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CRIMINOLOGÍA.

INTRODUCCIÓN A SUS PRINCIPIOS

El diseño de la Política criminal debería basarse en los estudios crimino-


lógicos sobre las causas del crimen y la forma de prevenirlo. La Política crimi-
nal no puede desligarse ni prescindir de la Criminología, pues si quiere luchar
contra la delincuencia debe conocerla, y ese conocimiento sobre la realidad
criminológica lo aporta la Criminología con el estudio sobre las causas del
delito y, además, la Criminología, una vez que conoce la etiología del delito,
sus causas, establece la forma de prevenirlo. La Criminología es una ciencia
importante que puede ayudar mucho a la Política criminal, porque le aporta
datos acerca del delito, el delincuente, la víctima y el control social**”.

7. RELACIONES ENTRE DERECHO PENAL, CRIMINOLOGÍA Y POLÍTICA


CRIMINAL

La Política criminal es el puente de unión entre el Derecho penal y la


Criminología!*”, de tal forma que transforma los conocimientos criminológi-
cos en exigencias o propuestas de Política criminal, y estás son acogidas en el
Derecho penal como normas de lege lata o de lege ferenda**!. Las tres integran
la Ciencia del Derecho penal*?. Son los tres pilares del sistema de ciencias
criminales, inseparables e interdependientes. La Política criminal se sitúa en-
tre el conocimiento normativo que proporciona el Derecho penal y el conoci-
miento empírico que aporta la Criminología de la delincuencia, que a pesar
de su diferencia de naturaleza, método y objeto, nos ofrece un conocimiento
totalizador, completo de la delincuencia**, La Criminología se encarga del es-
tudio empírico del fenómeno criminal, sus conocimientos son utilizados por
la Política criminal para elaborar las propuestas para prevenir, controlar y lu-
char contra la criminalidad, y el Derecho penal materializaría estas propues-
tas en las normas jurídico-penales, para cumplimiento general***,
La Política criminal se apoya en los conocimientos que le suministra el
Derecho penal o la dogmática penal y la Criminología para cumplir sus fines,
el control y la prevención de la delincuencia, pero no está exenta de influen-
cias o/y consideraciones políticas y sociales, así como de otros elementos
coyunturales, propios de la situación o del momento histórico en el que pre-
tende actuar, como de las condiciones económicas, sociales, culturales de la

6
2 García-Pablos de Molina, 1994: 406.
ES

6
% Zipf, 1979: 9 y ss.; Morillas Cueva, 2016: 199.
9

51 Roxin, 2000: 102.


é52 Muñoz Conde y García Arán, 2015: 198.
m

6
3 Castillo Moro, 2016: 468.
m

6
1 García-Pablos de Molina, 1996: 19.
m

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María DOLORES SERRANO TÁRRAGA

época determinada en la que realiza sus propuestas y se adoptan las medidas


de lucha y control de la delincuencia.
No obstante, hay autores que distinguen entre Política criminal en sen-
tido estricto, que se ocuparía de la lucha contra el delito y que pertenecería a
la Criminología, y una Política criminal que se ocuparía de las propuestas de
reformas de las leyes penales, que se consideraría una parte de la Ciencia del
Derecho penal***, pero con von Liszt puede considerarse que forma parte de
la Enciclopedia de Ciencias penales, junto con el Derecho penal, en el que se
incluye la Dogmática, y la Criminología.
Mir habla de una estructura tridimensional del Derecho penal, en la que
la dogmática penal se ocuparía del Derecho penal en cuanto norma; la Cri-
minología del hecho de la criminalidad, y la Política criminal del valor de la
lucha contra el delito***,
El Derecho penal tiene por objeto el delito, desde el punto de vista teó-
rico; de su estudio científico se ocupa la Dogmática penal; la Criminología
se encarga del delito en cuanto suceso real, cometido en la sociedad, y aporta
datos científicos sobre el estudio de la delincuencia, que son de gran interés
para la dogmática penal y la Política criminal, pues conociendo la realidad
delictiva se pueden realizar las propuesta de las modificaciones necesarias
para controlar el fenómeno criminal y diseñar los programas de prevención
de la delincuencia.
La influencia de la Criminología en el Derecho penal es importante por-
que sus aportaciones se realizan en todos los ámbitos del Derecho penal, de
tal forma que la Criminología aporta conocimientos al Derecho penal sobre la
realidad del delito, las causas y las formas cómo se comete así como la reali-
dad social donde acontece, ofrece información sobre el delincuente**” y sobre
las consecuencias jurídicas del delito, penas y medidas de seguridad al estu-
diar como se ejecutan y sus efectos sobre el delincuente y la sociedad.
El Derecho penal y la Criminología son los dos grandes pilares en los que
se fundamenta la lucha contra el delito*%, son dos ciencias autónomas pero
interdependientes, complementarias e íntimamente relacionadas porque los
conocimientos que aportan cada una de ellas son importantes para conocer
y comprender el fenómeno delictivo en su totalidad y aportar este caudal de
conocimientos a la Política criminal para, conjuntamente, conocer el fenó-

