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UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS

“Universidad del Perú. Decana de América”

FACULTAD DE PSICOLOGÍA

OFICINA DE PRÁCTICAS PRE PROFESIONALES

PROGRAMA DE INTERVENCIÓN GRUPAL

PROGRAMA DE INTERVENCIÓN GRUPAL EN PACIENTES CON ENFERMEDAD


DE LES (LUPUS ERITEMATOSO SISTÉMICO)

AUTORA
Int. Ps. BRIGITTE ESTEFANY HUAMÁN AQUINO

ASESORA DE INTERNADO
Dra. ANA GLORIA DÍAZ ACOSTA

2018
INTRODUCCIÓN

El Lupus Eritematoso Sistémico (LES) es una enfermedad autoinmune crónica y


potencialmente mortal, que se presenta principalmente en mujeres en edad fértil, y se
manifiesta de diferentes formas comprometiendo múltiples órganos; debido al impacto que
tiene en la vida del paciente puede afectar su estilo de vida y sus hábitos, así como su
funcionalidad, sus habilidades profesionales, su estabilidad emocional y psicológica, al tener
que enfrentar una enfermedad impredecible y permanente (Aguilar y Mayta, 2017).

Robles, et al. (2016), mencionan que la calidad de vida se define como la percepción que
tiene el individuo de su posición en la vida en el contexto de su cultura, el sistema de valores
en el cual vive y la relación con sus metas, expectativas, estándares y preocupaciones, por lo
tanto, Doria, et al. (2004), explica que el entendimiento de la enfermedad y cómo lidiar con
ella resulta un proceso único en cada paciente al igual que la experiencia del dolor y del daño
físico, por lo cual es importante unir la evaluación objetiva de la enfermedad, la cual realiza
el médico, con la parte subjetiva.

Debido a que, en la actualidad, las intervenciones de esta índole, aún están siendo
incorporadas con lentitud en los servicios de salud, lo que hace más difícil satisfacer tales
necesidades. Asimismo, el trabajo multidisciplinario entre los servicios médicos y los de
ayuda al diagnóstico como el servicio de psicología, aún carece de aplicaciones reales en la
parte práctica, lo que contribuye también a no cumplir con la intervención integral que
merece el paciente.

En este contexto, las intervenciones psicológicas pueden constituir una potente vía de
actuación, en conjunción con las intervenciones médicas, constituyendo una perspectiva
terapéutica más alentadora y esperanzadora para paliar el sufrimiento contra el que luchan
estos pacientes a lo largo de su vida (Martínez, Sánchez, Martínez & Miró, 2016).
PROGRAMA DE INTERVENCIÓN GRUPAL EN PACIENTES CON ENFERMEDAD
DE LES (LUPUS ERITEMATOSO SISTÉMICO)

I. DATOS INFORMATIVOS DEL PROGRAMA

“Efectuando cambios, generando bienestar” - Programa de


NOMBRE :
intervención grupal en pacientes con enfermedad de LES.

Adultos diagnosticados con LES referidos del Servicio de


Reumatología, evaluados previamente por el Servicio de
Psicología.
 Criterios de inclusión: Varones y mujeres de 18 a 60
POBLACIÓN :
años, que hayan sido diagnosticados con LES.
 Criterios de exclusión: Varones y mujeres que estén
cursando episodios psicóticos, o comorbilidades con otros
trastornos psiquiátricos.

LUGAR : Consultorio del Servicio de Psicología

MODALIDAD : Grupal (10 a 15 personas)

DURACIÓN : 90 minutos

FRECUENCIA : Una vez por semana

N° SESIONES : 10

RESPONSABLES : Personal cualificado de Psicología

II. MARCO TEÓRICO REFERENCIAL


2.1. Lupus Eritematoso Sistémico
Según la OMS (2018), las enfermedades crónicas son de larga duración y generalmente
de progresión lenta; datos del año 2008 indican que 36 millones de personas murieron
debido a ello, entre los que se encuentran un 50% de mujeres y el 29% son menores de
60 años. Así, las enfermedades crónicas indudablemente constituyen una serie de
cambios en el estilo de vida, que persisten de forma indefinida a lo largo de la vida,
incidiendo en la disminución de la funcionalidad en la vida integral de las personas según
(Vinaccia y Quiceno, 2012). Las enfermedades reumáticas son consideradas crónicas,
están caracterizadas por presentar una etiología desconocida, alteraciones autoinmunes,
compromiso sistémico, afecciones del sistema esquelético y de algunos órganos como
los riñones. Presenta como síntomas principales el dolor, rigidez, disminución de la
movilidad articular y en consecuencia, grados de discapacidad. Una de las enfermedades
reumáticas más comunes es el Lupus Eritematoso Sistémico, considerado como una
enfermedad crónica, autoinmune, cuya incidencia afecta principalmente a las mujeres
entre los 16 y 45 años, cuyas implicaciones de factores predisponentes son de naturaleza
genética, ambiental y hormonal. Por tanto, como indica Rostrán y Urroz (2010), el
impacto que genera el LES afecta los diferentes ámbitos del individuo, que repercute en
consecuencias psicológicas y sociales, tales como ansiedad y depresión, debido a las
nuevas adaptaciones que tiene que hacer el paciente y su entorno, deterioro del rol social,
la falta de apoyo social, o estilos de afrontamiento disfuncional, la desesperanza y las
conductas de enfermedad; así como lo discapacitante del curso de la enfermedad, que
podría estar relacionado con el nivel de fatiga y la eficacia de cada apaciente posee para
hacer frente a esta situación (Martínez, Sánchez, Martínez y Miró, 2016).
El Lupus eritematoso sistémico (LES), enfermedad de carácter autoinmune de origen
desconocido que cursa en forma de brotes y remisiones, muy vulnerable al efecto del
estrés, el cual tiene como principales síntomas altos niveles de dolor articular, erupciones
cutáneas, cansancio, dificultad de la respiración, pérdida de apetito, fotosensibilidad,
etc., e incluso puede afectar los riñones, los pulmones, el corazón y el Sistema Nervioso.
Por todo esto, las personas con lupus sufren altos niveles de estrés, depresión y ansiedad
(Peralta, Robles, Navarrete y Jiménez, 2009).

