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2.2.

5 Fuerzas de inercia

En el apartado 2.1.4 se expuso el movimiento relativo entre sistemas de referencia y se indicó que si
el movimiento entre ellos es acelerado, ya sea de traslación o de rotación o ambos a la vez, aparecerán
distintos efectos que no son atribuibles a interacciones, sino más bien al punto de vista de cada
observador. Para conservar la analogı́a formal con la dinámica de Newton (que recordemos está pensada
para marcos de referencia inerciales), se introduce el concepto de fuerzas de inercia, también llamadas
fuerzas ficticias o fuerzas aparentes. Hay que tener cuidado con el lenguaje porque estas supuestas
fuerzas inerciales actúan justamente en los sistemas de referencia NO inerciales.

Las fuerzas de inercia presentan ciertas singularidades respecto de las fuerzas ordinarias de interacción
(aparte de aparecer solo en sistemas acelerados), como son que no poseen pareja de reacción (al no
implicar a dos puntos interactuantes, o si se entiende mejor, a dos cuerpos, no tiene sentido aplicar
la tercera ley de Newton. Recordar que en el par acción-reacción cada fuerza del par actúa sobre
un cuerpo distinto) y que siempre son proporcionales a la masa (en mecánica newtoniana a la masa
inercial, para ser más concretos). Por eso, a menudo, hay reticencias a llamarlas fuerzas y se prefiere
llamarlas simplemente efectos, aunque las dimensiones fı́sicas son las de una fuerza.

1.- Sistemas en traslación

Son de sobra conocidos los efectos sobre el movimiento de los objetos en su interior al aplicar un
acelerón o un frenazo a un vehı́culo (de la misma manera que al tomar una curva, aunque eso lo
veremos más adelante). Si pusiéramos en equlibrio verticalmente un péndulo pillado al techo del
vehı́culo que se desplaza en horizontal, al iniciarse la marcha se inclinarı́a hacia atrás y ante una
frenada hacia adelante. Análogamente, si dentro de un ascensor que se desplaza hacia arriba alguien
se sube a una báscula, esta marcarı́a un peso mayor al partir y uno menor al llegar. Son dos ejemplos
tı́picos de efectos de inercia.

En un apartado anterior ya se dedujo la expresión que relaciona las aceleraciones medidas por dos
observadores (O′ en el sistema de referencia Σ′ y O en el sistema de referencia Σ) en movimiento
relativo de traslación (sin rotación) y que vienen dadas por:

a′ = a + ain ain = −A

donde la aceleración de inercia (o de arrastre) ain en Σ′ es la que lleva O′ respecto a O, A, con signo
contrario.

Supongamos para nuestra conveniencia que Σ es un sistema en reposo (en cuyo caso debe ser inercial,
SRI) y que Σ′ está acelerado (A 6= 0). Planteamos ası́ las cosas para que en Σ se cumplan los requisitos
de las leyes de Newton. En tal caso, en ese sistema, F = ma, por lo que:
F
a′ = + ain
m
donde, evidentemente, F se trata de fuerzas de interacción. Para que esto se parezca formalmente a
ley fundamental de la dinámica, se suele escribir la fuerza de inercia como Fin = main = −mA y, por
tanto:
F + Fin = ma′
Matemáticamente esto hay que tratarlo como si simplemente se incoporase una fuerza más al problema
de Σ, de forma que a continuación se procederı́a como siempre. Por ejemplo, en el caso del péndulo
colgado vertical del techo del vehı́culo, mientras este se acelere de forma constante con A = ao ux , el
nuevo equlibrio se alcanzarı́a con un ángulo hacia atrás θ y una tensión T en el hilo tales que:

T + mg + Fin = ma′ = 0
donde T es la tensión, mg el peso, Fin = −mao ux y hacemos a′ = 0 porque en equilibrio las fuerzas
se cancelan. Descomponiendo: (
T cos θ − mg = 0
T sen θ − mao = 0

cuya solución es T = m g 2 + a2o y θ = tan−1 ( ago ), siendo θ el ángulo con la vertical.


p

De la misma manera, aplicando el mismo método al ejemplo del ascensor si se moviera con aceleración
A = ao uy , las fuerzas sobre la persona que se suba la báscula (y que por tanto está quieta dentro del
ascensor, a′ = 0) cumplirı́an la ecuación:

N + mg + Fin = ma′ = 0

donde N es la normal que hace el ascensor sobre la persona. Ahora todo es en un solo eje y resulta:

N − mg − mao = ma′ = 0

De solución: N = m(g + ao ). Como, por el principio de acción y reacción, la fuerza que hace la báscula
contra el individuo es igual y de sentido contrario a la que este hace contra la báscula N′ = −N y esto
es lo que verdaderamente ella marca como peso del individuo P ′ = N ′ = m(g + ao ), que se observa
será mayor que el peso en reposo P = mg si ao > 0, menor si ao < 0 y el mismo P ′ = P = mg, si el
ascensor va a velocidad constante (ao = 0).

