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Tercer periodo
Grado tercero
Lee los siguientes textos, luego responde las preguntas según la instrucción:
El caballo de Carvajal
Cuando en Canalete no había luz eléctrica, las fiestas se hacían en el barrio nuevo donde
hoy existe una cancha polideportiva.
En una de esas parrandas el señor José Carvajal, un poco trasnochado y mareado se dirigía
a su casa después de haber departido momentos agradables con sus amigos, cuando
inesperadamente al desembocar en la calle primera, escuchó los pasos de un caballo que
venía hacia donde él se encontraba, se paró en frente de la casa Emiliano Charrasquiel y le
dijo:
Carvajal subió al caballo y se aferró al jinete que lo conducía hasta su casa, lo invadía cierto
miedo pero sumido en su mareo no le dio importancia. Al doblar una de las esquinas, a
Carvajal le pareció que el caballo no tenía el mismo tamaño que cuando subió, pero siguió su
camino junto al enigmático jinete, cuándo estaban por llegar a la casa de Carvajal, el jinete le
dijo:
El jinete que hasta entonces había permanecido de espaldas y con la cabeza cubierta se
quitó el sombrero, Carvajal sólo alcanzó a ver con la luz de un relámpago que el jinete no
tenía cabeza, fue tanto el susto que Carvajal cayó desmayado frente a su casa, al día
siguiente recobró el sentido en su cama y duró tres días sin hablar.
b. El jinete le insistió.
a. El jinete le habló.
a. Misterio.
b. Invisible.
c. Zozobra.
d. Raro.
Cuentan los abuelos que hace mucho tiempo en tierras sabaneras había un entierro, que se
decía era el mismito diablo, resguardado bajo un aterrador guardián nocturno.
Al caer el sol, noche a noche se escuchaba el bramido agitado de un toro enfurecido, tan
oscuro como la misma noche, con ojos de fuego que sólo podría descansar cuando una
persona valiente y sin miedo se enfrentara ante tan imponente guardián, sólo así, ganaría el
derecho a serle revelado el lugar del valioso entierro.
Llevados por la curiosidad, estos peculiares personajes llenos de coraje y voluntad una
noche se aventuraron a descubrir la verdad tras el cuento.
Al llegar al sitio donde se rumoraba que aparecía el toro se quitaron la ropa y se pusieron en
cruz, señal a la que acudió la mística figura que ferozmente corrió en su dirección a
emboscarlos, a alcanzarlos, saltó por encima de los cuerpos en el suelo, mientras se
desfiguraba transformándose en “Hombre”, el dueño del entierro, quien comprometido con lo
dicho señaló sobre la tierra movida el tesoro enterrado, a la vez que hacía el pedido de que a
cambio se hiciese una misa en su nombre.
Marca con una X la respuesta correcta:
c. Lo cazan.
d. Lo persiguen en un cementerio.
2. Las personas que les gusta y se dedican a narrar cuentos y leyendas de la tradición
oral, son:
a. Los Jóvenes.
b. Los niños.
c. Los vecinos.
d. Los viejos.
a. Amiga.
b. Valiente.
c. De otro lugar.
d. Cercana.
a. Ser costeño.
b. Ser religioso.
c. Ser temeroso.
d. Ser alegre.
5. Dice la leyenda que el que logre derrotar al toro será el ganador de:
b. El tesoro.
c. Una información.
d. Una comida.
Grado tercero
Dédalo e Ícaro
Existió hace muchísimos años un hombre llamado Dédalo, que llegó a la isla de Creta en
compañía de su hijo Ícaro.
Dédalo era un gran inventor. Por eso, el rey de Creta le encargó unos cuantos trabajos. Entre
ellos, unas estatuas maravillosas que podían hablar y moverse. El rey estaba tan contento
con los trabajos de Dédalo que lo invitó a quedarse a vivir en la isla y así poder continuar
haciendo inventos.
El rey le mandó construir un edificio para el Minotauro, un monstruo que poseía el rey que
era un hombre enorme con cabeza de toro. Dédalo construyó un enorme laberinto del que
era imposible salir.
Para impedir que Dédalo contara el secreto del laberinto a otras personas, el rey lo encerró
en él con su hijo. Un día, Dédalo e Ícaro miraban al cielo, contemplando a las aves que
volaban libremente. Entonces, a Dédalo se le ocurrió la idea de construir unas alas como las
de los pájaros, con plumas de verdad pegadas con cera.
Tardaron mucho tiempo en terminarlas, pero por fin un día, cuando las terminaron, se las
ataron a los brazos el uno al otro y comenzaron a agitarlas.
Empezaron a elevarse poco a poco, volando cada vez más altos y más contentos.
Dédalo, al ver la altura que habían alcanzado, advirtió a su hijo para que no se elevase más,
pero Ícaro, feliz, subía y subía por el cielo azul.
Ícaro se acercó tanto al Sol que el calor de éste comenzó a derretir la cera, y las plumas
empezaron a despegarse.
Sin alas, Ícaro no pudo sostenerse en el aire y su vuelo terminó sobre las agua del mar,
donde se ahogó.
a. Un pintor.
b. Un inventor.
c. Un médico.
a. Cantar y bailar.
b. Hablar y moverse.
c. Dormir y comer.
a. Un caballo.
b. Un hombre con cabeza de león.
c. Un hombre con cabeza de toro.
a. Una casa.
b. Un castillo.
c. Un laberinto.
a. En una prisión.
b. En el laberinto.
c. En el castillo.
