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EL METODO GESTALT
Este capítulo comienza con la frase “Tu terapeuta no sabe lo que quieres, sin embargo, el si
que sabe lo que quiere: conseguir cualquier cosa que venga de ti”. La idea fundamental es
establecer “¿Qué quieres?, ¿Qué esperas obtener de tu terapeuta?, y así sea lo que sea la
Gestalt permite al paciente saber que es lo que quiere.
El Self solo puede entenderse en el campo, como el día solo puede entenderse en oposición
a la noche. Si siempre fuera de día, no solamente no tendríamos el concepto de “día”, sino
que tampoco tendríamos la conciencia de un día, porque no habría nada que nos demostrara
la diferencia con la noche. Así también, el Self tiene que ser buscado en el contraste con la
alteridad. Existe una frontera entre el Self y el otro, y el estudio de esta frontera es la
esencia de la psicología.
El paciente no sabe lo que quiere; no tiene nada que decir. Sus deseos y necesidades están
reprimidos. No es consciente de su entorno ni de nada.
Es aquí donde se empieza a asomar el conflicto interno: una parte de él está en oposición
con su otra parte. Se acosa a si mismo, se dice que no vale nada, se castiga y hace todo tipo
de cosas consigo mismo. El paciente sigue negado creando un “caparazón” entre el y el
mundo
En esta etapa el paciente expone de verdad lo que quiere y entra en verdadero contacto con
el terapeuta. La comunicación eficiente es muy importante. Puedes tener un problema con
tu pareja, pero si no lo expresas, ¿qué pasa? Puedes guardártelo para ti, puedes estar a
malas con tu pareja durante días o semanas.
Situaciones inacabadas
Si analizas tus relaciones con las personas o contigo mismo verás que siempre hay un
montón de “debes”: “deberías hacer esto”, “no deberías hacer esto otro”, “esto no debería
existir”, “esto no es justo”, etc. En otras palabras, siempre intentas cambiar el mundo y,
para hacer cualquier cosa, crees en las buenas intenciones de las letras D-E-B-E-S, que
tendrían el poder real de transformar la realidad.
Estar impaciente es el siguiente paso para seguir adelante. Pero ¿Qué pasaría si tienes ganas
de intentar algo nuevo pero no te atreves a entrar en terreno desconocido? Inhibes tu miedo
y así dejas de estar impaciente, pero desarrollas un estado de angustia.
“El único estado en el que puedes estar absolutamente tranquilo es el estado catatónico, el
de la muerte
La energía de la excitación
La excitación se puede manifestar primero como impaciencia, después como furor o cólera;
puede también transformarse en excitación sexual, en afecto y entusiasmo, o en dolor. La
naturaleza ha creado las emociones y no para que las eliminemos. Las emociones son los
recursos que tenemos para crear contactos. Si golpeas a alguien, aunque no sea un contacto
agradable, es un contacto. Si hablas con alguien, es un contacto potencial. Pero el contacto
se establecerá solamente si tiene el apoyo de tus sentimientos, de tus convicciones.
Puedes darle un giro a la expresión: “estoy herido” y convertirla en «siento rencor», lo que
te acercará mucho más a tu realidad interior.
El nivel social
En el sistema social, la pérdida de la naturaleza de las cosas es sustituida por las reglas del
juego. La sociedad copia a la naturaleza, pero no lo hace demasiado bien y, además, cuanto
peor hace esa copia, como una imitación o falsificación, antes puede extinguirse ella
misma.
Si yo finjo ser amable y muestro un carácter, pero no invierto la misma energía que cuando
quiero ser amable de verdad, la idea de estructura del carácter pertenece entonces a ese
«como si», a ese «estrato social», como la mayoría de los problemas de personalidad.
En resumen, integrar estos cinco niveles nos permite ser nosotros mismos y poder descubrir
a los otros y al mundo. Cuanto mas nos alejamos de los otros, más egoístas y egocéntricos
nos volvemos.