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Lectura 7

Rapidez de reacción y los factores que la afectan


Rapidez de reacción, ¿qué mide y cuál es su importancia?

La rapidez con la que se realiza una reacción se define como el tiempo en el que los reactivos se convierten en
productos. Para medirla se debe utilizar una medida en la que se encuentran los reactivos, denominada
concentración. La concentración indica qué cantidad de una sustancia está disuelta en un solvente. Por lo
regular, las reacciones químicas como las que involucran ácidos se presentan en disolución; no obstante, como
observamos con el fósforo, no siempre es así.

Entonces, la fórmula de velocidad de reacción es:


Velocidad de reacción = cambio de la concentración
tiempo determinado
Las unidades en las que se expresa la velocidad de reacción son en el número de moles sobre litro de solución
por segundo.

Velocidad de reacción= mol


lxs

¿Qué factores determinan la rapidez con la que ocurre una reacción?

Una reacción química se produce mediante colisiones


eficaces entre las partículas de los reactivos, por tanto,
es fácil deducir que aquellas situaciones o factores que
aumenten el número de estas colisiones implicaran una
mayor velocidad de reacción. Algunos de estos factores
son:

Temperatura
Al aumentar la temperatura, también lo hace la rapidez a la que se mueven las partículas y, por tanto, aumentara
el número de colisiones y la violencia de estas. El resultado es una mayor rapidez en la reacción. Se dice, de
manera aproximada, que por cada 10°C de aumento en la temperatura, la velocidad se duplica. Esto explica
porque para evitar la putrefacción de los alimentos los metemos en el refrigerador o en el congelador. Por el
contrario, si queremos cocinarlos, los introducimos en el horno o en una cazuela puesta al fuego.

Presión
Otro de los factores que afectan la velocidad de reacción es la presión a la que se somete la reacción. Al igual
que en el caso de la temperatura, si una sustancia se somete a mayor presión, aumenta la cinética de sus
partículas; por tal razón, las colisiones aumentan y su velocidad de reacción es mayor. La presión afecta de la
misma manera que la temperatura a una velocidad de reacción.

Grado de pulverización de los reactivos


Si los reactivos están en estado líquido o sólido, la pulverización, es decir, la reducción a partículas de menor
tamaño, aumenta enormemente la velocidad de reacción, ya que facilita el contacto entre los reactivos y, por
tanto, la colisión entre las partículas.
Estado físico
Es un factor determinante en la velocidad de reacción. De acuerdo con la teoría de colisiones, en cuanto más
energía tengan, las moléculas de los reactivos, más choques se producirán entre ellas. En los cuerpos sólidos,
las moléculas, aunque tienen movimiento, éste no se aprecia claramente. En cambio, los líquidos se adaptan a
la forma del recipiente que los contiene y tienen volumen definido; en este estado, las moléculas tienen mayor
movimiento, aunque todavía no se encuentran del todo libres. Por último, en el estado gaseoso, las moléculas
de las sustancias se encuentran libres y se producen mejor las colisiones entre ellas; por esa razón, la velocidad
de reacción es mayor en el estado gaseoso de la materia. Por ejemplo, el carbón arde más rápido, entre más
pequeños son los pedazos; y si esta finamente pulverizado, arde tan rápido que provoca una explosión.
De lo anterior, se concluye que los reactivos que se encuentran en estado gaseoso reaccionan más rápido que
los que se encuentran en estado líquido, y éstos, a su vez, más rápido que los que se encuentran en estado
sólido.

Naturaleza química de los reactivos que intervienen en la reacción


Dependiendo del tipo de reactivo que intervenga, una determinada reacción tendrá una energía de activación:
• Muy alta, la reacción será muy lenta.
• Muy baja, la reacción será muy rápida.
Así, por ejemplo, si tomamos como referencia la oxidación de los metales, la oxidación del sodio es muy rápida,
la de la plata es muy lenta y la del hierro es intermedia entre las dos anteriores.

