Está en la página 1de 1

“Eran las 5 de la mañana, todavía no se podía vislumbrar el salir del sol; sin embargo, me desperté

por el ruido de caballos a lo lejos y el murmullo de muchas voces, me asomé sigilosamente por la
ventana y para mi sorpresa era todo un ejército que estaba rodeando la casa, fue cuando pensé,
“ya nos cargó el payaso”, desperté rápidamente a mi maestro Eliseo para advertirle que
estábamos rodeados y no podíamos escapar, ciertamente tenía mucho miedo, venían por
nosotros.

¿Acaso Dios no me cuida?, pensé, o será acaso que es la voluntad de Dios verme en esta
circunstancia y morir?, tal vez ya es mi tiempo de partir con él.

Eliseo no despertaba, tenía un sueño profundo, yo solo veía que a punto de salir el sol nos sacarían
y nos matarían o tal vez nos llevarían presos, pero, ¡finalmente despertó Eliseo!, le expliqué la
situación y para mi sorpresa no se alarmó, no se preocupó ni un poquito, ¿acaso no podía ver lo
que estaba por sucedernos?, entonces me dijo “No tengas miedo”, que son más los que están con
nosotros que contra nosotros, yo dije ¿cómo?, si, no temas, y elevó una breve oración a Dios
pidiéndole que abriera mis ojos y ¡wow!, fue como si tuviera ceguera y abriera los ojos por
primera vez, vi un ejército alrededor nuestro, si, un ejército acampando alrededor, cuidándonos,
un ejército de Dios.

Pude empezar a entender, que si visión no es clara puedo mal interpretar el cuidado que Dios
tiene de mi, si mi visión no es clara puedo hasta creer que las circunstancias negativas que me
rodean Dios me las manda en lugar de ver como Dios me cuida, busca el bien para mi y que me
ama.

De repente el ejército bajo decidido hacia nosotros y Eliseo lleno de fe, pidió a Dios que fueran
heridos con ceguera aquellos que venían contra nosotros. Esto tuvo un final inesperado, porque
pudiendo matarlos y acabar con ellos, Eliseo les perdonó la vida e incluso les invitó un banquete
en casa del rey. Al final, vi como a través de Eliseo, aquellos que planeaban hacernos mal, fueron
bendecidos, perdonados y vueltos a sus casas; ese día ese ejército conoció la gracia de nuestro
fuerte, poderoso y lleno de amor Dios.”

Te invito a que le conozcas, abre tu corazón a él y pídele que abra tus ojos para ver con claridad
como a pesar de todo lo malo que nos pueda rodear, Dios es el primero en rodearnos para
cuidarnos, bendecirnos y mostrarnos su amor. Por eso en la cruz murió por ti Jesús, no porque ya
éramos perfectos y merecedores de su amor, al contrario, porque así como somos y estamos, Él
nos dice, acércate a mi, pídeme con fe, yo te cuido, yo te perdono, yo te abrazo, yo soy tu Dios,
pero también quiero que me veas como tu papá que no falla y que te ama más de lo que podrías
dimensionar, explicar o imaginar.

También podría gustarte