7. ¿Con qué pegaron las plumas?
a. Con cera.
b. Con pegamento.
c. Con cola para pegar.
a. Sobre un jardín.
b. Sobre las aguas del mar.
c. Sobre la tierra húmeda.
Escuela para el desarrollo del pensamiento comunicativo
Tercer periodo
Grado segundo
Lee los siguientes textos, luego responde las preguntas según la instrucción:
Una mujer afortunada tenía en su gallinero una gallina blanca, la cual poseía una rara virtud,
“ponía huevos de oro”.
¡Qué contenta estaba la mujer con su gallina! Poco a poco la iba haciendo rica.
Pero un día la mujer pensó que los huevos serían parte de un tesoro que debía encontrarse
dentro del cuerpo de la gallina.
Y como la mujer era muy avarienta, quiso hacerse rica sin esperar a que los días pasaran.
Cogió un cuchillo y abrió la gallina de arriba abajo. La sorpresa y el disgusto fueron terribles,
pues vio que aquella gallina era por dentro igual que las demás, No halló tesoro alguno.
De ésta manera, la mujer, perdió la gallina y los huevos de oro. Y todo por ser avariciosa.
Marca con una X la respuesta correcta:
d. Hacía cuchillos.
a. Trata de entretenernos.
Érese una vez una liebre pequeñita que tenía las orejas enormes. Las otras liebres se reían
de ella:
__Todavía tengo que crecer y espero que las orejas no me crezcan más.
Pero no sucedió lo que ella se imaginada. Creció ella y también crecieron sus orejas. Las
otras liebres le decían:
__ Con esas orejas tan grandes no podrás correr y te cazarán muy pronto.
Y la liebre se ponía muy triste porque no le había servido de nada crecer. Pero, con sus
grandes orejas, podía oír mejor que las demás liebres. Podía oír cómo se movían los
escarabajos, podía oír cómo se arrastraban las lombrices de tierra, y hasta podía oír caer
una pluma de pájaro.
Un día todas las liebres se fueron al campo de trigo, apareció un cazador con un perro. El
cazador estaba muy lejos, pero la liebre de las orejas grandes lo oyó. Rápidamente movió
sus grandes orejas, y como un remolino empezó a girarlas. Las demás liebres, que la vieron,
salieron corriendo hacia el bosque y se escondieron.
__ ¡Qué suerte tener unas orejas tan grandes! Verdaderamente no son tan feas!
3. ¿Qué cualidad especial tenía ella que no poseían las otras liebres?
Tercer periodo
Grado primero
Lee los siguientes textos, luego responde las preguntas según la instrucción:
En una casa, una anciana criaba dos gallos. Un día, los gallos salieron a
pasear fuera de la casa. De pronto, vieron un enorme gusano que se arrastraba por el
camino. Entonces, ambos corrieron para atraparlo, pero antes de que alguno lo cogiera, se
miraron creyendo que cada uno tenía derecho a comerse al animal. Por eso, empezaron a
Muchos animales empezaron a acercarse para saber qué era lo que pasaba.
Entre ellos, también se asomó un zorro hambriento. Al ver que los dos gallos seguían
discutiendo, el zorro dijo: - Para arreglar este problema, es mejor que se peleen y el ganador
se llevará el gusano.
Todos dijeron que sí. Pero para que la pelea sea justa, los animales presentes nombraron un
juez. y el juez fue justamente el zorro, quien dijo: - La pelea será solo entre los dos. Nadie
debe ayudar a ninguno de los gallos.
Todos estuvieron de acuerdo. La pelea fue muy dura. Al cabo de un buen rato, ambos gallos
cayeron al suelo de tanto cansancio. Algunos animales que veían la pelea se pusieron a
llorar tristemente. Pensaban que los gallos se habían muerto.
En ese momento, nuevamente habló el zorro a todos los animales: -Señores, como ustedes
ven, nadie ha ganado. Y nadie se comerá al gusano. Pero a mí me tienen que pagar algo por
haber sido juez. Dicho eso, el zorro atrapó a los dos gallos y se perdió entre los árboles de
un bosque cercano.
a. Por el campo.
b. Fuera de la casa.
c. Por el gallinero.
a. Amable.
b. Astuto.
c. Bueno.
Había una vez una cabra y sus cabritos. Cuando la cabra se iba al bosque, los cabritos no le
abrían la puerta a nadie. Cuando la cabra volvía, cantaba con una voz suavecita y los
cabritos le abrían.
Una vez, el zorro oyó cómo cantaba la cabra. Apenas se fue la madre, corrió a la casa e imitó
con voz suavecita la misma canción. Los cabritos abrieron la puerta y el zorro se les comió a
todos. Cuando la madre llegó a la casa, vio las huellas del zorro y supo que se había comido
a sus hijos.
La cabra saltó y pasó por encima del hueco; pero el zorro se cayó al fondo. Con el golpe, se
le reventó la barriga; los cabritos salieron de ella sanos y salvos. Después de eso, la cabra y
sus cabritos siguieron viviendo felices.
a. a. Golpeaba.
b. b. Cantaba.
c. c. Saltaba.