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Fuerza magnética

En los apartados anteriores, tanto en la ley de Ampére como en la de Biot-Savart e incluso


en el caso del dipolo, siempre nos hemos referido a los campos creados por diversas clases
de distribuciones. Por decirlo de alguna manera, hemos tratado de cómo se generan campos
magnéticos. Pero a su vez, los campos magnéticos, prescindiendo de su origen, actúan sobre
otras distribuciones. En un problema práctico, se suele suponer (aunque no necesariamente
pasa siempre) que el campo magnético de una de las distribuciones (en estos casos, usualmente
desconocidos los detalles) es mucho mayor que la de la otra u otras sobre las que actúan y, por
lo tanto, los de estas últimas pueden ignorarse.

Este problema no es nuevo, ya que al examinar la interacción gravitatoria en la superficie terrestre


no se suele tener en cuenta otro campo gravitatorio que no sea el de la propia Tierra y no el de
los objetos que interactúan con ella. Y esa norma se amplı́a incluso a satélites y otros objetos
pequeños orbitando cerca y, generalmente también, a su interacción con la Luna (las mareas,
por ejemplo, son una excepción donde sı́ se considera la atracción lunar). Lo mismo pasa si
estudiamos la interacción de la Tierra y el Sol, aunque en este caso es el campo terrestre el
que se ignora. Otra cosa más parecida al caso Tierra-Luna serı́a si nos fijáramos en el sistema
Sol-Júpiter, por ejemplo. Y estas situaciones gravitatorias, de sobra conocidas, pueden darse
igualmente tanto en el caso eléctrico como en el magnético.

Por eso, comenzaremos como siempre con el caso más simple en que cierto campo B, sin importar-
mos como se ha producido (para eso ya están las otras secciones dedicadas a la magnetostática)
actúa sobre una carga puntual en movimiento.

1.- Fuerza magnética sobre una carga puntual

Lo primero que hay que tener en cuenta es que la carga debe estar moviéndose, es decir que
tiene que tener una velocidad relativa respecto al campo magnético. Pero eso, con ser necesario,
no es suficiente, porque además hay que exigir que esa v no sea paralela a B, porque si no es
ası́, aunque haya carga moviéndose y haya campo magnético, no hay interacción. La fórmula
que expresa lo anterior:

Fm = q v ∧ B ⇒ Fm = qvB sen θ

donde, θ es el ángulo entre v y B. Si, como sucede en muchos casos (no en todos, obviamente),
la interacción es combinada con un campo eléctrico y otro magnético, ambas fuerzas se suman:

Fem = Fe + Fm = q(E + v ∧ B)

la cual suele recibir el nombre de fuerza de Lorentz. Recordemos que la parte eléctrica no exige
que la carga se mueva, pero podrı́a obligarla a ello.

Sobre la base de estas expresiones se puede estudiar casos muy variados. Por ejemplo, suele ser
de interés cuando ambas se cancelan, obligando a la carga a seguir una trayectoria recta o incluso
que no se cancelen, aprovechando ası́ para dirigirlas a algún punto de una pantalla, como sucede
en los tubos de rayos catódicos, usados en los televisores o los ordenadores antiguos.

Otro caso práctico importante es la utlización de campos magnéticos en aceleradores de partı́cu-


las circulares, como los primitivos ciclotrones o los posteriores sincrotrones, donde haciendo uso
de que el campo magnético sólo hace girar la v, pero sin variar el módulo, se puede obligar a la
partı́cula a describir arcos de circunferencia, según:

Fm = man ⇒ Fm = qvB sen θ = mv 2 /R


donde an es la aceleración normal (ó radial ó centrı́peta) y R el radio del arco. En los ciclotrones,
θ = π/2, por lo que:
qB = mv/R ⇒ ωc = q/mB
donde ωc , es la llamada frecuencia de ciclotrón que coincide con la velocidad angular de la órbita
que, recordemos, se mantiene constante mientras no varı́e B. Ciertamente podrı́a variar R, pero
si lo hace v en la misma proporción, ωc permanece igual, y este hecho es el que se aprovecha
para acelerar la partı́cula mediante un campo eléctrico cada media vuelta.

2.- Fuerza magnética sobre una corriente delgada

Una corriente son cargas en movimiento. En el ámbito en que estamos desarrollando esta teorı́a,
la teorı́a de campos clásicos, digamos que se empieza a hablar de corriente cuando las cargas
pierden su individualidad y es más pertinente pasar al modelo de medio continuo y hablar de
densidad de corriente, como una función vectorial de la posición sin irregularidades matemáticas
salvo, quizá, en las fronteras de las regiones.