2.2. Impacto en la calidad de vida


Por todo lo mencionado, una de las áreas que se encuentra afectada negativamente en los
pacientes con LES es la calidad de vida, que según Vinaccia y Orozco (2005), abarca el
bienestar físico, social, psicológico y espiritual. El bienestar físico se determina por la
actividad funcional, la fuerza o la fatiga, el sueño y el reposo, el dolor y otros síntomas.
El bienestar social, tiene que ver con las funciones y las relaciones, el afecto y la
intimidad, la apariencia, el entretenimiento, el aislamiento, el trabajo, la situación
económica y el sufrimiento familiar. El bienestar psicológico se relaciona con el temor,
la ansiedad, la depresión, la cognición y la angustia que genera la enfermedad y el
tratamiento. Por último, el bienestar espiritual abarca el significado de la enfermedad, la
esperanza, la trascendencia, la incertidumbre, la religiosidad y la fortaleza interior
(Vinaccia y Orozco, 2005). Por su parte, según Schwartzmann en el 2003, desde el punto
de vista subjetivo, la calidad de vida relacionada con la salud (CVRS) es la valoración
que realiza una persona, de acuerdo con sus propios criterios del estado físico,
emocional y social en que se encuentra en un momento dado, y refleja el grado de
satisfacción con una situación personal a nivel: fisiológico (sintomatología general,
discapacidad funcional, situación analítica, sueño, respuesta sexual), emocional
(sentimientos de tristeza, miedo, inseguridad, frustración), y social (situación laboral o
escolar, interacciones sociales en general, relaciones familiares, amistades, nivel
económico, participación en la comunidad, actividades de ocio, entre otras, pp. 67)
(Vinaccia y Quiceno, 2012). Por todo lo expuesto, se hace evidente que las alteraciones
psicológicas que se manifiestan se dan, en primera instancia, desde que el paciente recibe
el diagnóstico, y posteriormente el afrontamiento a la incertidumbre inherente del curso
de la enfermedad, como sus limitaciones y demás dificultades que tendrán que enfrentar
los pacientes con LES (Pérez y Odero, 2014).

2.3. Factores psicológicos implicados


Las enfermedades autoinmunes, como el LES, tienen un disparador psicológico, que
pueden ser el estrés, disgustos, emociones fuertes y problemas cotidianos, los cuales
pueden tener la capacidad predisponente para un rebrote de la enfermedad, ya que tal
situación hace replantear el estilo de vida más aún, sobre todo refiriéndonos a una
enfermedad crónica donde el diagnóstico produce sentimientos de desamparo, temor,
desolación y sentimientos de impotencia de resolver esta situación, dado que en algunos
casos hay una absoluta imposibilidad de aceptar y admitir que se ha perdido la tan
preciada salud (Rostrán y Urroz, 2010). Los factores psicológicos pueden influir de
forma indirecta en el curso de una enfermedad, de modo que, si algunas personas
gravemente enfermas niegan estarlo o niegan la gravedad, esta negación es un
mecanismo de defensa que ayuda a reducir la ansiedad y hace más pasadera una situación
de amenaza, sin embargo, la negación puede impedir la adherencia al tratamiento, lo cual
puede desencadenar o agravar la enfermedad y/u originar otras.
En ese sentido, la importancia relativa de los factores psicológicos varia ampliamente
entre diferentes personas con la misma enfermedad o trastorno, donde la interacción
cuerpo–mente es una vía de doble dirección. Tomando en cuenta esto último, los factores
psicológicos no solo contribuyen al inicio o al agravamiento de algún trastorno físico,
sino que también sucede en viceversa; las enfermedades físicas pueden afectar al
pensamiento de una persona o a su estado de ánimo, las personas con enfermedades
graves, recurrentes o crónicas, generalmente se deprimen, y, aunque la depresión en estas
circunstancias puede aparecer como una reacción normal, el estado mental requiere
atención (Rostrán y Urroz, 2010).
Si tomamos en cuenta que, la depresión y la ansiedad son patologías con una alta
prevalencia en la actualidad, en cuya etiología influyen tanto factores endógenos como
exógenos, entre los que resalta una sociedad cada vez más demandante en el ámbito
personal, el estrés de la actividad laboral, la situación económica, entre otros; que afectan
a la población normal, es lógico esperar que haya mayor asociación de estas patologías
con enfermedades crónicas como el Lupus Eritematoso Sistémico.

