla, celulosa, almidón, u otro material que subsecuentemente pueda ser
quemado. El material rechazado final del catalizador por razones químicas o
físicas, en algunos casos puede ser reciclado sin afectar las especificaciones del
productor al empolvarlo e incorporarlo en la mezcla del catalizador. Sin embargo,
dicha incorporación, puede modificar la distribución del tamaño del poro del
catalizador final. Con un precipitado gelatinoso, la manipulación mecánica puede
tener un efecto significante en la distribución de los poros final.
Una vez que es secado y formado, el precursor del catalizador es activado, es
decir, es convertido en su forma activa a través de cambios físicos y químicos.
Típicamente, esto involucra el calentamiento para causar la calcinación o
descomposición, seguido por la reducción si se desea un catalizador metálico. En
algunos casos, un catalizador metálico soportado es pirofórico, y la reducción se
lleva a cabo en un reactor de planta, en vez de manufacturarlo, para evitar riesgos
a la hora del envío y carga del reactor.
Algunas ventajas del método de precipitación, es que generalmente provee un
mezclado más uniforme en una escala molecular de los ingredientes del
catalizador, la distribución de especies activas a través de las partículas del
catalizador final es uniforme, y los tamaños y formas no están limitadas a la
disponibilidad de la forma y tamaño de los portadores deseados. Además, permite
mayor control sobre el tamaño del poro y su distribución. Si dos o más
compuestos metálicos están presentes, en una operación por lotes pueden
precipitarse en diferentes relaciones, o en secuencia en vez de simultáneamente,
así afectando la estructura final del sólido. La estructura química y física final del
catalizador es frecuentemente muy sensible al pH de la precipitación, en donde las
precipitaciones se llevan a cabo de manera continua en un recipiente bien
mezclado con control sobre el pH.
El método más sencillo para hacer un catalizador es la impregnación. Un portador,
usualmente poroso, es contactado con una solución, usualmente acuosa, de uno o
más compuestos metálicos convenientes. Luego, el portador es secado, y el
catalizador es activado igual que en el caso de los catalizadores por precipitación.
El tamaño y forma de las partículas del catalizador requieren menos equipos, ya
que la filtración y pasos de formación son eliminados, y puede que no se requiera
la etapa del lavado. El procedimiento preferido en la preparación de catalizadores
soportados de metales nobles, para los cuales es económicamente conveniente
esparcir el metal en una forma fina tan dividida como sea posible. El metal noble
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que no deja residuos de cationes, pero puede ser complejos con algunos metales
y mantenerlos en solución.
Si se forma un precipitado relativamente cristalino, el tamaño de los cristales
pueden afectar el tamaño final de las partículas en un catalizador metálico
soportado. Así, los cristales finos son deseados para producir un área superficial
alta de un catalizador metálico soportado, pero los cristales que son muy finos
pueden ser dificiles de filtrar. El tamaño de dichos cristales puede ser controlado
por diversas técnicas. En un catalizador multicomponente, los cristales pueden ser
más pequeños si los metales son realmente coprecipitados en vez de precipitados
siguiendo una secuencia. El tamaño del cristal también podría ser afectado por la
temperatura y el agitado, ya que esto afecta la nucleación y el grado de
supersaturación. La maduración, en el cual se le permite al precipitado reposar por
un período, puede permitir la recristalización en donde pequeños y/o partículas
amorfas se disuelven y las partículas cristalinas crecen. Esto puede convertir un
precipitado gelatinoso a un sólido más cristalino y filtrable.
El ácido de silicio y un número de hidróxidos metálicos, ejemplo: aluminio, hierro y
titanio, forman coloides gelatinosos. Esto los puede hacer extremadamente díficil
de filtrar o purificar por lavado. Dichos geles pueden ser coagulados con
electrolitos, pero el proceso de lavado para la remoción de impurezas electrolíticas
puede causar que se redispersen en una solución coloidal, denominada
peptización. Por lo tanto, un gel ácido silicico puede ser lavado con ácido
clorhídrico diluido, o con un gel de hidróxido de aluminio con nitrato de amonio
acuoso, para mantener un ambiente iónico y de ahí su forma coagulada. Los
aditivos que se van añadiendo, pueden ser removidos posteriormente con el
calentamiento. Los geles ocluyen facilmente las impurezas iónicos, que puedan
ser díficiles de remover con lavados. La posibilidad de reacción entre el portador y
los reagentes debería ser considerada en este paso. Así, las soluciones ácidas de
reagentes pueden reaccionar con portadores básicos, y viceversa.
