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Mi gran travesía a trapiches

Me levante el día 24 de agosto del 2022 a las 5:45 de la mañana, estaba


entusiasmado por compartir un gran día con mis compañeros, me bañe, me
aliste, Salí de mi casa, me dirigí al colegio y cuando llegué había tres buses,
eran de: tercero, cuarto y quinto, en cada bus había cierta cantidad de
estudiantes de séptimo, me senté con Dylan García, el me prestó su mp3 y
escuché música todo el recorrido, pasamos por el salto de Tequendama, la casa
del coco y el rio Bogotá.
Al llegar comimos un pastel de pollo, pero solo sabía a pan con queso y con un
jugo de mandarina muy feo, al dirigirnos al monte, a quinto lo dividieron 13
niños para cuarto y 13 para tercero, me fui con cuarto, desde ese momento no
volví a ver el resto de mis compañeros estaba junto a mi amigo acosta y Vélez,
dimos un corto recorrido vimos algo sobre la niebla que no me acuerdo bien
que era y pasamos por la casa de la llorona supuestamente y había una araña,
pero soy muy gallina y no la vi , luego llegamos al lugar de antes, después
hicimos una actividad que trataba del equilibrio en un palo, pasamos por una
malla y esperar a los demás, cuando pase todo tuve una gran vista a un laguito ,
con mi amigo Dylan acosta nos pusimos a rodar y dar muchas vueltas por un
hueco que había en el pasto, nos fuimos a una cabaña e hicimos un taller, al
principio hablamos sobre las redes sociales y el arte de escuchar, pero luego
hicimos una actividad muy triste, teníamos que escoger a una persona que no
conociéramos o con la que no nos lleváramos muy bien que digamos pusieron
música triste a todo volumen y nos hicieron reflexionar sobre la vida y como
tratábamos a nuestras madres, después salimos y nos volvimos a ver con
nuestros demás compañeros, almorzamos ; papa francesa, pollo, ensalada y
arroz, pero el arroz estaba desabrido (no tenia sabor) al terminar de almorzar
volvimos a salir rodando, posteriormente nos reunieron, fuimos a él laguito
mencionado anteriormente, pasamos por un puente y nos lanzábamos al agua,
luego subíamos y nos lanzábamos por un tobogán, luego nos fuimos a un túnel,
yo con mi amigo Santiago Rangel y mi otro amigo Julián García, nos quedamos
esperando a que se fuera un niño que estaba al frente de nosotros y todo estaba
oscuro, para mejor experiencia caminamos lento, salimos de ese túnel y una
niña de cuarto me pego, pero sin culpa, después me Bañe y me Cambié y comí
las onces que tenía en mi maleta, bajamos del monte y me puse a hablar con
mis compañeros a contarles cosas chéveres que habían pasado en el transcurso
del día mientras ellos estaban con otro curso, luego fuimos a nuestros
respectivos buses para devolvernos al colegio, mientras nos devolvíamos trate
de dormir, pero no pude, no podía hablar con mi compañera de al lado porque
estaba dormida, le jugué una bromita y se enojó conmigo , luego cambie de
puesto con una compañera y me puse a jugar con mi amiguito acosta y una
gorra, justo cuando llegamos mi compañero Samuel romero se vomitó, no me
toco esperar mucho para que llegaran por mí, a la mitad del camino del colegio
a mi casa me di cuenta que se me quedo la gorra, me devolví y mis compañeros
son muy buenas personas y me dieron mi gorra, mis padres me dieron una
chaqueta bien abrigada, me dirigí a mi casa, al llegar a mi casa mi prima me
saludo, fui a mi cuarto y estaba mi hermano, yo estaba muy cansado me dieron
de comer me cepille me bañe por tercera vez consecutiva en el día, me puse a
pensar sobre la vida me tome los medicamentos de la rinitis repose, me
empillame me acosté en mu cama, me acorde de lo que hice ese día y después de
un largo lapso de tiempo en la salida pedagógica, me dormí.
Así concluye una gran historia dejándonos como enseñanza el arte de escuchar
y también la amistad incondicional.

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