2.3.1. Ansiedad
La ansiedad se entiende como un estado emocional displacentero de miedo o
aprensión, que en ausencia o no, de un peligro o amenaza identificable, o cuando
tal alteración emocional evidencia desproporción respecto a la intensidad real del
peligro (Rostrán y Urroz, 2010). Es una conducta compleja de activación y alerta
de emergencia que resulta de la integración de los distintos niveles de organización
del ser humano: genético, fisiológico, emocional, comportamental y cognitivo.
Tiene como finalidad una función adaptativa, que prepara para el afrontamiento al
peligro; es decir, una señal de alarma del organismo ante eventos adversos
(Revuelta, Segura y Paulino, 2010).
Respecto a sus características, tenemos síntomas somáticos y cognitivos:
- Síntomas somáticos, como temblor, hipertonía muscular, inquietud,
hiperventilación, sudoraciones, palpitaciones, visión borrosa, sequedad de
boca; generalmente, la sensación de tensión interna y de dificultades para
relajarse, acompañan la ansiedad; por lo que, las personas que son afectadas por
este trastorno suelen quejarse de padecer cefaleas.
- Síntomas cognitivos, como aprensión e inquietud psíquica, hipervigilancia y
otros síntomas relacionados con la alteración de la alerta, como distractibilidad,
pérdida de concentración e insomnio.
Generalmente, la sensación de tensión interna y de dificultades para relajarse,
acompañan la ansiedad; por lo que, las personas que son afectadas por este
trastorno suelen quejarse de padecer cefaleas.
Según Revuelta, Segura y Paulino (2010), existe una ansiedad normal y una
patológica, esta última la que propicia los diferentes trastornos de ansiedad. Por
tanto, pese a que los individuos con este trastorno no siempre reconocen lo
excesivo de sus preocupaciones, evidencian dificultad para ejercer control sobre
ello, lo que a su vez, provoca malestar subjetivo o deterioro social, laboral que
va en detrimento de estas y otras áreas importantes de su actividad (Rostrán y
Urroz, 2010).
2.3.2. Depresión
La depresión como síndrome comprende una serie de síntomas esenciales, que
pueden variar en relación a cada paciente, y a la presencia e intensidad, siendo los
síntomas básicos: Afectivos, cognitivos, somáticos y conductuales (Revuelta,
Segura y Paulino, 2010).
En relación a la enfermedad, no hay una causa especifica de la presencia de la
depresión en las personas con Lupus, más bien obedece a varios factores diferentes
que contribuyen a la depresión en enfermedades crónicas, señalando como la causa
más común el agotamiento emocional ocasionado por el estrés y tensión asociado
con el manejo de una enfermedad; además, otras causas podrían deberse a los
numerosos sacrificios y pérdidas debido a los reajustes en sus actividades para
afrontar las demandas y consecuencias de la enfermedad (Rostrán y Urroz, 2010).
En ese sentido, los pacientes que padecen enfermedades médicas crónicas o graves
presentan alto riesgo de padecer trastorno depresivo mayor, hasta un 20 a 25% de
los sujetos con determinadas enfermedades médicas como diabetes, infarto de
miocardio, carcinomas, accidentes vasculares cerebrales, presentaron un trastorno
depresivo mayor a lo largo del curso de su enfermedad médica. Es importante
recalcar que, como menciona Rostrán y Urroz (2010), si hay un trastorno depresivo
mayor, el tratamiento de la enfermedad médica demanda mayor complejidad y el
pronóstico resulta menos favorable; tomando en cuenta además, que el pronóstico
del trastorno depresivo mayor es peor si existen enfermedades medicas crónicas
concomitantes, que hacen episodios más largos o respuestas más pobres al
tratamiento.