55 Rodríguez Devesa y Serrano Gómez, 1995: 17-18.


56 Mir Puig, 2004: 17.
$57 Morillas Cueva, 2016: 207-208.
58 Morillas Cueva, 2016: 200-201.

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CRIMINOLOGÍA. INTRODUCCIÓN A SUS PRINCIPIOS

meno criminal y ofrecer soluciones para su control y prevención y mantener


la estabilidad del sistema democrático*”. El delito es un fenómeno único y
para su comprensión y estudio es necesario el recurso a varias ciencias, cuyas
aportaciones son necesarias e indispensables para el conocimiento integral
de la criminalidad y la lucha contra la misma.
Una de las misiones de la Política criminal es la reforma del Derecho pe-
nal vigente, y en este cometido se apoya en la información que le suministra
la dogmática penal y la Criminología, de esta forma están las tres materias re-
lacionadas, siendo la Política criminal la que sirve de unión o conexión entre
el Derecho penal y la Criminología.
El Derecho penal, la Criminología y la Política criminal deben adap-
tarse a la realidad social, la sociedad del riesgo, para ser eficaces y cumplir su
misión: la lucha contra la criminalidad y la prevención del delito. El Derecho
penal clásico ha sufrido una transformación en la nueva sociedad, ampliando
su protección a un mayor número de bienes jurídicos colectivos junto a los
individuales, el aumento de los delitos de peligro, sobre todo, la profusa in-
troducción, desde hace algún tiempo, de los delitos de peligro abstracto, que
suponen adelantar las barreras de protección del Derecho penal a la puesta
en peligro del bien jurídico protegido y por tanto, una mayor intervención
del Derecho penal antes de la existencia de un riesgo de ataque para el bien
jurídico. Y también se ha producido una transformación del Derecho penal
en cuanto a los sujetos penalmente responsable, pues el Derecho penal clá-
sico, tradicional, sólo contemplaba como sujeto activo del delito a la perso-
na individual capaz de acción, de culpabilidad y de cumplir una pena, y esa
responsabilidad se ha extendido a las personas jurídicas, por necesidades de
Política criminal, pues desde un punto de vista político-criminal era intole-
rable su exención de responsabilidad en el ámbito penal, a pesar de que su
inclusión como sujetos activos en el Derecho penal suponga una quiebra de la
construcción dogmática de la teoría del delito.
La prevención, una de los fines de la Política criminal, tiene un carácter
multidisciplinar, donde no es suficiente el recursos del Derecho penal, puesto
que la delincuencia es un problema social y hay que utilizar en su prevención
todos los instrumentos que nos brinda la sociedad?**?,
Roxin profundiza y estrecha las relaciones entre Derecho penal, dog-
mática penal, Criminología y Política criminal, al entrelazar las discusiones

52 Morillas Cueva, 2016: 207-209.


£60 Blanco Lozano, 2007b: 77, nota 54.
£61 Castillo Moro, 2016: 466.

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María DOLORES SERRANO TARRAGA

sistemáticas, surgidas en el ámbito de la dogmática jurídica, con los proble-


mas de política criminal, para construir el sistema de Derecho penal, que sea
adecuado para cumplir sus fines en la sociedad, ejercer el control social, por
este motivo, para Roxin, las decisiones valorativas político-criminales deben
incluirse en el sistema del derecho penal**”?, forman parte de la teoría general
del delito. El objetivo de la Política criminal, sería la apertura del Derecho pe-
nal a perspectivas más amplias que la dogmática**. La idea es la integración
de Política criminal, Criminología y Derecho penal, para avanzar en el conoci-
miento de la delincuencia, en su control y en su prevención.

$62 Roxin, 2000: 49.


$63 Ortiz de Urbina Gimeno, 2004: 890.

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