Una de las cuestiones que uno se puede llegar a plantear es por qué en un conductor convencional,
más o menos lo que vendrı́a a ser un teórico cable, que es eléctricamente neutro, se puede hablar
de corriente neta. La respuesta es sencilla, existen cargas positivas y negativas aproximadamente
en igual número, pero sólo los electrones se mueven. Si se desplazaran juntas cargas positivas
y negativas no habrı́a corriente neta. Esta situación tiene importancia tanto a efectos de sentir
la fuerza de un campo externo como, y en eso quizá no se insistió lo suficiente, para crearlo.
En cambio, por el motivo de que las cargas se cancelan, es básicamente insensible tanto a la
creación de campos eléctricos como a la acción de un campo eléctrico sobre él.

Si usamos que dq = Idt y que dr = vdt la fórmula anterior para una carga puntual (he preferido
escribir esta vez dl en lugar de dr, por como suele aparecer en los manuales) podrı́a arreglarse
como: Z
dFm = I dl ∧ B ⇒ Fm = I dl ∧ B
Γ
donde la integral se extiende a todo el conductor Γ. Las posibles variaciones temporales en la I
se propagan suficientemente rápidas en un conductor Γ de longitud normal, por lo que podemos
considerarla espacialmente constante y sacarla de la integral. Sin embargo, en general, tanto B
como el ángulo que forma con el conductor, principalmente si éste es curvo, varı́an de punto a
punto. A esta ecuación en algunos textos se le llama Ley de Laplace.

El caso más simple, como siempre, es cuando el conductor es recto y además el campo B es
uniforme a lo largo del conductor, en tal caso todo sale de la integral (menos el diferencial,
obviamente) y queda:

Fm = I L ∧ B Fm /L = IuL ∧ B

donde L es un vector que tiene la longitud y la dirección del conductor Γ en cuestión. Esta es
la forma en que habitualmente lo vamos a usar para resolver problemas entre conductores. Hay
que señalar que a menudo se tratará de conductores rectos muy largos de forma que la fórmula
anterior quedarı́a como fuerza por unidad de longitud, por lo que lo he escrito de ambas formas.
uL es el unitario en la dirección de L.
3.- Par de fuerzas sobre una espira

Imaginemos cuatro conductores finos rectos como los del caso anterior, empalmados formando
un rectángulo, esto es, un circuito cerrado: una espira rectangular. Por referirlos a un sistema
de coordenadas, comencemos el circuito desde el origen, ascendiendo por el eje Z una longitud
a, para luego seguir una distancia b haciendo un ángulo φ con el plano XZ, y continuar luego
el rectángulo de nuevo hasta el origen. La intensidad de corriente será I, como siempre.

Si escribimos vectorialmente los vectores que representan cada lado, estos son: L1 = auz , L2 =
b (cos φux +sen φuy ), L3 = −auz , L4 = −b (cos φux +sen φuy ), vamos, que obviamente L3 = −L1
y L4 = −L2 . Por tanto, la fuerza que ejercerı́a cierto campo B sobre cada uno de ellos y sobre
la espira completa serı́an:
X
4
Fmj = I Lj ∧ Bj Fm = Fmj
j=1

donde suponemos implı́citamente que el campo B no varı́a a lo largo de un mismo lado por lo
que hemos podido evitar las integrales, como nos pasará en la mayorı́a de los ejercicios (aunque
en algunos permitimos que pueda ser diferente de un lado a otro). De no ser ası́ el único cambio
serı́a que, para obtener cada Fmj , habrı́a que calcular la integral correspondiente.

Como podemos observar, en el caso en que sean iguales todos los Bj = B, este se podrı́a sacar
del sumatorio porque serı́a factor común, y la fuerza total resultante se anuları́a:
X
4 X
4
Fm = I Lj ∧ Bj = I ( Lj ) ∧ B = 0
j=1 j=1
P4
ya que, como hemos visto, j=1 Lj = 0 puesto que, como dijimos arriba, L3 = −L1 y L4 = −L2 .