Concentración de los reactivos


Si los reactivos están en disolución o son gases encerrados en un recipiente, cuanto mayor sea su concentración,
más alta será la velocidad de la reacción en la que participen, ya que, al haber más partículas en el mismo
espacio, aumentara el número de colisiones.
A temperatura constante, la velocidad de una reacción química es proporcional al producto de las
concentraciones molares de los reactivos. Entonces, a mayor concentración de reactivos, aumenta la velocidad
de reacción; y a menor concentración, disminuye.

El ataque que los ácidos realizan sobre algunos metales con desprendimiento de hidrogeno es un buen ejemplo,
ya que este ataque es mucho más violento cuanto mayor es la concentración del ácido.
La variación de la velocidad de reacción con los reactivos se expresa, de manera general, en la forma:
v = k[A]α[B]β
Donde α y β son coeficientes que no coinciden necesariamente con los coeficientes estequiométricos de la
reacción general antes considerados. La constante de velocidad k, depende de la temperatura.

Catalizadores
Los catalizadores son sustancias que facilitan la reacción modificando el mecanismo por el que se desarrolla. En
ningún caso el catalizador provoca la reacción química; no varía su calor de reacción.
Los catalizadores se añaden en pequeñas cantidades y son muy específicos; es decir, cada catalizador sirve para
unas determinadas reacciones. El catalizador se puede recuperar al final de la reacción, puesto que no es
reactivo ni participa en la reacción.
Se distinguen tres tipos de catalizadores en las reacciones químicas:

1. Catalizador heterogéneo. Es cuando el catalizador se encuentra en una fase diferente a la de los reactivos;
por ejemplo, los reactivos se encuentran en disolución acuosa, es decir, en estado líquido, y se les adiciona un
catalizador en estado sólido.
2. Catalizador homogéneo. El catalizador se encuentra en el mismo estado de agregación que el de las sustancias
reaccionantes. Un ejemplo es la descomposición del clorato de potasio (KClO3), también en estado sólido, y se
le agrega dióxido de manganeso, que se encuentra en estado sólido.
3. Catalizador enzimático. Utiliza compuestos provenientes de los seres vivos, es decir, tiene un origen biológico.
Las enzimas en los seres vivos realizan la función de catalizador en las reacciones bioquímicas; de ahí su nombre.

¿Cuál es la relación entre la energía de activación y la rapidez de reacción?

Es importante destacar que la energía de activación y la rapidez de reacción están relacionadas:


• Energía de Activación alta → velocidad de reacción baja
• Energía de Activación baja → velocidad de reacción alta
Por tanto, si queremos aumentar la velocidad de una reacción podemos hacerlo bajando su energía de
activación, por ejemplo mediante la acción de un catalizador. Experimentalmente se observa que la rapidez de
una reacción química aumenta al aumentar la temperatura. Esta es, por ejemplo, la base de guardar los
alimentos en el refrigerador: al bajar la temperatura, las reacciones de deterioro de los mismos se ralentizan y
el alimento permanece durante más apto para su consumo.

Combustiones lentas y rápidas


Definimos como combustión, al proceso de oxidación que se crea en un combustible al hacer contacto con un
comburente, en este caso el oxígeno y con una energía que lo activa, lo cual le hace desprender calor (reacción
exotérmica). Esta reacción exotérmica se inicia cuando el combustible se calienta superando su temperatura de
ignición. Debido al calor se rompen los enlaces químicos.
Las reacciones de combustión son muy empleadas en la industria de procesos, ya que esta permite la
adquisición de energía para emplearlas en otros usos, la misma se lleva a cabo en calderas, en hornos o en
cámaras de combustión.
Las reacciones de combustión, dependiendo de la velocidad de propagación, se pueden clasificar en varios
tipos:

Combustiones lentas. Las combustiones lentas no producen emisiones de luz y generan poca emisión de calor.
Se suelen producir en lugares poco ventilados con escasez de comburente o sobre combustibles muy densos.
Se trata de fuegos muy peligrosos ya que al darse en condiciones de poca aireación cuando entra aire nuevo en
la habitación se produce un aumento del comburente activando el incendio rápidamente.