2.3.3. Estrés
Según la concepción del estrés en el modelo transaccional de Lazarus y Folkman,
quienes definen el estrés como “un conjunto de relaciones particulares entre la
persona y la situación, siendo ésta valorada por la persona como algo que excede
sus propios recursos y pone en peligro su bienestar personal”. Asimismo, el
individuo y el entorno conservan una relación bidireccional y de reciprocidad, en
donde la interpretación de la situación es un elemento primordial.
Ahora bien, se sabe que el estrés afecta varios aspectos de la vida de una persona,
que en relación a la salud y la percepción que se tenga de la misma, es uno de los
aspectos que se ve más comprometido, ya que, tales situaciones de estrés generan
una activación general de la respuesta fisiológica del organismo, hecho que ocurre
tanto en personas sanas como en aquellas que sufren alguna enfermedad; entonces,
una mayor activación fisiológica propicia la aparición de sintomatología que puede
convergir en trastornos físicos; por ende, se ha propuesto que los altos niveles de
estrés constituyen un factor de riesgo para la salud, y aun como factor de
mantenimiento de la enfermedad y/o como consecuencias de padecer una
enfermedad (Peralta, Robles, Navarrete y Jiménez, 2009). Como se ha mencionado,
el estrés contribuye un factor de riesgo importante en las personas que sufren una
enfermedad crónica, ya que estas suelen llevar asociados altos niveles de estrés, el
cual se hace manifiesto si uno de los síntomas de la enfermedad es el dolor. Así, no
representa solo una de las múltiples consecuencias de la enfermedad del LES, sino
que su modulación inmunológica puede actuar para agravar su curso (Peralta,
Robles, Navarrete y Jiménez, 2009).
Ahora, otro aspecto importante, entre las variables moduladoras del estrés, está
referido a la autoestima, debido a que implica tanto a las situaciones externas al
sujeto como a sí mismo.

2.3.4. Autoestima
La autoestima, según Coopersmith, quien la define como el juicio personal de valía
que es expresado en las actitudes que el sujeto toma de sí mismo, la experiencia
subjetiva que se transmite a los demás verbalmente o en conductas manifiestas. Es
decir, es entendida como la percepción positiva que tiene el sujeto de sí mismo, el
nivel de aceptación que tiene de cómo es o el sentimiento positivo de auto valía
(Gutiérrez, Eugenia y Noris, 2017). En consecuencia, un bajo nivel de autoestima
podría tener influencia en el control de la enfermedad lúpica ya que la aparición de
sentimientos de infelicidad y desesperanza complota con la adherencia al
tratamiento médico, favoreciendo la adopción de estilos de vida no saludables,
fundamentalmente aquellos vinculados al consumo de diversas sustancias
psicoactivas, lo que entorpece la recuperación y el cambio.
Por otro lado, un adecuado nivel de autoestima facilita que las personas perciban
los acontecimientos como menos estresantes, lo que deviene en una disminución de
la vulnerabilidad ante los eventos de la vida que generan tensión, haciendo un uso
adecuado de sus recursos para afrontarlos adecuadamente. Para los pacientes con
LES significa además, que se dispongan a aceptar la enfermedad, su carácter
crónico, obtener la disposición para realizar el tratamiento sistemáticamente y
adoptar estilos de vida más saludables (Gutiérrez, Eugenia y Noris, 2017).
2.4. Psiconeuroinmunología del LES
La enfermedad es entendida como el resultado de la interacción de diversos factores,
algunos propios del individuo, otros dependen de la interacción de microorganismos, sin
embargo, debido a su relevancia en el ser humano, los factores más interesantes son los
biopsicosociales. En ese sentido, la Psiconeuroinmunología trata de explicar cómo estos
factores son capaces de alterar la respuesta del sistema inmunológico, predisponiendo la
aparición de una enfermedad. Estudios experimentales y clínicos sugieren que hay una
relación funcional entre estrés, inmunidad y enfermedad.
La Psiconeuroinmunología es una disciplina integradora que nos facilita el aprender
sobre la capacidad que tiene el organismo para regularse y coordinarse ante los retos de
la vida. El lupus eritematoso sistémico es una enfermedad compleja, de tipo autoinmune
y de causa desconocida, en la que se ha descrito que los factores sociales y concretamente
el estrés puede agravar su sintomatología.
Debe señalarse que la implicación de los factores psicosociales sobre la regulación y el
funcionamiento de la respuesta inmunológica se ha venido consolidando paulatinamente.
Investigaciones demuestran la elevada frecuencia de ansiedad y depresión en los
pacientes con LES, asociada con una mayor actividad de la enfermedad (González,
Pérez, León, Moré y Alemán, 2017).