Claro, esto no tiene que suceder siempre; habitualmente en problemas de conductores paralelos
las fuerzas que ejercen unos sobre otros dependen de las distancias entre ellos pero, cuando
B es uniforme y la fuerza total sobre el circuito cerrado se anula, concurre una circunstancia
interesante y es que el par ó momento mecánico (o torque, se utilizan todos estos nombres) que
ejerce el campo magnético sobre la espira de corriente es independiente del punto O respecto
del cual se tomen momentos. En tal caso:
X
4 X
4
MO = MOj = rj ∧ Fmj
j=1 j=1

donde esta fórmula, obviamente siempre es válida para calcular MO , lo que digo es que si B es
uniforme (y, además, en ese caso da igual la forma de la espira, esta es rectangular pero podrı́a
ser circular, por ejemplo) me vale cualquier O. Ası́ que, como tenemos libertad para hacerlo,
vamos a tomar momentos desde el origen de coordenadas, que es un O que facilita los cálculos.
En tal caso, r1 = 0, r2 = r4 = L2 /2 y r3 = L2 , además, se ve que Fm2 = −Fm4 , de forma que
acaba quedando:
M = r3 ∧ Fm3 = IL2 ∧ (L3 ∧ B) = IS ∧ B
donde S es el vector superficie de la espira, en este caso S = ab (− sen φux + cos φuy ). Pero lo
importante no es la forma rectangular de esta espira en concreto, sino que la fórmula es válida
sea cuál sea la forma de la espira. Si fuera una bobina con N espiras, el cambio es pequeño:
M = N IS ∧ B ó M=m∧B
siendo m = N IS nuestro viejo conocido, el momento dipolar magnético.

Si no se cumpliera la condición de que B es uniforme, Fm no se anuları́a y el resultado dependerı́a


de O, pero se puede utilizar la fórmula de la mecánica MO′ = MO + O′ O ∧ Fm para pasar el
momento respecto de de un punto O al momento respecto de otro O′ .

Hay que añadir que espiras de corriente moviéndose (preferentemente de forma rotativa) en
presencia de campos magnéticos es el fundamento de los motores eléctricos.
Anexo corriente eléctrica

Esto es un complemento para resumir algunas cuestiones teóricas importantes que se verifican
en las práticas de laboratorio, y que son materia de examen en los ejercicios tipo 1.

Ley de Ohm. Resistencias en serie y en paralelo

Probablemente, la fórmula más conocida relacionada con la corriente eléctrica es la que expresa
la ley de Ohm:
V
= R
I
que lo que viene a decir es que existe una relación de proporcionalidad constante entre el voltaje
(diferencia de potencial) que existe entre los extremos de ciertos elementos de los circuitos y la
intensidad de corriente que pasa por ellos. A esa cantidad se le llama resistencia. ¿La resistencia
es siempre constante? Pues, en realidad, no. Pero para los conductores que cumplen la ley de
Ohm (que son la mayorı́a de los conductores metálicos) sı́ se cumple, al menos dentro de un rango
(si se calientan más de la cuenta, esa propiedad puede verse alterada), y se llaman genéricamente
conductores óhmicos. Esto, como ya hemos comentado alguna vez, se basa en las peculiaridades
del enlace metálico que hacen que los electrones de valencia estén deslocalizados por toda la red
y sean altamente desplazables.

De forma muy parecida a la capacidad C de un condensador que, aunque cumple C = Q/V , su


valor es independiente de Q y de V , y no depende más que de su geometrı́a y de las propiedades
del dieléctrico, la R depende solo igualmente del material conductor y de la forma y el tamaño
del elemento. Por ejemplo, para un tı́pico conductor de forma cilı́ndrica, insertado en el circuito
a lo largo del eje axial,
S
R = ρ
L
donde ρ es la resistividad del material, S el área de su sección transversal, y L su longitud (lo
que es la altura del cilindro). En ocasiones se suele preferir escribir esta ley a la inversa, como
I/V = G, siendo G = σL/S, donde G se llama conductancia y σ, conductividad. Lógicamente
G = 1/R y σ = 1/ρ, como puede observarse.

También de forma parecida como vimos en condensadores, las resistencias en un circuito son
susceptibles de colocarse, o bien en serie, unas a continuación de las otras circulando la misma
corriente por todas; o bien en paralelo, dividiéndose la corriente entre todas ellas, compartiendo
todas la misma caida de potencial.