Operaciones de formación
La naturaleza de las operaciones de formación está determinada por un balance
entre varios factores, incluyendo propiedades reológicas de la mezcla, y la
necesidad de alcanzar una fuerza satisfactoria, una estructura de poros abierto,
alta actividad en el catalizador final, en adición con la economía. Aquellos
materiales relativamente duros, que típicamente tienen un punto de fusión alto, no
pueden volverse pellets sin la utilización de aditivos. Aquellas operaciones que
causan un incremento en la fuerza de trituración, usualmente decrecen el volumen
de lporo y el tamaño promedio del poro, por lo que podría causar limitaciones de
difusión.
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Extrusión: Una pasta fina es extruida a través del troquel perforado, con un
gran número de hoyos como se muestra en la figura N°10. La extrusión
que parece spaghetti puede ser cortado por tamaño, o como se hace
comunmente, secado y luego por medios mecánicos, roto en trozos largos
con tamaño entre dos a cuatro veces el diámetro. Y el producto es
calcinado.
más inerte que la alúmina, los silicatos de níquel y otros metales podrían ser
formados hasta cierta extensión. Los catalizadores coprecipitados, con alúmina o
sílice, podrían ser más díficiles de reducir que un catalizador equivalente
impregnado.
Reducción a metal
Lo más común es que un metal esté formado por la reducción del óxido a una
elevada temperatura, con contacto de un flujo de hidrógeno o hidrógeno diluido
con nitrógeno, siendo la última por razones de seguridad. Un exceso considerable
de hidrógeno podría ser requerido para remover el agua que se produce. Si se
presenta en concentraciones muy altas, el vapor de agua podría acelerar la
sinterización de un óxido, y esto podría retardar la relación de la reacción de
reducción al formar una superficie hidroxilatada.
Cálculos termodinámicos demuestran que temperaturas en la región de 570 a 770
K la reducción del óxido del metal a metal está altamente favorecida por todos los
elementos del grupo VIII, además del cobre, plata, oro y renio. Para los elementos
cromo, vanadio, tantalio, titanio y manganeso, la forma del óxido está altamente
favorecida. Óxidos de tungsteno y molibdeno son reducibles a su forma metálica
sobre un rango de condiciones, pero el equilibrio es mucho menos favorable
comparado a aquellos elementos del grupo VIII. Además, que pueden reaccionar
facilmente con el alúmina de gran área y silice para formar compuestos más
díficiles de reducir que los óxidos. Termodinamicamente, los cloruros metálicos
son un poco más fáciles de reducir al metal que los óxidos, pero el cloruro de
hidrógeno se forma, que es altamente corrosivo incluso en la presencia de
pequeñas concentraciones de vapor de agua.
Algunos compuestos metálicos pueden ser reducir por reagentes químicos, como
formaldehído, ácido fórmico o hidracina, pero estos métodos son más costosos.
Alternativamente, el metal puede ser formado por descomposición de un
compuesto orgánico, como la descomposición de formato de níquel para
beneficiar al níquel depositado. En este caso, sin embargo, fragmentos orgánicos
pueden ser absorbidos por el catalizador metálico, posiblemente alterado
diferentes propiedades que aquellas de un catalizador reducido en hidrógeno.
Asimismo, el tamaño de partícula final es determinado por las características de
sinterización del metal producido, donde en la reducción del óxido, el tamaño de la
partícula viene determinado en parte, una manera complicada, por la formación
del nucleo metálico y su crecimiento a partir de las partículas de óxido.
Para un mínimo del tamaño de partícula y mejorar el máximo del área superficial,
con la redución por hidrógeno, generalmente se desea utilizar inicialmente una
temperatura de reducción tan alta, como sea compatible, evitando significativa
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sinterización, y tan baja presión de vapor de agua como sea posible. Esto
maximiza el número de núcleos metálicos formados. En esta etapa inicial, el
hidrógeno reacciona con iones O 2- o OH-, un proceso que es relativamente lento.
Después que el núcleo metálico es formado, el mecanismo dominante en la
mayoría de los casos, cambia a la quimisorción disociativa de hidrógeno en el
metal, de la cual el hidrógeno atómico migra de la superficie metal/óxido-metálico.
Este mecanismo es mucho más rápido.