2.- Sistemas en rotación

Como se hizo cuando se trató la sección del movimiento relativo, solo nos fijaremos igualmente en
el caso más sencillo, que es la rotación simple alrededor de un eje fijo y que, en nuestros ejemplos,
será un eje de simetrı́a (por ejemplo, el eje axial de un disco y cosas ası́). Reproduciendo el resultado
que obtuvimos allı́, se puede condensar de manera muy similar al apartado anterior como:

a′ = a + ain ⇒ ain = acen + acor + aα

con la diferencia evidente en este caso de que ain tiene una expresión mucho más complicada que
consta de tres contribuciones, cuya forma concreta se puede consultar en aquella sección. Aquı́ nos
limitaremos a decir que esto nos conduce de nuevo a:
F
a′ = + ain ⇒ F + Fin = ma′
m
Y se procede de la misma manera. Los casos donde interviene acor son más complicados, porque exige
el movimiento del punto material en Σ′ y eso sucede, por ejemplo, cuando hay movimientos a gran
escala sobre la Tierra (que es un sistema en rotación, como se sabe). Entre otras cosas, es el efecto
responsable del giro de las borrascas (y los huracanes), ahora que están muy de moda.

Para que ocurran los otros dos efectos no es necesario que el punto material se mueva, a su vez,
dentro del sistema giratorio. Puede estar en reposo siempre que no sea en un punto del eje. Para que
se manifieste el efecto de aα la velocidad de giro debe variar (algo que no sucede por ejemplo en la
Tierra, que rota con bastante regularidad una vuelta cada veinticuatro horas). Por eso, quizá el más
sencillo y el que más nos interese es el efecto o fuerza centrı́fuga que puede escribirse de forma general
como:
Fin = Fcen = macen = −m~ ω ∧ (~ω ∧ r)
aunque nosotros usamos frecuentemente acen = −an con an = v 2 /R, donde an es la componente
normal (o radial) de la aceleración (observar que hemos reducido la complejidad del problema inicial a
simplemente describir cı́rculos). En todo caso, hay que saber que v = ω~ ∧ r, que en el caso más simple
también se puede escribir como v = ωR.

Nota Recordar que en tipografı́a, cuando se escribe en negrita (por ejemplo, v) se trata de un vector,
pero que este procesador no me escribe en negrita las letras griegas, ası́ que a omega le pongo la flecha,
ω
~.
Por último, analicemos unos ejemplos donde solo figura la Fcen . El primero es un disco que contiene
cierta masa m de pequeño tamaño que está girando a velocidad ω, fija a él solo por el efecto del
rozamiento, de coeficiente µ, describiendo cı́rculos de radio R. Desde dentro del disco (SRN I, sistema
no inercial) la ecuación de equilibrio vendrı́a dada por:

N + mg + Fin + FR = ma′ = 0

donde Fin = Fcen y FR es la fuerza de rozamiento. En tal caso, descomponiendo por ejes:

 N − mg = 0

RF − mv 2 /R = FR − mω 2 R = 0
 F ≤ µN

R
q
µg
y, resolviendo, para que la masa no se salga de la trayectoria circular, debe cumplirse que ω ≤ R.

Un caso similar es atar una piedra de masa m a una cuerda de longitud L y hacerla girar en cı́rculos
horizontales. En el sistema de referencia de la propia piedra (SRNI, sistema no inercial), la ecuación
de movimiento queda:

T + Fcen = ma′ = 0 ⇒ T − mv 2 /L = 0

y, si existe una tensión máxima


q Tmax que rompa la cuerda, entonces el máximo valor de la velocidad
angular de giro debe ser ω ≤ TmL max
.

Finalmente, un ejemplo más astronómico donde en una nave en órbita circular los objetos están
flotando (se suele decir que dentro hay gravedad cero pero sabemos que se trata de un SRNI donde
actúan fuerzas de inercia). Sea R el radio de la órbita; la ecuación de movimiento dentro de la nave
queda:
Mm
Fg + Fcen = ma′ = 0 ⇒ −G 2 + mv 2 /R = 0
R
p
Por tanto la velocidad debe ser v = GM/R. Y el perı́odo de la órbita, teniendo en cuenta
q que en
R3
este caso velocidad angular y frecuencia angular de la órbita ω = 2π/T coinciden, T = 2π GM , en
coherencia con la tercera Ley de Kepler.

Y, para finalizar del todo, decir que con estos ejemplos se trata de aclarar cómo describe las cosas el
observador no inercial, ayudándose de la introducción de fuerzas de inercia pero que, al ser tan sencillos,
se podrı́an haber resuelto fácilmente desde el sistema en reposo Σ sin más que haber impuesto que, al
tratarse de circunferencias (en Σ, no en Σ′ donde las masas estaban en reposo) recorridas a velocidad
constante,
F = ma = man
Es decir, bastaba con usar la componente normal de la aceleración, sin la introducción de fuerzas de
inercia.

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