III. EVALUACIÓN
La evaluación psicológica se basa en el método científico y la aplicación de instrumentos
psicológicos y contiene varios matices importantes. Representa un proceso que puede incluir
diferentes recursos y procedimientos de medida, identificar dimensiones específicas del
sujeto, de su ambiente y de la relación entre ellos, para alcanzar sus objetivos y llegar a una
conclusión.
3.1. Evaluación en psicología de la salud
La psicología en la salud es un campo que estudia las influencias psicológicas en la salud,
los factores responsables por el acto de enfermarse, los cambios de comportamiento de
las personas al enfermarse y no se limita únicamente a ambientes hospitalarios o a centros
de salud, sino también a todos los programas que prioricen la salud física y mental
colectiva. La psicología de la salud es, por lo tanto, definida como un dominio de la
psicología que recorre los conocimientos provenientes de los variados sectores de la
psicología en vista de la promoción y protección de la salud, prevención y tratamiento de
la enfermedad, identificación de la etiología y diagnóstico relacionado con la salud,
enfermedad y disfunciones asociadas, análisis y mejora del sistema de cuidados de salud,
y perfeccionamiento de la política de salud.
En ese sentido, la evaluación psicológica en el contexto de la salud se une a la formulación
actual del concepto de salud y de las causas de las enfermedades, que actualmente, no se
consideran como poseedoras de una única determinación, sino como multideterminadas.
Así, la importancia de la evaluación psicológica del paciente, en contextos de salud
humana, resulta fundamental. El proceso de evaluación, además de adecuarse a la
naturaleza de la solicitud y de las condiciones del paciente, debe hacerlo a las
características del ambiente que no siempre se adaptan muy bien. La elección de
instrumentos como por ejemplo: entrevistas, protocolos, cuestionarios, tests psicológicos
psicométricos, proyectivos, o también, otras técnicas, como la observación, deben
ajustarse y ser bien planeadas.
Los aspectos psicológicos son cada vez más relevantes en las enfermedades crónicas,
haciendo necesario disponer de instrumentos de evaluación psicológica para optimizar
tanto la adhesión al tratamiento como el manejo de la enfermedad, su repercusión en la
calidad de vida del paciente y contribuir a la mejora en la asistencia. En conclusión, la
evaluación psicológica permite «operativizar» las variables relacionadas con el manejo
de la enfermedad y sus estresores asociados, que influyen en el pronóstico y la evolución
de la enfermedad.
3.1. Técnicas de evaluación
3.1.1. Entrevista:
Referida a la primera técnica de evaluación a utilizar en un primer contacto con el
paciente, que no solo se da para recabar datos biográficos, sino para observar de
cerca los avances de los pacientes durante la ejecución del programa y a su
finalización. La estructura de la entrevista a utilizar en este programa es de corte
conductual, semi estructurada, explorando a profundidad el motivo de consulta y la
biografía del individuo, de modo que nos permita continuar con el siguiente método
de evaluación.
3.1.2. Cuestionarios o inventarios:
- Inventario de Ansiedad de Beck (BAI). Es un instrumento autoaplicable de 21
ítems, desarrollado para estimar ansiedad, discriminando entre ésta y la
sintomatología depresiva.
- Inventario de Depresión de Beck, segunda edición (BDI - II). Este instrumento
autoaplicable consta de 21 ítems y presenta adecuadas propiedades
psicométricas.
- Inventario de estrés percibido (SRLE). Consta de veinte ítems que interrogan
sobre sucesos estresantes. El paciente contesta con qué intensidad ha estado
presente cada uno de ellos en su vida a lo largo del último mes. Este inventario
permite conocer la cantidad de acontecimientos estresantes cotidianos y el
grado de estrés producido por cada uno de ellos en el último es, en base a una
escala con rango entre 1 y 4.
- SCL 90: Es una escala de autoadministración orientada fundamentalmente para
determinar la conducta sintomática, comprende 90 ítems que reflejan las 9
dimensiones de primer orden que se cree abarcan la mayoría de los síntomas
que puedan presentar estos tipos de pacientes. En la Escala Abreviada SCL –
90 se usan solo 5 dimensiones: Hipocondría, Obsesivo Compulsivo, Depresión,
Ansiedad y Hostilidad.
- Cuestionario de Salud SF36, para evaluar calidad de vida relacionada con la
salud en términos de funcionamiento físico y psicológico, sus ítems detectan
tanto estados positivos como negativos de salud. Evalúa ocho dimensiones,
puntúa en una escala de 0 a 100, las cifras más altas indican una mejor calidad
de vida.
3.1.3. Auto registros:
Técnica de observación donde el paciente registra cada día, una situación específica,
describiendo el comportamiento que realizó, así como los pensamientos, emociones
y reacciones fisiológicas que tuvo en ese momento. Es necesario recalcarle que
registre solo eventos relevantes, de modo que permitan identificar los factores
precipitantes y mantenedores de la conducta.
- Registro de opiniones
- Registro de relación PEC
- Identificación de pensamientos automáticos
- Identificación de ideas centrales

