Es una capacidad básica de la comunicación humana a
través de la cual interpretamos ideas y conceptos; y, procesamos o razonamos esa información para generar respuestas.
Aptitud espacial: Indica la habilidad con que una persona puede
imaginarse mentalmente movimientos de figuras en el espacio.
Atención: Hace referencia al estado de observación y de alerta que nos
permite tomar conciencia de lo que ocurre en nuestro entorno.
Concentración: Es el proceso a través del que seleccionamos algún
estímulo de nuestro ambiente, es decir, nos centramos en un estímulo de entre todos los que hay a nuestro alrededor e ignoramos todos los demás.
Razonamiento: Es la capacidad para resolver problemas, extraer
conclusiones y aprender de manera consciente de los hechos, estableciendo conexiones lógicas necesarias entre ellos.
Aptitud numérica: Es la capacidad para manejar y utilizar símbolos
numéricos y relaciones matemáticas básicas, considerando la rapidez, precisión y la lógica del cálculo mental para resolver problemas.
Aptitud mecánica: Se evalúa la comprensión de los principios
mecánicos básicos aplicados a diferentes ámbitos, así como la capacidad para manejar objetos y para comprender el funcionamiento de diferentes mecanismos y los principios básicos de la física.
Ortografía: Conjunto de normas que regulan la escritura.
Capacidad general: Indica el rendimiento real del proceso que el alumno
experimenta con el tiempo.
Inteligencia fluida: Es la capacidad de pensar de manera abstracta,
razonar rápidamente y resolver problemas independientemente de cualquier conocimiento adquirido previamente.
Inteligencia cristalizada: Es aquel conjunto de capacidades, estrategias
y conocimientos, que representa el nivel de desarrollo cognitivo alcanzado a través de la historia de aprendizaje del sujeto.