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02.11.2015 – 05:00 H.
Grant Petersen, autor del bestseller 'Eat Bacon, Don't Jog' (Workman Publishing Company), defiende una dieta
baja en carbohidratos en la que la mayor parte de las calorías provengan de alimentos grasos: “Es la mejor forma
de que el propio cuerpo queme la grasa como combustible”, asegura el ya considerado un gurú de la alimentación.
Una dieta estupenda si tu excusa preferida para no hacer deporte es la de que no tienes tiempo para nada,
porque en lugar de ir a correr o a andar durante al menos media hora, Petersen recomienda hacer ejercicios
intensivos y ya está.
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Y no dice nada de esto al azar. Durante años estuvo
tratando de perder peso siguiendo estrictas dietas
bajas en grasas y haciendo ejercicio durante unas
tres horas al día, para nada.
¿Asco? Bueno, un poco, pero así se consigue eliminar los carbohidratos desde primera hora y quedarnos tan
saciados como si nos hubiésemos comido una magdalena o una tostada. ¿Por qué? Cuando el organismo tiene un
déficit de hidratos de carbono se produce lo que se conoce como cetosis: situación metabólica que induce el
catabolismo de las grasas con el objetivo de obtener energía. Esto deriva en unos compuestos denominados
cuerpos cetónicos que se encargan de descomponer las grasas en cadenas más cortas, generando acetoacetato
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que usa el cerebro como energía. Y ojo, porque en estados de ayuno puede llegar a aportar el 75% de la energía
que necesitamos.
Cuando se corta la ingesta de toda la comida, los niveles de insulina se reducen y comenzamos a quemar grasa
corporal
En resumen: el organismo deja de utilizar como fuente primaria de energía los glúcidos y los sustituye por las
grasas. Lo mejor es que en estado de cetosis el cuerpo es capaz de quemar grasas fácilmente, incluyendo las
reservas propias que tenemos. De ahí que el gurú no sea el primero en recomendar las grasas para quitarnos esos
kilos de más.
3. Pasando de la fruta
“Las frutas son universalmente consideradas naturales y saludables, pero en comparación con sus antepasados,
las de hoy en día prácticamente son piezas jugosas llenas de azúcares que sólo son buenas si las comparamos
con la bollería”, sentencia Petersen.
El cuerpo es capaz de metabolizar y utilizar como combustible la glucosa, la lactosa, la sacarosa y otros azúcares,
pero en el caso de la fructosa –el azúcar de la fruta– esta va directamente al hígado y, en grandes dosis, este se
sobresatura y al no poder asimilarla, la convierte en triglicéridos (grasas peligrosas) y la envía a la sangre, las
arterias y deja que se acumule en nuestras caderas.
“Cuando se corta la ingesta de toda la comida (incluyendo carbohidratos), los niveles de insulina se reducen y
comenzamos a quemar grasa corporal. Pero pasar hambre, aunque sólo sea por un día, es un proceso triste e
innecesario para conseguirlo”, comenta el gurú, quien ofrece una alternativa para reducir la insulina en el
organismo sin tener que ayunar: “Comer nada más que grasa durante 24 horas. Queso, aceite de coco, aceite de
oliva, mantequilla, tocino, carne o hasta seis huevos”. Probablemente te quedes saciado para la siguiente jornada y
sea el propio cuerpo quien te pida un día de descanso.
Sobre la tortilla de patatas también tiene algo que decir: “Prácticamente carentes de la mayoría de los nutrientes
excepto del potasio, las patatas tienen demasiado almidón y eso es malo para la salud”. Vamos, que mejor no
tomar un pincho a diario para desayunar.
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7. El coco es Dios
“No es mágico, pero se acerca bastante”, asegura. Es una fuente importante de triglicéridos de cadena media que
ayudan a evitar que las grasas se acumulen en el cuerpo. Sus pocas calorías se queman fácilmente y además
producen más cetonas, lo que colabora en la quema de todo tipo de grasas.
“Los triglicéridos están siendo utilizados en tratamientos contra la obesidad, el cáncer, el Alzheimer o el Parkinson
entre otras enfermedades neurológicas que normalmente se relacionan con un flujo constante de glucosa en el
cuerpo”, añade.
“Si engordas con facilidad, es posible que tengas que limitarte a 20 gramos de carbohidratos por día. Si no, puedes
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ingerir hasta 50”, explica Petersen. Las conocidas como bebidas espirituosas son bastante bajas en hidratos de
carbono, aunque debes saber que la cerveza es la que más contiene… Whisky, ginebra, ron, tequila o vodka –
siempre y cuando no los mezclemos con un refresco azucarado–, colaborarán en nuestro plan de adelgazamiento.
Es más eficiente y rápido, pero eso no quiere decir que sea más soportable o divertido que otros deportes. Y eso lo
sabe hasta Petersen: “Lo único que digo es que cuando el objetivo se trabaja con ejercicios cardiovasculares, se
fortalece el corazón y los vasos sanguíneos, se consiguen unos músculos más fuertes y nos volvemos más
resistentes a las lesiones”
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