En la reducción de un material no poroso inicial, como el catalizador fundido de
magnetita utilizado en la sínteis de amonio, una temperatura mucho más alta es
requerida, que en un caso similar de catalizador precipitado, ya que hay un área
pequeña disponible inicialmente para la reacción.
A veces, la reducción se lleva a cabo in situ en el reactor de la planta, donde
grandes cantidades de hidrógeno requerido podría estar disponible con mayor
facilidad que en las instalaciones de los manufactureros de catalizadores. Esto
también evita riesgos asociados con el manejo de un material pirofórico. Este es el
procedimiento usual con el catalizador de hierro utilizado para la síntesis de
amonio y para algunos catalizadores de níquel, como aquellos utilizados para la
metanización. Para reducir el tiempo requerido para la reducción en el reactor de
la planta, el catalizador puede ser reducido a su forma metálica por el encargado
de la fabricación del catalizador y luego estabilizado para su envío, al convertirlo
en una capa fina superficial de metal al óxido controlado por oxidación. Esta capa
fina de óxido, puede ser reducido rápidamente en el reactor de la planta. Un
catalizador deníquel para la hidrogenación de aceites comestibles es
frecuentemente recubierto con un producto hidrogenado que es sólido a
temperatura ambiente, pero que se disuelve rápidamente en la mezcla de la
reacción.
La temperatura máxima para la obtención de la reducción en el reactor de la
planta puede ser no más que la temperatura normal de reacción, y las condiciones
de reducción pueden ser más díficiles de controlar en la planta. Razones
importantes para tener la reducción por el encargado de la fabricación, y no en la
planta. Catalizadores gastados pueden ser más pirofóricos que los catalizadores
frescos dado el material orgánico absorbido, que puede arder espontanéamente o
inflamarse en contacto con el aire. Dichos materiales, son dosificados con agua o
un aceite con baja volatibilidad inmediatamente después de su remoción.
La figura N°13 muestra que después de la calcinación a 538 °C, el óxido de
níquel formado en Cabosil (que es una sílica no porosa preparada por el proceso
de flama) es reducida con mayor facilidad que el óxido de níquel en el gel de
sílice. Este, es reducida con mayor facilidad que el óxido de níquel en alúmina. El
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Algunos sólidos con gran área tienen una capacidad de intercambio de iones
significativa. Así pues, iones metálicos en la solución de impregnación
intercambiarán con iones ya presentes en la superficie del soporte antes de la
impregnación. Ya que esto, da una deposición átomo por átomo sobre la
superficie, la distribución del metal, por lo menos al principio es muy buena. Como
en el caso de la adsorción, la cantidad de metal tomado por el soporte no está
simplemente determinado por la concentración y porosidad del soporte, pero es
una función compleja del equilibrio de intercambio de iones, y relaciones de
difusión en la fase líquida. El intercambio de iones, como una menos específica
adsorción, puede utilizarse para dar distribuciones no uniformes de metales.
Algunos sólidos con gran área, que no son materiales convencionales del
intercambio iónico, pueden exhibir propiedades de intercambio de iones, por
ejemplo, el sodio residual en una alúmina precipitada puede sostenerse en la
superficie y actuar de esta manera.
MÉTODO DE IMPREGNACIÓN A HUMEDAD INCIPIENTE
Mediante esta técnica denominada impregnación seca o impregnación en
humedad incipiente, se alcanza un control más preciso, que es utilizada
comumente a nivel industrial. Un lote del soporte es volcado y rociado con una
solución de concentración, correspondiente en cantidad al volumen del poro total
conocido del soporte, o un poco menos. Esto permite un control más preciso de la
cantidad de los ingredientes activos que estarán incorporándose en el catalizador,
pero la carga máxima obtenible en una sola impregnación está limitada por la
solubilidad del reagente. Entonces, el catalizador resultante es secado y calcinado.
En algunos casos, el ingrediente activo puede ser fijado dentro del catalizador por
inmersión del catalizador impregnado en un reagente para causar la precipitación.
SÍNTESIS DE UN CATALIZADOR METÁLICO
En la mayoría de los procesos que necesitan un catalizador metálico, tienen como
requerimiento primario el uso de una gran área superficial metálica, y esto solo
puede mantenerse mediante el reparto del metal alrededor de un soporte
refractario. Así, industrialmente son pocos los metales utilizados como
catalizadores sin soporte, pero hay algunos casos donde la relación de reacción
del catalizador es tan rápida que con una pequeña área metálica es suficiente
para proveer una buena cantidad de producto, y así el soporte no es necesario.