Combustiones rápidas. En las combustiones rápidas se produce una gran emisión de calor y luz con un fuego
intenso. Si una combustión es muy rápida se puede producir una explosión. Las explosiones se consideran
combustiones instantáneas.

Podemos clasificar a las explosiones en dos tipos:


- Deflagración: La velocidad de propagación del frente de llamas no supera la velocidad del sonido.
- Detonación: Una detonación se da cuando la velocidad de propagación del frente de llamas es superior a la
velocidad del sonido (340 m/s).
Rapidez de reacción en procesos industriales y de la vida cotidiana
Rapidez de reacción y tratamiento de la basura
Los tratamientos químicos de los residuos comprenden distintas reacciones estequiométricas que entran en
juego en cada una de las operaciones químicas. Las reacciones son particulares de cada operación, lo que
caracteriza cada tipo de tratamiento químico. Existe una gran variedad de procesos químicos aplicables al
tratamiento de los residuos, pero en líneas generales, los podemos clasificar en dos grandes categorías: los que
destruyen los residuos y los que tan solo reducen la movilidad de los componentes tóxicos del residuo. Como
ejemplo de los primeros se puede citar la destrucción química de los cianuros, y entre los segundos, la
precipitación de metales pesados que los inmoviliza en forma de hidróxidos.
En líneas generales, los tratamientos químicos producen una modificación de la estructura molecular de los
componentes peligrosos de los residuos, transformando estos componentes en otros que tienen características
distintas, en general menos contaminantes.
En algunos casos esta transformación es irreversible, pero en otros pueden reproducirse las características de
peligrosidad si se alteran las condiciones externas.
Generalmente, para el tratamiento de residuos no se utilizan aisladamente las tecnologías de tratamiento
químico, sino en combinación con las físicas y biológicas. Por lo general, los residuos se someten en primer lugar
a un tratamiento fisicoquímico y, por último, a un tratamiento de tipo biológico.

Los procesos químicos aplicables al tratamiento de la basura y los residuos industriales peligrosos son,
fundamentalmente, los que se enumeran a continuación: Neutralización, Decoloración, Reducción química,
Precipitación química, Estabilización química, Calcinación y sinterización, Catálisis, Oxidación química,
Oxidación por aire húmedo, Hidrólisis, Ozonólisis, Clorólisis, Electrólisis, Extracción mediante fluido supercrítico,
Descarga de microondas, Oxidación por agua supercrítica. De ellos explicaremos la neutralización, la oxidación
y la reducción.

Neutralización. Es el tratamiento químico común y final de todas las operaciones relacionadas con el
tratamiento fisicoquímico. En algún caso es por sí misma una operación de tratamiento, como por ejemplo en
la precipitación de metales, que se produce a un pH determinado, y en otros casos, es el ajuste final de pH que
sigue a otro tratamiento específico, como es el caso de las neutralizaciones posteriores a la oxidación o
reducción.
El tiempo de reacción es inmediato, por lo que el dimensionamiento de las celdas de reacción se efectuara
desde un punto de vista hidráulico exclusivamente. La reacción es prácticamente instantánea y conduce a un
producto final de carácter fangoso, que en función de su concentración deberá ser decantado o filtrado. Si la
concentración de solidos en suspensión es baja, se puede efectuar la separación de estos del agua por simple
decantación, pero si es muy elevada puede ser más conveniente utilizar una filtración.