IV. ENFOQUE DE INTERVENCIÓN GRUPAL COGNITIVO CONDUCTUAL


El enfoque Cognitivo Conductual ha demostrado eficacia en el tratamiento, ya sea individual
o grupal, en trastornos de ansiedad, depresión, y, en referencia a los Trastornos relacionados
a la salud, 26 menciona como tratamientos psicológicos basados en evidencia, a la Terapia
Cognitivo Conductual para mejorar la calidad de vida, como en trastornos cardiovasculares,
dolor crónico, síndrome del intestino irritable y cáncer.
La TCC postula que las cogniciones son las causas de los problemas emocionales y
conductuales y, las variables de interés por excelencia fueron trasladadas a los eventos
cognitivos que actualmente se consideran como la causa directa del comportamiento, por lo
que, el pensamiento en el objetivo principal de intervención.
4.1. Terapia cognitiva:
La terapia cognitiva fue formulada y desarrollada por Aaron Beck a principios de los
años 60, cuya actividad ha estado ligada al ámbito clínico y académico, por lo que ha
planteado un marco conceptual coherente y una serie de técnicas de intervención para el
tratamiento de problemas emocionales. En ese sentido, los resultados de sus
investigaciones, la observación clínica de la baja efectividad del psicoanálisis para el
tratamiento de trastornos neuróticos, la observación clínica y la autoobservación de los
pensamientos en el malestar emocional lo condujeron a formular una nueva teoría
general de la psicopatología y teorías más específicas, fundamentalmente sobre
depresión, ansiedad y trastornos de personalidad.
4.1.1. Organización cognitiva:
El modelo cognitivo sostiene que los individuos ante una situación estimular no
responden automáticamente, sino que antes de emitir alguna respuesta emocional o
conductual perciben, clasifican, interpretan, evalúan y asignan significado al
estímulo, en función de sus supuestos previos o esquemas cognitivos.
a. Esquemas cognitivos
Son entidades organizativas conceptuales complejas que están compuestas por
unidades más simples que contienen nuestro conocimiento de la forma en cómo
se organizan y estructuran los estímulos del ambiente; así, contienen conjuntos
de creencias nucleares en relación a uno mismo, a los demás y al mundo en
general. Dicho de otro modo, podemos decir que los esquemas cognitivos
incluyen la abstracción, interpretación y recuerdo, los esquemas afectivos se
encargan de la generalización de sentimientos, los esquemas motivacionales de
los deseos, los esquemas instrumentales formulan la acción y los esquemas de
control se involucran en la autoobservación e inhibición de la acción.
En la terapia cognitiva, se toma en cuenta que las creencias nucleares
constituyen un sustrato más profundo de los esquemas, sin embargo son estos
quienes incluyen además otras creencias con diferentes niveles de profundidad
y especificad.
b. Procesos cognitivos
Son reglas transformacionales, a través de las que las personas seleccionan del
medio la información que será atendida, codificada, almacenada y recuperada;
estas operaciones son procesos automáticos que operan de forma inconsciente,
en la mayoría de casos; en tanto que, si bien la utilización de atajos contribuyen
a una mayor economía y eficacia del sistema, pueden producir también sesgos
y errores en el procesamiento de la información. Aquellos sesgos negativos que
cometen las personas con problemas emocionales, se les conoce como
distorsiones cognitivas.
c. Productos cognitivos
Hacen referencia a pensamientos e imágenes resultantes de la interacción de la
información del medio, los esquemas y creencias, y de los procesos cognitivos.
Estos contenidos son accesibles al consciente en comparación a los esquemas y
procesos cognitivos, y según Beck, los denomina pensamientos automáticos.

CREENCIA
Necesito el amor y aprobación de las personas de mi entorno para ser feliz.
NUCLEAR

CREENCIA
INTERMEDIA Si complazco a los demás entonces siempre me querrán.
(1er nivel)

CREENCIAS Si me siento solo será por mi Es injusto que me sienta solo


INTERMEDIAS culpa porque no habré hecho lo cuando soy bueno y amable
(Supuestos básicos suficiente por los demás. con los demás.
2do nivel)

PENSAMIENTO La culpa de que mis hijos no me Mis hijos deberían llamarme


AUTOMÁTICO llamen es mía porque no les he más después de lo que yo he
atendido lo suficiente. hecho por ellos.

SENTIMIENTOS
Tristeza - Angustia - Ansiedad Ira - Enfado

Figura 1. Adaptada de Ruiz, Díaz y Villalobos (2012)

4.2. Técnicas de control de la activación:


La relajación es una técnica consistente en un proceso de control de la activación, cuya
finalidad es reducir el estado de activación fisiológica, facilitando de esta manera la
recuperación de la calma, equilibrio mental y sensación de paz interior (Ruiz, Díaz y
Villalobos, 2012). Es todo un proceso de aprendizaje que la persona atraviesa para
alcanzar dicho fin, de modo que al final del proceso cuente con una estrategia eficaz
para afrontar cualquier situación activadora. Al mismo tiempo la relajación también es
considerada una estrategia breve para sacar de apuros a la persona cuando ésta se
encuentra en una situación estresante, o problemática. Para el presente programa, se
realizarán técnicas de relajación como la respiración diafragmática y la relajación
muscular progresiva de Jacobson.
V. INTERVENCIÓN
5.1. Objetivo general:
Mejorar la calidad de vida de los pacientes con enfermedad de LES, mediante
herramientas y estrategias cognitivas y de control de la activación.
5.2. Objetivos específicos:
- Brindar información sobre la relación entre pensamiento, emoción, conducta y
reacciones fisiológicas.
- Brindar información sobre las consecuencias de las reacciones fisiológicas en
relación a su diagnóstico, con una mirada desde la Psiconeuroinmunología.
- Identificar situaciones que generan altos niveles de activación fisiológica.
- Poner en práctica las técnicas de relajación ante signos de tensión y activación
fisiológica.
- Identificar pensamientos y preocupaciones relacionadas a uno mismo, del
entorno y de las relaciones con los demás.
- Modificar pensamientos y preocupaciones relacionadas a uno mismo, del
entorno y de las relaciones con los demás.
- Desarrollar las habilidades sociales poniendo énfasis en el estilo de
comunicación asertivo.
- Reconocer la importancia del autoconcepto y autoaceptación para fortalecer la
autoestima.
5.3. Matriz de sesiones:

