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Control interno de detección

Este tipo de control ayuda a identificar errores que no fueron cubiertos por los
controles preventivos y ayudan a detectar irregularidades en conciliaciones
bancarias, recuentos de inventario físico, registro de activos y el cumplimiento en
las obligaciones fiscales.

Cuando todo se hace correctamente, incluso los controles internos preventivos


pueden fallar y generar eventos de seguridad que son prácticamente inevitables.
Es ahí cuando entran los controles internos de detección.

¿Qué es el riesgo de detección?


Son los que implican que el auditor no pueda diseñar los procedimientos de
auditoría correctos, para detectar y tomar acciones precisas sobre las
incorrecciones materiales que contienen los estados financieros.
La función de dicho control es detectar alguna variación significativa en los
informes de las diversas áreas para que la administración pueda calcular los
posibles costos y llevar a cabo una acción correctiva.

Los controles de detección pueden enfocarse en:


Supervisión
Revisión de registros
Auditorías de sistemas
Archivos comprobadores de integridad

En los procesos operativos, estas tareas de detección las puedes realizar a través
de software específico, el cual podrá ponerte en alerta ante una posible falla
dando paso a la aplicación de medidas correctivas para evitar daños como la
pérdida de activos, recursos e incumplimiento de políticas.
En este tipo de control básicamente se destina a una persona o un equipo, que
puede ser parte de la empresa o no, e intenta descubrir o reconstruir qué sucedió,
cuándo sucedió y cómo sucedió.

Casi siempre es más eficiente, desde el punto de vista financiero y de recursos


humanos, evitar que ocurra un evento. Cuando las cosas salen mal, es
fundamental aprender todo sobre el evento para mejorar sus esfuerzos
preventivos en el futuro.

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