Oxidación
Este proceso se utiliza como operación primaria previa a la neutralización para la transformación de
determinados productos potencialmente peligrosos en otros menos nocivos o más estables que posteriormente
serán precipitados. La utilización más frecuente de este procedimiento es la de oxidación de cianuros que se
realiza con: hipoclorito sódico o cálcico. El medio más aconsejable de realizar la operación, es elevar desde el
principio el pH por encima de 10 y posteriormente, dosificar el hipoclorito. De esta forma, se evita además, el
riesgo de desprendimiento de cianhídrico.
Reducción
Esta es una operación que se realiza principalmente para reducir el cromo hexavalente, fuertemente toxico, a
cromo trivalente. Como en el caso de la oxidación de cianuros, la velocidad de la reacción es función de pH,
debiendo trabajar con un pH fuertemente acido para que el tiempo de reacción sea lo más corto posible. Una
vez realizada la operación, será preciso neutralizar el residuo de igual forma que se ha mencionado en el caso
del cianuro.

Combustión del papel en las bibliotecas vs los explosivos

Como se mencionó en los temas anteriores, hay combustiones rápidas y lentas. Uno de los factores que
determina esta clasificación es la naturaleza química de las sustancias, ya que éstas poseen puntos de ignición,
inflamación y autoinflamación diferentes. El papel es una sustancia fabricada a partir de un polímero natural de
las plantas llamado celulosa. Ésta no es explosiva, es decir, no reacciona bruscamente cuando se realiza la
combustión. En algunos productos, sobre todo en los aerosoles y encendedores, se coloca una leyenda de
precaución que dice: “No perforar ni exponer al sol”. Esta leyenda tiene un fundamento válido, ya que las
sustancias que contienen los aerosoles son altamente inflamables y, como se encuentran presurizadas, podrían
iniciar combustiones violentas y explosivas.

La energía química; pilas y baterías

Para comprender mejor el funcionamiento de la batería y de la pila, tomemos


la parte fundamental de estas: la celda. Para la explicación del principio de su
funcionamiento, se tomará como referencia la celda de Daniell. Esta celda,
está compuesta por una placa de cobre, la cual es un electrodo, que ésta
parcialmente sumergida en una solución de sulfato de cobre (II) o sulfato
cúprico, mientras que una placa de zinc esta también parcialmente sumergida
en una solución de sulfato de zinc; ambas soluciones – electrolitos , se
encuentran separadas por medio de una membrana porosa.
Esto es lo ocurre cuando se conectan las placas por medio de un cable. En la placa de zinc, los electrones de
algunos átomos que componen la placa se separan de estos, provocando que los átomos se transformen en
iones y que se separen de la placa para formar parte de la solución; los electrones fluirán por el cable desde la
placa de zinc hasta la placa de cobre. Una vez que llegan a la placa de cobre, esta se satura de electrones,
provocando que los iones de cobre se separen de la solución del sulfato para formar parte de la placa de cobre.
Dadas estas reacciones, como en el electrolito donde se encuentra la placa de zinc hay más iones de zinc
positivos y en el electrolito donde está la placa de cobre hay más iones de sulfato negativos, entonces también
debe haber una estabilidad eléctrica entre ellas ya que sin dicha estabilidad el circuito no estaría
completamente cerrado. Aquí es donde entra la utilidad de la membrana porosa porque, si bien no permite la
mezcla de los dos electrolitos, permite el paso de los iones sulfato hacia la solución donde se encuentra la placa
de cobre. Conforme transcurra el tiempo, comenzara a verse que la placa se zinc se vuelve más delgada mientras
que la placa de cobre se vuelve más grueso debido a que el zinc comienza a ser parte de la solución y a la placa
de cobre se incorporan nuevos átomos de cobre a partir de los iones cobre. El proceso que ocurre es estas
placas es un proceso de oxidación-reducción.
Otra variante de este experimento consiste en usar un puente salino en vez de usar la membrana porosa.
Habiendo explicado brevemente el funcionamiento de una celda electrolítica, ahora se describirán los tipos de
dispositivos que funcionan con estas celdas y con ello se aclararán conceptos que suelen usarse indistintamente
en la vida cotidiana, pero que técnicamente son completamente diferentes:
Pila
Es un dispositivo que contiene una celda electrolítica en la cual existe una diferencia de potencial; esta
diferencia de potencial no se pierde con el paso del tiempo, pero cuyos elementos que componen a la pila para
producir una corriente eléctrica se deterioran, por ello cuentan con una fecha de caducidad. Además, una vez
que se han usado, ya no pueden ser recargadas. La energía en este tipo de dispositivos es mayor que en las
baterías recargables y tienen una vida útil más larga porque pierde su carga durante su almacenamiento, lo cual
se conoce como tasa de descarga, por lo que su vida útil es de cinco años o más.