OBJETIVOS TÉCNICAS TAREAS
SESIÓN

-Brindar información breve


relacionada al LES.
-Establecer la relación entre la -Fichas de
1 Autorregistros
calidad de vida y los factores autorregistros
psicológicos implicados:
Ansiedad, depresión y estrés.

-Brindar información referente a


nociones básicas de la TCC.
-Fichas de
2 -Establecer la relación entre Autorregistros
autorregistros
pensamiento, emoción y
conducta, haciendo énfasis en las
respuestas fisiológicas.
-Técnicas de
-Fichas de
-Identificar situaciones que le relajación:
autorregistros
3 generan respuestas fisiológicas Respiración
-Respiración
intensas. diafragmática,
diafragmática
Relajación
- Aplicar técnicas de relajación muscular -Relajación
ante signos de tensión y progresiva de imaginaria
activación fisiológica. Jacobson,
Relajación
imaginaria

-Identificar pensamientos -Autorregistros


-Fichas de
4 automáticos, creencias -Técnicas de
autorregistros
intermedias e ideas centrales. relajación

-Identificar pensamientos no -Autorregistros


-Fichas de
5 razonables: Distorsiones -Técnicas de
autorregistros
cognitivas e ideas irracionales. relajación

-Autorregistros
-Fichas de
6 -Identificar las ideas centrales. -Técnicas de
autorregistros
relajación
-Reestructuración
-Reestructurar pensamientos cognitiva -Fichas de
7
mediante el proceso de debate. -Técnicas de autorregistros
relajación

-Autoinstrucciones
-Reestructurar pensamientos y parada de
-Fichas de
8 mediante auto instrucciones y pensamiento
autorregistros
parada de pensamiento. -Técnicas de
relajación

-Técnicas de
-Fomentar el estilo de
afrontamiento
comunicación asertivo como -Fichas de
9 -Role playing
parte del entrenamiento en autorregistros
-Técnicas de
habilidades sociales.
relajación
-Reconocer la importancia del
Role playing
autoconcepto y autoaceptación -Fichas de
10 Técnicas de
para el fortalecimiento de la autorregistros
relajación
autoestima.

5.4. Técnicas cognitivos-conductuales:


5.4.1. Técnicas conductuales:
a. Programación de actividades: Durante la sesión, se programan las actividades
diarias, utilizando una jerarquía según la dificultad percibida por el paciente. El
objetivo principal es que el paciente se perciba capaz de controlar su tiempo y
realizar algunas actividades a favor de su capacidad.
b. Role-playing: En la aplicación de esta técnica se presta especial atención a los
pensamientos automáticos; se suele llevar a cabo en las sesiones mediante
ensayo de conducta o modelado, con el objetivo de comprobar o refutar
hipótesis planteadas en relación a sus creencias ante una acción o interacción
determinada.
c. Técnicas de afrontamiento: Con el objetivo de modificar pensamientos
disfuncionales, se utiliza el control de estímulos, por ejemplo, para aliviar las
dificultades de sueño que suelen presentarse en los pacientes con
sintomatología ansiosa o depresiva. También, se utilizan técnicas de relajación
y entrenamiento asertivo.
5.4.2. Técnicas cognitivas:
a. Autorregistros: Se utilizan en las fases iniciales para recoger información sobre
el estado emocional del paciente y su frecuencia, se suele valorar en una escala
del 0 al 100. Tienen una doble utilidad, permiten obtener información detallada
de lo que ocurre al paciente a lo largo de la semana, y sirven de línea base para
comparar los cambios posteriores.
b. Descubrimiento guiado: Hace referencia al proceso de debate para ayudar a que
el paciente a alcanzar nuevas perspectivas que desafíen sus creencias
disfuncionales mediante el cuestionamiento socrático, que consiste en realizar
preguntas abiertas hasta donde se considera necesario llegar, sin embargo,
permitiendo que sea el paciente el que llegue al hacer libremente sus
asociaciones y argumentaciones.

1. ¿Cuál es la evidencia a favor o en contra de estos pensamientos?

Pertinente cuando se está cuestionando y debatiendo el carácter disfuncional de


los pensamientos y distorsiones cognitivas.

2. ¿Cuáles son las formas alternativas de pensar en esa situación?

Se suele formular cuando ya se han identificado las distorsiones cognitivas y los


sesgos atribucionales en los que se basan los pensamientos automáticos ante
situaciones concretas, buscando alternativas respecto a su interpretación.