En el primer caso, al sustituir los efectos del montaje por una sola resistencia equivalente:

−−∧∧−−∧∧−−∧∧−− ⇒ −−∧∧−

R1 R2 R3 Req
de forma que:

V = V1 + V2 + V3 = R1 I + R2 I + R3 I = Req I ⇒ Req = R1 + R2 + R3

X
N
⇒ Req = Rj
j=1

para un número N de resistencias conectadas en serie. Observar que Req es siempre mayor que
cualquiera de las Rj por separado.
Si se hace en el segundo caso, en el cual lo que se comparte es V y se divide la I:

||−∧∧−−||
−−−∧∧−
|| −|− ⇒ −−∧∧−

−∧∧−−|
y la equivalencia entre resistencias queda:

I = I1 + I2 + I3 = V /R1 + V /R2 + V /R3 = V /Req ⇒ 1/Req = 1/R1 + 1/R2 + 1/R3

X
N
⇒ 1/Req = 1/Rj
j=1

para un número N de resistencias conectadas en paralelo. Observar que Req es siempre menor
que cualquiera de las Rj por separado. En el caso de solo dos resistencias: Req = RR11+R
R2
2
; de tres,
R1 R2 R3
Req = R1 R2 +R1 R3 +R2 R3 y ası́ sucesivamente.

Si bien en el caso de los condensadores lo que se trataba era de almacenar energı́a eléctrica,
en las resistencias la magnitud práctica de interés es la potencia eléctrica consumida. Esta se
computa mediante cualquiera de las siguientes expresiones, según nos convenga:

V2
Pelec = V I = RI 2 =
R
PN
Cómo obtener que, tanto en el caso en serie como en paralelo, Pelec = j=1 Pelecj , lo podéis
hacer como ejercicio.

Carga y descarga de un condensador

A diferencia de todo lo que hemos visto hasta ahora, que siempre se trataba de sistemas en
estados estacionarios (es decir, que han alcanzado un equlibrio temporal y ya no dependen del
tiempo), ahora vamos a examinar un proceso transitorio que, partiendo de cierto estado temporal
inicial, terminará en un estado de equilibrio. Imaginemos ahora no dos condensadores en serie ni
tampoco dos resistencias, sino una resistencia en serie con un condensador. En tal caso se sigue
cumpliendo, como siempre que se ponen dos elementos en serie, que la caida total de potencial
es la suma se las caidas de potencial en cada elemento, esto es, V = VR + VC , donde obviamente
VR es la caida en la resistencia y VC , en el condensador. Este circuito se llama RC en serie.

En el caso de la carga del condensador, además el sistema de esos dos elementos en serie se
completa con una fuente de alimentación que cierra el circuito. En las que se usan en el labo-
ratorio puede ajustarse el voltaje (a diferencia de una pila ordinaria que supuestamente tiene
voltaje fijo, aunque se va desgastando con el tiempo, o la corriente de los enchufes que suele ser
de 230 V , aunque en este caso sea alterna), pero para esta tarea lo mantendremos a un valor
fijo constante Vo , con lo que la corriente será continua (es decir, siempre en el mismo sentido; la
intensidad de corriente I es continua, pero no constante, como veremos a continuación). En tal
caso y como ya sabemos que VR = RI y VC = Q/C y además I = dQ/dt, nos queda una EDO
(ecuación diferencial ordinaria, es decir, de una variable) en función del tiempo:

Vo = RdQ/dt + Q/C

cuya solución general es:


t t
Q(t) = Qo e− RC + Qf (1 − e− RC ); Qf = CVo

donde Qo es la carga inicial que pudiera haber en el condensador y Qf la carga final al alcanzar el
estado de equlibrio. Es interesante observar que la exponencial extingue la Qo con el transcurrir
del tiempo, mientras que hace que Q(t) tienda asintóticamente a Qf .
Como en nuestro caso partimos de condensadores descargados, Qo = 0, y por tanto, para la
carga quedan respectivamente para Q e I:
t t
Q(t) = Qf (1 − e− RC ); I(t) = dQ/dt = Io e− RC

donde inevitablemente I se extingue con el tiempo, I(t → ∞) = 0 y el valor inicial es I(t = 0) =


Io = VRo .

Para efectuar la descarga del condensador solo hay que eliminar la fuente de alimentación pero
permaneciendo cerrado el circuito, con lo que basta simplemente apagarla sin hacer nada más y
ya se descarga solo. En la EDO la única variación es hacer Vo = 0. Eso da como solución:
t t
Q(t) = Qo e− RC I(t) = Io e− RC

es decir, ahora se extinguen las dos Q(t → ∞) = 0 e I(t → ∞) = 0, siendo respectivamente,


Qo = CVo e Io = VRo (de nuevo), donde Vo fue el que se utilizó previamente durante la carga.

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