Las pilas más comunes son:


• Zinc-carbón. En estas pilas, el electrodo negativo está hecho de zinc mientras
que el electrodo positivo es de carbón, a su vez el electrolito empleado es
cloruro de zinc o cloruro de amonio. El proceso de manufactura de estas pilas
es barato, pero su durabilidad no es tan larga. Por ello es muy común encontrar
estas pilas en aquellos productos que indican “pilas incluidas”.
• Alcalinas. En estas pilas, el electrodo negativo está hecho de polvo de zinc y
el electrodo positivo de dióxido de manganeso, mientras que el electrolito es
hidróxido de potasio. Estas pilas proporcionan más energía que los análogos de zinc-carbón y son menos
susceptibles a tener caídas de voltaje durante su ciclo de descarga.
• Pilas de botón. Así llamadas por la forma que tienen. Es una pila muy usada en aparatos como los relojes,
audífonos, marcapasos, calculadoras, aparatos médicos de precisión. El electrodo positivo suele estar hecho de
zinc o litio y el electrodo negativo de dióxido de manganeso, oxido de plata u oxido cúprico. Anteriormente se
usaba el óxido de mercurio, pero debido a su alta toxicidad tanto al medio ambiente como a la salud, está
dejando de emplearse en la fabricación de pilas.

Batería
Contiene una o más celdas electrolíticas en las cuales ocurren reacciones químicas
para la generación de potencial eléctrico entre dos terminales insertadas; este
potencial disminuye conforme la corriente pasa a través de una carga. La batería
ira perdiendo esa diferencia de potencial conforme pase el tiempo aun si no es
usada, pero puede recargarse al ser conectado inversamente a una corriente
eléctrica; para ello existen los cargadores de batería. Por supuesto, las baterías
irán degradándose conforme se carguen y descarguen y por ello cuentan con ciclos de carga/descarga. Ya que
en ambos dispositivos ocurren reacciones electroquímicas, la diferencia que hace a algunas recargables y a otras
no son las substancias que contengan y la naturaleza de las reacciones, ya que en las baterías las reacciones
electroquímicas son reversibles, mientras que en las otras no lo son.

Hay varios tipos de baterías recargables:


• Baterías de níquel-cadmio (Ni-Cd). Estas baterías soportan corrientes altas. Se ha comenzado su desuso
debido a que el cadmio es un metal altamente toxico, por ello los reemplazos de estas baterías son las de níquel-
hidruro metálico.
• Baterías de níquel-hidruro metálico (Ni-MH). Estas baterías no sufren el efecto memoria de las baterías de
níquel-cadmio, esto es, que no se cargan completamente cuando han estado semi-descargadas por semanas o
meses y se desea volver a cargarlas.
• Baterías de iones de litio (lithium-ion). Proporcionan más energía y tienen una mayor duración que las otras
baterías en una menor masa con menor volumen. El electrolito está hecho de sales de litio.
• Baterías de polímero-litio (Lithiun-ion Polymer -LiPo-).
• Baterías de plomo-ácido. Estas baterías se usan principalmente en los automóviles, aunque también se hallan
en los no-breaks y en los sistemas de iluminación de emergencia.

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