3. ¿Cuáles son las consecuencias de pensar de esta manera?


Se pretende detectar posibles creencias o esquemas disfuncionales que
sirven de soporte a los pensamientos y sesgos cognitivos negativos.

Cuadro 1. Adaptada de Ruiz, Díaz y Villalobos (2012)


5.4.2.1. Técnicas para identificar y modificar esquemas cognitivos y supuestos básicos
subyacentes:
Obtener e identificar creencias:
Búsqueda de reglas de inferencia del tipo “si A… entonces B”
Detectar los debería y tendría
El uso frecuente de estos imperativos categóricos son indicios de la utilización
de reglas que asumen que las personas deben ser infalibles consigo mismos, con
los otros y con el cumplimiento de las reglas.
Detectar temas comunes en los pensamientos automáticos ante distintas
situaciones
Utilizar la técnica de la flecha descendente
El objetivo es ir ahondando mediante una serie de preguntas encadenadas hasta
llegar a las creencias disfuncionales o esquemas más profundos del paciente.

Plantear situaciones hipotéticas

Cuadro 2. Adaptada de Ruiz, Díaz y Villalobos (2012)

5.4.3. Técnicas de relajación:


a. Respiración diafragmática:
La respiración es un proceso esencial en la regulación de la actividad
metabólica. En ella se realiza el intercambio de gases, aportando oxígeno a las
células y expulsando los gases generados en la combustión de ellas. Las fases
que la componen son:
- Inspiración, el aire penetra las fosas nasales y llega a los pulmones.
- Pausa inspiratoria, se produce una breve pausa durante la cual los pulmones
se mantienen en un estado de inflación, facilitando el intercambio gaseoso.
- Espiración, el CO2 penetra en los alveolos y es expulsado al exterior.
- Pausa espiratoria, los pulmones permanecen en reposo. En este programa, se
trabajará con la respiración diafragmática, donde se produce gran movilidad de
las costillas inferiores y la parte superior del abdomen, de modo que el
diafragma participa activamente.
b. Relajación progresiva de Jacobson:
Propuesto por Edmund Jacobson a raíz de sus trabajos en laboratorio, quien en
un inicio comprobó que la tensión y distensión de una serie de músculos, y la
percepción de las sensaciones corporales producidas a partir de ello, generaban
en la persona un estado de relajación profunda, al eliminar las tensiones y
contracciones musculares. En la actualidad, existen versiones más breves de
ello donde se trabajan con 16 grupos musculares, con una duración de 30-40
minutos durante las primeras semanas. En el transcurso de las sesiones, el
número de ejercicios y el tiempo irán disminuyendo.
Así, el objetivo general de la relajación es reducir los niveles de activación
mediante la disminución progresiva de la tensión muscular. Para ello, se tensan
y distensan diferentes grupos musculares, y al mismo tiempo la persona ha de
darse cuenta de las sensaciones que se producen en cada situación.
c. Relajación mental imaginaria:
En la relajación mental imaginativa se propone a los pacientes que interioricen
ciertas sensaciones: color, olor, frescor, calor, gusto, movimiento, y otros que
se relacionan con distintos mundos imaginarios: un bosque, un viaje al fondo
del mar, un vuelo entre las nubes. El contexto de referencia lo constituye el
universo simbólico universal de los mitos y leyendas, las narraciones
maravillosas, los tópicos literarios.
d. Entrenamiento autógeno:
Es otra de las técnicas clásicas; fue elaborada por Schultz, un neurólogo
berlinés, consiste fundamentalmente en lograr la autorrelajación concentrativa
por inducción del propio sujeto, con la utilización de una serie de frases que
sugieren sensaciones de peso, calor, frescor, concentración pasiva en la
respiración y en los latidos del corazón. El ejercicio se puede hacer en tres
posturas: acostado, sentado en un sillón con alto respaldo que permita apoyar
los brazos y en “postura de cochero”, en condiciones ambientales similares a
las de cualquier otro tipo de relajación.

5.5. Recursos humanos

5.5.1. Elaboración del programa: Estuvo a cargo de la Interna en Psicología.


5.5.2. Ejecución de programa: Psicóloga de la institución e internos de psicología.
Profesionales del servicio de Reumatología, quienes facilitaron la participación de
los pacientes brindando la información respectiva para su inclusión.
5.6. Recursos materiales
5.6.1. Materiales de escritorio: Lapiceros, lápices, hojas bond A4, hojas de colores,
plumones de pizarra, cinta adhesiva.
5.6.2. Materiales tecnológicos: Impresora, computadora, laptop, celulares, parlantes y
memorias USB.
5.6.3. Materiales bibliográficos: Libros, artículos de investigación, acceso a internet.
5.6.4. Otros: Ambiente (consultorios), pizarra, mesas y sillas.
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Ps. María Pinazo Bella Brigitte E. Huamán Aquino
Asesora del Centro de PPP Interna de Psicología

Dra. Gloria Díaz Acosta


Asesora de la universidad

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