Uno de los catalizadores metálicos sin soporte más utilizados es el del metal
precioso de las mallas utilizado, por ejemplo, en la oxidación de amonio a óxido de
nitrógeno en plantas de ácido nítrico. Se necesita una relación muy rápida para
obtener la selectividad necesaria para el óxido de nitrógeno, entonces un metal
con poca área superficial y con bajo tiempo de contacto es utilizado. Entonces,
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estas mallas son tejidas en cables finos (con diámetros un poco más de una
pulgada) de una aleación de platino, usualmente platino-rodio. Varias capas de
estas mallas, que pueden tener un poco más de 3 m de diámetro, son utilizadas
frecuentemente con mallas de “contención” para atrapar el platino perdido de la
malla utilizada.
SÍNTESIS DE UN CATALIZADOR BIMETÁLICO
Los catalizadores bimetálicos basados en platino se utilizan habitualmente en
diferentes reacciones, tanto de reformado de petróleo como en procesos de
hidrogenación y deshidrogenación. Dentro de este tipo de catalizadores, uno de
los grupos más importantes es el constituido por la combinación Pt-Sn. El efecto
promotor del estado en los catalizadores de platino ha sido ampliamente
demostrado, pero las características del catalizador bimetálico y la manera en la
que el Sn afecta al Pt y modifica su comportamiento intrínseco son cuestiones
que, a pesar de haberse estudiado en profundidad, todavía suscitan el interés de
la comunidad científica.
Respecto a las características del catalizador, los aspectos que han sido más
estudiados son la distribución y el estado del estaño, la naturaleza de la
interacción entre los dos metales, su tendencia a formar aleaciones y las
interacciones de ambos metales con el soporte.
El estaño puede encontrarse en los catalizadores en estado oxidado (como SnO,
SnO2 o especies SnOx), en estado metálico, o bien formando aleaciones con el
platino, tanto estequiométricas (compuestos Inter metálicos) como no
estequiométricas. La superficie expuesta y estado del estaño dependerá de los
precursores utilizados, del método de preparación, de la relación Pt/Sn, de la
temperatura de reducción y del soporte.
Elemento Fe Cu Ni Mg Ca Na K
Concentración
33 16 15 9 117 886 22
(ppm)
- Introducción del Sn: Las telas de carbón activado fueron impregnadas con
una disolución acuosa del precursor de estaño, preparada mediante la
disolución de oxalato de estaño II (Aldrich, 98%) en ácido nítrico al 5%, en
la cantidad necesaria para conseguir que los catalizadores contuviesen un
1% de SnO2 en peso. La estabilización del Sn(C2O4) soportado se realizó
tratando la muestra en atmósfera inerte (He) a 623 K durante 3h. La
muestra preparada se denominó Sn/TCA.
Por otro lado, también se prepararon muestras que solo contenía platino
sobre la tela de carbón activado. El procedimiento fue igual que el utilizado
en la fase de depósito de Pt y los catalizadores resultantes fueron
denominados (ClW)/TCAy Pt(NW)/TCA.
En las siguientes imágenes aparecen las fibras de la tela original y una vez
que las fases activas han sido soportadas.
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CONCLUSIONES
1) Se explicaron las preguntas direccionadoras para la hora de preparación
del catalizador.
2) Se definieron las operaciones unitarias involucradas en la preparación de
catalizadores.
3) Se analizaron las técnicas para la elaboración de los catalizadores, junto a
sus ventajas y/o desventajas que tienen el uno con el otro.
4) Se estudiaron tres casos de preparación de catalizadores.
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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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Segunda edición. Estados Unidos. Chapter 4: Catalyst Preparation and
Manufacture.
Twigg, M. (1989). “Catalyst Handbook”. Inglaterra. Chapter 1.2.: Catalyst
Manufacture.
Villarroel, et al (2015). “Síntesis y caracterización de catalizadores
magnéticos de níquel usados en el reformado seco de metano”. Artículo
científico publicado por la revista de Ciencia e Ingeniería vol. 38, núm 1, pp.
31-40, 2017.
Anónimo, s.f. “Catalizadores bimetálicos”. Recuperado el 17/10/22 de:
https://rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/9907/7/Huidobro-Pahissa-
Ana_3.pdf
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